Hablemos de Pedagogía
Hablemos de Pedagogía
Hablemos de Pedagogía
1. Hablamos de Pedagogía
El recorrido que realizaremos tiene como base la decisión de definir como prioridad el análisis
de la educación desde su dimensión histórico-política y, en este marco la educación, sus
sentidos en contextos de reproducción o de emancipación.
Toda persona posee una historia pedagógica, de ahí que las temáticas de la educación como
de la enseñanza son parte de nuestro cotidiano. Este sentido común impregna nuestros
saberes muchas veces dificultando nuestro sentido crítico, de ahí que sea importante
interpelarlos reflexionando más allá de lo aparente.
Entrando en tema, Pedagogía suele definirse como la ciencia que tiene por objeto propio la
problemática educativa.
1
Larrosa, J y Skliar, C. (2006). Entre pedagogía y literatura. Miño y Dávila. Argentina . (pp19)
2
Souto, M. (1993) Hacia una Didáctica de lo grupal. (pp43-45) Miño y Dávila editores. Bs As
1
es una relación,
se da en un espacio y un tiempo,
surge en un contexto sociocultural,
es un escenario imaginario,
ES UN ACTO SOCIAL...
“Surge en y para una sociedad. Su estructura refleja la estructura social. El poder social rige
el poder pedagógico. La sociedad reproduce en la educación sus propios esquemas y
formas de organización.” (Souto, 1993 Op. Cit.)
“ Cuáles son los deseos inconscientes del docente?; ¿y los del alumno?...
¿Cuál será la representación que tiene un maestro de sus alumnos?
3
Ibidem
2
alumno, y de otros actuales que surgen de la interacción misma y de la experiencia
concreta”.4
Estos aspectos son en realidad fuerzas, que impregnan la dinámica de la relación, interactúan y
se influyen desde planos poco visibles.
Hablar entonces, del acto pedagógico como un hecho sociocultural y psíquico, nos remite al
análisis del ámbito tanto político como de subjetividad. Ambos aspectos se imbrican y dan
sentido a la educación y a sus sujetos.
4
Ibid
5
Ibid.
6
Velázquez, I.: Una aproximación al mapa disciplinar de la pedagogía Revista Iberoamericana de
Educación Número 35/2. 2005 (ISSN: 1681-5653)
http://www.rieoei.org/deloslectores/811Velazquez.PDF
3
· Tiene una variable a considerar en la problemática del estudio científico y es su con-
formación interdisciplinaria. Hecho que es reconocido históricamente por autores de distintas
líneas de pensamiento y abordado desde diferentes perspectivas de investigación pero,
simultáneamente, esta circunstancia pone en evidencia que la interdisciplinariedad, es un
elemento o nota inherente a la naturaleza misma de la disciplina pedagógica pues ninguna de
las ciencias auxiliares, por separado, es capaz de organizar, integrar, estructurar y sistematizar
las informaciones provenientes de la multidimensionalidad de la educación.
· Es un saber complejo, por la confluencia de teorías provenientes de distintas disciplinas. Por
ello no puede abordarse con la aplicación de una técnica particular como la metodología
experimental, sino por el contrario, requiere de la utilización de un conjunto de técnicas para
resolver problemas específicos.
· Precisa de una metodología de investigación cuali-cuantitativa. La metodología cualitativa le
aporta modelos formales orientados por la significación de las teorías y la cuantitativa, medida
de análisis empírico. Ambas se necesitan para abordar los procesos educativos. La aplicación
de la metodología cuali-cuantitativa otorgaría a la Pedagogía la capacidad de comprender y no
solo explicar, de establecer argumentos y no solo leyes y de pronosticar más que predecir. ·
Requiere apartarse de la concepción excluyente de racionalidad técnica. Ya que la legitimidad
de la estructura lógica de las propiedades enunciadas en el párrafo anterior queda sujeta, entre
otras cuestiones, al avance de la concepción de razón. Una racionalidad más amplia y
abarcativa que, sin invalidar las estructuras numéricas como las más desarrolladas y precisas
hasta el momento, no son las únicas que pueden utilizarse para aproximarse a la realidad
humana. Las CH entre las que ubicamos la Pedagogía, tienden a una investigación
metodológica capaz de abarcar de forma abstracta la reversibilidad, movilidad, y complejidad
de las estructuras que componen la realidad humana en sus múltiples dimensiones. “
Ahora bien, ahondando un poco más, el concepto de educación es más amplio que el de
enseñanza, conlleva constitutivamente la noción de valor. La cuestión ética es condición
ineludible de ella, en lo que hace a la búsqueda de perfección de todo ser humano. Es por ello
que no toda enseñanza es educativa, más sí toda educación implica una enseñanza.
Esto constituye una cuestión crítica en el discurso y accionar educativo ya que ésta configura y
condiciona la subjetividad en el desarrollo de las capacidades de las personas. Subjetividad que
se concibe como diálogo reflexivo del hombre a lo largo de su historia.
“ El hombre es el ser que puede hablar de sí mismo, interpretarse y decidir así sus
comportamientos en relación con el mundo (…) es así una acción que es encaminada a
una meta, intencional y orientada hacia valores.”7
4
¿Qué significa educar?
Pedagogía etimológicamente proviene de dos palabras griegas: pais, paidós, niño y ago,
conduzco, guío. Así, en la antigua Grecia llamaban pedagogo al esclavo culto, encargado de
cuidar los niños y conducirlos a la Palestra. A partir del S. IV a. c. era también un liberto que
poseía cultura.
El significado más profundo que subyace en esta idea es el de guiar y orientar la existencia de
la persona a su cargo; posibilitar una verdadera existencia en plenitud.
Cuando hoy decimos que Pedagogía es la ciencia que reflexiona sobre el hecho educativo, no
desconoce, por cierto aquel profundo significado, pero a través del tiempo se le agrega en
forma más amplia el estudio y regulación del proceso educativo, de allí que se hable de ella
como teoría y práctica de la educación.
¿Y educación?...
http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg&feature=related
Educación es el desarrollo inteligente y libre del hombre, por lo que es un acto humano y vital
en cuanto coincide con su vida. La educación acaece en el hombre en tanto que este busca
realizar lo que siente que puede y debe ser.
Asimismo, educar es un acto moral altamente social (ya que la socialidad es un aspecto de la
moralidad) que se da un sujeto/persona en donde se despliega aquello que el hombre es para
serlo plenamente. O dicho de otro modo, el hombre se construye a sí mismo en interacción
con los demás y con su medio, ejerciendo su libertad y su voluntad.
En pocas palabras, la existencia se construye personalmente a cada instante y con el otro en
un contexto espacial y temporal. El docente es así un mediador que enseña a conocer y a
aprender. Pero fundamentalmente enseña a pensar, a reflexionar, a saber.
De esta manera, si la Pedagogía reflexiona sobre la educación y esta es concebida como el
desarrollo libre e inteligente del hombre en lo que constituye su naturaleza -sus verdades,
posibilidades y destino-, entonces ella presupone una visión de la existencia, de la realidad: “la
del sentido y el valor del saber para la vida” (Larrosa, 2003)9
Esta mirada hace que no haya verdades establecidas a la hora de definir la educación….
¿Qué se entiende por desarrollo inteligente y libre?... ¿Qué se entiende por libertad?... ¿Acto
humano y vital?...
En síntesis ¿qué entendemos por sentido de la vida y del valor del saber para la vida?
9
Larrosa, J. (2003). Saber y educación. En: Educación y Filosofía. Enfoques contemporáneos. Houssaye, J
(comp.). Eudeba Bs As. (pp 211)
5
prácticas sociales que responden a imperativos epocales, a determinados propósitos e
intereses, a cómo una sociedad “ve” –se representa-, su organización para asegurar el
conocimiento en las nuevas generaciones, es decir su cultura. Y en el centro de su acción-
reflexión, siempre se encuentra una idea de hombre, de sociedad.
6
“El hombre es esencialmente intencionalidad, orientación hacia el mundo, pero el sentido del
mundo se diferencia según sea el punto de vista o actitud que el hombre adopte en el mundo”11
La idea de existencia nos liga como sinónimo a la idea de intencionalidad y esta última al
hombre como un ser teleológico: el hombre es un proyecto lanzado.
Siguiendo con nuestro análisis hombre y mundo constituyen una unidad dialéctica, la unidad
de un diálogo que es fuente de la que se origina el conocimiento.
La conciencia /intencionalidad es apertura, es ponerse fuera de uno mismo y con la realidad
que no es la propia conciencia; orientación hacia, abierto para, dirigido hacia la realidad.
Mediante el conocimiento, hombre y mundo llegan a ser ellos mismos:
Un mundo se revela, un mundo para el hombre comienza a ser
El sujeto se perfecciona
Por ello al conocimiento se lo puede llamar creador de cultura, porque de él surge un mundo
que brinda posibilidades de valor afectivo y significado para el hombre.
También podemos hablar –a modo de sinónimo- de diálogo – participación en el doble sentido
de “tener parte” y de “tomar parte” en el mundo.12 En el primer sentido se refiere en tanto
soy mundo y en la segunda, en cuanto afirmo, asiento desde mi presencia en el mundo.
Ahora bien, el hombre como existencia-intencionalidad nos habla de una determinación, lo
que es y además una orientación hacia, ya que lo que es, no lo es acabadamente.
De esta manera, todo lo que está ya determinado, presente en una existencia humana, implica
también lo que todavía no está allí; todo pasado entraña un futuro.
Entonces, la existencia es en sí misma una unidad oposicional entre lo que es de hecho y lo
que puede ser.
Así, la existencia del hombre se transforma en proyecto o plan: “mi factibilidad es mía y mías
son mis posibilidades”13
En síntesis, el hombre es un autoproyecto. Pero el hombre es también la ejecución del
autoproyecto que él es.
Qué significa esto?
El hombre se esfuerza por lograr los modos del “todavía no es”, los modos en lo que puede ser
y es él mismo quien se ocupa activamente de realizarlo. Aquí penetra en todo su significado
más profundo la educación.
La acción del hombre es, sin duda alguna, la creación de un nuevo significado. Esto entraña
que es conciente, que sabe lo que está haciendo. Su subjetividad es al mismo tiempo una
visión original de su propia situación.
Esto apela a su responsabilidad en tanto que la acción del hombre –aunque proceso- es
también una respuesta al ser preguntado a partir de su propia situación. Y como respuesta el
hombre posee la “palabra” que es la que da el sentido objetivo a esa situación.
Las cosas no tienen palabras, ni dan respuestas y por tanto no son responsables.
11
Luypen, W. (1967) “Fenomenología Existencial”. Ediciones Carlos Lohlé. Bs. As. (Pp123)
12
Esta visión particular se debe a Grabriel Marcel filósofo existencialista francés.
13
Luypen op. Cit.
7
De aquí que además de ser un autoproyecto es también una autorealización. Pero esto implica
asumirse como tal, como persona, ya que cuando el hombre se deja llevar por el ello
impersonal, se enajena, deja de moverse con su propia realidad y posibilidades para hacerlo
desde lo ajeno. Se desdibujan sus deseos, potencialidades y realizaciones. Estas dejan de ser
propias, para ser de ese otro ellos impersonal que lo priva de ser él mismo.
Cobra sentido la educación, en tanto mira al sujeto como conciente de sí, libre y con una
autofinalidad: la realización del autoproyecto personal de vida.
Por ello es lícito decir que el ser del hombre es una tarea de ser...libre. Ya que no se puede
hablar de la existencia como tarea de ser si no lo es en libertad y precisamente ser sujeto, ser
hombre, es ser libre –ser de sí mismo-.
La libertad no es una realidad acósmica sino una libertad situada, que se va construyendo en
la propia existencia. Luego podemos afirmar que si el hombre es una tarea de ser, su libertad
se constituye también, en una tarea.
La educación como acto de interioridad apela a una acción conciente e inteligente de la
voluntad (libertad) donde el sujeto realiza lo que puede y debe ser.
A esto llamamos desarrollo libre e inteligente del hombre.
Hombre, Conocimiento y Verdad.
El conocimiento –como decíamos anteriormente- es el des-cubrimiento de la verdad de las
cosas, que se produce en un diálogo entre el sujeto con el objeto, en la historia de la
existencia.
En esta historia el mundo es “arrastrado”, porque está ligado a la subjetividad del hombre. Por
ello no podemos hablar de un conocimiento absoluto y una verdad definida y perfecta, sino
más bien es una verdad histórica, a causa de la historicidad del conocimiento.
A este siempre se lo puede negar. La verdad como el conocimiento poseen una dimensión
intrínseca de futuro ya que plantea nuevas incógnitas.
Pero sin embargo, guarda en sí mismo la característica de ser absoluta y perfecta en el sentido
de que cuando surge, ningún sujeto puede negarla, ya sea en la historia personal o la historia
de la sociedad.
Demos un ejemplo, siento un fuerte dolor de muelas. Esta es una verdad absoluta y perfecta.
Esto alude a una significación transhistórica e intersubjetiva de la verdad.
La intersubjetividad de la verdad se funda en el criterio de la evidencia, pero está entendida
como la “fructuosidad” del diálogo con la realidad que es la existencia y que necesariamente
apela al otro.
En otras palabras, en cualquier momento de la historia que un sujeto quiera formular una
aserción sobre una verdad, tendrá que reconocer que dicha verdad es verdad.
La intersubjetividad
8
Esto implica que la existencia es una co-existencia, mi presencia, una co-presencia, un estar-
juntos en-el-mundo. Ahora bien, el encuentro con el otro suscita una experiencia tal que me
indica que dicho encuentro se distingue directa e inmediatamente del encuentro con la cosa.
Aquí el otro se me revela como otro, como una subjetividad –como ser conciente en el mundo-
Es en este encuentro donde distinguimos tres modos básicos de relación: odio, indiferencia y
amor.
Odio: el sujeto experimenta la vivencia de ser una cosa para el otro. Sin duda esta
cosificación alude a un vaciamiento, sentimiento de nulidad. No se me permite proyectar
como subjetividad mi propio mundo, sino que me arroja como una cosa entre cosas
anulando mis posibilidades. Parecería que me convierto en la propiedad del otro.
Por cierto que en esta modalidad no hay intersubjetividad, en tanto que esta refiere a la
relación de sujeto a sujeto.
Desde esta perspectiva, las relaciones humanas no se entablan como un estar-juntos sino
en conflicto. Implica no aceptar la subjetividad del otro, no aceptar que el otro se realice
de manera personal y escriba su propia historia.
Indiferencia: este modo de relación se centra no ya en el otro como otro sino con la
función que se desempeña. Es un encuentro desde las funciones. No es ya un tú sino un “
él” , donde se vivencia como “ausente” de mi. En la indiferencia experimento al otro como
un ausente, lejos de mi, es “cualquiera”. Lo “veo”, pero nada significa en tanto otro, pero
me permite visualizarlo en la función . En este tipo de relación puramente funcional no hay
ningún tipo de afectividad.
9
decirlo así, una nueva dimensión de la realidad.(…) El hombre no puede escapar de su propio
logro, no le queda más remedio que adoptar las condiciones de su propia vida; ya no vive
solamente en un puro universo físico sino en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte
y la religión constituyen parte de este universo, forman los diversos hilos que tejen la red
simbólica, la urdimbre complicada de la experiencia humana. (….) Vive más bien , en medio de
emociones, esperanzas y temores, ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio de sus
fantasías y de sus sueños. “lo que perturba y alarma al hombre -dice Epicteto-, no son las cosas
sino sus opiniones y figuraciones sobre las cosas”. (Ernest Cassirer, 1874-1945, Antropología
Filosófica. Fondo de cultura económica, 1992, pp 54)
10