21
21
21
66
URGENCIAS EN
SALUD MENTAL
ISSN 1666-2776
MARZO / JUNIO 2015 / Nº 1 - VOLUMEN XXI
clepios 66 revista de profesionales en
formación en salud mental
Reg. Nacional de la Prop. Intelectual No 1603324 - ISSN No 1666-2776 - Hecho el depósito que marca la ley.
Clepios, Vol. XXI - Nro. 1 - Marzo / Junio 2015
Todos los derechos reservados. © Copyright by POLEMOS S.A.
“Clepios, revista de profesionales en formación en salud mental”
es una publicación de Polemos, Sociedad Anónima
Informes y correspondencia: Clepios, Moreno 1785 5º piso (1093) Buenos Aires. Tel/Fax 4.383-5291.
E-mail: clepios@gmail.com / www.clepios.com.ar
Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio, sin previo consentimiento de su Editor Responsable.
Los artículos firmados y las opiniones vertidas en entrevistas no representan necesariamente la opinión de la revista
y son exclusiva responsablidad de sus autores.
Impreso en: Cosmos Print SRL Edmundo Fernández 155, Avellaneda
4 8
La Violencia Institucional como urgencia: haciendo La excitación psicomotriz
la guardia. Intervención a partir de un intento en la interconsulta:
de desalojo mediante represión policial ¿una bolsa de gatos?
María Fernanda Ferrando María Paula Caprara
Débora Grand Juliana Guirao
Matías Marzocchi María Canela Soto
María Victoria Vanni
14 18 22
SALA DE ENSAYOS CADÁVER EXQUISITO RELATOS CLÍNICOS
Un Mundo In-feliz Urgencias Pequeñas anécdotas sobre las
(nuevas formas de en Salud Mental instituciones (O de cómo formamos
poder psiquiátrico) Aída Perugino nuestros cuerpos en la guardia)
Patricia Rey
Luciana Stampella Daniel Ferioli Matías Trucco
28 34
CLEPIOS INVESTIGA REPORTAJE
41 44 46
LO HUBIERA SABIDO ANTES LOS 5... COMENTARIO DE EVENTOS
Ser loco hoy: el desafío Los 5 pasos para convertirse Soy hombre; a ningún otro
de producir una pausa en en un superhéroe hombre estimo extraño
la época de la inmediatez Mariano Alonso Belamendia Facundo De Ciervo
Estefanía Elizalde
Gabriela Scheinkestel
CLEPIOS 2
>
Editorial
Un nuevo número, una nueva oportunidad de acercarnos a nos su grito áfono. Urgencias en territorios, lejanos al hospital y
alguna de las problemáticas de nuestro campo. Solemos (o nos al ruido de las que a veces aturden/convocan al profesional en
gusta) pensar que de la instalación de tiempos para detenerse a guardia.
revisar colectivamente las prácticas, están impresas las páginas Son, las próximas páginas, resultado de una invitación a pensar
de cada número de esta revista. Solemos escuchar en repetidas los modos de la urgencia en nuestro trabajo cotidiano. Instalado
veces, no es moneda corriente en nuestra época contar con tan el tiempo para repensar tanto lo que apremia como lo que se
preciado “bien”. responde. Y desde aquella respuesta que fue, tal vez acercar-
Un tiempo para pensar el número. Un número que concluye nos –hacia atrás- a lo que nombramos Urgencia.
pensando el tiempo. Invitación mediante, entonces, nos hemos encontrado con
Nos hemos propuesto aproximarnos a un posible abordaje numerosos trabajos que, desde diferentes ópticas, ofrecen
acerca de las urgencias. Su compás como mencionáramos y un asidero posible y enriquecedor. En la sección de Trabajos
también su espacio, los escenarios donde acontecen. Rápida- Libres se plasman varias de las preguntas planteadas donde los
mente intentamos no reducirla. La urgencia, afirmamos intem- sujetos de la urgencia se interpelan incluso tambalean frente a
pestivamente, trasciende un dispositivo. Pero ¿qué nombramos la mera operación de cuestionar algunas llamadas urgencias;
de tal forma? ¿Qué apremia en Salud Mental? ¿Cuántos sujetos las intervenciones hayan un camino posible frente a lo que se
incluidos en esta denominación? ¿Quién y de qué está urgido? presenta como inmediatez; lo fragmentado –tiempo mediante-
La urgencia parece generalizarse, incluso destrabar laberínti- recupera capacidad de historización y encuentra manera de ser
cas entradas a las instituciones de salud que marcan tiempos compartido. Así también, el Relato Clínico con su respectivo
de espera, donde ciertas prioridades aprendidas que indican comentario y el Lo hubiera sabido antes que además comparte
avanzar resolviendo lo urgente, que tantas veces nos excede, el funcionamiento del programa “Abordaje del Padecimiento
delinea una fuga siempre hacia adelante que impide cuestionar Humano” como recurso valioso de intervención.
los fundamentos necesarios para la transformación de algunos El Reportaje nos brinda excusa para conversar con el Lic.
elementos y estructuras del sistema de salud que configuran Alfredo Carballeda y el Dr. Carlos Tisera referentes (aunque les
obstáculos. En lo social, ciertas consignas toman los cuerpos incomode el término) de buena parte de residentes y concurren-
y conducen hacia la inmediatez, lo inminente; tecnologías de tes de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires, desde sus
la comunicación mediante que todo aceleran… “No sé lo que experiencias en el trabajo de guardia en el Hospital de Emergen-
quiero pero lo quiero ya” tal como expresara con tanta verdad el cias Psiquiátricas Torcuato de Alvear.
músico ítalo-argentino. La sección Cadáver Exquisito se compone de las lecturas de
La guardia no conforma el único continente de la urgencia, ese tres profesionales de nuestro campo respecto de la temática que
lugar donde “se está preparado para…”, ella se corporiza en los nos convoca, intentando desmontar el término con diferentes
más variados dispositivos. Tampoco encuentra límites en el indi- herramientas.
viduo, tantas veces hay las urgencias colectivas. Se estampan En el Investiga, un trabajo colectivo que se dirige al análisis
contra un campo de salud sin embargo lo trascienden, recor- epidemiológico de la población atendida en la guardia de Salud
tamos de un vasto paisaje urgencias para trabajar. Tal vez allí Mental de un Hospital General de la Ciudad de Buenos Aires.
tenemos una primera operación inmediata sobre aquello que Nos damos el gusto de retomar la temática del número anterior
urge. en el Comentario de Eventos, esta vez bajo la forma de testimo-
Entonces, ¿Desde qué concepciones de urgencia trabajamos? nio y reflexión de un participante de la Mesa Debate de Clepios
¿Qué sujeto o malestar aloja/construye? ¿Qué operadores clíni- acontecida en las XXI Jornadas Metropolitanas de Residentes
cos suponemos pone en juego su lectura? ¿Con qué responde- de Salud Mental donde el encuentro nos brindó marco para
mos frente a ella? ¿A quién apelamos? ¿Qué urgencias solemos profundizar un debate que consideramos, las más de las veces
localizar, nosotros profesionales en formación, en los inicios de adeudado.
nuestra práctica? ¿Cómo dialogan urgencia y riesgo? Son algu- Inauguramos, en esta oportunidad, una nueva sección: Sala de
nas preguntas que empezamos a extraer. Ensayos. Se propone como un espacio que invita precisamente
Entonces coincidimos que de tener alguna figura, ciertas urgen- a ensayar reflexiones de la práctica, no necesariamente circuns-
cias se asemejan a la llave que abre el candado de una acora- criptas a la temática del número.
zada institución: la urgencia le gana la batalla a la sala y la lista Por último, “Los 5…” que en este número nos ofrecen las fórmu-
de espera. ¿Por dónde la urgencia resquebraja la institución? O las para convertirnos en superhéroes… si todo lo demás falla.
también ¿Qué institución funda? ¿Qué institución interpreta? Y
están las urgencias no figurativas, silenciosas o silenciadas con LA REDACCIÓN
formas que se nos pasan de largo... o que no llegan a expresar- [ redaccion@clepios.com.ar ]
CLEPIOS 3
01
La Violencia Institucional como urgencia:
haciendo la guardia. Intervención a partir de un
intento de desalojo mediante represión policial
María Fernanda Ferrando
Psicóloga. Residente de cuarto año en
Residencia Interdisciplinaria en Salud
Mental. Hospital Escuela de Salud Mental,
Paraná, Entre Ríos.
Período 2014-2015.
[ fernandaferrando@hotmail.com ]
Débora Grand
Licenciada en Ciencia Política. Referente
del Centro de Asistencia a Víctimas de
Violaciones de Derechos Humanos
“Dr. Fernando Ulloa” en Entre Ríos.
Docente de Residencia Interdisciplinaria
en Salud Mental. Hospital Escuela de
Salud Mental, Paraná, Entre Ríos.
[ deboragrand@gmail.com ]
Matías Marzocchi
Médico. Residente de tercer año en
Residencia Interdisciplinaria en Salud
Mental. Hospital Escuela de Salud Mental,
Paraná, Entre Ríos.
Período 2014-2015.
[ matiasmarzocchi@gmail.com ]
RESUMEN :: El presente escrito pretende exponer un caso de represión policial, a partir de la cual se realiza una intervención arti-
culada entre un organismo de Derechos Humanos y un equipo de Salud Mental siendo estas instituciones dependientes del Estado
Nacional y Provincial. La propuesta tiene que ver con la lectura de este acontecimiento como una situación de urgencia, que excede
a todas luces el ámbito hospitalario. Para eso queremos advertir al lector que deberá transportarse hacia un espacio abierto, ubicado
en las afueras de la ciudad, con múltiples actores sociales interviniendo. Allí, a partir de una decisión judicial, se ha ordenado un
desalojo que dio lugar a una intervención policial que cruzó el límite de la legalidad produciendo un hecho de violencia institucional.
PALABRAS CLAVE :: Violencia Institucional - Derechos Humanos - Urgencia - Salud Mental
Presentación Problematización
El Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando aludimos a esta forma
Humanos “Dr. F. Ulloa” es un organismo dependiente de la de violencia? ¿Qué es lo que ha ocurrido en este lugar? ¿Por
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación cuya función qué hablamos de Violaciones a los Derechos Humanos? ¿Por
es la asistencia integral a quienes hayan sufrido graves si- qué hacemos referencia a este “caso clínico” en esta edición?
tuaciones traumáticas provocadas por el accionar directo Y ¿Por qué consideramos que debe ser tratado como una ur-
de agentes del Estado que, en el ejercicio abusivo de sus gencia?
funciones, importen graves violaciones a los Derechos Hu- Tomando los aportes de la ciencia política podemos pensar la
manos. Dicha asistencia se enmarca dentro de las políticas situación de urgencia o el estado de excepción como el acon-
reparatorias que el Estado Nacional despliega en estos ca- tecimiento brutal de situaciones imprevisibles que, dado su
sos, incluyendo la atención y el acompañamiento tanto a las carácter amenazante, exigen ser afrontadas inmediatamente
víctimas del terrorismo de Estado, ocurrido durante la última con medidas así mismo excepcionales, consideradas como
dictadura cívico-militar, como a quienes sufren violaciones las únicas adaptadas a la situación. Es decir una amenaza
de Derechos Humanos en contextos democráticos. a la que sólo puede hacerse frente recurriendo a medios que
Mediante un acuerdo interinstitucional, el Centro Ulloa se serían injustificables en una situación normal, con respecto a
propone actualmente como espacio de rotación para la RI- las normas de la misma.
SaM Entre Ríos; una alternativa novedosa a la institución Por su imprevisibilidad resulta inútil pensar en la posibilidad
psiquiátrica y a los dispositivos de lógica manicomial. Es así de determinar por adelantado los medios que permitirán dar
que la rotación puede leerse en un movimiento que va desde una respuesta a la urgencia. Esta postura es la que lleva a
un hospital monovalente de Salud Mental, a un organismo Carl Schmitt (1922) en su crítica al liberalismo a plantear que
que depende de otra instancia, en una apuesta política por la soberanía política no reside tanto en el poder de hacer la ley
hacer práctica el ejercicio de derechos como horizonte de como en el poder de suspenderla2.
Salud Mental. En este sentido la cuestión de la excepción ha servido en in-
En este marco de trabajo es que se toma conocimiento de un numerables situaciones al poder para violar derechos y limitar
caso de intento de desalojo a cinco familias que habitan en libertades. En este caso proponemos verla desde otro lugar.
un predio situado en las afueras de la ciudad, llevado a cabo En su teoría también Schmitt plantea que en un caso de ex-
mediante mecanismos de represión policial. cepción el soberano no se libera de su responsabilidad, es de-
El ingreso al inmueble se efectúa, mediante orden judicial, cir no puede actuar a su antojo, lo que por ejemplo en el caso
por parte de un grupo especial de las fuerzas de seguridad argentino se refleja en el hecho que los decretos de necesidad
jurisdiccionales, durante la madrugada, sin aviso previo a los y urgencia son regulados por la Constitución Nacional. En este
damnificados. El mismo se da de manera intempestiva, con sentido, hay un interés cuya amenaza fundamenta la decisión
gases lacrimógenos y balas de goma sobre las cinco familias de la excepcionalidad, y es ese interés el que debe ser pre-
que se encontraban en ese momento en la vivienda, las cua- servado, el que guía el modo de intervención y el límite a la
les resistieron la maniobra acompañados por vecinos. Entre excepcionalidad. En el caso de la intervención que aquí se
las personas presentes, se encontraban cinco niños (tres de expone ese interés es nada menos que la dignidad humana.
cinco años, uno de nueve y un bebé de ocho meses), algu- Como sabemos, o deberíamos saber, la violencia ejercida
nos de los cuales también resultaron heridos. arbitrariamente por instituciones y/o agentes del Estado, que
He aquí una escueta viñeta de lo acontecido aquel día, tra- configura una grave violación a los Derechos Humanos, no ha
tando de no abundar en detalles anecdóticos sino de dar una quedado en el pasado ni es privativa de los gobiernos dictato-
fotografía de la situación. riales, sino que ocurre también en democracia. Es a esa forma
A partir de lo ocurrido, llega un pedido de intervención al de violencia a la que llamamos Violencia Institucional, que si
Centro Ulloa, como institución del Estado que se encarga de bien no se presenta con la misma sistematicidad que en con-
reparar el daño producido por otras dependencias del mismo textos no democráticos, produce marcas irreversibles en los
Estado. Al tomar conocimiento de lo ocurrido por parte del cuerpos sobre los que se imprime, recordándonos que aquel
abogado de las familias, el equipo del Centro Ulloa se pre- que debe garantizar el ejercicio de nuestros derechos funda-
mentales es también el único que puede violarlos, contradic-
senta en el lugar y ofrece su intervención por considerarla un
ción que subyace al fundamento de los Derechos Humanos y
caso de Violencia Institucional.
cuyos efectos suelen ser devastadores.
Es en estos contextos en los que intervenimos como institu-
ción, institución que se propone reparar al sujeto y habilitar
una revinculación con el Estado desde otro lugar, el que me-
CLEPIOS 5
recemos por ser humanos. Si la dignidad se vincula al concep- momento, hacía guardia con ellos.
to platónico de justicia, de “dar a cada quien lo que merece” De este modo es que la intervención en Salud Mental se entre-
(Platón, 1998), nuestro trabajo implica un acto de justicia y en teje en un abordaje aún más amplio, donde diferentes actores
ese sentido es que puede reparar, propiciando el tejido de un intentamos trabajar coordinadamente, en la apuesta de crear
nuevo lazo entre Estado y Sujeto, reconociendo la dignidad una red que haga de soporte en aquel vacío que se había
humana de éste y devolviendo al Estado su lugar de garante y producido. Para esto se coordinaron reuniones con otras de-
custodio de esa dignidad. pendencias del Estado así como también con el abogado par-
No es tarea sencilla, no deja de generar controversias y encru- ticular a fin de, por un lado, saber con qué recursos se contaba
cijadas, en tanto es en el mismo dispositivo (en su sentido más y, por el otro, propiciar que las familias se dirigiesen a estos
deleuziano) “Estado” donde se juegan estas contradicciones: referentes sin intermediarios, intentando ordenar algo de la
“un Estado que ejerce violencia” y “un Estado que intenta ha- situación.
cer un trabajo de reparación”. A partir de las entrevistas mantenidas con los adultos afecta-
En esta línea, la de un intento de reparación simbólica que se dos y considerando la demanda de estos, que ubicaban como
genera con la intervención del Estado, es que nos constitui- preocupación inicial la afectación de los niños convivientes
mos como equipo de salud frente a una situación que urge; luego del episodio de violencia, se realizó un primer diagnós-
campo de intervención donde las coordenadas de tiempo y tico situacional y se decidió abordar la situación en dos nive-
espacio se han diluido, se han distorsionado y demandan un les. Por un lado, el equipo de residentes rotantes en el Centro
trabajo de restitución de las referencias. Un campo donde lo Ulloa (médico y psicóloga) construyó un espacio terapéutico
que prima es el exceso, la ruptura, el quiebre del equilibrio en para los niños y se convocó a un nuevo equipo de residen-
la vida cotidiana de estas familias, de los lazos con los otros, tes (dos Licenciados en Terapia Ocupacional y una psicóloga)
con el trabajo, con los espacios y tiempos de ocio y descanso. para inaugurar un espacio para las mujeres.
Es por esto que nos atrevemos a desafiar la categoría de “ur- Ambos espacios de trabajo se pensaron desarrollados, al me-
gencia” y sus modos clásicos de intervención, que habitual- nos en este primer momento, en el territorio, considerando su
mente se circunscribe al trabajo con un sujeto dentro de una situación de “resistencia al desalojo”, su “estar de guardia”,
institución de salud. Consecuentemente, apostamos a una abordando la situación de urgencia en el lugar donde se des-
lectura diferente de esto que acontece en nuestro cotidiano pliega de manera constante.
cuando nos desempeñamos como agentes de Salud Mental Es en virtud de los tiempos de la urgencia que se delineó la
en otros contextos, con otros discursos entrelazados, y a la propuesta de dispositivos grupales. Resultaba necesario esta-
invención de un dispositivo que intente contemplar la singula- blecer espacios que generaran las condiciones de posibilidad
ridad de esta demanda. para un entramado simbólico de lo arrasador de lo experimen-
tado y que al mismo tiempo permitiera sostener de la mejor
manera posible lo cotidiano, con la presión contante de una
La propuesta nueva irrupción. Lo ominoso resulta ser la presencia constante
de la amenaza.
Una vez en territorio, la propuesta de intervención en Salud Cabe señalar que los hombres adultos, por lo general, no se
Mental frente a esta situación de Violencia Institucional consis- encontraban en el lugar durante el día sino que realizaban
tió en que pueda pensarse en dos tiempos. Primero, el tiempo sus trabajos fuera del predio. Esta particularidad hizo que el
de la urgencia; y urgencias hubo muchas. Trabajamos con la contacto con la familia ampliada siempre sea a través de las
urgencia subjetiva; no desconocemos el de nuestro campo mujeres.
que se funda en el trabajo del uno por uno pero, en el mismo Considerando lo específico del trabajo con los niños, se evi-
movimiento, no pudimos dejar de oír la urgencia colectiva, la denció la preponderancia de la imaginación, la creación, la
del barrio, la de otras organizaciones, y la del Estado en sus invención, que se desplegaron a lo largo de los encuentros
diversas dependencias -por qué no-. Este momento estuvo (a través de actividades como los juegos reglados y los grá-
habitado por la disrupción, el quiebre, la eclosión de los sínto- ficos), permitiendo pensar en el bagaje de recursos con que
mas: la desorientación, el desconcierto, el miedo, la angustia, contaban éstos para hacer frente al acontecimiento disruptivo
el insomnio, la hiporexia, los fenómenos oníricos, entre otros. que habían vivido. Se apropiaron del espacio y demandaron
Donde la violencia se sucedía constantemente, la propuesta continuar con éste. Respecto a los síntomas que primaban al
fue la contención en el lugar donde se desplegaba. Y el hori- inicio de la intervención (hiporexia, insomnio de conciliación y
zonte al que se apuntaba era que quien sufriera una urgencia, mantenimiento, fenómenos oníricos como pesadillas, sueños
tuviera a quien dirigirla. Si había “un” Estado que vulneraba, de angustia) experimentaron una notable disminución.
también había “otro” que contenía y acompañaba, que no de- En el trabajo grupal con las mujeres, se evidenció una mejoría
solaba y que intervenía en el lugar (y no en alguna institución en su cuadro sintomatológico, ubicando un cambio de posi-
alejada físicamente de esa propiedad) donde ellos “hacían cionamiento subjetivo frente al hecho acontecido. Refirieron
guardia”. Si se quiere, era un Estado que, al menos por ese haber podido retomar algunas de sus actividades cotidianas y
CLEPIOS 6
>
proyectos que se habían visto suspendidos, acompañado de su lugar de pertenencia y los profundos cambios que esto
una vivencia de cierta estabilidad emocional, manifiesta en la implicaría para las familias. Aquí es cuando decimos que la
disminución del monto de ansiedad y alerta que presentaban urgencia está ocurriendo, la urgencia es ahora. Complejidades
semanas atrás3. de una situación que continúa mereciendo un abordaje inter-
El objetivo de ambos dispositivos tenía que ver con abrir po- sectorial e interinstitucional comprometido.
sibilidades de diálogo, de circulación de la palabra, de poder Hay una situación de urgencia porque hay un Estado aten-
decir y también callar, de poder demandar información y ac- tando contra la dignidad humana, independientemente de los
ciones certeras así como también resguardar la intimidad de tiempos de la clínica singular. Y es el agente de salud pública
la familia. el que, como garante de ese proyecto de vida en riesgo, debe
Luego pensamos en un segundo tiempo, diferente, y difícil inventar un dispositivo donde haya un sufrimiento.
de enmarcar cronológicamente pero que estará ordenado por
una intervención que intente abordar lo sucedido a partir de
una elaboración del pensamiento. Una construcción oral, un Algunas líneas finales
relato que pueda encadenar el episodio de violencia a la his-
toria de vida de cada quien, a la novela de cada uno de estos Como se planteó desde el comienzo, este escrito apunta a
protagonistas, para poder hablar de éste como algo que suce- generar un espacio de discusión para ampliar el concepto de
dió y no que continúa sucediendo. urgencia, pensando modos en que ésta se sucede cuando no
Pensamos para este segundo tiempo sí un movimiento, que a se recepciona ni se desarrolla en un ámbito intra-hospitalario.
la vez incluya lo espacial: allí aparecen propuestas de trabajo Para ello, se apostó a dar cuenta de un trabajo que debió “pro-
terapéutico en los efectores de salud, espacios individuales, gramarse de urgencia”, si se permite el uso de estos concep-
donde la apuesta consiste en trabajar el infortunio cotidiano en tos casi antagónicos.
su trama más singular. Es aquí donde la interdisciplina, como la misma práctica en
Ahora, el problema es cuando realmente la situación que salud, nos muestran lo imposible de lo protocolar y la necesi-
“urgenta” continúa sucediendo; cuando el desalojo continúa dad de una creación, y una originalidad (que no sería más que
siendo inminente y el abuso de poder no cesa de violentar a volver a los orígenes para crear, desde allí), en constante dina-
estas personas, de afectar su vida cotidiana. En esta línea se mismo cuando se suceden estas condiciones de “re-urgencia”.
pueden leer no sólo la incertidumbre frente a una orden de Es decir, una urgencia que se realimenta, que cicla, a partir de
desalojo con habilitación de día y hora que amenaza todo el la amenaza constante.
tiempo con concretarse sino también la circulación diaria de la En esta viñeta que abre la discusión, la Violencia Institucional
policía por el predio, la vigilancia desde la esquina y el patru- aparece como causa/productora de urgencia; una experiencia
llero permanentemente estacionando; circunstancias que ele- de urgencia diferente, que además nos obliga a desnatura-
van el monto de ansiedad y angustia, el estado de alerta que lizar prácticas ejercidas por agentes del Estado disfrazadas
no cesa por el temor de volver a atravesar un acontecimiento de “excesos”; velamiento que trae aparejado la justificación, la
cargado de violencia. repetición y la impunidad.
¿Acaso no se le permite suponer al sujeto que ese patrullero Como equipo de salud nos interesa transmitir esta práctica
y sus integrantes -el mismo que semanas antes ingresó en que no dejó de ser novedosa para nosotros y que significó una
la vivienda y disparó y golpeó e intentó eliminarlos antes de invención, en tanto debimos pensarnos desde una perspecti-
la hora esperada- no lo va a hacer nuevamente? Ahora que va de Derechos fuera del “ambiente protegido” que supone el
se está acercando, que se detuvo, que apareció un segundo hospital, en un contexto poblado de entrecruzamientos de dis-
patrullero, que puso las balizas… O ahora que se alejó ¿quién cursos extraordinarios, no habituales. Allí, donde las urgencias
sabe a qué posición? son diferentes en función de estos discursos y de la categoría
Estas dificultades se trasladan al momento de pensar la reor- de sujeto con la que se trabaja. Y donde esta lucha de saber/
ganización de la vida familiar, la amenaza de desarraigo de poder pone más árida la cancha cuando se juega de visitante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS - Sotelo, I. (2009). ¿Qué hace un psicoanalista en año o prestan servicio de manera circunstancial en
la urgencia? En I. Sotelo (Comp.) Perspectivas de el Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones
- Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (1998).
la clínica de la urgencia. (pp. 23- 30).Buenos Aires: de Derechos Humanos “Dr. Fernando Ulloa” (en
Diccionario de política. México: Siglo XXI editores.
Grama Ediciones. adelante, Centro Ulloa), dependiente de la secretaria
- Deleuze, G. (1988) ¿Qué es un dispositivo? En de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y
AA.VV. Michel Foucault, filósofo. (pp. 155- 163). Derechos Humanos de la Nación.
Barcelona: Ed. Gedisa. NOTAS
2 “Soberano es quién decide sobre el estado de
- Platón, (1998). La Republica o El Estado. Madrid: 1 El equipo de salud mental está formado por excepción” (Schmitt, 1922)
Ed. Edaf S.A. residentes de la RISaM Entre Ríos, que realizan
3 Información brindada por equipo de profesionales a
- Schmitt, C. (1922). Teología Política. Madrid: su rotación de tercer año, la devolución del cuarto
cargo del trabajo con las mujeres.
Editorial Trotta.
CLEPIOS 7
02
La excitación psicomotriz en
la interconsulta: ¿una bolsa de gatos?
Juliana Guirao
Psicóloga. Residente de tercer año de
Salud Mental. Hospital Carlos G. Durand.
Período 2014-2015.
[ juliguirao@gmail.com ]
RESUMEN :: En este trabajo proponemos reflexionar sobre el uso y abuso del término “excitación psicomotriz” (EPM), a partir
de la observación de los diferentes usos del término durante la interconsulta a Salud Mental en un Hospital General de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Para ello, situamos algunas particularidades de la EPM en la interconsulta: la dificultad en su evalua-
ción (dado que solemos llegar cuando el episodio ya sucedió), las implicancias del contexto (las distintas salas de internación del
Hospital General), la pertinencia de su abordaje desde este dispositivo, entre otras. Asimismo, realizamos un breve análisis de las
demandas de interconsulta que recibimos con este diagnóstico hecho por los médicos tratantes. Por último, exponemos viñetas de
casos paradigmáticos que dan cuenta de la diversificación del término, con la intención de advertir sobre los riesgos de usar la EPM
a modo de “bolsa de gatos”. PALABRAS CLAVE :: Excitación psicomotriz - Interconsulta - Hospital General
CLEPIOSEN
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN 8 SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 8-13
>
CLEPIOS 9
vención se inicia con un pedido de “excitación psicomotriz” con (23%) y Geriatría (18%); seguidos de unidades de cuidados
carácter de “urgencia”. El médico tratante nos informa que el críticos (Unidad Coronaria -UCO- y Unidad de Terapia Inten-
paciente se encuentra “excitado y confuso”, por lo cual solicita siva -UTI- con el 14%) y Cirugía (12%). La menor cantidad
explícitamente a la psiquiatra que lo medique en ese momen- de pedidos por esta situación fueron de Gineco-Obstetricia
to. El paciente había sido operado, habiendo sufrido un infar- (5%) y Cardiología (2%). Podríamos, tal vez, establecer algu-
to posteriormente, por lo que continuaba internado. Antes de na relación entre la alta tasa de pedidos por traumatología, y
realizar cualquier indicación, nos dirigimos a hablar con el pa- la indicación médica de inmovilización, que se dificulta espe-
ciente, psicóloga y psiquiatra. A. es un señor de unos 70 años cialmente en la atención de ciertos pacientes. A su vez, los
de edad, que en la entrevista despliega con cierto enojo -pero numerosos pedidos de geriatría podrían corresponderse a la
tranquilo- su malestar respecto a la internación “todos los mé- relación entre edades avanzadas y el riesgo de síndrome con-
dicos alrededor de la cama, mirando, diciendo y decidiendo fusional, una de las posibles etiologías de la EPM.
entre ellos”, “yo entré por una operación y ahora me quieren Por otro lado, es preciso tener en cuenta que en IC se arriba a
dejar internado acá”. Según nos dice, no vio a su familia ese evaluar a un paciente cuando “la excitación”, la mayoría de las
día y está ansioso porque lo visiten, así como también se sien- veces, ya ha ocurrido, incluso habiéndose tomado en algunos
te incómodo porque no cuenta con ropa ni puede moverse por casos alguna conducta farmacológica al respecto. Concurri-
sus propios medios. Como dato importante que habilita el de- mos así en un momento posterior, donde la sintomatología ge-
jar discurrir su palabra, cuenta que su madre falleció hace 30 neralmente ha cesado (con o sin intervención farmacológica).
años por mala praxis en este hospital, visiblemente angustiado La reconstrucción del episodio, depende entonces de las pre-
durante el relato. Quiere irse cuanto antes, y lo repite. Este guntas realizadas al personal y al paciente. Corresponde por
decir “me voy” y su enojo fueron los que motivaron el pedido. tanto preguntarse por la pertinencia de un pedido de IC en un
Insistimos en que vamos a hablar con los médicos para que cuadro de EPM, dadas las diferencias en los tiempos de inter-
le expliquen nuevamente su estado actual y las razones por vención. Por otro lado, es interesante nuestra reacción ante di-
las que continúa internado, pero tal como nos dijeron tendrá el chos pedidos: a la hora de “repartir los papelitos” generalmen-
alta en breve. Al día siguiente informan que luego de nuestra te se prioriza que la IC sea hecha por un médico y el psicólogo
entrevista, el paciente “se quedó tranquilo” y por la mañana se “acompañe”, parece evidente que “tiene que ir un psiquiatra” y
fue de alta médica. el psicólogo “va de yapa”. La variabilidad que detectamos en
En otra oportunidad en la que fuimos convocados a evaluar estos pedidos nos hace sostener que el recurso de la dupla
una EPM, al arribar a la sala de clínica médica nos encontra- interdisciplinaria, no debe ser un adorno, ni un formalismo sino
mos con un sujeto que vociferaba “me quieren hacer daño”, que constituye un gran aporte tanto a una buena evaluación,
enojado con los profesionales y con su hijo a quienes identifi- como a una intervención crítica y eficaz. Si bien el recurso del
caba como agresores por querer realizarle una punción biop- equipo facilita la tarea, entendemos que la orientación de una
sia de pulmón. Durante la entrevista, refiere que se asustó por intervención se deberá más a una disposición de trabajo, que
ver la aguja enorme que querían introducir en su pecho y afir- a una competencia de disciplinas.
ma “piensan que estoy loco y me voy a dejar meter esa cosa Retomando la categorización presentada y la procedencia de
¿vos lo harías?”. Cabe destacar que el paciente desconoce las interconsultas nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Se
su posible diagnóstico (cáncer de pulmón con metástasis en trató en todos los casos de una EPM en el sentido más estricto
cerebro) así como también su pronóstico y tratamiento. Los del término? ¿Existe una manera de pensar la EPM que difiere
motivos que el médico esgrimió para no dar el diagnóstico y del uso general en SM? ¿Está siendo sobre-diagnosticada?
pronóstico fueron que la familia consideraba que no estaba ¿No corremos el riesgo de estar avalando que se medique a
en condiciones de enfrentarlo, dado que solía ser una perso- cualquier paciente “enojado” o “rebelde”? Si en la IC la evalua-
na paranoide, agresiva e impulsiva. Nuestras intervenciones ción de la demanda debe incluir distintas dimensiones, parece
consistieron en dar acompañamiento al paciente el día del hacerse aún más necesario en estos casos, incluir las múlti-
estudio, ofreciéndole también una medicación para que pue- ples variables en juego a fin de realizar una intervención que
da estar más tranquilo al realizarlo. Así como, por otro lado, se fundamente en principios éticos.
intervenir con los médicos tratantes explicando, entre otras Otro punto a destacar es que más de la mitad de los pedidos
cosas, la importancia de ir brindando lentamente información (60%) fueron hechos durante los meses de junio y julio (ver
al paciente. gráfico 3), disminuyendo el número a medida que transcurrie-
Son éstas, situaciones que distan mucho de lo que se espe- ron los meses. Al respecto, cabe señalar que somos llama-
raría ante una EPM, y que nos llevan a revisar no solo el con- dos a intervenir en circunstancias donde los profesionales se
cepto en sí, sino la incidencia del contexto en el uso o abuso sienten desbordados o sin herramientas ante situaciones que
del mismo. se dan en la sala de internación, siendo esto más frecuen-
En este sentido, con respecto a los servicios que realizaron te con la entrada de la nueva camada de residentes. Luego,
pedidos por EPM (ver gráfico 2), pudimos discriminar que pro- con el transcurso de los meses y el trabajo en conjunto, estos
venían en su mayoría de Clínica Médica (26%), Traumatología pedidos son mejor delimitados y resultan a nuestro entender
CLEPIOS 10
>
más pertinentes. Consideramos entonces, que ciertos estados para la cual todos los clínicos deben estar preparados” (Ca-
pueden haber sido atribuidos al paciente como portavoz de brera y Domínguez, 2012, p. 419), mayormente somos convo-
un malestar médico-profesional o institucional. Sin embar- cados como “especialistas” en el tema para intervenir. ¿Qué
go, cabe preguntarse: ¿A qué se debe tanta variabilidad en nos pone en este lugar? En este punto, nos preguntamos si no
el uso del término? ¿Constituye la EPM un terreno fértil para se están combinando la hiperespecialización de la medicina
“patologizar” cualquier “desorden”? Para profundizar en estas con la existencia de una demanda social y jurídica, proyec-
cuestiones creemos pertinente en principio realizar una breve tándose a su vez hacia los profesionales de SM que deben
revisión del concepto. hacerse cargo de lo “descontrolado”. Siguiendo a Menéndez
“En la constitutividad de la Salud Pública están potencialmen-
te presentes no sólo los objetivos de solución de problemas
colectivos, sino también los de control social” (Menéndez,
Revisión del concepto e implicancias 1992, p.2). Es sabido que al ocurrir en el ámbito del hospital, la
responsabilidad profesional obliga a actuar en función de pre-
A partir de estos interrogantes que plantea el uso cotidiano venir posibles lesiones. Sin embargo, las acciones de cuidado
del término “EPM” comenzamos buscando información sobre pueden deslizarse fácilmente al control social, sobre todo bajo
este síndrome en los principales tratados de medicina interna el ala de un diagnóstico, cuya acepción parece tan variable
(Harrison, Cecil) y no encontramos apartados bajo la deno- como la diversidad de servicios e instituciones.
minación “excitación/agitación psicomotriz”. Mayormente esta
temática se incluye en los manuales y textos relativos a ur-
gencias médicas, en el capítulo de “Urgencias psiquiátricas”.
Entonces, si es un tema de urgencias ¿Qué lugar tiene allí la Conclusiones
IC? Una definición posible de EPM sería: “Un síndrome carac-
terizado por hiperactividad motora y alteraciones emocionales, A partir del recorrido realizado, advertimos lo difuso de una
que puede manifestarse en una gran variedad de enfermeda- definición que resulta muy amplia, y bajo la cual se etiquetan
des médicas y trastornos psiquiátricos, y constituye uno de los situaciones clínicas de las más diversas; pese a que a nuestro
cuadros de presentación más frecuente en salas de urgencia entender debe ser claramente diferenciada de la agresividad
psiquiátricas y generales”. (Bustos et al 2010, p.291) Se trata o irritabilidad. Las interpretaciones y el uso que los profesiona-
aquí de una definición amplia, que engloba una gran cantidad les hacen de la EPM terminan por aunar bajo el mismo título
de situaciones en los más variados grados. Algunos autores cualquier “desorden”. Creemos asimismo que ciertas “excita-
dentro de la psiquiatría hacen hincapié en que el desorden de ciones” no pueden ser consideradas como tales en otro ámbito
la actividad motora o verbal debe ser afinalístico, sin intención más que en el hospitalario, donde la docilidad del paciente es
ni propósito y diferencian a la EPM de los cuadros de agresi- tan bien ponderada. Ciertos pedidos hacen suponer que se
vidad o violencia (Day, 1999). Por su parte, Henry Ey carac- espera de nosotros que colaboremos en controlar “lo descon-
terizaba las “crisis nerviosas y accesos de agitación” como de trolado” y que pongamos “orden en la sala”. La presión ejerci-
corta duración y por el desorden de las funciones psicomoto- da sobre el equipo de SM no es menor, siendo aún mayor para
ras con movimientos de los miembros, expresiones mímicas, los psiquiatras quienes en ocasiones son convocados como
gestos, convulsiones, espasmos y agitación más o menos di- pares médicos a responder simplemente con una intervención
fusa” (Ey, 1978, p.98). Siguiendo estas definiciones podemos farmacológica. El trabajo conjunto a lo largo del año con los
afirmar que una parte de los pedidos por EPM no correspon- médicos de sala, aporta a una mejor definición del síndrome
den a la definición de dicho diagnóstico, al menos en cuanto en particular, así como a abordajes más complejos que permi-
sostenemos su diferenciación respecto de la agresividad. ten abrir otras líneas de análisis y cuidado. Finalmente, que-
La EPM como tal suele ser considerada una urgencia, por lo remos destacar la importancia del trabajo interdisciplinario y
tanto, hay una necesidad de actuar con rapidez a fin de ga- la necesidad de una discusión vez a vez que permita la mejor
rantizar la seguridad del paciente y del entorno. Si bien este intervención posible en cada caso, promoviendo una interven-
síndrome incluye causas variadas y gran parte de ellas son ción ética que se diferencie de una simple respuesta a las de-
orgánicas, constituyendo “una auténtica emergencia médica mandas planteadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Day, R (1999). Psychomotor agitation: poorly defined Organización Panamericana de la Salud. La crisis
Bustos, Capponi, Ferrante, Frausin, Bernabé, Ibañez and badly measured. Journal of Affective Disorders de la salud pública: reflexiones para el debate, (540),
(2010). Excitación psicomotriz: “manejo en los 55(2), 89-98. 103-122
diferentes contextos”. Alcmeon, Revista Argentina de Ey, H., (1995). Tratado de psiquiatría. Barcelona: Pascual JC et al (2006). Estudio naturalístico: 100
Clínica Neuropsiquiátrica; 16(3), 291-304. Masson episodios de agitación psicomotriz consecutivos en
Cabrera, F. y Domínguez, F (2010). Urgencias Menéndez, E. (1992); Salud Pública: Sector urgencias psiquiátricas. Acta psiquiátrica española,
médicas. Madrid: Marban estatal, ciencia aplicada o ideología de lo posible. 34(4), 239-244.
CLEPIOS 11
Anexo tablas y gráficos Número de IC por EPM = 43 (período junio-diciembre 2013)
sobre un total de 377 IC pedidas al servicio
Angustia 9 21
Alcohol 6 14
Confusional 16 37
Demencia 1 2.3
Falta de registro 3 7
T. psiquiátrico 2 4.7
Cardiología 1 2.3
Cirugía 5 11.6
Geriatría 8 18.6
Traumatología 10 23.2
UTI/UCO 6 14
Junio 12 27.9
Julio 14 32.5
Agosto 4 9.3
Septiembre 2 4.7
Octubre 3 7
Noviembre 7 16.3
Diciembre 1 2.3
CLEPIOS 12
>
EXTUBACION
PACIENTE
DIFICULTOSA 4.7%
NO EVALUABLE 9.3%
CIRUGIA 11.6%
GINECOLOGIA Y
OBSTETRICIA 4.7%
35
PORCENTAJE 30
25
20
15
10
0
JUNIO JULIO AGOSTO SETIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEMBRE
CLEPIOS 13
SALA DE
ENSAYOS
Un Mundo In-feliz
(nuevas formas de poder psiquiátrico)
Luciana Stampella / Médica. Residente de tercer año en Salud Mental. Hospital T. Alvarez.
Período 2014-2015. [ stampellaluciana@gmail.com ]
RESUMEN :: El objetivo del presente trabajo es analizar los cambios histórico- políticos que han
dado lugar a las nuevas demandas al dispositivo psi, así como también a las representaciones
sociales del psiquiatra actual una vez superada la lógica manicomial. Se intentará desarrollar nue-
vas formas de poder psiquiátrico como son la patologización de sucesos vitales y medicalización
de la vida cotidiana. PALABRAS CLAVE :: Medicalización, Patologización, Laboratorios, DSMV
CLEPIOSEN
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN 14SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 14-17
>
(nuevas demandas al dispositivo psi) habría alguna pastilla para controlar su mal humor en casa,
así dejaba de gritarle a su esposa e hijas y éstas volvían a su
hogar.
Y si alguna vez, por algún desafortunado azar, ocu- Una pastilla para el mal humor, una pastilla para no pelear y
rriera algo desagradable, bueno, siempre hay el soma, que una más para no soñar. En El malestar en la cultura, texto del
puede ofrecernos unas vacaciones de la realidad. Y siempre año 1930, Sigmund Freud plantea que para soportar la vida,
hay el soma para calmar nuestra ira, para reconciliarnos con sus dolores y desengaños no podemos prescindir de “calman-
nuestros enemigos, para hacernos pacientes y sufridos. tes”. Los hay de tres clases: poderosas distracciones, que nos
Aldous Huxley hagan valuar un poco nuestras miserias, satisfacciones susti-
tutivas que las reduzcan, y sustancias embriagadoras que nos
vuelvan insensibles a ellas. Bien se sabe que con la ayuda de
los “quitapenas” es posible sustraerse en cualquier momento
Hace un tiempo una paciente de consultorios externos me dijo de la presión de la realidad y refugiarse en un mundo propio,
“dice mi curadora que le hagas un informe que diga que no es- que ofrece mejores condiciones de sensación.
toy loca, así me puedo casar con mi novio”. Tiempo antes, una
Bien, claro está que quien consulta a la guardia de un Hospital
paciente me había hecho un pedido similar pero al revés “pre-
de emergencias psiquiátricas abriga la ilusión de la existen-
gunta mi abogado si no podés escribir un informe que diga que
cia de tales “quitapenas” y usualmente cuando uno desarma
yo no puedo ir a trabajar porque eso me pone muy nerviosa”.
esa ilusión y propone un tratamiento alternativo, como una
Determinar lo que puede hacer o debe dejar de hacer un su- psicoterapia cuyos efectos se conoce no son inmediatos, esa
jeto no es cosa fácil, y las más de las veces me llevaron a desilusión puede incluso tornarse en enojo como si uno tuvie-
interrogarme respecto a mi lugar en esas decisiones. Casarse se la “solución en cápsula” y no se la quisiera entregar. Otra
o no, permitirse un descanso o no, pareciera que todo debe reacción frecuente es la angustia porque, entonces, “no hay
determinarse según criterio médico. Lo dudoso es si, efectiva- nada que hacer”, al menos no de hoy para mañana, entonces
mente, los médicos tenemos criterio para decidir en relación a no hay nada que hacer. Porque casi un siglo después del texto
todo esto. En palabras de Nestor A. Braunstein (2013): antes citado, a esa necesidad de evasión se le agrega la ne-
Todos los acontecimientos vitales, nacer, morir, crecer, enveje- cesidad de que la misma sea inmediata.
cer, reproducirse, alimentarse -el hombre y la mujer en nuestro En Modernidad Líquida, Zygmunt Bauman (2009) habla del
tiempo en el restaurante y en su propia casa, parecen comer tiempo insustancial e instantáneo del mundo del software (como
como si estuviesen en una botica, dividiendo sus ingestas en denomina a la modernidad), que es también, un tiempo sin con-
dos grandes categorías, saludables y peligrosas, asignando secuencias. Instantaneidad significa una satisfacción inmedia-
a cada bocado, ora la condición de medicina, ora la de vene- ta, en el acto. (p. 129). “La elección racional de la época de la
no, cuando no las dos a la vez- menstruar o dejar de hacerlo, instantaneidad significa buscar gratificación evitando las con-
aprender, hacer el amor, masturbarse, jugar y apostar, leer, secuencias, y particularmente las responsabilidades que estas
sentarse ante la televisión o la computadora, amar, apasio- consecuencias pueden involucrar.” (Bauman, 2009, p.137).
CLEPIOS 15
SALA DE ENSAYOS
La pregunta es si nosotros queremos ocupar el lugar de pres- 2012 por homicidio involuntario tras el asesinato de un octo-
criptores de “quitapenas” y si no estaríamos de esta manera genario por un paciente esquizofrénico que ella debía tratar y
evadiendo también nosotros nuestras propias responsabili- que se fugó del hospital en el curso de una entrevista 20 días
dades al indicar fármacos que no son necesarios, o que son antes del crimen. El juez dictaminó la sentencia considerando
respuestas inmediatas a contingencias de la vida que es ne- que la opinión pública no aceptaría la impunidad de la médica,
cesario transitar. Reconociendo que, algunas veces, respon- había que regalarles un chivo expiatorio. Lo más interesante
demos a estos pedidos en el afán de la consulta instantánea, es que la condena no se promulgó sin que algunos colegas
la solución “en el acto”. opinaran en su contra sosteniendo que había fallado en al-
gunas cuestiones técnicas, sobre todo el no haber prescrito
al paciente neurolépticos de acción prolongada que hubieran
Psiquiatría “Soft” impedido aquella tragedia.
(nuevas representaciones del psiquiatra) El siguiente caso es el de una psiquiatra que atendía a un
paciente quien en una matanza en un cine de Colorado en el
año 2011 mató a un veterano de la marina estadounidense
“El soma puede hacernos perder algunos años y a otros once ciudadanos además de dejar 58 heridos. La
de vida temporal explicó el doctor. Pero piense en la duración viuda del veterano inició juicio contra la doctora por no haber
inmensa, enorme, de la vida que nos concede fuera del tiem- recluido al asesino en un hospital psiquiátrico para que recibie-
po. Cada una de vuestras vacaciones de soma es un poco lo se medicación, después que él había dicho algunas semanas
que nuestros antepasados llamaban eternidad” antes que se imaginaba matando a un montón de gente.
Aldous Huxley Braunstein (2013) plantea que el psiquiatra, especialista en
trastornos, debe percatarse de los riesgos que implica la po-
sible conducta antisocial de su paciente e indicar la solución
técnica correspondiente, como la prescripción de un neurolép-
Imagino que si alguien nos consulta esperando que tengamos
tico de acción prolongada. Estos son poderosos mensajes a
la solución inmediata en nuestras manos, de algún lado lo ha-
los encargados de la salud mental: hace saber a todos los
brán sacado ¿no? Los medios, el mercado, los clásicos cul-
profesionales que deben protegerse de sanciones jurídicas y
pables escurridizos de nuestro tiempo. Contra los muros uno
monetarias prescribiendo estas drogas de alto precio con lo
podía arrojar piedras, pintarlos con grafitis o hasta derribarlos.
cual los accionistas de las compañías farmacéuticas pueden
Contra los nuevos mecanismos “soft” la cuestión, irónicamen-
regocijarse al ver aumentar los rendimientos del capital inver-
te, no resulta más suave. “Si en los inicios de la modernidad la
tido. (p. 56)
locura ocupó un lugar periférico en la ciudad y su modelo es
el manicomio como orden represivo, en la actualidad no existe Esto no implica que las internaciones se encuentren única-
interés en producir nuevas instituciones” (Carpintero, 2011, p. mente sujetas a intereses mercantiles o que los neurolépticos
21). Siguiendo a Gilles Deleuze (1999), las disciplinas entraron de vida media larga se utilicen siempre como medida coer-
en crisis en provecho de nuevas fuerzas económicas que se citiva. Sin siempres ni jamases, he presenciado en muchas
fueron produciendo lentamente. Las sociedades disciplinarias ocasiones como la internación puede aliviar el padecer de un
son nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser. sujeto que ha perdido sus coordenadas y cómo, junto con la
Lo que hoy cerca nuestro día a día son las sociedades de medicación, ha permitido al equipo interdisciplinario acompa-
control, que están sustituyendo a las sociedades disciplinarias ñar a este paciente, evitar que se lastime, recobrar el vínculo
(p. 5) con sus afectos, etc. En este punto, Carpintero (2013) realiza
una distinción:
Volviendo al campo de la medicina y de la salud mental, como
plantea Enrique Carpintero (2011) si la psiquiatría clásica es- Medicar es un acto médico, Aquí el fármaco se transforma en
taba al servicio de mantener el orden represivo de la locura, un instrumento del equipo interdisciplinario -a veces, necesa-
la psiquiatría en la actualidad, pretende hegemonizar la salud rio para para trabajar el padecimiento subjetivo. En cambio la
mental al servicio de las empresas de medicina y los grandes medicalización alude a los factores políticos, sociales y econó-
laboratorios. (p. 21) micos que intervienen en la producción, distribución y venta de
Creo oportuno también, preguntarse respecto al “costo” poten- las grandes industrias de tecnología médica y farmacológica.
cial para el psiquiatra actual que trabaja bajo la presión de es- (p. 11).
tos poderes empresariales. En Clasificar en Psiquiatría, Nestor La apuesta es personal e implica no reconocerse tan sólo
A. Braunstein (2013) menciona dos casos ocurridos hace po- como técnicos que utilizan las herramientas que se les han
cos años en ciudades del primer mundo. El primero el de una asignado sin cuestionar las condiciones sociales de esa apli-
psiquiatra de Marsella, condenada a un año de prisión en el cación y su lugar en el dispositivo.
CLEPIOS 16
>
Un mundo In-Feliz: Muchos son los profesionales del campo de salud que advier-
ten y objetan en relación a la patologización de la vida cotidia-
nuevas formas de poder psiquiátrico na en lo que respecta a la niñez. Podríamos decir, por ejemplo,
que un niño que se siente incómodo estando quieto durante un
tiempo prolongado, se levanta en clase, habla excesivamente
“Y éste -intervino el director sentenciosamente- sin respetar el turno en una conversación y usa las cosas de
éste es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que uno otras personas sin permiso, cumple criterios de Hiperactividad.
tiene que hacer. Todo condicionamiento se dirige a lograr que Si además este niño por descuido comete errores en las ta-
la gente ame su inevitable destino social” reas escolares, no mantiene la atención durante una lectura
Aldous Huxley prolongada, no sigue las instrucciones, no se muestra entu-
siasta en iniciar las tareas dejándolas sin terminar y pierde sus
útiles escolares cumple criterio de inatención. De esta manera,
Es claro que la medicalización es un arma poderosa a merced
se analiza la conducta de un niño a partir de criterios arbitra-
de intereses mercantiles. Sus principales actores son la indus-
rios y subjetivos, se la clasifica en un determinado trastorno
tria farmacéutica y biotecnológica. Sus poderosas herramien-
y desde allí se explica todo lo que le ocurre. Además se le
tas son, por un lado, los medios de comunicación masiva con
adjudica a su conducta un origen principalmente orgánico y
sus propagandas pseudo-científicas y por el otro, los grupos de
por ende, plausible de ser solucionado con un psicofármaco.
médicos expertos de las más prestigiosas asociaciones de psi-
En este caso en particular, se trata de una droga de acción si-
quiatría quienes colaboran con los intereses de los laboratorios
milar a las anfetaminas, que por su potencialidad adictiva está
a partir de la producción de saber.
incluida en el listado de drogas de alta vigilancia de la ONU. A
Los medios de comunicación masivos, televisan propagandas su vez, permitió a aquellos laboratorios que la producen fac-
del estilo “si el trabajo se te arruina: aspirina”, “si te peleas con turar más de cien millones de pesos sólo en Argentina, sólo
tu vecina aspirina”. Alicia Stolkiner (2013) rescata el mensaje en 2006.
implícito transmitido en este anuncio:
Finalmente, si la propaganda no logra que el público compre un
Obviamente que un analgésico y antifebril con un leve esti- fármaco que no necesita y los grupos de expertos financiados
mulante (cafeína), nada puede hacer frente a un conflicto de por laboratorios no logran incrementar las tasas de diagnósti-
vecindad, y es trasparente que, en el otro caso, se ofrece para cos psiquiátricos patologizando procesos vitales, el marketing
potenciar el rendimiento y superar la barrera que el cansancio hace uso del concepto de “riesgo”. Como nos advierte Allan
implica para el cuerpo (p. 5). Frances (2011) la más alarmante sugerencia de los grupos de
De esta manera se comercializa un fármaco de venta libre, que estudio del DSM V es la del “síndrome de riesgo de psicosis”
ni siquiera se asocia a una enfermedad específica. Si con esto que no sólo elevaría la tasa de falsos positivos sino que impli-
no es suficiente se vuelve patológico un hecho normal. De esta caría la posibilidad de tratar con psicofármacos a adolescentes
manera, según el psiquiatra Allen J. Frances (presidente del que podrían llegar presentar esquizofrenia. Teniendo en cuenta
grupo de trabajo del DSM-IV) “el DSM-V inutilizaría 30 años que no hay evidencia concluyente que demuestre que los anti-
de práctica de diagnóstico de Depresión Mayor al ser efec- psicóticos prevengan un brote psicóticos pero sí que generen,
tuado en aquellos individuos cuya reacción al duelo recuerda por ejemplo, un gran incremento de peso en corto tiempo, entre
un Episodio Depresivo Mayor” (Allen Francis 2011, 81). Por otros efectos adversos conocidos. (p. 77)
lo tanto, si luego de dos semanas de perder a su esposa un Entonces cabe la pregunta respecto de la función de la medi-
sujeto nos consulta refiriendo sentirse triste, desganado, ma- cina actual, para no creernos y para no convencer a nuestros
nifiesta despertarse en mitad de la noche, sentirse inapeten- pacientes que la cruel naturaleza nos condena año a año a
te y no rinde en el trabajo, el psiquiatra estaría autorizado a nuevas enfermedades. Y que éstas sólo pueden ser tratadas
comenzar un tratamiento con un antidepresivo por al menos por nosotros médicos, técnicos en trastornos, haciendo uso de
durante un año. una o algunas inofensivas pastillitas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Deleuze, G. (1999) Conversaciones 1972-1990. sufrimiento subjetivo y prácticas en salud mental.
Valencia: Ed Pardo. En H. Lerner (Comp.), Colección FUNDEP. Buenos
Bauman, Z. (2009). Modernidad Líquida. Buenos Freud, S. (2011). Obras completas: El porvenir de una Aires: Psicolibro.
Aires: Fondo de Cultura Económica. ilusion, El malestar en la cultura y otras obras: 1927- Carpintero, E, Pundik, J y Coupechoux, P. (2011): La
Braunstein, N. (2013). Clasificar en psiquiatría. 1931. Buenos Aires: Amorrortu editores. subjetividad asediada. Buenos Aires: Topia.
Buenos Aires: Siglo XXI. Stolkiner, A. (2013). Medicalización de la vida, Huxley, A. (2011). Un Mundo Feliz. Buenos Aires:
Debolsillo.
CLEPIOS 17
CADÁVER EXQUISITO
En el presente número nos interesa trabajar sobre Urgencias. Urgencias desde los dispositivos que se
suponen para contenerlas pero también Urgencias que comprobamos una y otra vez que trascienden
todo dispositivo. Desde ahí es que partimos para proponer diferentes perspectivas, miradas y lectu-
ras sobre el tema. Proponemos entonces algunas preguntas con el sólo objetivo de que sirvan para
disparador de las mismas.
1 ¿Cómo piensa la urgencia?
2 ¿Con qué urgencias se encuentra en su práctica?
3 ¿Qué abordajes implementa?
4 ¿Qué cree que es lo urgente en el campo de Salud Mental?
CLEPIOSEN
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN 18SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 18-21
>
01 Aída Perugino
Licenciada en Psicología (UBA); Psicoanalista. Experiencia profesional en instituciones y pro-
yectos orientados a la asistencia de población en situación de vulnerabilidad social y exclusión.
CLEPIOS 19
CADÁVER EXQUISITO
02 Patricia Rey
Licenciada en Trabajo Social. Ex residente de Trabajo Social del Hospital T. de Alvear. Trabaja-
dora Social de Guardia Hospital José T. Borda.
CLEPIOS 20
>
03 Daniel Ferioli
Médico (UBA). Psicoterapeuta y Psiquiatra. Hospital de Emergencias Psiquiátricas “Torcuato de
Alvear”. Ex Jefe de Sección Internación y de Docencia e Investigación del hospital Infanto-juvenil
“C. Tobar García”. Ex Docente Facultad de Medicina y Psicología, UBA. Docente de Grupos de
Estudios Filosofía y Clínica (línea Nietzsche-Foucault-Deleuze). Docente del Seminario “Filosofía
y Clínica” del Hospital Alvear.
(danielferioli@gmail.com)
Precisamente porque la urgencia en Psicopatología involucra ¿Qué urge la urgencia? Generalmente se trata de la Deman-
la variable Tiempo, no habría que apurarse. da. Detrás de la subjetividad de la urgencia, (porque el tiempo
urgido es un tiempo subjetivo) está la Demanda. De la familia,
Ni preocuparse en responder a la demanda, en los términos
del paciente, de la Institución o del subsector en que se trabaja,
en que se presenta.
o el ‘sentido común’ que nos rodea según el campo social que
Por supuesto, habría que ocuparse: la primera intervención habitamos. O incluso el superyó terapéutico del terapeuta.
podría ser justamente sobre el Tiempo.
¿Quién o qué habla en la Urgencia? Por empezar, habla o gri-
ta, la Demanda. Y resulta que deconstruir la Demanda permite
No es lo mismo en Clínica Médica o en Cirugía, donde ante la trabajar mejor lo que emerge en la Urgencia.
urgencia habría que, incluso, adelantarse a la velocidad de los Como si en el campo psíquico, la Urgencia presentara un
flujos y los acontecimientos del cuerpo orgánico: la pérdida de ‘agenciamiento imposible’, dado que si se entra en ese agen-
sangre, la absorción veloz de tóxicos, el desbalance electrolíti- ciamiento, el terapeuta pasa a funcionar en una turbulencia
co, las cascadas enzimáticas fisiopatológicas, etc. ‘ajena’, y allí un tanto se enajena.
Un síntoma que como emergencia termina definiendo una Se trataría de proponerle a la urgencia, otro agenciamiento,
urgencia en salud mental, tiene paradójicamente un largo otro ensamble, otro dispositivo.
tiempo de acumulación de malestar. Por tanto, la intervención
desde el Tiempo, y con el Tiempo conlleva detener el tiempo
veloz de lo que urge, para atender en un tiempo dilatado a lo Otro enfoque es el análisis del Exceso que se juega en la ur-
que emerge. gencia. La ‘hybris’ (desmesura en griego), tiene un ejemplo
muy trabajado en Edipo Rey, de Sófocles, el cual nos lleva
también a la Tragedia. Tanto en la Tragedia como en el Exceso,
El famosos adagio “…vayamos despacio que estoy apura- se trata de intervenir, desde una exterioridad y otra temporali-
do…” se aplicaría en estas circunstancias. dad. Vemos que en Edipo, el héroe se apresura en encontrar
A su vez, ser veloz, o usar la velocidad, no es lo mismo que ir al culpable de la peste en Tebas (que sería él mismo), pues el
rápido o estar apurado. grupo sacerdotal lo presiona (pretendiendo representar a todo
La variable tiempo es la que está, de tan urgida, colapsando al el pueblo de Tebas). En las tragedias, habría que fugar gente
psiquismo. ‘Espaciar’ el tiempo, darle espacio, ‘espacializarlo’ de esa captura, y jamás meterse en ella; como si se tratara
para que el acontecimiento precipitado, detenga su velocidad del pantano de un aparato de captura, donde cada movimiento
exagerada, su desmesura, su exceso. Favorecer así un nuevo está destinado al fracaso, cada bombero a quemarse en el in-
espacio-tiempo, en una distinta territorialidad, crea la posibili- cendio que pretende resolver.
dad de un agenciamiento paciente-terapeuta, familia-terapeu-
tas, que involucre un distinto devenir a lo que urge. Finalmente considerar la dimensión del Acontecimiento.
Se propone pensar en demorar el tiempo urgido, como una Los síntomas nacen y las urgencias emergen, con la lógica del
intervención en sí. acontecimiento, entendiéndolo aquí como la presentación de lo
no representado, o de lo irrepresentable.
El segundo problema a situar en el tema, es la urgencia de Tiempo, Demanda, Exceso, Tragedia, Acontecimiento: algunas
quienes asisten la urgencia. caracterizaciones de lo que denominamos Urgencia.
CLEPIOS 21
RELATOS CLÍNICOS
RESUMEN :: A partir del relato de ciertos encuentros ocurridos en torno al dispositivo de guardia,
se interrogará acerca de la formación de los residentes en el mismo. ¿Hacemos más que poner el
cuerpo? ¿Cómo hacer de la experiencia un saber? Se intentará reflexionar acerca del tipo de saber
que se produciría y cuál sería el valor de verdad que se extraería de dicha experiencia. Asimismo
se intentarán pensar cuáles son los medios que tenemos para hacerle frente a la angustia surgida
ante el encuentro con la urgencia.
Palabras clave: Guardia, cuerpo, encuentro, urgencia, saber.
SMALL STORIES ABOUT INSTITUTIONS (OR ABOUT HOW WE FORM OUR BODY IN THE GUARD)
ABSTRACT :: From the experience of certain situations that took place around the guard, we won-
der about the training of residents in it. Do we do more than put our body? How experience became
into knowledge? We will try to analyse the type of knowledge that is achieved and also its real value.
In addition, we will try to think what it means to have to face the rising anguish that comes from the
encounter with the urgency.
Key Words: Guard, body, meeting, urgency, knowledge.
CLEPIOS 23
RELATOS CLÍNICOS
CLEPIOS 24
>
ridades e intentando hacerlo parte de un todo. Sin embargo di- analista sepa no es lo que se relaciona precisamente con el
chos vínculos estarían caracterizados, paradójicamente, por la saber textual. A tal fin, resalta “la extrañeza en que se le apare-
cercanía. Los miembros de la masa no sólo están unidos, sino ce la recomendación de Freud: (…) excluir todo lo que él sabe
que están pegados, pegoteados. “El fenómeno más notable – y cada vez que aborda un nuevo caso” (Lacan, Proposición del
al mismo tiempo más importante – de la formación de masas 9 de Octubre de 1967, p. 19). En otras palabras: “La cues-
es el incremento de la afectividad que provoca en cada indivi- tión del saber del psicoanalista no es de ningún modo saber
duo… es una sensación gozosa para sus miembro entregarse si eso se articula o no, sino saber en qué lugar hay que estar
así, sin barreras, a sus pasiones, y de ese modo confundirse en para sostenerlo” (Lacan, Le hablo a las paredes, 2012, p. 44).
la masa, perder el sentimiento de su individualidad” (Freud, Psi- Nuevamente, se resalta la función del sostén, anteriormente
cología de las masas y análisis del yo, 1979, p. 80). ¿Cuántas relacionada con el cuerpo.
veces somos testigos de este fenómeno en el interior de las ins- En esta línea, después de leer y leer en busca de saberes que
tituciones que atravesamos? (¿Se trata de un mero atravesar o le den sentido a las experiencias de la guardia, después de
de que “formamos parte” de estas?). buscar en libros el conocimiento sobre las mismas, propongo
dejar de lado el “tener que suponer un autor al saber” (Lacan,
Radiofonía, 2012, p. 468) –propio del discurso universitario-
Interrupción para intentar avanzar desde la impotencia a la imposibilidad.
Ya que el saber no se encontraría en ningún sujeto en par-
“Ahí radica el reto de esta pesquisa en la que el ticular, tomemos lo imposible como real4 y supongámosle el
terreno se define como el lugar donde hacer escrito de un saber a la estructura misma (que “en el discurso del analista,
saber cuya esencia es no transmitirse por escrito” tiene lugar de verdad” (Ibíd, p. 469). Lacan nos dice que “es
Lacan, Radiofonía, 2012 incorporada que la estructura produce el afecto” (Ibíd, p. 431),
con sus obvias resonancias sobre lo anteriormente planteado
acerca de la incorporación del dispositivo de guardia.
Entre tantos de estos momentos de urgencia, tal vez exista Pienso en el saber ya no como concatenación de significantes,
alguno de esos encuentros que dejan marcas en nosotros. sino como saber real, en cuerpo, diferenciado al máximo del
Una palabra, un saludo, una entrevista que tendría el efecto conocimiento. Al decir de Lacan a la altura del Seminario 19
de producir un instante de decir que resuene en el cuerpo. “Un (p. 77):
decir es del orden del acontecimiento. No un acontecimiento Hay una cosa del análisis que (…) debe destacarse: que hay un
superficial, no un momento de conocer. (…) Es algo que está saber que se extrae del sujeto mismo. (…) Ese saber resulta del
en el efecto” (Lacan, Seminario 21, clase del 18/12/73). De tropiezo, de la acción fallida, del sueño, del trabajo del analizan-
esta forma quizás se posibilite la producción de una marca que te. Este saber no es supuesto, es saber, saber caduco, sobras
transforme tanto a los pacientes, como a nosotros mismos. de saber, sobreagación [sic] de saber. Esto es el inconsciente.
En la Proposición del 9 de octubre de 1967, Lacan esboza las Saberes que quedarían al modo de marcas, luego de poner el
diferencias entre dos tipos de saberes: el textual y el referen- cuerpo y transitar la(s) experiencia(s) en la urgencia. Luego de
cial. El primero estaría en relación a la cadena significante, lo los tropiezos, de las acciones fallidas, de los sueños y del tra-
articulable, el inconsciente, estructurado como un lenguaje y bajo tanto de pacientes como de profesionales. Tal vez, siendo
sería el saber que, en un análisis, el analizante le supondría esta la única forma en la que pueda generarse y transmitirse.
al analista. En cambio, el saber referencial concerniría a los Ese “saber hacer” que sólo se consigue atravesando la urgen-
efectos de ese lenguaje: principalmente, el sujeto y las estruc- cia misma y actuando sobre ella. Aún así, nuevamente lanzo
turas lógicas. Continúa aclarando que lo importante que un la pregunta: ¿a qué precio?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS - Lacan, J. (2012). Radiofonía. En Otros Escritos (1ª cosa para que haga un todo con ella. 2. tr. Sentar o
- Bordelois, I. (2009). A la escucha del cuerpo. ed.). Argentina: Paidós. reclinar el cuerpo que estaba echado y tendido. 3.
Argentina: Libros del Zorzal. Lacan, J. (1987). Seminario 11: Los cuatro conceptos Agregarse a otras personas para formar un cuerpo.”
- Diccionario de la Real Academia Española. fundamentales del psicoanálisis (1ª ed.). Argentina: 2- A los fines prácticos de éste artículo, en cuanto
Disponible en: http://www.rae.es Paidós. a las citas, utilizaré indistintamente los términos
- Foucault, M. (2003). El poder psiquiátrico (1ª ed.). Lacan, J. (2012). Seminario 19: …o peor (1ª ed.). “psiquiatra”, “analista”, “psicoanalista”, etc. para
Argentina: Fondo de la Cultura Económica. Argentina: Paidós. Lacan, J.: Seminario 21: Les non- designar al trabajador de la salud mental, a menos
- Freud, S. (1979). Introducción al narcisismo. En dupes errent (1973-1974). Inédito. que aclare lo contrario.
Obras completas, Tomo XIV (2ª ed.). Argentina: Laplanche, J. y Pontalis, J-B. (1996). Diccionario de 3- Concepto que designa una serie de mecanismos
Amorrortu. Psicoanálisis (1ª ed.). Argentina: Paidós. culturales que lleva a omitir la presencia de
- Freud, S. (1979). Puntualizaciones sobre el amor de Macri, M., Vidal, M.E., Reybaud, G., Pérez Baliño, N., determinado grupo social. Los procesos de
trasferencia. En Obras completas, Tomo XII (2ª ed.). Eiguchi K. y Rebaudi, D. (2014). Información sobre invisibilización afectan particularmente a grupos
Argentina: Amorrortu. el sistema de residencias y concurrencias 2014. sociales sujetos a relaciones de dominación. Los
- Freud, S. (1921). Psicología de las masas y análisis Disponible en: mismos suelen estar íntimamente relacionados con
del yo, capítulo VII. En Obras Completas, tomo XVIII. http://www.buenosaires.gob.ar/areas/salud/dircap/ procesos destinados a imponer la superioridad de
Buenos Aires: Amorrortu. res/cuadernillo2014.pdf un grupo social sobre otro. Para más información
- Lacan, J. (2008). La dirección de la cura y los - Moscón, J. (2000). Presencia del cuerpo en la léase: “Estigma: La identidad deteriorada” de Erving
principios de su poder. En Escritos 2 (2ª ed.). angustia. En Psicoanálisis y el Hospital Nº 18. Goffman, donde se acuña el concepto.
Argentina: Siglo Veintiuno. Argentina: Ediciones del Seminario. 4- “(…) como lo opuesto a lo posible es con toda
- Lacan, J. (2012). Le hablo a las paredes. Argentina: certeza lo real, tendremos que definir lo real como lo
Paidós. NOTAS imposible” Lacan, J. (1987). Seminario 11: Los cuatro
- Lacan, J. (1987). Proposición del 9 de Octubre 1- Según el Diccionario de la Real Academia conceptos fundamentales del psicoanálisis (1ª ed.).
de 1967. En Momentos cruciales de la experiencia Española: “Incorporar: 1. Agregar, unir algo a otra Argentina: Paidós, p. 174.
analítica. Argentina: Ediciones Manantial.
CLEPIOS 25
RELATOS CLÍNICOS
Agradezco a Matías Trucco la invitación a comentar su artícu- organismo que constituye las zonas erógenas. Constituye al
lo, que me permite compartir y revisar algunas de las cuestio- ser hablante, exiliado de su naturalidad.
nes que vengo pensando sobre el cuerpo del analista. Este primer lazo al otro, amor al padre, deja marcas que,
en un segundo tiempo, constituyen la trama de representa-
ciones. En este sentido la incorporación es un forzamiento,
donde algo se pierde y algo se genera como recuperación
Nos preguntamos cómo hacer experiencia de la urgencia. de un goce.
¿Cuándo es que esa experiencia se “hace cuerpo? Y luego, El cuerpo como ilusión de síntesis se constituye en un segun-
¿a qué costo se hace experiencia de la urgencia? do tiempo con la constitución del narcisismo.
Es crucial esta cuestión. Debemos repensar si se hace -o Entonces, ¿cómo es que ese encuentro con lo traumático se
no- experiencia en nuestro oficio, deseo del analista o “estar” in-corpora, se hace cuerpo?
analista como decía Ulloa. Evito a sabiendas decir “ser” ana- Es complicado porque la incorporación es un concepto que
lista porque ello sería un contrasentido flagrante. Se trata de nos remite a las operaciones fundantes del yo: se incorpora
una función que nada tiene que ver con el ser. lo placentero y se expulsa lo displacentero.
Es cierto, y el artículo acerca esta verdad: no es lo mismo la Incorporar la experiencia de la guardia, la urgencia, lo trau-
primera vez que las siguientes, las que hacen serie. Es cierto mático, es un movimiento que no responde a la lógica placer-
que uno no es el mismo. Es esperable que el uno mismo, con displacer -lógica yoica- sino a las coordenadas que constitu-
la experiencia de analista, se vaya borrando. yen el deseo del analista, más allá de los ideales, más allá
Si cada paciente es singular y tanto Freud como Lacan nos del fantasma sacrificial u oblativo de cada quien. En una con-
advierten sobre eso, ¿cómo se hace experiencia? Una ex- ferencia, del 1953 Lacan señala que lo que necesitamos es
periencia que no tiene nada que ver con el estándar, la téc- que el analista sea de “buena madera”. Va por allí.
nica, la acumulación de acontecimientos. Propongo que se Destaco entonces que la incorporación es por la vía del de-
trata de una experiencia que agujerea cada vez mejor, que seo del analista, articulándolo al analista “encuerpo” que La-
falla cada vez mejor. En ese sentido, el deseo del analista es can propone en el Seminario 19 (1971-1972). La función del
una posición decidida respecto de lo imposible, el amor, la analista -“encuerpo”- supone el cuerpo como aquello donde
castración. Contar con experiencia es ahuecarse mejor cada el decir hace eco, contingencia mediante, ligada al concepto
vez, este es un oficio que sostiene que “nada es todo”, ale- de encuentro y la afectación del cuerpo que de allí se des-
gremente. prende. Quizás único encuentro, quizás operación necesaria
Para ello, tendrá que saber lo que implica la urgencia, en este para que en otro tiempo comience un tratamiento. Me intere-
caso en la guardia, y saber de los entrecruzamientos especí- sa ubicar una serie que leo del siguiente modo: encuentro,
ficos que ello implica. Hacer un buen uso de las normas y las “primera vez”, confrontación de cuerpos-entrevistas preli-
leyes, y de sus intersticios, cuando ellos son necesarios para minares, analista encuerpo, instalación (o no) del discurso
habilitar la subjetividad. analítico.
Me interesa subrayar la noción de incorporación que el ar- Por otro lado, subrayar la articulación entre cuerpo y expe-
tículo plantea. Freud en “Psicología de las masas…” (1919) riencia.
propone tres modos de lazo al objeto. La primera responde a La experiencia deja marcas que son retomadas en las vías
la fase oral canibalística: es la introyección. La identificación de la formalización: armado de caso, escritura de viñetas,
al padre, primaria, anterior al Complejo de Edipo. Lo que se discusión clínica, supervisiones. El analista es al menos dos:
incorpora es lalengua, efecto de fragmentación a nivel del el del acto y el que da razones mediante la lógica, la topo-
CLEPIOS 26
>
logía, la lingüística… la poesía. Toda formalización tiene un servicio, por lo menos indagar si la hay. La internación res-
impasse, un punto de intransmisible, es allí donde apelamos ponde al momento agudo, no ingresa por un diagnóstico, in-
al “efecto poético” que genere una resonancia de cuerpos gresa por un quiebre en la estabilidad lograda anteriormente
donde se transmite una posición más que un saber. como respuesta a una encrucijada biográfica singular, propia,
subjetiva, íntima. Conviene leer la historia de los pacientes
que han ingresado al momento de “tomar la guardia” para
Detalles del encuentro 1 intentar rastrear cual fue el episodio singular que lo llevó a la
internación. A veces, tiene buenos efectos.
Leo: “violencia aguda”, ¿es que hay violencia crónica? Qui- Es interesante y alentador como Matías incluye su vivencia
zás sí: de las instituciones, y está naturalizada. en esta escena: “me paralizo”. Pero también es interesante
Por otro lado, se señala que los superiores habían dejado ubicar que lo traumático en la guardia del hospital no es sin
indicado que el paciente no se puede ir bajo ningún punto de un dispositivo, una red, hay otros, hay recursos. Y si no, ha-
vista. Es complicado porque propone un imperativo super- brá que exigirlos y/o generarlos.
yoico que no habilita la intervención singular y propone un El cuerpo como medio de pago funda la transferencia, es ne-
todo. Por otro lado, si el paciente está internado es porque cesario entonces situar qué valor de verdad podemos extraer
lo necesita, en ese sentido ninguno se puede ir. Habría que de esta experiencia. Y no confundir valor y precio.
intentar no dejarle esas situaciones a la guardia. El cuerpo paga el precio para llevar la marca de la experien-
Me interesa resaltar la preciosa cita de Foucault “el cuerpo es cia… de la vida. Es imposible evitar esas marcas, conviene
el asilo” (El Poder Psiquiátrico, 2003, p. 213). Lo terapéutico ofrecerlas, airearlas, hacer lazo desde allí, desde la diferen-
de la internación en primer lugar es eso, asilar ese cuerpo cia. En ese punto me interesa subrayar la diferencia entre
que se ha vuelto inhabitable. Hospitalidad es dar asilo, se lazo y masa. El lazo es resonancia vía la castración, la masa:
trata de dar cuerpo y un decir que sostiene, contiene, auxilia, obnubilación renegatoria.
tramita, elabora, arma la escena. La internación es justamen-
te para aquellos a los cuales el mundo se les volvió inhabi- Detalles del Encuentro 3:
table. Se trata de dar una nueva oportunidad, un encuentro
nuevo, amoroso, aún sabiendo -y por eso mismo- que persis- “Marcas de la Experiencia”
ten las marcas del rechazo primario. Lacan en el Seminario
25 (1977-1978) define el lugar del analista como aquel que Suponemos que el afecto que se nos presenta cuando aten-
sabe leer de “otro modo” las trazas del parletre. demos la urgencia es la angustia, creo que habría que mati-
Si nuestro medio es la palabra, apuntamos a que esa nue- zar y desplegar la gama de afectos que pueden presentárse-
va lectura produzca una nueva escritura, en el cuerpo y el nos. Porque en sentido estricto la angustia es señal o auto-
encuerpo del analista de modo que el encuentro de cuerpos mática. Si es señal, la respuesta es la neurosis: inhibición o
genere un nuevo modo de goce y deseo, una nueva subje- síntoma; y si es automática: crisis de angustia. Si ello pasara
tividad. hay que situar nuestra parte en el asunto, y ubicar el punto
En la internación, la transferencia se multiplica, el tratamien- ciego -propio- que es, a la vez, motor y obstáculo resistencial
to, ya en la guardia es “a pura maniobra” parafraseando el a analizar-nos.
texto freudiano. Y la maniobra es sostener la singularidad, ¿Hay otro modo de tramitar la angustia? y ¿qué otros afectos
sobre todo en una época que tiende obstinada y peligrosa- se generan allí? Dependerá de cada caso y cada encuentro:
mente a la homogeneización del goce. tristeza, impotencia, defensas narcisistas, “autoconserva-
Estamos de acuerdo en que todo acto apunta al cuerpo, la ción”, reforzamiento del ilusorio “sí mismo” que el capitalismo
pregunta que insiste es ¿cómo es que la palabra toca el cuer- nos vende coloridamente.
po? Es que el decir afecta el cuerpo, “ventilando” el afecto Otros modos: propongo el lazo, el trabajo con amigos, amor,
que genera sufrimiento y para ello conviene haber vivenciado amor al saber, propio análisis. Saber hacer con lo imaginario:
esa experiencia de ahuecamiento. el cuerpo más allá del narcisismo, y saber hacer con el sínto-
ma, con el modo de goce… en otro lado. La sublimación, el
artificio de cada uno, con otros, para no sufrir de más.
Detalles del Encuentro 2 La pregunta insiste: ¿a qué precio? A algún precio, ni más
-sacrificio histérico-, ni menos -retentividad obsesiva-, el jus-
¿La excitación posterior a la primera entrevista depende del to en cada oportunidad, sabiendo que hay un costo y una
diagnóstico o de los efectos de la entrevista? Y más, habría experiencia invalorable. Recordemos a Freud cuando decía
que pensar cuál es la coyuntura por la cual quiere dejar el que lo más costoso es la neurosis y la tontera.
CLEPIOS 27
CLEPIOS INVESTIGA
Daiana Sinigoj / Psicóloga Clínica. Departamento de urgencias. Servicio de guardia, día viernes.
Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía (daianasinigoj@yahoo.com.ar)
Analia, Arce / Trabajadora Social. Departamento de urgencias. Servicio de guardia, día viernes.
Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Día viernes. (analianahiarce@gmail.com)
Nicolás Alonso / Médico. Residente de tercer año en Salud Mental. Hospital General de Agudos
José María Ramos Mejía. Periodo 2014-2015 (ngalonso86@gmail.com)
Laura Bermolem / Psiquiatra. Departamento de urgencias .Servicio de guardia, día viernes.
Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía (laura.bermolen@gmail.com)
RESUMEN :: El objetivo del siguiente trabajo es presentar datos preliminares sobre la población
que es atendida y las intervenciones que se realizan en la guardia de Salud Mental del Hospital
General de Agudos José María Ramos Mejía (HGAJMRM), los días viernes. Durante el periodo
2014 (enero a diciembre) se entrevistaron y evaluaron un total de 469 pacientes, y se consignaron
por cada uno de ellos datos referentes a variables sociodemográficas y otros relacionados con el
tipo y modalidad de intervención del equipo.
Palabras clave: Salud mental - Urgencia - Interdisciplina - Epidemiología - Hospital general
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN EN28SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 28-33
CLEPIOS
>
Presentación Resultados
La complejidad en el abordaje de los pacientes que padecen De enero a diciembre de 2014 se atendieron un total de 469
enfermedades mentales, fue contemplada con la sanción de pacientes, siendo el promedio de atención por día de 9.19 pa-
la Ley Número 448 de Ciudad Autónoma de Buenos Aires cientes con un rango que osciló entre 17 y 2 pacientes por
(CABA), en julio del año 2000, cuando se dispuso la inclusión guardia.
de los equipos interdisciplinarios de salud mental en los hospi- La distribución de pacientes por mes fue la siguiente. Enero
tales generales. Desde entonces dichos nosocomios incluye- n= 45; Febrero n=40; Marzo n=53; Abril n=43; Mayo n= 50;
ron en el departamento de urgencia, en el servicio de guardia, Junio n=27; Julio n= 34; Agosto n=54; Septiembre n=39;
un equipo interdisciplinario en salud mental (conformado por Octubre n=32; Noviembre n=27; Diciembre n=25.
un médico psiquiatra, un trabajador social y un licenciado en
psicología).
En la misma línea la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26657
Sexo: se consigna el referido por el paciente. Hombres 48%;
Mujeres 52%.
promulgada en diciembre del año 2010 en su capítulo V ar-
tículo 8º establece que debe promoverse que la atención en
salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario inte- Edad: se consigna la referida por el paciente, en forma es-
grado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capaci- pontánea, en caso de que no pueda referirla se consigna la
tados con la debida acreditación de la autoridad competente. que surja de algún documento identificatorio. También puede
Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social, suceder que no pueda relevarse ese dato.
enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos
Se organizaron la totalidad de los pacientes en 5 grupos eta-
pertinentes.
rios. 0 a 14: niños 6%; 15 a 21: adolescentes: 12%; 22 a 35:
Si bien estos equipos se encuentran funcionando en forma re- adultos jóvenes: 32%; 36 a 65 adultos 40%; 66 y más: geron-
gular dentro del HGAJMRM hace poco más de 6 años, no exis- tes: 8%; el 2% restante no pudo consignarse.
te hasta el momento, una estadística que permita dar cuenta
de la población usuaria ni de las prestaciones realizadas por
el equipo. Estado civil: se consigna el referido por el paciente en forma
espontánea, en el caso de que no pueda referirlo se releva el
que surja de algún documento identificatorio. También puede
Materiales y métodos suceder que no pueda relevarse ese dato. Casado: 15%; Sol-
tero: 62%; Concubinato: 8%; Divorciado: 6%; Viudo: 3%; el
Se confeccionó una planilla de datos y se completó una por 6% restante no pudo consignarse.
cada paciente que fue atendido los días viernes desde enero
de a diciembre de 2014. Se incluyeron todos los pacientes que Ocupación: se releva la ocupación principal que el paciente
recibieron algún tipo de atención por parte del equipo. refiere tener al momento de la consulta, pudiendo consignarse
Desde su implementación en enero de 2014 se agregaron a la más de una en el caso que la persona realice más de dos
planilla dos variables que ampliaron y complejizaron la calidad actividades con el mismo nivel de relevancia en la organiza-
y cantidad de información que era relevada. La primera inclui- ción de las actividades de su vida cotidiana. Estudiante: 11%;
da, en marzo de 2014, fue consultas previas en guardias de Empleado (no se consigna si la relación laboral es en blanco o
salud mental. Busca registrar si el paciente ya había consulta- no): 17%; Independiente (comerciante, monotributistas, pro-
do en algún momento en una guardia de salud mental. La se- fesionales): 6%; Jubilado / Pensionado: 12% Ama de Casa:
gunda variable incluida, en agosto de 2014, fue el nivel de es- 5% Desempleado: 41%; Otros: 3% el 5% restante no pudo
colaridad alcanzado por el paciente. También se comenzaron consignarse.
a contabilizar la cantidad de acciones que el equipo realizaba
por cada paciente. Así, por ejemplo se consignaba la realiza-
ción de entrevistas individuales, familiares, o los llamados te- Nivel de escolaridad: esta variable fue incluida en agosto
lefónicos, y también la cantidad de veces que esta acción era de 2014, llegando a fin de diciembre a un N: 177. Se consigna
llevada a cabo. Permitiendo tener una noción más fidedigna nivel de escolaridad alcanzado al momento de la evaluación.
del trabajo que se realizaba en cada una de las prestaciones. Primaria completa: 13%; Primaria incompleta: 8%; Prima-
ria en curso: 4%; Secundaria completa: 17%; Secunda-
Para la elaboración de este trabajo, sólo se consideraron las
ria incompleta: 20%; Secundaria en curso: 5%; Terciaria
acciones y no la cantidad de ellas (ya que este dato comenzó
completa: 4%; Terciaria incompleta: 3%; Terciaria en cur-
a consignarse en agosto) con lo que N: 986 es un subregistro
so: 1%; Universitaria completa: 2%; Universitaria incom-
de dicha variable.
pleta: 8%; Universitaria en curso: 3%; Sin escolaridad: 2%;
Para el análisis de los datos se utilizó Excel Microsoft office ns/nc: 10%.
Profesional Plus 2013.
CLEPIOS 29
CLEPIOS INVESTIGA
Vivienda: se consigna la referida por el paciente: Propia: Formas de presentación clínica: se consigna la prin-
cuando es propietario directo o bien vive con su familia de ori- cipal, sin embargo pueden existir comorbilidades, que como
gen siendo ésta propietaria de la casa: 33%; Alquilada: cuan- tales se registran. Se tomaron como base las formas de pre-
do se paga un alquiler por el lugar que se habita: 28%; Hotel: sentación clínica de SAME y se incluyeron otras que son de
cuando reside en un hotel familiar, o similar: 10%; Organis- aparición frecuente en la guardia del HGAJMRM.
mos del estado: Hogares, paradores, instituciones cerradas
o abiertas donde el paciente reside, casas de medio camino:
1) Descompensación psicótica 17.72%; 2) Intoxicación
3% Situación de calle: pacientes que viven en la calle: 13%;
aguda, consumo de sustancias: 16.33%; 3) Síntomas
Ocupada: cuando viven en una casa que no les pertenece,
de ansiedad, ataques de pánico: 12,15%; 4) Ideación,
por la que no pagan ningún valor en concepto de alquiler: 1%;
tentativa suicida: 11,95%; 5) Problemas vinculares:
Otras: pacientes que viven en casa prestadas por familiares,
7.38%; 6) Síntomas de angustia, melancolía: 6.18%;
o con amigos, etc.: 6%; el 6% restante no pudo registrarse.
7) Crisis convulsivas, pérdida de conocimiento, de-
terioro cognitivo: 5,58%; 8) Otros: 5,58%; 9) Violencia
Modalidad de ingreso a la guardia: el modo en que el familiar, violencia de género: 4,79%; 10) Agitación
paciente llega a la guardia. Same: el paciente ingresa traído psicomotriz: 4,39%; 11) Síndrome confusional: 3.39%;
por ambulancia del same: 68%; Otros: el paciente ingresa 12) Violencia sexual: 2.58%; 13) Trastorno del sueño:
por sus propios medios o es derivado por otro servicio o pro- 0,99%; 14) Retraso mental: 0.99%
fesional del hospital: 32%
Acciones del equipo: se consignan todas las acciones que
Intervención judicial: se consigna en el caso de que el realiza el equipo, durante el tiempo que se extienda la inter-
paciente, presente algún tipo de intervención judicial u orga- vención con cada paciente.
nismo de derechos. Evaluaciones solicitadas a Same Alvear 1) Entrevista individual con el paciente 2) Entrevista con
desde los juzgados civiles, evaluaciones solicitadas a la uni- familiares del paciente: Pueden ser familiares directos, indi-
dad de traslado desde los juzgados civiles, intervención del rectos o personas referentes que lo acompañen 3) Llamados
consejo de derechos de los niños niñas y adolescentes (CD- telefónicos a instituciones: llamados que son necesarios
NNYA), pacientes en seguimiento por defensorías públicas para la resolución del caso, y no los que tienen por fin último
oficiales, etc. buscar información del paciente o su familia. Comunicaciones
Se registró que el 84% de los pacientes atendidos no tenían con comisarías, CDNNYA, juzgados, defensorías, profesiona-
ningún tipo de intervención judicial mientras que el 16% res- les tratantes, otros hospitales, obras sociales, etc. 4) Llama-
tante sí. dos a familiares y / o red social del paciente: llamados a
familiares, amigos, referentes del paciente. se solicita la pre-
sencia de ellos en la guardia para poder entrevistarlos, otras
Consultas anteriores en guardias de salud mental: veces cuando esto no es posible, se solicitan datos e informa-
esta variable comienza a consignarse en marzo de 2014. Se ción por la misma vía telefónica. 5) Elaboración de informes:
considera si el paciente ha consultado previamente en una Aquellos requeridos por la ley 26657 ( informe de 10 hs, 48 hs,
guardia de salud mental, sea por el motivo que genera el in- traslados, altas, etc.), los solicitados por juzgados, por comi-
greso actual o por cualquier otro. Primer consulta: 51%; Ya sarias, por otros equipos tratantes, informes para el CDNNYA,
había consultado: 47% de los pacientes entrevistados; el 2% para la Asesoría General Tutelar (AGT), otros; 6) Búsqueda
restante no pudo consignarse. de información: llamados a otros hospitales u otras institucio-
nes, al centro de orientación y búsqueda de personas (COP),
Pacientes internados al momento de tomar la guar- búsqueda de información de familiares y/ datos de contacto
dia: esta variable se incluyó ya que es frecuente que al tomar del paciente, otros; 7) Solicitud de traslado: cuando se solici-
ta traslado a institución especializada, llamado a coordinación
la guardia, haya pacientes cursando una internación por la
SAME, gestión de traslado por su obra social, etc. 8) Colabo-
especialidad de salud mental. Se consigna también: el tipo
ración con comisaría: solicitudes al personal policial: toma
de internación (voluntaria o involuntaria de acuerdo a la ley
de huellas dactilares para identificación de personas, perma-
26657), la cantidad de días de internación y el sector donde
nencia de consignas policiales en casos especiales; 9) Cola-
cursa la internación (box o sala de guardia). Se registró que
boración con otros equipos: se solicita la intervención de
81 pacientes se encontraban internados al tomar la guardia
otros equipos interdisciplinarios: línea 137, CDNNYA, Same
(internación involuntaria: 66; internación voluntaria: 15)
Alvear 10) Otras: entrevistas con profesionales que solicitan
El rango de días en el que permanecieron en el servicio de
interconsultas, reuniones con los equipos tratantes para definir
guardia fue de 1 a 16 y la media fue de 2,85 días. En sala de
conductas, búsqueda de ropa y zapatos, entrevistas con otros
internación de guardia fueron internados 17 pacientes y en
acompañantes del paciente (acompañantes terapéuticos, per-
box de guardia fueron internados 64 pacientes
sonal policial, etc.).
CLEPIOS 30
>
Otras 17 1.73
Informativa 41 4.90
Psicoeducativa 40 4.78
Otras 29 3.47
CLEPIOS 31
CLEPIOS INVESTIGA
Intervención final: Se refiere a la modalidad de resolu- se encuentra en tratamiento con buena adherencia 8) Segui-
ción del caso. 1) Internación en el HGAJMRM: El paciente miento por equipo de salud mental durante la internación:
presenta criterios para ser internado por la especialidad de el paciente se encuentra internado en el hospital. En el caso
Salud Mental. La misma puede ser voluntaria o involuntaria de que la internación sea por Salud Mental, el seguimiento lo
de acuerdo a la ley Nº 26.657; 2) Derivación a consultorios realiza el equipo de internación que funciona en el Servicio
externos del HGAJMRM: el paciente es derivado a consul- de Salud Mental del Hospital, en el caso de que el paciente
torios externos del hospital; 3) Derivación a consultorios este cursando una internación por otra causa clínica, el se-
externos de otra institución: El paciente es derivado a los guimiento lo hace el equipo de interconsulta de este mismo
consultorios externos de otra institución la misma puede ser servicio. 9) Intervención social: pacientes que requieren se
al sector público o privado (en aquellos casos en que el pa- busque información sobre su domicilio, sobre sus familiares y
ciente cuente con obra social o servicio de medicina prepaga); red social. Asesoramiento sobre la situación habitacional, etc.)
4) Retiro sin alta: el paciente se retira de la guardia antes de Retira otro equipo: en los casos que se solicita colaboración
que el equipo finalice la prestación o realice una indicación de otros equipos, o el paciente cuenta con obra social o ser-
determinada, también se incluyen en esta categoría los pa- vicio de medicina prepaga. También en los casos que otros
cientes internados voluntaria o involuntariamente en el sector equipos solicitan evaluaciones interdisciplinarias (por ejemplo,
de guardia, que se retiran del hospital sin el acuerdo o el co- las comisarías, los institutos de menores, el centro de identi-
nocimiento del equipo; 5) Permanencia en guardia: se indica ficación y alojamiento de niños, niñas y adolescentes (CAD),
la permanencia del paciente en guardia, ya que por distintas hogares, etc.) el paciente culmina su evaluación y se retira
razones no se puede definir una conducta ( se espera el efecto de la guardia con otro equipo tratante 11) Seguimiento por
de una medicación, se aguarda la llegada de familiares para guardia: al paciente se le indica regresar a la guardia para
evaluación del nivel de contención externa, etc.) ; 6) Alta: el ser reevaluado, en muchos casos se utiliza esta intervención
paciente no requiere de una intervención terapéutica por parte como un medio para contener al paciente hasta que consiga
del equipo. En general son pacientes que no tienen criterio de un turno por consultorios externos 12) Internación por otras
evaluación por la especialidad, solicitaban receta de un psico- especialidades: el paciente es internado por causa clínica,
fármaco que tenían indicado, etc. 7) Reorientación a trata- neurológica, u otras. 13) Derivación a monovalente: el pa-
miento de base: el paciente cuenta con un equipo tratante y ciente es derivado a una institución especializada en Salud
Mental 14) otros:
Internación en RM 85 17.48
lta 22 4.53
Otras 16 3.29
CLEPIOS 32
>
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 4- Rubio Domínguez E, Diez M Gadea Lagos Levi P, 6- Bou Pérez, A y cols. Análisis de la situación de
1- Ley de Salud Mental Nº 448 .Ciudad Autónoma de Negre A. Problemática de los auxilios en emergencias salud (ASIS) de la comuna 3 Región Sanitaria 1 (este)
Buenos Aires. Año 2000 psiquiátricas. Alcmeon. Año XII, vol. 9, N°4, marzo de Revista del Hospital Ramos Mejía vol. XXV Nro 1 Año
2- Ley nacional de salud mental nº 26657. Ministerio 2001www.alcmeon.com.ar/9/36/Dominguez.htm 2011. http://www.ramosmejia.org.ar/r/201101/358.pdf
de Salud Presidencia de la Nación. Argentina. Año 5- Torricelli F, Barcala A. Epidemiología y Salud 7- Asesoría general Tutelar. Internaciones por salud
2011 Mental: un análisis imposible para la Ciudad de mental en hospitales generales de agudos de la
3- Becker, E . Kleinman, A Mental Health and the Buenos Aires. VERTEX Rev. Arg. de Psiquiat. 2004, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Febrero de 2014
Global Agenda global health The new England journal Vol. XV: 10-19 Documento de trabajo Nº 21 Salud Mental
of medicine , 2013
CLEPIOS 33
REPORTAJE
Entrevista a
Carlos Tisera y Alfredo Carballeda
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN EN34SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 34-40
CLEPIOS
>
Carlos Tisera
Médico psiquiatra infanto-juvenil. Hospital de Emergencias Psiquiátricas
Torcuato de Alvear
Alfredo Carballeda
Trabajador Social. Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear.
Profesor Universitario Universidad Nacional de La Plata. Universidad de Buenos Aires
CLEPIOS 35
REPORTAJE
solo ocho camas de guardia y las internaciones tenían prome- Alfredo: A veces el pase o los pasillos, lo no escrito explícita-
dio mes, mes y medio. Después se incrementaron las camas mente, obviado, escondido, negado a través de siglas que se
de guardia y la estadía de los pacientes se fue prolongando ponen al lado de los nombres de los pacientes, lo que no se
paulatinamente. En la actualidad de ese perfil de hospital de dice en la formalidad pero se ratifica en las prácticas: “Paciente
urgencias, creo que queda muy poco. Siendo el primero que caprichoso”, “La familia es terrible”, “no tiene posibilidades”,
tiene este tipo de sistema que ahora tiene el resto: La guardia “pobrecito”... Todo adjetivado. Coincido con Carlos en que se
interdisciplinaria. reemplaza sociedad por medicamento. Lo que le falta de la
Carlos Tisera: Formo parte de la guardia de los viernes del trama social se le “reestablece” con medicamento, como si la
Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear hace medicación lo hiciera más sociable.
10 años. Ingresé como estudiante del último año de la carrera, Carlos: Incluso desde la intervención farmacológica tampoco
me quedé haciendo una suerte de rotación extracurricular en la los objetivos pueden ser claros, fundamentalmente en la medi-
guardia y finalmente concursé para el cargo. da que su indicación no responda a una sintomatología por la
Alfredo: En mi opinión, en la actualidad, estamos atravesan- cual la medicación está claramente indicada.
do un momento de crisis institucional a partir de una explícita Por eso es importante lo que Alfredo planteaba respecto a la
negación, desacuerdo político del Gobierno de la Ciudad con la crisis institucional, para preguntarse qué lugar se le ha dado a
Ley Nacional de Salud Mental. Esto es evidente. En el proceso la Salud Mental en esta trama. En estos tiempos es más fácil
de psiquiatrización es posible observar en, diría, todos los ser- poner consigna policial que un acompañante terapéutico, por
vicios, no solamente en la guardia. ejemplo. Tenemos más aceitado el sistema para que intervenga
Me parece interesante, desde una perspectiva institucional, la fuerza pública -que después criticaremos por su torpe y repre-
escuchar los discursos que atraviesan las prácticas. Algunos sivo accionar- pero es más accesible ese recurso que pedir un
relatos que pueden verse en el pase, la descripción que suele acompañante terapéutico u hospitalario.
hacerse de los pacientes, durante la práctica cotidiana, mar- Alfredo: También se complican las derivaciones dentro y fuera
can una perspectiva, un posicionamiento de orden ideológico del sector salud. La falta de recursos que la Ciudad de Buenos
y conceptual. En esos relatos predominan las palabras; medi- Aires tiene hace que mucha gente en situación de calle aparez-
cación, contención, restricciones y aparecen cuestiones que ca en el hospital demandado cuestiones colaterales, vinculadas
son presentadas como clínicas a partir de lo que los pacientes o no con la Salud Mental a lo que, entiendo, tenemos que dar
hacen en términos de autoagredirse, pelearse… La ajenidad es respuesta. Podemos observar cómo los recursos preventivos y
relevante. Se describe una cotidianeidad que cada vez más se asistenciales, fueron achicándose en los últimos años.
presenta como extraña y me animaría a decir deshumanizada. Entonces, muchas veces se producen internaciones, por cues-
Se habla a partir de, deduzco, la medicación y el control y tiones sociales por ejemplo, y esa persona, como decía Carlos,
desde allí se construye una especie de verdad absoluta que se va psiquiatrizando a partir de este proceso. Es como leer
opaca otro tipo de mirada. Se deja de lado el contexto, micro Internados de Goffman, pero desde la observación de las prác-
social, hospitalario y las relaciones sociales, suelen ser vistas ticas hospitalarias. La persona asume la identidad de pacien-
sólo con una perspectiva psicopatólógica. El origen económico te psiquiátrico: empieza a pedir que se le suba la medicación,
social suele ser “patologizado”. Donde la causa es el medio y el que lo contengan, restricciones para salir. Lo que mencionaba,
efecto una “conducta anti social”. En otras palabras, el hospital aquello que forma parte del los diferentes discursos institucio-
define lo normal y lo patológico también en lo social. Lo más nales es, podríamos decir, incorporado por los pacientes que
llamativo es que lo hace muchas veces a través de inferen- terminan cumpliendo con esa profecía.
cias, supuestos, estigmas, preconceptos y prejuicos. No hay
estudios sociales sistemáticos, que den cuenta por ejemplo, Clepios: Pensamos, ustedes que están en contacto perma-
del tipo de población que se atiende, cuál es la que prevalece, nente con nosotros, los profesionales que recién comen-
cómo se construye su percepción del proceso salud-enferme- zamos a trabajar ¿Con qué parámetros creen que nos
dad y su accesibilidad al sistema de salud. Las distintas formas estamos manejando para recortar lo que es una urgencia?
de expresión de crisis sociales construyen demandas que se ¿Consideran lo hacemos desde un modelo psiquiátrico?
reconfiguran al ingresar en el terreno de lo psicopatológico. Alfredo: El modelo psiquiátrico se apoya en criterios positivis-
Carlos: Se trata de pacientes cuyo motivo de psiquiatrización tas que requieren de saberes hegemónicos y relaciones de tipo
tiene que ver con una falencia social. Justamente ayer en el piramidal dentro de los equipos de salud. Desde mi perspec-
pase se hablaba de una paciente que lleva un tiempo conside- tiva, una de las cuestiones más importantes para un equipo,
rable en el hospital, que no tiene una red social que la pueda es mantener un criterio ideológico claro donde las relaciones
sostener, sobre quien el hospital avanza cada vez más farma- sean horizontales y especialmente su intervención, vaya siendo
cológicamente y con menos respuesta. Con lo cual tenemos, determinada por la situación que pretende abordar y no un sólo
cada vez, una paciente más obesa, por ejemplo, y que genera campo de saber. A nosotros, como equipo nos cuesta bastan-
a su vez más rechazo por parte de quienes tienen que brindarle te trabajar en un campo atravesado por esas tensiones, pero
distintos cuidados. seguimos manteniendo el criterio que marca que lo primero es
el paciente desde una perspectiva integral, entendido como un
Clepios: ¿Dónde puede leerse ese rechazo? ¿Qué conse- sujeto histórico social. Por ejemplo, una persona de 20 años
cuencias acarrea el desentendimiento del profesional de que llega hoy al hospital, construyendo algún tipo de demanda,
esta lectura? no puedo dejar de pensar que tenía 5 años en el 2000 y esa
CLEPIOS 36
>
circunstancia, en nuestro país, ya es una mala noticia. Creo que mucho años no va a la escuela. Y la institución sigue esperan-
no podemos verlo, escucharlo y entenderlo sólo en el presente, do. Y si no llega ese chico que se espera, hay seguramente
y actuar solamente en el presente, me parece importante que una propuesta medicamentosa que puede ser la Ritalina para
podamos dimensionarlo en la perspectiva histórica social. Es solucionar los problemas…
decir, trabajar y analizar los antecedentes de esta persona en Entonces, en el hospital hay una cierta idea de: “Esto no es para
clave de cómo se deslizó por diferentes contextos, escenarios, acá”. Esta idea habla de la fragmentación de la institución en
circunstancias que se fueron imprimiendo en su subjetividad. sí misma –no sólo de las instituciones-. Cada hospital y cada
Creo que todos podríamos, desde diferentes saberes, trabajar servicio construye su propio sujeto de intervención, como cada
esa perspectiva. La otra forma sería: Me interesa la fotografía guardia: “Con este sí, con este no, este para qué lo internaron”,
de lo que está pasando ahora y a partir de eso actúo con medi- esto se escucha bastante.
cación, con derivación y listo. Carlos: Pacientes “indeseables”, que no pueden ser atendidos.
Carlos: En ese punto, en relación a la pregunta por la forma- Hace poquitos días llegó a la guardia un paciente de los que “No
ción, hay algo que atrae de nuestro trabajo. Es un momento son ingresables”. En la puerta de la guardia se puso un vidrio
donde las admisiones en cualquier hospital están postergadas en el cuello para poder ingresar. En ese contexto se corta el
de dos a tres meses en adelante, la urgencia cobra una vuel- cuello, los brazos. Todo esto para poder ingresar. Termina suce-
ta en donde el paciente para lograr una asistencia tiene que diendo que debe ir a un hospital general porque “Está cortado”.
manifestarse en mayor urgencia. Su urgencia por lo general, se Tampoco logra constituirse en sujeto de intervención. Se dice:
produce porque no tiene acceso en momentos previos al siste- “Pero es un paciente con el que ya se agotó todo”. Seguramente
ma de salud. sea un paciente con el que ya se intentaron muchas cosas. El
En muchos casos, los padecimientos sí son detectables, trata- “Todo” no deja de ser un recorte institucional, de la sala que lo
bles, medicables, como la indicación de la psiquiatría más dura acompañó, del equipo que le tocó atenderlo. No descontextuali-
sí lo permite y lo indica. Sin embargo, aún en esos casos tam- cemos, porque a ese paciente no “Todos” están esperando para
poco somos eficaces. atenderlo.
No hay dispositivos psiquiátricos que hayan evolucionado en Alfredo: Ese tipo de fragmentación, en términos de la institución
términos de asistencia dentro del sistema público por lo menos. que no logra una coherencia, hace que se pierdan criterios y
Continuamos con el uno a uno, con la psicoterapia y psiquia- predominen multiplicidad de lógicas que llegan en forma hetero-
tría “para todos y todas”, como único modo de intervención en génea y desordenada a cada paciente. Con Carlos hemos sido
Salud Mental, en tiempos donde estas prácticas no son las úni- coercionados hace un tiempo por atender un paciente de esos
cas opciones ni las mejores. “indeseables” que se mencionaban antes y decidimos atenderlo
Sin embargo, la respuesta sanitaria y hospitalaria no sale de a través de una reja que da a la calle o saliendo, entrevistándolo
ahí y a los fines de hacer entrar a un paciente en un sistema en la vereda del hospital.
de mayor complejidad, se da una respuesta parcial, acotada y Volviendo a lo que mencionábamos respecto del pase de sala,
fundamentalmente, desubjetivada. Esa intervención no entra en lo clínico habla de que el cuerpo tiene otra connotación: Uso
una trama sino que queda en un sujeto aislado. el cuerpo para cortarme, uso el cuerpo para hacer que me
Nosotros, como equipo de guardia, nunca tenemos la discusión atiendan, uso el cuerpo para escaparme. El cuerpo comienza a
“esto es una urgencia o no” porque no podemos partir desde cobrar otros sentidos. Por eso el médico clínico tiene más traba-
ese lugar. Y me paso escuchando en otros contextos “esto no jo ahora. No es que la gente viene más enferma, es que el hos-
es para una guardia”, bien, pero ¿Cuál es la respuesta? ¿Qué pital genera socialmente este nuevo lugar de lo corporal. Donde
otra opción tiene el sistema para este sujeto? el cuerpo se transforma en lenguaje, en un pedido de ayuda.
Alfredo: Agregaría dos cosas. Siempre hay crisis en un Sistema
de Salud Pública, y la palabra clave es: Accesibilidad. Por ejem- Clepios: Que no abandona la construcción de urgencia que
plo, si el sistema de salud no funciona, se accede por la guardia, tenemos más a mano, importada de un discurso médico,
desde Pediatría hasta Clínica Médica. Aquí lo estamos viendo del tipo “aquí y ahora, inmediatamente, sobre un indivi-
claramente en Salud Mental. duo”…
Por otro lado, creo que hay cambios de contexto y cambios en Carlos: Exactamente. Tomando el cuerpo como una moneda
la subjetividad, que han ocurrido en los últimos 40 años, en la de cambio. Es lo único que tiene el sujeto, por lo cual, lo que
Argentina y en el mundo, y el hospital no está capacitado ni nos pone en jaque, es su cuerpo. Y su vida, en consecuencia.
entiende que han ocurrido. Entonces, sigue soñando con que El paciente dice: “Frente a esta falta de atención, yo voy afuera
va a venir un paciente que ya no existe más, el paciente inte- y me tiro debajo de un colectivo”. Él puede mostrar la falla del
resante, de libro, el paciente que está descripto en un algún sistema. Están especializados en mostrarnos cuál es nuestro
seminario. Pero quien llega es una persona que viene con dere- límite. Y en la medida en que nuestra lectura de ese límite sea
chos vulnerados, con una serie de heterogeneidades temáticas una lectura tan parcial, efectivamente a ese paciente no pode-
donde uno de los puntos, en mayor o menor medida, va a ser mos darle una respuesta apropiada.
una problemática en Salud Mental. Ese es el tipo de población Por otro lado, lo que considero más complicado en este con-
con la que mayoritariamente trabajamos. texto es la situación de los hospitales generales, en tanto hay
Como sucede en la escuela. El niño que tiene 6 años, que tie- pocos que aceptan internar a algún paciente. Cuando se habla
ne guardapolvo blanco planchadito, mochila limpita, peinadito, de la desmanicomialización, el punto más complicado, donde
ansioso porque es su primer día de clases, es un nene que hace no hizo mella este proceso es, precisamente, en el hospital
CLEPIOS 37
REPORTAJE
general. No tanto en el monovalente que se siente hasta ame- veces poder trabajar más tranquilos. En lo personal, me veo
nazado por momentos. Terminamos, así, en la paradoja de que con más trabajo que hace años atrás, cuando teníamos más
en el proyecto de desmanicomializacion el que más sostiene la posibilidades de sentarnos con los residentes y concurrentes a
necesidad del monovalente es el hospital general. discutir. Lo seguimos haciendo, pero mucho menos que antes.
Aclaremos, el modelo de asistencia en Salud Mental, por la vía Creo que esto también tiene que ver con la psiquiatrización.
de la negativa de prestaciones, es una forma de planificación. Es decir, desde cierta omnipotencia se trabajan casos, situa-
Yo no creo que sea tan azaroso la falta sistemática de recur- ciones, hasta que estallan y, cuando los caminos se cerraron
sos, más bien creo que es parte de una política muy compleja y la situación tiene muy pocas posbilidades de ser resuelta, se
que tiende al achicamiento y en donde no llega una política transforman en casos sociales. Se llega tarde porque quizás
sanitaria adecuada y actualizada. se piensa que con un sólo abordaje y un plan de medicación
Alfredo: Así es. Esa política apunta a dos cosas: Por un lado, las circunstancias que rodean a una persona se pueden resol-
a dar una señal a la sociedad desde el Gobierno de la Ciudad, ver. Estamos entrando en un momento de fuerte ingnoracia
diciendo: “No estamos de acuerdo con esta Ley que hace que acerca de lo social que rodea a los pacientes, estos son abor-
los locos estén en la calle” -imaginario que se construye alre- dados como si no tuvieran historia ni contexto. La explicación,
dedor de la Ley de Salud Mental y la desmanicomialización-. acerca de lo social, suele correrse, hacia el relato periodístico.
Y por otro lado, ir desmantelando lentamente, erosionando, Carlos: También se ha dado que producto de esta “Neo-
tanto hospitales monovalentes como generales, en mi opinión, contención” los profesionales en las guardias son como
para generar procesos de privatizacón. Un gobierno que repri- una suerte de malabaristas que van pasando día a día los
mió con su Policía Metropilitana pacientes psiquiátriccos y pro- pacientes, es como lograr de alguna forma que “Llegue el día
fesionales de la salud, en ese acto también envía una señal a siguiente”…
toda la sociedad… Alfredo: …Y cada guardia tiene su propia lógica. El paciente
De ese modo se desgastan las relaciones sociales, los servi- está a merced del criterio medicamentoso, o mejor dicho, a
cios, todo, lentamente, se va viniendo abajo. Se cumple así merced de siete criterios, uno por cada día de la semana.
con un mandato claramente político en la Ciudad de Buenos
Aires: Ninguneo a la Salud Mental, derechización. Por el otro Clepios: ¿Y a qué se puede atribuir este fenómeno de dis-
lado, se va desmantelando lo público, de a poquito. Algo pare- cordancia de criterios?
cido a lo que ocurrió en muchísimos órdenes en nuestro país Carlos: No se trata que haya una lógica incorrecta en lo psi-
en la década de los noventa. La única directiva clara es el “No”: quiátrico, sino de que no se está pensando en un criterio de
alcohólicos no, drogadictos no, gente en situación de calle no, atención actualizado a nuestro momento de intervención y a
jóvenes que padecen problemáticas sociales complejas… las nuevas presentaciones clínicas.
Carlos: …Adultos mayores también hasta ahí. Hay muchos Alfredo: Hay alguien que se beneficia: La industria farmaco-
más no que sí. lógica.
Carlos: Existen, en este momento, expedientes en curso en
Clepios: El campo de intervención se nos achica mucho donde se reclama que los medicamentos sean de marcas
si, por un lado, llega el problema tan recortado y por el determinadas, porque los que tenemos no funcionan correc-
otro, esperamos que llegue el paciente modelo… ¿Cómo tamente. O sea, ya estamos en un paso adelante. Ni siquiera
inciden estas políticas en nuestra formación si considera- es que no estamos siendo efectivos con la intervención. No,
mos este efecto en el sujeto de la intervención? probablemente sea un problema de la medicación que no está
Carlos: Ese es un punto donde yo veo cierta luz, a través de siendo lo suficientemente efectiva en términos fármacocinéti-
la formación. Creo que los profesionales que se están forman- cos o farmacodinámicos. ¿Quién se beneficia en este malen-
do están detectando estas falencias del sistema, y la falta de tendido que, por ahora, sigue pagando el Estado?
lugar, en su hospital, para una intervención más apropiada. Alfredo: En estas condiciones el tratamiento, la cura ¡La diri-
Desde lo formativo no hay ningún sustento teórico, ni orgá- ge el visitador médico! A través de un lugar de saber que sur-
nico, para afirmar prácticas manicomiales. El vacío es lo que ge de la industria farmacológica… condicionando ese proceso
aparece como contrapropuesta a lo que nosotros proponemos a través de estrategias publicitarias, obsequios “donaciones”
como intervención. Frente a ese vacío, la formación nunca va de medicamentos, lapiceras, recetarios…Todo confluye en
a poder avanzar en una línea manicomial, en eso estamos un esa misa pagana anual que es el Congreso de APSA, un gran
poco salvados. Hay una falla muy grande en la transmisión de supermercado de medicamentos, donde en cada esquina se
esta lógica, de esta política de vaciamiento, en tanto no posee presentan trabajos muchas veces hechos con gran esfuerzo,
sustento teórico sustentable y acorde a la Ley. Los residentes, otras con algunas ayudas de orden publicitario.
al ingresar al sistema, no pueden tener otra cosa que una lec- Sería interesante hacer un trabajo sobre cómo fue incorporado
tura crítica de la situación. Cuando, por ejemplo, se escucha el Clonazepan en la práctica hospitalaria, tal vez aprendamos
que hablan de un “simio” en el pase, al referirse a un paciente, mucho de marketing y estrategias de venta.
lo deshumanizan. Ese proceso de deshumanización no tiene
otro sustento más que el vaciarse de angustia y decir: “Yo no Clepios: Y ahora nos encontramos con el famoso paciente
tengo nada que ver con esto”. que viene “A buscar Clonazepam a las guardias”...
Alfredo: Yo coincido respecto a la formación. El problema es Carlos: ¡Al que no queremos ni ver! Muy probablemente
que tenemos tanto trabajo, que se nos hace difícil muchas sea un adicto, y no vamos a contribuir a que continúe con su
CLEPIOS 38
>
adicción así que no lo vamos a atender acá… No recibe el Alfredo: Tenemos un formato de modelo de historia de ingreso
Clonazepam, claro, excepto que haga mucho quilombo… con una parte social, psiquiátrica, psicológica; donde desde dis-
tintos lugares se fundamentaba la internación, pero desvirtuada,
Clepios: ¿Cómo pensar la urgencia en relación al cam- en tanto la importancia se ancla en el nombre que se le ponga a
po de los consumos problemáticos de sustancias en la la problemática psiquiátrica.
actualidad? Carlos: Pensaba en relación a la urgencia del diagnóstico: La
Alfredo: Ese es otro punto, el tema de las adicciones.Cuando Ley de Salud Mental, de algún modo, peca por pedir esta cues-
se quiere explicar algo que no se sabe como hacerlo, lo más tión del diagnóstico interdisciplinario, cuando en muchos casos,
fácil es estigmatizar, ponerle un mote, una etiqueta a alguien, se piensa que ese diagnóstico es un punto de arribo, al que se
la palabra adicto, desde esa perspectiva, dice mucho más que llega luego de dar toda una vuelta, y en un momento determi-
eso. Genera rechazo, fatalismo, una profecía autocumplida. Se nado. Y si hay algo que nosotros tal vez tenemos en la práctica
torna “imposible” salvo que sea derivado a una institucón “ade- de guardia, en lo que insisto mucho, es que nosotros no tene-
cuada” es decir, capturado por una Comunidad Terapéutica o mos apuro. No hay problema en evaluar a alguien desde una
un Centro Especializado, por supuesto cerrado.... La persona lectura en base a la interdisciplina. El punto es no pensar la
con consumo problemático de sustancias entra en la categoría urgencia como el apuro de los profesionales, sino como del
: “No es para acá” sujeto. Si nos tomáramos, por ejemplo, tres días para evaluar
Carlos: Tenemos, por ejemplo, el caso de los niños que llegan un sujeto ¿Cuántas internaciones no se producirían porque
a los hospitales públicos, que hasta ya carecen de nombres: Se “Hoy no lo pudimos resolver y tal vez pasen días para que
los llama “paquitos”. A ese punto, es un «paquito». Ya tiene un alguien lo escuche en serio”? Aunque no estuviese internado,
nombre que no lo nombra. podríamos haber estado evaluándolo, suspendiendo el tiempo
Nos encontramos con una situación en donde la adicción es que al sujeto lo ubica en la urgencia y poniéndonos nosotros
algo que merece un especialista -que no somos ninguno-, aun- en una temporalidad en la que podríamos dar una respues-
que, claro, están los que se erigen en ese lugar. Las familias ta más coherente. Difícilmente podríamos decirle al paciente
nos dicen: “Él estuvo en una comunidad durante un año y estu- que avancemos un poco el día de mañana, a ver cómo se
vo bárbaro”, y vos decís “¿Un año encerrado?”. “Sí, pero ahí acomoda la situación. Administrativamente hay que resolverlo
se recuperó, por eso yo quiero que ahora se interne…” Y no en el momento. Tiene que ver con un formato de burocracia
tenemos nada para decirle a esa señora, porque es cierto que institucional.
estuvo un año sin consumir, pero no sabemos si se avanzó un
paso en la subjetivación de esa persona, sobre todo cuando Clepios: La institución está en la urgencia entonces ¿Qué
ellos mismos te cuentan que entrás y tenés que sacarte toda hay de la noción de riesgo?
la ropa, dejar tus pertenencias y pasar a ser un sujeto de la Carlos: Exactamente. Y lo interdisciplinario queda subsumi-
comunidad, firmando que no te podes ir durante un año. Y el do a sancionar el riesgo cierto e inminente, como si la única
paciente a quién ya no le queda nada por destruir, se entrega. población que está en riesgo es la que tenemos enfrente. Por
Terminamos perdiendo al sujeto en ese contexto: Se entrega ejemplo, un chico alcoholizado y desmayado a la salida de un
a una internación de ese tipo, o a la muerte, que es uno de boliche no lo es. Sí el tipo que tiene alguna producción alucina-
los puntos más graves que tenemos hoy con los intentos de toria, sin contención socio-familiar. La noción de riesgo es un
suicidio en los pacientes adictos. No es una cuestión casual. término que debemos empezar a cuestionar.
Llegamos a un punto donde, finalmente, la única respuesta es Alfredo: Incluso yo prefiero la noción de vulnerabilidad a la de
de quienes sí se erigieron en el lugar de una respuesta efectiva. riesgo. Riesgo implica que la persona pone en riesgo a la socie-
Hoy en día la discusión es sobre “Las urgencias y el consumo”. dad. Vulnerable remite a que la sociedad lo hizo vulnerable. Me
Punto aparte, nadie se horroriza del riesgo que corre la pobla- parece interesante ir discutiendo esos parámetros.
ción a raíz del consumo episódico excesivo de alcohol, pero sí
hablamos de riesgo en un paciente que toma Clonazepam, que Clepios: ¿Permite otro horizonte de intervención?
consume marihuana o cocaina. Lo que nos lleva a tener que Alfredo: Claro, sino ponemos a la persona como sujeto que
hablar de lo sanitario si estamos pensando una intervención agrede a la sociedad y no hablamos de cómo se vulneran dere-
desde un hospital público. Nuestra intervención tiene que ir más chos, situaciones, desigualdades. O las dificultades o imposibi-
allá de lo individual, porque estamos en un contexto público. lidad del acceso al sistema de salud. Luego, la paradoja de los
Si en su consultorio alguien dice, por ejemplo: “Yo no atiendo que se quieren ir y se los retiene, y a los que quieren entrar no
adictos” está en su derecho, es respetable con toda justificación se los deja.
si no se siente en condiciones o prefiere otras problemáticas. Por otro lado, hay una cuestión muy vinculada a la urgencia,
Pero en el contexto de lo público, no nos podemos correr de que tiene que ver con la idea de “cubrirse” y que se relaciona
pensar lo sanitario más allá de la atención individual. con el azoramiento que producen esos sujetos inesperados que
transitan por las instituciones. Es como que se construye una
Clepios: ¿Qué aportar en términos de la relación entre la lógica que determinará si la persona es internada a partir de la
urgencia y el diagnóstico interdisciplinario, situacional? disponibilidad de camas. Es decir… si se tiene cama, ya que
Habiendo despejado que el diagnóstico no tiene que ver está, se lo interna.
únicamente con “patología psiquiátrica individual, anacró- Carlos: En los últimos tiempos es más una constante. Yo a
nica” veces agradezco, a veces, no tener cama, porque en situacio-
CLEPIOS 39
REPORTAJE
nes que son internables, junto a este criterio de vulnerabilidad Clepios: A propósito de ello tenemos, en el haber de
social, terminamos pensando en otra opción. Tenemos que nuestra historia, modelos, si se quiere, más territoriales
hacerlo obligatoriamente. Y la verdad es que se organiza. No para intervenir sobre las urgencias. Cómo mencionaban,
existió situación en la que tuvimos problemas de no asistir a borrados por una época oscura ¿Nos cuesta pensar el
un paciente por no tener cama para internar. Siempre encon- abordaje de la urgencia por fuera de ciertos dispositivos
tramos algún camino. Algo se arma. Cuando nos vemos forza- clásicos?
dos, desaparece la noción de que el riesgo nos guía al camino Alfredo: Uno dice «Salud Mental Comunitaria» en cualquier
de internación o no internación. lugar de Latinoamérica y la gente remite inmediatamente
Alfredo: Retomando lo que decía Carlos, lo que considera- a Mauricio Goldemberg. Se conoce más en otro lugar que
mos urgencia, desde una perspectiva más integral es en fun- acá. No hay una tendencia a reincorporar esas tradiciones
ción de la complejidad del contexto en el cual estamos. No es salvo algunas buenas experiencias que tampoco son políticas
lo mismo hablar de esto hoy, que hace treinta o cuarenta años. generales, caso de los “Equipos itinerantes” que se intentaron
en la reforma de la Provincia del Chubut.
Clepios: ¿Y en la actualidad se encuentran de manera pre- Carlos: A nosotros nos excede la complejidad, pero estamos
dominante con alguna problemática en particular? lejos de abrirnos también a otra gente que intervenga: La
Alfredo: Hoy nos encontramos con lo que desde un punto comunidad, un vecino, un cura, un evangelista, o el que quie-
de vista se podrían llamar problemáticas de sociedades com- ra... Nosotros seguimos diagnosticando que lo que le falta
plejas, donde toda problemática atraviesa diferentes sectores: es una psicoterapia y tratamiento psiquiátrico farmacológico.
Salud, educación, economía, derechos. Entonces necesita- Y empezamos por lo que nosotros podemos hacer ya, que
mos un abordaje trasversal e instituciones trasversales, que es un tratamiento psiquiátrico farmacológico de urgencia. A
no las tenemos. Pero la problemática es sumamente trasver- esa pata que le falta, nosotros decimos: «Si, se la podemos
sal. Lo que ingresa como problema de salud mental, en media garantizar, pero a esta sola y por tres días». Hay pacientes
hora puede ser un problema de otro tipo, lo cual lo hace tre- que en la semana vienen cinco veces porque no les alcanza
mendamente complejo. Va más allá de las políticas del sector. la medicación: Son cinco prestaciones en lugar de una que
Y encima nos encontramos con un contexto donde las tramas debería ser mensual.
sociales están fuertemente deterioradas, donde hay ruptura Alfredo: Se empieza por el final. Zaffaroni dice con respec-
del lazo social. Antes la sociedad tenía capacidad de recep- to al derecho penal que es la última instancia. No podemos
ción. Hoy esa recepción no está. Cuando se da un alta, por empezar desde la internación o la Urgencia. Estimo que es
ejemplo, todavía se sueña que hay una sociedad esperando necesario replantear, discutir, consensuar en los espacios de
que el paciente llegue. Donde vuelve es a un vacío. Además, interevención que compartimos. Sencillamente dialogando.
agrego, saliendo un poco del tema de la urgencia, respecto de Entendiendo el diálogo como una conversación entre iguales.
cómo se trabaja todo eso que se sabe poco del contexto del Carlos: Y lo veo más difícil en los profesionales por lo poco
paciente, se sale poco al territorio, nada sabemos acerca de que estamos invirtiendo en este tipo de discusiones. Están
eso. Una cosa es conocer el barrio, ver qué posibilidades de degradadas. Eso es lo que a mí más me preocupa, enton-
contención tiene, por dónde trabajar esa contención. Esto en ces apelo a que los que se están formando se puedan mover
las prácticas viene siendo prohibido desde la dictadura militar hacia experiencias interdisciplinarias.
y se mantuvo implícitamente. Salvo en experiencias de Salud Lo importante de nuestro equipo es que podemos sentarnos a
Mental Comunitaria, que se fueron recuperando en los últimos hablar con ustedes, con total seguridad de que el conocimien-
años. Hay restricciones para salir del hospital por ejemplo. to no está en nosotros ni que tienen que venir a aprender de
Carlos: Lo más parecido a eso es la ambulancia que te va a nosotros. Sino desde una lógica de trabajo que transmitimos,
buscar. Esa es la paradoja. El recurso termina utilizándose precisamente, trabajando y pensando con ustedes desde la
coercitivamente, en la máxima de las complejidades que es sorpresa máxima. Vamos intercambiando desde ahí. Si no
sacar a alguien de la casa, con policía, a las tres de la maña- nos sorprendemos con las distintas preguntas, entramos nue-
na, en vez de trabajar con un paciente externado. vamente a esta invitación de dar una respuesta totalitaria de
El modelo hospitalario tal como lo conocemos, está en defi- la que estamos tratando de salir.
ciencia en términos también históricos, a nivel de intervención Alfredo: Si somos coherentes con lo que venimos diciendo
en lo social. Como decía, todavía en el hospital, se sigue pen- no hay una respuesta, la respuesta la vamos construyendo en
sando que la respuesta es un tratamiento psiquiátrico o psico- función a cada situación
lógico, no tenemos otra cosa para ofrecer. Carlos: No hay nada más placentero que poder mostrar-
Alfredo: Volvemos al inicio, cuando se cierra el servicio de se descalzo y decir: «Ayudame a pensar esto». A partir de
Salud Mental del Pirovano, se cierra porque había entre el esa premisa, de que no sabemos qué hacer y nos lo pregun-
Servicio Social y el de Salud Mental un fuerte trabajo en la tamos todo el tiempo, es que vamos acertando alguna pro-
Villa del Bajo Belgrano. Había mucho trabajo comunitario, en puesta....
terreno. Entonces una cosa es que vos conozcas en tu área
programática los lugares donde viven tus pacientes, o futu-
ros pacientes, o las familias, y otra cosa es que no tengas la
menor idea y que haya una negación de eso e incluso requisi- Clepios: Muchas gracias
tos burocráticos que te impiden salir.
CLEPIOS 40
LO HUBIERA
SABIDO ANTES
RESUMEN :: Nos encontramos frente a una época marcada por el Discurso Capitalista, donde lo pre-
ponderante es el consumo y la producción, en la que el imperativo de goce nos exige que gocemos
todos de lo mismo y de la misma manera. Encontrar una respuesta singular allí, es el desafío. Las
psicoterapéuticas actuales ante los pedidos urgentes, responden desde el Discurso del Amo, descon-
ociendo lo real en juego. La ética que propugna el psicoanálisis, advertida del encuentro insistente
con lo real, no se encuentra regida por el asistencialismo, por ideales masificantes, ni reeducativos;
implica una orientación ética, no una aplicación técnica. El programa de “Abordaje del Padecimiento
Humano”, propone una lógica encuadrada dentro de una clínica del detalle, artesanal, donde se crea
un dispositivo para cada uno rompiendo la lógica del “para todos todo”. La lógica capitalista implica la
inmediatez, una velocidad que intenta suprimir los intervalos. Y es en esa hiancia, en ese intervalo,
donde se aloja el sujeto.
Palabras clave: Pausa - Psicoanálisis - Inmediatez - Urgencia - Público
CLEPIOS, REVISTA DE PROFESIONALES EN FORMACIÓN EN SALUD MENTAL 2015 - VOLÚMEN XXI - Nº 1: 41-43
LO HUBIERA SABIDO ANTES
A partir de nuestro actual recorrido por el tercer año de resi- bra. El Programa de Abordaje del Padecimiento Humano en la
dencia en el Municipio de Morón, Provincia de Buenos Aires, Comunidad no se caracteriza por ser un equipo especializado
decidimos realizar este trabajo no para dar definiciones ni ce- a donde se deriven los “problemas con los locos”. Su caracte-
rrar sentidos sino por el contrario, tratar de reflexionar sobre rística sobresaliente es producir una lectura ahí, con ese que
nuestra práctica cotidiana a partir de lo que nos enseña el llama preocupado, en “situación de urgencia”. La propuesta es
psicoanálisis día a día. Poder abrir nuevas preguntas, trabajar propiciar un encuentro, acompañar para hacer posible algún
con otros, pensar posiciones y lugares en juego, son algunas tratamiento del padecimiento, y ofrecer alguna resistencia a
de las cosas que nos deja nuestro pasaje por el “Programa de la internación.
Abordaje del Padecimiento Humano” en la comunidad. Esa es
Dentro de la casa o fuera de ella, se “hace lugar a la locura”, fra-
nuestra manera de vivir experiencia a experiencia lo que nos
se que no contiene palabras sueltas, sino que deja traslucir toda
enseñaron Freud y Lacan.
una postura ideológica y ética. Se hace lugar, teniendo en cuen-
ta el rechazo que genera no sólo en la sociedad en general, sino
Boatti, un lugar para la locura también en los mismos profesionales de la Salud Mental.
CLEPIOS 42
>
Acercarnos a él no fue una tarea fácil. Deambulaba sin dete- sufre un episodio con alcohol y fuego, y termina internado de
nerse. Frente a un llamado, era cuestión de mirarnos y seguir gravedad en el Instituto del Quemado. Es allí donde lo visitá-
su rumbo. ¿Cómo poder acercarnos sin que se volviera algo bamos, y en donde los profesionales de la institución nos pre-
invasivo? ¿Cómo no quedar “pegado” a los reclamos de “ca- guntan: ¿se vienen desde Morón para ver a un solo paciente?
rácter urgente” de los vecinos, de la UGC? Nuestra guía era Estas intervenciones representan la política del dispositivo, en
ir al encuentro con él, rescatar la presencia de un sujeto ahí. tanto pausa.
La comida comenzó a ser un “entre” entre nosotros, tal vez
Esta propuesta clínica y ética es imposible de llevar a cabo sin
mi compañero a un costado pero presente ahí, haciendo de
otros, sin un trabajo colectivo. Poder pasar la experiencia de
una exterioridad, de un tercero. La comida iba armando cierto
uno por otro u otros, por momentos genera alivio, compañía,
lazo, comenzaba a reconocerme como la amiga que “le lleva la
poder detenerse a pensar en la singularidad de cada caso,
comida”, siendo él también quien se acercaba, haciendo algún
entre varios, como así también acompañar a los compañeros
pedido. El trabajo consistía en acompañar el trabajo de nues-
de la UGC, quienes se encuentran en el territorio. Cada miér-
tros compañeros de la UGC y “estar con Chino”. Permitiendo
coles el programa se abre a la lectura de diversos textos, al
que sea posible detenerse, poder intercambiar algo de lo enlo-
compartir las experiencias de intervención de quienes trabajan
quecido que lo invadía.
allí, a pensar con otros, a escuchar y escucharse.
Un pedido de internación para Chino cada vez era más próxi-
mo. ¿Qué lugar darle a ese pedido? ¿Es posible un tratamien-
to de la locura por fuera de lo institucional? ¿Una internación El desafío: la pausa
con un fin terapéutico o una internación para que deje de ser
visible la locura? ¿Qué ordena una internación? Las psicoterapéuticas actuales ante los pedidos urgentes, res-
ponden desde el Discurso del Amo, desconociendo lo real en
Saltando ciertos avatares que fueron sucediendo, Chino se
juego. La ética que propugna el psicoanálisis, advertida del
encuentra internado, y para poder reflexionar qué lugar para
encuentro insistente con lo real, no se encuentra regida por
la internación, tomo sus palabras en la primera visita en el ma-
el asistencialismo, por ideales masificantes, ni reeducativos;
nicomio: “no maté, no robé, no comí carne humana, ¿por qué
implica una orientación ética, no aplicación técnica.
estoy internado?”.
La posición del analista es de objeto, pero no como quien tiene
Frente al discurso del para todos de la ley, el lugar del psicoa-
el saber sino como quien causa la pregunta. Causar la división
nálisis es rescatar la singularidad del cada uno, introducir el
subjetiva, como revés del Amo. Su función es contraria al sa-
“uno por uno” en el “para todos” de la ley, que permita un uso
ber burocrático universitario, al discurso médico, dominante.
particular de la norma.
La política y clínica del programa propone una lógica encua-
En palabras de Laurent (2000) podríamos pensar el lugar del
drada dentro de lo que Laurent (2000) llama una clínica del
analista: “más que un lugar vacío, es el que ayuda a la civiliza-
detalle, artesanal, donde se crea un dispositivo para cada uno
ción a respetar la articulación entre normas y particularidades
rompiendo la lógica del “para todos todo”. La lógica capitalista
individuales. (…) ha de ayudar a impedir que en nombre de la
implica la inmediatez, una velocidad que intenta suprimir los
universalidad o de cualquier universal, ya sea humanista o anti-
intervalos. Y es en esa hiancia, en ese intervalo, donde se alo-
humanista, se olvide la particularidad de cada uno”.
ja el sujeto. “No sé lo que quiero, pero lo quiero ya”, nos decía
En unas de las visitas al ex Hospital Nacional en Red (ex CEN- Luca Prodan anticipándose hace casi 30 años. Poder poner
SARESO), en donde se encontraba internado Pepe, vecino una pausa allí es el desafío. Pausa que permita la emergencia
del Palomar, y quien vivía en la calle desde hace ya muchos de un sujeto, pausa que nos permita hacer lugar a la locura.
años, tomando 3 litros de alcohol etílico por día, gente de la
En algún punto esa es nuestra ubicación frente a los pedidos
institución, nos afirma: “Pueden contar con nosotros para lo
“urgentes” que llegan de diferentes lugares. Y es esta orienta-
que sea, acá lo único que no hay es tiempo”. A lo que contes-
ción la que nos causa y la que nos hace vivir esta profesión
tamos “es lo único que necesitamos”.
con cada vez más compromiso y mayor convicción de que el
Pepe también nos habla del tiempo. Nos dice: “les doy 5 días entrecruzamiento productivo entre la dimensión de lo público y
para sacarme de acá, sino, me voy”. Y es al cabo de esos 5 el psicoanálisis, es posible.
días que él vuelve a su lugar, a su vereda, con su gente, donde
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Freud, S. ([1930] 1999). El malestar en la cultura. Buenos Aires, Tres Haches
Aleman, J. (2009). “La metamorfosis de la ciencia En: Obras Completas, tomo XXI. Buenos Aires, Miller, J. A. (1986). Matemas I. Buenos Aires,
en técnica: el discurso capitalista”. IV Encuentro Amorrortu Editores Manantial
America- XVI encuentro internacional del Campo Lacan, J ( [1970] 2013). Seminario 17: “El reverso del Programa de Abordaje del Padecimiento Humano en
Freudiano Psicoanálisis”, Buenos Aires , Paidos. la Comunidad. Algunas propuestas para discutir: lo
Laurent, E. (2000). Psicoanálisis y Salud Mental. político, los dispositivos, la comunidad.
CLEPIOS 43
LOS 5...
Presión, estrés, sentido del deber, complacer, culpa. La tener. La búsqueda de identidad y aceptación por parte de los
historia occidental, y parte de la mitología oriental, está pares es también una característica de los héroes.
plagada de historias de héroes que cambiaron el destino de
Aquello que los hace héroes y súper, en definitiva, no son sus
la sociedad, o personas que con solo participar en un hecho
poderes o condiciones sobrenaturales, sino el desarrollo de
lograron el bien generalizado.
su carácter y personalidad para afrontar la lucha que cada
Mitos griegos, dioses, extraterrestres, humanos voladores, uno decida enfrentar.
que reptan, que se teletransportan, que mutan, superfuerza,
Entonces acá van, acá están, cinco puntos que podrían ser
supervelocidad, súper todo. ¿Pero qué es lo que queremos
apenas una aproximación a un proceso detallado de cómo
en realidad? ¿Su destreza? ¿Su habilidad? ¿Su moral?
convertirse en un superhéroe.
¿Alguien sabe qué pasa dentro de la cabeza de un
superhéroe? ¿Cómo lidia con sus emociones y miedos?
CLEPIOS 45
COMENTARIO
DE EVENTOS
Soy hombre;
a ningún otro hombre estimo extraño 1
Facundo De Ciervo
Médico. Residente de segundo año en Residencia en Salud Mental.
Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”.
Período 2014-2015 [ facundo.dc@hotmail.com ]
Decía Camus, a mitad de siglo XX, que el suicidio es quizá el único problema filosófico verdaderamente serio. De ello sabe más
Camus que nosotros, sin embargo nos vemos muy tentados a hablar desde nuestro lugar en parecidos términos: sin lugar a
dudas es uno de los temas que nos pone verdaderamente serios. Su tratamiento -desde multifacéticas vertientes- consistió en
convocatoria del último número de Clepios. La complejidad de la temática interpeló al colectivo que hacemos la revista, más allá
de las producciones que llegaron como letra escrita y hubo necesidad de hablar y escuchar. Nos instó imperiosamente a pensar
con otros. Es que no sólo consiste en “la mortalidad de nuestro campo” como muchos refieres, lo que no es poco, sino también
en pensamiento sobre la vida. Desde allí la propuesta de un espacio para dar una vuelta de tuerca, bajo la forma de un debate
entre todos, a una cuestión que consideramos las más de las veces poco colectivizada (por “obvia”, angustiosa o inmensa)
Así fue que en el marco de las XXI Jornadas Metropolitanas de Residentes de Salud Mental, la invitación a la mesa de Clepios
se ofreció como espacio a tal fin, donde propuestas distópicas, escenarios imaginarios y situaciones ficcionadas intentaron ser
disparadores de un debate adeudado.
A continuación una crónica posible de aquel encuentro reconstruida y regalada por un participante. A él y a todos los que llenaron
el espacio de reflexiones sentidas, agradecemos.
Caemos alertas sentándonos en ronda. “Profesionales de la en que quizás están buscando o queriendo decir otra cosa?”.
Salud Mental”: residentes, concurrentes, recurrentes, quizás En las respuestas que brotan se anoticia que lo profesional
irreverentes. Miro los rostros, recuerdo el título del taller, me se confunde con lo personal, lo familiar, lo social, lo moral,
inquieto. Alguien aprieta un botón y, como una cachetada sin lo ético, lo psicopatológico, lo legal, lo religioso, lo cultural,
aviso, se proyectan sobre una tela una hilera de japonesas lo ideal, lo emocional… El asunto se torna demasiado difícil
adolescentes arrojándose a los pies de un subte. Con esta y vertiginoso.
sangre alrededor, no sé qué puedo yo mirar2. Se termina el
Yo –con la incertidumbre a cuestas- había llegado diciendo
video. Un suspiro, un silencio, una espera. ¿Quién empieza?
¿porqué no habría de compartir con un desesperanzado los
Afuera, mañana laboral, Callao casi Corrientes, mucha gente, motivos que me aferran a la vida? Recuerdo una analista,
mucho humo, mucho ruido. Adentro del hotel, Jornadas Metro- hace muchos años, diciéndome que a ella la sostenía la cu-
politanas. Un grupo de jóvenes se juntan a discutir acerca del riosidad incesante por las cosas, recuerdo haberme encontra-
Suicidio (otra vez la muerte pidiéndonos que nos aboquemos do en esa respuesta, que cayó como un pedazo de madera
a ella). Esa es la propuesta, o al menos la excusa para arro- flotante en medio del hambriento mar.
jar inquietudes al interior del círculo como si de ahí salieran
Pienso en eso que nos hace querer contagiarle al otro que
respuestas.
es mejor estar vivo, ese esfuerzo vitalista que, a pesar de
Preguntas, discursos, debate: “¿acaso alguien no pensó algu- estar anoticiados de lo absurdo y el sin-sentido de la vida, nos
na vez en matarse?” “¿Cuál es el sentido de la vida?” “¿Todo conduce a construir con el otro un sentido que le devuelva la
suicidio es patológico?” “¿Qué debemos hacer cuando una alegría perdida. ¿Acaso esta actitud no es paternalista? Hallo
persona dice que se quiere morir?” “¿Cómo se evalúa sufi- en mí, por debajo, angustia, temores y un acto de cuidado,
cientemente el llamado “riesgo cierto e inminente?” “¿Qué de amor. ¿Cuál es el fundamento de esta actitud? Un deber y
responsabilidad tiene el psicopatólogo ante un paciente que una razón. El deber que dictamina la ley, que pondera el valor
dice que se va a matar?” “¿Acaso no debemos detenernos vida y nos obliga a proteger a las personas con “riesgo cierto
e inminente”. Pero más allá hay una razón: si sucede que Por ahora prefiero concluir que cada situación clínica nos
una persona desesperanzada y/o desesperada comparte sus propone la oportunidad de contagiarle al otro algo de color,
tristezas y su angustia o si no realizó un acto suficientemente alegría, amor, con todos los sesgos de mis costumbres, mis
letal para su vida es probable que esté buscando ayuda o al valores y mi cultura, aún sin hablar de dioses, santos ni pro-
menos sospeche que “está con riesgo cierto e inminente” de fetas. ¿Por qué –en tanto hombre, ante otro que no me es ex-
recibir atención profesional. traño- habría de abstenerme? No se trata de una actitud en la
que se discuta “muerte sí, muerte no”, “agredirse sí, agredirse
Sin embargo, en la ronda de jóvenes, se cuestiona este es-
no”; la escena es más compleja y el planteo es más honesto
fuerzo vitalista. Se alza otra pregunta: ¿podemos desafiar
(y más profesional) si se hace cargo de las emociones que se
nuestros valores y pensar por fuera de nuestra cultura el asun-
ponen en juego tanto en los pacientes como en los agentes
to del suicidio? Me resulta más práctico remitirme a distintas
de salud. No me compete (ni me es posible) afanarle al otro
situaciones clínicas en las que me vi envuelto (y cautivado):
la posibilidad de que encuentre su manera de vivir y de mo-
un adolescente que se corta los antebrazos o toma pastillas
rir, pero sí puedo al menos mostrarle que todo camino puede
cerca de quien puede auxiliarlo; una joven triste que se siente
andar3.
culpable por todo y dice que prefiere no haber nacido; un mu-
chacho convencido que debe matarse bajo la instrucción de
una voz; un adulto amputado que no tolera vivir con reducción
de su movilidad; una persona con una enfermedad terminal NOTAS
que ya no quiere seguir esperando la muerte; un joven que 1 “Del sentimiento trágico de la vida”. Unamuno.
padece una enfermedad crónica que quiere abandonar los 2 Cantata de Puentes Amarillos, del disco Artaud, Luis Alberto Spinetta.
3 Ídem
medicamentos y cuidados que le ofrece la medicina alopáti-
ca; una púber que se arroja de un balcón y se gana fracturas
en todo el cuerpo… ¿No son todas estas situaciones distintas
como para tener una sola respuesta clínica?
Cada vez, con cada uno, al encuentro con el otro, así veo hoy
la clínica de la subjetividad. ¿Qué intento de teorización acer-
ca de la muerte puede ser acabada, no sesgada por mis limi-
taciones? Pero esta ronda de voces encontradas me propone
pensar acerca de los valores que subyacen en nuestra actitud
clínica. Algunos profesionales proponen actuar con mayor to-
lerancia ante la decisión de morir, y están dispuestos a respe-
tarla sin intentar cuestionarla. Se habla de la autonomía, y de
no intentar patologizar este tipo de decisiones. Concuerdo: el
tema del suicidio va más allá de la psicopatología; pero el acto
autónomo implica conciencia y decisión deliberada teniendo
en cuenta las consecuencias de cada determinación. ¿Pode-
mos asegurarlo?
CLEPIOS 47
CORRESPONSALES
CLEPIOS 48