El Honrado Leñador
El Honrado Leñador
El Honrado Leñador
Érase una vez un pobre leñador. Vivía en los bosques verdes y silenciosos cerca de un
familia. Cada día hacía una larga caminata por el bosque con su dura y afilada hacha colgada
al hombro. Solía silbar mientras andaba al pensar que, mientras tuviera salud y su hacha,
Un día estaba talando un gran roble cerca de la orilla del río. Las astillas saltaban con
cada hachazo y el eco de sus golpes resonaba por el bosque con tanta claridad que
Al cabo de un rato, el leñador pensó que descansaría un poco. Dejó el hacha apoyada en
un árbol y se dio la vuelta para sentarse. Pero tropezó con una vieja raíz retorcida y, antes
El pobre leñador se asomó sobre el torrente para intentar ver el fondo, pero en aquel
tramo de río era demasiado profundo. El agua continuaba fluyendo tan alegremente como
—¿Qué voy a hacer? —gritó el leñador—. ¡He perdido mi hacha! ¿Cómo voy a alimentar
Tan pronto como dejó de hablar, una hermosa dama surgió de entre las aguas. Era el
un hacha de plata.
El leñador pensó en todas las cosas bonitas que podría comprar a sus hijos con esa
El hada del río dejó el hacha de plata en la orilla y se sumergió de nuevo. Pronto volvió
El hombre la miró.
—¡Oh, no! —contestó—. ¡Ésa es de oro! ¡Es muchísimo más valiosa que la mía!
El hada del río dejó el hacha de oro en la orilla y se zambulló otra vez. Al aparecer de
—Es la tuya —dijo el hada—. Y también lo son las otras dos. Son un regalo del río por
Y esa noche el leñador volvió a su casa con las tres hachas sobre el hombro. Silbaba
William J. Bennett
El libro de las virtudes para niños – relatos de hoy y de siempre
Barcelona, Ediciones B, 1996