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Accion de Tutela F

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Ocaña, de marzo de 2019

SEÑOR,
JUEZ MUNICIPAL DE OCAÑA- REPARTO
CIUDAD

REFERENCIA: ACCION DE TUTELA (ART. 86 DE LA C.N.)


ACCIONANTE: SANDRA TRILLOS CRIADO
AGRAVIANTE: EPS COLSANITAS

SANDRA TRILLOS CRIADO, mayor y vecina de Ocaña, identificada tal como


aparece al pie de mi firma y actuando en calidad de agente oficioso de su
hermana YOLAMY ESTER TRILLOS CRIADO con 53 años de edad; con el
debido respeto y en ejercicio del principio constitucional previsto en el artículo 86
de la Carta Política, me permito formular Acción de Tutela, respecto de la entidad
prestadora de servicio EPS SANITAS, por considerar vulnerados los derechos
fundamentales a la salud en conexidad con la vida, ( art. 11 , 44 Y 48 de la C.N.);
al NO DARLE CURSO A LA REMISIÓN A SOLICITADA EL MEDICO
TRATANTE.
Se trata entonces de una acción de tutela integral para efectos de asegurar la
protección a la salud debido a que necesito de manera urgente se le de curso a la
remisión a por el médico tratante e igualmente que le realicen a mi hija DANNA
MICHELL PACHECO CARREÑO los procedimientos médicos que buscan mejorar
las dificultades relacionadas con el trastorno de la pubertad y que por mandato del
artículo 48 de la Carta Política se impone al Estado la protección especial en forma
integral y el Art 44 el cual establece la protección a los derechos fundamentales de
los niños: la salud, la integridad física y la vida.

MANIFESTACION

Manifiesto bajo la gravedad de juramento que no he formulado otra acción de tutela


invocando los mismos hechos y derechos.

HECHOS

PRIMERO: Manifiesto que mi pequeña se encuentra afiliada para la seguridad


social en salud ante la empresa prestadora de salud CONFA ORIENTE - EPS, la
cual opera en Ocaña y por tal razón está legitimada para ser receptora del servicio
de salud.

SEGUNDO: Mi menor hija presenta desde hace cuatro meses atrás la patología de
PUBARQUIA OBESIDAD según diagnóstico del médico tratante.

TERCERO: Mi hija debe asistir a una cita de control y seguimiento el mes siguiente
para observar la evolución que ha tenido con el medicamento que hasta el momento
se le ha negado y se le debía suministrar durante tres meses, caso en el cual no va
ser posible porque tiene que esperar el lapso de tres meses más debido a la
negligencia que esta entidad prestadora de salud ha tenido hasta el momento.

CUARTO: El día cuatro de septiembre asistí a las instalaciones de CONFA


ORIENTE para que me entregaran el medicamento PAMOATO DE
TRIPTORRELINA necesaria para la enfermedad que padece mi hija, pero me
manifestaron que esperara y que ellos llamaban cuando estuviere disponible.

QUINTO: Hasta la fecha la empresa CONFA ORIENTE ha hecho caso omiso en la


entrega de los medicamentos que se le deben suministrar a mi hija en donde están
vulnerando el derecho fundamental a la salud en conexidad con la vida.
SUSTENTACION JURISPRUDENCIAL

En el presente caso me permito acotar el siguiente aparte jurisprudencial de la


SENTENCIA T-092 DE 2018 EN DONDE LA CORTE SOSTUVO:

SUMINISTRO OPORTUNO DE MEDICAMENTOS-Reiteración de jurisprudencia


A juicio de la Corte, las entidades promotoras de salud no sólo tienen la obligación
de garantizar la oportuna y eficiente entrega de los medicamentos que requiere el
paciente, sino también la de adoptar medidas especiales cuando se presentan
barreras injustificadas que impidan su acceso, ya sea por circunstancias físicas o
económicas, más allá de las cargas soportables que se exigen para los usuarios del
sistema, pues de ello depende, en muchos casos, el amparo de sus derechos
fundamentales a la vida digna, a la salud y a la integridad física.

PRETENCIONES

PRIMERO: Solicito al Juez constitucional de tutela amparar mis derechos


constitucionales de rango fundamental, en este caso la salud, la vida, derechos
constitucionales de los niños (art. 11, 48 y 44 de la C.N)

SEGUNDO: Como consecuencia de la declaración que antecede, solicito al Juez


constitucional de tutela ordenar a la EPS, CONFA ORIENTE, que se le suministre
inmediatamente a mi hija el medicamento PAMOATO DE TRIPTORRELINA el
tiempo necesario que lo requiera e igualmente en cualquier momento.

TERCERO: Que la EPS, CONFA ORIENTE le suministre todo el tratamiento integral


necesario para la enfermedad que padece mi hija e igualmente los procesos
posteriores relacionados con la misma.

CUARTO: Que no vuelva a ocurrir esta negligencia por parte de la EPS mencionada
en la pretensión anterior y de igual manera se le brinde atención oportuna ya que
es muy necesaria para salvaguardar derechos que pueden ser vulnerados con la
omisión de muchos acontecimientos planteados anteriormente.

MECANISMO CON EL CUAL SE PRESENTA LA ACCION DE TUTELA

La presente Acción de Tutela, se presenta como mecanismo principal.

DERECHOS VULNERADOS

Se viola en el presente caso, el derecho integral a la salud, aspecto éste que se


encuentra en conexión directa con el derecho a la vida (Art.11, y 48 de la
Constitución Política).

Los derechos fundamentales de los niños: la integridad física, y la seguridad social,


Art, 44 CN.)

MEDIOS DE PRUEBA

1. Fotocopia de mi cedula de ciudadanía. (01 FOLIO)


2. Fotocopia de la tarjeta de identidad de mi hija DANNA MICHELL PACHECO
CARREÑO. (01 FOLIO)
3. Historia clínica (02 FOLIOS)
4. Formato de solicitud de medicamentos NO POS (01 FOLIO)
5. Constancia recepción de documentos (01 FOLIO)
6. Plan de manejo consulta externa (01 FOLIO)

NORMAS VULNERADAS

Se vulnera el derecho a la salud en conexión directa con el derecho a la vida (art.


11, y 48 de la C.P.). La dignidad humana y los derechos de los niños

FUNDAMENTOS DE DERECHO

SENTENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL T-062 DEL 2017

Derecho fundamental a la salud y su protección por vía de tutela. Reiteración


de jurisprudencia

El artículo 48 de la Constitución consagró la seguridad social como un derecho de


carácter irrenunciable que requiere garantizarse a todos los habitantes del territorio
colombiano, y como servicio público obligatorio, bajo el control del Estado, que debe
ser prestado con sujeción a los principios de solidaridad, eficiencia y universalidad.
Acorde con lo dispuesto por el citado artículo, la jurisprudencia de esta Corte ha
determinado que el derecho fundamental a la seguridad social se encuentra definido
como aquel “conjunto de medidas institucionales tendientes a brindar
progresivamente a los individuos y sus familias, las garantías necesarias frente a
los distintos riesgos sociales que puedan afectar su capacidad y oportunidad, en
orden a generar los recursos suficientes para una subsistencia acorde con la
dignidad del ser humano.
Por su parte, el artículo 49 de la Carta, en relación con lo anterior, consagró que
toda persona tiene el derecho de acceso a la protección y recuperación de su salud,
el cual se encuentra a cargo del Estado y que debe ser prestado conforme a los
principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.
Así, en desarrollo de las normas constitucionales citadas, el Congreso expidió la
Ley 100 de 1993 “por medio de la cual se crea el Sistema General de Seguridad
Social”, con el objetivo de otorgar el amparo frente a aquellas contingencias a las
que puedan verse expuestas las personas con la posibilidad de afectar su salud y
su situación económica. En ese orden, el sistema fue estructurado con los
siguientes componentes: (i) el Sistema General en Pensiones, (ii) el Sistema
General en Salud, (iii) el Sistema General de Riesgos Profesionales y (iv) Servicios
Sociales Complementarios.
De igual forma, y por interesar a esta causa, la mencionada ley dispone como uno
de los objetivos del Sistema General en Salud, crear condiciones de acceso a todos
los niveles de atención para toda la población, orientado por los principios de
universalidad, calidad y eficiencia, entre otros.
Asimismo, la Ley 1751 de 2015 reconoció el carácter fundamental que comporta
este derecho, tal como lo venía señalando la jurisprudencia constitucional. Dicha
garantía, consiste en una serie de medidas y prestación de servicios, en procura de
su materialización, en el más alto nivel de calidad e integralidad posible.
En ese orden, esta Corte ha sostenido que, en virtud del derecho fundamental a la
salud, el Estado está en la obligación de adoptar aquellas medidas necesarias para
brindar a las personas este servicio de manera efectiva e integral, derecho que, de
encontrarse de alguna manera amenazado, puede ser protegido por vía de acción
de tutela.

Lo anterior cobra mayor importancia cuando se trata de sujetos que se encuentran


en situación de debilidad manifiesta, como es el caso de los niños, las personas de
la tercera edad, quienes sufren de enfermedades catastróficas, entre otras, como
por ejemplo, todo tipo de cáncer, y también sujetos que padecen algún tipo de
discapacidad puesto que, sumado a la prestación de un servicio de calidad y un
tratamiento eficiente e integral para la enfermedad que se padezca, estos merecen
una especial protección por parte del Estado.

SENTENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL. T 178 DEL 2017

Principio de integralidad predicable del derecho a la salud. Casos en los que


procede la orden de tratamiento integral

Con relación al principio de integralidad en materia de salud, esta Corporación ha


estudiado el tema bajo dos perspectivas, la primera, relativa al concepto mismo de
salud y sus dimensiones y, la segunda, a la totalidad de las prestaciones
pretendidas o requeridas para el tratamiento y mejoría de las condiciones de salud
y de la calidad de vida de las personas afectadas por diversas dolencias o
enfermedades.

Así las cosas, esta segunda perspectiva del principio de integralidad constituye una
obligación para el Estado y para las entidades encargadas de brindar el servicio de
salud pues les obliga a prestarlo de manera eficiente, lo cual incluye la autorización
total de los tratamientos, medicamentos, intervenciones, terapias, procedimientos,
exámenes, controles, seguimientos y demás que el paciente requiera y que sean
considerados como necesarios por su médico tratante.

Luego, es posible solicitar por medio de la acción de tutela el tratamiento integral,


debido a que con ello se pretende garantizar la atención en conjunto de las
prestaciones relacionadas con las afecciones de los pacientes, que han sido
previamente determinadas por su médico tratante. Cuando la atención integral es
solicitada mediante una acción de tutela el juez constitucional debe tener en cuenta
que esta procede en la medida en que concurran los siguientes supuestos:

(i) La descripción clara de una determinada patología o condición de salud


diagnosticada por el médico tratante, (ii) por el reconocimiento de un conjunto de
prestaciones necesarias dirigidas a lograr el diagnóstico en cuestión; o (iii) por
cualquier otro criterio razonable.

Con todo, se torna preciso aclarar que este Tribunal ha identificado una serie de
casos en los que se hace necesario otorgar una atención integral al paciente,
independientemente de que el conjunto de prestaciones pretendidas se encuentren
dentro de la cobertura del PBS-, cuales son aquellos en los que están involucrados
sujetos de especial protección constitucional, vale decir, los que guardan relación
con, entre otros, menores de edad, adultos mayores, desplazados, personas con
discapacidad física, o que padezcan de enfermedades catastróficas.
Finalmente, debe destacarse que la protección deprecada ha ampliado su
cobertura, en tanto que en la actualidad también se ha reconocido la existencia de
otros casos excepcionales en los cuales cuando las personas exhiben condiciones
de salud extremamente precarias e indignas, le es permitido al juez de tutela otorgar
el reconocimiento de las prestaciones requeridas para garantizar su atención
integral, con el fin de superar las situaciones límites que los agobian.

En efecto, en el artículo 10º de la Ley 1751 de 2015, Estatutaria de Salud, se


definen los derechos y deberes de las personas, relacionados con la prestación del
servicio de salud. Específicamente, su literal q establece que las personas tienen el
derecho a “agotar las posibilidades de tratamiento para la superación de su
enfermedad”. Al respecto, en el control previo de constitucionalidad al proyecto de
ley estatutaria, esta Corporación reiteró que la efectividad del servicio, tecnología,
suministro etc., depende del paciente y su entorno; encontrando exequible, la
inclusión del principio de integralidad (artículo 8º) en la referida ley estatutaria, al
resultar importante para la realización efectiva del derecho al servicio a la salud,
consagrado en los artículos 2 y 49 de la Carta.

Los servicios esenciales para sobrellevar un padecimiento y garantizar una


vida en condiciones dignas. Reiteración de jurisprudencia

En virtud del principio de integralidad del servicio de salud, la Corte Constitucional


ha sido enfática en señalar que el tratamiento que debe proporcionársele al enfermo
no se reduce a obtener la curación. Este, debe estar encaminado a superar todas
las afecciones que pongan en peligro la vida, la integridad y la dignidad de la
persona, por tal razón se deben orientar todos los esfuerzos para que, de manera
pronta, efectiva y eficaz reciba todos los cuidados médicos tendientes a
proporcionarle el mayor bienestar posible. Al respecto, esta Corporación ha
manifestado:

En este orden de ideas, el desconocimiento del derecho a la salud no se circunscribe


únicamente a la constatación del peligro inminente de muerte, dado que su ámbito
de protección se extiende a la prevención o solución de eventos en los cuales el
contenido conceptual básico de los derechos fundamentales involucrados puede
verse afectado, de esta forma, no solo el mantenimiento de la vida, previsto en el
artículo 11 de la Constitución política, se protege como fundamental, sino la
materialización del derecho a la existencia en condiciones dignas (Negrilla por
fuera del texto).

De la misma manera, este tribunal constitucional reiteró que “el ser humano necesita
mantener ciertos niveles de salud para sobrevivir y desempeñarse, de modo que
cuando se presentan anomalías en la salud, aun cuando no tengan el carácter de
enfermedad, pero que afecten esos niveles y se ponga en peligro la dignidad
personal, el paciente tiene derecho a abrigar esperanzas de recuperación, a
procurar el alivio a sus dolencias y a buscar la posibilidad de una vida que pueda
llevarse con dignidad”.

Lo anterior, obedece a que la enfermedad no solo debe tratarse desde el punto de


vista médico sino desde una perspectiva integral, que abarca todos los elementos y
tratamientos necesarios para optimizar las habilidades funcionales, mentales y
sociales del paciente.

De esa manera, en aquellos casos en los que científicamente no se pueda obtener


la recuperación del estado de salud del paciente por el complejo cuadro clínico que
presenta, se debe propender, por todos los medios, por garantizar el nivel de vida
más óptimo a través de la totalidad de los elementos y tratamientos que se
encuentren disponibles, pues con ocasión de sus enfermedades son fácilmente
expuestos a afrontar situaciones que atentan contra su dignidad humana, los cuales,
aunque no persigan el completo y eficaz restablecimiento del paciente, sí resultan
paliativos para sus difíciles condiciones, pues por medio de ellos se les brinda una
calidad de vida con un mínimo de dignidad.

En ese sentido, el artículo 8º de la Ley 1751 de 2015 -Estatutaria de Salud-


estableció que los servicios y tecnologías de salud deberán ser suministrados de
manera completa para prevenir, paliar o curar la enfermedad, con independencia
del origen de la enfermedad o condición de salud, del sistema de provisión,
cubrimiento o financiación definido por el legislador. Así, en caso de existir duda
sobre el alcance de un servicio o tecnología de salud cubierto por el Estado, se
entenderá que este comprende todos los elementos esenciales para lograr su
objetivo médico respecto de la necesidad específica de salud diagnosticada.

En el control previo de constitucionalidad al proyecto de ley estatutaria, sentencia


C-313 de 2014, esta Corporación consideró que “en el ámbito de la salud, la duda
sobre el alcance del servicio o tecnología, puede desembocar en consecuencias
letales para quien espera el servicio y, por ello, en esas circunstancias se impone
brindar la atención necesaria. No es admisible que la incertidumbre sobre el efecto
de un procedimiento, se resuelva con el daño a quien está pendiente del suministro
del servicio o tecnología”, dado que permitirlo, quebrantaría los mandatos
constitucionales de realización efectiva de los derechos a la dignidad humana y el
bienestar del ser humano, desconociéndolos como propósitos del sistema de salud.

Conforme a lo expuesto, resulta claro que se deben suministrar todos los


implementos, accesorios, servicios, insumos y tratamientos que requiera el
paciente, cuando por su insolvencia económica no pueda asumir su costo y con su
falta, se vea expuesto a afrontar, además de sus complejas enfermedades, una
serie de situaciones que atentan contra su dignidad humana. Una actuación
contraria desconoce los postulados constitucionales y los pronunciamientos de esta
Corte en los que se ha indicado que no se debe prestar un servicio que permita la
mera existencia de la persona, sino que, además, le asegure condiciones de
dignidad a pesar de sus irreversibles padecimientos. Precisamente, la Corte ha
precisado que “el derecho a la vida (…) implica el reconocimiento de la dignidad
humana, es decir, no se trata de la mera existencia, sino de una existencia digna,
en la cual se garanticen las condiciones que le permitan al ser humano desarrollar
en la medida de lo posible sus facultades”.

Así las cosas, si a las personas que tienen aminoradas sus condiciones de salud no
se les salvaguarda su estado bajo unas condiciones tolerables que permitan su
subsistencia en forma digna, entonces se les vulneran sus derechos fundamentales,
pues no basta que se asuma y se les brinde una prestación de manera simple, sino
que debe estar encaminada a asegurar, en todo momento, la dignidad de la
persona, razón por la cual no es válido que una empresa prestadora del servicio de
salud niegue la autorización y el acceso a un tratamiento, procedimiento, servicio,
terapia o cualquier otra prestación requerida para, por lo menos, paliar los efectos
de la enfermedad.

Requisitos para que las entidades prestadoras de salud autoricen servicios e


insumos excluidos del Plan Obligatorio de Salud. Reiteración de
jurisprudencia.

El alcance del derecho fundamental a la salud impone a las entidades prestadoras


de salud y al Estado -como titular de su administración- la necesidad de que la
atención médica brindada a los usuarios tenga una cobertura tal, que la prevención,
tratamiento, recuperación o atenuación, según el caso, de las patologías que les
aquejen y sus correspondientes efectos, no sea una idealización carente de
materialidad, ni una mera dispensación protocolaria tendiente a mantener la
dinámica empresarial y mercantilista que, por errada usanza, ha matizado nuestro
sistema de salud.
En ese orden de ideas, cuando el correspondiente profesional determina que un
paciente demanda la prestación de servicios médicos, la realización de
procedimientos o el suministro de medicamentos e insumos, sin importar que estén
o no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, la respectiva entidad prestadora está
en el deber de proveérselos.

No obstante, para este último evento, es decir, cuando se trate de aquellos


elementos excluidos del mencionado plan de beneficios, deben verificarse una serie
de reglas, establecidas reiteradamente por la Corte:

(i) la falta del servicio médico vulnera o amenaza los derechos a la vida y a la
integridad personal de quien lo requiere;
(ii) el servicio no puede ser sustituido por otro que se encuentre incluido en el plan
obligatorio;
(iii) el interesado no puede directamente costearlo, ni las sumas que la entidad
encargada de garantizar la prestación del servicio se encuentra autorizada
legalmente a cobrar, y no puede acceder al servicio por otro plan distinto que
lo beneficie; y
(iv) el servicio médico ha sido ordenado por un médico adscrito a la entidad
encargada de garantizar la prestación del servicio a quien está solicitándolo.

En la sentencia C-313 de 2014 (Revisión previa de constitucionalidad del proyecto


de ley Estatutaria de Salud), la Corte explicó que “estas reglas son las que han
orientado las decisiones adoptadas en diversas ocasiones, en las cuales se han
requerido prestaciones que fueron negadas por quien debe suministrarlas, so
pretexto de su propósito suntuario o estético. La corporación ha inaplicado las
disposiciones del caso y ordenado la prestación correspondiente cuando ha
encontrado satisfechas las premisas establecidas por la jurisprudencia”.

NOTIFICACIONES

BARRIO: Ciudadela deportiva, dirección

CORREO:

CELULAR: 313.773.5763

Atentamente,

_____________________________
JANETE CARREÑO QUINTERO
C.c. 37.336.219 de Ocaña N. de. S.

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