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Miscelánea
• José Luis de la Cuesta. Retos victimológicos para la convivencia
pacífica en la sociedad vasca actual .................................................... 217
• Aintzane Mardaras. Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak:
abenduaren 5eko 1999/2013 KAEri buruzko iruzkina ........................ 231
• Norberto J. de la Mata y Desirée Barinas. La privacidad en el
diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal ..... 253
• Marta I. Saloña y otros. Protocolo de actuación para la recogida y
registro de muestras entomológicas en una investigación pericial forense .. 275
• Verónica Arrieta. Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victi-
mización secundaria .............................................................................. 287
• José F. Etxeberria Guridi. Recensión .............................................. 321
ÍNDICE
Miscelánea
• José Luis de la Cuesta. Retos victimológicos para la convivencia pací-
fica en la sociedad vasca actual .............................................................. 217
• Aintzane Mardaras Aginako. Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA
laginak: abenduaren 5eko 1999/2013 KAEri buruzko iruzkina ................ 231
• Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas. La pri-
vacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho
Penal .................................................................................................. 253
• Marta I. Saloña y otros. Protocolo de actuación para la recogida y regis-
tro de muestras entomológicas en una investigación pericial forense .......... 275
• Verónica Arrieta. Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimiza-
ción secundaria ........................................................................................... 287
• José F. Etxeberria Guridi. Recensión .................................................. 321
EGUZKILORE – 28 (2014)
ACOSO MORAL POR RAZÓN DE GÉNERO:
PROTOCOLOS UNIVERSITARIOS*1
* Los textos que a continuación se presentan, se enmarcan en el proyecto de investigación que llevaba
por título “Detección y análisis de las dimensiones del fenómeno del acoso moral por razón de género en la
universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) que fue financiado OSALAN, en la
Convocatoria de subvenciones para proyectos de investigación, en materia de prevención de riesgos laborales,
por resolución de 23 de noviembre de 2012.
Entre los objetivos del proyecto mencionado, además de una aproximación teórico-empírica de la reali-
dad del acoso moral por razón de género en el ámbito de la UPV/EHU, destacaba especialmente, la relativa
al estudio de las respuestas que, desde otras universidades estatales, se ha dado a este fenómeno, incidiendo
especialmente en los distintos protocolos y medidas preventivas existentes en el ámbito de la Universidad da
Coruña, Cádiz y Salamanca. Con este estudio comparativo, se pretendió abordar la evaluación instrumento
que, desde el año 2003, existe en la UPV/EHU, con la finalidad de delimitar su eficacia, y en su caso, de
aportar acciones de mejora.
Para el análisis y estudio del resto de protocolos mencionados se optó por la técnica del informe, a través
del cuál, nuestros distintos socios/as nos hicieron llegar toda la información relativa a la concreta respuesta con
la que, cada una de sus Universidades, lucha contra el presente fenómeno.
Los informes recibidos formaron parte de la memoria que, finalmente fue remitida a la Institución finan-
ciadora del proyecto, esto es, OSALAN.
Los textos que ahora publicamos se corresponden con algunos de esos informes, siendo dicho motivo,
la razón de la estructura propia de todos ellos.
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
7-26
Resumen: Este trabajo aborda la regulación del acoso moral y sexual desde la normativa europea hasta el
ámbito interno del Ordenamiento jurídico español, haciendo especial referencia al protocolo de actuación
existente en el ámbito de la Universidad da Coruña, de aplicación al PDI, PAS y personal contratado.
Laburpena: Ondorengo lanean lan jazarpen moral eta sexualaren inguruko Europar Batasuneko
arautegia eta Espainiako Ordenamendu juridikoan dagoen erregulazioa lantzen da. Bereziki, A Coruñako
Unibertsitateak, errealitate hauei aurre egiteko duen protokoloa aztertu egiten da, hau da, IPP, AZP eta
kontrataturiko pertsonei dagokiena.
Résumé : Ce travail porte sur le règlement du harcèlement moral et sexuel tantôt dans la réglementation
européenne comme dans le système juridique espagnol. Référence spéciale est faite au protocole d’action
existant dans l’Université da Coruña; protocole qui est d’application aux enseignants (PDI), au personnel
d’administration et services (PAS) ainsi qu’au personnel embauché.
Summary: The study of the next article is about the European Union and Spanish legislation on moral and
sexual harassment. The finally of the work is to exposed the regulation of the University of Coruña thereon,
applicable to PDI, PAS and contract staff.
Palabras clave: Acoso laboral, acoso sexual y moral, Universidad da Coruña.
Hitz gakoak: Lan jazarpena, jazarpen moral eta sexuala, Coruñako Unibertsitatea.
Mots clés : Harcèlement au travail, harcèlement sexuel et moral, Université de la Corogne.
Keywords: Mobbing, bulling and sexual harassment, University of Coruña.
8 Cristina Faraldo Cabana
I. INTRODUCCIÓN
El trabajo que a continuación se desarrolla tiene por objeto analizar la normativa
existente en la Universidade da Coruña relativa al acoso moral y sexual, poniéndola
en relación con la legislación existente a nivel del Estado, con el fin de determinar su
suficiencia o no. Para ello, tras una introducción dedicada a presentar los conceptos
de acoso moral, sexual y por razón de sexo y su incidencia según los estudios existen-
tes, se recogen los documentos que hacen referencia a estos fenómenos en la norma-
tiva universitaria y, en la medida que el dato es accesible al público, se da noticia de
los casos que han dado lugar a la actuación de diversos órganos universitarios, como
el defensor universitario. Unas conclusiones permitirán determinar cuál es la valora-
ción que merece esta regulación.
a) Introducción
El acoso moral, entendiendo por tal el maltrato continuado y deliberado, verbal o
no, que una persona lleva a cabo sobre otra con la intención de amilanarla, someterla
o destruirla psicológicamente, es un problema de enorme envergadura en el ámbito
laboral, donde se conoce como “mobbing”1, con consecuencias tanto en el ámbito
administrativo como en el penal, sin olvidar las relativas a la salud laboral.
Una conducta debe reunir tres características para ser considerada acoso moral.
En primer lugar, la existencia de una o más acciones constitutivas de hostigamiento;
la duración, en el sentido de que no puede tratarse de una acción puntual o esporá-
dica; y la frecuencia, una o más veces a la semana.
Las consecuencias del acoso moral son múltiples, manifestándose a varios nive-
les. La erosión de la autoestima y de la confianza en sí mismo de la persona acosada
pone en peligro su salud física y mental, siendo frecuentes tanto el absentismo como
las bajas por depresión u otras enfermedades derivadas de la tensión sufrida. Se pro-
duce un descenso en la productividad del individuo, empeorando su satisfacción labo-
ral. En general el acoso moral redunda negativamente en la organización.
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 9
2. Vid. los datos del Fourth European Working Conditions Survey, Luxembourg, 2007, pp. 35 ss,
disponible en la página web http://www.eurofound.europa.eu/pubdocs/2006/98/en/2/ef0698en.pdf. Hay
que advertir que ya existe una quinta encuesta, pero solo está disponible el sumario ejecutivo, en el que no se
ofrecen datos sobre acoso moral.
3. Cfr. DI MARTINO, V./ HOEL, H./ COOPER, C. L., Preventing violence and harassment in the
workplace, European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions, Dublín, 2003,
disponible en la página web http://www.eurofound.europa.eu/pubdocs/2002/109/en/1/ef02109en.pdf.
4. BUENDÍA, J., El acoso moral en la Universidad de Murcia, 2003, disponible en la página web
http://yunque.ls.fi.upm.es/seguridad/campus-111103.pdf.
5. PIÑUEL, I., Estudio Cisneros IV sobre riesgos psicosociales en la Universidad de Alcalá, 2004,
disponible en la página web http://www.acosoescolar.com/estudios/CISNEROS-IV.pdf.
6. LÓPEZ CABARCOS, M. A./ PICÓN PRADO, E./ VÁZQUEZ RODRÍGUEZ, P., “Estudio del acoso
psicológico en la universidad pública de Galicia”, Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones
Vol. 24(1), 2008, pp. 41-60, disponible en la página web http://scielo.isciii.es/pdf/rpto/v24n1/v24n1a03.
pdf.
7. Cfr. DI MARTINO, V./ HOEL, H./ COOPER, C. L., Preventing violence, cit., pp. 25-26.
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10 Cristina Faraldo Cabana
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14 Cristina Faraldo Cabana
para el esclarecimiento de los hechos. En estos casos, da cuenta del contenido sus-
tancial del escrito a la persona o al órgano administrativo pertinente para que, en el
plazo de quince días hábiles, hagan los alegatos oportunos, entreguen la documenta-
ción conveniente o comparezcan para informar. Finalizada la instrucción, el Defensor
universitario debe notificar formalmente su resolución a las personas interesadas.
También la comunica a los órganos universitarios afectados, con las sugerencias o las
recomendaciones que considere convenientes para la enmienda, en su caso, de las
deficiencias apreciadas.
Las solicitudes de mediación y conciliación son formalizadas por las personas
interesadas en el Registro del Defensor universitario mediante un escrito firmado por
las dos partes, en el que constan sus datos personales, los sectores a que pertenecen
y sus direcciones para los efectos de notificación. En él se debe concretar con claridad
los hechos que motivan la solicitud, el alcance de la pretensión que se formula y la
demanda mediadora o conciliadora que se dirige al Defensor universitario. Los acuer-
dos que resulten de la sesión de mediación o de la de conciliación podrán recogerse
en un acta que debe figurar firmada por el Defensor universitario y por las personas
que habían solicitado la mediación o la conciliación.
En cuanto a las actuaciones de oficio, cuando el Defensor universitario tenga
conocimiento fidedigno de hechos que pudieran atentar contra derechos de cualquier
miembro de la comunidad universitaria, individual o colectivamente, o del mal funcio-
namiento administrativo de alguna unidad, puede iniciar una investigación de oficio y
elaborar un informe que es remitido a las partes interesadas o a los órganos o auto-
ridades universitarias correspondientes para reparar estos hechos con la adopción de
las medidas oportunas.
En la memoria del Defensor universitario relativa al año 2010/2011 se encuen-
tran dos casos de denuncia por acoso moral: por un lado, una reclamación de un
profesor por acoso laboral, que no se admite a trámite por haberse iniciado un pro-
cedimiento administrativo (caso 410/187); por otro, una reclamación de una alumna
por “acoso con repercusión en calificación pasada, previsible repercusión en califica-
ción próxima y clara afectación personal”, que, al no haber presentado un recurso
a tiempo respecto de la primera calificación, y habiendo obtenido en la segunda la
elevada nota a la que la reclamante creía tener derecho, se archiva tras informar a la
reclamante que, de considerar que persiste el acoso, puede presentar un escrito moti-
vado de denuncia al rector (caso 417/194).
En la memoria del Defensor universitario relativa al año 2011/2012 se
encuentran dos actuaciones por acoso moral, referidas al mismo caso: en primer
lugar, una solicitud de información de un miembro del PDI que denuncia ilegali-
dades en el proceso de selección de un becario y solicita opinión sobre supues-
tas irregularidades cometidas en el departamento que le estarían afectando y que
piensa que pueden constituir acoso laboral (caso 466/243), que culmina en la pre-
sentación de una denuncia por falta de transparencia en el manejo de las cuentas
del departamento por parte del director (caso 480/257). Tras la intervención del
Defensor universitario, el director se ofrece a mejorar las relaciones siempre que el
reclamante retire la denuncia de acoso laboral, “que le resulta intolerable”. El recla-
mante, a pesar de considerar que hay acoso laboral, decide dejar correr el asunto
por el momento.
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 15
a) Introducción
El acoso sexual y por razón de sexo constituye un problema grave para muchas
mujeres trabajadoras en la Unión Europea y en España, para las cuales llega a con-
vertirse en una parte desagradable y casi inevitable de su vida laboral8. Algunos gru-
pos específicos son particularmente vulnerables al acoso sexual y por razón de sexo.
Los estudios realizados, que documentan la relación entre el riesgo de acoso sexual
y la vulnerabilidad percibida de la persona que es objeto del mismo, indican que las
mujeres divorciadas o separadas, las mujeres jóvenes y las que se incorporan por
primera vez al mercado de trabajo, las que tienen contratos laborales precarios o
irregulares, las mujeres que desempeñan trabajos no tradicionales, las mujeres disca-
pacitadas físicamente, las lesbianas y las mujeres pertenecientes a minorías raciales
corren un riesgo desproporcionado9. Los homosexuales y los hombres jóvenes tam-
bién son vulnerables al acoso. Ahora bien, sin querer negar ni minimizar esa reali-
dad, en este trabajo nos centraremos en el acoso sexual y por razón de sexo contra
las mujeres, en atención a que estadísticamente son las personas más afectadas10, y
teniendo en cuenta que las cuestiones relativas a la igualdad entre mujeres y hombres
han recibido un importante impulso en los últimos años, tanto a nivel internacional
y europeo como a nivel estatal y autonómico, sin olvida el universitario, lo que ha
supuesto que se preste mayor atención al tema objeto de este estudio.
Este interés responde a una observación fundamental. El acoso sexual y por
razón de sexo tiene múltiples consecuencias negativas a varios niveles. En primer
lugar, supone un atentado contra la dignidad de las personas afectadas11, de forma
que resulta imposible considerar dicho fenómeno como un comportamiento laboral
aceptable, antes bien, el autor debe ser considerado responsable de la comisión de
infracciones laborales, administrativas y/ o penales.
En segundo lugar, el acoso sexual y por razón de sexo contamina el entorno
laboral y puede tener un efecto devastador sobre la salud, la confianza, la moral y
8. En la Unión Europea el índice alcanza un 2%, pero afectando a las mujeres tres veces más que a los
hombres. Vid. los datos del Fourth European Working Conditions Survey, Luxembourg, 2007, pp. 35 ss,
disponible en la página web http://www.eurofound.europa.eu/pubdocs/2006/98/en/2/ef0698en.pdf. En
España los datos varían mucho, pues depende de cómo se hagan las preguntas. Se habla de un 14% de las
personas que trabajan han vivido alguna situación de acoso sexual durante su vida laboral, siendo más de tres
cuartas partes de las víctimas mujeres, lo que eleva al 18% el porcentaje de acoso sexual entre las mujeres,
y lo rebaja al 8% entre los hombres. Cfr. AA.VV., El alcance del acoso sexual en el trabajo en España,
Comisiones Obreras, Madrid, 2000, p. 28. Disponible en la página web http://www.ccoo.es/comunes/
temp/recursos/1/34759.pdf.
9. Vid. datos estadísticos en AA.VV., El alcance del acoso sexual en el trabajo en España, cit., pp. 29
ss. Con detalle, vid. también BOSCH FIOL, E./ FERRER PÉREZ, V. A., “El acoso sexual en el trabajo: quién
lo comete y quiénes lo padecen”, Gestión Práctica de Riesgos Laborales núm. 60, 2009, pp. 50-56.
10. Cfr. VALDEOLIVAS GARCÍA, Y., “Igualdad por razón de sexo y Constitución europea”, Revista
del Ministerio de Trabajo e Inmigración núm. 57, 2005, pp. 193-216.
11. Sobre la relación del acoso con la dignidad, vid. ampliamente NIETO GARCÍA, A. J., “El acoso
moral en el trabajo y el acoso sexual como manifestaciones del ataque a la dignidad humana”, Diario La Ley
núm. 6956, 2008, pássim.
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16 Cristina Faraldo Cabana
12. Sobre este aspecto, vid., entre otros, MORGADO PANADERO, P., “El acoso sexual tras la cons-
trucción doctrinal y jurisprudencial de los tribunales españoles”, Gestión Práctica de Riesgos Laborales
núm. 60, 2009, pp. 50-56; QUINTANA PELLICER, J. de, “El acoso sexual en el trabajo en la doctrina del
Tribunal Constitucional y de los tribunales de orden social de la jurisdicción”, Tribuna Social núm. 222, 2009,
pp. 40-49; URRUTIKOETXEA BARRUTIA, M., “Alcance de la tutela del orden social en los supuestos de
acoso sexual”, Aranzadi Social Vol. 1, núm. 2, 2008, pp. 107-127.
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 17
las cifras que se manejan en relación a la incidencia real del fenómeno13, lo que no es
obstáculo para afirmar que su prohibición expresa ha supuesto un importante paso
adelante en la defensa del derecho a la igualdad de trato y no discriminación de las
mujeres en el ámbito laboral14.
Pues bien, como se ha podido comprobar, en algunos casos la normativa propia
de la UDC relativa al acoso moral hace referencia también al acoso sexual, como una
forma del primero. Así ocurre en el Procedimiento por violencia psicológica o física
en el trabajo y en el III Convenio colectivo del PAS laboral. A continuación, con el fin
de evitar repeticiones inútiles, se hará referencia únicamente a aquellos instrumen-
tos normativos de la UDC que se refieren exclusivamente al acoso sexual. Hay que
advertir que en la página web de la UDC se recogen otros documentos sobre el acoso
sexual que no son propios, por lo que no se hará aquí alusión a ellos. Se trata de la
resolución de 28 de julio de 2011, de la Secretaría de Estado para la Función Pública,
por la que se aprueba y publica el Acuerdo de 27 de julio de 2011 de la Mesa
General de Negociación de la Administración General del Estado sobre el Protocolo
de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo en el ámbito de la
Administración General del Estado y de los Organismos Públicos vinculados a ella; y
de la Guía de Prevención y Atención a la Violencia de Género en las Universidades
elaborada por el equipo dirigido por Rosa Valls Carol con financiación del Instituto de
la Mujer.
Por otra parte, también conviene tener en cuenta que las referencias al acoso
sexual se enmarcan en el tema más general de la prohibición de la discriminación por
razón de género, como ocurre en el Documento sobre la misión, visión y valores de la
UDC o en el Reglamento de la Oficina para la Igualdad de Género.
13. Vid., entre otros, LAMOCA PÉREZ, M./ PÉREZ GUARDO, R., “El acoso sexual en la empresa:
una realidad oculta”, Revista Universitaria de Ciencias del Trabajo núm. 9, 2008, pp. 179-194.
14. Vid. al respecto, ampliamente, VALIENTE FERNÁNDEZ, C., “La importancia de la política simbó-
lica: la prohibición del acoso sexual en el trabajo en España”, en ORTEGA, M./ SÁNCHEZ, C./ VALIENTE,
C. (Eds.), Género y ciudadanía: revisiones desde el ámbito privado, Instituto Universitario de Estudios de la
Mujer, Madrid, 1999, pp. 485-508.
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18 Cristina Faraldo Cabana
años o despido disciplinario, el acoso sexual declarado en sentencia judicial firme (art.
51 c) 8 y art. 52 c)).
15. Son fundamentales tanto la Directiva 43/2000/CE del Consejo, de 29 de junio de 2000, relativa
a la aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o
étnico, como la Directiva 78/2000/CE del Consejo, de 27 de noviembre de 2000, relativa al establecimiento
de un marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupación. Ambos textos definen el acoso
discriminatorio en el marco específico de lucha contra la discriminación por motivos de religión o conviccio-
nes, de discapacidad, edad o de orientación sexual en el ámbito del empleo y la ocupación. Las dos Directivas
tienen la misma estructura. En su art. 2, apartado 3°, establecen que el acoso constituirá discriminación
cuando produzca un comportamiento no deseado relacionado con los motivos indicados con el objetivo, con
la intención de “atentar contra la dignidad de la persona y crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante,
humillante, u ofensivo”. Los preceptos que contienen ambas Directivas concluyen que, a los efectos de esta
normativa, en los Estados miembros “podrá definirse el concepto de acoso de conformidad con las normativas
y prácticas nacionales”.
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 19
16. Art. 173.1 CP, según la redacción otorgada por la LO 5/2010, de 22 de junio, por la que se
modifica la LO 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal: “1. El que infligiera a otra persona un trato
degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis
meses a dos años.
Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y
prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillan-
tes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima…”.
Sobre el acoso laboral desde la perspectiva penal, vid., por todos, CARMONA SALGADO, C.,
“Tratamiento jurídico-penal de los acosos laboral, sexual, inmobiliario y escolar a raíz de la reforma de la LO
5/2010”, La Ley Penal núm. 81, 2011, pp. 5-24; CORTÉS BECHIARELLI, E., “El nuevo delito de grave
acoso en el ámbito laboral”, en JUANES BECES, A. (Dir.), Reforma del Código Penal, El Derecho, Madrid,
2010, pp. 99-122; DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, J., “Los delitos de acoso en los ámbitos inmobiliario y
laboral”, en DÍAZ-MAROTO Y VILLAREJO, J. (Dir.), Estudios sobre las reformas del Código Penal (opera-
das por las LO 5/2010, de 22 de junio, y 3/2011, de 28 de enero), Civitas Thomson Reuters, Cizur Menor,
2011, pp. 289-310.
Antes de la reforma de 2010, entre otros, FERRO VEIGA, J. M., Aspectos formales y materiales
del acoso laboral y de la violencia de género e intrafamiliar. Liber Factory, s/l, 2010; MIR PUIG, C., “El
mobbing o acoso moral o psicológico en el trabajo en la reforma penal”, en LUZÓN PEÑA, D.-M. (Dir.),
Derecho Penal del Estado Social y Democrático de Derecho, La Ley, Madrid, 2010, pp. 721-740; PÉREZ
MACHÍO, A. I., “Concreción del concepto jurídico de “mobbing”, bien jurídico lesionado y su tutela jurídico-
penal”, Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología núm. 6, 2004, pp. 1-64; URRITIKOETXEA
BARRUTIA, M., La vía penal en el tratamiento jurídico del acoso laboral, Bomarzo, Albacete, 2009.
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20 Cristina Faraldo Cabana
lo que atañe al tema que nos ocupa: “los empleados públicos tienen los siguientes
derechos de carácter individual en correspondencia con la naturaleza jurídica de su
relación de servicio: …h) Al respeto de su intimidad, orientación sexual, propia ima-
gen y dignidad en el trabajo, especialmente frente al acoso… moral y laboral. i) A la
no discriminación por razón de nacimiento, origen racial o étnico, género, sexo u
orientación sexual, religión o convicciones, opinión, discapacidad, edad o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social”.
Como se puede observar, la noción de acoso moral en esta normativa a nivel
nacional está muy ligada a factores discriminatorios, lo que disminuye su eficacia17.
Sin embargo, el concepto que se utiliza en la UDC es de índole psicológica, y no
se liga en absoluto a factores discriminatorios, lo que merece una valoración posi-
tiva. De esta manera, la normativa universitaria se aproxima a la penal, ámbito en el
que la Exposición de Motivos de la Ley Orgánica 5/2010, que introdujo el delito de
acoso moral en el trabajo, explica que se entiende por tal “el hostigamiento psico-
lógico u hostil en el marco de cualquier actividad funcionarial que humille al que lo
sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa contra la dignidad. Con ello quedarían
incorporadas en el tipo penal todas aquellas conductas de acoso producidas tanto en
el ámbito de las relaciones jurídico-privadas como en el de las relaciones jurídico-públi-
cas”. El acoso laboral grave se considera un delito contra la integridad moral, mien-
tras que el acoso laboral no grave puede desencadenar actuaciones administrativas
contra el acosador.
La amplitud de la definición que se utiliza, la reciente aprobación de un proce-
dimiento de actuación y la existencia de órganos universitarios que pueden intervenir
o mediar en los casos permiten concluir que el marco normativo es adecuado. Ahora
bien, la escasez de casos ante el Defensor universitario, contrapuesta a los elevados
porcentajes de afectados que aparecen en las encuestas de autoevaluación a que se
ha hecho referencia, lleva a pensar que, o bien existen numerosos casos que no dan
lugar a ninguna actuación, seguramente por pura desesperación de la víctima, o bien
hay casos que van directamente a los juzgados, sin dar lugar a un procedimiento ante
la Administración universitaria.
17. De acuerdo con este mismo sentido, entre otros, AGRA VIFORCOS, B./ FERNÁNDEZ
FERNÁNDEZ, R./ TASCÓN LÓPEZ, R., La respuesta jurídico-laboral frente al acoso moral en el trabajo,
Laborum, Murcia, 2004, pp. 26, 28 y 113-114; CORREA CARRASCO, M., “Juridificación del acoso moral
en el trabajo: bases metodológicas”, Temas Laborales núm. 77, 2004, pp. 37-56; LAHOZ GIMENO, R., La
presión laboral tendenciosa (El mobbing desde la óptica de un juez), Lex Nova, Valladolid, 2005, pp. 165-
169; MOLINA NAVARRETE, C., “Las nuevas leyes “antiacoso”. ¿Tienen algo de útil para la prevención
y sanción del acoso moral en el trabajo-mobbing?”, La Ley 2004-1, pp. 2 y 9; PÉREZ DEL RIO, T., “La
violencia de género en el trabajo: acoso sexual y acoso moral por razón de género”, en AA.VV., Violencia y
género en el trabajo. Respuestas jurídicas a problemas sociales, Sevilla, Mergablum, 2004, p. 73; ROJAS
RIVERO, G. P., Delimitación, prevención, y tutela del acoso laboral, Bomarzo, Albacete, 2005, pp. 109-
110; RUIZ CASTILLO, M. M., “La vertiente jurídica del acoso moral en el trabajo: una aproximación al
panorama actual”, Relaciones Laborales núm. 10, 2004, p. 35; SERRANO OLIVARES, R., El Acoso Moral
en el trabajo, Consejo Económico y Social de España, Madrid, 2005, pp. 20-21.
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 21
18. Sobre la situación en otros países, vid. GREGORY, J., “Acoso sexual: impacto de las leyes de la
UE en los Estados miembros”, en ROSSILLI, M. (Ed.), Políticas de género en la Unión Europea, Narcea,
Madrid, 2001, pp. 209 ss.
19. Art. 184 CP, según la redacción otorgada por la LO 15/2003, de 25 de noviembre, por la que se
modifica la LO 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal: “1. El que solicitare favores de naturaleza
sexual, para sí o para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios,
continuada o habitual, y con tal comportamiento provocare a la víctima una situación objetiva y gravemente
intimidatoria, hostil o humillante, será castigado, como autor de acoso sexual, con la pena de prisión de tres a
cinco meses o multa de seis a 10 meses.
2. Si el culpable de acoso sexual hubiera cometido el hecho prevaliéndose de una situación de superiori-
dad laboral, docente o jerárquica, o con el anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado
con las legítimas expectativas que aquélla pueda tener en el ámbito de la indicada relación, la pena será de
prisión de cinco a siete meses o multa de 10 a 14 meses.
3. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad, enfermedad o situación, la
pena será de prisión de cinco a siete meses o multa de 10 a 14 meses en los supuestos previstos en el apartado
1, y de prisión de seis meses a un año en los supuestos previstos en el apartado 2 de este artículo”.
Sobre el acoso sexual desde la perspectiva penal, vid., por todos, COBO DEL ROSAL, M./ ZABALA
LÓPEZ-GÓMEZ, C., El acoso sexual, CESEJ, Madrid, 2006; MATALLÍN EVANGELIO, A., El nuevo delito
de acoso sexual, Revista General del Derecho, Valencia, 2000; VELÁZQUEZ BARÓN, A., Delito de acoso
sexual, Bosch, Barcelona, 2000. Más recientemente, SÁNCHEZ DE LARA SORZANO, C./ CHICANO
JÁVEGA, E., Del acoso sexual: aspectos penales, Civitas-Thomson Reuters, Cizur Menor, 2010.
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Pasando ya a la definición del acoso sexual y del acoso por razón de sexo, en
primer lugar resulta del máximo interés la definición que se contiene en el art. 7 de
la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y
hombres20: “1. Sin perjuicio de lo establecido en el Código Penal, a los efectos de
esta Ley constituye acoso sexual cualquier comportamiento, verbal o físico, de natura-
leza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad
de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u
ofensivo. 2. Constituye acoso por razón de sexo cualquier comportamiento realizado
en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su
dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo. 3. Se conside-
rarán en todo caso discriminatorios el acoso sexual y el acoso por razón de sexo. 4.
El condicionamiento de un derecho o de una expectativa de derecho a la aceptación
de una situación constitutiva de acoso sexual o de acoso por razón de sexo se consi-
derará también acto de discriminación por razón de sexo”. Como puede observarse,
se incorporan al Ordenamiento español, aunque no al pie de la letra, las definiciones
de acoso sexual y por razón de sexo de la Directiva 2002/73/CE del Parlamento
Europeo y el Consejo Europeo, que modifica la Directiva del Consejo 76/207/CEE,
sobre la aplicación del principio de igualdad de tratamiento para hombres y mujeres
en lo referente al acceso al empleo, a la formación profesional, a la promoción y a
las condiciones laborales, hoy refundida en la Directiva 2006/54/CE, del Parlamento
europeo y del Consejo, de 5 de julio de 2006, relativa a la aplicación del principio de
igualdad de oportunidades e igualdad de trato entre hombres y mujeres en asuntos de
empleo y ocupación, que refunde y ordena las directivas anteriores en esta materia.
La normativa española deja claro que las dos formas de acoso son discriminatorias y
considera que el condicionamiento de un derecho o expectativa a la aceptación de
una situación constitutiva o que cabe calificar como de acoso sexual o por razón de
sexo es un acto de discriminación por razón de sexo21. Ante la ausencia de una defini-
ción de acoso sexual y por razón de sexo en la normativa universitaria, estos son los
conceptos que han de asumirse también en el contexto universitario.
Con el fin de proteger a la víctima de discriminación (recordemos que el acoso
sexual y por razón de sexo es considerado una forma de discriminación), el art. 9
añade que “también se considerará discriminación por razón de sexo cualquier trato
adverso o efecto negativo que se produzca en una persona como consecuencia de la
presentación por su parte de queja, reclamación, denuncia, demanda o recurso, de
cualquier tipo, destinados a impedir su discriminación y a exigir el cumplimiento efec-
tivo del principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres”. Esta preocupación
se observa también en la normativa universitaria estudiada. En consonancia con ello,
y para proteger a la víctima que se anima a denunciar, se establece la nulidad del acto
20. Sobre esta ley, que ha resultado ser decisiva en la configuración actual del acoso sexual y por razón
de sexo en el Ordenamiento jurídico español, vid. por todos, GARCÍA-PERROTE ESCARTÍN, I., “Acoso
sexual, acoso por razón de sexo y acoso en la Ley de Igualdad de mujeres y hombres”, Relaciones Laborales
núm. 1, 2008, pp. 255-281.
21. Sobre este concepto, vid. IBÁÑEZ GONZÁLEZ, M., y otros, Acoso sexual en el ámbito laboral.
Su alcance en la C. A. de Euskadi, Universidad de Deusto, Bilbao, 2007, pp. 77-88; PÉREZ DEL RÍO, T.,
La violencia de género en el ámbito laboral: el acoso sexual y el acoso sexista, Bomarzo, Albacete, 2009,
pp. 49-51.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad da Coruña 23
22. Art. 17 ET: “Se entenderán nulos y sin efecto los preceptos reglamentarios, las cláusulas de los
convenios colectivos, los pactos individuales y las decisiones unilaterales del empresario que contengan discri-
minaciones directas o indirectas desfavorables por razón de edad o discapacidad o favorables o adversas en el
empleo, así como en materia de retribuciones, jornada y demás condiciones de trabajo por circunstancias de
sexo, origen, incluido el racial o étnico, estado civil, condición social, religión o convicciones, ideas políticas,
orientación sexual, adhesión o no a sindicatos y a sus acuerdos, vínculos de parentesco con otros trabajadores
en la empresa y lengua dentro del Estado español.
Serán igualmente nulas las órdenes de discriminar y las decisiones del empresario que supongan un
trato desfavorable de los trabajadores como reacción ante una reclamación efectuada en la empresa o ante
una acción administrativa o judicial destinada a exigir el cumplimiento del principio de igualdad de trato y no
discriminación”.
23. Se crea un nuevo art. 11 bis LEC del siguiente tenor:
“1. Para la defensa del derecho de igualdad de trato entre mujeres y hombres, además de los afecta-
dos y siempre con su autorización, estarán también legitimados los sindicatos y las asociaciones
legalmente constituidas cuyo fin primordial sea la defensa de la igualdad de trato entre mujeres y
hombres, respecto de sus afiliados y asociados, respectivamente.
2. Cuando los afectados sean una pluralidad de personas indeterminada o de difícil determinación,
la legitimación para demandar en juicio la defensa de estos intereses difusos corresponderá exclu-
sivamente a los organismos públicos con competencia en la materia, a los sindicatos más repre-
sentativos y a las asociaciones de ámbito estatal cuyo fin primordial sea la igualdad entre mujeres
y hombres, sin perjuicio, si los afectados estuvieran determinados, de su propia legitimación
procesal.
3. La persona acosada será la única legitimada en los litigios sobre acoso sexual y acoso por razón
de sexo”.
24. El art. 19.1 i) LJCA tiene idéntica redacción al transcrito en la nota anterior.
25. Sobre el tema de la prueba vid. entre otros GIMENO LAHOZ, R., “La prueba laboral del acoso
sexual”, Información laboral. Jurisprudencia núm. 11, 2002, pp. 5-20, y núm. 12, 2002, pp. 5-30.
EGUZKILORE – 28 (2014)
24 Cristina Faraldo Cabana
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
27-45
Resumen: en el siguiente trabajo se analiza con detenimiento el protocolo de actuación sobre el acoso
laboral de la Universidad de Cádiz, dirigido a los colectivos que conforman la comunidad universitaria:
profesorado, PAS, estudiantes, así como contratados/as que prestan sus servicios a la universidad. El artículo
destaca el especial interés que suscita la implementación de estos protocolos en las Universidades, al estimar
que son un ámbito propicio para que se generen tales situaciones.
Laburpena: ondorengo lanean Cadizeko Unibertsitateak lan jazarpenari dagokion jarduketa protokoloa
lantzen da, unibertsitateko kolektibo desberdinei zuzendua: irakasleei, AZP, ikasleei, nahiz unibertsitatearen
zerbitzuentzat kontrataturikoentzat. Interes bereziko gaia dela Protokolo hauen aplikazioa Unibertsitateetan
azpimarratu egiten du artikuluak, horrelako egoerak emateko eremua egokiak baitira.
Résumé : Le présent travail examine avec soin le protocole sur le harcèlement au travail de l’Université
de Cádiz, destinée aux groupes qui composent la communauté universitaire: enseignants, personnel
d’administration et services (PAS), étudiants, ainsi que le personnel contracté fournissant des services à
l’Université. L’article met en évidence l’intérêt particulier suscité par la mise en œuvre de ces protocoles dans
les Universités, en estimant qu’elles sont un environnement propice afin que ces situations soient générées.
Summary: The next job studies closely the protocol action on workplace mobbing at the University of
Cádiz, aimed at the groups that make up the university community: faculty, administrative staff, students and
contracted staff to provide services to the university. It is considered of special interest to implement these
protocols in universities, considering that are suitable for generated such situations.
Palabras clave: Acoso laboral, acoso sexual y moral, Universidad de Cádiz.
Hitz gakoak: Lan jazarpena, jazarpen moral eta sexuala, Cadizko Unibertsitatea.
Mots clés : Harcèlement au travail, harcèlement sexuel et moral, Université de Cádiz.
Keywords: Mobbing, bulling and sexual harassment, University of Cadiz.
28 María Acale Sánchez
1. Artículo 62. Protocolo de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo.
“Para la prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo, las Administraciones
públicas negociarán con la representación legal de las trabajadoras y trabajadores, un protocolo
de actuación que comprenderá, al menos, los siguientes principios:
a) El compromiso de la Administración General del Estado y de los organismos públicos
vinculados o dependientes de ella de prevenir y no tolerar el acoso sexual y el acoso por
razón de sexo.
b) La instrucción a todo el personal de su deber de respetar la dignidad de las personas y
su derecho a la intimidad, así como la igualdad de trato entre mujeres y hombres.
c) El tratamiento reservado de las denuncias de hechos que pudieran ser constitutivos de
acoso sexual o de acoso por razón de sexo, sin perjuicio de lo establecido en la norma-
tiva de régimen disciplinario.
d) La identificación de las personas responsables de atender a quienes formulen una queja
o denuncia”.
2. AUTO de la AP Zaragoza TOL1.495.977, DE 18.12.2008, no se aprecian indicios de mobbing en
un caso de dos personas que pertenecen al Consejo Social de la Universidad.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 29
en marcha mecanismos que intenten amortiguar los efectos que el propio tsunami
universitario despliega3.
El mandato legal establecido en el art. 62 de la Ley Orgánica de Igualdad deter-
mina al día de hoy que aunque en sentido amplio, el acoso sexual y el acoso sexista
no son más que dos formas específicas de acoso moral en razón del matiz sexual o
de sexo que las imprime, se haya avanzado más en la aprobación de estos protocolos
y que se haya dejado a un lado el protocolo marco de acoso moral cuando el acoso
tenga un matiz no sexual o de sexo. Y ello con independencia de las cifras de acoso
reales, pues todo apunta a que las de acoso moral superan –con creces– las de acoso
sexual o sexista, aunque los esfuerzos que se realizan para atajar estas últimas modali-
dades de acoso sean mayores que para atajar los primeros.
El hecho de que no exista semejante obligación legal de proceder a aprobar
Protocolos de actuación en el caso de acoso moral, no significa que la sociedad en
su conjunto, y la Universidad en particular, se desentienda de esta clase de acoso,
no hay duda, pero su aprobación facilita la puesta en marcha de los mecanismos de
implementación de la tutela de la integridad moral de los trabajadores y las trabaja-
doras, tomando posición, en torno a cuestiones tan complejas como la necesidad de
crear una comisión especializada en riesgos psicosociales que se encargue de exami-
nar las denuncias, el carácter y el valor que se otorgue al informe que dicha comisión,
en su caso, elabore, o sobre la admisión de medidas cautelares y de protección de las
víctimas (apoyo psicológico, médico o social).
3. Para obtener una visión holística del interés que en general han prestado las Universidades espa-
ñolas a la prevención de estas conductas, puede consultarse el Informe técnico Conferencia de Rectores
Universitarios Españoles titulado “La prevención de riesgos laborales en la universidad” (2009), del que se dedu-
cen algunos datos de interés. Puede encontrarse en: http://www.crue.org/export/sites/Crue/Sostenibilidad/
Documentos_CADEP/Informe_2009_La_prevencixn_de_riesgos_laborales_en_la_universidad.pdf. un 53%
de las Universidades no ha realizado evaluaciones de los riesgos psicosociales. Esos datos indican que no existe
una verdadera apreciación de la problemática psicosocial en la Universidad y, a su vez, que existe una falta de
recursos para realizar una prevención adecuada. Una de las dificultades apuntadas consistente en la ausencia
de modelos adecuados para la evaluación de los riesgos psicosociales aplicables al entorno universitario”
(pp. 140 y 141). En cuando a la formación específica, el informe añade que “el 20% de las Universidades no
ha formado a ningún trabajador del PAS en primeros auxilios, el 17% en emergencias, el 41% en ergonomía
en el puesto de trabajo y el 58% en prevención de riesgos psicosociales”. Respecto al PDI, se añade que “el
72% de las Universidades no ha formado a ningún trabajador del PDI en prevención de riesgos psicosociales
(p. 168ª, b, c, d). En virtud de estos datos tan alarmantes, la CRUE recomienda fomentar “políticas de buenas
prácticas de trabajo” y “la prevención de los riesgos psicosociales”.
EGUZKILORE – 28 (2014)
30 María Acale Sánchez
luchar contra el acoso sexual y sexista mientras que otras admiten también situaciones
más amplias de acoso moral.
Así, la Universidad de Huelva carece de Protocolo alguno; la Universidad de
Sevilla solo cuenta a la fecha con un documento referido al “Procedimiento para
la evaluación de los riesgos psicosociales”, cuya finalidad no es arbitrar un procedi-
miento que permita aclarar la existencia de una situación constitutiva de acoso sexual
o de acoso sexista, sino ofrecer mecanismos para llevar a cabo estudios de campo
a través de encuestas, entrevistas personales, foros de discusión, a fin de conocer la
opinión de la población universitaria sobre las condiciones psico-laborales de trabajo.
Y por su parte, la Universidad de Granada asignó al Servicio de Prevención de ries-
gos laborales un especialista en Ergonomía y Psicosociología, así como una unidad
de fisioterapia4: su finalidad no es otra que realizar intervenciones encaminadas a la
instauración de buenas relaciones humanas que contribuyan a crear un buen clima
psicosocial.
Frente a estas Universidades en las que se difuminan los instrumentos para
luchar contra las distintas modalidades de “acoso”, la Universidad de Almería al día de
hoy tramita su Proyecto sobre “Procedimiento de gestión y resolución interna de con-
flictos en materia de acoso y violencia en el trabajo”5, cuya finalidad es la de prevenir
y aclarar las situaciones de acoso laboral, ya sean de una clase o de otra.
En esta línea, también la Universidad de Málaga, aprobó a través de su Acuerdo
de 1 de diciembre de 2010 el Reglamento para la prevención y resolución de conflic-
tos de trabajo motivados por factores de riesgo psicosociales del personal funcionario
y laboral de esta Universidad. Su art. 3 considera “riesgos psicosociales” “aquellas
situaciones a las que estén expuestos los trabajadores por razón de su trabajo
y pueden causarles daños físicos, psicológicos y sociales. Tienen su origen en la
organización del trabajo, contenido y realización de tareas en el contexto social
y ambiental así como en la calidad de las relaciones humanas en la empresa”;
esto es, se refiere en sentido estricto al acoso laboral, tenga el signo que tenga. El
hecho no obstante de que se haga responsable al Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales parece venir a poner de manifiesto que se piensa más en conductas que
atentan contra la salud, que en aquellas otras que atentan contra la igualdad y la no
discriminación en razón de sexo, dentro de las cuales entran ampliamente las modali-
dades de acoso sexual y sexista, que también pueden ser vistas como atentados contra
la salud, sin duda, pero en primer lugar son consideradas conductas discriminatorias.
La Universidad de Jaén ha aprobado el “Procedimiento de gestión preventiva de
los conflictos vinculados a situaciones de acoso moral en el trabajo”, con fecha de 13
de noviembre de 2012. Este Protocolo parte de la creación el 1 de octubre de 2003
dentro del Servicio de Prevención de Riesgos laborales de una unidad de “ergonomía
y psicosociología aplicada”, entre cuyas competencias estaba prevista la realización de
“intervenciones encaminadas a la instauración de buenas relaciones humanas que
contribuyan a crear un buen clima psicosocial”, concentrando toda su atención en
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 31
el acoso moral, aunque tampoco excluye de forma expresa el acoso sexual y sexista,
en la medida en que después de rechazar “cualquier forma y modalidad de acoso
laboral” lo define como “toda conducta que, realizada con una cierta reiteración
y sistematicidad, sobre una persona en el ámbito laboral, pueda llegar a lesio-
nar su integridad, a través de la degradación de las condiciones de trabajo y la
creación de un ambiente intimidatorio, ofensivo u hostil, cualquiera que sea el
motivo que lleve a la realización de esas conductas y ya sea realizado por com-
pañeros de trabajo –acoso horizontal– ya por superiores –acoso vertical descen-
dente–, o personas sujetas a su dependencia (acoso vertical descendente)”. Y ello,
con independencia de ello, el pasado Consejo de Gobierno de la Universidad de Jaén
ha procedido a aprobar el pasado 26 de julio de 2013 el Protocolo para la preven-
ción y protección frente al acoso sexual y acoso sexista, cuya finalidad es establecer
un “procedimiento eficaz, ágil y confidencial” a los efectos de prevenir y solventar
las quejas relativas a las distintas modalidades de acoso incluidas dentro su ámbito de
aplicación.
El Protocolo de Resolución de conflictos en materia de acoso laboral, de 14 de
junio de 2013 de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla ofrece un instrumento
común para luchar contra el acoso, sea éste de la modalidad que sea, modalidades que
define en su art. 2 de forma expresa, distinguiéndolas entre “acoso laboral”·, “acoso
psicológico en el trabajo”, “acoso sexual” y “acoso por razón de género”. La denuncia
se presenta ante el Servicio de prevención de riesgos laborales, y este da traslado al
“comité de admisión de situaciones de conflicto laboral”, integrado por el director
del Servicio de Prevención y el Director de la Unidad de Recursos Humanos (de PDI o
PAS según la condición del denunciante). No obstante, la unidad de Igualdad también
tiene su protagonismo, pues según el punto 7 “el servicio de Prevención y la Oficina
para la Igualdad de la UPO, procederán a dar la oportuna difusión de la institución
del protocolo” así como a “realizar una evaluación periódica anual que evidencie el
cumplimiento de los objetivos de este protocolo y el uso de las diferentes medidas
recurriendo a datos estadístico desagregados por género”6.
Por su parte, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Córdoba aprobó
el 21 de marzo de 2013 el “Protocolo para la prevención y protección frente
al acoso sexual y por razón de sexo”; estando aún pendiente de aprobación
EGUZKILORE – 28 (2014)
32 María Acale Sánchez
3.1. Acercamiento
La disección en partes del fenómeno del acoso y el estudio de las características
del agresor, de la víctima y del contexto en el que interaccionan uno y otro, facilita la
prevención de estas situaciones tan sutiles que muchas veces pasan desapercibidas.
Así, es posible identificar factores individuales de riesgos que favorecen la realiza-
ción de actos de acoso por parte de una persona así como el riesgo de soportarlos.
Por ejemplo, si se presta atención en el seno de cada Departamento y se comprueba
la existencia de distintas personas dentro del mismo escalafón siendo así que algunas
de ellas llevan mucho más tiempo que otras formando parte del mismo, es posible que
quienes más tiempo lleven allí caigan en dinámicas de acoso sobre los recién llegados.
Por ello, para prevenir desde esta perspectiva estas situaciones, han de ser bien reci-
bidas aquellas actividades programadas por Áreas de conocimiento y Departamentos,
Grupos y Proyectos de Investigación que intenten eliminar los factores de riesgo, por
ejemplo, llevando a cabo una distribución equitativa de funciones entre sus miembros,
haciéndolos rotar en los cargos de gestión que deban cubrirse estructuralmente de forma
que todos sus miembros a igualdad de mérito y capacidad, tengan durante un periodo
prolongado de tiempo (lo que dura el aprendizaje y la formación) la oportunidad de ocu-
par todos los cargos, sin que nadie se institucionalice en ninguno de ellos7: todo ello en
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 33
miras a evitar reproducir en la vida diaria de nuestra Universidad lo que no es más que
una consecuencia indeseada del sistema de acceso a la misma.
De ahí que políticas que generen transparencia en el ámbito del empleo, en
la adopción de decisiones de forma colectiva o cuando menos, compartida y com-
prendida por todos, pueden ir en la línea de disminuir las situaciones de acoso. Esta
política anti-acoso debería ser valorada muy positivamente dentro de los contratos
programas, de forma que las Áreas y Departamentos tengan un motivo más para
poner en marcha políticas de formación del personal integrales y, por supuesto, res-
petuosas con la diversidad.
También es posible prevenir este tipo de conductas desde un punto de vista
situacional, es decir, evitando desde Departamentos y Áreas de conocimiento la posi-
bilidad de que “confluyan en el tiempo y en el espacio” “transgresores motivados,
objetivos atractivos y ausencia de vigilancia”8: de esta forma, desde el momento
que la situación de acoso moral deje de ser conocida solo por los sujetos directamente
implicados, esos terceros tienen que estar concienciados con la importancia que
tiene su actuación para atajar la situación; por otro lado, en tanto que sea posible,
ha de conjugarse ese dato para evitar, o precisamente para provocar, que compartan
docencia, despacho, laboratorios, o conserjería. Es cierto que hay que contar también
con la colaboración de las personas indicadas, y esto ya es una cuestión de cultura
general y de saber estar en el puesto de trabajo que solo mediante políticas universita-
rias que vengan a concienciar en la importancia del trabajo más allá de las relaciones
personales, pueden venir a controlar.
Finalmente, hay una tercera forma de evitar los conflictos, desde el punto de
vista de la prevención social9: así, podemos plantearnos por qué una persona somete
a otra a estos actos de violencia en su trabajo, y quizás la respuesta venga encubierta
por una estructura social que las tolera, y las valora positivamente a otros niveles. En
este sentido, la sociedad ha de rechazar abiertamente esas carreras de algunas perso-
nas hacia el éxito sin parar en los medios, y ha de favorecer otro tipo de culturas. Sin
duda alguna a ello no colaboran situaciones de crisis como la que en estos momentos
nos encontramos. Pues en definitiva en el “sálvese quien pueda” entra también “sál-
vese como cada uno pueda”, relegando la solidaridad y la empatía a un lado, como
formas de revitalizar las relaciones de trabajo con limpieza y de manera saludable.
EGUZKILORE – 28 (2014)
34 María Acale Sánchez
lugar muy importante en sus correspondientes escalas de valores. Desde que empeza-
mos a trabajar en la Universidad compartimos el espíritu de superación personal, del
esfuerzo y del sacrificio que a su vez nos han servido de instrumento para progresar
laboralmente.
A ello ha de añadirse que al ser la carrera universitaria escalonada, es fácil
encontrarnos con personas que han pasado por todas las situaciones laborales imagi-
nables: en situación de desempleo, sin que ello haya sido motivo para tirar la toalla en
muchos casos, como becaria/o de investigación, profesorado ayudante, asociado, sus-
tituto, contratado doctor, para luego aterrizar en los cuerpos funcionariales de profe-
sor titular de universidad y catedrático al margen ya de los cuerpos de Profesor titular
y Catedrático de Escuela universitaria, en extinción en estos momentos.
Si se presta ahora atención al PDI no funcionario, puede decirse que al día de
hoy es donde se encuentra la mayor parte del profesorado universitario de forma que
se convierten en la base de una pirámide. Ciertamente, la crisis económica ha deter-
minado que se trate de un colectivo que no aumenta, pues con los Reales Decretos
de 31 de diciembre de 2011 y de 20 de abril de 2012 se prohíben las nuevas contra-
taciones, y sin embargo, tampoco puede disminuir de tamaño porque se está dificul-
tando considerablemente la convocatoria de plazas de funcionarios públicos, así que
se puede concluir afirmando que se trata de un grupo de personas que por moti-
vos estructurales que les superan, permanecen un largo periodo de tiempo formando
parte del escalón más endeble del profesorado universitario: son quienes están en la
situación de mayor vulnerabilidad, y además quienes con mayor necesidad se aferran
al precario puesto de trabajo que ocupan pues fuera de él, no tienen otra salida que el
extranjero, es decir, el destierro no siempre deseado en un país y Universidad distin-
tos. Ese grueso de personas están desilusionadas, pues comprueban que aunque sean
capaces de superar todos los obstáculos, la crisis económica les impide progresar.
Y con desganas, se trabaja en primer lugar, peor, pero en segundo lugar, tempo-
ralmente menos, por lo que se produce un desperdicio de recursos rentables. Todo
ello sin olvidar que convivimos en nuestros Departamentos con profesorado sustituto
acreditado para contratado doctor, contratados/as doctores con acreditación para
titular de universidad y titulares de universidad con acreditación para formar parte del
Cuerpo de Catedráticos de Universidad. Y el estancamiento en escalafones laborales
inferiores al merecido genera frustración: esto es, quema. Lo que da ya lugar a traba-
jadores que sufren los síntomas del burning, a los cuales es mucho más fácil acosar.
En este sentido, si crispados están ya los ánimos de parte de nuestro profeso-
rado, parece apropiado que nuestra Universidad genere políticas que independiente-
mente de los avatares económicos, tengan en cuenta los “méritos” y la “capacidad”
demostrada por nuestro profesorado. Y en esta línea, hay que replantearse si el nivel
ocupado y la antigüedad –a los efectos, por ejemplo, de ocupar cargos de gestión,
dirigir proyectos o elegir docencia– por sí es un mérito, pues de lo contrario, el status
quo alcanzado por el transcurso del tiempo puede estar dificultando que otras perso-
nas que han entrado con posterioridad en la Universidad vean truncadas sus legítimas
expectativas de reconocimiento público de sus méritos alcanzados con mucho trabajo
pero más rápidamente.
La alta preparación que se exige, la competitividad innata al acceso a la fun-
ción pública, las trabas que la propia Universidad va poniendo en nuestro camino
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 35
10.Sirva como ejemplo los hechos que se analizan en la SAP de Soria núm. 3/2006, de 25 de enero
[ARP/2006/160]: alumnas en práctica de la Cámara de Comercio de Soria, víctimas de acoso sexual.
EGUZKILORE – 28 (2014)
36 María Acale Sánchez
Si se deja ahora de enfocar el fenómeno del acoso desde las características de los
grupos de personas que conforman la Universidad, al margen ya de las características
propias de nuestros puestos de trabajo, hay que tener en consideración que precipi-
tan la producción de acoso moral en la Universidad en muchos casos es la dispersión
de titulaciones, de centros, de campus, de bibliotecas, de laboratorios, en definitiva,
dispersión de los elementos para trabajar. A todos estos factores de precipitación vic-
timal ha de añadirse la crisis económica, caldo de cultivo que genera un clima de
trabajo insano; en efecto, con ella y la consecuente escasez de bienes, a priori se con-
jugan todos los ingredientes para que se amplíen los puntos de discordia, en torno,
por ejemplo, a la distribución de becas (Erasmus, AUIP, AECID, becas de transporte
propias de la UCA, ayudas de movilidad para el personal de administración y ser-
vicios, del Ministerio o de la Junta de Andalucía); de espacio (acceso a despachos y
laboratorios por parte del profesorado; zonas de ocio para el alumnado, o las propias
aulas; la terminación de la nueva Escuela Superior de Ingeniería); de recursos materia-
les (libros, manuales para el alumnado, material de laboratorio, material informático);
si a todo esto se le unen problemas específicos en torno a la promoción de plazas de
profesorado funcionario y no funcionario, así como las bolsas de profesorado susti-
tuto o de las bolsas de trabajo para cubrir en situación de interinidad puestos del per-
sonal de administración y servicios tanto como su promoción interna; la culminación
de la puesta en marcha de las primeras promociones de los grados, con las dificulta-
des inherentes a la tutorización de prácticas y trabajos fin de grados, en un momento
en el que además se están revisando los criterios de reducción de la carga docente
del profesorado; la verificación de los masters oficiales y la adaptación de los estudios
de doctorado a la nueva normativa, se auguran tiempos difíciles. Sin olvidar por otra
parte que las dificultades económicas y laborales existentes en muchas de nuestras
familias hacen más importante la conciliación de la vida laboral y familiar de todos
los miembros de la comunidad universitaria; y en una situación de bienes escasos, los
criterios de distribución de bienes se convierten en materia sensible, que debe sensibi-
lizarse con quienes en peores condiciones están pasando la crisis económica.
Todos estos datos parece que vienen a poner de manifiesto que a pesar de care-
cer de datos reales sobre cifras de acoso en la Universidad española, todo apunta a
que deben de ser elevados. Es más, estos mismos factores parece que confirman que
la cifra negra debe ser aún mayor.
4.1. Acercamiento
El Consejo de Gobierno de la Universidad de Cádiz de 16 de abril de 2004
aprobó el Documento Marco para la Gestión de la prevención de Riesgos labo-
rales11; en su punto 1.1 se afirmaba que “la Universidad de Cádiz, consciente de
la importancia de garantizar el máximo nivel de protección posible frente a los
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 37
12. Aunque no existen sentencias condenatorias por acoso sexual en este ámbito, sí existen pronuncia-
mientos que coinciden considerablemente tanto en los hechos como en los motivos de la absolución: pueden
verse la SAP de Murcia 112/2008, de 24 de noviembre [JUR/2009/473082] en la que se resuelve un caso
de acoso sexual planteado en el Departamento de Derecho mercantil de la Universidad de Murcia entre un
Catedrático de Universidad y su discípula que si bien en instancia fue condenado por acoso sexual, en alzada
fue absuelto por la Audiencia por las incoherencias que se contenían en la primera resolución. También
absuelve por falta de pruebas la SAP de Ciudad Real 29/2005, de 27 de mayo [JUR 2006/113342] a un
Catedrático de Filosofía de acosar sexualmente a su discípula a la que le estaba dirigiendo la tesis doctoral.
Ambas sentencias hacen que nos tengamos que plantear si es la falta de prueba, o la no existencia de
hechos constitutivos de acoso sexual los que determinan que al día de hoy no existan sentencias penales con-
denatorias por acoso sexual universitario.
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38 María Acale Sánchez
el trabajo”. Se trata de conductas que lesionan por tanto distintos bienes jurídicos de
los que son titulares las víctimas.
Conductas que en términos generales se califican dentro de la introducción como
“violencia de género”, desde el momento en el que declara que la “Universidad de
Cádiz afirma tajantemente que no tolerará la violencia de género en su ámbito y
se compromete a prevenir, por medio del presente Protocolo, la problemática del
acoso sexual y sexista en el trabajo”.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 39
produzcan o que una vez iniciada una espiral de acoso, impedir que el agresor vaya a
más, menoscabando más gravemente con sus actos sucesivos la ya menoscabada inte-
gridad moral de la víctima.
En este sentido, interpuesta la denuncia ante la Comisión de Violencia de
Género son imaginables distintas situaciones; así si se piensa en un caso en el que los
hechos tengan relevancia como tales actos de acoso “sexual” y/o “sexista”:
– en primer lugar, que por la nimiedad del hecho, no pueda ser considerado
más que un inicio de acoso, por ejemplo, cuando se trate de un hecho ais-
lado y descontextualizado y que no tenga carácter sistemático; en este
supuestos, los trabajos de la Comisión de violencia de género pueden dar
lugar a contener la situación dentro de la propia comisión, al llevar a cabo
una serie de actuaciones dirigidas a hacerle ver al autor el daño que produce
a la víctima y consiguiendo que rectifique su comportamiento.
– en segundo lugar, que realizadas las actividades de investigación oportunas,
se ponga de manifiesto que los hechos son lo suficientemente graves como
para ser sancionados disciplinariamente, aunque no en el ámbito penal. O
que la víctima no quiera interponer la denuncia pues se trata de un delito
que requiere su impulso.
– y en tercer lugar, que además de interponer la denuncia en vía universitaria,
se denuncien los hechos penal y administrativamente.
Estos dos últimos supuestos en los que las actuaciones de la Comisión no ter-
minan “archivando” los hechos, nos sitúan ante la cuestión más compleja: cómo se
relaciona el procedimiento previsto en el Protocolo con las infracciones y sanciones
disciplinaria y penal.
Se trata de una relación en cascada: así, si investigados los hechos resultan
indicios de infracción disciplinaria, se propone al Rector que abra expediente disci-
plinario. Con esa propuesta, la intervención de la Comisión de violencia de género
termina su trabajo. Si abierto el expediente, se detectan indicios de responsabilidad
administrativa, se para lo actuado disciplinariamente hasta tanto se resuelva en el
orden administrativo; si abierta la investigación administrativa se detectan indicios de
delito, se paraliza todo lo actuado hasta tanto se resuelva en el orden penal.
Por tanto, si el Protocolo no tiene carácter sancionador, la cuestión es valorar su
utilidad. En este sentido, según su punto 3º, en su interior se llevan a cabo una serie
de declaraciones de “principios” que ya de por sí ponen de manifiesto el compro-
miso asumido por la UCA para velar por la existencia de unas condiciones de trabajo
dignas, en las que se vetan las conductas constitutivas de acoso sexual y de acoso
sexista; se compromete a prevenir estas conductas, garantizando la puesta en marcha
de acciones formativas.
A su vez, se garantiza el derecho de toda persona “que se considere objeto
de conductas de acoso sexual o acoso sexista tiene derecho, sin perjuicio de las
acciones administrativas y judiciales que le correspondan a plantear una reclama-
ción o denuncia que sea dilucidada mediante el procedimiento previsto en este
Protocolo”. Ahora bien, a esta previsión ha de añadirse lo dispuesto en el punto 6.1
sobre “procedimiento formal” y las garantías inherentes al mismo: “la utilización de
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40 María Acale Sánchez
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 41
Por otro lado, sin duda alguna, esas medidas cautelares deben cesar si a su vez
se adoptan medidas cautelares en el ámbito penal: poco sentido tendría mantener
como medida cautelar el alejamiento de la víctima del agresor en los campus universi-
tarios, si el Juzgado de instrucción decreta un alejamiento locativo de 500 metros o la
prisión provisional.
Si se adoptara una medida cautelar que exigiera ser contralada durante su eje-
cución, ha de plantearse si dentro de nuestra Universidad deben imperar el control
seudo policial que ofrecen los Cuerpos de Seguridad Privada. En esta línea, como
alternativa a la “seguridad” “policial” quizás puedan implementarse mecanismos que
permitan que su ejecución sea controlada por alumnos/as de nuestras titulaciones
de Trabajo Social, Psicología o Criminología, que cuentan con una formación muy
amplia, y muy válida en estos casos. Admitir la participación en la ejecución de la
medida cautelar de otros/as estudiantes, facilita la prevención general, y contribuye
a erradicar este tipo de comportamientos, amén, por otro lado, de abrir un camino
para que el alumnado pueda realizar sus prácticas.
Finalmente, el Protocolo guarda silencio en torno al apoyo que la Universidad
preste a la víctima en caso de interposición de denuncia penal: quizás ese compro-
miso asumido en sede laboral debería determinar la posibilidad cuando menos de que
en caso de falta de recursos, se le prestara asistencia letrada universitaria.
EGUZKILORE – 28 (2014)
42 María Acale Sánchez
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 43
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44 María Acale Sánchez
mobbing, dentro del art. 173, en los siguientes términos: “con la misma pena serán
castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y pre-
valiéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada
actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supon-
gan grave acoso contra la víctima”.
Nótese como a diferencia de lo que ocurrirá con el acoso sexual en el Código
penal que se distinguía según se produjera en el ámbito de la empresa privada, o en
el ámbito de la administración pública cuando además se diera una concreta situación
de jerarquía y de dependencia de la víctima sobre el agresor, el art. 173.2 castiga con
la misma pena el acoso moral ya se produzca en el ámbito de una “relación laboral” o
“funcionarial”, despreciándose a estos efectos la afección negativa al bien jurídico fun-
ción pública que expresamente se protege por el otro lado: la disparidad injustificada
del tratamiento causa inseguridad.
5. CONCLUSIONES
La Universidad española está obligada a poner en marcha mecanismos profi-
lácticos que eviten las situaciones de acoso. Para ello, debe empoderar a las perso-
nas que trabajan y estudian en su seno, haciéndoles partícipes de la necesidad de
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Cádiz 45
EGUZKILORE – 28 (2014)
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Número 28.
San Sebastián
2014
47-59
Resumen: en el siguiente trabajo se explica el protocolo que está siendo elaborado en la Universidad de
Salamanca para la prevención del acoso en el entorno laboral. Se indica su ámbito de aplicación, las conductas
consideradas como acoso, el procedimiento a seguir, los derechos de las personas solicitantes, las diferencias
existentes respecto a la conformación de la Comisión de Prevención del Acoso en el Entorno Laboral, siendo
éste el órgano encargado de tomar las decisiones definitivas en los procedimientos que se incoen.
Laburpena: ondorengo lanean Salamancako Unibertsitatean burutzen ari den lan arloko jazarpenari
buruzko protokoloa azaltzen da. Bere aplikazio eremua, jazarpen bezala ulertzen diren jarrerak, jarraitu
beharreko prozedura, eskatzailearen eskubideak, Lan Arloko Jazarpenaren Prebentziorako Komisioaren
konformazioaren diferentziak, hau izanik erabakiak hartzen dituen organoa.
Résumé : Cet article explique le protocole qui est développé à l’Université de Salamanca pour la prévention
du harcèlement en milieu de travail. Sont envisagés sa portée, les comportements considérés comme
harcèlement, la procédure à suivre, les droits des requérants, les différences existant en ce qui concerne la
mise en place de la Commission pour la Prévention du Harcèlement en Milieu de Travail, qui est l’organisme
responsable de prendre les décisions finales dans les procédures qui soient ouverts.
Summary: the next job explains the protocol that is carrying out the University of Salamanca for the
prevention of harassment in the workplace; its area of application, behaviors that constitute harassment, the
procedure, the rights of applicants, the differences regarding the formation of the Committee on Prevention
of Harassment in the Workplace, which is the body that takes the final decisions in the proceedings.
Palabras clave: Acoso en el entorno laboral, protocolo, Universidad de Salamanca.
Hitz gakoak: Lan arloko jazarpena, protokoloa, Salamancako Unibertsitatea.
Mots clés : Harcèlement au travail, protocole, Université de Salamanca.
Keywords: Harassment in the workplace, protocol, University of Salamanca.
48 Nieves Sanz Mulas y Ana Hava Moreno
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Salamanca 49
1. Definición
A los efectos del Protocolo se ofrece la definición de diversos tipos, formas, con-
ductas y procesos de acoso, y entre ellos del acoso por razón de sexo. Respecto a
éste, en su artículo 4º.3 dice:
“el art. 7.2 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva
de mujeres y hombres define el acoso por razón de sexo como “cualquier comporta-
miento realizado en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de
atentar contra su dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofen-
sivo”. El acoso por razón de sexo, por tanto, es un tipo de acoso moral o psicológico,
siendo válida la misma definición pero añadiéndose la motivación basada en el sexo
de la persona acosada. Tal clase de acoso comprende sin duda aquellos tratamientos
peyorativos que se fundan, no solo en la pura y simple constatación del sexo de la
víctima, sino en la concurrencia de razones o circunstancias que tengan con el sexo
una conexión directa e inequívoca, como sucede con el embarazo, el ejercicio de los
derechos de conciliación, etc.”
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50 Nieves Sanz Mulas y Ana Hava Moreno
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Salamanca 51
1. Respecto al acoso por razones ideológicas o por pertenencia a organizaciones políticas o sindicales,
el Protocolo enumera como posibles conductas (Anexo III):
I. Acciones destinadas a discriminar, excluir o aislar a una persona por su pertenencia a una organi-
zación política o sindical.
II. Acciones destinadas a obstaculizar y desacreditar la actuación representativa sindical.
III. La manipulación de la reputación personal o profesional de las personas por su adscripción ideo-
lógica o sindical, mediante la difamación, ridiculización o desacreditación.
EGUZKILORE – 28 (2014)
52 Nieves Sanz Mulas y Ana Hava Moreno
B) Acoso sexual
El art. 7.1 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efec-
tiva de mujeres y hombres define el acoso sexual, sin perjuicio de lo establecido en
el Código penal, como “cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza
sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de
una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u
ofensivo”. Por ello, constituye acoso sexual toda conducta o comportamiento sexual
en el lugar de trabajo o en conexión con el trabajo, que atente contra la dignidad
de una persona, haciendo que esta se sienta intimidada, coaccionada, humillada u
ofendida. El acoso sexual se puede exteriorizar a través de gestos, actos o palabras,
y puede ser de carácter ambiental, explícito o chantaje sexual. Puede considerarse
acoso sexual el comportamiento coercitivo utilizado para controlar, influir o afectar
al empleo, la carrera profesional o la situación de una persona, y abarca los com-
portamientos tanto en el lugar de trabajo o en funciones sociales ligadas al trabajo,
como durante los viajes o misiones emprendidos en relación con el trabajo, o la
labor realizada sobre el terreno en relación con los proyectos en los que participe la
Universidad de Salamanca. El acoso sexual se distingue de las aproximaciones libre-
mente aceptadas o toleradas por la persona que es objeto de ellas. A cada persona
le corresponde determinar el comportamiento que aprueba o tolera, y de parte de
quien (art. 4º.2).
El Protocolo considera posibles conductas de acoso sexual según factores de
riesgo (Anexo III):
I. El contacto físico deliberado y no solicitado, o un acercamiento físico exce-
sivo e innecesario.
II. Observaciones sugerentes, bromas, comentarios o gestos repetidos de
carácter sexual acerca del cuerpo, la apariencia, la condición sexual o el
estilo de vida de una persona.
III. Llamadas telefónicas, cartas o mensajes SMS o de correo electrónico de
carácter ofensivo o sexual.
IV. La persecución reiterada y ofensiva contra la integridad e indemnidad
sexual.
V. La exposición o exhibición de gráficos, viñetas, dibujos, fotografías o imá-
genes de Internet de contenido sexualmente explícito, no consentidas y que
afecten a la integridad e indemnidad sexual.
VI. Preguntas e insinuaciones acerca de la vida privada de una persona, que
afecten a la libertad sexual.
VII. Miradas, gestos lascivos, muecas, bromas o proposiciones sexualmente
explícitas que afecten a la libertad sexual.
VIII. Invitaciones persistentes para participar en actividades sociales lúdicas, pese
a que la persona objeto de las mismas haya dejado claro que resultan no
deseadas e inoportunas.
IX. Invitaciones impúdicas o comprometedoras y peticiones de favores sexua-
les cuando las mismas se asocien, por medio de actitudes, insinuaciones o
directamente a una mejora de las condiciones de trabajo, a la estabilidad en
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Salamanca 53
5. Formas de acoso
Las formas de acoso, de su parte, y en todos las modalidades de acoso recogidas
en el Protocolo, pueden ser tanto verticales –entre personas con relación jerárquica–
como horizontales –entre personas sin relación jerárquica–.
De su parte, el acoso vertical puede ser tanto ascendente –el autor está jerár-
quicamente subordinado a la víctima– como descendente –el autor tiene ascendencia
jerárquica sobre la víctima– (art. 4º.5).
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Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Salamanca 57
3. Procedimiento a seguir
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58 Nieves Sanz Mulas y Ana Hava Moreno
4. Conformación de la Comisión
Este es el punto más conflictivo, y respecto al cual aún no se ha llegado a un
acuerdo. En principio no hay ningún problema en aceptar que las primeras actua-
ciones se dirijan al SAS, pues cuenta con el personal especializado necesario, ahora
EGUZKILORE – 28 (2014)
Protocolos de actuación contra el acoso laboral en la Universidad: especial referencia a la Universidad de Salamanca 59
bien, a la hora de decidir cual será la conformación de la Comisión que adoptará las
oportunas decisiones, hay un claro distanciamiento entre los representantes sociales y
los demás integrantes de la mesa “negociadora” del Protocolo.
En un principio, y a juicio de quienes suscriben, parecería que la conformación
más adecuada debería buscar la paridad entre los representantes sociales y el Equipo
de Gobierno, con la presencia indiscutible de los dos órganos de garantía con que
cuenta la USAL, que al ser elegidos por el Claustro gozan de completa autonomía en
sus funciones: el Defensor del Universitario y la Unidad de Igualdad. Esta última suma-
mente importante en los supuestos de acoso sexual y acoso por razón de sexo.
EGUZKILORE – 28 (2014)
RESPONSABILIDAD PENAL DE
LAS PERSONAS JURÍDICAS*1
* Los textos que a continuación se presentan se enmarcan en el proyecto de investigación que llevaba
por título “Responsabilidad penal de las personas jurídicas” que fue subvencionado por el Ministerio de Ciencia
e Innovación, en el ámbito de los proyecto de investigación Fundamental no orientada en el período 2010-
2013. Según se hacía constar en la memoria técnica de dicho proyecto de investigación, uno de los objetivos
consistía en la realización de un estudio de derecho comparado que, a nivel europeo, nos permitiera una
comparativa de los modelos de responsabilidad penal de las personas jurídicas existentes en el ámbito de los
Estados de la UE. Para el abordaje de dicha temática, se optó por la técnica del cuestionario. Instrumento
que se facilitó a los contactos y redes de investigación que los miembros del proyecto de investigación, con su
Investigador Principal a la cabeza, disponen en los distintos Estados de la Unión Europea.
El cuestionario constaba de 9 preguntas abiertas, a través de las que se abordaba cuestiones relativas
a los elementos penales y procesales básicos, correspondientes a los diferentes modelos de responsabilidad
penal existentes en cada uno de los 27 Estados de la Unión.
Los cuestionarios recibidos fueron la fuente básica y fundamental para la elaboración de uno de los
capítulos de los que constó el libro colectivo “Responsabilidad penal de las personas jurídicas, que se publicó
al finalizar el proyecto de investigación.
Los textos que ahora publicamos se corresponden con algunos de esos cuestionarios, siendo dicho
motivo, la razón de la estructura propia de todos ellos.
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
63-99
Vanessa FRANSSEN2
Assisterend Academisch Personeel - Plaatsvervangend Docent
Instittut voor Strafrecht
KU Leuven
Resumen: En el siguiente artículo se muestra la regulación belga de la responsabilidad penal de las personas
jurídicas; sus características, los delitos por los cuales pueden las personas jurídicas responder penalmente,
sus penas, así como la problemática suscitada en su aplicación práctica.
Laburpena: Ondorengo lanean pertsona juridikoen erantzukizun penalaren Belgikako erregulazioaren
azalpena agertzen zaigu; ezaugarriak, pertsona juridikoek burutu ahal ditzaketen delituak, dagozkien zigorrak,
eta aplikazio praktikoak sorturiko arazoak.
Résumé : L’article vise la réglementation belge de la responsabilité pénale des personnes morales; ses
caractéristiques, les crimes pour lesquels les personnes morales peuvent répondre pénalement, leur peine,
ainsi que les questions soulevées dans son application pratique.
Summary: The following article shows how is regulate the criminal liability of legal persons in Belgium, its
characteristics, the offenses for which a legal person can respond and their penalties, among other important
subjects also, the problems caused by its application.
Palabras clave: Responsabilidad penal, personas jurídicas, régimen de responsabilidad antropomórfico.
Hitz gakoak: Erantzukizun penala, pertsona juridikoak, erantzukizun erregimen antropomorfikoa.
Mots clés : Responsabilité pénale, personnes morales, régime de responsabilité antropomorphe
Keywords: Criminal liability, legal persons, anthropomorphic liability regime.
1. Texto originariamente en inglés, remitido por la autora en diciembre de 2013 y traducido por la
Profesora Titular de Derecho Penal Ana I. PÉREZ MACHÍO (UPV/EHU) y la alumna de Criminología Leire
BERASALUCE BEREZIARTUA (UPV/EHU). El presente trabajo se enmarca en el ámbito del Grupo de
Investigación en Ciencias Criminales - GICCAS (2013-2018) Código: IT585-13; y en la Unidad de Formación
e Investigación UFI 11/05.
2. Este informe se basa en una publicación anterior: R. VERSTRAETEN y V. FRANSSEN, “Entidades
Colectivas como sujetos del Derecho Penal. El caso de Bélgica y los Países Bajos “, A. FIORELLA y
AMSTILE (eds), Responsabilidad penal de las empresas y de Programas de Cumplimiento, Nápoles,
Jovene Editore, 253-311.
64 Vanessa Franssen
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 65
1-A) Empresas
En principio, el artículo 5 del Código Penal8 (más adelante, CC) se aplica a todas
las personas jurídicas, incluyendo, tanto las que tienen fines lucrativos (empresas y
otras organizaciones empresariales), como las entidades sin ánimo de lucro (como
asociaciones sin ánimo de lucro, asociaciones de comercio, asociaciones profesio-
nales y fundaciones), igualmente, las entidades públicas y privadas (por ejemplo, la
empresa nacional de ferrocarriles).
El Derecho Penal no define de forma expresa los diferentes tipos de personas
jurídicas9. Para obtener una definición legal hay que acudir a las leyes específicas
sobre dicha materia. Por lo que respecta a las entidades con ánimo de lucro, habrá
EGUZKILORE – 28 (2014)
66 Vanessa Franssen
10. Ne peuvent pas être considérées comme des personnes morales responsables pénalement pour
l’application du présent article : l’Etat fédéral, les régions, les communautés, les provinces, les zones de
secours, les prézones, l’agglomération bruxelloise, les communes, (les zones pluri communales,) les organes
territoriaux intra communaux, la Commission communautaire française, la Commission communautaire fla-
mande, la Commission communautaire commune et les centres publics d’aide sociale’.
11. A fin de brindar una respuesta exhaustiva, hay que observar que las llamadas zonas de asistencia
(zonas de secours) y prezones también están exentos de responsabilidad criminal. Se trata de zonas especí-
ficas creadas con el propósito de organizar la seguridad civil y la asistencia (sécurité et civile de protección).
Ellos incluyen uno o más municipios y tienen atribuida una propia personalidad jurídica.
12. Mientras que los municipios no pueden tener responsabilidad penal, sus alcaldes y concejales sí
pueden serlo. Esta situación se considera injusta porque expone a los funcionarios públicos a un muy alto
riesgo de ser condenado por un tribunal penal. Se argumenta que los alcaldes, que son responsables de la
seguridad y el orden público, podrían ser condenados por homicidio cada vez que ocurre un accidente en
una carretera municipal que se debe a la condición defectuosa de la carretera. Esta preocupación es algo
exagerada, ya que nadie puede ser condenado a menos que haya suficiente pruebas de la culpabilidad per-
sonal (por ejemplo, el conocimiento de la condición peligrosa de la carretera y haber dejado de hacer algo
al respecto). No obstante, con el fin de responder a las preocupaciones de los funcionarios públicos locales,
una serie de miembros del Parlamento (MPs) redactó un proyecto de ley en 2008 para limitar el alcance del
artículo 5, párr. 4 CC, como resultado los municipios (y provincias) ya no irían más allá del alcance de la ley
penal. Sin embargo, este intento parlamentario fracasó. En 2012, los diputados del mismo partido político
presentaron una nueva proyecto menos complicado (infra, nota 16).
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 67
13. S. VAN DYCK and V. FRANSSEN, ‘De rechts persoon als strafbare dader: een grondige analyse
van 10 jaar wetgeving, rechtspraak en rechtsleer (part 1)’, TRV 2008, 12.
14. Cass. 5 November 1920 (so-called Flandriacase), Pas. 1920, I, 193.
15. S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, cit., TRV 2008, par. 12.
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68 Vanessa Franssen
16. Trib. Const. 10 Julio 2002, No 128/2002, AA 2002, 1561, APM 2002, 151, Moniteurbelge
(hereinafter:M.B.)
13 Noviembre 2002, 51012, JDSC 2003, 267, nota de caso M.-A. DELVAUX, Rev.dr.pén. 2003,
887, RW2002-03, 857, JLMB 2003, 54; TC. 12 de Enero 2005, No 8/2005, AA 2005, 79, M.B. 11 de
Marzo 2005, 10538, JLMB 2005, 595, with case note of M. NIHOUL; Trib. Const. 21 de Febrero 2007, No
31/2007, M.B. 12 de Abril 2007, 20344, T.Strafr. 2007, 181, nota de caso of P. DE HERT and J. MILLEN,
T.Gem. 2008, 262, with case note of P. WAETERINCKX. Para un análisis de esta jurisprudencia, véase S.
VAN DYCK and V. FRANSSEN, op. cit., TRV 2008, para. 13.
17. Propuesta de ley modificada en el Código Penal respecto a la responsabilidad penal de la persona
jurídica para un análisis de esta jurisprudencia, Parl. Doc., House of Representatives, session 2011-12, No
2147/1.
18. ‘Sont assimilées à des personnes morales : 1° les associations momentanées et les associations en
participation; 2° les sociétés visées à l’article 2, alinéa 3, des lois coordonnées sur les sociétés commerciales,
ainsi que les sociétés commerciales en formation; 3° les sociétés civiles qui n’ont pas pris la forme d’une société
commerciale’.
19. Para más informacion ver K. Geens and C. CLOTTENS, “Belgium”, in K. GEENS, R. BLANPAIN
and M. COLUCCI (eds), International Encyclopedia of Law:. Corporations and Partnerships, Kluwer Law
International, Alphen a/d Rijn, 2006, 185 et seq.
20. Para una discusión más detallada, ver S. VAN DYCK and V. FRANSSEN, op. cit., TRV 2008,
para. 6.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 69
21. Article 5, para. 1 CC: ‘Toute personne morale est pénalement responsable des infractions qui sont
Intrinsèquement liées à la réalisation de son objet ou à la défense de ses intérêts, ou de celles dont les
faits concrets démontrent qu’elle sont été commises pour son compte’.
22. Nota explicativa de la propuesta inicial Legislativa, Parl. Doc, Senado, sesión1998-1999,
n1-1217/1, 2; Cass. 20 de diciembre 2005, nP.05.1220.N, RABG2006, 1505, con el caso de la nota
de P. WAETERINCKX, VAV2007, de 63 años, con el caso de la nota de S. VANDROMME; Cass. 26 de
septiembre 2006, NoP.05.1663.N, RW2006-07, 1084, con la conclusión de C. Vandewal.
23. Advice Conseil d’Etat, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 120. Para una opinión
crítica, véase A. DE NAUW and F. DERUYCK, ‘De strafrechtelijke verantwoordelijkheid van rechtspersonen’,
RW 1999-2000, 901; PH. TRAEST, ‘De Wet van 4 mei 1999 tot invoering van de strafrechtelijke veran-
twoordelijkheid van rechtspersonen’, TRV 1999, 458-459.
24. Como siempre, la prueba del pudín está en comerlo-y es por eso que el legislador francés deci-
dió abolir el principio de especialidad a finales de 2005. F. DESPORTES y F. LEGUNEHEC, Droit Penal
General, París, Economica, 2006, 589 y ss., Párrafos 591 y siguientes.
25. Por el contrario, el Tribunal Constitucional dictaminó que las personas jurídicas no pueden ser
víctima de acoso, ya que, a diferencia de los individuos, no son capaces de experimentar un “sentimiento
problemático”, que es un elemento constitutivo de acoso. Ver Const. Corte10 de mayo 2007, n ° 75/2007.
26. R. VERSTRAETEN, op. cit., Nieuw vennootschaps- en financieelrecht, 1999, 235, para. 6.
27. Cf. F. DESPORTES and F. LE GUNEHEC, Droit péna lgénéral, op. cit., 591, para. 594.
28. J. WOUTERS and L. DE SMET, “De strafrechtelijke verantwoordelijkheid van rechtspersonen
voor ernstige schendingen van het internationaal humanitair recht in het licht van de Belgisch Genocidewet.
Working Paper No 39”,
EGUZKILORE – 28 (2014)
70 Vanessa Franssen
29. Para una comprensión correcta hay que tener en cuenta que el sistema francés se basa en la
responsabilidad indirecta. Esto significa que se requiere en primer lugar un delito (en todos sus elementos jurí-
dicos) para ser cometido por un órgano o representante. En un siguiente paso este delito será atribuido a la
empresa, siempre que la infracción la haya cometido la corporación. Este delito será atribuido a la empresa,
siempre que la infracción se haya cometido en razón de la corporación.
30. Art. 5, Como explicaremos más adelante (...), no es necesario que el individuo que lleva a cabo
el elemento material del delito cumpla con todos los requisitos legales de la infracción. Por lo tanto, él no
tiene que ser no culpable del delito. Lo que importa es que su acto material podrá ser atribuido a la persona
jurídica de acuerdo con los criterios legales del Arte. 5, par. 1 CC, y que se demuestre que es penalmente
responsable del delito.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 71
duo es un ejecutivo, director, gerente, empleado o una persona externa que actúa en
nombre de la persona jurídica. Como cuestión principal, teniendo en cuenta que el
legislador belga ha optado por la responsabilidad penal autónoma de las empresas,
se requiere la existencia de la culpabilidad de la persona jurídica, no siendo preciso, si
quiera, identificar al individuo31.
El Consejo de Estado fue muy crítico con la opción de no delimitar el grupo de
personas físicas que puedan cometer un delito en nombre de la empresa32. En un
sistema de responsabilidad penal indirecta o vicarial, habría sido totalmente legítimo,
pero no se fundamenta en un sistema penal basado en la responsabilidad propia y
autónoma de las empresas. Por otra parte, no se puede obviar la ambición del legisla-
dor al configurar un sistema de responsabilidad penal amplio y general para las perso-
nas jurídicas33, motivo por el cual no tuvo en cuenta la opinión del Consejo de Estado.
Además, la ley no especifica qué tipo de actos individuales pueden desencadenar la
responsabilidad de la persona jurídica. En principio, cualquier acto que se pueda atri-
buir a la persona física, en base a uno o más criterios de los contemplados en el artí-
culo 5, párr. 1 CC (infra, 1-D).
31. Nota explicativa de la propuesta inicial Legislativa, Parl. Doc, Senado, sesión1998-1999,
n1-1217/1, 5; Informe de la Comisión JEANMOYE, Parl.Doc., Senado, sesión1998-1999, n1-1217/6,
18-19. Commission Report JEANMOYE, Parl. Doc., Senado, sesion 1998-99, No 1-1217/6, 18-19.
32. Consejo del Consejo de Estado, Parl. Doc., Senado, sesion 1998-99, No 1-1217/6, 119-120.
33. Commission Report JEANMOYE, Parl. Doc., Senate 1998-99, No 1-1217/6, 8-9.
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72 Vanessa Franssen
34. Esta interpretación se corresponde con el enfoque adoptado por el Consejo de Europa en la
Recomendación º R (88) 18 sobre la responsabilidad de la personalidad jurídica de las sociedades que tengan
delitos-cometidos en el ejercicio de sus actividades. Durante el debate parlamentario, el legislador explícita-
mente se refirió a esta recomendación (véase, por ejemplo Informe de la Comisión JEANMOYE, Parl.Doc.,
Senado, sesión1998-1999, n1-1217/6, 5 y 8). De acuerdo al punto I.2. del anexo de la Recomendación
º R (88) 18, “[e] las empresa debería ser tan responsable como una persona física; tal y como una persona
física comete el acto o la omisión de un delito y puede ser identificado o no>>(énfasis añadido). Este artículo
debería ser interpretado de la siguiente manera: “De acuerdo con la recomendación I.2, la responsabilidad de
la Compañía, debería estar establecida Independientemente de si una persona física puede ser identificada
como el autor de los actos o omisiones constitutivas del delito. La falta de cualquier culpa personal [en la
misma proporción de la persona física] esto necesariamente no excluye la responsabilidad de la empresa.
(Nota Explicativa a la Recomendación º R (88) 18, párr. 19).
35. El Consejo de Europa indicó que las empresas deberán ser capaces de hacerse responsables de
las infracciones cometidas en el ejercicio de sus actividades, aun cuando el delito es ajeno a los fines de la
empresa» (apartado I.1, Anexo a la Recomendación R (88) 18, énfasis añadido).
36. Informe de la Comisión JEANMOYE, Parl.Doc., Senado, sesión1998-1999, n1-1217/6, 8.
37. V. FRANSSEN, ‘Daderschap en toerekening bij rechtspersonen’, NC 2009, 235, para. 21 (ofre-
ciendo una discusión más profunda y explicaciones).
38. Esto ha sido confirmado recientemente por el Tribunal de Casación: Cass. 23 de enero 2013,
nP.12.1424.F. Ver también V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, 234, párr. 18, y las referencias allí.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 73
39. Un tribunal que atribuye el elemento material sobre la base de dos criterios del art. 5, párr. 1CC
no está obligado a tener en cuenta también el tercer criterio de dicha disposición. Véase Cass. 23 de enero
2013, nP.12.1424.F.
40. V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, 237, para. 26, y las referencias.
41. V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, 236-237, párrafos 24 a 25, que ofrece una discusión más
extensa y algunos ejemplos de la jurisprudencia
42. V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, 237-238, paras 28-29, ofreciendo una discusión más extensa.
43. V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, 238, paras 30-31.
44. Al parecer, este criterio general, también es utilizado por los tribunales franceses. Ver
J.-C. PLANQUE, «La responsabilité pénale des personnes morales en droit français. Une œuvre encore
perfectible», en S. ADAM, N. COLETTE-BASECQZ and M. NIHOUL (eds), La responsabilité des per-
sonnes morales pénale en Europa. Responsabilidad de las Corporativas en Europa, Bruselas, laCharte,
2008, 194-195.
45. Sin embargo, si la lucha no es por un único evento sino un problema estructural, podría indicar
que la empresa tiene una política fallida de recursos humanos. En ese caso, no es del todo hipotético que el
elemento material de la infracción pueda ser atribuido a la entidad corporativa sobre la base de primer cri-
terio de atribución. Por supuesto, demostrar la intención de la empresa no será fácil. Sin embargo, según la
legislación belga también sería posible condenar a una persona jurídica por haber causado involuntariamente
lesión corporal, que es un delito similar que requiere negligencia ordinaria, siempre que la política de recursos
humanos, en su defecto, haya provocado la pelea. La evidencia de tal relación de causalidad estuvo del todo
ausente en un caso de acoso en el lugar de trabajo en Bpost (es decir, la empresa nacional de correos) y dio
lugar a la absolución de la corporación (Tribunal de Apelación de Bruselas, 21 de noviembre de 2007, no
publicado, en los archivos del autor).
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74 Vanessa Franssen
46. En virtud del derecho penal belga cada delito requiere culpabilidad, o negligencia como el umbral
mínimo. No hay tal cosa como un “delito de responsabilidad objetiva”. Sin embargo, como se ha indicado
antes, la negligencia, como base para la responsabilidad penal, coincide con la negligencia bajo la ley de
responsabilidad civil. Como consecuencia, la falta menos grave (levissima culpa) es suficiente para ser consi-
derada penalmente responsable. Este fallo puede establecerse sobre la base de cualquier elemento de hecho.
Para un análisis más elaborado, véase V. FRANSSEN, op. cit., NC 2009, p. 246, párr. 58.
47. Veremos que el enfoque holandés es bastante similar (infra, párr. 64 y ss.)
48. Advice Conseil d’Etat, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 121-122.
49. Commission Report JEANMOYE, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 24 and 27.
Para una argumentación en la misma línea de razonamiento, véase A. DE NAUW en F. DERUYCK, op. cit.,
RW 1999-2000, 904.
50. También se podría argumentar que los criterios jurídicos son superfluos, ya que, en un sistema
de responsabilidad penal autónomo, simplemente no hay necesidad de transferir o atribuir el elemento de
intencionalidad por parte de una persona física a la persona jurídica. Por el contrario, el elemento de inten-
cionalidad se establece a nivel de la entidad.
51. Commission Report JEANMOYE, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 25-26.
52. Nota explicativa de la propuesta inicial Legislativa, Parl.Doc., Senado, sesión1998-1999,
n1-1217/1,5.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 75
53. Es decir una persona (a menudo un ejecutivo) quien representa a la persona jurídica y tiene el
poder de decisión
54. Advice Conseild’Etat, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 121.
55. Lo hizo por primera vez en: Cass. 12 de junio 2007, nP.07.0246.N, TGR-TWVR 2008, 141.
En particular, el Tribunal de Justicia declaró: ‘Il ne peut y avoir d’incriminación simultanée d’une personne
physique et moral d’une personne, conformément à cette disposición, Que Lorsque la personne moral est
uniquement tenue responsable des agissements d’une personne physique identifiée ayant commis la faute
sciemment. Ceci implique que la faute commise par une personne morale coinciden avec celle de la Persona
physique ou que ces fautes soient étroitement liées, mais n’empêche pas que cette faute doit être présente
dans le chef des deux personnes. Dès lors, la constatación du juge que la personne physique a commis la
faute sciemment, ne suffit pas. Il doit constater cette faute également dans le chef de la Personne morale.»
(Párrafo 3, énfasis añadido). Por razones poco claras, el Tribunal de Casación ha omitido este requisito en
otro juicio: Cass. 23 de enero 2013, nP.12.1424.F.
56. Literalmente, el Tribunal se pronunció de la siguiente manera: ‘Pour constater cet element moral,
le juge peut se basser sur les comportements des organes de direction de la Personne morale ou de ses
dirigeants, les quels peuvent notamment être des personnes physiques. (Cass. 23 de septiembre 2008,
NoP.08.0587.N, RAGB2009, 477, con el caso de la nota de P. WAETERINCKX, párr. 6).
57. El Tribunal de Casación sólo se ocupa de las cuestiones jurídicas. Los hechos subyacentes precisos
no siempre son claros a partir de la sentencia del Tribunal.
58. Les juges d’appel ont constaté qu’en tant que personne morale, la demanderesse est pénalement
responsable, non seulement parce que les infractions sont intrinsèquement liées à la réalisation de son but et
à la défense de ses intérêts, mais également parce que le prévenu K., comme personne physique identifiée
ayant commis les faits sciemment et volontairement, assumait en fait la direction en matière de la probléma-
tique du permis d’environnement et que la demanderesse a dès lors agi par l’intermédiaire dudit prévenu,
qui était non seulement dans la possibilité de commettre l’infraction mais également de remédier à la situation
illégale, ce qu’il n’a pas fait’. (Cass. 23 September 2008, No P.08.0587.N, para. 7, emphasisadded.).
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 77
63. El legislador ilustra este punto con el ejemplo (hipotético) de una corporación que rechaza públi-
camente el lavado de dinero, pero, en realidad anima a sus empleados a adoptar riesgos muy altos, incluso
si estos ascienden a las prácticas de lavado de dinero. (Informe de la Comisión JEANMOYE, Doc. parl,
Senado, sesión1998-1999, n º 1. 1217/6, 27). Ver también V. FRANSSEN y R. VERSTRAETEN, op. cit.,
JT 2010, párr. 23, con referencia a A. MASSET, ‘La loi du 4 mai 1999 instaurant La responsabilité des
personnes morales penale: extensión une du filet pénal modalisée’, JT 1999, 656, nota 21.
64. Véase, por ejemplo, Cass. 19 de febrero 2013, N º P.12.1072.N (en este caso uno de los
propietarios-directivos sabían del delito, pero no hicieron nada para poner fin a la infracción por pereza y
porque el delito dio a la empresa una ventaja competitiva).
65. V. FRANSSEN and R. VERSTRAETEN, op. cit., JT 2010, par. 22.
66. Véase también V. FRANSSEN and R. VERSTRAETEN, op. cit., JT 2010, para. 24.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 79
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salvaguardar otros intereses más importantes72. En definitiva, no queda claro cuál era
el motivo de política criminal que el legislador pretendía.
En algunos aspectos, la norma no acumulativa parece irreconciliable con la idea
de la responsabilidad penal autónoma de las empresas (por ejemplo, debido, exclusi-
vamente, a la intervención de una persona física). Especialmente destacable resulta
el hecho de que esta regla no resulta acorde con las disposiciones de cumplimiento
obligatorio que ha asumido Bélgica, como consecuencia de la normativa de la Unión
Europea, puesto que muchas Decisiones-Marco y Directivas obligan a los Estados
Miembro de la UE a «adoptar las medidas necesarias para que las personas jurídi-
cas puedan ser consideradas responsables de los delitos, cuando dichos delitos sean
cometidos por cuenta de éstas por cualquier persona, actuando a título particular o
como parte de un órgano de la persona jurídica, que ostente un cargo directivo en el
seno de dicha persona jurídica”73.
A la vista del gran número de delitos que en el ámbito de la legislación penal
belga requiere de mera culpa, la norma “no acumulativa” es de aplicación frecuente.
Hay que recordar, sin embargo, que la aplicación de la norma de “no acumulación”
no se traduce, necesariamente, en una absolución de la persona física; también puede
beneficiar a la persona jurídica.
Inicialmente, la noción de “delito más grave” dio lugar a algunos problemas de
interpretación. La idea era nueva en el Derecho Penal y estaba claramente inspirado
en un derecho de daños. Gradualmente, los Tribunales fueron delimitando la concre-
ción de dicho concepto en el ámbito Derecho Penal. En la práctica, quien comete el
delito más grave será más culpable o habrá contribuido, en mayor medida, al delito74.
A medida que el criterio se aplica caso por caso, se van resolviendo los problemas ini-
ciales de interpretación. Sin embargo, la duda reside en los supuestos en los que hay
más de tres acusados75.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 81
76. Por ejemplo, una pelea entre los empleados probablemente será calificado como asalto y agresión
por parte del empleado-individual, pero también como lesión corporal involuntaria por parte de la entidad
empresarial (asumiendo, por supuesto que la entidad corporativa puede ser considerada responsable). La
jurisprudencia no es del todo clara en este punto. Ver también S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit.,
TRV2009, párr. 106.
77. A veces, la descripción legal de un delito no exige explícitamente un cierto elemento mental. En
tal caso, la respuesta hay que buscarla en una teoría legal. Por ejemplo, de acuerdo con la teoría del dere-
cho, todos los delitos menores (es decir, los delitos de un grado intermedio de gravedad) en el Código Penal
requieren intención como el umbral mínimo de culpabilidad. Este enfoque ha sido aceptado por el Tribunal
de Casación.
78. Para un análisis más detallado y ejemplos jurisprudenciales, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN,
op. cit., TRV2009, párrafos 111-112.
79. Es cierto que esta decisión puede ser frustrada por iniciativa de la parte “civil” (o privada), que tiene
el derecho de iniciar procedimientos penales en muchos casos.
80. Con el fin de evitar resoluciones contradictorias, por supuesto, puede ser preferible procesar
ambas partes al mismo tiempo que sucesivamente.
81. Véase Cass. 27 de abril 2010, nP.09.1625.N. Para un análisis crítico de esta jurisprudencia,
véase V. FRANSSEN y S. VAN DYCK, “’Let´s Stick Together (c´mon c´mon): decumul enkel mogelijk bij
gezamenlijke vervolging van natuurlijke persoon en rechtspersoon?”, nota del caso, Cass. 27 de abril 2010,
Cass. 01 de febrero 2011 y Cass. 22 de junio 2011, NC 2011, 382-386.
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82 Vanessa Franssen
1. Listado de sanciones
2. Criterios de aplicación
82. Projet de loi modifiant la loi du 4 mai 1999 instaurant la responsibilité pénale des personnes
morales, Parl. Doc., House of Representatives, session 2006-07, No 2929/1.
83. El proyecto de ley modifica el Código Penal respecto a la responsabilidad penal de las personas
jurídicas, Parl.Doc., Cámara de Representantes, sesión2011-12, n ° 2147/1.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 83
84. Véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2008, párr. 6 y las referencias allí.
85. Para un análisis técnico más detallado, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009,
párrafos 164-204. Para una reflexión más conceptual sobre el castigo y la condena de las empresas ver
V. FRANSSEN, Principios de Sentencias europeas para Corporaciones, tesis doctoral, Lovaina, KU Leuven,
2013, 430 p, V. FRANSSENy S. VAN DYCK, ‘Holsters op maat voor de bestraffing van ondernemingen?
Eerst goed Mikken, dan pas schieten”, en F. DERUYCK, M. DESwaef, J. ROZIE, M. ROZIE, PH. TRAESTY
R. VERSTRAETEN (eds.), De wet voorbij. Liber amicorum Luc Huybrechts, Amberes, Intersentia, 2010,
511-535.
86. Véase, por ejemplo J. S. PARKER, ‘la política de sentencias penales para las organizaciones:
el enfoque unificador de sanciones óptimas’, 26 Am. Crim. L.Rev. 1989, 573; C. A. WRAY, “Probation
Corporativa under the new Organizational Sentencin Guidelines’, 101Yale LJ 1992, 2021. Cabe señalar,
sin embargo, que la ley penal belga no incorpora ninguno de los elementos económicos típicos (tales como
los costes de la conducta criminal y la ley ejecución, y la probabilidad de detección y castigo) en el cálculo
de la multa.
87. Para un análisis crítico de esta consideración, véase V. FRANSSEN, Principios de Sentencias
europeas para Corporaciones, op. cit., párrafos 467-472.
EGUZKILORE – 28 (2014)
84 Vanessa Franssen
mejor que nadie, lo que implica una mala organización, así como la necesidad de
que se adopten medidas tendentes a evitar futuras infracciones, desde un punto de
vista eficiente88. Ahora bien, la sanción de multa no siempre logra el efecto punitivo
y disuasorio deseado, puesto que, por ejemplo, no genera los incentivos adecuados
para asegurar que la persona jurídica modifique su comportamiento con la finalidad
de evitar una futura conducta ilícita (a veces aludida a través de la expresión modelo
de reforma estructural)89,90. Por otra parte, se ha puesto de manifiesto que la multa
genera un limitado efecto estigmatizador en las personas jurídicas91. Desde esta pers-
pectiva, uno podría preguntarse en qué medida una multa responde, adecuadamente,
a la retribución (o “fuerte desaprobación social”), que sigue considerándose como
objetivo básico del castigo penal, incluso para el caso de personas jurídicas92.
Como se señaló anteriormente, el legislador belga no tenía intención de revisar
todo el Código Penal al incorporar la responsabilidad penal de las personas jurídi-
cas en 1999. Sin embargo, a tenor de que la mayoría de los delitos, en el ordena-
miento jurídico-penal belga se castigan con penas de prisión, el legislador tenía que
buscar una alternativa para estos delitos, sin tener que modificar el Código Penal y las
innumerables leyes penales especiales existentes al margen del Código93. Esta situa-
ción concluyó en la incorporación de un mecanismo de conversión complicado y, sin
demasiada lógica (artículo 41 bis CC94).
88. V. FRANSSEN, Principios de Sentencias europeas para Corporaciones, op. cit., párrafos 498-499.
89. Véase, por ejemplo J. y M. GOBERT Punch, Rethinking Corporate Crime, London, Lexis
Nexis Butterworths, 2003, 231-233.
90. V. FRANSSEN, European Sentencing Principles for Corporations, op. cit., paras 502-503.
91. Véase, por ejemplo R. A. POSNER, Análisis Económico del Derecho, Nueva York, Aspen, 2003,
222 (‘el efecto estigma de ser condenado sólo a pagar una multa es leve’) y 224. Para una reflexión sobre
el efecto estigmatizante de las sanciones penales a las corporaciones, vea V. FRANSSEN, Principios de
Sentencias europeas para Corporaciones, op. cit., párrafos 447-453.
92. Sobre el papel de la retribución con respecto a las empresas, vea V. FRANSSEN, Principios de
Sentencias europeas para Corporaciones, op. cit., párrafos 455-464 y 740-742.
93. Para una comprensión correcta es importante tener en cuenta que se determine el máximo legal y
prisión mínima para cada delito por separado, ya sea en el mismo artículo que describe los requisitos legales
de la infracción, o en una de las siguientes disposiciones del mismo Código o Ley.
94. Ԥ 1er. Les amendes applicables aux infractions commises par les personnes morales sont :
en matière criminelle et correctionnelle :
– lorsque la loi prévoit pour le fait une peine privative de liberté à perpétuité : une amende de deux
cent quarante mille euros à sept cent vingt mille euros;
– lorsque la loi prévoit pour le fait une peine privative de liberté et une amende, ou l’une de ces
peines seulement : une amende minimale de cinq cents euros multipliés par le nombre de mois
correspondant au minimum de la peine privative de liberté, et sans pouvoir être inférieure au
minimum de l’amende prévue pour le fait; le maximum s’élève à deux mille euros multipliés par le
nombre de mois correspondant au maximum de la peine privative de liberté, et sans pouvoir être
inférieure au double du maximum de l’amende prévue pour le fait;
– lorsque la loi ne prévoit pour le fait qu’une amende : le minimum et le maximum sont ceux prévus
par la loi pour le fait; en matière de police :
– une amende de vingt-cinq euros à deux cent cinquante euros.
§ 2. Pour la détermination de la peine prévue au § 1er, les dispositions du Livre Ier sont applicables’.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 85
95. Prisión correccional se aplica a los delitos menores (délits), que son, como se dijo anteriormente,
los delitos de un nivel intermedio de gravedad.
96. Reclusión penal sólo podrá imponerse por los delitos penales (delitos), que son el tipo más grave
de los delitos.
97. Las infracciones (infracciones, que no deben confundirse con las infracciones administrativas)
constituyen la categoría de delitos menos graves conforme al derecho penal belga.
98. Supra, note 86.
99. Para un análisis de estos problemas, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009,
párrafos 167 a 169.
100. Sin embargo, hay algunos problemas restantes que requieren una solución legislativa. Véase S.
VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009, párrafos 198 y 200 a 202.
101. Opdecimesse añaden a la cantidad legal de la multa con el fin de compensar la inflación. La
cantidad de opdecimesse determina por la ley (Loi du 5 mars 1952 relativa aux décimes additionnels sur les
amendes pénales, MB 03 de abril 1952) y se ajusta periódicamente a la situación monetaria.
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86 Vanessa Franssen
Sanciones accesorias
Además de las multas, la ley prevé otras sanciones penales, que vamos a ana-
lizar en detalle105. Ninguna de estas sanciones puede imponerse sin una multa; sin
embargo en algunos casos, esta combinación obligatoria conduce a situaciones inde-
seables. Por ejemplo, ¿cuál es la finalidad de la multa si el tribunal también condena a
la persona jurídica a la disolución obligatoria106?
Una de las penas accesorias principales es la de confiscación. Dicha sanción
puede ejecutarse con las mismas condiciones que para las personas físicas (artículo 7
bis y los artículos 42-43bis CC) y puede afectar al objeto del delito, su resultado y / o
los beneficios de procedencia ilícita. Con la finalidad de no poner en peligro el buen
funcionamiento de los servicios públicos, para los casos de personas jurídicas de dere-
cho público107 hay algunas restricciones (artículo7 bis, párrafo 1, 2°CC108)109.
102. ‘A défaut de payement dans le délai de deux mois à dater de l’arrêt ou du jugement, s’il est contradic-
toire, ou de sa signification, s’il est par défaut, l’amende pourra être remplacée par un emprisonnement dont la
durée sera fixée par le jugement ou l’arrêt de condamnation, et qui n’excédera pas six mois pour les condamnés
à raison de crime, trois mois pour les condamnés à raison de délit, et trois jours pour les condamnés à raison
de contravention. Les condamnés soumis à l’emprisonnement subsidiaire pourront être retenus dans la maison
où ils ont subi la peine principale. S’il n’a été prononcé qu’une amende, l’emprisonnement à subir, à défaut de
payement, est assimilé à l’emprisonnement correctionnel ou de police, selon le caractère de la condamnation’.
103. Existe un sistema de copia de seguridad similar para los individuos que están sentenciados a servi-
cio comunitario (artículo 37ter, párr. 1CC, que establece pena de prisión o una multa como pena subsidiaria).
Por otra parte, a las personas condenadas por delito de tráfico se les aplica subsidiariamente una privación
del carnet de conducir (artículo 68 bis Ley de Tránsito de 16 de marzo 1968). Dichas entidades, colectivas
no pueden ser condenadas a servicio comunitario por falta de fundamento jurídico. Sin embargo, pueden
ser condenadas por infracciones de tráfico. En este último caso, el orden de inhabilitación filial de embargo,
no se aplica a ellos: Cass. 02 de diciembre 2008, nP.08.1122.N.
104. El Tribunal de Casación ha fallado en este sentido en varias ocasiones: Cass. 07 de sep-
tiembre 2004, NoP.04.0465.N; Cass. 10 de marzo 2004, JDSC2005, 257, con el caso de la nota de
M.-A. DELVAUX, JLMB2004, p. 1363, Pas. 2004, p. 419, Rev. dr. pén. 2004, 944, con el caso de la
nota de F. Kefer.
105. El legislador belga señaló claramente un poco de inspiración desde el Consejo de Europa,
Recomendación n ºR (88) 18, pero también se perdió un número de oportunidades. Véase S. VAN DYCK
y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009, párr. 179 y siguientes.
106. Cf. S. VAN DYCK and V. FRANSSEN, op. cit., TRV 2009, para. 99.
107. Obviamente, esta excepción sólo se aplica a las personas jurídicas públicas que pueden ser
consideradas penalmente responsables, no para las mencionadas en el artículo5, párr. 4CC (supra, 1-A.2).
108. ‘Les peines applicables aux infractions commises par les personnes morales sont : en matière criminelle,
correctionnelle et de police : (…) 2° la confiscation spéciale; la confiscation spéciale prévue à l’article 42, 1°, pronon-
cée à l’égard des personnes morales de droit public, ne peut porter que sur des biens civilement saisissables; (…)’.
109. Para una discusión más detallada, ver S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009,
párrafos 180-184.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 87
En segundo lugar, las personas jurídicas pueden ser condenadas a disolución. Esta
grave sanción sólo se aplica a faltas y delitos (artículo 7 bis, párr. 2, 1°CC110). Por otra
parte, sólo puede ser impuesta bajo condiciones muy estrictas: o la persona jurídica ha
sido creada con el propósito de cometer delitos, supuesto que será poco común, o bien
se ha alejado intencional y completamente de su objetivo principal111 para pasar a la
comisión de delitos (art. 35, párr. 1 CC112)113. Desafortunadamente, la ley no dice cómo
aplicar esta sanción a las entidades sin personalidad legal114. En cuanto a las personas jurí-
dicas públicas, no pueden ser condenadas a esta sanción (artículo 7 bis, párr. 2, 1°CC).
Por último, en caso de faltas y delitos, hay tres penas accesorias más: la pro-
hibición de ejercicio de determinadas actividades (Artículo 7 bis, párrafo 2, 2°115y
el artículo 36CC116), el cierre de locales, plantas, secciones (artículos 7 bis, párrafo
3.3°117 y 37CC118) y la publicación de la sentencia (artículos 7 bis, párr. 3, 4°119
y37bisCC120). Las dos primeras sanciones pueden ser temporales o permanentes, e
incluyen ciertas restricciones para personas jurídicas121 en la realización de servicios
públicos. Pero ninguna de estas sanciones puede imponerse sin la existencia de dis-
posición normativa prevista para el delito específico. Sin embargo, desde 1999, el
legislador no ha promulgado apenas disposición normativa alguna, al respecto. En
110. ‘Les peines applicables aux infractions commises par les personnes morales sont : (…) en matière
criminelle et correctionnelle : 1° la dissolution; celle-ci ne peut être prononcée à l’égard des personnes morales
de droit public; (…)’.
111. Informe de la Comisión Verherstraeten, Parl.Doc., Cámara de Representantes, la
sesión1998-1999, n ° 2093/5, en 32.
112. ‘La dissolution peut être décidée par le juge lorsque la personne morale a été intentionnellement
créée afin d’exercer les activités punissables pour lesquelles elle est condamnée ou lorsque son objet a été
intentionnellement détourné afin d’exercer de telles activités’.
113. Para una discusión más detallada y algunos ejemplos, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN,
op. cit., TRV2009, párrafos 185-189.
114. Para algunas sugerencias sobre la forma de aplicar esta sanción a las entidades, véase S. VAN
DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2008, párr. 6.
115. ‘Les peines applicables aux infractions commises par les personnes morales sont : (…) en matière
criminelle et correctionnelle : (…) 2° l’interdiction d’exercer une activité relevant de l’objet social, à l’exception
des activités qui relèvent d’une mission de service public; (…)’.
116. ‘ L’interdiction temporaire ou définitive d’exercer une activité relevant de l’objet social de la per-
sonne morale pourra être prononcée par le juge dans les cas prévus par la loi’.
117. ‘Les peines applicables aux infractions commises par les personnes morales sont : (…) en matière
criminelle et correctionnelle : (…) 3° la fermeture d’un ou plusieurs établissements, à l’exception d’établisse-
ments où sont exercées des activités qui relèvent d’une mission de service public; (…)’.
118. ‘La fermeture temporaire ou définitive d’un ou plusieurs établissements de la personne morale
pourra être prononcée par le juge dans les cas prévus par la loi’.
119. ‘Les peines applicables aux infractions commises par les personnes morales sont : (…) en matière
criminelle et correctionnelle : (…) 4° la publication ou la diffusion de la décision’.
120. ‘La publication ou la diffusion de la décision aux frais du condamné pourra être prononcée par le
juge dans les cas déterminés par la loi’.
121. Contrariamente a las excepciones mencionadas anteriormente relativas a las resoluciones de
decomiso y disoluciones, estas entidades no son necesariamente públicas.
EGUZKILORE – 28 (2014)
88 Vanessa Franssen
consecuencia, las anteriores tres sanciones siguen siendo, en gran medida, teóricas,
tal y como algunos ya lo previeron122,123.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 89
127. Los máximos generales nullum crimen, nulla poena sine lege se establecen en el artículo 14 de
la Constitución y el artículo 2, párr. 1 Código Penal. Otros aspectos del principio de legalidad (por ejemplo,
la exigencia de lex certa) se pueden encontrar en la jurisprudencia del Tribunal de Casación y el Tribunal
Constitucional. Los ejemplos de los casos donde se encontró el requisito lex certa, siendo violados, son, sin
embargo bastante raros. Durante dos casos en los que se aplicó el requisito de lex certa a las personas jurídi-
cas, aunque sin éxito, véase, por ejemplo Cass. 14 de noviembre 2002, n P.11.1611.F.; Const.Court 15 de
marzo 2006, n º 40 /2006. Para una discusión más amplia de la jurisprudencia sobre la lex certa en general,
consulte por ejemplo A. DE Nauw “ Nieuwe Wendingen inzake het lex certa beginsel”, en F. VERBRUGGEN,
R. VERSTRAETEN, D. Van Daele y B. SPRIET (eds.), als Strafrecht roeping. Liber amicorum Lieven Dupont
(Vol. II), Lovaina, Universitaire Pers Lovaina, 2005, 757-773 ; A. JACOBS, « Le principe de légalité en Materia
pénale auregard de la la jurisprudencia de la Cour d’ Arbitrage «, en F. VERBRUGGEN, R. VERSTRAETEN,
D. Van Daele y B. SPRIET (eds), als Strafrecht roeping. Liber amicorum Lieven Dupont (Vol. II), Lovaina,
Universitaire Pers Lovaina, 2005, 821-845 ; V. FRANSSEN, J. y F. Vanheule VERBRUGGEN, « Wie heeft
het gedaan en wat ermee gedaan ? Sprokkelen en rechtspraak over strafbaarheid en bestraffing», in Orde van
ADVOCATEN KORTRIJK (ed.), Recente ontwikkelingen en Strafrechthet : vormingsprogramma 2007-2008,
Bruselas, Larcier, 2008, (1) 4-9.
128. Este principio se recoge en el art. 10 Constitución belga. La prohibición de discriminación se
puede encontrar en el art. 11 de la Constitución. Ambos artículos se pueden aplicar en los casos penales.
Véase, por ejemplo Const. Corte15 de diciembre 2011, n º 193/2011.
129. Todos los delitos requieren la prueba de un cierto grado de culpabilidad, aun cuando no se men-
ciona específicamente en la norma penal de un delito. Los delitos de responsabilidad objetiva (o infracciones
matérielles) no son aceptados en el derecho penal belga. Sin embargo, el umbral para la responsabilidad penal
puede ser muy bajo: con respecto a delitos de negligencia la prueba de la culpa es más flexible, de tal forma
que la culpa leve (levissima culpa) es suficiente para mantener la responsabilidad penal a una persona (física o
jurídica). Por otra parte, los tribunales pueden inferir la negligencia del infractor por la prueba de actus reus.
130. El principio de proporcionalidad ha sido aceptado por el Tribunal de Casación, aunque no
formalmente como un principio general de derecho. Véase, por ejemplo Cass. 13 de febrero 2009,
C.07.0507.N (relativo a una sanción administrativa que es criminal en el sentido del art. 6 y 7del CEDH).
Ver también A. BOSSUYT, “Principes du droit généraux”, Tribunal de Casación, Rapport annuel 2002,
(115) 139, disponible en http://justice.belgium.b/fr/binaries/cass2002fr_tcm421-210521.pdf (consultado
por última vez el 15 de mayo de 2013). El principio de proporcionalidad también es aplicado por el Tribunal
Constitucional, aunque siempre en relación con el principio de igualdad del art. 10 de la Constitución.
131. Los artículos 163, párr. 4 y 195, párr. 3 del Código de Procedimiento Penal permite a los tribu-
nales de tráfico y los tribunales correccionales (es decir, los tribunales penales de primera instancia) imponer
una sentencia menor que es el mínimo establecido por ley, incluso en ausencia de circunstancias atenuantes,
después de que el infractor demuestre su precaria situación financiera. Estas disposiciones se introdujeron
en 2003, posterior a la creación de la responsabilidad penal de las empresas, y no parece que haya ninguna
razón para que no se pudieran aplicar a las empresas, aunque los ejemplos en la jurisprudencia son raros,
por no decir inexistentes.
132. Véase, por ejemplo Cass. 24 de junio 1998, Pas. 1998, I, 798. Véase también M. PNEUMONT,
«Les principes du droit générauxen Materia pénale», S. GILSON(ed.), Au-delà de la loi? Actualités et évo-
lutions des principes généraux du droit, Louvain-la-Neuve, Anthemis, 2006, (111) 116 y las referencias
jurisprudenciales.
EGUZKILORE – 28 (2014)
90 Vanessa Franssen
133. Para un análisis más completo, véase V. FRANSSEN, European Sentencing Principles for
Corporations, op. cit., p. 269-337.
134. Cass. 27 de mayo 1971 (el llamado Franco Suisse juiciode esquí), Arr. Cass. 1971, 959 y Pas.
1971, I, 886. Véase, por ejemplo K. Lenaerts y P. Van Nuffel, editado por R. Bray, Derecho Constitucional
de la Unión Europea, London, Thompson - Sweet&Maxwell, 2005(2 ª ed.), 679 a 681, párr. 17-016.
135. En realidad, para ser más precisos, mientras esta responsabilidad civil sirve para colmar la vieja
laguna de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, no sólo es aplicada a las personas jurídicas, sino
también a las físicas (por ejemplo, ejecutivos corporativos).
136. Un ejemplo típico es la responsabilidad de un empresario, por infracciones de tráfico cometidos
por sus empleados (artículo 67 Ley de Tránsito de 1968). Bajo la ley belga un empleador puede ser una
persona jurídica o un individuo. Del mismo modo, las provincias y los municipios pueden ser civilmente
responsable por el pago de multas impuestas por sus autoridades locales (miembros del consejo provincial,
y alcaldes y concejales, respectivamente). Véase, por ejemplo Arte. Ley Provincial 106ter y Art. 71 Ley
Provincial de Flandes; Art. 271ter, párr. 1 Ley Municipal Nueva y Art. 73, párr. 1 Ley Municipal flamenca.
137. Esta doctrina no sólo se establece en el artículo 1384 del Código Civil (para jefes privados), sino
también en otras leyes (por ejemplo, para la policía y los jefes del sector público).
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 91
esta doctrina, suele limitarse a los daños y costos judiciales, este régimen especial de
responsabilidad se extiende explícitamente a multas penales e incluso a veces al deco-
miso. La responsabilidad civil de la persona jurídica se establece en la misma sen-
tencia que determina la responsabilidad penal de la persona física138. Sin embargo,
mientras la adopción del sistema de responsabilidad penal de las empresas representa
un régimen de responsabilidad especial, algo artificial139 básicamente innecesario140, el
Parlamento sin embargo no abolió las disposiciones que establecían la responsabilidad
civil de las personas jurídicas. De hecho, hoy en día, las personas jurídicas pueden
resultar sujetos civilmente responsables por multas penales y someterse a las disposi-
ciones del comiso respecto de personas físicas condenadas penalmente.
La combinación de la responsabilidad civil junto al artículo 5 CC también suscitó
un nuevo problema: esto es, las personas jurídicas pueden ser castigadas personal
y civilmente siendo responsables por las multas y la sanción de comiso impuestas a
sus ejecutivos y empleados. En un momento determinado, el legislador consideró que
la supervivencia de ambos regímenes de responsabilidad, era contraria al principio
de non bis in idem –reconociendo así, implícitamente, el carácter artificial del régi-
men especial de responsabilidad civil– como ya se ha argumentado anteriormente.
Sin embargo, en lugar de abolir ese régimen de responsabilidad civil, optó por intro-
ducir –con el asesoramiento del Consejo de Estado141– un nuevo artículo 50 bis en el
ámbito del Código Penal, que dispone que en los supuestos en los que una persona
jurídica sea condenada personalmente al pago de una multa, no pueda ser conside-
rada civilmente responsable por el pago de una de las multas de las personas físicas,
respecto a idénticos hechos142.
Por último, es evidente que la pena impuesta a una persona jurídica pueda tener
efectos en otros sujetos; no sólo en los propietarios o accionistas de la persona jurí-
dica, sino también sobre sus empleados, proveedores, clientes, etc. No hay reglas
específicas para controlar estos efectos, ni siquiera, para poder determinar, si los suje-
tos afectados han sido, igualmente, sancionados por el mismo delito. El único instru-
mento del que disponen los Tribunales es su propia sentencia, que como ya se ha
señalado, resulta determinante, en este sentido.
138. En consecuencia, esto requiere que la corporación sea parte en el proceso penal. Desde un punto
de vista técnico, esta última sin embargo, no es la parte demandada.
139. El régimen de responsabilidades es, en cierta medida, artificial ya que las multas penales y
resoluciones de decomiso impuestas a una persona, se convierten en una obligación civil de otra persona.
Normalmente, uno podría argumentar que la responsabilidad de una persona responsable de las sanciones
penales impuestas a otra persona viola el principio de castigo personal. De modo que el legislador elude
este problema, al menos en teoría, al implantar una conversión artificial de la obligación de pago de dichas
sanciones en una obligación civil. Tal obligación civil, aún podría ser considerada como una sanción penal
en el sentido del artículo 6 y7del CEDH. Véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009, párr.
173 y las referencias allí contempladas.
140. Con excepción de las personas jurídicas de derecho público, que han sido excluidas de la respon-
sabilidad penal en virtud del artículo5, párr. 4CC (supra, 1-A.2).
141. Consejo del Conseil d’Etat, Parl. Doc., Senate, session 1998-99, No 1-1217/6, 123-124.
142. ‘Nul ne peut être tenu civilement responsable du paiement d’une amende à laquelle une autre
personne est condamnée, s’il est condamné pour les mêmes faits. Tenga en cuenta que esta disposición sólo
se refiere a la multa, no las posibles resoluciones de decomiso.
EGUZKILORE – 28 (2014)
92 Vanessa Franssen
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 93
trata de un precepto que se aplica igualmente a las entidades sin personalidad jurídica
del artículo 5, párr. 3 CC146.
Con respecto a la primera hipótesis, esto es, la liquidación definitiva de la per-
sona jurídica, hay que entender que la entidad disuelta conserva su personalidad jurí-
dica a los efectos de su liquidación147. Como consecuencia, la entidad sigue teniendo
responsabilidad penal en la fase de liquidación. Idéntica situación se suscita respecto
de una entidad que ha solicitado la quiebra: la solicitud de quiebra no pone fin a la
responsabilidad penal de la entidad, sino la disolución definitiva de la misma. Por des-
gracia, el legislador no determinó cuándo finaliza dicha disolución. La doctrina afirma
que se prefiere el momento en que se registra la decisión definitiva ante el tribunal148.
La segunda hipótesis legal (la disolución judicial)149 provoca cierta confusión,
ya que, como se dijo anteriormente, una entidad que se disuelve mantiene su perso-
nalidad jurídica en la fase de liquidación. Desde esta perspectiva, no son fácilmente
entendibles los motivos por los que una entidad que se disuelve por decisión judicial
ya no debe ser penalmente responsable, en tanto que una entidad que se disuelve
voluntariamente mantiene dicha responsabilidad, hasta el cierre de la liquidación. Se
trata de una distinción, a primera vista, injustificada150.
La tercera hipótesis (disolución sin liquidación) se refiere a las fusiones (a través
de la adquisición o mediante la formación de una nueva empresa)151 y divisiones152. Si
bien el Parlamento no especificó, exactamente, cuándo la entidad debe considerarse
disuelta, el momento más adecuado parece el del depósito de la fusión o de la divi-
sión de decisión en la secretaría del tribunal153. A partir de este momento, la entidad
original, ya disuelta no puede ser procesada, ni considerada penalmente responsable.
Sin embargo, no queda claro si la nueva entidad (o entidades), resultado de la fusión
o escisión, pueden ser procesadas por delitos cometidos antes de dicho momento.
El artículo 20, párr. 1 Título Preliminar del Código de Procedimiento Penal omite
referencia al respecto y no existe un consenso doctrinal154. Con la finalidad de evitar
que las entidades, de forma fraudulenta, busquen encontrarse en cualquiera de los
tres supuestos del artículo 20, párr. 1 Título Preliminar del Código Procesal Penal,
146. S. VAN DYCK, “De (privaatrechtelijke) rechtspersoon als strafbare dader van een misdrijf. Het
Toepassingsgebied ratione societatis privati iuris van de wet van 4 mei 1999”, T.Strafr. 2001, (227)
251, par. 86.
147. El artículo 183del Código empresarial.
148. S. VAN DYCK and V. FRANSSEN, op. cit., TRV 2008, para.91.
149. Los artículos 182, 333, 634 y 645del Código de la empresa.
150. S. VAN DYCK and V. FRANSSEN, op. cit., TRV 2008, para.92.
151. Los artículos 671 a 672 y 681 y ss. Código de empresa.
152. Los artículos 673 a 675 y 681 y ss. Código de empresa.
153. No existe una jurisprudencia clara en este punto todavía. Véase, por ejemplo Const. Tribunal de
Justicia 18 abril de 2013, n º 52/2013.
154. Para una visión general de los diferentes puntos de vista, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN,
op. cit., TRV2008, párr. 93.
EGUZKILORE – 28 (2014)
94 Vanessa Franssen
155. Artículo 61 bis, párr. 1del Código de Procedimiento Penal («Le juge d’instruction procède à
l’inculpación de toute personne contre laquelle existent des índices sérieux de culpabilité. Cette inculpation
est faite lors d’un interrogatoire ou par notification à l’intéressé. ‘)
156. Uno puede preguntarse si esta excepción se justifica razonablemente a la luz del art. 10-11
Constitución (principios de igualdad y no discriminación, supra, 3-A.2). Por desgracia, el Tribunal
Constitucional se negó a responder a esta pregunta. Ver Const. Tribunal de Justicia 18abril de 2013, n º
52/2013.
157. Artículo 198 Código Empresarial.
158. ‘Lorsqu’au cours d’une instruction, le juge d’instruction constate de sérieux indices de culpabilité
chez une personne morale, il peut, si des circonstances particulières le requièrent, ordonner les mesures
suivantes :
1° la suspension de la procédure de dissolution ou de liquidation de la personne morale;
2° l’interdiction de transactions patrimoniales spécifiques susceptibles d’entraîner l’insolvabilité de la
personne morale;
3° le dépôt d’un cautionnement dont il fixe le montant, en vue de garantir le respect des mesures
qu’il ordonne. si les mesures visées à l’alinéa précédent concernent des biens immeubles, il est
procédé conformément à l’article 35bis’.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 95
159. Article 1382 Civil Code reads as follows: ‘Tout fait quelconque de l’homme, qui cause à autrui un
dommage, oblige celui par la faute duquel il est arrivé, à le réparer’. Article 1383 Civil Code states : ‘Chacun
est responsable du dommage qu’il a causé non seulement par son fait, mais encore par sa négligence ou par
son imprudence. ’Article 1384 Civil Code spells out the conditions of vicarious liability: ‘On est responsable
non seulement du dommage quel ‘on cause par son propre fait, mais encore de celui qui est causé par le fait
des personnes dont on doit répondre, ou des choses quel ‘on a sous sa garde. Le père et la mère sont res-
ponsables du dommage causé par leurs enfants mineurs. Les maîtres et les commettants, du dommage causé
par leurs domestiques et préposés dans les fonctions aux quelles ils les ont employés. Les instituteurs et les
artisans, du dommage cause par leurs élèves et apprentis pendant le temps qu’ils sont sous leur surveillance.
La responsabilité ci-dessus a lieu, à moins que les père et mère, instituteurs et artisans, ne prouvent qu’ils n´ont
pu empêcher le fait qui donne lieu à cette responsabilité’. Artículo 1385 habla sobre los dueños de animales
y su responsabilidad civil por los daños causados por sus animales; El artículo 1386 contiene una disposición
similar para los propietarios de una vivienda.
160. Artículo 63 et seq. Código de Procedimiento Penal.
161. De conformidad con el artículo 4, párr. 1 Título Preliminar del Tribunal de Procedimiento Penal
el procedimiento civil se suspenderá hasta que haya una decisión final de la corte criminal.
EGUZKILORE – 28 (2014)
96 Vanessa Franssen
6. ASPECTOS PROCEDIMENTALES
6-A y 6-B) Las personas jurídicas tienen los mismos derechos procesales que
las personas físicas. No hay ningún tipo de excepción. Esta es una consecuencia
lógica de la naturaleza antropomórfica de la responsabilidad penal de las empresas en
la legislación penal belga.
A pesar de esto, el derecho a guardar silencia de la persona jurídica plantea algu-
nas cuestiones problemáticas, vinculadas a que el derecho a permanecer en silencio
de la persona jurídica es ejercido por su representante legal en el proceso penal. Este
agente o representante de la empresa puede ser designado por la ley o por los esta-
tutos de la entidad, de la asociación o de la corporación. Contrariamente a lo que el
legislador reclamaba en 1999162, este representante actúa con la misma capacidad jurí-
dica que la entidad. De tal forma que cuando la persona jurídica es imputada, el repre-
sentante puede ejercer todos los derechos procesales correspondientes a los imputados
(por ejemplo, el acceso al expediente, o el derecho de apelar contra determinadas medi-
das de investigación). En algunos casos, puede haber un conflicto entre el derecho de la
persona jurídica a guardar silencio y el derecho personal del individuo que representa la
entidad. Por ejemplo, cuando las autoridades quieren interrogar a la persona jurídica en
calidad de testigo, van a llamar a su representante, que tiene que hacer un juramento
y debe decir la verdad; verdad que puede resultar incriminatoria e implicar un conflicto
con el derecho a permanecer en silencio del representante legal. A la inversa, el miedo
a resultar imputado puede resultar un obstáculo a los intereses de la persona jurídica, al
suscitar en el representante legal, por ejemplo, la tentación de remitir a las autoridades
pruebas incriminatorias contra la entidad. El denominado mandatario ad hoc manda-
taire ad hoc (infra, 6 - C) puede resolver muchos de estos conflictos.
6-C) El artículo 2 bis Título Preliminar del Código Procesal Penal establece
que los mandatarios ad hoc (mandataire ad hoc) deben ser designados por el tri-
bunal penal competente tan pronto como la persona jurídica y su representante
estén imputados163. El mandataire ad hoc representa a la persona jurídica y ejerce
todos sus derechos. Por ejemplo, es el mandataire ad hoc que determina la estra-
tegia de defensa de la persona jurídica. El artículo 2 bis Título Preliminar del Código
Procesal Penal plantea numerosas cuestiones técnicas, algunas de las cuales aún no
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 97
164. Para una discusión extensa, véase S. VAN DYCK y V. FRANSSEN, op. cit., TRV2009, párrafos
132-158.
165. Informe de la Comisión JEANMOYE, Parl. Doc, Senado, sesión1998-1999, n1-1217/6, 74;
Informe de la Comisión Verherstraeten, Parl.Doc., Cámara de Representantes, la sesión1998-1999, n °
2093/5, en 4.
166. Artículo 61 bis, párr. 1del Código de Procedimiento Penal. Este emplazamiento precede a la
acusación por los tribunales que investigan, tras de lo cual, será citado el demandado.
167. Una investigación preliminar llevada a cabo por agentes de policía bajo la autoridad del fiscal, sin
la intervención de un juez, no permite determinadas medidas de investigación intrusivas, tales como el regis-
tro de una casa, sin el consentimiento de sus habitantes o una intervención telefónica(dichas medidas están
sujetas a algunas específicas excepciones). Cuando el fiscal considere que se han reunido pruebas suficientes
contra el sospechoso, puede presentar una querella al tribunal de primera instancia y convocar al sospechoso
a comparecer ante el tribunal, momento en el cual el sospechoso se convierte en acusado.
168. Para ser claros, este abogado no actúa como abogado de la defensa, sólo sustituye representante(s)
de la persona jurídica.
EGUZKILORE – 28 (2014)
98 Vanessa Franssen
riesgo de que pueda haber estado involucrado en el delito de alguna manera y tenga
intereses que entren en conflicto con los de la entidad. Una vez que el mandataire
ad hoc es nombrado, será la única persona que tendrá derecho a representar a la
entidad en el proceso penal y a ejercer los recursos legales en nombre de la persona
jurídica169.
En tercer lugar, no existe un consenso en la jurisprudencia, ni en la doctrina
sobre quién determina y paga los honorarios del mandataire ad hoc. Según algunos
autores, estas tasas son comparables con otros gastos de defensa y, por lo tanto,
tienen que ser abonados por la entidad. Otros, sin embargo, consideran que son los
costes judiciales del Estado. En cualquier caso, parece conveniente que el Tribunal
determine el importe de las tasas.
Un cuarto grupo de problemas se refiere a las cuestiones relativas a quién está
autorizado para nombrar al mandataire ad hoc y cómo. Según el artículo 2 bis
Título Preliminar del Código de Procedimiento Penal, el tribunal competente, obvia-
mente, puede ser el de primera instancia. Más cuestionable, resulta, sin embargo
que un mandataire ad hoc pueda ser nombrado por el juez de instrucción o el
juez de la investigación, aunque existe jurisprudencia que en ambas direcciones.
De acuerdo con el artículo 2 bis del Título Preliminar del Código de Procedimiento
Penal, el tribunal puede nombrar de oficio un mandataire ad hoc, o actuar a una
petición. La normativa no aclara (documentos parlamentarios)170quien puede pre-
sentar dicha petición (sólo la persona jurídica o también otras partes interesadas
tales como, el Fiscal o el Juez de instrucción), pero la jurisprudencia es bastante
flexible a la hora de admitir peticiones de cualquier persona con un interés legítimo.
En ausencia de una petición, el tribunal, en el sentido manifestado, puede actuar de
oficio. Ahora bien, existe un intenso debate doctrinal relativo a la existencia o no de
obligación por parte del Tribunal de designar un mandataire ad hoc cada vez que
la entidad y su representante estén ambos procesados. Hasta ahora, esta cuestión
sigue sin resolverse en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional171 y ni en la del
Tribunal de Casación172.
169. Véase, por ejemplo Cass. 09 de junio de 2009, nP.09.0446.N; Cass. 09 de Febrero de 2011,
nP.10.1616.F; Cass. 22 de mayo de 2012, nP.11.1808.N.
170. El legislador dio indicios de hecho en ambas direcciones. Ver Informe de la Comisión JEANMOYE,
Parl. Doc, Senado, sesión1998-1999, n1-1217/6, 75; Informe de la Comisión Verherstraeten, Parl.Doc.,
Cámara de Representantes, la sesión1998-1999, n ° 2093/5, en 38.
171. Véase, por ejemplo Const. Court 5 diciembre de 2006, n º 109/2006, párr. B.6.2.
172. Véase, por ejemplo Const. Court 7 de Enero No P. 02.0271.N.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso belga 99
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
101-112
Axel-Dirk BLUMENBERG
Investigador Colaborador
Facultad de Derecho
Universidad de Castilla-La Mancha
I. INTRODUCCIÓN
Algunos sistemas de responsabilidad penal de las personas jurídicas han surgido
sin grandes reflexiones dogmáticas como en los países nórdicos o en EE.UU, donde
la responsabilidad nace unida al pragmatismo. Estos sistemas no se preocupan por el
fundamento teórico, sino simplemente constatan que personas jurídicas pueden infrin-
gir la ley. Así, por ejemplo, en el caso danés no ha existido un debate teórico sobre
la admisibilidad o la legitimidad de la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
sino una solución concreta para determinados problemas económicos.
A la vista de lo mencionado, se concibe a la persona jurídica como un ente capaz
de infringir la ley, admitiéndose, igualmente, el efecto preventivo de las sanciones
aplicables a las mismas. La responsabilidad penal hace posible calcular la multa según
los beneficios ilegales obtenidos por la empresa y tiene una serie de ventajas de índole
administrativa, probatoria y procesal, incluyendo la posibilidad de perseguir delitos
anónimos. Los sistemas pragmáticos se caracterizan por:
– El excesivo protagonismo del derecho procesal.
– La privatización de la investigación.
– A menudo, la responsabilidad objetiva, como ocurre en los países nórdicos,
que conllevan la irrelevancia de los programas de cumplimiento normativo.
– La falta de seguridad jurídica.
– Cierta despreocupación por los sanciones.
Esta tendencia refleja también la expansión del derecho penal a amplios ámbitos
de la economía. El Derecho Penal resulta una herramienta más, a veces la favorita,
entre los instrumentos de regulación, lo que aumenta los riesgos de persecución por
parte de las autoridades sancionadoras. Desde el punto de vista de la expansión del
Derecho penal y las tendencias actuales de la política criminal, hay muchas razones
para introducir y aumentar la responsabilidad penal de las personas jurídicas:
– Menor carga probatoria.
– Menor nivel de protección de los derechos fundamentales.
– Mayor capacidad económica para hacer frente a sanciones.
– Menor posibilidad de evadirse, y eludir la acción de la justicia.
Estos rasgos plantean, sin embargo, problemas desde la perspectiva empresarial.
La falta de reconocimiento de medidas preventivas –los programas de Compliance– y
los criterios divergentes en cada país complican la tarea del cumplimiento normativo
en el ámbito internacional.
II. DINAMARCA
Dinamarca tiene una larga tradición de sancionar a empresas y otras personas
jurídicas1. Las razones de la implantación de la responsabilidad penal de las personas
1. Elholm, T. “Criminal liability of legal persons in Denmark”, in Fiorellu and Stile (ed.), Corporate
Criminal Liability and Compliance programs, Napoli, 2012, pp. 315-326.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso danés y holandés 103
jurídicas no parte –como hemos visto– de una elaborada dogmática, sino obedecen
a necesidades de índole inminentemente práctica. Un ejemplo muy famoso es el
supuesto de la ley de mantequilla de 1926 diseñada para proteger los estándares de
calidad de mantequilla danesa exportada2. La responsabilidad penal de las personas
jurídicas no era el objetivo principal de dicha regulación, sino un mero reflejo para
aumentar la prevención general en un determinado sector de la economía. El objetivo
de esta regulación era la creación de mecanismos de protección para mantener la
reputación de un producto destacado y de alta calidad. Como en muchos otros paí-
ses, también en Dinamarca el Derecho penal económico ha sido desarrollado desde
algunos ámbitos jurídicos concretos y muy especializados –en este caso el sector agro-
alimentario– para dar poco a poco paso a una regulación generalizada de la respon-
sabilidad penal de las personas jurídicas.
En el caso danés, son claras las necesidades de tal regulación. En el proyecto de
Ley el gobierno argumentaba que una infracción de la ley de la mantequilla daba una
ventaja económica a los socios de la empresa productora y por tanto era lógico mul-
tar la empresa como tal3. Esta argumentación corresponde, desde un entendimiento
criminológico, con la imagen de un delincuente racional que pondera las ventajas de
la comisión de un delito contra sus desventajas, desde una perspectiva puramente
económica.
La responsabilidad penal de las personas jurídicas a partir de este momento, se
incluyó en muchas leyes especiales y, finalmente, fue introducida en la parte gene-
ral del Código Penal en 19964. Estas previsiones han sido aplicadas profusamente.
Únicamente en 2009 más de 2900 empresas fueron imputadas5. Aproximadamente
2500 sanciones fueron impuestas por vía administrativa6. En este caso, la adminis-
tración propone una sanción administrativa y las empresas tienen la posibilidad de
recurrir ante los tribunales, pero en la mayoría de los casos estás sanciones son acep-
tadas7. Este modelo es casi dialogante y como muestran las cifras, altamente aceptado
en la práctica. Esta amplia aceptación de las sanciones propuesta muestra un elevado
grado de consenso en la práctica sobre el procedimiento sancionador por parte de las
empresas sujetas a la norma. También se ve el enfoque práctico en el procedimiento
sancionador: Un modelo capaz de crear una amplia aceptación de las sanciones pro-
puestas, ahorra costes tanto para la Administración Pública, como a las empresas
sancionadas y aumenta la agilidad del procedimiento.
2. Ibíd.
3. Vid. Elholm, T. (op. cit.), p. 316 s. con referencia a Greve, V. “Criminal responsibility of legal
persons in Denmark”, in Schünemann et al. (ed.), Bausteine des europäischen Wirtschaftsstrafrechts, Köln,
1994, pp. 313-321.
4. La responsabilidad penal de las personas jurídicas has sido introducida en varios estatutos durante el
siglo 20 y al final del siglo han sido más que 200 estatutos especiales que prevén la responsabilidad penal de
las personas jurídicas; Valenzano, A. (op. cit.) p. 464.
5. Elholm, T. (op. cit.), p. 315 s. con ult. ref.
6. Elholm, T. (op. cit.), p. 316.
7. Ibíd.
EGUZKILORE – 28 (2014)
104 Axel-Dirk Blumenberg
1. Ámbito de aplicación
La regla general de la responsabilidad penal de las personas jurídicas se encuen-
tra en los Artículos 25, 26 y 27 del Código Penal danés. Por tanto, el modelo danés
muestra similitudes con el modelo adoptado en España que ha incorporado la regu-
lación correspondiente también al Código Penal (Art. 31bis). En Dinamarca sin
embargo no existe desde el punto de vista normativo ninguna limitación a los delitos
que pueden dar lugar a la responsabilidad de las personas jurídicas, aunque existen
obviamente límites prácticos.
Según el art. 26 del Código Penal danés, la responsabilidad penal es aplicable
no sólo a entidades privadas, sino también a municipios y autoridades estatales. Aun
así el modelo danés opera con un criterio de delimitación pragmático: Las entidades
públicas sólo pueden incurrir en responsabilidad penal, si su actividad es comparable
a la actividad de una empresa privada8. La responsabilidad penal de las personas jurí-
dicas también se aplica a sociedades unipersonales, (Art. 26.2). Este dato es muy inte-
resante, ya que el tejido industrial danés cuenta con muchas sociedades unipersonales,
que aunque no sean organizadas como corporaciones, cuentan con un volumen de
negocio elevado o un número alto de empleados9. Por tanto como podemos obser-
var, el modelo legislativo danés ha optado por un enfoque pragmático –tanto en rela-
ción a entidades públicas como sociedades unipersonales– en vez de una distinción a
nivel formal que podría dar lugar a lagunas de la Ley. El modelo de responsabilidad se
centra en la complejidad y el tamaño de la organización en sí y en los riesgos inheren-
tes de la misma.
En consecuencia, las sociedades unipersonales pueden ser castigadas si son
comparables según su tamaño y organización a las personas jurídicas a las que se
refiere el art. 26.1, lo que en la práctica se suele aplicar, cuando una empresa emplea
menos de 20 empleados/as10. Dicho de otro modo, estas sociedades requieren una
cierta complejidad organizativa que requiere la intervención a través de la responsabi-
lidad penal de la propia entidad. Esta solución se critica por tener consecuencias irra-
cionales, como muestra el siguiente ejemplo que nos ofrece Elholm11: En la misma
calle hay dos restaurantes uno al lado del otro. Ambos tienen 10 empleados, sin
embargo una es una sociedad limitada. En caso de que el empleado de la SL cometa
una infracción de la normativa sobre higiene por grave negligencia, se puede sancio-
nar la persona jurídica. Si el empleado del restaurante de al lado comete la misma
infracción en el restaurante que es una sociedad uni-personal, la consecuencia es que
no se puede sancionar la sociedad, sino en todo caso el supervisor o el propietario del
restaurante.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso danés y holandés 105
EGUZKILORE – 28 (2014)
106 Axel-Dirk Blumenberg
cometidos en interés personal o no tienen que ver nada con la actividad social19. Un
ejemplo de falta de conexión funcional es si un empleado utiliza el camión de la com-
pañía, excediendo la carga máxima permitida por el Reglamento de tráfico, por moti-
vos privados, por ejemplo ayudando a un amigo con el transporte de materiales de
construcción20. Otro caso atípico es, si un conductor de camión decide exceder los
tiempos de trabajo permitidos por la UE en el ámbito del transporte por carretera,
para visitar a su novia en Paris de camino de España a Dinamarca21.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso danés y holandés 107
6. Aspectos procesales
La legislación danesa no contiene ninguna regla específica para aclarar la rela-
ción entre responsabilidad penal de la persona física y de la persona jurídica, ni tam-
poco claras previsiones procesales. En muchos casos la Ley permite acusar tanto
la persona jurídica, como la persona física27. Sin embargo existen directrices del
Director de la Fiscalía danesa al respeto, que indican que en estos casos la respon-
sabilidad principal es de la persona jurídica28. En caso de que un hecho delictivo está
cometido dentro de una compañía y relacionado al funcionamiento de la misma, habi-
tualmente se acusa a la persona jurídica y no a los empleados que han ejecutado el
acto delictivo29: Si se puede sancionar la persona jurídica por un acto cometido den-
tro de la compañías, los empleados que han tomado parte en menor medida y los
empleados de un rango interior no son sancionados, incluso en caso de que estén
involucrados ampliamente. De este modo se puede evitar un riesgo importante que
conllevanla responsabilidad penal de las personas jurídicas, denominado scapegoa-
ting30. Se trata de buscar un “chivo expiatorio” y el riesgo que empleados sean culpa-
dos con el objetivo de proteger a la empresa31.
La responsabilidad penal de las personas jurídicas en Dinamarca protege de
hecho las personas físicas32. De este modo se compensan los riesgos para los dere-
chos de las personas físicas inherentes a la responsabilidad penal de las personas
jurídicas. El resultado es conforme con la concepción político-criminal de la responsa-
bilidad penal de las personas jurídicas en Dinamarca33: Sancionar a quién haya obte-
nido de hecho un beneficio de los delitos y calcular la sanción conforme. En casos en
los que sólo la compañía haya tenido un beneficio, los empleados no deben ser acusa-
dos lo que permite además citarlos como testigos contra la empresa34.
EGUZKILORE – 28 (2014)
108 Axel-Dirk Blumenberg
7. Sanciones
La única sanción que puede ser aplicada a una persona jurídica es la multa (Art.
25 del Código Penal Danés)35. Aquí encontramos una diferencia con otros ordena-
mientos como el español que incluye entre las posibles sanciones incluso la inter-
vención o la disolución de la persona jurídica. En Dinamarca se discute si se puede
aplicar el Art. 79 del Código Penal que prevé la prohibición del ejercicio de una deter-
minada actividad a una persona jurídica36. Por otra parte existe el comiso de los bene-
ficios obtenidos por hechos delictivos, aunque esta medida no está considerada una
sanción criminal en el sistema legal danés37. La legislación danesa deja un gran marco
discrecional a los jueces y no existe ni un mínimo ni máximo previsto por la ley38. En
la práctica jurídica las multas oscilan entre los 70 Euros y los 275.000 Euro39.
Tanto el carácter de las sanciones –la multa y la discusión sobre la prohibición
de determinadas actividades– como el alcance de las cantidades muestran también el
pragmatismo propio de este modelo de responsabilidad penal. Como hemos visto, el
modelo danés quiere proteger determinados aspectos económicos. Por tanto los crite-
rios de cálculo de la sanción se orientan en el impacto económico causado. En casos
de fraude (incluyendo fraude fiscal) la cantidad de la sanción entre una y dos veces de
la cantidad defraudada40.
III. HOLANDA
1. Ámbito de aplicación
a) Ámbito material
Holanda es un país pionero en el ámbito de la responsabilidad penal de las per-
sonas jurídicas, que no limita tal responsabilidad a determinados delitos –como por
ejemplo en España– sino como hemos visto en caso de Dinamarca la responsabili-
dad hipotética engloba todas las infracciones41. Este amplio ámbito de aplicación tiene
35. Vid. Valenzano, A. “Main aspects of corporate criminal liability ‘ex crimine’ in Northern European
countries: Denmark, Sweden and Finland” in Fiorella, A. / Stile, A. M. (ed.), Corporate criminal liability and
Compliance Programs Volume I, Liability ‘ex crimine’ of legal entities in member states, Jovene Editore,
Napoles, 2012, pp. 463-481, p. 469.
36. Ibíd.
37. Vid. Valenzano, A. (op. cit.) p. 469 con ult. ref.
38. Vid. Elholm, T. (op. cit.), p. 324.
39. Ibíd.
40. Vid. Elholm, T. (op. cit.), p. 324.
41. Tricot, J. “Corporate criminal liability in Belgium, Netherland and Luxembourg” in Fiorella, A. / Stile,
A. M. (ed.), Corporate criminal liability and Compliance Programs Volume I, Liability ‘ex crimine’ of legal entities
in member states, Jovene Editore, Napoles, 2012, pp. 365-389, p. 374. Sobre el desarrollo de la responsabili-
dad penal de las personas jurídicas vid. Verstraeten, R. / Franssen V., “Collective entities as subjects of criminal
law. The case of Belgium and the Netherlands” in Fiorella, A. / Stile, A. M. (ed.), Corporate criminal liability
and Compliance programs, Jovene Editore, Napoles, 2012, pp. 253-311, p. 253 ss.; Fundamental Vervaele,
…
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso danés y holandés 109
b) Ámbito personal
El Código Civil holandés incluye en el ámbito de las personas jurídicas también
comunidades religiosas y entidades públicas43. Además el precepto penal de la per-
sona jurídica (Art. 51 del Código Penal holandés) es aún más amplio que el concepto
civilista. El concepto penal engloba todas las personas jurídicas salvo sociedades
unipersonales44. Es ésta una de las diferencias más destacadas con el ordenamiento
danés, donde cómo hemos visto se imputa también a sociedades unipersonales –aun-
que limitando la aplicación a sociedades con una estructura de organización con cierta
complejidad– (vid supra). Desde el punto de vista político criminal parece una solu-
ción muy acertada para evitar una criminalización excesiva. Los programas de cum-
plimiento despliegan además su pleno potencial en organizaciones más complejas
dónde pueden crear un contrapeso a factores criminógenos propios de organizacio-
nes como la dinámica de grupos.
Art. 51.3 del Código Penal holandés hace referencia incluso a entes sin persona-
lidad jurídica propia, por ejemplo en caso de la disolución de la persona jurídica, en el
trascurso o después de la investigación penal. Cómo hemos visto también en el caso
danés aquí estamos ante un solapamiento de aspectos mercantiles y penales en tran-
sacciones de fusiones y adquisiciones de empresas. Los riesgos penales encubiertos
pueden tener graves consecuencias económicas para la empresa adquiriente.
Las entidades de derecho público son igualmente responsables penalmente,
aunque en la práctica por razones constitucionales se aplica en una medida mucho
menor45. La doctrina se mantiene dividida en relación a la falta de responsabilidad
penal de entidades públicas46. Uno de los casos más emblemático es el siguiente: En
el aeropuerto militar de Volkel se habían producido, en varias ocasiones, contami-
naciones de queroseno por una fuga de un depósito de carburante, lo que consti-
tuye un delito medioambiental47. Las primeras veces, el Ministerio de defensa había
…
J. “Societas/universitas delinquere et puniri potest, ¿La experiencia holandesa como modelo para España?”,
Consejo General Poder Judicial, Estudios de Derecho Judicial, N.º 115, 2007, pp. 11-63; De Doelder, H.
“Criminal Liability of Corporations: A Dutch Update”, en Sieber et. al., Strafrecht und Wirtschaftsstrafrecht,
Festschrift für Klaus Tiedemann zum 70. Geburtstag, Carl Heymanns, Colonia, Munich, 2008, p. 563-576.
42. HR 2 juin 1992, NJ, 1992, 754, vid sobre esta cuestión Tricot, J. (op. cit.), p. 375.
43. Tricot, J. (op. cit.), p. 375.
44. Ibíd.
45. Tricot, J. (op. cit.), p. 376 s. con ult. ref.
46. Tricot, J. (op. cit.), p. 377.
47. Sobre este caso vid. Vervaele, J. (op. cit.), p. 46 ss.; De Doelder, H. (op. cit.), p. 573 ss.
EGUZKILORE – 28 (2014)
110 Axel-Dirk Blumenberg
2. La imputación
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (Art. 51 CP)52 se basa en un
sistema complejo, calificado por la doctrina como “vasos comunicantes”53. Los crite-
rios de imputación han sido perfilados poco a poco por la jurisprudencia. En el caso
IJzerdraad de 1954, el Hoge Raad (Tribunal Supremo) estimó, en materia de respon-
sabilidad penal del contratista, que no todas las faltas cometidas en una empresa pue-
den considerarse manifestación de su esfera de actuación; deben situarse en la esfera
de poder del contratista y él debe haberlas aceptado de manera general54.
Los criterios de imputación han sido perfilados aún más por otro caso emblemá-
tico, Slavenburg55: Una investigación judicial llevada a cabo en este banco dío lugar al
arresto del director de esta entidad financiera y a dos juicios importantes del Tribunal
Supremo56. Vervaele resume los criterios de responsabilidad utilizados por el Tribual,
que se basa en el caso Ijzerdaad, de la siguiente manera57: “[N]o se exige que el dirigente
tenga conocimiento de las infracciones específicas por las que se establece la cualidad de
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso danés y holandés 111
3. Las penas
El modelo holandés no tiene ningún régimen especial que regule las sanciones
para las personas jurídicas60. De las sanciones generales previstas en el Código Penal
se puede aplicar la multa, el embargo de ciertos bienes y por ejemplo la publicación
de la sentencia. La multa es la sanción por excelencia en los distintos ordenamientos
jurídicos, pero la publicación de la sanción ha mostrado en otros ámbitos, por ejem-
plo el bancario, un gran poder disuasorio61. El comiso de beneficios ilícitos obtenidos
(Art. 36 Código Penal) y la indemnización por daños causados (Art. 36 f. Código
Penal) son otras de las medidas previstas62.
El Código Penal holandés tiene un sistema escalonado para categorizar las san-
ciones en diferentes categorías63: El máximum para la primera categoría se eleva a
370 Euros, por la sexta categoría la cantidad máxima asciende a 740.000 Euros.
Para poder adaptar la sanción al tamaño de la persona jurídica, el Art. 23 del Código
Penal permite imponer una multa de la categoría superior64.
EGUZKILORE – 28 (2014)
112 Axel-Dirk Blumenberg
IV. CONCLUSIONES
Tanto el modelo danés como el modelo holandés tienen un enfoque pragmá-
tico. Mientras en Holanda, las medidas de prevención forman parte de la estrategia
de defensa, en Dinamarca se está planteando la posibilidad de eximir personas jurí-
dicas en caso de que no se haya podido evitar la comisión de los hechos delictivos,
abriendo camino de este modo al reconocimiento de estrategias preventivas o dicho
de otro modo, programas de Compliance. Ambos modelos de responsabilidad penal
facilitan por sus laxos criterios la imputación de las personas jurídicas, pues requiere
un nivel probatorio menor.
65. Tricot, J. (op. cit.), p. 387 con ult. ref.; De Doelder, H. (op. cit.), p. 574 s.
66. Tricot, J. (op. cit.), p. 388.
67. HR, 13 de octubre de 1981, NJ, 1982, 17. Sobre esta cuestión vid. Tricot. J. (op. cit.), p. 388.
68. Ibíd.
69. Tricot, J. (op. cit.), p. 383.
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
113-124
Maiténa POELEMANS
Doctora-Investigadora. Centre de Documentation
et de Recherches Européennes (CDRE).
Universidad de Pau y de los Países del Adour (UPPA).
Resumen: La responsabilidad penal de las personas jurídicas se adoptó en el Código Penal del 1994,
recogiéndose en el artículo 121-2 1º del mismo. Este trabajo nos muestra cómo es la regulación francesa en
dicha cuestión, las infracciones, así como las consecuencias jurídicas de las mismas.
Laburpena: Frantzian 1994ko Zigor Kodeak indarrean sartu zuen pertsona juridikoen erantzukizun
penalaren erregulazioa bertako 121-2 1. artikuluan. Lan honetan, erregulazioa azaltzen zaigu, pertsona
juridikoek burutzen dituzten delituak eta euren ondorio juridikoak.
Résumé : La responsabilité pénale des personnes morales a été adoptée dans le Code pénal de 1994
à l’article 121-2 1er. Le présent travail nous montre la règlementation française sur cette question, les
infractions, ainsi que leurs conséquences juridiques.
Summary: The criminal liability of legal persons was adopted in the 1994 Penal Code of France, collected
in its 121-2 first article. This work shows how is the French regulation on this issue, infringements and
consequent punishment.
Palabras clave: Responsabilidad penal, personas jurídicas, reglas procesales.
Hitz gakoak: Erantzukizun penal, pertsona juridikoak, arau prozesalak.
Mots clés : Responsabilité pénale, personnes morales, règles procédurales.
Keywords: Criminal liability, legal persons, procedural rules.
114 Maiténa Poelemans
1. INTRODUCCIÓN
Desde la Revolución francesa y la abolición de los corporativismos, la idea de
responsabilidad penal de las sociedades, empresas, de cualquier grupo o agrupación
había desaparecido del derecho francés. El código penal de 1810 ilustra perfecta-
mente esa reacción de rechazo estando exclusivamente dedicado a la persona física
considerada como único ser dotado de inteligencia y voluntad, y relegó a las personas
jurídicas1 al rango de irresponsables penalmente.
A partir de las primicias de reforma del código penal y la introducción de esta
responsabilidad particular en el derecho penal de otros Estados miembros de la Unión
europea, en particular anglosajones, pero también porque hubo muchos escándalos
dentro de las sociedades civiles agrarias, se planteó como necesidad la idea de la res-
ponsabilidad penal de las personas jurídicas. El derecho francés ya había abandonado
el adagio societas delinquere non potest desde 1934 y el interés en reconocer esta
responsabilidad penal se planteaba doblemente: para aportar una solución a la posible
y frecuente insolvencia de las personas físicas, miembros del grupo y para solucio-
nar las dificultades de establecer en multiples circunstancias la participación directa
de estas últimas en el delito2. El legislador impulsó esta nueva tendencia en el ámbito
de la higiene y seguridad con la ley del 6 de diciembre de 1976 sobre el desarrollo de
la prevención de los accidentes de trabajo3, en la cual instaura la posibilidad de poner
a cargo de la persona jurídica todo o parte del pago de las multas pronunciadas con-
tra los empleados y que han ocasionado la muerte o lesiones según los artículos del
Código penal.
El principio de la responsabilidad penal de la persona jurídica fue adoptado en
el nuevo Código penal de 19944. El artículo 121-2 1° precisa que «Las personas
jurídicas, a excepción del Estado, serán penalmente responsables, conforme a
lo dispuesto en los artículos 121-4 a 121-7, [y en los casos previstos por la ley
o el reglamento]5 de las infracciones cometidas, por su cuenta, por sus órganos o
representantes. Se puede decir que ha sido la innovación más importante del nuevo
Código penal en Francia.
Así como lo ilustran los términos del artículo precitado, y según el princi-
pio de especialidad, esta responsabilidad penal solo se podía reconocer, en un pri-
mer tiempo, dentro de los casos expresamente previstos por la ley o el reglamento.
Es decir que en la ausencia de una tal precisión en el texto de incriminación, la
1. En el derecho francés, se utiliza el término de «persona moral» que se define como grupo o agrupa-
ción que posee la personalidad jurídica más o menos completa.
2. Puede ser difícil, por ejemplo, cuando los hechos que están en el origen de esas infracciones derivan
de unas decisiones adoptadas a través de votos secretos, por una pluralidad de gerentes o durante asambleas
generales, R. BERNARDINI, «Personne morale», Répertoire de droit pénal et de procédure pénale, Dalloz,
2010.
3. Ley n°76-1106 del 6 de diciembre 1976, JORF del 7 de diciembre 1976.
4. Ley n°92-683 del 22 de julio 1992, relativa a la reforma de disposiciones generales del Código penal,
JORF del 23 de julio 1992, p. 9864.
5. Este limite ha sido suprimido por la ley n°2004-204 del 9 de marzo de 2004, JORF 59 del 10 de
marzo 2009, p. 4567.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso francés 115
responsabilidad penal no podía ser imputada. Este principio dio lugar a divergencias
jurisprudenciales entre jueces que aplicaban de manera estricta esta exigencia6, mien-
tras otros adoptaban una interpretación extensiva de las disposiciones de la ley para
reconocer esta misma responsabilidad7. Para remediar a esa inseguridad jurídica, el
legislador francés adoptó la ley n°2004-204 del 9 de marzo 20048 que abandona esa
restricción y desde el 31 de diciembre 2005, las personas jurídicas son responsables
de toda infracción, excepto cuando la ley lo excluye expresamente.
Al cabo de veinte años de aplicación de la reforma, la jurisprudencia sigue en
movimiento. El objeto de este artículo consiste en analizar el mecanismo de la res-
ponsabilidad penal de las personas jurídicas en el derecho penal francés con arreglo
a los artículos 121-2, 131-37 y s. del Código penal, 706-41 y s. del Código procesal
penal. Estos textos precisan cómo se tiene que entender la noción misma de persona
jurídica para determinar cuales son los grupos que pueden ser penalmente respon-
sables (2.) antes de determinar las condiciones de contratación de la responsabilidad
penal y las conductas punibles (3.), las penas previstas (4.) y finalmente, dictan las
reglas procesales (5.).
2.1. Las categorías de grupos de derecho privado que pueden ser penal-
mente responsables
El legislador francés ha elegido el término de «persona moral» o «persona jurí-
dica» para nombrar las entidades que pueden ser penalmente responsables. Esta
noción de «persona moral» o «jurídica», en lo que concierne las entidades de derecho
privado se entiende como todo grupo que se ve reconocer la personalidad jurídica,
es decir la capacidad jurídica, después de haber cumplido con varias formalidades
6. Cour de cassation, Chambre criminelle, 18 de abril 2000, los jueces aprobaron la decisión del tribunal
de apelación que había excluído la responsabilidad de la persona jurídica sobre la base del artículo R 362-1-1
del Código del trabajo que incriminaba «toda persona» sin determinar específicamente las personas jurídicas.
7. Cour de cassation, Chambre criminelle, 18 de enero 2000: sentencia en la cual los jueces recono-
cieron la responsabilidad penal de la SNCF en base a los artículos 221-6 y 221-7 del Código penal, bajo la
incriminación de homicidio involuntario.
8. Ley n°2004-209 del 9 de marzo 2004, de adaptación de la justicia a las evoluciones de la crimina-
lidad, artículo 54.
EGUZKILORE – 28 (2014)
116 Maiténa Poelemans
previstas por la ley. Las sociedades, por ejemplo, solo adquieren la personalidad
moral después de su inscripción en el registro mercantil y las asociaciones solo se ven
conceder la capacidad jurídica después de la declaración de creación ante la prefec-
tura. Es decir que antes de que estas formalidades estén cumplidas, el grupo no puede
acceder en teoría a la vida jurídica, ni ser penalmente responsable. En caso de infrac-
ción, solo los miembros como persona física podrán verse perseguidos.
Con esta solución parece fácil determinar a partir de cuando se le puede imputar
una infracción a la persona moral. Por ejemplo, el grupo de sociedades, sin capa-
cidad jurídica está exento de responsabilidad penal, mientras que en caso de disolu-
ción, la persona jurídica sigue siendo responsable penalmente de sus hechos durante
el periodo de liquidación y hasta que las operaciones hayan sido liquidadas por sen-
tencia judicial9.
Pero la lógica aparente de la personalidad tiene como consecuencia principal
que la posibilidad de aplicar el derecho penal a un grupo depende de la ejecución
de algunas formalidades por sus fundadores, es decir de su voluntad. Otra dificultad
puede surgir cuando la ley, en ciertas condiciones, impone la creación de un grupo
sin especificar si tiene que ser titular de la personalidad jurídica. Por ejemplo, la ley
precisa que el comité de empresa tiene la personalidad jurídica y es penalmente
responsable cuando no dice nada para el comité de grupo o de establecimiento al
cual no se aplica el artículo 121-2 CP. Para solucionar este tipo de desigualdad, las
jurisdicciones podrían por ejemplo admitir la existencia de una personalidad jurídica
cuando el grupo presenta una cierta estabilidad en el tiempo y una organización sufi-
cientemente estructurada para identificar los procesos de decisión y cuando dispone
de medios de acción autónomos.
En resumen, todas las personas de derecho privado que tienen la personalidad
jurídica pueden ser responsables penalmente tengan como objetivo la búsqueda del
lucro o no. Esta interpretación extensiva cubre entidades tan diversas como las socie-
dades civiles o comerciales, los agrupamientos de interés económico, las asociaciones,
los sindicatos, las fundaciones, los partidos políticos.
9. Al contrario, en caso de disolución sin liquidación, por ejemplo en caso de fusión de la persona jurí-
dica, la nueva entidad con capacidad jurídica no será responsable de los delitos cometidos por las sociedades
absorbidas ya que solo se es responsable de su propio hecho, CA Paris, 14 de mayo 1997.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso francés 117
la soberanía del Estado. Este argumento ya había sido utilizado para excluir la respon-
sabilidad civil del Estado y hoy en día se constata que en muchos ámbitos en los cua-
les esta responsabilidad ha sido admitida, no se han constatado repercusiones sobre la
soberanía. Además, el Estado ya no es soberano en todos los marcos ya que algunos
de sus órganos o actividades son sometidos a un control que puede desembocar sobre
una condena judicial. El segundo argumento ponía de relieve el monopolio del Estado
sobre la represión que justificaría también esa exclusión. Llegaríamos a situaciones en
las cuales el Estado habría previsto la incriminación, habría violado la ley, habría sido
procesado por el Fiscal, sería juzgado por las jurisdicciones creadas por él mismo… Este
argumento no es muy convincente ya que este monopolio no pertenece solo al Estado
sino que a toda persona que posee una autoridad reglamentaria sin que su responsabili-
dad penal fuese automáticamente apartada10.
La cuestión de la exclusión de la responsabilidad penal del Estado merece que
se plantee ya que no es satisfactoria. Algunos autores han propuesto que el Estado
debería ser penalmente responsable por los delitos cometidos en su nombre dentro de
actividades de servicio público susceptibles de delegación, así como está previsto para
las colectividades públicas11.
El Estado no es el único en escapar al principio de responsabilidad penal de las
personas jurídicas. La cuestión de la punibilidad de los entes colectivos públicos o
colectividades territoriales y sus grupos se planteó primero ante el Consejo de Estado
francés que adoptó una recomendación negativa12. El Parlamento adoptó una posi-
ción contraria y reconoció la responsabilidad de las colectividades territoriales y las
colectividades de ultramar francesas13 así como la de sus agrupamientos14 pero única-
mente en caso de infracciones cometidas dentro del ejercicio de actividades que pue-
den ser objeto de convenios de delegación de servicio público15.
El legislador permite así reconocer que los entes colectivos públicos pueden ser
penalmente responsables al igual de loas demás personas jurídicas. No obstante,
construye un régimen derogatorio en el que toda la dificultad consiste en determi-
nar estas actividades que pueden dar lugar a delegación de servicio público. La tarea,
compleja, del juez consistirá en apreciar la naturaleza del convenio de delegación sin
juzgar su contenido y en ausencia de definición en el Código penal.
10. Es el caso del alcalde que adopta ordenanzas municipales que crean diligencias penales.
11. C. MONDOU, Commentaire de l’article 121-2, alinéa 2, du Nouveau Code Pénal, AJDA 1993,
p. 539.
12. JO Sénat, 11 de mayo 1989, p. 624.
13. Nueva Caledonia, las provincias de Nueva Caledonia y la colectividad territorial de Córcega.
14. Establecimientos públicos de cooperación intercomunal, los sindicados de municipios, comunidades
de aglomeración, etc.
15. Según los términos del artículo 121-22-2 CP, «los entes territoriales y sus agrupaciones sólo
serán responsables penalmente de las infracciones cometidas en el ejercicio de actividades susceptibles
de ser objeto de convenios de delegación de servicio público». Ver por ejemplo, el caso de la responsabilidad
de una comunidad de aglomeración, propietaria de un matadero a causa de un accidente provocado por un
animal que se escapó de éste, Cour de cassation ch. crim. 14 de diciembre 2010, n° 10-80.59, Droit pénal
2011, comm. N° 32.
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118 Maiténa Poelemans
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso francés 119
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120 Maiténa Poelemans
una economía en caso de fraude fiscal por no respeto de ciertas reglas de seguridad.
Sin embargo, no valía para todo hecho. Por ejemplo, ¿qué provecho sacaría la socie-
dad en una discriminación en una contratación cometida por sus órganos o represen-
tantes? Podría adoptarse otra interpretación con criterios alternativos: un provecho
para la persona jurídica pero también el hecho que la infracción es el resultado de
la organización de ésta... De todas maneras, los jueces no se plantearon problemas
con esta exigencia y consideraron que la infracción había sido cometida por cuenta
de la persona jurídica en caso de provecho directo o indirecto. Puede reconocerse la
responsabilidad de la persona jurídica por el simple hecho que la infracción ha sido
cometida en el marco de su actividad, que haya o no sacado algún provecho. No será
el caso si el autor de la infracción la ha cometido para su interés exclusivo aunque
fuese en el marco de sus funciones.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso francés 121
4. LAS PENAS
Los artículos 131-37 a 131-49 del Código penal instauran un régimen espe-
cial de penas criminales26 y correccionales aplicables a las personas jurídicas, en la
25. Era el caso de los crímenes contra la humanidad, homicidios involuntarios y ataque voluntario a la
integridad de la persona; los crímenes y delitos contra bienes como el robo, el chantaje, la estafa, el abuso de
confianza...
26. En Francia, este calificativo determina en el derecho penal español las penas de más de 3 años de
prisión.
EGUZKILORE – 28 (2014)
122 Maiténa Poelemans
lista de las cuales la multa aparece como pena principal. Dictada en más de 92%
de los casos27, la multa puede ascender al quíntuplo de la señalada por la persona
física autora del crimen o delito. Es decir que para las infracciones más graves, la
multa puede ser muy importante como por ejemplo para sancionar una estafa (3,75
millones de euros), un robo (225 000 euros) o un tráfico de drogas (37,5 millones
de euros). Hasta la adopción de la ley del 9 de marzo 2004, la multa, como las otras
penas, no se podía pronunciar si no era prevista para las personas físicas. El legis-
lador añadió en el artículo 131-38 CP la posibilidad de pronunciar una multa de 1
millón de euros en contra de la persona jurídica en caso de crimen para el cual nin-
guna multa ha sido prevista para la persona física. Esta hipótesis solo vale para las
infracciones cometidas después del 31 de diciembre de 2005 y, como para toda per-
sona jurídica, el porcentaje de la multa puede ser atenuado por el juez que examina
las circunstancias de la infracción, la personalidad de su autor, sus recursos económi-
cos y sus cargas.
La multa no es, sin embargo, exclusiva. La ley ha previsto otras penas relativas a
las personas jurídicas: la disolución, pero no vale para las personas jurídicas de dere-
cho público, partido político, sindicato profesional ni instituciones representantes del
personal; la prohibición definitiva o provisional durante cinco años como máximo de
ejercer determinadas actividades; el sometimiento a vigilancia de la autoridad judicial
durante un máximo de cinco años28; el cierre de uno o varios establecimientos de la
empresa que hayan servido para realizar los hechos incriminados de manera definitiva
o por un periodo máximo de cinco años; la exclusión de mercados públicos a titulo
definitivo o por un periodo máximo de cinco años; la prohibición a título definitivo o
provisional de hacer captaciones públicas de inversores; la prohibición durante cinco
años como máximo de emitir cheques que permitan la retirada de fondos o de librar
certificaciones o de utilizar pagarés; la confiscación de los instrumentos y efectos del
delito, incluyendo los beneficios que hubiera reportado y la publicación y difusión de
la sentencia dictada a través de los medios de comunicación escritos o audiovisuales o
por vía electrónica.
En lo que concierne las infracciones para las cuales la responsabilidad de las
personas jurídicas ya estaban previstas antes de la ley de 2004, las penas aplicables
no han cambiado. Se trata de la multa y/o de las penas llamadas complementarias
previstas por el artículo 131-39 CP (disolución, prohibición de apelación al ahorro
público, cierre del establecimiento, colocación bajo vigilancia judicial...).
En definitiva, coexisten dos regímenes de penas, que solo tienen como lógica la
de la fecha. Dos propuestas han sido consideradas para remediar a este régimen. La
primera consideraría la multa como la única pena aplicable a las personas jurídicas,
lo que implicaría la supresión del artículo 131-39 CP así como de todos los textos
que se refieren a esta disposición. La segunda consistiría en revisar el régimen de las
penas del artículo 131-39 CP limitando por una parte la variedad de las penas para
27. R. BERNARDINI, «Personne morale», Répertoire de droit pénal et de procédure pénale, Dalloz
2010.
28. Esta pena no vale para las personas jurídicas de derecho público, los partidos políticos, los sindicatos
profesionales.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso francés 123
conservar solamente las que serían las menos incompatibles con la vida económica29
y, por otra reservando la aplicación de este nuevo artículo 131-39 CP a las infraccio-
nes que presentan una verdadera gravedad30.
29. Se suprimiría a la contratación durante un periodo de 5 años o más bajo vigilancia judicial; la exclu-
sión de los mercados públicos de manera definitiva o por un periodo de 5 años que puede paralizar la actividad
de ciertas empresas; la prohibición durante 5 años de solicitud de ahorro público... Solo se conservaría la
prohibición definitiva o temporal de una actividad profesional; el cierre definitivo o temporario del estableci-
miento, la confiscación, la publicación de la sentencia y en caso extremo la disolución de la persona jurídica.
30. Por ejemplo solo cuando por esa infracción una persona física se expone a una pena de más de 5
años de cárcel.
31. B. BOULOC, La responsabilité pénale des entreprises en droit français, Revue Internationale de
Droit Comparé, 1994, n°2, p. 669.
EGUZKILORE – 28 (2014)
124 Maiténa Poelemans
CONCLUSIÓN
El régimen de la responsabilidad penal de la persona jurídica presenta sus insufi-
ciencias y la necesidad de refundir los textos aplicables en este ámbito. Esta necesidad
se impone todavía más ahora que la responsabilidad penal de las personas jurídicas
está ya reconocida en la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea y que
hay que tener en cuenta que se debe realizar una cierta armonización de las diferentes
legislaciones. Ésta garantizaría los imperativos de represión y también de seguridad
jurídica y la previsibilidad de la ley penal para todas las personas jurídicas que desarro-
llan sus actividades fuera del territorio de su Estado de origen.
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
125-144
Nuno BRANDÃO
Assistente da Faculdade de Direito
da Universidade de Coimbra
Solange JESUS
Advogada
Resumen: Al igual que sucedió en otras jurisdicciones europeas, hasta los años 80, el Derecho Penal
portugués no consideró a las personas jurídicas penalmente responsables. En la actualidad dicho modelo de
responsabilidad se recoge en los artículos 11º y 90º de dicho cuerpo legal. En este trabajo se muestra cuál
ha sido la evolución histórica de dicha regulación, cómo se produce dicha aplicación, así como los problemas
derivados de la misma.
Laburpena: Europako beste hainbat jurisdikziotan gertatu den bezala, 80. Hamarkadara arte, Portugaleko
Zuzenbide Penalak ez zuen pertsona juridikoen erantzukizun penala onartu. Gaur egungo arauketari jarraituz,
eredu zehatza hau Zigor Kode portugesaren 11. eta 90. artikuluetan barnebilduta dago. Lan honetan
erregulazioaren nondik norakoa eta praktikak planteaturiko arazoak agertzen zaizkigu.
Résumé : De la même façon que dans d’autres pays européens, jusqu’aux années 1980, le Droit pénal
portugais n’a pas considéré les personnes morales pénalement responsables. Aujourd’hui, ce modèle
de responsabilité est recueilli aux articles 11 et 90 du Code pénal portugais. Ce travail montre l’évolution
historique de cette réglementation, comment elle s’est produite, ainsi que les problèmes découlant d’elle.
Summary: As well as in some European jurisdictions, till the 80 it was not considered criminal responsibility
for legal persons, which nowadays is regulated in Articles 11 º and 90 º of the Portuguese Penal Code. In
this work the author shows how has been the historical development of such regulation, how it is applied
and the practical application problems it creates.
Palabras clave: Responsabilidad penal, personas jurídicas, regulación.
Hitz gakoak: Erantzukizun penala, pertsona juridikoak, erregulazioa.
Mots clés : Responsabilité pénale, personnes morales, règlement.
Keywords: Criminal liability, legal persons, regulation.
1. Para una noción integral de los principales instrumentos jurídicos internacionales convencionales
y la comunidad, ver BRAVO, Jorge dos Reis, Derecho Penal de las Personas Jurídicas. Ensayo sobre el
castigo de las personas jurídicas y entidades equivalentes, Coimbra Editora, 2008, p. 128 y ss.
2. A saber, los delitos fiscales (régimen legal del Impuesto sobre infracciones aduaneras más adelante
RJIFNA; Régimen General del Impuesto sobre delitos RGIT), los delitos de terrorismo (Ley N º 52/2003.),
Los delitos de Trabajo (Ley N º 99 /. 2003), etc.
3. Artículo 11: Responsabilidad de las personas físicas y jurídicas:
1. Salvo lo dispuesto en el párrafo siguiente y en los casos previstos por la ley, sólo las personas físicas
están sujetas a responsabilidad penal.
2. Las personas jurídicas y entidades equivalentes, a excepción de los Estados u otros organismos públi-
cos y organizaciones internacionales de derecho público, son los responsables de los crímenes previstos en
los artículos 152 -A y 152- B, en los artículos 159... y 160.º., de los artículos 163.º y 166.º, con el menor
víctima, y de los artículos. 168, 169., 171.º y 176.º, 217.º y 222.º, 240.º, 256.º, 258.º, 262.º y 283.º,
285.º, 299.º, 335.º, 348.º, 353.º, 363.º, 367.º, 368.º............ - .. a y 372.º a 374.º, cuando se cometan:
…
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 127
…
a) En su nombre y en el interés colectivo de ellos por las personas que ocupan una posición de lide-
razgo, o
b) que actúe bajo la autoridad de las personas mencionadas en el párrafo anterior a causa de una
violación de los deberes de supervisión o control de sus obligaciones.
3. A los efectos de la ley penal, el término se aplica a los poderes públicos:
a) las personas jurídicas de derecho público, que incluyen entidades comerciales;
b) Entidades de servicios públicos, con independencia de la titularidad;
c) Otras personas jurídicas ejercer potestades públicas.
4. De quien ocupa una posición de liderazgo en los órganos y los representantes de la persona jurídica
se entiende que es quién tiene la autoridad para ejercer el control de su negocio.
5. Para los efectos de la responsabilidad penal se consideran personas jurídicas entidades tratadas como
sociedades civiles y las asociaciones de facto.
6. La responsabilidad de las personas jurídicas y entidades similares se excluye cuando el agente actuó
en contra de las órdenes expresas o instrucciones de los elegibles.
7. La responsabilidad de las personas jurídicas y entidades similares no excluye la responsabilidad indivi-
dual de sus agentes, ni depende de la responsabilidad de estas.
8. La fisión y la fusión no determinan la extinción de la responsabilidad penal de la persona jurídica o
entidad relacionada, lo que representa el delito:
a) La persona jurídica o entidad equiparada en la fusión de haberlo efectuado, y
b) Las personas jurídicas o entidades similares que surgieron de la ruptura.
9. Sin perjuicio del derecho de retorno, las personas que ocupan una posición de liderazgo son soli-
dariamente responsables por el pago de multas e indemnizaciones cuando se condena a la entidad jurídica
o persona equivalente, por los delitos:
a) consumado durante el ejercicio de su cargo, sin su oposición expresa;
b) Consumados anteriormente cuando haya sido culpa suya que el patrimonio de la persona jurídica
o entidad equiparada fuera insuficiente para el respectivo pago; o,
c) Consumados anteriormente, cuando la decisión definitiva sea aplicada y notificada durante un
periodo de ejercicio de su cargo y les sea imputable por la falta de pago.
10. Siendo varias las personas responsables en el número anterior, será responsabilidad conjunta.
11. Si las multas o indemnizaciones fuesen aplicas a una entidad sin responsabilidad jurídica, responde
por ellas el patrimonio común, y en falta de esta, o insuficiencia, se hará cargo el patrimonio de cada uno.
4. BRANDÃO, Nuno, “Las sanciones para las personas jurídicas en la reforma del Código Penal”,
Revista de la CEJ, VIII, p. 41.
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128 Nuno Brandão y Solange Jesus
5. DIAS, Jorge de Figueiredo, Derecho Penal. Parte General, I, 2. Ed. Coimbra Editora, 2007 11.º
Cap, § 27 y ss.
6. En la doctrina, con especial interés, cf. SOUSA, Juan Castro, Las personas jurídicas en la faz de la
Ley Penal y el llamado “Derecho de Mero Orden Social”, Coimbra Editora, 1985, passim; ROCK, Manuel
António Lopes, “ La responsabilidad penal de las personas jurídicas - Nuevas Perspectivas “(1985), en:
Derecho Económico y Penal Europeo: Textos doctrinales, I, Coimbra Editora, 1998, p. 431 y siguientes;
COSTA, José de Faria, “La responsabilidad jurídica y penal de la empresa y de sus órganos (una reflexión
sobre la alteridad en las personas jurídicas, a la luz del derecho penal)”, Revista Portuguesa de Ciencias Penales,
4/1992, p. 537 y siguientes; Costa, José de Faria, Derecho Penal Económico, Cuarteto, 2003, p. 45 ss; Torrão,
Fernando, “ Los nuevos campos de aplicación de la ley penal y el paradigma de intervención mínima (enfoque
multidisciplinario) “, en: Manuel da Costa Andrade et. al. (Ed.), Liber Discipulorum a Jorge de Figueiredo Dias,
Coimbra Editora, 2003, p. 352 y siguientes; BRAVO, Jorge dos Reis, “Criterios de imputación jurídico-penal de
las entidades colectivas (elementos para una alternativa a la responsabilidad penal dogmática de entidades colec-
tivas) “, Revista Internacional de Ciencias Penales, 2/2003, p. 207 y siguientes, y Meireles, Mario Pedro Seixas,
Las personas jurídicas y las sanciones penales: Sentencias de Adecuación, Coimbra Editora, 2006, passim.
7. En cuanto a la fundamentación dogmática de la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
véase BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 122 e ss.; DIAS, Figueiredo, (nota 5), 11.º Cap., § 27 e ss.;
y SILVA, Germano Marques da, Responsabilidade Penal das Sociedades e dos seus Administradores e
Representantes, Verbo Editorial, 2009, p. 132 e ss.
8. BRANDÃO, Nuno, (nota 4), p. 42.
9. BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 189.
10. En sentido opuesto, BRITO, Teresa Quintela de, “Responsabilidade Criminal de Entes Colectivos.
Algumas Questões em torno da Interpretação do Art. 11.º do Código Penal”, Revista Portuguesa de Ciência
Criminal, 1/2010, p. 43.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 129
11. El concepto de liderazgo establecido en el n.º 4, art. 11.º del CP define y limita las categorías de
personas cuya acción depende de la responsabilidad penal de las entidades colectivas. Según Silva, Marques
da (nota 7), p. 228 y ss., Se aplican en conceptos de derecho penal de los órganos y representantes de la
ley civil.
12. En cuanto a la ampliación del concepto de representantes para integrar a los administradores de
hecho, cf. Ac. Tribunal Constitucional (TC) n. 128/2010 www.tribunalconstitucional.pt.
13. La inducción como forma de autoría, DIAS, Figueiredo, (nota 5), 31.º cap., § 43 e ss., e BRANDÃO,
Nuno, “Pacto para Matar: Autoria e Início de Execução”, Revista Portuguesa de Ciência Criminal, 4/2008,
p. 531 e ss.
EGUZKILORE – 28 (2014)
130 Nuno Brandão y Solange Jesus
La letra b) del n.º 2 del art. 11.º del CP parece incluso contemplar una solución
de hetero-responsabilidad, pero con una gran aproximación a las teorías de la auto-
responsabilidad: “las personas jurídicas (...) son responsables de los delitos (...) cuando
se cometan: b) por quien actúa bajo la autoridad de las personas mencionadas en el
párrafo anterior, debido a una omisión de los deberes de vigilancia o control que se
les impone”.
También, en este caso, la responsabilidad de las personas jurídicas depende de
la comisión de un hecho ilícito-típico por parte de una persona física que actúa en
su ámbito y en su interés, eliminándose, sin embargo, los poderes de liderazgo –a los
que se refiere el anterior precepto mencionado– paradigmáticamente, los trabajadores
de los niveles más bajos de la jerarquía corporativa.
Por lo tanto no es suficiente para responsabilizar penalmente a una persona
jurídica con la concurrencia de un hecho típico dentro del ámbito de actuación
empresarial (contra lo que, en general, defienden de los promotores del modelo de
auto-responsabilidad, basándose en la concepción del riesgo potencial de la actividad
empresarial14), siendo siempre imprescindible que este resultado pueda ser imputado
personalmente, en forma de acción u omisión, a una persona física que actúe en su
nombre y en su interés15. Por lo tanto, la solución de la letra b) del nº. 2 del art. 11.º
es una alternativa de hetero-responsabilidad16. Desde la perspectiva del modelo de
autorresponsabilidad, para que el acto cometido por el mero agente de la persona
jurídica (distinto del órgano o representante o persona que ejerce poderes de lide-
razgo en la misma) se pueda imputar a ésta es necesario que concurran estas con-
diciones: esto es, que el motivo fundamental de la comisión del hecho sea debido al
incumplimiento de las funciones de supervisión o control que se requieren, en vista de
los riesgos empresariales inherentes en el desarrollo de sus actividades.
De esta forma se entiende que no ha habido culpa de la organización y que la
persona jurídica no responde por el hecho delictivo, aunque el mismo se produjo en
el ámbito de la actividad empresarial. La exención de responsabilidad de la persona
jurídica tanto en el caso de la letra b), como en el caso de la letra a), demuestra que
el autor del hecho, aun ocupando una posición de liderazgo, actuó contra las órdenes
expresas o instrucciones establecidas por la organización, en contra de las directrices
de los órganos de representantes de la sociedad (art. 11. - 6.º)17. En otros casos, “en
tanto que el hecho se imputa objetivamente a aquellas personas [todas aquellas que se
14. Para mayor desarrollo, SILVA, Marques da, (nota 7), p. 184 e ss.
15. Como determina expresamente el n.º 7 del art. 11.º del CP, “la responsabilidad de las personas
jurídicas y entidades similares no excluye la responsabilidad individual de sus agentes, ni depende de la ren-
dición de cuentas de estos”, así que con Silva, Marques (nota 7), p. 275, “creemos que este artículo de la
ley debe ser interpretada en el sentido de que, aunque la responsabilidad de la persona jurídica no depende
necesariamente que el acto les sea imputado a las personas habilitadas contempladas el n.º 4, puede suceder
que por cualquier motivo irrelevante en relación al agente indivual, este no sea respondabilizado, pudiendo
serlo la persona jurídica, porque responde por sí misma y por culpa propia (...) “.
16. En contra, BRITO, Teresa Quintela de, (nota 10), p. 58 e ss.
17. BRITO, Teresa Quintela de, (nota 10), p. 63, pidiendo aquí las “medidas de organización, gestión
y supervisión necesarias y adecuadas para evitar el hecho punible.”
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 131
identifican como los integrados en el ámbito de las letras a) y b) del n.º 2 del art. 11.º
del CP] la normativa también lo considera como un hecho de la sociedad”18.
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132 Nuno Brandão y Solange Jesus
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 133
de propiedad privada, estas últimas en la medida que son servicios públicos o reciben
prerrogativas de poder público”26.
Este régimen de excepción es también contrario al régimen jurisdiccional vigente
en otros Ordenamientos jurídicos, que al igual que el portugués, reconocen ahora, el
principio de la responsabilidad penal de la persona jurídica.
Sin perjuicio de tales consideraciones, la verdad es que la norma del nº 2 del
art. 11.º, cuando se combina con los párrafos 3.º y 5.º del presente artículo, sólo
permite concluir que serán susceptibles de responsabilidad penal por el catálogo de
delitos, las personas jurídicas privadas27 (definidas como “entidades formalmente cons-
tituidas –de acuerdo con reglas prefijadas, en el ámbito de derecho civil, mercantil,
administrativo o religioso–, que asumen la personalidad jurídica distinta y autónoma
de la de sus fundadores, directores, socios, asociados o representantes”), las socieda-
des civiles y las asociaciones de hecho28.
26. En: Expreso 29 de septiembre 2007. Sobre el tema ver también BRAVO, Jorge dos Reis (nota 1),
p. 160 y ss. El autor, al tiempo que reconoce la amplitud excesiva de las exenciones previstas en la norma
de art. 11.º del CP, en particular, con respecto a determinadas entidades públicas, se pronuncia a favor de
la irresponsabilidad penal del Estado y otras personas jurídicas.
27. Para una mejor comprensión de la variedad de personas jurídicas sujetas a responsabilidad penal,
véase BRAVO, Jorge dos Reis (nota 1), p. 161 y ss.
28. Estos, aunque carecen de personalidad jurídica, deberán ser tratados como personas jurídicas de
derecho privado para la responsabilidad penal (cf. art. 11. -5.º CP), siempre dentro del catálogo de delitos.
29. BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 206.
30. BRITO, Teresa Quintela, (nota 10), 2010, p. 44, que califica como “cruda e inexplicable” la
ausencia del delito de homicidio, “a menudo cometida a través de las organizaciones (...)”. Así también
MEIRELES, Mário Pedro “La responsabilidad penal de las personas jurídicas o equivalente en la reciente
modificación del Código Penal dictado por la Ley 59/2007, de 04 de septiembre: algunas notas”, Juez,
núm. 5, 2008, p. 128 y ss.
EGUZKILORE – 28 (2014)
134 Nuno Brandão y Solange Jesus
extensión, sino sobre todo a causa de los criterios que rigen la elección de los deli-
tos que lo componen: es demasiado heterogénea, difícilmente se comprende la inclu-
sión de ciertos delitos y la exclusión de otros. Por ejemplo, ¿por qué el legislador
incluyó en el catálogo los delitos contra la libertad y la autodeterminación sexual, pero
excluyó el asesinato o las lesiones?.
También ha criticado la ausencia de homicidio por imprudencia, TERESA
QUINTELA DE BRITO que aprecia un criterio en la elección legislativa, “muy pro-
bablemente en la selección, los delitos revelan (inevitables) consideraciones de pru-
dencia. Éstas aconsejan no ampliar injustificadamente los hechos ílícitos imputables
a los entes colectivos, sin antes comprobar cómo se ha adaptado la praxis a la nueva
realidad jurídica y cómo se aplica, previendo criterios legales amplios para la imputa-
ción de la responsabilidad. De ahí que el legislador haya optado por delitos que: (a) de
alguna manera presuponen una organización, o (b) a menudo son cometidos a través
de organizaciones, o (c) cuando se cometen través de una organización, implican una
dañosidad social tan insoportable que requiere la evidencia o el merecimiento de la
necesidad de pena a las propias colectividades”31.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 135
pagar, que no tiene, prácticamente, ninguna eficacia preventiva; ii) garantía de buena
conducta (art. 90.º-D), que es una especie de suspensión de la ejecución de la pena
de multa, que busca asegurar el buen comportamiento futuro de la persona jurídica, a
través de la prestación de una garantía, o caución (que se determinará entre mil euros
y un millón de euros, y por un período comprendido entre uno y cinco años). Si en el
período de “prueba” establecido a la empresa no comete ningún delito, se puede pro-
ducir el levantamiento de la fianza; si por el contrario comete algún delito, la fianza
revertirá a favor del Estado; iii) y la supervisión judicial (art. 90.º-E).
Por último, están consagradas en los artículos 90.º-G al 90.º-M del CP las penas
accesorias siguientes: i) orden judicial (90.º-G); ii) la prohibición de contratar (90.º-H);
iii) la privación del derecho a obtener subvenciones, subsidios o incentivos (90.º-I); iv)
la prohibición de cierta actividad (90.º-J); v) el cierre de los establecimientos (90.º-L);
vi) publicar la sentencia condenatoria (90.º-M).
…
hacer un juicio de prioridad punitiva en la determinación de una pena que no sea el cobro de una suma de
dinero, en que consiste la pena de multa, la cual ha adquirido la condición de pena referencial en el régimen
disciplinario de las entidades colectivas “(p. 233). Serán pués los criterios de necesidad y conveniencia los
que deben guiar al aplicador de ellas en la elección siempre que sea permisible bajo la ley, una alternatividad
entre la multa y las sanciones alternativas (Art. 90.º-C, 90.º-D y 90.º-E del CP) previstas en el régimen
sancionador general.
EGUZKILORE – 28 (2014)
136 Nuno Brandão y Solange Jesus
36. BRAVO, Jorge dos Reis (nota 1), p. 214, para identificar lo que cree que son los problemas del
régimen disciplinario de las personas jurídicas, habla de “ausencia de los preceptos incriminatorios, una
disposición expresa de la pena que debe ajustarse a la persona jurídica y entidades relacionadas, lo cual se
hará en función de un criterio de “conversión” que se refiere el art. 90.º-B del CPES, como la pena de una
multa (...) “y se queja de que la determinación de los días de multa se producen en función de los criterios de
determinación de prisión. Según el art. 90.º-2 del CP, un mes de prisión corresponde a las personas jurídicas
equivalente a 10 días de multa.
37. Por lo tanto, DIAS, Jorge de Figueiredo, Direito Penal. Parte Geral, II: As Consequências
Jurídicas do Crime, Aequitas / Ed. Notícias, 1993, §301 e ss., e depois (nota 5), 4.º Cap., §83 e ss. Cf. ainda
RODRIGUES, Anabela Miranda, A Determinação da Medida da Pena Privativa da Liberdade, Coimbra
Editora, 1995, passim.
38. Cómo alerta DÍAS, Figueiredo, (nota 37), p. 119, la pena de multa no puede significar una “forma
encubierta de absolución o un sucedáneo de una exención de la pena.”
39. Tengase en cuenta que el valor de 10.000 € corresponde únicamente a un límite hasta el cual
podrá ser fijada la tasa diaria de pena de multa. En cualquier caso, si observamos el poder económico de un
gran número de grupos empresariales, que registran lucros netos anuales de decenas e incluso cientos de
millones de euros, dicho límite ha de considerarse desajustado y sólo puede ser predeterminado por defecto
y no por exceso.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 137
40. En Portugal dominan las pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas con un volumen anual
poco amplio, por lo que posiblemente puede estar cuestionada la constitucionalidad de la configuración
legal de un umbral tan alto, por la violación de los principios constitucionales de igualdad y la prohibición
de exceso.
41. V. g., ANTUNES, Maria João, Consequências Jurídicas do Crime. Notas Complementares para
a cadeira de Direito e Processo Penal da Faculdade de Direito da Universidade de Coimbra, Coimbra,
2006-2007, p. 44.
42. Para un mayor desarrollo de los problemas planteados por dicha omisión, BRANDÃO, Nuno,
(nota 4), p. 48 y ss.
43. En ausencia de una norma especial expresa, no habrá ninguna razón para apartarse del principio
general de la imposibilidad de suspender la aplicación de una multa. En este sentido, BRAVO, Jorge dos Reis
(nota 1), p. 228. Sobre el tema, véase también ALBUQUERQUE, Paulo Pinto, A responsabilidade criminal
das pessoas colectivas ou equiparadas”, Revista da Ordem dos Advogados, 2006, II, p. 646. Como alterna-
tiva a la suspensión, y la manera de reemplazar la pena, la nueva ley prevé la garantía de buena conducta
(artículo 90.º D-CP), que funciona practicamente en los mismos términos, a pesar de que sea una verdadera
carga para la persona jurídica, que debe proporcionar un valor monetario, independientemente de la moda-
lidad elegida por el Tribunal (de uno a cinco años).
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138 Nuno Brandão y Solange Jesus
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 139
47. V.g. DIAS, Jorge de Figueiredo, “Breves considerações sobre o fundamento, o sentido e a apli-
cação das penas em direito penal económico”, (1985), in: Direito Penal Económico e Europeu: Textos
Doutrinários, I, Coimbra Editora, 1998, p. 382.
48. En la ley que regula los delitos contra la economía y la salud pública (DL n. º 28/1984, de 20 a
01) se limita la aplicación de la pena de disolución a delitos especialmente graves tipificadas en(art. 36., 37.º
y 38.º), y permite la acumulación de ésta con una multa (que también se da en RGIT).
49. El régimen sancionador general contra las personas jurídicas omite referencia alguna al procedi-
miento de disolución de las mismas, imponiendo un mayor compromiso al intérprete y ejecutor de la ley.
Es una tarea que se prevé compleja, dada la gravedad de sus efectos, directos e indirectos, sobre todo en la
esfera jurídica de terceros. Para más información, BRAVO, Jorge dos Reis (nota 1), p. 276.
50. BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 238.
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140 Nuno Brandão y Solange Jesus
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 141
las armas y municiones (Ley núm. 5/2006, 23 / 02) y relaciones laborales (Ley núm.
7/2009, 29 / 02), al tiempo que se conserva su independencia formal, se regula,
ahora, por la disciplina general del Código Penal, como consecuencia de la conver-
gencia de los criterios de imputación y de su respectivo régimen sancionador operado
por los arts. 4.º a 7.º de la Ley n. º 59 /2007, de 09/04. Asimismo, la Ley n. º
50/2007 de 31 / 08, que regula la conducta contra la verdad, la lealtad y corrección
en el deporte, la Ley n. º 20/2008, de 21 / 04, que regula la corrupción en el sec-
tor de comercio internacional y privado, la Ley n.º 23/2007, 24 / 07, que regula
la entrada, permanencia, salida y la exclusión de extranjeros del país, Ley n.º 109
/2009, de 15 / 09, que establece las disposiciones penales materiales y de procedi-
miento relativas a los ciberdelitos, aprovechando la disciplina del Código penal, deter-
minaban que la personas jurídicas debían ser sancionadas por los respectivos delitos,
bajo las reglas generales de la responsabilidad penal de las personas colectivas. Se
trataba, en todos los casos, de criterios que si bien pretendían “estandarizar y pro-
porcionar un sistema intrínsecamente coherente de responsabilidad penal de perso-
nas jurídicas “55, suscitaron, en el ámbito de la legislación penal especial regímenes
sancionadores distintos y autónomos56 al régimen general consagrado en el Código
Penal.
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142 Nuno Brandão y Solange Jesus
59. Materia que es de particular importancia en el contexto de las sociedades comerciales, por su
dinámica y reiteración de actos ilícitos en el giro económico que integran, por lo que básicamente nos limi-
taremos esencialmente a ellas.
60. Los artículos 1007.º, 1008. del Código Civil (en adelante CC), 141.º y 142. Del Código de las
entitades comerciales (en adelante CSC) definen las causas de disolución de las sociedades.
61. En cuanto a CORDEIRO, Menezes, el Código de Empresas portugués comentado de 2009,
p. 477, sobre la disolución de la empresa: “El acuerdo se rige por los siguientes principios: (a) manteni-
miento de la personalidad jurídica, (b) la publicidad, (c) la autonomía privada, (d) la rendición de cuentas y
responsabilidad, (d) la rendición de cuentas y responsabilidad, (e) la satisfacción de los acreedores, (f) acciones
a los accionistas.
62. BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 259 e ss.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso portugués 143
de las sociedades”63, por lo tanto, sin virtualidad para excluir la responsabilidad penal
de las personas jurídicas implicadas, quedando afirmada en virtud de los principios
generales. Esta es también la razón que nos lleva a la conclusión de que la extinción
de la responsabilidad penal de las personas jurídicas no se produce de forma automá-
tica e inmediata con su muerte (disolución en el caso de las sociedades mercantiles),
sino sólo con el registro de la disolución, lo que implica la extinción de su personali-
dad jurídica64.
Como la declaración de insolvencia –en la actualidad la principal causa de
muerte de las personas jurídicas– no implica la extinción inmediata de la responsa-
bilidad penal de las personas jurídicas, puede suceder que, incluso, sin actividad, su
patrimonio, en liquidación, pueda responder por las sanciones penales aplicables.
También las operaciones de transformación, fusión y escisión, pudiendo implicar la
extinción de la sociedad o de las sociedades primitivas, no impongan la de la respon-
sabilidad, estando, de hecho, salvaguardada para su subsistencia, de forma expresa,
en el núm. 8 del art. 11.º del CP65.
La transformación, tal como se concibe en el actual art. 130.º -1 de CSC, consiste
en una modificación de tipo societario que no implica, por regla general66, la disolución
de la sociedad en sí –que continúa existiendo–, pero ahora bajo una nueva apariencia.
La fusión de sociedades, prevista y regulada en el art. 97.º -1 del CSC, implica
la reunión de dos o más empresas en una sola, ya sea mediante la cesión global de las
acciones de una o más empresas a otro (de fusión por incorporación, art. 97.º-4, a),
del CSC), ya sea por la formación de una nueva empresa (fusión por creación de una
nueva empresa, art. 97.º -4, b) del CSC). Así entendida, la extinción de sociedades
incorporadas fusionadas inscritas en el Registro Mercantil, mantienen su responsabili-
dad penal, respondiendo por la comisión de delitos la persona jurídica surgida a partir
de la fusión (art. 11.º -8 del CP y art 112.º al. a) CSC67).
EGUZKILORE – 28 (2014)
144 Nuno Brandão y Solange Jesus
Aunque implica un proceso mucho más complejo, y puede incluso dar lugar a
una multiplicación del sustrato de la persona jurídica escindida, la división también
observa la regulación del artículo 11. -8.º CP, en relación con el mantenimiento
de la responsabilidad penal de las personas jurídicas. En los casos de art. 118.º -
1, a) (escisión) y / o al. c) CSC (la 1. ª hipótesis de este trabajo, cuando no hay lugar
para la disolución), en el que la escisión se produce por vía de la pérdida de una parte
del patrimonio de la sociedad escindida, con la finalidad de configurar una nueva
sociedad, o fundirse con otras, el mayor problema que se plantea es el relacionado
con la “supervivencia” de la de la sociedad primitiva, aunque de manera diferente.
En los restantes casos del art. 118.º de la CSC, donde el fenómeno de la esci-
sión consiste en la disolución de la sociedad primitiva, la solución legal podría plantear
mayores dudas o cuestiones, ya que implica una transferencia de la responsabilidad
penal a las empresas resultantes de la división, aprovechando los bienes de la socie-
dad disuelta. Esto acontece, puesto que cualquier otra alternativa que admitiera la
extinción automática de la responsabilidad penal o de la pena impuesta a las socie-
dades escindidas acabaría por traducirse en una impunidad intolerable de la persona
jurídica infractora, incentivando el recurso ilegal a la escisión; simplemente como
expediente para excluir la responsabilidad penal y sus consecuencias en la comisión
de actos ilícitos. Creemos, en todo caso, que en ninguna de las operaciones se asiste
a una verdadera derogación del principio implícito en el art. 30.º -3 del CRP, puesto
que nos encontramos ante verdaderos fenómenos de sucesión o continuidad empre-
sarial, voluntariamente decididos, por los órganos de gobierno, la mayor parte de las
veces como estrategia para una “mejor y más sostenida continuidad económica”68.
68. BRAVO, Jorge dos Reis, (nota 1), p. 366. Acerca del art. 30.º-3 da CRP, vide CANOTILHO,
J. J. GOMES y MOREIRA, Vital, Constituição da República Portuguesa Anotada, 3.ª Ed., Coimbra Editora,
p. 197 e s. Cf. ainda, Ac. Tc. n.º 160/2004.
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EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
145-165
Mircea DAMASCHIN
Ph.D., Associate Professor
Criminal Sciences Department
Faculty of Law
Nicolae Titulescu University, Bucharest
Mirela GORUNESCU
Ph.D., Associate Professor
Criminal Sciences Department
Faculty of Law
Nicolae Titulescu University, Bucharest
1. Texto originariamente en inglés, remitido por los autores en diciembre de 2013 y traducido por la
Profesora Titular de Derecho Penal e investigadora del IVAC/KREI Ana I. PÉREZ MACHÍO (UPV/EHU) y por
la alumna de Criminología Leire BERASALUCE BEREZIARTUA (UPV/EHU). El presente trabajo se enmarca
en el ámbito del Grupo de Investigación en Ciencias Criminales - GICCAS (2013-2018) Código: IT585-13; y
en la Unidad de Formación e Investigación UFI 11/05.
146 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
1-A) Comisión de un hecho delictivo. ¿Qué delitos? ¿Del Código Penal? ¿De
las leyes penales especiales? Incluir listados
Como ya hemos señalado anteriormente, el legislador rumano ha optado por no
aplicar el principio de especialidad en la materia, pero ha decidido delimitar las con-
diciones generales en las que la persona jurídica puede ser considerada penalmente
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 147
responsable, por lo que, cumplidas las mismas, al margen del origen de la concreta
norma, se podrá imputar a la persona jurídica este tipo de responsabilidad. La per-
sona jurídica puede ser considerada penalmente responsable, tanto por los delitos
definidos en el Código Penal, como por los delitos previstos por leyes especiales. En
la práctica, se ha observado que los delitos por los que la persona jurídica ha respon-
dido penalmente han sido, hasta ahora, básicamente, los económicos.
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148 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 149
delito fue debido a una mala organización). Una persona jurídica puede ser conside-
rada penalmente responsable de un delito cometido por negligencia, al margen de
que se determine o no la culpabilidad de la persona física, puesto que la culpabilidad
de la primera se vincula a la actitud de sus órganos de representación de la entidad
colectiva.
Los delitos cometidos por personas físicas que no sean miembros de los órga-
nos de la persona jurídica también pueden ser imputados a éstas. En estos casos, es
necesario que la persona jurídica tenga conocimiento de la infracción que la persona
física tiene la intención de cometer. En otro orden de cosas, la persona jurídica estará
exenta de responsabilidad penal cuando el delito se cometa fortuitamente por uno de
sus representantes o cuando la infracción cometida se ubique al margen de las prácti-
cas que habitualmente son toleradas por la persona jurídica, interpretándose, en estos
supuestos, que la persona jurídica dispone de un adecuado mecanismo de vigilancia y
control, capaz de evitar la comisión de delitos.
La doctrina ha destacado que la culpabilidad de la persona jurídica es diferente
a la de la persona física –siendo éstas analizadas por separado–, de tal forma que, la
culpa de las dos personas puede ser similar o diferente.
EGUZKILORE – 28 (2014)
150 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
la persona jurídica. El artículo 76 § 4 del Código Penal establece que: “si concurren
circunstancias atenuantes, la multa de la persona jurídica será atenuada de la
siguiente manera: a) cuando el límite mínimo de la multa es de “LEI 10.000”
o más, la misma será inferior a este mínimo, pero superior a su cuarta parte, b)
cuando su límite mínimo sea de “LEI 5.000” o superior a esta suma, la multa será
inferior a este mínimo, pero superior a un tercio de la misma”.
La normativa jurídico-penal rumana no contempla circunstancias específicas y
propias de las personas jurídicas que hayan cometido un delito, siendo aplicables, en
estos supuestos, las mismas que para las personas físicas. Por lo tanto, la persona
jurídica se beneficiará de las causas generales existentes como: retirada de la denuncia
previa, la ausencia de la reclamación previa, etc.
cuyo ejercicio se vincule a la comisión del delito, por un período de 3 meses a 3 años,
como máximo, c) la clausura de locales o establecimientos de la persona jurídica, por
un período no inferior a 3 meses, ni superior a 3 años, d) la prohibición impuesta a
la persona jurídica de acceder a subvenciones públicas entre 1 y 3 años, e) la publica-
ción de la sentencia condenatoria.
En cuanto a la individualización de la pena aplicada a la persona jurídica, el artí-
culo 72 § 3 del Código Penal dispone que: “para la determinación de la pena de las
personas jurídicas, se aplicarán las disposiciones establecidas en la parte general
del código, mientras que los límites de la sanción, previstos en la parte especial,
y vinculados a la gravedad del hecho delictivo y a las circunstancias agravantes y
atenuantes serán tenidos en consideración, respecto de la responsabilidad penal
de las personas físicas”. Por otra parte, el artículo 80 § 4 del Código Penal establece
que “si concurren en las personas jurídicas las circunstancias agravantes –de reinci-
dencia y de comisión simultánea de varios delitos– la multa prevista para cada uno de
los tipos penales podrá aumentarse hasta el límite máximo general.”
2. El objeto de la acción penal implica la responsabilidad penal de la persona que cometió el delito.
La dimensión sustancial del objeto de la acción penal implica el uso de la acción penal, a través de la cual el
conflicto con el Derecho Penal se presenta ante los órganos judiciales, para que el acto cometido por el delin-
cuente y su culpabilidad puedan ser resueltos (Mircea Damaschin, Drept penal procesual. Partea generala*,
Editura Universul Jurídica, Bucarest, 2013, p. 137-138).
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152 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
3. Ion Neagu, Tratat de drept procesual penal. Partea generala*, Editura Universul Juridic, BucuresÆ ti,
2013, p. 283.
4. Ion Gorga*neanu, ActÆ iunea penala*, Editura Lumina Lex, BucuresÆ ti, 2007, p. 107.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 153
Además de estas situaciones, la ley prevé causas de naturaleza especial que anu-
lan la naturaleza criminal del acto; estas causas están previstas sólo para ciertos deli-
tos como: ofrecer el soborno bajo coacción [Artículo 255 § (2) del Código Penal].
Igualmente se habla de inexistencia de responsabilidad penal, en los supuestos
que, a continuación se enumeran, al carecerse de objeto de acción penal.
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154 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
Código Penal), abandono del servicio militar (artículo 348 del Código Penal),
abandono del servicio militar obligatorio (artículo 353 del Código Penal) y la
ausencia de reclutamiento (artículo 354 de la Código Penal). De acuerdo con
los artículos 337, 348 y 355 del Código Penal, en estos casos, sólo se puede
iniciar la acción penal tras la notificación del órgano competente.
– El último caso, se refiere a cualquier otra condición que, prevista por la ley,
sea necesaria para iniciar la acción penal. Un ejemplo es el artículo 171 del
Código Penal –delitos contra el representante de un Estado extranjero– donde
el inicio de la acción penal se efectuará únicamente a petición del gobierno
extranjero.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 155
con el artículo 131 § (2) del Código Penal, la retirada de la denuncia por estos delitos
lleva a la exención de la responsabilidad criminal.
La segunda situación se refiere a las disposiciones del artículo 132 del Código
Penal, que establece que la conciliación de las partes, en los casos previstos por la ley,
implica la exención de la responsabilidad penal y la anulación de la acción civil. La
conciliación es personal y produce efectos, sólo si se interviene antes de la decisión
definitiva.
En cuanto al acuerdo de mediación, el legislador otorga relevancia a las normas
procesales penales previstas por la Ley 192/16 de mayo del 2006, sobre la media-
ción y la organización de la profesión del mediador5, que es aplicable en los casos
penales de delitos, en los que, la retirada de la denuncia previa o la conciliación de
las partes conduzca a la exención de la responsabilidad penal. En este sentido, la con-
clusión del procedimiento de mediación es un obstáculo para el inicio / o el ejercicio
de la acción penal, a través de la conciliación entre las partes, con posterioridad a la
resolución del conflicto.
5. Ley núm. 192 del 16 de mayo de 2006 sobre mediación y organización de la profesión de media-
dor que se publicó en el Boletín Oficial de Rumanía no. 441/22 de mayo 2006.
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156 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
6. ASPECTOS PROCESALES
6. Las medidas cautelares ordenadas por el tribunal tienen un carácter procesal, real, se adoptan
durante el juicio por el fiscal o el órgano jurisdiccional y consisten en limitar el acceso a determinados bienes
muebles e inmuebles, a través del embargo, con el fin de reparar el daño causado por el delito, así como de
garantizar la aplicación de la multa. (M. Damaschin, op. cit., P. 388).
7. De acuerdo con la ley procesal rumana, la asistencia legal concedida a las partes por el abogado es
facultativa, sin embargo, hay casos en los que la asistencia letrada es obligatoria.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 157
8. El artículo 53 del Código Penal dispone lo contemplado en el artículo I § 16 de la Ley no. 278/2006.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 159
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160 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 161
EGUZKILORE – 28 (2014)
162 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
Monografías
• Florin Streteanu, Radu ChiritÆ a*, Ra*spunderea penala* a persoanei juridice,
Editura Rosetti, BucuresÆ ti, 2002.
• Andra Roxana Ilie, Angajarea ra*spunderii penale a persoanei juridice, teza*
de doctorat, Universitatea din BucuresÆ ti, Facultatea de Drept, 2011.
• Ca*ta*lin Marinescu, Ra*spunderea penala* a persoanei juridice. De la teorie la
practica*, Editura Universul Juridic, BucuresÆ ti, 2011.
• Laura Maria Sta* n ila* , Ra* s punderea penala* a persoanei juridice, Editura
Hamangiu, BucuresÆ ti, 2012.
On-line literature
• Dorin Ciuncan, Ra * s punderea penala * a persoanei juridice, conform
http://dorin.ciuncan.com/documentare/raspunderea-penala-a-persoanei-juridice
• Radu ChiritÆ a*, Ras* punderea penala* a persoanelor juridice în dreptul belgian,
conform www.raduchirita.ro
EGUZKILORE – 28 (2014)
164 Mircea Damaschin y Mirela Gorunescu
lo dispuesto en el artículo 191 § (1) del Código Penal; estas condiciones se refieren
a la comisión del delito, en relación con el objeto de la actividad de la persona jurí-
dica, en interés o en nombre de la misma (el Alto Tribunal de Casación y Justicia, la
Sección de lo Penal, decisión N º 2550 / 13 de agosto 2012, según la página web
del Tribunal Superior).
9. Ley núm. 241/15 de julio 2005 sobre prevención y lucha contra la evasión fiscal, publicada en el
Boletín Oficial de Rumania, Parte I, no. 672/27 de julio de 2005.
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Responsabilidad penal de las personas jurídicas: el caso rumano 165
10. Ley núm. 59/01 de mayo 1934 en el Cheque se publicó en el Boletín Oficial de Rumanía, no.
100/01 de mayo de 1934.
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LOS SIGNIFICADOS DE LA MEMORIA
EN VICTIMIZACIONES GRAVES
III Encuentro en Homenaje al
Prof. Dr. Dr. h.c. Antonio Beristain*1
Enrique ECHEBURÚA
Catedrático de Psicología Clínica
Facultad de Psicología. Universidad del País Vasco UPV/EHU
Resumen: La memoria es la capacidad de fijar, conservar y evocar las vivencias que una persona acumula
en su vida. La codificación de la información no es casi nunca como una grabación fotográfica. La memoria
no es una reconstrucción, sino una representación del pasado. Quiere ello decir que influye y está influida
por la emociones y los sentimientos de la persona. Las imágenes de un suceso traumático se integran de
una forma caótica y desestructurada en la memoria emocional e invaden la conciencia de la víctima. De
este modo, pueden aparecer pensamientos repetitivos, pesadillas y alteraciones de la memoria, en forma
de relatos fragmentados y desorganizados, o surgir inesperada e incluso inoportunamente los recuerdos
parciales con una gran intensidad. Es decir, con mucha frecuencia las víctimas recuerdan lo que quieren
olvidar y olvidan lo que quieren recordar. El proceso de recuperación de la víctima supone la transformación
de las imágenes del trauma de la memoria emocional en sucesos ordenados espacio-temporalmente bajo
el control de la memoria verbal. Hay algunas actitudes y conductas, como el perdón o el olvido activo, que
facilitan el procesamiento emocional de las vivencias traumáticas; otras, por el contrario, como el odio o la
venganza, lo dificultan. La sociedad debe prestar una ayuda activa a las víctimas para superar el dolor, como
reparar lo reparable, aplicar la justicia y mantener vivo el recuerdo de lo sucedido.
Laburpena: Oroimena pertsona batek bere bizitzan barrena izandako bizipenak finkatzeko, gordetzeko
eta gogoratzeko duen gaitasuna da. Informazioaren kodifikazioa ez da ia inoiz izaten argazki-grabaketa bat
bezalakoa. Oroimenak ez du iragana berregiten, irudikatu baizik. Hortaz, eragina dauka emozioetan eta
sentimenduetan, eta emozio eta sentimenduen eraginpean dago. Gertaera traumatiko baten irudiak modu
kaotikoan eta desegituratuan sartzen dira oroimen emozionalean, eta biktimaren kontzientzia hartzen dute.
Pentsamendu errepikakorrak, amesgaiztoak eta oroimenaren asaldurak ager daitezke, istorio zatikatu eta
nahasiak, edo oroitzapen partzialak ustekabean eta une desegokian etor daitezke burura intentsitate handiz.
Hau da, sarri, biktimek ahaztu nahi dutena gogoratzen dute, eta ahaztu egiten dute gogoratu nahi dutena.
Biktimak sendatzeko, beharrezkoa da oroimen emozionaleko traumaren irudiak hitzezko oroimenaren
kontrolpean espazioan eta denboran behar bezala antolatutako gertaera bilakatzea. Zenbait jarrerak eta
jokabidek, barkamenak edo ahazte aktiboak, besteak beste, erraztu egiten dute bizipen traumatikoen
prozesamendu emozionala; aitzitik, gorrotoak, mendekuak eta antzeko beste jarrera batzuek oztopatu egiten
dute. Gizarteak mina gainditzeko laguntza aktiboa eman behar die biktimei: konpon daitekeena konponduta,
justizia aplikatuta eta gertatutakoa oroituta.
Résumé : La mémoire est la capacité de fixer, maintenir et évoquer les expériences qu’une personne
accumule dans sa vie. Le codage de l’information n’est presque jamais comme un enregistrement
photographique. La mémoire n’est pas une reconstruction mais une représentation du passé. C’est-á-dire
170 Enrique Echeburúa
qu’elle influence et est influencée par les émotions et les sentiments de la personne. Ainsi, les images d’un
événement traumatique sont intégrées dans une mémoire émotionnelle de façon chaotique et non structurée
et envahissent la conscience de la victime. De cette façon, peuvent apparaître des troubles de mémoire, de
cauchemars et de pensées répétitives sous la forme d’histoires fragmentées et désorganisées ou bien surgir
de façon inattendue et même de manière inappropriée mais avec une grande intensité des souvenirs partiels.
Par exemple, très souvent les victimes s’en souviennent de ce qu’ils veulent oublier et s’en oublient de ce
qu’ils veulent se souvenir. Le processus de rétablissement de la victime suppose la transformation d’images
du traumatisme de la mémoire émotionnelle dans des événements organisés espace-temporairement sous
le contrôle de la mémoire verbale. Il existe des attitudes et comportements, tels que le pardon ou l’oubli
actif, qui facilitent le traitement émotionnel des expériences traumatiques; d’autres, au contraire, tels que la
haine ou la vengeance, l’entravent. La société doit apporter une aide active aux victimes pour surmonter la
douleur. Par exemple, en réparant le réparable, en appliquant la justice et en gardant la mémoire vivante de
ce qui s’est passé.
Summary: Memory is the ability to keep and remember the experiences people accumulate in life. Rarely is
codifying information like a photographic recording. Memory is not a reconstruction but the representation
of the past. This means that it influences and is influenced by the emotions and feelings of the person. The
images of a traumatic event are integrated in the emotional memory in a chaotic and unstructured way and
invade the person’s consciousness. This can lead to the emergence of repetitive thoughts, nightmares and
memory disturbances in the form of fragmented and disorganised stories or to the unexpected and even
inappropriate appearance of partial recalls with great intensity. In other words, victims frequently remember
what they want to forget, and forget what they want to remember. The victim’s recovery process means the
tranformation of the trauma images from the emotional memory into time-space ordered events under the
control of verbal memory. There are some attitutes and behaviours which facilitate the emotional processing
of traumatic events, such as forgiveness and active forgetting; on the contrary, there are others such as hate
and revenge, which complicate it. Society should support victims actively by repairing what can be repaired,
applying justice and keeping alive the memory of what happened, in order for them to overcome the pain.
Palabras clave: Vivencias traumáticas, alteraciones de la memoria, venganza, perdón, victimismo.
Hitz gakoak: Bizipen traumatikoak, oroimenaren asaldurak, mendekua, barkamena, biktimismoa.
Mots-clés : Expériences traumatisantes, altérations de la mémoire, vengeance, pardon, victimisation
Keywords: Traumatic experiences, memory disturbances, revenge, forgiveness, alteraciones de la memoria,
venganza, perdón, victimhood.
INTRODUCCIÓN
La memoria es la capacidad de fijar, conservar y evocar las vivencias que una
persona acumula en su vida. La codificación de la información no es casi nunca
como una grabación fotográfica o magnetofónica. La memoria no es una recons-
trucción, sino una representación del pasado. ¿Qué quiere decir esto? Que la
memoria forma parte del conjunto de la vida psíquica y de la biografía de la per-
sona, a la cual influirá y la cual será influida por ella. Por ejemplo, si una persona
está triste ahora puede distorsionar sus recuerdos y centrarse selectivamente en las
experiencias negativas pasadas. A su vez, la evocación de recuerdos específicos
negativos de la vida anterior, incluso muy antiguos, puede entristecer a una persona
en el momento actual.
En realidad, la memoria es una pieza clave en la identidad personal. De hecho,
en la adaptación del ser humano resulta imprescindible la ayuda de sus conocimien-
tos y de sus experiencias pasadas para afrontar el presente y proyectar el futuro
(Cardoner y Urretavizcaya, 2006).
A su vez, el olvido tiene una función adaptativa y permite despejar la memoria,
entendida en este caso como depósito de recuerdos, para incorporar experiencias
EGUZKILORE – 28 (2014)
Modulación emocional de la memoria: de las vivencias traumáticas a los recuerdos biográficos 171
Por ello, la memoria no es una mera función cognitiva, sino que está sujeta a
procesos emocionales diversos. Así, más allá del deterioro de la memoria asociado
a la edad, a enfermedades neurológicas o a traumatismos cráneo-encefálicos, ciertas
alteraciones de la memoria pueden estar relacionadas con las vivencias emocionales
de la persona. Es el caso de las amnesias psicógenas, en las que una persona expe-
rimenta una pérdida parcial de la memoria respecto a ciertos sucesos biográficos que
han supuesto un choque emocional intenso o han tenido un carácter traumático. Un
ejemplo de esto son algunas personas adultas que han sufrido un abuso sexual en la
infancia por parte de un familiar y que tienen dificultades para evocar esos sucesos
(pero no otros que han ocurrido en el mismo período de tiempo) por la carga emo-
cional negativa (de vergüenza, de culpa o de odio según los casos) asociada a ellos
(Castilla del Pino, 2001).
En otros casos pueden surgir las hipermnesias afectivas, es decir, la capaci-
dad excesiva de evocación de recuerdos, que se refiere a la desmedida persistencia
en la mente de ciertas vivencias emocionales intensas y negativas, como ocurre
en los acontecimientos traumáticos y en ciertos tipos de pérdidas afectivas, que,
a modo de recuerdos parásitos, ejercen una tiranía sobre el campo de la concien-
cia e interfieren negativamente en la adaptación de la persona a la vida cotidiana
(tabla 2).
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172 Enrique Echeburúa
• Hipermnesias
POR EXCESO
afectivas
• Amnesias
POR DEFECTO
psicógenas
En resumen, la memoria y la afectividad están muy vinculadas. Así, una canción des-
pierta el recuerdo de un amor del pasado y el olor de un bizcocho puede transportar a la
infancia porque recuerda a los que preparaba la abuela. Sin embargo, la nostalgia (“deseo
doloroso del regreso” etimológicamente) es un recuerdo agridulce que nos puede anclar
en un pasado idealizado. La nostalgia se compone de brochazos muy simples que nos
impiden ver el pasado con exactitud. La nostalgia excesiva casi siempre aparece cuando
el presente se percibe como desagradable y el futuro resulta amenazante. Si una persona
se instala en el pasado, anula su presente e hipoteca su futuro (Trujillo, 2002).
La mayor o menor intensidad de los recuerdos no depende solo de un automa-
tismo psicológico que escape al control de la persona. Hay personas que viven ancla-
das en el pasado, que se hacen preguntas sin respuesta (“¿por qué me ha pasado
esto a mí?”), que intentan volver a lo que ya no existe y que realimentan emocio-
nes negativas (odio, venganza, culpa, resentimiento, etcétera). Otras, por el contrario,
centran su atención en el presente, sin olvidar las desgracias ocurridas, y se proyectan
hacia el futuro, apoyadas en emociones positivas, como la esperanza en el porvenir o
el perdón al ofensor (Cyrulnik, 2013; Enright y Fitzigibbons, 2000).
EGUZKILORE – 28 (2014)
Modulación emocional de la memoria: de las vivencias traumáticas a los recuerdos biográficos 173
EGUZKILORE – 28 (2014)
174 Enrique Echeburúa
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Modulación emocional de la memoria: de las vivencias traumáticas a los recuerdos biográficos 175
que sean personas inmaculadas, ni que su sufrimiento les otorgue patente de corso o
la cualidad de ejemplares.
No hay que buscar la significación de la víctima en la intencionalidad del ver-
dugo, ni siquiera en la ideología de la víctima, sino en el hecho objetivo de la violencia
injusta. Si la víctima es un ser humano al que se infiere un daño injusto, la memoria
de la víctima solo puede significar hacer justicia (detener a los agresores, ponerles a
disposición de la Justicia, etcétera).
La sociedad debe prestar atención a las necesidades de las víctimas: verdad,
justicia y reparación. No hay mañana sin ayer ni un proyecto de futuro válido sin
memoria histórica de lo ocurrido con las víctimas. El olvido no significa reconcilia-
ción ni la memoria significa necesariamente venganza. La convivencia no es amnesia
del pasado, sino lectura crítica del mismo. Hay un deber de memoria. Como decía
Aristóteles en la Ética a Nicómaco, el deber de memoria es el deber de hacer jus-
ticia, mediante el recuerdo, a la persona que ha sido objeto de injusticia. Las vícti-
mas deben recibir una reparación moral y obtener una indemnización económica
justa. Pero lo más importante es restablecer la dignidad y la memoria de la persona
afrentada.
CONCLUSIONES
Las personas no son marionetas en manos de sus recuerdos y deben aprender a
modular emocionalmente los recuerdos. Las vivencias dramáticas insufribles pueden
tiranizar a una persona, pero también pueden transformarse en recuerdos dolorosos
tolerables que forman parte de su biografía, sin que interfieran negativamente en su
vida cotidiana actual y futura. Es decir, se trata de convertir un pasado traumático en
un pasado biográfico, de modo que las víctimas no queden atrapadas en el túnel del
tiempo (Echeburúa, 2004).
Las víctimas deben dejar de ser víctimas lo antes posible, como el tuberculoso o
el cardiópata deben dejar de serlo. La víctima es un estado transitorio que provoca
un rol pasajero y se debe mantener el tiempo en que los mecanismos adaptativos del
sujeto (o, en su caso, la ayuda profesional) reparan la situación sufrida. La identidad
de víctima a perpetuidad (la instalación en el sufrimiento o en el victimismo), con un
estatus permanente, es contraproducente porque prolonga el duelo de los afligidos y
los lastra para comenzar un nuevo capítulo de su vida. No se es radicalmente víctima,
sino persona, que es la suma de muchas vivencias. En caso contrario, las víctimas
pueden realimentar los recuerdos dolorosos y respirar continuamente por la herida
(Brooks y Goldstein, 2004).
No es función de las víctimas, en su condición de tales, participar ni en la política
legislativa ni en la política criminal ni en la política penitenciaria. Sin embargo, las
víctimas tienen una obligación moral de dar testimonio de memoria de lo que ocu-
rrió para que no vuelva a suceder. Por eso, hay que avanzar en curar las heridas del
pasado a través de más justicia, más verdad y más reparación. No se puede mancillar
la memoria de las víctimas, que deben dar fe de la deslegitimación social, moral y polí-
tica del terrorismo y levantar acta de que no hubo, ni hay ni habrá justificación para
el asesinato de nadie. La reinserción de los terroristas siempre debe ser individual y
no colectiva, activa por parte del afectado y no pasiva o impuesta y debe tener como
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176 Enrique Echeburúa
ingrediente imprescindible el reconocimiento del daño infligido por parte del agresor.
El fin reinsertador también exige una serie de obligaciones que impone la Justicia y
que después de la excarcelación pueden incluir, por ejemplo, la reparación económica
hacia la víctima y en su caso el alejamiento de la misma.
Hay algunos hechos sociales que contribuyen al debilitamiento de los recuerdos
traumáticos. En el pasado las noticias de nuevos atentados o el apoyo social a los
terroristas (en forma de homenajes, por ejemplo) han constituido una fuente adicio-
nal de victimización. En el caso de las víctimas del terrorismo etarra, el hecho de que
hayan transcurrido 3,5 años desde el último atentado mortal, de que se perciba a
ETA como derrotada (y prácticamente desaparecida) y de que la policía y la Justicia
continúen con su labor deteniendo y juzgando, respectivamente, a las personas
encausadas es un factor de alivio para las víctimas. No hay nada que cree más alivio
que la desaparición del terror ni nada que genere más angustia que ver la huella del
terror en nuevas víctimas y atentados. La justicia cura; en cambio, la impunidad aviva
el dolor de las víctimas.
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Número 28.
San Sebastián
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The second demand is focused on the public demonstration of the specific injustice of the victimization
suffered. The third is closely connected to the repairing of the unfair damage caused in its personal
dimension –repairing the repairable and remembering the unrepairable– and in its political dimension –
preventing that the plan of civilized coexistence is supported by elements that made terrorist victimization
possible, favored or facilitated.
Palabras clave: Victimización terrorista, memoria, justicia, ley, restauración.
Hitz gakoak: Biktimizazio terrorista, oroimena, justizia, legea, leheneratzea.
Mots clés : Victimisation terroriste, mémoire, justice, loi, restauration.
Keywords: Terrorist victimization, memory, justice, law, reparation.
Lo que sigue son un conjunto de ideas, quizás inconexas, sobre tres conceptos
nucleares en la justicia victimal para la victimización terrorista: las víctimas, la memo-
ria y la justicia.
1. LAS VÍCTIMAS
1.1. En la victimizaciones terrorista las víctimas son quienes sufren una violencia
que otros causan sin razón alguna para aniquilar o subyugar. Por eso, las víctimas son
inocentes. El concepto de víctima es impensable sin el coetáneo de victimario: por eso
no se es víctima por el hecho de sufrir. El sufrimiento del victimario y de su entorno
existe, pero no les atribuye la condición de víctimas. Se es víctima porque el victimario,
escudándose en “sin razones” (nunca hay razón para la aniquilación o la subyugación),
ha decidido implementar una relación destructiva con la persona o personas victimiza-
das. Lo que crea víctimas es el específico sentido deletéreo que el victimario confiere a
la victimización que provoca, promueve o facilita.
1.2. Las víctimas son en sí mismas significativas: su esencia, por lo tanto, hay que
encontrarla en el hecho de ser víctimas. Lo elocuente es la evidencia del acto terrorista
que victimiza: la destrucción o menoscabo significativo del proyecto vital de las perso-
nas damnificadas por ser lo que son o representar lo que representan. Aquí radica, en
mi opinión, el derecho de las víctimas a la memoria de lo ocurrido y el correlativo deber
de la sociedad de preservar la memoria de lo acontecido.
1.4. En todo victimización terrorista hay dos significados concurrentes: uno factual
y otro hermenéutico. El factual se centra en la evidencia del hecho: ocurrió un suceso.
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Víctimas, Memoria y Justicia (a propósito de la victimización terrorista) 179
2. LA MEMORIA
2.2. Las macrovictimaciones son evidentes para quien las comete y para quien las
sufre. Pero, si éstos desaparecen, sólo será accesible a las generaciones siguientes si
hay alguien que los recuerda. De ahí la importancia del relato. Sin la memoria, la injus-
ticia no ha ocurrido nunca, se desvanecen los ausentes y los presentes pueden orga-
nizarse libremente como si la victimización no hubiera tenido lugar. El fundamento de
este planteamiento es la legitimidad democrática que confiere el apoyo de la mayoría de
los presentes, únicos, los presentes, que pueden definir lo venidero. La memoria, que
es la forma de integrar en el presente a los ausentes, obliga, además, a que las injusti-
cias pasadas que han generado las ausencias no se trasladen al presente. Las sinrazones
arrojadas para justificar en el pasado la victimización aniquiladora o subyugante resultan
deslegitimadas para diseñar en el presente los cimientos del edificio de la convivencia.
El material que sirvió para destruir no puede utilizarse para construir. Es la única forma
de integrar a los ausentes.
3. LA JUSTICIA
A. La justicia y la ley
3.1. La justicia es la respuesta a la experiencia de la injusticia. Por eso la justi-
cia tiene que partir de la injusticia padecida por las víctimas. No hay campo para la
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180 Ignacio José Subijana Zunzunegui
abstracción: sufren seres humanos, causan sufrimiento seres humanos y miran para
otro lado seres humanos.
3.3. Una vez delimitada la culpa criminal conforme a la Ley, es factible abrir el
espacio a la culpa moral donde se abordarán problemas relacionados con la concien-
cia, el dolor, el arrepentimiento y el perdón. El delito se mide por leyes que tabulan
la gravedad de la acción y de las penas consecuentes. La culpa es un concepto moral
que liga la conciencia del agente con el daño a la víctima.: por eso sobrevive al delito
de suerte que sigue vigente aunque se haya cumplido el castigo previsto por la ley.
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Víctimas, Memoria y Justicia (a propósito de la victimización terrorista) 181
B. La justicia restaurativa
3.3. En la justicia restaurativa la injusticia es vista como una acción que destruye
una relación y que la justicia debe reconstruir. En la victimización aniquiladora, la
justicia restaurativa se desenvuelve en los espacios profundos de los seres humanos,
donde anidan sus necesidades vitales definitivas y definidoras, al margen de intereses
ideológicos, políticos y públicos. Estas necesidades vitales surgen de dos interrogan-
tes íntimos: en quien delinquió: ¿en qué lugar interno se encuentra su responsabili-
dad’; en la víctima: ¿en qué lugar interno se encuentra su necesidad de conocer la
verdad, de preguntar, de expresar, de reprochar y, en último lugar, de devolver la
humanidad a quien le dañó?. Los movimientos energéticos que suscitan estos interro-
gantes íntimos cuando son promovidos, solicitados, o aceptados por las víctimas jus-
tifican encuentros restaurativos que no pueden ser cercenados por afirmadas razones
de interés general o público. La justicia victimal lo impide. En palabras del maestro
ANTONIO BERISTAIN: “La evolución exige al operador de la Justicia alejar la pre-
tensión de infligir dolor punitivo a las personas victimarias y crear una nueva e inno-
vadora sanción reparadora. El victimario ha de conocer y sentir que las víctimas son
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Resumen: Se señalan las posibilidades de estudiar científicamente las prácticas y políticas de memoria
desde el punto de vista de la Victimología. Quizá esta disciplina pueda servir como puente entre la Historia
y la memoria, considerando algunos conceptos fundamentales desarrollados en Victimología, como son los
de victimización oculta, revictimización, victimización secundaria, dimensión subjetiva de la victimización,
transmisión intergeneracional de la violencia y los daños victimales, terapias de recuperación –en
particular, el arte como forma de resistencia ante la deshumanización–, y el derecho a un trato institucional
individualizado –humano y coordinado–. Al mismo tiempo conviene recordar la adecuación de los métodos
de investigación propios de la Victimología como son las encuestas de victimización.
Laburpena: Oroimenari lotutako praktikak eta politikak biktimologiaren ikuspuntutik zientifikoki
aztertzeko aukerak aipatzen dira. Agian, diziplina hori historiaren eta oroimenaren arteko zubia izan
daiteke, biktimologiako oinarrizko kontzeptu batzuk aintzat hartuta, honako hauek, besteak beste: ezkutuko
biktimizazioa, berbiktimizazioa, bigarren mailako biktimizazioa, biktimizazioaren alderdi subjektiboa,
indarkeriaren eta biktimen kalteen belaunaldi arteko transmisioa, suspertzeko programak (zehazki,
artea gizagabetzeari aurre egiteko bide gisa erabiltzea) eta erakundeen aldetik banan-banako tratua
jasotzeko eskubidea (pertsonen arteko tratu koordinatua). Era berean, komeni da biktimizazio-inkesten eta
biktimologiak berezkoak dituen beste ikerketa-metodo batzuen egokitasuna gogora ekartzea.
1. Ponencia presentada dentro de la Mesa “La pluralidad y el dinamismo de las voces de las víctimas
ausentes, supervivientes y ocultas, en relación con la memoria y los daños intergeneracionales”, dentro del III
Encuentro en homenaje al Prof. Dr. Dr. h. c. Antonio Beristain: Los significados de la memoria en victimi-
zaciones graves, 7 de noviembre de 2013.
184 Gema Varona Martínez
Résumé : Ce travail identifie les possibilités d’étudier scientifiquement les pratiques et les politiques de
la mémoire du point de vue de la Victimologie. Peut-être cette discipline peut servir comme un pont entre
l’Histoire et la mémoire par le biais de certains concepts fondamentaux développés en Victimologie, telles que
celles de la victimisation cachée, la double victimisation, la victimisation secondaire, la dimension subjective de
la victimisation, la transmission intergénérationnelle de la violence et les dommages victimales, les thérapies de
récupération –en particulier, l’art comme une forme de résistance contre la déshumanisation, et le droit à un
traitement institutionnel individualisé coordonnée et humain. Dans le même temps, il convient de rappeler la
pertinence des méthodes de recherche propres de la Victimologie tels que les enquêtes sur la victimisation.
Summary: This paper deals with the possibilities of the scientific study of the politics and practices of
memory or remembrance from the standpoint of Victimology. This branch of knowledge may act as a
bridge between History and memory if we consider certain key concepts developed by Victimology, such as:
hidden victimisation, repeat victimisation, secondary victimisation, the subjective dimension of victimisation,
the intergenerational transmission of violence and damages, recovery therapies –in particular, artistic
interventions as forms of resistance to face dehumanisation–, and the right to an institutional treatment
defined by its individualised, humane and coordinated character. Simultaneously, victimisation surveys seem
an adequate methodology to do research in this field.
Palabras clave: Investigación victimológica, memoria, violaciones graves de derechos humanos, terrorismo.
Hitz gakoak: Ikerketa biktimologikoa, oroimena, giza eskubideen urraketa larriak, terrorismoa.
Mots clés : Recherche victimologique, memoire, graves violations des droits de l’homme, terrorisme.
Keywords: Victimological research, memory, grave violations of human rights, terrorism.
SUMARIO
I. Introducción: la memoria pública como objeto reciente de estudio victimológico.
II. Las prácticas y las políticas de memoria.
III. Cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, justicia y políticas victimales:
1. Existencia de una gran victimización oculta primaria y secundaria;
2. Necesidad de espacio suficiente para formas individuales y colectivas de memoria privada y pública, así
como para el relato histórico;
3. Las formas privadas y públicas de memoria, como reconocimiento de la injusticia sufrida, constituyen
una forma de justicia, de reparación simbólica, particularmente de lo irreparable;
4. Relevancia para las víctimas de la memoria pública sobre la victimización primaria y secundaria, oculta
o no, así como sobre las dificultades en los procesos de reparación individual y social;
5. El conocimiento victimológico puede informar la toma de decisiones respecto de las políticas de
memoria, para aminorar la victimización secundaria, asegurando el respeto de una serie de principios.
IV. Recapitulación y propuesta de investigación-acción participativa en el campo de la Victimología.- Bibliografía.
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El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 185
héroes y enemigos. De esta manera, las políticas de la memoria eran –y aún lo son–
principalmente políticas de identidad centradas en las figuras políticas o militares con-
sideradas en cada tiempo y lugar como más relevantes.
A lo largo de 2013, en la CAPV se han celebrado múltiples seminarios, encuen-
tros, conferencias y jornadas relacionados con la memoria no de los héroes milita-
res o políticos, sino de las víctimas del terrorismo y otras victimizaciones graves. En
noviembre de ese año, como el Encuentro sobre los significados de la memoria en
homenaje a nuestro querido profesor Beristain, en el XI Seminario Fernando Buesa
se abordaron las políticas de memoria mediante una serie de preguntas muy pertinen-
tes: qué, cómo y para qué recordar.
Dice Joseba Arregi sobre el contexto del País Vasco: “Una de las peores cosas
que les ha podido suceder a las víctimas es que el problema que les afecta, el de la
memoria digna y justa de sus familiares asesinados por ETA, esté siendo recubierta
por palabras y más palabras, por circunloquios y discursos múltiples que crean una
hojarasca bajo la que es difícil percibir la realidad de la víctima” (2013a). Para este
autor la memoria tiene que ver fundamentalmente con la democracia. En este mismo
sentido, al obviar su dimensión política, cabe entender ciertas advertencias sobre el
riesgo de privatizar estas cuestiones (Ruiz Soroa 2013; Rivera 2013).
Paradójicamente, la memoria pública y las políticas de memoria en rela-
ción con las victimizaciones graves no han sido suficientemente estudiadas desde la
Victimología2, como ciencia empírica interdisciplinar centrada en los procesos de
victimización y desvictimización, si bien se percibe una incipiente línea de investiga-
ción sobre políticas de memoria alrededor de la denominada justicia transicional y,
de forma más amplia, sobre los días estatales e internacionales conmemorativos de
determinadas formas de victimización3.
Los numerosos estudios sobre la memoria de las víctimas, aparecidos desde
los años setenta se ubican principalmente en el campo de la Historia, la Psicología,
la Neurología, la Filosofía, la Sociología, la Antropología, las Ciencias Políticas,
el Periodismo y el Arte, echándose en falta una mayor integración interdisciplinar
(Radstone y Schwarz 2010). El abordaje de la memoria desde el Derecho ha sido
posterior en la medida en que se iban incorporando a la normativa internacional y
estatal las reivindicaciones de los movimientos de las víctimas y los activistas de dere-
chos humanos (Gómez Isa 2006)4. En todo caso, en los diferentes estudios subyace
la pregunta de por qué ahora esa emergencia de la memoria, explicable, entre otras
2. Entre los pioneros en el estudio de la memoria como función psicológica, vid. Bartlett (1932). Sobre
la memoria privada y los recuerdos en el proceso de recuperación, vid. Echeburúa (2013). Actualmente cabe
mencionar los estudios generales sobre estas cuestiones que señalan la naturaleza selectiva y reconstructiva de
la memoria desde el campo de la Neurociencia. Cfr., entre otros, Bar (2011).
3. Así la producida por violencia de género, la violencia vial, la trata de personas, etcétera. Cabe desta-
car la publicación de la OMS de 2006 destinada a ser una guía para la organización de actividades en el día
mundial de conmemoración de las víctimas de la violencia vial.
4. Vid. Wemmers (2014). La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en 2005 los Principios y
directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de
derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obte-
ner reparaciones. Según el principio 22, la satisfacción de las víctimas incluye desde la adopción de medidas
…
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186 Gema Varona Martínez
razones, por el aparente protagonismo de las víctimas –cuyos testimonios cobran rele-
vancia mediante la historia oral–, así como por la continua utilización de la memoria
como instrumentos político o de poder.
En este texto se señalarán las posibilidades de estudiar científicamente las prácticas
y políticas de memoria desde el punto de vista de la Victimología. Quizá esta disciplina
pueda servir como puente entre la Historia y la memoria, considerando algunos concep-
tos fundamentales desarrollados en Victimología, como son los de victimización oculta,
revictimización, victimización secundaria, dimensión subjetiva de la victimización, trans-
misión intergeneracional de la violencia y los daños victimales, terapias de recuperación
–en particular, el arte como forma de resistencia ante la deshumanización–, y el derecho
a un trato institucional individualizado –humano y coordinado–. Al mismo tiempo con-
viene recordar la adecuación de los métodos de investigación propios de la Victimología
como son las encuestas de victimización y las entrevistas en profundidad.
Para perseguir este objetivo se acudirá a los resultados de algunas de las inves-
tigaciones empíricas desarrolladas desde el año 2007 por el Instituto Vasco de
Criminología/Kriminologiaren Euskal Institutua sobre las víctimas del terrorismo, fun-
damentalmente de ETA y particularmente en la CAPV5.
…
para que cesen las violaciones hasta la revelación de la verdad, la búsqueda de las personas desaparecidas, la
recuperación de los cadáveres y su nueva inhumación, las disculpas públicas, las sanciones judiciales o admi-
nistrativas, las conmemoraciones y la enseñanza de las normas de derechos humanos. Véase la interpretación
de este principio en la jurisprudencia, entre otros organismos internacionales, de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. En la normativa española sobre memoria de la Guerra Civil y el franquismo y la más
reciente sobre víctimas del terrorismo (estatal y vasca) se incluye el derecho a la memoria, si bien se echa en
falta una mayor elaboración teórica sobre su titularidad, carácter subjetivo, contenido y alcance. Anteriormente
al surgimiento de dicha normativa internacional y estatal –y aún hoy–, en los tribunales se acudía al concepto
de dignidad de las víctimas frente a los posibles abusos de otras personas o agencias en el ejercicio de la liber-
tad de expresión o ideológica. Ello también debe relacionarse con la tipificación penal del negacionismo y los
llamados delitos de incitación al odio.
5. Respecto de la metodología empleada en estas investigaciones (2007-2013), pueden precisarse las
entrevistas personales a dieciséis personas amenazadas por ETA de distintos colectivos; el desarrollo de un
grupo de discusión posterior con ellas; el análisis de fuentes secundarias sobre testimonios de víctimas indirec-
tas de asesinatos e intentos de asesinato de ETA y otros grupos terroristas; las entrevistas a expertos (2007-
2008); el análisis de contenido de noticias sobre víctimas del terrorismo durante los periodos estudiados; el
análisis cuantitativo y cualitativo de 173 sentencias condenatorias de adultos y menores por terrorismo de
ETA entre los años 2000 y 2007; un breve trabajo de campo en la Audiencia Nacional (2008); el desarrollo
de tres grupos de discusión en Madrid y Donostia-San Sebastián con personas amenazadas y familiares de
personas asesinadas (2011); seis entrevistas en profundidad a víctimas de ETA (2012); el análisis de contenido
de los documentos escritos y audiovisuales de la Fundación de Víctimas del Terrorismo sobre impunidad en
2012; el análisis cuantitativo de 155 cuestionarios completados por víctimas indirectas, de asesinato por grupo
terrorista, residentes en la CAPV; y el análisis cualitativo de dos grupos de discusión (2013). El conjunto de
estas investigaciones se encuentra citado en Varona (2013). Para una perspectiva histórica de la memoria en
Euskadi tras el terrorismo, vid. Ortiz y Pérez (2013).
EGUZKILORE – 28 (2014)
El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 187
6. Según su Exposición de Motivos: “la Ley sienta las bases para que los poderes públicos lle-
ven a cabo políticas públicas dirigidas al conocimiento de nuestra historia y al fomento de la memoria
democrática.
La presente Ley parte de la consideración de que los diversos aspectos relacionados con la memo-
ria personal y familiar, especialmente cuando se han visto afectados por conflictos de carácter público,
forman parte del estatuto jurídico de la ciudadanía democrática, y como tales son abordados en el texto.
Se reconoce, en este sentido, un derecho individual a la memoria personal y familiar de cada ciudadano,
que encuentra su primera manifestación en la Ley en el reconocimiento general que en la misma se
proclama en su artículo 2… No es tarea del legislador implantar una determinada memoria colectiva.
…
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188 Gema Varona Martínez
…
Pero sí es deber del legislador, y cometido de la ley, reparar a las víctimas, consagrar y proteger, con el
máximo vigor normativo, el derecho a la memoria personal y familiar como expresión de plena ciudada-
nía democrática, fomentar los valores constitucionales y promover el conocimiento y la reflexión sobre
nuestro pasado, para evitar que se repitan situaciones de intolerancia y violación de derechos humanos
como las entonces vividas”. Mediante el art. 20 se constituye el Centro Documental de la Memoria Histórica.
7. Según expresión recogida en la página web del Gobierno Vasco, donde pueden verse todas las
referencias (https://euskadi.net/r47-contmh2/es/contenidos/informacion/oroimen_historikoa/es_ley/legis-
lacion.html).
8. Entre las funciones de la Secretaría General de Paz y Convivencia, dependiente de la Lehendakaritza,
se encuentra la definición de las políticas públicas de memoria (vid. en http://www.lehendakaritza.ejgv.eus-
kadi.net/informacion/secretaria-general-para-la-paz-y-la-convivencia/r48-pazconte/es/).
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El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 189
9. Por victimización secundaria se entiende el daño producido a las víctimas, de forma no intencionada,
por las propias instituciones y los agentes sociales, una vez acaecido el delito o la victimización primaria.
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El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 191
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192 Gema Varona Martínez
con fuentes orales encontrar el justo equilibrio entre empatía y distancia, entre
reconocimiento de las singularidades y perspectiva general”.
Las políticas de memoria (como reconocimiento y reparación simbólica) pue-
den apoyarse o no, y en diferentes grados, en el método histórico y victimológico
(como conocimiento científico social). Para identificar los criterios diferenciadores –no
siempre claros– entre memoria privada (individual o social), pública u oficial e histo-
ria, hemos de responder a las siguientes preguntas: ¿quién la hace?, ¿cómo la hace?,
¿con qué fin?
En todo caso, distintos estudios apuntan a las dimensiones sociales de la memo-
ria individual, así como a las dimensiones subjetivas o individuales de la memoria
colectiva. Raguer nos recuerda que Maurice Halbwachs formuló la teoría de la memo-
ria colectiva, según la cual sólo recordamos aquello que tiene sentido en la comunidad
en la que vivimos (2012).
Continuando con Raguer (2012): “si hay tantas memorias como recordadores
y tantas historias como historiadores, la verdad histórica objetiva es una utopía
inalcanzable. Como dice el proverbio, cada cual cuenta la feria según como le fue
en ella. Sin embargo, dejando de lado a los panfletistas o propagandistas de tal o
cual ideología, con el acceso a los archivos y la diligencia de historiadores hones-
tos se van aproximando las historias distantes”. Este autor destaca la importancia
de cuestionar los prejuicios aprendidos o socializados.
10. Podría pensarse en el Informe-base de vulneraciones de derechos humanos en el caso vasco (1960-
2013), presentado en junio de 2013, bajo el encargo de la Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno
Vasco, como una suerte de informe de una comisión de la verdad, lo cual quizá resulte demasiado pretencioso.
Por otra parte, dicho informe ha sido criticado por no identificar con sus nombres a todos los asesinados y por
no contar con la colaboración de al menos un historiador.
EGUZKILORE – 28 (2014)
El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 193
de recuperación tras sufrir un delito, cuando surgen la pregunta de “¿por qué a mí?”.
De ahí la importancia de las narrativas personales de las víctimas que permiten dotar
de sentido o integrar en la vida la victimización sufrida11, sin admitir las justificacio-
nes de la violencia. Esas narrativas pueden suponer una llave para el cambio psico-
social, pero también para la memoria. Aquí pueden jugar un papel complementario
los encuentros restaurativos donde hay espacio para plantear preguntas, aunque no
siempre se obtengan respuestas.
11. Antony Pemberton, investigador del Instituto de Victimología de Tilburg (INTERVICT) desarrolla un
proyecto sobre estas cuestiones, financiado por la Fundación de Ciencia Holandesa (2013-2016), bajo el título
Historias de justicia e injusticia: Explorando las narrativas de las víctimas.
EGUZKILORE – 28 (2014)
194 Gema Varona Martínez
hablar, otra cosa es negociar Toda esta gente irá saliendo. Si salen arrepentidos,
mejor. Sin más odios ETA tiene que disolverse, los presos tienen que cumplir
sus condenas. Pero ¿qué tiene esto de malo? Al que te pide perdón de verdad hay
que escucharlo. Eso me enseñó mi fe Le pregunté por qué se sentaba frente a
mí. Me dijo que quería pedir perdón, mostraba un profundo arrepentimiento. Me
habló de que algún día tendría que contárselo a sus hijos, que no podía dormir”
(investigación 2012).
En general, mediante los estudios victimológicos se puede profundizar en los
mecanismos de cosificación de las víctimas por sus victimarios a través de las llamadas
técnicas de neutralización de la culpa (Sykes y Matza 1957)12, analizando contextos
micro, meso y macro. También se puede abarcar la memoria de los grupos sociales
que apoyaron el terrorismo, así como la memoria de la sociedad indiferente, donde
también cupieron ciertos comportamientos solidarios y altruistas.
EGUZKILORE – 28 (2014)
El concepto de memoria desde la Victimología: cinco conclusiones provisionales sobre las relaciones entre memoria, … 195
13. Recordando un artículo reciente de Joseba Arregi (2013b), pluralismo, subjetivismo y dinamismo
(en la memoria) no significan minusvalorar la gravedad ni tampoco la ausencia de la posibilidad de hablar con
objetividad de la victimización a través, entre otras disciplinas, de la Historia o la Victimología.
14. De nada servirían unos buenos archivos históricos y de memoria, en contenido y formato, sin
una asimilación permanente de los conocimientos y un pensamiento crítico dentro de los diferentes foros
educativos.
15. Citado por Hilari de Raguer en las Jornadas sobre Manuel de Irujo, septiembre de 2001.
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196 Gema Varona Martínez
EGUZKILORE – 28 (2014)
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EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
201-221
Resumen: Tras una introducción a la ilustración editorial, un resumen de los veintiún años (1992 / 2013)
de la historia política vasca, a través de una selección de artículos de opinión publicados en El Diario Vasco,
escritos por diferentes colaboradores, habituales o no, e ilustrados por Josemari Alemán Amundarain,
y que recogen los momentos más destacados de la ofensiva terrorista de ETA y las distintas reacciones
del gobierno, las fuerzas del orden, los movimientos sociales y las múltiples asociaciones de la izquierda
abertzale. Los atentados, los secuestros, las treguas, las negociaciones, los comunicados, los acuerdos, etc.,
en un recorrido por 62 ilustraciones de diferentes épocas y estilos.
Laburpena: Hasteko, prentsa-ilustrazioari buruzko sarrera; gero, euskal politikaren historiaren hogeita
bat urteen (1992-2013) laburpena, El Diario Vasco egunkarian argitaratutako iritzi-artikulu batzuen bidez.
Artikulu horiek ohiko eta ez-ohiko kolaboratzaileek idatziak dira, eta Josemari Alemán Amundarainek
irudiztatu ditu; ETAren eraso terroristaren une garrantzitsuenak biltzen dituzte, baita gobernuak, segurtasun-
indarrek, gizarte-mugimenduek eta ezker abertzaleko hainbat erakundek izandako erreakzioak ere.
Atentatuak, bahiketak, su-etenak, negoziazioak, adierazpenak, hitzarmenak eta abar, zenbait garai eta
estilotako 62 ilustrazioz osatutako ibilbidean barrena.
Résumé: Après une introduction à l’illustration éditoriale l’auteur fait un résumé de vingt et un ans de
l’histoire politique Basque (1992/2013) à travers une sélection d’articles d’opinion publiés dans le journal
El Diario Vasco, rédigés par les différents contributeurs, habituels ou non, et illustrés par lui. Ces articles
recueillent les faits saillants de l’offensive terroriste de l’ETA et les différentes réactions du gouvernement,
des forces de l’ordre, des mouvements sociaux et des multiples associations de la gauche nationaliste
Basque (appelée en Basque gauche « abertzale ») ainsi que les attentats, enlèvements, trêves, négociations,
communiqués, accords, etc., sur un tour de 62 illustrations de différentes époques et de styles.
Summary: Following a brief introduction to editorial illustration, an overview of twenty-one years
(1992/2013) of Basque political history is provided through a selection of opinion pieces published in El
Diario Vasco written by several contributors, some regular and some not, illustrated by Josemaria Alemán
Amundarain. These opinion pieces cover the highlights of ETA’s terrorist offensive and the different
reactions of government, the law enforcement agencies, social movements and various nationalist left-
wing organisations (izquierda abertzale). An overview of the attacks, kidnappings, ceasefires, negotiations,
announcements and agreements, among others, will be provided by way of a journey through 62 illustrations
from different times and in different styles.
202 Josemari Alemán Amundarain
INTRODUCCIÓN
La ilustración
La ilustración ha sido siempre considerada como un arte menor, destinada a ilu-
minar un texto que, realmente, es el protagonista. Los monjes copistas medievales
decoraban los códices y cantorales, uno a uno, para ayudar a comprender la lectura
de los textos y a alegrar aquellas enormes hojas. Hay que tener en cuenta que el pue-
blo era generalmente analfabeto. No tanto los nobles y clases acomodadas a quienes
iban destinados, y que pagaban por ellos importantes cantidades de dinero, que ser-
vían para el mantenimiento de la comunidad del monasterio. Porque aquellos monas-
terios tenían que ser como grandes empresas, en las que cada miembro cubría una
función, más allá de la oración, para asegurarse el sustento diario y el mantenimiento
del edificio y otros gastos.
Pero el trabajo necesario para terminar una copia de aquellos pesados códices,
era enorme y podía demorarse varios años, en manos de diferentes monjes espe-
cializados en distintas funciones, desde quien preparaba los pergaminos, copiaba los
textos, realizaba las ilustraciones o encuadernaba y cosía las hojas. Así pues el rendi-
miento de difusión de los textos sagrados entre los creyentes era muy bajo.
En Europa, aparece la imprenta, a mediados del XV, y se produce la edición de
libros en serie. Al principio, la técnica de impresión, se llamó xilografía, por utilizarse
planchas de madera tallada que, además del costoso procedimiento de preparar la
tabla, se imprimían muy pocas copias antes de quedar inútiles. Los chinos llevaban
ya tiempo utilizando caracteres de porcelana, con buen rendimiento, a pesar de la
complejidad de su escritura y la cantidad de signos. Pero fue Gutemberg, con el Misal
de Constanza quien inauguró la Edad de la Imprenta en Alemania. Era el año 1449.
Un año más tarde emprendía su famosa apuesta de realizar 150 Biblias en la mitad
de tiempo que, el mejor de los monjes copistas fuera capaz de terminar una. A él se
debe la utilización de la tipografía de tipos móviles, fundidos en una aleación de hierro
y que se montaban en cajas de 41 líneas, con las que se imprimía cada hoja. Se deja-
ban huecos para las ilustraciones, adornos y capitulares que se imprimían en xilogra-
fía en una segunda fase, que se iluminaban, una a una, por especialistas. De aquellas
150 Biblias solo quedan, en la actualidad, 21 completas y otros tantos trozos de dife-
rentes tamaños. Alguno de una sola hoja, y están repartidos por todo el mundo.
Y fue, quizás, Gustave Doré (Estrasburgo 1832 / París 1882), la figura que sim-
boliza al primer ilustrador profesional de Europa. Comenzó a publicar sus grabados
con quince años y, en los 35 restantes hasta su muerte, ilustró, quizás, más de un
centenar de libros, de los que algunos han llegado hasta nosotros, como La Biblia, El
Quijote o La Divina Comedia. Llegó a cobrar 50.000 libras esterlinas por 180 dibu-
jos en los que retrataba el Londres de 1872. Un trabajo que fue criticado por mostrar
EGUZKILORE – 28 (2014)
Históricas e ilustradas opiniones 203
la pobreza y la sociedad de esta ciudad pero, el libro London: A Pilgrimage, con sus
ilustraciones, fue un gran éxito editorial.
Si con Doré y otros artistas de su época, la ilustración tomó el rango de la novela
ilustrada, es con la llegada de la prensa cuando la noticia y la imagen, se reparten
el protagonismo y pueden llegar a prescindir la una de la otra. Y la imagen toma,
en algunos casos el recurso del humor, para hacerse independiente y protagonista.
Y aparece la caricatura, el cómic, la historieta, las tiras cómicas, el chiste. El pintor
francés Honoré Daumier (1808 / 1879), fue un reconocido caricaturista y dibujante
que colaboró con varios periódicos y revistas de su época, que se hicieron populares,
en todo el mundo, durante la tercera década del XIX. En España fue muy difundida,
la revista liberal y anticarlista, La Flaca, que tomó diferentes nombres debido a la
censura.
En EEUU, tuvo gran influencia la tira cómica, con su precursor personaje,
Yellow Kid, que se publicó en el World en 1893 y que algunos ponen como ori-
gen del cómic. En este momento se publican en todos los periódicos del mundo tiras
clásicas americanas tan reconocidas como Garfield, Olaf el vikingo, o Calvin and
Hobbes, o historietas argentinas como Mafalda.
Pero es realmente tras la aparición de la fotografía y su aplicación en la prensa,
cuando la ilustración que se publica en este medio toma otros caminos. Las foto-
grafías acompañan a la noticia y la enriquecen con sus imágenes captadas por los
objetivos oportunos y unos profesionales que están a la caza constante, fuera de sus
estudios. Las ilustraciones, que pueden ser más o menos creativas acompañan a las
columnas de opinión, editoriales o secciones de humor, aportando ese valor subjetivo
del autor.
Con la evolución técnica, los procedimientos digitales, que eliminan los proce-
sos de revelado químico, y los envíos por internet, la fotografía puede estar presente
en las guerras, espectáculos, catástrofes e importantes acontecimientos, llegando
con gran rapidez al periódico y supliendo, a veces en interés, al reportaje escrito. Así
pues, hay publicaciones en las que, el reportaje gráfico, es lo importante y el texto
que lo acompaña es, a veces, perfectamente prescindible. En esta línea se publican
revistas especializadas en reportajes fotográficos sobre la naturaleza, donde el repor-
taje escrito lo hace el propio fotógrafo.
Aunque la prensa escrita aparece en España a mediados de XVII, no llega al
gran público hasta comienzos del XIX. Abundan las de contenido político, llenas de
historietas y viñetas donde se ridiculiza al gobierno y las monarquías. Los contenidos
periodísticos son acompañados de ilustraciones de tipo narrativo hasta la llegada de la
fotografía, a mediados del XIX. A partir de ese momento el ilustrador aporta su inter-
pretación, en forma de caricaturas, chistes o cómic.
En la prensa actual, las noticias se acompañan de fotografías y las opiniones de
ilustraciones, que pueden ser más o menos literales con el texto. Comienza a llamarse, a
éstas, Ilustración Editorial, porque en ocasiones es tan interpretativa del contenido, como
el propio texto, pues ambos usan de igual manera, la ironía, la metáfora, la paradoja,
la caricatura, el humor y todos los recursos narrativos a través de las imágenes o las
palabras. Es que la fotografía y la noticia periodística tiene que ver con la historia, con
el relato objetivo de los hechos que transcurren día a día. El editorial y el artículo de
EGUZKILORE – 28 (2014)
204 Josemari Alemán Amundarain
opinión, aportan a la noticia los sentimientos, las sensaciones, las interpretaciones, valo-
raciones o juicios de ese relato histórico. En ese sentido, las ilustraciones que acompañan
a esos textos, gozan de la misma subjetividad interpretativa.
El flujo de la noticia
Los editoriales y artículos de opinión tienden a moverse sobre la cresta de las noti-
cias, que llegan como por oleadas y de manera imprevisible, de manera que un artículo
de gran interés, puede pasar al cajón del olvido con la llegada de una noticia urgente.
Una noticia puede ocupar varias páginas de un diario, o la mitad del tiempo de un tele-
diario, desplazando a otras. Por esa razón, los responsables de opinión guardan en su
cajón una serie de artículos que irán publicando y dosificando en función de la oportu-
nidad y del interés del propio medio. Algunos no se publicarán nunca. Por otra parte,
cada medio tiene, además del flujo de colaboradores ocasionales, una serie de articu-
listas, analistas y columnistas, de confianza, a los que encarga los artículos de urgencia
especializados. Y un grupo de ilustradores especializados en diferentes secciones a los
que moviliza en las ocasiones especiales. Teniendo en cuenta estas circunstancias, la
elasticidad y los reflejos de los medios con la llegada súbita de la noticia, han de ser
los de un portero de balonmano, en constante estado de alerta. Y esa capacidad de
reacción han de transmitirla al articulista y al ilustrador que, en ocasiones, solo cuenta
con menos de una hora para desarrollar su trabajo y enviarlo al medio, antes de que las
rotativas comiencen a imprimir la edición correspondiente.
Naturalmente las nuevas tecnologías han ayudado mucho en la realización, el
envío y la maquetación de las páginas. Pero no elimina la servidumbre de la disponibi-
lidad de los implicados, que son generalmente colaboradores autónomos, y que deben
estar en estado de alerta en un horario que otras personas utilizan para socializar o
estar con la familia. Y constantemente informados y conectados a la noticia que salta.
No es el caso de los viñetistas, caricaturistas o ilustradores de magazines y revistas,
que cuentan con una semana de tiempo entre una entrega a otra, y generalmente
ellos eligen el tema o personaje.
Recuerdo hace solo quince años, cuando se trabajaba el original sobre papel,
con tinta china y técnicas manuales, que luego había que fotocopiar y enviar por
mensajero al periódico. Era imposible ilustrar un artículo de encargo (enviar el texto
a la oficina de Santa Catalina, ir a recogerlo, leerlo, hacer la ilustración, dejar que se
secase, hacer la fotocopia en la tienda que cerraba a las ocho de la tarde, llevarla de
nuevo a Santa Catalina antes de que el último mensajero saliese…). Toda una tarde
para un trabajo con demasiado trámite y un precio que no compensaba las horas
invertidas. La opción era hacer series de ilustraciones sobre asuntos más o menos
probables y mandarlos a una carpeta que iba engordando a cuenta de las ilustraciones
no publicadas. En este momento, en una hora se resuelve todo el proceso. Incluso la
ilustración se envía por FTP y se coloca automáticamente en la maqueta.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Históricas e ilustradas opiniones 205
narrativos que se han ido adaptando a los tiempos y al lenguaje. En cuanto a los
temas, que eran reflejo de la actualidad y sus acontecimientos más destacados, me
ha tocado ilustrar, entre otras cosas, toda la historia de terror de ETA, desde que
comenzó con los asesinatos de policías y civiles por el 93, los secuestros y atenta-
dos a fuerzas del orden, políticos, empresarios y funcionarios; el Pacto de Estella, las
diferentes treguas, el Plan Ibarretxe, etc., hasta el momento actual, en que nos han
impuesto la paz aquellos que, antes nos imponían la guerra.
He procurado hacer un recorrido bastante representativo y variado de esta histo-
ria de más de veinte años, seleccionando las ilustraciones más representativas que han
acompañado a artículos de los columnistas más habituales de El Diario Vasco en este
período que va desde 1992 al 2013.
Los comienzos
Mi colaboración con El Diario Vasco
comienza en junio de 1984, cuando apareció el
Devórame, con una tira cómica que se llamaba
Heavy Potrollo. Aquella tira duró dos años y en
octubre de 1991, Álvaro Bermejo me propuso
un proyecto de entrevistas a las que yo aportaba
una caricatura del personaje. Esta sección, de
nombre Meridiano Cero, tuvo gran éxito y duró
como siete u ocho años y en ese tiempo cola-
boré también en otras secciones, entre ellas la
de Opinión. La primera ilustración, de esta serie,
me la encargó José Luis Minondo el 26 de mayo
de 1992, y era para un artículo sobre El Quijote El Quijote (27/05/1992)
del chileno Jorge Edwards. He perdido la página, Jorge Edwards
pero no la ilustración, que, entre el envío del texto
por mensajero, su lectura, su ilustración, la fotoco-
pia y el envío de vuelta al diario, me llevó toda una
tarde. Está realizada sobre papel couchée brillante
con tinta china y pintura acrílica aplicada con un
cepillo de dientes; una técnica que funcionaba bien
porque las fotocopiadoras de entonces no resol-
vían los grises, solo los negros.
Al día siguiente me encargó otra más, y así
comenzó mi colaboración en esta sección, de
manera más o menos regular, con una cadencia de
unas 4 por semana. Los encargados de esta sección
eran los dos subdirectores, José Luis Minondo y
José María Otegui. Hasta entonces se habían utili-
zado fotografías que, para destacarlas del resto, se La renuncia de Francia a la
les daba un tratamiento digital. Estas imágenes fue- grandeur (28/05/92)
Ricardo Miralles
ron desapareciendo poco a poco.
EGUZKILORE – 28 (2014)
206 Josemari Alemán Amundarain
Por estos años 96, se hace un cambio en la maquetación del diario y afecta a la
sección de Opinión. Se estandarizan los formatos de las ilustraciones, en dos (horizon-
tal y vertical), y éstas adquieren más importancia y un lenguaje más poético. Se crea,
también, la sección de Debate en la edición de los domingos, también ilustrada.
Históricas e ilustradas opiniones 207
Por esta época entro en contacto directo con la era digital. Para entonces ya
usaba el ordenador para otras cosas y con un amigo. Me compré uno y comienzo
a usarlo como herramienta de trabajo. Al principio escaneando los dibujos a línea y
dando grises con Photoshop, más tarde utilizando fotografías, filtros y textos.
Muerte de un barojiano
(09/05/2000)
Santiago Aizarna
Tras el asesinato de José Luis
López de la Calle. Tengo la impre-
sión de que los textos aportan
carácter a la ilustración. Comienzo
a utilizar otros programas que me
dan otros recursos.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Históricas e ilustradas opiniones 209
EGUZKILORE – 28 (2014)
210 Josemari Alemán Amundarain
¿Vencedores o vencidos?
(18/03/2006)
Juan Luis de León
Sobre cómo debe de ser el final del
“proceso de pacificación”, poco
antes del alto el fuego permanente Proceso de paz o rendición a
del 22/03/2006. plazos (03/05/2006)
Juan Pablo González
Un pronóstico muy acertado, seis
años antes, de lo que será el final de
la violencia de ETA.
212 Josemari Alemán Amundarain
La historia se repite
(05/12/2008)
Ana Iribar
La rana y el escorpión Reflexiones tras el asesinato de
(23/09/2008) Ignacio Uria.
Andoni Unzalu
Tras los últimos atentados, cons-
tata que sólo el terrorismo con-
sigue mantener al club de los
violentos.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Históricas e ilustradas opiniones 213
Hacia finales del 2005, se jubilan los dos subdirectores, José María Otegui y
José Luis Minondo. Mario García es, desde ese momento, mi interlocutor habitual,
junto con Eli López. Con la llegada de Lourdes Pérez Rebollar como subdirectora, que
se hace cargo de Opinión. es también, a veces, mi interlocutora. A finales del 2009
hay cambios en la maquetación del diario y la sección de Opinión se imprime en
color. A partir de ese momento, me envían los artículos por la tarde y las preparo (y
envío) ilustraciones tras leerlos.
A mediados del 2012 regresa Alberto Surio, que ha ejercido de director de EiTB,
durante el mandato de Patxi López en el Gobierno Vasco, y sustituye a Mario.
A partir del 2006 dejo de archivar, las páginas del diario y guardo, solamente,
las ilustraciones, pues organizar este material me lleva demasiado tiempo y espacio.
A mediados del 2006 cambié de casa y, en la mudanza, tuve que tirar a la basura bas-
tante material archivado.
Una pequeña muestra de las nuevas ilustraciones en color, sobre diferentes
temas:
EGUZKILORE – 28 (2014)
Miscelánea
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
217-230
Resumen: La consolidación del fin de la actividad terrorista de ETA abre sin duda un nuevo escenario
en la sociedad vasca. Los efectos de la victimización generada perdurarán en el tiempo, exigiendo una
cuidada atención por parte de las instituciones públicas, las cuales deberían volcarse en la actualidad en el
esclarecimiento de la verdad y la lucha contra el olvido y contra la impunidad.
Si la victimización generada por ETA ha sido la que, naturalmente y por sus propias características,
significación política y extensión, ha merecido la más destacada atención, las exigencias de justicia
demandan igualmente hacer frente a las graves vulneraciones de derechos humanos generadas desde los
agentes públicos o con su aquiescencia o tolerancia, cuyas víctimas tienen igualmente pleno derecho a la
verdad, a la justicia y a la reparación integral. Las distancias criminológicas y victimológicas entre ambos
fenómenos justifican, con todo, el tratamiento de esta última victimización a través de un instrumento
específico: la aprobación por el Parlamento Vasco de una Ley de prevención de la tortura y malos tratos y de
de reparación integral de las víctimas del abuso de poder.
Laburpena: ETAko ekintza terroristen amaieran konsolidatzeak, Euskal gizartean, zalantzarik gabe,
eszenatoki berri bat irekitzen du. Erakunde publikoek, denboran zehar iraunduko duten sortutako
biktimizaioaren ondorioei arreta berezia eskaini beharko diete, egia argitzeko eta ahanzturaren eta
zigorgabetasunaren kontra borrokatzeko asmoz.
Ezaugarrien, luzapenaren eta esanahi politikoaren ikuspegitik, ETAk sortutako biktimizazioek arreta berezia
jaso duten heinean, funtzionario publikoek eragindako edo onartutako giza eskubideen aurkako arau-hausteei
aurre egitea eskatu egiten da Justiziaren izenean, biktima mota guzti hauek egia argitzeko, Justiziarako eta
konponketa osorako eskubide berdina dute eta.
Bi fenomemo biktimologiko hauen artean dauden desberdintasun kriminologiko eta biktimologikoek,
azkeneko biktimizazio mota honi aurre egiteko, tresna zehatza bat galdatzen dute: Euskal Legebiltzarrean,
tortura eta tratu txarrak prebenitzeko eta, era berean, boterezko abusuzko biktima hauen kalte-ordainak
konpotzeko Lege bat.
Summary: The consolidation of the end of ETA’s terrorist activity has opened a new time for the Basque
society. Nevertheless the effects of the victimization will remain requiring a particular care from the public
institutions, whose efforts should be now focused on truth, and against oblivion and impunity.
Obviously the victimization generated by ETA has deserved the most important attention, due to its own
features, extension and political meaning. Justice requires however facing other serious breaches of
human rights that have also taken place and whose victims have equally a full right to truth, justice and
integral reparation. The distances between both phenomena are very important from a criminological and
victimological point of view and justify applying a specific instrument for this purpose: the approval by the
Basque Parliament of an Act of prevention of torture and ill treatment and of integral reparation of the
victims of abuse of power.
Palabras clave: Victimología, terrorismo, memoria, impunidad, tortura, abuso de poder, justicia
restaurativa, País Vasco, paz.
Hitz gakoak: Biktimologia, terrorismoa, memoria, zigorgabetasuna, tortura, boterezko abusua, justizia
leheneratzailea, Euskal Herria, bakea.
Mots clés: Victimologie, terrorisme, mémoire, impunité, torture, abus de pouvoir, justice restaurative, Pays
Basque, paix.
Keywords: Victimology, terrorism, memory, impunity, torture, abuse of power, restorative justice, Basque
Country, peace.
PRELIMINAR
La superación de la violencia (y no digamos si ésta es bélica o política de perfiles
terroristas) se presenta como un complejo proceso en el que es preciso pasar por
diversas fases de reconstrucción, caracterizadas por la intensificación progresiva de la
participación ciudadana en el diálogo, cooperación, empatía, responsabilidad, equidad
y justicia, antes de plantearse una posible reconciliación. Esta, en cuanto tal, consti-
tuye un objetivo especialmente ambicioso y complejo, para muchos hasta utópico en
una sociedad moderna, de aquí que desde no pocas posiciones se prefiera evitar las
retóricas y grandes palabras, y se insista en que lo que la ciudadanía demanda es que
el lenguaje motivacional que le anime a aspirar a lo mejor socialmente sea coherente,
algo que el discurso político encuentra muchas dificultades en reflejar. En todo caso,
es clara la imposibilidad de caminar hacia una paz positiva y duradera sin atender a
las exigencias de justicia, las cuales reclaman un efectivo y apropiado reconocimiento
de las víctimas, que ha de verse seguido por el despliegue de acciones dirigidas al ase-
guramiento de la verdad, la justicia, la reinserción y la rehabilitación social, así como
por el establecimiento de garantías efectivas de no repetición; todo ello en el marco
de programas y políticas efectivas de construcción de una convivencia en paz.
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1. La victimización terrorista
Por sus propias características, significación política y extensión, la victimización
generada por ETA ha recibido naturalmente la mayor atención por parte de las ins-
tituciones públicas, habiéndose traducido en diversos textos normativos, inicialmente
destinados a asegurar la reparación. Progresivamente han ido incorporándose otras
importantes facetas de su reconocimiento como víctimas, ampliándose el marco de
beneficiarios. En la actualidad, la legislación cubre no sólo la victimización generada
por ETA sino igualmente las procedentes del GAL, del Batallón vasco-español y de
otros grupos de inspiración análoga, y merece, como conjunto normativo, una valora-
ción muy positiva en el marco comparado e internacional.
El protagonismo social de las víctimas del terrorismo no deja de generar controver-
sias en algunos sectores, que critican las posiciones adoptadas por algunas asociaciones
de víctimas. Dejando sentado por adelantado, y como no podía ser menos, el legítimo
derecho de las víctimas a organizar como deseen la defensa de sus intereses y a su liber-
tad de expresión, iniciativa y propuesta, en una sociedad democrática la responsabili-
dad política corresponde a la sociedad y a sus gobernantes; y, sin perjuicio de la valiosa
contribución de destacados colectivos de víctimas –cuya labor pionera en favor de los
derechos humanos de todos, cuando no había ningún apoyo público ni social, es pre-
ciso continuar subrayando–, como es obvio, la condición de víctimas del terrorismo no
determina automáticamente que sus posiciones hayan de aceptarse sin más en el plano
político ni en el plano de la justicia. Esto no es óbice para que, a la hora de la toma
de decisión en materias especialmente sensibles para los valores fundamentales y para
todos, sea imprescindible contar con las víctimas y con los colectivos en que se integran:
de un lado, porque su derecho de participación se reconoce expresamente en la norma-
tiva internacional e interna (vasca y española), y porque en un sistema social y democrá-
tico de derecho conviene siempre consultar a los grupos sociales potencialmente más
afectados: entre otras cosas, con el fin de prevenir todo riesgo de revictimización; de otro
lado, y sobre todo, porque, como grupo humano y para eludir la desmoralización social,
necesitamos compartir “la mirada de la víctima” (M. Reyes Mate), aprender de su expe-
riencia, imprescindible para un conocimiento cabal de la realidad.
Al lado de lo anterior y de las cuestiones técnicas y problemas que la normativa
encuentra no pocas veces a la hora de su aplicación*, tres son los retos principales
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* Sobre la desazón y esperanza de las víctimas indirectas de asesinatos en la C.A. del País Vasco, ver la
investigación desarrollada en el seno del IVAC-KREI, J.L. de la Cuesta (dir.), 2014.
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1. No sólo ¿por qué yo?, sino también ¿cómo ha sido posible que se ensalzara el asesinato y humillara
a la(s) víctima(s)?, ¿por qué muchos no mostraron apoyo?, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos no
sufran lo que hemos sufrido nosotras?
2. Para el Documento de bases para un modelo de fin de ETA sin impunidad y el Decálogo, no a la
impunidad, aprobados por las asociaciones de víctimas del terrorismo. http://www.fundacionvt.org/index.
php?option=com_content&task=view&id=728
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5. http://www.interior.ejgv.euskadi.net/r42-victimas/es/contenidos/informacion/informacion_docu-
mentos_interes/es_document/documento_glencree.html
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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Fundación del IVAC/KREI. Homenaje a nuestro fundador el Profesor Dr. Dr. h.c.
Antonio Beristain, nº 23, 2009, pp. 209 ss.
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230 José Luis de la Cuesta Arzamendi
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Número 28.
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starting point is the identification of the fundamental rights eventually affected by this kind of actions.
This is a controverted issue in Spanish legal scholarship. The paper also looks at the case-law of the
Spanish Supreme Court, in particular two contradictory rulings given in 2005 with regard to the same
person. Against this background, the paper moves on to comment the most recent ruling of the Spanish
Constitutional Court on the issue, Judgment 199/2013 of 5 December 2013. Unfortunately, the Court
has not taken the advantage of this excellent occasion for declaring the deficiencies of legal regulation
concerning the surreptitious taking of samples of NDA by the police.
Palabras clave: Derechos fundamentales, ADN, investigación penal, derecho de defensa.
Hitz gakoak: Oinarrizko eskubideak, DNA, ikerkuntza penala, defensa eskubidea.
Mots clés : Droits fondamentaux, ADN, enquête pénale, droit à la défense,
Keywords: Fundamental rights, NDA, criminal investigation, rights of defense.
AURKIBIDEA
1. Sarrera
2. Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginei buruzko jarrera doktrinalak
3. Jurisprudentziaren jarrera poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginei buruz: Auzitegi Gorenaren
2005eko bi sententzia kontraesnakorrei buruzko aipamena
4. 199/2013, abenduaren 5eko KAE
4.1. Berdintasunerako eskubidearen urratzea (KE 14 art.)
4.2. Errugabetasun-presuntziorako eskubidearen lesioa (KE 24.2 art.)
4.3. Intimitate pertsonalerako eskubidearen urratzea (KE 18.3 art.)
4.3.1. Konstituzioaren arabera zilegia den helburua
4.3.2. Legezkotasun printzipioa
4.3.3. Baimen judizialaren beharra
4.3.4. Proportziozkotasun-printzipioaren betetze zorrotza
4.4. Autodeterminazio Informatzailerako eskubidearen arau-haustea (KE 18.4 art.)
5. Amaierako balioespena
1. SARRERA
Iruzkin honek poliziak DNA1 laginak ezkutuko moduan2 jasot zen dituen eginbi-
dearen zuzenbide inguruabarrak aztert zea du xede. Azken hau egun Espainian arautu
gabeko praktika poliziala izanik, Auzitegi Gorenaren eta Konstituzio Auzitegiaren
1. DNA (azido desoxirribonukleikoaren laburdura) azido nukleiko bat da. Azido nukleiko guztiak bezala,
nukleotido derit zen unitateekin eraikitako polimero luzea da. DNAren kasuan, unitate estruktural horiek oina-
rrizko hiru osagai dituzte: 2-desoxirribosa izena duen azukre pentosidoa (bost karbono-atomo dituen azukrea,
C5H10O4 formula duena), fosfato-taldea (PO43−) eta base nitrogenatua. Azukreek eta fosfato-taldeek kate-
it xurako molekula horren eskeletoa erat zen dute, eta base nitrogenatuak armazoi horren inguruan kokat zen
dira (Elhuyar Zient zia eta Teknologia Hiztegi Ent ziklopedikoa). DNA gure gorput zeko zelula guztietan topa
daitekeen molekula da. Honek, gure organismoaren funt zionamendurako beharrezkoa den informazio gene-
tikoa gordet zen du.
2. Gaztelaniaz “de forma subrepticia”. Subrepción: (Del lat. subreptŤ o, -o¤nis). 1. f. Acción oculta
y a escondidas. 2. f. Der. Ocultación de un hecho para obtener lo que de otro modo no se conseguiría
(Diccionario Real Academia de la Lengua Española).
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Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 233
ebazpenetatik abiatuko gara arlo honetan baimen judizialik gabe buruturiko eginbide
polizialek Espainiar Konstituzioan aurreikusitako oinarrizko eskubideak errespe-
tat zen dituzten ezagut zeko. Arreta bereziarekin aztertuko dugu berriki argitaratu den
Konstituzio Auzitegiaren abenduaren 5eko 199/2013 epaia, azken honetan lehe-
nengo aldiz ardurat zen baita DNA laginen auzitegiko erabilpenaz.
Baina zer esan nahi du zehat z-mehat z laginak ezkutuko moduan hart zeak?
Egitate kriminalen susmagarria edo inputatua denaren arrasto biologiko “abandona-
tuak” isilean edo ezkutuan jasot zen direla. Subjektuaren elkarlana beharrezkoa izan
gabe hart zen den lagina da beraz, bera jakitun izan gabe.
Aztert zen ari garen eginbidea modu ezkutuan lortutako lagina3 egitateen lekuan
topatutako beste lagin4 batekin konparat zean dat za. Analisitik eratorritako emait za
positiboa izanez gero, hau da, laginak bat etorriko balira, pert sona horren parte
hart zea egiaztatuko lit zateke ikertua izaten ari den delituan.
Eginbide honen arazo konstituzionala bere arauketa ezegoki eta ez-nahikoan
dat za. DNA frogak ordenamendu juridiko espainiarrean ez du arauketa espezifikorik
izan azaroaren 25eko 15/2003 LO onartu arte. Azken honek amaierako lehenengo
xedapenean, beste bat zuen artean, PKLren 326 eta 363 artikuluak moldatu zituen.
Batetik, paragrafo berri bat gehitu zit zaion 326 artikuluari honako edukiarekin:
“Arrastoak edo aztarnak agertu ondoren, horien analisi biologikoa baliagarria izan
badaiteke ikertutako egitatea argit zeko, instrukzio-epaileak polizia judizialari edota mediku
forent seari aginduko dio beharrezko diren neurriak hart zea, lagin horiek batu, jaso eta
azter daitezen, haien kautotasuna bermat zen duten baldint zetan, betiere 282. artikuluan
ezarritakoari kalterik egin gabe5”.
Bestetik, 363 artikuluari bigarren paragrafo bat gehitu zit zaion, honako
edukiarekin:
“Hori justifikat zen duten arrazoiak egiaztatuz gero, instrukzio-epaileak susmope-
koaren lagin biologikoak eskurat zeko erabakia har dezake ebazpen ziodunean, baldin eta
laginok ezinbestekoak badira haren DNA profila zehazteko”.
Ezin dugu ahaztu PKLren 323.3 artikulu berriak aipat zen duen 282 artikuluak,
honakoa baino ez duela esaten:
“Polizia judizialaren xedea eta hori osat zen duten guztien betebeharra da euren
lurralde edo mugapean gertat zen diren delitu publikoak ikert zea; eurek dituzten eskume-
nen arabera, delituok egiaztat zeko beharrezkoak diren eginbideak gauzatu eta delitugileak
at zematea; eta delituaren efektuak, tresnak edo frogak, desagert zeko arriskuan daudenak,
jaso eta agintarit za judizialaren esku uztea”.
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234 Aintzane Mardaras Aginako
Nahiz eta egun hainbat diren zehazteke dauden arloak6, DNAri buruzko arauketa
nolabait osatu zen urriaren 8ko 10/2007 LOri esker. Honek DNAren bidez lortutako
identifikat zaileen polizia datu-basea araut zen du. Bere hirugarren xedapen gehigarriak
honela dio:
“Gobernuak errege-dekretuaren bidez arautuko ditu Justizia Ministerioak eta Barne
Arazoetarako Ministerioak batera hala proposatuta, eta legearen arabera bidezkoak diren
t xostenak aurretiaz eskuratuta, DNAren erabilera forent seari buruzko bat zorde naziona-
laren egitura, osaera, antolaketa eta jardunbidea. Bat zorde horrek egiaztagiriak emango
dizkie laborategi zehat z bat zuei, eta laborategi horiek ahalmena izango dute delituen
ikerketan eta pert sekuzioan nahiz hilot zen identifikazioan profil genetikoak egiaztat zeko;
bat zorde horrek ezarriko ditu laborategiok koordinat zeko irizpideak; protokolo tekniko
ofizialak prestatuko ditu, laginak eskuratu, gorde eta analizat zeari buruz; laginok segurta-
sun-baldint zetan gordet zeko baldint zak ezarriko ditu; eta, oro har, neurri guztiak finkatuko
ditu laginen, analisien eta horietatik eskuratutako datuen behar-beharrezko isilgordea eta
erreserba bermat zeko, betiere legeetan ezarritakoarekin bat etorriz7”.
Dena den, babes-helegitea eta ondorengoko abenduaren 5eko 199/2013
KAE ahalbidetu duten egitate kriminalak jazo zirenean, arestian aipatutakoa arauak
ez zeuden indarrean. Garai hartan ez zegoen DNA analisiaz arduratuko zen legezko
aurreikuspen espezifikorik, orduko PKLren 363 artikuluak bere paragrafo bakarrean
ezarritakoa salbu:
“Epaitegiek eta auzitegiek analisi kimikoak egiteko agindua emango dute, bakar-
bakarrik ikerketa judiziala egiteko eta justizia egoki administrat zeko guztiz ezinbestekot zat
jot zen direnean”.
Gai honi buruzko legeria laburki aipatu ondoren, jarraian doktrinak eta jurispru-
dent ziak izandako jarrerak azalduko ditugu eta ondoren, abenduaren 5eko 199/2013
KAE aztertuko dugu.
6. Besteak beste, bitarteko honen erabilera justifikatuko duten delituen larritasuna, inputatuak froga
egiteari uko egitearen balorazioa, gorput z-interbent zioa gauzatu ahal izateko indarraren erabilera…
7. It zulpena neronek egindakoa da.
8. MORENO VERDEJO, Jaime, “ADN y proceso penal: análisis de la reforma operada por la Ley
Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre”. Centro de Estudios Jurídicos, Gobierno de España, 2004, 1.818-
1.819 orr.
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Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 235
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236 Aintzane Mardaras Aginako
borondatez jaurtitako arrasto biologikoa jasot zera, zent zugabekeria dela. Bere ustez,
eguneroko praktikan baldint za hau betet zea ez lit zateke posible.
Hala ere, doktrinaren osotasuna ez da eginbide honen aldekoa, zenbait auto-
rek haien zalant zak adierazi dituzte eta badira arit zeko modu honen kontrako
jarrera azaldu dutenak ere bai. Alemaniako doktrinan oso gai eztabaidatua izan
da. ETXEBERRIA GURIDIk16 bere obran EISSENBERGen 1993ko lana aipat zen
du. Autore honen ustez, era ezkutuan gauzat zen den eginbide hau Alemaniako
Konstituzioan jasot zen den autoinkriminazio askearen print zipioaren aurkakoa da.
Egungo Prozedura Kriminalaren Legea edo Kode alemaniarrak (Strafprozeßordnung)
ikerketarako beharrezko den kasuetan odol lagina edo material biologikoa hart zea
ahalbidet zen du susmagarriaren borondatearen aurka bada ere, baina prozedu-
rak baimen judiziala galdat zen du. Baldint za honen betet zeak ikerketaren arrakasta
arriskuan jar dezakeen at zerat zea suposatuko balu, ministerio fiskalak agindu lezake.
Gainont zeko inguruabarretan susmagarriaren adostasuna beharrezkoa izango da
(§ 81a: 1-3).
Espainian besteak beste, RIVERO HERNÁNDEZ 17 modu honetan lortutako
lagina erabilt zearen aurka azaldu da erabat. Bere ustez, mota honetako datuak ezin
dira interesdunaren adostasunik gabe erabili, kontrako kasuan deuseza den froga
baten aurrean egongo gara, eta ondorioz auzitegiak ezin izango du kontuan izan.
CORTES BECHIARELLIk18 gainerat zen du eginbide hau epailearen kontrolpean
baino ezin dela burutu ikertutako pert sonaren intimitate eskubidea mugaturik suer-
tatu daitekeelako eta PKLren 363.2 artikuluak besterik aurreikusten ez duelako.
Bere ustez, kontrako ikuspuntua defendat zeko ezin da Konstituzio aurrekoa den
282 artikulua argudiatu19. Baina are gehiago, eginbide hau auto ziodun bidez era-
baki behar da subjektu pasiboa susmagarri izatetik inputatu izatera igaro ondoren.
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EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 237
izan da. Hain zuzen ere, jokoan dauden oinarrizko eskubideen interpretazioan berme
gut xien agert zen duen sentent ziaren aurka.
Epaitutako suposamendua eta subjektua bietan berdina zen. Izan ere, birritan
at xilotua izan ostean, kale borroka ekint za ezberdin bi burut zea leporatu zit zaion.
Lehenengoa autobus baten erret zeaz ari zen bitartean, bigarrena kut xazain auto-
matiko baten suteaz ardurat zen zen. Egileek ekint za biak aurpegia estalita zutelarik
gauzatu zituzten eta erabilitako kaput xak ondoren inguruetan jaurti zituzten. Jant zi
horien at zemateari esker polizia judizialak analisi biologikoa burutu ondoren ondo-
rioztatu ahal izan zuen horiek erabili zituen pert sonaren listu arrastoak gordet zen
zituztela.
Hilabete gut xi bat zuk pasata, auzi-jart zailea birritan at xilotua izan zen, eta
harrigarria izan arren, poliziak bietan jaso zuen bere karkaxa ezkutuko moduan.
Lehenengoa 2002ko apirilean izan zen, Ert zainet xean zegoela. Bere askatasun
gabet zeaz baliatuz, ert zainak hisopo baten bidez lurrera jaurtitako karkaxa baten
arrasto biologikoak jaso eta Ert zaint zaren Polizia Unitate Zientifikora bidali zituen
DNA analisia egiteko. Froga hau polizien lekukot zaren bidez heldu zen ahozko
epaiketara, eginbidea ez bait zen dokumentatu.
Bigarren at xiloketa 2002ko urriari dagokiona da. At xilotua ziegatik irten eta
komunera zihoala karkaxa jaurti zuen lurrera. Bere zaint zaz ardurat zen zen ert zaina
horretaz jabet zean, bere absent ziaz baliatu zen arrastoa jasot zeko eta polizia zienti-
fikoaren eskuetan jart zeko.
Kasu bietan burututako DNA analisietan ondorioztat zen da at zemandako
kaput xetan zeuden arrasto biologikoak modu ezkutuan lortutako laginekin bat dato-
zela. Hortaz, at xilotua delitu bien egilet zat jot zen da.
Lagina jasot zeko modua berdin-berdina izan arren, Auzitegi Gorenak kasazioan
irizpide ezberdinak erabili zituen supostu bakoit zean, ebazpen kontrajarriak emanez.
Auzitegiak apirilaren 19ko 501/2005 ebazpenean20 prozesura barnerat zen den
froga oro Konstituzioak eta lege prozesalek galdatutako berme guztiak bete behar
dituela nabarment zen du. Helegite-jart zailearen alegazioak aztertu ondoren errugabe-
tasun presunt ziorako eskubidea urratua izan dela ondorioztat zen du. Ebazpen honen
arabera, ezin du baliorik izan lege prozesaletan ezarritako baldint zak bete gabe lor-
tutako frogabideak. Kasu hartan ez zegoen funt zionarioaren ekinbidea ahalbidetuko
zuen presazko arrazoirik. Ert zainak, arrasto biologikoak detektatu ondoren beha-
rrezko neurriak hartu behar zituen lagina zegoen bezala kont serbat zeko, eta ondoren
zegokion epaitegira jo behar zuen epailearen parte hart zea eskat zeko. Hori dela eta
modu ezkutuan lortutako DNA arrastoaren ez-zilegitasuna aldarrikat zen du Auzitegi
Gorenaren apirilaren 14ko 510/1997 epaiaren 2. oinarri juridikoa eta Konstituzio
Auzitegiaren urriaren 25eko 303/1993 epaiaren 4. oinarri juridikoak bere eginez.
Batetik, PKLren 326. artikuluaren arabera, delituaren aztarnak edo froga materia-
lak jasot zea instrukzio epaileak gauzatu beharreko zeregina dela argit zen du. Hot s,
arau orokor gisa eskuduna den agintari judizialaren parte-hart zea ezinbestekoa da
20. Helegite zk.: 774/2004, Aranzadi zk.: RJ 2005\4190. Txostengilea: Joaquín Delgado García.
EGUZKILORE – 28 (2014)
238 Aintzane Mardaras Aginako
eta premiazko arrazoiak egon ezean, poliziak ezin du hura ordezkatu. Urgent ziazko
suposamendu batean egongo bagina, poliziaren ekinbideari esker lortutako froga
horrek ahozko epaiketan baliozkoa izateko, eginbidea behar bezala dokumentatua
egon beharko luke ondokoak esanbidez zehaztuz: jasotako objektua, bere kokapena
eta egozten zaion pert sonarengandik eratorria izan dela adit zera ematen duten gai-
nont zeko inguruabarrak.
Aipatutako doktrina jurisprudent ziala helegitearen objektua den kasuari aplikatuz,
auzitegiak ekinbide poliziala justifikatuko zuten presazko arrazoirik ez zela egon ulertu
zuen. Froga jasot zeko epailea bertaratu arte it xaron beharra zegoen, denboraren joa-
nak ez bait zuen eragingo lagina hondat zea. Poliziak arrastoa bere horretan kont ser-
bat zeko neurriak baino ez zituen hartu behar. Baina aurrekoa gut xi balit z, Ert zainak
lagina jasot zerakoan jarraitutako prozedurak frogaren egiazkotasunarengan eragina
izan zuen arau prozesalak ez bait ziren errespetatu. Ez zegoen lagina jasot zea ahalbide-
tuko zuen ebazpen judizialik, baina gainera, eginbidea ez zen atestatuan dokumentatu.
Aurrrekoa alde batera ut zita, Auzitegiak nabarment zen du halaber, frogaren ana-
lisia ahalbidetuko zuen ebazpen judizialik ez zela egon. Beraz, presa arrazoiak egon
izan balira ere, froga ez-zilegi baten aurrean geundeke.
1311/2005, urriaren 14ko epaian21 aldiz, ez zen PKLren 326 eta 363 artikuluen
interpretazioari buruz eztabaidatu. Hau da, ez zen aztertu ea beharrezkoa den aldez
aurretik instrukzio epaileak eginbidea ebazpen arrazoitu bidez agindu izana. Sententzia
honetan auzitegiak datu pert sonalen tratamendu automatizatuan intimitate eskubidea
urratu egin zela alboratzeko, lagina lurretik modu espontaneoan jaso egin zela azpima-
rrat zen du, lagin hau jasot zerakoan protokoloa behar bezala jarraitu zela argudiatuz.
Hori dela eta, arau-hauste prozesalik egon ez zela erabakit zen du. Auzitegiak lagina
inputatuaren gorput zetik era zuzenean lortu ez zenez, bere intimitatearengan eragina
izan zezakeen gorput z-interbent ziorik ez zela egon adierazten du. Hori dela eta, bere
ustez ez zen inputatuaren adostasuna beharrezkoa, polizia ezusteko gertaera batetaz
baino ez delako baliat zen. Listu arrastoak hortaz, susmagarriaren gorput zetik eratorri-
tako objektu bilakatzen dira, baina ustekabeko moduan lortuak.
Harrrigarria dirudi Auzitegi Gorenaren Bigarren Salak hain epe mot zean 360
graduko bira egitea eta kasu hau aurrekoarekiko bestelako moduan ebaztea bere
interpretazioa aldat zera bult zat zen duten arrazoiak azaldu gabe. Apirilaren 19ko
sentent ziak modu bermat zailean lagina jasot zerakoan jarraitu beharreko irizpideak
ezart zen dituen bitartean, urriaren 14ko ebazpenak ezkutuko moduan lortutako lagi-
nen kasuan epailearen parte-hart zearen doktrina aplikagarria ez dela baino ez du esa-
ten. Auzitegiak baina, ez du behar bezala justifikat zen zerk ahalbidet zen duen polizia
agintari judizialarekin aritu gabe jarduteko.
Irit zi desberdinak egonik, gaia argitu eta etorkizuneko auzietan erabiliko ziren
irizpideak baterat zeko asmoz, Auzitegi Goreneko Bigarren Salak jurisdikzioz-kan-
poko akordio bi adostu zituen. Bata 2005eko uztailaren 13an, eta bestea, 2006ko
urtarrilaren 31n. Lehenengoak esaten du PKLren 778.3 artikuluan ezarritakoa
gaikunt za legal nahikoa dela ebazpen judizial bidez DNA analisia gauzat zeko, nahiz
eta subjektua at xilotua egon eta abokatuaren lagunt zarik ez izan, baldin eta bere
21. Helegite zk.: 739/2005; Aranzadi zk.: RJ 2005/8072. Txostengilea: Jose Antonio Martín Pallín.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 239
burua ez-erruztat zeko duen eskubideaz ohartarazia izan baldin bada. Bigarrenak,
Polizia Judizialak susmagarriak lagatako arrasto genetikoak edo lagin biologikoak batu
dit zakeela adierazten du, hura baiment zen duen ebazpen judizialik ez badago ere.
Akordio hauek oinarri hartuta, urriaren 14ko 1311/2005 ebazpenean jaso-
tako ildoa sendotu egin da Auzitegi Gorenean ondoren ezagututako gaietan. Besteak
beste mart xoaren 20ko 355/200622, urriaren 4ko, 949/200623, abenduaren 20ko
1267/200624, azaroaren 27ko 1062/200725, eta maiatzaren 31ko 491/201326 epaietan.
Jurisdikzioz kanpoko akordio27 hauen balio juridikoa zalant zatan jarri, eta lotes-
leak ez direla ondorioztatu genezakeen arren, honakoa ez da oraingoan esku artean
dugun zeregina.
EGUZKILORE – 28 (2014)
240 Aintzane Mardaras Aginako
Bost dira helegite-jart zaileak argudiat zen dituen arrazoiak. Horra hor:
1. Berdintasunerako eskubidearen urrraketa (KE 14. art.). Auzitegi Goreneko
Sala penal bera pareko kasu batean bestelako ondorio batera helt zeagatik
legearen aplikazioan desberdintasunak izan direlako.
2. Errugabetasun presunt zioaren lesioa (KE 24.2 art.), zigorra oinarrit zeko
berme guztiekin lortutako kargu froga nahikorik ez egoteagatik bere aurka.
3. Intimitate pert sonalerako eskubidearen urraketa (KE 18.3 art.) poliziak bere
profil genetikoaren analisia baimen judizialik gabe burutu zuelako.
4. KE 18.4 artikuluan jasotako bermearen, hot s autodeterminazio informat zai-
learen haustea, Ert zaint zak bere datu pert sonalak administrazio edo beste-
lako erakundeen kontrolik ez zuen datu-base informatizatu batean barneratu
zituelako.
5. Babes judizial eraginkorra eta legezkotasun penalerako eskubideen lesioa (KE
24.1 eta 25.1 art.ak) legez aurreikusitako zigorra baino handiagoa ezarri iza-
nagatik. Zio honek aztert zen ari garen gaiarekiko harreman zuzenik ez duen
heinean, ez da iruzkin honetan landuko.
Azter dit zagun banaka Konstituzioaren interpretat zaile gorenak alegazio hauei
ematen dien erant zuna.
…
judiziala eta honen ondorengoko kontrola intimitate eta babes judizialerako oinarrizko eskubideen errespetutik
eratorritako eskakizuna izanik, babes-helegitea onart zearen alde agert zen da. Bigarren bozka Andrés Ollero
Tassarari dagokio. Magistratu honen arabera babes-helegitea onartua izan beharko lit zateke DNA laginen
datu-baseak momentuan lege bidez baimendua ez zegoelako. Hortaz, helegite-jart zailearen autodeterminazio
informat zailerako eskubidea urratua izan dela uste du.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 241
Adela Asua magistratua, ordea, gehiengoaren irit zitik aldendu egiten da eta
nabarment zen du Auzitegi Gorenaren 1311/2005 sentent ziaren motibazioa ez-
nahikoa dela. Are gehiago 501/2005 epaiak erreserba judizialaren beharra azalt zeko
ematen duen arrazoiketa landuarekin konparat zen baldin badugu. Pert sonalki, bat
nator auzitegiko presidenteordearekin. Paradoxikoa irudit zen zait kontraesankorrak
diren bi sentent zien artean Konstituzio Auzitegiak oinarrizko eskubideekiko berme
gehien eskaint zen dituen ebazpena alborat zea, eta proport ziozkotasun print zipioa
saihestuz orduan indarrean zegoen PKL 363 artikuluko erreserba judiziala ezabat zen
duen sentent ziaren alde egitea.
Auzitegi Gorenaren 501/2005 ebazpenak, egitateak jazo ziren unean DNAren
erabilpenari buruzko arauketak pairat zen zituen gabeziak abiapuntu hartuta, froga
lortu eta prozesura eraman zenean Konstituzioan eta lege prozesaletan ezarritako ber-
meak bete gabe geratu zirela ebat zi zuen. PKLren 326, 334, 332, 336 artikuluak
eta BJLOren 281 eta 473 artikuluak aint zat izanik eta Auzitegi Gorenaren (apirila-
ren 14ko 510/1997, 2 OJ) eta Konstituzio Auzitegiaren (303/1993, 4 OJ), doktrina
jurisprudent ziala bergogoratuz, kasu hauetan epailearen parte-hart zea beharrezkoa
dela ondorioztatu zuen, eta premiazko arrazoiak egon ezean (epaitutako supostuan ez
zeuden) hura ezin dela polizien jardunarekin ordezkatu. Baina auzitegiak horrez gain,
lagina jasot zerakoan jarraitu beharreko irizpideak ezarri zituen. Besteak beste, egint za
prozesalean jaso den objektua behar bezala identifikat zea, non zegoen ondo zehaztea
eta arrastoa egozten zaion pert sonari dagokiola egiaztat zen duten gainont zeko ingu-
ruabarrak behar bezala agert zea.
Ebazpen bietan azaldutako arrazoiak ezagutu ondoren, nire ustez agerikoa da
denboran lehena den sentent ziaren motibazio juridikoak bigarrenarena gaindit zen
duela. Horri gehitu behar zaio Auzitegi Gorenaren 1311/2005 ebazpenak bere posi-
zioa eusteko erabilt zen duen argudioetako baten eztabaidagarritasuna. Hot s, arrastoa
aurreikusiezineko gertakari baten fruitua dela eta ezusteko moduan jasot zen dela esa-
tea, nire ustez, ez da zuzena30. Egunerakoan halabeharrez, hamarnaka DNA arrasto
abandonat zen ditugu konturatu gabe. Gure kontroletik at dauden laginak dira. Beraz,
terrorismo kasuetan at xiloketaren epea bost egunerarte luzatu daitekeela kontuan iza-
nik, agerikoa da lehenago edo beranduago at xilotuaren arrasto biologikoak lortuko
zirela gorput z-interbent ziorik gauzat zeko beharrik gabe. Ile bat, edalont zi bat edo
jateko erabilitako mahai-tresnak egokiak izango liratezke analisia burut zeko.
30. Irit zi berekoa da ETXEBERRIA GURIDI, José Francisco, “Reserva judicial y otras cuestiones relacio-
nadas con el empleo del ADN en la investigación criminal”, Revista de Derecho y Genoma Humano, 27 zk.,
2007ko uztaila-abendua, 127 or: “No creemos que se trate, en contra de lo que opina la Sala en la segunda
sentencia, de 14 de octubre de 2005, de muestras obtenidas por “puro azar”, de forma “totalmente imprevisi-
ble” o “inesperada”. Más bien se trata de esperar pacientemente a que el sospechoso, detenido o no, expulse
o exteriorice muestras o se provoque dicha exteriorización (ofreciendo un cigarrillo o comida o bebida)”..
EGUZKILORE – 28 (2014)
242 Aintzane Mardaras Aginako
31. Hala jasot zen da Auzitegi Gorenaren apirilaren 19ko 501/2005 ebazpenaren 5 OJn.
32. DNA froga erruduntasun aitorpenarekin parekat zen duten autoreekin bat nator. Besteak beste, DEL
POZO PEREZ, Marta, “Algunas cuestiones polémicas sobre el ADN y el proceso penal”, op. cit., 22-24 orr:
“Consentir el examen de ADN equivale en la práctica en lo referente a sus efectos a una declaración. Tiene
la misma consecuencia confesar un delito que consentir que a través de la prueba de ADN pueda acreditarse
que se ha cometido”; eta VÁZQUEZ SOTELO, José Luis, Presunción de inocencia del imputado e íntima
convicción del Tribunal. Bosch. Bart zelona, 1984, 152-153 orr.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 243
lagina eta ondorengoko alderaketan erabilitakoa berdina dela baieztat zea posible ez
dela nabarment zen du. Konstituzio Auzitegiak aldiz, froga balorazioaren azterketa
orokorra egin behar duen heinean, modu isolatuan honi buruz irit zia agertu ezin duela
adierazten du. Helegite-jart zailea zigortu zuen sentent ziak, ahozko epaiketan lagina
jaso zuen poliziaren deklarazioa ent zun ondoren ezkutuko frogaren izaeraren gai-
nean zalant zarik ez zegoela ebat zi zuen. Pareko eginbide polizial batez ardurat zen den
Auzitegi Gorenaren 501/2005 epaia aldiz bestelako ondorio bat zuetara heldu zen.
Honen arabera bermerik gabeko lagin biologiko batez ari gara, izapideetan ez baitago
honen jasot zea dokumentat zen duen t xostenik.
4.3. Intimitate pert sonalerako eskubidearen urrat zea (KE 18.3 art.)
Auzi-jart zaileak poliziak bere profil genetikoaren analisia hura baiment zen zuen
ebazpen judizialik gabe burutu zela salat zen du. Hortaz, intimitate pert sonalerako
oinarrizko eskubidea salbuespenez mugat zea ahalbidet zen duen proport ziozkotasun
azterketa gauzatu gabe.
Auzitegiak eskubide honi dagokionean epaiaren 6 OJn bere doktrina jurispru-
dent ziala birpasatu egiten du eta DNAri buruzkoak ez badira ere, ant zekoak diren
kasu bi aipat zen ditu (KAE 207/1996, eta 196/2004). Gorput z-interbent zioei
buruzko kasuak dira, zeint zuen bidez hurrenez hurren jakin nahi zen ea akusatuak
droga kont sumit zen zuen edota maiztasunez alkohola hart zen ote zuen. Modu hone-
tan auzitegiak ondorioztat zen du gorput z-interbent zioek babesturik dagoen intimitate
pert sonalaren eremuan eragina izan dezaketela eginbidearen bidez ezagutu nahi dena-
ren arabera. Hau da, lortu nahi den informazioaren arabera.
Auzitegiak orain arte DNA frogari buruz duen irit zia agert zeko aukerarik izan
ez duen heinean, Konstituzioaren 10.2 artikuluan jasotako mandatua jarraituz, Giza
Eskubideen Europar Auzitegiaren jurisprudent ziara jot zen du aipamen berezia eginez
2008ko abenduaren 4ko S eta Marper Erresuma Batuaren aurkako kasu fama-
tuari eta 2006ko abenduaren 7ko Van der Velden Herbehereen kontrako ebazpe-
nari. Hauetan intimitate pert sonalarengan eragina duten datuak ezagutarazteko edo
hauetara sarbidea izateko dagoen arrisku potent zial soilak bizit za pribaturako eskubi-
dearen gainean esku-sart zea dakarrela azpimarrat zen da. Hori dela eta, Konstituzio
Auzitegiak interpretazio hori bere eginez, lagin biologikoaren analisiak bizit za priba-
turako eskubidearen gaineko esku-sart zea dakarrela ondorioztat zen du33. Hortaz,
33. UNESCOren baitan 2003ko urriaren 16an onartutako Giza Datu Genetikoei buruzko Nazioarteko
Adierazpenak 4.a) artikuluan datu genetikoek izan dezaketen potent zialitatea agerian uzten du. Izan ere, lagin
biologikoak aterat zen diren momentuan ezagut zen ez den informazioa ezagutarazi dezakete etorkizunean.
SANCHEZ URRUTIA, Ana, SILVEIRA GORSKY, Hector eta MICHEL, Mónica. Tecnología, intimidad
y sociedad democrática. Epílogo de Stefano Rodotà. Icaria. 2003, 89-92 orr. “La característica fundamental
de la información derivada del ADN es su excepcional sensibilidad. Por más pequeño que sea el rastro bio-
lógico –saliva, trozo de pelo, semen– éste sirve para la identificación de una huella genética, la cual puede
distinguir a un individuo de todos los demás. Esta información genética puede además descifrar el parentesco
biológico y determinar si alguien padecerá o tendrá la posibilidad de padecer una enfermedad. De hecho,
la información genética tiene una potencialidad desconocida que se pone de manifiesto en la revelación de
información ilimitada sobre el individuo, en la aportación de datos respecto a los cuales el individuo aún no es
consciente de que existen, y en que es una información que aún está por descubrir la forma de descifrarla. En
este sentido, los exámenes genéticos presentan muchas ventajas pero también muchos riesgos”.
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244 Aintzane Mardaras Aginako
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 245
…
la Constitución atribuye a los ciudadanos no se vean afectados por ninguna injerencia estatal no autorizada por
sus representantes; y, de otra, en un ordenamiento jurídico como el nuestro en el que los Jueces y Magistrados
se hallan sometidos «únicamente al imperio de la Ley» y no existe, en puridad, la vinculación al precedente
(SSTC 8/1981, 34/1995, 47/1995 y 96/1996) constituye, en definitiva, el único modo efectivo de garanti-
zar las exigencias de seguridad jurídica en el ámbito de los derechos fundamentales y las libertades públicas. Por
eso, en lo que a nuestro ordenamiento se refiere, hemos caracterizado la seguridad jurídica como una suma de
legalidad y certeza del Derecho (STC 27/1981, fundamento jurídico 10)”.
37. It zulpena nerorek egindakoa da.
EGUZKILORE – 28 (2014)
246 Aintzane Mardaras Aginako
e) Ordena eta hiritarren segurtasuna mantent zea, eta hala dagokionean berre-
zart zea.
f) Delituzko egitateen aurrezaint za.
g) Delituak ikert zea hauen erant zuleak ezagutu eta at xilot zeko. Delituaren tresna,
ondore eta frogak ziurtat zea, hauek eskuduna den epaile edo auzitegiaren eskue-
tan jarriz, eta dagozkion t xosten tekniko eta perizialak egitea.
h) Ordena eta segurtasuna gordet zeko interesgarriak diren datuak bildu, jaso eta
aztertu eta delinkuent ziaren aurrezaint zarako egokiak diren moduak eta teknikak
landu, planifikatu eta exekutatu.
i) Arrisku larri, hondamendi edo zorigait z publikoko kasuetan babes zibileko zer-
bit zuak lagundu babes zibileko legerian ezarritako moduan”.
Aurreko xedapenen irakurketatik nekez ulertu daiteke DNA frogak aterpe legala
topat zen duenik artikulu hauei esker. Presidenteordea den Adela Asua Batarritak bere
bozka partikularrean adierazten duen bezala, polizien funt zioak modu generikoan
deskribat zen duten xedapen orokorrak dira. Hauek ez dute ezer esaten ikerkunt zako
objektu diren norbanakoen oinarrizko eskubideen mugat zeari buruz, eta noski, ez
dute argit zen zeint zuk diren eskubideak murrizterakoan errespetatu beharrekoak diren
mugak. Horregatik magistratuak ondorioztat zen du gehiengoaren ebazpenak ikuspun-
tua nahasi egiten duela baimen judizialaren gabezia legitimat zeko Segurtasun Indar eta
Kidegoen antolakunt za arauei helt zerakoan.
Puntu honetara helduta, bergogoratu beharra dago Auzitegiak aztert zen ari garen
kasuan behin eta berriro aipat zen duen abenduaren 16ko KAEk bere 4 OJn esan-
dakoa38. Honek, hert sapen bidez agindutako gorput z-interbent zioak (ile mozketa)
PKLn aterpe legalik ez zuela ebat zi zuen berariazko gaikunt zarik ez zegoelako.
Aurreko guztiagatik, esanbidezko aurreikuspen legalik ez dagoen neurrian,
aztert zen ari garen kasuan analogiaz PKLren 363 artikulua aplikatu behar izan zela
uste dut, zeinetan epailearen agindu bidez analisi kimikoen burut zea ahalbidet zen den.
38. “La necesidad de previsión legal específica para las medidas que supongan una injerencia en los
derechos a la intimidad y a la integridad física está establecida expresamente en el art. 8 del CEDH), en la
medida en que la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos incluye tales derechos dentro del
más genérico derecho «al respeto de la vida privada y familiar» (Sentencias del TEDH «X. e Y./Holanda», de
26 de marzo de 1985, y «Costello-Robert s/Reino Unido», de 25 de marzo de 1993, entre otras; y, también,
Decisiones de la CEDH núms. 8239/1978 y 8278/1978). Pues bien, el ap. 2.º del mencionado art. 8 expre-
samente señala que: «no podrá haber injerencia de la autoridad pública en el ejercicio de este derecho sino en
tanto en cuanto esta injerencia esté prevista por la ley...»”.
39. ORTELLS RAMOS, Manuel, “Exclusividad jurisdiccional para la restricción de derechos funda-
mentales y ámbitos vedados a la injerencia jurisdiccional”, Medidas restrictivas de derechos fundamentales,
Cuadernos de Derecho Judicial, 12, BJKO, 1996, 13-66 orr.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 247
– Auzi-jart zailearen intimitate pert sonalarengan izandako eragin eskasa. Hau da,
DNA analisia identifikazioaz haratago joateko arriskua.
– Froga DNA kodetugabearen eremuan gauzatu zen heinean, egint za periziala
nazioarteko zein estatu mailako estandarren arabera burutu zen.
– Lagina jasot zeko premiazkotasuna: arrastoaren degradazioa saihesteko lagina
azkar jaso eta presaz bidali behar zen laborategira.
– Orduko mult zo araugileak ez zuen esanbidez aurreikusten epailearen
parte-hart zea.
– Kontrol judizialaren gabezia desagerrarazia izan zen alderatutako analisiaren
emait za ezagutu bezain pronto prozesura eraman zelako.
Ez nator bat Auzitegiak emandako argudioekin. Ebazpenak berak onart zen duen
bezala, nahiz eta analisia DNA kodetugabearen gainean burutu, ez gaude kaltegarria
ez den froga baten aurrean, Giza Eskubideen Europako Hit zarmenak bere 8 artiku-
luan ezarritako terminoen arabera bizit za pribatuaren gainean eragin nahikoa duen
esku-sart ze baten aurrean bazik40. Nire ustez lagina jasot zerakoan ez zegoen inolako
presarik. Karkaxa Ert zaint zaren komisaldegiko ziega batean zegoen, hau da, polizia-
ren zaint zapean. Aztarnaz jabetu zen Ert zaint zak ziegako sarbidea baino ez zuen zigi-
latu behar. Modu honetan gerta zitezkeen kut sadurak ekiditen ziren, eta lagina ez zen
kalteturik suertatuko agintari judiziala lekuan agertu bitartean41. Halaber, ez dirudi oso
sinesgarria kontrol judizialaren gabezia desagerrarazia izan zela argudiat zea alderatu-
tako analisiaren emait za ezagutu bezain pronto prozesura eraman zelako. Izan ere,
ez zen oinarrizko eskubidea murrizterakoan galdagarria den proport ziozkotasun azter-
ketarik gauzatu. Ez lehenago, ezta beranduago ere. Honez gain, baliteke DNA pro-
filen alderaketaren emait za negatiboa izanez gero ingururabar hau agintari judizialari
sekula komunikatu ez izana. Azkenik, ez dut uste orduko mult zo araugileak epailearen
parte-hart zea berariaz jasot zen ez zuenik. Arestian aipatu bezala, PKLren 363 artiku-
luak argi eta garbi ezart zen du epaile eta auzitegiak izango direla analisi kimikoak
aginduko dituztenak soilik ezinbestekoak diren kasuetan. Xedapen hau egitateak jazo
ziren momentuan indarrean egonik, ez da ulert zen zerk eramaten duen Konstituzio
Auzitegia bere edukia hustu eta hura ez aplikat zera.
Aurreko guztiari gehitu behar zaio jurisprudent ziaren sendotasuna, oinarrizko
eskubideak murrizterakoan argia baita baimen judizialaren ukanbeharra. Hala, iraila-
ren 24ko 206/2007 KAEk, bere 8 OJn ezart zen du intimitate eskubidearen gaineko
esku-sart zeak arau orokor gisa motibatutako ebazpen judizial bidez baino ezin direla
agindu. Arau orokor hau soilik salbuet siko da proport ziozkotasun eta arrazoizkotasun
40. Van der Velden contra Países Bajos 2008ko abenduaren 4ko S eta Marper Erresuma Batuaren
aurka (§ 68tik 77ra) eta 2006ko abenduaren 7ko Van der Velden Herbehereen contra (§ 2).
41. ETXEBERRIA GURIDI, José Francisco, Los análisis de ADN y su aplicación…, op. cit., 297 or. “El
peligro por la demora carece de justificación en los análisis de ADN al ser invariable la información genética
del individuo”.
EGUZKILORE – 28 (2014)
248 Aintzane Mardaras Aginako
print zipioak errespetatuz berehalako esku-hart zea ezinbesteko egiten duten presazko
arrazoiak egonez gero42.
Aurrekoaren ildotik Auzitegi Gorenak apirilaren 14ko 510/1997 ebazpenaren
2 OJn nabarment zen du PKLko zenbait xedapenek instrukzio epaileari, edo honen
funt zioak betet zen dituenari, delituaren aztarna edo froga materialak pert sonalki
jasot zeko agint zen diotela. Horrela izanik, hauek frogabide gisa baliozkoak izango dira
instrukzioan eta ondorenean ere, aurreosatutako frogat zat erabili ahal izango dira aho-
zko epaiketan legean ezarritako berme guztiak errespetatuak izan baldin badira. Kontrol
judizialik gabeko eginbide poliziala soilik izango da baliozkoa aurreosatutako froga bezala
premiazko kasuak direnean, hau da, objektuaren galera edo desagertzea eragin dezake-
ten arrazoiak tartean egonik epailea ailegatu arte ezin denean itxaron hura jasotzeko.
42. “(…) tratándose de una intervención que afecta al derecho a la intimidad, la regla general es que sólo
mediante una resolución judicial motivada se pueden adoptar tales medidas y que, de adoptarse sin consentimiento
del afectado y sin autorización judicial, han de acreditarse razones de urgencia y necesidad que hagan imprescin-
dible la intervención inmediata y respetarse estrictamente los principios de proporcionalidad y razonabilidad”.
43. GONZÁLEZ-CUÉLLAR SERRANO, Nicolás, Proporcionalidad y derechos fundamentales en el
proceso penal. Colex, Madril, 1990; GOIG MARTÍNEZ, Juan Manuel, MARTÍN DE LLANO Maria Isabel,
REVIRIEGO PICÓN Fernándo, SALVADOR MARTÍNEZ María, SERRANO MAILLO María Isabel eta
SÁNCHEZ GONZÁLEZ, Sántiago (kordinat zailea.): Dogmática y Práctica de los Derechos Fundamentales.
Tirant Lo Blanch. Balent zia, 2006, 297-329 orr.
44. EMALDI CIRION, Ait ziber, “Los perfiles de ADN y la administración de justicia”. In La protección
de datos en la cooperación policial y judicial. Thomson-Aranzadi. Iruñea, 2008. 337-351 orr.; GUERRERO
MORENO Alvaro Alfonso, “La regulación de los datos genéticos y las bases de datos de ADN”, Criterio
Jurídico, 8 zk., 2, 2008, 223-244 orr.; GUTIÉRREZ ZARZA, Ángeles, “La protección de datos personales
como derecho fundamental del imputado, ¿también en el ámbito del proceso penal?”, La Ley Penal, 71 ZK.,
2010, 1-10 orr.; ROMEO CASABONA Carlos María y ROMEO MALANDA Sergio, Los identificadores de
ADN en el sistema de justicia penal. Thomson-Aranzadi. Iruñea, 2010,175-215 orr.; SUAREZ ESPINO María
Lidia, El derecho a la intimidad genética. Marcial Pons. Madril, 2008, 70-86 orr.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 249
trazio edo bestelako erakundeen kontrolik ez zuen datu-base informatizatu batean bar-
neratu zituelako.
Auzitegiak nabarment zen du auzi-jart zailearen identifikazioa ez zela gauzatu bere
profila datu-base batean barnerat zearen ondorioz. Bere profila delituak gertatu ziren
tokietan topatutako DNA arrastoekin alderatu zela esaten du, eta datuen babeserako
eskubidea ez dela mugagabea. Horrela, datuak konstituzioaren araberako helburu
zilegi bat lort zeko (delituaren ikerkunt za) bildu ziren heinean oinarrizko eskubidea urra-
turik suertatu ez dela ebazten du.
Andrés Ollero Tassara magistratuak bere bozka partikularrean adierazten
duen bezala, ez dirudi sinesgarria konparaketa datu-baserik erabili gabe burutu
izana baieztat zea soilik instant zia ebazpenean hala izan zenik jasot zen ez zelako.
Horregatik, KE 18.4 artikuluko eskakizun konstituzionalak betet zen ez zituen datu-
base bateko elementuak froga gisa erabili izanagatik, babes-helegitea aint zat hart zea-
ren alde agert zen da. Horrez gain, sentent ziak 18.4 artikuluaren testuinguruan aterpe
legalik gabe ezagunak ez diren pert sonen datu pert sonalak (norbanakoak identi-
fikat zeko helburuarekin) bilt zen dituen datu-baseari buruz bere doktrina sendot zeko
aukera paregabea galdu duela nabarment zen du.
Ert zaint zaren DNA datu-basea Euskal Autonomi Erkidegoko Barne Sailaren
2003ko irailaren 2ko Agindu bidez sortua izan zen. Arau honek eskaint zen duen
aterpe legalaren nahikotasun faltari buruzko eztabaida alde batera ut ziz, ezkutuko
moduan lortutako DNA laginen kasuistika zabalak agerian uzten du Agindu hau argi-
tara eman aurretik ere Ert zaint zak egitateak jazotako lekuan topatutako aztarnak
informatizatutako fit xategi batean gordet zen zituela ondoren lortutako arrastoekin
konparat zeko zain45.
4. AMAIERAKO BALIOESPENA
199/2013 KAE46 sakontasunez aztertu ondoren, hiru dira ene ustean urratu-
riko oinarrizko eskubideak. Listuaren DNA analisia hura ahalbidet zen zuen arauzko
45. “Publico” izeneko egunkarian terrorismoaren aurkako borrokako iturriak aipatuz 2011ko urtarri-
laren 31n honakoa adierazten zen: “Desde los años noventa, la policía autonómica ha ido cebando una
base de datos con cientos de huellas y restos de ADN recogidos en el lugar de atentados y ataques de kale
borroka. Al tiempo, recogía muestras biológicas que los sospechosos dejaban en colillas de cigarros, vasos
en los bares o incluso en el sudor de unas chancletas. En ocasiones, el cruce entre unas muestras y otras
ofrecían un resultado indubitado que precedía a las detenciones”. http://www.publico.es/espana/358942/
la-ert zaint za-usa-el-adn-para-desactivar-a-la-kale-borroka
46. Sentent zia honetan ezarritako doktrina berriki aplikatua izan da Konstituzio Auzitegiaren 2014ko
urtarrilaren 30eko zenbait ebazpenetan: 13/2014, 14/2014, 15/2014, eta 16/2014. Sentent zia hauek egi-
tate kriminal berdinei buruzkoak dira, baina subjektu ezberdinei dagozkie. Lagin biologikoak helegite-jart zaileak
at xiloturik zeudela zigarrokinen bidez jasoak izan ziren ezkutuko moduan. Hala ere, hauetako kasu batean,
hot s 14/2004, helegite-jart zailea ez zegoen bere askatasunaz gabetua arrastoa jasoa izan zenean. Ert zaint zak
bi astez jarraitu egin zuen pert sona hau DNA lagin bat lort zeko eta azkenean taberna batean erabilitako
edalont zi baten bidez egin zuten analisia. Inguruabar honek, Adela Asua Batarrita magistratuak bere bozka
partikularrean adierazten duen bezala, premia edo urgent ziazko arrazoirik ez zegoela agerian uzten du. Ez
zegoen beraz, baimen judizialak eskaint zen duen bermea alborat zeko justifikaziorik. Era berean, komeni da
bergogarat zea DNA laginen erkat zea gauzatu zenerarte ez zegoela helegite-jart zaileak bi urte arinago jazotako
gertakari kriminalekin lot zen zuen zant zurik. Beraz, izaera prospektiboa duen froga batetaz ari gara.
EGUZKILORE – 28 (2014)
250 Aintzane Mardaras Aginako
xedapenik gabe eta ebazpen juridiko ziodunik gabe egin izanak KE 18.1 artikuluko
intimitate pert sonalerako eskubidearen urraketa ekarri zuen. Era berean, zigorra
ezart zerakoan oinarrizko eskubideak lesionatuta lortutako analisia frogabide bakar gisa
erabili izanak KE 24.1 artikuluan aurreikusitako berme guztien jabe den prozesu bate-
rako eskubidearen lesioa eragin zuen. Azkenik, datu guztiek adit zera ematen dutenez,
Ert zaint zak bere datu pert sonalak administrazio edo bestelako erakundeen kontrolik
ez zuen euskarri informatizatu batean barneratu izanaren ondorioz, KE 18.4 artiku-
luko bermearen arau-haustea gertatu zen.
Kasu konkretuaz haratago, nekez ulertu daiteke Konstituzio Auzitegiak proze-
dura penalean DNA frogaren arauketak dituen gabeziak azalerat zeko aukera galdu
izana. 199/2013 KAEk berak eginbide hau bizit za pribaturako eskubidearengan duen
eragina egiaztatu ostean, Auzitegiari zegokion legegilea estut zea eskubidearen gune
babestua bermatu zedin.
Nire ustez, premiazkoa da gorput z-interbent zio eta DNA frogaren erabileraren
inguruan egungo araudiak pairat zen dituen hut suneei bide emango dien erreforma
araugilea ahalik eta azkarren onart zea. Hut suneekin amaitu eta berariaz DNA laginen
ezkutuko jasot zea aurreikusiko dituen araudia erdiet si beharra dago. Horrela aterpe
legala ez izatearen gabeziak praktikan auzitegien aurrean eragiten dituen arazoak sai-
hestuko liratezke, baita oinarrizko eskubideen lesioengandik aurkeztutako alegazioak
ere.
Azken urteetan guztiz zaharkitua dagoen PKLren erreformarako legegint za
saiakera ezberdinak izan dira, eta horiek arrakastarik gabe heldu diote DNA froga-
ren auzitegiko erabilerari. Alderdi Sozialista Gobernuan zelarik 2010ean, Francisco
Caamaño Domínguez, Justizia Ministroak PKL erreformat zeko aurreproiektua47 aur-
keztu zuen. Zorit xarrez, egitasmo hau ezin izan zen eztabaidatu hauteskunde oroko-
rren deialdia aurrerat zeak Gorteen desegitea ekarri zuelako. Zirriborroak zenbait
gai behar bezala zehaztu gabe uzten bazituen ere, horien artean frogaren erabilera
justifikatuko zuten delituen larritasuna, ordurarteko legediak erant zun gabe ut zitako
zenbait gaiei helt zen ziela esan dezakegu, besteak beste, gorput z-interbent zioa pai-
rat zeko betebeharra, indarraren erabilera lagina hert sapen bidez lort zeko, eta horren
ondorioz, arrastoa ezkutuko moduan jasot zeko esanbidezko debekua48. Horregatik
guztiagatik eztabaidaezina da erreforma hau aurrerapauso bat bazela. Hau ez bezala,
47. Egitasmo hau gidat zeko 2010eko udaberrian aditu lan taldea sortu zen honako kideez osatua:
Juan José Lopez Ortega, Vicente Guzmán Fluja, Pedro Crespo Barquero, Ignacio Sánchez Yllera, Ignacio
Rodríguez Fernández, Angel Núñez Sánchez, Lorena Álvarez Taboada, Fernando Benítez Pérez-Fajardo eta
Amaia Arnáiz Serrano.
48. PKLren erreformarako aurreproiektuaren 64 orrialdea: “Se prohíbe, en cualquier caso, la utili-
zación de muestras biológicas del investigado obtenidas de forma subrepticia o con engaño. Otra solución
degradaría las cautelas que se fijan en la regulación de la diligencia, que pasarían a ser meramente nomi-
nales. Hay que tener presente que se establece la posibilidad de obtención coactiva de la muestra, en los
términos fijados en la resolución judicial, con lo que, en la nueva regulación el recurso a un ardid o engaño
pierde toda utilidad o justificación. Se permite, sin embargo, el análisis de muestras abandonadas siempre
que puedan atribuirse fundadamente al investigado y que éste preste su consentimiento. A estos efectos,
deberá ser debidamente informado de las condiciones en las que la muestra ha sido hallada y de la finalidad
con la que puede utilizarse. Evidentemente, también en este caso el juez podrá suplir con su autorización la
falta de consentimiento”.
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Poliziak modu ezkutuan lortutako DNA laginak: abenduaren 5eko 199/2013 KAEri buruzko iruzkina 251
berriki aurkeztua izan den PKLren erreformarako 2013ko Alderdi Popularraren egi-
tasmoak49 aurreko gobernuaren dokumentua alde batera ut zi eta orainarte agerian
jarri ditugun hut suneak sendotu egiten ditu. Alberto Ruiz-Gallardónek bult zatutako
Zigor Kode Prozesal bezala ezagututakoaren aurkezpen publikoa baino ez bada egin
ere, eta izapidet za osoa egiteko badago ere, DNA frogaren auzitegiko erabilpenari
buruzko arauketak aurreikusi gabe zituen atal guztiak bere horretan mantent zen direla
esan dezakegu.
49. 2012ko mart xoaren 2ko Ministro Kont seiluak erreformaz ardurat zeko Erakundearteko Bat zordea-
ren onarpena adostu zuen honako juristez osatuta: Manuel Marchena Gómez, Jacobo Lòpez Barja de Quiroga,
Antonio del Moral García, Jaime Moreno Verdejo, Gabriela Bravo Sanestanislao, Luis Rodríguez Ramos,
Nicolás González-Cuellar Serrano eta Jaime Requena Juliani.
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
253-274
1. Véase VAN DEN HOVEN, J., “The Tangled Web of Tiny Things: Privacy Implications of Nano-
electronics”, Nanotechnology & Society, nº 3, 2009, pp. 147-162.
2. Así, DE HERT, P./GONZÁLEZ FUSTER, G./GUTWIRTH, S., “Legal safeguards for privacy and data
protection in ambient intelligence”, Personal and Ubiquitous Computing, vol. 13, nº 6, 2009, pp. 435-444.
3. Véanse BABBITT, R./CHANG, C./YANG, H. I./WONG, J., “Environment Object s: A Novel
Approach for Modeling Privacy in Pervasive Computing”, Lecture Notes in Computer Science, Ambient
Assistive Health and Wellness Management in the Heart of the City, vol. 5597, 2009, pp. 166-173. También,
las consideraciones de KOTZANIKOLAOU, P./MAGKOS, E., “Enhancing Privacy-Preserving Access Control
for Pervasive Computing Environment s”, Lecture Notes of the Institute for Computer Sciences, Social
Informatics and Telecommunications Engineering, 1, vol. 47, Security and Privacy in Mobile Information
and Comunication Systems, Part 2, pp. 53-64.
4. POULLET, Y., “About the E-Privacy Directive: Towards a Third Generation of Data Protection
Legislation?”, Data Protection in a Profiled World, London, 2010, pp. 3-9.
EGUZKILORE – 28 (2014)
La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 255
5. En este sentido, COLEMAN, S., “E-mail, terrorism and the right to privacy”, Ethics and Information
Technology, vol, 8, nº 1, 2006, pp. 17-27. Véanse también DÍEZ RIPOLLÉS, J. L., “De la sociedad del riesgo
a la seguridad ciudadana: un debate desenfocado”, Revista electrónica de ciencia penal y criminología, nº 7,
2005, pp. 1-36, MCADAMS, A. J., “Review: Internet Surveillance after Septembre 11: is the United States
becoming GreatBritain?”, Comparative Politics, vol. 37, nº 4, 2005, pp. 179-1098 y ORTIZ PRADILLO,
J. C., “El ‘Remote Forensic Software’ como herramienta de investigación contra el terrorismo”, INTECO-
Formación, Estudios e Informes ENAC, nº 4, 2009, pp. 1-9.
6. POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 6-7, señala dentro de los peligros que surgen como con-
secuencia de las TIC’s el desbalance del poder entre el responsable del tratamiento y la persona concernida, la
re-contextualización de la información, la “obscuridad” del funcionamiento de las TIC’s, el reduccionismo y el
hecho de que se borren las fronteras entre el espacio físico y privado.
7. PEISSL, W., “Information Privacy in Europe from a TA Perspective”, Data Protection in a Profiled
World, London, 2010, p. 247.
EGUZKILORE – 28 (2014)
256 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
Ann Cavoukian cómo “la historia ha demostrado que la privacidad es el primer hilo
a desenredar cuando un Estado libre y democrático muta en un Estado totalitario.
Mientras valoremos la libertad, debemos también valorar la privacidad […]”8, el
riesgo no es sólo el del Estado totalitario, sino simplemente el del Estado “ubicuo” que
todo lo quiere saber, que en todas partes quiere estar.
Por otra parte, en segundo lugar, asistimos asimismo a la, más que consolida-
ción, incluso dictadura de los intereses de un mercado cuyo poder marca el ritmo de
la economía, de la clase política dominante (y no dominante) y de la sociedad misma,
en una espiral de consumo que obliga a prospecciones para encontrar, y muchas
veces generar, posibilidades de negocio.
Aquí, la recolección y manipulación de datos, a fin de poder identificar e influir
del modo más efectivo posible en consumidores (que todavía no saben que lo son)
es parte del motor del negocio, favorecido por una tecnología que permite de forma
fácil, económica y eficaz acceder, manipular, transferir e interconectar grandes masas
de información sin límite de fronteras o de tiempo9.
Y, así, de una publicidad anónima se pasa a una personalizada, en la que el perfil
del “cliente” se va configurando con todos los datos que se van generando fruto de su
(o la) interacción con el mundo físico y virtual, creándose así una “imagen” integral
del individuo, de su persona, sus gustos, sus elecciones, que expone aspectos de su
vida privada, de su propio ser.
Claro que el ser humano debe necesariamente interactuar con el mundo para
sobrevivir. Pero, esto no implica que cada una de sus interacciones fuera de espa-
cios restringidos pueda ser vigilada, catalogada, indexada y puesta a disposición de
otros. Claro que existen actividades que se desarrollan en espacios “públicos”; pero
esa apertura espacial más que limitarnos como individuos debería garantizar (si así se
desea, al menos) el anonimato de una acción en un entorno en el que deberíamos (si
queremos) poder perdernos en la gran “masa”10.
Aquí surge uno de los grandes problemas que plantea la Era digital, el de la
reconceptualización del espacio en el que poder estar protegido. Lo público y lo
privado confluyen en un espacio social en el cual, más que la naturaleza misma del
ambiente (virtual o físico) en el que la persona interactúa, juegan un rol trascendental
los datos que se exponen y quedan expuestos, la forma en que son tratados y la cues-
tión de quién tiene acceso a ellos11.
8. CAVOUKIAN, A., “Privacy by design: the definitive workshop”, Identity in the Information Society,
vol. 3, nº 2, 2010, p. 248.
9. Sobre las tendencias del mercado y las políticas de privacidad en el comercio electrónico, JOHNSON-
PAGE, G. F./THATCHER, R. S., “B2C data privacy policies: current trends”, Management Decision, vol.
39, nº 4, 2001, pp. 262-271.
10. En lo que respecta a la percepción de la protección de la privacidad en los espacios públicos,
FRIEDMAN, B./HAGMAN, J./KAHN, P. H., “The Watcher and the Watched: Social Judgment s about
Privacy in a Public Place”, Computer Supported Cooperative Work, Media Space 20 + Years of Mediated
Life, 2009, pp. 145-176.
11. Sobre la dificultad de separar lo público y lo privado y el surgimiento del “hogar virtual”, POULLET,
“About the E-Privacy”, cit., pp. 23-27.
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La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 257
12. A este respecto, es interesante el artículo sobre los análisis de psicólogos relativos la tendencia de los
adolescentes en la Web de LEIGHTON, P., “Uso excesivo de las redes sociales tiende a borrar el límite entre
lo público y lo privado”, El Mercurio, Chile, 25 de junio de 2011, p. A14.
13. A este respecto, DIX, A., “Built-in privacy – no panacea, but a necessary condition for effective
privacy protection”, Identity in the Information Society, vol. 3, nº 2, 2010, pp. 257-265.
14. Véanse LE MÉTAYER, D./MONTELEONE, S., “Automated consent through privacy agent s: Legal
requirement s and technical architecture”, Computer Law & Security Review, vol. 25, nº 2, 2009, pp. 136-
144 y SCHWARTZ, P. M., “Internet Privacy and the State”, Connecticut Law Review, vol. 32, 2000,
pp. 821-828.
EGUZKILORE – 28 (2014)
258 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
no es negociable el nivel de exposición del ser y, así, nos encontramos ante acuerdos
de “tómalo o déjalo” en los que esta última opción implica la autoexclusión. Piénsese
en la interacción con páginas web que exigen el registro de los participantes, los
acuerdos de adhesión con los prestadores de redes sociales y otros servicios de la
Web 2 o incluso la exigencia de datos personales (e-mail, etc.) para poder acceder a
un servicio cualquiera (no virtual, sino real, en el ámbito del ocio personal, la utiliza-
ción de servicios bancarios, etc., pero vehiculizado en un “alta” que acude, aquí sí, a
la obtención de datos a digitalizar). ¿Se puede hablar realmente de un poder de deci-
sión, de un acuerdo en posición de igualdad?15.
Y, en relación con todo ello, en cuarto lugar, surge, como casi siempre, un
Derecho penal estatal (pero en todos los Estados), más simbólico que nunca, deslum-
brado aparentemente por la “ciberrealidad”, que propone, porque así lo proponen
Decisiones internacionales, la protección (penal) de la integridad y la confidencialidad
de sistemas y datos. Prescindiendo, sin embargo, a menudo, del hecho de que al fin
y al cabo esas pulsaciones que flotan en el aire, que circulan por las redes y que se
transmiten en el ciberespacio son importantes por lo que representan. Así, se penali-
zará en muchos ordenamientos el acceso ilícito a un sistema, pero sin tener en cuenta
el acceso, tremendo, “desconocido” (y parece que lícito) porque no es “directo”.
Se aludirá a la sensibilidad o personalidad de determinados datos, pero sin tener en
cuenta que casi todos acaban siéndolo con una tecnología que permite la interco-
nexión de información de forma masiva. Se permitirá la perfilación de caracteres, la
asignación de roles, la ubicación de personas en compartimentos estancos, pero sin
que el ubicado sepa por qué y de modo, parece, lícito, porque simplemente se han
utilizado las huellas que “voluntariamente” vamos dejando en el espacio virtual.
¿Cómo hacer entender que no se trata sólo del acceso ilícito a la información o
del control de ésta, sino del derecho (siempre) a ser “dejado en paz”? ¿Cómo hacer
comprender que no se trata de garantizar un uso o un tratamiento “legítimo” de los
datos sino de evitar que los datos puedan generarse y, en su caso, incluso, de garan-
tizar la desconexión sin que eso signifique renunciar a “ser” en la era digital? ¿Cómo
insistir en la importancia del carácter decisional, también, del derecho a la privaci-
dad? ¿Cómo en la necesidad de la importancia de tutelar la autodeterminación no
sólo informativa del individuo sino la que concede la libertad de decidir quién soy, qué
quiero y cómo me interesa interactuar en el espacio a salvo de predicciones, de defi-
niciones, de clasificaciones obtenidas del intercambio de datos que he ido dejando en
el camino?
La paz a la que aludieron Brandeis y Warren implica disponer de un espacio, más
allá de la distinción entre lo físico y lo virtual, que pertenece al individuo como funda-
mento de su misma existencia y que no se entiende sin la posibilidad de poder evitar
ser observado, monitoreado, clasificado, estandarizado, transformado en un algoritmo
computacional, para que nuestras opciones (en todos los ámbitos de la vida) no las
marquen otros, no aparezcan predeterminadas por decisiones triviales que hemos ido
tomando a lo largo de la vida pero que hemos de tener derecho a poder cambiar.
15. En este sentido POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 3-30.
EGUZKILORE – 28 (2014)
La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 259
16. Sobre la ubicuidad informática y el respeto de la vida privada, LANGHEINRICH, M., “Privacy by
Design - Principles of Privacy-Aware Ubiquitous Systems”, Lecture Notes in Computer Science, Ubicomp,
vol. 2201, 2001, pp. 273-291.
17. Entre otros, BURNIK, J./PIRC MUSAR, N., “The Dangers of Electronic Traces: Data Protection
Challenges Presented by New Information Communication Technologies”, Lecture Notes in Computer
Science, Ethics and Policy of Biometrics, vol. 6005, 2010, pp. 7-13.
18. A esto se agrega el aumento en la capacidad de percibir y sentir el ambiente (incluyendo aspectos
emocionales de las personas) –lo que implica una ampliación del espectro controlado por las tecnologías y de
los datos almacenados e interconectados– y en el desarrollo de la memoria digital y de su capacidad de análisis:
a este respecto, LANGHEINRICH, “Privacy by Design”, cit., pp. 273 ss.
19. LESSIG, L., Code: and other laws of Cyberspace, version 2.0 Basic Books, New York, 2006,
pp. 1 ss.
20. En este sentido, y en este contexto, DIX, “Built-in privacy”, cit., pp. 257-258.
EGUZKILORE – 28 (2014)
260 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
tantes poderes fácticos) eficaces, conscientes de los nuevos peligros, éstos ya no son
tales sino menoscabos concretos a esos intereses que, consagrados, creemos salva-
guardados. La cuestión es no reaccionar excesivamente tarde.
El legislador ya ha comprendido hace tiempo que más allá del soporte o el ámbito
físico que puedan representar expresiones de lo que hasta ahora era la vida privada
existen determinadas informaciones que merecen tutela penal. Esto ya supuso el pasado
siglo un cambio de paradigma: aceptándose que el espacio o soporte que contextualiza
una comunicación o la expresión del ser de una persona no es lo que define su carácter
privado o no, sino la vocación con que se externalizaron; y extendiendo la protección
del individuo a “cualquier” espacio “privado” (esto es, no público).
Pero, vislumbrando que las personas generan informaciones, con diferentes for-
mas, que siempre pueden ser captadas, registradas, transmitidas y difundidas, la tutela
del derecho a la vida privada ha ido reforzando sus aspectos informacional y deci-
sional desde un segundo cambio de paradigma atento a la masificación en el trata-
miento de datos personales y a la necesidad de legitimarlo y atento al hecho de que
no sólo hay que temer al propio Estado (primer gran enemigo de la privacidad), sino
al resto de nosotros, parte de un gran-único mercado en que todo está a la venta. Así,
las leyes de protección de datos han ido garantizando paulatinamente, es cierto, una
recolección y tratamiento de información respetuosa con la privacidad, como hasta
ahora se venía entendiendo.
Y, sin embargo, ha de insisitrse en que ello ha de hacerse en relación a todo tipo
de información (no restringida a datos personales21) en cuanto cualquier dato, incluso
trivial, interconectado, ensamblado y analizado permite la creación de perfiles integrales
y la toma de decisiones fundamentadas en predicciones22, ajenas a nosotros, que afec-
tan sin duda al concepto amplio de vida privada que creemos ha de defenderse.
Más aún, es necesario comprender que el peligro para la privacidad, está no
tanto -al menos, no sólo– en la naturaleza de la información protegida, sino en la
generación innecesaria de la misma (además de, por supuesto, en su recolección, tra-
tamiento y uso).
No se trata de que los datos sean “legítimamente” recolectados, tratados, usados.
Se trata de cuestionar si realmente tienen que generarse (y recolectarse, tratarse y
usarse). Ésta es la clave y la gran laguna de nuestras legislaciones; y es fundamental
que seamos capaces de entenderlo.
Se habla en la actualidad de los delitos informáticos, de los ciberdelitos, de los
delitos de alta tecnología. Se incorporan con mayor o menor acierto a las legisla-
ciones penales internas. Se acierta a ver la importancia de la protección de infraes-
tructuras vitales críticas; de los sistemas de información en sí mismos considerados.
Se alude incluso a la “seguridad informática” como posible interés a tutelar. Se va
21. Por eso, en la normativa internacional acaba optándose por aludir a la protección de datos de tráfico
y localización (y no solo personales). Así, por ejemplo, ya en la Directiva 2002/58/CE, en el sector de las
comunicaciones electrónicas. Véase POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 9-18.
22. Véanse SCHWARTZ, P. M., “Privacy, Ethics, and Analytics”, IEEE Security & Privacy, mayo/junio
2011, pp. 66-69 y POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 3 ss.
EGUZKILORE – 28 (2014)
La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 261
distinguiendo cada vez con mayor acierto entre delitos de contenido (que se van aco-
modando a los nuevos tiempos) y delitos contra sistemas y datos. Pero no se puede
perder de vista la importancia de seguir garantizando lo básico. Claro que el peligro
de una quiebra del sistema a gran escala está latente. Pero, sigue siendo necesario
entender las amenazas a los bienes más tradicionales. Entender que se está perdiendo
de vista que son comportamientos “en principio” lícitos (que parten de consenti-
miendos viciados, forzados, implícitos) los que van mermando la idea de privacidad.
Entender que estamos expuestos, abiertos a todos, sin muchas veces saberlo (mucho
menos quererlo). Por eso, ¿qué más da que sancionemos los accesos no consentidos
si constantemente se está utilizando información que no desearíamos que se utilizase
y que no sabemos se utiliza?
¿Qué justifica el desarrollo de una infraestructura tecnológica intrusiva y ubi-
cua? ¿Qué justifica la recolección de información, su tratamiento y su difusión? ¿Qué
justifica que la moneda de cambio en el mundo virtual sean nuestros datos, nuestra
privacidad? ¿Es siempre realmente necesaria la interconexión de la información y la
creación de perfiles?
EGUZKILORE – 28 (2014)
262 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
todo, como una condicionante necesaria de su diseño, y en las que retorne a los usua-
rios el verdadero control sobre su información e interacción con ella en el mundo
virtual; tercero, evitar que nadie pueda ser involuntariamente perfilado, clasificado,
codificado y, con ello, discriminado o excluido, lo que sólo es posible desde la rea-
firmación del derecho a que no se generen datos que no se quieran generar23, a la
desconexión, al olvido y, en el más amplio sentido de la expresión, a ser “dejado en
paz”. Sólo así se garantiza realmente (física y virtualmente) la dimensión interior del
ser humano que le permite desarrollarse libremente sin injerencias no ya no autoriza-
das o arbitrarias sino simplemente innecesarias (para él).
Es la idea, como se decía, de alguna decisión internacional, de la que es expo-
nente, por ejemplo, la Directiva 2002/58/CE, sobre privacidad y comunicaciones
electrónicas, cuando afirma en su art. 14.3: “Cuando proceda, se podrán adoptar
medidas para garantizar que los equipos terminales estén fabricados de manera
compatible con el derecho de los usuarios de proteger y controlar el uso de sus
datos personales”. Más garantista habría sido sustituir la expresión “cuando pro-
ceda”, por la de “por defecto” o, simplemente, por la de “siempre”24. Pero, en todo
caso, qué diferencia con la afirmación de la Directiva 95/46/CE que aludía a la segu-
ridad del tratamiento de los datos según el “estado de la técnica”.
Aquí es en todo caso donde debe evolucionar el Derecho penal, incorporando
la sanción no sólo de “accesos ilícitos”, “abusos de equipos e instrumentos técnicos”,
etc., como se requiere desde instancias internacionales, sino planteándose la puni-
ción de la no incorporación de parámetros de privacidad por defecto dentro de la
configuración y diseño de las tecnologías25. La privacy by design se plantea como
una necesidad en este contexto. Destacada en el plano internacional como uno de
los tópicos relevantes abordados en las Conferencias Internacionales de Autoridades
de Protección de Datos y Privacidad celebradas en 2009 y 201026, presente en el
Programa de 201127 y ya referenciado en 1995 en el informe de Ann Cavoukian y
John Borking “Privacy-enhancing technologies: the path to anonymity”28 es una
expresión que también en el ámbito penal merece toda nuestra atención.
23. Señala SCHAAR, P., “Privacy by Design”, Identity in the Information Society, vol. 3, nº 2, 2010,
p. 273, que hay que tener en cuenta en el diseño de las TICs la minimización de la data, la facilidad de control sobre
ella, la transparencia en el “cómo” se maneja, la calidad, confidencialidad y posibilidad de segregación de la misma.
24. Coincidimos con POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 20-21, cuando destaca que si bien
la Unión Europea tiende a apoyar en sus recomendaciones el desarrollo de las llamadas PET’s o Privacy-
Enhancing Technologies, es criticable que aún no exija la obligación de implementar parámetros protectores
de la privacidad. A esto hay que agregar que limitar la vía de protección del derecho a la vida privada a unas
“determinadas” tecnologías nos parece no sólo arriesgado sino insuficiente. Dentro de una realidad tecnológica
en constante evolución es posible que se desarrollen mecanismos mucho más efectivos para su protección.
25. Véase SCHAAR, “Privacy by Design”, cit., 267-274.
26. Respectivamente, en http://www.privacyconference2009.org y http://www.justice.gov.il/
PrivacyGenerations/program.htm.
27. En http://www.privacyconference2011.org/includes/Draft_Programme_Espanol.pdf.
28. Véase HUSTINX, P., “Privacy by design: delivering the promises”, Identity in the Information
Society, vol. 3, nº 2, 2010, pp. 253-255. Asimismo, INFORMATION AND PRIVACY COMMISSIONER/
REGISTRATIERKAMER, Privacy-Enhancing Technologies: The Path to Anonymity, vol. I y II, 1995, (en
http://www.ontla.on.ca/library/repository/mon/10000/184530.pdf).
EGUZKILORE – 28 (2014)
La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 263
29. Esto implica que debe incorporarse en la conceptualización misma del sistema y como requisito
indispensable la protección de la privacidad. En este contexto, PEARSON, S./YUN, S., “Context-Aware
Privacy Design Pattern Selection”, Lecture Notes in Computer Science, Trust, Privacy and Security in Digital
Business, vol. 6264, 2010, pp. 69-80. También, entre otros muchos, CHARLESWORTH, A./PEARSON, S.,
“Accountability as a Way Forward for Privacy Protection in the Cloud”, Lecture Notes in Computer Science,
Cloud Computing, vol. 5931, 2009, pp. 131-144 y DEY, A. K./HONG, J. I./LANDAY, J. A./LEDERER,
S., “Personal privacy through understanding and action: five pitfalls for designers”, Personal and Ubiquitous
Computing, vol. 8, nº 6, 2004, pp. 440-454.
30. El concepto se atribuye a CAVOUKIAN, A., Privacy by design…take the challenge, Whasington
D. C., 1997, pp. 3-7, Comisionada de Información y Privacidad en Canadá.
31. Véase HUSTINX, “Privacy by design”, cit., p. 253.
32. Véase SCHWARTZ, P. M., “Internet Privacy and the State”, cit., pp. 815 ss., quien clama por la
necesidad de la intervención estatal a fin de configurar adecuadamente el mercado y las normas protectoras
de la privacy.
33. A este respecto DIX, “Built-in privacy”, cit., p. 257.
EGUZKILORE – 28 (2014)
264 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
Y, sin embargo, la única forma real y efectiva de garantizar una verdadera pro-
tección del derecho a la vida privada es comprender que es hora de repensar las
tecnologías y de tomar en cuenta desde el diseño mismo que precede a su materializa-
ción la necesidad de considerar ciertos parámetros no negociables34.
Hasta ahora ha primado, incluso en el desarrollo mismo de muchas legislaciones,
el sentimiento de que la privacidad es más bien un “freno” –o un derecho que es posi-
ble relegar a un segundo plano y, por supuesto, renunciable– frente a las ideas de ren-
tabilidad del mercado (en lo privado)35 y de seguridad (en lo público)36. Así, pareciera,
por una parte, que las personas existen para consumir, porque lo exige un “mer-
cado anónimo”, en tanto, por otra, se desarrolla una sociedad del temor, aparente-
mente siempre en guerra y con enemigos difusos, pareciendo incluso que lo somos
todos nosotros cuando nos resistimos a participar de medidas “a favor” de “¿nuestra?
seguridad”.
Ahora bien, el mercado existe para satisfacer –de verdad– las necesidades de las
personas; el Estado, para garantizar la dignidad y el libre desarrollo de los seres huma-
nos. Y la relación entre desarrollo del mercado, seguridad y privacidad debería ser la
de ganar, ganar, ganar y vuelta a ganar. Pero, todos. Ello exige, en nuestra opinión,
la incorporación en el desarrollo tecnológico de una nueva filosofía en que la privaci-
dad sea un elemento nuclear a tomar en cuenta dentro del diseño y arquitectura de
las tecnologías, herramientas, programas, dispositivos, sistemas y demás avances que
acompañen el desarrollo humano y científico.
34. En este sentido, LE MÉTAYER, D., “Privacy by Design: A Matter of Choice”, Data Protection in a
Profiled World, Part 6, 2010, pp. 323-334.
35. Así, CAVOUKIAN, “Privacy by design”, cit.
36. Sobre los conflictos entre seguridad en la Web y privacidad, JENSEN, C. D./SEIGNEUR, J. M.,
“Trading Privacy for Trust”, Lecture Notes in Computer Science, Trust Management, vol. 2995, 2004,
pp. 93-107.
37. CAVOUKIAN. Privacy by design, cit., p. 3.
38. CAVOUKIAN, “Privacy by design”, cit., pp. 247 ss.
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La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 265
su incorporación. Se destacan entonces dos pilares en este modelo: por una parte, la
construcción de una tecnología protectora de la privacidad (tanto en software como
en hardware como en las infraestructuras que soporten ambos); por otra, la creación
y aplicación de parámetros protectores de la privacidad que garanticen su respeto en
todo el ciclo de vida de las informaciones que puedan –porque tengan que– generarse
y en todos los “estados” de la implementación de la tecnología (es decir la puesta en
práctica efectiva de esta protección con una visión protectora de la privacidad).
Ann Cavoukian señala también que la protección de la privacidad no debe verse
como una “carga”, sino como algo fundamental para salvaguardar no ya la democra-
cia, sino un mercado mismo que se fundamenta en la confianza que se deposite en
él. Enfatiza así la necesidad de erradicar esa visión de “zero-sum”, en la cual hay que
elegir entre la protección de uno u otro interés (mercado o privacidad) y partir de un
paradigma “positive-sum” en el que todos pueden verse beneficiados sin importar las
decisiones o elecciones tomadas39.
Pero es mucho más que esto. La tendencia en el desarrollo de las tecnologías ha
sido la de apostar por la pérdida de privacidad frente a otros intereses. Algo inadmi-
sible. Son las propias tecnologías las que deben ser capaces de garantizar los dere-
chos a los que parecen oponerse, derechos no negociables que han de conciliarse
con otros pero como sumandos. La privacidad, en este sentido, no puede entrar en la
ecuación como elemento desechable.
La autora canadiense destaca que la implementación de esta filosofía conlleva
siete principios fundamentales: 1º que se asuma un enfoque proactivo no reactivo,
preventivo no correctivo; 2º que los parámetros protectores de la privacidad se esta-
blezcan “por defecto”; 3º que la privacidad se encuentre integrada en el diseño; 4º
que exista una funcionalidad total, asumiendo una visión “positive-sum” de la privaci-
dad; 5º que la protección de la privacidad esté presente en todo el ciclo de vida de la
información; 6º que las prácticas implementadas sean visibles y transparentes; 7º que
se respete la privacidad de los usuarios40.
Todo ello, correctamente desarrollado, debería conllevar, sin duda, la reducción
de la recolección, utilización, retención y transmisión innecesarias de datos personales
(en cuanto relativos a las personas, no en cuanto de índole personal-sensible) por los
sistemas, al mismo tiempo que el fortalecimiento de la seguridad de la información y
el empoderamiento a los individuos a fin de que ejerzan un verdadero control sobre
sus propios datos41.
Si bien es cierto que este discurso resulta poderoso y atractivo, no es menos
cierto que para hacerlo realidad no bastará la transparencia de las prácticas de las
empresas. Los más de quince años que han pasado desde que por primera vez sur-
gió este nuevo paradigma de “la privacidad en el diseño” así lo han demostrado.
Hará falta mucho más que la buena voluntad de algunos y está llamado el Estado, en
cuanto legislador, a devolver un equilibrio hoy perdido a fin de que la suma, frente a
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La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 267
47. KOORN RE, R. (Editor), Privacy-Enhancing Technologies, White Paper for Decision-Makers,
Ministry of the Interior and Kingdom Relations, Netherlands, 2004.
48. KENNY, S./NORKING, J., The value of privacy engineering, citado por CAVOUKIAN, Privacy
by design, cit., p. 24.
49. Para más detalle, INFORMATION AND PRIVACY COMMISSIONER/ REGISTRATIERKAMER,
Privacy-Enhancing Technologies, cit.
50. Véase FEDERRATH, H., “Privacy Enhanced Technologies: Methods - Market s - Misuse”, Lecture
Notes in Computer Science, Trust, Privacy, and Security in Digital Business, vol. 3592, 2005, pp. 1-9.
51. Véase CAVOUKIAN, Privacy by design, cit., pp. 27-35.
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268 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
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La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 269
55. A este respecto, SCHWARTZ, P. M., “Beyond Lessig’S Code For Internet Privacy: Cyberspace
Filters, Privacy-Control, And Fair Information Practices”, Wisconsin Law Review, 2000, pp. 766-771.
56. Así, SCHAAR, P., “Privacy by Design”, cit., p. 273.
57. A este respecto, FINOCCHIARO, G., “La memoria de la rete et il diritto all’oblio”, Il Diritto
Dell’Informazione e Dell’Informatica, vol. XXVI, nº 3, 2010, pp. 391-404.
58. Véase CAVOUKIAN/POLONETSKY/WOLF, “SmartPrivacy for the Smart Grid”, cit., p. 276.
59. POULLET, “About the E-Privacy”, cit., pp. 27-28.
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270 Norberto J. de la Mata Barranco y Desirée Barinas Ubiñas
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La privacidad en el diseño y el diseño de la privacidad, también desde el Derecho Penal 271
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EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
275-286
Resumen: Los artrópodos asociados a restos cadavéricos pueden aportar información fundamental
que permita una estimación muy precisa del intervalo postmortem de un individuo (IPM). Por ello, su
recolección puede ser fundamental durante una investigación pericial. Se presentan unas pautas sobre
los procedimientos a seguir durante la inspección y recogida de evidencias de origen entomológico tanto
el lugar de los hechos como durante la autopsia que aseguren la fiabilidad y validez de dichas evidencias
ante un Tribunal de Justicia. Por último, se ajunta una ficha de registro que permita la recogida sencilla
de información complementaria fundamental para la adecuada interpretación de dichas evidencias
entomológicas.
Laburpena: Gorpuzkinei lotutako artropodoek funtsezko informazioa eman diezagukete, pertsona bat hil
denetik igarotako denbora-tartea zehaztasunez kalkulatzeko. Hori dela eta, horiek biltzea funtsezkoa izan
daiteke adituen ikerketa batean. Gertaerak jazo diren tokian eta autopsian jatorri entomologikoko ebidentziak
biltzeko eta aztertzeko erabili behar diren prozedurei buruzko jarraibide batzuk aurkezten dira, bermatu
egingo dutenak ebidentzia horiek justizia-auzitegi batek fidagarritzat eta onargarritzat hartzea. Azkenik,
erregistro-fitxa bat erantsi da, aukera ematen duena oso erraz biltzeko ebidentzia entomologikoak behar
bezala interpretatzeko informazio osagarria.
Résumé : Arthropodes associés avec des restes de cadavres peuvent fournir des informations essentielles
permettant une estimation très précise de l’intervalle post-mortem d’un individu (IPM). C’est ainsi que sa
collection peut donc s’avérer critique lors d’une enquête judiciaire. Des directives sont données sur les
procédures à suivre pendant l’inspection et la collecte de preuves d’origine entomologique tantôt sur scène
276 Marta I. Saloña Bordas y otros
comme lors de l’autopsie de façon à garantir la fiabilité et la validité d’une telle preuve devant une Cour de
Justice. Enfin, un formulaire d’inscription qui permet la simple collection d’informations essentielles pour la
bonne interprétation de ladite preuve entomologique est attaché.
Summary: Arthropods found in a corpse can provide crucial information to take out very precisely the
post-mortem interval of a person (PMI). Therefore, its collection can be vital during expert research. There
are several guidelines on the procedures which have to be followed during the inspection and collection of
entomological evidences both at the crime scene and during the autopsy to guarantee the reliability and
validity of said evidences before a court of law. Lastly, a registration form is attached in order to easily collect
further essential information for a correct interpretation of the aforementioned entomological evidences.
Palabras clave: Entomología Forense, protocolo, muestras, etiquetado, conservación, artrópodos,
insectos, ácaros.
Hitz gakoak: Auzitegiko entomologia, protokoloa, laginak, etiketak, kontserbazioa, artropodoak,
intsektuak, akaroak.
Mots clés : Entomologie médico-légale, protocole, échantillons, étiquetage, conservation, arthropodes,
insectes, acariens.
Keywords: Forensic emtomology, protocol, sample, labelling, conservation, arthropoda, insects, mites.
I. INTRODUCCIÓN
La Entomología Forense estudia los artrópodos que pueden considerarse
como evidencias en los procesos legales1,2, incluidos los problemas civiles derivados
de la contaminación de mercancías, inmuebles, etc3,4,5 No obstante, en la práctica,
esta disciplina se aplica principalmente a casos de fallecimientos que requieran de una
investigación de las causas de la muerte2,3,4. De esta forma, el conocimiento de la dis-
tribución, biología y comportamiento de los insectos encontrados en un cadáver puede
ser utilizado como apoyo, en las investigaciones forenses, para determinar el tiempo,
lugar y modo en el que tuvo lugar el crimen o la muerte6,7,8. En la actualidad, el papel
más relevante de esta Ciencia Forense es aportar pruebas indubitadas que permitan
1. R. D. HALL. Medico criminal entomology. In: EP Catt s, NH Haskell, eds. Entomology and death.
Forensic Entomology Associates, 1990, pp. 1-8.
2. J. AMENDT, C. S. RICHARDS, C. P. CAMPOBASSO, R. ZEHNER, M. J. R. HALL. Forensic ento-
mology: applications and limitations. Forensic Science, Medicine and Pathology, vol. 7, 2011, pp. 379-392.
3. J. H. BYRD Laboratory rearing of forensic insect s, in: J. H. BYRD, J. L. CASTNER eds. Forensic
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pp. 127-128.
4. E. P. CATTS, M. L. GOFF Forensic entomology in criminal investigations. Annu Rev Entomol vol.
37, 1992 pp. 253-272.
5. M. I. ARNALDOS, A. LUNA, J. J. PRESA, E. LÓPEZ-GALLEGO, M. D. GARCÍA. Entomología
forense en España: Hacia una buena práctica profesional. Ciencia Forense, vol. 8, 2006, pp. 17-38.
6. G. S. ANDERSON The use of insect s to determine of decapitation: a case study from British
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7. C. P. CAMPOBASSO, F. INTRONA. The forensic entomologist in the context of the forensic pathol-
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8. B. GREENBERG, J. C. KUNICH. Problems estimating time of death, in: Entomology and the Law,
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Protocolo de actuación para la recogida y registro de muestras entomológicas en una investigación pericial forense 277
EGUZKILORE – 28 (2014)
278 Marta I. Saloña Bordas y otros
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Protocolo de actuación para la recogida y registro de muestras entomológicas en una investigación pericial forense 279
22. Wolff M & Pérez SP (2003) Métodos para la recolección de insectos como evidencia entomológica
en determinación del intervalo postmortem (IPM). Casos forenses en medicina legal, 16: 43-52.
EGUZKILORE – 28 (2014)
280 Marta I. Saloña Bordas y otros
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Protocolo de actuación para la recogida y registro de muestras entomológicas en una investigación pericial forense 281
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282 Marta I. Saloña Bordas y otros
– Huevos:
Colocar los huevos, sobre papel humedecido, en viales que permitan el flujo de
aire14. Transferir las muestras a un recipiente con sustrato adecuado para su cría. Si
no fuera posible, sacrificar y preservar todos los especímenes en alcohol 70-95%14.
– Inmaduros (Larvas):
Se almacenará la mayoría de los individuos de cada muestra bajo condiciones
controladas (temperatura y humedad)5,14. Se recomienda mantenerlos refrigerados
(2-6ºC), para ralentizar su desarrollo, hasta el momento de su examen2,14. Los reci-
pientes de almacenaje permitirán la entrada de aire y evitarán la fuga de las larvas.
Se colocará un papel de filtro en el fondo del recipiente para absorber los fluidos pro-
ducidos por las larvas2,14. Tras su examen, los inmaduros vivos se deben transferir, lo
antes posible, a un contenedor adecuado para su cría.
Los inmaduros no destinados a su cría deberán sacrificarse según las siguientes
pautas:
Los dípteros inmaduros se colocarán en agua muy caliente (>80ºC)26 al menos
durante 30 segundos (se recomienda de 1 a 2 minutos)26. Este procesamiento acon-
diciona los tejidos y destruye la protección cuticular que impediría la penetración del
conservante (alcohol 80%)26. En caso de no disponer de agua caliente, las larvas serán
sacrificadas y conservadas mediante congelación (-20ºC)14. En ningún caso se deben
sacrificar las larvas de díptero sumergiéndolas directamente en alcohol, al quedar
inservibles en menos de una semana (por encogimiento, oscurecimiento y putrefac-
ción) 14,26.
Los coleópteros inmaduros se sacrificarán sometiéndolos a temperaturas de con-
gelación (-20ºC) o directamente en etanol (70%)2,27.
– Pupas:
Las pupas se mantendrán bajo condiciones controladas de temperatura para su
cría14. La tapa del contenedor deberá permitir el flujo de aire.
– Adultos:
Los adultos vivos se sacrificarán sometiéndolos a temperaturas de congelación
(-20ºC) 14, durante un periodo de tiempo de 30 minutos a 1 hora. Después se pueden
preservar bien en alcohol 70% que evita el endurecimiento de las membranas articula-
res y la fragilidad de las articulaciones, o en seco, utilizando alfileres y cajas entomoló-
gicas14, y preservando el material del ataque de insectos necrófagos.
26. T. I. TANTAWI, B. Greenberg. The effect of killing and preserving solutions on estimates of maggot
age in forensic cases. Journal of Forensic Sciences, vol. 38, 1993, pp. 702-707.
27. J. M. MIDGLEY, M. H. VILLET. Effect of the killing method on postmortem change in length of
larvae of Thanathophilus micans (Coleoptera: Silphidae) stored in 70% ethanol. International Journal of
Legal Medicine, vol. 123, 2009, pp. 285-292.
EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
287-320
Resumen: La visibilización de las víctimas en el sistema judicial genera ciertos problemas en la práctica del
proceso penal. Nos referimos concretamente a la contradicción que surge entre una legislación emergente
cada vez más implicada con las demandas victimológicas y los espacios arquitectónicos y de mobiliario
destinados a la aplicación de dicha normativa. El presente trabajo pretende hacer reflexionar al lector acerca
de la repercusión que puede producir esta paradoja en la denominada victimización secundaria.
Laburpena: Sistema judizialean biktimen ikusgarritasunak zenbait arazo sortzen ditu prozesu penalaren
praktikan. Zehazki, eskaera biktimologikoekin gero eta gehiago inplikatzen den eta suspertzen ari den legedi
baten eta araudi hori aplikatzera bideratutako espazio arkitektonikoen eta higigarrietakoen artean sortzen
den kontraesana aipatu nahi dugu. Lan honek irakurlea gogoeta egitera bultzatu nahi du paradoxa horrek
bigarren mailako biktimizazioan izan dezakeen oihartzunari buruz.
Résumé : La visibilisation des victimes dans le système judiciaire génère certains problèmes dans la pratique
de la procédure pénale. Dont, notamment, la contradiction entre une législation émergente de plus en
plus impliquée dans les demandes victimologiques et les espaces architecturaux et de mobilier destinés à
l’application de cette législation. Cet article vise à faire réfléchir le lecteur sur la répercussion de ce paradoxe
sur la victimisation dite secondaire.
Summary: Making victims visible in the legal system generates certain problems in the practice of
criminal procedure. We refer specifically to the contradiction that arises between emerging legislation that
is increasingly concerned with victimological demands and the architectural and furnished spaces aimed at
implementing these regulations. This paper sets out to make the reader reflect on the possible repercussions
of this paradox in terms of so-called secondary victimisation.
Palabras clave: Victimología, victimización secundaria, escenario judicial, proceso penal.
Hitz gakoak: Biktimologia, bigarren mailako biktimizazioa, agertoki judiziala, prozesu penala.
Mots clés : Victimologie, victimisation secondaire, scène judiciaire, procédure pénale.
Keywords: Victimology, secondary victimisation, legal scenario, criminal procedure.
SUMARIO2:
I. INTRODUCCIÓN: VICTIMOLOGÍA, VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA Y ESPACIOS
JUDICIALES
II. SÍMBOLOS, INDUMENTARIA, TEATRALIDAD Y ARQUITECTURA
2.1. Ritos y símbolos
2.2. Indumentaria
2.3. Teatralidad del proceso penal
2.4. Edificios judiciales y mobiliario
2.5. Recapitulación: La relevancia victimológica actual de los espacios judiciales ritualizados
III. ESTUDIO EXPLORATORIO DE DIVERSOS ESPACIOS DE JUSTICIA PENAL EN DONOS-
TIA-SAN SEBASTIÁN
3.1. Planteamiento
3.1.1. Objetivos
3.1.2. Metodología
3.1.3. Límites
3.2. Resultados relativos a una posible victimización secundaria
3.2.1. Respecto de los foros de justicia
3.2.1.1. De enjuiciamiento en sentido amplio (Juzgado de Guardia, Juzgados
de lo Penal, Audiencia Provincial)
3.2.1.2. De mediación
3.2.2. Respecto de la vulnerabilidad de las víctimas
3.2.3. Respecto de los victimarios adultos y menores
3.2.4. Respecto de la asistencia a las víctimas del terrorismo
IV. CONCLUSIONES
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
2. La extensión de este trabajo es ligeramente mayor a la requerida debido a que contiene una serie de
fotografías insertadas a lo largo del texto como ubicación necesaria de acuerdo con la estructura del mismo.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 289
legal del delito y de la pena, plasmándose en una serie de dogmas procedentes del
humanitarismo de la Ilustración en el siglo XVIII, con arreglo a los cuales, según Lalinde
Abadía (1992), “no hay delito sin previa ley penal”, “la inocencia se presume antes de
la condena” y “la pena debe medirse conforme al delito”. Como podemos observar,
la víctima queda totalmente orillada, al margen de dichos presupuestos que regían
el proceso penal. No obstante, alrededor de la segunda mitad del siglo XX, surge la
necesidad de dotar a las víctimas de un protagonismo de carácter activo. Se produce
su redescubrimiento.
A partir de este punto se plantea la siguiente cuestión: ¿Cómo dar entrada a la
víctima en un sistema de carácter garantista y que este hecho no suponga una merma
de derechos para el procesado? En este sentido, Subijana (2000), refleja la preocupa-
ción de los especialistas que han abordado este tema en disipar cualquier duda sobre el
posible menoscabo de los derechos del victimario relacionado con el hecho de reforzar
la posición jurídica de las víctimas. Añade citando a Martínez Arrieta, que se trata de
refutar la teoría de los vasos comunicantes según la cual “...un mayor protagonismo y
efectividad de los derechos de la víctima suponga, necesariamente, un menoscabo de
los derechos de los imputados en el proceso penal...”. Por otra parte, Beristain (2004)
habla de la necesidad de una relación trilateral entre el poder judicial, la víctima y el
victimario.
La denominada victimología de la acción, que surge a partir de los años setenta del
pasado siglo, y trata de dar respuesta a qué hacer con aquellos que han sido víctimas,
se identifica con la defensa de los derechos de las mismas proponiendo lo siguiente:
1.Se exigen políticas públicas de asistencia integral a las víctimas.
2.Se demanda el reconocimiento y la tutela de los derechos de las víctimas en el
proceso.
3.Se considera que han de producirse fórmulas orientadas a la reparación del
daño producido por el ilícito penal.
Aunque la llamada victimología de la acción ha sido criticada por algunos autores
como Fattah (1997) en cuanto que el objetivo científico podía quedar en un segundo
plano respecto del activismo, cabe preguntarse de qué manera se disponen estos
parámetros en la realidad social y judicial. ¿Tienen estas buenas intenciones reflejo
directo en concreto en el diseño urbano, arquitectónico y de mobiliario de las sedes
judiciales?
Cabe relacionar lo descrito anteriormente con la denominada victimización secun-
daria a la que se han atribuido diferentes definiciones, aunque encontramos puntos en
común entre ellas. Según Rodríguez Manzanera (1989, 323), “la exposición de las víc-
timas al proceso de justicia penal a menudo aumenta el trauma que sufren y acrecienta
el sentimiento de desamparo y frustración, así como de resentimiento porque no se les
ha ofrecido protección o recursos adecuados”.
La victimización secundaria es la derivada de la relación que se produce entre
las víctimas y el sistema jurídico-penal. En palabras de Landrove Díaz (1998, 50),
“en contacto con la administración de justicia o la policía, las víctimas experimentan
muchas veces el sentimiento de estar perdiendo el tiempo o malgastando su dinero;
otras, sufren incomprensiones derivadas de la excesiva burocratización del sistema o,
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290 Verónica Arrieta Ouviña
EGUZKILORE – 28 (2014)
Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 291
Según Lucien (2010), de acuerdo con la concepción clásica del acto judicial, el
Palacio de Justicia es un templo y el juicio una ceremonia. Los orígenes de esta puesta
en escena se arraigan en el mito, la religión y la mediación de los símbolos.
Cabe señalar lo comentado al respecto por Berbell y Rodríguez Vidales (2009),
según los cuales en el principio de los tiempos se producía una confusión entre la justi-
cia y la religión. Los seres humanos se regían por dos clases de normas: costumbres y
preceptos religiosos. Las leyes eran sagradas ya que poseían un origen divino. Como
ejemplos se encuentran el Código de Hammurabi, entregado por el dios Shamash al
rey de Babilonia, las Tablas de la Ley que le fueron entregadas a Moisés por Dios, o el
Corán que fue revelado en sueños al profeta Mahoma por Alá. Continúan citando al
antropólogo Campbell para quien los rituales son, en esencia, ritos mitológicos.
Los rituales juegan un papel fundamental en la Justicia. Como ejemplo sirva la
ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente del Tribunal Supremo y del Con-
sejo General del Poder Judicial que se lleva a cabo con un ritual que tiene casi doscien-
tos años.
En la definición de rito hemos encontrado alusión al carácter simbólico del mismo.
Efectivamente nuestra Justicia se encuentra trufada de una amplia variedad de símbo-
los que hacen referencia a los tiempos de inicio de nuestra civilización. Perviven hoy
en día una serie de elementos que así lo demuestran, de los que destacamos los siete
siguientes:
• La balanza, quizá el símbolo más conocido, que porta en la mano una mujer con
los ojos tapados representando a la Justicia, y significa la igualdad con la que la
misma trata a todos. La balanza tiene su origen en la pesada de las almas contra
la pluma de la verdad durante el juicio final en el Antiguo Egipto.
• La espada que porta la Justicia en la otra mano que hace referencia a la fuerza
y que hoy en día representa a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de
los que se sirve la Justicia a la hora de imponer sus decisiones.
• La campanilla, que aunque no es muy utilizada por las nuevas generaciones de
jueces españoles todavía se emplea en sala por el juez para imponer su autoridad.
En la tradición occidental fueron los egipcios quienes las empleaban en las fiestas
consagradas a Osiris, siendo posteriormente adoptadas por los griegos en las
fiestas a Dioniso y por los romanos en las procesiones considerando siempre que
su sonido atraía las buenas influencias alejando las perniciosas. Asimismo, este
elemento se emplea durante la misa que se tañe en el momento de la elevación.
El empleo de la campanilla en la iglesia se trata de una derivación de la utilización
de las campanas. De hecho, en la época paleocristiana, las campanas se usaban
en las catacumbas a la hora de convocar a los fieles a la misa.
• El mazo, también llamado mallete, se emplea actualmente en los países anglo-
sajones. Su origen es masón y tanto en los tribunales como en el mundo de las
logias masónicas tiene un mismo sentido: representa el poder y la autoridad.
• El ¨haz de fasces¨ que se encuentra en la mayoría de los palacios españoles
de Justicia que representa el poder de sentenciar y castigar de los jueces. En
la antigua Roma el “fasces” estaba compuesto por treinta varas, una por cada
curia, atadas con una cinta de cuero rojo alrededor de un hacha. En los cortejos
EGUZKILORE – 28 (2014)
292 Verónica Arrieta Ouviña
oficiales era portado por un alguacil llamado “lictor” que precedía a las autorida-
des políticas y judiciales. Para los romanos era un símbolo del poder de castigo
y del derecho de vida y muerte sobre los ciudadanos.
• El “ojo que todo lo ve¨ que se encuentra en el escudo oficial del Tribunal
Supremo, junto con el haz de fasces, la balanza y la espada. El origen del ojo se
remonta a Egipto, al llamado ojo mágico de Horus o Udyat que se consideraba
que poseía propiedades sanadoras y protectoras encarnando el orden perfecto.
Para los asirios y los babilonios este ojo fue considerado como un símbolo de
protección divina. Los judíos y cristianos lo adoptaron para representar la omni-
potencia de Yahvé y Dios, y con el nacimiento de la masonería en Europa en
el siglo XVIII fue empleado por las diferentes logias que lo enmarcaron en un
triángulo equilátero para representar al gran arquitecto del Universo. El ¨ojo que
todo lo ve¨ del escudo del Tribunal Supremo representa al Rey. La institución
que precedió al Tribunal Supremo (1812) era el Consejo de Castilla, órgano
asesor del monarca y Supremo Tribunal del Reino. El emblema de sus miembros
era un ojo que aparecía multiplicado en sus togas siendo los que las portaban
considerados como los ojos de los reyes.
• El número 12 simboliza la perfección absoluta a la que aspira la Justicia. Se
encuentra en los lugares más importantes del Tribunal Supremo: en la mesa
presidencial del Salón de Plenos y en el suelo del Salón de Pasos Perdidos. Es
un número que representa el orden y el bien: fueron doce los dioses del Olimpo
griego, doce los apóstoles, doce las tribus de Israel y doce los meses del año.
2.2. Indumentaria
Otro aspecto simbólico que mantiene la Justicia actual es la indumentaria. En
nuestro ordenamiento se emplea la toga cuyo uso está regulado en el art. 187.1 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial: “En audiencia pública, reuniones del Tribunal y actos
solemnes judiciales, los jueces, magistrados, fiscales, secretarios, abogados y procura-
dores usarán toga y, en su caso, placa y medalla de acuerdo con su rango”. Su origen se
encuentra en la antigua Roma, siendo el distintivo de cónsules, senadores, sacerdotes
y pretores, que era el nombre que recibían los jueces en aquel momento. La toga prae-
texta de aquel entonces se diferenciaba de la actual en el color. Eran blancas con bandas
de color carmesí tejidas en los bordes. Las togas negras tienen su precedente en el traje
que usaban los miembros del Consejo de Castilla, institución creada en el siglo XIV.
En 1814 el Tribunal Supremo de España estableció de manera reglamentaria su
uso para todos los jueces y magistrados así como el del birrete, el gorro judicial. ¿De
dónde viene esta tradición por este tipo de indumentaria que contribuye a una puesta
en escena? Antiguamente la justicia se administraba en nombre del Rey. Por ello, para
subrayar la vinculación que existía con el monarca los jueces se vestían como “peque-
ños reyes” (Berbell y Rodríguez Vidales, 2009) rodeándolo con un protocolo estricto
de respeto dentro de la sala. Esta indumentaria se denominó garnacha en España y fue
suprimida por el Gobierno republicano en los primeros meses de la guerra civil. Finali-
zada la contienda se reinstauró el uso de la toga. Durante el avance de los años sesenta
el birrete cayó en desuso permaneciendo el de la toga.
Para distinguir la categoría en la carrera judicial se emplean las puñetas o vuelillos
cosidos sobre las bocamangas de las togas. Su aparición data del s. XIV para evitar el
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 293
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294 Verónica Arrieta Ouviña
incluido en un futuro estatuto jurídico de las víctimas, tanto por parte de los técnicos
como de jueces y otros representantes de la justicia. En este sentido, según Alonso
Rimo (2006, 345) “sería deseable una declaración expresa en la que se recojan formal-
mente y de modo sistematizado el conjunto de derechos que le son reconocidos a las
víctimas en nuestro ordenamiento”. Esta ausencia “obliga al intérprete a confeccionar
el estatuto jurídico de la víctima a partir de la identificación de las concretas prerroga-
tivas que se le conceden a ésta en las diversas normas vigentes en el sistema español”.
Por último, respecto al medio en el cual sucede la representación, apuntamos que
igualmente hallamos los elementos presentes en la representación teatral (indumenta-
ria, escenario, decorado, auditorio...).
Para Macgowan y Melnitz (1966) la historia del teatro es tanto la historia de la sala
teatral como la de las obras. Según ellos, no se puede estudiar el drama sin considerar
el teatro físico; un teatro no tiene significado separado del drama que presenta. En
cualquier período, tanto el teatro como la obra teatral son productos de las condiciones
sociales y de los valores estéticos de la época.
Si esto es así y el drama y el escenario teatral evolucionan al compás del momento
en que se encuentren, ¿qué ocurre con el derecho y el escenario judicial, con el pro-
ceso? Si hay tantas similitudes entre ambos campos, ¿qué impide al sistema judicial
avanzar en sintonía con la época que le toca vivir? ¿Por qué el teatro es vivo y cam-
biante y la justicia se empeña en alimentar el anacronismo? Una vez más nos damos de
bruces con la resistencia al cambio, ¿será que el teatro está libre de cuestiones como la
jerarquía y el poder y esta ausencia le permite que sea más flexible?
Cierto es que las cuestiones que se dirimen en un proceso penal desembocan en
una serie de consecuencias para las personas, y el drama es ficción, es ilusión, pero eso
no significa que merezcamos una justicia hierática.
Quizá lo que impide evolucionar a la justicia sea el empeño en momificar elemen-
tos arcaicos innecesarios. Las víctimas necesitan que los cambios se produzcan de una
manera real y efectiva para que sus derechos estén presentes en el proceso, para que
nuestro sistema de justicia sea equitativo.
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 295
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296 Verónica Arrieta Ouviña
una autoridad que le confiere la ley que emana de la soberanía popular en un Estado
democrático de derecho, pero esto no ha de estar reñido con la evolución de la justicia
hacia un sistema más cercano a las necesidades que plantea la ciencia victimológica.
Sampedro Arrubla (2003, 7) sugiere una propuesta desde la victimología de
humanización del proceso penal, afirmando la necesidad de una reformulación de sus
estructuras con la finalidad de permitir el acercamiento de la administración de justicia
a las víctimas. Según este autor, la palabra humanización “debe entenderse como hacer
algo más humano, más comprensible para el hombre”. En este sentido apreciamos
que la distancia que generan los símbolos del poder entre la justicia y los ciudadanos se
interpone en esta labor de acercamiento.
3.1.2. Metodología
La metodología del presente estudio se basa:
a) en la revisión bibliográfica,
b) en la observación y posterior análisis de siete sesiones de juicios penales en la
Audiencia Provincial de Guipúzcoa comprendidos entre los meses de marzo a
mayo del 2013 y que han versado sobre delitos contra la salud pública, lesio-
nes con deformidad, violencia de género, agresiones sexuales y estafa, y
c) en la observación de los diferentes espacios de la justicia penal mediante el
análisis fotográfico.
Para poder fotografiar los distintos espacios, actividad desarrollada durante el mes
de mayo, se ha obtenido el permiso del Presidente de la Audiencia Provincial de Gui-
púzcoa y de la Decana de los Juzgados de San Sebastián, a quienes agradecemos su
amable colaboración.
EGUZKILORE – 28 (2014)
298 Verónica Arrieta Ouviña
Por otra parte, este estudio se enmarca dentro de la victimología, como ciencia
interdisciplinar, considerando de manera particular cuestiones etnográficas, jurídicas y
arquitectónicas así como su paralelismo con el arte dramático, como forma de conoci-
miento no científico pero sí relevante para expresar los intereses de las víctimas.
3.1.3. Límites
Cabe indicar que la bibliografía específica en castellano sobre el objeto de este
estudio, con una perspectiva victimológica, resulta muy limitada. La búsqueda bibliográ-
fica se realizó en el mes de abril de 2013 en diversas bases de datos bibliográficas bajo
los términos “arquitectura y justicia”, “espacios judiciales”, “ritos judiciales”...
Por otra parte, además de los límites temporales y de recursos materiales propios
del proyecto y que justifican el carácter exploratorio del análisis, en este estudio solo
se ha considerado la justicia penal en los Juzgados de Donostia-San Sebastián y en la
Audiencia Provincial de Gipuzkoa.
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 299
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300 Verónica Arrieta Ouviña
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 301
Desde ese palco, Felipe IV gran amante del espectáculo teatral disfrutaba de
obras escritas principalmente por Calderón y cuya escenografía diseñaba Cosme
Lotti. Este palco real alzado disfrutaba de una visión perfecta de la perspectiva de
la sala teatral al igual que lo hace en la sala judicial el presidente del tribunal, que
además permitía un control total tanto del escenario como del resto de los espacios
a la vista. Era un privilegio del que gozaban príncipes y reyes en aquel entonces y un
recurso que se sigue empleando en la justicia de hoy en día. No olvidemos que hubo
un momento en la historia en la que los jueces eran considerados como “pequeños
reyes”.
En los países anglosajones en cambio, se mantiene la superioridad de alturas de
los jueces pero se rompe el modelo de perspectiva renacentista italiana, ya que las
declaraciones de acusados y testigos se realizan en un extremo de la Sala a la izquierda
del juez. Este aspecto nos conduce a comentar el lugar destinado a la declaración y los
elementos empleados en la misma.
Como podemos apreciar, estas Salas de Vistas presen-
tan aspectos diferenciados en cuanto a la zona donde peri-
tos, testigos, víctimas-testigo y acusados prestan declaración.
Mientras que en la Sala de lo penal de los Juzgados de San
Sebastián aparece un micrófono de pie únicamente (foto 5),
en la Sala de la Audiencia el soporte es más amplio, ya que
hay una mesa y una silla además.
Esta cuestión resulta interesante desde el punto de vista
victimológico. Para una persona es muy diferente declarar
de pie o sentada. No estamos hablando de comodidad úni-
camente sino de emplear elementos sencillos que puedan
Foto 5. Micrófono Sala
aportar seguridad. En muchas ocasiones las declaraciones de lo Penal núm. 3 San
son largas y las víctimas atraviesan por momentos compli- Sebastián.
cados en los que han de recordar y verbalizar una serie de
acontecimientos difíciles, y responder además a las preguntas formuladas en el pro-
ceso. Una simple mesa con una silla pueden ayudar a que mejoren las circunstancias de
la declaración. Siendo ésta una consideración tan evidente, ¿por qué se sigue utilizando
el micrófono de pie? La respuesta legal se encuentra en el art. 685 de la Ley de Enjui-
ciamiento Criminal según el cual: “Toda persona interrogada o que dirija la palabra
al Tribunal deberá hablar de pie”. No hemos de olvidar que la LECrim data de 1882,
pero en la práctica diaria observamos que esta disposición se sigue aplicando. No
obstante, el artículo continúa con la siguiente excepción: “Se exceptúan el Ministerio
Fiscal, los defensores de las partes y las personas a quienes el Presidente dispense de
esta obligación por razones especiales”. De alguna manera, es el propio artículo el que
legitima una interpretación protectora de la manera de realizar las declaraciones, que
puede adaptarse a las circunstancias que presentan las víctimas que han de pasar por
este trago, pero si pretendemos que se establezca una relación de equilibrio entre las
personas que han de prestar declaración, todas habrían de hacerlo sentadas, incluidos
victimarios, peritos, testigos y víctimas-testigo, práctica que ya se realiza en la sede de
la Audiencia Provincial de Guipúzcoa.
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 303
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304 Verónica Arrieta Ouviña
3.2.1.2. De mediación
Hasta el momento, hemos analizado los foros de enjuiciamiento penal en un
sentido amplio, que poco tienen que ver con los destinados al acto de la mediación,
práctica que se ha ido extendiendo particularmente desde 2008 con la creación de los
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 305
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306 Verónica Arrieta Ouviña
nes de las víctimas, si tratan de utilizarse como prueba de cargo, hayan de evacuarse
estando presente el victimario, delante del órgano judicial y con asistencia de público.
Esta preceptiva presencia de las víctimas en el juicio oral ha generado inquietudes victi-
mológicas, sobre todo en delitos que afectan a valores sobre los que se basa la dignidad
personal y en relación a personas que presentan condiciones de especial vulnerabilidad
por razones subjetivas (menores de edad); relacionales (agresiones sexuales) y ambien-
tales (victimarios familiares) (Subijana, 2000).
El encuentro en este contexto de las víctimas con la mirada del victimario genera
ansiedad, temor, tensión y recuerdos indeseables. Para mitigar estos efectos que
genera para las víctimas acercarse al escenario judicial para declarar en el juicio oral,
se han puesto en práctica una serie de programas de asistencia específicas para las
víctimas testigos. A través de ellos se realizan actividades como el asesoramiento de
la víctima-testigo acerca de su intervención en el procedimiento penal; hacer requeri-
mientos puntuales sobre las fechas en que debe acudir a los tribunales y la forma de
hacerlo; establecer contactos con el lugar de trabajo del testigo para facilitar los per-
misos oportunos; acondicionamiento de salas de espera adecuadas, etc. (Landrove
Díaz, 1998).
En la provincia de Guipúzcoa contamos para la realización de esta asistencia con
el Servicio de Atención a las Víctimas (SAV) sito en la sede de los Juzgados de San
Sebastián. Al frente de este servicio que atiende a todo tipo de víctimas, se encuentra
un equipo de trabajo formado por una psicóloga clínica, una trabajadora social y una
jurista que ofrecen en concreto los siguientes servicios:
• Facilitar ayuda psicológica inmediata (primera contención y atención psicológica)
• Asesorar sobre procedimientos policiales y judiciales hasta la finalización de los
mismos
• Ayuda si se necesita recibir una rápida atención sanitaria
• Orientar sobre los recursos sociales disponibles y facilitar apoyo en la solicitud
de los mismos
• Proporcionar ayuda en su entorno social a través de la colaboración institucio-
nal, etc.
No obstante, el volumen de trabajo en la provincia es muy amplio, ascendiendo
en 2012 a la cifra de 1228 casos atendidos en 2012 (Memoria del SAV, 2012),
por lo que quizá sería positivo ampliar la plantilla o crear un segundo órgano para
reducir la espera y que el servicio prestado sea lo más efectivo posible. En este sen-
tido, el Consejo General del Poder Judicial (1997) pide que se creen más oficinas de
asistencia a la víctima del delito, especificando que haya al menos una con carácter
provincial y en la medida de lo posible, se establezcan delegaciones en cada partido
judicial.
Un aspecto muy positivo de este servicio es que se halla en el interior del edificio
judicial. Esto facilita la conexión y comunicación con las dependencias judiciales por
ejemplo a la hora de mostrar a las víctimas la Sala donde se va a celebrar el juicio, con-
siguiendo que las mismas se familiaricen con el escenario tan desconocido para ellas en
muchísimas ocasiones.
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 307
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 311
habla de “animar a los Estados”. No olvidemos que las Directivas son normas de obligado
cumplimiento por los Estados miembros que disponen de un plazo para poder adaptar
sus ordenamientos conforme a lo establecido en este rango normativo. La expresión
“animar a los Estados”, ¿cómo se ejecutará en la práctica de nuestro ordenamiento?
¿Quedará esta cuestión bañada en agua de borrajas? Resulta obvio que la aplicación de
estos avances requiere una inversión económica importante. Actualmente no parece que
este país esté encaminado a financiar iniciativas de estas características.
La mencionada Directiva nace en el seno de un contexto en el que nuestro país
presenta uno de los ordenamientos penales más punitivistas. De hecho, el antepro-
yecto de reforma del Código Penal en su exposición de motivos expresa lo siguiente:
“La necesidad de fortalecer la confianza en la Administración de Justicia hace pre-
ciso poner a su disposición un sistema legal que garantice resoluciones judiciales
previsibles que, además, sean percibidas en la sociedad como justas. Con esta finali-
dad, se lleva a cabo una profunda revisión del sistema de consecuencias penales que
se articula a través de tres elementos...” siendo uno de ellos “la incorporación de la
prisión permanente revisable, reservada a delitos de excepcional gravedad”.
Teniendo esto en cuenta, ¿de qué manera se van a implementar las cuestiones plan-
teadas en una Directiva con una madurez considerable, que supone un avance hacia
las demandas victimológicas en nuestro sistema normativo, con una futurible reforma
del Código Penal que parece ser que tiende a concentrar sus esfuerzos en el aspecto
punitivo?
Frente a la tecnología mencionada
apreciamos en nuestros juzgados algunas
soluciones “de andar por casa”. Tal es el
caso de los biombos (foto 21). A pesar de
contar con los medios audiovisuales nece-
sarios, todavía se sigue utilizando este ele-
mento rudimentario. Algunos autores y
operadores de la justicia desaconsejan su
empleo. Tal es el caso del presidente de
la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, I.
Subijana (2000, 113) que se pronuncia al
respecto con estas palabras:
Foto 21. Biombo en Sala de lo Penal núm. 5 de
“...la angustia de las víctimas resulta los Juzgados de San Sebastián.
reforzada por la mera constancia de la
presencia a escasa distancia del victimario, aunque no se perciba visualmente su asisten-
cia, amen de que, dada la configuración de las Salas de Justicia, en muchas ocasiones
las medidas de ocultación visual de las víctimas (por ejemplo, declarando tras un biombo)
adornan su declaración de un cierto sabor de indignidad”.
A este respecto cabe recordar el caso de Jordi, un menor que declaró mediante
este método como víctima-testigo, en un juicio por abusos sexuales contra el ex conce-
jal del Ayuntamiento de Cubells, Juan Rodríguez. La noticia saltó a los medios porque
ocho días después de la declaración el chico se quitó la vida. La madre de la víctima
manifestó su creencia en que el hecho de sentir al otro lado a su agresor (cuando Jordi
esperaba que no iba a encontrarse en la Sala) “tosiendo reiteradamente para ponerle
nervioso”, generó en el menor un desasosiego y un estado de terror que desembocó en
dicho trágico final (Diario D en cuatro.com, 19/06/2012).
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312 Verónica Arrieta Ouviña
EGUZKILORE – 28 (2014)
Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 313
c) Evitar la declaración del menor en el juicio oral, siempre a través de una reso-
lución judicial debidamente motivada, en base a la incapacidad del menor para
declarar (arts. 417.3 y 707 de la LECrim) o la causación de daños psíquicos
relevantes si se lleva a cabo la declaración (art. 158.4 CC). Este último punto
sería el más severo, pero aun a riesgo de que el acusado resultara absuelto por
producirse déficits en la investigación o en la práctica probatoria, el resultado
sería más favorable que la “condena” a un menor victimizado de por vida.
EGUZKILORE – 28 (2014)
Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 315
Se echa de menos que esta “zona de espera” sea un espacio cerrado en vez de
estar ubicada junto al ascensor y al pasillo donde se genera un tránsito que elimina
cualquier esperanza de intimidad. Además de esto, ¿sería una utopía considerar que la
espera se realizara en un ámbito adecuado, (lejos de la frialdad de los espacios multiu-
sos) más íntimo y donde los menores, algunos de muy corta edad pudieran realizar, por
ejemplo, alguna actividad creativa o lúdica?
EGUZKILORE – 28 (2014)
316 Verónica Arrieta Ouviña
IV. CONCLUSIONES
1. En este trabajo se ha intentado analizar el impacto de los diversos escenarios
judiciales en la victimización secundaria. Concretamente, hemos visto que la justicia de
hoy en día mantiene una serie de elementos rituales y simbólicos representativos de una
aristocracia pretérita que, a pesar de la defensa de Garapon (1985), encuentran obje-
ciones a su valor esencialmente positivo como garantizador de derechos, de víctimas y
victimarios por parte de autores como Varona Martínez (1996), en base a lo expuesto
al respecto por Barcellona y Azcona.
Desde un punto de vista victimológico, lo simbólico, la solemnidad en las formas,
en la indumentaria, son aspectos con los que las víctimas no se encuentran familiari-
zadas puesto que generalmente no forman parte de su realidad diaria. Estas forma-
lidades generan un alejamiento entre la justicia y el ciudadano que, según Dorado
Picón (2007), obliga a los operadores jurídicos a la eliminación de barreras, a sim-
plificar el lenguaje jurídico y forense y a informar en términos entendibles por las
personas ajenas a la administración de justicia. Cierto es que la justicia ha de contener
unas formalidades, pero éstas deberían adaptarse a lo esperable dentro de un sistema
democrático con una legislación emergente cada vez más receptiva a las demandas
victimológicas. En este sentido, Sampedro Arrubla (2003) plantea una reformulación
de las estructuras del proceso penal para permitir el acercamiento de la adminis-
tración de justicia a las víctimas, aspecto que el autor denomina “humanización del
proceso penal”.
2. En cuanto a la teatralidad del proceso penal entendida como la puesta en
escena del mismo, cabe concluir que una vez realizado el paralelismo entre el acto tea-
tral y el procesal, hallamos varias similitudes, como la establecida por Garapon (1997),
en cuanto al parentesco entre escenarios, o las surgidas a través de la definición de
teatro que presentan Macgolwan y Melnitz (1966). A la vez, encontramos una serie
de diferencias en cuanto a los actores participantes que encarnan un interés desde un
punto de vista victimológico: en el proceso penal, al contrario que en el teatral, las
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 317
víctimas, como actores secundarios, rara vez dominan el lenguaje y las formas, y a no
ser que disfruten de una adecuada información por parte de los representantes técnicos
y del poder judicial, ese desconocimiento puede suponer un perjuicio para las víctimas
que acuden a la justicia. Por otro lado, en cuanto a la diferente evolución de los escena-
rios teatrales y judiciales, cabe determinar que posiblemente el hecho de que el teatro
se encuentre libre de cuestiones como la jerarquía y el poder le permite presentar una
mayor flexibilidad a la hora de evolucionar.
3. En lo que respecta a los modernos edificios judiciales y su mobiliario, haciendo
referencia específicamente a las “Ciudades de la Justicia”, hemos de señalar que existen
dos aspectos que pueden producir consideraciones negativas de cara a un tratamiento
adecuado a las víctimas. En primer lugar, la construcción de estos complejos lejana a
los centros urbanos, que Chipperfield y Vázquez (2012) defienden como una cuestión
positiva de eficiencia laboral y funcional, podría generar la incomodidad de tener que
desplazarse hasta los mismos y aumentaría la distancia entre la justicia y los ciudadanos.
En segundo lugar, la amplia magnitud de estos aglomerados de edificios y su organi-
zación en cuanto a mobiliario y personal, según el abogado Muelas Cerezuela (2012),
podría causar confusión a la hora de realizar las gestiones necesarias por parte de las
personas necesitadas de este servicio. En todo caso, observamos que actualmente en el
diseño de las modernas construcciones de la justicia parecen obviarse los intereses de
las víctimas, a favor de una preocupación por lo estético, o por la funcionalidad favora-
ble a los trabajadores de la administración de justicia.
4. Tras el análisis de los diversos escenarios de la justicia penal en Donostia-San
Sebastián a partir del material fotográfico empleado, podemos afirmar que, pese a una
construcción y una reforma relativamente recientes, hallamos elementos significativos
representantes de la jerarquía y el poder judicial como: la pervivencia de los estrados,
la utilización del “banquillo”, la ausencia de un espacio específico para la ubicación del
Tribunal del Jurado, la consideración presidencialista del edificio de la Audiencia Pro-
vincial reflejada en el mobiliario y en la pervivencia de la visión perfecta de la perspec-
tiva de la Sala de Vistas que se remonta a las características de la sala teatral española
del s. XVII, y la obligación a declarar de pie en los Juzgados de San Sebastián, incluido
el Juzgado de Menores.
4.1 Asimismo, destacamos los inconvenientes del espacio destinado al Juzgado
de Guardia, respecto de su ubicación, su distribución y su estructura que pueden tradu-
cirse en una total falta de intimidad para las víctimas que se acercan a interponer una
denuncia. Asimismo, cabe recalcar la ausencia de especialización victimológica de los
trabajadores de este servicio que, en muchas ocasiones, se convierten en la primera
toma de contacto entre las víctimas y el sistema procesal penal.
4.2 Por las especiales características de los foros de mediación, no hallamos los
elementos estructurales presentes en los foros de enjuiciamiento en sentido amplio:
la jerarquía y el poder desaparecen y las partes cobran el protagonismo del acto. Sin
embargo, hay aspectos que podrían mejorarse en estos ámbitos como son la elección
de un mobiliario adecuado (mesas ovaladas o redondas), demandada por los propios
mediadores, y las condiciones ambientales de los espacios destinados a tal efecto.
4.3 Respecto a la existencia de elementos de protección victimal en el diseño de
los modernos edificios de la justicia y su mobiliario, cabe apuntar que encontramos algu-
nos intentos, unos más efectivos que otros, referidos a los siguientes cuatro aspectos:
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318 Verónica Arrieta Ouviña
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Diversos escenarios judiciales y su impacto en la victimización secundaria 319
narios judiciales, han de caminar de la mano hacia una verdadera visibilización de las
víctimas en la justicia penal. Se trata de realizar una conjunción equilibrada entre forma
y fondo, creando un sistema que avance en ambos aspectos de manera simultánea,
haciendo protagonistas a las personas que se acercan a los espacios judiciales y a los
profesionales que trabajan en ellos.
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EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
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EGUZKILORE – 28 (2014)
EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
325-326
El día 7 de noviembre de 2012, en el marco del Acto de apertura del curso aca-
démico 2012-13 del Instituto Vasco de Criminología, celebrado en la sede del IVAC/
KREI, en San Sebastián, se procedió al nombramiento de Miembro de Honor del
IVAC/KREI, a perpetuidad, a D.ª Inmaculada Iraola Piñuetaco, Secretaria del Instituto
desde el año 1985.
La entrega de esta condecoración académica supone la continuación de la pauta
iniciada por el IVAC/KREI hace treinta y tres años, cuando:
• el día 12 de junio de 1979, D. José Miguel de Barandiarán fue nombrado primer
Miembro de Honor del Instituto. Con posterioridad, recibieron también este galar-
dón, otorgado por el Instituto:
– Prof. Dr. D. Julio Caro Baroja, día 28 de diciembre de 1988.
– Excmos. Sres. D. Emilio Barberá Guillem, Rector Magnífico de la Universidad del
País Vasco, y D. Juan Ramón Guevara Saleta, Consejero de Presidencia, Justicia
y Desarrollo Autonómico del Gobierno Vasco, el día 30 de junio de 1989.
– Excmo. Sr. D. Enrique Ruiz Vadillo, Presidente de la Sala 2ª del Tribunal Supremo
y Presidente del Instituto Europeo de España, y el Profesor Doctor D. Reynal
Ottenhof, Director del Centre de Sciences Criminelles de la Université de Pau
et des Pays de l’Adour, el 14 de julio de 1990.
– Sr. D. Jean Pinatel, Presidente H. de la Sociedad Internacional de Criminología,
el 23 de noviembre de 1990.
– Excmo. Sr. D. José Ramón Recalde, Consejero de Justicia del Gobierno Vasco, el
2 de julio de 1993.
– Excmo. Sr. D. José Angel Cuerda, Alcalde de Vitoria-Gasteiz, el 30 de junio de 1995.
– Excmo. Sr. D. Eduardo Chillida, el 27 de junio de 1996.
– El que fuera Profesor del IVAC/KREI y Psicólogo de la prisión de Martutene,
Francisco Javier Gómez Elósegui –a título póstumo–, el 27 de junio de 1997.
326 José Francisco Etxeberria Guridi
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EGUZKILORE
Número 28.
San Sebastián
2014
327-357
INDICE
I. INTRODUCCIÓN
II. INVESTIGACIÓN
II.1. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN
II.2. GRUPOS DE INVESTIGACIÓN
II.3. PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
II.4. OTROS PROYECTOS
II.5. SEMINARIOS PERMANENTES DE INVESTIGACIÓN
II.6. ESTANCIAS INVESTIGADORAS EN EL IVAC-KREI
II.6.1. Investigador visitante
II.6.2. Otras estancias investigadoras:
II.7. PUBLICACIONES
II.7.1. Eguzkilore. Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología
II.7.2. Libros
II.7.3. Artículos y contribuciones a libros y revistas
II.7.4. Artículos en publicaciones extranjeras
II.7.5. Otras publicaciones
II.8. BECAS DE INVESTIGACIÓN/COLABORACIÓN
II.9. PREMIOS DE INVESTIGACIÓN CONCEDIDOS POR EL IVAC-KREI
II.9.1. Premio Jean Pinatel
II.9.2. Premio de Investigación Victimológica “Antonio Beristain”
II.10. OTROS
III. ACTIVIDADES DOCENTES, JORNADAS Y CONGRESOS
III.1. TÍTULOS PROPIOS
III.1.1. Título propio de postgrado de especialista en asistencia a las víctimas de experiencias trau-
máticas (curso 2012-2013)
III.1.2. Título propio de gestión de seguridad y emergencias (curso 2012-2013)
III.2. CURSOS DE FORMACIÓN
III.2.1. Taller de iniciación a la actividad investigadora
III.2.2. Workshop Restaurative Justice in Terrorist Victimisations (Oñati)
III.2.3. Curso de verano
III.2.4. Jornada
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Memoria del IVAC/KREI 329
VII. MISCELANEA
VII.1. ACTO COMIENZO DE CURSO ACADÉMICO 2012-2013
VII.2. NOMBRAMIENTOS
VII.3. RENOVACIÓN CONSEJO DIRECCIÓN
I. INTRODUCCIÓN
El Instituto Vasco de Criminología-Kriminologiaren Euskal Institutua (IVAC-KREI)
es un Instituto Universitario de Investigación perteneciente a la UPV/EHU cuyas acti-
vidades prioritarias son la investigación, la formación especializada y la consultoría
externa sobre todos los ámbitos relacionados con la Criminología. También se ocupa
de la transferencia de conocimientos criminológicos y victimológicos al conjunto de la
sociedad.
Por su decidida vocación internacional, el Instituto mantiene relaciones de
colaboración estables con Institutos universitarios de Criminología, con la Sociedad
Internacional de Criminología y otras asociaciones de prestigio en el área de su activi-
dad, potenciando así su presencia europea, y su integración en redes de investigación
internacionales.
Ser un agente de cambio social constituye el compromiso que, desde las líneas
de investigación que son descritas más adelante, el IVAC-KREI ha adquirido con el
modelo de convivencia ciudadana que anhelamos: trabajamos, en fin, por una socie-
dad más justa, más igualitaria y más respetuosa con las diferencias.
NOTA: Para más información sobre el IVAC-KREI puede consultarse el sitio web:
http://www.ivac.ehu.es
II. INVESTIGACIÓN
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330 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 331
Duración 3 años
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Memoria del IVAC/KREI 333
EGUZKILORE – 28 (2014)
334 Memoria del IVAC/KREI
Investigación 2013 (2) Manual de Inteligencia Criminal: “Ert zaint za guiada por
el conocimiento. Gestión estratégica de la seguridad
pública: Método B.A.I.E.T.Z. / R.A.I.D.A.S. Manual de
Análisis de Inteligencia Criminal”
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 335
Equipo Investigación Ana Isabel PÉREZ MACHIO, César SAN JUAN, Gema
VARONA, Virginia MAYORDOMO
EGUZKILORE – 28 (2014)
336 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 337
EGUZKILORE – 28 (2014)
338 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 339
Duración 6 meses
EGUZKILORE – 28 (2014)
340 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 341
II.7. PUBLICACIONES
II.7.2. Libros
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EGUZKILORE – 28 (2014)
342 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 343
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Revista Criminalidad, julio-diciembre - vol. 54, nº 2, pp. 101-118.
MAYORDOMO, V. (2012): “Consecuencias jurídicas para el extranjero derivadas de su estan-
cia irregular y de la comisión de delitos”, en Cuadernos de Política Criminal, nº 107,
pp. 1-40.
_ (2012): “Régimen Jurídico Internacional de la Lucha contra la Discriminación Racial”, en
FERNÁNDEZ DE CASADEVANTE, C. (coord.), Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, Ed. Porrúa, Mexico, pp. 20-43.
_ (2013): “Cuestiones concursales entre el delito de trata de seres humanos y la prostitu-
ción coactiva”, en Richard González M., Riaño Brun I. Poelemans M., Estudios sobre la
Lucha contra la Trata de Seres Humanos, Ed. Aranzadi, Cizur Menor, pp. 77-106.
MUELA, A, BALLUERKA N. y TORRES, B (2012): “Ajuste social y escolar de jóvenes víctimas
de maltrato infantil en situación de acogimiento residencia” en Anales de Psicología 29
(1), pp. 197-206.
MUELA, A, TORRES, B y BALLUERKA, N. (2012): Estilo de apego y psicopatología en ado-
lescentes víctimas de maltrato infantil. Infancia y Aprendizaje 35 (4), pp. 451-469.
PÉREZ MACHÍO, A. I, PEGO OTERO, L. (2012): “Victimización de las mujeres inmigrantes en
la CAE”, en At zerriko Emakume Etorkinak EAEn/Mujeres inmigrantes extranjeras en
la CAE, Ed. Servicio Publicaciones Emakunde, Vitoria-Gasteiz, pp. 87-100.
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344 Memoria del IVAC/KREI
EGUZKILORE – 28 (2014)
Memoria del IVAC/KREI 345
Compilaciones
DE LA CUESTA J. L., (2012): Resoluciones de los Congresos de la Asociación Internacional
de Derecho Penal (1926-2009), (a cargo de José Luis de la Cuesta e Isidoro Blanco
Cordero), Ed. Erès, Mercués, Toulouse.
Traducciones
PÉREZ MACHÍO, A. I. (2013), traducción del capítulo de libro “Capítulo 7: Buen Orden”,
en Principios de Derecho y Política penitenciaria europea. Penología y Derechos
Humanos, Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, 2013, pp. 394-468.
_ (2013), traducción del capítulo de libro “Capítulo 8: Puesta en libertad”, en Principios de
Derecho y Política penitenciaria europea. Penología y Derechos Humanos, Ed. Tirant
lo Blanch, Valencia, pp. 469-508.
VAN ZYL SMIT, D.; SNACKEN, S. (2013): traducción y adecuación a la normativa española
realizada por la investigadora Isabel Germán de “Contexto y marco teórico”, en Principios
de Derecho y Política Penitenciaria Europea. Penología y Derechos Humanos, Tirant
lo Blanch, Valencia, pp. 83-145.
_; _ (2013): traducción y adecuación a la normativa española realizada por la investiga-
dora Isabel Germán de “El contacto con el mundo exterior” en Principios de Derecho
y Política Penitenciaria Europea. Penología y Derechos Humanos. Tirant lo Blanch,
Valencia 2013, pps. 337-402.
Otras
LABACA, M. L., GERMÁN, Isabel, HERNANDO, I. (2013): “Análisis, desde la experiencia en
el Grado de Derecho, de la dirección de los trabajos fin de grado: reflexiones críticas para
optimizar resultados”, en J. Bermúdez, J. M. Blanco y M. Marit xalar (eds.) Irakaskunt za
Esperient zien Elkartrukerako Jardunaldiak. Jornadas de Intercambio de Experiencias
Docentes. Servicio Editorial Universidad del País Vasco.
VOZMEDIANO L., ISASI X., VERGARA A., GOROSTIAGA A. & LERT XUNDI N. (2012).
Cómo llegar a ser el “fichaje estrella” de los equipos de investigación. IKD baliabi-
deak 4. http://cvb.ehu.es/ikd-baliabideak/vozmediano-04-2012.htm publicación del
Vicerrectorado de Calidad de Calidad e Innovación Docente de la UPV/EHU.
EGUZKILORE – 28 (2014)
346 Memoria del IVAC/KREI
Así mismo obtuvieron para el curso 2012-2013 una beca de colaboración del
Gobierno Vasco, Alexander Trinidad Pascual adscrito al Dpto. de Psicología
Social y Metodología CC. del Comportamiento y Josebe Zaraut z adscrita al Dpto.
de Derecho Público y, por parte del Ministerio de Educación, Mikel Subiza
Pérez y Andrea Perez Lacarra adscritos ambos también al Dpto. de Psicología
Social y Metodología Ciencias del Comportamiento.
II.10. OTROS
La investigadora del IVAC-KREI, Miren Odriozola Gurrut xaga, obtiene el
segundo premio de la I Edición del Certamen de Ensayos Blattmann, Odio Benito
y Steiner sobre Justicia Penal Internacional en la categoría de hasta 35 años, por
su ensayo “Aspectos relativos a la aplicación del artículo 25(3)(d) del Estatuto de
Roma”. Su trabajo será publicado en el próximo número de la revista Perspectiva
Ibero-Americana de la Justicia Penal Internacional, publicada por la Universidad
del Rosario de Colombia, Editorial Tirant lo Blanch y el IIHH.
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Objetivos:
• Formar a los asistentes en el campo de la asistencia a víctimas de sucesos o
experiencias traumáticas, ofreciendo una visión integradora de la actuación
necesaria, que incluya medidas de intervención psicológica, médica, social y
legal.
• Analizar las consecuencias psicológicas de los sucesos traumáticos en función
del tipo de acontecimiento y de las diferencias individuales y sociales de las
víctimas.
• Enseñar a los alumnos a detectar y a evaluar los problemas psicológicos de las
víctimas, así como a analizar sus recursos psicológicos.
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348 Memoria del IVAC/KREI
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III.2.4. Jornada
Jornada “Casos que han creado doctrina en Derecho Penal” en jornada subven-
cionada por el Vicerrectorado del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU, en colabora-
ción con el IVAC-KREI, celebrada en Leioa el 25 de abril de 2013.
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Debate
11:00-11.30 Pausa
Debate
Debate
18,30-19:00 Pausa
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VI.3. BIBLIOTECA ON-LINE DEL PROF. Dr. Dr. h.c. ANTONIO BERISTAIN
IPIÑA
El objetivo prioritario de esta Cátedra es recopilar y difundir a través de su
página Web (http://www.ehu.es/catedra-antonioberistain) los trabajos, escritos,
libros, artículos del Prof. Beristain, reflejo de su ingente tarea investigadora y docente.
Actualmente se encuentran ya disponibles todos sus artículos, presentaciones,
dedicatorias, etc. que fueron publicados en la Revista Eguzkilore, además del libro
homenaje a él dedicado “Criminología y Derecho penal al servicio de la persona” y
algunos de los libros editados, o compilados por él.
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Bases (2013):
• Podrá presentarse cualquier investigador de hasta 40 años.
• Los trabajos podrán ser presentados en castellano, euskera, inglés o francés,
y tendrán una extensión de 30 a 50 hojas en Times New Roman 12, interli-
neado de 1’5.
• Serán enviados 6 ejemplares del trabajo por correo certificado a la sede del
IVAC, Centro Carlos Santamaría Zentroa, Elhuyar plaza, 2, 20018 Donostia-
San Sebastián, además de una copia por correo electrónico a la secretaría del
IVAC: ivac@ehu.es
• El IVAC tendrá el derecho de publicar el trabajo premiado en la revista
Eguzkilore para lo cual su autor facilitará un ejemplar del mismo en soporte
informático, pudiéndose declarar el premio desierto.
• El jurado estará formado por el Consejo de Dirección del IVAC y un miem-
bro delegado del Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del
Gobierno Vasco. Si por proximidad, o por haber realizado alguna colabora-
ción, algún miembro del jurado tuviera relación con un participante, no tendrá
ni voz ni voto en la valoración del mismo.
• Tomar parte en esta convocatoria implica renunciar a cualquier acción judicial
o extrajudicial contra el veredicto del jurado que será, por tanto, inapelable. La
presentación del trabajo implica la aceptación de sus bases.
• El plazo para la presentación de los trabajos es el 15 de octubre de 2013.
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VI.7. OTROS
Parece oportuno recordar aquí otros premios e iniciativas desarrollados para per-
petuar la Memoria de Antonio Beristain, que la Cátedra apoya con entusiasmo:
– Premio Extraordinario Antonio Beristain Ipiña de Victimología a la Excelencia
humanística e investigadora, de la Fundación de Victimología (Universidad de
Murcia).
– Premio en Criminología Antonio Beristain, para el fomento de plazas a titu-
lados en Criminología, instituído por la Federación de Asociaciones de
Criminólogos de España (FACE) y la Sociedad Española de Investigación
Criminológica (SEIC).
– Otras Cátedras dedicadas al Prof. Dr. Dr. h.c. Antonio Beristain:
• Cátedra “Antonio Beristain” de Estudios sobre el Terrorismo y sus
Víctimas. Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas”.
Universidad Carlos III de Madrid.
• Cátedra Internacional de Victimología “Antonio Beristain Ipiña”. Fundación
Victimología. Universidad de Murcia.
• Cátedra Antonio Beristain –Instituto Vasco de Criminología-
Kriminologiaren Euskal Institutua. Universidad del País Vasco. UPV/EHU.
• Extensión de la de la Universidad de Occidente de Guatemala: La
Universidad de Occidente de Guatemala ha rendido un sentido homenaje a
Antonio Beristain Ipiña (1924-2009) y le ha dado su nombre a una de sus
Extensiones. Con ello, pretende reconocer a quien fuera “maestro pensa-
dor con múltiples trabajos y escritos, dedicados al Derecho penal, Política
Criminal, Criminología y Victimología, así como por su compromiso contra
la situaciones injustas y a favor de los derechos humanos, y por su defensa
de los derechos de los presos y estudios profundos sobre la macrovictima-
ción terrorista”.
VII. MISCELÁNEA
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VII.2. NOMBRAMIENTOS
El 31 de octubre de 2012 la Profª. Dra. Virginia Mayordomo Rodrigo,
Secretaria Académica del IVAC-KREI, Secretaría Académica del Instituto hasta
la fecha, fue nombrada Secretaria Académica de la Facultad de Derecho cargo
que desempeña en la actualidad. En su lugar se nombró a la Prof.ª Dra. Isabel
Trespaderne Beracierto, nueva Secretaria Académica del Instituto.
Así mismo, en la misma fecha, la Profª. Dra. Ana Isabel Pérez Machío fue
nombrada Vicedecana de Ordenación Académica, Alumnado y Euskera de la misma
Facultad.
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HEZKUNTZA, HIZKUNTZA, DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN,
POLITIKA ETA KULTURA SAILA POLÍTICA, LINGÜÍSTICA Y CULTURA