Los Libros Historicos Pablo Hoff (OCR2)
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PERSPECTIVAS,
PRINCIPIOS Y CRITERIOS
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL – 29 DE NOVIEMBRE DE 2011
ÍNDICE DEL DOCUMENTO
2. …La teología, igual que explora el inagotable Misterio de Dios y los infinitos
caminos por los que su gracia opera en diversos contextos para la salvación,
adopta de forma recta y necesaria multitud de formas, y, si bien las
investigaciones de la única verdad de la trinidad de Dios y del único plan de
salvación se centran en el único Señor Jesucristo, esta pluralidad debe manifestar
unos rasgos familiares distintivos.
[5] «Católica» hace referencia aquí a la Iglesia católica en la que pervive la Iglesia
una, santa, católica y apostólica fundada por Cristo y encomendada al cuidado de
Pedro y de los apóstoles. 10
P. GABRIEL MESTRE - MAR DEL PLATA - ARGENTINA
INTRODUCCIÓN
5. …La unidad de la teología, por tanto, no requiere uniformidad, sino más bien
un enfoque único en la Palabra de Dios y una explicación de sus riquezas
innumerables por medio de teologías capaces de dialogar y comunicarse unas
con otras. Asimismo, la pluralidad de las teologías no debería suponer
fragmentación o discordia, sino más bien la exploración de la verdad salvadora
única de Dios por medio de innumerables caminos.
8. …El Espíritu Santo no solamente inspiró a los autores bíblicos a encontrar las
palabras verdaderas del testimonio, sino que también ayuda a los lectores de la Biblia de
todas las épocas a comprender la Palabra de Dios por medio de las palabras humanas
de las santas Escrituras.
8. …«La Palabra de Dios se nos da en la Sagrada Escritura como testimonio inspirado
de la revelación que, junto con la Tradición viva de la Iglesia, es la regla suprema de la fe»
9. …Es criterio de la teología católica el reconocimiento de la primacía de la Palabra de
Dios.
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2. LA FE, RESPUESTA A LA PALABRA DE DIOS
11. … «La obediencia de la fe» (Rom 1,5) es, por tanto, algo personal. Por la fe
los hombres abren su corazón para recibir el amor de Dios que se derrama
sobre ellos por medio del don del Espíritu Santo (cf. Rom 5,5); y abundan en
«esperanza por la fuerza del Espíritu Santo» (Rom15,13), una esperanza que «no
defrauda» (Rom 5,5). De este modo, una fe viva puede entenderse como
comprensiva tanto de la esperanza como del amor.
13. La «fe» es tanto el acto de creer o confiar como también aquello que se cree
o se confiesa, fides qua y fides quae, respectivamente. Ambos aspectos trabajan
juntos de manera inseparable, puesto que la confianza es adhesión a un mensaje
con un contenido inteligible, y la confesión no puede reducirse a meras palabras
vacías, debe surgir del corazón. La fe es al mismo tiempo una realidad
profundamente personal y eclesial. Al profesar su fe, los cristianos dicen tanto
«yo creo» como «nosotros creemos».
13. …Todos los cristianos están llamados a dar testimonio personal de su fe,
pero los credos permiten a la Iglesia como tal profesar su fe.
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2. LA FE, RESPUESTA A LA PALABRA DE DIOS
14. …El Nuevo Testamento muestra sobradamente que, desde los comienzos de
la Iglesia, ciertas personas han propuesto una interpretación «herética» de la fe
mantenida en común, una interpretación opuesta a la Tradición apostólica.
14. …La herejía es «la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una
verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la
misma».
15. Es criterio de teología católica tomar la fe de la Iglesia como su fuente,
contexto y norma. La teología mantiene la fides qua y la fides quae juntas.
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3. LA TEOLOGÍA, COMPRENSIÓN DE LA FE
16. …San Agustín invita a todo el que busca la verdad, a «creer para
comprender (crede ut intelligas)»…
17. …en virtud de la fe, los creyentes buscan conocer cada vez más plenamente
aquello en lo que creen, meditándolo en su corazón.
17. …Llevados por el Espíritu y utilizando todos los recursos de su intelecto, se
esfuerzan en asimilar el contenido inteligible de la Palabra de Dios.
17. …«la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se
eleva hacia la contemplación de la verdad»…
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3. LA TEOLOGÍA, COMPRENSIÓN DE LA FE
19. Es criterio de teología católica que tenga, precisamente como ciencia de fe,
«fe que busca comprender (fides quaerens intellectum), una dimensión racional. La
teología trata de comprender lo que la Iglesia cree, por qué lo cree, y qué puede
ser conocido sub specie Dei. Como scientia Dei, la teología aspira a comprender
de manera racional y sistematica la verdad salvadora de Dios.
25. …La lex orandi (la norma de la oración), lex credendi (la norma de la fe) y lex
vivendi (la norma de la vida) son aspectos esenciales de esta Tradición.
26. La Tradición, por tanto, es algo vital y vivo, un proceso continuado en el que la
unidad de la fe encuentra expresión en la variedad de idiomas y en la diversidad
de culturas. Deja de ser Tradición si se fosiliza. «Esta Tradición que procede de
los apóstoles progresa en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo: pues
crece la percepción tanto de las cosas como de las palabras transmitidas [...] Así,
la Iglesia, con el correr de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la
verdad divina hasta que en ella se consuan las palabras de Dios»…
27. …La Tradición, conocida y vivida por los Padres, era multifacética y pujante
de vida, como puede verse a través de la pluralidad de familias litúrgicas y de las
tradiciones espirituales y exegético-teológicas (por ejemplo, en las escuelas de
Alejandría y Antioquía), una pluralidad firmemente arraigada y unida en la única
fe.
28. Muchos de los Padres eran obispos que se reunían con sus obispos
hermanos en los concilios, primero regionales y más tarde mundiales o
«ecuménicos».
28. …Frente a las herejías cristológicas y trinitarias…
28. …Estos concilios establecieron que sus enseñanzas, en particular sus
definiciones solemnes, eran vinculantes de forma normativa y universal; y estas
definiciones, expresan y pertenecen a la Tradición apostólica y continúan
sirviendo a la fe y a la unidad de la Iglesia.
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2. LA FIDELIDAD A LA TRADICIÓN APOSTÓLICA
30. …«La Sagrada Escritura, en efecto, es el hablar de Dios en tanto que, por
inspiración del Espíritu divino, es consignado por escrito; mientras que la sagrada
Tradición transmite íntegramente la Palabra de Dios, confiada por Cristo Señor y
por el Espíritu Santo a los apóstoles, a los sucesores de estos; para que, guiados
por la luz del Espíritu de la verdad, la sirvan, expongan y difundan fielmente en su
predicación. Sucede así que la Iglesia obtiene su certeza acerca de todas las cosas
reveladas no por la sola Sagrada Escritura»…
31. …Por otra, la teología tiene que considerar por qué determinadas
tradiciones son características no de la Iglesia en su conjunto, sino de órdenes
religiosas, iglesias locales o etapas históricas en concreto. Mientras que el uso de
la crítica no es adecuado en lo que concierne a la Tradición apostólica en sí
misma, las tradiciones deben siempre estar abiertas a la crítica, de manera que
pueda tener lugar la «reforma permanente» de la que la Iglesia tiene necesidad.
32. La fidelidad a la Tradición apostólica es criterio de teología católica.
40. …No toda la enseñanza magisterial tiene el mismo peso. Esto es importante
para el trabajo de la teología, y, de hecho, los distintos niveles se describen por
medio de lo que se denominan «cualificaciones o notas teológicas».
54. Se pueden describir los «signos de los tiempos» como aquellos acontecimientos o
fenómenos de la historia de la humanidad que, en cierto sentido, por su impacto o
extensión, definen la apariencia de un período, y vienen a expresar las necesidades y
aspiraciones concretas de la humanidad en dicho momento. Al utilizar el Concilio la
expresión «los signos de los tiempos», muestra que reconoce íntegramente la
historicidad no solo del mundo, sino también de la Iglesia, que está en el mundo
(cf. Jn 17,11.15.18) aunque no es del mundo (cf. Jn 17,14.16). Todo lo que acontezca en
cualquier parte del mundo, sea bueno o malo, no puede nunca resultar indiferente para
la Iglesia. El mundo es el lugar donde la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, anuncia el
Evangelio, da testimonio de la justicia y misericordia de Dios y participa en el drama de
la vida humana.
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CAPÍTULO TERCERO: DAR RAZÓN DE
LA VERDAD DE DIOS
NUMERALES 59-99
62. …La «ciencia» es la forma más alta que toma la consciencia racional. Designa
una forma de conocimiento capaz de explicar cómo y por qué las cosas son
como son.
62. …Según su objeto, es decir, según el aspecto concreto de la realidad que estudia,
la razón utiliza métodos distintos adaptados al objeto mismo. La racionalidad por
tanto es una, pero adopta una pluralidad de formas que constituyen medios
rigurosos para comprender la inteligibilidad de la realidad. La ciencia, asimismo, es
pluriforme; cada ciencia tiene su propio objeto y método específico. Existe una
tendencia moderna a reservar el término «ciencia» para las ciencias «puras»
(matemáticas, ciencias experimentales, etc.) y a desestimar, como irracional y mera
opinión, todo conocimiento cuyos criterios no se correspondan con los de dichas
ciencias. Esta visión unívoca de la ciencia y de la racionalidad es reductiva e
inapropiada.
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1. LA VERDAD DE DIOS Y LA RACIONALIDAD DE LA TEOLOGÍA
63. …El fruto de la reflexión racional del creyente es la inteligencia de las verdades de la fe. Por
medio del uso de la razón, el creyente alcanza a comprender las conexiones profundas que
existen entre las distintas etapas de la historia de la salvación y también entre los distintos
misterios de la fe que se iluminan unos a otros.
64. …El diálogo entre fe y razón, entre teología y filosofía, es por tanto necesario no solo para
la fe sino también para la razón, como explica el papa Juan Pablo en Fides et ratio. Es necesario,
porque una fe que rechaza o desprecia a la razón corre el riesgo de caer en la superstición o el
fanatismo, mientras que la razón que se cierra deliberadamente a la fe, aunque puede avanzar
mucho, no logra alcanzar la verdadera altura de lo que puede saberse. Este diálogo es posible
por la unidad de la verdad en la variedad de sus aspectos.
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1. LA VERDAD DE DIOS Y LA RACIONALIDAD DE LA TEOLOGÍA
66. Los grandes teólogos orientales se sirvieron del encuentro del cristianismo con la filosofía
griega como una oportunidad providencial para reflejar la verdad de la revelación, esto es, la
verdad del Logos.
66. …No obstante, también insistieron firmemente en la dimensión apofática de la teología: la
teología no debe reducir nunca el misterio.
67. A lo largo del periodo medieval, Se constituyó en verdadera ciencia, según los criterios
aristotélicos de ciencia especialmente establecidos en su Posteriora analyticorum: esto es, por
medio del razonamiento se podría mostrar por qué algo fue de una manera y no de otra, y por
medio del razonamiento se podría llegar también a conclusiones partiendo de los principios.
67. …El teólogo no razona a priori, sino que escucha la revelación y busca los
caminos sabios que Dios libremente ha elegido en su plan de amor. Arraigada
firmemente en la fe, por tanto, la teología fue concebida en sí misma como una
participación humana del conocimiento que Dios tiene de sí y de todas las
cosas, «quaedam impression divinae scientiae quae est una et simplex omnium». Esa
fue la fuente primaria de su unidad.
68. Hacia el final de la Edad Media, Hubo una tendencia de la teología a distanciarse de la
Palabra de Dios, de manera que en ocasiones se convirtió en una pura reflexión filosófica
aplicada a cuestiones religiosas. Al mismo tiempo, quizá por este abandono de la Escritura, su
dimensión theo-lógica y su finalidad espiritual desaparecieron de vista, y la vida espiritual
comenzó a evolucionar de forma independiente separándose de una teología universitaria
racionalista, e incluso oponiéndose a esta última.
69. La teología escolástica fue criticada durante la Reforma por valorar excesivamente la
racionalidad de la fe y demasiado poco el daño que el pecado hace a la razón. La teología
católica respondió manteniendo en alta consideración la antropología de la imagen de
Dios (imago Dei) y la capacidad y responsabilidad de la razón, herida pero no destruida por el
pecado.
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1. LA VERDAD DE DIOS Y LA RACIONALIDAD DE LA TEOLOGÍA
71. Hoy existe un nuevo reto, la teología católica tiene que hacer frente a una crisis
posmoderna de la razón clásica.
71. …La idea de «verdad» parece muy problemática. ¿Existe algo como la «verdad»? ¿Hay solo
una «verdad»? ¿Conduce tal idea a la intolerancia y la violencia? La teología católica
tradicionalmente opera con un fuerte sentido de la capacidad de la razón para ir más allá de las
apariencias y extraer la realidad y la verdad de las cosas, pero hoy la razón es vista a menudo en
sentido débil, como incapaz en principio de alcanzar la «realidad». Existe por tanto un problema
que hace que la orientación metafísica de la filosofía, que fue importante para los modelos
anteriores de la teología católica, continúe en una crisis profunda. La teología puede ayudar a
superar esta crisis y a revitalizar una metafísica autentica. La teología católica está interesada, en
todo caso, en el diálogo sobre la cuestión de Dios y la verdad con todas las filosofías
contemporáneas
72. En Fides et ratio el papa Juan Pablo II rechazó tanto el escepticismo filosófico
como el fideísmo e hizo un llamamiento a la renovación de la relación entre la
teología y la filosofía.
72. …La «fuente y punto de partida» es la palabra de Dios revelada en la historia,
y la teología busca comprender esa palabra. Sin embargo, la palabra de Dios es
Verdad (cf. Jn 17,17) y, por tanto, la filosofía, «la búsqueda humana de la verdad»,
puede ayudar a comprender la palabra de Dios.
79. La búsqueda de la unidad en la pluralidad de las teologías adopta hoy formas distintas:
insistiendo en la referencia a una tradición eclesial común de la teología, practicando el
diálogo y la interdisciplinariedad
80. Las distintas formas de teología están todas intrínsecamente unidas por un esfuerzo en
el conocimiento verdadero de Dios y de su plan salvador. Debería por tanto haber una
comunicación y cooperación intensa entre ellas.
80. …El diálogo y la colaboración interdisciplinar son medios indispensables para asegurar y
expresar la unidad de la teología. El singular, «teología», no indica en modo alguno una
uniformidad de estilos o conceptos; al contrario, sirve para indicar la búsqueda común de la
verdad, el servicio común del cuerpo de Cristo y la entrega común al único Dios.
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2. LA UNIDAD DE LA TEOLOGÍA EN UNA PLURALIDAD DE MÉTODOS Y DISCIPLINAS
82. En esta asimilación e integración crítica por parte de la teología de los datos
provenientes de las otras ciencias, la filosofía tiene un papel mediador que jugar.
Pertenece a la filosofía, en tanto que sabiduría racional, introducir los resultados
obtenidos por distintas ciencias dentro de una visión más universal. El recurso a
la filosofía en su papel mediador ayuda al teólogo a utilizar los datos científicos
con el debido cuidado.
85. …La teología católica reconoce los métodos propios de las otras ciencias y
los utiliza críticamente en su propia investigación. No se aísla a sí misma de la
crítica y da la bienvenida al diálogo científico.
86. …la teología no es solo una ciencia sino también una sabiduría.
86. …relación que existe entre el conocimiento humano y el misterio de Dios.
86. …la Verdad última, que nunca se puede alcanzar o dominar completamente.
87. En el Antiguo Testamento el mensaje central de la teología de la sabiduría
aparece tres veces: «Principio de la sabiduría es el temor del Señor» (Sal 111:10;
cf. Prov 1,7; 9,10).
89. El apóstol Pablo critica la «sabiduría del mundo» que entiende la cruz de
Jesucristo solo como una «locura» (1 Cor 1,18-20). Esta necedad es la que él
proclama ser «una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios
antes de los siglos» y ahora revelada (1 Cor 2,7).
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3. CIENCIA Y SABIDURÍA
91. Tal como indica su nombre, la filosofía se entiende a sí misma como una
sabiduría, o al menos como una búsqueda amorosa de la sabiduría.
91. …La contemplación intelectual que resulta de la labor racional del teólogo es
por tanto una verdadera sabiduría. La sabiduría mística o «el conocimiento de
los santos» es un don del Espíritu Santo que procede de la unión con Dios en el
amor. El amor, de hecho, crea una connaturalidad afectiva entre los seres
humanos y Dios, que permite a las personas espirituales conocer e incluso
padecer cosas divinas (pati divina), experimentándolas de manera real en sus
vidas. Este es un conocimiento no conceptual, que se expresa a menudo en la
poesía. Conduce a la contemplación y a la unión personal con Dios, en paz y
silencio.
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3. CIENCIA Y SABIDURÍA
93. El objeto de la teología es el Dios vivo, y la vida del teólogo no puede dejar
de verse afectada por el esfuerzo sostenido de conocer al Dios viviente.
93. …Son parte integrante de la espiritualidad del teólogo: el amor a la verdad, la
disposición hacia la conversión del corazón y la mente, el esfuerzo por la
santidad, y el compromiso con la comunión y la misión eclesial.
95. La verdad de Dios no es por tanto simplemente algo que explorar por medio
de una reflexión sistemática y algo que justificar por medio de un razonamiento
deductivo; es la verdad viva, experimentada por la participación en Cristo.
96. El sentido del misterio que propiamente caracteriza a la teología conduce a
un reconocimiento de los límites del conocimiento teológico, contrario a todas
las pretensiones racionalistas de agotar el Misterio de Dios.
97. …la teología negativa no es en modo alguno una negación de la teología. Las
teologías catafática y apofática no deberían situarse en oposición mutua; lejos de
descalificar un enfoque intelectual del Misterio de Dios, la vía negativa subraya
simplemente los límites de tal enfoque. La vía negativa es una dimensión
fundamental de todo discurso auténticamente teológico, pero no puede
separarse de la vía affirmativa y de la vía eminentiae.