Heridas y Hemorragias en Apu
Heridas y Hemorragias en Apu
Heridas y Hemorragias en Apu
HERIDAS
Una herida es la pérdida de continuidad de la piel debida generalmente a un traumatismo o golpe.
Como consecuencia, se pierde la principal barrera contra las agresiones externas, aumentando el
riesgo de infección y la posibilidad de lesión en tejidos más profundos (tejido subcutáneo, vasos
sanguíneos, nervios, etc.).
1.- Clasificación de las heridas
Las heridas son roturas de los tejidos, provocadas por un agente traumático. En las heridas puede
estar solamente afectada la piel o pueden estarlo también los tejidos subyacentes.
Las heridas se catalogan didácticamente en:
1.1.- Clasificación General:
Ilustración 12 Amputación
Amputación: Es la pérdida parcial o completa de una extremidad como: un dedo, una mano, un
brazo, pie, etc.
Ilustración 13 Aplastamiento
Aplastamiento: Cuando las partes del cuerpo son atrapadas por objetos pesados. Pueden incluir
fracturas óseas, lesiones a órganos externos y a veces hemorragias externa e interna abundantes.
Ilustración 14 Moretón
Moretón: Es el daño a los tejidos blandos y vasos sanguíneos por debajo de la piel. El tejido pierde
su color y se inflama. Inicialmente la piel sólo se ve roja; pero con el tiempo se vuelve de color
morado o rojo oscuro. Un moretón grande o muy doloroso es señal de un daño severo a los tejidos.
2.- Síntomas y signos
Rotura de la piel, que varía según el tipo de herida.
Dolor.
Hemorragia, que depende en parte de los órganos y vasos sanguíneos afectados.
3.- Primeros Auxilios según el tipo de herida
3.1.- Heridas leves
Si la herida es en la mano, procura inmediatamente quitar anillos, pulseras u otros objetos que
puedan obstruir la circulación sanguínea.
Lávate las manos con agua y jabón, antes de iniciar los primeros auxilios.
Limpia la herida con agua limpia y jabón, después con un desinfectante, limpia los extremos
cercanos a la herida, evita que el desinfectante entre en la herida.
Evita poner pomadas o polvos antibióticos.
Si la herida no sangra la puedes dejar descubierta, siempre y cuando no sea expuesta a factores
infecciosos. También puedes cubrir la herida con una gasa estéril, puedes fijarla con una venda
(no apretada), o con cinta médica adhesiva.
Cambia la gasa diariamente, observa si la piel presenta inflamación, enrojecimiento o dolor. Si
este es el caso, comunícate con tu médico para que te recete el medicamento adecuado.
3.2.- Heridas graves
Por lo general una herida grave requiere de atención médica urgente, trata de localizar ayuda
médica de inmediato y prosigue con los primeros auxilios.
Procura guardar la calma ante el herido.
Lo primero que debes hacer es evaluar el tipo de herida
Tomar signos vitales.
Tratar de detener la hemorragia y prevenir el estado de shock.
Cubre la herida, de preferencia con gasa estéril o de no contar con ella, utiliza el trapo más
limpio que encuentres.
Cuando la herida fue causada por un cuchillo, picahielos, etc. y el objeto aún está clavado en el
cuerpo, por ningún motivo lo saques, debes tratar que el objeto se mueva lo menos posible,
puedes improvisar una especie de dona con tela o gasas y fijarla a la piel.
No des de beber nada a la víctima.
3.3.- Herida por arma de fuego
La dirección que tomó la bala dentro del cuerpo es impredecible a simple vista, pero siempre hay
que pensar en órganos dañados, fractura de huesos, etc.
Las heridas de bala deben ser atendidas de inmediato por un profesional médico.
Revisa el lugar de la herida y procura detener el sangrado con un trapo, gasa limpia.
Acuesta a la víctima de espaldas con las piernas recogidas (flexionadas), colocando cojines
debajo de las rodillas.
Toma signos vitales
Evita el estado de shock (ver shock)
Mantén a la víctima acostada y cubierta con una manta, mientras llega la ayuda médica
profesional.
No des de beber nada.
Si la herida es en una extremidad (brazo, pierna), cubre la herida, entablilla y traslada al herido a
un centro médico.
3.4.- Heridas de cara y cráneo
Generalmente estas heridas son causadas por un golpe, una caída, un accidente automovilista; este
tipo de heridas, por lo general, sangran mucho debido a la vascularización de la zona.
A veces hay hundimiento del hueso y se observan sus bordes, hay salida de líquidos, hemorragia
por oídos y nariz. La víctima puede manifestar tener visión doble, presentar vómito, cosquilleo,
adormecimiento o parálisis de la cara.
Procura recostar a la víctima y tranquilizarla.
Limpia la herida con una gasa y agua limpia o suero fisiológico, no uses desinfectantes.
Cubre la herida con una gasa, o tela limpia, evita ejercer presión sobre la herida, ya que puede
haber fractura con hundimiento del hueso.
Procura mover lo menos posible a la víctima, para evitar mayores lesiones en caso de fractura de
cráneo o cuello, procura inmovilizar a la víctima con un collarín ortopédico.
Cuando la herida está en un ojo o en ambos, no trates de quitar el objeto clavado, simplemente
cubre los ojos con un vaso desechable o algo similar y trata de fijarlo con una venda, y busca
ayuda médica profesional de inmediato.
3.5.- Herida por anzuelo
En este tipo de heridas, lo indicado es observar la profundidad del anzuelo.
Nunca trates de jalar el anzuelo.
Si la punta salió por otro extremo, lo conveniente es cortar el extremo puntiagudo con unas
pinzas o alicatas limpias, y retirar el anzuelo por el lugar por donde entró. Si puedes cortar
ambos extremos del anzuelo, lo puedes sacar por cualquiera de los lados.
Lava y desinfecta la herida.
Si la herida fue muy profunda y sangra mucho, busca ayuda médica profesional.
3.6.- Levantamiento de piel
En este tipo de heridas, se ve claramente, una porción de la piel levantada.
No laves la herida
Intenta colocar la piel nuevamente en su lugar, cubre la herida con una gasa.
Si el sangrado es importante, puedes aplicar un poco de presión con una venda ancha, para
detener la hemorragia.
Aplica frío local y busca ayuda médica profesional, tal vez sea necesario poner algunos puntos
de sutura para cerrar la herida.
3.7.- Aplastamiento
Procura, con ayuda de otra persona tratar de retirar el peso lo más rápido posible.
En este tipo de emergencias, es de suma importancia el tiempo que la víctima estuvo aplastada,
toma el tiempo de la hora del accidente (si te es posible), y la hora en la que retiraron el peso.
Controla las hemorragias graves y cúbrelas con un trapo limpio.
En caso de haber fracturas procura inmovilizar la zona o completamente a la víctima.
Tome signos vitales y procura que la víctima no caiga en shock.
PRIMEROS AUXILIOS
Heridas superficiales
BIBLIOGRAFIA
2. Presionar directamente sobre la herida con una gasa estéril o con algo limpio (sábana, ropa). Si la
gasa se empapa, no levantarla nunca, sino colocar más encima.
También es aconsejable tumbar a la persona y colocar en la posición antishock para prevenir una
lipotimia (e incluso el shock hipovolémico). Con este simple procedimiento se controlan la gran
mayoría de hemorragias. Tras controlar la hemorragia, se tratará a continuación la herida causante.
Aunque el torniquete es una maniobra encaminada a controlar una hemorragia grave, que no cede
con unos adecuados primeros auxilios. Es una técnica peligrosa, con importantes complicaciones
posibles (gangrena y muerte) y que solo debe realizarse en último extremo. La única situación
donde estaría indicado realizar un torniquete es en caso de una amputación donde la hemorragia sea
incontrolable.
Primeros auxilios ante un sangrado o una hemorragia interna
En estos casos es muy difícil detectar la hemorragia, por lo que ante cualquier sospecha (tras caída
de altura, accidente de tráfico) y por la gravedad que acompañan, la actuación se centrará en:
BIBLIOGRAFIA
2.- Benavides, JA; Garcia, FJ; Guadarrama, FJ; Lozano, LA. Manual practico de urgencias
quirúrgicas. 1998.
El denominado shock hipovolémico es una situación que requiere atención médica inmediata y que
produce tras la pérdida de más de la quinta parte del volumen de sangre que circula en el
organismo. Esta pérdida hace que el corazón no pueda bombear la cantidad necesaria de sangre
hacia el cuerpo y por tanto llegue menos oxígeno a los tejidos, lo que puede hacer que los diferentes
órganos dejen de funcionar y se pueda incluso producir la muerte del paciente.
Esta importante pérdida de volumen de sangre circulante que origina el shock hipovolémico puede
estar ocasionada por dos causas:
Hipotermia.
Sudoración fría.
Ansiedad.
Estado de confusión.
Debilidad general.
Palidez de la piel.
Si se detecta alguna lesión clara en la cabeza, la espalda, una pierna o el cuello no se la debe mover
bajo ningún concepto. Si no es así habrá que colocarla tumbada boca arriba y con los pies en alto,
con el fin de favorecer el retorno sanguíneo.
Una vez que el paciente ha llegado al hospital, la prioridad inmediata es la reposición de la sangre
y/o los líquidos perdidos. Para ello se instalará una vía a través de la cual se administrará suero o, si
es necesario sangre o hemoderivados. Si la presión arterial es baja se administrará algún
medicamento que permita devolverla a la normalidad (dopamina, epinefrina, etc.). También será
necesario monitorizar al paciente y controlar la secreción de orina mediante la colocación de una
sonda vesical.