Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Papi Ros

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 67

¿CUÁNDO SE ESCRIBIERON LOS EVANGELIOS?

¿CUÁNDO SE ESCRIBIÓ EL EVANGELIO DE MARCOS? 4


¿CUÁNDO SE ESCRIBIÓ EL EVANGELIO DE LUCAS? 8
A. LA BÚSQUEDA DEL TEXTO GRIEGO ORIGINAL 14
PAPIROS, PERGAMINOS, ROLLOS, CÓDICES 15

CLASIFICACIÓN GENERAL DE LOS MANUSCRITOS DEL NT 19

LISTA DE PAPIROS DEL NUEVO TESTAMENTO 21

LAS DISTINTAS FAMILIAS DE MANUSCRITOS DEL NT 30

LOS CÓDICES DEL NT 41

¿EL NT EN QUMRAM? 51

CONCLUSIÓN 58

0
¿Cuándo se escribieron los Evangelios?

Los Evangelios de Marcos, de Mateo, de Lucas y de Juan son la


principal fuente de información sobre Jesús. En otras páginas
de este sitio hemos dicho que, en nuestra búsqueda de Jesús a
partir de los textos del Nuevo Testamento, se ha de recorrer un
itinerario en el que, en un primer momento, ha de
establecerse cuál es el texto griego original o más antiguo de
cada uno de los Evangelios para, a partir de él, remontarnos
luego al Jesús de Nazaret que vivió al comienzo del siglo I.

Los innumerables manuscritos del Nuevo Testamento, debidamente


tratados por los especialistas utilizando la ciencia denominada
"crítica textual", permiten establecer con un importante
grado de certeza el texto griego más antiguo de cada uno de
los escritos del Nuevo Testamento.

Pero, ¿cuándo fueron escritos los Evangelios?

Se suele decir que el proceso de formación de cada uno de los


evangelios fue complejo. En un primer momento la predicación
sobre Jesús se desarrolló sólo de forma oral, lo que daría lugar
a que surgieran las primeras tradiciones orales. Sólo en un
segundo momento se elaborarían pequeñas unidades
narrativas en forma escrita que recogerían, cada una de ellas,
milagros, dichos de Jesús, parábolas, etc. Es posible que muy
tempranamente surgiera un primitivo texto escrito de la
pasión. Y, por fin, en un tercer momento, y a partir de esas
tradiciones orales y primeras unidades narrativas escritas,
comenzarían a componerse los evangelios que ahora
conocemos.

Todo esto que se está diciendo es particularmente aplicable a los


llamados evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas). De
ellos se dice que no son tanto obras unitarias, sino colecciones
de pequeñas unidades. En el estado preliterario existió una

1
tradición oral. A excepción de un relato largo, el de la pasión,
este material circuló al menos veinte años de modo oral y en
pequeñas unidades. Los evangelistas reunieron esas pequeñas
unidades y las transmitieron por escrito en una forma literaria
original.

Así, los evangelios habrían seguido un proceso más o menos largo


antes de llegar al estado en el que nos los encontramos hoy.
La tradición oral, las primeras unidades narrativas escritas, las
colecciones de dichos de Jesús, la fijación por escrito del relato
de la Pasión, de noticias de apariciones y de ulteriores
colecciones de hechos, serían pasos previos a la formulación
de los evangelios que ahora conocemos. El siguiente esquema
intenta explicar este proceso de composición de los
Evangelios:

En cuanto a la datación de los evangelios, la opinión que pude


considerarse todavía mayoritaria es la que resume John P.
Meier en su obra "Un judío marginal" (Tomo I pag.67):

"Marcos, utilizando varios conjuntos de tradiciones orales y


posiblemente escritas, compuso su Evangelio alrededor
del año 70. Mateo y Lucas, trabajando
independientemente el uno del otro, compusieron unos
Evangelios más extensos en el período 70-100 (lo más
probable entre los años 80 y 90), mediante una
combinación y adaptación de Marcos, de un repertorio

2
de dichos de Jesús que los especialistas llaman Q, y de
especiales tradiciones propias de Mateo y Lucas. Esto
es lo que se conoce como la hipótesis de las dos
fuentes".

En cuanto al evangelio de Juan, se habría compuesto, según esta


interpretación mayoritaria, entre los años 90 a 100.

Sin embargo, ¿está ya todo dicho en relación con la datación de los


evangelios? La aparición de los papiros más antiguos, ¿no
puede modificar en algo las cosas?

El descubrimiento y posterior datación de tres papiros (el P52, el


7Q5 y el P64) tal vez permita dar un vuelco espectacular a la
cuestión de la datación de los evangelios.

-El papiro P52 y la datación del evangelio de Juan.

La opinión de los especialistas, a finales del siglo XIX y principios


del XX, era que el evangelio de Juan había sido escrito en el
último cuarto del siglo II. Esta era la opinión de acreditados
especialistas como Baur y de la Escuela de Tubinga.

Sin embargo, en 1935 el papirólogo británico Colin H.Robert publicó


el fragmento del papiro P52. Este papiro fue datado en el año
125, y ello obligó a replantear totalmente la fecha de la
redacción del evangelio de Juan. Este papiro no sólo
desplazaba la redacción del evangelio de Juan en medio siglo
(de finales del siglo II al año 125). El efecto era todavía mayor.
Al ser el papiro P52 de procedencia egipcia, había que
conceder un espacio de tiempo para la divulgación del
evangelio, su aceptación y finalmente su copia por parte de los
cristianos que allí residían. Así, y únicamente como
consecuencia del descubrimiento del papiro P52, el final del
siglo I es la fecha más tardía de la redacción del evangelio de
Juan.

- El papiro 7Q5 y la datación del evangelio de Marcos.

El año 1972 el papirólogo español José O'Callaghan publicó un


artículo en el que identificaba el papiro 7Q5, encontrado en la
cueva número 7 de Qumram, como un pasaje del evangelio de
Marcos.

La identificación del papiro 7Q5 encontrado en Qumram como un


fragmento de Marcos supone igualmente que es necesario el
retrasar también el año de redacción de este evangelios. Las
cuevas de Qumram se clausuraron el año 68, por lo que el
evangelio es ya anterior a dicho año. Pero además el

3
fragmento 7Q5 ha sido datado como no más tarde del año 50.
Esto supondría que el evangelio de Marcos existía ya a
mediados del siglo I, posiblemente en el año 40.

-El papiro P64 y la datación del evangelio de Mateo.

En 1994 el papirólogo alemán Carsten Peter Thiede procedió a


publicar una nueva datación del papiro P64, también conocido
como el papiro del Magdalen College de Oxford. Este papiro,
identificado sin ninguna duda como un fragmento del
evangelio de Mateo, hasta entonces se databa alrededor del
año 200. Sin embargo, según Thiede, un análisis de la
escritura griega y una comparación detallada con la caligrafía
de otros manuscritos obligaban a datar este papiro en el siglo
I, alrededor del año 75, como muy tarde. Esta datación es muy
controvertida, dado que la opinión mayoritaria de los
especialistas no sitúa la redacción del evangelio de Mateo
hasta unos años más tarde.

Hoy en día cada vez es mayor el número de los especialistas que se


muestran partidarios de una fecha de redacción más antigua
de los Evangelios.

En realidad, y puesto que, según posición casi unánime de los


especialistas, Marcos es el evangelio más antiguo que fue
conocido por Lucas y por Mateo, la cuestión clave es la
datación del evangelio de Marcos, pues la fecha de
composición del mismo será decisiva para determinar la fecha
de composición de los otros dos.

¿CUÁNDO SE ESCRIBIÓ EL EVANGELIO DE


MARCOS?

A diferencia de lo que sucede con otros tipos de escritos, los


evangelios no indican en su texto el año en el que fueron
compuestos. Determinar el año de redacción de cada uno de
los evangelios constituye una tarea que queda abierta a la
investigación de los especialistas, que han de utilizar
complejas argumentaciones para deducir la fecha aproximada
de redacción. Ni que decir tiene que tampoco en este punto
existe acuerdo entre los especialistas.

Como vimos antes (El evangelio de Marcos y el problema


sinóptico), el evangelio de Marcos fue utilizado por Lucas y

4
por Mateo en la elaboración de sus respectivos evangelios. Por
ello, determinar el año aproximado de composición del
evangelio de Marcos tiene gran transcendencia: si Marcos se
redactó en fecha tardía, ello obliga igualmente a retrasar la
fecha de composición de Lucas y Mateo; contrariamente, si
Marcos fue escrito muy tempranamente, entonces es posible
también adelantar la fecha de redacción de Lucas y Mateo.

Existen dos grandes teorías sobre la fecha de composición del


evangelio de Marcos. La primera de ellas, que sigue siendo
mayoritaria y que se apoya en testimonios antiguos, postula
como fecha de composición una horquilla de años
comprendida entre el 64 y el 75 después de Cristo. En cambio,
según la segunda, todavía minoritaria, el evangelio de Marcos
debe datarse alrededor del año 40. Como marco de
referencia, tendremos en cuenta los acontecimientos a que
nos referimos en el siguiente esquema.

A.- Teoría 1. Redacción del evangelio de Marcos entre el año 64 y el


75.

Ireneo, alrededor del año 180, escribió lo siguiente:

"Pedro y Pablo proclamaron el evangelio en Roma. Después de su


muerte, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, nos transmitió
por escrito la predicación de este apóstol" (Contra las herejías
III,I,1).

Con casi plena seguridad Pedro murió en Roma durante la


persecución de los cristianos llevada a cabo por Nerón en los
años 64-65. Por lo tanto, según Ireneo, el evangelio de Marcos
no pudo ser escrito antes de esta fecha.

¿Cuanto tiempo después de la muerte de Pedro fue escrito este


evangelio? En este punto las opiniones se dividen. Para unos

5
habría que datar el evangelio poco antes del inicio de la
guerra de los judíos contra Roma en el año 66. Otros, en
cambio, consideran que el evangelio fue escrito cuando la
guerra de los judíos había ya comenzado, pero todavía no se
había destruido el Templo (por lo tanto, entre el 66 y el 70). La
mayoría entiende que el evangelio de Marcos no presupone la
destrucción del Templo, por lo que el año 70 sería la fecha
límite a la hora de datar el evangelio. Sin embargo, no dejan
de existir autores que también entienden que Marcos es
posterior a dicha destrucción, con lo que su redacción se
retrasaría a los primeros años de la década de los setenta
(entre el 70-75). En cualquier caso, y según esta teoría, el
evangelio de Marcos habría sido escrito entre el año 64 y el
75.

Esta es la postura mayoritaria de los autores. Puesto que el


evangelio de Marcos habría sido escrito entre el año 65 y el 75
y Lucas y Mateo lo utilizaron al componer sus respectivos
evangelios, la fecha de redacción de estos últimos se situaría
entre los años 75 y el 85 o 90.

B.- Teoría 2. El evangelio de Marcos redactado alrededor del año


40.

La postura tradicional está siendo cuestionada por un grupo de


autores modernos de prestigio, los cuales proponen una fecha
anterior como la más probable en la redacción de Marcos, que
se situaría alrededor del año 40 (en todo caso, entre el 40 y el
50). Esta es la postura defendida por autores como John A.T.
Robinson, Gunther Zuntz, Tresmontant y, entre nosotros, Juan
Mateos y Fernando Camacho.

Según la primera teoría (redacción de Marcos entre el 65 y el 75),


existió una estrecha relación entre Marcos y Pedro (lo que
sobre todo resulta del testimonio de Papías) y Marcos escribió
su evangelio tras la muerte de Pedro (afirmación contenida en
Ireneo). En cambio, los partidarios de esta segunda teoría
cuestionan que existiera esta relación antes de que se
redactara el evangelio de Marcos. Respecto de la estrecha
relación entre Pedro y Marcos, si ésta hubiera existido antes de
la composición del evangelio, resultaría extrañísimo que sea
precisamente Marcos el único evangelista que, tras sus
críticas, no acabe rehabilitando a Pedro. Los demás evangelios
son también muy críticos con Pedro, pero al final, de una forma
u otra, lo rehabilitan: Mateo lo hace implícitamente en el
encuentro final en el monte de Galilea; Lucas, en la aparición
especial de Jesús al resucitado; y Juan en la triple confesión de
amor a Jesús por parte de Pedro, tras las negaciones. Si
Marcos, antes de escribir su obra, estuviera estrechamente
relacionado con Pedro, podría comprenderse que lo criticara

6
duramente, pero el hecho de que no rehabilitar su figura al
final no tendría explicación posible. Y eso es lo que sucede en
su evangelio: no sólo no lo rehabilita, sino que termina el
evangelio sugiriendo que ni Pedro ni los demás discípulos
recibieron el encargo que el joven vestido de blanco que
aparece en el sepulcro confió a las mujeres. En definitiva, si
existió una relación estrecha entre Marcos y Pedro, ésta tuvo
que producirse después de la composición del evangelio y no
antes. Como afirman Juan Mateos y Fernando Camacho, a
quienes estamos siguiendo en este punto, si los testimonios de
Papías y de Ireneo anticiparon esa relación pudo deberse al
intento de avalar con la autoridad de Pedro y de la Iglesia de
Roma un texto que no encontró en la primitiva Iglesia una
acogida unánime, y que fue criticado por su falta de orden.

Según Juan Mateos y Fernando Camacho, la datación muy


temprana del evangelio de Marcos se impone a partir de los
siguientes datos que nos proporciona el propio evangelio:

1.- El evangelio de Marcos termina sugiriendo que Pedro y los


discípulos no han comprendido la universalidad de la misión
cristiana, por estar todavía apegados a las tradiciones judías.
De ello se deduciría que, cuando se escribió este evangelio,
aún no se había producido el cambio de mentalidad que,
según los Hechos de los Apóstoles, se produciría en Pedro con
ocasión de la conversión de Cornelio. Con posterioridad a lo
ocurrido con Cornelio, la decidida intervención de Pedro en la
Asamblea de Jerusalén, celebrada entre los años 49-50
muestra que el cambio se ha producido ya en Pedro de modo
completo. Por ello, la situación que se refleja en el evangelio
de Marcos es anterior a la celebración de la Asamblea de
Jerusalén y, por tanto, su redacción se situaría en la década de
los años 40.

2.- El autor del evangelio de Marcos se muestra claramente a favor


de la integración en la comunidad cristiana de los gentiles.
Marcos no sólo no comparte las tesis judaizantes mantenidas
por la comunidad de Jerusalén, sino que es muy crítico con los
seguidores de Jesús procedentes del judaísmo (los discípulos,
los Doce), de los que señala que no han comprendido el
misterio y el mensaje de Jesús. Esto querría decir que, en el
momento en el que se escribía el evangelio de Marcos, se
encuentra en su punto álgido la polémica entre juedocristianos
y cristianos procedentes del paganismo. Así, el evangelio
recogería una problemática propia del primitivo cristianismo
(años 40).

3.- Marcos es el único evangelio en el que se menciona tres veces


a los herodianos, y en las tres siempre junto a los fariseos (3,6;
8,15; 12,13). En Marcos 3,6 se presenta a los fariseos

7
aliándose con los herodianos para acabar con Jesús. Sin
embargo, en la época de Jesús había una profunda enemistad
entre fariseos y partidarios de Herodes Antipas. El evangelio
de Marcos parece reflejar la situación histórica que se vivió en
el breve reinado de Herodes Agripa I ( 41-44), único período
histórico en el que la casa de Herodes contó con el apoyo y las
simpatías de los fariseos. Lo lógico es deducir que el evangelio
se escribió durante ese período.

4.- De Marcos 13,9bc.12-13a se desprende que el evangelio no


tiene experiencia de una condena de los discípulos de Jesús a
iniciativa de los tribunales civiles, sino que sólo advierte de
persecuciones debidas por sus propios compatriotas judíos. No
hay indicios de que el autor conozca la persecución desatada
contra los cristianos al tiempo de Nerón (años 64-65). El
evangelio conoce las persecuciones llevadas a cabo por las
autoridades judías, cuando el cristianismo todavía no había
sido perseguido por el Imperio. Esto abundaría a una datación
del evangelio también en los años 40.

5.- El capítulo 13 de Marcos refleja una situación que parece


responder a la creada al final del reinado de Calígula, cuando
el emperador, en el invierno del año 39 al 40 mandó a su
legado de Siria que le erigiese una estatua en el tempo de
Jerusalén. El conflicto con Roma pareció entonces inevitable y
esa situación es la que se refleja en dicho capítulo.

De todos esos argumentos internos al evangelio se derivaría que el


mismo se escribió en los años 40. Esta datación también se
apoyaría en ciertos indicios presentes en el relato de la Pasión
de Marcos, como puede verse pinchando a continuación:

La antigüedad del relato de la Pasión de Marcos

Esta temprana datación del evangelio de Marcos ha recibido un


espaldarazo considerable como consecuencia del hallazgo en
la cueva número 7 de Qumram del papiro denominado 7Q5.

8
El papiro 7Q5

Las cuevas de Qumram fueron selladas y abandonadas en el año


68. Por lo tanto, todos los papiros hallados en Qumram han de
ser necesariamente anteriores a dicha fecha. En concreto, el
papiro 7Q5 se data por los papirólogos como del año 50.

Pues bien, según el jesuita y papirólogo español José O’Callaghan,


el texto de este papiro se correspondería con el capítulo 6,
versículos 52 y 53, del evangelio de Marcos. A este
identificación se ha unido con gran entusiasmo el papirólogo
alemán del máximo prestigio Carsten Peter Thiede. Si esta
identificación es correcta, la misma supondría una
confirmación definitiva de la validez de la teoría según la cual
el evangelio de Marcos se redactó alrededor del año 40 (en
esa década).

Una valoración global de estas dos grandes teorías sobre la fecha


de composición del evangelio de Marcos nos obliga a
considerar a la segunda como la mejor fundamentada. El
papiro 7Q5, cuya identificación como perteneciente al
evangelio de Marcos, pese a la insistente oposición de
algunos, parece clara, así como el resto de argumentos a los
que nos hemos referido, nos permiten concluir que la hipótesis
más probable es la de que el evangelio de Marcos se escribió
entre los años 40 y 50, esto es, sólo de 10 a 20 años después
de la muerte de Jesús.

¿CUÁNDO SE ESCRIBIÓ EL

EVANGELIO DE LUCAS?

9
Vamos a ocuparnos de la fecha de redacción del evangelio de
Lucas.

La posición mayoritaria señala como fecha de


composición los años del 70 al 80. Esta posición se
fundamenta, principalmente, en un doble argumento:
a.- Lucas utilizó en la redacción de su evangelio el texto de
Marcos. Puesto que el evangelio de Marcos se compuso (según
la opinión aún mayoritaria) entre el año 62 y el 70, el de Lucas
ha de situarse ya en la década siguiente, entre el 70 y el 80.

b.- El evangelio de Lucas es posterior a la destrucción del


templo, que acaeció el año 70. El que el texto de Lucas sea
posterior a la destrucción del templo lo extraen estos autores
de los siguientes versículos:

-Lc 19,43-44. Jesús llora sobre Jerusalén diciendo: “...Porque


vendrán días sobre ti en que levantarán una valla tus
enemigos contra ti, y te cercarán y te estrecharán por todas
partes, y te arrasarán y estrellarán tus hijos en ti, y no dejarán
en ti piedra sobre piedra, en razón de no haber conocido el
tiempo de tu visitación”.

10
-Lc 21, 5: “De todo esto que contempláis, días vendrán en que
no quede piedra sobre piedra, que no sea derruida”.

-Lc 21, 20-22: “Y cuando viereis cercada de ejércitos a


Jerusalén, entonces conoced que es llegado su asolamiento.
Entonces los que estén en la Judea huyan a los montes, y los
que estén en los campos no entren en ella; porque días de
venganza son éstos, para que se cumpla lo que está escrito.
¡Ay de las mujeres que estén en cinta y de las que críen
aquellos días! Porque vendrá gran necesidad sobre el país y
cólera contra este pueblo, y caerán al filo de la espada, y
serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será
pisoteada por los gentiles, hasta que alcancen su plenitud los
tiempos de los gentiles”.

La descripción de la destrucción del templo en Lucas presenta


rasgos propios que la diferencian de la de Marcos (13,14) y de
la de Mateo (24,15-16) y que, para este grupo mayoritario,
sólo se explicarían si la misma se redactó después de la
destrucción del año 70.

Sin embargo, estos dos argumentos no son decisivos.

a’).- En primer lugar, y como ya hemos visto, existen muy


buenas razones para sostener que el evangelio de Marcos se
redactó entre el año 40 y el 50, por lo que no existe ningún
impedimento en situar la redacción de Lucas entre el 50 y el
60.

b’).- Y, en segundo lugar, de los versículos de Lucas que se


han transcrito no puede deducirse de modo concluyente que
su redacción sea posterior al año 70. En este sentido puede
decirse lo siguiente:

11
-Los versículos de Lucas transcritos tienen claros precedentes
en textos del Antiguo Testamento referidos a la destrucción de
Jerusalén. Por ejemplo, Zacarías 14,2: “Yo reuniré a todas las
naciones para que ataquen Jerusalén. La ciudad será tomada,
las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la
ciudad partirá al cautiverio...”. También Ezequiel, capítulo 24
(anuncio asedio Jerusalén) o capítulo 33 (toma de la ciudad). Y
Daniel 9,26-27: “...un príncipe que vendrá con su ejército
destruirá la ciudad y el santuario- Su fin será un cataclismo y
hasta el final de la guerra durarán los desastres anunciados
(...) y pondrá sobre el ala del templo el ídolo abominable”.

-Existen buenos argumentos para considerar que el relato


sobre la predicción de la destrucción del templo de los
sinópticos tienen como punto de referencia la destrucción de
Nabucodonosor del 586 antes de Cristo. El contexto inmediato
en el que surge el relato apocalíptico del capítulo 13 de Marcos
y del 21 de Lucas es el intento de Calígula del año 40 de
colocar una estatua imperial en el templo.

-Todo apunta a que la predicción sobre la destrucción del


templo se remonta al Jesús histórico. La predicción sobre esta
predicción aparece tanto en Marcos como en el documento Q,
que son con toda seguridad anteriores al año 70. No existe
razón para sostener que la recepción de dicha predicción
efectuada por Lucas deba ser posterior al año 70.

-Si Lucas hubiera sido escrito después de la destrucción del


templo, lo lógico sería que el autor hiciera referencia expresa a
dicha destrucción como prueba del cumplimiento de la
profecía hecha por Jesús. El silencio en ese punto es una clara
prueba de que en el momento de la redacción la profecía no se

12
había cumplido. Se hace difícil aceptar que, de haber escrito el
evangelio después de la destrucción del templo del año 70,
Lucas haya desaprovechado un argumento apologético tan
claro como el cumplimiento de la profecía. Esto es aún más
incomprensible si se tiene en cuenta que Lucas acostumbra a
mencionar el cumplimiento de las profecías cristianas para
respaldar la autoridad del nuevo movimiento. Así sucede en
Hechos 11,28 (“significó que un grande hambre vendría sobre
toda la tierra, que en efecto sobrevino en el imperio de
Claudio”). El que Lucas citara el cumplimiento de esta profecía
y silenciara el cumplimiento de la relativa a la destrucción del
templo efectuada por Jesús sólo puede explicarse por el hecho
de que esta destrucción no se había producido todavía, por lo
que la fecha de redacción ha de ser anterior al año 70.

De este modo, cabe concluir que ni la utilización por Lucas del


evangelio de Marcos ni la redacción lucana de los versículos
relativos a la destrucción del templo pueden conducirnos a
tener que datar este evangelio como posterior al año 70.

¿Cuál sería, entonces, la fecha de redacción del evangelio de


Lucas?

El evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles son dos


partes de una misma obra. Además, los Hechos se redactaron
con posterioridad al evangelio. Nadie pone en cuestión estas
dos afirmaciones.

Existen buenos motivos para sostener que los Hechos se


terminaron de redactar a más tardar el año 62. Son dos los
argumentos principales para efectuar dicha afirmación:

13
a.- Los Hechos concluyen con la llegada de Pablo a Roma (año
62). No aparece mención alguna de su proceso ni de su
martirio. Además, el poder romano es contemplado
favorablemente, sin que se pueda presagiar una persecución
futura. Esta circunstancia aboga claramente a considerar que
en el momento de la redacción de los Hechos no se había
producido todavía la muerte de Pablo. Esto supone una fecha
anterior al año 64-65.

b.- Los Hechos tampoco hacen referencia alguna al martirio y


muerte de Santiago, el Hermano del Señor, que sabemos por
Flavio Josefo que se produjo el año 62. Los relatos contenidos
en los Hechos sobre la muerte de Esteban, la ejecución del
otro Santiago, el encarcelamiento de Pedro y las dificultades
de Pablo con las autoridades judías hacen extremadamente
difícil justificar la omisión del episodio de la muerte de
Santiago. Este episodio, que además se produjo en la ausencia
transitoria del procurador romano, permitiría presentar a los
judíos, y no a los romanos, como perseguidores el Evangelio.
El silencio de Lucas sólo se explica si, al finalizar la redacción
de los Hechos, el autor no conociera la muerte de Santiago. En
definitiva, ello aboga por una redacción de Hechos anterior al
año 62.

Si la redacción de los Hechos es anterior al 62, de ello se sigue


que la redacción del evangelio de Lucas ser ha de situar entre
el año 50 y el 60. Esta fecha de redacción es coherente con la
propuesta para Marcos (años 40-50).

Una redacción del evangelio de Lucas en los años 50 resulta


también coherente con la autoría que desde el siglo II se
atribuye a este evangelio.

14
Es a partir del año 150 cuando, en las primeras colecciones de
los evangelios, aparece la inscripción “según Lucas” (“Kata
Loukan” en griego) a la cabecera de este Evangelio. La autoría
de Lucas aparece en el Canon Muratori y también en Ireneo
(ambos del 180). Esta tradicional identificación del autor del
tercer evangelio resulta coherente con el texto de los Hechos
de los Apóstoles y con varios pasajes de las cartas de Pablo. En
efecto:

-Los versículos siguientes de los Hechos de los apóstoles


aparecen escritos en primera persona del plural (“nosotros”):
16,10-17; 20, 5-15; 21,1-18;; 27,1-28. Dicha forma de
redacción sólo tiene sentido si el autor directamente
protagonizó los hechos que se describen, acompañando al
apóstol Pablo.

-A partir de ello es posible identificar al autor de los Hechos


como uno de los acompañantes de Pablo, citado por éste en
sus cartas. En concreto:

-Colosenses 4,14: “Os saluda Lucas, el médico querido”.

-Filemón 24: “te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio


en Cristo Jesús, Marcos, Arístaco, Demas y Lucas, mis
colaboradores”.

-2 Timoteo 4,11: “el único que está conmigo es Lucas”.

-Y de este modo, nos encontramos con que surge ante


nosotros la figura de Lucas como seguidor de Pablo en sus
viajes durante el período 50-60, cuando debió escribir el
evangelio y luego los Hechos.

15
La datación del evangelio de Lucas en el período 50-60
permite también dar pleno sentido a las palabras de Pablo en
la Segunda Carta a los Corintios, 8,18, cuando comunica a los
de esta ciudad que junto con Tito “os enviamos al hermano
cuyo renombre por la predicación del Evangelio se extiende
por todas las Iglesias”. Esta personaje famoso en todas las
iglesias por la predicación del Evangelio se identifica también
por Pablo en que “fue además designado por sufragio de las
Iglesias compañero nuestro de viaje al confiársenos esta
limosna administrada por nosotros a gloria del mismo Señor”.
Así, según Pablo, este colaborador había sido elegido por las
Iglesias de Macedonia para que lo acompañara en su viaje a
Jerusalén para la entrega de la colecta que había recaudado.
Este personaje no puede ser otro que Lucas. Precisamente en
los Hechos de los apóstoles el retorno de Pablo a Jerusalén, al
final de su tercer viaje está narrado en primera persona. Luego
el colaborador de Lucas citado en II Corintios 8,18 es Lucas,
famoso por ser autor de un evangelio. Puesto que la segunda
carta a los Corintios fue escrita entre el 54 y el 57, este texto
constituye un testimonio de que el evangelio de Lucas estaba
ya escrito en estos años.

En definitiva, debe concluirse que el evangelio de Lucas fue


escrito desde luego antes del año 62, probablemente a
mediados de los 50 (53-57).

16
A. LA BÚSQUEDA DEL TEXTO GRIEGO
ORIGINAL

Cuando leemos los Evangelios lo hacemos utilizando un texto escrito en


castellano. Si esta lectura la hacemos en comunidad, utilizando
diferentes Biblias, quizá nos sorprendamos de que cada una de ellas
ofrezca pequeñas diferencias o variantes en el texto. La explicación es
sencilla. El Nuevo Testamento no ha sido escrito en castellano: nos
hallamos ante traducciones, por lo que pueden existir pequeñas
variantes.

Los textos más antiguos del Nuevo Testamento están escritos en griego. Los
especialistas, a partir de los papiros y los códices más antiguos, han
determinado cuál es el texto griego que puede tenerse por original (para lo cual
se utiliza lo que se llama la crítica textual, que consiste en fijar el texto más
antiguo, a partir de los manuscritos existentes, que tienen variantes).

A partir de esta versión en griego se efectúa la traducción al castellano (o al


inglés, francés, alemán, etc.).

En la aproximación a Jesús a través del texto de los evangelios que hemos


emprendido, podríamos recorrer un itinerario que, desde el texto en
español, pasaría por la búsqueda del original en griego, el cual nos
acercaría en el tiempo al Jesús histórico. La búsqueda del texto griego
original de cada uno de los evangelios y de los demás escritos del
Nuevo Testamento no es tarea sencilla. Es posible que, antes del texto
griego, existiera un texto escrito en arameo, pero sobre esto no existe
pleno acuerdo entre los estudiosos del Nuevo Testamento..

No se conserva el primer manuscrito de cada evangelio. Esto no debe


sorprendernos. Los papiros se deterioran, por lo que, antes de que ello
sucediera, se hacían nuevas copias; hecha la nueva copia, nadie tenía
porqué preocuparse por conservar el deteriorado papiro.

En el siglo primero no existía la imprenta. Los textos se copiaban a mano.


Cuando aparece el primer escrito, las copias se obtienen copiando o

17
dictando. Así, en el proceso de transmisión aparecen manuscritos con
leves diferencias en su texto, debidas a errores en el proceso de
transmisión.

En el caso del Nuevo Testamento existen un gran número de estos


manuscritos. La situación de los evangelios es mejor que la de otros
textos de la antigüedad, y ello tanto por el gran número de manuscritos
(4.000 por lo menos) como por los pocos años transcurridos desde que
se escribieron y la fecha del manuscrito. La clara ventaja de la situación
del Nuevo Testamento se aprecia con claridad si tenemos en cuenta los
siguientes datos comparativos:

-Que más de 1200 años separan a Platón de los primeros manuscritos de sus
obras que se han conservado.

-Que más de 1300 años separan a Tucidides del más antiguo de los manuscritos
conservado de s Historia de los Peloponesos.

-Que el primer manuscrito de la Guerra de las Gálias de Julio César es


posterior en 950 años al a fecha de composición.

-Que el los manuscritos de Virgilio más antiguos que se conservan son 600 años
posteriores a su autor.

A diferencia de estos escritos antiguos, en el caso de los Evangelios hay


manuscritos completos del Nuevo Testamento del siglo IV. Y papiros
incluso del siglo I o II.

Papiros, pergaminos, rollos, códices

Planta de Papiro

18
En el siglo primero se escribía sobre papiros. El papiro se obtenía de la planta
del mismo nombre. En el interior del tallo de la planta existen unos largos
filamentos a partir de los cuales se elaboraban los papiros utilizados para la
escritura.

En la antigüedad los rollos de papiro constituían el vehículo más importante


para la transmisión y conservación del conocimiento humano. En palabras del
papirólogo Thiede, " desde el manuscrito en papiro egipcio más antiguo que se
conoce (año 2.700 a-J.C.) y el más antiguo papiro hebreo, encontrado en una cueva de
Wadi Murabba'at, cerca del mar Muerto, y fechado alrededor del 750 a.J.C., hasta los
tiempos del Nuevo Testamento y más acá, esta frágil planta de caña proporcionó el
material para toda clase de documentos".

La producción de rollos y hojas de papiro era el privilegio de los talleres


egipcios, la mayoría de los cuales estaban situados cerca de las marismas del
delta del Nilo. Desde allí se exportaba el producto acabado por toda la cuenca
del Mediterráneo y también al norte, al este y al oeste.

El papiro no sólo se empleaba para la escritura. Tenían también otras


utilidades. Así, con la planta del papiro se construían barcas, y con su corteza
se entretejían las velas de navío, esteras, vestidos, cuerdas, etc. El papiro
también se empleaba como pabilo (esto es, como mecha) de cirios y candelas,
así como mecha de lámparas de aceite.

Sólo siglos después (en el siglo IV) comenzará a utilizarse el pergamino,


formado por piel de animales, las cuales, convenientemente tratadas, se
reducían a hojas finas y lisas.

La papirología es la especialidad que se ocupa del estudio de todos los textos


antiguos, independientemente de su origen local. La tarea de los papirólogos
consiste en descubrir, conservar, identificar y publicar los manuscritos antiguos.
En su tarea resulta importante la colaboración de la arqueología y de la
filología. La papirología, a pesar de su nombre, no sólo se ocupa del estudio de
los textos antiguos escritos sobre papiros, pues también se ocupa del estudio de
los textos antiguos escritos sobre pergaminos, vitela, cuero, lino, estillas de
madera, tabletas de cera y otros materiales.

La nación que ha conservado mayor número de papiros es Egipto. Ello se


debe a que el papiro sólo resiste largo tiempo en climas muy calientes y secos.

19
Papiro en formato rollo

En un primer momento los papiros se utilizaban en el llamado formato


“rollo”. Sólo se escribía por una cara y para leer había que desenrollarlo hasta
el lugar deseado. Los judíos tenían la Torá escrita en rollos.

Un rollo de fax se parece mucho a un rollo antiguo, y si el aparato no corta las


páginas, quien lo emplea acaba teniendo en sus manos metros de
comunicaciones en rollo, si bien con el texto en la parte exterior, en lugar de la
interior, como ocurría en los rollos antiguos.

Formato códice

Ya a en la segunda mitad del siglo I los cristianos comienzan a utilizar el


formato códice, que es como los libros actuales. Se escribe por las dos caras,
encuadernando los papiros como los actuales libros. Las ventajas prácticas del
formato códice eran evidentes: se ahorraba papiro, puesto que se escribía en
ambas caras de las hojas; tenía un formato compacto y a menudo cabía en un
bolsillo; era fácil de manejar y podía hojearse de prisa buscando una referencia;
era fácil de guardar y también de ocultar en épocas de persecuciones. En
concreto, y para los cuatro Evangelios y los Hechos se necesitaba un sólo códice,
en lugar de cinco rollos, con lo que resultaba más fácil enviar los textos
cristianos por todo el imperio.

20
Como veremos a continuación, los primeros manuscritos del Nuevo
Testamento están escritos en papiros. Algo más tarde, comenzó ha utilizarse el
pergamino y, finalmente, el papel.

El cuadro resumen de los primeros manuscritos del Nuevo Testamento es el


siguiente:

Manuscritos en lengua griega:

Número Nombre Designación Material Edad


Del s.II al
118 Papiros P+número Papiro
VIII
A, B, C, ... o
Mayúsculos o
299 01,02, Pergamino Siglos IV a IX
unciales
03...
2.812 Pergamino y
Minúsculos 1, 2, 3, ... Siglos IX-XV
(aproxim.) papel
2.281 Pergamino y
Leccionarios l 11, l. 13,...
(aproxim.) papel

55510 manuscritos

En las páginas siguientes nos ocuparemos de los papiros neotestamentarios y


de los más importantes manuscritos unciales, a los que denominaremos códices.

Además de los manuscritos (papiros y códices) en griego a los que nos hemos
referido, desde muy temprano (finales del siglo II a más tardar) el Nuevo
Testamento se tradujo al latín, al siríaco y al copto. Así, existen también unas
muy tempranas versiones del Nuevo Testamento en siríaco (entre las que
destacan el Diatessaron de Taciano, la Vetus syria, entre otras) en copto y en
latín. La primera versión en latín fue la llamada Vetus latina y la Vulgata (año
405).

21
CLASIFICACIÓN GENERAL DE LOS
MANUSCRITOS DEL NUEVO TESTAMENTO
www.codicesypapiros.com

El resumen es el siguiente:

I.- Manuscritos en lengua griega:

Los más
Número Nombre Designación Material importan
tes
P45 s. III

P46 s. III

P+número P52 s. II

118 Papiros Papiro


(Ver listado) P64 ca 200

P66 ca 200

P75 s. III
01 Sinaítico s. IV
299 Mayúsculos o A, B, C, ... o Pergamino
uncia 01,0 A o 02 Alejandrino
les 2, s.V
03...
B o 03 Vaticano s.
IV

C o 04 Epharaemi s.

22
V

D o 05 Bezae s. V

W o 032
Washint
oniano
s.V

2.812
(
Pergamino
a
y33
p
r
p565
oMinúsculos 1, 2, 3, ...
a
x
p1739
i
e
m
l
.
)

2.281
(
Pergamino
a
y
p
r
p
oLeccionarios l 11, l. 13,... l 1604
a
x
p
i
e
m
l
.
)

II.- Traducciones

Versiones latinas

Denominación Manuscritos principales

23
a Codex Vercellensis

b Codex Veronensis s. V

c Codex Colbertinus s. VII

LaVetus Latina
e Codex Palatinus s. V

h s. VI

k ca 400
Codex Amiantus (A) s. VIII

Codex Dublinensis (B) s. VIII

Codex Fuldensis (F) a. 541-546


La Vulgata
Codex Mediolanensis (M) s.VI

Codex Sangallensis s. V

Versiones siríacas

La Vetus syra s. IV

La Peshita s.V

La Filoxeniana s.VI

La Harcleana s. VII

La Palestina s.IV-V

Otras versiones

Versiones coptas

Versión gótica

Versión armenia

24
Versión etiópica

Versión nubiense

Versión árabe

Versión eslava

Lista de papiros del


Nuevo Testamento

Numero Siglo Contenido textual

P1 III Mt 1,1-9.12.14-20

P2 VI Jn 12,12-15

P3 VI/VII Lc 7,34-45; 10,38-42

Lc 1,58-59; 1,62-2,1.6-7; 3,8-4,2.29-


P4 III
32. 34-35; 5,3-8; 5,30-6 16

Jn 1,23-31, 33-40; 16, 14-30; 20, 11-


P5 III
17.19-20.22-25

P6 IV Jn 10,1-2.4-7.9-10; 11,1-8.45-52

P7 III/IV ? Lc 4,1-3

P8 IV Hch 4, 31-37; 5,2-9; 6,1-6.8-15

P9 III 1 Jn 4,11-12.14-17

P10 IV Rom 1,1-7

25
1 Cor 1,17-22; 2,9-12.14; 3,1-3.5-6;
P11 VII 4,3-5, 5.7-8; 6,5-9,11-18;
7,3-6.10-14

P12 III Heb 1,1

Heb 2,14-5,5; 18,8-22; 10,29-11,13;


P13 III/IV
11,28-12, 17

P14 V 1 Cor 1,25-27; 2,6-8; 3,8-10.20

P15 III 1 Cor 7,18-8,4

P16 III/IV Flp 3,10-17; 4,2-8

P17 IV Heb 9,12-19

P8 III/IV Ap 1,4-7

P19 IV/V Mt 10,32-11,5

P20 III Sant 2,19-3,9

P21 IV/V Mt 12,24-26.32-33

P22 III Jn 15,25-16,2.21-32

P23 III Sant 1,10-12.15-18

P24 IV Ap 5,5-8; 6,5-8

P25 IV Mt 18,32-34; 19,1-3.5-7.9-10

P26 ca600 Mt 18,32-34; 19,1-3.5-7.9-10

P27 III Rom 8,12-22.24-27; 8,33-9,,3.5-9

P28 III Jn 6,8-12.17-22

26
P29 III Hch 26,7-8.20
1 Tes 4,12-13, 16-17; 5,3.8-10.12-
18.25-28;
P30 III
2 Tes 1,1-2

P31 VII Rom 12,3-8

P32 ca200 Tit 1:11-15;2:3-8

P33 VI Hch 7:6-10,13-18;15:21-24,26-32

1Cor 16:4-7,10; 2Cor 5:18-


P34 VII
21;10:13-14;11:2,4,6-7

P35 IV? Mt 25:12-15,20-23

P36 VI Jn 3:14-18,31-32,34-35

P37 III/IV Mt 26:19-52

P38 ca300 Hch 18:27-28,Z;19:1-6,12-16

P39 III Jn 8:14-22

Rom 1:24-27,31-32,Z;2:1-3;3:21-31
P40 III
Z;4:1-8;6:4-5,16;9:16-17,27
Hch 17:28-34,Z;18:1-2,17-18,22-
25,27;19:1-4,6-8,13-16,

P41 VIII 18-19;20:9-13,15-16,22-24,26-


38;21:1-4,26-27;22:11-
14,16-17

P42 VII/VIII Lc 1:54-55;2:29-32

P43 VI/VII Ap 2:12-13;15:8,Z;16:1-2


Mt 17:1-3,6-7;18:15-17,19;25:8-10;
P44 VI/VII

27
Jn 9:3-4;12:16-18

Mt 20:24-32;21:13-19;25:41-
46,Z;26:1-39;

Mc 4:36-40;5:15-26,38-43,Z;6:1-
3,16-25,36-50;7:3-15,25-
37,Z;

8:1,10-26,34-38,Z;9:1-9,18-
31;11:27-33,Z;12:1,5-8,13-
19,24-28;

Lc 6:31-41,45-49,Z;7:1-7;9:26-
41,45-62,Z;10:1,6-22,26-
42,Z;

11:1,6-25,28-46,50-54,Z;12:1-12,18-
37,42-59,Z;13:1,6-24,29-
35,Z;
P45 III
14:1-10,17-33;

Jn 4:51,54;5:21,24;10:7-25,30-
42,Z;11:1-10,18-36,42-57;

Hch 4:27-36;5:10-21,30-39;6:7-
15,Z;7:1-2,10-21,32-41,52-
60,

Z;8:1,14-25,34-40,Z;9:1-6,16-27,35-
43,Z;10:1-2,10-23,31-41;

11:2-14,24-30,Z;12:1-5,13-22;13:6-
16,25-36,46-52,Z;14:1-3,

15-23;15:2-7,19-27,38-41,Z;16:1-
4,15-21,32-40;17:9-17
Rom 5:17-21,Z;6:1-3,5-14;8:15-
ca200 25,27-35,37-39,Z;9:1-
P46
32;10:1-21,Z;

11:1-22,24-33,35-36,Z;12:1-
21,Z;13:1-14,Z;14:1-
23,Z;15:1-9,11-33,Z;

28
16:1-27;

1Cor1:1-31,Z;2:1-16,Z;3:1-23,Z;4:1-
21,Z;5:1-13,Z;6:1-20,Z;7:1-
40,Z;

8:1-13,Z;9:1-2,4-27,Z;10:1-
33,Z;11:1-34,Z;12:1-
31,Z;13:1-13,Z;14:1-14,

16-40,Z;15:1-15,17-58,Z;16:1-22;

2Cor 1:1-24,Z;2:1-17,Z;3:1-
18,Z;4:1-18,Z;5:1-21,Z;6:1-
18,Z;7:1-16,Z;

8:1-24,Z;9:1-15,Z;10:1-18,Z;11:1-
10,12-21,23-33,Z;12:1-
21,Z;13:1-13;

Gal1:1-8,10-24,Z;2:1-9,12-21;3:2-
29;4:2-18,20-31,Z;5:1-
17,20-26,Z;

6:1-8,10-18;

Ef 1:1-23,Z;2:1-7,10-22,Z;3:1-
21,Z;4:1-32,Z;5:1-6,8-33,Z;

6:1-6,8-18,20-24;

Flp 1:1,5-15,17-28,30,Z;2:1-12,14-
27,29-30,Z;3:1-8,10-21;4:2-
12,14-23;

Col 1:1-2,5-13,16-24,27-29,Z;2:1-
19,23,Z;3:1-11,13-24;4:3-
12,16-18;

1Tes 1:1,9-10,Z;2:1-3;5:5-9,23-28;

Heb 1:1-14,Z;2:1-18,Z;3:1-
19,Z;4:1-16,Z;5:1-14,Z;6:1-
20,Z;

7:1-28,Z;8:1-13,Z;9:1-16,18-
28,Z;10:1-20,22-30,32-

29
39,Z;11:1-40,Z;

12:1-29,Z;13:1-25

Ap 9:10-21,Z;10:1-11,Z;11:1-3,5-
19,Z;12:1-18,Z;13:1-18,Z;
P47 III
14:1-20,Z;15:1-8,Z;16:1-15,17-
21,Z;17:1-2

P48 III Hch 23:11-17,25-29

P49 III Ef 4:16-29,32,Z;5:1-13

P50 IV/V Hch 8:26-32;10:26-31

P51 ca400 Gal 1:2-10,13,16-20

P52 II Jn 18:31-33,37-38

P53 III Mt 26:29-40; Act 9:33-43,Z;10:1

P54 V/VI Sant 2:16-18,22-26;3:2-4

P55 VI/VII Jn 1:31-33,35-38

P56 V/VI Hch1:1,4-5,7,10-11

P57 IV/V Hch 4:36-37,Z;5:1-2,8-10

P58 Hch 7,6-10,13-18


Jn 1:26,28,48,51;2:15-16;11:40-
52;12:25,29,31,35;17:24-26;
P59 VII
18:1-2,16-17,22;21:7,12-13,15,17-
20,23

30
Jn 16:29-30,32-33,Z;17:1-6,8-9,11-
15,18-25;18:1-2,4-5,7-
16,18-20,
P60 VII
23-29,31-37,39-40;19:2-3,5-8,10-
18,20,23-26

Rom 16:23-27; 1Cor 1:1-2,4-6;5:1-


3,5-6,9-13; Flp 3:5-9,12-16;
P61 ca700 Col 1:3-7,9-13;4:15; 1Tes
1:2-3; Tit 3:1-5,8-11,14-15;
Flm 1:4-7

P62 IV Mt 11:25-30

P63 ca500 Jn 3:14-18;4:9-10

Mt 3:9,15;5:20-22,25-28;26:7-
P64 ca200
8,10,14-15,22-23,31-33

P65 III 1Tes 1:3-10,Z;2:1,6-13


Jo 1:1-51,Z;2:1-25,Z;3:1-36,Z;4:1-
54,Z;5:1-47,Z;6:11,35-71,Z;

7:1-52,Z;8:1-59,Z;9:1-41,Z;10:1-
42,Z;11:1-57,Z;12:1-
50,Z;13
P66 ca200
1-38,Z;14:1-26,29-30;15:2-26;16:2-
4,6-7,10-33,Z;

17:1-26,Z;18:1-40,Z;19:1-42,Z;20:1-
20,22-23,25-31,Z;21:1-9

P67 Mt 3,9.15; 5,20-22.25-28

P68 VII 1Cor 4:12-17,19-21,Z;5:1-3

P69 III Lc 22:41,45-48,58-61

Mt 2:13-16,22-23,Z;3:1;11:26-
P70 III
27;12:4-5;24:3-6,12-15

31
P71 IV Mt 19:10-11,17-18
1Pe 1:1-25,Z;2:1-25,Z;3:1-22,Z;4:1-
19,Z;5:1-14;

P72 III/IV
2Pe 1:1-21,Z;2:1-22,Z;3:1-18; Jds
1:1-25

P73 VII Mt 25:43;26:2-3


Hch 1:2-5,7-11,13-15,18-19,22-
25;2:2-4,6-47,Z;3:1-26;4:2-
6,8-27,

29-37,Z;5:1-42,Z;6:1-15,Z;7:1-
60,Z;8:1-40,Z;9:1-
43,Z;10:1-48,Z;

11:1-30,Z;12:1-25,Z;13:1-52,Z;14:1-
28,Z;15:1-41,Z;16:1-
40,Z;17:1-34,Z;

18:1-28,Z;19:1-40,Z;20:1-38,Z;21:1-
40,Z;22:1-30,Z;23:1-35,Z;

24:1-27,Z;25:1-27,Z;26:1-32,Z;27:1-
25,27-44,Z;28:1-31;

P74 Sant 1:1-6,8-19,21-23,25,27;2:1-3,5-


VII
15,18-22,25-26;

3:1,5-6,10-12,14,17-18;4:8,11-
14;5:1-3,7-9,12-14,19-20;

1Pe 1:1-2,7-8,13,19-20,25;2:6-7,11-
12,18,24;3:4-5;

2Pe 2:21;3:4,11,16;

1Jn1:1,6;2:1-2,7,13-14,18-19,25-
26;3:1-2,8,14,19-20;4:1,6-
7,12,

16-17;5:3-4,9-10,17;

2Jn 1:1,6-7,13; 3Jo 1:6,12;Jds


1:3,7,12,18,24

32
Lc 3:18-22,33-38,Z;4:1-2,34-
44,Z;5:1-10,37-39,Z;6:1-
4,10-49,Z;

7:1-32,35-39,41-43,46-50,Z;8:1-
56,Z;9:1-2,4-62,Z;10:1-
42,Z;

11:1-54,Z;12:1-59,Z;13:1-35,Z;14:1-
35,Z;15:1-32,Z;16:1-31,Z;

P75 III 17:1-15,19-37,Z;18:1-18;22:4-


71,Z;23:1-56,Z;24:1-53,Z;
Jo 1:1-51,Z;2:1-25,Z;3:1-
36,Z;4:1-54,Z;5:1-47,Z;6:1-
71,Z;

7:1-52,Z;8:12-59,Z;9:1-41,Z;10:1-
42,Z;11:1-45,48-57;12:3-
50,Z;

13:1-10;14:8-31,Z;15:1-10

P76 VI Jn 4:9,12

P77 II/III Mt 23:30-39

P78 III/IV Jds 1:4-5,7-8

P79 VII Heb 10:10-12,28-30

P80 III Jn 3:34

P81 IV 1Pe 2:20-25,Z;3:1,4-12

P82 IV/V Lc 7:32-34,37,38

P83 VI Mt 20:23-25,30-31;23:39,Z;24:1,6

Mc 2:2-5,8-9;6:30-31,33-34,36-
P84 VI
37,39-41; Jo 5:5;17:3,7-8

P85 IV/V Ap 9:19-21,Z;10:1,5-9

33
P86 IV Mt 5:13-16,22-25

P87 III Flm 1:13-15,24-25

P88 IV Mc 2:1-26

P89 IV Heb 6:7-9,15-17

P90 II Jn 18:36-40,Z;19:1-7

P91 III Hch 2:30-37,46-47,Z;3:1-2

P92 III/IV Ef 1:11-13,19-21; 2Th 1:4-5,11-12

P93 V Jn 13:15-17

P94 V/VI Rom 6:10-13,19-22

P95 III Jn 5:26-29,36-38

P96 VI Mt 3:13-15

P97 VI/VII Lc 14:7-14

P98 II Lc 14:7-14

Rom 1:1; 2Cor 1:3-6, 1:6-17, 1:20-


24, 2:1-9, 2:9-5:13, 5:13-
6:3, 6:3-8:13, 8:14-22, 9:2-
11:8, 11:9-23, 11:26-
P99 c400
13:11;Gal 1:4-11, 1:18-
6:15,1:14-2:4, 2:4-
3:19,3:19-4:9;Ef 1:4-
2:21,1:22(?),3:8-6:24

P100 III/IV Sant 3:13-4:4, 4:9-5:1

P101 III Mt 3:10-12,3:16-4:3

34
P102 III/IV Mt 4:11-12,22-23

P103 II/III Mt 13:55-56,14:3-5

P104 II Mt 21:34-37,43,45?

P105 V/VI Mt 27:62-64,28:2-5

P106 III Jn 1:29-35,40-46

P107 III Jn 17:1-2,11

P108 III Jn 17:23-24,18:1-5

P109 III Jn 21:18-20,23-25

P110 IV Mt 10:13-14,25-27

P111 III Lc 17:11-13,22-23

P112 III Hch 26:31-32; 27:6-7

P113 III Rom 2:12-13,29

P114 III Heb 1:7-12

Ap 2:1-3,13-15,27-29; 3:10-12; 5:8-


9; 6:5-6; 8:3-8,11-13; 9:1-
5,7-16,18-21; 10:1-4,8-11;
P115 III/IV 11:1-5,8-15,18-19; 12:1-5,8-
10,12-17; 13:1-3,6-16,18;
14:1-3,5-7,10-11,14-15,18-
20;15:1,4-7

P116 VI Heb 2,9-11 + 3,3-6

35
P117 IV/V 2K 7,6-8; 7,9-11

Rm 15,26–27.32–33; 16,1.4–7.11–
P118 III
12

LAS DISTINTAS FAMILIAS


DE MANUSCRITOS DEL
NUEVO TESTAMENTO

Como ya se ha dicho, existen un gran número de manuscritos del Nuevo


Testamento (unos 118 papiros, 299 manuscritos mayúsculos o
unciales, 2.812 minúsculos, 2.281 leccionarios). Los investigadores han
agrupado los manuscritos en distintas familias, esto es, grupos de
manuscritos que dependen unos de otros y cuyo árbol genealógico
puede reconstruirse con alguna precisión. Estos tipos son los
siguientes:

a.- El tipo alejandrino.

Se denomina así porque la mayoría de los manuscritos de este grupo


provienen o de Alejandría o de Egipto.

Al tipo alejandrino pertenecen el Códice Vaticano y el Códice Sinaítico y


también los papiros P45, P46 (en Hechos), P66 y P75.

Al principio se creía que este tipo textual se remontaba hasta el siglo IV, pero
los papiros descubiertos y citados han demostrado que este tipo ya
existía a finales del siglo II o principios del III.

36
Las características de estos manuscritos son la brevedad y el rigor de
expresión, con menos correcciones gramaticales y estilísticas que los
otros. Es usualmente considerado como el mejor y más fiel en la
preservación del original. El Alejandrino es generalmente más corto
que otras clases de texto, y no exhibe el grado de pulidez gramatical y
estilística que caracteriza al tipo de texto Bizantino y en menor grado
al tipo de texto Cesariense.

b.- El tipo occidental.

Igual de antiguo que el alejandrino es el tipo occidental.

Este tipo de manuscritos está representado por el Códice Bezae


Cantabrigensis, por el Washintoniano y por los papiros P29, P38 y
P48.

En este grupo es particularmente importante el Códice Bezae, el cual


presenta un texto de los Hechos de los Apóstoles con diferencias
respecto del tipo textual alejandrino. No hay acuerdo entre los autores
sobre si esta tradición es o no secundaria respecto a la del texto
alejandrino. Según algunos especialistas algunas variantes del texto
occidental se podrían remontar muy atrás, hasta el propio Lucas.

c.- El tipo bizantino.

A esta familia pertenecen importantes manuscritos de los siglos VII al VIII. Es


un tipo de texto bastante uniforme que ha sido pulido
lingüísticamente, es más elegante en la expresión y ha sufrido
correcciones estilísticas. Fue utilizado como texto común en el imperio
bizantino, de donde procede su nombre. Pertenecen a este tipo casi el
80 por 100 de los manuscritos existentes.

A este grupo pertenece, de los códices vistos en páginas anteriores, el Códice


Alejandrino.

Este tipo de texto es el más reciente. Aparece a mediados del siglo IV en un


grupo de Padres relacionados con Antioquía y parece ser el resultado
de una revisión preparada por Luciano de Antioquía hacia el final del
siglo III.

No obstante lo anterior, los papiros P45, P46 y P66 contienen también algunas
variantes que sólo son conocidas en el testo bizantinos, por lo que el
valor de este texto no debe despreciarse.

37
El "textus receptus" (pinchar) se realizó a partir de manuscritos
pertenecientes al tipo bizantino.

d.- El tipo cesariense.

Este tipo está representado por el Códice washingtoniano y por el papiro


P45, entre otros.

Se supone que está basado en un texto que Orígenes llevó consigo desde
Egipto cuando se trasladó a Cesárea, pero que resultó contaminado
más tarde por lecturas "occidentales". Este tipo tiene un reducido
número de lecturas propias y presenta afinidades con el alejandrino y
el occidental.

PAPIRO P45

Hoja 22 del papiro P45. Se corresponde a Hechos de los Apóstoles 8,34 a 9,6.

38
Hoja 30 del papiro P45. Se corresponde con Hechos 17 9-17.

El papiro P45, compuesto de unas treinta hojas, es uno de los más


importantes. La mayoría de los especialistas sitúa la antigüedad de este
papiro entre los años 200 y 250, aunque algunos papirólogos proponen
como fecha del mismo la del año 150.

El papiro P45, junto con el P46 y el P47, forman parte de la llamada colección
Chester Beatty, la cual se publicó entre 1933 y 1937. La publicación de
estos papiros supuso un verdadero impacto internacional, que dio
lugar a una abundante bibliografía tanto en relación con su paleografía,
crítica textual y antigüedad. Estos tres códices de papiro, aunque son
fragmentarios, tienen mucho valor pues proporcionan un texto
representativo de 15 libros del Nuevo Testamento, cien años más
antiguos que los textos conocidos hasta 1930. Aunque hay grandes
lagunas en estos textos, sin embargo, si los comparamos con otros
manuscritos bíblicos es posible determinar qué clase de Nuevo
Testamento usaba la iglesia cristiana de Egipto durante el siglo III, poco
más de un siglo después de la muerte de los apóstoles

El papiro P45 contiene fragmentos del los cuatro Evangelios y de los Hechos
de los Apóstoles. En concreto, este papiro contiene fragmentos de los
capítulos 20, 21, 25 y 26 de Mateo; fragmentos de los capítulos 4 al 12,
con excepción del 10, de Marcos; los capítulos del 6 al 14, menos el 8, de
Lucas; los capítulos 4, 10 y 11 de Juan; y los capítulos del 4 al 17 de
Hechos de los Apóstoles.

Como ya se ha dicho, este papiro está compuesto de 30 hojas.


Originariamente el códice debía tener unas 200 hojas.

39
PAPIRO P75

Este papiro está datado en el siglo III. Es uno de los papiros más importantes.

Contiene dos Evangelios: el de Lucas ( de los capítulos del 3 al 24) y el de


Juan (capítulos del 1 al 15).

Este papiro forma parte de la colección Bodmer, que se dio a conocer en el VII
Congreso Internacional de Papirología, celebrado en Ginebra en 1951. Esta
colección lleva el nombre de Martin Bodmer, bibliófilo y humanista suizo,
fundador de la Biblioteca Bodmer de Literatura Mundial en Coligny, suburbio
de la ciudad de Ginebra, quien los compró a un comerciante en antigüedades
egipcio. Además de incluir obras clásicas, apócrifas y de la época cristiana
primitiva, la colección Bodmer comprende manuscritos bíblicos en griego y en
copto.

A su llegada a Ginebra este manuscrito contaba con 25 hojas casi


completamente enteras, a las que posteriormente se añadieron otras 26 en
diferente estado de conservación.

Las dimensiones actuales de este auténtico códice son de 26 por 13


centímetros. La escritura está formada por una elegante mayúscula
vertical. El punto, situado a varios niveles, es el único signo de
puntuación. Los nombres propios se indican frecuentemente por un
puno o un apóstrofo. Se omite a veces el aumento temporal de los

40
verbos, y en algunos términos se advierte el fenómeno de reduplicar
algunas vocales o consonantes.

El papiro P75 contiene importantes secciones de Lucas y Juan. Fueron


publicados en 1961 por V. Martin y P. Kaiser, quienes les asignaron una fecha
entre 175 y 225 d. C. Constan de 102 páginas de las originales (que deben haber
sido como 144); cada una de ellas mide como 27 por 13 cm. Incluye desde Lucas
3:18 hasta 18:18, y desde Lucas 22:4 hasta Juan 15:8.

Básicamente el texto coincide con el del Códice Vaticano y con los


manuscritos sahídicos de la versión copta. Es posible que sea algo más antiguo
que P66, y su texto parece ser mejor que el de aquél. Ambos manuscritos son
del tipo alejandrino. El P75 se asemeja más al Códice Vaticano, mientras que el
P66 se parece más al Códice Sinaítico aunque tiene en ciertos puntos textos que
no se encuentran en otros manuscritos.

El papiro P75 contiene la copia más antigua del Evangelio de Lucas y


probablemente la segunda en antigüedad de Juan. Este papiro es, por lo tanto,
de inestimable valor. Estos manuscritos muestran que el tipo alejandrino de
texto existía ya por el año 200 d. C.

PAPIRO P88

Este fragmento corresponde al evangelio de Marcos, al capítulo 2,


versículos del 1 al 26 (curación del paralítico en Cafarnaún).

Este papiro se data en el siglo IV.

41
Papiro P.Duk inv.811

Este papiro está datado en el el siglo V.

Se corresponde con el comienzo del evangelio de Mateo: Libro del origen de


Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahan.

PAPIRO P37

Este papiro está datado en el siglo IV.

42
Se corresponde a un fragmento del evangelio de Mateo. En concreto, el
Capítulo 26 de versículos 19 a 52 (Santa Cena: anuncio de la traición
de Judas, institución de la Eucaristía, predicción de las negaciones de
Pedro, agonía de Jesús, prendimiento de Jesús, episodio de la espada,
en el prendimiento).

PAPIRO P64

El Papiro P64 se corresponde con un fragmento del Evangelio de Mateo,


concretamente con Mateo capítulo 3 versículos del 9 al 15 (predicación
del Bautista) y capítulo 5 versículo 20 y siguientes (fragmento del
sermón del monte).

En un primer momento este papiro fue datado como correspondiente a


finales del siglo II (año 200). Sin embargo, recientemente, el máximo
especialista alemán Peter Thiede ha datado el papiro como
perteneciente al siglo I (en concreto, alrededor del año 75). Esta
datación es muy controvertida, dado que, de ser correcta, ello
supondría que el evangelio de Mateo se habría redactado mucho antes

43
de lo que se cree, incluso antes de la destrucción del Templo (pues el
papiro P64 es posterior a la redacción original del evangelio).

Este papiro está íntimamente relacionado con el papiro P67, o papiro de


Barcelona, que contiene también un fragmento del evangelio de Mateo.
Según parece, los papiros P64 y P67 se corresponden al mismo códice.
Este códice, que tendría unas 90 páginas, contendría la totalidad del
evangelio de Mateo.

Algunos especialistas han sostenido también que los papiros P64 y P67
proceden del mismo códice que el papiro P4, que se conserva en París,
y que contiene extensos pasajes de Lucas 1-6, así como también un
fragmento que conserva el título del evangelio de Mateo. El papiro P4
fue adquirido en 1891 en Luxor, la misma ciudad donde fue comprado
el papiro P64. En 1995 Philip Comfort examinó la relación entre estos
tres papiros y concluyó que, si bien habían sido escritos por el mismo
copista, no procedían del mismo códice. Sin embargo, otro especialista,
T.C. Skeat, sostiene que los tres papiros se corresponden al mismo
códice. Si esto fuese así, y aun tomando como fecha de estos papiros la
de finales del siglo II, nos hallaríamos ante el códice más antiguo que
incorporaría los cuatro evangelios (aunque sólo se conserven
fragmentos de Mateo y Lucas); hasta ahora el códice más antiguo con
los cuatro evangelios sería el papiro P45, de alrededor del 250. Esto
supondría que mucho antes de finales del siglo II la Iglesia reconoció ya
la autoridad de los cuatro evangelios y comenzó a incorporar los
mismos en un único códice.

PAPIRO P67

El papiro P67 se corresponde con un fragmento del Evangelio de Mateo,


concretamente Mt 3,9.15; 5,20-22.25-28.

44
Este papiro se conserva en Barcelona, en el fondo Roca-Puig de la Biblioteca
de la Abadía de Monserrat. El papiro se data a final del siglo II.

Según los especialistas, el papiro P67 podría está íntimamente ligado con el
papiro P64. Según parece, los papiros P64 y P67 se corresponden al
mismo códice. Este códice, que tendría unas 90 páginas, contendría la
totalidad del evangelio de Mateo.

Algunos especialistas han sostenido también que los papiros P64 y P67
proceden del mismo códice que el papiro P4, que se conserva en París,
y que contiene extensos pasajes de Lucas 1-6, así como también un
fragmento que conserva el título del evangelio de Mateo. El papiro P4
fue adquirido en 1891 en Luxor, la misma ciudad donde fue comprado
el papiro P64. En 1995 Philip Comfort examinó la relación entre estos
tres papiros y concluyó que, si bien habían sido escritos por el mismo
copista, no procedían del mismo códice. Sin embargo, otro especialista,
T.C. Skeat, sostiene que los tres papiros se corresponden al mismo
códice. Si esto fuese así, y aun tomando como fecha de estos papiros la
de finales del siglo II, nos hallaríamos ante el códice más antiguo que
incorporaría los cuatro evangelios (aunque sólo se conserven
fragmentos de Mateo y Lucas); hasta ahora el códice más antiguo con
los cuatro evangelios sería el papiro P45, de alrededor del 250. Esto
supondría que mucho antes de finales del siglo II la Iglesia reconoció ya
la autoridad de los cuatro evangelios y comenzó a incorporar los
mismos en un único códice.

PAPIRO P86

45
Este fragmento se data en siglo IV. Es un fragmento del evangelio de Mateo.

En concreto, se trata del capítulo 5, versículos del 13 al 16 (tras el discurso de


las bienaventuranzas, "vosotros sois la sal de la tierra y la luz del
mundo") y versículos 22 a 25 (habíais oído no matarás, pero yo os digo
que aquél que se encolerice...).

PAPIRO P52

Fragmento del evangelio de Juan datado en el año 120.

Fue comprado, junto con muchos otros fragmentos, por Grenfell, en 1920,
para la Biblioteca John Rylands de Manchester, Inglaterra; pero no se reconoció
su importancia hasta que C. H. Roberts lo examinó en 1935.

Fue el año 1935 cuando el papirólogo británico Colin H. Roberts publicó este
papiro. La datación que propuso suscitó un inmenso entusiasmo,
tanto entre los profanos como entre los especialistas.

Es el papiro que comúnmente se reconoce como el más antiguo (pues el 7Q5


es discutido). Fue comprado con otros en Egipto el año 1920. En una
cara contiene los versículos 31-33 del capítulo 18 de Juan, y en la otra
los versículos 37.38 del mismo capítulo. Corresponde a Juan, capítulo
18, 31-33: Pilato replicó Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra
Ley. Los judíos replicaron Nosotros no podemos dar muerte a nadie.

46
Las consecuencias del hallazgo de esta papiro y de su datación fueron
espectaculares. Hasta la publicación de este papiro, los especialistas
solían fechar la redacción del evangelio de Juan en el último cuarto del
siglo II; pero el hallazgo del papiro P52 y su datación en el año 120
hacía imposible sostener esa redacción tan tardía. El papiro se había
encontrado a más de 1.000 km del lugar donde Juan lo había escrito, lo
que exigía un período de tiempo desde la redacción hasta su difusión
en un lugar tal lejano. Así, la fecha de redacción del evangelio de Juan
debía situarse, como muy tarde, en el año 80 o 90.

PAPIRO P46

Papiro que contiene la colección de las Epístolas de Pablo. En concreto, en


este códice se encuentran los siguientes libros: Romanos, Hebreos, 1 y
2 Corintios, Efesios, Gálatas, Filipenses, Colosenses y 1 Tesalonicenses.

Este papiro se suele datar entre los años 180 a 200. Sin embargo, Kim ha
propuesta una nueva datación: según este especialista el papiro sería
del año 85.

El papiro P46, junto con el P45 y el P47, forman parte de la llamada colección
Chester Beatty, la cual se publicó entre 1933 y 1937. La publicación de
estos papiros supuso un verdadero impacto internacional, que dio
lugar a una abundante bibliografía tanto en relación con su paleografía,
crítica textual y antigüedad. Estos tres códices de papiro, aunque son
fragmentarios, tienen mucho valor pues proporcionan un texto
representativo de 15 libros del Nuevo Testamento, cien años más
antiguos que los textos conocidos hasta 1930. Aunque hay grandes
lagunas en estos textos, sin embargo, si los comparamos con otros
manuscritos bíblicos es posible determinar qué clase de Nuevo

47
Testamento usaba la iglesia cristiana de Egipto durante el siglo III, poco
más de un siglo después de la muerte de los apóstoles

Es de destacar la importancia del papiro P46 por lo que respecta a las cartas
de Pablo.

Es un papiro muy importante. Contiene muchas hojas. Es un verdadero


códice que contiene el llamado "corpus paulinum". Entre las epístolas
incluye la carta a los hebreos.

El papiro P46 consiste de 86 hojas levemente dañadas que contienen las


epístolas de Pablo. Se cree que originalmente consistió de 104 hojas. La
secuencia de los libros conservados es Romanos, Hebreos, 1 Corintios, 2
Corintios, Efesios, Gálatas, Filemón, Colosenses y 1 Tesalonicenses. La
colección original de libros de este códice quizá incluía 2 Tesalonicenses
después de 1 Tesalonicenses; pero parece que faltaban las epístolas pastorales.

Los Códices del Nuevo Testamento

Si el número de papiros del Nuevo Testamento se cifra en alrededor de 115, la


cantidad de manuscritos (pergaminos) es mucho mayor. Los
especialistas hablan de un total de aproximadamente 5.500
manuscritos del Nuevo Testamento, que se dividirían en: 299
mayúsculos, 2.812 minúsculos y 2.281 leccionarios.

A nuestros efectos nos interesan especialmente los llamados códices


mayúsculos (escritos en griego en escritura mayúscula), que son los
más antiguos (siglos IV, V y y VI, los más antiguos) que contienen
todo el Nuevo Testamento.

El Códice Alejandrino

48
El códice alejandrino está datado en el siglo . Se considera que fue escrito en
Egipto.

El códice Alejandrino fue durante siglos el único manuscrito bíblico antiguo


ampliamente conocido en Europa. Cirilo Lucar lo llevó en 1621 de Alejandría a
Constantinopla cuando fue nombrado patriarca de esta ciudad. Siete años más
tarde lo obsequió al rey Carlos I de Inglaterra. En 1757 Jorge II lo depositó en el
Museo Británico. Su texto del Nuevo Testamento fue impreso por primera vez
en 1786. En 1879 fue reproducido fotográficamente, y en 1909 apareció una
segunda edición en escala reducida.

El manuscrito tiene 773 hojas, de las cuales 144 corresponden al Nuevo


Testamento. Las hojas miden unos 32 por 27 centímetros, escritas en dos
columnas de 50 líneas cada una. La escritura es gruesa y grande. En este
manuscrito faltan los capítulos 1-24 de Mateo, dos hojas de Juan y tres hojas de
2 Corintios. Además de los libros canónicos del Nuevo Testamento, también
están en el Alejandrino las dos epístolas de Clemente Romano

Los especialistas lo llaman códice A.

49
El Códice Washintoniano

Datado en el siglo V.

Es el códice griego más importante descubierto en el siglo XX. Lo compró


Charles L. Freer, de Detroit, en 1906. Se conserva en el Museum de la
Smithsonian Institution de Washington. Observa el orden conocido
como occidental en la disposición de los evangelios: Mt, Jn, Lc y Mc.

Los especialistas lo conocen como códice W.

El Códice Bezae Cantabrigensis

Comienzo del Evangelio de Juan del Códice Bezae

50
El Códice Bezae es un manuscrito bilingüe griego-latín (con la misma
columna por página en frente de la otra, la griega a la derecha) que
contiene los cuatro Evangelios, los Hechos de los Apóstoles y parte de
las cartas de Juan, y que se data a comienzos del siglo V. El orden de los
Evangelios es Mateo, Juan, Lucas y Marcos

Detalle líneas tercera a sexta

Este importante códice se conservó en Lyon (Francia) durante más de mil


años. El año 1562 el manuscrito se conservaba en el convento de San
Irineo de Lyon, de donde fue sacado a causa de las guerras de religión y
fue entregado a Teodoro Beza, amigo y sucesor de Calvino. Teodoro
Beza sacó el códice de Francia y lo regaló a la Universidad de
Cambridge en el año 1581. Este es el motivo del nombre con el que
desde entonces se conoció el códice.

Evangelio de San Mateo 11, 10-21

51
Según los especialistas, el escribano que a comienzos del siglo V copió el
códice Bezae debió efectuar su trabajo utilizando un documento mucho
más antiguo que podría remontarse a mediados del siglo II. En efecto,
el copista transcribe el griego según una fonética poco corriente en su
época, conservando la ortografía primitiva para respetar el original. Si
esto fuera así, este códice nos ofrecería una versión muy antigua de los
Evangelios.

Los especialistas intentan descifrar cuál sería ese antiguo documento que se
copió a comienzos del siglo V en el códice ahora conservado con el
nombre de Bezae. Una hipótesis muy interesante es la que pone en
relación esta documento perdido con San Irineo, el cual llegó a la Galia
francesa en la segunda mitad del siglo II. De Irineo se conservan
diversos escritos y es muy significativo que las citas del evangelio de
San Lucas de este Padre de la Iglesia se corresponden con las variantes
del códice Bezae. Así, sería perfectamente factible la hipótesis de que
este códice se copió de un antiguo manuscrito que Irineo llevaría
consigo cuando arribó a Francia, antes del año 177.

Este códice es especialmente importante porque el mismo contiene una


variante de los Hechos de los Apóstoles que es hasta un 10% más
extensa que el texto llamado alejandrino, que es el que suele aparecer
en las Biblias. El texto del códice Bezae es el que se llama texto
occidental de los Hechos que es, como ya se ha dicho, más largo. Del
mismo modo, este códice contiene también una texto del evangelio de
Lucas significativamente distinto del de los otros códices.

Este códice es denominado por los especialistas con la letra D.

El Códice Ephraemi Rescriptus

Datado en el siglo V.

52
Conservado en la Biblioteca Nacional de París. El manuscrito original fue
raspado y sobre él se sobreescribió una obra de San Efrén en el siglo
XII. Tischendorf fue capaz, con procedimientos químicos, de leer 145
hojas de este códice, que pertenecen al Nuevo Testamento. Contiene
importantes lagunas.

Los especialistas lo denominan con la letra C.

El Códice Sinaítico

Datado en el siglo IV (alrededor del año 350).

Fue descubierto en 1848 por un joven alemán llamado Tischendorf en el


convento Santa Catalina del monte Sinaí.

Convento Santa Catalina

53
En 1844, cuando aún Tischendorf no tenía 30 años y era ya catedrático de la
Universidad de Leipzig, comenzó un viaje por el Cercano Oriente en
busca de manuscritos bíblicos. Mientras visitaba el monasterio de Santa
Catalina en el monte Sinaí, tuvo oportunidad de observar una cesta de
basura que contenía algunas hojas de pergamino, la cual iba a ser usada
para alimentar el fuego de la estufa.

Tischendorf

Al examinarlas, comprobó que se trataba de una copia de la Versión


Septuaginta del Antiguo Testamento. Tischendorf logró retirar de la
cesta no menos de 43 hojas, mientras los monjes casualmente le
comentaban que … ¡dos cestas iguales acababan de ser quemadas en la
chimenea! Momentos más tarde, cuando le mostraron otras porciones
del mismo códice (contenía todo Isaías y el libro cuarto de Macabeos),
él advirtió a los monjes que tales cosas eran demasiado valiosas para
alimentar el fuego. Con las 43 hojas que se le permitió retener, las
cuales contenían porciones del Primer Libro de Crónicas, Jeremías,
Nehemías y Esther, hizo una publicación en 1846, nombrando tales
documentos como el códice Federico Augustanus.

Detalle

En 1853, Tischendorf volvió a visitar el monasterio con la esperanza de hallar


otras porciones del mismo manuscrito. No obstante, la alegría
demostrada con el hallazgo anterior había hecho a los monjes más

54
cautelosos, y no pudo conseguir nada adicional al manuscrito. En el año
de 1859, los viajes llevaron a Tischendorf nuevamente al Monte Sinaí,
esta vez bajo los auspicios del Zar de Rusia, Alejandro II. El día anterior
a su partida, Tischendorf presentó al abad del monasterio una copia de
la edición de la Septuaginta que recientemente había publicado en
Leipzig. Fue entonces cuando el abad le comentó que él también poseía
una copia similar; y acto seguido, sacó de su armario un manuscrito
envuelto en una tela roja. Allí, ante los ojos atónitos del erudito,
reposaba el tesoro que por tanto tiempo había deseado encontrar.
Tratando de controlar sus emociones y aparentando normalidad,
Tischendorf solicitó hojear someramente el códice, y luego de retirarse a
su aposento, pasó toda la noche en el indescriptible gozo de estudiar el
manuscrito, como declara su diario en latín "quippe dormire nefas
videbatur" Verdaderamente hubiera sido un sacrilegio dormir. Durante esa
noche, pudo comprobar que el documento contenía más de lo que
hubiera esperado, pues no sólo estaba la mayor parte del Antiguo
Testamento, sino que el Nuevo Testamento se encontraba completo,
intacto y en excelente estado de preservación, con la adición de dos
trabajos cristianos del siglo II: La Epístola de Bernabé y una extensa
porción del Pastor de Hermas, conocido hasta entonces sólo por su
título.

La siguiente mañana, Tischendorf trató sin éxito de comprar el manuscrito.


Luego, pidió permiso para llevar el documento a El Cairo a fin de
estudiarlo, pero tampoco le fue concedido, y tuvo que partir sin él. Más
tarde, mientras se encontraba en El Cairo, lugar donde los monjes
también tenían un pequeño monasterio, Tischendorf solicitó al superior
del mismo, para que éste mandara por el manuscrito. El superior aceptó
con la condición de que se intercambiaran mensajeros beduinos, los
cuales traerían y devolverían el manuscrito cuaderno por cuaderno
(ocho a diez hojas por vez), mientras Tischendorf procedía a copiarlo.
Teniendo por copistas a dos alemanes que se encontraban en El Cairo,
un farmacéutico y un bibliotecario, que tenían conocimientos del
griego, y bajo la cuidadosa supervisión de Tischendorf, éste comenzó
su trabajo de transcribir las 110.000 líneas del texto, el cual terminó en
un lapso de dos meses. La próxima etapa de negociaciones, envolvió lo
que en un eufemismo podríamos llamar "diplomacia eclesial". Para ese
tiempo, el cargo de mayor autoridad entre los monjes del Sinaí se
hallaba vacante. Tischendorf sugirió que sería muy ventajoso para ellos
hacer un apropiado regalo al Zar de Rusia, cuya influencia como
protector de la iglesia griega ellos deseaban, y… ¿cuál podría ser mejor
regalo que el viejo manuscrito? Después de largas negociaciones, el
precioso códice fue entregado a Tischendorf para su publicación en
Leipzig y para presentarlo al Zar en nombre de los monjes. La
publicación definitiva del códice fue hecha en el siglo XX por la
Universidad de Oxford (N.T.1911; A.T.1922). Luego de la revolución
rusa, al no estar interesada la Unión Soviética en la Biblia, y por
necesidades económicas, negociaron la venta de parte del manuscrito

55
(347 páginas) al Museo Británico por 100.000 Libras Esterlinas, cantidad
que fue pagada por mitades entre el Gobierno inglés y una suscripción
popular, de individuos y congregaciones en Inglaterra y Estados
Unidos. Al finalizar el año 1933, la parte del manuscrito vendida al
Gobierno inglés fue depositada en el Museo de Londres, donde
permanece hasta hoy.

En la actualidad el conjunto de hojas que componen el códice sinaítico se


encuentran repartidas entre el Monasterio de Santa Catalina, la
Biblioteca Británica (en este lugar se encuentra la mayor parte; 347
páginas de las 400 totales), la Biblioteca de la Universidad de Leipzig
en Alemania, y la Biblioteca Nacional de Rusia en San Petersburgo. Los
monjes ortodoxos griegos pensaban que habían perdido el manuscrito,
pero en 1975 descubrieron una docena de sus páginas en una
habitación olvidada, enterrada tras un derrumbamiento. Los monjes
conservan enmarcada una copia de la nota dejada por Tischendorf
prometiendo devolver el manuscrito.

En diciembre de 2006 se ha publicado que el código sinaítico podrá


consultarse en internet a partir del año 2009. Al hallarse sus fragmentos
divididos en varias bibliotecas del mundo (como ya se ha dicho), se ha
firmado en Londres un documento de reunificación, proceso que se
hará con tecnología digital. El proyecto cuesta más de un millón de
euros y tiene una duración de unos cuatro años. Según la noticia, la
edición digital del manuscrito está siendo elaborada conjuntamente por
la Biblioteca Británica, la Biblioteca Universitaria de Leipzig y la
Biblioteca Nacional de Rusia, en San Petersburgo. El monasterio de
Santa Catalina planea construir un taller de conservación para tratar el
códice y otros trabajos en su colección de 3.304 manuscritos y 1.700
rollos, que la convierten en la más grande de textos cristianos
primitivos fuera del Vaticano. También se construirá una nueva
biblioteca para conservar la colección, preservada por la ubicación
remota del monasterio, el clima seco del desierto y el cuidado de los
monjes. El códice estará disponible en Internet después del trabajo de
fotografiar esencialmente el manuscrito, conservarlo, transcribir todo el
texto y presentarlo electrónicamente. Además se editará una versión en
formato DVD y otra en facsímile. El sitio web en el que el manuscrito
estará disponible presentará el texto --los hechos como están descritos,
las imágenes y la transcripción-- y también lo interpretarán para
distintos públicos, desde expertos hasta personas que sólo quieran
conocer el manuscrito o algo del cristianismo.

56
El Códice Vaticano

Este códice se suele datar a comienzos del siglo IV.

Está depositado en la biblioteca del Vaticano por lo menos desde el año


1481: cuando ese año se hizo el primer catálogo de esa biblioteca, ya se hallaba
en la biblioteca vaticana. Es seguramente el más antiguo e importante de todos
los códices del nuevo testamento. Contiene toda la Biblia (Antiguo y Nuevo
Testamento) con algunas lagunas. En concreto, los Hechos acaban el el cap. 9.

No se sabe con certeza cuál es su procedencia: la mayoría sitúa su origen en


Egipto o Alejandría, si bien hay otros que lo ubican el Cesárea.

Las páginas miden cerca de 27 x 27 centímetros, pero originalmente debieron


ser más grandes. El texto esta escrito en tres columnas de escritura continua por
página. Los acentos se han añadido posiblemente el siglo X o XI.

La tinta del texto ha sido reforzada seguramente en el siglo X. El que efectuó


esta operación tuvo cuidado de no reforzar el texto que accidentalmente había
sido copiado dos veces por el copista original. Así se aprecia en la siguiente
fotografía:

El comienzo y el final del códice son defectuosos. Este códice tiene 759 hojas,
de las cuales 142 abarcan el Nuevo Testamento. Se han conservado los
Evangelios, los Hechos, las epístolas generales (o "universales"), las cartas de
Pablo y Hebreos hasta el cap. 9:14. Faltan el resto de Hebreos, 1 Timoteo, Tito,
Filemón y Apocalipsis.

57
La escritura es nítida y elegante, y corresponde con el estilo del siglo IV. El
manuscrito sufrió las añadiduras hechas por una mano posterior, entre los
siglos VIII y X. Esa persona repasó el texto que había palidecido y añadió
marcas diacríticas. Además, ese escriba desconocido procedió como un crítico
textual pues no repasó las palabras y letras que le parecía que estaban fuera de
lugar. Dos correctores posteriores añadieran otras alteraciones

El estilo de los escribanos es muy similar al de los del Códice Snaítico, pero
no hay suficientes evidencias de que se trate del mismo escribano.

El texto original del Códice Vaticano ha sido objeto de diversas correcciones.


Así se puede apreciar en las siguientes fotos:

En 1995 se descubrieron unos puntos dobles situados en los márgenes


izquierdos de las columnas. Se discute cuándo fueron colocados y su función.

¿EL NUEVO TESTAMENTO EN QUMRAM?

58
Ubicación de Qumram

En la comunidad de Qumram, junto al Mar Muerto, vivía el grupo de judíos


de los esenios. Las cuevas de Qumram fueron abandonadas y selladas
el año 68 o 69 de nuestra era (poco antes de la destrucción de Jerusalén
por los romanos). Estas cuevas fueron redescubiertas en los años
cuarenta del siglo XX y en ellas se han encontrado gran número de
manuscritos (los llamados Manuscritos del Mar Muerto).

En el invierno de 1946-1947 tres pastores beduinos descubrieron una cueva en


la que encontraron una vasija de barro cocido. Al cabo de un tiempo
regresaron a la cueva y encontraron hasta diez tinajas colocadas a lo
largo de la cueva. Se iniciaban así los descubrimientos de Qumram.

Se han identificado unos 800 manuscritos en Qumram; 225 son copias de libros
bíblicos y los demás son escritos religiosos.

Las ruinas de Qumram

¿Se ha encontrado en Qumram algún papiro correspondiente a al menos alguno de


los Evangelios? Si así fuera, tendríamos el papiro más antiguo del Nuevo Testamento,
que se dataría en todo caso antes del año 68 y, seguramente, alrededor del año 50 (hay
que dar un tiempo desde la redacción hasta que un ejemplar llegue al monasterio de
Qumram).

59
Vista general

La cueva 7 de Qumram fue hallada y abierta en los meses de febrero a


marzo de 1955. En la cueva 7 se descubrieron 18 fragmentoss de papiro
escritos en griego. Pasaron todavía siete años hasta que los fragmentos
de la cueva 7 fueron publicados. Pronto los estudiosos repararon en un
punto que convertía esta cueva en peculiar: todas la cuevas de Qumram
contenían, salvo pocas excepciones, textos hebreos y arameos; en
cambio, la Cueva 7 contenía solamente textos griegos y exclusivamente
papiros.

Cuevas 7 y 8 de Qumram

EL PAPIRO 7Q5

60
Uno de los fragmentos encontrados en la Cueva 7 de Qumram, en concreto el
número 5, ha suscitado un gran debate. Es el papiro denominado 7Q5.

¿Se corresponde el papiro 7Q5 a un fragmento del evangelio de Marcos?


Esta es la identificación propuesta por el jesuita y papirólogo español José
O’Callaghan en 1972, y a la que se ha sumado con entusiasmo la máxima
autoridad alemana en papiros Carsten Peter Thiede.

Este papiro está escrito en formato rollo, sólo por una cara. El fragmento es
de 3,9 centímetros en la parte más alta y de 2,7 centímetros de ancho. El borde
derecho del fragmento está tan deteriorado que las letras han desaparecido.

Según la identificación de O’Callaghan, el texto se correspondería con el


capítulo 6, versículos 52 y 53, del evangelio de Marcos. Tras la primera
multiplicación de los panes, los apóstoles suben a la barca y poco después Jesús
se acerca a ellos caminando sobre las aguas del lago. Jesús sube con ellos a la
barca, amaina el viento y ellos quedan estupefactos, pues no habían entendido
lo de los panes. Y así llegan a Genesaret y atracan.

¿Cómo se ha llegado a esta identificación? A partir de las letras griegas que se


pueden leer (algunas con dificultad) se ha de ver si las mismas encajan en el
texto que se quiere identificar.

61










En las letras reconocibles, destaca el espacio de separación antes de “kai”, así


como claramente se lee también “kai” (que quiere decir “y”). Además, se lee
fácilmente “nnes”. La sucesión de “nnes” hacía pensar a los especialistas que la
palabra completa era “genealogía”, y que nos encontrábamos ante una lista
genealógica de las frecuentes en el Antiguo Testamento. Pero no encajaba con el
resto de letras. Es a partir de ello como a O’Callaghan se la plantea la
posibilidad de que “nnes” proceda de “Gennesaret”. Y es así como llega al
capítulo 6 de Marcos.

La reconstrucción encaja en este texto de Marcos. Encaja la separación antes


de “Kai”. Además, la palabra en Marcos antes de “kai” acaba en e. Y encajan las
otras letras legibles. Únicamente existen dos pequeños problemas:

-Detrás de kai aparece “tiaperasantes”, pero debía decir “diaperasantes”


(pasaron al otro lado). La explicación estaría en la confusión común en textos de
aquella época entre la “d”y la ”t” (suenan igual en muchos casos, incluso en el
español: pared suena igual a paret).

62
-En el texto griego que se suele tomar como original en Marcos, antes de
“gennesaret” figuran las palabras “epi ten gen” ( a tierra de), pero en la
reconstrucción no cabe estas letras. La explicación estaría en que esa
especificación de "a tierra de" Genesaret (aclarando que se refiere al pueblo de
Genesaret, no al lago de Genesaret) no haría falta hacerla si el papiro es anterior
al año 70. Efectivamente, la población de Genesaret desapareció completamente
con la guerra con los romanos en tal año. Sólo a partir del año 70 debía hacerse
la aclaración, puesto que quien escuchaba la narración ignoraba que había un
pueblo con tal nombre. De este modo, el que falten esas letras abundaría en la
corrección de la identificación.

Es objeto de gran discusión la reconstrucción de la letra N de la segunda


línea.

Solamente si se trata de la N la identificación de 7Q5 como perteneciente a


Marcos es posible. En abril de 1992 Thiede llevó el papiro 7Q5 al Departamento
de Investigaciones de la Sección de Identificación y Ciencia Forense de la policía
nacional israelí en Jerusalén. Allí se analizó al microscopio y pudieron verse los
restos de una línea diagonal que comenzaba en el extremo superior del trazo
vertical de la izquierda, con lo que queda confirmado que se trata de la letra nu
(N).

La identificación del papiro 7Q5 con el evangelio de Marcos realizada por


O'Callaghan es apoyada entre otros por los siguientes especialistas:

63
-El especialista alemán Carsten Peter Thiede, ya citado.

-La papiróloga de Milán Orsolina Montevecchi, presidenta de la Asociación


Internacional de Papirología.

-Marta Sordi, directora del Istituto di Storia Antica dell'Università Cattolica


de Milán.

-El profesor Riesenfeld de la Universidad de Upsala (Suecia).

-Herbert Hunger, director de la colección de papiros de la Biblioteca


Nacional austríaca y profesor emérito de papirología en la Universidad de
Viena.

-El hoy Cardenal de la Iglesia Católica Carlo Maria Martini, gran especialista
en la materia.

Herbert Hunger ha declarado recientemente que "No soy religioso, ni soy


biblista, soy científico. Y como científico puedo decir que, desde el punto de vista
estrictamente papirológico no hay debate posible: O´Callaghan tiene razón".

EL PAPIRO 7Q4

64
El profesor O'Callaghan ha identificado también el papiro 7Q4 como
perteneciente a la primera Carta a Timoteo, versículo del 3,16 y 4,1.3.

El papiro 7Q4 consta de dos trozos (en la fotografía, 7Q4,1 y 7Q4,2). El


fragmento 1 mide 7,2 cm de alto y 1 cm de ancho; el fragmento 2 mide
1,1 cm por 1 cm. La característica peculiar de este papiro es que el
fragmento 1 proviene evidentemente del borde derecho del papiro.

La identificación de este papiro como 1 Tim 3, 16-4,3 no es tan clara como la


del papiro 7Q5.

65
CONCLUSIÓN

Finalizamos. Al comienzo señalamos que acercándonos a estos primeros


manuscritos de nuestros Evangelios nos aproximábamos también más
a Jesús, que es el centro de nuestra fe. La larga lista de papiros y de
códices que hemos presentado son la base documental que,
debidamente tratada por los especialistas, nos permiten asegurar que
las traducciones del Nuevo Testamento que nosotros podemos leer en
nuestro idioma se ajustan fielmente al texto original, sin posibilidad
de fraudes ni de manipulaciones interesadas. De otro lado, la
antigüedad de alguno de estos papiros obligan a retrasar las fechas de
redacción de alguno de los evangelios, con lo que Disminuye el
tiempo transcurrido entre los hechos y su consignación escrita. Como
dijimos, acercarnos a estos viejos manuscritos es también una forma
de conocer mejor a Jesús, el Cristo.

66

También podría gustarte