Oficio Pascual
Oficio Pascual
Oficio Pascual
DE LA SANTA RESURRECCIÓN
DE NUESTRO SEÑOR DIOS Y
SALVADOR JESUCRISTO
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El Oficio Pascual
No hay oficio más resplandeciente y alegre que La Pascua Ortodoxa. La Liturgia Pascual
se inicia con una procesión con la cruz de los que se han reunido para celebrar. Esta
procesión va alrededor del templo, con velas encendidas y cantando: "En los cielos los
ángeles cantan Tu Resurrección, Cristo Salvador y a nosotros en la Tierra haznos dignos
de glorificarte con corazones puros."
Esta procesión recuerda el recorrido que hicieron las mujeres miróforas a la tumba de
Jesús, muy temprano en la mañana para ungir Su Cuerpo Purísimo. Una vez que
completan el recorrido alrededor del templo se estacionan ante las puertas principales,
que deberán estar cerradas, y el Sacerdote empieza el Maitines con la exclamación:
"Gloria a la santa, Consubstancial, Vivificadora e Indivisible Trinidad ahora y siempre..."
Luego, al igual que lo hizo el Ángel que dio la noticia a las mujeres que venían a ungir al
Señor, de que Él ya había resucitado, el sacerdote canta tres veces junto con otros
Sacerdotes concelebrantes el tropario de la Pascua: "Cristo Resucitó de entre los muertos,
pisoteando la muerte con Su Muerte, y otorgando La Vida a los que yacían en los
sepulcros.” El canto de los Sacerdotes es seguido por el coro. Después el principal
Sacerdote proclama los versos proféticos del Salmo: "Levántese Dios, Sean dispersados
sus enemigos y huyan de Su Presencia los que le aborrecen; desaparezcan como el humo,
como se derrite la cera al calor del fuego así perezcan los enemigos de los que aman a
Dios!" A cada verso se contesta cantando: "¡Cristo Resucitó!” Luego el Sacerdote repite el
inicio del Tropario: "Cristo Resucitó de los muertos, pisoteando a la muerte con su
muerte," y el coro responde "y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros."
Entonces las puertas del templo se abren, todos entran y empieza la gran ektenia (letanía
de la súplica ardiente, con cortas peticiones, a las que se contesta: "Señor, ten piedad,")
después de lo cual empieza el solemne canto del Canon Pascual "Día de la Gloriosa
Resurrección" compuesto por San Juan Damasceno.
En el Evangelio se lee acerca del Verbo hecho cuerpo (Juan 1:1-7), del nacimiento de El
Hijo de Dios, del Dios Padre y de la Divinidad de Jesucristo, El Verbo de Dios y Divinidad
que Él demostró con Su Gloriosa Resurrección. Cuando concelebran varios Sacerdotes,
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entonces el Evangelio se lee en distintos idiomas, como señal de que acerca de Su
Resurrección los Apóstoles evangelizaron distintos pueblos en sus propios idiomas. En
lugar de: "Verdaderamente es digno bendecirte, oh Madre de Dios..." se canta lo
siguiente: "El ángel exclamó a la llena de Gracia, Virgen María: Virgen pura, Alégrate! y
otra vez te digo, Alégrate! Tu Hijo se levantó de la tumba, al tercer día después de su
muerte y Resucitó a los muertos. Gente Alégrense! Resplandece nueva Jerusalén! (Iglesia),
porque sobre Ti ha brillado la Gloria de Dios. Alborózate ahora y alégrate Sión y Tú, oh
Purísima madre de Dios, Regocíjate en la Resurrección de Tu Hijo!
Después de La Oración detrás del ambón se realiza la bendición de Artos: Pan especial
con representación en el de La Resurrección de Cristo. En uno de los siguientes oficios
litúrgicos el Artos se parte y se entrega a los creyentes en memoria de la aparición de
Jesús Resucitado a los Apóstoles Lucas y Cleofás, los cuales lo reconocieron después de
partir el pan para ellos. Durante el primer día de La Pascua se bendicen huevos, queso y
kulichi, con los cuales terminan el ayuno los creyentes.
Lector: Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles. Padre, bendice.
Sacerdote: Por las oraciones de nuestros santos Padres, oh Señor Jesucristo, Dios
nuestro, ten piedad de nosotros.
Lector: Amén.
Luego él comienza con la lectura del primer capítulo, etc. El pueblo acude y lee por turnos el libro
de los Hechos. En este momento es práctico dar el Sacramento de la Confesión a aquellos que se
preparan para comulgar en el Santo día de Pascua.
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Mesonyctics
(Podunóchnitza)
Este oficio antecede inmediatamente al Oficio de la Santa Resurrección, ya que en él se traslada
solemnemente a la Plachinitsa (Epitafion) desde la Tumba donde se encuentra desde Viernes
Santo, hasta el Santo Altar, en donde permanecerá hasta la Novena Hora anterior a la fiesta de
Ascensión este oficio debe comenzar no más allá de las 23:30 Hrs. para realizarlo sin prisa.
Cuando tiene lugar la Liturgia al final de la Zaútrienia, las Oraciones de Entrada se leen antes de
la Podunóchnitza, empezando por el Trisagio. El sacerdote está revestido con Epitrachelion. Las
Puertas Reales y la Cortina están cerradas. En el Soleas, el sacerdote entona la Ecfonía:
Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios, en todo tiempo, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos.
Lector: Amén. (no se dice "Oh Rey Celestial..."), Santo Dios, Santo Fuerte, Santo
Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
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El sacerdote entra al Santuario
Hirmos: Los hijos de los que se salvaron en el Mar Rojo, ocultaron bajo la
tierra al Dios que sepultó al tirano en las olas del mar. Mas nosotros
alabamos a Dios como los varones piadosos, porque gloriosamente se
glorificó.
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por Tu muerte. Pues a Ti, oh Fuente de Vida, Te vieron muerte de
manera inconcebible.
Si hay más de un sacerdote, es propio para los sacerdotes cantar los troparios de las Odas frente a
la Plachinitsa.
Hirmos: Tú que suspendiste la tierra sobre las aguas sin base, al verte la
creación suspendido en el Gólgota, se asombró grandemente y
exclamó: “No hay Santo, sino Tú, Señor”
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Tono I: Oh Salvador, los soldados que custodiaban Tu sepulcro
quedaron como muertos, por el resplandor del ángel que apareció
anunciando a las mujeres Tu Resurrección. Te glorificamos que
alejaste de nosotros la corrupción; y nos prosternamos ante Ti, que
resucitaste del sepulcro, nuestro único Dios.
Habiendo vencido con el poder del más fuerte, Tu alma se separó del
cuerpo; Tú destruiste los vínculos de la muerte y del infierno, ambos
por Tu poder, ¡oh Verbo!.
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Venciste a la muerte con la Muerte, y la corrupción con la sepultura;
porque siendo Dios, hiciste inmortal al cuerpo que llevaste, pues no vio
la corrupción, oh Soberano, y Tu Alma en estado misterioso, no
permaneció en el infierno.
Naciste de una Virgen que Te dio a luz sin dolor. Y Tu costado fue
traspasado con una lanza, oh Creador mío, por medio del cual lograste
la recreación de Eva, cuando Tú mismo Te hiciste Adán. Dormiste,
vivificando la naturaleza, con lo que excede la naturaleza, levantando la
vida de la muerte y la corrupción; porque Tú eres Omnipotente.
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Kontakion de Gran Sábado Santo
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8º Oda del Canon
Al comienzo de la 9º Oda, la Cortina y las Puertas Reales son abiertas, el sacerdote (y el diácono),
ahora plenamente revestido, sale del santuario por las Puertas Reales e inciensa la Plachinitsa (el
Epitafion) rodeando la Tumba tres veces.
Durante el canto de esta Katabasia (de la 9º Oda), en las palabras, "Resucitaré y seré glorificado,"
el sacerdote levanta la Plachinitsa de la Tumba, lo lleva a través de las Puertas Reales y lo
deposita sobre el. El diácono camina en frente del sacerdote incensando la Plachinitsa. La
Plachinitsa permanece sobre el Santo Altar hasta la Apodósis de Pascua.
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¡Hijo Mío Eterno!, Fui exenta de Dolores en Tu nacimiento milagroso; y
fui sobrenaturalmente bienaventurada. Mas ahora que Te contemplo
exánime y muerto, Dios mío, estoy clavada con la espalda de la acerva
tristeza. Mas levántate para que sea engrandecida por Ti.
Después que la Plachinitsa es colocada sobre el Altar, las Puertas Reales y la Cortina son
cerradas. Si la Plachinitsa del Sepulcro es bordada, entonces la que se pone en el Altar es una
pintada
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nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en
tentación, mas líbranos del maligno
Sacerdote: Cristo nuestro Verdadero Dios, por las oraciones de Su purísima Madre,
y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y nos salve, porque es bueno y
ama a la humanidad.
Coro: Amén.
El sacerdote puede aquí leer las Oraciones de Entrada, si es que va a oficiar la Liturgia tras el
Oficio de Resurrección.
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EL SANTO Y GRAN DOMINGO DE PASCUA
Aproximadamente a la hora de Maitines1, se toca la gran campana por un largo rato. Y se
encienden todas las velas y las lámparas. El Typikón indica que se preparan dos vasijas con
carbón encendido, las llena con mucho incienso fragante, y coloca una vasija en medio de la
iglesia y la segunda en el santo altar, para que la iglesia entera se llene con fragancia. Luego el
superior entra en el santo altar junto con los sacerdotes y diáconos, y todos ellos revestidos con
ornamentos blancos. Él distribuye velas a quienes están a su alrededor y toma la Santa Cruz, y el
diácono toma el incensario. 2 Y un sacerdote con el santo Evangelio y otro sacerdote con el ícono
de la Resurrección de Cristo se ubican mirando al Oeste.3 Mientras tanto, las puertas occidentales
de la iglesia están cerradas. La preparación para la Procesión debiera ser hecha en silencio, en un
templo semi oscuro, con decoro y con respeto esperando el "gran momento.
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Esto es, alrededor de las 12 de la noche. No es recomendable por el orden canónico comenzar el
Oficio de Pascua antes de la medianoche, aunque ninguna rúbrica impide que se pueda celebrar
pasado las 12:00 hrs.
2
Pero si el sacerdote oficia solo, entonces él toma el candelabro y la cruz en su mano izquierda, y el
incensario en la derecha.
3
Donde esto no se pueda, lo harán laicos piadosos.
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9. El celebrante principal lleva el triple candelabro y la Cruz de mano en su
mano izquierda y el incensario en su mano derecha.
10. Todas las personas llevan velas encendidas.
El celebrante principal, estando el diácono frente a él, inciensa el Santo Altar rodeándolo tres
veces. Al toque de medianoche, el clero en el Santuario canta el Sticheron en Tono 6:
Las Puertas Reales son abiertas, el clero sale al Soleas cuando cantan por Tercera vez:
Durante el canto del Sticheron, las luces en el templo son gradualmente encendidas, para que al
momento de la apertura de las Puertas Reales, toda la luz posible esté encendida.
El superior con los sacerdotes sale hacia el narthex por la puerta norte (donde no haya, por las
Puertas Occidentales), los diáconos precediéndoles con dos cirios, y los cantores y el pueblo
repiten el Sticheron durante toda la procesión cuando dar la vuelta al templo tres veces:
Es tocado el trezvon "sin cesar" hasta que la Procesión se detiene en las puertas cerradas de la
entrada principal del templo. Cuando la Procesión sale del templo, mira hacia el Oeste. Cuando la
procesión ha salido del templo, gira a la izquierda, al Sur, y cuando gira en la esquina del edificio
de la iglesia, se mueve hacia el Oriente, al Norte, y al Oeste. La dirección para las Procesiones es
siempre de esta manera. Después que la última persona haya dejado el Templo, las puertas de la
iglesia son cerradas. Mientras tiene lugar la Procesión, el Concejo Parroquial "grupo establecido "
retira la Tumba desde el centro de la nave, coloca las flores por todo el edificio, plantas en
maceteros no están permitidas en el Santuario (según el Typicon), y hace lo que se necesite.
Al término de la tercera circunvalación del templo, la Procesión se detiene en frente de las puertas
de entrada cerradas, en el pórtico (no dentro del vestíbulo). Dando sus espaldas a las puertas
cerradas de la iglesia, la siguiente es la alineación de las personas que llevan los objetos sagrados:
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4. El Ícono de la Resurrección está en frente de la Cruz, cerca del pueblo.
5. El Evangelio está en frente del candelabro, a la derecha del Ícono, cuando
miramos las puertas del templo.
6. Los Estandartes están a ambos lados de la Cruz.
7. Los Ceroferarios están a cada lado de los Estandartes.
8. Los sacerdotes asistentes se ubican de cara a las puertas del templo somewhat
entre el celebrante principal y la alineación.
9. El diácono principal con el cirio grande está un poco al frente y a la derecha
del celebrante principal de cara a las puertas cerradas del templo.
10. El celebrante principal están al medio, de cara a las puertas cerradas del
templo.
11. Los cantores están directamente detrás del celebrante principal, también de
cara a las puertas cerradas del templo.
12. Los fieles (pueblo) están detrás del coro y debieran también estar de cara al
Oriente — las puertas cerradas del templo.
Este diagrama puede ayudar a entender la alineación que se hace frente a las puertas del templo
7 -6 - 3 1 2 - 6 - 7
8- 4 - 10 - 9 - 8 5
11 7
12 12 12
Luego todas las campanas son tocadas enérgicamente y por un largo rato. Y entrando al narthex,
ellos se ubican con el Evangelio y el ícono, mirando al Oeste.
Entonces el superior toma el incensario del diácono con su mano derecha, y sosteniendo la Cruz
con su izquierda, inciensa los íconos, y cada kleros, y los hermanos como es usual. Los diáconos le
preceden llevando cirios encendidos, y todos los hermanos sostienen sus velas, orando
atentamente por ellos mismos y agradeciendo a Cristo nuestro Dios, Quien sufrió por nosotros y
resucitó.
Coro: Amén.
El superior junto con el resto de los celebrantes, comienza a entonar en voz alta, este Troparion en
Tono 5:
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Oficio Pascual.
Troparion y Versículos de la Pascua
Luego el sacerdote, mientras inciensa, alterna los versículos (stijis) que contesta el coro.
Sacerdote: Vers. (5. 67). Levántese Dios, sean dispersados sus enemigos, huyan de
su presencia los que le aborrecen.
Sacerdote: Así perecerán los pecadores ante el Rostro de Dios, mas los justos se
regocijarán.
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Sacerdote: Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su
muerte.
Mientras se termina de cantar, el sacerdote se vuelve al pueblo y exclama, con voz fuerte:
El superior entra con la preciosa Cruz, precedido por dos portadores de faroles y todos quienes
salieron antes. Y los cantores cantan Cristo Resucitó mientras todas las campanas son tocadas y
hasta que todos hayan vuelto a entrar en el templo. El clero va directamente al Santuario.
Entonces todas las campanas son tocadas y tañen por un largo rato
Gran Letanía
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Diácono: Para que Él libre a Su pueblo de enemigos visibles e invisibles, y nos
confirme en la unidad, el amor fraternal y la piedad, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por esta ciudad (pueblo, aldea o monasterio), por todas las ciudades y
países, y por todos los fieles que habitan en ellas, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por un clima propicio, por la abundancia de los frutos de la tierra y
tiempos de paz, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por los que viajan por tierra, mar y aire, por los enfermos, los afligidos,
los cautivos y por su salvación, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Para que nos libre de toda aflicción, ira y necesidad, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu
gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor. (En ruso: Tiébie, Góspodi)
Sacerdote: Porque a Ti es debida toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Se canta el Canon (compuesto por San Juan Damasceno). El Sacerdote prior (o el Obispo) lo inicia
cantando el 1º Hirmos y lo continúan el coro. Y al comienzo de cada Oda del Canon él inciensa los
santos íconos, y ambos coros, y a los hermanos en orden de rango.
1º Oda
1
Coro: Troparion. ¡Purifiquemos nuestros sentidos para ver la luz
inaccecible de la resplancediente Resurrección de Cristo, diciendo:
¡Regocijaos! escuchando claramente el himno de la victoria.
Pequeña Letanía
3º Oda
1
Troparion: Ahora todo está lleno de Luz; el cielo, la tierra, y lo que está
debajo de la tierra: que todos los seres festejen la Resurrección de
Cristo en quien somos fortalecidos.
Ahora todo está lleno de Luz; el cielo, la tierra, y lo que está debajo de la
tierra: que todos los seres festejen la Resurrección de Cristo en quien
somos fortalecidos. (se repite)
Pequeña Letanía
Diácono: Una y otra vez en paz, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu
gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor.
Sacerdote: Porque Tú eres nuestro Dios, y a Ti glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Ipakoi (Tono IV): Adelantándose al alba, las que estaban con María
encontraron la piedra apartada del sepulcro y oyeron al ángel decirles:
¿Por qué buscáis entre los mortales al que mora en la luz eterna? He
aquí el sudario. Corred y anunciad al mundo que el Señor ha
resucitado, habiendo dado muerte a la muerte, porque es el hijo de
Dios el que salva al género humano.
4º Oda
2
Hirmos: Haciendo la divina guardia, Habakum, divinamente inspirado, esté con
nosotros y nos muestre el Ángel de luz diciendo claramente: ¡Hoy es la salvación
del mundo, porque Cristo resucitó, y es Omnipotente!
Cristo, que es nuestra corona bendita, como Cordero del año fue
voluntariamente sacrificado por nosotros. ¡Pascua de purificación,
desde la tumba resplandeció por nosotros el Sol de la Verdad!
Pequeña Letanía
2
Sacerdote: Porque Tú eres un Dios bueno y amas a la humanidad, y a Ti
glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos.
Coro: Amén.
5º Oda
Con cirios, vamos a recibir a Cristo que se alza del Sepulcro como un
Esposo; y celebremos con las multitudes que festejan la Pascua
salvadora de nuestro Dios.
Pequeña Letanía
2
Sacerdote: Porque santificado y glorificado es Tu honorabilísimo y magnífico
Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
6º Oda
Pequeña Letanía
2
Sacerdote: Porque Tú eres el Rey de la paz y el Salvador de nuestras almas, y a Ti
glorificamos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos.
Coro: Amén.
7º Oda
Hirmos: El que libró a los varones del horno ardiente, cuando se hizo hombre,
padeció como mortal; y por su Pasión revistió al mortal con la belleza de la
incorrupción; el Dios de nuestros padres, ¡sea bendito y glorificado El solo!
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Las mujeres dotadas de divina Sabiduría... (se repite)
Pequeña Letanía
8º Oda
Hirmos: En este día llamado Santo, el primero entre los sábados, su rey y su señor,
la fiesta de las fiestas, en el cual bendecimos al Señor por los siglos.
2
Vers.: ¡Cristo resucitó de entre los muertos!
Oh Sión alza tus ojos en derredor de ti y ved: he aquí que tus hijos
vienen hacia Ti del occidente, del norte, del mar y del oriente,
¡bendiciendo en ti a Cristo por los siglos!
Pequeña Letanía
Diácono: Una y otra vez en paz, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu
gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor.
Sacerdote: Porque el Dominio de Tu Reino sea bendito y muy glorificado, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Aquí el diácono sale a incensar primero el Santuario y el costado derecho del Iconostasio.
2
9º Oda
Y entonces, el diácono inciensa el lado izquierdo del Iconostasio, los sacerdotes, el pueblo, y el
templo entero.
2
Oh Pascua grande y sacratísima, Cristo sabiduría, Verbo y poder de
Dios. ¡Concédenos participar de Ti en forma más clara en el día sin
ocaso de Tu Reino!
Pequeña Letanía
Diácono: Una y otra vez en paz, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu
gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor.
Sacerdote: Porque a Ti alaban todos los poderes celestiales, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Exapostilarion
Tono II: Tú que eres Señor y Rey, cuando descansaste en el cuerpo, durmiendo
como muerto, resucitaste al tercer día, levantando a Adán de la corrupción y
aniquilando a la muerte: oh Pascua de incorrupción y salvación del mundo. (1 vez
por el clero, 2 veces por el coro)
2
Las Alabanzas
(Tono 1)
Alabad al Señor del cielo, alabadle en las alturas, a Ti pertenece la alabanza, ¡oh
Dios!
Alabadle todos sus ángeles, alabadle todos sus ejércitos, ¡a Ti pertenece la alabanza,
oh Dios!
Vers.: ¡Alabadle con tímpanos y flauta; alabadle con instrumentos de cuerda y con
órgano!
Vers.: ¡Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de júbilo! ¡Todo lo
que respira, que alabe al Señor!
El lector y el coro alternan los versículos de la Pascua con los himnos siguientes:
Vers.: Salmo 68 (Tono V). Levántese Dios, sean dispersados sus enemigos, y huyan de
su presencia los que le aborrecen.
2
Coro: Nuestra Pascua, Cristo, el Vencedor nos ha concedido hoy una
Pascua noble, nueva bendita, Pascua mística, Pascua augusta, Pascua
sin mancilla, Pascua para les fieles. Pascua que nos abrió las puertas
del Paraíso, Pascua que santifica a todos los fieles.
Vers.: (S. 68). Como se desvanece el humo, así se disipan, así como se derrite la
cera ante la faz del fuego.
Vers.: (S. 68). Así perezcan los impíos ante el Rostro de Dios, mas los justos se
regocijarán,
Vers.: (S. 68). ¡Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos!
¡La Pascua alegre, la Pascua del Señor! Ha brillado para nosotros una
Pascua toda augusta, Pascua en que nos perdonamos unos a otros con
alegría. Pascua exenta de tristeza, y esto porque Cristo salió del
Sepulcro como se sale de bodas y llenó de alegría a las mujeres
diciéndoles: ¡Id anunciadle a los Apóstoles!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (Tono V) Ahora y siempre y por los
siglos de los siglos. Amén.
Aquí está contemplado que los sacerdotes y los fieles se den el Saludo Pascual; Mientras se canta:
"Hoy es el día de la Resurrección." El sacerdote prior aparece ante la Puerta Real teniendo
en su mano el Evangelio; todo el clero y los fieles vienen a besar el Santo Evangelio. Los fieles se
saludan diciendo: "Cristo resucitó" y se contesta: "En verdad resucitó." 4
4
Pero en la actualidad se acostumbra a que el celebrante, bendiciendo a las tres direcciones en el
Solea, salude a todos con “Cristo Resucitó”, y regresa al Santuario
3
Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su
muerte, y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros. (3 veces, en
forma más lenta, para que el sacerdote pueda preparar el discurso Catequístico, que
la gente escucha de pie).
Por lo tanto, entrad vosotros todos al gozo de vuestro Señor. Los primeros y
los últimos, tomad vuestra recompensa. Ricos y pobres, regocijaos y alegraos
juntos. Porque la mesa está llena, deleitaos de ella todos. El ternero está
cebado entero; que nadie se retire con hambre. Regocijaos todos del
banquete de la fe. Disfrutad de todas las riquezas de la bondad. Que nadie se
queje de su pobreza, porque el Reino Universal se ha manifestado. Que
nadie se lamente a causa de los pecados, porque el perdón ha surgido
resplandeciente del Sepulcro. Que nadie tema la muerte, porque la muerte
del Salvador nos ha librado. Porque destruyó la muerte cuando ésta se
apoderó de El. Aquél que descendió al infierno aniquiló al infierno; y lo hizo
experimentar la amargura; cuando éste tomó su Cuerpo. Esto predijo Isaías
cuando exclamó diciendo: "El infierno fue amargado, cuando Te encontró
abajo. Ha sido amargado, funestamente, porque ha sido destruido. Ha sido
amargado porque ha sido encadenado. Recibió un Cuerpo, y he aquí que era
Dios. Tomó tierra, y encontró Cielo. Tomó lo visible, y fue vencido
invisiblemente. ¿Oh muerte dónde está tu poder? ¿Oh infierno dónde está tu
victoria? Cristo resucitó, y fuiste aniquilado. Cristo resucitó, y fueron
arrojados los demonios, Cristo resucitó y los ángeles se regocijaron. Cristo
resucitó y reinó la Vida. Cristo resucitó, y los sepulcros se vaciaron de los
muertos. Porque Cristo habiendo resucitado de entre los muertos, fue el
3
Primogénito de entre los muertos, a El sea la gloria y el poder por los siglos
de los siglos. Amén."5
La Letanía
Diácono: Ten piedad de nosotros, ¡oh, Dios nuestro! por tu gran misericordia, Te
suplicamos, escúchanos y ten piedad.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: Roguemos también por nuestro Gran Soberano y Padre, Su Santidad el
Patriarca N., por nuestro Señor Reverendísimo el Metropolitano N., Primado de la
Iglesia Rusa en el Exterior, por Nuestro Señor Ilustre Obispo N., y por toda nuestra
hermandad en Cristo.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: También rogamos por el sufriente pueblo ortodoxo, y por su salvación.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: También rogamos a nuestro Señor Dios para que libre a su pueblo de los
enemigos visibles e invisibles, y que afirme en nosotros unidad de pensamiento,
amor fraterno y devoción.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: También rogamos por esta nación, sus autoridades y ejército.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: También rogamos por nuestros hermanos, sacerdotes, monjes ordenados
y por toda nuestra hermandad en Cristo.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Diácono: También rogamos por los bienaventurados y dignos de eterna memoria
Santísimos Patriarcas Ortodoxos, por los piadosos Zares y Zarinas, por los
fundadores de este santo templo, y por todos los ya fallecidos padres y hermanos
ortodoxos que yacen aquí y en cualquier parte del mundo.
Coro: Señor, ten piedad (tres veces).
Sacerdote: Porque eres Dios misericordioso que amas a los hombres, y te elevamos
gloria, a Ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los
siglos.
Coro: Amén.
Letanía
5
En la Tradición Rusa, a diferencia de otras, el Discurso Catequíatico no es contestado por el pueblo
con las frases “Ha sido amargado” o “En verdad, Resucitó”. Algunos acompañan a la introducción al
Discurso la frase “Cristo Resucitó”, la cual sí es respondida por todos (N. del R.)
3
Diácono: Completemos nuestra oración matutina al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten piedad de nosotros y guárdanos, ¡oh, Dios! por
Tu gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Que todo este día sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, pedimos al
Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: Un Ángel de paz, fiel guía, custodio de nuestras almas y cuerpos, pedimos
al Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: El perdón y remisión de nuestros pecados y transgresiones, pedimos al
Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: Lo bueno y conveniente para nuestras almas y la paz para el mundo,
pedimos al Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: Terminar en paz y arrepentimiento el tiempo restante de nuestra vida,
pedimos al Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: Un cristiano fin de nuestra vida, sin dolor, sin remordimiento, pacífico y
una buena respuesta ante el temible tribunal de Cristo, pedimos al Señor.
Coro: Concédelo, Señor.
Diácono: Conmemorando a la Santísima, Purísima, muy Bendita, Gloriosa
Soberana nuestra, la Madre de Dios y siempre Virgen María y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos, y mutuamente los unos a los otros, y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor
Sacerdote: Porque eres Dios de misericordia, de generosidades, de amor a la
humanidad y te elevamos gloria, a Ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
3
Y exclama: Porque a Ti te corresponde el tener misericordia y salvarnos, Dios
nuestro, y Te elevamos gloria, a Ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre, y
por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Despedida
Diácono: Sabiduría.
Coro: Bendice.
Sacerdote: El que es Bendito, Cristo Dios nuestro, en todo tiempo, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén. Afirma, oh Dios, la santa Fe Ortodoxa y a los cristianos
ortodoxos, por los siglos de los siglos
Sacerdote: Santísima Madre de Dios, sálvanos.
Coro: Tú eres más venerable que los Querubines e incomparablemente
más gloriosa que los Serafines a ti que sin mancha diste a luz al Verbo
de Dios y que verdaderamente eres la Madre de Dios, a ti te
celebramos.
Sacerdote: Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su
muerte.
Coro: Y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
Sacerdote: Cristo, verdadero Dios nuestro, que Resucitó de entre los muertos,
por las oraciones de su Purísima Madre, y de nuestro Santo Padre Juan
Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla, y de todos los santos y de los santos y
justos progenitores de Dios Joaquín y Ana, se apiade y nos salve, por su bondad y
amor a los hombres.
Coro: Amén.
El sacerdote bendice con la cruz hacia los tres lados, exclama cada vez:
Así terminan los Matutinos y luego se da comienzo a las Horas Pascuales, en caso de que la Divina
Liturgia sea celebrada a continuación.
3
Horas Pascuales
Este oficio no consiste de los salmos usuales, sino de himnos que glorifican la alegre Resurrección
del Señor.
Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios en todo tiempo, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Ipakoi (Tono IV): Adelantándose al alba, las mujeres que estaban con
María encontraron la piedra apartada del sepulcro y oyeron al ángel
decirles: ¿Por qué buscáis como a un muerto al que mora en la luz
eterna? He aquí el sudario. Corred y anunciad al mundo que el Señor
ha resucitado, habiendo dado muerte a la muerte, porque es el hijo de
Dios el que salva al género humano.
3
con el Padre y el Espíritu, llenándolo todo. Tú mismo siendo
indescribible.
Sacerdote: Por las oraciones de nuestros padres, oh señor Jesucristo nuestro Dios,
ten misericordia de nosotros.
Coro: Amén.
Y este mismo oficio se canta en vez de Tercera y Sexta Horas antes de la Liturgia, y en vez de la
Novena Hora antes de Vísperas y en vez de las Completas y del Oficio de Medianoche, durante los
ocho días de Pascua.
3
La Divina Liturgia Pascual.
El sacerdote, en vez de rezar en voz baja la oración usual “Oh Rey Celestial”, reza en voz baja
“Cristo Resucitó” (3 veces), y el resto, tras lo cual comienza la Liturgia de los Catecúmenos:
Sacerdote: Bendito sea el Reino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y
siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
El coro repite tres veces este Troparion, al término de las 3 veces del clero.
Luego el sacerdote procede a incensar el altar de la siguiente forma: el sacerdote con el triple
candelabro en su mano izquierda y con el incensario en su mano derecha, está en la parte frontal
del Altar, mientras que el diácono está en el lado opuesto (en el Lugar Alto) sosteniendo un
candelabro, alternando los versículos como al comienzo del Matutino. El sacerdote empieza
incensando la parte frontal del Altar:
Clero: Levántese Dios, sean dispersados sus enemigos, huyan de su presencia los
que le aborrecen.
Clero: Como se desvanece el humo, así se disipan y como se derrite la cera ante la
faz del fuego.
Clero: Así perecerán los pecadores ante el Rostro de Dios, mas los justos se
regocijarán.
3
Clero: Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos. (Sale el
sacerdote con el diácono al Soleas para incensar los íconos del Iconostasio, mientras lo cantan)
Clero: Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (Y se dan vuelta para
incensar al pueblo)
Y el pueblo contesta
Esto se repite dos veces más. Al terminar, el sacerdote y el diácono retornan al Altar, en donde se
canta:
Clero: Cristo resucitó de entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte.
3
Diácono: Por la nación, sus autoridades y ejércitos, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por esta ciudad (pueblo, aldea o monasterio), por todas las ciudades y países,
por todos los fieles que habitan en ellas, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por un clima propicio, por la abundancia de los frutos de la tierra y
tiempos de paz, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Por los navegantes, viajeros, enfermos, afligidos, cautivos y por su
salvación, roguemos al Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al
Señor.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, tennos misericordia y protégenos, oh Dios, por tu
gracia.
Coro: Señor, ten piedad.
Diácono: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa
Soberana, la Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos,
encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda
nuestra vida a Cristo Dios.
Coro: A Ti, Señor. (En ruso: Tiébie, Góspodi)
Sacerdote: Porque a Ti es debida toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Primera Antífona
3
Coro: Por las oraciones de la Madre de Dios, oh Salvador, sálvanos.
Segunda Antífona
4
fuiste crucificado, oh Cristo Dios, pisoteando la muerte con la muerte. /
Tú que eres Uno de la Santa Trinidad, glorificado junto con el Padre y el
Espíritu Santo, // sálvanos.
Tercera Antífona
En este momento el clero realiza, de la forma acostumbrada, la Pequeña Entrada
Verso: Así perecen los impíos ante el Rostro de Dios, más los justos se
regocijarán.
4
Diácono: ¡Sabiduría! Estemos de pie.
Ipakoi (Tono VIII): Adelantándose al alba, las mujeres que estaban con
María encontraron la piedra apartada del sepulcro y oyeron al ángel
decirles: ¿Por qué buscáis como a un muerto al que mora en la luz
eterna? He aquí el sudario. Corred y anunciad al mundo que el Señor
ha resucitado, habiendo dado muerte a la muerte, porque es el hijo de
Dios el que salva al género humano.
Epístola
4
Diácono: Sabiduría.
Lector: Prokímenon del Tono 8, Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y
regocijémonos.
Coro: Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos.
Lector: Confesad al Señor porque es bueno; porque su misericordia permanece
para siempre.
Coro: Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos.
Lector: Este es el día que hizo el Señor.
Coro: Alegrémonos y regocijémonos.
Diácono: Sabiduría.
Lector: Lectura de los Hechos de los Apóstoles (1:1-8).
Diácono: Estemos atentos.
"Hice mi primer tratado, oh Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús
comenzó a hacer y enseñar hasta el día, en que habiendo dado Sus
instrucciones por el Espíritu Santo a los Apóstoles, que había elegido,
fue llevado a lo alto, a los cuales también después de su Pasión se había
presentado vivo con muchas pruebas evidentes, dejándose ver de ellos
por cuarenta días y diciéndoles las cosas referentes al Reino de Dios. Y
estando en la mesa con ellos les ordenó que no se marchasen de
Jerusalén, sino que guardasen la promesa del Padre, la cual oísteis de
mí; porque así como Juan bautizó en agua, vosotros seréis bautizados
en el Espíritu Santo de aquí a no muchos días. Así pues, los que se
habían reunido le preguntaban diciendo: Señor, ¿vas a restablecer en
este tiempo el reino de Israel? Pero El les dijo: no os toca a vosotros
conocer los tiempos u ocasiones que el Padre fijó con Su propia
potestad; pero recibiréis un poder cuando venga sobre vosotros el
Espíritu Santo, y seréis mis testigos no sólo en Jerusalén y en toda
Judea y Samaria, sino hasta los confines de la tierra."
Evangelio
Es costumbre que esta lectura sea leída en varias lenguas.
4
Sacerdote: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio. Paz a todos
vosotros.
Coro: Y a tu espíritu.
Sacerdote: Lectura del Santo Evangelio según San Juan (1:1-17). Estemos atentos.
Coro: Gloria a Ti, Señor, gloria a Ti.
Juan dio testimonio de El, y clamó diciendo: "Este es del que yo decía:
El que viene tras de mí es antes de mí, porque es primero que yo.
Porque de su plenitud tomamos todos y gracia por gracia. Porque la ley
por Moisés fue dada; mas la gracia y la verdad, por Jesucristo fue
hecha."
Al término del último versículo, son tocadas todas las campanas, pero por poco tiempo.
Sigue la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo de la manera acostumbrada, con la Letanía de
la Súplica Ardiente, Despedida de los Catecúmenos, y la Liturgia de los Fieles; esta última sigue de
manera normal hasta la Megalinaria a la Santísima Virgen, donde cambia el Himno a la Madre
de Dios:
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¡Resplandece; resplandece, nueva Jerusalén, pues la gloria del Señor
ha brillado sobre ti, alborózate ahora y alégrate Sión; y tú, oh Purísima
Madre de Dios, regocíjate por la resurrección de Tu Hijo!
Tras este himno, la Liturgia sigue de manera acostumbrada hasta el himno de Comunión. De aquí
en adelante, y para facilitar, vamos a incluir en esta redacción el texto íntegro para el pueblo de lo
que viene en la Liturgia a partir del canto del Padre Nuestro.
Padre Nuestro
Todos cantan
En la comunión de los fieles, el superior entona: Con temor de Dios y fe, aproximaos.
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Coro: (en lugar de "Bendito sea el que viene en el Nombre del Señor...") Cristo resucitó de
entre los muertos, pisoteando la muerte con su muerte, y otorgando la
vida a los que yacían en los sepulcros. (una vez).
Coro: (En vez de: Hemos visto la verdadera luz...) Cristo resucitó de entre los
muertos, pisoteando la muerte con su muerte, y otorgando la vida a los
que yacían en los sepulcros. (una vez).
Acción de Gracias
Y saliendo el Sacerdote por la Puerta Real, hasta ponerse frente al ícono de nuestro Señor
Jesucristo, pronuncia la oración del ambón:
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Oración del Ambón
Sacerdote: ¡Oh, Señor! que bendices a los que te bendicen y santificas a los que en
Ti confían, salva a Tu pueblo y bendice Tu heredad, conserva la plenitud de Tu
Iglesia, santifica a los que aman la magnificencia de Tu casa. Glorifícalos con Tu
Divino Poder, y no nos abandones a los que confiamos en Ti. Concede la paz a Tu
mundo, a Tus iglesias, a los sacerdotes, a los gobernantes, a los ejércitos y a todo Tu
pueblo. Porque toda dádiva buena y todo don perfecto proviene de las alturas,
descendiendo de Ti, ¡oh, Padre de las Luces!; y a Ti tributamos gloria,
agradecimiento y adoración, ¡oh! Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y
por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Después sale y coloca el Artos en un Analogion, y el pueblo, al recibir el Antidoron, besa el Artos"
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Sacerdote: La bendición del Señor descienda sobre vosotros por su gracia y su
amor a la humanidad, en todo tiempo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Coro: Amén.
Sacerdote: (En lugar de "Gloria a Ti, oh Cristo Dios nuestro...,") Cristo resucitó de entre
los muertos, pisoteando la muerte con su muerte.
Coro: Y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
Después el superior, como es usual, entona la Despedida con la Cruz, como está señalado para los
Matutinos.
Despedida
Sacerdote: Cristo nuestro verdadero Dios, que resucitó de entre los muertos, por
las oraciones de su Purísima y Santísima Madre, por el poder de la preciosa y
vivificadora Cruz, por las súplicas de los poderes celestiales incorpóreos, por las
oraciones del honorable, glorioso profeta y precursor Juan Bautista, de los santos
honorables y alabadísimos Apóstoles; de los santos ilustres y gloriosamente
victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres; de nuestro venerable
padre entre los santos, Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla, de los
santos y justos antepasados de Cristo Dios, Joaquín y Ana; de San... Patrono de este
Templo; y de todos los Santos, tenga misericordia y nos salve, porque es bueno,
misericordioso y amante de la humanidad.
Coro: Amén.
El sacerdote, después de la despedida, bendice a los creyentes con la Cruz a los tres lados y
exclama (tres veces)
Sacerdote: ¡Cristo resucitó!
Pueblo: En respuesta los creyentes hacen la señal de la Cruz y dicen: ¡En verdad,
resucitó!
Христос воскресе!
Христос воскресе из мертвых,
смертию смерть поправ,
и сущим во гробех живот даровав!