Charango

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Charango
Charango jt.png
Caracter�sticas
Clasificaci�n Instrumento de cuerda
Instrumento de cuerda pulsada
Instrumentos relacionados Guitarra, bajo, cuatro venezolano, mandolina,
requinto, Guitarra Andina, Vihuela Andina.
M�sicos Charanguistas
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El charango es un instrumento de cuerda, originario de los Andes de plena vigencia
en �reas culturales influenciadas por los quechuas y aymaras. Posee cinco cuerdas
dobles, aunque hay variaciones con menos o m�s cuerdas, pero casi siempre en cinco
�rdenes o juegos.

�ndice
1 Historia
2 Posible origen
3 Fabricaci�n
3.1 Caracter�sticas
3.2 Elementos
3.2.1 Caja ac�stica
3.2.2 M�stil
3.2.3 Clavijero
3.2.4 Clavijas
3.2.5 Cuerdas
3.3 Afinaci�n
4 Diferentes tipos de charango
4.1 Chango
4.2 Walaycho
4.3 Chillador
4.4 Ronroco
4.5 Sonko charango
4.6 Khonkhota
4.7 Charango mediano o �mediana�
4.8 Charango vallegrandino
4.9 Charango ayacuchano
4.10 Charango pampe�o
4.11 Charango de Moquegua
4.12 Charango bajo
4.13 Hatun charango
4.14 Changolina
5 Festivales
5.1 Encuentro Nacional del Charango
5.2 Festival del Charango Titiqaqa
5.3 Festival Charango Warmi
5.4 Festival Internacional del Charango
5.5 Encuentro Internacional del Charango
6 Algunos exponentes del charango
7 Galer�a
8 Referencias
9 Bibliograf�a
10 Notas
11 Enlaces externos
Historia

Charango hecho con un armadillo, en el Museo de la M�sica de Barcelona

El charango nace de la modificaci�n de un instrumento de cuerda de origen europeo
en la regi�n de los Andes durante la �poca colonial. Generalmente se menciona la
mandolina como el instrumento en que se bas� la confecci�n del charango, pero
tambi�n se se�ala la vihuela como la base para su construcci�n.

Si bien el proceso de creaci�n del charango debe haber ocurrido durante el siglo
XVI o XVII �etapa tard�a de la colonizaci�n espa�ola�, es del siglo XIX el primer
registro que se tiene de su uso.

Es as� como en las portadas de varias iglesias del siglo XVIII, departamento de
Potos� Bolivia que hasta 1776 pertenec�a a la Real Audiencia de Charcas, aparecen
figuras o im�genes del charango. En un documento escrito en 1814 un cl�rigo de
Tupiza, Bolivia, al referirse a los charangos, dice que son �unos guitarrillos muy
suyos, que por ac� se llaman charangos�. Turino, por su parte, ha ubicado
representaciones de sirenas tocando posibles charangos en algunas iglesias
coloniales de mediados del siglo XVIII en el altiplano boliviano y peruano, lo cual
datar�a el instrumento en una fecha m�s temprana.

Durante el siglo XX aparentemente el charango solamente se tocaba en las regiones

rurales, y era muchas veces despreciado por los habitantes de las ciudades,
considerado un �instrumento de indios�. En 1900 fue ingresando al �mbito urbano; en
1944 el boliviano Mauro N��ez empez� a divulgar la m�sica folcl�rica con charango y
tambi�n a renovar la m�sica de este instrumento. Mauro N��ez tambi�n se dedic� a la
fabricaci�n de charangos bolivianos. Posteriormente se fueron creando unos estilos
propio en la m�sica andina hasta hoy, llevando el charango a las salas de
concierto.

El charango ha sido uno de los instrumentos m�s estudiados en el Per� contando con
una gran atenci�n de parte de renombrados estudiosos, artistas e investigadores
como Ricardo Palma (1833-1919), Jos� Mar�a Arguedas (1911-1969), Thomas Turino,
F�lix Paniagua, Fred Arredondo o Adriel Osorio Zamalloa1?. A partir de 1950 Jaime
Guardia empez� a difundir la m�sica de charango de Ayacucho, en el Per�, con mucho
�xito.2?

Tambi�n para la d�cada de los 50 empezar�a a difundirse con �xito la m�sica de

charango en Ecuador.

En los a�os cincuenta y sesenta se empez� a popularizar el charango en Argentina y

Chile, y tambi�n en Francia y otros pa�ses europeos.

A partir de los a�os sesenta, m�sicos y grupos de Argentina y Per� (como Jorge
Milchberg ), y de Bolivia (como Ernesto Cavour)[1] con Los Jairas y los hermanos
Arguedas (Bolivia Manta), William Ernesto Centellas,3? Eddy Nav�a, con sus giras
llevaron la m�sica del charango a toda Europa, los Estados Unidos y Jap�n.

En La Paz (Bolivia), el 6 de abril de 1973, bajo la iniciativa fundamental de

William Ernesto Centellas,3? contando con la colaboraci�n de Abd�n Cam�o y Ernesto
Cavour Aramayo,4? fue constituida la Sociedad Boliviana del Charango, que desde
1997, cada dos a�os organiza el Congreso Nacional del Charango, junto al evento
Encuentro Internacional de Charanguistas.

En Bolivia se reconoce a la ciudad de Potos� como lugar de origen "cuna del

Charango", mientras que por su difusi�n hist�rica y contempor�nea la poblaci�n de
Aiquile tiene el designio de "capital del Charango". Desde 1984, en Aiquile se
realiza el festival internacional del charango, que re�ne a int�rpretes y
fabricantes nacionales e internacionales de este instrumento.5?

En el pasado, el charango era elaborado de madera y caparaz�n de armadillo.

Actualmente, el armadillo es una especia amenazada en Per� y existen leyes de
protecci�n animal que proh�ben el maltrato o sacrificio de animales. En ese sentido
y para no sacrificar estos animales, hoy en d�a el charango es elaborado de madera
o inclusive de papel.

Posible origen
Investigaciones de Chalena V�squez (1950-2016) sostienen que en la Constituci�n de
la Rep�blica del Per�, el desuso de la guitarrilla barroca que se importaba desde
la pen�nsula ib�rica, a trav�s del Caribe, dio como resultado la adopci�n de la
guitarra ac�stica de seis �rdenes y es desde este instrumento que se desarrolla la
familia de cuerdas latinoamericanas compuesta por la jarana, el cuatro, el tiple y
el charango1?. En ese sentido, es importante se�alar que las primeras referencias
documentadas de instrumentos de cuerda en el Per� pertenecen a cronistas del siglo
XVII al XVIII.

El charanguista boliviano Ariel Villaz�n propone que el charango se origin� como

resultado de una variante directa del timple de las islas Canarias; es decir que el
charango es un timple canario modificado. Las similitudes con la vihuela y la
mandolina no parecen ser tan contundentes como las que tiene con el timple canario.
Su hip�tesis se basa en tres puntos clave: primero, la construcci�n y el tama�o son
id�nticos; segundo, las notas son las mismas en algunas de sus afinaciones; y por
�ltimo, el propio t�rmino "charango" proviene de las charangas espa�olas, que son
parecidas a las tunas o comparsas. Posiblemente los emigrantes canarios sol�an
interpretar en sus comparsas (charangas) acompa�ados de timples. De ah� el nombre
de �charango�. Otra coincidencia adicional y clara se puede observar en la forma
abombada de la caja de resonancia del instrumento. Tambi�n sugiere que la evoluci�n
desde el timple al charango se dio cuando los materiales para encordar cambiaron de
fibras animales a nailon y otros. Seguramente a alg�n constructor se le ocurri�, al
sustituir las cuerdas de tripa de gato por las de nailon, duplicar la cantidad de
cuerdas para mejorar su sonoridad, siendo la �nica novedad la MI octava del centro.

En el posible origen peruano, se toma en cuenta a lo se�alado por los ilustres

peruanos Juan de Arona (1839-1895) y Ricardo Palma (1833-1919), quienes inclu�an ya
la palabra charango a sus libros de peruanismos, e inclu�an tambi�n habitualmente,
esta palabra referida al instrumento en su profusa creaci�n literaria como
instrumento que actuaba casi como el pan de cada d�a en la vida de los peruanos,
ademas de referirse a el como instrumento de uso, dominio y propio de peruanos.

Para el lado peruano tenemos tambi�n la referencia que se le hace al olvidado

precursor peruano de la independencia quien lucho al lado de Tupak Katari, nos
referimos a Pedro Obaya[2], y esto es de mucha importancia debido a que naci� entre
los a�os 1772 y 1774 (deducido de la �Historia del Rey Chiquito�del boliviano
Porfirio D�az Machicao). Este h�roe tambi�n fue descrito por el escritor e
historiador boliviano Augusto Guzm�n, quien lo se�ala a pesar de sus 18 a�os como
un valiente y a la vez "diestro charanguista"; es decir, se hace referencia a un
charanguista peruano que vivi� casi medio siglo antes que se hiciera la primera
referencia al charango boliviano por parte del cl�rigo del Tupiza boliviano.

Por ultimo, en 1899, la Real Academia Espa�ola reconoce al charango como

instrumento propio de los indios del Per�.

Fabricaci�n
El charango m�s difundido, entre cejuela y puente tiene una distancia de 37 cm.
Existen tambi�n charangos muy peque�os (walaycho, maulincho, chillador) y charangos
grandes (ronroco, khonkhota, charango mediano o mediana).

Caracter�sticas
Por lo general el charango tiene cinco �rdenes dobles, es decir, cinco pares de
cuerdas, aunque en Per�, en la zona de Ayacucho, se estila cuatro �rdenes simples:
dos a cada extremo, y uno doble, "octaveado", en medio. Los de caja cavada (o
"laukeado", por su parecido al la�d), son m�s comunes en la zona de Bolivia,
mientras que en Per� son laminados, por lo que com�nmente se dice que parece una
peque�a guitarrilla.

Pero por la inmensa variedad de tipos de charango, no se pueden generalizar las

caracter�sticas de construcci�n.

En Bolivia, desde los a�os sesenta del siglo XX, se han vuelto populares tres
tama�os: el walaycho (50 cm), el charango (quirquincho o urbano) (60 cm) y el
ronroco (75 cm). Otros tama�os se dan como variaciones regionales, o como resultado
de experimentos ac�sticos de ciertos int�rpretes. Las variaciones en tama�o van
desde la mitad de un walaycho, hasta el de una guitarra espa�ola. En Bolivia, los
artesanos del charango han desarrollado un gran n�mero de dise�os, que var�an de la
esbelta forma en ocho hasta modelos estilizados y angulares. Incluso han
desarrollado modelos similares a la guitarra el�ctrica.

En el Per�, existe una gran variedad de tipos de charango, siendo actualmente las
ciudades de Cuzco, Ayacucho y Puno los bastiones donde su uso es masivo; en las
�reas rurales se encuentran tambi�n charangos fabricados de diferentes materiales y
maderas, variados n�meros de cuerdas, diferentes tama�os y formas. En Lima, donde
se dan tambi�n las manifestaciones culturales de todo el pa�s, este instrumento es
muy utilizado tanto en el folclore nacional como en grupos y orquesta de m�sica
moderna; actualmente se usan el charango ayacuchano y el pune�o como referentes

Elementos

Denominaci�n de las partes del charango

Charango bolibiano
Charango
Caja ac�stica, m�stil, clavijero, cuerdas de nailon y/o de metal.

Caja ac�stica
El charango puede tener varios tipos de caja de resonancia: la de armadillo, la de
madera ahuecada o "vaciado" y la de madera laminada. Tradicionalmente estaba hecha
con el caparaz�n de un armadillo, t�pica de la zona altipl�nica de Oruro y Potos�
(Bolivia), hasta Puno y Cuzco (Per�); pero las investigaciones ac�sticas y las
consideraciones respecto a la protecci�n del armadillo, el cual est� en peligro de
extinci�n, han dado auge al uso de la madera en su fabricaci�n.

Armadillo: El caparaz�n del armadillo (quechua: quirquincho) sirve de caja de

resonancia para charangos de diferentes regiones andinas. Hoy d�a se encuentra este
tipo de charango sobre todo en la regi�n del norte boliviano (Potos� y Oruro), pero
tambi�n existe en el Per�. El armadillo es una especie en proceso de extinci�n, y
por lo tanto la exportaci�n de productos de armadillo est� prohibida.
Madera ahuecada o "vaciado": Caja de resonancia redonda, imitando al caparaz�n del
armadillo, pero hecha de madera dura o semidura. A veces los artesanos adornan la
caja con tallados preciosos. Se fabrican charangos de madera ahuecada de una sola
pieza, o sea caja, m�stil y clavijero ya no son partes separadas.
Madera laminada: Charango creado en Per�, que consiste en una caja construida de
manera similar a la guitarra espa�ola.
Para la construcci�n del charango se emplean diferentes maderas, algunas son:
alerce, algarrobo, caoba, carejeira, cedro, mara, naranjillo, nogal, palosanto,
petereby, raul�.

M�stil
Est� hecho de madera. Muchos Luthieres de charango, para el m�stil, prefieren la
madera �mara�, por ser liviana y muy resistente a los cambios clim�ticos.

Clavijero
Est� hecho de madera. Seg�n el modelo, el clavijero est� hecho para clavijas
verticales (de madera o de metal) u horizontales (de metal).

Clavijas
Existen charangos con clavijas de metal (mec�nicas) y tambi�n de madera. Sobre todo
en �reas rurales, y por razones econ�micas, se ve mucho los charangos con clavijas
de madera. Pero tambi�n en estas regiones quien puede obtiene clavijas de metal,
que por lo general facilitan la afinaci�n precisa del instrumento. Para fabricar
clavijas de madera de calidad equivalente a las de metal, se necesita herramientas
de costo muy elevado. Casi no se encuentran charangos con clavijas de madera de
calidad superior.

Cuerdas
El charango cuenta con cinco pares de cuerdas. En las tablas a continuaci�n se
indica su ubicaci�n en n�meros romanos, comenzando por la primera (I) o m�s delgada
hasta la quinta (V) o m�s gruesa. En la primera columna de la izquierda se muestra
la afinaci�n de cada una (esto �ltimo tambi�n en la tabla lateral derecha con
pentagramas). Tradicionalmente las cuerdas del charango eran de tripa. Por razones
econ�micas empezaron a usarse cuerdas de metal y a partir de la d�cada de 1950
tambi�n cuerdas de nailon. Existen charangos con pares de cuerdas mixtas, de metal
y de nailon.

Afinaci�n

Selecci�n de afinaciones del charango

6?

MEN�0:00
Cuerdas al aire de un charango con temple natural.
La afinaci�n de los diferentes charangos no es algo fijo, y var�a seg�n la regi�n y
el ejecutante.

La afinaci�n m�s difundida es el �temple natural�: mi, la, mi, do, sol. El tercer
par de cuerdas est�n a una octava entre s�, de tal modo que la octava inferior es
la m�s cercana al segundo par de cuerdas y la octava superior es la m�s cercana al
cuarto par de cuerdas.
Sobre todo para walaychos y chilladores se emplea el �temple diablo�: si, mi, si,
sol, re, con ninguna cuerda octavada.
El ronroco se afina de diferentes maneras. Una es mi, la, mi, do, sol con los pares
de cuerda do y sol octavados cada uno, mientras la cuerda grave de cada uno de
estos dos pares puede ser la primera o la segunda.
Tabla que muestra la afinaci�n natural mi, la, mi, do, sol de los primeros doce
trastes:

Cuerda 1.er traste 2.� traste 3.er traste 4.� traste 5.� traste 6.� traste
7.� traste 8.� traste 9.� traste 10.� traste 11.er traste 12.� traste
I - Mi Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi
II -La La# Si Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol Sol# La
III - Mi
(octavada) Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi
IV - Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do
V -Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol
Tabla que muestra la misma afinaci�n natural (E, A, E, C, G), pero en la notaci�n
inglesa

Cuerda 1.er traste 2.� traste 3.er traste 4.� traste 5.� traste 6.� traste
7.� traste 8.� traste 9.� traste 10.� traste 11.er traste 12.� traste
I - E7? F F# G G# A A# B C C# D D# E
II - A A# B C C# D D# E F F# G G# A
III - E
(octavada) F F# G G# A A# B C C# D D# E
IV - C C# D D# E F F# G G# A A# B C
V - G G# A A# B C C# D D# E F F# G
Diferentes tipos de charango
Su cuerda vibrante usualmente es de 37 cm. Tama�o regular. Por lo general est�
encordado con cuerdas de nailon. Afinaci�n: temple natural.

Chango
Posee 20 cuerdas de nailon, que va en quintas paralelas; es decir, que dos cuerdas
tienen el mismo sonido y tiene solamente un traste; es decir solo hace 20 sonidos.
Es hecho con madera de caoba. Dispone de dos afinaciones: Temple diablo y temple
natural, originario de Bolivia por los hermanos Shuarscovliente. Es m�s grande que
el charango t�pico, con un tama�o total de unos 104 a 108 cm, y sus cuerdas miden
entre 80 y 84 cm.

Walaycho
Denominaci�n usada en Bolivia,8? para un charango m�s peque�o que el charango tipo,
hecho de madera ahuecada o de armadillo. Cuerda vibrante de metal de menos de 30
cm. Afinaci�n: temple diablo.

Chillador
Chillador es el nombre usado en el sur del Per� para un charango m�s peque�o que el
charango com�n, hecho de madera laminada o de armadillo. Cuerda vibrante de menos
de 30 cm, cuerdas de metal. Afinaci�n: temple diablo. El chillador lleva 12 cuerdas
de metal en cinco �rdenes, con el segundo y cuarto orden con tres cuerdas cada uno.

Ronroco
Desarrollo de los hermanos Hermosa de la agrupaci�n Los Kjarkas de Cochabamba,
Bolivia. Charango grande de aproximadamente 80 cm de tama�o total y de cuerda
vibrante de hasta 60 cm. Afinaci�n temple natural pero una octava m�s baja y con
los �rdenes cuatro y cinco octavados. Tambi�n se le llama ronroco, principalmente
en Argentina y Chile, al charango afinado cinco semitonos m�s grave que el charango
est�ndar del temple natural si, mi, si, sol, re.

Sonko charango
Charango grande del tama�o de un ronroco, con forma de coraz�n (sonko significa
�coraz�n� en idioma quechua). Tiene trece o m�s cuerdas. Usa diferentes
afinaciones. Se trata de un desarrollo nuevo que empez� en los a�os setenta, de
Gerardo Y��ez.9?

Khonkhota
Se trata de un instrumento r�stico de las regiones rurales de los departamentos de
Potos� (norte), Oruro y Cochabamba. Su caja de resonancia est� hecha en madera
laminada. Tiene solamente cinco trastes. El tama�o total es 90 cm, la cuerda
vibrante mide 65 cm. Lleva 8 cuerdas en 5 �rdenes de los cuales el segundo y
tercero consisten de una sola cuerda. De los �rdenes de doble cuerda dos de los
tres, o ninguno, est� octavado. Una de varias afinaciones es mi, la, re, si, do.

Charango mediano o �mediana�

La mediana es un charango chuquisaque�o de las regiones rurales. Existe en varios
tama�os entre 50 cm y 95 cm de tama�o total con la cuerda vibrante entre 33 cm
hasta 65 cm. La mediana normal (tama�o grande) est� afinada en temple natural pero
una octava m�s baja que el charango com�n. Las dos cuerdas del tercer orden est�n
afinadas una octava m�s baja que el primer orden.

Charango vallegrandino
De Vallegrande, Bolivia. Cuerda vibrante ca. 33 cm, tama�o total ca. 50 cm, 6
cuerdas. 4 �rdenes. El primero y cuarto orden tienen cuerdas simples. Afinaci�n:
la, mi, do, sol.

Charango ayacuchano
Charango con caja de resonancia en madera laminada, con 6 cuerdas en 5 �rdenes. Por
lo general es m�s peque�o que el charango com�n. El tercer orden est� octavado, los
dem�s �rdenes son de una sola cuerda. La afinaci�n corresponde al temple natural.

Charango pampe�o
Charango con caja de resonancia en madera laminada, utilizado en la regi�n de
Arequipa, Per�; con quince cuerdas en cinco �rdenes. Las cuerdas son met�licas,
existiendo dos afinaciones; la primera es do?, fa?,do?, la, mi, octaveando la
segunda cuerda del segundo orden; otra afinaci�n es temple natural.

Charango de Moquegua
Tiene 20 cuerdas, cinco �rdenes con cuatro cuerdas cada uno; el tercer orden est�
octavado.

Charango bajo
Su tama�o es de 155 cm. La cuerda vibrante es de 87 cm y la altura es de 82 cm. Su
gran caja de resonancia es de madera laminada y posee 6 cuerdas (1 primera, 1
segunda, 2 terceras, 1 cuarta y 1 quinta). Su afinaci�n es si, mi, si, si, sol, re
(afinaci�n en mi) escrita en clave de fa.

Hatun charango
El hatun charango peruano, de siete �rdenes de cuerdas, fue dise�ado por Federico
Tarazona y construido en Lima por el lutier Fernando Luna, posee seis �rdenes de
cuerdas simples y un orden doble afinado a la octava como en el charango
tradicional.

Changolina
La 'changolina' es un nombre informal que se le da a un charango con caja de
mandolina cuyo creador es el lutier cusque�o Sabino Huaman, uno de los lutieres de
charango de m�s renombre del Per� y de Cuzco.
Festivales
Los principales a nivel mundial se celebran en el Per�:

Encuentro Nacional del Charango

Organizado por la Asociaci�n Peruano Japonesa en conjunto con la Asociaci�n Cuerdas
Al Aire, es celebrado en el mes de agosto de cada a�o, en Lima, en la sede del
Centro Cultural Peruano Japon�s. Cuenta con la participaci�n de diversos artistas
nacionales que difunden el charango en el Per� y el extranjero como son Julio
Humala (Coracora), Omar Ponce (Puno), Percy Rojas (Hu�nuco), Yoshiro Gonz�les
(Ayacucho), Fredy G�mez (Ayacucho) y el grupo Los Cholos.

Festival del Charango Titiqaqa

Se realiza anualmente en la ciudad de Puno y cuenta con la participaci�n de
charanguistas reconocidos regional, nacional e internacionalmente.

Festival Charango Warmi

Evento que re�ne a exponentes femeninas del charango y que es organizado por el
Centro Universitario de Folklore (CUF) de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos.

Festival Internacional del Charango

Se celebra en Per� y es de sede rotativa, es decir que cada edici�n tiene una
ciudad sede distinta de modo que se difunde la cultura del charango por todo el
pa�s. La �ltima edici�n, edici�n XI, fue realizada en la ciudad de Arequipa, entre
el 01 y el 05 de agosto del 2017, y signific� un gran despliegue en cuatro
escenarios diferentes con la participaci�n de charanguistas de Puno, Ayacucho,
Lima, Cuzco y Arequipa, y de invitados internacionales de Argentina, Bolivia y
Chile.10?

A diferencia de ediciones anteriores, en la edici�n XI particip� la Orquesta

Sinf�nica de Arequipa para rendirle homenaje a este instrumento musical Patrimonio
Cultural de la Naci�n.

Encuentro Internacional del Charango

Se realiza en la ciudad peruana de Cuzco, a fines del mes de agosto, y es
organizado por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, a trav�s de
la Unidad de Proyecci�n Social de la Direcci�n de Bienestar y Responsabilidad
Social.

Adem�s de conciertos, el evento contempla tambi�n la realizaci�n de exposiciones,

conversatorios, exhibiciones, talleres y conferencias, y cuenta con la
participaci�n de delegaciones de distintas regiones del Per� y de diferentes pa�ses
de Sudam�rica como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos,
entre otros.
Algunos exponentes del charango
Carlos Cabezas Gonz�lez
Ernesto Cavour
William Ernesto Centellas
Horacio Dur�n
Juan Carlos Flores
Jaime Guardia
Jorge Maronna
Roberto M�rquez
Marcela Morelo
Eddy Navia
Gustavo Santaolalla
Ram�n Stagnaro
Federico Tarazona
Freddy Torrealba
Jaime Torres
Fernando Torrico
Ariel Villaz�n
gianmarco
Galer�a
Tipos de Charango

Walaycho

Charango tradicional
Referencias
Ponce Valdivia, Omar: Introducci�n a las afinaciones y temples del Charango
Portal de Salta.gov.ar: El Charango � Los instrumentos musicales en Salta
Tuna de Universitarios San Luis de Potos�: Charango
Bibliograf�a
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Cavour Aramayo, Ernesto: El charango: su vida, costumbres y desventuras. La Paz
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Centellas Molina, William Ernesto (editor): Contribuciones al estudio del
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Julio Mend�vil (editor): El Charango. Historias Y Tradici�nes Vivas. Hollitzer,
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Notas