Flor
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El grupo de las angiospermas, con más de 250.000 especies, es un linaje evolutivamente exitoso que conforma la mayor parte de
la flora terrestre existente. La flor de angiosperma es el carácter definitorio del grupo y es, probablemente, un factor clave en su
éxito evolutivo. Es una estructura compleja, cuyo plan organizacional está conservado en casi todos los miembros del grupo, si
bien presenta una tremenda diversidad en la morfología y fisiología de todas y cada una de las piezas que la componen. La base
genética y adaptativa de tal diversidad está comenzando a comprenderse en profundidad,3 así como también su origen, que data
del Cretácico inferior, y su posterior evolución en estrecha interrelación con los animales que se encargan de transportar los
gametos.
Con independencia de los aspectos señalados, la flor es un objeto importante para los seres humanos. A través de la historia y de
las diferentes culturas, la flor siempre ha tenido un lugar en las sociedades humanas, ya sea por su belleza intrínseca o por su
simbolismo. De hecho, cultivamos especies para que nos provean flores desde hace más de 5.000 años y, actualmente, ese arte se
ha transformado en una industria en continua expansión: la floricultura.
Índice
Definición
Morfología de las flores: diversidad y tendencias evolutivas
Disposición de las piezas florales
Simetría floral
Perianto y perigonio
Cáliz
Corola
Androceo
Gineceo
Sexualidad
Fórmula y diagrama floral
Analogías y homologías
Inflorescencias
Polinización
Atracción de los polinizadores
Productos atractivos
Medios de reclamo y síndromes florales
Definición
La flor es un corto tallo de crecimiento determinado que lleva hojas modificadas
estructural y funcionalmente para realizar las funciones de producción de gametos y
de protección de los mismos, denominadas antófilos.2 nota 2
La flor de angiosperma es una estructura compleja cuyo plan organizacional está conservado en casi todas las angiospermas, con
la notable excepción de Lacandonia schismatica (Triuridaceae) que presenta los estambres en posición central rodeados de los
carpelos.8 9 Esta organización tan invariable no indica en modo alguno que la estructura floral es conservada a través de los
diferentes linajes de angiospermas. Por el contrario, existe una tremenda diversidad en la morfología y fisiología de todas y cada
una de las piezas que componen a la flor, cuya base genética y adaptativa está comenzando a comprenderse en profundidad.3
Se ha sugerido que existe una tendencia en la evolución de la arquitectura floral, desde un plan "abierto", en el que las variaciones
están determinadas por el número y disposición de las piezas florales, hacia un plan "cerrado", en el cual el número y disposición
de las piezas están fijados.10 En tales estructuras fijas, las elaboraciones evolutivas ulteriores pueden tener lugar a través de la
concrescencia, o sea, por medio de la fusión o estrecha conexión de las distintas partes.11 El plan de organización "abierto" es
común en las angiospermas basales y las primeras eudicotiledóneas, mientras que el plan de organización "cerrado" es la regla en
el clado de las gunnéridas (o núcleo de las eudicotiledóneas) y en las monocotiledóneas.12
En las angiospermas primitivas las flores son relativamente voluminosas y sobre el receptáculo cónico y alargado llevan, en
disposición helicoidal o espiralada, numerosas piezas periánticas, estambres y carpelos. En los grupos derivados, más
evolucionados, se observa un progresivo empequeñecimiento (reducción) de las flores y una disminución del número de sus
piezas (oligomerización). Se ha postulado que la base adaptativa de esta tendencia evolutiva es el desarrollo más rápido y un
menor riesgo de daños cuando hay numerosas flores pequeñas que cuando hay pocas flores y frutos grandes y, por otro lado, una
mejor integración espacial y formal de los órganos en las flores oligómeras que en las polímeras. En relación con esta reducción y
oligomerización se produjo un acortamiento del eje floral o receptáculo, de modo tal que, pasando por estados intermedios
helicoide-verticilados, se llegó finalmente a la posición uniformemente verticilada o cíclica de las piezas florales.14
Simetría floral
Se dice que en un objeto existe simetría cuando por lo menos un plano puede dividirlo en dos partes, tal que cada parte sea la
imagen especular de la otra. Ciertas flores no presentan ningún plano de simetría por lo que se dicen asimétricas o irregulares,
como es el caso de las "achiras" (las especies del género Canna). En la mayor parte de las flores verticiladas, no obstante, debido
a que existen repeticiones de piezas florales, pueden existir uno o más planos de simetría, por lo que las mismas pueden tener
simetría bilateral (es decir, un solo plano de simetría) o simetría radial (o sea, varios planos pueden dividir a la flor en otras tantas
imágenes especulares). Así, se distinguen por su simetría, dos tipos de flores. Las flores denominadas actinomorfas, radiadas o
polisimétricas presentan simetría radial, como es el caso de Tulipa gesneriana (liliáceas) o Linum usitatissimum (lináceas). En
cambio, las flores monosimétricas, dorsiventrales o cigomorfas tienen simetría bilateral y la evolución de su forma tiene relación
con la necesidad de atraer y guiar a los polinizadores hasta ellas, como por ejemplo, las flores de las orquídeas y muchas
leguminosas.15 Las flores espiraladas se consideran asimétricas según algunos autores,15 o actinomórficas según otros.16 17
La simetría se define en general a través del perianto, no obstante, el androceo también puede estar implicado debido a la
reducción de algunas piezas (estaminodios) o al aborto de uno o más estambres, como ocurre en las eudicotiledóneas y en las
monocotiledóneas. Las flores cigomorfas aparecieron relativamente tarde en el registro fósil (Cretácico superior) en comparación
con el período aceptado de diversificación temprana de las angiospermas (Cretácico temprano).18 La polisimetría, entonces, se
considera generalmente el estado ancestral de las angiospermas, y la monosimetría, el estado derivado que ha evolucionado de
modo independiente en numerosas ocasiones. Como un carácter arquitectónico derivado, generalmente asociado con la
diversificación de muchos linajes de plantas, constituye una innovación morfológica. De hecho, los cambios en la simetría floral
están asociados con los cambios en el rango de polinizadores efectivos, lo que, por su lado, puede originar barreras a la
hibridación entre las especies. Así, varios de los taxones con mayor riqueza de especies llevan flores monosimétricas, tanto en las
eudicotiledóneas centrales (fabáceas, asteráceas) como en las monocotiledóneas (zingiberáceas, orquidáceas). Estos taxones
tienen generalmente planes de organización "cerrados" con estructuras florales más o menos elaboradas. En contraste, la
monosimetría está casi ausente en las angiospermas basales y es bastante infrecuente en las eudicotiledóneas basales
(Ranunculales, Proteales) donde el plan de organización "abierto" es más común que en las eudicotiledóneas nucleares.19 18
Perianto y perigonio
Del mismo modo que las Bennettitales extintas y que sus parientes actuales las
Gnetales, las flores de las angiospermas poseen una envoltura floral, un perianto,
el cual está constituido por los verticilos estériles de la flor: el cáliz y la corola.
Es evidente que la presencia del perianto se halla en relación funcional con la
polinización por animales, ya que en estado de pimpollo el perianto protege los
órganos reproductores aún inmaduros de los animales herbívoros visitantes y,
durante la floración, las partes del perianto vivamente coloreadas contribuyen de
modo esencial a la atracción de los animales polinizadores. En las flores de las
angiospermas primitivas se observa un perianto homoclamídeo (todas las piezas
iguales) formado por numerosas hojas perigoniales dispuestas helicoidalmente y
libres entre sí, las exteriores parecidas a brácteas y las internas progresivamente
más coloreadas y corolinas, similares a pétalos (por ejemplo en Magnolia).14
Perianto de una flor de Ludwigia, se
señala un sépalo y un pétalo.
En muchos casos, en particular en las especies que son anemófilas (aquellas que
no utilizan animales para la polinización, sino la acción del viento), como por
ejemplo el "sauce llorón" (Salix babylonica, salicáceas) o el "fresno europeo"
(Fraxinus excelsior, oleáceas) el perianto puede faltar, es decir, las flores solo
presentan los verticilos fértiles (androceo y gineceo) y se denominan
aperiantadas, aclamídeas o, simplemente, flores desnudas. Las flores que
presentan perianto, el caso más frecuente, se denominan periantadas, clamídeas
o vestidas. Las flores desnudas se han formado en el curso de procesos
Perigonio de una flor de Cymbidium.
evolutivos de progresivo empequeñecimiento y simplificación de la flor. Tales
flores secundariamente simplificadas caracterizan grupos de plantas anemófilas
en las que un perianto diferenciado no solo es innecesario, al no producirse la visita de las flores por los animales, sino que
incluso llega a ser perjudicial para la dispersión o la captación del polen por los estambres y carpelos, respectivamente.14
En las flores periantadas puede darse el caso de que solamente presenten cáliz, por lo que las mismas se denominan
monoclamídeas o, más usualmente, apétalas y el ejemplo más conspicuo es el de la familia de las urticáceas. La ausencia de
pétalos en estas flores no debe conducir a la suposición de que las mismas no son vistosas, ya que hay casos en los que los
sépalos (denominados sépalos petaloideos) adquieren la consistencia, forma y colorido propio de los pétalos, como por ejemplo
en las especies del género Clematis (ranunculáceas). Cuando las flores periantadas presentan tanto cáliz como corola se
denominan diclamídeas. Los miembros de ambos verticilos pueden ser diferentes entre sí en forma y color y las flores se dicen
heteroclamídeas, como por ejemplo la "rosa" (Rosa sp., rosáceas). Cuando, en cambio, las piezas del cáliz y de la corola son
indistinguibles entre sí en forma y color, la flor se llama homoclamídea. En este tipo de flores, típicas de muchas familias de
monocotiledóneas como las iridáceas y las amarilidáceas, el perianto se denomina perigonio y las piezas que lo componen se
llaman tépalos. Si los tépalos se parecen a un pétalo el perigonio se llama corolino (de corola), y si se parecen a sépalos se dice
perigonio calicino (de cáliz).20
Asimismo, las piezas del perianto pueden ser independientes (cáliz dialisépalo y corola dialipétala) o estar más o menos soldados
entre sí por sus bordes (cáliz gamosépalo y corola gamopétala, ver más adelante) o con otras piezas de la flor. Esta frecuente
fusión de las piezas de un mismo ciclo se denomina concrescencia de las piezas del perianto y se produce en relación directa con
la especialización en la zoogamia. Así, las flores con las piezas del perigonio libres son la condición más primitiva y todos los
diferentes tipos de unión o concrescencia son derivados. La soldadura de las piezas del perianto determina muchas veces una
mejor protección de los órganos reproductores respecto a las inclemencias atmosféricas o a los animales visitantes y una mejor
coordinación espacial y fijación de los órganos florales frente a los animales polinizadores. A veces permite ofrecer a éstos
mejores superficies para posarse, mejor acceso al néctar, mayor facilidad para entrar en contacto con los estambres y los estigmas.
La concrescencia de las piezas del perianto también permite el desarrollo evolutivo de estructuras especializadas directamente
involucradas en la polinización, por ejemplo, la formación de espolones nectaríferos en la base de los pétalos (Aquilegia,
Corydalis, Viola, Orchis), o paracorolas (Narcissus).14
Hay que tener en cuenta, asimismo, la importancia que presentan en Sistemática la posición y superposición lateral de las piezas
del perianto, a la que se le da el nombre de prefloración. Esta disposición se debe observar en el pimpollo debido a que en la flor
completamente abierta a menudo se han separado tanto las piezas florales unas de otras que la prefloración no puede
determinarse. Hay seis tipos principales de prefloración. En la prefloración valvar las piezas florales pueden llegar a tocarse por
los bordes, pero sin que ninguna de ellas se coloque por encima o por debajo de las inmediatas, en la contorta cada una monta
sobre la que le sigue y es solapada por la que le precede; en la quincuncial, existen dos piezas totalmente externas, dos totalmente
internas y la quinta pieza, es externa por uno de los bordes e interna por el otro. En la prefloración imbricada, hay una pieza
externa por ambas orillas, otra, contigua a la anterior, totalmente interna, y las tres restantes son externas por un borde e internas
por el otro. La prefloración vexilar es una variante de la precedente, con la pieza totalmente interna contigua a la externa, la cual
ocupa una posición superior. Finalmente, en la prefloración carinal la pieza externa de la prefloración vexilar se hace interna y
una de las piezas inferiores pasa a ser exterior. La prefloración es importante en la descripción e identificación de plantas ya que,
a menudo, caracteriza a las diferentes familias. Así, las malváceas presentan prefloración valvar, las gencianáceas, contorta; y en
las leguminosas, la prefloración vexilar y la carinal son características.21
Cáliz
El cáliz es el verticilo más externo de la flor. Tiene función protectora y está constituido por los sépalos, generalmente de color
verde. Si los sépalos están libres entre sí, el cáliz se denomina dialisépalo, mientras que si están unidos se llama gamosépalo
como en el "clavel" (Dianthus caryophyllus, cariofiláceas) o el "seibo" (Erythrina crista-galli, leguminosas).2
Según su duración con respecto a las otras piezas florales, el cáliz puede ser Detalle del espolón nectarífero de la
efímero o fugaz, cuando los sépalos caen al abrirse la flor, como en la "amapola" flor de Tropaeolum majus.
(Papaver rhoeas, papaveráceas); deciduo, cuando los sépalos se desprenden
después de que ha ocurrido la fecundación; o persistente cuando permanece
después de la fecundación y acompaña al fruto, como en el caso del "manzano" (Malus domestica, rosáceas).22 23 14 Los sépalos
pueden formar espolones que llevan néctar (se dicen espolones nectaríferos) para atraer a los polinizadores como ocurre en Viola
y Tropaeolum,. En otras especies como por ejemplo en la "alegría" (Impatiens balsamina), algunas de las piezas del cáliz
adquieren la forma y coloración de los pétalos y, por esa razón, se las adjetiva como "petaloides".23 24
Corola
La corola es el verticilo interno del perianto y el que rodea a los verticilos fértiles de la flor. Está compuesto por antófilos
denominados pétalos, los que son generalmente mayores que los sépalos y son coloreados.
Cada pétalo consta de una uña que lo fija al receptáculo y una lámina o limbo que es la parte más ancha y vistosa. La uña puede
ser muy corta, como en Rosa o muy larga como en el "clavel" (Dianthus). La lámina puede ser de forma, color y margen muy
variado.2 Si los pétalos son libres entre sí la corola se denomina dialipétala; si, en cambio, se hallan unidos entre sí a través de
sus márgenes, la corola se dice gamopétala y, como en el caso del cáliz, presenta tubo, garganta y limbo.24
La forma de la corola gamopétala puede ser muy variada: tubulosa (con forma de cilindro, como en las flores centrales de los
capítulos de la familia de las compuestas), infundibuliforme (con forma de embudo, como en el caso de la "batata", Ipomoea
batatas, convolvuláceas); campanulada (como un tubo inflado, parecido a una campana, como en el "muguet", Convallaria
majalis, ruscáceas), hipocrateriforme (con forma de tubo largo y delgado, como en Jasminum), labiada (con el limbo formado
por dos segmentos desiguales, como en el caso de Salvia splendens, una lamiácea), ligulada (con el limbo con forma de lengüeta,
la cual se observa en las flores periféricas de los capítulos de muchas compuestas) y espolonada (cuando presenta uno o varios
espolones nectaríferos, como en el caso de Aquilegia).25 23
La anatomía de los tépalos y pétalos es similar a la de los sépalos. Las paredes de las células epidérmicas frecuentemente son
convexas o papilosas, especialmente en la cara adaxial. En muchos pétalos, como los de Brassica napus, las papilas son cónicas,
con un engrosamiento cuticular marcado en el ápice, y estrías radiales hacia la base. Se ha sugerido que estos engrosamientos
permiten una difusión pareja de la luz emergente, de manera que el brillo de los pétalos es uniforme en cualquier ángulo de
iluminación. Algunas células epidérmicas de los pétalos son osmóforos,
contienen aceites esenciales que imparten la fragancia característica a las flores.
El mesófilo generalmente no presenta parénquima clorofiliano, sino parénquima
fundamental.24 26
Androceo
El androceo es uno de los ciclos fértiles de las flores. Las piezas que integran el androceo se denominan estambres, los cuales
tienen como función la generación de los gametófitos masculinos o granos de polen.
Los estambres son hojas muy modificadas formadas por un pie que se inserta en
el receptáculo de la flor, llamado filamento, y una porción distal llamada antera.
El filamento es la parte estéril del estambre, puede ser muy largo, corto o faltar,
en ese caso las anteras se denominan sésiles. Generalmente es filiforme, pero
puede ser grueso, incluso petaloide, y puede estar provisto de apéndices. La
antera es la parte fértil del estambre y suele constar de dos partes distinguibles,
contiguas, llamadas tecas, unidas por una zona llamada conectivo, que es
también por donde la antera se une al filamento. Generalmente está formada por
dos tecas, a veces puede estar constituida por una sola teca como en las
malváceas y cannáceas o por tres en el caso de Megatritheca (esterculiáceas). Si
se corta la antera perpendicularmente a su eje, se observa que cada antera Diagrama de una antera en sección
contiene uno o dos sacos polínicos que se extienden en toda su longitud.35 24 transversal. 1: Filamento; 2: Teca; 3:
Conectivo (los vasos conductores en
Después de la maduración de los granos de polen se produce la dehiscencia o rojo); 4: (también llamado
apertura de la antera, lo que permite la salida de los granos de polen hacia el esporangio).
exterior. El tejido responsable de este proceso de dehiscencia se llama endotecio.
Si la apertura se produce a través de toda la longitud del tabique que separa los
sacos polínicos, la dehiscencia se dice longitudinal, que es el caso más frecuente.
En otros casos el endotecio se localiza en zonas perfectamente limitadas que se
levantan como valvas o ventanillas. En la dehiscencia poricida (como en las
solanáceas) no hay endotecio, sino que se produce la destrucción del tejido en el
ápice de la antera y se forman poros por donde saldrá el polen.35
La disposición helicoidal de numerosos estambres es la condición primitiva dentro de las angiospermas, a la que se denomina
poliandria primaria. La reducción del número de estambres (oligomerización) y el paso de la condición verticilada a cíclica fue
una tendencia evolutiva dentro de las angiospermas; inicialmente a través de la formación de varios ciclos de estambres, luego
dos (diplostemonía) y, finalmente, uno solo (haplostemonía). No obstante, en algunos linajes de angiospermas no es infrecuente
que el número de estambres aumente (poliandria secundaria), fenómeno que se observa en especies que ofrecen a sus
polinizadores una cantidad de polen especialmente grande.24 Muchas veces las flores presentan un perianto reducido y los
estambres son largos y vistosos. En estos casos la función de atracción de los polinizadores la cumple el mismo androceo. Este
tipo de flores suele estar dispuesto en inflorescencias que, por su forma, parecen cepillos o limpiatubos, como por ejemplo en
algunas leguminosas (Inga uruguensis y Acacia caven) y en las mirtáceas (Callistemon rigidus).35
Los estaminodios son los estambres estériles que de forma normal aparecen en ciertas flores. Su función es variada y puede tener
que ver con la producción de néctar o con la función de atracción que suelen cumplir los pétalos.24
Gineceo
En las angiospermas el gineceo, también llamado pistilo, consta de uno o más
carpelos u hojas carpelares que forman una cavidad, el ovario, dentro de la cual
quedan protegidos los óvulos o primordios seminales, tanto de la desecación
como del ataque de insectos fitófagos.
El gineceo consta de tres partes: el ovario, parte inferior abultada que forma una
cavidad o lóculo en cuyo interior se encuentran los óvulos; el estilo que es una
columna más o menos alargada que soporta al tercer componente del pistilo: el
estigma. Éste está constituido por un tejido glandular especializado para la
recepción de los granos de polen. En ocasiones el estilo puede faltar, y en esos
casos el estigma se dice que es sésil.24
El ovario es la parte inferior del gineceo que contiene a los óvulos a fecundar. Está formado de una o más hojas modificadas que
reciben el nombre de carpelos. Dentro del ovario hay una o más cavidades o "loculos" que contienen a los óvulos en espera de ser
fecundados. Los óvulos es insertan dentro del ovario en una zona denominada placenta.
Una de las terminologías de descripción del ovario se refiere al punto de inserción sobre el receptáculo (donde las otras partes
florales (periantio y androceo) se unen y se fijan a la superficie del ovario. Si el ovario se sitúa arriba del punto de inserción, será
súpero; si es por debajo, ínfero.
El óvulo o rudimento seminal, nace sobre la placenta, situada en la cara interna del carpelo. Son de tamaño reducido, de pocos
milímetros, y generalmente de forma ovoide, de allí su nombre. Cada óvulo consta de un cuerpo de tejido compacto, la nucela y
un pie, el funículo, que lo une a la placenta. La región basal, donde se unen el funículo y la nucela, es la cálaza o chalaza. La
nucela está rodeada por el o los tegumentos, los cuales son envolturas que parten de la cálaza y dejan un orificio llamado
micrópilo. Cada óvulo está inervado por un haz vascular que atraviesa el funículo y llega hasta la cálaza. Este hacecillo puede
ramificarse e inervar los tegumentos. El número de tegumentos es constante en cada familia o grupo de familias. Las
gimnospermas, por ejemplo, tienen óvulos unitégmicos, a excepción de las podocarpáceas que presentan un segundo tegumento
llamado epimacio. La mayoría de las dicotiledóneas y monocotiledóneas tienen óvulos bitégmicos, y el tegumento externo se
llama primina y el interno secundina. Los óvulos unitégmicos se presentan en muchas dicotiledóneas gamopétalas y en las
familias de monocotiledóneas orquídeas, gramíneas y amarilidáceas. El micrópilo puede estar delimitado por uno de los
tegumentos (ejemplo, Lilium) o por ambos tegumentos (como el caso de Gossypium). La nucela tiene espesor variable. Si es
pequeña, el óvulo se dice tenuinucelado; si tiene varias capas de células por fuera del saco embrionario, se denomina
crasinucelado.44 45
La oósfera procede de una espora, denominada megáspora o macrospora, a través de un proceso denominado megagametogénesis
que consiste básicamente en divisiones mitóticas. Su núcleo en general es haploide, o sea, posee la mitad de los cromosomas que
la planta que le dio origen. La oósfera se fusiona con uno de los núcleos generativos del grano de polen durante la doble
fecundación para originar al embrión. El otro núcleo generativo se fusionará con los núcleos polares de la célula media y
originará al endosperma.24
La disposición que adoptan los óvulos dentro de la cavidad del ovario se denomina placentación. El número de placentas es, en
general, igual al número de carpelos que forman el ovario. En ciertos casos, sin embargo, puede atrofiarse alguna de las placentas
y un ovario pluricarpelar llega a contener un sólo óvulo, como por ejemplo en las gramíneas y en las compuestas. Existen
distintos tipos de placentación. La placentación marginal, propia del gineceo unicarpelar (leguminosas) o dialicarpelar
(magnoliáceas, ranunculáceas), donde cada carpelo tiene una sola placenta que corresponde a la zona de soldadura de la hoja
carpelar. La placentación parietal, presente en las orquídeas, violáceas, pasifloráceas y cucurbitáceas, ocurre en el gineceo
formado por dos o más carpelos soldados por sus bordes formando una sola cavidad en el ovario, de manera que cada placenta
corresponde a los bordes de dos hojas carpelares contiguas. La placentación axilar, propia de solanáceas, rutáceas, liliáceas e
iridáceas, entre muchos otros ejemplos, ocurre en el gineceo formado por dos o más carpelos soldados en que cada uno lleva la
placenta en el ángulo central, de manera que las suturas placentarias forman una columna adentro del ovario. Los óvulos de cada
lóculo quedan así aislados de los vecinos por medio de los tabiques carpelares. La placentación central, propia de las primuláceas
y cariofiláceas, ocurre en gineceos uniloculares formados por dos o más carpelos unidos y donde los óvulos están fijos sobre una
columna central y sin tabiques con la pared del ovario. La placentación basal, finalmente, ocurre en especies con gineceo
pluricarpelar y unilocular. El óvulo se dispone en el centro basal de la cavidad del ovario y es típica de las familias de las
poligonáceas, quenopodiáceas y compuestas.24 45
Sexualidad
La sexualidad floral está
relacionada con la presencia o
ausencia de los verticilos
reproductivos: androceo y
gineceo. Las flores que
presentan ambos verticilos (o
sea, que producirán tanto
gametos femeninos como
masculinos) se dicen perfectas,
bisexuales, monoclinas o, más
frecuentemente, hermafroditas,
como es el caso de las flores de
la "papa" o "patata" (Solanum
tuberosum, solanáceas). En
muchas otras especies, por otro
lado, las flores tienen un solo Flores unisexuales de calabaza. Las
verticilo reproductivo y se dicen imágenes de arriba pertenecen a
Partes reproductivas de una Lilium
diclinas, imperfectas o flores masculinas y las de abajo a
longiflorum. 1. Estigma, 2. Estilo, 3.
flores femeninas.
Estambre, 4. Filamento, 5. Pétalos unisexuales, como ocurre en la
"morera" (Morus nigra,
moráceas) y en la "calabaza"
(Cucurbita maxima, cucurbitáceas). En el caso que tal verticilo sea el androceo, las flores se denominan masculinas o
estaminadas; mientras que si el verticilo presente es el gineceo, las flores se denominan pistiladas o femeninas. Existen algunos
casos en que la flor no presenta ninguno de los verticilos reproductivos y solo muestra sépalos y pétalos. La función de estas
flores es el de especializarse, dentro de un grupo de flores que sí son perfectas, en la atracción hacia la inflorescencia de los
insectos polinizadores. Tales flores, denominadas neutras o asexuales, se disponen usualmente en la periferia de la inflorescencia
y se pueden observar, por ejemplo, en muchas especies de la familia de las compuestas, como la "margarita" (Bellis perennis) o el
"girasol" (Helianthus annuus).15
Entre los botánicos prevalece actualmente la opinión de que las flores hermafroditas son menos evolucionadas que las flores
unisexuales, al menos por las razones que se exponen a continuación. En primer lugar, en casi todos los grupos de angiospermas
con flores unisexuales, se encuentran entre las flores femeninas y masculinas rudimentos de estambres o carpelos (por ejemplo,
en Castanea y Urtica). En segundo lugar, los grupos de angiospermas más primitivos en cuanto a otros caracteres tienen
principalmente flores hermafroditas (por ejemplo, las magnoliáceas) ya que sólo este tipo de flores hacen posible, en caso de
polinización zoógama, la captación y cesión simultánea del polen. Finalmente, el paso de la condición hermafrodita a la unisexual
ha sido determinada en numerosas ocasiones por vía selectiva a consecuencia de una transformación secundaria de flores
entomógamas en anemógamas, como por ejemplo, en las aceráceas (Acer) y en algunas oleáceas (Fraxinus).14
La fórmula floral es un modo de representar simbólicamente la estructura de una flor mediante el uso de letras, números y otros
signos. Típicamente, se utiliza la fórmula floral para representar las características morfológicas de las flores de una determinada
familia de plantas, más que de una especie en particular. Las siguientes son los símbolos más utilizados:46
Una fórmula floral, entonces, adquiere una forma como la siguiente, típica de la familia de las liliáceas:
K3 C3 A6 G(3)3∞
La cual indica que las flores de esta familia presentan 3 sépalos, 3 pétalos, un androceo con 6 estambres y un gineceo de ovario
súpero formado por 3 carpelos unidos entre sí, con tres lóculos y numerosos óvulos por lóculo. La fórmula floral que describe
simbólicamente la estructura floral de Oxalis, previamente descripta, es:
K5 C5 A10 G(5)5∞
Analogías y homologías
Durante la diversificación de las angiospermas, diferentes linajes evolucionaron
de modo tal de utilizar el mismo patrón morfológico básico de modos diferentes.
Por ejemplo, en la "estrella federal" (Euphorbia pulcherrima) las brácteas que
rodean a las flores lograron un color rojo brillante y comenzaron a funcionar
como órganos de atracción para los polinizadores. Los "pétalos" de la "estrella
federal", entonces, no son en realidad pétalos sino órganos homólogos a las
brácteas de las restantes fanerógamas, lo que significa que ambos evolucionaron
a partir de la misma estructura en un ancestro común. Desde el punto de vista
funcional, las brácteas de la estrella federal parecen y funcionan como los
pétalos de cualquier otra planta, lo que indica que ambas estructuras son
análogas o similares debido a una evolución convergente. Los pétalos reales de Las brácteas de color rojo que
la "estrella federal" se perdieron durante su evolución ya que, de hecho, sus rodean a las inflorescencias de
Euphorbia pulcherrima adoptaron la
flores, diminutas y casi imperceptibles, no presentan corola.
función de atracción que usualmente
presentan los pétalos.
Las costáceas ofrecen otro ejemplo. Dos de los estambres de las flores de esta
familia son bastante inusuales, ya que durante la evolución, los mismos han
perdido su función original (son estériles), se han fusionado y formaron una estructura muy llamativa denominada labelo. Este
labelo es homólogo a los estambres y análogo a los pétalos de los restantes linajes de angiospermas.47
Inflorescencias
Las flores pueden aparecer solitarias o en parejas, pero lo más común es que crezcan juntas en grupos organizados que se llaman
inflorescencias. En ocasiones las flores aparecen tan apretadas y ordenadas que toda la inflorescencia puede confundirse con una
flor, en cuyo caso podemos referirnos a ella como un pseudanto (falsa flor). El caso más notable lo ofrecen las plantas de la
familia de la margarita o el girasol (compuestas), cuya inflorescencia, denominada capítulo está integrada por decenas o cientos
de flores.2 48 14
Los órganos constitutivos de las inflorescencias plurifloras son las flores provistas o no del pedicelo, el eje o receptáculo común,
el pedúnculo y las brácteas. El pedicelo es la parte del tallo que sostiene la flor; a veces es muy corto, y otras veces es nulo, en
cuyo caso la flor se dice sentada o sésil. El eje o raquis es la parte alargada del tallo que lleva las ramas floríferas; si es corto y
está ensanchado en forma de plato se llama receptáculo común. El pedúnculo, es
la parte del tallo que soporta el raquis o el receptáculo común. El eje que sale de
la base arrosetada de la planta o de un órgano subterráneo se llama escapo (como
por ejemplo en Amaryllis, Agapanthus y Taraxacum).48 2
El conjunto de los medios de reclamo que presenta una planta para atraer a un
determinado agente polinizador se denomina síndrome floral. Los diferentes
síndromes florales en relación a la polinización por animales son:53 54 55
Estas estrategias favorecen la fecundación cruzada y el consiguiente intercambio de genes. Otra manera de lograr ese mismo
objetivo es la presencia de barreras a la autofecundación: ya sea genéticas por autoincompatibilidad, o físicas como la separación
de sexos (plantas dioicas como el "mamón" (Carica), o monoicas como el "maíz" (Zea mays)), o de los diferentes tiempos de
liberación de polen y receptividad del estigma en la misma flor.
El gametofito femenino de las angiospermas se desarrolla dentro de la nucela del óvulo. Una célula diploide de la nucela sufre
meiosis y origina cuatro células haploides denominadas megásporas. Tres de ellas degeneran y la restante sufre tres mitosis
sucesivas hasta formar el gametofito femenino, el cual se denomina saco embrionario, con siete células y ocho núcleos haploides.
En el saco embrionario típico (denominado "tipo Polygonum", por ser éste el primer género en el que se lo describió) se
encuentran, desde el extremo dónde se halla la micrópila del óvulo, la oósfera u ovocélula, cuyo núcleo es el gameto femenino;
dos células acompañantes o sinérgidas que flanquean a la oósfera y que presentan estructuras especiales en sus paredes
responsables de la atracción del tubo polínico; la célula media que se dispone en el centro de saco embrionario y lleva dos
núcleos haploides denominados núcleos polares y, finalmente, las tres antípodas que se ubican en el extremo chalazal del saco
Representación esquemática de los
eventos que tienen lugar durante la
fertilización de una angiosperma.
Leyendas: fu: funículo, cha: chalaza,
Diagrama del ciclo de vida de una angiosperma. nu: nucela, mi: micrópila, ii:
tegumento interno, ie: tegumento
externo, e: saco embrionario, ek:
núcleos polares, ei: oósfera y
sinérgidas, an: antípodas, g: estilo, n:
estigma, p: granos de polen, ps:
tubos polínicos. Véase la explicación
del proceso en el texto.
Origen y evolución
En 1998 se descubrió en los estratos provenientes del Cretácico inferior (de más
de 125 millones de años de antigüedad), en China, un fósil de un eje con frutos,
que se ha denominado Archaefructus. La infrutescencia constaba de frutos de
tipo folículo, provenientes de carpelos conduplicados (doblados sobre sí mismos
a lo largo de su nervadura media), dispuestos helicoidalmente alrededor del
eje.68 Semejante descubrimiento, que parecía datar la edad de las angiospermas
más antiguas, hizo mundialmente famosa a la Formación Yixian, donde fue
descubierto este fósil. Algunos años más tarde, el fósil de otra angiosperma,
Sinocarpus, fue también descubierto en esta formación.69 No obstante, siempre
hubo controversias al respecto de si ambos fósiles estaban anidados en el linaje Microfotografía del saco embrionario
o gametofito femenino de las
de las angiospermas primitivas, ya que de Archaefructus sólo se ha encontrado el
angiospermas. Los núcleos se hallan
fruto por lo que no se conoce la estructura de su flor,70 71 y la validez del género
teñidos de rojo y el citoplasma de
Sinocarpus ha sido puesta en duda.72 Una interpretación alternativa del fósil celeste. Hacia arriba de la imagen se
Archaefructus sugiere que el tallo alargado es una inflorescencia en vez de una observan las sinérgidas, entre ellas y
flor, con flores estaminadas (masculinas) y flores pistiladas (femeninas) por más abajo se halla la oósfera.
encima.73 El descubrimiento de Archaefructus eoflora74 apoya esta Debajo de ésta se encuentran los
dos núcleos polares de la célula
interpretación, debido a que flores bisexuales están presentes entre las flores
central. Hacia el otro extremo del
estaminadas y las pistiladas. Si esta interpretación es correcta, Archaefructus
saco embrionario se observan tres
podría no ser un miembro extinguido de las angiospermas basales y más bien núcleos de antípodas.
podría estar relacionada a Nymphaeales o ser un grupo basal de
eudicotiledóneas.
No obstante, en 2007 se informó del hallazgo de una flor perfecta en la formación Yixian. Esta flor tiene la organización típica de
las angiospermas, incluyendo tépalos, 10 estambres y gineceo. Los tépalos son espatulados. Las anteras son globosas y con
granos de polen triangular-redondeados. Los carpelos están rodeados por un receptáculo excepto por los estigmas plumosos que
sobresalen a través de un poro. Esta especie ha sido bautizada como Euanthus (del griego, "flor verdadera") por sus
descubridores, e indica que en el Cretácico inferior ya existían flores como las de las angiospermas actuales.75
La mayor parte de los análisis morfológicos y moleculares disponen a Amborella, las nymphaeales y Austrobaileyaceae en un
clado basal denominado "ANA". Este clado parece haber divergido en el Cretácico inferior (alrededor de 130 Ma), una fecha
aproximadamente igual a la de los fósiles de la formación Yixian.76 77 Las magnólidas difirieron poco después y una rápida
radiación produjo las eudicotas y monocotiledóneas hace 125 Ma.77 Hacia el final del Cretácico ya habían surgido más del 50%
de los órdenes actuales de angiospermas, clado que constituye el 70% de las especies del planeta.78 Las características de los
grupos basales "ANA" sugieren que las angiospermas se originaron en áreas oscuras, cenagosas y frecuentemente disturbadas.79
Aparentemente, permanecieron recluidas en ese tipo de hábitats durante todo el Cretácico.78 Esto debe haber restringido su
importancia inicial, pero sus innovaciones adaptativas, la flor por ejemplo, les otorgaron la notoria flexibilidad que explica la
rapidez de su diversificación posterior hacia otros hábitats.79
El cambio de dieta de ciertos grupos de insectos tuvo un impacto muy fuerte sobre las plantas, ya que la presión de selección que
ejercía la herbivoría sobre ellas era muy fuerte. Grandes cantidades de insectos devoraban las hojas de las plantas reduciendo la
tasa de captación de energía lumínica para la fotosíntesis y el intercambio gaseoso, otros comían partes de los tallos, destruyendo
algunas veces las yemas, otras los haces conductores, y las heridas que dejaban aumentaban la probabilidad de infecciones
micóticas y virales, disminuyendo significativamente su eficacia biológica. Como respuesta a esta presión, las plantas
desarrollaron estrategias de defensa basadas en los denominados metabolitos secundarios.85 Tales compuestos son moléculas
orgánicas no esenciales que actúan a diferentes niveles sobre los herbívoros, ya sea como antinutrientes (inhiben la absorción de
nutrientes) o como toxinas. Si bien su producción reduce considerablemente el ataque de los insectos herbívoros, también
repercutiría negativamente sobre la planta, ya que la inversión energética necesaria para la producción de estos productos
representa un costo que se debía balancear con las probables pérdidas por herbivoría. Por otro lado, este mecanismo
inmediatamente generó una presión selectiva sobre las poblaciones de insectos herbívoros, los cuales comenzaron a generar
resistencia genéticamente determinada a tales compuestos.86
Puesto que la estrategia de defensa química no era suficiente para contrarrestar a los herbívoros debido a que éstos generan
resistencia, las plantas fueron desarrollando otras tácticas de protección, en especial del polen y de las semillas, estructuras
fuertemente depredadas por los insectos por la gran cantidad de nutrientes que contienen. Para las plantas tal depredación
representaba una pérdida muy grande de eficacia biológica ya que impactaba directamente sobre la reproducción de la especie.
Por esta razón, las plantas comenzaron a desarrollar conjuntos de hojas modificadas a manera de brácteas para proteger las
estructuras reproductivas.84
Las teorías actualmente aceptadas plantean que las flores cíclicas se formaron a partir de la diferenciación y especialización de
estos conjuntos de brácteas foliares. La primera evidencia que se encontró para respaldar esta teoría fue el registro fósil de
Bennettitales, un grupo de plantas primitivas que durante el Carbonífero originaron prototipos de flores.84 Este grupo de plantas
se originó contemporáneamente con las cicadáceas y las ginkgoáceas (Gimnospermas) y se cree que tuvieron una evolución
paralela.83 82
Ya para el Cretácico, las protoflores de Bennettitales habían aumentado su tamaño de 0,5 cm a más de 1012 cm, lo cual
incrementó notablemente la amplitud de visitantes florales, entre los cuales se incluían algunos mamíferos pequeños que actuaron
también como polinizadores. En estas flores primitivas la polinización era difusa (varios grupos de animales polinizan una misma
flor), pero la coevolución produjo mayores grados de especialización y hoy en día la mayoría de las especies de plantas son
polinizadas por un solo grupo de insectos.83
Si bien el proceso coevolutivo ha llevado al desarrollo de las flores cíclicas en
las angiospermas como una respuesta a la presión de herbivoría por parte de los
insectos fitófagos, también ha desarrollado estrategias reproductivas adaptadas a
las nuevas estructuras. Las flores atraen a los insectos con el néctar o con otro
tipo de recompensas florales (como ayuda reproductiva) y esta constante visita
por parte de los insectos ha llevado a la selección a favorecer los procesos de
polinización entomófila. Puesto que las plantas tienen una movilidad restringida,
dependen de características externas para el traslado de los granos de polen de
una planta a otra, y de esta manera garantizar la reproducción y la polinización
cruzada para evitar la erosión genética por endogamia. Para este objeto, los
insectos resultaron ser el vector de polinización más eficiente porque visitan
varias flores durante el forrajeo y llevan el polen de una a otra flor.82 Las inflorescencias de las
Bennettitales son muy similares a
Mediante los procesos de selección recíproca se han seleccionado flores.
favorablemente las flores con características de forma, color y fragancia
atractivas para los insectos, puesto que las flores que atraen una mayor cantidad
de insectos obtienen una mayor dispersión de su polen y dejan una mayor descendencia, lo cual incrementa la eficacia biológica
de la especie. De esta manera se han ido fijando alelos que codifican para ciertos colores, formas y fragancias que han logrado
constituir fuertes asociaciones mutualistas (asociaciones en las cuales ambas partes se benefician de la interacción) con los
insectos, quienes dispersan el polen a cambio de la recompensa floral. Es esta presión de selección a favor del desarrollo de
estrategias reproductivas combinadas la que ha llevado al desarrollo y expresión de tan inmensa variabilidad de flores en las
angiospermas, incluso provocando la variación del plan de simetría de las flores con el cambio de organización actinomorfa a
cigomorfa, puesto que las flores cigomorfas tienen mayores posibilidades de interacción con los polinizadores.82 87
La gran ventaja de la zoofilia es, evidentemente, el modo mucho más orientado en como se realiza el transporte del polen por los
animales que vuelan de flor en flor. De este modo, fue posible para las plantas reducir significativamente la cantidad necesaria de
polen producido, que en el caso de la polinización anemófila tiende a ser muy alto. Además, resultó posible para las angiospermas
ocupar hábitats en los que no hay viento, como por ejemplo el interior de los bosques, y vivir en poblaciones poco densas.14
En las gimnospermas, el polen no es recibido por un estigma papiloso-viscoso sino que es capturado directamente en la micrópila
del óvulo por una "gota polinizante", además, los óvulos descubiertos son mucho más sensibles a las inclemencias del clima. La
flor de las angiospermas, entonces, ha permitido un grado mucho mayor de independencia respecto de la humedad ambiental, lo
cual, sumado a las ventajas del hermafroditismo y de la zoofilia, explica porqué estas plantas lograron la supremacía frente a las
gimnospermas y otros grupos de vegetales que poseían flores unisexuales y anemófilas.14
En las flores hermafroditas se produce con facilidad la polinización directa
dentro de la misma flor (autogamia) y, con ello, se eleva la consanguinidad o
endocría que puede ser sumamente deletérea para muchas especies. Por esta
razón, las angiospermas han desarrollado numerosas adaptaciones en sus flores
orientadas a favorecer la polinización cruzada (alogamia) e, incluso, hacerla
obligatoria. En relación con tales adaptaciones, el estilo y el estigma alcanzaron
una importancia decisiva como "filtros" fisilógicos que pueden separar a los
granos de polen capturados de acuerdo con la planta que les ha dado origen. En
general, no solo impiden la germinación o la formación del tubo polínico en el
caso que el polen sea de una especie distinta (incompatibilidad cruzada), sino
también, y en la mayoría de las angiospermas, cuando dicho polen procede de la
misma planta (autoincompatibilidad).14 89
La autoincompatibilidad y la separación espacial de los pistilos y estambres para impedir la autofecundación, como en el caso de
la heterostilia, no son los únicos métodos que las angiospermas desarrollaron para favorecer la alogamia. Así, otro procedimiento
es el de separar en el tiempo el momento de la maduración de los gametos femeninos y masculinos. En las plantas dicógamas, por
ejemplo, los estambres y estigmas alcanzan la madurez para producir y recibir el polen en distintos momentos. Si los estambres
maduran antes que los estigmas se dice que hay protandria, en caso contrario, hay protoginia.89
La unisexualidad secundaria se las flores en forma de monoecia, dioecia o poligamia se ha producido en las angiospermas sobre
todo en relación con la anemofilia, pero permite también evitar la autogamia y la consanguinidad.14
En la mayoría de las angiospermas, no obstante, se han originado estirpes derivadas con autogamia facultativa y, finalmente,
obligada. Los requisitos necesarios para ello son la desaparición de la autoincompatibilidad y el transporte orientado del polen
hacia el estigma de la propia flor, sea por descenso, por movimiento de curvatura de los estambres o por el cierre de la corola. La
polinización realizada en la fase de pimpollo conduce a la cleistogamia, en la que las flores no llegan a abrirse, un mecanismo
bastante usual en las gramíneas. La autogamia hace posible la producción de descendientes a partir de individuos aislados de
cualquier otro ejemplar de la misma especie. Por ello se halla difundida entre las plantas pioneras (las que conquistan nuevos
hábitats), las malezas y las especies insulares. Muchas veces la autogamia constituye la única posibilidad de reproducción sexual
en ambientes extremos en los que no abundan los animales polinizadores (regiones alpinas, árticas o desérticas). Las especies
obligadamente autógamas suelen poseer flores inconspicuas, carentes de fragancia y de néctar y en las que a menudo se ha
reducido el tamaño o el número de pétalos y de estambres y ha disminuido la producción de polen o el tamaño de las anteras.
Muchas veces la autogamia y la alogamia coexisten en el mismo individuo en un equilibrio ventajoso. Por ejemplo, en muchas
especies de la familia de las compuestas al abrirse las flores es posible la fecundación cruzada y solo hacia el final de la antesis, si
todavía no ha ocurrido la fecundación, las ramas del estilo se curvan sobre sí mismas para tocar el polen de la propia flor y
autopolinizarse. En muchas otras especies (Viola, Oxalis, Bromus) se da un equilibrio análogo entre la formación en el mismo
individuo de flores normales (llamadas chasmógamas) y otras cleistógamas, muy reducidas. Tales especies, entonces, aseguran la
producción de descendientes por medio de la autogamia pero, al mismo tiempo, tratan de generar mayor variabilidad genética por
medio de la fecundación cruzada.14 89
Floración
Un momento crítico en el ciclo de vida de las plantas con flores es aquel en el que realizan la transición desde la fase juvenil a la
fase reproductiva. Para conseguir reproducirse con éxito, es imprescindible, por una parte, que la floración (también llamada
antesis) se produzca en sincronía con otros miembros de la misma especie y, por otra parte, que la planta haya alcanzado cierto
nivel de crecimiento que le permita sobrellevar el gasto energético implicado en el proceso de formación de flores, frutos y
semillas. Por lo tanto, la planta ha de integrar información ambiental, así como endógena, antes de sufrir la transición. Entre los
factores externos que más influyen en la floración se encuentran la luz (tanto la intensidad lumínica como la duración del lapso
diario de horas de luz o fotoperíodo) y la temperatura. Este último factor desempeña un doble papel. Por un lado, las temperaturas
más altas incrementan las tasas de crecimiento y diferenciación en las plantas, por lo que aceleran la transición al período de
floración. Por otro lado, muchas plantas necesitan ser expuestas transitoriamente a temperaturas muy bajas durante la fase
vegetativa o juvenil para poder florecer, proceso denominado vernalización. Además de estos factores externos, también juegan
un papel importante factores endógenos como el reloj circadiano y algunas hormonas como las giberelinas, el ácido salicílico y el
ácido abscísico. Así, la planta modelo Arabidopsis thaliana florece más rápidamente cuando los días se alargan (se dice que es
una planta de día largo), ya ha sufrido la vernalización (es decir, ha estado expuesta al frío durante el invierno), y la temperatura
ambiente incrementa. Es decir, al igual que un sinnúmero de otras especies, la floración de Arabidopsis se induce en las
condiciones que se observan en la primavera.92
El análisis genético de mutantes con el tiempo de floración alterado ha permitido diseccionar el proceso de inducción de la
floración en al menos cuatro vías de señalización: la primera se activa cuando los días son largos; la segunda funciona
fundamentalmente cuando los días son cortos y depende de las giberelinas; la tercera participa en la regulación de la floración en
respuesta a la temperatura ambiental; y la cuarta está implicada en la vernalización.93
Cuando la planta llega al estado reproductivo del desarrollo, alguno o todos los meristemas apicales en su vástago cesan de iniciar
hojas normales y comienzan a producir partes florales de acuerdo con la secuencia característica de la especie en cuestión y con
un número variable de brácteas ubicándose entre las hojas y la flor. En este proceso, los meristemas apicales pasan de tener un
crecimiento indeterminado a un tipo de crecimiento determinado, ya que la formación de la flor es generalmente el
acontecimiento final de la actividad de un meristema apical. En las plantas anuales, el advenimiento del estado reproductivo
significa también el acercamiento a la consumación del ciclo de vida en su totalidad. En las plantas perennes, la floración se
repite un número variable de veces que depende de la longevidad de la especie.
Una flor puede originarse en el ápice del vástago principal o en aquellos de las ramas laterales, o en ambos sitios a la vez. En
muchas especies, el cambio hacia la floración comprende la formación de una inflorescencia. Un fenómeno observado a menudo
durante la iniciación del estado reproductivo es un brusco y rápido alargamiento del eje. Tal crecimiento es particularmente
impactante en plantas de hábito en roseta durante el período vegetativo, como por ejemplo las gramíneas o las plantas
bulbosas.94
Los órganos florales se inician como hojas normales por divisiones periclinales de células localizadas más o menos
profundamente por debajo de la protodermis o en la misma protodermis.95 96 97 Las divisiones iniciales periclinales son seguidas
por otras, incluyendo anticlinales, y el primordio se convierte en una protuberancia. Los sépalos se parecen más a las hojas
normales en su iniciación y desarrollo. El tipo de crecimiento de los pétalos también es más o menos similar al de las hojas. Los
estambres se originan como estructuras gruesas y cortas, desarrollándose el filamento subsecuentemente por crecimiento
intercalar. El desarrollo del gineceo varía en detalle en relación con la unión de los carpelos entre sí y con otras partes florales. Si
los carpelos no están unidos, el primordio del carpelo individual se inicia en un punto por divisiones periclinales en el ápice, las
que luego se propagan adaxialmente. El crecimiento hacia arriba, comparable al marginal en una hoja, eleva al carpelo como una
estructura en forma de bolsa. En los ovarios sincárpicos los carpelos se originan como primordios individuales o conjuntamente
como una unidad estructural.94
El modelo ABC del desarrollo floral fue propuesto como modelo explicativo del conjunto de mecanismos genéticos que dan lugar
al establecimiento de identidades de órgano en Arabidopsis thaliana, como representante de las rósidas, y de Antirrhinum majus,
perteneciente al linaje de las astéridas. Ambas especies poseen cuatro verticilos (sépalos, pétalos, estambres y carpelos), definidos
por la expresión diferencial en cada verticilo de una serie de genes homeóticos. El modelo ABC establece que la identidad de los
órganos presentes en esos cuatro verticilos florales es consecuencia de la interacción de por lo menos tres tipos de productos
génicos de funciones distintas. De este modo, los sépalos se caracterizan por la expresión de genes A exclusivamente; en los
pétalos, en cambio, se coexpresan los genes A y B; en los estambres, los genes de función B y C establecen su identidad; y en los
carpelos, únicamente se requiere de la actividad de genes de función C. Además, los genes tipo A y C son antagonistas
recíprocos.103
El hecho de que estos genes homeóticos determinan la identidad de órgano se pone de manifiesto cuando un gen representante de
una determinada función, por ejemplo la A, no se expresa. Así, en Arabidopsis dicha pérdida produce la aparición de una flor
compuesta por un verticilo de carpelos, otro de estambres, otro de estambres, y otro de carpelos.103 Se ha propuesto, además de
las mencionadas funciones A, B y C, la existencia de unas suplementarias: la D y la E. La función D especificaría la identidad de
óvulo, como una función reproductiva separada del desarrollo de los carpelos y posterior en aparición a la determinación de
estos.104 La función E correspondería a un requisito fisiológico propio de todos los verticilos florales, aunque, en inicio, fue
descrita como necesaria para el desarrollo de los tres verticilos más internos (función E sensu stricto).105 No obstante, su
acepción sensu lato sugiere que es requerido en los cuatro verticilos.106 De este modo, cuando se pierde la función D, los óvulos
pasan a ser estructuras semejantes a hojas, y cuando se pierde la función E sensu stricto, los órganos florales de los tres verticilos
más internos se transforman en sépalos,105 mientras que, de perderse la función E sensu lato, todos los verticilos son semejantes
a hojas.106 107
El modelo ABC, entonces, explica los aspectos más importantes del desarrollo floral, desde los más teóricos (una puesta al día de
las ideas de Goethe) hasta los más prácticos, tales como la manipulación de los genes ABC para producir flores con cualquier tipo
de combinación de piezas florales.108 98
Simbolismo
En todas las culturas alrededor del mundo, hasta donde se tienen registros históricos, las flores han provisto información
emocional entre los seres humanos. En las cuevas de neandertales se ha hallado polen (la parte de la flor más difícil de corromper
a través del tiempo) y se ha sugerido que las flores eran parte del ceremonial para rendir homenaje a sus difuntos,109 si bien tal
significado todavía está en discusión.110
En la antigüedad las flores no sólo eran consideradas fuente de placer para dioses y hombres, y motivo de inspiración para artistas
y poetas, sino que poseían significado de trascendencia mística y cósmica. En el Japón, donde se cultiva el arte del arreglo floral
(ikebana), la flor se considera el resumen del ciclo vital de todas las criaturas y su efímera duración. La flor que Buda exhibe, en
ocasiones, sustituye toda palabra y enseña: es la imagen explícita de la perfección a alcanzar, de la iluminación y la expresión de
lo inexpresable. En Grecia antigua por estar asociadas a las mariposas se les identificaba con las almas de los muertos. En el
Taoísmo la flor de oro que emerge a partir de la coronilla es símbolo de la máxima iluminación espiritual.111
Si bien desde un análisis superficial se puede argüir que las flores son deseables para los humanos debido a asociaciones
aprendidas con eventos sociales, la universalidad del uso de las flores a través de distintas culturas, etapas históricas y la ausencia
de un sustituto adecuado para los muchos usos que hacemos de ellas, sugiere que debe existir algo más que esta simple
asociación. De hecho, por más de 5.000 años los seres humanos hemos cultivado flores a pesar de que no existe una recompensa
conocida para este comportamiento costoso desde el punto de vista del trabajo y la energía que supone realizarlo. En varios
estudios controlados se demostró que las flores son un poderoso inductor de emociones positivas en nuestra especie. En uno de
tales estudios, las flores siempre suscitaban la sonrisa de Duchenne inmediatamente después de obsequiárselas a mujeres,nota 4
quienes informaron que habían tenido mejor humor desde ese momento hasta tres días más tarde, cuando fueron encuestadas. En
otro estudio, una flor entregada a mujeres o varones en un ascensor produjo una conducta social más positiva que otros estímulos.
También se ha demostrado que las flores entregadas a personas de más de 55 años suscitan un humor más positivo y una mejora
en la memoria. Tales efectos fueron inmediatos y a largo plazo sobre las reacciones emocionales, humor, conducta social, e
incluso la memoria, tanto en mujeres como en varones.119 De hecho, se ha formulado la hipótesis de que las flores pueden
influenciar o iniciar el comportamiento socio-emocional de los seres humanos ya que estarían adaptadas a un nicho emocional en
nuestra especie.119 Del mismo modo, también se han investigado los efectos terapéuticos de las flores. Así, se ha demostrado que
los pacientes sometidos a cirugía necesitaron menos calmantes y tuvieron mejores respuestas fisiológicas durante el período post
operatorio cuando se colocaban flores dentro de la habitación.121
Floricultura
La floricultura es el arte y la técnica del cultivo de plantas para obtener flores y
su comercialización en florerías y viveros. Pueden establecerse dos tipos
fundamentales de explotaciones, la particular y la comercial. La primera,
asociada con la jardinería, persigue como objetivo el cultivo de plantas con
flores por su belleza y por satisfacción anímica, y la llevan a cabo desde
aficionados hasta entusiastas coleccionistas que se han especializado en una
especie o grupos de especies de plantas. La floricultura comercial, en cambio, se
refiere a los cultivos de plantas para obtener flores que persiguen una finalidad
de lucro. Sus productos pueden estar destinados a la ornamentación, a la
industria o a la medicina e involucran otras actividades comerciales
estrechamente relacionadas, tales como la producción de semillas, de bulbos y
de una infinidad de elementos imprescindibles para esta actividad intensiva, que
van desde los fertilizantes y agroquímicos (insecticidas, fungicidas y herbicidas)
hasta las macetas y sustratos para el cultivo.122 123 124
La causa del crecimiento sostenido del mercado de flor cortada en las últimas décadas es, básicamente, el cambio en las pautas de
consumo de la población con ingresos medios y altos, que utiliza este producto como elemento decorativo del hogar, regalos
empresariales y para solaz personal. Una de las consecuencias del crecimiento de los mercados de flor de corte es la cuantiosa
inversión que muchas empresas e instituciones realizan para obtener nuevas variedades de flores, ya sea por medio de
mejoramiento genético clásico o por medio de sofisticadas técnicas de ingeniería genética126
Véase también
Autoincompatibilidad
Angiospermae
Botánica
Desarrollo floral
Flora
Floración, polinización y cuaje en árboles frutales
Perfume
Síndrome floral
Notas
1. Sólo se consideran flores a las flores de angiospermas (que ancestralmente poseen verticilos o espirales
ordenados de sépalos, pétalos, estambres y carpelos, y poseen los óvulos encerrados en los carpelos de forma
que se pueda acceder a ellos a través del estigma). Aquí, siguiendo la denominación de Pio Font Quer en su
Diccionario de Botánica, consideramos que una "flor" es toda rama de crecimiento limitado que posea antófilos
(hojas relacionadas con la reproducción, como las hojas fértiles), por lo que todas las espermatofitas (tanto
angiospermas como gimnospermas) tienen flores.
2. La definición más concisa de flor es "un braquiblasto que lleva los antófilos", es decir un eje corto de crecimiento
determinado que lleva las hojas especializadas en la función de reproducción (estambres y carpelos) y de
protección de los gametos (sépalos y pétalos). "Crecimiento determinado" quiere decir que el meristema apical
que da origen a la flor cesa su actividad inmediatamente después que ha producido todas las partes florales.2
3. Un ejemplo de esto es la lluvia de azufre en la época de floración de las coníferas.
4. Muchos investigadores han sugerido que la sonrisa de Duchenne indica una emoción espontánea y genuina ya
que la mayor parte de las personas no pueden contraer a voluntad los músculos involucrados en la expresión
facial de este tipo de sonrisa.120
Referencias
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Enlaces externos
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