Neuropsicologia en Guatemala
Neuropsicologia en Guatemala
Neuropsicologia en Guatemala
La historia de la Neuropsicología en Guatemala es compleja ya que existen muy pocos trabajos publicados de
Neuropsicología, por lo que se hace más difícil construir una historia sin mucha información más que los relatos
orales de lo que se ha hecho. Para poder escribir lo que ha pasado en el país, se hará una revisión de los trabajos
tanto en el área médica como psicológica relacionada con las neurociencias; los hallazgos encontrados tienen
relación con los primeros trabajos afines a la psicología en el área del desarrollo que publica por primera vez Elsa
Roca de Licardie en 1964. Sin embargo, la Mtra. Roca emigra durante el periodo del conflicto armado al país
vecino México donde desarrolla una carrera en Neuropsicología muy prolífica tanto en el área académica como
profesional, y aunque en varias ocasiones la Mtra. Roca impartió cursos y talleres en su país natal, estos viajes no
fueron sistemáticos para formar profesionales de la Neuropsicología; existen otros profesionales que se formaron
en el extranjero pero que no regresaron.
Dentro de los trabajos pioneros en el área de neurodesarrollo fueron realizados por el grupo de
investigación que dirigió el Robert Klein. Los trabajos relacionados con la Neuropsicología han estado a cargo no
sólo de los psicólogos, sino también de un grupo de neurólogos y psiquiatras que con una dimensión diferente
han aportado al avance en el país de las neurociencias.
Guatemala es un país multilingüe, multicultural y multiétnico con una población de más de 12 millones de
habitantes, con un conflicto armado que duró alrededor de 30 años y que trajo como consecuencia pobreza,
desigualdad social y retraso en muchas áreas.
La distribución población menor de 15 años se ubica aproximadamente en 40%, y un 4% es adulto mayor,
mientras que el resto se encuentra en edades reproductiva (Instituto Nacional de Estadística de Guatemala, 2009).
El país cuenta con un sistema de salud público deficiente y con una medicina privada de poco acceso a la población
general. Existen tres instituciones que concentran estos servicios de salud en el país, dos de ellas son instituciones
públicas que concentra la mayor atención médica a bajo costo.
El Hospital San Juan de Dios que atiende un número enorme de pacientes y tiene servicios en todas las
disciplinas médicas y el Hospital Roosevelt, que es público y recibe referencia de todo el país. El tercer sistema de
atención es el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). Las tres instituciones tienen servicio de psicología,
aunque no existe una plaza en Neuropsicología como tal; sin embargo, estas instituciones han podido desarrollar
programas en relación con la Neuropsicología.
En el caso del Hospital San Juan de Dios, existen en el programa de la subespecialidad en neurología y
entrenamiento en neurociencia y Neuropsicología, ya formalmente en el año 2005. El neurólogo Henry Stokes
ha promovido la enseñanza de la Neuropsicología y las neurociencias lo cual se ha visto reflejada en los diferentes
congresos de Neuropsicología clínica.
En el caso del Hospital Roosevelt, la Neuropsicología ha estado ausente aún cuando cuenta con un equipo
de psicología y servicios de Neurología y Neurocirugía; el campo de acción no se ha visto definido. En referencia
al IGSS, específicamente el Hospital del Rehabilitación realiza abordajes neuropsicológicos aunque empíricos que
han contribuido con una atención integral. El hospital tiene aproximadamente 62 años de existencia, y desde hace
38 años se creó el servicio de psicotécnica que tiene como objetivo atender a las personas que han sufrido una
lesión y que necesitan ser reorientados profesionalmente, ya sea a través de rehabilitación vocacional o por
discapacidades residuales. Este departamento posteriormente se convierte en la clínica de psicología. Desde hace
alrededor de 23 años atiende como parte del equipo multidisciplinario realizando actividades asistenciales con la
familia y el paciente con daño cerebral.
La población que atiende el IGSS tiene características peculiares. La atención a la población pediátrica está
limitada entre 0 a 5 años, aunque si el paciente presenta una patología congénita del sistema nervioso se atiende
hasta los 15 años. La referencia de los adultos en edad productiva es su mayor población y la de pensionados
afiliados al IGSS, que reciben atención domiciliar y hospitalaria y de consulta externa hasta que fallecen. Los
pacientes son referidos al Centro de Atención Médica Integral para Pensionados (CAMIP) donde cuenta con
psicólogos que llevan a cabo trabajo en enfermedades neurodegenerativas y patología de la vejez.
El enfoque neuropsicológico no ha sido muy evidente, y se utilizan instrumentos que conforman
protocolos de investigación con baterías que evalúan el estado mental y aspectos del estado de ánimo, entre otros.
El equipo multidisciplinario está compuesto por geriatras, psiquiatras, trabajadoras sociales y psicólogos, lo que se
ve reflejado por una atención integral a través de grupo de apoyo y protocolos de investigación que son
presentados en foros, seminarios y congresos.
La población que es atendida en la clínica de psicología del IGSS es de alrededor de 400 pacientes mensuales
de los cuales el 25% son atendidos por daño cerebral, lo que corresponde a alrededor de 55 pacientes
hospitalizados y 45 pacientes de consulta externa siendo un total de 100 casos atendidos. Los diagnósticos más
frecuentes son accidentes cerebrovasculares, tumores, encefalitis, pacientes con hidrocefalia, trauma de cráneo,
pacientes con VIH y secuelas neurológicas, etc. El abordaje del paciente es integral ya que se evalúa los déficits
cognoscitivos, se atiende a la familia y al paciente, a través de terapias individuales y grupales. Desde hace
alrededor de 12 años se han trabajado con grupos a paciente con traumatismo craneoencefálico. El servicio cuenta
con dos grupos que llevan a cabo terapia grupal.
El grupo de psicólogas de la Clínica de Psicología, está dirigido por Alba Marina Campos graduada en
psicología y con una Maestría en Psicología clínica, quién a promovido la educación continua a través de cursos,
talleres, conferencias, discusiones de casos y que de una forma sistemática desde hace 12 años con las visitas del
Tedd Judd y Roberta Deboard quienes han enseñado y compartido sus conocimientos en el área de la
Neuropsicología clínica e infantil, respectivamente.
A pesar que el IGSS cuenta con un hospital de accidentes la atención a los pacientes con daño cerebral por
trauma son atendidos por una psiquiatra y, posteriormente, referidos al hospital de rehabilitación. En el área
privada, existen profesionales que han realizado actividades académicas relacionadas con la Neuropsicología,
como es el caso del neurólogo Luís Salguero quien ha conformado diferentes grupos de psicólogos y médicos en
formación promoviendo cursos y seminarios relacionados a la Neuropsicología.
En el gremio de los psiquiatras ha habido intentos por promover un programa de neuropsiquiatría pero
no ha tenido éxito ya que solamente se han trabajo los temas de neuropsiquiatría y Neuropsicología en foros y
congresos. Algunos profesionales neurólogos han regresado formados del extranjero en el área de Neuropsicología
infantil, como es Carlos Orellana egresado de la Universidad de Navarra, quién realiza evaluaciones
neuropsicológicas y psicopedagógicas a niños y adolescentes, principalmente con problemas de déficit de atención,
hiperactividad, problemas del desarrollo, dislexia evolutiva, autismo y síndrome de Asperger, entre otros. Otros
profesionales de la Neuropsicología han regresado al país; sin embargo el impacto de su desempeño profesional
se ha reducido a su práctica privada y han tenido poco impacto en las áreas de docencia e investigación.
A lo largo de estos años un número especialistas en Neuropsicología han venido a Guatemala a impartir
cursos de Neuropsicología, como Antolín Llorente quien fue invitado por el Departamento de Psicología de la
Universidad del Valle de Guatemala en mayo del 2002 para impartir un seminario sobre Neuropsicología infantil.
La formación en Neuropsicología en Guatemala ha estado ligada a la historia de la formación en psicología.
Actualmente, existen cinco universidades que ofrecen estudios de psicología, la más grande es la Escuela de
Psicología de la Universidad de San Carlos de Guatemala, también están la Universidad del Valle de Guatemala,
la Universidad Rafael Landivar, la Universidad Francisco Marroquín y la Universidad Mariano Gálvez, todas la
universidades desde sus inicios imparten diferentes cursos temáticos relacionados con la Neuropsicología, tales
como el curso de anatomía y fisiología humana o del sistema nervioso, neurociencias del comportamiento,
neuroendocrinología, bases biológicas de la conducta, neurofisiología, neurociencias, etc. Sin embargo, dichos
cursos han sido impartidos principalmente por médicos generales, psiquiatras o neurólogos y, reducidamente por
psicólogos, por lo cual el enfoque es eminentemente médico y no se integran constructores epistemológicos de la
ciencia cognitiva y neuropsicológica.
En la Universidad del Valle de Guatemala, la neuropsicología Claudia García de la Cadena con formación
en la UNAM de México, imparte cursos de Neuropsicología a los estudiantes de psicología. Actualmente existen
dos programa de entrenamiento en el área neuropsicológica, el primero en el Hospital San Juan de Dios y el otro
en la Maestría en Neurofisiología del Comportamiento en la Universidad Francisco Marroquín; ambas propuestas
son un intento por una enseñanza sistematizada de la Neuropsicología y neurociencias.
A pesar de la necesidad de esta disciplina en el país, no existen un programa que ofrezca la formación
completa desde todos los ángulos de esta disciplina tan cambiante, falta mucho por desarrollar, algunos clínicos
que ejercemos y enseñamos nos enfrentamos frecuentemente ante el poco reconocimiento de la disciplina y la
necesidad de seguir formándonos y formando para que un mayor número de personas puedan ser atendida de
forma profesional y sólida.
Existe también una gran necesidad de estandarizar instrumentos a la población guatemalteca y poder utiliza
instrumentos en idiomas mayas con sensibilidad multicultural y pertinente a nuestra población.
Para las nuevas generaciones, es necesario motivar y provocar interés en la preparación y formación en
esta disciplina tan importante.