No Mas Cojera y Ceguera Espiritual
No Mas Cojera y Ceguera Espiritual
No Mas Cojera y Ceguera Espiritual
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Introducción.
Mefi-boset era hijo de Jonatán, quien a su vez era hijo del rey Saúl, primer rey
de Israel. Así que la vida pintaba muy bien para Mefi-boset, vivía dentro del palacio
real y tenía cuidados especiales como un heredero al trono de Israel.
Una vida llena de abundancia hasta que a la tierna edad de cinco años, su
nodriza lo cargó y salió corriendo con él, huyendo apresuradamente de lo que ella
consideraba un eminente peligro, y entonces tropezó y lo dejó caer de sus brazos. El
niño se rompió ambas piernas y no pudo sanar de ese accidente, por lo cual toda su
vida fue cojo.
Tuvo que vivir oculto en una ciudad pobre, donde vivían quienes estaban
huyendo y se ocultaban, quienes estaban endeudados o eran forajidos. Lodebar, el
nombre de aquella ciudad, quiere decir “lugar donde no crece el pasto”, un lugar de
escasez, sequía y tristeza.
Sucede que su abuelo fue muerto en batalla contra los filisteos junto con
Jonatán y sus otros hijos; por lo cual Mefi-boset quedó como el único heredero al
trono.
Pero David no buscó ser el rey, ya había sido ungido por el profeta Samuel
para ser el rey, pero David no lo buscó. Espero en Dios hasta que las cosas se
dieran. Y fue apenas una tribu la que lo nombró rey, la de Judá. Pasaron siete
años para que David fuera reconocido como rey por todo Israel.
Durante el tiempo en que David vivió en el palacio real, desarrolló una fuerte
amistad con Jonatán, hijo de Saúl. Jonatán supo que Dios había enviado al profeta
Samuel para ungirle por rey, así que aceptó que el siguiente rey sería David y no él.
Así que Jonatán hizo pacto con David. En ese pacto Jonatán le informaría a
David si acaso hubiera un plan para matarle, y en cambio David haría misericordia
con su familia, no los dejaría a la deriva.
Pero el rey Jesús nos ha mandado llamar, por razones de pacto. Hay un
pacto que Dios hizo con la humanidad por medio de la sangre de Su Hijo Jesucristo.
Jesús hizo todo lo recto y obedeció cabalmente la ley de Dios por lo cual ganó todas
las promesas en ella incluida; pero el Padre decidió cargar en Él el pecado, la
iniquidad y la rebelión de todos nosotros, de forma tal que todo ello fuera castigado
en Su Hijo y que nosotros fuéramos libres del castigo.
Quitó de nosotros la mala herencia, y nos ofreció una buena herencia. Nos
restituyó todo lo que el hombre había perdido, pues vino para buscar y encontrar lo
que se había perdido. Cambió la maldición por bendición, cada una de las
promesas de la ley nos las dio por herencia gracias a Su obediencia. Hoy tenemos
una maravillosa herencia en Cristo Jesús. Somos herederos y coherederos
juntamente con Él.
Nos hizo entrar en Su Reino, el Reino de los cielos; y nos sentó en Su mesa
para que comiéramos de los manjares celestiales todos los días. Podemos comer
del pan del cielo que es Él, podemos beber aguas de vida eterna.
Cuando David iba huyendo Siba, el siervo de Mefi-boset, le llevó una gran
abundancia de provisiones de los campos de su amo; pero lo difamó diciéndole a
David que su amo había permanecido en Jerusalén pensando que podría hacerse
del reino aprovechando aquella insurrección.
Hemos visto que tenemos un enemigo que quiere hurtar, matar y destruir
nuestra vida porque nos odia, nos envidia. Imaginen que él hizo toda una rebelión
en el cielo para poder tomar por asalto el trono de Dios y tomar su posición, quiso ser
igual a Él; y entonces fue echado fuera del reino de Dios y convertido en espanto. En
su rebelión arrastró a la tercer parte de los ángeles.
Te distrae para que no conozcas tus testamentos, para que estés ocupado en
miles de cosas intrascendentes y que no te ocupes de conocer tu herencia; y lo que
ya has tomado intenta quitártelo mediante acusaciones para que te reconozcas
indigno de tomar dicha herencia. Pero nuestra dignidad no viene de nuestra justicia
sino de la justicia de Jesús.
Así que hay muchos cristianos hoy día que escucho decir: No busco la
bendición sino que busco a Dios, no quiero nada mas. Es bueno poner en orden las
prioridades, lo primero es buscarle a Él, estar con Él y valorar Su Presencia; pero de
ninguna forma podemos menospreciar lo que Jesús ganó para nosotros en la cruz.
¿Será que dejaremos que el sacrificio de Jesús sea en vano? Si Jesús ganó
cada una de las promesas para ti, y sufrió el castigo para que tu vivieras en
bendición, ¿cómo es que nos conformamos solamente con no ser condenados?
Hay una herencia entera que es tuya por derecho ganado por Jesús y el
Padre te la ha dado, no puedes dejarte robarla. Jesús habló de una viuda que se
acercaba a un juez injusto y de día y noche le insistía que le hiciera justicia de su
adversario. Así que, cansado, aquel juez, decidió hacerle justicia; y dice Jesús: ¿No
será que Dios nos escuchará y hará justicia rápidamente a nosotros que somos Sus
hijos?
DESARROLLO
De acuerdo con la ley de Moisés ninguna persona con algún defecto físico
podrían entrar en la casa de Dios para adorar. Ya en la era moderna a estas
personas se les llamo “incapacitados”, después, “discapacitados”, y ahora como un
eufemismo se les llama “Personas con capacidades diferentes” , y hasta se les
asignan lugares preferenciales en estacionamientos y se busca que haya rampas
para que ellos puedan entrar a edificios, etc.
Este es el momento en que David toma la fortaleza de Sion, que después fue
conocida como la ciudad de David, y es justamente la ciudad de Jerusalén. Pues
bien, dada la mofa de los jebuseos de que podrían defenderse con gente
discapacitada y triunfar sobre David, es que David da la instrucción: Ni ciegos, ni
cojos, entrarán en la casa.
Así que por estas dos causas, en los tiempos de Jesús, ninguna persona con
algún defecto físico podría entrar en el templo a adorar. Estaban excluidos de la
adoración a Dios y obviamente de poder tomar de las cosas de Dios.
Este enemigo espiritual que tenemos intentará robarte todas tus bendiciones,
toda tu herencia. Se llama diablo y usa la mentira para alejarte tanto de Dios como
de tus bendiciones. Es por eso tener nuestro oído bien sintonizado con la voz de
Dios y no escuchar sus intrigas y mentiras.
Este tipo de personas son aborrecidos del alma de Dios, y no tendrán entrada
en la casa de Dios. Estas personas son los principales enemigos de que el reino de
los cielos crezca y sea conquistado. Enseñando la Palabra pero enjuiciando evitan
que la gente pueda entrar en el reino y lo hacen dos veces más hijos del infierno que
antes.
b) Cojos espirituales
Proverbios 26: 7
Las piernas del cojo penden inútiles;
Así es el proverbio en la boca del necio
Noten ustedes por favor que los cojos tienen piernas pero no caminan.
Salomón lo compara sabiamente con un necio que conoce lo que es correcto, sabe
de la Palabra de Dios, lleva años quizá oyéndola y estudiándola pero que
sencillamente no camina en ella.
Son personas que se han conformado con creer en Jesús para salvación de
su alma, pero que no perseveran en la fe. La han dejado pequeñita, no crecieron, no
van a mas.
El evangelio del Reino de Dios, como muchas veces les he dicho, es muy
sencillo: Arrepentirse y creer. Arrepentirse es dejar atrás las obras pasadas y
corregir el rumbo, es lamentarse de haber hecho lo incorrecto y un sentimiento
profundo de haber errado, por lo cual jamás se regresará a esa vida. Pero la
segunda parte es importantísima, es creer. El justo por la fe vivirá.
2. La habilitación espiritual
palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña
el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque
se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga
todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién
conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros
tenemos la mente de Cristo”
El hombre natural tiene una mente natural que tiene ciertas capacidades:
Puede pensar, razonar, analizar, sintetizar, abstraerse, concretar, imaginar, crear,
diseñar, etc. Pero no tiene capacidades de discernir espiritualmente ni de recibir de
Dios un suministro de Su propia esencia por revelación.
Dice el apóstol Pablo que nosotros, quienes hemos creído en Jesús, tenemos
la mente de Cristo. ¡Qué anuncio!, ¿no es cierto? Pero por desgracia, la mayoría de
los cristianos no la usan, siguen usando su mente natural, quizá porque aprendieron
a usarla durante muchos años, y la mente de Cristo no.
Si los cristianos hoy día hicieran uso del discernimiento espiritual no habrían
jamás elegido a quien llevaría a ser ley matrimonios homosexuales, abortos y una
educación de diversos géneros sexuales, que son una aberración.
El Espíritu Santo, que proviene de Dios, ha sido enviado para que tu sepas lo
que Dios ya te ha concedido.
Un ciego espiritual no quiere ver las cosas espirituales, se conforma con ver
lo que sus ojos naturales miran. Son cojos, porque teniendo al Espíritu Santo es
como si ni lo tuvieran, porque no toman un tiempo para el Espíritu y por lo tanto no
saben lo que Dios les ha concedido.
El diablo está feliz de que cristianos no vivan en la plenitud de vida que Cristo
ya ganó para ellos en la cruz; les ha hurtado esa plenitud entreteniéndolos en
diversas actividades con amigos o juegos.
El Espíritu de Dios tiene tanto para darte, tanto que suministrarte por
revelación; pero tu necesitas hacer uso de la mente de Cristo ya has recibido.
La falta de una vida espiritual a causa de tomar en cuenta mas a tu carne que
a tu espíritu, hace que los cristianos se conviertan en ciegos, guías de ciegos, como
los fariseos. Religiosos que no conocen a Dios, que basan su vida en puras reglas y
quieren establecerlas sobre los demás. Gente ni entra en el Reino de Dios ni deja
entrar a otros. Escúchalo otra vez: Ni cojos, ni ciegos entrarán en la casa.
Ahora bien, quisiera que pudieras observar lo que sucedió con otros
minusvalidos:
El cojo de inmediato hizo el esfuerzo por pararse y se dio cuenta que sus
piernas, hasta antes sin fuerza, podían sostenerlo. Así que se levantó y se dio
cuenta que podía caminar. Lo primero que hizo fue meterse al templo gritando y
alabando en medio risas y gozo. Los fariseos y gente religiosa que estaba dentro se
escandalizaron de la actitud de este hombre y le reprendieron. Pero el estaba feliz,
nada le impedía poder entrar en el templo a adorar.
Mis amados, quizá esta conferencia te haya ofendido, ojalá y que así haya
sido. Pero no te quedes con la ofensa, si te has dado cuenta que eres un ciego y un
cojo espiritual, en el nombre de Jesucristo de Nazaret te digo: Levántate y anda.
Toma fuerza del Espíritu y quita tu cojera. Y entonces entra en el Reino espiritual
de Dios, y empieza a conquistar cada una de las promesas en el poder del Espíritu
Santo.
Empieza a recibir revelación de lo que Dios tiene preparado para ti, empieza a
tener discernimiento espiritual y mira lo que está sucediendo espiritualmente.
le ayudara para llegar antes que los demás a las aguas y siempre alguien mas se
quedaba con el milagro. Pero Jesús le dijo: Toma tu lecho y vete de aquí.
Quiero decirte que Jesús está aquí y quiere que te levantes y te vayas de ese
lugar. La iglesia no es un estanque, es un río de aguas de vida; donde quien se
meta en ellas es sanado de sus enfermedades físicas y espirituales. Así que
levántate ya, deja de ser un lisiado espiritual.
Si has creído en Cristo Jesús ya tienes la mente de Cristo, ya está en ti. Deja
las cosas de la carne, abandona tus pensamientos políticos, tus ideologías que te
alejan de una vida espiritual. Y ven a las aguas que están corriendo, aquí no hay
aguas estancadas.
Recibe una nueva vida espiritual, recibe la llenura del Espíritu Santo.
Así que el padre ordenó que salieran a las calles e invitaran al gente común a
entrar, y ni así se llenó su casa. Entonces envió a sus siervos para trajeran a los
cojos y a lo ciegos para celebrar la fiesta.
La referencia era muy clara hacia los fariseos y religiosos de ese tiempo, la
gente distinguida que sabiendo las escrituras nunca se decidieron a entrar en el
Reino de Dios; por lo cual las puertas se abrieron hacia la gente discapacitada
espiritualmente, para que pudieran entrar al Reino de Dios.
Es por ello que tu puedes observar en los evangelios que Jesús hizo la mayor
parte de los milagros con personas que estaban impedidas de entrar al templo:
Ciegos, cojos, leprosos, pecadores y aún poseídos por demonios.
La puerta está abierta al Reino de Dios, pero no cualquiera puede entrar; sino
quien haya nacido de nuevo por el Espíritu de Dios, para una nueva vida en el
Espíritu y no en la carne.
4. Minsitración.