Rev Folklore 9 1964 1965 Art6
Rev Folklore 9 1964 1965 Art6
Rev Folklore 9 1964 1965 Art6
- 269
panoamérica existe un solo folelor literario, con variantes regio-
nales". Para otros especialistas -como el folclorólogo Guillermo
Abadia- la tradición de la copla es oral y "no exactamente lite-
raria puesto que nuestros pueblos amerindios son en su mayoria
analfabetos".
Suelen apuntar algunos expertos que la copla -una de las
manifestaciones poéticas más bellas, fecundas y espontáneas en la
literatura hispanoamericana- no es otra cosa que "el trasunto crio-
llo de los tradicionales romances españoles".
Parece que del pueblo la tomaron los poetas eruditos allá en
España para cultivarla con amoroso deleite en sus propios jardi-
nes, tales como Berceo, Juan de la Encina, Juan de Mena, Jorge
Manrique y Teresa de Jesús. Cervantes mismo ------<:¡ue supo auscul-
tar el alma del pueblo y la arcilla de sus personajes- nos dejó
muestras de coplas en su inmortal Quijote.
Desde luego que en sus orígenes fueron las coplas destinadas
al canto y a la música en regocijos y fiestas populares, ya engen-
dradas por el vulgo o bien por los poetas cultos. Y se llamaron
trovas en el dulce requiebro de los cantos y troveros sus ejecutan-
tes. Este arte de trovar se transmutó en la Gaya Ciencia o ciencia
de la poesía de los siglos XIII, XIV Y xv, cuya influencia se prolongó
a través de los concursos premiados por la violeta de oro y por
otras flores simbólicas hasta los Juegos Florales y las Cortes de
Amo,". Característica del género copleril fue su natural esponta-
neidad con acento lirico, amatorio, religioso y hasta solemnemen-
te grave como en las conocidas coplas de.Jorge Manrique con mo-
tivo de la muerte de su padre.
Los cantares de gesta, compuestos por los juglares, tenían cier-
to aire de familia con la copla y por eso se cantaban también en
calles y plazas para recreo del vulgo. Consistían en series de co-
pIas con música diferente.
Sin embargo, -como lo observa Pardo Tovar- la palabra
copla tuvo diversas acepciones y se aplicó por tanto a distintas ma-
nifestaciones poéticas. Las hubo eróticas, satíricas, morales, sen-
tenciosas, patrióticas, politicas, religiosas y de todo género. Por
ejemplo, Coplas de Mingo Revulgo, Coplas del P,·ovincial, Canta,·es
e Sones, etc. Y aquí transcribimos las autorizadas palabras de
Andrés Pardo Tovar: " ... Lo que ocurría era que la denominación
genérica -copla-- designaba cualquier expresión poética cuajada
en metro corto de siete o, lo que era y sigue siendo mucho más
270 -
,
frecuente, de ocho sílabas. Esto sin perj uicio del empleo del metro
de cinco y de seis sílabas. Respecto de la estrofa característica,
podemos adelantar que es la de cuatro versos. Existen, sin embar-
go, auténticas coplas de tres, cinco (quintillas) y seis versos (sex-
tillas). Por lo que dice a los orígenes de la copla española, de la
que la hispanoamericana es eco y en ocasiones simple reiteración,
se han formulado varias hipótesis. En mi concepto, el más remoto
antecedente literario de la copla son los Cantares e Sones (cancio-
nes villanescas) que figuran en las Cantigas de Sancta María del
rey Alfonso el Sabio (1221-1284). En Hispanoamérica, las prin-
cipales formas o estructuras de la expresión poética popular son la
copla en sus distintas variedades: la décima, el romance, del que
son derivaciones el co,-rldo mexicano, así como el galer6n y el co-
rrido colombo-venezolano y, hasta cierto punto, otros géneros poé-
ticos que presentan características propias ... el villancico, la can-
ci6n de cuna y las rimas infantiles, a las que se añaden las adivi-
nanzas en verso. Adviértase que en Colombia predomina la copla
de cuatro versos octosilabos, en que el segundo y el cuarto riman
en asonancia. En nuestras sociedades campesinas, la copla es la
forma favorita de expresión, la más espontánea y también la que
presenta mayor riqueza de contenidos ... ".
Este género de lírica popular bien puede no reunir las con-
diciones necesarias para recibir la consagración del cantar folcló-
rico stricto sensu, ni ajustarse muchas veces a reglas preestableci-
das del arte en cuanto a forma, verso y estrofa, pero, en cambio,
entraña un fondo intensamente poético de singular belleza en cuyo
espontáneo manantial han bebido poesia auténtica todos los "sabios
que en el mundo han sido".
Florecen los mejores botones de muestra en coplas y cantares
populares como los cielitos, vidalitas, tristes, milongas, gauchos y
payadores de Argentina y Uruguay, las concherías de Centroamé-
rica, los co,-rldos de México, los yaravws del Perú, las cuecas de
Chile, los galerones y corridos de los llanos de Colombia y Vene-
zuela, las cantas, bambucos, guabinas, torbellinos, pasillos, danzas,
cumbias, mapalés, jotas, puyas, joropos y currulaos de Colombia y
otros cantares típicos de las regiones hispanoamericanas.
José Carnacho Carreño decía que "copla que anda de boca en
boca y se engasta en el corazón aborigen es atadura nacional más
poderosa que las armas y los fríos himnos escolares, por lo cual
Córdoba no redobló marchas en el ascenso de Ayacucho sino desa-
- 271
tó bambucos que hablaban su propia lengua de amor a cada héroe
y le recordaban la súplica de la zagala ausente".
Presentamos a continuación unas cuantas coplas populares re-
cogidas en zonas urbanas y rurales de los Municipios de Bocha-
lema, Chinácota, Chitagá, El Carmen, Herrán y Ragonvalia, del
Departamento Norte de Santander:
Bochalema:
Un ciego estaba escribiendo Cada vez que yo me acuerdo
y un mudo estaba dictando, que tuve un amor mulato,
por medio de dos paredes me parece que me mando
un sordo estaba escuchando. contra un colchón y me mato.
Chinácota:
Cómo quieres que una vela En la cogid'e café
alumbre dos aposentos j es cierto que sí se gana,
cómo quieres que yo tenga pero también hace daño
dos eoruones contentos. el rocío por la mañana.
Herrán:
Cuando yo estaba chiquito El corazón te daré,
todas me querían besar; el alma no, porque es de Dios;
y ahora que estoy grandecito que si el alma fuera mía
todas se hacen de rogar. era dentriambos los dos.
272 -
En el alma te he querido Esperanza y no tenerla
y yo en el alma te quiero, todo es uno para mí;
y cuando salga mi alma ayer lloraba por verte
se irá con tu l\mor al cielo. y hoy lloro porque te vi.
El Carmen:
Margarita fJor del alto, El amor del rorastero
ramillete de oro fino, es como cierto bichito
déjame tus dos ojitos que pica, deja la roncha
para alumbrar el camino. y sigue su caminito.
273
rO\.CU.-l.
El que ofende escribe en polvo Aquí me voy a sentar
y el agraviado en la piedra, en este patio barrido,
al que agravia se le olvida pa ver si la dueñ'e casa
y el agraviado se acuerda. me da un tabaco encendido.
Chitagá:
Cuando saH de mi tierra Mi garganta traigo ronca
salí por los callejones con qué se me adarará;
con mi moehilita al hombro con aguardiente de copa
que quebraba corazones. yagua de la trinidá.
274 -
Yo no canto porque si Allucena del pantano,
ni porque la voz es buena, clavelito de peñón;
es para que no se caiga no le vayas a dar mal pago' -
la culpa sobre la pena. a este triste corazón.
275
De los claveles que he visto Adiós casita y cocina
ninguno me ha parecido; rodiada de varazón;
solamente este clavel Adiós chatica del alma,
que a mis manos ha venido. prenda de mi corazón.
276 -
Para juntarnos los dos, Ayer pasé por tu casa
yo fui el que facilité; y estabas en la ventana
ora para desapartarnos y no fuiste pa botarme
facilltelo ... usteé. de tu jardín una rama.
Si yo fuera pajarillo,
no me ocupara en volar,
me sentaria en el camino
solo por verte pasar.
Ragonvalia :
- 277
Dále licencia a tus ojos, La mujer es una yerba
que me vuelvan a mirar; que nace y no se asegura;
que recuerden que en un tiempo pendejo el que no procura
tuvieron a mi mandar. tener otra de reserva.
278 -
No quero sopas en vino Si yo encontrara un amigo
ni lechugas en vinagre; quien me ayudara a cantar,
no quera que me desprecien sacara de mi bolsillo
ni yo despreciar a nadie. medio rial para pagar.
- 279
Los pajaritos y yo Del cielo cayó una carta
nos levantamos a un tiempo; en medio de dos labranzas
ellos a cantar el alba en los brazos de esta negra
:r yo a llorar mi sufrimiento. no pierdo las esperanzas.
280 -
Arriba en aquel alto, Ora si que estoy contento
hay una piedra labrada, cantando a pleno dia;
donde se para la Virgen por que se han encontrado
a mirar pa la quebrada. dos pollos de buena cna.
- 281
A mí 10 que me da es risa Tan alta que está la luna
cantar con un santanero, y un lucero que la guía;
porque me salen los versos tan triste que queda una mujer
de la copa del sombrero. que se le muere la cría.
282 -
En un vapor holandés Paloma de los demonios
yo me tengo que embarcar; por qué no te confesás,
y me voy para Alemania tánta muerte que debés,
a aprender a cañoniar. corazones que robás.
- 283