Familia-Escuela BAEZA y Ramón Almirall
Familia-Escuela BAEZA y Ramón Almirall
Familia-Escuela BAEZA y Ramón Almirall
FAMILIA Y ESCUELA
Diferencias Semejanzas:
Semejanzas
funcionales:
Familia suborganizadas:
Aquí predominan los estilos de control parentales que son globales y raticos en
forma tal, que falta las contingencias “reglas” de una conducta clara y
consistente, tanto para premiar como para castigar.
Familia superorganizadas
TIPOS DE AULAS:
Aulas sanas: La autora al hablar de aulas sanas manifiesta que entre los
integrantes del sistema aula debe estar presente una conexión y compromiso
de los miembros entre sí, respeto de las diferencias individuales, comunicación
abierta, clara, directa. Como así también compartir un sistema de creencias.
Aulas enmarañadas:
Se caracteriza por poseer una cohesión alta, intensa, extrema con confusión
de roles u jerarquía entre los miembros. Hay poco espacio para lo personal, lo
diferente, la autonomía.
Implica una sobre involucración del docente, en todas las actividades del aula
y/o con frecuencia de los padres en las tareas escolares. Sus fronteras están
cerradas a la interacción con otros sistemas.
En las aulas desconectadas, hay poco o muy escaso apego emocional entre
sus miembros, el aprendizaje en ella parecería correr más por cuenta individual
de cada alumno, con poco espacio para la cooperación-colaboración que
podría redundar en una construcción cognitiva rica de conjunto, que no se
produciría con tan escaso apego emocional.
Suele ser aquella aula en la cual nadie está a cargo, hay escaso apego
emocional y los docentes ajenos a ella presentan quejas por su nivel de
desorganización, ruidos y comportamientos.
Desvíos comunicacionales
DIMENSIONES
(unidades de análisis)
Ramón Almirall
Cuando los aprendizajes escolares, así como las actitudes, valores y formas de
proceder que los acompañan, han sido compartidos en algún grado entre
familia y escuela, acaban siendo mejor asumidos como propias por los niños y
niñas en evolución: el alumnado aprende más y mejor cuando tienen ocasión
de vivir un entorno de colaboración entre su familia y su escuela.
Por otra parte, ayudar a los padres en la educación familiar puede ser un buen
camino para favorecer cambios en los hijos.
Este cambio de perspectiva, por una parte, deja de considerar a las familias en
términos de carencias y problemas, para empezar en centrarse en sus
necesidades.
En tercer lugar, las características del entorno y los servicios, como la ausencia
o escasez de servicios en los sectores adecuados a las necesidades familiares,
la descoordinación de dichos servicios, su lejanía respecto al hogar familiar,
entre otros.
Abordando la relación familia- escuela desde una perspectiva
colaborativa: formas de actuar y formas de comunicar
De este modo, será preciso afrontar la relación con una mirada y una escucha
atenta a las potencialidades de la familia, teniendo en cuenta que es preciso
rescatar dichas potencialidades de entre un conjunto de anécdotas o
circunstancias disfuncionales.
Por ello conviene evitar emitir juicios, si bien es mucho más fácil juzgar que
entender, pero mucho más ineficaz desde punto de vista del apoyo y del
asesoramiento. es importante tener presente que las emociones son formas de
responder que tenemos las personas para enfrentar ciertos acontecimientos
que no son correctas ni incorrectas y deben analizarse como tales, para
comprender por qué surgen y para buscar la manera de ofrecer ayuda.
El proceso de atención a las familias requiere una actitud, tanto del orientador
como del profesor, más constante que presionadora, acompañada de la
perspicacia necesaria para saber ver, en todas las familias, lo que son capaces
de hacer, aquello en lo cual unos u otros miembros son más diestros, para
usarlo como motor de arranque de su desarrollo y calidad de vida. Por ello, los
orientadores más allá de tener en cuenta estos aspectos deben promoverlos
entre el profesorado, facilitando recursos para ello.