POSITIVISMO
POSITIVISMO
POSITIVISMO
LESZEK KOLAKOWSKI
I. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL POSITIVISMO
El positivismo es una corriente de pensamiento cuyos inicios se suele atribuir a los
planteamientos de Augusto Comte, y que no admite como válidos otros conocimientos sino
los que proceden puramente de las ciencias empíricas. Para Kolakowski, el positivismo es un
conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiene a reservar el nombre de
“ciencia” a las operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la
naturaleza. Durante su historia, dice este autor, el positivismo ha dirigido en particular sus
críticas contra los desarrollos metafísicos de toda clase, por tanto, contra la reflexión que no
puede fundar enteramente sus resultados sobre datos empíricos, o que formula sus juicios de
modo que los datos empíricos no puedan nunca refutarlos. Kolakowski plantea entonces que
la filosofía positivista es quien se encarga de readaptar la discusión entre realismo y
nominalismo, ya que el positivismo rechaza los nombres y los conceptos. De igual forma,
este trata de sintetizar, resumir el fenomenalismo, nominalismo y neutralidad de la ciencia
como principio y método de las cuatro características del positivismo. Ahora bien, dicha
decisión se toma y se plantea entorno a la filosofía positivista con el fin de esquematizar los
contenidos o temas principales y secundarios, los cuales se fundan sobre conocimientos
históricos que nos puedan indicar que temas, proposiciones o tesis que resultan -de cierto
modo- más atractivos para el lector. Se concluye que a partir de esta esquematización es
posible distinguir criterios históricos efectivos. Asimismo, el autor plantea que el positivismo
filosófico es relativo al ser humano y que por ende, este debe encargarse de resolver los
problemas que giran en torno al modo de adquisición del saber humano. En esa solución de
problemas, es necesario seguir ciertas reglas debido a que los contenidos de nuestros
enunciados sobre el mundo son inherentes al saber. Por medio de dichas normas, resulta
viable llegar a distinguir el objeto de una cuestión posible y lo que no se puede presentar
como cuestión y, además, estas normas fundamentales de la filosofía positivista permiten que
sea posible poner en claro aquello que merece reflexión y lo que no la merece.
PRINCIPIOS TEÓRICOS DEL POSITIVISMO
El positivismo es una postura filosófica que constituye un conjunto de reglas y criterios de
juicio sobre el conocimiento humano. Es una actitud normativa.
EL FENOMENALISMO
Expresa que no existe diferencia real entre esencia y fenómeno, ya que como afirma el
autor, en numerosas doctrinas metafísicas tradicionales, se suponía que los distintos
fenómenos percibidos y percibibles son modo de manifestación de una realidad que no
puede revelarse directamente al conocimiento ordinario. En ese orden de ideas, se
entiende entonces que el positivismo reconoce el rechazo de estos pensamientos que,
aparentemente, inducen a un error dado que -como se dijo anteriormente- el positivismo
tiene su base y fundamento en la experiencia.
En las doctrinas metafísicas se suponía que los fenómenos son modos de manifestación
de una realidad que no puede revelarse al conocimiento ordinario, entonces se hablaba
de “sustancia”, “forma sustancial”, etc. El positivismo rechaza esta postura. Por
consiguiente, Kolakowski plantea que la filosofía positivista quiere basarse en la norma
fenomenalista ya que, como primer momento, el positivismo es experiencia y como
segundo es empirista, así que su fundamentación se basa en que el conocer solo alcanza
a los fenómenos. Según Kolakowski, es posible llegar a conocer solo aquello que cae en
determinado tiempo y espacio, lo que se manifiesta en un estadio, es decir, sólo se conoce
el fenómeno y en sí la cosa no es posible de conocer. Para el autor, el fenomenalismo es
aquello que se puede conocer y se le puede asignar una categoría: lo empíricamente
determinable. Del mismo modo, plantea que el positivismo se traslada de las ciencias
sociales a las naturales y que la filosofía positivista rechaza las cuestiones relativas a las
causas que no aparecen en la experiencia inmediata puesto que la ausencia de experiencia
de un fenómeno por la presencia de entidades ocultas no se puede descubrir con los
medios asequibles al hombre.
NOMINALISMO
El nominalismo rechaza los conceptos, rechaza la certeza o la realidad de los conceptos
universales. Los conceptos universales son sólo nombres Es decir, que ese mundo que
conocemos es un conjunto de hechos individuales observables, y que nuestro saber tiende
a ordenar estos hechos para convertirlo en un saber verdadero. En la realidad hay sólo
objetos singulares. Prohibido suponer que a un saber cualquiera no corresponden objetos
singulares. Estamos obligados a reconocer la existencia de una cosa cuando la experiencia
nos obliga a ello. Elaboramos conceptos que describen situaciones ideales, no siempre
reflejadas en el mundo empírico, aunque sí equivalentes. El mundo que conocemos es un
conjunto de hechos observables que nosotros ordenamos, convirtiéndolos en saber
verdadero. Todo saber abstracto es un modo de ordenación y clasificación, no tiene
función cognitiva autónoma, pero nos da acceso a territorios reales alejados de lo
empírico. Según Kolakowski, organizamos nuestras experiencias y recurrimos a
instrumentos abstractos permitiendo guardar en nuestra mente ese hecho; las
reproducciones humanas que estructuran la experiencia sin poder pretender una
existencia propia, es decir que todo ese saber abstracto es un modo de ordenación concisa
y clasificadora de los datos experimentados. Un realismo filosófico, que le da realidad a
las cosas, lo que existe. La filosofía observacional, lo que existe es lo que vivo, veo y
catalizo. El nominalismo acepta la existencia singular.
Estado positivo:
En este nivel la mente ya no se pregunta ¿por qué? y corta las especulaciones sobre la
naturaleza latente de las cosas, ya se encarga de estudiar el nacimiento de los fenómenos y
cómo se desenvuelven, al final junta hechos y se somete a estos, no se queda solamente con
lo deductivo, si no que pide el control del hecho objetivo. Para ello, emplea la observación,
la experimentación, y el cálculo. A saber, la idea comtiana de la ciencia es puramente
fenomenalista, aunque de ningún modo subjetivista. Comte sostiene que la razón humana es
necesario observar las cosas y conocer las leyes, no emplear solo la introspección. También
se menciona que las matemáticas fueron las primeras en tomar el camino de la ciencia
positiva. Hay que agregar que las ciencias están establecidas en un orden natural basado en
el análisis histórico y sistemático. Y para ello se emplean los principios de división como: el
grado decreciente de generalización y el grado creciente de complejidad. De esta manera, 1.
Las matemáticas, 2. La astronomía, 3. La física, 4. La química, 5. Las ciencias biológicas, 6.
La sociología. El sentido de este orden se basa en el lógico, en lo pedagógico y en lo histórico.
A saber, Comte buscaba por encima de todo, establecer un orden y una clasificación duradera,
“fanático del orden definitivo”.
EL PROGRAMA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Comte se atribuye asimismo el papel del Galileo de las ciencias sociales. Entonces, la
sociología depende lógicamente de las otras disciplinas, porque los hechos sociales se
producen en una realidad biológicamente determinada. A saber, la sociología positiva
demostrara que los individuos son construcciones intelectuales, mientras que la sociedad está
dotada de la realidad original. Por ende la humanidad es una entidad viva y auténtica dotada
de una continuidad propia y de una identidad verdadera que piensa, crea y siente. La división
de las funciones sociales indispensables a la vida es fijada en órganos duraderos; las castas o
en clases, la familia, la propiedad, la religión, el lenguaje, la autoridad profana y la autoridad
religiosa. De esta manera, él considera que las revoluciones sociales introducen un desorden
que es el síntoma de una reorganización. Sin embargo, nada garantiza que las instituciones
actuales no sean abolidas en un futuro.
LA RELIGIÓN DE LA HUMANIDAD
El sistema positivo no destruye como tal a la religión, porque es un elemento duradero de la
estructura social, si no que en la religión positiva, la humanidad reemplaza a las divinidades
mitológicas, por lo que los individuos se renuevan en este ser como células en un organismo,
sin dañar la vida autónoma. Lo que la religión e la humanidad pretenden es lograr conciliar,
en perfecta armonía, las necesidades afectivas e intelectuales de los hombres, por eso debe
imitar exactamente el sistema de la Iglesia, así como los ritos, los sacramentos, el calendario,
el clero y los sacramentos. Y los dogmas son: la doctrina comtiana, y las leyes científicas ya
descubiertas, así como el ángel de la guarda positivo serán las mujeres. Y siguiendo esta
línea, la máxima autoridad eclesiástica será el papa positivo, quien compartirá el poder con
las autoridades profanas positivas, las cuales vigilarán el desarrollo de la industria y la
utilización de los productos de la mente con fines prácticos. Y además es prohibido el
divorcio y mantiene el derecho de primogenitura, y con el tiempo existirá una madre
virgen que empleará la inseminación artificial y de otra manera Comte establece el número
de familias al que elevaría cada Estado, esperando la eficacia del gobierno. Para finalizar este
apartado es necesario mencionar que Comte creía en la abolición definitiva de la historia en
el sistema futuro y en la posibilidad de la racionalización absoluta de todas las esferas de la
vida.
BALANCE DE LA OBRA DE COMTE
Los Saint-Simonianos le reprocharon su concepción del progreso y su religión. A saber,
Comte pensaba que en el futuro, las necesidades industriales designarían en el futuro las
tareas de los poetas y los artistas, usando los medios artísticos para que los hombres realicen
las metas productivas realmente útiles. La sociología de Comte, se mostró fecunda por su
contenido historiosófico que por su formulación de los principios metodológicos,
considerando los hechos sociales como hechos sui generis, hechos cuyo verdadero sujeto
es la colectividad. La ley de los tres estados es correcta en relación con la historia de la
ciencia, sin embargo, Comte no pensó en que algún día podría ser él también el objeto de una
evaluación histórica. Aun así el positivismo es el que ha dado nacimiento no solo a Hegel,
sino también a la filosofía romántica. Y además contiene la esperanza de operar una
transformación total del mundo de alcanzar rápidamente el absoluto gracias a los resultados
del saber científico. Para finalizar, la filosofía de Comte, no es más que la destrucción
completa de la subjetividad humana, al igual que la individualidad humana subjetivamente
concebida es una ficción especulativa desde los criterios de vista de la ciencia positiva y en
los puntos de vista sociológicos. A saber, Comte es el heredero de Hume, y contribuyo a la
creación de una frontera entre la ciencia y la filosofía, en donde la primera intenta abolir a la
segunda.