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6 El Barroco, La Prosa y El Teatro

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Francisco de Quevedo.

La vida del buscón llamado don Pablos


1 Don Diego Coronel y su criado Pablos viven en la casa del dómine Cabra, quien mata de
hambre a sus pupilos. El padre de don Diego acude a sacar a su hijo de esa residencia cuando se
entera de que un pupilo ha muerto de hambre.

De la convalecencia e ida a estudiar a Alcalá de Henares

Entramos en casa de don Alonso y echáronnos en dos camas con mucho tiento, porque no se
nos desparramasen los huesos de puro roídos del hambre. Trajeron exploradores que nos
buscasen los ojos por toda la cara, y a mí, como había sido mi trabajo mayor y el hambre
imperial, que al fin me trataban como a un criado, en buen rato no me los hallaron. Trajeron
médicos y mandaron que nos limpiasen con zorras1 el polvo de las bocas, como a retablos2, y
bien lo éramos de duelos3. Ordenaron que nos diesen sustancias y pistos.4 ¿Quién podrá
contar, a la primera almendrada5 y a la primera ave, las luminarias que pusieron las tripas de
contento? Todo les hacía novedad. Mandaron los doctores que, por nueve días, no hablase
nadie recio en nuestro aposento, porque, como estaban huecos los estómagos, sonaba en ellos
el eco de cualquier palabra. Con estas y otras prevenciones, comenzamos a volver y cobrar
algún aliento, pero nunca podían las quijadas desdoblarse, que estaban magras y alforzadas; y
así se dio orden que cada día nos las ahormasen con la mano del almirez. Levantámonos a
hacer pinicos dentro de cuarenta días, y aún parecíamos sombras de otros hombres y, en lo
amarillo y flaco, simiente de los padres del yermo6. Todo el día gustábamos en dar gracias a
Dios por habernos rescatado de la cautividad del fierísimo Cabra, y rogábamos al señor que
ningún cristiano cayese en sus manos crueles. Si acaso, comiendo, alguna vez nos
acordábamos de las mesas del mal pupilero7, se nos aumentaba el hambre tanto, que
acrecentábamos la costa aquel día. Solíamos contar a don Alonso cómo, al sentarse a la mesa,
nos decía males de la gula, no habiéndola él conocido en su vida. Y reíase mucho cuando le
contábamos que, en el mandamiento de No matarás, metía perdices y capones, gallinas y
todas las cosas que pues parecía que tenía por pecado el matarla, y aun el herirla, según
regateaba el comer.

1 zorra: instrumento formado por tiras de piel, especie de plumero, para sacudir el polvo. 2 y 3 retablo de duelos:
aplicado a quienes sufrían penalidades. 4 pisto: similar al caldo de ave. 5 almendrada: bebida de leche de
almendras y azúcar. 6 padres del yermo: anacoretas (religiosos que vivían en lugar solitario y entregados a vida
austera). 7 pupilero: persona que tiene huéspedes en su casa.

a Busca el significado de las palabras destacadas en negrita.

recio

alforzadas

ahormasen

gula

capones
b La hipérbole es el recurso más destacado. Comenta las que te parezcan más cómicas.

c ¿Por qué es una narración caricaturesca? Haz un esquema de los hechos que tienen lugar y di
si se trata de una narración lineal.
Francisco de Quevedo. Los sueños
2 Todos los muertos salen de sus tumbas para presentarse ante el tribunal de Dios para ser
juzgados. Quevedo describe su visión.

Divirtióme desto un gran ruido que por la orilla de un río venía de gente en cantidad tras un
médico, que después supe que lo era en la sentencia. Eran hombres que había despachado sin
razón antes de tiempo y venían por hacerle que pareciese, y, al fin, por fuerza le pusieron
delante del trono.

A mi lado izquierdo oí como ruido de alguno que nadaba, y vi un juez, que lo había sido, que
estaba en medio de un arroyo lavándose las manos, y esto hacía muchas veces. Lleguéme a
preguntarle por qué se lavaba tanto, y díjome que en vida sobre ciertos negocios se las había
untado y que estaba porfiando allí por no parecer con ellas de aquella suerte delante de la
universal residencia.

El sueño de las calaveras

a Comenta la crítica que hace el autor a las profesiones que se mencionan en el texto.

b ¿Qué rasgos de estilo y lengua barroca observas? Destácalos.


Francisco de Quevedo. Los sueños
3 El autor describe dos actitudes ante la muerte: la de los sabios y la de los necios.

Dichoso serás y sabio habrás sido si cuando la muerte venga no te quitase sino la vida
solamente; que en los necios no sólo quita la vida, sino la confianza necia, el descuido bestial,
el amor de las cosas temporales; todo lo cual habrás tú dejado antes, y así aliviarás mucho la
postrera hora. ¡Dichoso aquel que en su fin da a la muerte lo que pide, y desdichado del que
se defiende de ella y la niega lo que la debe y ha de cobrar!
Por este modo, pues, debes apartar todas las cosas de las opiniones que las afean y hacen
espantables y anteponer a todo la paz de tu alma y no tener por precioso lo que no sirviese a
la quietud y la libertad de tu espíritu.

El sueño de la muerte

a Comenta cuál es la diferencia de ambas actitudes y cuál es su consejo. ¿Cómo cree que será
más llevadero el momento de morir?

b Justifica por qué el texto pertenece a la prosa moral.


Baltasar Gracián. El criticón
4 En el siguiente texto el anciano Critilo le habla al joven Andrenio sobre la maldad del ser
humano.

–Pues dime, ¿con qué hacen tanto mal los hombres si no les dio la naturaleza armas como
a las fieras? Ellos no tienen garras como el león, uñas como el tigre, trompas como el
elefante, cuernos como el toro, colmillos como el jabalí, dientes como el perro y boca
como el lobo: pues ¿cómo dañan tanto?
–Y aun por eso –dijo Critilo– la próvida naturaleza privó a los hombres de las armas
naturales y como a gente sospechosa los desarmó: no se fió de su malicia. Y si esto no
hubiera prevenido, ¡qué fuera de su crueldad! Ya hubiera acabado con todo. Aunque no
les faltan otras armas mucho más terribles y sangrientas que ésas, porque tienen una
lengua más afilada que las navajas de los leones, con que desgarran las personas y
despedazan las honras; tienen una mala intención más torcida que los cuernos de un toro
y que hiere más a ciegas; tienen unas entrañas más dañadas que las víboras, un aliento
venenoso más que el de los dragones, unos ojos invidiosos y malévolos más que los del
basilisco, unos dientes que clavan más que los colmillos de un jabalí y que los dientes de
un perro, unas narices fisgonas que exceden a las trompas de los elefantes. De modo que
sólo el hombre tiene juntas todas las armas ofensivas que se hallan repartidas entre las
fieras y así, él ofende más que todas. […]

a Busca el significado de las siguientes palabras.

próvida

malévolos

basilisco

b Comenta uno de los temas tópicos del Barroco: la desconfianza en el hombre.

c ¿Te parece exagerado el pesimismo de Gracián? ¿Crees que esa actitud podría atribuirse al
hombre actual? Explícalo y utiliza argumentos que sostengan tu opinión.

d Busca ejemplos de hipérboles. Subráyalos en el texto.


El personaje de don Juan
5

El drama de don Juan

El don Juan español no cree en el amor, y esto le diferencia de todos los don Juanes del
romanticismo. El Tenorio no cree que se alcance la felicidad por el amor, no siente ese vacío
previo que empuja a Adolfo de Benjamín Constant 1 a enamorarse, tanto para la satisfacción de
una necesidad como para reivindicación de un derecho, porque los románticos mantienen el
derecho al amor como si fuera uno de los implícitamente contenidos en la Declaración de 1789.
El don Juan español se enamora. Éste es su percance, su suceso dramático, pero no su ideal. A
don Juan no se le ocurre pensar, como a Sénancour 2, el panegirista del amor, que éste «es el
velo tendido sobre el vacío en el que tenemos que caer», porque Sénancour es un trágico que
necesita velos para no ver la muerte, y don Juan no los necesita, acaso porque tiene la fortuna
de poseer una naturaleza más robusta. No es suya, por lo menos, esa enfermedad del hombre
moderno que después de haber despojado el mundo del Valor absoluto, que daba su valor a sus
valores relativos, necesita poner velos al vacío infinito de las cosas para no morirse de
desesperación. Todos los ideales modernos son velos tendidos sobre el vacío. Don Juan puede
vivir robustamente sin ninguna clase de ideales.

Ramiro de Maeztu, Don Quijote, don Juan y La Celestina


1 Adolfo de Benjamín Constant: escritor y figura política francesa (1767-1830). 2 Sénancour: escritor prerromántico
francés (1770-1846).

a Explica las diferentes concepciones del amor de los personajes, tanto reales como el de ficción
(don Juan).

b ¿Estás de acuerdo con la afirmación final: «Todos los ideales modernos son velos tendidos sobre
el vacío». Argumenta tu opinión.
Tirso de Molina. El burlador de Sevilla
6 En el siguiente fragmento se presentan tres faltas graves que un noble no podía cometer:
desobedecer al padre (doña Ana), burlar a una mujer (don Juan) y traicionar a un amigo (el Marqués
de la Mota).

MUJER: ¡Ce!, ¿A quién digo? Traerás, mi gloria, por señas


DON JUAN: ¿Quién llamó? de Leonorilla y las dueñas
MUJER: Si sois prudente y cortés una capa de color.
y su amigo, dadle luego Mi amor todo de ti fío,
al Marqués este papel: y, adiós». Desdichado amante.
mirad que consiste en él ¿Hay suceso semejante?
de una señora el sosiego. Ya de la burla me río.
DON JUAN: Digo que se lo daré. Gozaréla, vive Dios,
Soy su amigo, y caballero. con el engaño y cautela
MUJER: Basta, señor forastero, que en Nápoles a Isabela.
adiós. (Sale Catalinón.)
(Vase.) CATALINÓN: Ya el Marqués viene.
DON JUAN: Los dos
DON JUAN: Ya la voz se fue. aquesta noche tenemos
¿No parece encantamiento que hacer.
esto que agora ha pasado? CATALINÓN: ¿Hay engaño nuevo?
A mí el papel ha llegado DON JUAN: Extremado.
por la estafeta del viento. CATALINÓN: No lo apruebo.
Sin duda que es de la dama Tú pretendes que escapemos
que el Marqués me ha encarecido. una vez, señor, burlados.
Venturoso en esto he sido. Que el que vive de burlar,
Sevilla a voces me llama burlado habrá de quedar.
el Burlador, y el mayor pagando tantos pecados
gusto que en mí puede haber de una vez.
El Burlador de Sevilla, Tirso de Molina
es burlar una mujer DON JUAN: ¿Predicador
y dejarla sin honor. te vuelves, impertinente?
1, En el fragmento se presenta tres faltas graves que un
¡Vive Dios que le he de abrir, CATALINÓN: La razón hace al valiente.
noble no podía cometer: desobedecer al padre (Doña
pues salí de la plazuela! DON JUAN: Y al cobarde hace el temor.
Ana), burlar a una mujer (Don Juan) y traicionar a un
Mas, ¿si hubiese otra cautela? El que se pone a servir
amigo (el Marqués de la Mota). Localiza estas faltas
Gana me da de reír. voluntad no ha de tener,
en el texto
Ya está abierto el tal papel y todo ha de ser hacer,
2. ¿Cuál es la estructura del texto? Esquematiza los
y que es suyo es cosa llana, y nada ha de ser decir.
acontecimientos.
porque aquí firma: «Doña Ana». Sirviendo, jugando estás,
3. Ante las recomendaciones del criado, ¿cómo
Dice así: «Mi padre infiel y si quieres ganar luego,
reacciona Don Juan? ¿Qué concepto tiene de la
en secreto me ha casado haz siempre, porque en el juego
persona que sirve?
sin poderme resistir; quien más hace, gana más.
no sé si podré vivir, CATALINÓN: Y también quien hace y dice
porque la muerte me ha dado. topa y pierde en cualquier parte.
Si estimas como es razón, DON JUAN: Esta vez quiero avisarte
mi amor y mi voluntad, porque otra vez no te avise.
y si tu amor fue verdad, CATALINÓN: Digo que de aquí adelante
muéstralo en esta ocasión. lo que me mandas haré,
Porque veas que te estimo y a tu lado forzaré
ven esta noche a la puerta, un tigre y un elefante;
que estará a las once abierta, guárdese de mí un Prior,
donde tu esperanza, primo, que si me mandas que calle
goces, y el fin de tu amor. y le fuerce, he de forzalle
sin réplica, mi señor.
a Localiza las tres faltas en el texto.

b ¿Cuál es la estructura del fragmento? Esquematiza los acontecimientos.

c Ante las recomendaciones del criado, ¿cómo reacciona don Juan? ¿Qué concepto tiene de la
persona que sirve?
Lope de Vega. Fuenteovejuna
7 Laurencia irrumpe en el Consejo, desmelenada y con signos evidentes de haber sido
torturada. Ésta es una de las escenas de mayor intensidad dramática del teatro del Siglo de Oro.

LAURENCIA: No me nombres
tu hija.
ESTEBAN: ¿Por qué, mis ojos?
¿Por qué?
LAURENCIA: ¡Por muchas razones! ¡Dadme unas armas a mí,
Y sean las principales, pues sois piedras, pues sois bronces,
porque dejas que me roben pues sois jaspes, pues sois tigres…!
tiranos sin que me vengues, Tigres no, porque feroces
traidores sin que me cobres. siguen quien roba sus hijos,
Aún no era yo de Frondoso, matando los cazadores
para que digas que tome, antes que entren por el mar,
como marido, venganza, y por sus ondas se arrojen.
que aquí por tu cuenta corre; Liebres cobardes nacistes;
que en tanto que de las bodas bárbaros sois, no españoles.
no haya llegado la noche, ¡Gallinas, vuestras mujeres
del padre y no del marido, sufrís que otros hombres gocen!
la obligación presupone; ¡Poneos ruecas en la cinta!
que en tanto que no me entregan ¿Para qué os ceñís estoques?
una joya, aunque la compre, ¡Vive Dios que he de trazar
no ha de correr por mi cuenta que solas mujeres cobren
las guardas ni los ladrones. la honra destos tiranos,
Llevóme de vuestros ojos la sangre destos traidores!
a su casa Fernán Gómez; ¡Y que os han de tirar piedras,
la oveja al lobo dejáis, hilanderas, maricones,
como cobardes pastores. amujerados, cobardes!
¿Qué dagas no vi en mi pecho? ¡Y que mañana os adornen
¡Qué desatinos enormes, nuestras tocas y basquiñas,
qué palabras, qué amenazas, solimanes y colores!
y qué delitos atroces A Frondoso quiere ya,
por rendir mi castidad sin sentencia, sin pregones,
a sus apetitos torpes! colgar el Comendador
Mis cabellos, ¿no lo dicen? de la almena de una torre;
¿No se ven aquí los golpes de todos hará lo mismo;
de la sangre, y las señales? y yo me huelgo, medio hombres,
¿Vosotros sois hombres nobles? porque sin mujeres
¿Vosotros, padres y deudos? esta villa honrada, y torne
¿Vosotros, que no se os rompen aquel siglo de amazonas,
las entrañas de dolor, eterno espanto del orbe.
de verme en tantos dolores?
Ovejas sois, bien lo dice
de Fuente Ovejuna el nombre.

a Dependencia de la mujer. ¿Qué reclama Laurencia a su padre? Indica los versos.


b Observa las partes del texto: primero narra los hechos y argumenta con evidencias. ¿Se
muestra hasta dónde ha llegado el Comendador?

A continuación, Laurencia continúa con sus imprecaciones a los hombres. ¿Qué les desea y
hasta dónde está dispuesta a llegar? ¿Qué tonos predominan en esta parte?

Finalmente, anuncia lo que el Comendador va a hacer con el pueblo. ¿Con quién va a empezar?

c Las palabras de Laurencia impulsarán la rebelión popular. ¿Crees que la actitud de la


protagonista es propia de su época? Coméntala y compárala con la de las mujeres actuales.
Calderón de la Barca. La vida es sueño
8

SEGISMUNDO:
Es verdad; pues reprimamos Sueña el rico en su riqueza
esta fiera condición, que más cuidados le ofrece;
esta furia, esta ambición sueña el pobre que padece
por si alguna vez soñamos. su miseria y su pobreza,
Y sí haremos, pues estamos sueña el que afana y pretende,
en un mundo tan singular, sueña el que agravia y ofende;
que el vivir sólo es soñar; y en el mundo, en conclusión,
y la experiencia me enseña todos sueñan lo que son,
que el hombre que vive sueña aunque ninguno lo entiende.
lo que es hasta despertar.
sueña el rey que es rey y vive Yo sueño que estoy aquí
con este engaño mandando, destas prisiones cargado,
disponiendo y gobernando; y soñé que en otro estado
y este aplauso que recibe más lisonjero me vi.
prestado, en el viento escribe, ¿Qué es la vida? Un frenesí.
y en cenizas le convierte ¿Qué es la vida? Una ilusión,
la muerte (¡desdicha fuerte!); una sombra, una ficción,
¡que hay quien intente reinar, y el mayor bien es pequeño;
viendo que ha de despertar que toda la vida es sueño,
en el sueño de la muerte! y los sueños, sueños son.

a Segismundo contesta a Clotaldo: «Segismundo, que aún en sueños / no se pierde el hacer


bien...». ¿Te parece que su decisión es de índole práctica o religiosa?

b Infórmate sobre la obra y di a qué experiencia hace referencia Segismundo. (verso 8)

c Si recuerdas las danzas de la muerte de la poesía medieval, comprobarás la semejanza con el


contenido del texto (la muerte sacaba a «bailar» a toda clase de personas, sin tener en cuenta su
condición). Uno de los temas de las Coplas de Jorge Manrique es el poder igualatorio de la
muerte. Señala alguna semejanza con este texto.
d Los versos 11-29 son la ampliación de los versos 9-10. ¿De qué personas habla? ¿A cuál se
dedica más espacio? ¿Crees que puede tener relación con algún tema importante del teatro de la
época?

e Segismundo concreta en su persona lo que les ocurre a todos. Contrasta dos situaciones
vividas. ¿Cuáles? ¿Alguno de ellos se refiere a la «experiencia» del verso 8?

f ¿Qué definición se da de la vida, su inconsistencia, su intensidad emotiva del desengaño?

g Comenta las figuras del texto y su valor expresivo: similicadencia, anáfora, enumeración,
paradoja, metáfora, políptoton, sinonimia...

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