Hans Kelsen
Hans Kelsen
Hans Kelsen
Kelsen nació en 1881 en Praga. Fue profesor en Viena, Colonia, Ginebra y Praga. Fue autor de la
constitución austríaca y juez de la Suprema Corte de Austria.
La ‘Teoría Pura del derecho’ de Kelsen se expuso por primera vez en 1911. El derecho no debía tener
otro fundamento de validez y ordenación que la propia teoría del derecho, entendida como «pura» en
cuanto a que habría de sostenerse por sí misma y no depender de valores extralegales. No existiría,
pues, un derecho natural, sino que toda norma se basarían en otra anterior aceptada por una
proposición sustantiva de la comunidad. En este sentido, admitía el importante papel de la sociología
y de la ética en el proceso de elaboración del derecho y en el contenido de las leyes.
En 1940, Kelsen emigró a los Estados Unidos, donde fue profesor en la Universidad de Harvard y en
la de Berkeley en California. En Principies of International Law postuló una unidad jurídica mundial
basada en el derecho internacional, que se reflejaría en las leyes de cada país. Hans Kelsen murió en
Berkeley California, el 20 de abril de 1973.
Kelsen, jurista especializado en filosofía del derecho, derecho constitucional y derecho internacional,
ha sido uno de los más grandes contribuyentes al derecho en todo el mundo
En la teoría pura del derecho Kelsen desarrolla un método jurídico estricto, mediante el cual quiere
eliminar toda influencia psicológica, sociológica y teológica en la construcción jurídica, y acotar la
misión de la ciencia del derecho al estudio exclusivo de las formas normativas posibles y a las
conexiones esenciales entre las mismas.
Entre los aspectos más característicos de su pensamiento cabe destacar los siguientes:
En primer lugar, el punto principal lo constituye la norma. La estructura de la norma jurídica consiste
en una proposición hipotética. De ahí que, al implicar la norma jurídica un deber ser, el derecho
pertenezca a la esfera del deber ser y no a la del ser.
En tercer lugar, si bien la unidad del ordenamiento jurídico postula su exclusividad cabe la
coexistencia de ordenamientos, que Kelsen explica, del mismo modo que con las distintas normas y
la norma fundamental, mediante un orden jerárquico entre los ordenamientos, de modo que el inferior
es autorizado por el superior hasta llegar al ordenamiento internacional que cumple la función de
Grundnorm. Para Kelsen el fundamento de la validez del derecho estatal debe ser buscado en el
derecho internacional, por lo que la paz universal es pensable a través de un único ordenamiento
jurídico mundial.
Los méritos jurídicos de Kelsen son innegables, y ello explica su resonancia. Su construcción
adolece, no obstante del desconocimiento del derecho natural, como fundamento de la justicia y,
consiguientemente, incide en las dificultades límites de toda filosofía del derecho de tipo positivista.