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Revista del
Conservatorio Superior de Música de Málaga
Nº 6 - Febrero de 2008
HOQUET - Nº 6 - Febrero de 2008.
Revista del Conservatorio Superior de Música de Málaga
Consejo de redacción:
Director: Francisco Martínez González
Secretario: Cristóbal L. García Gallardo
Vocales: Manuel Gil Pérez
María Ruiz Hilillo
Javier Claudio
Octavio Calleya
I.S.S.N.: 1577-8290
DEPÓSITO LEGAL: MA-468-2001
IMPRIME: Gráficas Anarol - Málaga.
ÍNDICE
LA QUINTA DE BEETHOVEN Y SU
RECEPCIÓN EN EL ROMANTICISMO
Joaquín Cornejo Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
MANUEL DE FALLA:
CUATRO PIEZAS ESPAÑOLAS PARA PIANO
Juan Jesús Peralta Fischer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
ROCHE, Elisa Mª. “Enseñanzas artísticas, ¿un debate “para todos y entre todos”?”
En: El País, 29-11-2004
JESÚS MANUEL ORTIZ MORALES
MORENO CALDERÓN, J. Miguel. “Enseñanzas Artísticas Superiores”. En: Diario Córdoba, 17-02-2006.
LA LEY DE EDUCACIÓN DE ANDALUCÍA Y LA ENSEÑANZA MUSICAL SUPERIOR
Saltaron las alarmas que aún no habían saltado (el tiempo se acababa),
y los sindicatos asumieron su parte de responsabilidad en el debate “edu-
cativo-artístico”. Prácticamente todos apoyaron el cambio en esa línea ya
marcada, con más o menos decisión, aunque posiblemente, quién más se
destacó fue CCOO, que organizó una asamblea general abierta en Sevilla
(Jornadas andaluzas de debate sobre las Enseñanzas Artísticas Superiores,
22/9/07; en la que estuvieron representadas todas las Escuelas y Conser-
vatorios de Andalucía), con esta específica problemática, y cuyas conclu-
siones, asumidas por todos los participantes como “generales del sector”,
fueron muy claras:
“se entiende indispensable la creación del “Instituto Andaluz de Enseñanzas Ar-
tísticas Superiores”, con entidad jurídica propia, como necesidad básica exigida
por CC.OO, para que estas enseñanzas se adapten al nuevo espacio superior
formativo europeo”. Para José Blanco, Secretario General de la Federación de
Enseñanza de CC.OO en Andalucía “poseer o no personalidad jurídica propia y
contar con recursos económicos suficientes son los aspectos básicos que pueden
permitir que este Instituto Andaluz de Enseñanzas Artísticas Superiores pueda
funcionar con la suficiente autonomía logrando así que estas enseñanzas se dig-
nifiquen y se sitúen en el lugar social y formativo que les corresponde”.
Para CC.OO. las Enseñanzas Artísticas Superiores deben depender de un órgano administrati-
vo con personalidad jurídica propia. Véase al respecto el texto “Conclusiones de la Asamblea:
Editorial”. En: Revista interna del sindicato, 25-09-07.
JESÚS MANUEL ORTIZ MORALES
de IU, con una profundidad que deja claro el estudio y reflexión previos de
la asamblea:
“Los centros superiores de enseñanzas artísticas y su personal docente e inves-
tigador (...) podrán colaborar con entidades públicas y privadas desarrollando
trabajos de carácter científico, técnico o artístico. Esas actividades se inscribirán
en la programación anual del centro.
Los centros superiores de enseñanzas artísticas podrán organizar, en el marco
de la programación establecida por el Instituto Andaluz de Enseñanzas Artísti-
cas Superiores, estudios de postgrado conducentes a títulos equivalentes a los
títulos universitarios de postgrado, incluidos los estudios de doctorado cuando
el marco legal lo permita, así como cursos de perfeccionamiento profesional en
materias propias de sus competencias conducentes a un título propio del cen-
tro (...) Los centros superiores de enseñanzas artísticas podrán desarrollar, en el
marco de la programación establecida por el el Instituto Andaluz de Enseñanzas
Artísticas Superiores, fórmulas de colaboración con las universidades para la or-
ganización de estudios de doctorado y programas de investigación en el ámbito
de las disciplinas que les sean propias”.
Así pues, llegamos a este momento tan “deseado” durante años por
los profesionales de la enseñanza artística. Y podemos ya escribir como
“de facto” la realidad del cambio de orientación en el sustrato legal de las
enseñanzas artísticas superiores en Andalucía. Por otro lado, aunque en el
momento de entregar este escrito aún no se ha publicado oficialmente la
ley aprobada (cuando se lea esto, y si todo ha seguido su lógica normal, se
debe haber publicado en el Parlamento Andaluz a principios de Diciembre,
y en el BOJA a finales del mismo mes), se podría ya sintetizar y agrupar los
puntos que sustentaran dicho articulado, aunque sin especificar su núme-
ro, ordenación o sintaxis final.
Queda recogida, por tanto, la mayor parte de las peticiones que tanto
los profesionales implicados, como los agentes sociales, veían necesario,
desde hacía mucho tiempo, para enderezar el rumbo “del barco”. Así pues,
enhorabuena a todos/as.
Y después de felicitarnos, tras tan larga espera (más vale tarde), y ver-
dadero objetivo de esta reseña, no podríamos terminar este artículo, ya un
poco pesado, sin prever siquiera sea someramente las repercusiones que, en
un plazo no muy largo, pueda tener dicha ley para nosotros, los profesores.
12 JESÚS MANUEL ORTIZ MORALES
En primer lugar, todavía falta algún tiempo para que se vea el resultado
directo: una vez publicada la ley, se tendrán que constituir los organismos
pertinentes, obtener los recursos, y ponerse a legislar y reglamentar: dada
la cantidad de flecos por solucionar (precisamente por ser “enseñanzas es-
peciales”), se supone un trabajo no fácil, y que hay que hacer a conciencia.
Eso sí, tampoco pueden dormirse porque “Bolonia” está a la vuelta de la
esquina. En cualquier caso, hasta comienzos del curso que viene, en el mejor
de los casos, no comenzaran a aparecer los primeros reglamentos u órdenes,
aunque desde antes (desde febrero ya pueden estar constituidas algunas es-
tructuras ) se comiencen a orientar los pasos en ese sentido. No sería extra-
ño que dicho Instituto solicitara el debate interno o posibles aportaciones o
ideas de los claustros, sindicatos o asociaciones, sobre algún que otro tema,
que pudieran servir de punto de partida a la consiguiente postura de sus
representantes en el “Consejo Andaluz”, con respecto a dichos asuntos.
Y sin tampoco olvidar que “existen otros asuntos muy urgentes para
el Instituto con respecto a algunas titulaciones imprescindibles, que aún no
han sido reglamentadas en absoluto: caso de Arte Dramático o Diseño, por
ejemplo” (José Fernández, de la Federación de Enseñanza de CC.OO. en
Andalucía).
Introducción
El período que oscila entre finales del s. xvi y comienzos del xvii es
una etapa de cambios importantes en la música de toda Europa, ya que nos
encontramos en los inicios del Barroco. España siguió un camino indepen-
diente con respecto al resto de Europa en muchos aspectos: se dio con poste-
rioridad a otros países, el bajo continuo perduró hasta el s. xix y no fue un
cambio radical, sino que surgió por evolución de la música renacentista.
Zaldívar Gracia, Álvaro. “Eximeno y Nasarre, una polémica musical decimonónica”. Mó-
dulo 3 de la asignatura Musicología Aplicada ii de la licenciatura Historia y Ciencias de la Música
(Universidad de La Rioja), curso 2003‑2004.
López‑Caló, José. Historia de la música española, 3. Siglo xvii. Madrid: Alianza, 1983, pp. 12‑16.
16 NOEMÍ AGUILAR FERNÁNDEZ
3. La armonía: el bajo de la polifonía deja de ser una voz más para con-
vertirse en la base armónica. En general, la armonía barroca espa-
ñola es bastante conservadora: consonante, con acordes en posición
natural o primera inversión; disonancias preparadas...; esto se de-
bía a que la concepción modal todavía imperaba en nuestro país.
Como afirma Antonio Martín Moreno, «todo el siglo xviii gira en tor-
no a los aspectos polémicos derivados de la nueva actitud hacia la música
y a la influencia de la música teatral». Nos encontramos con una lucha
constante entre la tradición y la renovación: por un lado, la música vocal
monódica presenta aún características propias de los siglos anteriores y,
por otro, en la música instrumental hay rasgos innovadores. Así, continúa
vigente el sistema hexacordal, que surgió en la Edad Media, ya que era
perfectamente aplicable al diatonismo del canto llano y, en consecuencia,
sigue funcionando la teoría de los ocho modos eclesiásticos; sin embargo,
tanto en la polifonía como en la música instrumental hace ya tiempo que
existe la bimodalidad, y los cromatismos convierten al sistema hexacordal
en un procedimiento ineficaz.
Martín Moreno, Antonio. Historia de la música española, 4. Siglo xviii. Madrid: Alianza, 1985,
pp. 439‑440.
Este sistema, que se remonta a Guido d’Arezzo (990‑1050) y sus discípulos, se basa en siete se-
ries de hexacordos (seis notas) cuya estructura interválica era Tono‑Tono‑Semitono‑Tono‑Tono. El
hexachordum molle, construido sobre Fa, hizo que se introdujera el Si bemol, no como cromatismo,
sino para poder mantener la relación interválica mencionada.
Los ocho modos eclesiásticos son series de ocho notas y, al igual que los hexacordos, estas notas
no tienen una altura tonal absoluta, sino que cada modo presenta una disposición interválica
determinada.
18 NOEMÍ AGUILAR FERNÁNDEZ
Grout, Donald J. y Palisca, Claude V. Historia de la música occidental. Vol. 1. Madrid: Alianza,
2001, p. 357.
López‑CalO, José. Historia de la música española, 3. Siglo xvii. Madrid: Alianza, cop. 1983, p. 250.
LA LEYENDA NEGRA DECIMONÓNICA DE FRAY PABLO NASARRE 19
La segunda mitad del siglo xix está caracterizada por los nacionalis-
mos, cuyo nacimiento, según Renato di Benedetto, va unido a la aparición
de las denominadas escuelas nacionales, es decir, «centros autónomos de
producción en países que se habían vuelto o que habían sido desde siempre
colonias de culturas musicales hegemónicas»10 (Italia, Francia y Alemania).
El surgimiento de estas escuelas se ve también reforzada por la llegada de
una nueva concepción ideológica más plural, que hace que se tambalee la
idea de monocentrismo cultural.
Citado en López‑CalO, José. Historia de la música española, 3. Siglo xvii. Madrid: Alianza, 1983,
pp. 251‑252.
Zaldívar Gracia, Álvaro. “Eximeno y Nasarre, una polémica musical decimonónica”. Mó-
dulo 3 de la asignatura Musicología Aplicada ii de la licenciatura Historia y Ciencias de la Música
(Universidad de La Rioja), curso 2003‑2004.
10 Benedetto, Renato di. Historia de la música, 8. El siglo xix. Primera parte. Madrid: Turner, 1987, p. 151.
11 Grout, Donald J. y Palisca, Claude V. Historia de la música occidental. Vol. 2. Madrid: Alianza,
2001, p. 863.
20 NOEMÍ AGUILAR FERNÁNDEZ
12 Benedetto, Renato di. Historia de la música, 8. El siglo xix. Primera parte. Madrid: Turner, 1987, p. 153.
13 Martín Moreno, Antonio. Historia de la música española, 4. Siglo xviii. Madrid: Alianza, 1985, p. 436.
14 Ibíd.
15 El mismo Pedrell atribuyó la frase «sobre la base del canto nacional debía construir cada pueblo
su sistema» a Eximeno y la colocó al frente de su opúsculo Por nuestra música (Barcelona, 1912).
16 Zaldívar Gracia, Álvaro. “Eximeno y Nasarre, una polémica musical decimonónica”. Mó-
dulo 3 de la asignatura Musicología Aplicada II de la licenciatura Historia y Ciencias de la Música
(Universidad de La Rioja), curso 2003‑2004.
LA LEYENDA NEGRA DECIMONÓNICA DE FRAY PABLO NASARRE 21
man, hay que combatir para que triunfe un nuevo modelo de nacionalismo
ilustrado, moderno e internacionalista, y como Nasarre es un representante
del Barroco español, Pedrell y Mitjana se declaran antinasarrianos.
Bibliografía
Obras de consulta
- Benedetto, Renato di. Historia de la música, 8. El siglo xix. Primera parte. Madrid: Turner, 1987.
- López‑Calo, José. Historia de la música española, 3. Siglo xvii. Madrid: Alianza, 1983.
- Martín Moreno, Antonio. Historia de la música española, 4. Siglo xviii. Madrid: Alianza,
1985.
Apuntes de clase
17 Ibíd.
23
LA QUINTA DE BEETHOVEN Y SU
RECEPCIÓN EN EL ROMANTICISMO
Con esta reflexión Kant habla de las antinomias de las que deriva la
contraposición de fuerzas contrarias, dualismo muy presente sobre todo en
el primer movimiento de la Sinfonía n.º 5 op. 67 de Beethoven.
Este artículo se publicó inicialmente en la revista digital Siglo XIX. Revista universitaria de Musico‑
logía (http://campusvirtual.unirioja.es/SigloXIX/132.htm).
Poggi, Amedeo y Vallora, Edgar. Beethoven: repertorio completo. Madrid: Cátedra, 1995, p. 254.
Grout, Donald J. y Palisca, Claude V. “Ludwig van Beethoven”. Historia de la música occidental,
2. Madrid: Alianza Música, 2000, p. 713.
24 JOAQUÍN CORNEJO ORTEGA
final era una explosión tempestuosa de tan poderosa fantasía como difícil-
mente se encontraría algo parecido». A partir de entonces empezó a tener
mucha popularidad y a interpretarse en todas partes. En Londres, desde
su estreno en 1816, se interpretó una vez al año durante más de cincuenta
años. En París se estrenó en 1828 y tuvo gran éxito de público, aunque no
tanto por parte de los compositores famosos de entonces, excepto Berlioz, a
quien enfadaron las críticas. En Rusia se estrenó en 1859; en Italia, en 1887
y en España, en 1888.
Guardia, Ernesto de la. Las sinfonías de Beethoven: su historia y análisis. Buenos Aires: Ricordi,
1948, p. 163.
Guardia, Ernesto de la. Las sinfonías de Beethoven: su historia y análisis. Buenos Aires: Ricordi,
1948, p. 169.
LA QUINTA DE BEETHOVEN Y SU RECEPCIÓN EN EL ROMANTICISMO 25
Poggi, Amedeo y Vallora, Edgar. Beethoven: repertorio completo. Madrid: Cátedra, 1995, p. 255.
Ibíd.
Fubini, Enrico. La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX. Madrid: Alianza Música,
1994, p. 254.
Guardia, Ernesto de la. Las sinfonías de Beethoven: su historia y análisis. Buenos Aires: Ricordi,
1948, p. 165‑166.
10 Pistone, Danièle. “El arte instrumental en el siglo xix”. Historia de La Música. La Música Occiden‑
tal desde la Edad Media hasta Nuestros Días. Nuria Esteban Sánchez (editora). Madrid: Espasa Calpe,
1997, p. 681.
11 Guardia, Ernesto de la. Las sinfonías de Beethoven: su historia y análisis. Buenos Aires: Ricordi,
1948, p. 165.
26 JOAQUÍN CORNEJO ORTEGA
Bibliografía
- Benedetto, Renato di. El siglo xix. Primera parte. Madrid: Turner Música, dl 1987.
- Fubini, Enrico. La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo xx. Madrid: Alianza
Música, 1994.
- Guardia, Ernesto de la. Las sinfonías de Beethoven: su historia y análisis. Buenos Aires: Ri-
cordi, 1948.
- Plantinga, Leon. “Beethoven: los últimos años, 1809‑1827”. La música romántica. Ma-
drid: Akal, 1992.
- Poggi, Amedeo y Vallora, Edgar. Beethoven: repertorio completo. Madrid: Cátedra, 1995.
Ruiz, Andrés. Mendelssohn: el paraíso perdido. Madrid: Real Musical, 1975, p. 24.
Plantinga, Leon. La música romántica. Madrid: Akal, 1992, p. 31.
28 JOAQUÍN CORNEJO ORTEGA Y NOEMÍ AGUILAR FERNÁNDEZ
siglo XIX se iría despojando a Bach del tinte romántico que había adquirido
para presentarlo de una manera más nítida. Un ejemplo muy conocido que
muestra la fascinación que muchos compositores del Romanticismo sentían
por Bach es la recuperación de la Pasión según San Mateo por Félix Mendels-
sohn tras varios años de estudio de la misma y cien años después de su pri-
mera interpretación. Esta versión, muy bien documentada, se representó el
11 de marzo de 1829 en la Singakademie de Berlín y obtuvo un gran éxito.
Fue tal la importancia de dicha representación que la Musicología señala
esta fecha como arranque del movimiento historicista, movimiento que se
caracterizó por el culto al pasado ‑culto que en muchos casos adquirió tin-
tes religiosos y nacionalistas, especialmente en el norte de Alemania‑ y por
la preferencia por la música religiosa.
bibliografía
Obras de consulta
- Benedetto, Renato di. El siglo xix. Primera parte. Madrid: Turner Música, 1987.
- Carreras, Juan José. “Prólogo”. Johann Sebastian Bach. Documentos sobre su vida y obra.
Hans‑Joachim Schulze (editor). Madrid: Alianza, 2001, pp. 9‑42.
- Esteban Sánchez, Nuria (editora). Historia de la música. La música occidental desde la Edad
Media hasta nuestros días. Madrid: Espasa Calpe, 1997.
- Paz, Alfredo de. La revolución romántica. Poéticas, estéticas, ideologías. Madrid: Tecnos,
1992.
- Sweitzer, Albert. Johann Sebastian Bach: el músico‑poeta. Buenos Aires: Ricordi, 1997.
Páginas web
- Haskell, Harry: “Early music. The rise of historicism, to 1890”. The New Grove Dictionary
of Music Online (http://www.grovemusic.com). Acceso: diciembre 2004.
- Temperley, Nicholas y Wollny, Peter. “Bach revival”. The New Grove Dictionary of Music
Online (http://www.grovemusic.com). Acceso: diciembre 2004.
- Todd, R. Larry. “Mendelssohn(-Bartholdy), (Jacob Ludwig) Felix”. The New Grove Dictio‑
nary of Music Online (http://www.grovemusic.com).Acceso: diciembre 2004.
33
Es muy común escuchar la frase “todos los músicos están locos”, una
afirmación que escucho con frecuencia y siempre me deja en un mar de
dudas.
Jameson asegura que “muchos de los artistas que como Schumann, Strindberg, Woolf, Pound,
Poe, Artaud, van Gogh, fueron catalogados como esquizofrénicos no lo serían actualmente, se
trataría de un trastorno bipolar. Según una cita aportada por Dr. Antonio Benabarre Hernández
en un artículo suyo que he consultado en la página http://www.psiquiatria24x7.com/bgdisplay.
jhtml?itemname=artgallery. Acceso 11- 12- 2007.
34 LOURDES HIERRO LAGUNA
Dr. Benabarre Hernández, Antonio. “Galería del arte”. Psiquiatría 24 horas. com
(http://www.psiquiatria24x7.com/bgdisplay.jhtml?itemname=artgallery). Acceso 11- 12- 2007.
¿SON LOS MÚSICOS UNOS SERES EXTRAÑOS? 35
VAN DE EYNDE, Juan. Ludwig van Beethoven (colección “Grandes biografías”). Ed. Rueda
J.M.S.A., s.d., pp. 76-77.
36 LOURDES HIERRO LAGUNA
Éste es solo uno de los muchos estudios, artículos y libros enteros de-
dicados al miedo escénico, pues es algo que obviamente preocupa.
Se dice que el entrañable Wolfgang nunca llegó a ser una persona adul-
ta, que se convirtió en una especie de niño grande, pero claro, si tenemos en
EINSTEIN, Alfred. Mozart. (Título original: Mozart, His Caracther, His Work. Oxford University
Press, Inc.). Madrid: Espasa Calpe, 2006, pp 130-131.
¿SON LOS MÚSICOS UNOS SERES EXTRAÑOS? 37
cuenta que se pasó toda una vida tocando y escribiendo música desde muy
niño, ¿cuando iba a darle tiempo a madurar, a crecer como persona?. En las
distintas épocas de su vida artística tuvo varias manías conocidas, una de
las más divertidas es cuando tomó autentico odio por el sonido de la flauta.
Solía decir, “sólo hay una cosa peor que el sonido de una flauta, y es el so-
nido de dos flautas”. Afortunadamente para nosotros, superó esta infantil
manía y podemos disfrutar de su famoso Andante para flauta y orquesta en
Do mayor, K.315 o el Concierto para flauta en Sol mayor, K.313.
Hay que tener también en cuenta la situación que Mozart debía sopor-
tar socialmente, pues como sabemos en su época un músico a lo máximo
que podía aspirar era a ser músico de la corte, o sea un criado. Resulta para
mí muy triste leer los textos de las cartas a su padre en las que se deja ver su
frustración y su orgullo herido de genio menoscabado: “Yo no soy tan des-
graciado como para estar al servicio del príncipe de Salzburgo.. Dos veces
ya (¡no sé como calificarlo!) me ha dicho a la cara las más groseras imperti-
nencias que no se las cuento a usted, mi querido padre para no molestarle,
y que si no hubiese sido por usted, me hubiese vengado al instante. Me ha
llamado un bribón y un despreciable y me ha enviado al diablo (¡a mí!). Yo
todo lo he soportado y callado por mi honor y por el suyo, porque sé que
usted lo quería así.”
POGGI, Amadeo / VALLONA, Edgar. Mozart. Repertorio Completo. Madrid: Ediciones Cátedra,
2006 [1994], pp. 331 y 333.
38 LOURDES HIERRO LAGUNA
personas que quería, como su adorado primo Karl, aunque sus extrañe-
zas y cambios de humor constantes, llevaron a Karl a un intento de sui-
cidio. Pero, que le ocurría a Beethoven que le impulsaba a actuar así?. No
está muy claro, pero si tenemos en cuenta que se trataba de un ser de una
sensibilidad desmedida, no muy agraciada físicamente, que su padre era
alcohólico y que además consideraba la música su única religión, su dios,
su todo, y que como por una especie de divino castigo perdió la audición...
Citaré a Wegeler quien comenta: Beethoven aprendió música y su padre en
la casa paterna le obligaba a aplicarse sin descanso. Fuera de las ganancias
del padre, no había otro medio de subsistencia por eso la penuria reinaba
en este hogar. De ahí esta severidad de un padre poco distinguido por su
inteligencia o por su moralidad (...) Beethoven padre, tan severo con su
hijo, se permitía en cambio ciertas cosas a sí mismo Se había abandonado
a la bebida y su carácter se volvió muy violento, sobre todo en este estado.
Era frecuente ver al pequeño Ludwig hacer llorando los ejercicios musica-
les a los que su padre le obligaba”. Hace unos años un grupo de científicos
norteamericanos, han descubierto que tenía niveles de plomo en las sangre
muy superiores de lo normal, y que ello provocaría sus cambios de humor
y la sordera. Motivos físicos y sobre todo psicológicos, forjarían pues un
temperamento pasional, y un humor negro, que llega a ofender incluso a
sus amigos más cercanos. Basta poner por ejemplo su ultima frase antes
de morir “aplaudid amigos, porque la comedia ha terminado”. Las auto-
confesiones de su diario, cuyas páginas son unas de las más tiernas que se
hayan escrito, dejan palpable la verdadera cara del vehemente Beethoven,
conocido por todos.
MASSIN, Jean / MASSIN, Brigitte. Ludwig van Beethoven. Madrid: Turner, 1987, pp. 18-19.
GALLO, Roberto. “Ludwig van Beethoven (1770-1827): una historia médica después de 180 años”
(http://www.clinica-unr.org.ar/medicinaycultura/05/Articulo_01.htm.) Acceso 19-12-2007.
PARRADO, J. A. Beethoven se quedó sordo debido a la ingestión de plomo. http://www.elmun-
do.es/2000/10/20/cultura/20N0152.html. Acceso 19-12-2007
GOMEZ AMAT, Carlos. Historia de la música española. Siglo XIX. Madrid: Alianza, 2004, pp. 305-317.
¿SON LOS MÚSICOS UNOS SERES EXTRAÑOS? 39
10 PÉREZ, Mariano. Comprende y ama la música. Madrid: Sociedad General Española de Librería,
1979, pp. 319-321.
40 LOURDES HIERRO LAGUNA
Parece claro entonces que los cerebros más creativos sufren una mayor
propensión a padecer una enfermedad psiquiátrica pero esto no explica las
curiosidades en la personalidad de los artistas que yo misma me encuentro
día a día. Quizás lo único seguro es decir que los músicos sí somos unos
seres extraños, no se si es locura, pero seguramente un poco sí arrastrados
por la música, esa magia que todo lo envuelve que atrapa sin remedio a
todo aquel que quiera dejarse cautivar por su influjo. Citaré al composi-
tor Gounod en sus Memorias de un artista: “En las artes hay algo más que
técnica y habilidad. Hay algo que está por encima de todo y es el alma de
la vida: tal es el arte. El arte es el hombre mismo. El encuentro y unión de
ambas cosas”. Me quedo con ese pensamiento.
41
Javier CLAUDIO
El gran pianista Franz Liszt comentó una vez que “es más interesante la
técnica de estudio que el estudio de la técnica”.
Ahí van algunos ejemplos: Menuhin: La leçon du maìtre, 6 Leçons o L’art de jouer du violon; Kató
Havas: Un nuovo approccio al violino; Szigeti: Szigeti on the violin; Stoeving: The art of violín bowing;
Courvoisier: Technics of violin playing; Koenig: La technique moderne; Auer: Violin playin as I teach;
Yampolsky : The principles of violin fingering, y un largo etcétera.
GERLE, Robert. The art of practising the violin. Londres: Stainer & Bell, 1983.
GALAMIAN, Ivan. Interpretación y enseñanza del violín. Madrid: Pirámide, 1998.
BORCIANI, Paolo. Lo studio del violino. Milan: Ricordi, 1986.
FISCHER, Simon. Practice. Londres: Peters, 2004.
42 VIOLÍN, PEDAGOGÍA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
El interés por este tema comenzó hace varios años, cuando fui invita-
do a impartir un curso de violín al Conservatorio Profesional de Murcia.
Allí, dedicamos una parte del curso a la realización de un laboratorio del
estudio diario. En este laboratorio analizamos fragmentos de audio extraí-
dos durante el trabajo individual, cada uno de los días de una semana.
Con sorpresa e incredulidad pudimos comprobar como, a pesar de que
los alumnos tenían un nivel normal para su edad, su sistematización del
estudio diario no era, ni mucho menos, el correcto. ¿Cómo sería su nivel si
cambiaran esos hábitos de estudio por otros más eficaces? Posiblemente,
este no era un hecho aislado.
Podemos afirmar con objetividad que más del noventa por ciento de
los alumnos lo realizaba de esta forma.
El mismo creador del método Suzuki, nos dice: “La habilidad es una
cosa que debemos engendrar nosotros mismos, a la cual debemos consa-
grar todos nuestros esfuerzos para conseguirla. Esto significa que es nece-
sario repetir sin parar, hasta que la materia a asimilar acabe formando parte
de nosotros mismos”. También nos dice que: “…es muy importante tener
energía y paciencia. Como toda disciplina, se adquieren por el ejercicio”.
STARR, William and Constance. To learn with love. Miami: Warner Bros. Publications, 1983. Pág. 14.
SUZUKI, Shinichi. Vivre, c’est aimer. Marseille: Éditions Corroy, 2007. Pág. 50.
44 VIOLÍN, PEDAGOGÍA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
Según Sarah-Jayne y Uta Frith11, nos consta que están muy avanzadas
las investigaciones que nos hablan del desarrollo cognitivo de los niños,
pero aún muy poco de la relación entre éste y el desarrollo del cerebro du-
rante los primeros años de vida.
10 WILLEMS, Edgar. El oído musical. Barcelona: Paidós Ibérica, 2004. Pág. 117.
11 “Aún sabemos muy poco sobre el desarrollo del cerebro humano durante los diez primeros años
de vida. Por contraste, la psicología cognitiva ha proporcionado gran profusión de detalles sobre
el desarrollo cognitivo de los niños. Este conocimiento aún no se ha relacionado de manera sis-
temática con el desarrollo del cerebro”. BLAKEMORE, Sarah-Jayne/ FRITH, Uta. Cómo aprende el
cerebro. Barcelona: Ariel, 2007, p. 63.
12 Como curiosidad, en relación a la atención y al aprendizaje, podemos recoger un comentario
realizado por Ch. Darwin: “un mono atento siempre puede ser amaestrado”.
JAVIER CLAUDIO 45
Todos hemos visto en televisión alguna vez a niños recién nacidos, na-
dando sin ningún problema. ¿Qué ocurre después de algunos meses? Que
si no se ejercita este instinto natural, se pierde. El cerebro y nuestro cuerpo
tienden a anular todo lo que no se utiliza. Este ejemplo podemos continuar-
lo y extenderlo a los idiomas y otros campos deportivos.
Como vemos, hoy en día sabemos bastante acerca del desarrollo del
aprendizaje. Normalmente, el que escribe un método o hace un diseño cu-
rricular, sigue un proceso lógico por el cual el alumno pueda aprender efec-
tiva y progresivamente. Sin embargo, al otro lado del canal de comunicación
está el alumno, que tiende a no seguir un proceso de trabajo tan exaustivo
como el que se empleó para distribuir los contenidos de su aprendizaje. A
ambos lados de la cadena comunicativa existe una diferencia extrema de
experiencia.
En primer lugar hay que formarse una imagen propia –si no se exac-
tamente qué hago, ¿como voy a corregirlo?–. Este patrón se adquiere me-
diante el estudio reflexivo. ¿Hasta qué punto puede hacer efectivo un niño
de ocho años este patrón de autoimagen y a la vez programarse su estu-
dio diario para estar alerta a todo lo que pasa? Pero… es necesario ir aún
más lejos, la experiencia nos dice que incluso en grado medio y superior es
complicado encontrar alumnos cuya capacidad y constancia aprovechada
al máximo en casa, permita rendir todo lo que pueden.
14 En la que, por cierto, también se basa Suzuki en su método, con el que se aprende tocando.
15 HUNT, T. Desarrolla tu capacidad de aprender: la respuesta a los desafíos de la Era de la información.
Barcelona: Urano, 1997, pp. 18 y 37.
JAVIER CLAUDIO 47
Es muy curioso como, a pesar de vivir en este siglo XXI, en plena etapa
de desarrollo tecnológico y en la sociedad de las comunicaciones, nos em-
peñemos los profesores en seguir enseñando, en algunos aspectos, como lo
hacían nuestros antepasados en el siglo XIX. En relación a este punto son
esclarecedoras las siguientes palabras de Ontoria en relación a las nuevas
tecnologías:17 “…se evidencian en el funcionamiento de todos los organis-
mos y de todas las sociedades industriales y culturales. Sin embargo, su in-
troducción en la enseñanza, en los centros educativos, es todavía mínima.
La enseñanza parece seguir inmersa en una etapa anterior, sin la menor
incidencia de la nueva cultura del aprendizaje”.
El lector se preguntará a estas alturas del texto, qué tienen que ver las
nuevas tecnologías con el estudio del instrumento, pues bien, las nuevas
tecnologías pueden aportarnos toda la información y el apoyo que el ser
humano necesita y que, motu proprio, no puede usar con efectividad, bien
por su edad18, experiencia o bien por el propio funcionamiento de nuestro
cerebro. A continuación, presentamos algunos breves ejemplos: nos cuesta
producir técnicamente un sonido y a la vez escucharlo con libertad; es difí-
cil mover nuestras articulaciones y a la vez controlar con qué efectividad lo
estamos haciendo; tenemos dificultad para permanecer alerta a lo que pasa
a nuestro alrededor el tiempo necesario y con la intensidad adecuada, etc.
19 Recordemos que aprendemos en un mayor porcentaje a través de nuestra vista, que mediante
nuestro oído. Nuestra vista recibe más aporte de sangre.
49
MANUEL DE FALLA:
CUATRO PIEZAS ESPAÑOLAS PARA PIANO
Las cuatro piezas españolas para piano supusieron una auténtica carta
de presentación del compositor en París a su llegada en 1907. En 1905 ya
había concluido “La vida breve”, primera obra de auténtica envergadura
del compositor con la que definitivamente abandona el periodo que Gerar-
do Diego, de forma no exenta de retórica calificó de “Premanuel de Ante-
falla”. En efecto, con “La vida breve” y con sus “Cuatro piezas españolas
para piano” abandona Falla su primera etapa juvenil en cuyas composicio-
nes se advertía una influencia notable de Chopin, Mendelssohn, así como
de las arias de ópera escuchadas a su madre, Maria Jesús Matheu, excelente
pianista además, que interpretaba con gran talento y una voz más o menos
educada las arias de Bellini y Donizetti.
Aragonesa
mientras las demás completan más o menos la armonía. De nuevo hay una
sensación de dialogo insistente y continuo.
CUBANA
Lo que ocurre desde el compás 79 hasta el 107 es casi del todo una re-
exposición, pero ampulosa, ancha, grande, donde el fondo del “movimien-
to de hamaca”, si lo sigue habiendo, es más sólido, más firme y decidido.
El efecto de “languidez”, de “vahído” que antes mencionaba lo sustituye
ahora con toda intención (cc 87 y 88) por una más sólida sucesión II - V - I.
MONTAÑESA (Paisaje)
La primera sección abarca hasta el compás 28. Los primeros diez cons-
tituyen una bellísima estampa del norte español, lluvioso, de verde intenso.
Describe la escena sobre la que aparece un canto (compás 11) sosegado y
melancólico. Entre sonidos de campanas, ambiente brumoso y húmedo,
emergen esquilas, pequeñas campanitas que se perciben lejanas (“au loin”
en la partitura).
Cita el tema de “La casa del Señor cura” y el canto de la primera sec-
ción, a modo de “epílogo”: ( ej. 10 )
MANUEL DE FALLA: CUATRO PIEZAS ESPAÑOLAS PARA PIANO 59
ANDALUZA
Al igual que hará con sus Siete canciones populares españolas, que con-
cluye con su racial “Polo”, Falla rinde homenaje a su tierra cerrando el ciclo
con su “Andaluza”.
Es, en palabras del propio compositor, “…la más libre de las cuatro,
como forma, como fondo y como todo”.
En la coda (compás 120, ppp lejano) “da la vuelta” a las células melódi-
cas del principio, otorgándoles ahora un carácter irreal, misterioso. Como
en las anteriores, huye del final rotundo en forte para despedirse en la leja-
nía, cada vez más suave hasta desdibujarse en un remoto pppp.
Podemos decir sin lugar a dudas que se trata del más internacional de
nuestros músicos, el más conocido y más interpretado fuera de nuestras
fronteras. Ojalá estos modestos apuntes sirvan para rendirle, desde el mo-
desto teclado de mi ordenador, un merecidísimo homenaje, en este año en
el que sus geniales piezas cumple un siglo.
Bibliografía
- IGLESIAS, Antonio. Manuel de Falla (su obra para piano). Madrid. Editorial Alpuerto.
1983.
- GALLEGO, Antonio. Manuel de Falla y el amor brujo. Madrid. Alianza editorial. 1990.
Partituras:
- FALLA, Manuel de. Piezas Españolas. Madrid. Unión Musical Ediciones. 1992.
- FALLA, Manuel de. Noches en los jardines de España. Madrid. Manuel de Falla edicio-
nes.1996.
65
Hasta comienzos del siglo XX, estos estudios tendían por lo general
a ser meras compilaciones de una tradición concreta o de la experiencia
de un autor, en las que podemos encontrar consejos sobre la posición de
la mano o el cuerpo, reflexiones más o menos vagas sobre la producción
sonora y ejercicios técnicos pensados para ser estudiados al piano. Sin em-
bargo, la industrialización y los aires neopositivistas de principios del siglo
66 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
En 1903 se publica The act of touch, el primer libro del pianista y pedago-
go inglés Tobias Matthay, siendo quizás ésta la obra que inaugura la época
dorada del estudio analítico de la técnica: el inicio de un arco que -pasando
por los estudios de Breithaupt, Ortmann, Selva o Fieldman- llega en 1932
hasta el propio Matthay, hasta su The Visible and Invisible in piano technique,
abrazando de esta forma en sí las tres primeras décadas del siglo XX.
1. Tobias Matthay
Ilustración 2. MATTHAY, Tobias: Relaxation Studies. Nueva York: Bosworth, 1908, p. 12.
Toda teoría que no satisfaga estos parámetros (como por ejemplo las
teorías curvilíneas de Deppe o la transmisión de el ‘peso completo del bra-
zo’ de Breithaupt) es fuertemente criticada por Matthay.
MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 166.
MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, p. 135.
MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 43.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 73
fuertes -flexores- serían los encargados del impulso añadido y los peque-
ños -lumbricales-, del reposo. En todo caso, esto no es más que una pe-
queña aclaración del mecanismo, pero la teoría de producción inicialmente
pergeñada en TAOT queda intacta.
MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, pp. 85-86.
74 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
Ilustración 3. MATTHAY, Tobias. Relaxation Studies. Nueva York: Bosworth, 1908, pp. 73-74.
MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 19.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 75
Por este mismo motivo, Matthay rechaza todos los análisis técnicos
que están basados en la observación de los gestos de grandes pianistas,
pues considera estos gestos consecuencias y no causas.
1) La primera especie. Estaría formada por todos los toques en los que
se produce sólo un esfuerzo de los dedos. La mano quedaría pasi-
va y el peso del brazo recogido flexiblemente por los músculos que
lo soportan (poised-arm o arm-off en la terminología de Matthay).
Ilustración 4. MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, p. 253.
MATTHAY, Tobias The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, p. 198.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 77
10 MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 25.
11 MATTHAY íd., p. 100-104.
12 MATTHAY: íd., p. 102.
78 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
combination by Exertion (of the finger and hand); for the key is then driven more
suddenly into Speed.”13
13 MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, p. 198.
14 MATTHAY: íd., p. 267. El concepto del ‘peso como base’ es uno de los más confusos en la teoría
de Matthay y, por lo tanto, de los más difíciles de comprender.
15 MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 41.
80 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
Así, una vez producido el sonido (justo en el instante en que esto acon-
tezca) el peso debe volver de inmediato a su posición ‘soportada’. Eso sí, en
los toques tenuto y legato una parte mínima de éste quedará sobre la tecla
con objeto de permitir que la misma permanezca hundida. Como vemos,
este no es sino el conocido esquema de producción ‘discontinuo’ típico de
TAOT y ya comentado en epígrafes anteriores.
En todo caso y para dejar bien claro que esto no supone un reconoci-
miento a las teorías de Breithaupt, añade:
16 Esta posibilidad empieza ya a contemplarse en los Relaxation Studies. Nueva York: Bosworth,
1908, pp. 59 y 77.
17 MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 86.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 81
“A recent writer advocates some two pounds or more of weight to remain thus
heavily resting on the keyboard! A mistake made by BREITHAUPT and others
of the German school “schwere Tastenbelastung,” they call it. As already poin-
ted out, this teaching of a heavy weight carried along the keyboard or keybeds
has wrecked many an aspiring Pianist. Avoid the error at all cost.”
En todo caso y más allá de estas correcciones, uno de los puntos más
interesantes de la teoría técnica de Matthay es la aplicación del principio
general de esfuerzos-cesaciones al tema del peso. Ésta es sin duda una idea
inspirativa y de la que se pueden, cuando menos, extraer algunas posibili-
dades interesantes.
En todo caso, es de reseñar que en las pocas líneas que Matthay dedi-
ca el tema en 1903 podemos encontrar ya en estado embrionario todos los
conceptos que desarrollará en sus trabajos posteriores. El primero de ellos
-y principal- se refiere a la necesidad de ajustar la actitud rotatoria del ante-
brazo para facilitar la actividad de los dedos extremos, esto es del pulgar y
el meñique. En segundo lugar prevé también brevemente la posibilidad de
utilizar esta rotación como un tipo de toque en sí misma, en clara referencia
a los clásicos movimientos oscilatorios como trémolos, etc.
21 MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903, p. 188-189.
22 MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 31.
23 MATTHAY, Tobias. Relaxation Studies. Nueva York: Bosworth, 1908, p. 34.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 83
Ilustración 5. MATTHAY, Tobias. Relaxation Studies. Nueva York: Bosworth, 1908, pp. 36-39.
84 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
24 MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University Press,
1932, p. 59-65.
25 MATTHAY: íd., p.56.
LA OBRA TEÓRICA DE TOBIAS MATTHAY (1858-1945) 85
7. Elogio y refutación
En general, la más lograda de todas estas intuiciones tal vez sea el con-
cepto de toque como actividad intrínsecamente discontinua. Esta idea está
entre lo más original y estimulante de sus propuestas y al mismo tiempo, y
paradójicamente, también en el origen de los defectos más importantes de
su construcción teórica, como veremos en seguida.
8. Epílogo
26 CHIANTORE, Luca: Historia de la técnica pianística. Madrid: Alianza, 2001, pp. 722-723.
88 ANTONIO SIMÓN MONTIEL
Bibliografía
- MATTHAY, Tobias. The act of Touch in all its diversity. Londres: Bosworth, 1903.
- MATTHAY, Tobias. The visible and invisible in piano technique. Londres: Oxford University
Press, 1932.
- BREITHAUPT, Rudolf Maria. Die natürliche Klaviertechnik, II: Die Grundlagen des Gewichts‑
piels. Leipzig: C.F. Kahnt Nachfolger, 1913.
89
LA ARMONÍA EN EL IMPRESIONISMO
La sociedad actual, desde comienzos del siglo XX, ha sido una socie-
dad en constante cambio y transformación. La Cultura y el Arte, y dentro
de él la Música, ha evolucionado a la par que ella.
El acorde se aísla
Así, para hacer una escala dórica a partir de por ejemplo, do, pensa-
mos en un Do menor natural: Do-Re-Mib-Fa-Sol-Lab-Si b, y ascendemos el
VIº grado: Do-Re-Mib-Fa-Sol-La-Sib.
92 Mª DOLORES ROMERO RUIZ
Resumiendo:
Las notas añadidas son notas extrañas al acorde que están a distancia
de segunda de cualquier nota del acorde, las más habituales son la 4ª y la 6ª;
y las notas sustitutivas, como su nombre indica, sustituyen a una o varias
de las notas del acorde pero sin llegar a resolver en ellas (la más habitual, la
cuarta sustituyendo a la tercera del acorde).
BibliogrAfÍa
- DESPORTES, Ivonne. Manual de aproximación de estilos de Bach a Ravel. Madrid: Real Mu-
sical – Carisch España, 1996.
- MORGAN, Robert P. La música del siglo XX. Madrid: Ediciones Akal, 1994.
- PERSICHETTI, Vincent. La armonía del siglo XX. Madrid: Real Musical – Carisch España,
1985.
- ROMERO ORTIZ, Mª Dolores. Manual armónico del estilo impresionista. Málaga: Ediciones
Maestro, 2007.
97
Octavio CALLEYA
Todos los intentos y esfuerzos por establecer una técnica, hemos visto
(y se puede comprobar hasta el día de hoy) que no han sido más que inten-
tos complementarios de diferentes personalidades (directores o teóricos)
que, aunque disparatados, han encontrado finalmente una personalidad
que por su completa excepcionalidad directorial y analítica-interpretativa
ha definido el gesto directorial en una auténtica técnica. Una técnica que,
basada en la naturaleza corporal-fisica, está directamente relacionada y de-
terminada a partir de un mínimo impulso primario (golpe) con el concepto
fenomenológico global del movimiento de cualquier masa sonora (y todas
sus implicaciones consecuentes).
Aunque, por falta de tiempo, este maestro no pudo nunca dejar escri-
to todo sobre esta técnica, lo ha transmitido a través de sus permanentes
cursos durante un período de aproximadamente treinta años. Y, afortuna-
damente, son suficientes los discípulos que no sólo poseen esa técnica, sino
que también la pueden seguir transmitiendo, como por ejemplo Eliahu Im-
bal, Aldo Ceccato, Enrique García Asensio, Antoni Ros Marba y yo mismo,
entre algunos otros.