Los 9 Secretos de La Kamanostra PDF
Los 9 Secretos de La Kamanostra PDF
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Prólogo 1
Bibliografía 146
PROLOGO
4 PRINGAS DE MI TINTERO
SIN COMENTAR
Y con toda esa maraña de ideas y bajo el entendido que “una relación de pareja
no es tarea fácil y sólo logra ser verdadera y auténtica cuando ambos, juntos y
a la vez, luchan y se esfuerzan para que así sea, sin importar que tan difícil y
dolorosa pueda ser”, me lancé a parir este libro, pero tratando fuera un poco
diferente a los demás, que no fuera tan del montón, pues consideré que era
importante y necesario contribuir a que hombres y mujeres reconozcan su
derecho a disfrutar plenamente de su sexualidad sin el velo del “pecado de la
concupiscencia”, pero de manera responsable y honesta con ellos y ellas
mismas… y con sus parejas.
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papel de hombre y quien hace el papel de mujer, independiente de que ahora se
diga que uno/una es sujeto activo y el otro/otra sujeto pasivo.
2
II
III
3
IV
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PRIMER SECRETO
UNA RELACION DEBE COMENZAR
CON UN PROPOSITO
Aunque sé que esto que voy a decir ya es requeté sabido por todos y todas,
creo que una recordadita no nos caería mal…
Y… como dicen por allí… que el diablo es diablo y la carne es carne… y cuando
pican las ganitas cada quien busca cómo rascárselas… ni modo…
Pero… lo que trato de recalcar… es que esta picazoncita es la que nos lleva a
intentar una relación… o aventura… de tipo amorosa con la persona que, en ese
momento, nos sacude el piso… nos mueve el tapete… con la persona que nos
emociona y nos hace ver estrellitas psíquica, sexual y/o sentimentalmente.
Sólo que… en este tipo de relación (que para los propósitos de este y los
siguientes escritos llamaremos sexamental), querámoslo o no, involucramos
tanto pasiones sexuales como emociones afectivas o sentimentales, aunque se
trate de una simple aventura, de un simple ligue casual, o de un compromiso
serio, ya que, por lo general, independiente de la intención de la otra persona,
sentimos que nos tratan como si realmente sintieran algo bonito por uno o una,
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y, casi siempre, terminamos creyendo y creando expectativas en torno a la
continuidad y estabilidad de esa relación.
Pasión, aquello que nos provoca el deseo de estar y preferir a esa otra
persona con frenesí,
Intimidad, lo que nos une y conecta más a una persona en una relación,
Otros prójimos y otras prójimas están “más peor”, pues creen que la base para
una relación estable depende de un buen acoplamiento sexual y de intereses y
preferencias personales y sociales similares.
Bueno… hagamos un paréntesis, porque aquí cabe aquello que Bob Marley decía
a los hombres sobre las mujeres con quienes se relacionan sexamentalmente:
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Aunque, leyéndolo y pensándola bien, valga la aclaración, también es aplicable a
las mujeres con respecto a los hombres.
No todas las mujeres son para todos los hombres, ni todos los hombres
son para todas las mujeres,
Mientras se está viva o vivo, siempre hay un loco o una loca tras nuestros
huesos, pretendiendo tenernos un día en la cama, con buenas o malas
intenciones, pero tenernos en la cama… así de simple.
Para desgracia y mala suerte nuestra, a lo largo de la vida no se nos educa para
comprender el proceso de la vida, ni para pensar con autonomía, sino para
imitar patrones de vida en base al tanteo y error, o sea, a ir probando y
probando hasta que las cosas nos salgan bien, lo que, evidentemente, nos hace
más vulnerables al fracaso y a la frustración.
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Ya me imagino que alguien por ahí debe estar arrugando la cara y
preguntándose… ¿y… los tantos años que pasamos en la escuela… y, si acaso y
corrimos con suerte, en la universidad… dónde quedan?… ¿qué se hacen?
Es decir, se nos entrena para pensar siempre y ante todo en nuestros propios
intereses, en nuestra propia comodidad… para ser individuos particulares.
Suena cruel, pero es cierto, pues aprendemos a hacer a un lado a los y las
demás, a fin de lograr nuestras metas… y nuestras ambiciones… esas metas y
ambiciones que nos van a convertir en un gran hombre o en una gran mujer "de
bien”.
Y… como dicen los señores y las señoras holistas… no nos permite comprender
que todo tiene que ver con todo, o sea, todo lo anterior, inevitablemente,
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también tiene que ver con nuestra vida sexamental, y, por tanto, lo
reproducimos y lo replicamos en ella.
Está bien… más despacio para que lo podamos leer y comprender con letra clara
y sin manchones.
No sé trata del por qué y para qué amo… sino del por qué y para qué estoy
estableciendo una relación sexamental con una persona.
Velo Celeste: ¿Cómo nos sentimos realmente con las cualidades y malos
hábitos de esa persona?
Velo Rojo: ¿Realmente sentimos que será una relación provechosa que
valga la pena?
Y dicen que si develizamos de manera positiva los últimos dos velos, tendremos
una buena probabilidad de no equivocarnos con la elección de esa persona.
Por eso, hay que tener mucho cuidado en no ver la relación sexamental como
una inversión mercantil, en la que damos pero buscando sacar buen provecho de
lo invertido. Ni podemos encasillar esa relación en lo superficial, en el
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fachadismo, en donde valga más la figura física, lo popular de la persona, el
prestigio que podemos ganar, las facilidades y lujos económicos que podemos
lograr y el placer sexual que nos puedan dar.
Por Dios… y ahora… ¿qué diablos quiero decir con todo esto?
Bueno… me imagino que ya se dieron cuenta… si… que ya se dieron cuenta que es
vital comenzar por aprender a conocernos tal cual somos y lo que necesitamos
afectivamente, para así poder saber realmente que nos llena y emociona, y nos
permita comprender que tan valiosa es la persona que está a nuestro lado para
nuestra estabilidad y convivencia sexamental. Por otro lado, para no caer en la
necedad de postergar las muestras de aquellos detalles simples que hacen
vibrar nuestro ser y llenan de gozo nuestro corazón.
En fin… una relación sexamental debe ser fuente para nuestra vida, para
nuestra felicidad y armonía, nunca un peligro ni una trampa mortal que nos
cause agonía.
Para ello, es importante tomar en cuenta, a la hora de querer elegir pareja, las
siguientes recomendaciones:
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3. No repita los mismos errores al elegir una nueva pareja, recuerde que
ciertas personas están fuera de su límite pues no comparten sus mismas
metas ni sus mismas intenciones…
4. Las relaciones sexamentales no son sólo sexo, por eso, antes de tomar
cualquier gran decisión, aprenda a conocer bien a la otra persona en
todas sus facetas.
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SEGUNDO SECRETO
HAY QUE DIFERENCIAR EL PLACER DEL AMOR
Simple, cuando nos gusta algo o alguien, simplemente lo tomamos y usamos sin
importarnos lo que pueda suceder con ese algo o alguien, únicamente importa
complacer nuestro ego… nuestro antojo y capricho. Dicho en pocas palabras,
darnos un gusto con ese algo o alguien. A esto se le conoce como hedonismo, o
sea, la búsqueda del placer por el placer mismo (para que no nos compliquemos
la lengua, llamémosle sólo “placer”).
Ahondando más en este punto… el mero placer sexual… como todo placer… es
superficial y pasajero, sin significación alguna, y lo único que queda, después de
esa sensación deliciosa que nos da, es el vacío… ni más ni menos… pero ese vacío
no lo siente sólo una de las partes… lo sienten ambos.
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Sin embargo, el amor sexual… pero el de a de veras… es todo lo contrario, es
respetuoso, accesible y altruista, procura no causar daño intencionalmente,
acepta a la otra persona tal cual es… sin reproches presentes ni futuros, y se
consolida en la reciprocidad y generosidad.
Por tanto, una relación sexamental motivada sólo por el deseo y la atracción
sexual, lo único que va a procurar es lograr un máximo placer sexual… pero de
manera individual… en cambio, si es motivada por el amor verdadero, lo que se
va a procurar es la satisfacción sexual mutua y compartida de la pareja.
Sólo para recordar que, para que una persona vaya a la cama con otra y acceda
a tener sexo, independiente sea por placer o por amor, existen 7 motivaciones
principales, a saber:
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Por excitación espontánea, la cual es producto del momento y las
condiciones favorables que existen en ese instante para que se dé ese
acercamiento… ese enchufe… íntimo.
Por ganas rezagadas… en buen español: por calentura… por andar en alas
de cucaracha… que con cualquier endulzamiento al oído cae.
Por despecho, dicho en mejor español… por vengarse de otra persona por
algún desplante o mala jugada que le haya hecho (se mal cree que con eso
se le va hacer daño a la otra persona, cuando en realidad es uno o una
misma quien se hace el daño).
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Y esto es así, porque en toda relación sexamental por placer lo que se busca es
que la otra persona responda cabalmente a nuestras expectativas sexuales del
momento, independiente de todo.
Ligue o afinque, cuando se entabla una conexión sexual casual con una
persona, sea en una fiesta, reunión o evento, a fin de poder beneficiarse
de manera exclusiva de su compañía y pasar agradable el momento, sin
importar la interacción sexual que se pueda derivar de esa conexión.
Generalmente, esa interacción sexual estará en dependencia de la
intensidad sexual que se le dé o del reto sexual que se provoque.
Ser pareja significa ser la persona par que, sin quitarle ni cambiarle nada, se
acopla a nosotros y nos complementa para que nos podamos sentir completo o
completa, satisfecho o satisfecha y realizado o realizada en la vida, por tanto,
el nivel de exigencia sexual es menor, pues al acto sexual se le antepone, de
manera implícita, la comprensión y tolerancia ante cualquier eventualidad
disfuncional.
También es importante señalar que, por lo general, una relación sexamental por
placer no es más que una forma de solapar nuestra incapacidad para tomar una
pareja de manera estable, por miedo al compromiso y a la responsabilidad que
toda relación sexamental sana y gratificante conlleva.
Ya se me elevó el gas…
Es preciso aclarar que las necesidades sexuales de una persona son propias de
ella misma, por tanto, le corresponde a ella misma lograr su propia satisfacción,
pues eso, por duro que se lea, no es responsabilidad de la otra persona con la
que tiene sexo.
Así es… pues lo más que puede hacer la otra persona es contribuir (con su
actividad sexual) a que podamos lograr esa satisfacción. Es decir, no es el
hombre quien hace llegar al orgasmo a la mujer, ni la mujer quien hace llegar al
orgasmo al hombre, cada quien llega por sí mismo, obviamente, con la ayuda de
la otra persona, pero si la otra persona no está dispuesta ni motivada a llegar,
aunque se le hagan todas las posiciones del Kamasutra… no va a llegar.
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Ahora bien, ¿por qué he venido diciendo relación sexamental por placer y no
simplemente eventualidad sexual?
Es más, una relación sexamental por amor sólo termina, o se dirige hacia su
autodestrucción, cuando la incertidumbre y la insatisfacción la invaden de
manera constante, cuando el deseo de continuar esa relación sólo viene de una
de las partes, cuando tratamos de forzar las situaciones reinventando los
hechos, transformando la realidad y esperando imposibles.
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Quedemos claros y claras que sólo hay dos únicas similitudes entre la relación
sexamental por placer y la relación sexamental por amor:
Pero… a pesar de todo esto… ninguna de las dos formas de relación puede ser
encasillada como buena o mala… así… de manera generalizada… pues la
calificación de cada una de ellas va a depender de la valoración que haga cada
persona por sí misma, así como de la valentía que muestre para aceptar la
responsabilidad y las consecuencias que la práctica de cualquiera de ellas
conlleve para su vida.
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TERCER SECRETO
NO HAY QUE CONFUNDIR EL ROL DE PAREJA
Y por más que se nos diga… y se nos diga… y se nos diga… también se nos olvida
que las muestras de afecto y atracción sexual hacia una pareja deben
cultivarse y darse no sólo durante el acto sexual (por si no se entiende… no sólo
cuando se está cogiendo…), sino fuera del mismo, es decir, es necesario
aprender a expresar, espontánea y libremente, nuestra sexualidad en todo
momento y en todo lugar de la convivencia sexamental.
Y es que hay sus cuatro prójimos y prójimas por allí que no han terminado de
entender que el acto sexual es sólo un escalón en el camino hacia la unidad y
consolidación de una pareja, es apena una mínima parte… aunque no menos
importante… del propósito de una relación sexamental por amor.
Por eso, el primer paso a dar… para superar cualquier brecha que obstruya la
perduración en el tiempo de nuestra relación sexamental… es lograr
comprender que la práctica de toda relación sexamental por amor debe estar
cargada de tres grandes ingredientes:
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Sexuales: jugueteos (o escarceo), abrazos, besos, caricias y sexo
propiamente dicho (copular, coger, follar,… como quieran llamarle).
Pues sí, porque… para que pueda darse una relación sexamental por amor… es
imprescindible… en primer instancia… un fuerte componente afectivo, y esto
quiere decir que ambas personas se formen la conciencia que son pareja, que se
identifiquen como pareja, y que tengan esa voluntad de compartir y aprender
juntos como pareja, que asuman de manera compartida la responsabilidad de
deliberar y tomar decisiones de forma conjunta como pareja, y de buscar un
sano equilibrio entre sus requerimientos individuales y los de pareja.
Porque amar es aceptar a la persona tal y como es, con sus cualidades pero
también con sus defectos, y aceptar no significa conocer sus cualidades y
defectos, ni pensar que podemos hacerla cambiar o moldear a nuestros gustos
e intereses (no se trata de hacer una escultura o una artesanía), se trata de no
olvidar que es una persona de carne y huesos, única y auténtica, que piensa,
siente y desea, a la que podemos apoyar y ayudar para que crezca, para que sea
mejor cada día, para que alcance sus sueños y brille… individual y socialmente…
con luz propia.
Por tanto, una relación sexamental por amor, o sea de pareja, requiere
adaptaciones y readaptaciones por parte de cada uno para poder sobrevivir
como pareja por mucho tiempo, y esto es muy diferente a “hacer el esfuerzo” y
a “tener buenas intenciones”.
Lo cual nos va a resultar obvio si tomamos en cuenta que las personas cambian,
las situaciones cambian, las expectativas cambian, las necesidades cambian,
todo cambia, por tanto, las parejas, forzosamente, también tienden a cambiar,
pues tienen que adecuarse a sus realidades, pero… y aquí está el meollo de la
dificultad… aceptar ese cambio nos es muy difícil… así es… pues nos resulta
más fácil y cómodo mantener una postura individualista y egoísta en la que todo
se acomode a nuestra conveniencia e intereses.
Y para poner un granito de arena a su relación de pareja… aquí les dejo algunas
recomendaciones básicas:
10. Aunque los parientes son parte del paquete de una relación sexamental,
no permita que sus padres, familiares o amistades controlen sus
sentimientos ni su relación.
Bueno, creo que con todo lo anterior es más que suficiente para que podamos
comprender la gran importancia de este tercer secreto y lo clave que resulta
para una relación sexamental este componente afectivo.
Pero… todavía nos faltan dos ingredientes más para poder completar y darle
sabor y forma al pastel.
Así que… sigan leyendo y a ver qué tal nos va con el desmenuce del componente
sublimal.
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CUARTO SECRETO
ES NECESARIO APRENDER EL LENGUAJE
DE NUESTRO AMOR
Pero… aquí necesitamos ir más despacio… ya que… sin querer queriendo… nos
podemos meter en tremendos líos…
Dicen por allí que muchas veces no hay palabra mal dicha, sino mal
interpretada… o mal entendida.
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Y… precisamente… allí está el talón de Aquiles del lenguaje verbal…
Dicho de otra manera, en una comunicación verbal podemos estar diciendo las
palabras más bellas o la grosería más sutil, la verdad más sincera o la mentira
más grande, pero su impacto, su repercusión, no va a depender propiamente de
las palabras utilizadas, sino de cómo esas palabras sean interpretadas por
nuestra pareja.
Por eso… para lograr una buena comunicación… lo primero que hay que aprender
es a percibir cuando nuestra pareja está o no en disposición para conversar.
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Asimismo, hay que aprender a respetar su deseo de abordar o no un tema, a
veces bastará con posponer su abordaje hasta que nuestra pareja considere
que las circunstancias son propicias para hacerlo.
Utilizar preguntas tipo reproche, tales como “¿Es que te parece normal…?”
“¿Te parece bonito…?”, pues esto lo que denota, generalmente, es ironía
o sarcasmo, además de implicar un tono acusatorio, que, por lo general,
puede provocar malestar en la pareja que lo recibe y, a menudo,
estallar en una reacción agresiva-defensiva.
Porque… si descuidamos estos cuatro puntos… lo más probable que nos puede
suceder… es que nos enredemos en ataques y contra-ataques estériles y sin
sentido, que lo único que van a generar es malestar emocional y tensiones
inútiles, hasta sumirnos en un estado conflictivo lleno de estrés y/o depresión.
Nada cuesta tener un poco de cuidado con esto, y que las palabras, o lenguaje
verbal, no nos sirva sólo para señalar o enrostrar errores, defectos o fallas a
nuestra pareja, pues lo único que lograríamos es herir su susceptibilidad y
alejarla cada vez más de nosotros, además que también contribuiría a que se
extinga esa llama de amor que dio lugar a nuestra relación sexamental.
Aunque les parezca increíble, desde los albores de la humanidad, los olores han
servido como instrumentos de comunicación para y entre hombres y mujeres,
tanto para expresar sus deseos de atracción y seducción sexual como para
identificarse y distinguirse corporalmente entre y con las demás personas.
Resulta que… según nos cuenta la historia… a principios del siglo XVIII, las
clases burguesas dominantes iniciaron e impulsaron toda una campaña (bajo el
lema de la salud y la higiene) de cambio de hábitos personales que apuntaba a
eliminar los “malos olores” del cuerpo y a promover un refinamiento estético
social (disculpen lo meloso de estas frases… lo que quise decir fue… “a
promover el andar perfumado para oler sabroso”) que sirviera como etiqueta de
distinción y reputación personal, lo que, perceptiblemente, produjo una
disminución de la tolerancia olfativa entre las personas, incentivó un mayor uso
y consumo de los productos de belleza e higiene personal y descalificó la
importancia de los olores en el comportamiento e intercambio sexual humano.
En pocas palabras… los olores, naturales e innatos, de nuestro cuerpo no
pudieron escaparse de los intereses mercantiles de las sociedades burguesas.
Para mayor remate, esa antipatía contra los “malos olores” dio lugar al
establecimiento de relaciones de exclusión entre los grupos sociales y entre las
mismas personas, pues, al pregón de un convincente discurso médico-higienista
y la instauración de barreras olfativas sociales, se legitimó más la distancia
entre personas del mismo sexo, de sexo contrario o de preferencia sexual
distinta, atribuyéndose el mal olor a las clases o etnias sociales “inferiores”, a
las personas “sin cultura ni educación”, lo que se manifestó con la
generalización de expresiones despectivas tales como: “olés a mozo”, “andás
hediondo a negro”, “olés a mono”, “olés a perro”, “olés a puta”, etcétera,
etcétera,…
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Y esta descalificación olfativa caló tanto en las relaciones sociales, que se dio
mayor importancia a la apariencia estética personal que a la verdadera
naturaleza sexual de los olores corporales entre hombres y mujeres.
Sin embargo, como una ironía y contradicción de la vida, ya… desde épocas muy
antiguas… se promovía el uso de perfumes para atraer mejor a los y las
amantes, principalmente en las culturas orientales.
Nos cuenta don Enrique Coperías, sobre las costumbres de la antigua Grecia,
que en “Referencia a una puta fina” (Ateneo, IV, 229a), se puede leer:
Y es que los olores que se perciben de nuestro cuerpo no sólo pueden producir
una sensación agradable o desagradable al sentido del olfato de nuestra
pareja, sino que es capaz de estimularle el recuerdo de una infinidad de
eventos gratos y/o no gratos ocurridos en su actual o pasada relación
sexamental.
En base a lo anterior, y considerando que dicen por allí que “el amor entra por
el olor”, debemos valorar la necesidad o no de cuidar muy bien los olores de 5
zonas corporales muy sensibles en una relación sexamental:
5. …y… por último… y por qué no… las flatulencias… para ello es necesario
cuidarnos bien de los alimentos que ingerimos, sobre todo antes de y
durante cualquier encuentro sexamental, por ejemplo, una combinación
de frijoles, aguacate y huevo cocido… por favor… nos puede provocar
pestilencias que harían salir despavorida a cualquier pareja, por muy
enamorada que esté. Aunque, (nunca falta su humorista por allí) hubo
alguien que dijo que “las parejas que se pedorrean juntos, permanecen
juntos”, bueno… tal vez nos quiso decir que esa es la máxima muestra de
tolerancia olfativa que una pareja se puede conceder mutuamente.
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Y… ¡ojo… mucho ojo… hombres!... existen fuertes evidencias experimentales
que demuestran que la mujer posee un sentido del olfato más agudo y mejor
que el hombre, y que este es más agudo durante su período de ovulación.
Así que… no vaya a ser que… por un olor mal puesto… se nos arme un tremendo
zaperoco…
Así como hay hombres que les fascina y excita el olor del sudor de su mujer
(más aún el olor vaginal), tanto que mientras más fuerte mejor, como era el
caso de Napoleón, que cuentan las malas lenguas… junto con la mía… que le
pedía a su mujer Josefina no se bañara para poder gozarla “conservada en su
jugo”.
Y es que por los olores se han establecido, incluso, grandes prejuicios sociales…
como es el caso de algunas sociedades donde domina el machismo, donde, por
sus olores, a las mujeres se les clasifica en tres categorías olfativas:
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Categorías que no pueden, obviamente, ser consideradas ni generalizadas como
una regla social, porque de todo da la viña del Señor.
Pero… jóvenes ilustres beneméritos de la patria… hay dos olores que ningún
hombre ni ninguna mujer se pueden escapar…
Así es, porque esos olores son como su sello, su distintivo personal… me refiero
al aura seminalis del hombre (u olor del semen o esperma) y al olor de fémina
de la mujer (u olor de la vagina y de las feromonas).
Se afirma por allí que “la atracción sexual entra por los ojos”, pero que, para
que ocurra “la química entre los sexos”, la responsabilidad le corresponde a las
feromonas.
Y no faltan por allí quienes afirman que la alteración del olor fémino (u olor
vaginal) es provocado por el aura seminalis (semen) de los hombres (dicho en
cristiano, cuando el hombre eyacula dentro de la vagina de la mujer), pero esta
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alteración es distinta y particular a cada hombre con quien la mujer copule
(léase: “coja”).
Con toda la retahíla anterior no nos queda más que aceptar la existencia de un
lenguaje quimio-sensorial entre hombres y mujeres, principalmente a través de
las feromonas, lenguaje que nos aclararía el por qué de esa sensación que se
experimenta durante el proceso de atracción, en el que sentimos que se nos
corta la respiración y nos brinca el corazón.
El meollo de este rollo está en… ¿qué entiende cada hombre y cada mujer por
detalle simple?... y ¿qué importancia le da cada hombre y cada mujer a los
detalles en una relación sexamental?
Lo primero que nos debe quedar claro es que la historia de toda relación
sexamental es, precisamente, la suma de todos y cada uno de los detalles que
se expresen durante la convivencia de pareja, tanto de los que provocan reír
como de los que provocan llorar, de los que conforman el día a día de la relación
como de los que rompen la rutina del presente o alientan esperanzas hacia un
futuro mejor.
Así es…
En pocas palabras, los detalles son esas muestras repentinas y espontáneas que
nos sacan de la rutina y nos transportan sutilmente a un momento de ternura y
regocijo con nuestra pareja: dedicarle un poema, una invitación inesperada a
bailar, un suave beso en la nuca, obsequiarle una flor, invitarle a cenar, una cita
en un motel, salir a pasear, ir juntos al cine, prepararle un bocadillo delicioso,
regalarle una tarjeta romántica, etcétera… etcétera… etcétera…
Son tantos y tantos detalles sencillos que tenemos a nuestra disposición para
poder ofrecer a nuestra pareja sin tener que esperar motivo o fecha especial
alguna, que no se justifica el no motivar una sonrisa de satisfacción y
gratificación en nuestra pareja en cualquier momento de nuestra convivencia
sexamental.
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Tomen en cuenta que la sonrisa es una de las primeras formas de comunicación
de todo ser humano, que se manifiesta desde los dos o tres meses de edad,
principalmente, en todas las actividades que compartimos con nuestra madre.
Dicen por allí que el ser humano es, de todos los animales, el único capaz de
sonreír, y que la sonrisa constituye un signo de su racionalidad. Pero… pero…
pero… lamentablemente… a medida que se va creciendo y por la educación que
se recibe, el ambiente en que se convive y las presiones sociales con que se
enfrenta a diario, las expresiones de alegría en hombres y mujeres, entre ellas
la sonrisa, se van reduciendo y se van falseando.
Sí, así como lo leen, sólo comparen que de 300 veces al día que los niños y niñas
ríen como promedio hasta los seis años, un adulto con costo ríe de 3 a 19
minutos al día… ¡Qué les parece, ah…!
Por eso… en toda relación sexamental… es necesario que… tanto hombres como
mujeres… comprendan y se apropien del significado de la sonrisa, que la hagan
parte de su sentido de humor como pareja, que sea una condición básica de la
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originalidad de su relación, y, sobre todo, que sea parte de su capacidad de
interacción cotidiana.
Pero… como ya dije… no toda sonrisa tiene una expresión positiva, pues así
como se puede sonreír de manera sincera, también se puede sonreír de manera
falsa.
Sí… con una sonrisa le podemos comunicar a nuestra pareja cualquier cosa…
desde sinceridad, alegría, complicidad o timidez hasta falsedad, desconfianza,
burla, desprecio o inconformidad, aunque, algunas veces, también puede ser
expresión de temor, dolor o tristeza.
Y es que podemos sonreír para mostrar complicidad con nuestra pareja, para
manifestar nuestra satisfacción por su llegada a casa o a la cita, para
seducirla, para evidenciar incomodidad ante una situación, para disimular
nuestros momentos de estrés, para controlarnos en los cambios significativos
de nuestra vida, o, simplemente, para forzar un rostro agradable para la
fotografía que nos pide.
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Por eso, tengamos siempre presente que, en una relación sexamental, a través
de una sonrisa verdaderamente auténtica, se puede brindar ternura, educar,
contagiar alegría y transmitir amor.
Y es que una mirada especial nos puede hacer sentir una sensación tan
placentera… y a veces tan perturbadora… que es capaz de provocar, en nuestro
yo interior, el llamado “flechazo” hacia una persona.
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Y no es para más… porque la expresión de nuestros ojos… o de nuestra mirada…
es el reflejo más aproximado de lo que sentimos dentro de nosotros o nosotras
con respecto a lo que está ocurriendo en nuestro exterior, pues esa expresión
es nuestra primera reacción hacia cualquier situación que estemos viviendo en
un momento dado.
Así es… la mirada nos delata ante nuestra pareja, cuántas veces nos han
descubierto en una mentira con tan sólo una mirada, o nos han hecho ruborizar,
o nos excitan, o se dan cuenta que estamos enamorados, o nos… etcétera,
etcétera, etcétera… pues la mirada tiene un poder de comunicación tan alto
que lo que expresamos a través de ella es infinito.
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Porque… ya sea que hagamos una mirada firme y sincera, o de enojo, o huidiza,
o de sumisión, o desenfocada, o elevada, o lateral, todas ellas sólo tienen un
propósito: “comunicar a nuestra pareja una gran diversidad de expresiones
emocionales”.
Porque… una mirada, así como puede ser un gesto de amor, también puede
encubrir un engaño de manera inesperada.
Algunos estudiosos han logrado comprobar que cuando lo que se siente por otra
persona es amor, la mirada se dirige hacia la cara, pero cuando lo que se busca
es sólo deseo sexual, la mirada suele dirigirse primero al cuerpo, no a los ojos.
También se ha llegado a comprobar que las mujeres miran más que los hombres,
sobre todo, cuando ya han establecido un contacto afectuoso, pues se sienten
menos inhibidas. Sí, las mujeres dan mayor importancia a lo que se transmite a
través de la mirada.
Por eso… un consejo sano que nuestros ancestros nos daban para las relaciones
sexamentales… era: “ama a tu pareja tiernamente y enciende su pasión con una
simple mirada”.
Incluso hay un poema oriental que dice en una de sus estrofas: “Me acompaña
el recuerdo su mirada hambrienta de amor y su cuerpo estremecido aún de
placer…”
Por eso… no en balde se dice por allí que para ligar bien con otra persona, se la
debe mirar al menos un 60 a 70% del tiempo, así comenzará a sentir simpatía
por nosotros o nosotras.
Un hombre, cuando se siente atraído por una mujer, fija su mirada en los ojos
de ella y los recorre intensamente, pasa por el mentón y la dirige hacia las
otras partes de su cuerpo. Si la mujer se interesa por él, puede que le devuelva
una mirada del mismo estilo.
Del mismo modo se dice que, cuando una mujer está enamorada, no le da
vergüenza mirar al hombre, y puede mantener su vista clavada en él con
determinación y sin temor, como también lanzarle miradas cuando está
distraído, escondido o pasa delante de ella.
El Ananga Ranga, libro hindú sobre el amor, da un consejo sabio a los hombres
para el momento de tener relación sexual con una mujer: “Luego de penetrarla,
en el continuo vaivén, nunca deje de mirarla”.
Y, a como nos dice la doctrina Tántrica, para la práctica del sexo “la fusión de
las miradas permite a la pareja establecer una íntima y profunda
comunicación”.
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¿Qué nos quieren decir con todo esto, ah?
Pues, ni más ni menos, ni menos ni más, que el deseo de amor inicia con una
mirada agradable.
¿Ven cuan poderosa resulta ser una simple y sencilla mirada para la relación
sexamental… y… cuántas cosas se pueden transmitir a través de ella a nuestra
pareja…?
Se dice que “es posible desnudar a una persona con los ojos”, y se afirma esto
porque existe la creencia que la mirada encierra un sentido de apropiación de
las cosas, lo que significa que, cuando alguien nos mira fijamente, está
apropiándose de nuestra persona con la mirada.
Se han fijado que cuando le pedimos a nuestra pareja que nos diga la verdad,
porque sospechamos que nos oculta algo, le pedimos que nos lo diga mirándonos
fijamente a los ojos, porque consideramos que, de esta forma, vamos a tener
certeza sobre ese algo que no hemos visto y que sólo ella tiene conocimiento de
algún modo.
Igual, si nuestra pareja nos mira porque el deseo sexual es mutuo… sus pupilas
también se agrandan.
Y quiero concluir todo este zaperoco con un proverbio árabe (válido para
cualquier tipo de relación sexamental) que dice: “quien no comprende una
mirada, tampoco entenderá una larga explicación”.
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Por eso, hay que considerar los gestos como parte esencial de la cultura
sexamental que aprendemos, conscientes o inconscientemente, de nuestra
familia, de nuestro contexto social y de la realidad que nos rodea.
Cada gesto que nos exterioriza nuestra pareja es como una palabra que puede
tener diversos significados y, para conocer ese significado de manera
correcta, debemos ser capaces, igual que hacemos con las palabras, de
conceptualizar ese gesto como parte de una frase que expresa la verdad sobre
los sentimientos y actitudes de nuestra pareja.
Se dice que un gesto puede ser más sincero que la palabra que lo acompaña.
Hay que tener claro que el lenguaje verbal y el no verbal no son independientes
entre sí, más bien se complementan, por eso debe entenderse la palabra como
apoyo del gesto y no a la inversa. Aunque, a menudo, suele darse un carácter
contradictorio en esta correlación, ya que las palabras pueden decir una cosa y
los gestos negarla.
Pero, cuando se da esta contradicción entre gestos y palabras, hay que darle un
mayor voto de confianza a los gestos.
Dicho de manera chapiolla, los gestos, en toda relación sexamental, son más
que importantes, pues confieren el verdadero significado a los mensajes que
nos quiere transmitir nuestra pareja.
Por otra parte… es necesario tomar en cuenta… para evitar malos entendidos
con nuestra pareja… que en toda forma de comunicación interpersonal, sea
verbal o no verbal, siempre se establecen zonas… las que constituyen nuestro
espacio personal… para delimitar nuestro radio de separación con los y las
demás.
Se han definido cuatro distancias zonales de separación con los y las demás, a
saber:
Zona social (entre 1,22 y 3,6 metros): es la que nos separa de las
personas extrañas, de la gente que no conocemos bien.
48
Ya se dejó bien claro que no todos los gestos tienen el mismo significado ni la
misma importancia dentro de una relación sexamental, también que existen
diferentes tipos de gestos y, por tanto, diferentes niveles de importancia.
Los gestos “ilustradores”… o sea, los que acompañan a una palabra, tales
como los ademanes de las manos, para ilustrar y recalcar todo aquello
que se dice, además que imponen un ritmo específico a lo que se narra.
También tenemos que considerar que, en los últimos tiempos, los cambios
sociales nos desplazan hacia un contexto más visual, donde lo que se ve es más
49
importante que lo que se lee y lo que se experimenta directamente tiene mucho
más valor que lo que se aprende de otra persona, lo que, obviamente tiene una
fuerte incidencia en nuestra convivencia como pareja, pues repercute
seriamente en nuestro patrón de gestos.
¿Me imagino que ya se dieron cuenta que con esto me estoy refiriendo a todo el
lenguaje corporal del que disponemos para comunicarnos con nuestra pareja?
Pues si… porque si leyeron bien todo este palabrerío… ya se habrán dado cuenta
la gran importancia que tiene el buen uso del lenguaje corporal en toda relación
sexamental, tanto para evitar los malos entendidos y los pleitos estériles como
para sentir que la convivencia con nuestra pareja si vale la pena.
Nos sirve para seducir a nuestra pareja, para enviarle mensajes cautivadores y
se interese por nosotros o nosotras, y, obviamente, para que caiga en nuestras
redes amorosas.
Es como nos dice la psicóloga Vallejo-Nájera: “…nos encanta que nos seduzcan
porque, principalmente, nos están ofreciendo placer…”.
Porque una persona seductora, más allá de su físico, es aquella que sabe
comunicar. Podemos ser la persona más bella, pero si entre nuestras cualidades
no está la de la seducción, si no tenemos ese encanto que cautive, que atraiga a
los o las demás, ni la hora conseguimos.
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Así como lo leen…
Y para rematar, la comunicación y la seducción son dos procesos que van muy
juntitos y entrelazados.
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QUINTO SECRETO
ANTE EL VERDADERO AMOR,
DEBEMOS ENTREGARNOS PLENAMENTE
Dicen los expertos que existen cuatro circunstancias por las que puede darse
una relación sexual:
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Y ustedes… ¿en qué tipo de circunstancia se encuentran?
Los sexólogos nos dicen que en toda relación sexamental entran en juego diez
elementos importantes: el escarceo (o juegos de exploración y calentamiento),
los abrazos, los besos, las caricias (incluida la forma de tomarle el pene al
hombre o de tocarle la vulva a la mujer), los arañazos, los mordiscos, las
maneras de emitir gemidos, el sexo oral, las maneras de acomodarse durante
se coge y las iniciativas del hombre y la mujer.
Vamos a comenzar diciendo que cada acto sexual (para los mal hablados como
yo… léase…”cada cogida”) que una pareja experimenta es único e irrepetible,
pues es un momento de “aquí y ahora”, por tanto, la pareja debe dejarse llevar
por las sensaciones y sentimientos que experimentan en ese momento, en el que
la espontaneidad y las iniciativas son más que apetecibles e indispensables.
¡Huácala…!... de sólo pensarlo me dio cosa… porque esa es una forma brusca e
insípida de tener sexo…
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Tanto el hombre como la mujer deben aprender a mirarse a los ojos, sentir la
sincronización de su respiración, contemplar, sin prisa, los encantos de sus
cuerpos desnudos y fusionarse en un deseo erótico mutuo que de apertura a los
abrazos, besos, caricias…
Y este debe ser el preludio, el comienzo obligatorio de todo acto sexual (al que
los sexólogos le llaman “escarceo amoroso”), pues esto nos permite probar y
establecer que tan dispuesta está nuestra pareja para tener un “combate
mortal” sexamental en ese momento.
¡Ojo!… que no se nos olvide nunca que todo acto sexamental es entre dos
personas y para deleite de esas dos personas… no un quita ganas individual.
Repasemos una vez más esto del escarceo amoroso para que nos quede bien
claro y no se nos olvide la próxima vez que tengamos un encuentro sexamental
con nuestra pareja.
Aquí vamos…
El escarceo amoroso no es más que juguetear con él o con ella antes de realizar
el acto sexual, lo cual incluye… contarse historias divertidas, decirse cosas
insinuantes sin caer en lo grotesco, tocarse con los dedos en sus partes
sensibles, chuparse sus lenguas, frotar el pene sobre la vulva de la mujer y
viceversa (con o sin ropa), tocarle los senos a la mujer (encima o debajo de su
blusa), apretar con las manos sus traseros… en fin… hacer todo aquello que
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pueda excitar a ambos... pero… nunca… nunca el hombre debe encaramarse
encima de la mujer para penetrarla… hasta que sepa que ella tiene deseos y
ganas de hacerlo.
Cuando ella da sus señales corporales para ello, o sea, cuando se dilatan sus
pupilas, su mirada se fija hacia su hombre y su aliento lo exhala con fuerza.
Dicen por allí que un abrazo nos sirve para consolar, excitar y desahogarnos.
Por algo John Lennon nos decía… “…nada funciona mejor que tener a alguien que
te ama abrazándote…”… y es que... jóvenes beneméritos y beneméritas de la
patria… abrazar es inyectarle vida al corazón y, por ende, a la relación de
pareja.
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Es más, el abrazo es el gesto más fácil y sencillo para demostrarle afecto a
nuestra pareja, para conseguir que nuestra armonía sexamental sea mejor, y, lo
que es más importante, no necesita de un momento o lugar especial para
ofrecerlo o recibirlo.
Los abrazos en una pareja pueden expresarse de muchas formas, desde pasar
por delante de la persona amada y, con cualquier pretexto, tocar su cuerpo con
un roce del nuestro, hasta apretar con fuerza su cuerpo contra cualquier
superficie y trabar el nuestro con el suyo de manera efusiva y ardiente.
¡Qué bien se siente al ser abrazado!... es que se experimenta una sensación tan
agradable y acogedora… al sentir el pecho y el vientre de la persona amada
apretando nuestro torso, con su cabeza inclinada sobre nosotros mostrándonos
intimidad, sintiendo su mano o sus manos frotar nuestra espalda suavemente o
acariciar nuestro cabello y nuca, para, al final, soltarnos poco a poco y
mirándonos a los ojos nos diga “te amo”.
Ah… ah… ah… pero tengan cuidado… no se les vaya a ocurrir darle a su pareja
un medio abrazo o un abrazo rápido o un abrazo en “A” (aquel en que el cuerpo,
echado hacia atrás, no hace contacto con el de la otra persona)… porque esos…
esos… sólo se le dan a las personas que estamos conociendo o que nos caen
56
bien... pero nunca a nuestra pareja, pues el abrazo en una pareja es una
interacción tan íntima que debe ser saboreado… lenta y cálidamente… por
ambos.
Pero… no quiero decir con esto que nuestra pareja va aceptar o disfrutar
siempre nuestro abrazo… no… por eso… cuando esto ocurra… cuando sintamos
que nuestra pareja no disfruta nuestro abrazo… debemos ofrecer la
oportunidad de una comunicación franca y abierta para poder entender qué le
sucede y saber qué hacer para superarlo.
Por eso, todo abrazo debe darse con el corazón y con ternura, sin límite de
tiempo, a plenitud y de manera genuina y sincera, para que en él se pueda sentir
un amor puro e incondicional.
Pensándola bien… creo que nada mejor que con una estrofa poética del Ananga
Ranga para comenzar…
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Desnudé el lazo de sus cabellos
y arrojé lejos su guirnalda de flores,
luego probé sus labios y el néctar
de su sonrisa...
y besé con arrebato la colina
de sus senos.
Obvio, ya que… para las parejas… la forma más empleada y preferida para
iniciar su entrega y aceptación sexamental es a través del beso, sobre todo, el
beso en la boca.
Pero… ojo… no me estoy refiriendo a los besos de contratados, esos que apenas
rozan los labios y se dan como si están en una carrera de relevo… no… y mil
veces no… me refiero a los besos cálidos, profundos y apasionados.
Así es… me estoy refiriendo a esos besos que activan todos los músculos de
nuestro rostro, nos suben la presión sanguínea y la aceleran a 150 pulsaciones.
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¿Ya se los están imaginando, verdad?
Por tanto, para que un beso sea sublime y nos provoque un verdadero placer,
debe haber una conexión física y mental en la pareja, debe hacer sentir que
tanto el hombre como la mujer son número uno en besar, debe permitirnos la
libertad para dejarnos vivir y disfrutar el momento a plenitud.
Así es… el modo de besar de un hombre o una mujer puede funcionar con
determinadas parejas, pero no con todas.
Aunque, se dice que las mujeres dan mayor importancia a los besos que los
hombres, lo cual se explica porque al hombre lo que le interesa es “otra cosa” y
el beso no es más que un medio para conseguirlo.
Sólo pónganse a pensar que hay mujeres que pueden acceder a coger con un
hombre, pero no aceptan besarlo ni ser besadas en la boca.
Y es porque las mujeres, a través del beso, buscan saber si ese hombre puede
convertirse en ese alguien con quien compartir su vida… o todo lo contrario.
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Dicen algunos estudiosos… que las mujeres, en general, se sienten atraídas por
el olor de hombres que portan un código genético distinto al de ellas, ya que,
así, tratan de asegurar una mejor descendencia… y un beso… les ayuda a
detectar esa información de manera subconsciente.
Por eso… para las mujeres es fundamental y decisivo que, para involucrarse en
una relación seria, el hombre sepa besar, ya que un mal primer beso puede
determinar, desde el arranque, el final de todo intento de relación, mientras
que un buen beso puede ser el comienzo de una historia romántica.
O sea, el primer beso entre un hombre y una mujer es un momento crítico que
puede determinar el avance o el fracaso en el proceso de elección de pareja.
Un poco más del 60% de las atracciones sexamentales, terminan después del
primer beso.
Esto… según lo reportan algunos estudios… es porque una persona recibe mucha
información sobre otra persona al besarla, ya que un beso transmite olores,
sabores, sonidos y signos táctiles que afectan de acuerdo a cómo se perciban
entre sí.
Esto quiere decir… así sin asco y sin anestesia… que un buen y una buena
amante deben conocer y practicar la mayor variedad de besos posibles,
asimismo, deben saber dosificarlos en las distintas zonas del cuerpo de su
pareja.
¿Y cuáles son las zonas del cuerpo más indicadas para aplicar los besos?...
Pues... contando con los dedos… me dan siete lugares donde más se deben dar,
y son:
Los ojos
Las mejillas
El cabello
La boca
Los pechos
El cuello
Los hombros
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Es más… aprender a besar requiere constancia, creatividad y paciencia, ya que
el número de formas diferentes de besos es innumerable, formas que están
influenciadas por la cultura y las normas sociales.
2. Beso inclinado: Es un beso dulce en el que uno de ellos echa su cabeza hacia
atrás, mientras que el otro lo toma del mentón y lo besa.
6. Beso broche: Se trata de sujetar con los labios los de la pareja. Ah… pero si
se toca con la lengua los dientes, las encías, la lengua o el paladar de la
pareja… entonces… se llama “lucha de lengua”.
9. Beso para encender la llama: Este beso se da en las comisuras de los labios…
y dicen que es para encender la “llama de la pasión” en la pareja.
10. Beso para distraer: La idea es llamar la atención de la pareja cuando está
concentrada en otros menesteres, como el trabajo o la televisión, y se trata
de besarle otras partes del cuerpo como la nuca, la frente, los ojos, el
pecho, los hombros, etcétera.
11. Beso nominal: Es sólo tocarse los labios con dos dedos después quese han
estampado un buen beso.
12. Beso con pestañas: No se trata del típico beso esquimal, sino más bien de
recorrer las pestañas de la pareja con besos.
13. Beso con un dedo: En este se recorre con un dedo los labios de la pareja por
dentro y por fuera.
14. Beso con dos dedos: Aquí se tocan y presionan los labios de la pareja con
dos dedos ligeramente mojados.
15. Beso que despierta: Este beso se da en las sienes, de manera suave, para
despertar a la persona amada.
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19. Beso lagrimoso: Este es un beso “telepático”… aunque no hay garantía que
reciba el mensaje… se trata de besar la fotografía de la pareja cuando se le
extraña tanto.
20.Beso viajero: Son besos que, con la mirada y la imaginación, recorren todas
las “partes” del cuerpo de la pareja como una forma de excitarla.
21. Beso al pecho: Con los labios mojados se besan los pezones de la pareja y, si
se puede, se presionan suavemente con los dientes.
22.Beso con reloj: Más bien debería ser “sin reloj”, porque la idea es olvidarse
de todo y concentrarse únicamente en las caricias y besos que se le da a la
pareja y lograr que la experiencia sea más placentera para ambos.
Interesante… ¿verdad?
Pero como nunca falta un pelo en la sopa… aquí les va un poco de cizaña…
Nunca olviden… no todas las personas… así como no en todas las culturas…
expresan su amor a través de los besos.
A propósito de eso… ¿sabían que algunas culturas lo hacen tocando sus narices
(ciertas etnias indígenas de Nueva Zelanda y Canadá)… o que, en otras, se
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tocan sus brazos o piernas, o que, en otras… otras… se muerden las pestañas en
condiciones íntimas (Islas Trobriand, Papúa, Nueva Guinea)…?
Por otra parte… el beso no sólo se utiliza para expresar sentimientos… también
se utiliza como saludo… y esto… también difiere en cada cultura… por ejemplo…
en Japón no son muy dados a besarse y menos en público, pero en las culturas
medio-orientales los hombres se saludan con tres besos (uno en cada mejilla y
al final en la frente) y en Francia lo hacen con cuatro besos.
Sólo imagínense que, en la Edad Media, el caballero que besaba a una dama
estaba obligado a casarse con ella.
Pues… ni más ni menos… así es… y entre esas sustancias están… la adrenalina
que eleva nuestro ritmo cardiaco, la oxitocina que nos brinda una sensación de
bienestar, la endorfina que ataca la depresión y los estados de tristeza,
etcétera, etcétera, etcétera,…
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sistema inmunológico, mejora la conservación de la piel y se queman, al menos
12 calorías, por beso.
Cómo quien dice… besar es bueno tanto sexamentalmente como para nuestra
salud…
Hay quienes recomiendan cerrar los ojos mientras se besa… dicen que besar
con los ojos abiertos se asocia con deshonestidad y falta de sinceridad…
también dicen que cerrar los ojos ayuda a concentrarse y disfrutar de lo
que está pasando en nuestros labios… eso… compruébenlo ustedes…
Hay que besar como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, pues el dar
muchos besos rápidos y ligeros no tiene ninguna emoción ni sensualidad.
Las manos… esas manos… hay que saberlas usar para tocar el cuerpo de
nuestra pareja, ya que esto ayuda a que se mejore la sensación romántica
del beso y ambos se sientan más conectados. Sólo como consejos… se
pueden colocar las manos en el trasero de la pareja y luego deslizarlas
lentamente hacia su espalda o hacia su rostro y cabello. También se puede
acariciar suavemente su hombro para demostrarle que nos sentimos
cómodos o cómodas con su compañía, o podemos sostener su rostro
colocando nuestras manos en sus mejillas y cuello. Pero… y si así se
prefiere… simplemente rodearlo o rodearla con los brazos en un cálido
abrazo.
No hay recetas mágicas para saber cuánto tiempo debe durar un beso,
simplemente hay que disfrutarlo hasta que uno de los dos se separe
lentamente (por lo general, se hace al mismo tiempo).
¿Les gustó?
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Espero que sí, pero… no olviden… que lo más importante de toda esta
verborrea… es que… cuando estemos besando… no tenemos que pensar en todo
esto… lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar, vivir el momento y
disfrutar.
Así como se lee… porque la peor tragedia que puede ocurrirle a un hombre o a
una mujer… es el sentirse ignorado o ignorada…
Porque las caricias es ese lenguaje maravilloso que habla sin palabras… que nos
permite comunicar un universo de sensaciones… y expresar cercanía, ternura,
presencia, cariño, amor, deseo, pasión... y un enorme etcétera... a nuestra
pareja.
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¿Hay un momento más hermoso?
Estoy contigo
y tú inflamas mi corazón.
Tomarme y acariciarme
cada vez que entras a mi casa
¿no es eso el placer?
Cuando buscas tomar
mis caderas y mis senos
¡no los dejes!
Pero… mucho ojo… toda caricia debe ser de ternura y afecto, debe ser sincera
y deseada, debe existir una conexión y comunicación afectiva entre la persona
que la da y la que la recibe. Sólo entonces puede considerarse una caricia.
Aunque hemos sido educados y educadas en una cultura donde las normas,
mitos y tabúes restringen la sexualidad y, por ende, las caricias (“no toqués”,
“no te dejés tocar”, etcétera), no debemos ni podemos permitir que estos
prejuicios dificulten que la caricia sea nuestra forma natural de comunicación
sexamental, ni podemos sentirlas como amenazas a nuestra integridad personal.
Afirman los sabios orientales que, antes de una relación sexual, hay que
estimular el deseo de la mujer mediante abrazos y besos, rasguños, mordiscos,
caricias y otros halagos amorosos, ya que así se afecta sus sentidos y se le
apartan de la mente la timidez y la frialdad.
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los muslos... pues las caricias en los pechos y genitales deben realizarse en una
fase más avanzada del encuentro sexamental.
Por otra parte… hay que tener siempre especial cuidado de practicar las
caricias, al igual que los abrazos y besos, conforme al gusto de ambos… y hay
que esforzarse con ellas de manera se logre excitar… lo suficiente… las
pasiones de la pareja y se ponga a punto para la unión sexual.
Por tanto… cada mujer y cada hombre… deben procurar conocer bien… como la
palma de su mano… todo lo concerniente al cuerpo de su pareja, para aprender
a excitarlo de forma lenta pero segura, y para ir descubriendo, poco a poco,
cuáles son las partes de su cuerpo donde experimenta más placer y estímulo al
ser acariciado.
Está más que comprobado que toda la piel de la mujer es una zona erógena que
responde muy bien a roces, caricias y besos. Sin embargo, existen ciertas
áreas donde la estimulación causa una excitación más intensa… los genitales
(los labios, el clítoris y la parte interna anterior de la vagina), la cabeza
(sienes, frente, párpados, mejillas, cejas y cabello), la boca, los lóbulos de la
oreja, el cuello, los pechos (especialmente los pezones), alrededor del ombligo,
la parte interna del muslo, el ano, la espalda, las nalgas, las manos, el vientre y
las axilas.
En cambio… los puntos erógenos del hombre son más puntuales… los genitales,
el cuello, las orejas, los párpados, el pecho (especialmente las tetillas), la palma
de las manos, la espalda y el ano.
Cuidadito… y se nos olvida que las mujeres se excitan poco a poco, más
lentamente que los hombres… y es que los hombres son más sensibles a la
excitación y pueden alcanzar muy rápidamente el orgasmo, por eso es
importante que la mujer mantenga un ritmo moderado y dosificado al
acariciarlo, si se quiere terminar el “combate” sexual como debe de ser…
ambos luchando hasta el final, porque... si no se toma este cuidado… el hombre
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le tendrá que provocar el orgasmo a la mujer por medio de toques y de caricias
con los dedos… porque no puede ni debe dejarla a medio camino…
Pero… pero… pero… por lo general… cuando llega al momento del máximo placer
sexual… alguien de la pareja (casi siempre el hombre)… o ambos… queda tan
noqueado… que experimenta cierta indisposición a seguir cogiendo... entonces…
a sabiendas que ya se ha alcanzado el éxtasis y se ha disfrutado plenamente…
lo más sensato y recomendable es contenerse y evitar iniciar nuevamente otro
“combate” sexual a lo inmediato... lo mejor es plantear una “tregua", durante la
cual los besos y las caricias mantendrán el deseo entre los dos… por si las
moscas… y se reinicia el combate.
Esto me trae a la memoria los 5 escalones del placer sexual que nos han
transmitidos las culturas orientales, que dicen:
3. Luego viene la caricia de los pechos y los genitales… pero… con roces muy
suaves, sin mucha presión ni apuro. Duración mínima: ½ hora.
¿Excitante… verdad?
Sigamos…
Dicen que una caricia no sólo es un símbolo de afecto y amor, sino que,
dependiendo de donde se reciba, puede tener un significado peculiar.
Caricias en los labios: Es una fuerte demanda apasionada por besar y ser
basado o besada, indica que la intimidad es lo más importante para esa
persona.
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Y como ipegüe a esta conversa…
Pero… como cualquier otra práctica sexamental… estos tipo de estímulos no son
experimentados por todas las parejas, incluso hasta hay parejas que tan sólo
pensar en probarlos le desagrada, tal vez por razones culturales, ideológicas,
religiosas o meros prejuicios.
Tampoco nos vamos a poner en el plan que hay que hacer todo y a la vez… no…
cada pareja debe experimentar y adecuar sólo aquellas técnicas y estímulos
que les son agradables, les atraen o, simplemente, les despierta curiosidad.
Pero… bueno… basta de tanto bla, bla, bla… y pasemos a conocer y saber cómo
se practica cada uno de estos estímulos… quien quita que en algún momento
sexamental se haga uso de uno o más de ellos.
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Pero… pero… pero… que no se nos pase la mano… porque hay parejas que lo
hacen para “marcar territorio”, o sea, para que otros u otras sepan que esa
persona “les pertenece” sexamentalmente…
Según nos dice… el Kamasutra… hay ocho tipos de mordisqueos (para que no se
les olvide ni se les pase la mano)… veamos:
Así que… voy a comenzar por decirles que hay once partes del cuerpo sobre las
cuales las parejas pueden usar presión con las uñas (yo prefiero decir… “con la
yema de los dedos”…)… ¿leyeron bien… verdad…?... presión con las uñas… no
ensartar las uñas y dejar la piel como tela de araña… por consiguiente, hay que
aprender a aplicar de manera muy cristiana esta presión.
Las zonas para usar presión con los dedos son: el cuello, las manos, los muslos,
los senos, la espalda, los costados del cuerpo, las axilas, el pecho, las caderas,
el pubis, la zona de los genitales y las mejillas… pero… para este tipo de caricia
hay que saber escoger el momento adecuado, por ejemplo, cuando se está
encendido o encendida y con todas las ganas de coger o cuando se les desinfla
el encanto de la pasión carnal.
Pero… repito… al igual que con los mordiscos… debe hacerse de mutuo acuerdo
con la pareja…
¿Ok…?...
Entonces… sigamos…
Me imagino que están con la curiosidad de saber a qué me refiero con los
toques, pues bien… los toques son una forma de caricia que… como su nombre lo
dice… consiste en tocar o golpear suavemente (no dar piñazos hasta moretear a
la pareja) sobre ciertas partes del cuerpo de nuestra pareja.
Estos toques pueden darlos cualquiera de los dos, ya sea con la palma de la
mano abierta, o con el dorso de la mano, o con la parte inferior o carnosa de la
mano cerrada, o con la parte interna de la mano, ligeramente ahuecada
(simulando una cabeza de cobra).
1. "La jugada del dragón”, cuando de toma con amor la parte trasera del
cabello de la pareja… mientras se le abraza bien apretadito... esto se
hace de pie y con las piernas entrecruzadas.
2. “El mechón del amor", cuando, de manera mutua (o sea, ambos dos), se
sujetan con ambas manos el cabello por encima de las orejas…
intercambiando con pasión… ricos besos en la boca.
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Y… ya finalmente… y para cerrar con broche de oro… tenemos los gemidos o
sonidos inarticulados que se producen cuando el combate sexamental está en su
máxima temperatura.
Pero… lo peor… es que hay muchas mujeres que reprimen estos gemidos,
algunas por falta de privacidad para poder coger con libertad, otras por
prejuicios sociales o religiosos, otras por temor a que el hombre pueda pensar
mal de ellas… y otras porque los “tarúpidos” de sus parejas se los reprimen.
Dicen los entendidos en la materia que estos gemidos puede ser de muchas
formas, desde un sonido de golpeteo martillante (como cuando caen grandes
gotas de lluvia) que se generan con los labios, pasando por sonidos graves y
profundos que se producen con un mínimo esfuerzo de la nariz y también por la
boca, hasta el de silbido de serpiente que se produce sólo con la boca.
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SEXTO SECRETO
LA SEXUALIDAD SE DISFRUTA
SIN PREJUICIOS NI COMPLEJOS
Lean bien… esta regla de oro es tanto para hombres como para mujeres…
Bien… esta regla de oro que data de siglos y siglos atrás… es que…
…en el sexo…
…regla alguna…
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mujer, se sientan bien, lo disfruten plenamente y queden totalmente
satisfechos al final del combate.
Ya leyeron que dije… ambos… o sea… los dos… tanto el hombre como la mujer…
Así es… pues ambos deben estar de acuerdo y dar su consentimiento voluntario
a todo el zafarrancho sexual que vayan hacer… no es que “porque esto a mí me
gusta… vos estás obligada u obligado a hacerlo”…
Y comencemos reconociendo … como una condición sine qua non… que… en toda
relación sexamental… tanto la mujer como el hombre y tanto el hombre como la
mujer… ambos… y al mismo tiempo… deben ser protagonista de y en esa
relación… pues no se trata de que el hombre se coge a la mujer y la mujer se
deja coger del hombre… ni viceversa… porque ninguno de los dos es objeto
sexual del otro, ambos tienen que ser sujetos sexamentales activos, ambos
tienen que poner de su parte para que la relación funcione y para que puedan
voltear los ojos de placer.
(Nota: si los dos quieren y les gusta… pueden filmarse para verse después… en
un relax… que tan excitados estuvieron durante el combate… pero esto no sería
ni podría ser su principal propósito sexual para coger)
No hay que olvidar jamás que… en una relación sexamental… las caricias
delicadas y apasionadas… son el mejor preámbulo (comienzo… en español) para
dar inicio a una larga noche (o día… o tarde… o madrugada) de combate
sexamental y para convertirla en una exquisita experiencia, sí… ni más ni
menos… así mismísimo es… quítense de la cabeza que todo tiene que ser
agresivo, con intensos tocamientos (que no llegan a caricias) con las manos y un
mete-saca y saca-mete constante de pene.
Que nos quede claro que el amor no consiste en mirarse el uno al otro y
tirársele encima como tigre o tigresa, tal como nos mal enseñan las películas o
telenovelas dizque eróticas, sino más bien se trata que los dos compartan,
busquen y persigan un mismo propósito sexamental.
Y es que en el amor… hay cinco palabras que en una relación de pareja jamás se
deben olvidar ni dejar de practicar: paciencia, comprensión, confianza, ternura
y voluntad, tanto en el hombre como en la mujer, o sea, debe ser recíproco.
Hay que recordar siempre que la verdadera relación sexamental se hace con el
día a día de la convivencia en pareja y con detallitos simples pero románticos, y
que lo único que se necesita para dar riendas sueltas a nuestra sexualidad es un
poco de intimidad.
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Las mujeres… como los hombres… no dependen de una época concreta de celo
(embramamiento como decían nuestros abuelos)… ni se tiene que esperar a
tener sueños eróticos… ni a tener ganas sexuales acumuladas... para poner en
manifiesto nuestra pasión y deseo sexamental… suficiente con poner un poco
de imaginación y un poco de fantasía erótica… para que ambos se eleven a un
momento de excitación sexual desenfrenada, para que ambos aceleren los
latidos de sus corazones y bombeen tanta sangre a sus genitales para que, al
final, estallen en un orgasmo multicolor.
Y es que no hay cosa más deliciosa y excitante que acariciar… con la yema de
los dedos… o con la palma de la mano… la vulva de una mujer, besar
frenéticamente su boca y jugar con sus labios vaginales como si fueran pétalos
de rosa, para, cuando la mujer comience a rechinar de excitación, penetrar con
el pene (o con los dedos si no hay de otra) al interior de su territorio vaginal.
Pero… es que no tiene sentido que estemos negando lo que somos… seres
humanos… vivos… de carne y huesos… ni podemos vivir alejados de nuestra
naturaleza básica… la sexual… pues no somos fantasmas sin cuerpos… tampoco
podemos vivir reprochándonos por nuestro físico… ni de nuestra sexualidad…
como si fuera algo perjudicial y pecaminoso, algo por lo que debamos sentir
vergüenza y culpabilidad… mucho menos pensar que sólo lo espiritual y lo mental
es bueno y puro.
Y es que a pesar de que hoy por hoy mucho se predica la igualdad de género, las
nuevas generaciones todavía arrastran muchos prejuicios sociales y sexuales…
sobre todo las mujeres… pues, incluso, muchas llegan a caer en la sumisión.
Lamentablemente, todavía nos hace falta amor propio, respeto por nuestro
cuerpo y el de nuestra pareja, sentirnos dueñas y dueños de nuestras vidas…
Y eso… muchas veces… provoca que las mujeres crean que su sexualidad
pertenece a su pareja, que es su obligación dársela en bandeja de plata y
renunciar a sentirla como una experiencia que les debe dispensar placer… aún
en las que se proclaman liberadas.
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Sólo hay que ponerse a pensar que palabras como “zorra”, “puta”, “perra”,
“calzón flojo”, “querida”, “culo loco”, son todavía utilizadas para calificar a las
mujeres sexualmente activas, y, lo que es peor, son utilizadas entre y por las
mismas mujeres.
Para ello, sólo basta dar rienda suelta a la imaginación, a nuestra creatividad e
iniciativa, pero… pero… pero… cuidado… la imaginación es una capacidad que
puede atrofiarse si no se ejercita, si no se le da uso.
Por eso… hay que tomar en cuenta siempre que si no se sitúa lo sexual como una
prioridad elevada dentro de la relación de pareja, rápidamente se perderá el
interés del uno por el otro y, lo que es peor, la calidad de los combates
sexamentales, así como también se extinguirá la llama de la pasión.
Sigamos…
Hay que considerar que en este rollo de las relaciones sexamentales, nadie
nace sabiendo y nadie es lumbrera en la materia, este conocimiento es algo que
se va adquiriendo con el tiempo, la experiencia y la práctica, pero… paso por
paso… no de romplón…
83
funcionar con la persona que estemos en ese momento… lo que significa que…
esta destreza es específica y ajustada a cada pareja.
Por eso, es muy importante que una mujer y un hombre conozcan no sólo el
cuerpo de su pareja, sino también su propio cuerpo, ya que, cuando se
desconoce, posiblemente cueste lograr una práctica sexamental plena y
placentera, pues casi siempre se comete el grave error de empezar por el final:
queriendo alcanzar el orgasmo lo más pronto posible, sin disfrutar ni del
momento ni del vaivén y la calidez de los cuerpos, con eso… lo único que se
consigue es una sensación de frustración y fracaso cuando no se logra… y todo
por esta simple y desatinada torpeza.
Por otra parte, se tiene que estar claro que de primas a primeras la pareja no
va a charchalear frenéticamente de placer en un combate sexamental, aunque
ya hayan tenido experiencias sexuales con otras personas… es necesario que el
cuerpo de uno se habitúe al cuerpo del otro para lograr un adecuado
acoplamiento… y… para eso… es necesario que entre ambos se hayan dado,
cabalmente y por lo menos, unos doce encuentros sexamentales antes.
Ahora bien, una pareja no se debe conformar sólo con “llegar al orgasmo”, no y
mil veces no, la meta debe ser llegar bien, llegar mejor y llegar al límite.
¿Se fijaron...?
Pues… los gustos y las formas para lograr quedar satisfechos van a ir
cambiando con el tiempo y se tienen que ir ajustando en el tiempo, a menos que
se quiera caer en la rutina y el fastidio sexual… o sea, terminar con la magia de
la relación y del amor que se profesen.
84
Metámonos bien en la cabeza que cada mujer y cada hombre tiene su forma
particular de llegar al orgasmo…
Pero… también tengamos claro que con caricias suaves se lograrán orgasmos
dulces, ligeros y largos que no saturarán las terminaciones nerviosas del pene ni
del clítoris y permitirán repetir el combate sin haber descansado. En cambio,
con caricias agresivas se lograrán orgasmos violentos e intensos, de esos que
hacen gritar y que dejan a la pareja tan agotada y tan sensible que les resulta
insoportable el más mínimo roce en sus genitales, por tanto no pueden seguirse
acariciando para un nuevo combate hasta después de un descanso.
Pero… depende de cada quien la forma y estilo que prefiera en ese momento,
pues para gustos… colores, olores y sabores… ¿no creen ustedes?
Es muy importante variar los escenarios para los encuentros íntimos de las
parejas, así como variar la intensidad del romance preparatorio
correspondiente (dicho en cristiano… variar el tipo de escarceo entre la
pareja).
También hay que saber escuchar al cuerpo, si realmente quiere tener combate
o no, si quiere tener orgasmo o prefiere quedarse tranquilo… sin excitación.
Pues no siempre se necesitan súper orgasmos para demostrar que se está bien
sexamentalmente, muchas veces uno bueno, bonito y rápido resulta
satisfactorio y suficiente.
Por eso… hay que dedicar el tiempo necesario… y sin prisa… a acariciase…
ambos… de arriba abajo, de abajo arriba, de la cabeza a los pies, de los pies a
la cabeza. No hay que irse directamente a la vagina o al pene, hay que
entretenerse con los pezones, el ombligo, el interior de los muslos... hay que
dejar que la excitación envuelva a ambos hasta volverse insoportable… y, sólo
entonces, deleitarse con las sensaciones que produzca sentir el pene hundido
en la vagina… y tratar de alargar esas sensaciones lo máximo que se pueda.
Para las mujeres, el que el hombre la siga arrullando después del combate… les
permite sentirse complacidas y a gusto con la cogida... pues para ellas no sólo
significa su propia satisfacción, sino que dieron una buena batalla y lograron
que su pareja quedara satisfecha con su protagonismo sexamental.
Ahora bien…. hay que tomar en cuenta que si el orgasmo fue rápido y violento,
este placer será breve, con palpitaciones en el vientre y, a veces, un dolorcito
agradable; pero si el orgasmo fue lento y largo, este placer las hará conocer el
séptimo cielo y su cuerpo quedará lleno de sensaciones indescriptibles, tan así
que le costará aterrizar a la realidad.
Por eso… mis queridos amigos… aunque les parezca que la mujer ya terminó… no
se equivoquen… ella todavía sigue sintiendo… y dejarla sola en ese momento es
como que le hayan hecho un coitus interruptus y no la buena cogida que acaban
de protagonizar.
87
1. Acostados.
2. De pie.
3. Sentados.
4. De rodillas.
Por ejemplo, si el hombre está encima de la mujer, la mujer puede poner sus
piernas rectas… o flexionadas… o las puede enrollar a la cintura… o presionarlas
sobre el pecho… o sobre los costados… o apoyarlas sobre los hombros del
hombre.
Ven cómo con estas pequeñas variantes y sin mucha ciencia ni evocación a
nuestros ancestros milenarios… se logran seis posiciones sexamentales
diferentes… y… si a ello le agregamos distintos lugares donde hacerlo (la cama,
el piso, el sofá, el césped, una mesa, un escritorio, sobre la escalera, en una
colchoneta, y etcétera, etcétera, etcétera…)… comenzaríamos a hacer un
manual porno… perdón… erótico de posiciones.
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Así de fácil y sencillo es, todo radica en la imaginación, iniciativa y creatividad
de la pareja.
¿Entonces…?
Pero… para que lo sepan y les quede claro… el truco no está en cuántas
posiciones se hagan en un mismo combate sexamental, sino en lograr cuatro
maniobras esenciales:
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Bueno… después de este breve corte… que espero no me les haya cortado la
inspiración ni las ganas de…
…seguir leyendo…
…sigamos…
Aunque… no hay que olvidar que al hombre le es más fácil llegar al orgasmo… en
cambio a la mujer… le toma más tiempo…
Por eso, hay que acariciar… y saber excitar bien… a la mujer… para que ella sea
la primera en alcanzar su orgasmo… porque el del hombre… ese viene por
añadidura.
...pues a hacer uso de las pocas fuerzas que le quedan para que la mujer logre
terminar, sea a través de caricias y estimulaciones con los dedos o
practicándole sexo oral… pero algo tiene que hacer…
Porque…. que la mujer tiene que terminar… tiene que terminar… a como dé
lugar… a menos que se bloquee y pierda el encanto de ese momento.
90
O sea… en todo combate sexamental… no se trata de cantidad sino de calidad…
como decía el viejito… “puede ser unito, pero bien hechito”…
Para los que todavía se están preguntado el por qué… resulta que… la manera en
que la mujer consigue su satisfacción sexual es de forma continuada, o sea,
desde que comienza el combate hasta que termina y un rato más… en cambio el
hombre logra su satisfacción final cuando logra disparar los cañonazos
seminales de su escopeta.
Pues bien…. sabemos que el sexo es una conversación física entre dos
personas… y… de la actitud que ambos muestren desde un inicio… se va lograr
hacer la gran diferencia con otros encuentros anteriores.
91
Porque en el sexo… cuando se experimentan nuevas ideas, nuevas posiciones…
es como esculpir con pasión… es como pintar con amor… la más bella obra
viviente.
Por eso… los grandes pensadores de tiempos remotos sabían y definían el sexo
como un arte.
Pues obvio… con una serenata de besos, abrazos, caricias y susurros románticos
y eróticos para nuestra pareja…
Y por favor… no vayan a salir con aquello que cada quien se desnuda por su
cuenta y de manera separada…
Por fa’… no se sofoquen… al suave… para que el banquete tome buena sazón… y
quede en su punto… como debe ser…
92
Y… después…
Buscar cómo reducir el estado de ansiedad del hombre para que retarde su
eyaculación… y elevar el grado de excitación y clímax de la mujer para que
llegue primero al orgasmo.
3. Con una buena “mamada” o chupada”… lo que llamamos sexo oral… como
primer plato del banquete sexamental, ya sea que la mujer saboree con
su boca el pene del hombre… o el hombre con su lengua aprisione el
clítoris de la mujer y meta la lengua después en la vagina… o ambos se
agasajen con un apasionado 69.
Por eso… voy hacer un paréntesis… y dar algunos tips básicos para hacer sexo
oral como debe ser… deliciosamente…
En pocas palabras, les importa mucho que el hombre aprecie sus cualidades
únicas de mujer y le digan lo que las hace especial.
En segundo lugar… para una mujer… encontrar un hombre que le mame bien su
cuchumbo… equivale a haber encontrado un tesoro sexamental… y… por tanto…
no se va ni puede darse el lujo de dejarlo escapar fácilmente…
2. Chupe siguiendo la ruta hacia sus partes superiores hasta encontrarse con
su clítoris.
94
5. Cuando sienta que ella está alcanzando el orgasmo, ponga los labios en
forma de O y empiece a chupar el clítoris suavemente, mientras observa
su cara y su reacción. Y siga chupando más fuerte y más fuerte siguiendo
el vaivén de sus movimientos hasta lograr que levante la pelvis en el aire
por la tensión del orgasmo viniendo… siga su compás sin oponerse… y
espere a que termine… manteniendo siempre la boca en el clítoris.
¿Copiado…?
Por otra parte… hay que tomar en cuenta que el sexo oral puede hacerse de
manera alterna (primero el hombre a la mujer o la mujer al hombre)… o ambos
95
al mismo tiempo… puede hacerse acostados, de pie, sentados… puede ser el
hombre encima de la mujer, o la mujer encima del hombre, o en posición de
“perrito”… o con las piernas flexionadas o con las piernas hacia arriba… en fin…
el menú es tan amplio y variado que no da lugar a aburrirse ni caer en la rutina.
Ah… pero no todo es color de miel en el sexo oral…
Para conocer con lujo de detalles todas estas variantes… hay también
chorrociento de libros, tales como Kamasutra, Smaradipika, Ananga Ranga,
Panchasayaka, Ratikallonlini, Tantra, Mayasutra… y una enorme cola de
etcéteras.
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Otra forma pintoresca… es la del hombre sentado entre las piernas de la
mujer… las que engancha sobre las suyas… de manera ella quede a horcajadas y
bien abierta… y… ahí se va pa’ dentro.
Y para los que les fascina hacer piruetas… aquí les va esta sugerencia para su
menú sexamental… el hombre… una vez que haya penetrado a la mujer en
posición normal… gira lentamente alrededor de ella realizando una media vuelta
completa… se queda ahí para que se acaricien y se muevan de la forma y el
tiempo que quieran… y… después… el hombre vuelva a girar, siempre
lentamente, hasta quedar nuevamente como en la posición inicial.
Pero… como siempre hay un pelo en la sopa… el que el hombre esté encima de la
mujer tiene sus desventajitas… la principal es que sólo el hombre tiene buena
libertad de movimiento, en cambio para la mujer su movilidad es limitada (igual
que su estimulación)… otra es que el pene no penetra con profundidad y se
corre el riesgo que se salga de la vagina si la mujer no la aprieta
adecuadamente…
Siguiendo con esto de las desventajas… cabe advertir que… para las posiciones
contorsionistas… se requiere que el hombre tenga buena agilidad para
mantenerlas por mucho tiempo y no fatigarse.
¿Por qué…?
98
Elemental… mi querido Watson…
Cuando la mujer eleva sus extremidades… no sólo favorece una penetración más
profunda y vigorosa del pene… sino que logra una buena estimulación para su
vagina… ya que ésta se comprime sobre el pene… además... las sensaciones
sexuales que alcanza son muy intensas, especialmente si el hombre eyacula en
esta posición.
Pero… aquí viene el pero… estas posturas requieren de mucha agilidad y buena
condición física por parte de la mujer, ya que se trata que ella ponga sus
extremidades o sus pies sobre los hombros o sobre el pecho o sobre los
costados del hombre… o flexione sus extremidades y lleve sus muslos hacia su
busto o su vientre… o coloque sus nalgas al borde de la cama o de la mesa y
apriete la cintura del hombre con sus piernas… o apoye su cintura y sus nalgas
sobre las rodillas y muslos del hombre… o ponga sus piernas en cualquier
posición que se le ocurra a la hora del combate… ya sea ambas extremidades a
la vez… o sólo una… o alternándolas.
Lo más chistoso con todo esto… es que la mujer seguirá teniendo limitada su
soltura para moverse… a la vez que requerirá estar muy bien lubricada para
evitar que la penetración le sea dolorosa… por eso… es que se recomienda que
este tipo de posturas no se hagan al inicio de un combate sexamental, sino ya
muy adentrados en el fogueo.
Pero… con todo y todo… hacen… charchalear a la mujer… y… sentir que la vida
se le escapa al hombre…
99
…las posturas en que la mujer está encima del hombre…
Si se decide por
acostarse extendida
cara-a-cara sobre el hombre… lo hará… inicialmente… con las piernas abiertas
para facilitar la penetración… una vez que el pene esté adentro bien
acomodado… ella apretará sus piernas e iniciará sus movimientos de manera
horizontal… hacia arriba y hacia abajo… o puede mantener sus pierna abiertas y
apoyarse sobre sus manos para facilitar su movimiento… o hacer que el hombre
abra sus piernas para deslizar sus extremidades entre ellas.
Como ya habrán podido notar… estas posturas son muy íntimas y permiten un
mayor contacto de los cuerpos, favorecen la estimulación del clítoris y
permiten mantener las paredes vaginales más apretadas para alcanzar
sensaciones más intensas.
Vale comentar que en esta postura se corre el riesgo que el pene se salga de la
vagina de manera involuntaria, sobre todo cuando los movimientos son
demasiados rápido e incontrolados.
100
Y… de más está decir… que siempre habrá poca holgura para moverse… pero…
ya lo dije.
Pues el hombre… al igual que cuando la mujer está abajo… puede estar con las
extremidades extendidas… flexionadas… elevadas… acostarse totalmente
sobre la cama o el piso o una mesa… o a la orilla de la cama o de la mesa… en
fin… como les plazca a ambos y las circunstancias lo permitan o lo requieran…
Por otro lado… también las mujeres pueden hacer piruetas en esta postura… ya
sea girando alrededor del hombre… o haciendo que el hombre flexione sus
extremidades para ella sentarse en sus nalgas (apoyando su espalda sobre los
101
pies de su pareja) e iniciar un delicioso vaivén vertical o circular con un
movimiento ondulatorio de su cuerpo… pero… para esto… necesitan que su
pareja tenga muy buena resistencia para aguantar y dominar esta posición.
Esta es una variante muy íntima de máximo contacto entre la pareja… pues les
permite mirarse, abrazarse y acariciarse sin que ninguno se sienta dominado
por el otro.
Por otra parte… esta variante se puede hacer abrazándose frente a frente con
los brazos y las piernas…. así como dando la espalda a la pareja… que…
generalmente… es la mujer la que lo hace… lo que permite apretar las caderas
de la pareja con las piernas… obvio… dependiendo de quién ponga las suyas en
medio.
También pueden abrazarse sólo pegaditos… pero… de esta forma… hay que
moverse al suave… para que el pene no se salga repentinamente.
Pero… bueno…
102
Pues… bien… de lo que se trata es que el hombre se sienta en una silla… o… a la
orilla de la cama… o… si aguanta… de cuclillas… y la mujer se sienta encima de él
a horcajadas… ya sea de frente o de espalda… o… si prefiere… también se
puede de lado…
Si bien es cierto la mujer… en esta postura… logra tener un control total del
combate… también es cierto que le permite más confianza en ella misma para
encontrar los movimientos correctos que maximicen su placer.
Por otra parte… en ocasiones nos puede servir como posición transitoria para
pasar de la posición sentada a una posición acostada sin interrumpir la
penetración.
Y… para las parejas traviesas e impacientes… resulta práctica para tener sexo
en la oficina o en los servicios higiénicos de un lugar público.
Una variante a esta posición… es que la mujer se siente sobre una silla… o a la
orilla de la cama… o de una mesa pequeña… el hombre se ponga de rodillas… y la
penetre… mientras ella aprieta alrededor de la cintura de su pareja con sus
piernas… y… si quieren ponerle más picante a la postura cuando la mujer esté
sentada sobre el borde de la cama o de una mesa… suavemente la mujer se va
inclinando hacia atrás hasta quedar acostada… mientras el hombre se va
poniendo poco a poco de pie sin dejar de penetrarla.
Aunque algunas mujeres puede llegarse a sentir desvalorizadas por esta forma
de coger… y otras quejarse por sufrir rasguños en sus rodillas… la verdad es
que esta postura ofrece una buena estimulación de las paredes frontales de la
vagina y del punto G… además que la penetración que se logra es viva y
profunda.
104
Esta es una forma muy práctica y excitante para coger en cualquier lugar y
circunstancia… más aún cuando se agarra a la pareja de imprevisto…
O… ¿ya lo son?...
Bueno… esta recomendación es para los y las que todavía no lo han hecho o se
les ha dificultado hacerlo…
Bueno…
Considero que toda esta verborrea sobre las posiciones es más que suficiente…
105
Sólo quiero finalizar… diciendo… que no hay necesidad de complicarse la vida
haciendo un inventario de cuántas y cuáles posiciones hemos o nos han hecho…
Además que los nombres de las posiciones varían de un país a otro… de un grupo
social a otro… pueden llamarse el misionero… la carretilla… candelita
chorreada… la barca… el columpio… la rueda… el fotógrafo… la estrella… el
pulpo… el cangrejo… 69… la cuchara… y un enorme etcétera… pero todo se
reduce a cómo nos acomodemos y coloquemos nuestras extremidades al
momento de coger…
106
SEPTIMO SECRETO
VALERSE DE LA SEDUCCION
PARA FORTALECER LA RELACION
Voy a comenzar esta conversa con una cruda realidad… las relaciones de pareja
estables no existen.
Pero… pero… pero… esos problemitas que vamos dejando solapados, que no
hemos sido capaces de resolver, rara vez se curan con el tiempo… y pueden
desembocar más adelante en grandes embrollos irreconciliables.
107
Simple… se empieza por no hablar de las pequeñas cosas, que, en su momento,
no parecen importantes… y se acaba por no abordar aquellos temas de suma
relevancia para la pareja… quedándose en simples y tristes trivialidades.
Lo más triste es que este tipo de vida puede perdurar años… pero… a eso no se
le puede llamar ni considerar una relación estable… en lo absoluto.
Es decir… que hay pleitos… hay pleitos… que hay problemas… hay problemas…
pero no se niegan ni se disfrazan… más bien se aprovechan como una
oportunidad para el crecimiento como individuos y como pareja.
Por otra parte… no hay que olvidar que la mente… así como es capaz de crear…
también es capaz de inventarse una relación… que así como puede negarse las
diferencias… también puede potenciar las afinidades... y… de la misma forma
que la mente puede inventarse una relación… también la puede destruir.
108
Ni más ni menos… esa es la realidad… basta una simple mirada, basta un simple
gesto,,, basta una frase totalmente vacía de intención,,, para que provoque en
la otra persona una reacción en cadena de pensamientos “tóxicos”…
pensamientos que se pueden disparar en una acalorada discusión… o
desencadenar una ristra de decepciones de consecuencias impredecibles.
Y estas ineludibles situaciones… son las que hacen… a veces… que vivamos el
amor, la ternura y la pasión a tiempo parcial.
Como decía un prójimo… vivir destellos de amor con dosis de ternura y brotes
de pasión…
Bueno… a mí que me registren… pero… a mi leal saber y entender… digo que no…
Más bien considero que una relación sexamental auténtica es aquella que se
produce en calma… con una mentalidad más profunda y abierta… y de la que
broten pensamientos y posturas no condicionadas.
Dirán que soy un romántico soñador… por creer que lo ideal de toda relación
sexamental es vivirla desde una paz… desde una serenidad… que dé espacio
para que el amor, la ternura y la pasión se integran.
Y eso es una relación auténtica… que no siga el guion de los cuentos de hadas ni
de los príncipes azules… sino el guion de la vida real… donde las dificultades
aparecen y los roces surgen... pero que son puestos en común, son observados y
resueltos, a veces con gran esfuerzo, pero resueltos al fin.
En este tipo de relación sexamental se dice que hay autenticidad porque nada
se solapa… porque se pone luz donde hay oscuridad… porque se camina juntos y
109
se crece juntos… porque cada quien se enfrenta cara a cara con sus
limitaciones y con las de su pareja, sin miedos ni tapujos… porque el placer lleva
a ambos al éxtasis… porque la rutina no existe… porque todo se vive con más
intensidad… porque cada día es nuevo y trae “de todo”… y hay plena disposición
y voluntad para el cambio.
110
Pues no se necesita ser culto… ni utilizar palabras sofisticadas… para tener
cerca a una pareja que desborde amor del bueno por nosotros… probablemente
ya la hemos tenido cerca en alguna ocasión.
La experiencia enseña que hay parejas que no han necesitado mapas ni dedos
que apunten… parejas que incluso pueden ser analfabetas… para vivir una
relación de calidad… porque ni el lenguaje refinado ni el conocimiento sobre la
autenticidad de una relación de pareja… es condición necesaria o suficiente
para poder ser capaz de vivirla.
El poder mantener… o no… una relación de calidad con otra persona… con un
alto grado de intimidad a todos los niveles… depende de que ambos se
mantengan dentro de un determinado rango de afinidad.
¿Y qué diablos tiene que ver todo esto con lo de valerse de la seducción para
fortalecer una relación?
Pero… para que podamos entender mejor este rollo de la seducción con la
relación sexamental de pareja… es importante tener siempre en cuenta que…
cuando se quiere aprender a atraer a una persona como pareja… hay que ser
capaz de comunicarse con la parte más profunda de esa persona…
Para atraer la atención de una o más personas que nos rodean en un preciso
momento… ¿qué necesitamos?... simple… hacer todo un despliegue… voluntario o
111
no… de encantos personales… dicho en palabras sencillas… seducir a la otra u
otras personas…
Y… aquí está el detalle… hay personas que seducen sin proponérselo y otras que
no lo consiguen por mucho que se lo propongan…
Hay que tener bien claro que el reto no es llevar a la mujer o al hombre a la
cama en el mínimo tiempo posible... el reto es llegar a la cama con una mujer
amiga o un hombre amigo en el mínimo tiempo posible.
No hay frase más bella… que escuchar a nuestra pareja... decir con plena
convicción… “sos la mujer o el hombre de mi vida”…
112
Cuando en la pareja surgen dudas acerca de la dedicación… de la entrega que se
tiene hacia ella… es de vital importancia la explicación… el argumento que
utilizamos para aclarar esas dudas…
Nada más convincente que ser capaz de vivir el momento de forma natural…
para vencer cualquier resistencia o duda latente en la pareja… para poder
actuar espontáneamente sin interferencias ni secuelas provenientes del
pasado… para vivir intensamente la relación y no pensar en nada más…
Pero… cuidado…
Recordemos que no todas las mujeres ni todos los hombres responden al mismo
tipo de incitación… al mismo tipo de seducción… aunque haya patrones comunes
a la mayoría… pues esto tiene que ver no sólo con la persona misma, sino
también con el ambiente en el que se establece la relación.
Asimismo… hay que tener mucha prudencia… para que este esfuerzo de la
pareja por mantener viva su pasión sexamental no se convierta en un
pasatiempo ni en una forma de vida trivial…
Porque… jamás… jamás… se nos debe olvidar que la sexualidad debe ser un
medio para expresar amor… pero… nunca… nunca… debe ser el propósito de la
relación de pareja… nunca debe ser nuestro fin.
Tenemos que dejar actuar el amor que llevamos dentro hacia nuestra pareja…
el resto viene por añadidura… ya lo decía la canción… lo que será… será.
Porque las piezas no sólo son físicas… sino también emocionales y espirituales...
Y allí es donde nos conformamos con vivir cada uno de esas piezas por
separado... hasta que ocurre lo inevitable… llegar al hastío... cansarnos de andar
probando y probando encontrar a esa pareja ideal…
Resultado…
Y repetimos… con esta forma de actuar… y por muchos años… y con muchas
personas diferentes… al final… sólo nos queda la sensación de estar hartos y/o
hartas… al borde del aburrimiento infinito…
Y estas son las caídas que nos confunden y apartan de nuestro propio yo… de
nuestro auténtico ser... por eso… lo fundamental no es el vivir o no en pareja...
lo fundamental es crecer como persona... evolucionar como hombres y
mujeres… vivir la relación en pareja como una experiencia de transformación
mutua que no se altere en el curso de nuestras vivencias…
Y es que pasar por tantas relaciones no garantiza que se sea capaz de vivir una
relación de verdad… a veces… resulta más bien ser un impedimento… porque se
puede convertir en un hábito muy difícil de desprender… en una conducta que
puede ser muy doloroso revertir... y créanme… es un tipo de conducta poco
envidiable… porque… salir de ella… no sólo cuesta... sino que nos hace inseguros
y dependientes…
115
Aunque no me lo crean…
La clave está en saber vivir cada momento con plena conciencia… conocer
nuestras propias limitaciones y las de nuestra pareja y aceptarlas… pero no
resignarse a la perpetuación de esas limitaciones… y… lo más importante… vivir
plenamente el momento… porque… nos querámoslo o no… es todo lo que
tenemos... y si ese momento podemos compartirlo con una pareja que “vibra” en
una frecuencia similar a la nuestra... ¡Eureka!... nos sacamos la lotería…
Pero… pero… pero… no confundamos el amor con el deseo… les puede salir la
venada careta…
El deseo es lo que nos mueve a llamar por teléfono a alguna pareja como un
simple protocolo que preceda a un encuentro sexual en busca de un momento de
explosión sexo-placer... pero… cuando eso termina… sólo queda lo superficial…
el vacío… la sensación de una relación cualquiera… y llega lo inevitable… el
“después”... la huida...
Pero esto se podría evitar si tan sólo nos diéramos cuenta de qué es lo que
buscamos… no qué tipo de persona buscamos… porque lo que se busca no es una
116
persona muy diferente al resto… no es una relación especial… lo que se busca
es a uno mismo… una relación en la que nuestro auténtico ser se manifieste…
alguien con quien compartir lo mejor de nosotros o nosotras mismas… y quiera
ayudarnos a llevar las riendas de nuestra vida…
Por eso… resulta fundamental que la pareja se guste muchísimo en todos los
sentidos... comenzando por gustarle muchísimo a nuestra pareja... no es sano
mantener una relación en la que la pareja no se guste ni física ni
emocionalmente… que no se seduzcan… voluntariamente o no… el uno al otro…
que no sean conscientes del impacto que causa en su relación sexamental la
carencia de atracción… … y… lo peor de todo… que sean prisioneros del tiempo…
que no vean lo que la vida les ofrece en cada momento... que no sean testigos de
sus propias vidas… que no sean capaces de observar el ritmo de su relación
sexamental… que no comprendan cómo funciona y cuál es su propósito…
Está bien aceptar lo pasado como algo irreversible y mirar hacia delante… pero
eso… a afirmar que “todo está bien tal y como ocurrió”... son otros cien pesos…
porque… aunque sea cierto que no se sería ni se estaría aquí tal y como se es y
está ahora… no se puede negar que se hubiese podido estar mucho mejor si se
hubiera prescindido de alguna que otra metida de pata... y este reconocimiento
no es para lamentarse… sino para que nos sirva de lección y escarmiento para
no volver a resbalar con la misma cáscara… para que no nos castiguemos por los
posibles errores cometidos en el pasado, pero sí estemos muy atentos al
presente, porque somos los principales arquitectos de nuestra vida.
117
OCTAVO SECRETO
SER TOLERANTES
ANTE LAS INDISPOSICIONES SEXUALES
Pero… no en todos los casos es así… ni en todos los casos podemos culpar al
hombre o a la mujer de este desencanto sexamental…
Pero… cuidado… cuando esta segunda situación sucede con mucha frecuencia…
hay que ponerle mente… porque se puede estar dando una de las siguientes
razones…
Así como lo leen… hay hombres y mujeres que… por naturaleza física, psíquica o
emocional… se encuentran indispuestos para cumplir cabalmente con un
combate sexamental…
118
Desgraciadamente la conducta sexual humana es altamente variable… que… a
veces… resulta extremadamente insoportable o extremadamente dificultoso
responder adecuadamente a nuestra pareja…
Pero… que quede bien claro… es un esfuerzo de los dos… no sólo de uno…
recuerden que una sola golondrina no hace verano…
119
Ahora bien… cuando lo que se manifiesta es la segunda razón…
Pues se dice que es debido a las numerosas alteraciones físicas y/o psíquicas
que se presentan en las motivaciones, en los rendimientos e incluso en las
necesidades eróticas específicas de los personas.
A tal punto… que los estudiosos en este tema… la han encapsulado en dos
grandes bandos:
Los que reaccionan de forma menos positiva ante los estímulos sexuales
y tienden a evitar la actividad sexual.
Ya hablando más en pasta… los que no sufren y los que sufren de alguna forma
de disfunción o trastorno sexual…
O sea… que hay hombres y mujeres que pueden presentar alguna alteración
persistente en su organismo o en su mente que incide y les afecta su conducta…
interés… y respuesta sexual esperada…
Y... a este tipo de alteraciones… es que nos vamos a referir en esta conversa…
ya que… con la razón anterior… la buena disposición y decisión de la pareja para
superarla es suficiente… en cambio… con ésta… se requiere de un tratamiento
más específico y especializado…
120
Ya en la terminología médica… estas alteraciones se diferencian en “orgánicas”
o “psicológica-funcionales”.
Es fácil decir que una relación sexamental se inicia con el deseo mutuo… el que
nos lleva a la excitación… y culmina con al orgasmo de ambos… lo que conlleva a
un final adecuado del encuentro íntimo… y a quedar plenamente satisfechos…
121
Una autoimagen negativa carente de habilidades sociales ante las demás
personas y… específicamente… ante nuestra pareja.
Un trastorno de personalidad.
Pero… todavía falta para llegar a una conclusión definitiva… aunque algunos
resultados indican que esta indisposición las sufren alrededor de un 63% de las
mujeres… en cambio los hombres sólo en un 40%...
123
Vaginismo… que no es más que la aparición… persistente o recurrente…
de contracciones voluntarias de la musculatura externo vaginal… las que
se asocian con un miedo irresistible… y relativamente irracional… a la
penetración.
Pero… las cosas puede que no queden hasta allí… pues se pueden complicar aún
más… si a ello se agrega una reincidencia y una rutina en los hábitos sexuales…
lo que nos podría llevar al cansancio y al aburrimiento…
126
Supongo que ya se habrán dado cuenta que la gran variedad de causales que se
presentan en las indisposiciones sexuales en hombres y mujeres… así como las
enmarañadas interacciones que se establecen entre dichas causales… hacen
difícil establecer una receta universal para su tratamiento… pues cada
indisposición debe tratarse de acuerdo a sus causas específicas, a las
diferencias individuales de quienes las sufren… y a las características socio-
culturales de su desarrollo y crecimiento como persona.
Pero… y como nunca falta un pero… para que ese cambio suceda… la persona
tiene que tener plena convicción y disposición… y… sobre todo… actuar…
Asimismo… se debe hablar claramente con la pareja… sin pudor y con mente
abierta… para que pueda comprender la situación y colaborar con el
tratamiento… pues… a medida que se incrementan los diálogos entre ambos… la
situación se va mejorando y la relación de pareja se torna más amigable… y…
hasta cierto punto… habrá mayor nivel de excitación… ya que… aunque no lo
creamos… es una forma de crear un clima sexual íntimo entre ambos…
127
Tomar la decisión de cambiar y emprender la acción para cambiar… esa es la
clave… independiente del tiempo que se tome…
128
NOVENO SECRETO
DESECHAR LOS MITOS Y TABUES SEXAMENTALES
Porque una relación de pareja no es una convivencia romántica que nos viene a
librar o a separar de los problemas de la vida cotidiana y los altibajos de las
personas… no…
Una relación de pareja es algo mucho más serio y requiere de mucha práctica…
pues su encanto y éxtasis hay que aprender a descubrir.
El rollo es que muchos hombres… así como muchas mujeres… no saben cómo
vivir en pareja… e inician este episodio existencial con sueños insostenibles y
expectativas irreales… y… lo peor del caso… es que no saben siquiera que
esperan dar y recibir en la relación…
Así como se lee… y es que suena bonito cuando escuchamos “soy toda tuya o
todo tuyo”… y… más bonito aún… “todo lo mío es tuyo”… pero eso… eso… no es
más que mero romanticismo… una forma de endulzarle el oído a nuestra
pareja… porque no es cierto… nadie… pero nadie… se da por entero a la otra
persona… siempre nos quedan cosas propias y privadas…
129
Y la relación de pareja no se trata de eso… no es dejar de ser uno mismo o una
misma… es consensuar dos personalidades muy… pero muy diferentes… en una
sola relación…
Por supuesto que no… salvo cuando eso se convierte en posturas de exigencias
e intransigencias hacia la otra persona…
Pero… volviendo con lo que estábamos… lo que eso significa… es que toda
pareja… por simple e inevitable ley de la vida… cambia forzosamente a través
del tiempo… cambian sus gustos, preferencias, necesidades e intereses…
porque la vida es dinámica y no estática… porque las personas tienen que
crecer y evolucionar… para bien o para mal… por tanto… siempre van a querer
más… siempre van a demandar más de su pareja…
Entonces… ¿cuál es la clave mágica de todo esto?… simple… hasta qué punto
ambos… hombre y mujer… están dispuestos a dialogar y consensuar sus
gustos… preferencias… necesidades y/o intereses de manera puedan
encontrar ese punto de equilibrio que les permita alcanzar satisfacción por lo
que dan y lo que reciben… a sentirse realizado o realizada con su pareja tal
cual es en cada etapa de su vida…
Me explico…
Es muy cierto e indiscutible que todo lo bueno que se pueda decir y encontrar
en una relación de amistad… es igualmente aplicable… sin qué quitarle ni qué
ponerle… a una relación sexamental con amor… pero…
Porque con un amigo o amiga podemos compartir cosas íntimas… muy cierto…
pero no vivimos con él o ella nuestra intimidad… nuestro día a día… no
compartimos… de manera conjunta y recíproca… el mismo techo… ni los mismos
intereses y metas… ni la solución de todos nuestros problemas económicos, de
salud o personales… ni constituimos con él o ella una familia y un hogar… cada
quien vive su vida de manera independiente y particular… bajo sus propios
intereses y reglas…
Ni quiera la araña…
131
Lo que trato de enfatizar… es que… en una pareja… la cercanía física,
emocional y existencial es continua y compartida día tras día… es una lucha
constante por encontrar ese punto de equilibrio y consenso en el que sea
posible convivir en armonía y unidad con nosotros o nosotras mismas y nuestra
pareja…
Simple… porque tanto el hombre como la mujer desean que su pareja hable…
piense… y se comporte de acuerdo a sus ideas de perfección e intereses
personales… y se olvidan que… aunque sean y vivan como pareja… siguen
teniendo su propia forma de ser… siguen siendo una persona única e
imperfecta… y son, ante todo, personas interdependientes… no dependientes…
ni esclavo o esclava de su pareja… ni propiedad de nadie…
132
Porque todo el romanticismo que se vive y practica durante el noviazgo… se ve
afectado y limitado por la proximidad y el contacto diario que se da en la vida
de pareja… además de todos los inconvenientes y problemas que surgen por la
cotidianidad de la sobrevivencia social… pero… esto no quiere decir que el
romance debe morir… no… porque cuando el encanto que los unió como pareja
se termina y es reemplazado por la rutina de la vida diaria... obviamente que el
enfado, la infelicidad y el hastío afloran… y declaran el fin de la relación… o…
en muchos casos… institucionalizan una vida insípida de pareja por conveniencia
o apariencia.
Por eso es que una pareja debe aprender a enamorarse de por vida… pero no
como un instinto o como un proceso automático de hágase la luz y la luz se
hizo… ni por un descalabro de la conciencia de pareja que es y debe ser una
obligación el corresponderse… no… mi muchachitos y muchachitas… este
enamoramiento debe darse a través del descubrimiento de cualidades dignas
de ser amadas y el encuentro de una armonía compartida que provea
satisfacción mutua…
Es cierto que hay sus cuatro locos y locas que dicen estar “locamente
enamorados o enamoradas” y apenas acaban de conocer a la prójima o
prójimo… y piensan que han encontrado el verdadero “amor romántico” y que
podrán mantenerlo…
Si comenzamos a indagar con nuestras amistades… nos vamos a dar cuenta que
cuando se vive en pareja… más rápido que veloz se descubre que la otra
persona no tiene todos los atributos del héroe o heroína de nuestros sueños...
pero lo más significativo de este descubrimiento… es que… si realmente
amamos a esa persona y deseamos perdurar esa relación… tenemos que ser
capaces de ajustarnos a esa realidad…
No hay que caer en el juego patriarcal de buscar con afán una compañera que
nos dé ternura y seguridad… que sea la madre ideal para nuestra prole… que
nos haga charchalear en la cama con los placeres sexuales más exóticos de la
fantasía porno... tampoco en la fantasía del compañero “príncipe azul” que será
el padre y la pareja ideal de nuestro castillo encantado… el sostén y proveedor
abundante de la familia… el amante sexual experto… porque… ambas
pretensiones… son realmente anormales... muy distantes de la realidad social
en la que vivimos…
Pues una persona puede ser racional y responsable en unos aspectos de la vida,
pero abandonada e irresponsable en otros… la clave está en que no llegue a
sentirse atrapada en la agonía de una relación sexamental que la consuma toda
de manera caótica y la haga infeliz.
Por otro lado… al entablar una relación de pareja… hay que tener mucho
cuidado cuando las similitudes e intereses, tanto culturales como sociales, son
extremadamente diferentes en ambos, porque… lo más probable… es que esa
disparidad en sus condiciones sociales les causen conflictos y alejamientos
como pareja… sea porque tengan serias diferencias en sus perspectivas
económica o porque su nivel académico… o su carencia… se torne en materia
de discordia o complejos sociales en su vida real… y un chorro de etcéteras…
Las relaciones sexuales con otras parejas pueden deberse a que el hombre o la
mujer o ambos se sientan sexualmente frustrados… y… por eso… buscan en
otra u otro el placer que no pueden obtener de su pareja... en otros casos… el
problema no está en la relación de pareja, sino en la persona en sí… a veces el
hombre o la mujer se siente inseguro o insegura de su propio atractivo físico y
técnica sexual… y anda probando para demostrarse a sí mismo o misma que
puede atraer a otra persona y hacerla gozar en la cama... en otros casos
135
porque tal vez son tan intensos o intensas sexualmente que pocas o pocos
pueden seguir su ritmo en un combate... en otros por simple curiosidad de
querer saber cómo sería el combate con alguna persona en particular… en
otros lo toman como un antídoto para el aburrimiento… etcétera… etcétera…
etcétera…
El asunto es que las razones para tener y mantener relaciones extras son muy
variadas y diferentes... descubrirlas… es tarea particular y propia de cada
pareja…
Pero… algo que hay que aclarar muy bien… es que ningún hombre le quita la
mujer a otro hombre… así como ninguna mujer le quita el hombre a otra
mujer… porque el tener o no relaciones extras depende de la elección y
decisión de la persona… eso de que “se le metió como la pobreza”… no es más
que un cuento para minimizar y solapar la verdadera naturaleza y motivo de
esa o esas relaciones extras…
Lo importante en todo esto es que tanto el hombre como la mujer deben estar
conscientes de lo que van hacer… por qué y para qué lo van hacer… y las
consecuencias que se les puedan venir… de manera personal y en su relación de
pareja… al tener y mantener una relación extra… para que después no anden
con sentimientos de culpabilidad por lo que hizo y/o sigue haciendo ni salga con
la babada de echarle la culpa a la “debilidad de la carne”…
Una verdad básica que hemos repetido hasta la saciedad… es que una buena
relación de pareja no se da sola... se crea… y se crea en base a concesiones
mutuas… en compartir la vida de cada uno pero sin pretender dirigir la del otro
u otra… en ajustar mutuamente sus idiosincrasias…
Pero… cuidado… una relación de pareja es mucho más que la suma de estos
detalles...
Pues una relación de pareja sin amor… sin atracción… sin protección… sin
comprensión… sin consenso en cuestiones de gustos e intereses… se vuelve tan
estéril e insípida como una papa sin sal...
Pero… esto no quiere decir… que los dos “tortolitos” van andar siempre juntos…
pegados como llavero… pegados como mozotes… tampoco que van a ir juntos a
137
todos lados, que van hacer todo junto, que van a compartirlo todo... que van a
dejar de funcionar… de manera absoluta… como individuos y sólo van a poder
interactuar como pareja…
Porque ser una pareja amorosa implica tener la debida consideración hacia la
otra persona… y no causar que la relación se torne agotadora y tediosa… a tal
punto que… aunque estén juntos… se sientan desesperadamente solos…
Y con esa actitud lo único que podemos lograr es que surjan resentimientos…
que se promuevan peleas entre ambos...
Por eso… es sano que las decisiones más importantes que puedan tener impacto
en la relación de pareja… o en el hombre o en la mujer… sean tomadas de
manera conjunta... pero sin dejar de pensar de forma independiente.
Por lo general… nos cuesta o nos resistimos a entender que las demás personas
nos harán lo que nosotros o nosotras les permitamos que nos hagan… nos dirán
lo que nosotros o nosotras estemos dispuestos a prestarles nuestros oídos…
Hubo alguien que dijo una vez… que “la acción no siempre trae felicidad, pero no
hay felicidad sin acción”…
Traducido al cristiano…
La felicidad no está en hacer lo que nos gusta y nos plazca… la felicidad está en
que nos guste lo que hacemos…
Por tanto… la felicidad no puede ser un fin… ni una meta… de la vida en pareja…
tampoco un estado permanente de satisfacción… de sentirse realizado por los
logros alcanzados…
Parte inevitable de la vida son los problemas, los trastornos emocionales, las
desilusiones y las frustraciones… así como lo son las soluciones a los
conflictos, las emociones positivas, las ilusiones y los logros alcanzados…
Lo que influye en nosotros o nosotras no son las cosas que ocurren… o que
hacen o nos hacen los demás… sino la interpretación que hacemos de las
mismas y el grado de importancia que les damos lo que nos arrastra a
complicar y amargar nuestra existencia…
Y créanme…. no hay nada más desagradable que una vida en pareja sin amor…
una relación mantenida por miedo, culpa u obligación... el resultado… es simple…
una relación vacía, hueca, que dura sólo por presiones sociales, o “por el bien
de los hijos e hijas”.
Podrá ser una excusa para retrasar su separación… pero tarde o temprano… la
pareja se va a separar… o… en el peor de los casos… seguirán viviendo juntos
por mera conveniencia o prejuicio… pero sin nada de amor ni pasión
sexamental…
Así que… por fa’… no los embarren en sus conflictos… una relación de pareja
sólo la pueden mejorar o salvar el hombre y la mujer…
Y… ¿cómo?
141
Por eso… es tan vital e imprescindible… para mantener la unidad y estabilidad
de la pareja… el no atragantarse con las cosas que no nos gustan o que nos
incomodan en la relación… pues sólo así… somos capaces de entender…
comprender… y tolerar… a nuestra pareja…
Ahora… y ya para terminar… quisiera poner algunos puntos sobre algunas íes…
Primero… las parejas no deben vivir “pegoteados” como chicle… por fa’… dense
mutuamente una cuota importante de libertad y espacios...
Tercero… no olviden que toda persona es capaz de atraer y ser atraída por
otras personas… no se duerma en sus laureles… ni den por cierto que ya tienen
comiendo de su mano a su pareja…
142
Cuarto… las parejas deben aprender y afirmar su capacidad de negociar,
ajustar y evitar roles rígidos o imperativos… lo que… por supuesto... requiere
de mucha madurez en ambos para aceptar su cuota de responsabilidad en pro
de su propia felicidad…
Quinto… ser pareja no es sinónimo de ser sajurín… así que… mis queridos y
queridas jóvenes… cero lecturas de mente… cero estar adivinando lo que está
pensando o sintiendo la otra persona… cero intentos de convertir el uno al otro
en “una mejor persona”…
Y… por fa’… nunca olviden que… cuanto más similares sean los intereses de la
pareja… más fácil les será alcanzar metas mutuamente agradables…
143
CONCRETANDO
AMAR, PERO TAMBIEN SER AMADO
Amar… es una bella experiencia… que nadie debe perderse durante su estadía
en esta vida…
Pero… entendamos bien… que no sólo se trata de amar… sino también de ser
amado… pero con dignidad y reciprocidad… porque nadie… pero nadie… debe ser
mendigo de sentimientos… ni arrastrarse por una limosna de afecto…
Por eso… creo que el siguiente poema… con el que cerramos toda esta
verborrea… nos viene como anillo al dedo…
Amarnos es…
encontrarnos orgásmicamente
sin barreras ni medidas,
que nuestras almas aprendan
a estar aquí y ahora…
no en el pasado.
Amarnos es…
aprender a transformar
los venenos en miel…
aprender a compartir
nuestras cosas,
nuestras vidas,
nuestro todo,
lo bello que tenemos,
de manera positiva
y sin esconderlo.
144
Amarnos es…
no pensar qué somos,
ni estancarnos en los prejuicios,
ni en el qué dirán.
Amarnos es…
ser uno en la nada,
donde el amor fluya
sin temor al fracaso…
aunque se equivoque…
sin temor a desaparecer…
aunque se aleje…
sin temor a la muerte…
aunque se acabe.
Amarnos es…
entregarse sin dudas,
como una experiencia vivaz
para que nuestras almas
puedan evolucionar…
como una única manera
de conocer y vivir el amor
en una eternidad finita.
145
BIBLIOGRAFIA
De algunos escritos logré recopilar los datos para citarlos “formalmente”, pero
de otros, lamentablemente, no, aunque de todas formas a todos ellos les estoy
muy agradecido por haber contribuido con este mi intento de libro, que espero
sea de utilidad.
Bien, voy a iniciar esta lista de agradecimientos con los escritos sin muchas
referencias:
146
k. “El lenguaje de los gestos” de Sandra Ma. Cerro, 2006.
l. “El original árabe del Kama Sutra español” de Luce López-Baralt, 1990.
9. Malla, Kalyana, Ananga Ranga, Long seller S. A., Buenos Aires, Argentina,
2004.
12. Templar, Richard, The Rules of Love, Pearson Education Inc., Estados
Unidos, 2008.
148
Al comenzar a locurear sobre el contenido de los 9
Secretos de la Kamanostra, me pregunté una y otra
vez si tenía sentido el escribir un libro más sobre
sexualidad… dicho en mi tapabulario… sobre relaciones
sexamentales… y si tenía sentido, porque, a pesar que
existen chorrocientos de escritos sobre sexualidad, el
sexo sigue siendo objeto de controversias y prejuicios
en nuestras sociedades latinas.
Bajo el entendido que “una relación de pareja no es tarea fácil y sólo logra ser
verdadera y auténtica cuando ambos, juntos y a la vez, luchan y se esfuerzan
para que así sea, sin importar que tan difícil y dolorosa pueda ser”, me lancé a
parir este libro, pero tratando fuera un poco diferente a los demás, que no
fuera tan del montón, pues consideré que era importante y necesario
contribuir a que hombres y mujeres reconozcan su derecho a disfrutar
plenamente de su sexualidad sin el velo del “pecado de la concupiscencia”, pero
de manera responsable y honesta con ellos y ellas mismas… y con sus parejas.