Tema Apropiacion Ilicita
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Tema Apropiacion Ilicita
Introducción
En el Perú, estaba regulada en el artículo 346 inciso 6 del Código Penal de 1862.
En el Código Penal de 1924, la apropiación ilícita se encontraba prescrita en los
artículos 240 al 242. Actualmente el delito de apropiación ilícita, también
conocida como delito de apropiación indebida, está tipificado entre los artículos
190 al 193 del Código Penal de 1991.
2. Concepto
Las figuras penales que presenta el Código Penal Peruano de 1991 son las
siguientes:
Cuando el agente se apropia de bienes destinados al auxilio de poblaciones que sufren las
consecuencias de desastres naturales u otros similares la pena será privativa de libertad
no menor de cuatro ni mayor de diez años.
Puede ser cualquier persona que después de haber recibido el bien mueble, en
virtud de un título no traslativo de propiedad, es decir, que se transmita
solamente la posesión inmediata, tiene la obligación de devolverlo, entregarlo o
darle un uso determinado.
El sujeto activo debe haber entrado en posesión del bien apropiado con la
obligación de su posterior devolución o entrega, por lo que respecto del bien hay
dos momentos: uno lícito, que es la entrega en posesión legitima del bien y el
otro ilícito que es la no devolución, en la que existe el ánimo de apropiarse
indebidamente el bien. [10]
Es importante tener presente, “para que se configure el delito de apropiación
ilícita es necesario que el agente realice actos de disposición del bien mueble
que le ha sido entregado en posesión, tenencia o uso, con la obligación de
devolver, por lo que la falta de estos elementos hacen atípica la conducta y ante
la ausencia de tipicidad no existe antijuridicidad ni agente culpable”[11].
Es el titular de los bienes muebles, objeto del delito, pudiendo ser cualquier
persona física o jurídica.
Roy Freyre[14] señala que es sujeto pasivo en este delito, la persona titular del
derecho real con quien debió cumplirse con la obligación de devolverle la cosa,
o la persona por cuenta de quien se asumió la obligación de entregar el bien
mueble a otro.
Víctima o sujeto del delito de apropiación ilícita será cualquier persona natural o
jurídica con la única condición de ser la propietaria del bien mueble, dinero o
valor entregado por título legítimo al agente, para después ser devuelto o
entregado a una tercera persona o hacer un uso determinado del bien[15].
Martínez Huamán[16], analizando la Casación 301-2011, Lambayeque, sostiene
que “resulta totalmente acertada la posición establecida en la Casación, pues
muchas veces se entendía que el sujeto pasivo del delito resulta ser el propietario
del bien, cuando dicha situación no es la que el delito establece de forma
excluyente. Es decir, muchas veces sucede que la persona que cede el bien con
un título que obliga a devolver o entregar el bien, y que enmarca el ámbito de
actuación de la persona a la cual se le entrega el bien, no necesariamente tiene
que ser el dueño (o propietario), pues podría ser una persona distinta a quién
legítimamente se le haya entregado, a su vez, el bien mueble. Es a dicha persona,
no propietario, a la cual el sujeto pasivo afectaría en su posibilidad de
disposición. Este último –afectado con la disposición ilícita que realiza el agente
-es el sujeto pasivo del delito”.
El núcleo del tipo está representado por el verbo “apropiar”. Dicho verbo
constituye la esencia del delito de apropiación ilícita.
Quintano Ripollés[17] indica que conviene dejar bien sentado que el nombre
“apropiación” equivale a convertir algo ajeno en propio, debiendo entendérsele
como sinónimo de “adueñamiento”, por lo que están eliminadas de la
apropiación indebida los usos abusivos y aun los dañosos que no presupongan
el hacer suya la cosa.
Es necesario tener presente en el delito de apropiación ilícita, dos momentos:
Por otro lado solo se producirá la obligación de devolver algo que previamente lo
haya recibido, ya que si no se prueba que el sujeto activo lo haya recibido en
términos no violento, entonces estaremos ante un delito de robo o hurto[20].
Debemos señalar que esta apropiación indebida debe recaer, respecto a un bien
mueble, dinero o un valor.
BIENES MUEBLES
Artículo 886.- Son muebles:
5.- Los títulos valores de cualquier clase o los instrumentos donde conste la adquisición
de créditos o de derechos personales.
8.- Las acciones o participaciones que cada socio tenga en sociedades o asociaciones,
aunque a éstas pertenezcan bienes inmuebles.
Por otro lado la Ley de Garantía Mobiliaria, Ley 28677, en el artículo 2.4,
refiriéndose a bien mueble, precisa: “Bien mueble: cualquier bien mueble o
conjunto de bienes muebles, de acuerdo a la enumeración que contiene el
Código Civil y la presente Ley. Para efectos de esta Ley, también se consideran
bienes muebles las naves y aeronaves, los pontones, plataformas y edificios
flotantes, las locomotoras, vagones y demás material rodante afecto al servicio
de ferrocarriles”.
Cuando el artículo 190 del Código Penal, se refiere a valor, debemos entender a
los objetos de comercio que contienen en sí mismos la expresión de su importe y
que representan determinadas sumas o intereses, y además, son materia de
contratación en bolsa.
Por otro lado el Código Civil, señala en el artículo 1824: “El depositario
responderá por el deterioro, pérdida o destrucción del bien cuando se originen
por su culpa, o cuando provengan de la naturaleza o vicio aparente del mismo,
si no hizo lo necesario para evitarlos o remediarlos, dando además aviso al
depositante en cuanto comenzaron a manifestarse”.
Obligaciones del dueño de los bienes o negocios. Artículo 1952.- Aunque no hubiese
ratificación expresa, el dueño de bienes o negocios que aproveche las ventajas de la
gestión, debe cumplir las obligaciones que el gestor ha asumido por él en nombre propio
y hacerse responsable de ellas; reembolsar los gastos efectuados por el gestor con los
intereses legales generados a partir del día en que se han realizado; e indemnizar los
daños y perjuicios que haya sufrido el gestor en el desempeño de la gestión.
La misma obligación le concierne cuando la gestión hubiese tenido por objeto evitar
algún perjuicio inminente, aunque de ello no resultase provecho alguno.
Responsabilidad del gestor. Artículo 1953.- El juez apreciará las circunstancias que
indujeron al gestor a encargarse de la gestión para fijar la amplitud de su responsabilidad,
establecer el monto de los gastos que deban reembolsársele y fijar la indemnización por
los daños y perjuicios que hubiere sufrido en el desempeño de la gestión.
Por otro lado tenemos las consideraciones, que la doctrina penal ha desarrollado,
con respecto a lo que se señala como título en el Código Penal. Así, el maestro
sanmarquino Roy Freyre[28], considera que “el vocablo título significa aquí
causa o fundamento de las citadas obligaciones”. Compartiendo su opinión indica
que dichos títulos no pueden ser sino “aquellos dados por el derecho privado para
regular los contratos y regir los derechos reales, siempre que no tengan por
objeto la transferencia de la propiedad”.
Gonzales Rus[30] citado por Reátegui Sánchez señala que “estamos en presencia
de un delito especial del que solo puede ser autor quien recibió el objeto
material en virtud de alguno de los títulos que se especifican en el precepto”.
Por otro lado la obligación de entregar debe incumplirse respecto a una tercera
persona, es decir, distinto al sujeto de quien recibió la cosa. En cambio,
la obligación de devolver se supone incumplida respecto a la misma persona que
se dio la cosa al agente[31].
La decisión cuestionada:
La sentencia de vista del veintitrés de agosto del dos mil once, emitida por la
Primera Sala Penal Superior de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, la misma que revocó la sentencia emitida por el señor Juez del
Sexto Juzgado Penal Unipersonal de Chiclayo, que condenó a doña Jalli Jannan
Villarreal López, como autora del delito de apropiación ilícita, en agravio de la
empresa Rinti Sociedad Anónima y revocándola, la absolvió de los cargos
formulados en su contra.
8.3. Es preciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del
acreedor, del recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en su
propio y particular domicilio el bien en pago total o parcial del crédito.
8.4. En los dos últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los
bienes recibidos para apropiárselos –lo que es característico del hurto–, sino
que, simplemente decide quedárselos para sí, incumpliendo el deber de entrega
al propietario, cuya confianza defrauda.
8.6. No hay por tanto en el asunto ‘sub iúdice’, ni vacío legal ni posibilidad de
aplicación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco cabría –como
lo señala el Ministerio Público en el presente proceso penal- una absolución;
ocurre que el tipo de apropiación indebida o ilícita, comprende como agraviado,
en principio, al dueño de la cosa apropiada, cuando éste fuera quien entrega, al
acreedor insatisfecho, en cuyo nombre el sujeto activo no recibe el bien, en los
casos de recibo de pago total o parcial, situación que la doctrina jurisprudencial
de la Corte Suprema de Justicia del Perú ha adoptado.
Comentario:
5.4. Consumación
5.5. Pena
El artículo 190 del Código Penal, en su primer párrafo, establece la pena
privativa de la libertad es no menor de dos ni mayor de cuatro años.
[5] Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial. Delitos contra el
Patrimonio. Volumen II, 4° edición. Editorial Grijley. Lima 2010. p.214-215.
[6] Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial, Delitos
contra la vida, contra el patrimonio y otros. Instituto Pacifico. Primera Edición.
Lima. Julio 2015.p.391-392.
[7] Hugo Vizcardo, Silfredo Jorge. En Estudio Dogmático jurídico de los delitos
patrimoniales de retención en el Código Penal Peruano. Revista Jurídica
“Docentia et Investigatio” Facultad de Derecho y Ciencia Política. U.N.M.S.M.
Vol. 16. N° 1. revistainvestigación.unmsm.edu.pe/
[12] Queralt Jiménez, Juan Joseph, citado por Paredes Infanzón Jelio. Ob. cit. p.
260.
[13] www.pj.gob.pe.
[14] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón Jelio. Ob. cit. p.261.
[17] Quintano Ripolles, citado por Hugo Vizcardo. Silfredo Jorge. En ob.cit. p.
68.
[21] Queralt Jiménez, Juan Joseph. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob.
cit.263.
[22] Rojas Vargas, Fidel. Código Penal. Dos décadas de jurisprudencia. Ara
Editores. Tomo II. Lima. 2012. p. 567-568.
[28] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzon, Jelio. Ob. cit.
p.270-271.
[30] Gonzales Rus, Juan José. Citado por Reátegui Sánchez, James. Ob. cit. 400.
[31] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob.cit. p.
271.
[36] Sainz-Pardo Casanova, José Antonio. Citado por Reátegui Sánchez, James.
Ob. Cit. p. 414.
[38] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob. cit. p.
276.
[39] Bramont-Arias Torres, Luis Alberto. Manual de Derecho Penal. Parte
Especial. 4° Edición. Editorial San Marcos. Lima. 1998. p. 114.
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