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Los Nuevos Paradigmas Periciales

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    TEMA: LOS NUEVOS PARADIGMAS PERICIALES

Alvaro Garganta, es abogado, posee 30 años de antigüedad en el Poder


Judicial de la Provincia de Buenos Aires,

En la actualidad trabaja  como Fiscal de Instrucción en el


Departamento Judicial de La Plata y se desempeño 8años como
Relator Letrado de un Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia.

Ejerce la actividad docente desde hace mas de veinte años, y en la


actualidad dirige la Licenciatura en Seguridad Publica de la
Universidad Católica de La Plata, y se desempeña como profesor de
derecho Procesal Penal y Derecho Penal en dicha casa de
estudios.        

  Nuevos pardigmas periciales.

No puede entenderse acabadamente el rol del perito forense, sino se


entiende correctamente el marco en que actúa.

 
Los avancen en el campo de los Derecho Humanos y la Victimología,
desafiaron al Derecho a adaptar los procesos a esta nuevas realidades.
Estos cambios estructurales inciden directamente en la forma de
trabajar de los peritos forenses, pues si no detenemos claro como será
nuestro rol, difícilmente podremos hacer una estrategia adecuada de
abordaje judicial. Aquí, no se tiene la libertad de la clínica, hay que
someterle a las reglas de esa raza maldita de los abogados.

El derecho penal en el sentido que lo conocemos actualmente, se


desarrolla a partir del nacimiento del estado nación moderno.

Este que expropio el conflicto a las víctimas. Recuérdese que desde la


ley de Talión, ojo por ojo diente por diente, paulatinamente se fue a
groso modo reduciendo la participación de la víctima en los proceso,
siendo con la creación de los estados nacionales el punto mas critico.
Para luego mas recientemente, al empezarse a reconocer a las
víctimas algún derecho, primer con los derechos colectivos luego de
las grandes guerras. Hasta llegar a la actualidad, donde logra un rol
preponderante y respetuoso del derecho dd defensa.

Se tratan en el estado moderno de un método de resolución de los


conflictos sociales que interesan sobremanera al estado por atentar
contra las bases mismas de la organización social o por poner en
peligro la paz entre sus súbditos.

 
En este esquema de oficio se  persigue al autor del delito,
contradictor de su ley, por intermedio de un órgano que crea, y a los
cuales faculta para ello a fin de lograr la pena estatal, sin importar
para nada la víctima, cuyo problema es solamente utilizado para
poder sancionar la infractor, al que violo la norma, a quien violó la
paz social. El ofendido es el estado, no la persona.

Esta persecución tenía como fin exclusivo la búsqueda de la verdad


como forma básica de administrar justicia, y esta verdad como interés
supremo justificaba todo tipo de violaciones a los derecho del
imputado.

Era un sistema inquisitivo.

En este esquema, que más allá de los nombres y actores rigio hasta
finales del siglo pasado, los peritos eran concebidos
fundamentalmente como “auxiliares de la administración de justicia”
o como “peritos del tribunal”.

Es decir expertos que ponen su conocimiento especializado al servicio


de las necesidades de convicción del Juez, sin considerar para nada
los intereses de las partes, como si los peritos fueran completamente
neutros o imparciales respecto de ellas.

Por ello, no cualquiera podía ser perito, sino solo aquellos que se se
hubieran acreditado ante los tribunales y que se hubieren inscriptos
en las listas respectivas que atienen las cortes (dando garantías de
estar al servicio de los jueces y no de las parte) Consiente de esto
quien designaba al perito para el caso concreto era el tribunal
respectivo.

Esta lógica cambia de manera radical con el nuevo sistema, el


acusatorio, en el que los peritos son concebido como “peritos de
confianza de las partes” y no como “auxiliares del tribunal”

Al tal punto que la Sala 6 ta de la Cámara Nacional en lo Criminal u


Correccional de la Capital Federal declaró la inconstitucionalidad de
los art.254 y 259 del cppn en tanto que ordena una reglamentación
que limita la garantía de la defensa en juicio, para poder designar un
perito consultor de parte que no se halla inscripto en el listado del
fuero. (9-4-96 Castells, C JA 1997-I-458)

Esto quiere decir que son las partes las que deciden si si traen o no un
perito al juicio y a que perito concreto.

 
Y que es dicho en GRAJEAS de modo muy CONTRACTURADO  sistema
ACUSATORIO.

Mas allá de las especificas legislaciones provinciales y nacionales, el


sistema de pactos internaciones de derechos humanos, impide tener
un sistema de enjuiciamiento criminal que no respete esta pautas.

En el sistema acusatorio ya no se busca la verdad materia, sino la


verdad material, sino una verdad formal o procesal, fruto de un juicio
ORAL, PUBLICO Y CONTINUO, en oposición a los anteriores procesos
escritos, donde si bien no eran secretos, solo podían conocerlo y
entenderlos los operadores.

EL JUICIO ORAL enfrenta a la víctima y al victimario, en igualdad de


armas, porque en rigor ya no se trata de una infracción a la norma
sino un conflicto entre ellos.

Tanto la víctima, como el imputado o victimario, ven como en una


película lo que incrimina y lo que exculpa. Los juces son testigos
imparciales llamados a decidir, pero testigos del debate entre las
partes. El fiscal o el particular que ejerce la acción en nombre de la
víctima y la defensa del imputado.

Antes, lo que llamamos “investigación” es una etapa preliminar, no


hay “causa” solo un “legajo”, un “borrador” de los elementos que  el
Fiscal va recolectando para el juicio, diríamos “un machete”. Con un
juez que controla al solo efecto de dictar las necesarias interferencias
en las garantías constitucionales, allanamientos, intervenciones de
comunicaciones y actos irreproducibles.

Ya en esta etapa, los peritos dejan de estar al servicio del juez y


pasan a estar al servicio de las teorías del caso de quienes los
presentan. Con esto no quiero decir que los peritos deban ser
“serviles” a quienes los presentan, mucho menos que que puedan
“acomodar” espúmeamente la pericia en favor de las partes, el
proceso es más bien el inverso:

La decisión de la parte de haberlo presentado estará asociada al


hecho que el perito está dispuesto a afirmar en juicio, producto de su
mejor ciencia, algo consistente con la teoría del caso de quien lo
presenta, si no fuese así ¿Qué sentido tendría presentarlo?

Porque aca hay que aclarar, algo LO QUE SUCEDE EN EL LEGAJO EN EL


MACHETE O BORRADOR no puede ser incorporado al juicio, que es el
lugar propio de decisión, lo prohíbe explícitamente el sistema, porque
todo tiene que suceder en el juicio a la vista y  control del imputado y
vítima.

Es inherente al sistema que el perito llegue comprometido con una


versión de los hechos, debiendo descartarse la pretensión de la
cultura inquisitiva de cubrirlos con un muy discutible manto de
imparcialidad e idoneidad, otorgado por el HECHO DE QUE LA LEY ASI
LO DECLARE, que sean NOMBRADOS POR JUECES O QQUE  FIGUREN EN
LA LISTA DE LA CORTE.

Por el contrario el sistema acusatorio y/o ADVERSARIAL es el que le da


legitimidad, pues lo que hace es someter la imparcialidad e idoneidad
al EJERCICIO CONCRETO DE LA CONTRARICTIRIEDAD.

Así cambia el concepto de prueba pericial, que se debe entender, en


principio, como la realizada por un perito que comparece a juicio y
presta declaración ante el tribunal en forma directa, atreves del
examen directo y el contra examen de las partes.

Esto quiere decir que la declaración en juicio no puede ser sustituida


por declaraciones previas registradas en actas o por su informe
pericial escrito.

 
Como vemos esto representa un cambio radical respecto del sistema
pericial anterior, donde la prueba estaba centralmente constituida por
el informe escrito presentado por el perito y que se acompañaba en el
expediente. Esto es en principio inadmisible en el nuevo sistema.

Si el perito no comparece a juicio y no se somete a las preguntas de


examen y contra examen, NO TENEMOS PRUEBA PERICIAL. De hecho su
informe pericial en tanto tal, es inadmisible como prueba aún
concurriendo el perito al juicio, y lo que omita respecto de este es
como si no hubiese existido.

Esto no quiere decir que no tenga ninguna utilidad, ya que por ser una
declaración previa puede servir para refrescar la memoria o demostrar
inconsistencias, pero siempre a condición de que se someta a la
contradicción.

El sistema se flexibiliza, cualquier persona que  pueda acreditar


conocimientos relevantes en una determinada ciencia u arte puede ser
llevado a juicio oral, y el peso de su dictamen va a estar dado por el
peso especifico del profesional y no por la pertenencia a un
determinado cuerpo oficial o lista.

 
 

              Este cambio, verdaderamente copernicano, obedece a que el


proceso penal garantice efectivamente la defensa en juicio del
imputado, y a su vez, el esquema judicial se corresponda con la
racionalidad del estado democrático de derecho, en tanto se
establece una juego y equilibrio de poderes que debe articularse.

Así lo que obtenemos y buscamos no es ya la verdad materia, sino la


verdad procesal o formal. No es saber lo que paso a cualquier precio,
sino dentro de las posibilidades que da el sisma. Por que en rigor, si
en esta confrontación fallo el defensor, el fiscal o el perito, se podría
llegar a la impunidad en un hecho o a una condena absurda.

Pero ya el fin no justifica los medios.

Por eso, no veo inconveniente, en la pericia más delicada que tal vez
tenga que realizar un psicólogo forense.

La CREDIBILIDAD DE UN TESTIGO, COMO OBJETO DE PRUEBA.

NO SON pocos sus cuestionamientos, puesto que se alega que esta es


la “FUNCION ESPECIFICA DEL JUEZ” y es cierto, pero este como se
explico la realiza de modo diverso al PERITO.
 

ESTE (el perito) lo hace presentándole al tribunal los elementos


científicos que le permitan acercarse a los hechos, a la realidad.

El juez, lo hace valorando la realidad jurídica, judicial, que no es la


investigación de la verdad, sino su valoración  articulada, fruto de los
defectos o virtudes de las partes.

Solo queda en este caso otra objeción, pero de otra índole,

¿los peritajes que se hacen rutinariamente sobre la credibilidad,


respetan los límites constitucionales de protección de la personalidad?

Al respecto es un amplia la adquisición de prueba no pública, regida


únicamente por el interés del investigador y el perito, con un  control
judicial relativo. La investigación de ciertos rasgos de personalidad,
que tienen significación para la valoración de la conducta, exploración
del testigo y su entorno y tés de rendimiento.

No esta claro donde esta la diferencia decisiva desde el punto de vista


constitucional, entre el test de Roschach y un detector de mentira.

La psicología orientada a la investigación de la verdad, no está


actualmente sujeta a barreras normativas, cuando es utilizada en este
sentido.

PROBLEMA DE LOS ABOGADOS.

Puede que sea verdad un testimonio y con ello se llegue a una


condena, porque tal vez hasta ahora nadie allá planteado la
constitucionalidad de ello, y ahí los jueces pueden llegar a una verdad
formal distinta.

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