Manual Electro Estimulación
Manual Electro Estimulación
Manual Electro Estimulación
la Intervención de
Pacientes con
Trastornos de la
Deglución
Buenos Aires
Argentina
2018
Bases conceptuales.
Fisiología y Fisiopatología de la deglución.
Bases conceptuales: Fisiología y fisiopatología de la deglución.
Deglución normal.
Etapa anticipatoria.
Etapa bajo la cual se describe una serie de eventos sensoriomotrices previos al ingreso del
alimento a la cavidad oral, entre los cuales encontramos movimientos labiales y mandibulares de
anticipación, aumento de la secreción de glándulas salivales, aumento de actividad gástrica, entre
otros. Cambios atribuidos a la respuesta de nuestro sistema nervioso a los estímulos del medio
asociados al proceso de alimentación (Shune, 2016).
Etapa Faríngea.
En esta etapa se desarrolla una serie de acciones destinadas a favorecer la protección de la vía
aérea, las cuales en su conjunto constituyen el reflejo de deglución, el cual se inicia con el contacto
del bolo con la región del itsmo de las fauces. Entre estas acciones, encontramos:
Por las características de ésta etapa y la gran cantidad de acciones relacionadas al reflejo de
deglución, presenta una gran cantidad de músculos asociados a su función, discutiéndose aún la
real participación de algunos de ellos, en especial en relación a aquellos asociados a la elevación
laríngea.
El ajuste de la posición del velo del paladar es realizado por cinco músculos. El músculo elevador
del velo del paladar y el palatogloso elevan el velo del paladar y permiten el cierre de la
nasofaringe (plexo faríngeo y XI par craneal). El tensor del velo del paladar, tensa el velo del
paladar y permite la dilatación de la trompa de Eustaquio (V par craneal). El músculo
Palatofaringeo permite el descenso del velo del paladar (plexo faríngeo y XI par craneal) y
finalmente la úvula que facilita el acortamiento del paladar blando (XI par craneal).
El cierre de la vía aérea (X par craneal) y la elevación hiolaringea es fundamental en los procesos
de protección de la vía aérea y del vestíbulo, destacando en esta última la participación de cuatro
músculos:
M. Genihioideo: Presenta como origen la espina mentoniana inferior (Apófisis geni inferior),
insertándose en la región o cara anterior de hueso Hioides. Su contracción y acortamiento empuja
al hueso Hioides en dirección de la apófisis geni inferior, permitiendo una elevación y
adelantamiento del mismo (XII par craneal).
M. Hiogloso: Músculo suprahioídeo cuyo origen se encuentra lateralmente en la cara anterior del
hueso Hioides extendiéndose por toda la superficie del cuerno mayor, insertándose lateralmente
en la lengua entre los músculos estilogloso y longitudinal inferior. Al igual que los músculos antes
descritos participa de la elevación del hueso Hioides llevándolo en dirección de la región lingual
inferior (XII par craneal).
La peristalsis faríngea se sustenta en la participación del nervio vago (X par) y espinal accesorio
(XI), los cuales permiten la función de los músculos constrictores, facilitando el direccionamiento
del bolo hacia el esfínter esofágico superior, constituido por el músculo cricofaríngeo, el cual por la
acción conjunta de la mecánica laríngea asociada al reflejo de deglución (ascenso y
adelantamiento) más la presión radial generada bolo alimenticio se abre y permite su paso al
esófago.
Etapa Esofágica.
El esófago es una estructura distensible, con una longitud promedio de 20 a 25 cm, situada entre
C6 y T12. Presenta un esfínter superior y uno inferior. De proximal a distal varía su musculatura,
presentando musculatura estriada en el tercio superior y músculo liso en los dos tercios restantes.
Su actividad permite el transporte del bolo alimenticio hacia el estómago.
El control de la deglución se realiza en diversos niveles de control desde la corteza hasta el bulbo
raquídeo, que permiten el control de la musculatura estriada que participa de este proceso. De
esta forma, junto a la participación del V, VII, IX, X, XI y XII pares craneales, los cuales proporcionan
la información motora y sensorial, se logra la realización del complejo proceso de control y
coordinación de las contracciones bilaterales asociadas a la musculatura de la deglución permite el
paso del bolo alimenticio
Toda la información sensorial confluye finalmente en el tracto solitario llegando al núcleo del
mismo nombre (NTS), el cual, junto a la información aferente relativa a las estructuras
orofaríngeas (Mecánicos, térmicos y químicos) también recibe fibras descendentes desde la
corteza y centros subcorticales permitiendo finalmente la adecuada coordinación de los
componentes o procesos voluntarios y reflejos de la deglución (González & Bevilacqua, 2009).
En base a lo antes descrito, se plantea la existencia de un centro generador del patrón deglutorio
en la formación reticular adyacente al NTS y al núcleo ambiguo, explicándose así la serie de
procesos no volitivos asociados a la etapa faríngea, cuya secuencia resulta invariable en
comparación a la variabilidad existente en las etapas previas, los cuales al igual que los centros
relativos a la respiración, función altamente relacionada con el proceso deglutorio, se encuentran
en la región dorsomedial y ventrolateral del bulbo raquídeo.
Imagen. Fisiología de la deglución. Análisis fisiológico (Starke, H. 1977 en W. Webb & R. Adler, 2010)
Trastornos de la deglución: Disfagia.
La disfagia corresponde a la alteración en cualquiera de las etapas del proceso de deglución como
consecuencia de diversos factores (neurológicos, mecánicos, psicológicos, etc). Si bien no se
considera un cuadro médico primario, podemos encontrarla en asociación a diversos cuadros
clínicos y en diversas formas, motivo por el cual, tiende a ser descrita en base a las características
clínicas (signos clínicos) relativas a las alteraciones fisiológicas que inciden en el transporte del
bolo alimenticio desde la cavidad oral hacia el estómago.
Los trastornos de la deglución pueden originarse como consecuencia de diversos factores, motivo
por el cual, podemos encontrar diversos criterios de clasificación de los mismos, encontrando
criterios patogénicos (Mecánica / Neurológica), clínicos (Orofaríngea / Esofágica) o por grado de
severidad (leve, moderada, severa). En estricto rigor, cualquier alteración que afecte el proceso de
transporte del bolo alimenticio puede ocasionar una alteración del proceso de deglución, situación
que finalmente determina la existencia de subtipos de disfagias asociadas a diversos criterios.
Entre estas alteraciones encontramos:
Tabla. Exploración y abordaje de disfagia secundaria a vía aérea artificial. (Fernández, Peñas,
Yusted, & Díaz, 2012)
2.2 Incidencia y prevalencia.
2.3 Consecuencias.
Las alteraciones asociadas a la presencia de disfagia se pueden subdivir en dos grandes grupos, las
complicaciones asociadas a la calidad de vida que tienen directa relación con la integración social
del paciente con trastorno de la deglución y aquellas relativas a la fisiopatología misma del
trastorno, donde encontramos dos subgrupos, el primero asociado a las alteraciones provocadas
por la presencia de alimentos y secreciones digestivas y faríngeas en la vía aérea, las
consecuencias directas y casi inmediatas se relacionan a alteraciones respiratorias como
insuficiencia respiratoria aguda (aspiración de un alto volumen del bolo alimenticio, obstruyendo
la vía aérea e impidiendo la respiración) y neumonia aspirativa (Complicación más grave asociada
a los trastornos de la deglución) El segundo subgrupo se asocia al escaso aporte de líquidos y
nutrientes, estos pueden conducir a la presencia de estreñimiento, deshidratación y desnutrición.
Si bien cada subtipo se asocia a distintas consecuencias, un mal manejo de ellas puede conducir a
la muerte del paciente.
Neumonia aspirativa:
Corresponde a la alteración más severa relacionada a la disfagia, siendo una de las formas más
comunes de neumonías adquiridas en la comunidad, presentándose en 4-8/ 1000 pacientes
hospitalizados, siendo mortal en el 20-65% de los casos (Smith-Hammond & Goldstein, 2006). Su
desarrollo se relaciona al paso de contenido alimenticio a la vía aérea, reconociéndose dos
posibles situaciones, la penetración laríngea donde el bolo alimenticio se mantiene sobre el nivel
de las cuerdas vocales y la aspiración propiamente tal, donde el contenido ingresa a la vía aérea
por debajo de las cuerdas vocales, la cual puede generar la presencia de signos clínicos o
presentarse de forma silente, situación que dificulta el diagnóstico y determinación de la severidad
del cuadro durante la evaluación clínica.
Los pacientes en los que existe penetración durante la VFC tienen un riesgo cuatro veces mayor de
neumonía aspirativa, los que aspiran multiplican el riesgo por 10 y en aquellos en los que la
aspiración es silente el riesgo es 13 veces mayor (Camarero, 2009).
De acuerdo a González y Bevilaqua, 2009, dependiendo del momento en que se produce el paso
del contenido a la vía aérea en relación al reflejo de deglución se puede reconocer tres tipos de
eventos aspirativos:
Toda evaluación fonoaudiólogica de la deglución se debe realizar de forma exhaustiva, es por esto que
comprende de un examen clínico y otro instrumental.
Evaluación Instrumental
Videofluoroscopía
Beneficios
Riesgos
Ocasionalmente, los pacientes pueden ser alérgicos a los saborizantes agregados a algunas
marcas de bario. debido a esto es importante consultar al paciente y/o cuidador si ha
experimentado reacciones alérgicas luego de comer ciertos alimentos.
Si se produce un ingreso accidental de bario a la vía aérea inferior debido a que el paciente
aspiró durante la realización del examen, no se producirá ningún tipo de daño, sin embargo,
este puede ser visto en evaluaciones de imagen futuras.
Existe una minima posibilidad de que el bario quede retenido en el sistema gastrointestinal,
provocando un bloqueo. Por lo tanto, los pacientes que tienen una obstrucción conocida en el
tracto GI no deben someterse a este examen.
Las mujeres siempre deberán informar a su médico o al tecnólogo de rayos X si existe la
posibilidad de embarazo.
Nasofibroscopía
La Nasofibroscopía es otro tipo de examen que nos permite evaluar en tiempo real la deglución a
través de imagen. Esta es utilizada para la evaluación del mecanismo de la deglución a través de la
utilización de una fibra óptica flexible que ingresa por la cavidad nasal, baja por la faringe e ingresa a la
laringe, quedando por sobre las cuerdas vocales, permitiéndonos observar la faringe y laringe antes,
durante y después de la deglución.
Candidatos
Pacientes con comienzo agudo o repentino de disfagia con dificultad en la etapa faringea,
presentando problemas con el reflejo de la deglución y alteración en la protección de la vía
aérea.
Pacientes débiles.
Pacientes con contracturas musculares en las extremidades o severamente paralizados.
Pacientes postrados o con apoyo de ventilación mecánica.
Pacientes que requieren confirmación diagnóstica.
No candidatos
Pacientes con sospecha de disfagia por alteración en la etapa oral.
Oximetría de pulso
Método no invasivo que monitorea el nivel de saturación parcial del oxígeno en la sangre (SPO2). La
saturación en una persona normal se encuentra entre 98 y 100%, en un adulto mayor llega hasta un
95%, al igual que en pacientes fumadores. Si un paciente presenta una SPO2 menor de 90% estaremos
en presencia de una persona que presenta algún tipo de apnea. Dentro de las ventajas de este método
es que es muy rápido y fácil de aplicar. Este tipo de evaluación se encuentra contraindicada en
pacientes que presenten alteraciones a nivel de hemoglobina, pacientes con aumento en la pulsación
venosa y baja perfusión.
Auscultación cervical
La auscultación cervical es una evaluación subjetiva de la deglución que requiere de un fonendo para
su realización, su utilización se enfoca en la evaluación de los sonidos de la deglución antes y después
de la deglución, sumándose a éstos los sonidos de la respiración.
La evaluación consiste en posicionar el estetoscopio sobre la piel en la región de la laringe,
específicamente al lado lateral del cartílago tiroides. Una vez posicionado se procede a realizar la
ingesta de alimento con diferentes consistencias.
Este tipo de evaluación se puede realizar en pacientes que presenten disfagia causada por una lesión a
nivel del SNC o SNP, pacientes con alteraciones cognitivas o con alteraciones musculares. Además nos
permitirá conocer el progreso de la terapia.
Sonidos de la deglución
Sonidos respiratorios: Nos permitirá determinar la limpieza del sistema. Los sonidos
respiratorios se evaluán antes y después de la deglución.
Primer click: Se produce cuando el bolo alimenticio entra en la hipofaringe. Este se debe al
movimiento coordinado del cierre de las válvulas laríngeas y de la bomba lingual al acercarse a
la pared faríngea poniendo el tracto vcal en vibración.
Segundo click: Este precede a los sonidos propios de la deglución. Paralelo a primer click
aparece éste, el cuál es un sonido de la apertura del esfinter esofágico superior.
Radiografía de Tórax
Es el método de evaluación instrumental más antiguo, el cuál entrega detalles anatómicos de las
estructuras involucradas en la deglución. Una de las ventajas de este tipo de evaluación es su fácil
acceso en los servicios de salud y su bajo costo.
Su evaluación consiste en el estudio de la deglución por medio de radiografías que se toman de manera
consecutiva al momento de la deglución. Este tipo de evaluación es útil para determinar la presencia
de reflujo gastroesofágico.
Candidatos
Pacientes con sospecha clínica de aspiración.
Pacientes con apnea producto de reflujogastroescofágico.
Pacientes con sospecha de malformaciones u obstrucciones de la vía digestiva.
Para su realización se requiere de un equipo de Rx, bario radioactivo como medio de contraste en los
alimentos y alimentos en consistencia líquida, semisólida y sólida.
Evaluación clínica
La evaluación clínica consiste en una serie de procedimientos organizados que nos permitirán evaluar
la deglución y de esta forma obtener un posible diagnóstico, pronóstico y manejo terapeutico. Esta se
conforma de una serie de pasos estructurados previamente establecidos, los cuales serán nombrados a
continuación:
Anamnesis
La base de la evaluación clínica es la anamnesis, en la cuál se recaba información relevante del paciente
respecto a datos personales, historia médica, exámenes, evaluaciones realizadas por otros
profesionales y sintomas informados por el paciente y/o cuidador. A partir de esto, es importante
considerar la edad y las patologías de base que presente el paciente y que puedan afectar o sean las
directas responsables de la presencia de disfagia, lo que nos ayudará a establecer un posible pronóstico
para cada individuo. A su vez, es importante tener conocimiento respecto a si el paciente se encuentra
acompañado de familia o cuidadores, debido a que jugarán un papel fundamental en la recuperación y
apoyo de la terapia del paciente.
Dentro de las evaluaciones realizadas por otros profesionales y/o tratamientos que estos establezcan
es importante conocer si el paciente recibe tratamiento farmacológico y que efectos tienen estos en la
función de la deglución, ya que se sabe que algunos disminuyen la función salival o tienen relación con
la disfunción motora bucal. A su vez es importante conocer si el paciente recibió apoyo ventilatorio en
etapas agudas, exámenes radiológicos realizados, información nutricional y el tipo de dieta que recibe,
existencia de otros tratamientos, presencia de alteraciones motoras, trastornos de habla y lenguaje,
presencia de apraxia y fundamentalmente el estado cognitivo del paciente; entregándonos de esta
forma un conocimiento global del estado del individuo.
En este paso de la evaluación es importante tomar atención a estado de vigilia, atención y memoria del
paciente, pudiendo evaluar con screening cognitivos de corta duración y fácil manejo. Dentro de estos
podemos mencionar los screening cognitivos Montreal Cognitive Assessment (MOCA) el cuál ha sido
diseñado para evaluar disfunciones cognitivas de grado leve, dónde se examinan habilidades como
atención, concentración, funciones ejecutivas, memoria, lenguaje, capacidades visuoespaciales, cálculo
y orientación. Su tiempo de administración es de aproximadamente 10 minutos. El puntaje es de 30,
donde un puntaje igual o superior a 26 se considera normal (S/A, 2006)
Otro tipo de test cognitivo es el Addenbooke´s Cognitive Examination (ACE-R), el cuál evalúa 5
dominios cognitivos, los cuales son atención, memoria, fluencia verbal, lenguaje y función
visuoespacial. Este test presenta un tiempo de administración aproximado de 15 minutos y entre 2 a 5
minutos de corrección por parte del examinador. El puntaje total del test es de 100 puntos (M. Valles,
A. Cortés, J. Guiu, 2016)
Dentro de la observación clínica, es también importante observar la vía de alimentación que esté
utilizando el paciente, ya sea uso de sonda nasogástrica o nasoyeyunal, presencia de traqueostomía o
alimentación por vía oral con sus diferentes variables.
El primer paso de la evaluación anatomo – funcional del paciente es la realización de un examen oral
donde se evaluará el estado de las estructuras anatómicas, donde es importate conocer el estado de la
dentición y la simetría facial. A su vez es importante considerar dentro de esta evaluación el estado del
control motor oral de labios, lengua, mejillas, función mandibular y función velar. Además se debe
incluir la evaluación de la sensibilidad oral y la función faríngea correspondiente. Dentro de esta
evaluación es fundamental conocer y valorar el trabajo de los pares craneales involucrados en el
proceso deglutorio, debido a que como se mencionó anteriormente, los aspectos motores y sensitivos
cobran vital importancia, estos son:
o V Trigémino: masticación, sensibilidad de la cara, inervación del velo del paladar, paladar
blanco y laringe.
o VII Facial: entrega información sensorial del gusto 2/3 anteriores de la lengua, inervación
de la musculatura de la expresión facial.
o IX Glosofaríngeo: laringe (principamente su musculatura intrínseca), faringe y gusto en 1/3
posterior de la lengua.
o X Vago: paladar y musculatura extrínseca de la larínge.
o XI Espinal: úvula, paladar y musculatura cervical.
o XII Hipogloso: motricidad lingual
Antes de continuar con la valoración del proceso degluorio es fundamental investigar las posibilidades
que presente el paciente de generar protección de la vía aérea a través de tos, ya sea voluntaria o
refleja, evitando así posibles complicaciones post evaluación. Otra forma de valorar la presencia de
signos de penetración o aspiración es solicitar al paciente que degluta saliva y que posteriormente
emita una vocal por un par de segundos, logrando identificar de esta forma alteraciones en la voz que
nos indiquen la presencia de paso de contenido a la vía aérea. Si esta evaluación es positiva, no se debe
continuar con la valoración del proceso deglutorio mediante consistencias, debido a que podemos
poner en riesgo la vida del individuo (M. López-Villaseñor, 2010)
En esta evaluación se lleva a cabo la valoración de todas las etapas de la deglución, mediante la
administración de consistencias líquidas, semisólidas y sólidas. El orden de administración de las
diferentes consistencias y la cantidad entregada al paciente es un tema de discusión, y recae
específicamente en el evaluador el método utilizado para la entrega de esta, debiendo considerar
siempre el estado general del paciente.
Es así como se han creado diversos protocolos de evaluación que difieren en el tipo de información
recopilada, en el orden de ingesta de las diferentes consistencias, etc. Sin embargo, muchas son
capaces de entregar el grado de severidad de la disfagia que presenta el paciente, otorgando además
recomendaciones de alimentación según su grado de severidad.
GUSS se divide en 2 partes, una evaluación preliminar o prueba indirecta de la deglución y la prueba de
deglución directa que consta de 3 subpruebas. Estas 4 subpruebas se deben realizar secuencialmente.
Este screening presenta un sistema de puntaje en que los números más altos denotan un mejor
rendimiento, con un máximo de 5 puntos que se deben alcanzar en cada subprueba. Este máximo debe
conseguirse para poder continuar a la siguiente subprueba. Cada elemento de la prueba valora como
patológica (0 puntos) o fisiológica (1 punto). Dentro de los criterios para la evaluación de la deglución
en la prueba de deglución directa, se utiliza un puntaje diferente, es decir, a una deglución normal se le
asignan 2 puntos, una deglución retrasada se le asigna 1 punto, y a una deglución patológica se asigna
0 puntos. Los pacientes deben completar con éxito todas las repeticiones en la subprueba para lograr
una puntuación de 5 puntos. Si una subprueba resulta menor a 5 puntos el exámen debe ser detenido y
recomendar una dieta oral especial y/o se recomienda una mayor investigación por videofluoroscopía
o endoscopía de fibra óptica. 20 puntos es la puntuación más alta que un paciente puede obtener, y
denota la capacidad normal de la deglución y sin riesgo de aspiración.
Dentro de las consideraciones que se deben tener en cuenta al momento de comenzar con la
evaluación de la subprueba indirecta es que el paciente se encuentre sentado en la cama en una
posición vertical de al menos 60°. Esto se recomienda debido a que el paciente puede presentar una
apraxia, de esta forma el evaluador se asegura que el paciente es capaz de percibir la cuchara y las
texturas en frente de él. Además se evaluará vigilancia, tos voluntaria, carraspeo, deglución de saliva y
cambios en la voz.
El agua se espesa con espesante de comida instantánea en la consistencia de pudín. Se entrega como
primer bolo un tercio a la mitad de una cucharadita de este pudín, seguido por 5 o más medio-
cucharaditas. El evaluador debe observar al paciente de cerca después de cada cucharada. Se debe
terminar la evaluación si uno de los cuatro signos de aspiración es positivo (deglución, tos, babeo y
cambios en la voz).
A partir de 3 ml de agua en un vaso, el paciente debe ser observado de cerca al deglutir la primera
cantidad, cuando la deglución es exitosa, la prueba se continúa con cantidades mayores de 5, 10 y 20
ml de agua. Una prueba de 50 ml es la última tarea para el paciente.
Prueba deglución sólida
Un pequeño trozo de pan seco es el primer bolo al principio de esta subprueba. El ensayo se repite 5
veces. 10 segundos se establecieron como límite para un pqueño bolo sólido, incluyendo la fase de
preparación oral.
Recomendaciones de dieta
Las recomendaciones entregadas por GUSS se dan de acuerdo a los puntos alcanzados en la prueba.
Para cada código de gravedad, se entrega una dieta especial en el estilo de la escala de la ingesta oral
funcional modificada de acuerdo con las recomendaciones paso a paso por Crary et al.
La integridad sensorial y el control muscular serán dos factores que se encontrarán seriamente
afectados en un paciente con disfagia, lo que como consecuencia provoca una de las principales
afectaciones de esta patología que es la aspiración pulmonar. Este tipo de trastorno provoca
obstrucción de la vía aérea del paciente, dónde en casos complejos pueden poner el riesgo la vida del
individuo, como resultado de neumonías y fallas respiratorias. En conjunto con la alteración
respiratoria, la disfagia se acompaña de mal nutrición y deshidratación pudiendo provocar la muerte.
A partir de lo anterior, se describen 3 tipos de condiciones patológicas de relevancia. La primera de
ellas es la penetración, la cuál de caracteriza por el ingreso del alimento a la vía aérea, sin traspasar el
nivel de las cuerdas vocales, en segundo lugar se encuentra la aspiración, que se refiere al paso del
alimento a la vía aérea inferior, sobrepasando las cuerdas vocales; y en el último lugar nos
encontramos con la aspiración silente, en que el bolo alimenticio pasa a la vía aérea inferior, sin signos
evidentes como tos. (Tobar, 2010)
Debido a las diferentes complicaciones que podemos encontrar en un paciente con disfagia, se han
establecido diversos niveles de severidad de acuerdo al grado de afectación de las estructuras
implicadas en la deglución y a su vez, recomendaciones relacionadas con el tipo de ingesta y la vía
segura para el paciente garantizando así una deglución segura.
La escala de severidad de la ASHA, creada en el año 2003, es una escala que se encarga de entregar un
grado de severidad a la disfagia que afecta al individuo y además entrega el tipo de alimentación que
requiere según su estado. Esta escala se divide en 7 niveles, dónde el nivel 1 hace referencia a un
mayor grado de severidad, dónde se afirma que la alimentación por boca no es segura, y dónde toda
hidratación o nutrición debe ser recibida por medios no orales, y el nivel 7 refiere a un tipo de
alimentación independiente y no limitada por el mecanismo deglutorio, presentando una deglución
segura y eficiente para todas las consistencias.
Otro forma de graduar a un paciente con disfagia es utilizando la escala funcional de Fujishima para la
clasificación de pacientes con disfagia, la cuál se encarga de entregar un estado de gravedad del
paciente, posicionándolos en normal, leve, moderado o grave, entregándo características
pertenecientes a cada estado y entregando un grado se severidad desde 1 a 10, dónde 1 se refiere a un
paciente que presenta severas dificultades para deglutir y dónde no es posible realizar una adaptación
para el entrenamiento de la deglución, y 10 caracteriza a un paciente con capacidad de deglución
normal.
The Dysphagia Rating Scale (DRS)
The Dysphagia Rating Scale (DRS) o Escala de clasificación para la disfagia, es una escala que al igual
que las mencionadas anteriormente, entrega un grado se severidad de la disfagia, diviendo estos en
niveles según la vía de alimentación y el tipo de dieta que requiere el individuo. A su vez, entrega
recomendaciones según el uso de estrategias compensatorias hasta el tiempo requerido para asegurar
una alimentación adecuada.
Muy similar a DRS, encontramos la Functional oral Intake Scale (FOIS) o Escala funcional para la ingesta
oral creada en el 2005, la cuál entrega niveles de funcionalidad para la ingesta oral, desde el nivel 1
donde se recomienda cero alimentación por boca, posicionando al paciente en un estado dependiente
de una vía de alimentación alternativa, hasta el nivel 7 donde la vía oral es total y no se presentan
restricciones, es decir, la ingesta por vía oral es exclusiva.
Otra escala muy utilizada en la clasificación de la disfagia es la Dysphagia Outcome and Severity Scale o
escala DOSS, creada en el año 1999, la cuál combina los parámetros establecidos por las escalas antes
mencionadas, sin embargo esta se encuentra basada en los resultados de una valoración clínica,
entregando recomendaciones para el tipo de nutrición, según las caracteristicas de la disfagia, el tipo
de dieta que el paciente tolera y por último el nivel de independencia logrado por el individuo.
Introducción a la electroestimulación.
Introducción a la electroestimulación: Historia.
Introducción a la electroestimulación.
Historia.
El uso de electroestimulación se remonta hace más de 2000 años, desde el antiguo Egipto y Roma,
donde la medicina utilizó ésta técnica con fines terapéuticos en el estudio con peces torpedo, la cuál
era usada en reanimación cardiorrespiratoria, control del dolor y cefaleas crónicas. (Guimaraes, 2013)
El uso de estos peces con fines terapéuticos tuvo grandes diferencias en todo el mundo. Es así como en
el occidente, la corriente eléctrica de estos se utilizaba por su propiedad adormecedora, y en el resto
del planeta se utilizaba por su poder estimulador para la cura de gota, utilizando otros seres vivos con
similares características, como la anguila eléctrica y el pez gato eléctrico.
L. Galvani
Tras los descubrimientos sobre electroestimulación y la gran cantidad de
información recopilada por el alemán Christian Gottlieb Kratzanstein en 1745, se
crea el primer libro de electroterapía el cual habla de los efectos biológicos que
provienen de la aplicación de electricidad en el cuerpo humano y como ésta es
capaz de provocar cambios a nivel del pulso y alcanzar sueños reparadores en
los pacientes que fueron intervenidos.
Ya en la década de los 60, del siglo XX, los estudios de electroestimulación se enfocaron en los efectos
de ésta en el control de la atrofia por denervación músculo esquelética en pacientes parapléjicos o
tetrapléjicos. A partir de esto, surge el interés en el conocimiento de los efectos de la
electroestimulación a partir de estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) desarrollada a partir de la
aparición de estimulación eléctrica en el control del dolor y el desarrollo de nuevos y modernos tipos
de estimuladores.
El neurólogo alemán Erb (1840 – 1921) le confiere un nuevo uso, utilizando la corriente para
diagnosticar la excitabilidad de los nervios la cuál clasificó según la periodicidad de los estímulos.
Gracias a esto se es capaz de medir el grado de lesión de la neurona motora periférica, y realizar curvas
de intensidad/ tiempo. Gracias a estos nuevos conocimientos es que Hooweg y Weiss (1901) dan
mayor importancia la necesidad de considerar el factor tiempo, estudiando así, como la intensidad de
la contracción variaba según el tiempo de aplicación del estímulo eléctrico según la intensidad del
mismo.
Soraia en el 2010, describe los estudios realizados por Durfee en 1999, donde se menciona que
sistemas de electroestimulación funcional o de neuroprótesis provocan mejoras en la función motora
voluntaria, en la recuperación de la marcha y convulsiones en pacientes con lesión neurológica. Low y
Reed, en 1999 define corriente eléctrica como la “Cantidad de carga que se mueve libremente en un
conductor en un intervalo de tiempo dado”. Además, describe que la unidad de medida utilizada para
medir la corriente eléctrica es el amperio (A). Sin embargo, debido a que las cadenas utilizadas son
pequeñas, la unidad de medida corresponderá a los miliamperios o microamperios.
En el año 2002 se llevaron a cabo diversos estudios
enfocados en los efectos de la electroestimulación. Uno
de ellos fue realizado por Wheeler y compañía, donde
se evidenció que la electroestimulación utilizada en la
recuperación de los músculos esqueléticos y en la
función cardiopulmonar en pacientes con lesiones
neurológicas como traumatismo de la médula espinal
provoca resultados positivos. Por otra parte, Lamb y
compañía, el mismo año, estudiaron la respuesta
muscular resultante tras la utilización de
electroestimulación en la recuperación del músculo
esquelético en diferentes poblaciones: pacientes con
fracturas de cadera fijadas quirúrgicamente, individuos sanos sedentarios y atletas. El resultado
obtenido radicó en la mejora del rendimiento y en el aumento de la resistencia de los músculos
estimulados.
En este sentido, una de las principales críticas al abordaje de trastornos de la deglución en base a
electroestimulación se relaciona al patrón de generación del estímulo, el cual, al ser un estímulo
externo, genera patrones de contracción muscular distintos a los generados fisiológicamente.
Si bien las fibras del músculo esquelético no presentan grandes diferencia histológicas o
morfológicas, si pueden presentar diferencias en relación a su respuesta fisiológica y bioquímica
de acuerdo a su función (Guimaraes, 2013).
2.1 Tipos de contracciones musculares.
Este tipo de contracción se realiza a una velocidad constante, puede ser concéntrica o excéntrica.
(Merí, 2005)
La realización de una contracción muscular involucra una serie de pasos, donde la transmisión del
potencial de acción a través de las motoneuronas alpha hacia la unión neuromuscular, genera la
liberación de acetilcolina y su posterior unión a los receptores ubicados en las membranas de las
fibras musculares generando una despolarización y la posterior contracción muscular. Sin
embargo, como se explica anteriormente, Cada músculo presenta una gran cantidad de fibras, las
cuales son inervadas por axones provenientes del sistema nervioso central (SNC), presentando
diferencias en sus propiedades fisiológicas y metabólicas, de acuerdo a las fibras que los
conforman:
Fibras tipo I (Slow Twitch): Fibras rojas de contracción lenta. Generan tensiones pequeñas y
presentan una mayor resistencia a la fatiga.
Generalmente las unidades tipo I se reclutan primero, particularmente para movimientos lentos o
que requieran de menor fuerza. En la medida que los movimientos requieran incrementar la
velocidad o la fuerza, se reclutan las unidades tipo II FR, seguidas de las unidades tipo II FF.
3.1 Objetivos.
3.1.1 Aumentar la cantidad de tensión o fuerza que un músculo puede producir.
Cantidad de fuerza ejercida durante una sola contracción se considera un índice de fuerza.
3.1.2 Aumentar la resistencia.
3.1.3 Cantidad de fuerza que puede ser mantenida durante largos períodos de tiempo.
3.1.4 Aumentar la Potencia.
Velocidad con que la fuerza es producida.
3.2 Sobrecarga.
Los efectos del entrenamiento de fortalecimiento al igual que otras formas de entrenamiento son
altamente específicos a la función entrenada (Jones, McCartney, & McComas, 1986; Schmidt &
Lee, 1998; Schmidt & Wrisberg, 2000 en Clarck, 2003).
En base a los conceptos previamente desarrollados, debemos considerar una gran cantidad de
factores al momento de planificar la intervención de una función específica como la deglución o el
habla, considerando todos los aspectos requeridos para que la actividad de entrenamiento se
asemeje en la mayor medida posible a la fisiología de la función objetivo. En este sentido, la
importancia del manejo de los diversos parámetros relativos al uso de electroestimulación en la
intervención de la musculatura asociada a la deglución nos permitirá acercarnos de una forma más
efectiva a este objetivo.
4-. Fortalecimiento muscular: Contracción normal v/s Contracción evocada.
El fortalecimiento muscular puede lograrse en base a diversos procedimientos, donde tal como
vimos previamente, en la medida que logremos ajustarnos a los principios de plasticidad neuronal,
lograremos mejores resultados funcionales. En el caso de la electroestimulación, ésta solo se
centra en el grupo muscular objetivo, buscando la generación de potenciales de acción que
favorezcan la contracción muscular y tal como se describe anteriormente esta contracción
evocada difiere del proceso fisiológico normal donde el músculo se contrae por el paso de un
potencial de acción a través de nervios periféricos hacia las fibras musculares. En este caso la
terminal motora del nervio se estimula directamente, generando diferencias entre ambos tipos de
contracciones (normal v/s evocada).
1-. Historia.
Todos los trabajos iniciales, corresponden a los desarrollados por La empresa Vitalstim desde
comienzos de los años 90, en base a una investigación de aproximadamente 10 años que
considero de acuerdo a la empresa 850 pacientes con un seguimiento de 3 años, presentando
resultados favorables en más del 90% de los casos. Si bien, aún se presentan cuestionamientos a
los resultados expuestos en la presente investigación, sienta un precedente en relación al uso de
electroestimulación en la intervención de Trastornos de la deglución y marca el comienzo en
relación al uso de electroestimulación por parte de los Fonoaudiólogos en relación a la
intervención de la disfagia, situación que se resuelve el año 2004 con la solicitud a la asociación de
terapia física de california y posterior resolución de esta entidad, permitiendo el uso de estos
equipos a profesionales fonoaudiólogos considerando que estos de acuerdo al reglamento
sanitario son los profesionales responsables de la intervención de Trastornos de la deglución.
1998: Finalización del período de investigación, la cual incluye 850 sujetos. Con posterior
seguimiento de tres años.
Por las características relativas a las contracciones evocadas producidas por la electroestimulación,
sabemos en la actualidad que por la implicancia que tiene la estructuración de protocolos que
favorezcan la incidencia de la plasticidad neuronal, la intervención aislada en base a
electroestimulación, no logrará por sí sola, resultados funcionales prolongados en el tiempo. Sin
embargo, se ha visto que su uso en base a estrategias combinadas con abordaje tradicional u otras
metodologías como la electromiografía de superficie sí logra resultados positivos en relación a la
intervención de trastornos de la deglución. Por este motivo, resulta fundamental conocer a
profundidad los diversos parámetros relativos a la electroestimulación, con el fin de estructurar
protocolos que permitan este trabajo conjunto, motivo por el cual, existen grandes diferencias
relativas a los protocolos usados inicialmente a los que se sustentan actualmente.
El uso de esta estimulación eléctrica modifica o cambia la función del músculo. Esta intervención
está relacionada principalmente con el tipo de fibra muscular y la frecuencia del estímulo. El tipo
de fibra muscular es determinado por el modelo de estímulo de los nervios periféricos motores
que lo inervan (Watson, 2013). NMSE son pequeños dispositivos electrónicos que son puestos por
fuera de la piel para proporcionar el estímulo directo a los nervios los cuales estimulan la
musculatura afectada. Esta estimulación estimula el músculo para mantener su función
aumentando la circulación de sangre, manteniendo el tono y retardando su atrofia o hipofunción
(Policy, 2011).
EMS (estimulación eléctrica del musculo).
Es un impulso eléctrico que se crea de manera artificial que activa directamente la musculatura
afectada, imitando las condiciones fisiológicas de la contracción voluntaria lo que ayuda a que el
músculo se contraiga con mayor intensidad y fuerza (Rivera, 2011). Esta intervención tiene como
objetivo prevenir la fibrosis muscular durante el periodo de reinervación compensando este déficit
mediante dos mecanismos; la regeneración de los axones lesionados y/o la ramificación colateral
de otros axones no lesionados, aplicando la estimulación eléctrica directamente en el músculo
denervado, manteniendo su trofismo (Division, 2011).
Esta intervención se aplica cuando la corriente eléctrica logra contraer el músculo que se
encuentra total o parcialmente privado del control nervioso voluntario con el objetivo de que éste
logre la fuerza necesaria, en el momento adecuado para que pueda cumplir alguna función como
caminar, agarrar, soltar, etc. (Sotelano, 2003).
Esta estimulación se emplea para el tratamiento del dolor agudo y crónico en forma aislada o en
combinación con otras modalidades terapéuticas, esto incrementa la amplitud del reflejo y mejora
la excitabilidad de las motoneuronas en la médula espinal, así como aumenta el flujo sanguíneo
cutáneo. Este tratamiento tiene como objetivo disminuir en un 50% el dolor, incrementar la
función y la movilidad del segmento a trabajar y además la disminución del consumo de
medicamento para el dolor (Ayala, 2005).
2.3 Efectos de la estimulación eléctrica.
Existen tres efectos básicos que pueden ocurrir en el cuerpo cuando se envía corriente sobre él. la
depolarización de nervios (sensación- contracción- reflejo), la depolarización de fibras
musculares (provocando contracción- incremento de tono) y la polarización de tejidos (cambios
en la función metabólica y permeabilidad de la membrana). Esto permite mejorar la función
muscular (aumenta ROM, fuerza, reeducar patrones de contracción y sincronía y corregir el tono
muscular anormal), mejorar la funcionalidad del movimiento, controlar el dolor, estimular la
cicatrización, reducir un edema, combatir las infecciones e inflamaciones y realizar pruebas
electrofisiológicas para evaluar el estado de inervación.
Polaridad.
Depolarización.
Circuito eléctrico.
Cada circuito eléctrico tiene un lado positivo y uno negativo, donde la corriente se mueve de un
lado a otro. Este flujo de corriente cambia continuamente de dirección (corriente alterna) y los
polos en que se moviliza se denominan ánodo y cátodo (Diáz, 2008).
Cátodo.
Electrodo con carga negativa, que en la reacción química sufre una reacción de reducción, donde
su estado de oxidación se reduce cuando recibe electrones. Se encuentra en el polo negativo del
circuito y si la corriente es bifásica, los electrodos pueden cambiar de positivo a negativo y
viceversa (Alvarado, 2013).
Ánodo.
Electrodo que pierde electrones en una reacción de oxidación. Normalmente se vincula al polo
positivo del circuito eléctrico, aunque en ocasiones no es así y si la corriente es bifásica no existe
polaridad en este electrodo (Alvarado, 2013).
Canal.
Un circuito eléctrico es un sistema donde circula corriente eléctrica y se encuentra compuesto por
una fuente de tensión, hilos conductores, resistencia eléctrica, elementos de protección y control
e intensidad de corriente. Estos circuitos eléctricos, de manera primaria poseeN una fuente de
poder, plomos, dos electrodos, dos canales separados, donde cada canal es un circuito eléctrico
independiente uno de otro (Diáz, 2008).
Colocación de circuitos.
Existen dos tipos de circuitos; monopolar y bipolar. El primero consiste en el flujo de corriente
desde un electrodo activo se superficie pequeña a un electrodo pasivo, neutro o de retorno de
gran superficie colocado sobre el paciente, de manera que el cuerpo de éste forma parte de un
circuito de corriente cerrada. El circuito bipolar se define como corriente que fluye a través del
tejido entre dos electrodos de igual tamaño que se enfrentan entre sí, a modo de fórceps. Esta
energía es la más segura ya que evita posibles quemaduras involuntarias del paciente, ya que éste
no forma parte del circuito eléctrico (Gádor, 2011).
Corriente.
Flujo o movimiento de partículas que se encuentran cargadas (electrodos, iones) y que recorren
un cuerpo conductor. Para que exista un flujo de corriente debe existir tres propiedades básicas;
intensidad (carga de electrones que pasa a través de un punto determinado del conductor
“tejido”), voltaje (presión que fuerza a los electrones para ser
transportados por el conductor) y resistencia (dificultad que tienen los
electrones para atravesar una sustancia). Estas tres propiedades de un
circuito eléctrico se relacionan por la Ley de Ohm´s, la cual afirma “la
corriente que circula por un conductor eléctrico es directamente
proporcional a la tensión e inversamente proporcional a la resistencia
siempre y cuando su temperatura se mantenga igual (I=V/R).Al aumentar la corriente puede
incrementar la fuerza de contracción muscular y así la sensación de éste (Gádor, 2011).
Tipos de corriente: La corriente eléctrica define el conjunto de electrones que fluyen a
través de un cuerpo conductor. Existen tres tipos de estos:
Tipos de onda.
Cuando una vibración o perturbación originada se propaga a través de un cuerpo produce una
onda, la cual pueden diferenciarse en (Policy, 2011)
Onda bifásica simétrica o prevalente: Ocurre cuando existen dos fases dentro de la misma
conducción, pero estas son diferentes entre sí.
Amplitud.
Pulso.
Evento eléctrico separado por un tiempo dado respecto de un evento y otro, son cambios
continuos de magnitud a partir de un valor constante. El tamaño del pulso depende la duración de
ésta y se mide en microsegundos (Freed, 2003).
Fase.
Flujo de corriente en una dirección por un periodo de tiempo finito. En una corriente monofásica
la corriente va en una sola dirección y se detiene (cada pulso contiene una fase), por otro lado,
una onda de la corriente bifásica esta va hacia un electrodo, regresa y se detiene (cada pulso
contiene dos fases) y en una corriente polifásica esta va, regresa y continua de la misma manera
entre los diferentes electrodos (cada pulso contiene tres o más fases) (Policy, 2011).
Frecuencia.
Electrodos.
Conductor eléctrico que se utiliza para aplicar o registrar las diferentes corrientes eléctricas al
momento de provocar una reacción no espontánea.
-. Al momento de aplicarlos, primero se debe limpiar la zona de cualquier partícula y/o sustancia
para hacer más confortable el tratamiento (Enfermería, 2011).
-. Los electrodos deben tener una impedancia baja con la piel, manteniendo un adecuado contacto
con ella permitiendo que la parte tratada del cuerpo pueda tener movilidad y no debe generar
irritaciones en la piel. Para su aplicación se utiliza un gel sintético en tratamientos de treinta
minutos o mayores y para que estos electrodos tengan un uso efectivo deben ser de un tamaño
correcto para la zona a trabajar, ser colocado en el lugar indicado y separados uno de otro, y ser
adheridos correctamente a la piel para que el flujo de corriente sea el adecuado (Ayala, 2005).
En la actualidad, existe una gran diferencia en relación a las estrategias asociadas al uso de
electroestimulación en la intervención de las disfagias. Desde el uso inicial de equipos NMES, se ha
evolucionado al uso de una gran diversidad de técnicas y equipos de electroterapia enfocados en
el mismo objetivo. Entre estos encontramos:
Imagen. Izq a der. (1) NMES, (2) NMES, (3) rTMS. Adaptado de Pownall, 2017
1.1 Estimulación eléctrica neuromuscular transcutánea (NMEST): Modalidades.
La NMEST considera el uso de impulsos eléctricos de tipo bipolar, bifásicos, simétricos, seriados,
con el objetivo de facilitar la estimulación del nervio motor generando impulsos a nivel de las
fibras musculares, los que finalmente desencadenarán el movimiento asociado a la función
objetivo. Generalmente se indica con objetivos de fortalecimiento muscular, ya que permite una
entrada selectiva repetitiva, activando no solo la musculatura local, sino que también el sistema
nervioso central (SNC), facilitando la reorganización de actividades motoras y movimientos
alterados.
Inicialmente, los equipos NMES (Vitalstim) presentaban una configuración pre-programada con
una onda de Bipolar, bifásica, simétrica, cuadrada, con un pulso de 700 microsegundos, una
frecuencia de 80 Hertz y un tiempo de trabajo de 59 segundos (TON) sumado a un tiempo de
descanso de 1 segundo (TOFF), donde solo se presentaba la posibilidad de modificar la intensidad
del estímulo (mA), situación que genera ciertas diferencias en relación a los tipos de corrientes
adecuados a la intervención, motivo por el cual, algunos autores inician el trabajo en base a EEF,
con el fin de obtener resultados funcionales más cercanos a la respuesta fisiológica asociada a la
deglución.
Las rampas corresponden a una modalidad disponible en algunos equipos, en base a los cuales
podemos regular la presentación inicial y final del estímulo. En base a ellas podemos regular el
tiempo de subida hacia el estímulo objetivo (Rampa de subida), permitiendo la asociación de
movimientos iniciales asociados a la función con el ascenso progresivo del estímulo, evitando
generar contracciones rápidas, así como también facilitando un descenso paulatino hacia el
tiempo de reposo (TOFF).
Estimulación eléctrica
funcional: Frecuencia.
En relación a la frecuencia
de estimulación, la mayoría
de los protocolos utilizan
frecuencias entre 30 y 80
Hertz. Ésta situación se
relaciona a aspectos
fisiológicos del proceso
deglutorio. Se describe que
una contracción muscular
voluntaria, genera
Imagen. Estimulación eléctrica funcional: Frecuencia.
aproximadamente 30-40
descargas por segundo, por ende, ante sobrecargas de intensidad, los sujetos pueden responder
con una sobrecarga de frecuencia (Delitto et al, 1988, en Guimaraes, 2013).
La EEF, por sus características no solo incide sobre la actividad motora (Contracción muscular),
sino que también incide sobre nervios sensitivos, depolarizándolos y generando siempre una
respuesta sensitivo-motora asociada, motivo por el cual, ambos factores serán importantes a la
hora de intervenir a nuestros pacientes con el objetivo de lograr la mejor respuesta al estímulo, ya
que constituirán indicadores importantes al momento de determinar la intensidad adecuada de
estimulación.
En este sentido, sabemos que la respuesta sensorial se asocia a estímulos de baja intensidad y
corta duración, en cambio la respuesta motora se logra con estímulos de alta intensidad y larga
duración, recordando siempre que estos valores de respuesta motora son dependientes de cada
sujeto y que ante aumentos excesivos, generarán la activación de nervios transmisores de dolor.
-. Permiten el movimiento.
1-. Introducción.
En la literatura actual podemos observar, que a pesar de presentar propuestas distintas, los
resultados en términos de evidencia relativos a los dos principales modelos no presentan grandes
diferencias en términos de la evidencia disponible, generando consenso únicamente en dos
aspectos, el primero de ellos relativo a la falta de evidencia contundente en relación a la
efectividad del uso del electroestimulación en la intervención de trastornos de la deglución y el
segundo en relación a la necesidad de acompañar su uso con estrategias de entrenamiento motor
con el fin de potenciar la contracción fisiológica de la musculatura objetivo.
Objetivo: Investigar los efectos de la terapia Vitalstim en conjunto con el abordaje tradicional en
la recuperación de sujetos posterior a accidente cerebrovascular.
Población: 120 sujetos con disfagia post ACV.
Método: 1-. Los sujetos fueron randomizados e igualmente divididos en tres grupos.
-. Grupo terapia Vitalstim.
-. Grupo abordaje tradicional.
-. Grupo Vitalstim plus: Terapia Vitalstim + abordaje tradicional.
2-. Evaluación pre y post tratamiento (4 semanas) en base a electromiografía de
superficie / Prueba estandarizada de evaluación de deglución (SSA: Standarized
swallowing assessment) / Videofluoroscopía / SWAL-QOL (calidad de vida).
Resultados: 1-. Aumentos significativos en todas las evaluaciones en grupo Vitalstim Plus en
comparación a los otros grupos.
2-. No se evidenciaron diferencias significativas entre el grupo de intervención
convencional y el grupo Vitalstim.
Conclusión: El uso de la terapia combinada entre electroestimulación e intervención convencional
es la más propicia para la recuperación de la disfagia.
Tal como se expone anteriormente la propuesta realizada por Vitalstim el año 2001 presentaba un
equipo per-programado, donde el único parámetro modificable era la intensidad del estímulo
eléctrico, presentando las siguientes características:
Tipo de onda:
Bipolar, bifásica, simétrica, cuadrada.
Frecuencia:
80 Hertz.
Intensidad:
1 – 30 miliamperes.
Pulso:
700 microsegundos.
TON / TOFF:
59 / 1 segundos.
Rampa:
No considerado.
Tiempo sesión:
60 minutos.
Modelo más flexible, y adaptable tanto a los requerimientos del paciente como a los
requerimientos del terapeuta, en relación al objetivo de lograr contracciones lo más cercano
posible a la contracción fisiológica en términos del trabajo conjunto entre EEF y abordaje
tradicional.
Tipo de onda:
Bipolar, bifásica o monofásica Protocolos de amplio uso con diversas empresas y
/ simétrica, cuadrada. profesionales utilizando ésta modalidad:
Frecuencia: - The Guardian Therapy.
30 a 80 Hertz. - Ampcare.
Intensidad: - Metodología difundida en Brasil.
1 – 30 miliamperes.
Pulso:
Variable.
200 a 400 microsegundos.
TON / TOFF:
1/3 – ¼ - 1/5.
Rampa:
Considerado.
Tiempo sesión:
30 minutos.
2.3 Protocolo de intervención.
- Derivación médico tratante.
- Evaluación.
- Planificación de la intervención.
- Implementación protocolo de e-stim acorde a las características del paciente.
- Preparación del paciente.
- Aplicación de electrodos.
- Programación del equipo.
- Implementación del programa.
2.3.1 Evaluación.
2.3.2 Intervención.
-
2.4 Colocación de electrodos.
La colocación de
electrodos es un
tema altamente
discutido, el cual
también ha variado desde las propuestas iniciales (Vitalstim) hasta la actualidad, evolucionando
desde un gran número de aplicaciones, que involucraban musculatura supra e infrahioidea, a los
cuestionamientos actuales en términos de la inviabilidad del uso de las últimas en pacientes de
mayor severidad, como consecuencia de lo demostrado en investigaciones actuales que
demuestran la presencia de descensos del Hueso hioides ante este tipo de aplicaciones (Cuadro
adjunto).
The effect of Surface electrical stimulation on hyolaryngeal movement in normal individuals at rest
and during swallowing.
Humbert et al, 2006.
Objetivo: Demostrar efectos de las aplicaciones recomendadas por Vitalstim en sujetos sanos.
- Diferencias en movimientos hiolaríngeos.
- Analizar si posibles descensos asociados a aplicaciones infrahiodeas inciden en la
deglución.
Población: 38 sujetos sanos de sexo masculino y femenino, con edades entre 20 y 60 años, Sin
antecedentes de alteraciones neurológicas de habla, lenguaje o deglución, ni
antecedentes psiquiátricos.
Método: Aplicación protocolo Vitalstim en conjunto con evaluación videofluoroscópica, en base
a 10 colocaciones de electrodos.
Medición de TON / TOFF en base a EMGs.
Resultados: -. Aplicaciones que consideran uso de electrodos a nivel infrahioideo generan
descensos laríngeos de 3mm y hioideos de 10 mm en sujetos en reposo (en
condiciones ideales se generan ascensos hioideos y laríngeos de aprox. 20mm).
-. Al realizar la misma comparación durante la deglución se evidencian descensos
laríngeos de 5 mm y Hioideos de 7 a 8 mm.
-. Al observar la deglución con videofluoroscopía bajo las mismas condiciones, se
aprecia ciertos niveles de aspiración, con presencia de residuos a nivel vallecular
(sujetos normales).
-. Se descarta incidencia de aplicaciones Vitalstim sobre cierre de Cuerdas Vocales.
-. Aplicaciones supra e infrahioidea no generan elevaciones por sobre la norma.
De la misma forma que en el estudio antes mencionado, Ludlow (2007), estudio las mismas
variables en sujetos con disfagia encontrando resultados similares en relación a las aplicaciones
infrahioideas, destacando, que algunos de los pacientes que evidenciaron descensos laríngeos
presentaban pequeñas mejorías en relación a la deglución, lo cual se podría asociar a la realización
de esfuerzo en conjunto con los descensos inducidos los cuales con el proceso de entrenamiento
llevaría a una mejoría funcional.
Si analizamos exhaustivamente ésta colocación, sin considerar la piel y el tejido graso, los
músculos más cercanos a la estimulación será en primer lugar el platisma, luego el vientre anterior
del digástrico y posteriormente el músculo Milohioideo.
M. Platisma:
M. Milohioideo:
De acuerdo a lo antes descrito, el Platisma será el músculo que recibirá la mayor estimulación
eléctrica, la cual disminuirá en el vientre anterior del digástrico, siendo mucho menor aún en el
músculo Milohioideo y extremadamente pobre a nivel del músculo Genihioideo.
En relación a éste punto, si removemos la piel y el tejido graso, encontraremos el platisma, como
primera estructura sobre la cual ejerceremos la estimulación. Sin embargo, si analizamos a mayor
profundidad encontraremos al menos tres músculos susceptibles a la acción de la estimulación
eléctrica, los cuales en orden de menor a mayor profundidad son: M.
M. Esternohioideo:
Se origina en la escápula, insertándose en el H. Hioides, motivo por el cual, al igual que el músculo
anterior, presenta como función el descenso y retroceso del H. Hioides.
M. Tirohioideo:
Si analizamos los antecedentes antes expuestos, al aplicar el estímulo eléctrico en ésta región, el
primer músculo en ser estimulado será el platisma, seguido por los músculos Esternohioideo
(descenso laríngeo) y Omohioideo (descenso y retroceso laríngeo), para finalmente y bajo niveles
de estimulación bastante pobres encontraremos el M. Tirohioideo, situación que explica lo
descrito previamente
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