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Obligaciones Pecunarias - William Namen Vargas

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OBLIGACIONES PECUNARIAS Y

CORRECIÓN MONETARIA

William Namén Vargas

I. DIVERSIDAD PRESTACIONAL Y OBLIGACIÓN PECUNIARIA

T
ODA OBLIGACIÓN tiene un objeto sin el cual no se concibe, carece de
entidad: se denomina prestación (praestare)1, es lo que debe el deudor2, y
consiste en un comportamiento humano positivo (facere) o en una
abstención (non facere), es decir, en un deber de conducta comisivo o negativo
proyectado sobre cosas o servicios3, según precisa referencia del ordenamiento o
de las prácticas del tráfico.
La prestación positiva, acción, actuación o comportamiento, puede consistir
en un dare a título de tradición (dare rem)4 o de mera entrega (dar), autonóma o
fundida en aquélla y con cargo de custodia5 o en un servicio, actividad, trabajo u
opus exigible de un sujeto único e insustituible en consideración a determinada
calidad, aptitud, conocimiento o cualidad fáctica o normativa (hacer intuitus
personae, intuitus personae vel qualitatis personae), o realizable por cualquiera (hacer

1
La expresión praestare (praes stare) puede tros antiguos autores, es preciso plantearse
e n g l o b a r l o s t i p o s d e p r e s t a c i ó n ( P. la pregunta: ¿quid debetur?».
3
B O N FA N T E . Corso di diritto romano, IV, Objeto de la obligación, de suyo es una
Obbligazioni, Milano, 1966 p. 47; I D . Insti- conducta, el deber del deudor al que corres-
tuciones de Derecho Romano, trad. esp. Bacci/ ponde correlativamente el poder o derecho
Larrosa, Madrid, 1965, pp. 36 ss.; I D . Histo- del acreedor; es erróneo e inexacto confun-
ria del Derecho Romano, Madrid, Reus, 1944, dirlo con las cosas o servicios respecto de
pp. 2 ss.), también designa el cumplimiento las cuales se proyecta (P OTHIER . Tratado de
de la obligación, quedar como garante (A. las obligaciones, Madrid, s.d., N os 129 ss.) e
G UARINO . Diritto privato romano, Napoli, igualmente referirlo al objeto del negocio
Jovene, 1981, Nº 74.2, p. 693) o responder jurídico y del contrato, esto es, al interés
de o por algo (G. G ROSSO . Obligazioni, respecto del cual recae la disposición (L.
Contenuto e requisiti della prestazione, 3ª ed., C LARO S OLAR . Explicaciones de derecho civil
Torino, 1970, pp. 33 ss.; I D . Las obligaciones, chileno y comparado, Santiago, 1936, T. X,
contenido y requisitos de la prestación, trad. esp. Nº 10, p. 15).
4
F. H I N E S T R O S A , B o g o t á , U n i v e r s i d a d Cfr. P. BONFANTE. Corso di diritto romano,
Externado de Colombia, 1981; E. B ETTI . IV, “Obbligazioni”, cit., p. 45; L. C LARO
Istituzioni di diritto romano, Vol. 2, parte 1ª, S OLAR . Explicaciones, cit., T. XI, “De las
Padova, 1962, pp. 33 ss.; P. J ORS W. KUNKEL. oblig.”, II, Nº 854, p. 252, y G. G ROSSO .
Derecho Privado Romano, 2ª ed., Barcelona, Las obligaciones, cit., p. 38.
5
1965, § 104, nota 3; M. T A L A M A N CA . Cfr. F. H INESTROSA . Obligaciones, Primera
“Obbligazioni –diritto romano–”, en EdD, y S eg u n d a Pa r te, B o g o t á , U n i v e r s i d a d
XXIX, Milano, 1979, pp. 1 y ss.). Externado de Colombia, 1977, pp. 11 ss.;
2
Cfr. A. C OLIN y H. C APITANT . Cours Id. “Notas sobre la responsabilidad por in-
élément. de Droit civil francais, 10ª ed., París, cumplimiento de las obligaciones”, en
De la Morandière, 1953, T. II, p. 56, Revista Universidad Externado de Colombia,
agregando: «Para encontrarlo, decían nues- Nº 3, Bogotá, 1984, pp. 45 a 71.

Revista de Derecho Privado, Nº 3, enero/junio 1998


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intuitus rei)6 e, incluso, implicar transformación de materia, confección de obra


y dación de su dominio (hacer, dare rem).
El deber de conducta podrá ser exigible y observable desde su genésis
(obligación pura y simple) o en preciso y cierto plazo consustancial a la naturaleza
de la prestación o al interés creditorio (término esencial) o carente de este
significado (término simple) o, acontencida o dejada de suceder determinada
contigencia, fruto del azar, de una, de ambas partes, de un tercero o de todos
(condición positiva o negativa, potestativa, causal o mixta) y en la forma dispuesta
por la ley o por las partes (modo).
Podrá deberse una sola prestación (unitaria) o sólo ser exigible ésta e íntegra
por su composición, precepto legal o negocial (individuum contractu, individuum
obligatione, individuum in solutione tantum) es decir, ser indivisible, o sea, no
susceptible de cumplimiento por parte en virtud de su naturaleza, de la
funcionalidad o del pago, excluyéndose su fraccionamiento o la posibilidad de
su ejecución parcial7.
También, podrán deberse varias prestaciones in obligationem (complejidad
objetiva) para su cumplimiento con la seleccionada por el deudor, el acreedor o
por un tercero per relationen o la concentrada (alternatividad)8 o solo una con
potestad de cumplir con ésta o con otra señalada desde su origen (facultatividad).
La prestación puede exigirse por un solo acreedor y de un solo deudor
(prestación subjetivamente unitaria) o por varios (solidaridad activa) o de varios
(solidaridad pasiva) o por o de cualquiera de los varios9.
La conducta debida podrá concretarse en la sola actividad con patrón de
diligencia, cuidado y corrección (medios)10 o extenderse a un resultado específico
con o sin garantía de éste y, además, con cargo de reparación en hipótesis de

6
Cfr. RESCIGNO. “Obbligazioni [Nozioni]”, 3ª ed., Turín, 1923; F. R OCCO . “Sulla natura
en EdD, cit., p. 192) D EMOLOMBE . Cours, T. giuridica delle obbligazioni alternative.
24, p. 492. Vid. arts. 1610, 1611, 1613, 1614, Contributo a una teoria delle obbligazioni a
1616, 1630 [2], 2052, 2053 ss., 2062, 2063 elementi indeterminati”, Rivista Italiana per
ss., 2189 [5/7] C.C.; 493 ss., 501, 506 C.P.C. la Scienza Giuridica, Vols. XL y XLI, 1904 y
7
Cfr. G. A MORTH . L'obbligazione solidale, 1905.
9
Milano, l959, pp. 22 ss. L. BARASSI. La teoria Cfr. F. H INESTROSA . “Notas sobre las
generale delle obbligazioni, Vo l . I , “ L a Obligaciones Solidarias (en el Código Civil
s t r u t t u r a” , M i l a n o, 1 9 4 8 . R . C I C A L A . Peruano y en otros códigos lationame-
“Divisibilità e indivisibilità”, en RDC, 1965, ricanos)”, ponencia para el Congreso Los
I, pp. 465 ss.; D I M AJO . “O bbligazioni diez años del Código Civil Peruano: Balance
solidali e indivisibili”, en EdD, cit., p. 309; y perspectivas, organizado por la Universidad
M IRAGLIA . Pluralità di debitori e solidarietà, de Lima, septiembre 14 al 16 de 1994; E.
Napoli, l984, pp. 111 ss. D. B USNELLI . Obbligazioni soggettivamente
8
Cfr. E. A LBERTARIO . Corso di diritto complesse, Profili sistematici, Milano, 1974,
romano. Obbligazioni, Parte Generale, I, pp. 21 ss.; M. G IORGIANNI . “Obbligazione
Milán, Giuffré, 1937; V. A RANGIO R UÍZ . solidaria e parziale”, en Noviss Digesto XI,
Istituzioni di Diritto romano, Nápoles, Jovene, 1965, p. 177.
10
1968; G. A ST U T I . “Obbligazioni (diritto Cfr. H. et. L. M AZEAUD y A. T UNC .
i n t e r m e d i o ) ” , e n E d D ; P. B O N FA N T E . Traité de la responsabilité civile, cit., T. 1, N os
Istituzioni di Diritto romano, Milán, Vallardi, 103-2, B ETTI . Teor. gen. delle obbligazioni,
1925; V. G ISCARD. De l ’obligation alternative, Vol. I, Milano, 1953, Nº 1, pp. 40 s.; H. L.
Dijón, 1888; M. L. L AROMBIERE . Théorie et y J. M AZEAUD . Leçons de droit civil, T. 2, 4ª
pratique des Obligations ou Commentaire des ed., París, 1969, Nº 21, p. 15; P ÉREZ V IVES .
Titres III et IV Livre III du Code Civil, arts. Teoría general de las obligaciones, Segunda
1101 à 1386, T. II, Bruselas, Bruylant- Parte, Bogotá, 1951, N os 346 ss. y 356 ss.;
Christophe, 1862; C. L ONGO . Diritto delle CSJ. Cas. civ. de noviembre 30 de 1935,
obbligazioni, Turín, Utet, 1960; F. R ICCI . XLIII, pp. 176 ss., de mayo 31 de 1938,
Corso teorico-pratico di Diritto Civile, Vol. VI, XLVI, pp. 571 ss., y mayo 21 de 1968,
Delle Obbligazioni e dei Contratti in genere, CXXIV, p. 174.
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 33

lesión de un derecho o interés, o sea, imponer un comportamiento o resultado


calificado por las partes, el ordenamiento o por ambos (resultado simple, resultado
calificado, garantía y seguridad)11.
La prestación de dar, ya a título de tradición, constitución, transferencia o
modificación de dominio o de un derecho real, ora a título de simple dación o
restitución de tenencia, se proyecta en una cosa, derecho o interés, es decir, en
toda porción del mundo exterior susceptible de aprovechamiento económico,
sea corporal o incorporal, sustituible, cambiable, mudable o única, destruible
erga onmes o con alcance relativo desde el punto de vista material o jurídico (usus,
abusus, consumición), esto es, puede tratarse de un género (genus) o de un cuerpo
cierto (res certa).
La apuntada diversidad prestacional destaca la complejidad de la función
práctica o económica social del derecho obligatorio, tanto más en tratándose de
las obligaciones pecuniarias o atañederas al pago, rectius, cumplimiento, de
determinada cantidad o suma de dinero caracterizador de la prestación in pecunia
con prescindencia de cualquiera otra calificación que permite situarla in concreto
y, de consiguiente, diferenciarla de las restantes prestaciones positivas de dar una
cosa, prestar un servicio, transformar materia con dación ulterior, procurar un
resultado simple, ampararlo o asegurar el restablecimiento del menoscabo de un
derecho, así como distinguirla también de las negativas, en las cuales el comporta-
miento omisivo o deber de abstención de una conducta lícita constituye su ratio.

II. PRESTACIÓN PECUNIARIA IN NATURA Y SUBROGADA

EL CUMPLIMIENTO O PAGO de determinada suma o cantidad de dinero (numeratio


pecunia) singulariza la prestación pecuniaria. El dinero, de por sí, configura esta
clase de obligaciones con prescindencia de su origen u otra calificación normativa.
El deber de pagar suma cierta dineraria surge del menoscabo de un derecho
o interés (daño resarcible); por contacto social en la vida de relación (responsabilidad
extracontractual); de la transgresión de compromiso particular (responsabilidad
contractual o negocial); integra la definición de un tipo negocial (precio, salario,
honorario, cánones de arrendamiento, aporte a persona jurídica, préstamo, etc.); u
obedece a un hecho con virtualidad obligatoria (v. gr., indemnización de daño
generado por un hecho punible, tasas, contribuciones, impuestos)12; hipótesis todas
donde la constante es el deber de cumplimiento de determinada cantidad de

11
Cfr. A. D ONATI . Trattato del diritto delle 1604, 1729 ss., 1880 ss., 1893 ss., 1914 ss.,
assicurazioni private, Vol. I, Milano, 1954- 2073, 2266, 2272, 2267, 2361, 2455 C. C.,
1956, Nº 6; F. HINESTROSA. Aspectos procesales 518 ss., 528, 992, 934 ss., 1003, 1088 ss.,
del seguro de responsabilidad, Bogotá, 1219, 1880 C. Co. y 934 ss. C. Co.
12
Fasecolda, 1979, pp. 36 ss.; I D . “Notas sobre Cfr. A. VON T HUR . Tratado de las obliga-
la responsabilidad por incumplimiento de las ciones, T. I. Madrid, Reus, 1934, p. 45: «El
obligaciones”, cit.; P. G UHIO . Cours de droit objeto más frecuente sobre el que versan las
civil, Vol. 4, 2ª éd., París, 1983, N os 627 ss. obligaciones es el dinero. El dinero entra
CSJ. Cas. Civ. de noviembre 5 de 1935, como precio en las ventas, como renta en
XLIII, pp. 407 ss.; noviembre 30 de 1935 los arriendos, como salario en los contratos
XLIII, pp. 176 ss.; mayo 31 de 1938, XLVI, de trabajo, y sobre dinero recaen también
pp. 571 ss.; marzo 5 de 1940, XLIX, pp. los préstamos y sobre todo las indemniza-
115 ss.; diciembre 12 de 1940, L, p. 941; ciones, función que le permite suplir en defi-
marzo 18 de 1942, LIII, pp. 247 ss.; octubre nitiva a cualquier prestación, cuando ésta no
29 de 1945, LIX, pp. 756 ss.; mayo 21 de se realice o se lleve a cabo indebidamente».
1968, CXXIV, p. 174. Vid. arts. 1507, 1603,
34 William Namén Vargas

dinero el cual de por sí se inserta en la relación obligatoria constituyéndola en


forma autónoma e independiente de tales factores.
Toda prestación dineraria se concreta en el deber de pagar precisa cantidad
de dinero, ab origene, desde su nacimiento y por su misma naturaleza o de manera
refleja, derivada o consecuente en virtud del incumplimiento de obligación de
otro tipo.
En efecto, la obligación pecuniaria es primaria o estipulada desde su origen
en dinero, o subrogada, en consecuencia de la inobservancia de una prestación
diferente por decaimiento del interés creditorio en su expresión genuina o por
imposibilidad, ya natural, ya jurídica, de su exigencia in natura.
Piénsese, por ejemplo, en la destrucción o deterioro fundamental de la cosa
debida, en su salida del comercio o en la incapacidad, pérdida, supresión o
suspensión del poder dispositivo del deudor y, en general, en todas aquellas
situaciones en que la prestación in natura no es susceptible de cumplimiento por
actos u omisiones imputables al obligado o a las personas por quienes es
responsable y, aun, por casus o vis asumidos legal o negocialmente, en donde, la
obligación subsiste y se perpetúa en su estimativo o equivalente monetario.
La diferenciación entre obligaciones pecuniarias originarias y derivadas
comporta interés en la exigibilidad del débito primario o secundario, en la
ejecución in natura o por equivalente y en la incidencia de la devaluación de la
moneda del cumplimiento.
A punto que en las primeras, en rigor, por constituir de suyo la prestación in
natura el pago de suma dineraria, no es posible la exigencia de su equivalente
monetario (aestimatio pecunia)13; en las segundas, constituyendo de por sí un
deber de índole diferente, verbi gratia, de dar, dare rem, entregar cosa de género
distinta a dinero o res certa o prestar un servicio o abstenerse de determinado
comportamiento lícito, el acreedor podrá persistir en éste de serle útil y posible
u optar por su estimación dineraria14.
La distinción es también significativa ante la pérdida de poder adquisitivo de
la moneda y la posibilidad de ajustarlo al instante del pago, pues una obligación
primaria de pagar dinero es susceptible a menoscabo de valor entre su existencia
y cumplimiento final; a diferencia de la derivada, donde las más de las veces se
descarta porque el equivalente, sustitutivo, compensatorio o subrogado, pecuniario
del interés se realiza en términos actuales y en la moneda del momento, excepto
cuando su cumplimiento no sea coetáneo a la valoración.

13
Cfr. E. B ET TI . La struttura dell'obliga- cuya inobervancia o renuencia, de ser posible
zione e il problema della sua genesi, Milano, y útil, subsiste idéntica (perpetuatio
Giuffré, 1955, anotando: «La condena a la obligationis) o en su equivalente económico
que tiene derecho el acreedor no puede (ad pecuniariam aestimationem condemnatio
nunc a tener como objeto más que un concepta est, Gaio, IV, 48) cambiando de
subrogado de la prestación debida: subro- objeto a su valor pecuniario (art. 1731 [1]
gado que consiste siempre en la aestimatio y, C. C.) que podrá pretender de entrada el
por consiguiente, en una determinada suma acreedor (circa ipsam rem) y, en ambos casos,
de dinero equivalente a la prestación». con indemnización de perjuicios, pretensión
14
En obligaciones distintas de las pecu- esta distinta de la inicial, de la subrogada y
niarias, el interés del sujeto activo (id quod consecuente al incumplimiento. Cfr. J.
interest) se concreta en el cumplimiento de B ONNECASSE . Elementos de Derecho Civil,
la conducta constitituva de la prestación, la trad. J. M. C AJICÁ , Puebla, México, 1945, T.
debida desde el principio por el deudor y la II, Nº 522, p. 426.
misma por la cual se obligó y responde, ante
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 35

III. CONCEPTO, FUNCIÓN Y TIPOS DE MONEDA

LA OBLIGACIÓN SE INSERTA en un contexto económico predeterminado, en el


cual inciden las alteraciones económicas y la variación de valor en virtud de la
conyuntura, las decisiones políticas y el paso del tiempo.
El dinero es unidad de valor con función de medición económica de bienes o
servicios y de cambio de éstos, por cuya inteligencia, se fija abstractamente el
valor de las cosas y sirve para su intercambio, convirtiéndose de unidad de medida
con entidad ideal en unidad concreta para cambiar las cosas y servicios.
El dinero, además de ser la medida común de los valores15 y el medio general
de cambio de los bienes y servicios16, es objeto de dominio o propiedad, se
incorpora en el patrimonio del sujeto y hace parte integrante de éste; sirve para
comparar el valor de las cosas (moneda de cuenta), adquirirlas, cambiarlas o
reemplazarlas y sustituirlas, así como para la solución de las obligaciones con la
transferencia del dominio de cosa fungible, imperecedera y consumible
jurídicamente en virtud de un resultado específico consistente en transferir la
cantidad de instrumentos monetarios equivalentes al valor de la prestación
(moneda de pago), propiciando la circulación en el tráfico jurídico.
La moneda es instrumento paradigmático de valoración y sustitución de bienes
y servicios heterógeneos, medio de pago y objeto de dominio o propiedad.
Su concepto obedece a múltiples factores de orden cultural, socio-económico,
geográfico, político, jurídico e incluso histórico17.
Sea metálica, fiduciaria, escrituraria, plástica o electrónica, de por sí la moneda
es simbólica, en tanto expresa el valor de algo, sirve para su adquisición, cambio
y pago.

15
Cfr. E. G AUDEMET . Théorie Générale des Utet, 1982, p. 754. G. DE LA R OSA . Una
Obligations, París, Sirey, 1937, L. II, Cap. I, banca cattolica fra cooperazione e capitalismo.
Secc. III, p. 382: «el dinero es la única me- La Banca Cattolica del Veneto, Bari, Laterza,
dida común de los valores». 1990; P. D’I RIBARNE. La logique de l ’honneur.
16
Cfr. K. L ARENZ . Derecho de Obligaciones, Gestion des entreprises et traditions nationales,
Madrid, Edit. Revista de Derecho Privado, París, Éditions du Seuil, 1989; J. F AVIER .
1958, T. I, § 13, pp. 174 ss.: «es el medio L’oro e le spezie. L’uomo d ’affari dal Medioevo
general de cambio». al Rinascimento, Milán, Garzanti, 1990; S.
17
En el mercado de la CEE, se diseñó el C. K INDLEBERGER . Histoire mondiale de la
Euro como una moneda fuerte y única. Cfr. spéculation financière, P.A.U., 1994; E.
AA. VV. L’alba della banca, Bari, Dedalo, M ONTI -M. O NADO . Il mercato monetario e
1982; J. A TTALI . Storie del tempo, Milano, finanziario in Italia, Bologna, Il Mulino,
Spirali, 1981, G. P. B ARBETTA . Senza scopo 1989; C. M ORRISON . Monnaie Et Finances a
di lucro. Dimensioni economiche, legislazione e Byzance: Analyses, Techniques ( Variorum
politiche del settore non profit in Italia, Collected Studies, Cs461); B. N ELSON . Usura
Bologna, Il Mulino, 1996; F. B RASUDEL . I e cristianesimo, Firenze, Sansoni,1967; J.
g i o ch i d e l l o s c a m b i o. C iv i l t à m a te r i a l e, N EEDLEMAN . Il denaro e il significato della
economia e capitalismo (secoli XV-XVIII), vita, Milano, Sperling & Kupfer, 1996;
Torino, Einaudi, 1981; M. B U S S O LET T I , G EORGE F. S ABBELLI . Crediti senza frontiere.
“Obbligazioni convertibili, con warrant, con La religione secolare della Banca Mondiale,
partecipazione agli utili”, en Riv. diritto Torino, Gruppo Abele, 1994; G. RAGAZZINI-
commerciale, 1988, p. 261; D. N. C LOSKEY . M . R AG A Z Z I N I . Breve stor ia dell ’usura,
La retorica dell ’economia. Scienza e letteratura Bologna, Clueb, 1995; I. R IZZI . L’etica nella
nel discorso economico, Torino, Einaudi, 1988; società del denaro, Milano, Stampa Inedita,
F. CHIOMENTI. “I contratti cap, floor e collar: 1995; E. Z OLA . Il denaro. Una gigantesca
contratti di somministrazione di denaro?”, speculazione finanziaria nella Francia del
en Riv. dir. comm., 1987, I, p. 375; R. Secondo Impero, Roma, Biblioteca Economica
C LARIZIA . “Finanziamenti (diritto privato)”, Newton, 1996.
en Novissimo dig., appendice III, Torino,
36 William Namén Vargas

La moneda es metálica cuando su valor intrínseco corresponde al del metal


que la constituye y al cual refiere; fiduciaria, si se concreta en relación de confianza
con independencia del valor del metal o de la simetría entre su valor intrínseco y
nominal ( papel moneda, billetes de banco), y escrituraria o bancaria, si concierne
a simple anotación entre cuentas no comportando en rigor una transferencia
material del dinero. Se distingue la moneda corriente de la bancaria o de giro
para comprender en ésta todo título crediticio contentivo de órdenes de pago
contra un banco (cheques).
La utilización de códigos cifrados o contraseñas secretas por conducto de
máquinas (computadores, cajeros electrónicos, teléfonos) origina la moneda
electrónica, y el uso autorizado de documentos (tarjetas crédito y débito) la
moneda plástica.
Con el intercambio de datos en los sistemas informáticos (Electronic Data
Interchange) se implementan sistemas virtuales de adquisición de bienes y
servicios, transferencia de fondos (Electronic Funds Transfers) y cumplimiento
de obligaciones pecuniarias mediante la utilización de tarjetas electrónicas, los
denominados “cheques digitales” (Electronic Checks) y las anotaciones entre
ordenadores.
El uso de tarjetas electrónicas precisa la presencia de un usuario, de ordinario
un sujeto físico, un emisor con deber de concesión de crédito y secreto, y un
aceptante o persona accedida al sistema de pago por esta vía con prestación de
facilitación y aceptación del medio. Por esta vía se utiliza el dinero virtual o
electrónico, a través de la instalación de un software (wallet) para acceder a un
tercero y cambiar moneda de cuenta bancaria o corporativa por dinero electrónico
con el cual podrán intercambiarse bienes que el enajenante o dador del servicio
a su vez convierte a moneda de curso legal.
Estos sistemas de tarjetas de crédito y débito son la expresión más elemental
de transferencia de fondos o valores por las redes, implementándose con el envío
de correo electrónico o de formulario en el World Wide Web, contentivo de los
datos de la tarjeta previamente encriptados con uso de programas específicos
(PGP, Secure Sockets Layer; SET, Secure Electronic Transaction), y procurándose la
reserva con la encriptación del mensaje, la integridad de datos con la firma digital,
la comprobación de la titularidad de la tarjeta, la autenticidad y su autoría.
Modalidades concretas son The First Virtual Internet Payment System (FV ) y la
detención de claves de firma digital.
Los cheques digitales emulan los reales, presuponen una “chequera digital”,
consistente en una tarjeta (smart card) de dimensión igual a las de crédito
contentiva de datos e inserta en slot del procesador; el usuario firma digitalmente
el cheque, lo transmite (on line) encriptado y se recibe por el destinatario. Proveen
este servicio empresas especializadas en la actividad e intermediación financiera,
bancaria, informática y de valores (Check Free y NetCheque).
La moneda electrónica o digital (E-Money, digital cash, cybermoney,
cybercurrency, cyberpayments), sea en virtud de la utilización de las tarjetas
inteligentes, de los cheques digitales o de la simple transferencia de fondos,
propicia la sustitución progresiva del papel moneda por una medida virtual
implementada con la utilización de sistemas inteligentes, dígitos o cifras
codificadas de fácil desplazamiento y transferencia mediante mensajes de correo
electrónico en un universo mayúsculo e interconectado, a punto que, con una
sóla tarjeta o cuenta central o patrimonial (wealth account), se podrán adquirir y
transferir toda clase de bienes y de servicios y realizar negociaciones, operaciones
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 37

e inversiones en cualquier lugar y actividad sin restricción temporal o geográfica


salvo la relativa a la cuenta codificada18, a la seguridad que ésta impone y al
cumplimiento de las prestaciones pecuniarias19. Es el tráfico jurídico “virtual”,
“inteligente”, “cifrado” o codificado, el uso de tarjetas con memoria susceptible
de almacenar datos de la mayor variedad (identificación, historial médico, llave
electrónica, crédito, débito, cuentas, inversiones, transacciones, banca de inversión,
etc.) que denota la progresiva desmonetización. Señálase, por esto, el riesgo de
sustitución de la emisión monetaria estatal por emisiones privadas, a veces
anónimas, con generación de intereses a tasa digital e intercambio ilimitado.
En suma, la moneda electrónica es una moneda virtual, abstracta en exceso,
programable e instantánea, de acceso controlable con cifras o códigos secretos y
utilización intemporal, cuyo valor es constante en un sistema inteligente de
medición del valor actual de los bienes y servicios, lo que exige una regulación
normativa idónea y segura para tutelar los intereses del tráfico jurídico en general,
la confianza en el sistema, autores y destinatarios, la seguridad en las transacciones
y prevenir o remediar el abuso, los fraudes e inconsistencias anejos20.

18
Cfr. G. H EINRICH . “Uncitral und EDI- Louis Missouri y se ha experimentado por
Einheitsrecht”, en Computer und Recht, Nº la Deutsche Bank y la banca finlandesa.
20
10, 1994; “Funds transfers, payments and Cfr. S AMUELE B AIO . L’informatica nella
payment systems - International Initiatives formazione. Come sviluppare sussidi didattici
towards Legal Harmonisation”, en Cross- e sistemi di ist ruzione con l ’ausilio
border Electronic Banking - Challenges and dell ’informatica, Milano, Giuffré, 1984;
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coordinates all EDI issues; see, for example, informatica in banca, Milano, Stampa Inedita,
Bundesministerium fuer Wirtschaft/ 1996; A LBERTO B IFFI y U MBERTO F ILOTTO .
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C HANDLER . “Negotiable transactions using”, e cooperazione europea, Milano, Associazione
en EDI, 1992. Cifrematica Vico, 1994 ; DONNA J. HARAWAY.
19
Las posibilidades de cumplimiento de M a n i f e s t o C y b o r g. D o n n e , t e c n o l o g i e e
una prestación en el sistema electrónico biopolitiche del corpo, Milano, Feltrinelli,
comprenden desde la convencional hasta la 1995; ARRHUR KROKER-MICHAEL
utilización de la moneda digital. El pago W E I N S T EI N . Data Trash, Milano, Urra,
convencional por transferencia bancaria, la Ap o g e o, 1 9 9 6 ; G R E G O R Y J. M I L L M A N .
utilización de carta de crédito ordinaria o Finanza barbara. Il nuovo mercato mondiale
carta di credito crittografata y el uso de la d e i c ap i ta l i , M i l a n o, G a r z a n t i , 1 9 9 6 ;
ecash o equivalente electrónico de la moneda. H OWARD R HEINGOLD , Comunità virtuali.
La expansión del internet ha suscitado un Parlare, incontrarsi, vivere nel ciberspazio,
cambio significativo en el mundo de las Milano, Sperling & Kupfer, 1994; M ICHELE
comunicaciones y de los negocios, planteán- S ACERDOTI . Il sistema informativo bancario e
dose interrogaciones respecto de la seguridad l ’orientamento agli oggetti, Milano, Franco
para cuyo efecto la tecnología plantea sis- An g e l i , 1 9 9 5 ; C R A I G S E T T L E S . Cyber-
temas criptográficos con clave secreta, clave marketing. Come aver successo nel cyberspazio,
pública, texto inscripto, texto cifrado o con Milano, Mondadori Informatica, 1996;
visualización individual y el uso de proto- G EORGE S OROS . L’alchimia della finanza. La
colos que permiten detectar y seguir la logica, le tendenze e i segreti del mercato,
transacción e identificar falsificaciones, F i r e n z e , Po n t e a l l e G r a z i e , 1 9 9 5 ;
s u p l a n t a c i on e s o u s u r p a c i o n e s . D e s d e L A N F R A N C O T U R C I . Una finanza senza
octubre 23 de 1995 se utiliza la moneda privilegi, Roma, S eam, 1996; M I C H A EL
electrónica con el Mark Twain Bank St. V IOLANO -SIMON CRAIG VAN COLLIE.
38 William Namén Vargas

La moneda tiene curso fiduciario si se adquiere por la confianza de su


conversión en otro valor (billetes de bancos, pagarés bancarios, etc.); legal, si está
sancionada y reconocida por el Estado como medio general de pago, y forzoso,
si se establece la obligatoriedad de su utilización de cambio y cumplimiento.

IV. GENERICIDAD, CONSUMIBILIDAD Y FUNGIBILIDAD DE LA


MONEDA

LA OBLIGACIÓN PECUNIARIA atañe al pago de determinada suma de dinero, o sea,


de una cosa mueble, de género, fungible y consumible, que puede ser corporal si
es metálica e incorporal si escrituraria, y respecto de la fiduciaria, corporal cuando
los títulos son nominativos o a la orden e incorporal si al portador.
Las cosas de género se caracterizan por su fungibilidad y permanencia, por
cuanto su sustitución opera entre las de su misma especie y calidad sin detrimento
de su significado prístino.
Fungibles, son las cosas intercambiables y sustituibles por otras y entre sí, en
contraposición a las no fungibles o individualizadas, singularizadas, precisadas e
insustituibles y no susceptibles de cambio o reemplazo, excepto por su equivalente
monetario.
En las prestaciones pecuniarias la fungibilidad es absoluta21, general y
paradigmática; se predica de todo instrumento monetario de un Estado, sea de
igual o diversa denominación y valor, y de los restantes bienes, cosas e intereses
en virtud de la aptitud de su estimación económica y sustitución dineraria.
Las dinerarias, no admiten su reemplazo por cosa distinta al dinero, a
diferencia de las restantes prestaciones que pueden cambiarse o mudarse con su
equivalente monetario, siendo imperativo el cumplimiento in natura, esto es, el
pago de la suma respectiva.
Por esta razón, los efectos de la imposibilidad sobrevenida, de la pérdida o
destrucción de la prestación debida no se proyectan en la extinción de la obligación
(genera non pereunt).
Este principio es constante, y ni siquiera en caso de concentración, selección
o individualización de la prestación respecto del género común puede tener
alcance extintivo por su proximidad al cuerpo cierto (genus limitado, próximo o
definido) o por devenir o convertirse en éste (transmisión del dominio de una
cosa genérica)22.
La individuación del género ordinario no aplica ni transmite los riesgos y, en
tratándose de dinero cierto (billetes o moneda de colección o singularizado por
razones históricas, culturales, artísticas, étnicas, geográficas o temporales), la
prestación de genérica muda a cosa cierta23.

Prospettive del Retail Banking degli anni niaria, sino una obligación de cumplimiento
Novanta, Milano, Edibank, 1995. efectivo, y tampoco se está ante una obliga-
21
Cfr. H. H AMEL . Reflexions sur la théorie ción de cosa cierta ni genérica. Este es el
juridique de la monnaie, Mélanges Sugiyama, supuesto de la enajenación de monedas en
1940, pp. 83 ss. consideración a su valor de curiosidad para
22
Cfr. K. L ARENZ . Derecho de Obligaciones, un aficionado o coleccionista, o en atención
cit., T. I, § 13, pp. 179 y 180: «Cuando son al valor del metal que contengan».
23
debidas determinadas monedas individual- Ibid., T. I, § 13, p. 179: «la obligación
mente especificadas o monedas de cierta pecuniaria no es una obligación genérica. El
clase –como objetos corporales, no como deudor no ha de entregar signos monetarios
portadores de un valor nominal pecuniario de la “especie y calidad media”. Si envía
determinado– no existe obligación pecu- papel moneda, el riesgo de su pérdida no se
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 39

Por esto, el modo extintivo natural de estas obligaciones es el pago, sin perjuicio
de la compensación, discutida cuando las obligaciones se contraen en moneda
propia y foránea.
La connotación básica de las cosas consumibles radica en su desaparición o
extinción con el primer uso que de las mismas se haga. La simple consumición
material o uso físico (usus) comporta erga omnes el egreso del patrimonio y la
destrucción de la cosa (v. gr., bebidas, alimentos, gasolina, carbón, productos
perecederos, etc.). Este principio tampoco es aplicable, strictu sensu, al dinero al
no ser objeto de uso sino por su enajenación saliendo del patrimonio del deudor
e incorporándose al del acreedor, de donde la consumición no es material sino
jurídica, comprende el usus y el abusus, y la desaparición es relativa sólo a quien la
enajena.
La cosa dineraria no se extingue por el primer uso de la misma ni su
desparición es absoluta sino relativa. Empero, tratándose del usufructo y de
préstamo de cosas consumibles diferentes a dinero se presentan similares
consecuencias a las de éste, porque tanto usufructuario cuanto prestatario tienen
el usus con cargo de restitución de igual cantidad y calidad; por lo mismo, no
opera la destrucción absoluta ni los efectos de la mera consumición material.

V. LAS DENOMINADAS DEUDAS DE MONEDA INDIVIDUAL, DE


ESPECIES MONETARIAS, DE SUMA DE DINERO Y DE VALOR

LA PRESTACIÓN PECUNIARIA, de suyo, contiene el pago de determinada suma o


cantidad de dinero; no obstante, tradicionalmente se estila diferenciar las deudas
de moneda individual, las de especies monetarias, las de suma de dinero y las de
valor. Las de moneda individual versan sobre una moneda singularizada in concreto,
de donde, strictu sensu, es cosa cierta, específica y determinada y, en las de especie
monetaria es esencial la indicación de las piezas monetarias para el pago (moneda
de oro o de cierta emisión)24.
En la deuda de suma dineraria, los signos o medios de solución son irrelevantes
a condición de ostentar valor o curso legal y ser equivalentes a la relación
obligatoria; la prestación debida es una suma de dinero in obigatione e in solutione,
la moneda cumple función económica de cambio de las cosas, bienes o servicios.
Las deudas de valor atañen a una medida abstracta e ideal de medición de los
distintos bienes y de la prestación al momento de su cumplimiento, la moneda
es una medida del valor con carácter sustitutivo, equivalente, compensatorio o
indemnizatorio; la prestación debida es un valor in obligatione apreciado in
solutione en dinero al momento del cumplimiento (subrogado pecuniario,
resarcimiento de daño, reembolso de gastos, enriquecimiento injusto).

transmite, según el §243, II, al acreedor, miento ha de tener lugar en una determinada
aunque no se trate de una “obligación de clase de moneda. Si esto no es posible
entregar ” y mediante la remisión haya porque la “clase estipulada” no se halla en
cumplido el deudor lo que le incumbe, el circulación al tiempo del pago, el deudor no
riesgo permanece en el mismo deudor [...] queda liberado de su deber de prestación
La obligación pecuniaria no es deuda de cosa (quizá por no ser posible “prestación del
y de ahí que tampoco es deuda genérica, género”), porque no se tratra de una obliga-
sino obligación de suma de valor». ción genérica (§ 279), sino de una obligación
24
Ibid., T. I, § 13, pp. 179 y 180: «... la pecuniaria, es decir, de una obligación de
denominada obligación de especie monetaria suma de valor, y en este supuesto ha de
(§ 245) es una obligación pecuniaria que “hacer el pago como si la clase de moneda
tiene como única especialidad que el cumpli- no estuviera determinada”».
40 William Namén Vargas

La distinción se hace desde el punto de vista del deber de conducta, si una


suma concreta o un valor reducido a dinero al tiempo del pago; mientras que en
las dinerarias lo debido es la moneda, en las de valor, el dinero, es un equivalente
de los bienes o servicios definido en términos de poder real adquisitivo de éstos25.
Con base en esta clasificación se excluye la pérdida de poder adquisitivo en
las deudas de valor en virtud de su referencia actual al día de su solución, al
contrario de las dinerarias donde la fluctuación monetaria es incidente.

VI. EL CUMPLIMIENTO, LAS TÉCNICAS DE PAGO Y LA


CALIFICACIÓN DE LA PRESTACIÓN PECUNIARIA

EL PAGO ES LA PRESTACIÓN debida ejecutada por el deudor bajo todos respectos en


conformidad con el tenor de la obligación (arts. 1626 y 1627 C.C.), es decir, es
conducta debitoria coincidente, simétrica e idéntica a la contraída. La prestación
debida y la prestación ejecutada, iguales en todo aspecto, precisan la solución o
pago efectivo.
El pago de una obligación pecuniaria debe hacerse en la moneda con poder
liberatorio, curso legal y forzoso26, más para que surta sus efectos extintivos es
menester su plenitud e integridad, es decir, ser completo al tenor del título
obligatorio (arts. 1626 y 1627 C.C.), tanto del principal cuanto del accesorio
(art. 1649, inc. 2 C.C.), salvo acuerdo contrario, inicial o posterior de las partes
o precepto legal.
El deber prestacional ejecutado materialmente por el deudor según la
naturaleza de la prestación determinada por las disposiciones del título (negocio
jurídico o decisión judicial), por los naturalia negotia (ley, costumbre, usos y
equidad) y lo expresamente pactado, solo libera coincidiendo en todo respecto.
El cumplimiento de una obligación pecuniaria precisa la transferencia a título
de tradición del dominio del dinero, es decir, es prestación de dare y de resultado.
Lo debido por el deudor es dinero y cumple traditando la cantidad de moneda o
suma dineraria adeudada.
El pago, en principio, debe realizarse con dinero (papel moneda, billetes de
banco), pero podrá hacerse con moneda escrituraria o bancaria, creándola
(préstamo bancario) o sin crearla (moneda de giro), emitiéndose una orden de
anotación en las cuentas del deudor (débito) y del acreedor (crédito), o con la
emisión o transferencia de un título de contenido crediticio o con anotación de
una cuenta a otra utilizándose un código o contraseña cifrada (moneda

25 26
Cfr. J, F LO U R y J. L. A U B ERT . Les Cfr. H. C APITANT . Vocabulario jurídico,
Obligationis, París, Armand Colin, 1986, N os Buenos Aires, Depalma, 1981. Curso
47 y 48, pp. 32 y 33: distinguen la obligación forzoso: «Régimen de circulación de los
pecuniaria propiamente dicha, la obligación billetes de banco, caracterizado por el hecho
i n n a t u ra y l a d e u d a d e v a l o r ; p a r a de que los bancos de emisión son dispen-
E NNECCERUS , K IPP y W OLFG . Tratado de sados de la obligación de reembolsar los
D e r e c h o C i v i l , T. I , D e r e c h o d e l a s billetes en metálico». Curso legal: «Poder
Obligaciones, trad. de P ÉREZ Y A LGUER , liberatorio de la moneda, consistente en que
Barcelona, Bosch, 1954, p. 36: “las deudas los signos metálicos acuñados y emitidos
pecuniarias son deudas de valor”, su objeto conforme a las disposiciones de ley, y los
“es más bien el valor de la cantidad debida”. billetes de los bancos de emisión, deben ser
F. MESSINEO . Manual de Derecho Civil y aceptados en pago por los acreedores por su
Comercial, Buenos Aires, EJEA, 1979, T. IV, valor nominal, bajo sanción de las pena-
§ 112, pp. 207 ss., diferencia las deudas lidades legales».
originariamente pecuniarias o monetarias –
lamadas de valuta– de las deudas de “valor”.
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 41

electrónica), es decir, acreditando o girando su valor en una cuenta o asiento


contable o entregando un título crediticio.
En estos casos, el deudor emite la orden de anotación, con cuya realización
se entiende satisfecha la prestación, por lo que, consistiendo su conducta en una
actividad o servicio a su cargo que se consuma con la anotación, se dice que
consiste en un facere y no en un dare. Sin embargo, la obligación del deudor de
suma dineraria sólo se entiende cumplida con la tradición real y efectiva del
dinero y, por lo mismo, siempre es de dare, así coexista con otra prestación de
facere predicable del deudor, del acreedor o de un tercero (banco) y tendiente a
verificar el resultado concreto del pago, por cuanto la sola orden o actividad de
anotación en cuenta no es suficiente para el cumplimiento de la obligación, apenas
facilita el pago que solo se entenderá efectuado con la tradición efectiva del
dinero mediante la anotación en la cuenta del acreedor.
Cuando el pago se hace entregando un cheque, se distingue si es simple o
con cruzamiento, para denotar en el primer caso una prestación de dare cuando
el banco entrega el dinero al beneficiario, quien puede cobrarlo por ventanilla, y
en el segundo, un facere, en tanto se realiza por consignación y anotación posterior
en la cuenta del acreedor. Otro tanto se dice tratándose de títulos valores de
contenido crediticio diferentes del cheque, donde el deudor puede pagar
entregando dinero (dare) u otros títulos (facere o dare, según el caso).
Empero, la pecuniaria no deja de ser prestación de dare por la la entrega de
un título valor de contenido crediticio, ni por la actividad o servicio del deudor o
de un tercero, rectius, coexistencia de prestaciones de facere, para facilitar el
resultado concreto de la tradición del dinero. De esta manera, cuando se entrega
un cheque cruzado el pago se realiza con la tradición del dinero por anotación
en la cuenta, así el beneficiario deba consignarlo y el banco, transcurrido el término
de compensación, acreditar el dinero en su cuenta; cuando se entrega un cheque
simple y el acreedor lo presenta para su cobro por ventanilla, el banco girado
presta un servicio, actividad y cumple la orden de pago (facere) del librador
traditando el dinero27.
Todo lo cual conduce a que la prestación pecuniaria en cuanto respecta a su
cumplimiento, con independencia de las técnicas o subrogados del pago, es de
dare rem y de resultado, así coexista con prestaciones diferentes del obligado, de
un tercero e incluso del propio acreedor (consignar el título, presentarlo para su
cobro, etc.).
El deudor debe dinero, no puede obligar a su acreedor a recibir cosa diferente
de la prestación debida (nemo aliud pro alio, invito debitore solvere potest) y puede
acordar con éste una prestación sustitutiva en lugar del cumplimiento, dada y
recibida pro soluto (datio in solutum) o pro solvendo (datio ad solutum)28.

27
Cfr. sobre este aspecto y los restantes, monial, donde de consuno se muda, sustituye
G. S OUCI . “La especificidad jurídica de la o s e ñ a l a u n a p re s t a c i ó n e n l u g a r d e l
obligación de pagar una suma de dinero”, cumplimiento. La datio in solutum supone
trad. F. HINESTROSA, en Revista de la Univer- prestación sustitutiva de la inicial (cas. civil,
sidad Externado de Colombia, Nº 2, Bogotá, mayo 31 de 1961 y marzo 24 de 1943). Sus
1984, pp. 96 a 99. antecedentes se remontan al beneficium
28
La prestación debida es la señalada en dationis in solutum (Nov. IV, 3; CXX, 6, 8),
el título, el acreedor no puede esperar, exigir se regula específicamente en algunas
ni ser obligado a otra distinta. Empero, es codificaciones, v. gr. arts. 1197 y 1198 C. C.
posible su cambio o sustitución en virtud de ital. de 1942. Figura diversa de la dación en
un negocio jurídico de atribución patri- pago es la datio ad solutum o al pago
42 William Namén Vargas

El acreedor puede negarse a recibir cosa distinta de la debida; dentro de


éstas, títulos de crédito y títulos valores de contenido crediticio, porque en la
obligación pecuniaria lo debido es dinero y no un bien de naturaleza diferente
(arts. 1627, 1648, 2224 C. C. y 871 C. Co.); podrá recibirlos pero no ser obligado
a su contrariedad29 y en cuanto los reciba se entiende, salvo disposición contraria,
pro solvendo, esto es, no extingue la relación jurídica sino en virtud de su pago
(arts. 643 y 882 C. Co.)30.

VII. LA PÉRDIDA DE VALOR DE LA MONEDA, EL NOMINALISMO Y EL


VALORISMO

L AS DEUDAS PECUNIARIAS tienen vocación natural de alteración entre su


surgimiento y el día del pago, por crisis económica, oscilación de valores, aumento
o disminución del intrínseco del dinero o de las cosas y servicios; en tanto que
inserta la moneda en un contexto socio-económico predeterminado, el valor
nominal asignado por el Estado es susceptible de experimentar mutaciones por
circunstancias fácticas o materiales del tráfico o jurídicas por decisión de la
autoridad política.
Las oscilaciones más frecuentes de la moneda se comprenden en las nociones
de devaluación, desvalorización o depreciación y revalorización31, atribuyéndose
a priori un poder adquisitivo al dinero, menor o mayor al preexistente o coetáneo
al origen de la obligación incidente al momento de su cumplimiento.

consistente en la entrega de títulos valores o 1981, pp. 176 ss.; CSJ. Cas. Civil, Sentencias
documentos crediticios para proveer o de noviembre 18 de 1991 y julio 30 de 1992.
garantizar el pago de una obligación anterior. Para la Corte, se presume iuris tantum la
El artículo 642 del Código de Comercio entrega de títulos valores de contenido
disciplina que la emisión o transferencia de crediticio pro solvendo, salvo acuerdo expreso
títulos valores de contenido crediticio no de las partes de hacerlo a título de “dación
produce la extinción de la relación que la en pago” o de “novación objetiva”, hipótesis
or iginó excepto si aparece intención en que coexisten la relación jurídica subya-
inequívoca en contrario, y el 882 que vale cente base de la emisión o transferencia del
como pago si no estipula otra cosa, pero lleva título y la cambiaria. En esta sentencia se
implícita la condición resolutoria del pago acoge el principio de la coexistencia de la
en caso de no descargarse el instrumento o relación jurídica subyacente y la cambiaria
ser rechazado, y el acreedor puede hacer cuando para su cumplimiento se entregan
efectivo el pago de la obligación originaria, títulos valores de contenido crediticio, por
devolviendo el instrumento o caucionando; lo común entregados pro solvendo y no a
pero si deja caducar o precribir la acción título de dación en pago ni de novación
cambiaria se extingue la originaria, teniendo objetiva, salvo expreso acuerdo interpartes.
31
acción de enriquecimiento que prescribe en La expresión “devaluación” denota la
un año. La datio ad solutum no implica pago, relación de valor de la moneda con otra u
no extingue la obligación, solo provee o otras; el vocablo “desvalorización” a la
garantiza el pago; la datio in solutum implica, pérdida de su poder adquisitivo por causa
con la realización de la prestación sustitutiva, principalmente de la inflación, y el de
la extinción de la obligación anterior con “depreciación”, uno y otro, esto es, la pérdida
todos sus privilegios y garantías, ya con la de valor de una moneda con referencia al
terminación de todo vínculo inter partes o valor de otra o al valor de los bienes y
con la creación de uno nuevo. ser vicios. Paralelamente, estas nociones
29
Cfr. Corte Suprema de Justicia. Casación suscitan la de revalorización de la moneda,
Civil de noviembre 18 de 1991, en Jurisp. y esto es, el aumento de su poder adquisitivo.
Doctrina, T. XXI, Nº 241, Bogotá, 1992, pp. En Cas. Civil de octubre 23 de 1931, la
1 ss. Corte Suprema aplicó este último y redujo
30
Cfr. H. P ALACIOS M EJÍA . “Relaciones el quántum del daño (G. J., T. XXXVII, p.
entre la Acción causal y la Acción 241).
Cambiaria”, en Universitas, Nº 61, Bogotá,
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 43

Frente a la proximidad teórica y práctica de estas eventualidades se plantea la


preservación del equilibrio prestacional, la protección de los extremos subjetivos
de la relación obligatoria, esto es, del deudor, quien no está obligado a más de lo
debido, y del acreedor, a quien no puede obligarse a recibir cosa distinta ni inferior,
y la depuración de la situación inequitativa por disposiciones legales o negociales
con eficacia genérica e inmediata o específica y subsiguiente.
La problemática se mira, desde la perspectiva del valor nominal o del valor
real o de adquisición de la moneda y del detrimento de su valor intrínseco,
especialmente en sistemas donde el valor del metal (oro, plata) disminuye, para
precisar si el pago completo e íntegro se realiza con la cantidad de moneda
establecida en el título sin referencia al menoscabo o con signos monetarios de
idéntico valor adquisitivo al instante de contraerse y cumplirse.
En otros términos, si el valor real del dinero es mayor al nominal, entre el
nacimiento de la obligación y el instante del cumplimiento, ¿la disminución
debe soportarla el acreedor o el deudor? ¿Este cumple la prestación transfiriendo
el dominio de la misma cantidad numérica y nominal de dinero o sólo la
correspondiente al valor de adquisición y cambio?
La disparidad de valores nominal y real del dinero se deriva de su oscilación
en el mercado entre el origen de la obligación y su cumplimiento, comparado
con el de los bienes y servicios, por virtud de la medición exacta de los últimos y
la tendencia universal de la representatividad de la moneda en un papel o billete
emitido por el Estado y la referencia de su valor a una “reserva” expresada en un
metal (oro, plata, etc.) o en una divisa (moneda fuerte).
El principio nominalístico en su acepción simple preconiza la facultad estatal
de crear la moneda, determinar e imponer su valor, su obligatoria aceptación y la
inalterabilidad de su cuantía en el tiempo, el espacio, y en la medida que la
sustenta.
La expresión se atribuye a Dumoulin (Molinaeus) en su Tractatus contractuum
et usurarum (l546); encuentra precedentes en textos griegos y romanos32; se
introduce en el Common Law con el caso Gilbert c. Brett, desde la equivalencia
entre la moneda y su soporte, la invariabilidad y el carácter estático de su valor.
Al inicio se fundamentó en prerrogativas reales33 y fiscales; luego, con la teoría
monetaría estatal estructurada por Knapp34, en el poder del Estado de crear la
moneda, fijar su valor y cantidad circulante, aunándose ulteriormente la soberanía
monetaria, el “curso legal”, el orden público, la estabilidad del comercio
internacional y del tráfico jurídico35.
Pothier36, basado en Dumoulin, prohijó y desarrolló el principio nominalista,

32
P APINIANO refería: In pecunia non corpora money, London, 1924, p. 2.
35
quis coagiat, sed quantitatem (D. L. 94, §1, T. C f r. E . H I R S C H B E R G . El pr incipio
3, De solution et liberat, lib. 46), y P AULO , nominalista, trad. esp. J. Roimiser, Buenos
en la Lex Origo, reitera la importancia no Aires, Depalma, 1976, pp. 41 a 44.
36
del valor real ni de cambio de la moneda Cfr. R . J. P O T H I ER . Tratado de las
sino de la cantidad (ea que materia forma obligaciones, Buenos Aires, 1947, p. 121, Nº
publica percussa usum dominiumque non tam 206: «no se considera en la moneda más que
ex substantia praebet quam ex quantitatem, D. el valor que el príncipe le ha dado y no su
L. I, T. I, De contrahenda emitione et de cuerpo que no es más que su signo»; la
pactis). moneda es objeto de propiedad particular
33
Cfr. J. C ARBONNIER . Derecho Civil, trad. en cuanto a un signo representativo de un
M. M. Z ORRILLA R UÍZ . Barcelona, Bosch, valor fijado arbitrariamente por el soberano;
1965, T. II, Vol. I, pp. 30 ss. Id. Traité du contrat de prét de consomption,
34
Cfr. F. G. K NAPP . The State theory of París, 1821, Nº 36.
44 William Namén Vargas

recepcionado en el artículo 1895 del Code Civil37 y en distintos ordenamientos


jurídicos38.
De acuerdo con los postulados del nominalismo39, el valor de la moneda es
constante en toda época, idéntico a sí mismo y determinado por la autoridad
autorizada para emitirlo en ejercicio de la “soberanía monetaria”40.
El Estado crea la unidad monetaria, fija su valor abstracto41, que siempre es
el mismo, permanece igual e inalterable por certidumbre, actuando por unidad
de cuenta o de medida, dentro de un régimen monetario42 cogente (ius cogens)43,
imperativo, de orden público y de restrictiva aplicación e interpretación.
El sistema nominalista, presupone el curso legal de la moneda y, en su caso,
el curso forzoso44 . Aquél concierne a la circulación autorizada, única y obligatoria
del dinero (billetes y monedas) emitido por la autoridad monetaria de un Estado

37
Art. 1895: L'obligation qui résulte d'un otorga la potestad de disciplinar «la circula-
prét en argent, n'est toujours que de la somme ción del dinero en todo el territorio del
n u m è r i q u e é n o n c è a u c o n t ra t . S ' i l y e u E s t a d o y, e s p e c i a l m e n t e , l a d e d i c t a r
argumentation ou disminution d'especès avant disposiciones relativas a la obligatoriedad de
l'époque du payament, le dèbiteur doit rendre la aceptación, a la exclusión de signos mone-
somme numérique prètée, et net doit rendre que tarios extranjeros, y sobre todo, a la emisión
cette somme dans les espèces ayant cours au y recogida del dinero del Estado».
41
moment du payament (La obligación que Cfr. CSJ, Sala P lena. Sentencia de
resulta de un préstamo en dinero no es más febrero 25 de 1937, M. P.: Juan Francisco
que la suma numérica enunciada en el Mújica (G. J., T. XLIV, N os 1920 y 1921, p.
contrato. Si ha habido aumento o dismi- 618: «la unidad que sirve de cálculo para la
nución de especies antes de la época del estimación de los valores, o unidad de cóm-
pago, el deudor debe entregar la suma puto, siempre ha sido de naturaleza abstracta
numérica prestada, y no debe entregar más y su existencia independiente se destaca,
que esta suma en las especies que tengan hasta punto, de la mercancía que encarna».
42
curso en el momento del pago). Ibid.: «El régimen monetario está inte-
38
Cfr. art. 1277 C. C. italiano de 1942: grado esencialmente por dos elementos: una
«Las deudas pecuniarias se extinguen con la tabla de cálculo de unidades abstractas y un
moneda que tenga curso legal en el Estado conjunto de cosas utilizadas como signos
en el momento del pago y por su valor monetarios, en los cuales se materializan, con
nominal». C. C. español, arts. 1170 y 312 la relación númerica de que se trate, aquellas
C. Co; 2199 C. C. de Uruguay. unidades [...] Todos los tratadistas de
39
Cfr. J. C ARBONNIER . Derecho Civil, cit., derecho que ocasional o sistemáticamente
T. II, Vol. I, p. 19. estudian el tema reconocen al Estado como
40
L a s o b e r a n í a m o n e t a r i a « c on s i s t e un atributo suyo de todos los tiempos e
sustancialmente en que el Estado asume en indiscutible y con el nombre de soberanía
forma originaria, exclusiva y suprema la monetaria, la facultad de regular ese tráfico
potestad política interna de organización, en lo relativo, especialmente, a determinar
jurídica de regulación, y técnica y operativa la unidad de medida de valor, la naturaleza
de gestión y administración, del sistema y obligatoriedad de los signos monetarios,
monetario de la comunidad, de emisión y la exclusión de los extranjeros, la emisión,
fijación del valor de la moneda representada desmonetización y convertibilidad de la
en billete o metálico, o aun en documentos, moneda» (pp. 618 a 621).
43
títulos o divisas de deuda, crédito y Ibid., p. 618: «el sistema monetario de
financiamiento público: así como la facultad un país pertenece a su derecho público. Este,
de dirigir y regular los términos del crédito en su aplicación y consecuencias, se rige
y del intercambio monetario y de sus valores entre nosotros con el criterio de la primacía
en el orden internacional con fundamento o incondicional de lo público sobre lo privado»;
no en un patrón común, el cual cuando se posición reiterada en sentencias de junio 13
expidió el Estatuto Cambiario, cuyos precep- de 1969 (G. J., T. CXXXVII, Nº 2338, p.
tos acusados se examinan, seguía siendo el 132) y de noviembre 19 de 1969, M. P.:
‘patrón oro’ aunque en el presente este haya Hernán Toro Agudelo (G. J., T. CXXXVII,
venido siendo sustituido por otro» (CSJ, Sala Nº 2338, p. 547).
44
Plena, Sentencia de septiembre 27 de 1984, Cfr. F. M ESSINEO . Manual de Derecho
M. P.: M. Gaona Cruz). En sentencia de Civil y Comercial, cit., T. IV, § 112, Nº 2, p.
abril 28 de 1937: La soberanía monetaria 208.
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 45

con aptitud de cambio y de cumplimiento sin posibilidad de invocación de la


alteración de su valor real al ser abstracto e ideal y a la obligatoriedad erga omnes
de su aceptación, y éste, atañe a la imposibilidad de reembolso o conversión del
dinero a la medida que le sustenta45.
En el nominalismo, por constituir el dinero el deber de prestación del deudor
y ser su valor igual en todo momento, el cumplimiento o pago se verifica
entregando la misma cantidad de dinero o de especies monetarias cuyo valor
nominal corresponda al de la obligación, sin interesar sus oscilaciones, deficiencias
o excesos.
La consecuencia de mayor relevancia en el nominalismo está constituida por
la liberación obligatoria del deudor mediante la transferencia del dominio de la
misma cantidad nominal de moneda existente al instante de contraer la obligación,
sin interesar su correspondencia con el valor de adquisición ni su deprecio o
reducción por transcurso del tiempo u otros factores46. El deudor cumple pagando
en la misma moneda y con la misma cantidad monetaria por su valor numérico
o nominal, siendo del acreedor todo riesgo inherente a la disminución de su
valor intrínseco, real o poder de adquisitivo47 y del deudor todo aumento en éste.
La ausencia de simetría entre el valor nominal originario al contraerse la
obligación y el real al momento del cumplimiento comporta, sin duda, recepción
de uno diferente, mayor o inferior en cuanto que con éste no podrá adquirir
idénticos bienes o servicios48.
De esta manera, reviste igual importancia la consideración del valor monetario
asignado por el Estado y la del valor determinado en el tráfico jurídico49, a punto

45
Cfr. M. P LANIOL y G. R IPERT . Traité las obligaciones, 2ª ed., Bogotá, Edit. Temis,
Elementaire de Droit et de Jurisprudence, París, 1955, Vol. III, Parte Segunda, p. 333: la
1949, p. 527. CSJ, Sentencia de febrero 25 desvalorización es un riesgo a cargo del
de 1937; C. de E., Sentencia de enero 28 de acreedor.
48
1994, Jurisp. y Doctrina, T. XXIII, p. 45: «el Cfr. R. J. P OTHIER . Traité du contrat de
billete en sí mismo es moneda, o sea, instru- prèt de consomption, París, 1821, Nº 36: «Pero
mento legal que puede utilizarse para toda hay que convenir que el mutuante a quien
clase de pagos en el territorio nacional, con se devuelve la suma que ha prestado en
poder liberatorio ilimitado [...] Tales billetes especies aumentadas sufre un perjuicio con
constituyen en sí mismos la moneda legal el préstamo que ha hecho, puesto que fuera
colombiana, susceptible sólo de cambiarse, de que él habría aprovechado el aumento si
por su valor nominal, por otros billetes de no hubiere hecho el préstamo y hubiese
igual naturaleza emitidos por el mismo guardado sus especies, este valor que se le
banco». No obstante, el curso legal no ex- devuelve no es igual sino nomine tenus, pues
cluye la moneda fiduciaria contentiva de en cuanto al efecto es menor y se halla
dinero y diferente de éste y, con más veras, efectivamente menos rico que lo era con la
la moneda “plástica” ni la “electrónica”. que ha prestado, ya que como las mercaderías
46
Cfr. CSJ, Sala de Negocios Generales. aumentan, esta suma o valor que se le
Providencia de febrero 2 de 1968, G. J., T. devuelve no podrá procurarle cosas de que
LXIII, p. 917: «las obligaciones civiles se tendrá necesidad, tantas cuantas podía
contraen en moneda corriente y, de este procurarse con lo que ha prestado».
49
modo, aunque ellas sean a un largo plazo, Cfr. V INNIUS , Inst. t. 15, Quibus modis,
en nada influyen o pueden influir los posibles re contrahitur obligatio, lib. 3, Nº 12: «... no
cambios que durante ese plazo tenga el poder es absolutamente verdadero [...] que en las
adquisitivo de la moneda para que se monedas no se atiene a la materia, sino tan
aumente o disminuya su monto, sino que sólo a la estimación impositiva y exterior a
ésta será siempre el que estipuló o tuvo la cual dan por esta razón vulgarmente el
origen en el momento de hacer la obligación nombre de bondad extrínseca, y que la
por cualquiera de los hechos que pueden ser moneda no es otra cosa que un valor público;
fuentes de la misma». pues la materia de la moneda es el funda-
47
Cfr. A. P ERÉZ V IVES . Teoría General de mento y causa de su valor, el cual varía según
46 William Namén Vargas

que, según acontece toda la regulación normativa, la norma jurídica no puede


ser extraña a la realidad ni desconocerla, si bien está destinada a actuar en el
plano jurídico, se gobierna y rige por la lógica de éste.
El reconocimiento de las oscilaciones monetarias, la rigidez del nominalismo50
y los nefastos efectos económicos de las grandes conflagraciones mundiales
gestaron desarrollos ulteriores para mantener la paridad en los sujetos de la
relación obligatoria con el reconocimiento del valor real de la prestación y, en su
caso, la primacía de éste sobre el nominal.
Savigny, partiendo de las alteraciones axiológicas de la moneda, atribuye al
dinero un poder adquisitivo abstracto (Abstrakte Vermögensmacht), proyectado
sobre todos los componentes de la riqueza, cuyo valor de cambio no es autonómo
sino resultante del conjunto económico y del tráfico, se mira en su función y no
en su naturaleza, y se concibe como un mecanismo para obtener un fín
económico51; Eckstein, sustentado en la intención y fin de las partes de recibir
con exactitud la misma suma con poder adquisitivo, censura el nominalismo al
contradecir la voluntad de los sujetos de un contrato; y Wahle, reiterando este
designio recíproco de recibir igual suma dineraria, admite la revalorización o
ajuste parcial de la deuda (Deckungsfondtheorie) cuando la garantía de una
obligación se afecta económicamente.

la diversidad de la materia; importando teciendo la idea de que, sin grave


mucho que este valor esté en una justa contradicción del sentimiento natural de
proporción con la materia. Efectivamente en justicia, no podía imponerse al acreedor la
esta cuestión debe principalmente tenerse en t o t a l i d a d d e l d a ñ o o c a s i on a d o p o r l a
consideración que el principal fin del dinero desvalorización del dinero y que no podía
es servir para la consecución de las cosas exigirse que se contentase con un importe
necesarias, según Aristóteles por cuanto papel-moneda casi sin valor, a cambio de su
mudada la bondad intrínseca o extrínseca crédito constituido mediante la entrega de
de la moneda se muda también el precio de buen dinero o de su obligación cumplida
todas las cosas, aumentándose o disminu- mediante suministro de buena mercancía. La
yéndose según la alteración que haya sufrido jurisprudencia alemana se mantuvo al prin-
la buena calidad del dinero, como nos lo cpio fiel a la teoría del valor nominal (cfr.
enseña la experiencia [...] Establecido, em- RGE 102, 98 ss. de abril 16 de 1921), pero
pero, esto, si queremos que ninguno de los la revalorización (o sea la elevación del
contratantes salga perjudicado, parece que importe de una deuda pecuniaria expresada
debemos establecer que si se ha mudado el en el dinero desvalorizado) fue exigida, cada
valor intrínseco de la moneda ha de aten- vez más resuelta, especialmente por los
derse al tiempo del contrato; y si el extrín- acreedores hipotecarios, que protestaban
seco, o sea el impositicio, al del pago». contra el pago de la deuda en su importe
50
Cfr. E N N CC ERC U S , K I P P y W O L G G . nominal y que rechazaban la extinción, el
Tratado de Derecho Civil, cit., pp. 39 ss.: «La recibo y el consentimiento de cancelación.
teoría del valor nominal, según la cual los Siguiendo el precedente de las decisiones del
signos monetarios investidos de curso Tribunal territorial superior de Darmstadt
forzoso se han de aceptar siempre en pago ( JurW 1923, 459 y 522), el Tribunal del
por su valor nominal (marco = marco), dada Reich se pronunció en la sentencia de
la progresiva desvalorización de nuestro noviembre 28 de 1923 (RGE 207, 78 ss.) en
dinero por la emisión de papel moneda sin pro de la procedencia del derecho de la reva-
encaje en las épocas de la guerra y de la lorización de los créditos derivados de
postguerra (inflación), tenía que conducir mu t u o, g a r a n t i z a d o s c on h i p o t e c a , e n
más y más a una expoliación de los atención a la profunda desvalorización del
poseedores de signos monetarios y de los dinero papel alemán».
acreedores de dinero a largo plazo. A medida 51
Cfr. F. K. V ON S AVIGNY . Obligationsrecht
que por efecto de la inflación el valor del als Theil des heutigen römischen Rechts, I,
marco iba declinando hasta llegar a una Berlín, 1853, p. 454, cit., por H IRSCHBERG .
porción, casi imposible de expresar, de su El principio nominalista, cit., pp. 44 ss.
valor de antes de la guerra, se iba robus-
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 47

A raíz del célebre fallo de noviembre 28 de 1923 de la Suprema Corte


Alemana, con base en el principio de la buena fe (§ 242) y en la imprevisión
legislativa sobre el envilecimiento de la moneda (§ 157), se reconoce
jurisprudencialmente el valorismo, postulándose la inaplicabilidad del
nominalismo y de las leyes de curso legal en detrimento de la buena fe (Treu und
Glauben), cuandoquiera que su aplicación la contradiga o haga nugatoria, por
tratarse de un principio inmanente, director y regulador de todas las relaciones
jurídicas52 .
El principio del valorismo53, en suma, se sustenta en el valor de cambio de la
unidad monetaria, preconiza su poder adquisitivo real resultante de todos los
factores incidentes en el tráfico jurídico-económico. La moneda refleja el valor
de cambio, no siempre igual ni el mismo, sino mutable y asignado en términos
actuales. Desde esta perspectiva, el deudor de obligación dineraria cumple cuando
entrega la cantidad monetaria con valor igual al que tenía al instante de adquirirla
y no el simple valor nominal, excepto cuando coincidan uno y otro.
En nuestra normatividad se recepcionó el principio nominalístico, en cuanto
el dinero (papel moneda emitido por el Estado) solo tiene el valor asignado por
la autoridad monetaria (moneda legal), no puede atribuírsele otro y con ésta
debe hacerse el pago (curso legal), lo que no excluye su desvalorización,
especialmente en época de inestabilidad monetaria por exceso (inflación) o defecto
(deflación) del signo monetario.
Sin embargo, el principio no es absoluto y se combina con el valorismo, ya
sea desde el punto de vista legal, ya negocial, esto es, ora por la consagración de
preceptos en los cuales existe específica referencia al valor actual, ora por la
posibilidad reconocida a los particulares en sus relaciones jurídicas de acordar
sistemas de actualización monetaria que no alteren los principios cogentes del
sistema monetario ni entronicen la desestabilización de la economía.
Sin embargo, la mayoría de nuestros expositores se orienta por la recepción
plena del sistema nominal de acuerdo con los postulados estatuidos en los artículos
2223 y 2224 del Código Civil, 874 y 1165 del Código de Comercio.
Esta posición, con todo, es discutible en exceso, no sólo por la existencia de
normas relativas a la exactitud e integridad del pago que precisan una referencia
axiológica a la moneda entre su gestación y la oportunidad del cumplimiento o
un referimiento concreto al valor exacto y real de la prestación, por la presencia
de antecedentes importantes en la consagración de los textos54, tanto cuanto

52
C f r. E . H I R S C H B E R G . El principio cimiento del daño), 250 (resarcimiento del
nominalista, cit., pp. 44 y ss. El § 242 BGB daño en dinero con arreglo a determinación
dice: «Presunción según fidelidad y buena del plazo), 251 (resarcimiento del daño en
fe. El deudor está obligado a efectuar la dinero con arreglo sin determinación del
prestación como requiere la fidelidad y la plazo) BGB y 352 (tipo de interés legal),
buena fe en consideración a los usos del 353 (vencimiento de intereses) y 360 (deuda
tráfico», y § 157: «Interpretación de los de dinero) HGB refieren a las obligaciones
contratos. Los contratos se han de inter- pecuniarias.
53
pretar como requieren la fidelidad y la buena C f r. E . H I R S C H B E R G . El pr incipio
fe en consideración a los usos del tráfico» nominalista, cit., pp. 44 ss.
54
Los §§ 244 (deuda de dinero), 245 (deuda A NDRÉS B ELLO , inspirado en S AVIGNY ,
en especie monetaria), 246 (interés legal), para quien el valor de la moneda dependía
247 (derecho de denuncia por intereses ele- de la cantidad de bienes a adquirir con ella
vados, con vigencia para contratos concluídos más que de la voluntad soberana del prin-
antes del 1º de enero de l987), 248 (ana- cipe, propuso el artículo 2343 del proyecto
tocismo), 249 (clase y extensión del resar- de Código Civil de Chile, del siguiente
48 William Namén Vargas

más por la aplicación jurisprudencial del valorismo que, si bien con fundamentos
equívocos y anfibológicos, propicia una solución justa y concorde a la realidad.
Gran parte de los ordenamientos acogen el principio nominalista invocando
soberanía monetaria, orden público y seguridad en las relaciones jurídicas, a
diferencia del valorismo que si bien se sustenta en la equidad, justicia y equilibrio
de las partes, conduce a soluciones complejas derivadas del reajuste progresivo
de la prestación.
Otras opiniones acentúan el nominalismo con el equilibrio económico de las
partes, la equidad y la justicia, sosteniéndose, incluso, la necesidad de repudiar el
enriquecimiento sin causa con una moneda empobrecida. El principio se ha
fundamentado en la ruptura del equilibrio prestacional, en la cláusula rebus sic
stantibus, fustración de la base del negocio, desequilibrio económico,
presuposición, enriquecimiento indebido y en la probidad, buena fe o corrección.
Con todo, se señalan dificultades, más teóricas que reales, para establecer los
factores indicativos del valor abstracto y de medición del poder adquisitivo actual,
la consideración de eventual causación de daño al deudor con la imposición de
un valor mayor a la extensión de su obligación, la incertidumbre e inestabilidad
del tráfico jurídico comercial e internacional derivada de sumas mayores a las
convenidas, la inequidad e injusticia de establecer cantidades suplementarias, la
vulneración de la soberanía estatal monetaria y del orden público, agregándose,
además, un efecto inflacionario y rectractor del ahorro55.
La antítesis nominalismo-valorismo constituye un mismo aspecto de la
problemática inherente a la determinación de la exactitud del pago de la prestación
pecuniaria y, en realidad, no son incompatibles sino complementarios56, sin que

tenor: «Si se ha prestado dinero, sólo se debe de la convención contraria) y los artículos 848
la suma numérica enunciada en el contrato, (“Si el usufructo se constituye sobre cosas
aunque haya variado la relación entre la fungibles, el usufructuario se hace dueño de
moneda expresada en el contrato y las otras ellas, y el propietario se hace nuevamente
monedas. Sin embargo, si en el tiempo acreedor a la entrega de otras especies de
intermedio hubiese variado el peso o la ley igual cantidad y calidad, o del valor que éstas
de la moneda que se expresa en el contrato, tengan al tiempo de terminarse el usufructo»),
no se deberá la misma suma numérica, sino 1617 [«Si la obligación es de pagar una can-
con el aumento o las rebajas necesarias para tidad de dinero, la indemnización de per-
la igualdad de valores. Se entenderán iguales juicios por la mora está sujeta a las reglas
los valores por los cuales se cambian en el siguientes...», 1626 («El pago efectivo es la
merc ado general iguales c antidades de prestación de lo que se debe») y 1649 [2]
mercaderías». De esta manera, se daba («El pago total de la deuda comprende el de
preeminencia a la paridad del valor. Sin los intereses e indemnizaciones que se
embargo, el texto se sustituyó por el artículo deban»), dícese, de una parte, que el valo-
2199, idéntico al art. 2224 del C. C., según rismo no es extraño a Bello ni a la condifica-
el cual, «Si se ha prestado dinero, sólo se ción civil y, de otra parte, que el nominalismo
debe la suma numérica enunciada en el se recibió de manera atenuada admitiéndose
contrato», y de cuya exegética interpretación la posibilidad de pactar cláusulas de reajuste.
se ha inferido el acogimiento absoluto del Cfr. L. C L A R O S O L A R . Explicaciones de
nominalismo con carácter imperativo y de Derecho Civil Chileno y Comparado, De las
orden público. Con todo, interpretándose el Obligaciones, Edit. Temis y Edit. Jurídica de
aparte final de este precepto («Podrá darse Chile, Vol. VI, T. XII, Nº 1411, pp. 112 y
una clase de moneda por otra, aun a pesar 113.
55
del mutuante, siempre que las dos sumas se S o b re l a s d i s t i n t a s t e s i s , c f r. E .
ajusten a la relación establecida por la ley HIRSCHBERG. El principio nominalista, cit., pp.
entre las dos clases de moneda; pero el 41 a 44.
56
mutuante no será obligado a recibir en plata Cfr. J. C ARBONNIER . Derecho Civil, cit.,
menuda o cobre, sino hasta el límite que las T. II, Vol. I, p. 77: «Nominalismo y valorismo
leyes especiales hayan fijado o fijaren. Lo no son situaciones incompatibles, sino rea-
dicho en este artículo se entiende sin perjuicio lidades cuya disociación debe impedirse a
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 49

pueda afirmarse la existencia de un sistema monetario nominalísta puro, cuyos


vacíos y soluciones estrechas, progresivamente se han atenuado normativa y
jurisprudencialmente en remedo de posiciones dogmáticas, ausentes en el
esquema estructural del derecho en general.

VIII. OBLIGACIONES PECUNIARIAS, IN NATURA Y DEUDAS DE


VALOR

CONTRIBUYE AL DESARROLLO del valorismo la distinción tradicional entre deudas


“pecuniarias” y “deudas de valor”.
En las pecuniarias57, también llamadas “dinerarias”, “simples”, “puras”,
“numerarias” o de “valuta”58, la prestación desde su origen implica la tradición o
dación de una suma determinada de dinero, esto es, de la moneda misma. Al
especificarse en una cantidad dineraria, numérica y nominal, se postula su sujeción
al nominalismo, contrayéndose y cumpliéndose en la misma cantidad numérica
y nominal. Sin embargo, sin duda, son estas las obligaciones de mayor suscep-
tibilidad a la pérdida del valor real del dinero.
En las de valor, lo debido no es una suma sino un “valor abstracto”
determinado por el actual o presente al día del cumplimiento59.
Nussbaum, al explicar la noción de “deudas de valor” distinguió las
“obligaciones ajustables” (Wertschulden)60 de las “obligaciones no ajustables”;
aquéllas, se consideran por su “valor” y se ajustan en su extensión como las
indemnizatorias de daños y las derivadas de enriquecimiento sin causa, y éstas se
estiman por su expresión nominal reduciéndose a ésta.
Las deudas de dinero y las de valor se gobernarían por principios diversos; en
las dinerarias, la prestación se determina y concreta en función de cierta cantidad
de moneda y de una unidad de valor, y en las de valor, en función del poder

todo trance. Porque la “denominación” y la de moneda como tal, abstracción hecha de


“numeración” monetarias son exigencias del su valor intrínseco en el momento del
lenguaje o vicisitudes formales de la opera- cumplimiento» de las deudas de “valor”
ción jurídica, que han de compadecerse cuando se trate de hipótesis relativas al
necesariamente con el contenido equipresta- «valor intrínsico de la moneda, o la moneda
torio de la función a que provean. La sirva de medio para restaurar, en el patri-
inadecuación de ambos términos ha derivado monio del acreedor, un determinado valor
de procesos inflacionistas (los más fre- comprometido por deudor (por incum-
cuentes) o deflacionistas (los más escasos), plimiento o por retardo en el cumplimiento»;
como remedio a los cuales entraron en juego dentro de éstas, las resarcitorias del daño,
las soluciones contempladas anteriormente». restitución del valor de la cosa por pago
57
Cfr. E N N E CC E R U S , K I P P y W O L F G . indebido, reducción de donaciones por lesión
Tratado de Derecho Civil, T. I. Derecho de las de legítima, la de moneda o divisa extranjera
Obligaciones, cit., p. 36: «las deudas pecu- así se conviertan en nacional al día del pago,
niarias son deudas de valor», su objeto «es y moneda con valor.
59
más bien el valor de la cantidad debida». Cfr. C. L ASARTE . Curso de Derecho Civil
58
Las diferentes expresiones suscitan Patrimonial, Madrid, Edit. Tecnos, l987, p.
interrogación en su sentido prístino, p. ej., 390.
60
“valuta” refiere a “valor”, siendo preferible Cfr. A. N U S S BA U M . Die Bilanz der
la distinción de deudas pecuniarias origina- Aufwertungstheorie, Tübingen, 1929, p. 180;
rias o y deudas pecuniarias subrogadas. Cfr. Derecho monetario nacional e internacional,
F. M ESSINEO . Manual de Derecho Civil y trad. S CHOO A., Buenos Aires, Arayú, 1954,
Comercial, cit., T. IV, § 112, pp. 207 ss., pp. 261 ss.; I D . Teoría jurídica del dinero,
diferencia las deudas originamiente pecunia- Madrid, 1929, pp. 235 ss.
rias o monetarias, llamadas de valuta, «o sea
50 William Namén Vargas

adquisitivo o real del dinero con el cual se produce su equivalencia, así la prestación
concierna a una suma dineraria o a una cantidad de cosas distintas al dinero61.
Así mismo, las dinerarias en su extensión se restringen a una suma regulándose
por el nominalismo y, las de valor, se extienden a su poder adquisitivo,
gobernándose por el valorismo62.
Según otro criterio, la tipología obligatoria por su objeto permite clasificarlas
en obligaciones pecuniarias, in natura y de valor.
Las pecuniarias propiamente dichas son una variedad de las obligaciones de
dar, implican la transferencia de la propiedad de cierta cantidad de moneda, se
caracterizan económicamente por su sensibilidad a la depreciación monetaria y,
jurídicamente, porque su ejecución forzada es simple, directa y única; las in natura
tienen por objeto una cosa distinta al dinero, son extrañas a la desvalorización
monetaria y no son susceptibles de ejecución forzada cuando son de hacer y de
no hacer; y las de valor (dette de valeur), inspiradas en el derecho alemán,
constituyen una categoría híbrida e intermedia, al tratarse de prestaciones de
pagar dinero, cuyo monto así sea cierto y preseñalado en una suma «se determina
según un valor real que se aprecia el día del pago», siendo insensibles a la
depreciación e igualmente de ejecución forzada elemental como las primeras63.
La importancia de la clasificación precedente, radica en la precisión de los
efectos de la desvalorización monetaria en el cumplimiento de las obligaciones
pecuniarias.
Con todo, en estas obligaciones la prestación se reduce a una suma de dinero,
cuyo valor en las primeras es el numérico o nominal, y en las segundas el real, sin
desconocer que unas y otras conciernen al pago de sumas dinerarias. Por esto, se
censura la lógica de esta dicotomía, a punto de no ajustarse a los parámetros
tipológicos de la prestación, y se cuestiona su utilidad práctica.

IX. FUNDAMENTOS DE LA CORRECCIÓN MONETARIA

En las obligaciones pecuniarias originarias de cumplimiento progresivo,


prolongado, periódico o diferido, la incidencia de la desvalorización monetaria
es mayúscula.
No acontece igual en las pecuniarias derivadas, en las que la estimación
monetaria de la prestación primaria de tipo distinto sustituida (aestimatio pecunia,
subrogado pecuniario, perpetuatio obligationis) se realiza en términos actuales al
cumplimiento (aestimatio rei, equivalente pecuniario, reparación de un daño,
reembolso o restitución de una cosa, pago de lo no debido, etc.). Por esto, es
también inoperante en el supuesto de incumplimiento de la prestación subrogada,
ya que su conversión económica siempre es actual y al día del pago.

61
C f r. T. A S C A R E L L I . L a m o n e t a , el nominalismo monetario no tendría carác-
Considerazioni di diritto privato, Padova, ter de principio imperativo de orden público,
1926 pp. 37 ss.; I D . I debiti di valori, Saggi ni siquiera respecto a las obligaciones pecu-
giuridici, Milano, 1949, pp. 347 ss.; I D . Studi niarias. Las deudas de valor, en cambio,
giuridici sulla moneta, Milano, 1952. caerían de lleno bajo el imperio del realismo
62
Cfr. J. L Ó P EZ S. Las obligaciones y monetario, por lo que los acreedores que-
contratos frente a la inflación, Edit. Jurídica darían siempre a cubierto de la moneda, aun
de Chile, Santiago, 1978, pp. 33 ss.: «Las cuando nada se hubiese estipulado al
deudas pecuniarias se regirán por el nomi- respecto».
63
nalismo sin perjuicio de la facultad de las Cfr. J. FLOUR y AUBERT. Les Obligationis,
partes de dejarlo de lado mediante cláusulas París, Armand Colin, 1986, N os 47 y 48, pp.
de estabilización o reajustabilidad puesto que 32 y 33.
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 51

Como fundamentos de la corrección monetaria se proponen la exactitud e


integridad del cumplimiento64, la indivisibilidad de la prestación debida, su
ejecución de buena fe, la pérdida de valor del signo circulante, la distinción entre
deuda pecuniaria pura y deuda de valor, la cláusula rebus sic stantibus, la impre-
visión65, el interés contrapuesto, la equivalencia objetiva prestacional, la frustración
de la base del negocio jurídico (Geschaftsgrundlage)66, el desequilibrio económico
sobrevenido, la vis absoluta, el error de valoración pecuniaria, el abuso del
derecho67 la presuposición (Voraussetzung)68, el enriquecimiento indebido o
injusto, la buena fe69, probidad, corrección, justicia y equidad, inclusive el
incumplimiento de la obligación y la mora debitoris.
Siendo la depreciación monetaria previsible70, se cuestiona la procedencia de

64
Cfr. en la doctrina latinoamericana, por 66
Cfr. O ERT MANN . La base del negocio,
todos, F. F UEYO L ANERI. Corrección monetaria Leipzig, 1921; I D . Die Gescháftsgrundlage,
y pago legal, Bogotá, Temis, 1978, pp. 90 a Ein neuer Rechtsbergriff, Leipzip-Erlangen,
101. Enuncia por fundamentos genéricos de 1921.
la corrección: la equidad, la justicia, el orden 67
Abuso del derecho en que incurriría el
público, la lógica, la consideración de la deudor al pretender pagar menos de lo
deuda por “deuda de valor”, el enrique- debido, lo cual, por supuesto, es inexacto.
cimiento injusto y, en particular, la inte- Cfr. art. 1382 C.C., § 833 BGB, arts. 2 C.C.
gridad del pago comprensivo del capital, suizo, 18 y 126 C.C. de Polonia, 321 C.C.
intereses e indemnizaciones debidas y su de Uruguay, 1071 C.C. de Argentina, 830
ejecución de buena fe, planteándose: «¿Qué C.C.C.; Cas. Civ. de mayo 7 de 1944; Sen-
más indemnización de pérdida que enterar tencias de octubre 30 de 1985, XLIII, 1906/
lo que sea necesario para contrarrestar la 7, 313; agosto 5 de 1937, XLI, 1927, 421;
depreciación monetaria? Si partimos de la febrero 21 de 1938, XLVI, 1932, 58; abril 9
deuda pecuniaria de mera cantidad de de 1942, LIII, 1985, 303; octubre 23 de
moneda es absolutamente cierto que debe- 1 9 4 2 , LV I , 2 0 7 ; f e b re ro 1 2 d e 1 9 5 9 ;
mos integrar el pago, con algo que entere, diciembre 13 de 1968; septiembre 24 de
que complete, lo que se debe. Bien puede 1969; 28 de noviembre de 1969, CXXXII,
llamarse, también, indemnización, si mira- p. 137, de noviembre 27 de 1970, CXXXVI,
mos desde ese ángulo, o si nos agrada más p. 114, 1ª y 2ª. F. P EIRANO . Responsabilidad
la expresión legal»; la buena fe constituiría Extracontractual, Bogotá, Temis, 1979, Nº
el fundamento más sólido, «forma parte del 153, p. 277; J. C ARBONNIER . Derecho Civil,
contenido del cumplimiento», su ejecución T. II, Vol. I, Bosch, p.90; E. G AVIRIA G.
es de “orden público”; I D . El cumplimiento y Lecciones de Derecho Comercial, Medellín,
el incumplimiento de las obligaciones, T. I, Dike, 1987, pp. 254 ss.
Santiago de Chile, Edit. Universitaria, 1959, 68
Cfr. B. W INDSCHEID . Die Voraussetzung,
p. 73. Arch. civ. Prax, 1891, pp. 161 ss., estructuró
65
Es legendario el fallo Gaz de Bordeaux la concepción desde la perspectiva de la
de marzo 30 de 1916 del Consejo de Estado emisión de la declaración de voluntad bajo
francés ordenando el reajuste del precio por el presupuesto de determinada situación que
alza del carbón, material necesario para la debe verificarse para su eficacia, a punto que
producción del gas suministrado. Cfr. H. su inobservancia precisa su ineficacia al no
R OLAND y L. B OYER . Obligations, Nº 1147) corresponder a la voluntad del declarante,
J. AUVERNY-BENNETOT. La théorie por lo que su declaración «materialmente
d ’imprevision, droit privé, droit administratif, carece de fundamento que la justifique». Es
droit ouvrirer, París, S irey, 1938; I. D E una condición implícitamente supuesta y no
LAMBERTERIE. “Incidence des changenents de desarrollada.
circonstances sur les contrats de longue 69
Cfr. J. L. DE LOS M OZOS . El principio de
d u r é e ” , e n Le Cont rat aujourd ’hui: la buena fe, Barcelona, Bosch, 1965; F.
comparaison franco-anglaises, L.G.D.J., 1987, W IEACKER . El principio general de la buena
pp. 217 ss.; D. P HILIPPE . Changement de fe, trad. J. L. C ARRO , Madrid, Civitas, 1977.
circonstances et bouleversement de l ’économiè 70
Cfr. CSJ, S ala de Casación Civil,
contractuelle, Bruxelles, Brruylant, 1986. C- Sentencia de mayo 28 de 1938 (G. J., T.
M. POPESCU. Essai d ’une théorie de XIVI, 34): «la imprevisión resultante de “una
l ’imprévision en droit francais et comparé, grave crisis económica, de una guerra” es de
París, 1937, pp. 62 ss. gravedad y talante que hacen intolerable la
52 William Namén Vargas

la imprevisión71, a lo cual pueden agregarse sus requisitos y alcance circunscrito


a determinadas categorías negociales que la harían actuar respecto de obligaciones
surgidas de tipos concretos, por lo común patrimoniales, conmutativos o parité-
ticos económicamente, mientras todas las prestaciones pecuniarias originarias
son susceptibles a la desvalorización.
Es decir, la imprevisión se restringe a determinadas categorías negociales y
relaciones jurídicas y, por el contrario, la pérdida del poder adquisitivo de la
moneda es predicable de todas las obligaciones dinerarias originarias.
Aun admitiéndose esta postura, subsiste la interrogación relativa a la inclusión
de la pérdida del poder adquisitivo del dinero en el reajuste del desequilibrio
económico sobrevenido.
No parece sólida la fundamentación de la corrección monetaria en la
violencia72, fuerza mayor (vis maior), caso fortuito (casus), el yerro de valoración
pecuniaria (error) y el enriquecimiento injusto73.

obligación. La inflación es un hecho previ- estado anterior, como si el acto o contrato


s i b l e q u e n o a u t o r i z a l a re v i s i ó n p o r nunca se hubiera celebrado, con la sola per-
imprevisión, salvo que sea intempestiva y manencia de aquellos efectos o situaciones
extraordinaria, pues todo contrato prolon- jurídicas que por lógica o ley no pudieren
gado implica una previsión económica deshacerse. La violencia, fuerza, amenaza,
futura». intimidación, constreñimiento o coacción,
71
En nuestra legislación, encuentra por acto material (vis absoluta o corpori illata) o
antecedente el artículo 50 del C.S.T.; no está moral (vis impulsiva o vis animo illata) sobre
regulada en el ordenamiento civil, pero se un sujeto de derecho para vencer su decisión,
ha aplicado a negocios jurídicos de esta libertad, querer o espontaneidad y deter-
naturaleza; se estableció en el artículo 868 minarla a la celebración de un acto que en
C. de Co. –tomando por base los arts. 1467 condiciones normales no celebraría o lo haría
a 1469 C. C. ital. 1942– tratándose de en términos diversos, por virtud de un
desequilibrio económico sobrevenido en las peligro actual o inminente de un mal grave
obligaciones derivadas de negocios jurídicos e irreparable, para sí o para los suyos, apenas
de ejecución sucesiva, periódica o diferida constituye vicio del querer y entraña nulidad
por circunstancias extraordinas, imprevistas relativa, susceptible de saneamiento por paso
o imprevisibles, cuando alteren o agraven la del tiempo o decisión de los sujetos y, carece
prestación de cumplimiento futuro a cargo de relación estrecha con la problemática de
de una parte, en términos de excesiva onero- la corrección monetaria. Cfr. J. C ARBONNIER .
sidad. Autoriza la revisión para su reajuste Derecho Civil, T. II, Vol. II, “El Derecho de
judicial según la equidad o la terminación las Obligaciones y la situación contractual”,
del contrato de no ser factible. La Ley 80 Barcelona, Bosch, 1971; P UIG -B RU TEAU .
de 1993 para la contratación estatal la reco- Fundamentos de Derecho Civil, T. II, Vol. I,
noce con los principios de la ecuación “Doctrina General del Contrato”, Barcelona,
matemática y el equilibrio económico. Cfr. Bosch, 1978; F. M ESSINEO . Doctrina General
CSJ, Cas. Civ. de octubre 29 de 1936, M. del Contrato, T. I, Buenos Aires, Ejea, 1952;
P.: Libardo Escallón, G. J., T. XLIV, pp. 437 L. D IEZ P ICAZO . Fundamentos del Derecho
ss.; Cas. Civ. de mayo 23 de 1938, M. P.: Civil Patrimonial, Madrid, Tecnos, 1979; A.
Arturo Tapias, G. J., T. XLVI, pp. 544 ss. LEÓN HURTADO. De la voluntad y la capacidad
72
Cuando el negocio jurídico sea un acto en los actos jurídicos, Santiago de Chile, Edit.
de voluntad espontáneo, maduro y deliberado Jurídica de Chile, 1979; R. A. A LESSANDRI y
de los contratantes se exige sanidad en el M. S OMARRTIVA U NDURRAGA . Derecho Civil,
consentimiento, sancionándose con nulidad Contratos, T. I, Santiago de Chile, Imprenta
relativa o anulabilidad sus vicios por error, Universal, 1988; R. S COGNAMIGLIO . Teoría
fuerza, dolo y en la tendencia actual, estado General del Contrato, trad. F. H INESTROSA ,
de necesidad y de peligro (BGB, art. 138, Bogotá, Universidad Externado de Colom-
C.C. italiano de 1942, art. 1448, suizo de bia, 1991, pp. 71 ss.; CSJ, Sala de Casación
las Obligaciones, art. 21; Ley 201 de 1959). Civil, Sentencias de febrero 9 de 1932, G.
Se proscribe así el acto, negocio o contrato J., T. XXXIX, p. 463; julio 28 de 1958, G. J.,
existente con su declaración judicial de LXXXVIII, p. 561; abril 30 de 1968 en F.
anulación cuyas consecuencias consisten en H INESTROSA , Casación Civil Jurisprudencia,
la destrucción del acto, la improducción de Bogotá, Universidad Externado de Colom-
sus efectos y la restitución de las cosas al bia, 1980; abril 15 de 1969, G. J., T. CXXX,
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 53

La vis y el casus74 son elementos extraños con efectos extintivos de la relación


obligatoria, o exonerativos de las consecuencias de su incumplimiento, cumpli-
miento tardío o defectuoso, o de la subsistencia en el subrogado de la prestación;
la fuerza (y más ampliamente el estado de necesidad y de peligro) y el error en
algunos casos son vicios del negocio jurídico y entrañan su invalidez.
El enriquecimiento injusto es principio genérico director de todo ordena-
miento, surgido en el derecho romano (Jure naturae aeguun est neminen cum alterius
detrimento et injuria fiere locupletionem), basado en la equidad y justicia (Ripert);
exige para su procedencia enriquecimiento (ventaja, utilidad, provecho o beneficio
apreciable patrimonialmente, ya por incremento o disminución efectivo del
patrimonio), empobrecimiento del actor, ausencia de causa jurídica o legítima
“que justifique el desplazamiento patrimonial” y “relación de causa a efecto entre
aquél y éste”75. La carencia de causa a una prestación (condictio sine causa) o
atribución patrimonial, precisa el enriquecimiento, cuando no existe justificación
ninguna en repudio de situaciones injustas e inequitativas. El empobrecimiento
del acreedor al recibir una moneda de valor inferior y el enriquecimiento del
deudor al no cancelar la prestación íntegra debida sería el soporte de su aplicación
para el reconocimiento de la corrección monetaria en las obligaciones pecuniarias.
No obstante, desde la perspectiva nominalista, el deudor cumple pagando con
moneda de valor nominal igual, al paso que desde la órbita del valorismo lo
debido es un valor igual, con el mismo poder adquisitivo al instante de contraerse
y de cumplirse la obligación.
Todo persuade a buscar el fundamento próximo de la corrección monetaria,
ora en la plenitud e integridad del cumplimiento, ora en los principia generalia76,
la bona fides, la justicia y la equidad77, por la escasa lógica y persuasión de las tesis
precitadas.

pp. 27 ss.; octubre 17 de 1962; agosto 13 de ss. C.C., 831 y 882 C. de Co.; Corte
1969, G. J., T. CXXXI, p. 127, y mayo 3 de Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,
1984, en Jurisprudencia y Doctrina, Nº 150, Sentencias de febrero 15 de 1933, G. J., T.
pp. 467 ss. XLI, p. 92; Septiembre 6 de l.935, G. J., T.
73
Cfr. CSJ, Cas. Civ. Sentencia de febrero XLIII, pp. 602 ss.; noviembre 19 de 1936,
21 de 1984, en desarrollo del equilibrio eco- G. J., T. XLIV, p. 474; abríl 14 de 1937, G.
nómico y la sanción del enriquecimiento J., T. XLVI, p. 90; octubre 6 de 1937, T.
injusto, el «pago de obligaciones dinerarias, XLVI, p. 803; marzo 27 de 1939; septiembre
en épocas de depreciación, debe hacerlo el 6 de 1940, T. XLIV, p. 474; junio 6 y 12 de
deudor de acuerdo con el correspondiente 1955, T. XLV, p. 195; marzo 26 de 1958,
ajuste o corrección monetaria a fin de que LXXXVII. B.G.B, 812; 62 Código Suizo de
no se produzca el rompimiento del equllibrio Obligaciones, 2.031 C.C. italiano de 1942,
d e l a s re l a c i o n e s c on t r a c t u a l e s , n o s e 399, URSS, 71 Tunez, 66, Marruecos.
76
enriquezca de manera injusta una de las Cfr. Vid. G. DEL VECCHIO. Los Principios
partes de la relación sustancial a costa de la Generales del Derecho, t r a d . OS S O RI O
otra, ni tampoco se solucione la deuda de M ORALES , Barcelona, 1979; F. H INESTROSA .
manera incompleta so pretexto de atender Principi Generali: Applicazioni e Prospettive,
postulados nominalistas de la moneda con Padua, Cedam, 1994, publicado en Revista
desconocimiento de fenómenos que tienen de Derecho Privado, Nº 1, enero/junio 1997,
alcance mundial sobre todo a partir de las Bogotá, Universidad Externado de
dos grandes conflagraciones del presente Colombia, 1997; L. F. G ÓMEZ D. “Los
siglo» (Jurisprudencia y Doctrina, T. XIII, Nº Pr incipios del Derecho” en Revista
148, p. 279). Universidad Externado de Colombia. Vol. IV,
74
En puridad, no se comprende la cone- 1963ñ Corte Constitucional, Sentencia C-
xión de la problemática con el elemento 104, marzo 11 de 1993.
77
extraño, entre otras cosas, porque ésta es un Cfr. Sentencia de marzo 24 de 1983,
dato susceptible de cálculo, de suyo previsible M. P.: Alberto Ospina Botero. En contra, F.
y extraño a las partes. N AVIA A RROYO . “Obligaciones dinerarias y
75
Cfr. arts. 21 Ley 200/36, 2310 y 2313 corrección monetaria”, en Revista de la
54 William Namén Vargas

La pérdida del poder adquisitivo de la moneda, o sea, del valor real del dinero,
strictu sensu, es el fundamento prístino (prius) de la corrección monetaria; se
trata de un fenómeno estrictamente económico, en el cual debe fundarse su
reconocimiento.

X. LA CORRECCIÓN MONETARIA Y EL TRÁMITE PROCESAL

EN SU ETIOLOGÍA Y EFECTOS, daño, daño emergente, mora, indemnización


moratoria y corrección monetaria son nociones conceptual y normativamente
diferentes.
Por lo común, suele argumentarse in contrario al poder-deber del juzgador de
pronunciarse oficiosamente respecto de la corrección monetaria, su naturaleza
de perjuicio, de daño emergente, el sistema dispositivo, la necesidad de solicitarla
y probarla en término perentorio y preclusivo, el derecho de defensa de la parte
pasiva quien no podría contradecirla si se impone, la congruencia de la sentencia
con la relación jurídica procesal constituida, las pretensiones y excepciones en
cuanto debe fallar ni más ni menos de lo pedido, para prevenir fallos ultra, extra
y minus petita.
Esta postura se opone a su declaración oficiosa en todo caso, aun en hipótesis
de prestaciones restitutorias consecuenciales, reflejas o derivadas, porque
implicaría, además del desconocimiento de los principios anteriores, un pago
indebido susceptible de repetición.
A estos prenotados se contrapone la dilación procesal, ora por el trámite
normal del proceso, ora por actitud de juez o parte, admitiéndose el recono-
cimiento oficioso de la corrección cuando obedezca a comportamiento culposo
o doloso de la parte demandada o extraño a la demandante.
Sin embargo, la corrección monetaria es un hecho estrictamente económico
basado en la desvalorización o pérdida de valor adquisitivo de la moneda, no es
perjuicio, “daño emergente”, ni su carácter es sancionatorio, restitutorio, reparador
o indemnizatorio, correspondiendo a la exactitud de la prestación debida con
arreglo a los principios reguladores del cumplimiento o, de conformidad, con la
equidad, la cual integra el contenido del negocio jurídico al tenor del artículo
871 del Código de Comercio.
Por esta virtud, la corrección no requiere solicitud expresa y preclusiva ni es
menester su probanza al tratarse de un dato real, previsible, público, notorio78 y

Universidad Externado de Colombia, Nº 1, la de indemnización, la buena fe no es


Bogotá, 1984, pp. 74 y 75, por cuanto, de suficiente para el reajuste por no ser de la
una parte, el pago completo de la obligación naturaleza de las obligaciones pecuniarias el
según el art. 1627 C.C. «es aquel que se reajuste si se atiende al principio nominalista
hace en conformidad al tenor de la obliga- de orden público y por ser improcedente en
ción, lo que implica, si las partes han los juicios ejecutivos.
78
señalado un quántum en dinero y no han CSJ, Cas. Civ. Diciembre 7 de 1982;
determinado la forma de reajustarlo, dentro marzo 30 de 1984; septiembre 21 de l983;
del margen de libertad que en esta materia septiembre 15 de 1983; marzo 24 de 1983;
se les reconoce, circunscrito, como se sabe, C. de E., Sala. Adm., octubre 20 de 1978,
por la noción de orden público y de sobe- Anales, año LIII, T. XCV, p. 466; marzo 20
ranía monetaria del Estado, que el deudor de l980, Anales, año LX, p. 217. En Cas.
se libere pagando la cantidad precisa que Civ. de octubre 5 de 1982, sin embargo, la
indica el título», y en cuanto, de otra, la Corte, dijo: «Aunque es sana la doctrina que
concepción del pago íntegro con base en el enseña que para ordenar la corrección mone-
artículo 1649 confunde la noción de pago y taria es indispensable que quien tenga
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 55

conocido (art. 177, Dcto. 2282/89, art. 397 C. P. C.), debiéndose decretar ex
officio por el juzgador (iuris novit curia), por prevalencia del derecho sustancial,
economía, celeridad procesal y por corresponder a la exigencia del pago pleno,
exacto e íntegro de la prestación debida (arts. 1625 y 1649 C.C.).
En efecto, la congruencia de la sentencia no se transgrede con el recono-
cimiento de la actualización monetaria, y por el contrario la presupone, en tanto
que el juez al reconocerla se mantiene dentro de los límites precisos del
cumplimiento de la relación obligatoria o de la reparación íntegra, completa y
oportuna del daño causado y reclamado en las pretensiones de la demanda79, sin
que éstas constituyan una limitante80 por constituir una estimación razonada no
restrictiva81 ni sea menester petición expresa82.
También se duda de la corrección con posterioridad a la ejecutoria de la
sentencia condenatoria, cuando ésta no la impone, así el pago no sea inmediato,
en preservación de la cosa juzgada, porque su carácter definitivo e inmutable
desecharía el reajuste ulterior de la suma fijada en cuanto constituiría un aspecto
específicamente no contemplado en el fallo.
Por el contrario, si la sentencia reconoce de manera expresa la actualización o
la ley la autoriza sería procedente su reconocimiento, pues en tal caso hace parte
integrante de la providencia o el ordenamiento suple el vacío, sin que en tal
circunstancia se transgreda la intangibilidad e inmutabilidad característica de la
cosa juzgada.
Otras doctrinas asignan carácter formal y no material a la cosa juzgada83,

derecho a ella expresamente lo haya solici- impresionante de la moneda, y sería equita-


tado así, parece claro que cuando esa correc- tivo interpretar que la condena solicitada de
ción comporta la manera de resarcir un seiscientos cincuenta mil pesos se refiere a
perjuicio es menester probar que la desva- pesos con el mismo poder adquisitivo de
lorización de la moneda ha producido un cuando se produjo el daño». En idéntico
daño». Aún más, por auto de agosto 14 de sentido, Cas. Civ. de diciembre 7 de 1982;
1981, aplicando los artículos 179 y 180 octubre 5 de 1982; septiembre 15 de 1983;
C.P.C., solicitó oficiosamente al Banco de marzo 30 de 1984; diciembre 9 de 1970, T.
la República certificación de la pérdida de LXXIX, pp. 303 ss.
82
valor de la moneda. CSJ, Cas. Civ. Marzo 30 de 1984: «Sin
79
El Consejo de Estado en fallo de abril que la Corte se vea en la necesidad de tomar
12 de 1984 negó la aplicación oficiosa, pero partido en el enfrentamiento en que se
aplica el interés lucrativo o puro del 6% debate la doctrina sobre si el juzgador puede
reconociendo un interés de devaluación del o no decretar oficiosamente el pago de la
18% en fallos por muerte o lesiones. Cfr. obligación con corrección monetaria, el cargo
sentencias de abril 28 de l983, Anales, año que aquí estudia, en la modalidad de extra
LVIII, T. CIV, p. 639; diciembre 9 de 1970, petita, no se abre paso, puesto que al pedir
Anales, año LXXIX, pp. 303 ss. el demandante el pago de perjuicios
80
Cfr. CSJ, Sala de Neg. Gen., marzo 10 ocasionados por la sociedad demandada por
1954, G. J., T. LXXVII, p. 206; C. de E., la no cancelación oportuna de las obliga-
Cont. Adm., marzo 27 de 1981, Anales, año ciones de su cargo, tal pretensión comprende
LVI, T. C., p. 403; diciembre 17 de 1982, la corrección monetaría».
83
Anales, año LVII, T. CLII, p. 662; diciembre Disciplina el ordenamiento el efecto de
13 de 1979, Anales, año LIV, T. XCV, p. la cosa juzgada o, “fuerza que el derecho
170, en las cuales sostiene la limitación por atr ibuye normalmente a los resultados
la cuantía de las pretensiones. procesales” ( J. G UASP. Derecho Procesal Civil,
81
Cfr. CSJ, Cas. Civ. Septiembre 21 de T. I, Madrid, Instituto de Estudios Políticos,
1983, en la cual no restringe la actualización 1968, pp. 548 ss.) en punto “del bien juz-
por el monto de la pretensión: «La Corte gado, el bien reconocido o desconocido por
tendría oficiosamente que ordenar que el el Juez” y deducido en el juicio por el actor
monto de la condena por perjuicios sea frente al demandado (res in iudicium deducta),
upaquizada, pues es hecho notorio que no cuando entre las mismas partes de un pro-
requiere demostración la desvalorización ceso anterior y de otro actual confluye la
56 William Namén Vargas

negando la actualización monetaria si el juzgador no se pronuncia específica-


mente sobre la corrección, y algunas sólo excluyen el reajuste si la sentencia
condena al pago de intereses moratorios al ser incompatibles.
A tales puntos de discusión se aúna el de la procedencia de la corrección en
procesos de ejecución, admitida si no se cobran simultáneamente intereses84 y
negada sin reflexión plausible con el dudoso argumento de contrariar los requisitos
de claridad, precisión y exigibilidad del título ejecutivo85, o por implicar cognición,
cuando nada obsta a su reconocimiento, el ejecutado puede cuestionar
integralmente el título, la economía, concentración e integridad del pago la exigen,
tanto cuanto más, porque la condena al pago de frutos, intereses, mejoras, perjuicios
u otra cosa semejante, se hará en la sentencia por cantidad y valor determinados, la
actualización de las condenas de pagar sumas dinerarias con reajuste monetario,
en el lapso comprendido entre la fecha de la sentencia definitiva y el día del pago, se
hará en el proceso ejecutivo que se adelante para su cobro (arts. 307 y 308 C.P.C.) y
en todo caso la parte puede contradecir su existencia y los datos de su precisión.
A ello se agrega la inutilidad del derecho, cuando para la satisfacción de la
prestación debida se obliga a promover nuevo proceso, siendo que la finalidad
de éste es el reconocimiento del derecho sustancial por encima del formulismo
procesal86.

84
m i s m a c a u s a y o b j e t o ( C H I OV EN DA . Cfr. J. TAMAYO J., Op. cit.: «la indexación
Instituciones de Derecho Procesal Civil, T. I, es procedente en procesos ejecutivos a peti-
Madrid, Reus, 1954, pp. 338 ss.), haciendo ción del demandante, cuando el deudor no
inmutable, definitiva e inatacable la decisión está obligado a pagar intereses o éstos no
pronunciada en precedencia, salvo norma son suficientes para cubrir la desvalorización
expresa de la ley. Al tenor del artículo 332 de la moneda, como ocurre, por ejemplo, con
del C.P.C., toda «sentencia ejecutoriada los intereses legales del 6% anual, a que se
proferida en proceso contencioso tiene fuerza refiere el artículo 1617 del Código Civil».
85
de cosa juzgada, siempre que el nuevo Cfr. C. de E. Sentencia de abril 29 de
proceso verse sobre el mismo objeto, y se l983, M. P.: Enrique Low Murtra, en Juris-
funde en la misma causa que el anterior, y prudencia y Doctrina, T. XII, Nº 139, p. 631.
que entre ambos procesos haya identidad En el mismo sentido, F. N AVIA A RROYO .
jurídica de partes», cuyas premisas básicas Obligaciones dinerarias y Corrección monetaria,
atañen a identidad de objeto, causa litigiosa cit., p. 75. Título ejecutivo es todo docu-
y parte (K. S CHWAB H. El objeto litigioso en mento o escrito auténtico contentivo de una
el proceso civil, Buenos Aires, Ejea, 1968, pp. obligación expresa, clara y exigible, prove-
198 a 210). La identidad de partes, conce- niente del deudor, de su causahabiente o de
bida desde el punto de vista jurídico con- la autoridad política legitimada y cons-
cierne a la misma posición o situación titutivo de plena prueba en su contra (art.
jurídica de la parte, rectius, titular del interés 488 C.P.C.). Expresa (de expressio, expresus)
asignado por el derecho, ab origine o ab es la obligación manifiesta e inequívoca en
posteriore, cobijando hipótesis de adquisición el escrito; clara (de claritas), la intelegible,
originaria y derivativa, traslaticia o cons- precisa o exacta en su contenido, y exigible
titutiva, y presupone la ocurrencia a proceso (de exigere), la de cumplimiento, pago o
del titular del derecho debatido, relación, solución inmediata al ser pura y simple por
situación o posición jurídica, como parte, no estar sometida a plazo, condición o modo,
para deducir una pretensión frente a alguien, o porque, estándolo se verificaron. (H. F.
contemplándose los extremos de la relación L ÓPEZ B. Instituciones de Derecho Procesal
procesal, o titular de la pretensión, parte Civil Colombiano, T. II, Parte Especial,
activa o demandante y vinculado a ésta o Bogotá, A.B.C., 1992, pp. 293 ss.; H.
parte pasiva o demandada. La identidad de M ORALES M. Curso de Derecho Procesal Civil,
causa y de objeto implica identidad de Parte Especial, pp. 155 ss.; N. M ORA R.
pretensión o sustento fáctico y jurídico, que, Procesos de Ejecución, T. I, Bogotá, Temis,
según la doctrina negatoria, muy difícilmente 1980, pp. 93 y ss.; CSJ, Sala de Casación
puede concebirse cuando la sentencia no se Civil. Sentencia de agosto 31 de 1942, G. J.,
pronuncia respecto de la desvalorización T. CIV, pp. 383 ss.).
86
monetaria. Cfr. C. de E., Sección Tercera. Sentencia
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 57

XI. LAS PRESTACIONES RESTITUTORIAS Y LA ACTUALIZACIÓN


MONETARIA

EN CONEXIÓN ESTRECHA con los lineamientos anteriores, el pertinente a las


prestaciones restitutorias originadas en negocios jurídicos o en el daño resarcible
y, en particular, tratándose de ineficacia por invalidez (nulidad absoluta y relativa,
arts. 1741, 1748, 1749 y ss. C.C., 899 y ss. C.C., arts. 44 y ss. Ley 80/93),
resolución (arts. 1546 C.C., 870 C.Co.) y rescisión motivada en desequilibrio
económico prestacional, inicial (lesión enorme, arts. 1946 y ss. C.C.) o
sobrevenido (imprevisión, art. 868 C.Co.).
Se aúnan las concernientes a la solución de las situaciones jurídicas
contrahechas al margen de negocios inexistentes, negocio infirmatorio (“mutuo
disenso”, art. 1625 C.C.), desistimiento o terminación unilateral, fraude (arts.
2491 y ss. C.C., 1965 C.Co., Ley 222/95) acción reivindicatoria, posesoria,
restitución de tenencia, policiva y, en general, toda situación jurídica que implique
restitución al estado anterior (imposibilidad obligacional, enriquecimiento injusto,
conditio iuris, etc.).
En general, la ineficacia87 consiste en la privación, reducción, destrucción,
disminución o merma de los efectos de un negocio jurídico relevante, por cualquier
causa y, en sentido estricto, en la alteración de los mismos por disposición
particular (modo, plazo y condición). A pesar de esta clara noción, el legislador
mercantil, agrega la “ineficacia de pleno derecho” cuando en sus preceptos “se
exprese que un acto no produce efectos” (art. 897 C.Co.), dentro de una tautología
y confusión lamentable e inconveniente respecto de la ineficacia propiamente, la
inexistencia y la invalidez.
La inexistencia, comúmente confundida con la invalidez, es noción distinta
de ésta, prejurídica y lógica, se presenta (art. 898 [2] C.Co.) por omisión de la
forma constitutiva, solemne o ad substantian actus o de todos o alguno de los
elementos esenciales del negocio jurídico, esto es, los contemplados en el concepto
o definición particular y concreta de cada uno de los tipos negociales disciplinados
por el ordenamiento, los usos y prácticas del tráfico o creados de entrada por los
particulares y con patrocinio en cuanto obedezcan a intereses dignos de
reconocimiento y tutela por su función práctica o económica social.
Al margen del negocio jurídico inexistente pueden gestarse, y de suyo así
acontece, situaciones y relaciones jurídicas contrahechas, cuya solución compete
a las partes y, en caso de controversia, a la autoridad competente e implican
prestaciones y restituciones mutuas88.

de abril 12 de 1984, donde no se admite el de Abogados de Medellín, Medellín, Edit.


pronunciamiento oficioso de la actualización Krucigrama, 1985, pp. 191 ss.
88
del daño. En contra, C. de E., diciembre 9 Piénsese en la “enajenación o transfe-
de 1970 (G. J., LXXIX, p. 303); CSJ, rencia” del derecho real de dominio de
Sentencia de septiembre 21 de 1983; octubre inmuebles con entrega de éstos y pago o
5 de 1982; diciembre 7 de 1982; septiembre anticipo de precio y sin observancia de la
15 de l983; marzo 30 de 1984. formalidad de la escritura pública, o en la
87
Cfr. F. H INESTROSA . “Ineficacia del acto constitución de una sociedad mercantil sin
notarial y del negocio jurídico”, ponencia aporte real y verídico (simulación absoluta).
para las Jornadas de Derecho Notarial, La solución de estas situaciones contrahechas
Bogotá, marzo de 1977 en Escritos Varios, debe realizarse con base en las normas y
Bogotá, Universidad Externado de Colom- principios generales y no con la extensión
bia, 1983; I D . Eficacia e ineficacia del negocio de categorías como la invalidez, la resolución,
jurídico en Derecho Comercial colombiano, etc.
Cámara de Comercio de Medellín, Colegio
58 William Namén Vargas

La invalidez se disciplina en el ordenamiento con la consagración de la nulidad


absoluta y relativa. La absoluta por contrariedad del orden público, normas
imperativas, incapacidad absoluta, “ilicitud” de la “causa” o del objeto, omisión
de “alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato según su especie y la calidad o estado de las partes” (art. 1740 C.C.), es
decir, en su caso de formalidad habilitante o tutelar o de plenitud de la forma
solemne (art. 99 Dcto. 960/70), y en los negocios jurídicos estatales, además por
su celebración contra expresa prohibición constitucional, abuso o desviación de
poder, declaratoria de nulidad de los actos administrativos que la sustenten,
desconocimiento del régimen de inhabilidades e incompatibles o de los criterios
legales sobre tratamiento de ofertas nacionales y extranjeras o de la reciprocidad
sobre el particular (art. 44 Ley 80/93)89 y, la relativa, por cualquier vicio distinto
de los constitutivos de la absoluta, incapacidad relativa, error, dolo, fuerza y, en
afán de plenitud e integridad, estado de necesidad y estado de peligro. Es, así,
categoría iuris distinta de la inexistencia90, tanto por sus causas cuanto por sus
efectos y tratamiento.
Declarada la nulidad se concluye el negocio y, así no se haya solicitado,
consecuencialmente, se retrotraen las cosas al estado precedente, excepto en cuanto
a los efectos y situaciones no susceptibles de retrotracción por su propia naturaleza
o por disposición legal, p. ej., irrepetibilidad del pago por inmoralidad conocida
previamente (melior causa possidentis; in pari causa turpitudines cessat repetitio), y
surgen las prestaciones restitutorias mutuas.
Existente y válido el negocio jurídico, si es de prestaciones correlativas y su
naturaleza o el ordenamiento lo admite, en caso de cumplimiento o disposición
a cumplir de una parte e incumplimiento o renuencia injustificada a cumplir de
otra parte puede ejercerse la resolución del negocio jurídico para el cumplimiento
de la prestación in natura o del subrogado pecuniario con reparación de los daños
(arts. 1546 C.C. y 870 del C.Co.) y, resuelto, vuelven las cosas al statu quo ante,
emanando las prestaciones restitutorias inter partes91. Así mismo, existiendo y

89
Se previenen hipótesis de nulidad deri- prudencia tradicionalmente ha confundido
vada o refleja del negocio, v. gr. la nulidad estas figuras, tratando la inexistencia dentro
de los actos previos sustentatorios de la del régimen de la nulidad. Sólo la ausencia
celebración del negocio, y otras situaciones de elementos esenciales, es decir, necesarios
atañederas a la legitimación negocial pasiva e imprescindibles para la creación, consti-
(recepción de los efectos del negocio, p. ej., tución o nacimiento de un negocio jurídico
violación del régimen de inhabilidades e o de forma solemne origina la inexistencia.
incompatibilidades) o a aspectos que pueden La esentialia negotia se disciplina en concreto
constituir verdaderas hipótesis de fuerza para cada una de las categorías negociales,
(abuso de poder). Por las causas 1, 2 y 4 del se comprende en su concepto y definición, y
art. 44, Ley 80 de 1993, el repre-sentante no se regula de manera general y abstracta
de la entidad estatal debe «dar por terminado a diferencia de la invalidez que se predica
el contrato mediante acto administrativo por unas mismas c ausas (inc apacidad,
debidamente motivado y ordenará su transgresión de normas imperativas, orden
liquidación en el estado en que se encuentre» público, ilicitud de objeto o causa) para todos
(art. 45 [2], ibídem), es decir, se introduce la los negocios, y por otras específicamente
terminación previa por acto administrativo aplicables a algunos tipos (p. ej., omisión de
de un negocio jurídico nulo, circunstancia insinuación de la donación). Es también
confusa e inconveniente. usual referir a la capacidad de las partes la
90
Una importante precisión conceptual de licitud del objeto y de la causa y el consen-
estas figuras realizó la Corte Suprema de timiento exento de vicios como elementos
Justicia en Cas. Civ., sentencias de mayo 13 esenciales cuando son presupuestos de vali-
y mayo 20 de 1968, M. P.: F. Hinesrosa, en dez cuya omisión entraña no la inexistencia
Casación Civil, Jur ispr udencia, B o go t á , sino su nulidad.
91
Universidad Externado de Colombia, 1980, El recíproco o mutuo incumplimiento
pp. 232 ss. Sin embargo, en lo civil, la juris- de las partes no legitima el ejercicio de la
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 59

siendo válido, si desde su celebración, en los tipos negociales pertinentes, se


estructura desequilibrio económico prestacional dentro de la tarifa legal (lesión
enorme o desequilibrio posterior no tarifado que lo justifique (imprevisión), hay
lugar, no siendo factible el reajuste, a su rescisión, cuyos efectos implican, en
ciertos casos y bajo ciertos respectos, retrotraer las cosas al estado anterior.
En las prestaciones restitutorias (nulidad, resolución de negocio jurídico,
reivindicatoria, etc.) se impone volver al statu quo ante como si no hubiere existido,
con la salvedad de las cosas o efectos jurídicos no deshacibles por su naturaleza
(arts. 1545, 1546, 1746 ss. C.C., 870, 871, 902 ss. C.Co.)92. La corrección se
comprende dentro de la restitución al estado precedente, efecto ulterior a la
nulidad o resolución del negocio jurídico . En la rescisión por lesión enorme no
ha sido admitida y tampoco en la resolución del contrato de compraventa cuando
existe mora93.

XII. LAS PRESTACIONES INDEMNIZATORIAS Y LA ACTUALIZACIÓN


MONETARIA

EL DAÑO, rectius, detrimento, menoscabo o lesión inmotivada de un derecho o


interés ajeno, debe repararse en su integridad y de manera cabal. Sin embargo,
entre su ocurrencia y su indemnización podrá experimentar mutaciones subjetivas
u objetivas, esto es, predicadas del sujeto a quien se causa o de los factores
económicos inherentes a la moneda con la cual debe indemnizarse, es decir,
podrá agravarse o atenuarse o los signos monetarios entre su causación y
oportunidad del resarcimiento podrán perder o aumentar su valor adquisitivo.
Desde esta perspectiva, admitida la actualización monetaria94, la jurisprudencia

acción resolutoria ni de suyo constituye agosto 20 de 1985, G. J., T. CLXXX, p. 322


negocio infirmatorio. En principio, frente al y de abril 19 de 1989; en Sent. de marzo 21
i n c u m p l i m i e n t o mu t u o d e l a s p a r t e s , de 1995, M.P.: Pedro Lafont Pianetta, Exp.
cualquiera de éstas puede solicitar el cumpli- Nº 3328, interpretó en máxima exégesis el
miento del negocio en virtud de su carácter art. 1932 C.C., concluyendo sin fundamento
impegnativo (norma o precepto contractual, aceptable la restitución del precio sin actua-
lex contractus, pacta sunt servanda, lex privata lización al comprador incumplido. En contra,
y de lo dispuesto en los arts. 1602 y 1603 salvamento de voto, F. H INESTROSA y J.
C.C. y 871 C.Co.), principio genérico T AMAYO J. En rigor, declarado nulo o re-
director de su fuerza obligatoria. Nada se suelto el contrato de compraventa, tanto el
opone, empero, a la posibilidad de pretender precio cancelado por el comprador cuanto
la terminación, la cual, con todo, es dudosa, el pago de frutos deben restituirse con su
a diferencia del cumplimiento, pues todo respectiva actualización.
94
negocio obliga a éste mientras no se infirme La admisibilidad de la actualización se
por las partes o por los jueces (art. 1625 reconoce expresamente por el Consejo de
C.C.). En uno u otro caso, el incumpli- Estado; cfr., entre otros fallos de su Sala de
miento recíproco exc luye la prestación lo Contencioso Administrativo: diciembre 9
indemnizatoria de 1970, Anales, T. LXXIX, p 310; diciembre
92
Juicioso análisis de los distintos pronun- 17 de 1982, Anales, T. CIII, p. 656; abril 20
ciamientos de la Corte en A. E. O RDÓÑEZ de 1981, Anales, T. C, p. 412; marzo 27 de
O RDÓÑEZ . El incumplimiento recíproco del 1981, T. C, p. 403; octubre 20 de 1978,
contrato y la corrección monetaria, La Juris- Anales, T. XCI, pp. 462 y 463; noviembre 17
prudencia colombiana, 1978-1991, Bogotá, de 1967, Anales, T. LXXIII, p. 276; febrero
Universidad Externado de Colombia, 1992. 22 de 1966, Anales, T. LXX y LXXI, p. 795.
La Corte Suprema de Justicia, en sentencias Por el contrario, la Corte Suprema de
de diciembre 1º de 1936, G. J., T. XLVI, p. Justicia, ab initio, es reacia; cfr. al respecto,
452 y de marzo 24 de 1983, reiteró el prin- entre otros fallos: Cas. Civ. noviembre 30
cipio en los fallos de nulidad con referencia de 1942, G. J., T. LIV bis, p. 290; Sala de
al índice anual del costo de vida. Negocios Generales, julio 22 de 1959, G. J.,
93
Cfr. CSJ, Cas. Civil. Sentencias de T. XCI, p. 283; Cas. Civ., mayo 11 de 1970,
60 William Namén Vargas

ha sentado pautas bastante aceptables para su reconocimiento, planteándose,


empero, dificultades en la precisión de los métodos o sistemas actuariales, el
patrón de referencia y respecto del momento a partir del cual debe aplicarse,
particularmente, en tratándose de condenas impuestas en sentencias culmina-
torias de juicios de responsabilidad.
En torno de la reparación del daño es unánime su reconocimiento95, aun
cuando existe inconveniente al determinar la fecha de su evaluación que se
considera desde la causación del perjuicio, solución justificada en épocas de
estabilidad económica pero no de depreciación donde el tiempo es vital e
incidente96.
Tratándose de obligaciones dinerarias primarias u originarias, el recono-
cimiento de la corrección monetaria actúa desde la ocurrencia de la pérdida del
valor real del dinero con el cual deben cumplirse, y no a partir del incumplimiento
o de la mora del deudor97; y a propósito de las hipótesis agrupadas en la noción
de “deudas de valor” y, dentro de éstas, la prestación indemnizatoria del daño
resarcible por responsabilidad “extracontractual”, el ajuste opera a partir de la
lesión inmotivada98, debiéndose, en ambos casos, hasta el cumplimiento íntegro99.
En efecto, se ha sostenido, en punto del período de la indización, que frente
al “incumplimiento” de obligaciones dinerarias se aplica desde su origen100 y
tratándose de deudas de valor desde la ocurrencia del daño101 hasta el pago total
y efectivo de la reparación.
De análoga manera, según lo indicado, con base en la distinción entre deudas
dinerarias y deudas de valor, la procedencia de la actualización monetaria se ha
subordinado en las de pagar suma cierta de dinero al incumplimiento de la relación
obligatoria y, específicamente, a la mora debitoris, admitiéndose, sin más, en las
últimas. Así, la prestación indemnizatoria derivada de la denominada responsa-
bilidad civil extracontractual102 constituiría deuda de valor y, en éstas, cabría la
actualización monetaria.
97
G. J., T. CXXXIV, p. 133; diciembre 5 de La doctrina y jurisprudencia aplican la
1951, G. J., T. LXX, p. 957. En fallo de corrección a partir del incumplimiento o de
marzo 5 de 1942 (S. de Neg. Gen., G. J., T. la mora y no desde el momento de la pérdida
LIII, p. 559) empezó a admitirla y, luego, la del poder adquisitivo de la moneda, tesis
ha reconocido progresivamente; cfr. entre censurable porque, conforme a lo dicho, sin
otros, Sala de Neg. Gen., enero 31 de 1952, incumplimiento y sin mora la desvalorización
G. J., T. XII, p. 194; septiembre 27 de 1951, monetaria es un hecho evidente e indiscu-
G. J., T. LXX, p. 652; octubre 31 de 1950; tible. La corrección monetaria no está subor-
G, J., T. LXIX, p. 496; Cas. Civ., marzo 30 dinada a la responsabilidad contractual o
de 1984, en Jurisprudencia y Doctrina, T. extracontractual, si bien opera en ambas, ni
XIII, p. 252; octubre 5 de 1982; septiembre presupone incumplimiento o daño. Distinta
21 de 1983; noviembre 9 de 1979; C. de E., es la situación de la reparación del valor del
septiembre 15 de 1983. daño. Cfr. Cas. Civ., marzo 30 de 1984, cit.;
95
El art. 16 de la Ley 446 de 1998 disci- Sala de Neg. Gen., septiembre 27 de 1951,
plina: “Dentro de cualquier proceso que se G. J., T. LXX, p. 651; octubre 31 de 1950,
surta ante la Administración de Justicia, la G. J., T. LXIX, p. 496; C. de E., Sala de lo
valoración de daños irrogados a las personas Contencioso Administrativo, marzo 27 de
y a las cosas atenderá los principios de repa- 1871, T. LXXIII, p. 276; diciembre 9 de
ración integral y equidad y observará los 1970, Anales, T. LXXIX, p. 310.
98
criterios técnicos actuariales” Cfr. C. de E., Sala de lo Contencioso
96
Cfr. F. A. M ANN . The legal aspect of Administrativo, febrero 16 de 1979, año LIV,
money, 4ª ed., Oxford, Clarendon Press, T. XCVI, pp. 515 ss.
99
1982, p. 63: «Cuando el Juez está llamado a Cfr. CSJ, Cas. Civ., noviembre 19 de
fijar los daños, ha de guiarse por el principio 1979, cit.; agosto 4 de 1981, cit.
100
de que, para compensar al demandante la Cfr. CSJ, Cas. Civ., marzo 30 de 1984.
101
pérdida que ha sufrido, ha de asignarle un C. de E., Cont. Adm., febrero 16 de
valor a esa pérdida y que dicho valor ha de 1979, año LIV, T. XCVI, p. 515.
102
apreciarse atendiendo al momento actual». S ANTOS B RIZ dice: «El pago de una
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 61

En las obligaciones dinerarias, según esta doctrina, por el contrario, no cabría


la corrección monetaria, excepto en situaciones de incumplimiento o de mora y
por virtud del deber de reparar los daños causados, particularmente cuando no
se cumple dentro del término establecido en la sentencia, convirtiéndose en deuda
de valor al vincularse a la responsabilidad indemnizatoria.
Este criterio es incorrecto e inexacto, por cuanto la actualización no constituye,
strictu sensu, daño ni perjuicio, obedece a la pérdida del poder adquisitivo de la
moneda y en nada concierne al incumplimiento ni a la mora del deudor103, de la
cual pueden deducirse consecuencias importantes para la determinación del
monto indemnizable y la traslación de los riesgos obligatorios (arts. 1608 y 1616
C.C.).
En el contencioso administrativo, la actualización de la condena se efectúa
desde la ocurrencia del daño y no desde la fecha de la sentencia que la imponga,
lo cual es acertado104.
Respecto del patrón de referencia a indemnizar, en materia contenciosa
administrativa se disciplina la utilización del índice de precios al consumidor o
al por mayor (art. 178 C.C.A.).
Sin embargo, otros métodos utilizados, no sólo para la actualización sino
para la determinación del quántum máximo del daño, atañen al oro105 –que se
aplica inclusive al daño moral106, aspecto criticable en exceso, equívoco y
erróneo107–.

indemnizacíon por resarcimiento de daños carece de toda relación y simetría con el daño
tiene el carácter de deuda de valor, y y, especialmente, con el moral, es inequita-
entonces deberá tenerse en cuenta la deva- tivo e injusto y, a todas luces, inconsti-
luación de la moneda, para señalar una suma tucional e ilegal. Así, la Corte Suprema de
económicamente superior en la proporción Justicia en auto de agosto 4 1981 (Juris. y
debida». Doctrina, Bogota, T. X, p. 774) acertada-
103
Cfr. Cas. Civ., diciembre 5 de 1951, G. mente puntualizó: «En la especie de esta litis,
J., T. LXX, p. 957; noviembre 19 de 1979; la Corte no puede prohijar, en punto de
marzo 30 de 1984, diciembre 7 de 1982, bases para regular el daño moral, la tesis
marzo 24 de 1983. Cfr. J. T AMAYO J. La acogida últimamente por el Honorable
c o r re c c i ó n m o n e ta r i a e n l a s o bl i ga c i o n e s Consejo de Estado, porque teniendo como
mercantiles, cit., pp. 454 ss., quien sostiene piso fundamental el precio del gramo de oro,
que la “depreciación monetaria no es daño resulta evidente que por las frecuentes
diferente”. desmedidas y sorpresivas fluctuaciones de su
104
Sobre este aspecto y la responsabilidad valor, las indemnizaciones resultan ser
estatal, cfr. por todos el significativo aporte mayores o menores, según el precio de ese
al conocimiento de la jurisprudencia metal, lo que nada tiene que ver con la
administrativa en J. C. H ENAO P ÉREZ . La intensidad del daño [...] Teniendo, pues, muy
Responsabilidad Extracontractual del Estado en presente que el precio del oro no guarda
Colombia, Evolución Jurisprudencial, 1864- simetría con el valor adquisitivo del peso
1990, Bogotá, Universidad Externado de colombiano; que las fuertes alzas y bajas del
Colombia, T. I. (Vols. I y II) y T. II, 1991. valor de aquél no guardan correspondencia
Vid. art. 178 C.C.A. con el continuo decrecimiento de nuestra
105
Así, los arts. 106 y 107 C. P.; 1835 y moneda, el patrón oro no resulta base segura
1881 C. Co., para determinar el quántum para estimar el pretium doloris». Con todo,
máximo de la reparación de daños materiales la Corte Suprema de Justicia, ha sostenido
y morales causados por el punible y de la la aplicabilidad de los topes máximos consa-
responsabilidad del transportador áereo. grados por la legislación penal para la
106
Cfr. C. de E. Febrero 9 de 1978. reparación del daño moral y, por auto de
107
La jurisprudencia del contencioso aplica agosto 4 de 1981, estimó para entonces que
el patrón oro para la fijación del daño moral eran de cien mil pesos indizados, reco-
resarcible en cuantías de un mil y dos mil nociendo hoy una suma máxima de
gramos oro tratándose de muerte y en su $12.000.000.oo. En verdad, la evaluación del
caso lesiones de la víctima. Sin embargo, la perjuicio moral es díficil pero no imposible
utilización de este parámetro de referencia con base en las circunstancias del daño, la
62 William Namén Vargas

También se aplica para la actualización la referencia a monedas extranjeras108,


a la Unidad de Poder Adquisitivo Constante109, al índice de precios al consu-
midor110, a tasas de interés111 y al valor de reemplazo o de sustitución del interés,
cosa, bien o derecho por otro de iguales caracteres, calidad, extensión112.
De otra parte, la indización se establece al momento del pago de la reparación
partiendo del instante de la ocurrencia del daño y no al de la presentación de la
demanda o de la lesión, pues la pérdida del poder adquisitivo, de por sí, se presenta
entre la época del detrimento y la de su resarcimiento efectivo.
La indexación concierne a toda clase de daño y no se limita al daño patrimonial
(daño emergente y lucro cesante), comprendiendo el daño moral, a la vida de
relación y condiciones materiales de existencia, a los bienes de la personalidad,
etc. Respecto del daño moral derivado del punible, el estatuto penal establece un
límite máximo de mil gramos oro y, por consiguiente, mantendría –con las
sutilezas e inconvenientes del patrón oro– su actualización al convertirse en pesos
al instante del pago. Cuando se establece a la época de la ejecutoria de la sentencia,
si el cumplimiento es posterior, es evidente que la actualización debe extenderse
hasta el momento del pago total y completo.

posición y calidad de las partes, las parti- consulta la exacta dimensión del daño
cularidades del hecho y, en este, aspecto, si tratándose de cosas o de servicios, pues se
bien, el ordenamiento civil y el contencioso da un valor exacto, idéntico o próximo al de
administrativo nada regulan sobre el parti- la lesión. Así, si, v. gr., se destruye un
cular, el arbitrio iudicis, no puede ser tan vehículo, la indemnización se repara con otro
mentecato ni mezquino, a punto, por su- de iguales caracteres y valor, o por su costo
puesto, que el damo moral resulta de mayor al instante de la concreción del daño; la
relieve y significado que el patrimonial. aseguradora puede pagar el siniestro
108
En especial a las divisas o monedas mediante el valor de reemplazo. Este criterio
duras, como el dólar americano, cuyo valor también puede utilizarse igualmente tratán-
depende de las fluctuaciones de mercado dose de la reparación de daños vinculados a
interno e internacional, de la política mone- la incapacidad laboral de un sujeto jurídico
taria respecto de la devaluación o revaluación y a la ponderación exacta de los ingresos
de la moneda interna y, por ello, al igual salariales de la víctima con base en la
que el patrón oro, no consulta la realidad ni asignación correspondiente al mismo cargo
la intensidad del daño. o empleo al instante de la sentencia o del
109
El Upac no refleja el valor adquisitivo pago de la condena. La Corte Suprema de
de la moneda ni la inflación, es discrimina- Justicia, con acierto, lo aplicó en septiembre
torio e inequitativo. 27 de 1951 (Sala de Neg. Gen., septiembre
110
Es aceptable, recomendable, usual y 2 7 d e 1 9 5 1 , G . J . , T. L X X , p. 6 5 2 )
cuando menos consulta factores ponderados concretando: «Finalmente tampoco merece
del costo de la vida, la “canasta familiar”, el observación alguna la providencia recurrida
salario mínimo legalmente vigente, y a éste en cuanto a la forma como fue determinada
refiere el art. 178 C.C.A. En veces, no la renta de Salamanca Aguilera para efecto
obstante, su fijación política está por debajo de fijar el monto total de la indemnización,
del índice real de inflación y, en esa hipótesis, cuando incluyó todos los aumentos de sueldo
el juzgador, partiendo de los datos de su que han tenido los sucesores de Salamanca
determinación, podrá ajustarlo a los índices Aguilera en el cargo de administrador
reales. mensajero aéreo, de acuerdo con la certifica-
111
El cálculo de la tasa de interés contiene ción del Ministerio de Correos sobre el
el de la devaluación y, por ello, en puridad, particular. En efecto, este sistema ha sido
corrección e intereses no son compatibles, consagrado en numerosos fallos de esta
pues su acumulación equivale a un doble Corte, como quiera que se guía por un
reconocimiento. El Consejo de Estado, en criterio de mayor certeza». Por el contrario,
la liquidación de las condenas, reconoce un podría ser discutible frente a los ingresos de
interés de devaluación del último año del profesionales independientes, los cuales, por
18% y un interés lucrativo o puro del 6%. circunstancias disímiles, no son iguales ni
112
El valor de reemplazo o de sustitución los mismos.
Obligaciones pecunarias y corrección monetaria 63

En punto de las prestaciones derivadas del contrato de seguro, acontecido el


siniestro el asegurado tiene derecho a la indemnización del daño amparado,
cuyo valor al momento de su celebración, de ocurrencia del siniestro y del pago,
puede aumentar o disminuir, planteándose la procedencia o improcedencia de la
actualización monetaria no sólo de la cobertura sino del monto indemnizable.
Se admite la actualización de los topes máximos de los seguros y de la suma
indemnizatoria, desde el incumplimiento y a partir de la mora en el pago del
siniestro con los restantes daños adicionales o suplementarios, y se discute en
situaciones normales e inclusive su compatibilidad con los intereses moratorios113.
A propósito de la interpretación del artículo 1096 del Código de Comercio,
la Corte Suprema de Justicia en jurisprudencia reiterada ha señalado que en
virtud de su naturaleza imperativa, de orden público, de restrictiva aplicación e
interpretación, cuando la aseguradora cancela el siniestro pasa a ocupar la misma
posición o situación jurídica del asegurado y se subroga (rectius, cessio legis) en los
derechos y acciones contra el autor del daño.
Esta subrogación, ha indicado, opera per ministerium legis, esto es, por expreso
mandato del legislador, mas no implica prerrogativas ni privilegios, y por esto la
aseguradora habrá de iniciar la acción pertinente y demostrar los supuestos fácticos
de sus aspiraciones normativas, no siendo autómatica por cuantía114 ni yendo
más allá del “importe” efectivamente pagado115 con exclusión de intereses
moratorios116 y de la corrección monetaria de la suma pagada117, posición

113
Cfr. J. TAMAYO JARAMILLO. La corrección ministerio de la ley y hasta concurrencia de
monetaria en las obligaciones mercantiles, cit., su importe, en los derechos del asegurado
pp. 485 a 491. contra las personas responsables del
114
En sentencia de marzo 17 de 1981 (G. siniestro” (arts. 1096 y 1121 C. de Co.) [...]
J., T. CLXVI, Nº 2407, p. 370), dice: «El Como ha sido principio rector en materia
asegurador que se subroga en los derechos de seguros que este contrato no puede ser
del asegurado, para que el responsable de fuente de ganancias y menos de riqueza, sino
un siniestro sea condenado a pagarle la que se caracteriza por ser indemnizatorio
misma suma pagada al asegurado, debe (art. 1088 C. de Co.), es apenas natural que
demostrar en el respectivo proceso que el circuns-criba el derecho del asegurador que
daño sufrido por éste y de cuyo pago es ha pagado el valor del seguro a obtener, del
responsable el demandado tiene valor autor del daño, apenas el monto de la suma
superior o, al menos, igual a la suma que el pagada y no una cantidad superior».
116
asegurado recibió de él. No está pues exenta En casación de agosto 6 de 1985, G. J.,
la compañía aseguradora del deber de aportar CLXXX, p. 229, puntualizó: «Ahora en
la prueba del monto del perjuicio sufrido orden a precisar los alcances de la subro-
por el asegurado y, por ende, con la sola gación legal que consagra el artículo 1096
demostración de haberse pagado el seguro del Código de Comercio, ha de tenerse en
no queda acreditado el quántum del daño cuenta que la indemnización que paga el
resarcible a c argo del responsable del asegurador estará determinada por el valor
siniestro». del daño derivado del siniestro, evaluado al
115
En sentencia de octubre 9 de 1980, G. momento de su ocurrencia e indemnizado
J., T. CLXVI, p. 149, señaló la Corte: «... en términos del contrato, lo que excluye,
cuando por presentarse el siniestro la com- desde luego, los intereses o perjuicios mora-
pañía aseguradora cubre el valor de la torios que el artículo 1080 impone al asegu-
respectiva indemnización, por ministerio de rador, en su caso, pues éstos desbordan el
la ley, o sea, sin concurrencia de las partes concepto de daño asegurado». Esta posición
contratantes, el asegurador se subroga en los se reiteró en sentencia de diciembre 13 de
derechos del asegurado indemnizado contra 1988 (Jurisprudencia Civil y Comercial de la
el autor del daño, pero sólo hasta el valor de Corte Suprema de Justicia, Editora Jurídica
la suma pagada, comoquiera que al respecto de Colombia, II Semestre de 1988, pp. 213
establece la ley: “el asegurador que pague ss.).
117
una indemnización se subrogará, por En sentencia de enero 22 de 1991
64 William Namén Vargas

reiterada118 y censurable, ya que carece de fundamentación lógica y normativa y


se sustenta en interpretación de máxima exégesis de la preceptiva.

(Jurisprudencia y Doctrina, T. XX, Nº 231, p. consiguiente, reitera la sala su doctrina en


208), casó una sentencia por interpretación el sentido de la improcedencia de corrección
errónea del artículo 1096 del C. de Co., al monetaria e intereses sobre el derecho subro-
haber reconocido corrección monetaria. gado legalmente y fundado en la suma
118
En sentencia de septiembre 23 de 1993, pagada por concepto de seguro; lo que, por
Exp. 3961, Jurisprudencia y Doctrina, T. XII, tanto, hace impróspero el cargo. Ello signi-
Nº 265, p. 1051), señaló la Corte: «... para fica, entonces, que la indemnización pagada
determinar el límite cuantitativo del objeto por el asegurador y en la cual se subrogaba
subrogado se toma en cuenta únicamente el en los derechos de la víctima asegurada
valor de lo pagado por el seguro, con inde- contra el tercero responsable aquí deman-
pendencia de las primas pagadas, o del mayor dado se determina por le valor del daño
valor del objeto asegurado y de circunstancias derivado del sinistro al momento de su
posteriores al pago, como son su deterioro ocurrencia, avaluado a esa época y limitado
monetario, improductividad financiera, etc. al importe de la suma pagada al asegurado,
Luego, se trata de un límite cuantitativo fijado pues como lo ha dicho esta Corporación, en
por la ley que, a la vez que satisface los inte- cuanto hace a la corrección monetaria, reca-
reses privados del asegurador y el asegurado, bada por las demandantes, no es del caso
también da seguridad jurídica al monto imponerlas porque la relación negocial que
exacto a reclamar y garantiza certeramente obliga a la sociedad demandada se deriva
derechos de terceros y, concretamente, los exclusivamente del contrato de transporte,
del autor del daño. Por eso, prescribe el art. dejando a un lado, para esos efectos, el
1096 del Código de Comercio que la subro- contrato de seguros [...] (Sentencia 202,
gación legal del asegurador en los derechos junio 16 de 1988, Ordinario de Compañía
del asegurado contra el tercero responsable Agrícola de Seguros S. A. y La Nacional de
tiene como límite la suma pagada de acuerdo Seguros S. A. contra la Sociedad Empresa
a lo asegurado, que por naturaleza debe de Transporte Cogra Ltda.). En cuanto al
entenderse para los efectos cuantitativos, pago de intereses comerciales sobre la suma
porque esa es la clara intención inequívoca de dinero pagada al asegurado por concepto
del precepto, y que, por lo tanto, no permite de indemnización y de cuya negativa a reco-
extender o completar su sentido de tal nocerlo e imponer condena a cancelarlos por
manera que desborde dicho límite. Y por la la parte demandada, se duele la recurrente
misma razón se ha dicho que es nece-sario, casación, observa la Corte que, conforme a
además, que en el proceso respectivo se la preceptiva contenida en el artículo 1096
determine la cuantía de los perjuicios del Codigo de Comercio, la subrogación
causados por el tercero. En efecto, ha soste- legal que allí se establece a favor del ase-
nido la jurisprudencia de esta Corporación: gurador contra el tercero responsabe del
«El asegurador que se subroga en los dere- daño se encuentra limitada al importe de lo
chos del asegurado, para que el responsable efectivamente pagado sin que pueda exten-
de un siniestro sea condenado a pagarle la derse a otros conceptos, pues, como ya dijo
misma suma pagada al asegurado, debe esta Corporación, al precisar los derechos
demostrar en el respectivo proceso que el del asegurador-subrogatario, “la norma que
daño sufrido por éste y de cuyo pago es tal derecho le otorga es el artículo 1096 del
responsable el demandado tiene valor supe- Código de Comercio, norma que conforme
rior o, al menos, igual a la suma que el a su tenor literal, que es claro, le permite al
asegurado recibió de él. No está pues exenta asegurador reclamar hasta concurrencia del
la compañía aseguradora del deber de aportar importe de lo que pagó a título de indem-
la prueba del monto del perjuicio sufrido nización, sin que ni aún de sus palabras se
por el asegurado y, por ende, con la sola infiera que permite reclamar intereses de la
demostración de haberse pagado el seguro suma que pagó” (Sentencia de diciembre 13
no queda acreditado el quántum del daño de 1988, Ordinario de Suramericana de
resarcible a c argo del responsable del Seguros S. A. contra Arango y Cia. Trans-
siniestro» (Sentencia de marzo 17 de 1981, porte E. Cuartas S. C. A.)».
G. J., T. CLXVI, Nº 2407, p. 370). Por

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