Derecho Internacional
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Derecho Internacional
El Mar y los océanos han servido a la humanidad, desde tiempos muy remotos para
diferentes usos: la comunicación y el comercio entre los pueblos, el descubrimiento y
conocimiento del planeta, el despliegue de la potencia militar de los pueblos, la defensa de
las costas y el territorio, las pesca, y mucho más tarde, el aprovechamiento de otros
recursos económicos.
Así, desde los inicios de la sociedad internacional moderna, los estados fueron precisando
progresivamente a través consuetudinarias cuales eran sus respectivas competencias
sobre sus diversos espacios marítimos.
Durante el largo periodo el derecho internacional clásico el mar y los océanos se dividieron
básicamente en dos espacios:
En nuestra época el incremento y diversificación de los usos del medio marino, impulsados
por el crecimiento demográfico y económico y por el desarrollo de la de tecnología, y los
intereses que loes estados tienen en ellos, han hecho más compleja la ordenación jurídica
de los mares y océanos, apareciendo otros espacios marítimos como: La plataforma
continental, la zona económica exclusiva, la zona internacional de los fondos marítimos,
etc.
En el nuevo Derecho del Mar, es fundamental comprender que los espacios marinos y
submarinos se dividen en siete categorías, determinadas por el grado de dominio estatal
que sobre ellos se ejerce: el Estado o la comunidad internacional.
Zona Contigua (jurisdicción del Estado para prevenir infracciones de sus leyes, reglamentos
aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios).
Plataforma Continental (lecho y subsuelo marino hasta una distancia de 200 millas a partir
de la costa, donde el Estado ribereño puede explotar de manera exclusiva los recursos allí
existentes).
Zona Económica Exclusiva (jurisdicción del Estado de 200 millas a partir de la costa, donde
el Estado puede explotar y explorar los recursos pesqueros allí existentes).
Alta mar (zona fuera de la jurisdicción de los Estados, donde existe libertad de pesca,
investigación científica, etc., con fines pacíficos).
Fondos Marinos y Oceánicos (La Zona) (patrimonio común de la humanidad donde ningún
Estado puede ejercer soberanía ni reivindicarse derechos).
En las cinco primeras categorías existe, de diferentes formas, el dominio estatal sobre los
espacios marinos, ya sea bajo las figuras jurídicas de soberanía o jurisdicción, mientras que
en el régimen de Alta Mar y Fondos Marítimos desaparece la figura jurídica de soberanía o
jurisdicción, para dar paso al concepto de patrimonio o bien común de la humanidad.
Para comprender el actual Régimen Jurídico del Mar, es necesario tener claridad sobre
estas categorías de espacios marinos y el papel que el Estado y la Comunidad Internacional
juegan dentro del Derecho del Mar, a la luz de la III Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar de 1982, sobre la cual se realizará un análisis especial a lo largo
del presente Documento.
CONCEPCION DE LOS ROMANOS
Los romanos no otorgaron mayor significación a los aspectos internacionales del mas, pues
el dominio de roma se extendió a todo el mundo civilizado de entonces lo que los llevo a
considerar el mar Mediterráneo como propio: “Mare nostrum”
Descubierta America y abierta una nueva ruta de navegación por el Cabo de Hornos la
necesidad de establecer un orden jurídico marítimo fue aún más imperiosa.
Correspondió a Hugo Grocio y a John Selden entablar una polémica sobre la libertad de los
mares en dos obras clásicas en la evolución del derecho marítimo “Mare Liberum” del
escrito holandés y “Mare Clausum” del inglés.
Dos motivaciones se encuentran presentes en la evolución del derecho del mar y en las
doctrinas que se formulan al respecto, aun de carácter estratégico y otra de carácter
económico que tienen su expresión, la primera en el control de las rutas marítimas en la
época del descubrimiento y la segunda en la libertad para capturar la riqueza ictiológica y
hoy día en la explotación de los minerales que se encuentran en los fondos marinos. Así
fue que, a comienzos del siglo XVIII, en 1703, otro jurista Holandes Bynkerschock enuncia
la teoría de que la extensión del mar territorial debe medirse por el alcance del cañon teoriia
que formulo en los siguientes términos: “ Imperium terrae finivi ubi finitur armorum potestas”.
Mas adelante en 1782, un matemático italiano, Galiani, asimilo a tres millas el alcance del
cañon, extensión esta que fue rápidamente aogida por una pluralidad de países.
Quedo en evidencia que el pretendido derecho del mar de las tres millas no era más
aceptado como derecho internacional existente.
La conferencia de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar se reunió en Ginebra en
1958 donde debatió el tema sobre la base de un informe que había preparado la comisión
de Derecho Internacional. Los trabajos de la conferencia se dividieron en cinco comisiones
principales:
Los informes de cada una de estas comisiones, fueron recogidos en las siguientes cuatro
convenciones:
Esta segunda conferencia tampoco pudo acordar un límite al mar territorial por lo que el
asunto continuo pendiente.
TERCER CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL DERECHO DEL MAR.
La asamblea General de las Naciones Unidas por resolución 2749 (XXV) aprobó la
Declaracion de Principios que regulan los fondos marino y oceánicos y su subsuelo fuera
de los limites de la jurisdicción nacional. La Declaracion señala entre otras coasas que la
zona mencionada y sus recursos son patrimonio común de la humanidad y estarán sujetos
a un régimen internacional establecido por un tratado de carácter universal.
En 1970 la asamblea General convoco a una conferencia sobre el derecho del mar para
ocuparse de los regímenes de la alta mar, la plataforma continental, el mar territorial, la
zona continua, de la pesca y la conservación de los recursos vivos de la alta mar, de la
protección del medio marítimo y de la investigación científica.
La convención sobre el Derecho del Mar (CDM) consta de 17 partes, 320 artículos y ocho
anexos y cuatro resoluciones y estuvo abierto a la firma desde el 10 de diciembre de 1982
hasta el 9 de diciembre de 1984 en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jamaica y
desde el primero de Julio de 1983 has el 9 de diciembre de 1984 en la sede de las Naciones
Unidas. Además, está abierta a la adhesión de los estados y demás entidades que se
mencionan en el artículo 305 de la Convención: todos los Estados, Namibia, Estados
asociados autónomos, territorios con plena autonomía interna y organizaciones
internacionales. Se acordó que la Convención entrase en vigor doce meses después de
que sesenta Estados la ratifiquen. Como este número de ratificaciones fue alcanzado a
finales de 1993, la convención ha entregado en vigor en 1994.
Se denominan así aquellas zonas del mar sobre las cuales el Estado costero ejerce
soberanía y son, de acuerdo con la convención del Derecho del Mar: las aguas interiores,
el mar territorial, las aguas archipiélagos, la zona contigua, la zona económica exclusiva y
la plataforma continental. En las convenciones de Ginebra estas Zonas marítimas
nacionales se reducían a las aguas interiores, al mar territorial y a la plataforma continental,
ya que la zona contigua era parte del alta mar yt la zona económica exclusiva no existía
Las anchuras de estas zonas marítimas se miden a partir de las llamadas líneas de base,
que se trazan a lo largo de la costa del Estado Ribereño. Estas pueden ser las “líneas de
base normal” y “líneas de base recta”
La línea de base normal “ Es la línea de bajamar a lo largo de la costa, tal como aparece
marcada en las cartas a gran escala reconocida oficialmente por el Estado ribereño”.
(articulo 5 de la CDM). Esta línea de base es la que se aplica normalmente en costas sin
mayores accidentes, sin profundas escotaduras.
La línea de base recta, en cambio, es aquella que se utiliza precisamente en los casos de
costas accidentadas o cuando frente a ellas existe una franja de islas.
Los estados costeros podrán trazar líneas de base rectas cuando sus costas tengan
profundas aberturas o escotaduras, uniendo con una línea recta los puntos más salientes
de los accidentes geográficos de esta costa. En el caso de un delta en la desembocadura
de los ríos al mar, la línea de base será una línea recta que una los puntos de línea de
bajamar de sus orillas; en la bahía, la línea recta se trazara uniendo los puntos más
salientes de su desembocadura ; igualmente se podrán trazar estas líneas hacia las
elevaciones en bajamar, siempre que estas no excedan una distancia de la costa, de la
anchura del mar territorial o cuando excediendo la distancia de la anchura del mar territorial
se haya constituido sobre estas elevaciones, faros o instalaciones análogas que se
encuentren constantemente sobre el nivel del mar. De otro lado, para la configuración de
las costas se debe tener en cuenta que las construcciones portuarias permanentes se
consideran parte integrante de la misma.
El trazado de las líneas de base recta debe sujetarse a las siguientes reglas: (art. 7 de la
CDM)
Otra aplicación de la línea de base recta es cuando esta se utiliza para trazar el limite
exterior de la plataforma continental cuando esta se extienda mas alla de 200 millas marinas
en cuyo caso “ se razaran lnea de base recta cuya longitud no exceda de 60 millas marinas,
en que se unen los puntos fijos que eran definidos por medio de coordenadas de latitud y
longitud”.
El termino máximo de 60 millas que puede tener línea de base recta para trazar el limite
exterior de la plataforma continental responde al mismo principio de la regla general de que
estas líneas “no deben apartarse de manera apreciable de la configuración general de la
costa”.
AGUAS INTERIORES
El artículo 8 de la CD, sigue lo dispuesto en el artículo 5 de la Convención de Ginebra sobre
mar territorial que regula las aguas interiores con el agregado necesario que origina la
creación de un nuevo concepto que es el de los Estados archipielagicos.
El limite exterior de las aguas interiores, está constituido por la línea de base.
El derecho de “paso inocente” que se ejerce en el mar territorial no se extiende a las aguas
interiores salvo el caso señalado en el párrafo 2 dar artículo 8 de la Convención:
AGUAS INTERIORES
- Salvo lo dispuesto en la parte IV, las aguas situadas en el interior de la línea de base
del mar territorial forman parte de las aguas interiores del Estado.
- Cuando el trazado de una línea de base recta de conformidad con el artículo 7,
produzca el efecto de encerrar como aguas interiores zonas que anteriormente no
se consideraban como tales, existía en esas aguas un derecho de paso inocente, tal
como se establece en esta convención.
Existe sin embargo una restricción que surge de las exigencias propias de la
navegación: el acceso a los puertos de los navíos extranjeros es en principio libre. Sin
embargo, su facultad del Estado costero cerrar sus puertos a navíos extranjeros por
razones sanitarias u orden público, por ejemplo, así como condicionar el ingreso de
buques de guerra a sus puertos a su previa autorización.
MAR TERRITORIAL
Régimen jurídico del mar territorial, del espacio aéreo situado sobre el mar territorial y
de su lecho y subsuelo.
La convención sobre el Derecho del Mar resuelve además la cuestión de la anchura del mar
territorial que la convención de Ginebra no llego a definir, fijándola hasta un límite de 12
millas según el artículo 3:
Todo estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite que
no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de líneas de base determinadas de
conformidad con esta Convención.
La soberanía del estado ribereño supone que este tiene plena competencia para
reglamentar la pesca como mejor convenga, dictar disposiciones para la seguridad en la
navegación, y la lucha contra la polución, en materia sanitaria y aduanera puede establecer
una vigilancia sobre los navíos que surcan sus aguas, pudiendo incluso ejercer el derecho
de visita, la captura y la confiscación de mercadería ilegal. La extensión de la soberanía del
mar territorial sobre su espacio aéreo le da consecuentemente el derecho de reglamentar
el sobrevuelo sobre ese espacio ya sea a través de acuerdo multilaterales o a través de
acuerdos bilaterales.
La limitación de la soberanía del estado ribereño sobre su mar territorial es, como queda
dicho, el derecho al paso inocente que ejercen los terceros Estados.
PASO INOCENTE
De acuerdo con la CDM “los buques de todos los Estado, sean ribereños o sin litoral, gozan
del derecho de paso inocente a través del mar territorial” (art. 17 de la CDM)
Paso, de acuerdo con la convención se entiende el “hecho de navegar por el mar territorial
con el fin de a) atravesar dicho mar sin penetrar en las aguas interiores ni hacer escala en
una rada o una instalación portuaria fuera de las aguas interiores; o b) dirigirse hacia las
aguas interiores o salir de ellas, o hacer escala en una de esas radas o instalaciones
portuarias o salir de ella. El paso será rápido e ininterrumpido. No obstante, el paso
comprende la detención y el fondeo, pero solo en la medida que constituyan incidentes
normales de la navegación o sean impuestos al buque por fuerza mayor o dificultad grave
o se realice con el fin de prestar auxilio a personas, buques o aeronaves en peligro o en
dificultad grave” (art. 18 CDM)
En materia penal en principio , el estado ribereño no ejerce esta jurisdicción salvo que el
delito tenga consecuencias en ese Estado, pueda perturbar el buenorden en el mar
territorial, la solicite expresamente el capitán del buque o el agente cosnularo diplomático y
cuando se trata de represión del trafico de drogas. En materia civil la jurisdicción civil del
Estadi ribereño esta limitada a acciones derivadas como consecuencia de obligaciones
contraídas por dicho buque o de responsabilidades en que este haya incurrido durante su
paso por las aguas del Estadi ribereño o con motivo del mismo” (art. 28 CDM).
ZONA CONTINUA
La CDM establece que el Estado ribereño tendrá una zona contigua a su mar territorial, que
podrá establecer hasta no más allá de 24 millas marinas contadas desde las líneas de base
a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial.
Considerando que por regla general el mar territorial tendrá 12 millas, la zona contigua
tendrá también 12 millas marinas cuando las circunstancias geografías lo permita. La zona
contigua en la anterior Convención de Ginebra donde no podía extenderse más allá de las
12 millas, era parte de la alta mar, mientras que en la actual convención se sobrepone a la
zona económica exclusiva.
La convención sobre el Derecho del Mar dedica a la reglamentación de este régimen los
artículos 34 al 45.
De carácter más liberal que la Convención de Ginebra, dispone que el paso en tránsito se
aplicara a “los estrechos que sean utilizados para la navegación internacional entre una
parte de la alta mar o de una zona económica exclusiva y otra parte de la alta mar o de una
zona económica exclusiva” señalando que este m osera obstaculizando y que debe
entenderse como la libertad de navegación y sobrevuelo exclusivamente para los fines del
tránsito rápido e ininterrumpido por el estrecho.
Cuando se trate de estrecho situados entre una parte de la alta mar de una zona económica
exclusiva y el mar territorial de un estado extranjero se aplicará el derecho de paso inocente
al que el estado ribereño no podrá imponer suspensión alguna.
La CDM crea la zona económica exclusiva que fue propuesta en las sesiones de la III
conferencia del Derecho del Mar y se extiende hasta una distancia no más allá de las 200
millas marinas contadas como las demás zonas marítimas nacionales a partir de las líneas
de base desde donde se mide la anchadura del mar territorial.
La extensión de la zona económica exclusiva en todo caso, no podrá extenderse más allá
de 188 millas marinas habida cuenta que las 12 primeras millas adyacentes a la costa
constituyen mar territorial.
En esta zona los Estados ribereños gozan de derechos de soberanía para los fines de
exploración y explotación, conservación y ordenación de sus recursos naturales.
Debe distinguirse aquí el concepto soberanía, con los derechos de soberanía que la CDM
establece tanto para la plataforma continental como para la zona económica exclusiva, pues
en estas zonas marítimas el estado ribereño no ejerce soberanía propiamente dicha, sino
derechos de soberanía, terminología que ya un Tribunal Arbitral había empleado para las
servidumbres donde considero a estas “como la concesión de un derecho soberano”
ARTICULO 55
La zona económica exclusiva es un área situada más allá del mar territorial y adyacente a
este, sujeta al régimen jurídico especifico establecido en esta parte de acuerdo con el cual
los derechos y la jurisdicción del estado ribereño y los derechos y libertades de los demás
estados se rigen por las disposiciones pertinentes a esta convención
ARTICULO 56
El artículo 69 de la CDM garantiza a los estados sin Litoral a participar sobre una base
equitativa en la explotación de una parte apropiada del excedente de recursos vivos de las
zonas económicas exclusivas de los estados ribereños, y este derecho se refuerza en el
caso de los estados interesados cooperaran en el establecimiento de arreglos equitativos
sobre una base bilateral, subregional o regional para permitir la participación de los Estados
en desarrollo sin litoral de la misma subregión o región en la explotación de los recursos
vivos de las zonas económicas exclusivas de los estados ribereños de la subregión o región
en forma adecuada a las circunstancias y en condiciones satisfactorias para todas las
partes”.
LA PLATAFORMA CONTINENTAL
En el desarrollo del derecho del mar la aparición del concepto de la plataforma continental
fue el que más impacto causo en su evolución.
En el derecho positivo este concepto aparece con la Proclamación del Presidente Truman
28 de setiembre 1945.
El gobierno americano argumento días antes de que la Proclamación Truman fuese hecha
pública, que la plataforma continental debía considerarse como una extensión del territorio
continental del Estado costero y consecuentemente pertenecía naturalmente a ese Estado.
Se formuló así la doctrina del derecho inherente del Estado costero sobre su plataforma
continental.
La corte Internacional de Justicia reafirmaría años más tarde esta doctrina en su sentencia
de 1969, en el caso de la plataforma continental del mar del norte cuando dijo que el Estado
ribereño poseía ”un derecho originario, natural y exclusivo” sobre la plataforma continental
situada ante sus costas
LA PROCLAMACION TRUMAN
Entre los países que extendieron su soberanía hasta una distancia de 200 millas a su mar
adyacente podemos mencionar a Chile (23 de junio de 1947), Perú (1ro. De agosto de
1947), Ecuador (9 de noviembre de 1964), Panamá (2 de febrero de 1967) etc. De otro lado
la declaración de Santiago de 1952, suscrita y ratificada por Chile, Ecuador y Perú reafirma
la soberanía y jurisdiccion exclusivas hasta una distancia minima de 200 millas de los
Estados Partes, reconociendo el derecho de los demás Estados al paso inocente por esta
zona marítima.
La nueva convención sobre el Derecho del Mar subsana las dificultades en cuanto a la
imprecisión de los límites de la plataforma continental, fijándola hasta en una distancia
máxima de 200 millas cuando el estado ribereño tenga un borde exterior del margen
continental inferior a esta distancia y reconoce que el estado ribereño podrá extender l borde
exterior del margen continental hasta una distancia que no exceda de 350 millas. De esta
manera los países favorecidos con extensas plataformas continentales puedan fijar sus
límites en distancias mayores a las 200 millas.
En este caso, la explotación económica de la plataforma continental más allá de las 200
millas estará condicionada a una contribución porcentual de la explotación por el estado
ribereño destinada a ser distribuida entre los demás estados partes de la convención a
través de la autoridad (un ente internacional previsto en la convención).
Bajo este título la convención en su artículo 121 sobre el régimen de las islas en los
siguientes términos:
1. Una isla es una extensión natural de tierra, rodeada de agua, que se encuentra sobre
el nivel de esta en pleamar.
2. Salvo lo dispuesto en el párrafo 3, el mar territorial, la zona contigua, a zona
económica exclusiva y la plataforma continental de una isla serán determinados de
conformidad con las disposiciones de esta Convención aplicables a otras
extensiones terrestres.
3. Las rocas no aptas para mantener habitación humana o vida económica propia no
tendrán zona económica exclusiva ni plataforma continental.
La convención distingue a las islas de las elevaciones en bajamar y de las islas artificiales,
al determinar que deben encontrarse sobre el nivel del agua en pleamar en el primer caso
y que estas se refieren a una “extensión natural de tierra” en el segundo caso.
Las islas de acuerdo con la Convención tendrán su propio mar territorial, zona contigua,
zona económica exclusiva y plataforma continental, sin embargo, esta norma general sobre
las islas tiene una limitación: “Las rocas no aptas para mantener habitación humana o vida
económica propia no tendrán zona económica exclusiva ni plataforma continental”
quedando en consecuencia su extensión marítima reducida al mar territorial y a la zona
contigua.
Las islas artificiales no son tratadas bajo este régimen. La convención las consigna en los
artículos 60 (referido a la zona económica exclusiva) y 80 (referido a la plataforma
continental). Donde se establece que el estado ribereño tendrá jurisdicción exclusiva sobre
dichas islas artificiales, instalaciones y estructuras incluida la jurisdicción en materia de
leyes, reglamentos aduaneros, fiscales, sanitarios, de seguridad, de migración, y además
podrá determinar la anchura de las zonas de seguridad hasta una distancia que no excederá
de 500 metros alrededor de estas.
LA ALTA MAR
Está constituida por aquella zona marítima que no está sujeta a la soberanía de Estado
alguna. La actual convención delimita esta zona por la vía negativa es decir denominado
alta mar “a todas las partes de la mar no incluida en la zona económica exclusiva, en el mar
territorial o en las aguas interiores de un Estado, o en las aguas archipelagicas de un Estado
Archipelagico”.
El status jurídico de la alta mar ha sido desde hace mucha materia de controversia entre
los más destacados publicistas del derecho internacional Recuérdese la controversia entre
Grocio (Mare Liberum 1609) y Selden (Marc Clausum, 1618).
La controversia principal consistía en determinar si la alta mar era res nulliuso res communis
ómnium, prevaleciendo este ultio criterio.
a. La libertad de navegación
b. La libertad de sobrevuelo
c. La libertad de tender cables y tuberías submarinos, con sujeción a las disposiciones
de la parte VI
d. La libertad de pesca, con sujeción a las condiciones establecidas en la seccion2
e. La libertad de investigación científica, con sujeción a las disposiciones de las partes
VI y XIII
La nueva Convención reconoce que cada estado establecerá los requisitos para conceder
su nacionalidad a los buques que se inscriban en su registro, pero limita esa facultad a la
exigencia de “una relación autentica entre el Estado y el buque “(Articulo 91 CDM). Esta
Disposición tiende a dificultar la extensión de las llamadas “Banderas de convivencia”.
En lo que respecta a la condición jurídica de los buques estos solo pueden navegar con el
pabellón de un solo estado (art. 92 de la CDM) y se encuentran bajo la jurisdicción exclusiva
de ese Estado. Sin embargo, esta norma, por lo menos en materia penal, ha sido contestada
en el pasado como lo demuestra el célebre caso Lotus.
LA ZONA
Fue para tratar sobre este espacio marítimo que se reiniciaron las conversaciones en las
Naciones Unidas sobre el derecho del mar Inicialmente la Conferencia fue sobre Fondos
Marinos. Esta zona comprende los fondos marinos situados mas allá de la plataforma
continental o dela zona económica exclusiva, según sea el caso y se le considera como
patrimonio común de la humanidad, no estando sujeta en consecuencia a reivindicación por
parte de ningún Estado o persona natural o jurídica.
La idea es que los recursos de la zona sean puestos bajo la administración de un ente
internacional denominado la “Autoridad”. Los países más industrializados han abogado por
la liberalización en la explotación de los fondos marinos mientras que los países en
desarrollo han procurado el establecimiento de una Autoridad que impida, en la práctica, el
monopolio de la explotación de estos recursos por parte de los únicos que tiene la
tecnología para hacerlo o sea los más desarrollados.
En la Convención se determina las medidas en millas marinas del mar territorial, la zona
contigua, la plataforma continental y la zona económica exclusiva. Y este respecto cabe
hacer un señalamiento en cuanto a las medidas del mar territorial que podrá ser de hasta
12 millas marinas y la zona contigua también de hasta 12 millas marinas; la zona económica
exclusiva de hasta 200 millas marinas, -de tal forma que como el caso de México y España
que han establecido estas medias en el mar territorial y la zona contigua respectivamente-
, la zona económica exclusiva no podrá ser mayor de 176 millas marinas.
Y por último en el caso de la alta mar es un derecho comprendido para los Estados
Ribereños como para los Estados son litoral que tienen entre otros el derecho a la libertad
de navegación, de sobrevuelo, de tendido de cables y tuberías, de pesca etc.
La búsqueda de un ordenamiento jurídico internacional para el derecho del mar tiene una
significativa preeminencia; debido a que de esta forma se determinan los límites de la
soberanía de los Estados esto es bueno para que no haya invasión o explotación de los
recursos naturales vivos o no vivos por parte de otros Estado, pero existe la posibilidad de
que un Estado subdesarrollado que cuente con mar territorial no podría cuidar toda la
extensión de su mar hasta el alta mar, debido a la extensión, en lo referente a navegación
de buques con fines ilícitos, pero si puede si puede en la medida de sus posibilidades
explotar sus recursos naturales vivos o no vivos.
En el nuevo Derecho del Mar, es fundamental comprender que los espacios marinos y
submarinos se dividen en siete categorías, determinadas por el grado de dominio estatal
que sobre ellos se ejerce: el Estado o la comunidad internacional.
ANEXOS
AÑO 2014
2014
27 de enero
Lista
General
Nro. 137
27 de enero de 2014
*
No se estableció ningún límite marítimo internacional mediante las
Proclamaciones de 1947 – No hubo entendimiento compartido de las Partes
concerniente a la delimitación marítima – Necesidad de establecer en el futuro los
límites laterales de sus zonas marítimas.
*
Delimitación a ser efectuada empezando en el punto final del límite marítimo
acordado (Punto A) – Método de delimitación – Procedimiento de 3 etapas.
Primera etapa – Construcción de una línea equidistante provisional
empezando en el Punto A – Determinación de los puntos de base – Línea
equidistante provisional corre hasta la intersección con el límite de 200 millas
marinas medido desde las líneas de base chilenas (Punto B).
Curso del límite marítimo desde el Punto B – Límite corre a lo largo del
límite de 200 millas marinas medido desde las líneas de base chilenas hasta la
intersección de los límites de 200 millas marinas de las Partes (Punto C).
FALLO
la República de Chile
representada por
S.E. Sr. Alberto van Klaveren Stork, Embajador, ex-
Viceministro de Relaciones Exteriores, Profesor de la
Universidad de Chile,
como Agente;
S.E. Sr. Alfredo Moreno Charme, Ministro de Relaciones
Exteriores de Chile,
como Autoridad Nacional;
S.E. Sr. Juan Martabit Scaff, Embajador de Chile en el Reino
de los Países Bajos,
S.E. Sra. María Teresa Infante Caffi, Directora Nacional de
Fronteras y Límites, Ministerio de Relaciones
Exteriores, Profesora de la Universidad de Chile,
miembro del Institut de Droit International,
como Co-Agentes;
Sr. Pierre-Marie Dupuy, Profesor del Graduate Institute of
International Studies and Development, Ginebra, y de la
Universidad de Paris II (Panthéon-Assas), miembro
Asociado del Institut de Droit International,
Sr. James R. Crawford, S.C., LL.D., F.B.A., Whewell
Professor of International Law, Cambridge University,
miembro del Institut de Droit International, Barrister,
Matrix Chambers,
Sr. Jan Paulsson, Presidente del Consejo Internacional para
el Arbitraje Comercial, Presidente del Tribunal
Administrativo de la OCDE, Freshfields Bruckhaus
Deringer LLP,
Sr. David A. Colson, Attorney-at-Law, Patton Boggs LLP,
Washington D.C., Miembro del Bar of California y del Bar
of the District of Columbia,
Sr. Luigi Condorelli, Profesor de Derecho Internacional,
Universidad de Florencia,
Sr. Georgios Petrochilos, Avocat à la Cour y Advocate at
the Greek Supreme Court, Freshfields Bruckhaus
Deringer LLP,
Sr. Samuel Wordsworth, Q.C., Miembro del English Bar,
Miembro del Colegio de Abogados de París, Essex Court
Chambers,
Sr. Claudio Grossman, Decano, R. Geraldson Professor of
International Law, American University, Washington
College of Law,
como Consejeros y Abogados;
S.E. Sr. Hernán Salinas, Embajador, Asesor Legal, Ministerio
de Relaciones Exteriores, Profesor, Universidad Católica
de Chile,
S.E. Sr. Luis Winter, Embajador, Ministerio de Relaciones
Exteriores,
Sr. Enrique Barros Bourie, Profesor, Universidad de Chile,
Sr. Julio Faúndez, Profesor, Universidad de Warwick,
Sra. Ximena Fuentes Torrijo, Profesora, Universidad de Chile,
Sr. Claudio Troncoso Repetto, Profesor, Universidad de
Chile,
Sr. Andrés Jana, Profesor, Universidad de Chile,
Sra. Mariana Durney, Funcionaria Jurídica, Ministerio de
Relaciones Exteriores,
Sr. John Ranson, Funcionario Jurídico, Profesor de Derecho
Internacional, Armada de Chile,
Sr. Ben Juratowitch, Solicitor admitted in England and
Wales, Freshfields Bruckhaus Deringer LLP,
Sr. Motohiro Maeda, Solicitor admitted in England and
Wales, Freshfields Bruckhaus Deringer LLP,
Sr. Coalter G. Lathrop, Asesor Especial, Sovereign
Geographic, miembro del North Carolina Bar,
S.E. Sr. Luis Goycoolea, Ministerio de Relaciones Exte-
riores,
Sr. Antonio Correa Olbrich, Consejero, Embajada de Chile
en el Reino de los Países Bajos,
Sr. Javier Gorostegui Obanoz, Segundo Secretario,
Embajada de Chile en el Reino de los Países Bajos,
Sra. Kate Parlett, Solicitor admitted in England and Wales y
Solicitor admitted in Queensland, Australia,
Sra. Nienke Grossman, Profesora Asistente, University of
Baltimore, Maryland, miembro Bar of Virginia y Bar of
the District of Columbia,
Sra. Alexandra van der Meulen, Avocat à la Cour y miembro
del Bar of the State of New York,
Sr. Francisco Abriani, Colegio de Abogados de Buenos Aires,
Sr. Paolo Palchetti, Profesor de Derecho Internacional,
Universidad de Macerata,
como Asesores;
Sr. Julio Poblete, División Nacional de Fronteras y Límites,
Ministerio de Relaciones Exteriores,
Sra. Fiona Bloor, Oficina Hidrográfica del Reino Unido,
Sr. Dick Gent, Marine Delimitation Ltd.,
como Asesores Técnicos,
La Corte,
así integrada, tras
deliberación,
emite el siguiente Fallo:
en la Memoria y en la Réplica:
“Por las razones […] expuestas [en su Memoria y
Réplica], la República del Perú solicita a la Corte que
resuelva y declare que:
(1) La delimitación entre las respectivas zonas
marítimas de la República del Perú y la
República de Chile, es una línea que empieza en
el “Punto Concordia” (definido como la
intersección con la línea de baja marea de un
arco de 10 kilómetros de radio, con centro en
el primer puente sobre el Río Lluta de la línea
férrea Arica-La Paz) y que es equidistante de las
líneas de base de ambas Partes, hasta un punto
situado a una distancia de 200 millas marinas a
partir de dichas líneas de base; y
la Contramemoria y en la Dúplica:
15. En la fase oral, las Partes presentaron las mismas peticiones que
las contenidas en sus alegatos escritos.
*
* *
I. G EOGRAfíA
1l6P.eErú y Chile están situados en la parte occidental de América
del Sur; sus costas continentales miran al Océano Pacífico. El Perú
comparte una frontera terrestre con Ecuador por el norte y con Chile
por el sur. En el área concernida en este proceso, la costa del Perú
corre en dirección noroeste desde el punto de inicio de la frontera
terrestre entre las Partes en la costa en el Pacífico, mientras que la de
Chile sigue generalmente una orientación norte-sur. Las costas
tanto del Perú como de Chile en esa área mayormente no presentan
ninguna complicación y son relativamente regulares, sin
promontorios marcados ni ninguna otra característica particular.
(Ver croquis Nro. 1: Contexto geográfico.) [pág. 41].
43
III. POSICIONES DE LAS PARTES
2n2.eE
l presente caso, el Perú y Chile han adoptado posiciones
esencialmente diferentes. El Perú sostiene que no existe un límite
marítimo acordado entre los dos países y solicita a la Corte que trace
una línea limítrofe aplicando el método de la equidistancia a fin
de lograr un resultado equitativo. Chile replica que la Declaración
de Santiago de 1952 estableció un límite marítimo internacional a
lo largo del paralelo de latitud que pasa por el punto de inicio de
la frontera terrestre entre los dos países y que se extiende hasta un
mínimo de 200 millas marinas. Además, invoca varios convenios
y práctica subsecuente como evidencia de ese límite. (Ver croquis
Nro. 2: Los límites marítimos reivindicados respectivamente por el
Perú y por Chile.) [pág. 45].
El Perú también sostiene que, más allá del punto donde termina el
límite marítimo común, tiene título para ejercer derechos de
soberanía exclusivos sobre un área marítima que se extiende hasta
una distancia de 200 millas marinas desde sus líneas de base. (Esta
área marítima está representada en el croquis Nro. 2 en color celeste
oscuro.) Chile responde que el Perú no tiene derecho a ninguna zona
marítima al sur del paralelo de latitud a lo largo del cual, según
sostiene Chile, corre el límite marítimo internacional.
23. Chile alega que el principio del pacta sunt servanda y el principio de
la estabilidad de las fronteras impiden cualquier intento de solicitar a
la Corte que vuelva a trazar un límite que ya ha sido acordado. Agrega
que ambas Partes han obtenido gran provecho de la estabilidad del
límite marítimo establecido entre ambos mucho tiempo atrás. El Perú
sostiene que la línea de delimitación defendida por Chile es totalmente
inequitativa, en tanto atribuye a Chile la totalidad de una proyección
marítima de 200 millas, mientras el Perú, en contraste, sufre un severo
efecto de amputación. El Perú expresa que es muy singular que Chile
busque caracterizar una línea limítrofe que otorga a Chile más del
doble del área marítima que le otorgaría al Perú, como una frontera
estable que es beneficiosa para el Perú.
Controversia marítima (Perú c. Chile)
48
Controversia marítima (Perú c. Chile)
2ás7a. lM
l á de este contexto, las Partes tienen diferentes interpretaciones,
tanto del contenido como de la significación jurídica de las
Proclamaciones de 1947.
32. Chile agrega que los paralelos de latitud también fueron empleados
en la práctica de los Estados americanos. El Perú responde que el uso
de los paralelos de latitud por otros Estados americanos que
describe Chile, no constituyen casos de uso de paralelos de latitud
como límites marítimos internacionales.
50
Controversia marítima (Perú c. Chile)
establecieran por sí mismas un límite marítimo entre las Partes.
51
Controversia marítima (Perú c. Chile)
52
Controversia marítima (Perú c. Chile)
*
53
Controversia marítima (Perú c. Chile)
3o7s.pL
árrafos relevantes de la Declaración de Chile de 1947 establecen
lo siguiente:
“Considerando:
55
Controversia marítima (Perú c. Chile)
l(1G
) oEbierno de Chile confirma y proclama la
soberanía nacional sobre todo el zócalo continental
adyacente a las costas continentales e insulares
del territorio nacional, cualquiera que sea la
profundidad en que se encuentre, reivindicando,
por consiguiente, todas las riquezas naturales
que existen sobre dicho zócalo, en él y bajo él,
conocidas o por descubrirse.
57
Controversia marítima (Perú c. Chile)
38. Los párrafos relevantes del Decreto del Perú de 1947 establecen lo
siguiente:
59
Controversia marítima (Perú c. Chile)
las circunstancias sobrevinientes por razón de
60
Controversia marítima (Perú c. Chile)
39. La Corte constata que las Partes están de acuerdo en que las
Proclamaciones de 1947 no establecieron por sí mismas un límite
marítimo internacional. Por tanto, la Corte considerará las
Proclamaciones de 1947 sólo para el propósito de determinar si sus
textos evidencian o no el entendimiento de las Partes acerca del
establecimiento de un futuro límite marítimo entre ellos.
62
Controversia marítima (Perú c. Chile)
4a9D
. eLclaración de Santiago de 1952 establece lo siguiente:
“1. Los Gobiernos tienen la obligación de asegurar a
sus pueblos las necesarias condiciones de
subsistencia, y de procurarles los medios para su
desarrollo económico.
2. En consecuencia, es su deber cuidar de la conser-
vación y protección de sus recursos naturales y
reglamentar el aprovechamiento de ellos a fin de
obtener las mejores ventajas para sus
respectivos países.
65
Controversia marítima (Perú c. Chile)
cualquier otro géne- ro de productos o riquezas
naturales existentes en dichas aguas y que sean
de interés común.”
66
Controversia marítima (Perú c. Chile)
52. Chile sostiene que la relación entre las zonas marítimas generales y las
67
Controversia marítima (Perú c. Chile)
insulares debe ser entendida a la luz del hecho de que la delimitación
de
68
Controversia marítima (Perú c. Chile)
69
Controversia marítima (Perú c. Chile)
ocurrir hasta la línea del paralelo ahí referido. Finalmente, el Perú
refuta la interpretación que da Chile a
70
Controversia marítima (Perú c. Chile)
71
Controversia marítima (Perú c. Chile)
delimitan las zonas marítimas de los Estados partes entre ellos.
72
Controversia marítima (Perú c. Chile)
I.C.J. Reports 2009, p. 237, párrafo 47; Soberanía sobre Pulau Ligitan y
Pulau Sipadan (Indonesia/Malasia), Fallo, I.C.J. Reports 2002, pp. 645-
646, párrafos 37-38; Isla de Kasikili/Sedudu (Botswana/Nami- bia),
Fallo, I.C.J. Reports 1999 (II), p. 1059, párrafo 18).
73
Controversia marítima (Perú c. Chile)
59. La Corte observa que en el párrafo II, los Estados partes “proclaman
como norma de su política internacional marítima, la soberanía y
jurisdicción exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el
74
Controversia marítima (Perú c. Chile)
mar que baña las costas de sus respectivos países, hasta una distancia
mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas”. Esta
disposición sólo establece una reivindicación hacia el mar, sin hacer
referencia alguna a la necesidad de determinar los límites laterales
de las zonas marítimas de cada uno de los Estados partes. El párrafo
III estipula que “[l]a jurisdicción y soberanía exclusivas sobre la
zona marítima indicada incluye también la soberanía y jurisdicción
exclusivas sobre el suelo y subsuelo que a ella corresponde”. Esta
referencia a la jurisdicción y a la soberanía no necesariamente
requiere que se haya efectuado una delimitación. El párrafo VI
expresa la intención de los Estados partes de establecer en el futuro,
mediante acuerdo, normas generales de regulación y protección a
ser aplicadas en sus respectivas zonas marítimas. Consecuentemente,
aunque la descripción de la extensión de las zonas marítimas y la
referencia al ejercicio de jurisdicción y soberanía pudiera indicar
que los Estados partes no ignoraban la existencia de cuestiones de
delimitación general, la Corte concluye que ni el párrafo II ni el
párrafo III se refieren explícitamente a ningún límite lateral de las
zonas marítimas de 200 millas marinas proclamadas, y que
tampoco puede considerarse implícita la necesidad de tales límites
en las referencias a la jurisdicción y soberanía.
75
Controversia marítima (Perú c. Chile)
6a1C
. oLrte no está convencida del argumento de Chile según el cual
el párrafo IV sólo puede ser entendido si se considera que delimita no
sólo las zonas marítimas insulares sino también la totalidad de las
zonas marítimas generales de los Estados partes. El sentido corriente
del párrafo IV revela un interés particular en las zonas marítimas de
las islas, lo que puede ser relevante aun si la zona marítima general
todavía no ha sido establecida. En efecto, parece que los Estados partes
buscaron resolver un asunto específico que obviamente podía crear
tensiones entre ellos en el futuro, acordando que el paralelo limitaría
las zonas generadas por las islas.
78
Controversia marítima (Perú c. Chile)
79
Controversia marítima (Perú c. Chile)
a72r.eL
u nión de la CPPS preparatoria de la Conferencia Interestatal
de diciembre de 1954, se llevó a cabo entre el 4 y el 8 de octubre de
1954. Los puntos de la agenda provisional corresponden a cinco de
los seis convenios que fueron redactados y adoptados en la
Conferencia Interestatal de diciembre: el Convenio Complementario
a la Declaración de Santiago de 1952, el Convenio sobre Sistema de
Sanciones; el Convenio sobre la Reunión Ordinaria Anual de la
Comisión Permanente del Pacífico Sur; el Convenio sobre Medidas
de Vigilancia y Control de las Zonas Marítimas de los Países
Signatarios; y el Convenio sobre Otorgamiento de Permisos para la
Explotación de las Riquezas del Pacífico Sur.
82
Controversia marítima (Perú c. Chile)
83
Controversia marítima (Perú c. Chile)
84
Controversia marítima (Perú c. Chile)
en los primeros meses de 1955, a las protestas hechas por ciertas
85
Controversia marítima (Perú c. Chile)
“PRIMERO
Corresponde a cada país signatario efectuar la
vigilancia y control de la explotación de las riquezas
86
Controversia marítima (Perú c. Chile)
SEGUNDO
La vigilancia y control a que se refiere el
artículo primero, sólo podrán ser ejercitados por
cada país dentro de las aguas de su jurisdicción.” (Énfasis
agregado por Chile)
Chile sostiene que el segundo artículo tiene como base que la zona
marítima de cada Estado había sido delimitada. El Perú no hizo
referencia a la esencia de este Convenio. Chile también se refirió en
este contexto al Reglamento de Permisos para la Explotación de las
Riquezas del Pacífico Sur de 1955 (ver párrafo 21 supra) y a su
Decreto de 1959 relativo a ese Reglamento.
88
Controversia marítima (Perú c. Chile)
84. Con respecto al primer argumento del Perú, Chile responde que el
Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 tiene
89
Controversia marítima (Perú c. Chile)
tres Estados partes y que el sentido corriente de la expresión “los
90
Controversia marítima (Perú c. Chile)
92
Controversia marítima (Perú c. Chile)
Los Estados querían eliminar los obstáculos a su plena cooperación
para la defensa de sus reivindicaciones marítimas. Chile
93
Controversia marítima (Perú c. Chile)
93. En este contexto, las Partes se han referido a una Opinión preparada
en 1964 por Raúl Bazán Dávila, Jefe de la Asesoría Jurídica del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, en respuesta a un
95
Controversia marítima (Perú c. Chile)
pedido de la Dirección de Fronteras, sobre “la delimitación de la
96
Controversia marítima (Perú c. Chile)
94. Según el Perú, el hecho de que se hubiera solicitado tal cosa al Jefe
de la Asesoría Jurídica muestra que el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Chile no estaba seguro acerca de la existencia de un
límite preexistente. Chile enfatiza la conclusión del Sr. Bazán de que
el límite marítimo entre las Partes es el paralelo que pasa por el
punto en que la frontera terrestre llega al mar. Chile también
señala que ese era un documento públicamente accesible y que si
el Perú hubiera estado en desacuerdo con la conclusión del
documento habría respondido, cosa que no hizo.
98. Según el Perú, los faros erigidos en virtud de tales arreglos fueron
evidentemente un mecanismo pragmático para solucionar los
problemas prácticos asociados a los incidentes ocurridos en la década
de 1960 en materia de pesca costera. El Perú señala el alcance
98
Controversia marítima (Perú c. Chile)
limitado de esos faros, que no pasaba de 15 millas marinas a partir
99
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1h0il1e. aC
firma que el límite es uno a todo efecto, es decir, que se aplica
al lecho y subsuelo, así como a las aguas suprayacentes, con derechos
a los recursos, de conformidad al Derecho consuetudinario, tal como
se encuentra reflejado en la Convención de las Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar (CONVEMAR). El Perú sostiene que la línea a
que se refiere el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima
de 1954 concierne únicamente a ciertos aspectos de la vigilancia de
las pesquerías costeras y a facilitar la seguridad del transporte
marítimo y de la pesca en las aguas costeras.
102
Controversia marítima (Perú c. Chile)
105. El Perú, en sus alegatos no rebatidos por Chile, enfatiza que las áreas
que bañan las costas del Perú y de Chile son ricas en recursos marinos,
destacando que el área en controversia se ubica en el Gran
Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt. Esa corriente,
según el Perú, permite la abundancia de vida marina, con
aproximadamente entre 18 y 20% de la captura mundial de
pescado proveniente de ese ecosistema. El representante del Perú
en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
de 1958 (ver párrafo 106 infra) se refirió a la opinión de un experto
peruano (escrita en un libro publicado en 1947), según la cual el
“límite biológico” de la Corriente se encontraba a una distancia de
entre 80 y 100 millas marinas de la costa en el verano, y de entre 200
y 250 millas marinas en el invierno.
104
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1952 para el Perú. Esas estadísticas revelan dos hechos que la Corte
considera útiles para identificar la extensión de los espacios
marítimos que concernían a las Partes en el período en el que las
mismas reconocieron la existencia de su límite marítimo. El
primero es la relativamente limitada actividad pesquera, tanto por
parte de Chile como por parte del Perú, a inicios de la década de
1950. En 1950, la captura por Chile, de aproximadamente 90,000
toneladas, era algo mayor que la del Perú, de 74,000 toneladas. A
inicios de la década de 1950, la captura de anchoveta por las Partes
era superada por la captura de otras especies. En 1950, por ejemplo,
la captura de anchoveta por el Perú fue de 500 toneladas, mientras
que su captura de atún y bonito fue de 44,600 toneladas; Chile
capturó 600 toneladas de anchoveta ese año, y 3,300 toneladas de
atún y bonito.
106
Controversia marítima (Perú c. Chile)
sobre Zona
107
Controversia marítima (Perú c. Chile)
111. La Corte recuerda que el carácter a todo efecto del límite marítimo
(ver párrafo 102 supra), significa que los elementos de prueba
relativos a la actividad pesquera, en sí mismos, no pueden ser
determinantes en cuanto a la extensión de ese límite. No obstante,
la actividad pesquera da cierto respaldo a la opinión de que es poco
probable que las Partes, en la época en la que reconocieron la
existencia de un límite marítimo acordado entre ellas, hubieran
considerado que éste se extendía hasta el límite de 200 millas
marinas.
109
Controversia marítima (Perú c. Chile)
110
Controversia marítima (Perú c. Chile)
los Alegatos de las Partes.
111
Controversia marítima (Perú c. Chile)
113
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1o1b7r.e Sla base de las actividades pesqueras de las Partes en esa época,
que eran practicadas hasta la distancia de unas 60 millas marinas desde
los principales puertos en el área, así como de la práctica relevante de
otros Estados y de los trabajos de la Comisión de Derecho
Internacional en materia de Derecho del Mar, la Corte considera que
los elementos de prueba de los que dispone no le permiten concluir
que el límite marítimo acordado a lo largo del paralelo se extendía más
allá de 80 millas desde su punto de inicio.
C. La práctica legislativa
119. Al examinar la práctica legislativa, la Corte primero abordará la
adopción por el Perú en 1955 de una Resolución Suprema relativa
a la zona marítima de 200 millas marinas. Su Preámbulo menciona
la necesidad de precisar, en los trabajos cartográficos y geodésicos,
la manera de determinar la zona marítima peruana de 200 millas
marinas a que se refieren el Decreto de 1947 y la Declaración de
Santiago de 1952. Su primer artículo establece que la zona debía ser
limitada en el mar por una línea paralela a la costa peruana y situada
a una distancia constante de 200 millas marinas de ella. El Artículo
2 expresa:
116
Controversia marítima (Perú c. Chile)
del 4 de junio de 1963, que Señala la Autoridad que Otorga el
Permiso de Pesca a Barcos de Bandera Extranjera en Aguas
Jurisdiccionales Chilenas.
117
Controversia marítima (Perú c. Chile)
118
Controversia marítima (Perú c. Chile)
delimitación de su respectiva zona, ya sea frente a una
119
Controversia marítima (Perú c. Chile)
E. Actividades de ejecución
126. Mucha de la práctica relativa a las medidas de ejecución relevante
para el límite marítimo puede ser dividida entre la concerniente a
las naves de terceros Estados y la que involucraba al Perú y Chile, y
en función del tiempo. Con respecto a la segunda distinción, la
Corte recuerda que su principal, aunque no exclusivo, interés está
en la práctica a inicios de la década de 1950, época en la que las
Partes reconocieron la existencia de su límite marítimo.
121
Controversia marítima (Perú c. Chile)
128. Hasta mediados de la década de 1980, toda la práctica relativa a
incidentes entre las dos Partes se produjo dentro de unas 60 millas
122
Controversia marítima (Perú c. Chile)
123
Controversia marítima (Perú c. Chile)
125
Controversia marítima (Perú c. Chile)
127
Controversia marítima (Perú c. Chile)
100
Controversia marítima (Perú c. Chile)
no prevalecen circunstancias especiales ni existan de-
101
Controversia marítima (Perú c. Chile)
102
Controversia marítima (Perú c. Chile)
103
Controversia marítima (Perú c. Chile)
106
Controversia marítima (Perú c. Chile)
144. La Corte observa que esos Decretos definen los límites de los
distritos marítimos de las Partes en el plano interno. Sin embargo,
como señala el Perú con respecto a su propio Decreto, mientras
esos instrumentos definen los límites septentrionales y
meridionales de los distritos con cierta precisión (en referencia a
paralelos de latitud), ese no es el caso de los límites donde lindan
límites internacionales entre Ecuador y el Perú, el Perú y Chile, y
Chile y Argentina. Esos Decretos definen los límites internos de la
jurisdicción de ciertas autoridades domésticas al interior de Chile y
al interior del Perú; no tienen por objetivo definir los límites
internacionales de uno u otro Estado. Teniendo en cuenta también
consideraciones temporales mencionadas ut supra, la Corte no
considera que esos Decretos sean significativos.
107
Controversia marítima (Perú c. Chile)
de embarcaciones peruanas capturadas en 1984 y a partir de 1994,
108
Controversia marítima (Perú c. Chile)
109
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1o5n0si.dC
eraciones más amplias concernientes a las posiciones de los
tres Estados Partes del Convenio sobre Zona Especial Fronteriza
Marítima de 1954, particularmente de las dos Partes en este caso, a
inicios de la década de 1950, demuestran que la principal preocupación
de las Partes en relación a las aguas más distantes, demostrada en
1947, 1952 y 1954 (tanto en sus medidas de ejecución en el mar como
en sus propias negociaciones), en 1955 y a lo largo del proceso de
Naciones Unidas que llevó a los Convenios sobre Derecho del Mar
de 1958, era presentar una posición de solidaridad, especialmente con
respecto a los principales terceros Estados concernidos en la pesca en
aguas distantes. Dado que éstos incrementaban considerablemente su
capacidad de pesca, los Estados Partes estaban preocupados de que
esas flotas extranjeras agotaran los recursos.
La captura de la flota ballenera de Onassis, efectuada por el Perú para
defender las reivindicaciones formuladas por los tres Estados
signatarios de la Declaración de Santiago de 1952 (ver párrafo 75
supra) revelaba esas preocupaciones. Esa acción ocurrió a 126 millas
marinas de la costa peruana. Antes de esa captura, la flota buscó sin
éxito obtener autorización del Perú para que se le permitiera cazar
entre 15 y 100 millas marinas de la costa peruana.
110
Controversia marítima (Perú c. Chile)
111
Controversia marítima (Perú c. Chile)
orilla del mar situado a diez kilómetros hacia el noroeste del primer
puente sobre el río Lluta de la vía férrea de Arica a La Paz” (énfasis
112
Controversia marítima (Perú c. Chile)
156. Chile, por su parte, sostiene que el resultado del Tratado de Lima
de 1929 y del proceso demarcatorio de 1930, fue que las Partes
acordaran que el Hito Nro. 1 estaba ubicado en la orilla del mar, con
coordenadas astronómicas 18°21’03’’ S y 70°22’56’’ O, y que la
frontera terrestre empezaba en ese Hito. Chile caracteriza las
Instrucciones Conjuntas como que éstas señalaban que habría un
punto de inicio de la frontera terrestre en la costa, instruyendo a
los delegados que aseguraran la instalación de un hito para indicar
dicho punto de inicio. Chile se apoya en un Acta de Plenipotenciarios
de fecha 5 de agosto de 1930, firmada por el Embajador de Chile en
el Perú y el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, alegando
113
Controversia marítima (Perú c. Chile)
158. Chile alega que los arreglos de 1968-1969 relativos a los faros también
son relevantes en tanto conllevan una verificación conjunta de la
ubicación física exacta del Hito Nro. 1. Según Chile, la Declaración
de Santiago de 1952 no identificó el paralelo que pasa por el punto en
que la frontera terrestre llega al mar. La observancia e identificación
de tal paralelo por los marinos dio lugar a dificultades prácticas entre
las Partes, como resultado de las cuales acordaron señalar dicho
paralelo con dos faros alineados a través del Hito Nro. 1. Chile hacer
referencia a un documento de fecha 26 de abril de 1968 firmado por
ambas Partes, que sostiene representa un acuerdo de que el paralelo
110
Controversia marítima (Perú c. Chile)
de la frontera marítima es el que sería marcado por los faros. Así,
Chile sostiene que “[l]os arreglos de 1968-1969 y el proceso
demarcatorio
111
Controversia marítima (Perú c. Chile)
160. La Ley de Líneas de Base del Dominio Marítimo del Perú, Ley Nro.
28621, de fecha 3 de noviembre de 2005, identifica las coordenadas
el Punto Concordia en 18°21’08’’ S y 70°22’39’’ O, en el sistema
geodésico WGS84. La Ley establece 266 coordenadas geográficas
usadas para medir las líneas de base del Perú, que terminan en el
denominado “Punto 266”, el mismo que sostiene el Perú coincide
con el Punto Concordia.
113
Controversia marítima (Perú c. Chile)
164. La Corte observa que durante el inicio de los preparativos para los
arreglos relativos a los faros en abril de 1968 (examinados en el
párrafo 96 supra), los delegados de ambas Partes entendían que se
estaban preparando para la materialización del paralelo que pasa
por el Hito Nro. 1, paralelo que los delegados entendían que era la
frontera marítima, y que los delegados comunicaron dicho
entendimiento a sus respectivos Gobiernos.
115
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1l6A
7.ctEa de la Comisión Mixta chileno-peruana Encargada de Verificar
la posición del Hito Número Uno y Señalar el Límite Marítimo del
22 de agosto de 1969 (en adelante, el “Acta de 1969”), firmada por
los delegados de ambas Partes, enuncia su misión en los siguientes
términos:
“Los Representantes de Chile y del Perú, que
suscriben, designados por sus respectivos Gobiernos
con el fin de verificar la posición geográfica del Hito
de concreto número uno (N° 1) de la frontera común
y de fijar los puntos de ubicación de las Marcas de
Enfilación que han acordado instalar ambos países
para señalar el límite marítimo y materializar el paralelo que
pasa por el citado Hito número uno …” (Énfasis añadido)
117
Controversia marítima (Perú c. Chile)
por las Partes. La Corte observa que el Perú presenta varios mapas
oficiales de Arica que datan de 1965 y 1966, y de Chile, que datan
de 1955, 1961 y 1963, publicados por el Instituto Geográfico Militar
de Chile, así como un extracto de la Carta Náutica chilena Nro. 101
de 1989. Sin embargo, ese material en gran medida se centra en la
ubicación del punto “Concordia” en la costa y no pretende representar
ningún límite marítimo.
172. El único mapa chileno referido por el Perú que parece representar
el límite marítimo a lo largo de un paralelo que pasa por el Hito Nro.
1 es un extracto de la Carta Náutica chilena Nro. 111 de 1998. Ese
mapa, sin embargo, confirma el acuerdo de 1968-1969 entre las
Partes. La Corte considera que no está en condiciones de extraer
ninguna inferencia de la demora de 30 años en tal representación
cartográfica por parte de Chile.
174. La Corte considera que el límite marítimo que las Partes buscaban
señalar con los arreglos relativos a los faros, estaba constituido por
el paralelo que pasa por el Hito Nro. 1. Ambas Partes
posteriormente implementaron las recomendaciones del Acta de
1969, construyendo los faros tal como lo habían acordado,
señalando así el paralelo que pasa por el Hito Nro. 1. Los arreglos de
1968-1969 concernientes a los faros, por tanto, sirven como prueba
contundente de que el límite marítimo acordado sigue el paralelo
118
Controversia marítima (Perú c. Chile)
que pasa por el Hito Nro. 1.
119
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1a7C
5.oL
r te no está llamada a tomar posición acerca de la ubicación
de Punto Concordia, donde empieza la frontera terrestre entre las
Partes. La Corte observa que podría ser posible que el mencionado
punto no coincida con el punto de inicio del límite marítimo, tal como
acaba de ser definido. La Corte observa, sin embargo, que tal situación
sería la consecuencia de los acuerdos alcanzados entre las Partes.
179. La Corte procede sobre la base de las disposiciones del Artículo 74,
inciso 1, y 83, inciso 1, de la CONVEMAR, las cuales, tal
120
Controversia marítima (Perú c. Chile)
122
Controversia marítima (Perú c. Chile)
cada Parte que se encuentran dentro de 200 millas marinas del punto
de inicio de su frontera terrestre. La construcción de una línea
equidistante provisional dentro de esa área es un ejercicio simple. En
segundo lugar, no hay circunstancias especiales que exijan un ajuste
de la línea equidistante provisional, por tanto, ésta representa una
delimitación marítima equitativa: la línea resultante efectúa una
división igual de los títulos marítimos superpuestos de las Partes y no
da lugar a ninguna intrusión indebida en las proyecciones de sus
respectivas costas ni ningún efecto de corte. En tercer lugar, la
aplicación del elemento de proporcionalidad como una prueba ex post
facto confirma el carácter equitativo de la línea equidistante.
123
Controversia marítima (Perú c. Chile)
1a8m
4.eL
todología habitual aplicada por la Corte tiene por objetivo
alcanzar una solución equitativa. En aplicación de esa metodología,
la Corte procede ahora a la construcción de una línea equidistante
provisional que empieza en el punto final del límite marítimo
existente (Punto A).
120
Controversia marítima (Perú c. Chile)
188. El Perú afirma que, en el área marítima situada más allá de 200
millas marinas de la costa chilena pero dentro de 200 millas marinas
de su propia costa, tiene los derechos reconocidos al Estado ribereño
por el Derecho Internacional general y que Chile no tiene tales
derechos.
190. Después del Punto B, (ver párrafo 186 supra), los límites de 200
millas marinas de los títulos marítimos de las Partes delimitados
sobre la base de la equidistancia ya no se superponen. La Corte
123
Controversia marítima (Perú c. Chile)
observa que, desde el Punto B, el límite de 200 millas marinas de
124
Controversia marítima (Perú c. Chile)
126
Controversia marítima (Perú c. Chile)
194. Dadas las inusuales circunstancias de este caso, la Corte sigue aquí la
misma aproximación y concluye que es evidente la ausencia de una
desproporción significativa susceptible de poner en duda el carácter
equitativo de la línea equidistante provisional.
VII. CONCLUSIóN
1a9C6o
. rLte concluye que el límite marítimo entre las Partes empieza
en la intersección del paralelo de latitud que pasa por el Hito Nro. 1
con la línea de baja marea, y se extiende 80 millas marinas a lo
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Controversia marítima (Perú c. Chile)
largo de ese paralelo de latitud hasta el Punto A. Desde ese punto,
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Controversia marítima (Perú c. Chile)
* *
La Corte,
(1) Por quince votos a uno,
Decide que el punto de inicio del límite marítimo único que delimita los
respectivos espacios marítimos entre la República del Perú y la República
de Chile es la intersección del paralelo de latitud que pasa por el Hito Nro.
1 con la línea de baja marea;
a favor: Presidente Tomka; Vice-Presidente Sepúlveda-Amor; Jueces Owada,
Abraham, Keith, Bennouna, Skotnikov, Cançado Trindade, Yusuf,
Xue, Donoghue, Sebutinde, Bhandari; Jueces ad hoc Guillaume,
Orrego Vicuña;
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Controversia marítima (Perú c. Chile)
Presidente.
Secretario.
(Rubricado) P. T.
(Rubricado) Ph. C.
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