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La ley no es suficiente para detener la

violencia contra las mujeres en el Perú


Este año los feminicidios aumentaron 32% con respecto al 2015, año en que se
aprobó la Ley que busca proteger a las mujeres de la violencia.

Evelyn Laura Ordaya (de 26 años) hizo todo lo que pudo para alejarse de Diego
Lucana González. Según la fiscal provincial adjunta Leandra Bonifacio Gutiérrez,
Evelyn cambió el número de su celular, alquiló una habitación para ella y sus hijos,
y pidió a sus vecinos nunca abrirle la puerta a su expareja.

A lo largo de tres años de relación, Diego la había maltratado física y


psicológicamente. Tras la separación, la joven madre y comerciante del mercado
de La Parada vivió hostigada de manera frecuente.

Evelyn presentó una denuncia contra Diego por agresión física en septiembre de
2016, en la comisaría de San Cayetano, en El Agustino, de acuerdo al Sistema de
Registro de Denuncias Policiales (Sidpol).

La denuncia debió haber seguido un rápido camino hacia mecanismos legales que
protejan a Evelyn. De acuerdo a la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar (Ley 30364) la
Policía tenía 24 horas para informar sobre el caso a un juzgado. Y este debía
dictar medidas de protección a favor de la víctima en no más de 72 horas.
En el Perú, el 85% de los feminicidios y las tentativas son cometidos por la pareja o expareja de la
víctima, según cifras de los Centros de Emergencia Mujer (CEM).


Evelyn debió haber estado bajo protección legal a más tardar cuatro días después
de su denuncia. Sin embargo, esto no ocurrió así.

Más de un año después, la mañana del pasado martes 24 de octubre, Lucana


González logró ingresar a la casa de Evelyn en el Cerro San Pedro, en El
Agustino. Tuvieron una discusión y, según la Fiscalía, Diego la atacó diez veces
con un cuchillo que tenía escondido. Evelyn no pudo siquiera defenderse. Murió a
los pocos minutos.

“Las cosas no han cambiado”

La Ley 30364, aprobada en noviembre de 2015, obliga a las autoridades a


centrarse en la protección a las víctimas. Diana Miloslavich, vocera la ONG de
defensa de derechos de las mujeres Flora Tristán, señala que la norma “ayuda a
garantizar el acceso a la víctima a una protección oportuna y a un acceso a la
justicia rápida”.

Sin embargo, los feminicidios han aumentado desde la promulgación de la ley. De


acuerdo a cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en
2017 se han cometido 32% más feminicidios que en 2015. Desde enero hasta
septiembre de este año se perpetraron 94 feminicidios en todo el país y las
tentativas alcanzaron los 175 casos.

Solo este año, cada mes nueve mujeres son asesinadas por sus parejas o
exparejas, y unas 19 se salvan de morir.

De acuerdo a Betty Olano, directora del Programa Nacional contra la Violencia


Familiar y Sexual (PNVFS) del MIMP, una de las explicaciones del aumento tiene
que ver con que ahora se identifica de manera correcta los delitos. “Antes, si había
una tentativa [de feminicidio], el fiscal lo calificaba solo como delito de lesiones. Si
ocurría el feminicidio, era tipificado como lesiones graves seguidas de muerte. Eso
les bajaba automáticamente la pena. Ahora ya no tenemos tanta dificultad para
que un fiscal penal califique correctamente el feminicidio”, señala Olano.

Olano recordó el emblemático caso de Zonia Apaza Ccahuana, quien fue rociada
en gasolina y quemada viva por su expareja Wilfredo Serrano Condori en 2013.
Luego de unos días de agonía en el Hospital Regional del Cusco, Zonia murió. El
fiscal que llevó el caso acusó a Serrano Condori de muerte por lesiones graves y
fue sentenciado a solo siete años de cárcel. La condena fue apelada y en un
nuevo juicio, Serrano Condori recibió 25 años de cárcel. “Antes no había
predisposición a decir: ‘Esto es un feminicidio’”, sostiene la funcionaria.
Miloslavich comentó que un factor importante para denunciar la violencia contra
las mujeres es la visibilización de los casos. “El feminicidio y la violencia han
entrado a la agenda mediática y esto es fundamental”.

De acuerdo a cifras del MIMP y del Ministerio Público, las mujeres entre 18 y 35 años son las más
vulnerables a morir a manos de sus parejas o exparejas. Solo en este año, 66 mujeres entre esas
edades fueron víctimas de feminicidio y 110 se salvaron de ser asesinadas.


El año pasado la marcha Ni Una Menos reunió a miles de personas a lo largo de


30 cuadras de las calles del Centro de Lima. La jornada se vivió además en
Arequipa, Cusco, Trujillo y Juliaca, entre otras. Según las organizadoras, Ni Una
Menos convocó a medio millón de personas en todo el país. La protesta masiva
movilizó la indignación luego de que el Poder Judicial liberó a Adriano Pozo y a
Ronny García, agresores de Arlette Contreras y Lady Guillén, respectivamente.

Este sábado 25 de noviembre, dos años después de la promulgación de la Ley


que busca protegerlas, las mujeres peruanas volverán a protestar, esta vez bajo el
lema “Las cosas no han cambiado”.

El freno presupuestario

“La nueva legislación es buena, pero su implementación es bastante lenta”, opina


Diana Miloslavich. Para la especialista, la falta de recursos es el principal
problema.

La abogada constitucionalista y especialista en temas de género Beatriz Ramírez


contó que la norma fue promulgada y reglamentada sin un programa presupuestal
especial para implementarla, a pesar de que tiene alcances sobre la Policía
Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial.

“Algunas cortes han logrado cumplir el plazo de las 72 horas, otras no. El Poder
Judicial necesita recursos para contratar personal, nombrar jueces especializados
con equipo en turnos de 24 horas, que puedan funcionar después de las 4:00 p.m.
y los fines de semana”, detalló.

El Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP recibió este
año un presupuesto de S/.148’594,093 millones de soles, a comparación del 2016,
que fue de S/.93’120,818 millones de soles. Hubo un incremento del 59% respecto
al año anterior. El dinero es invertido principalmente en los 282 Centros de
Emergencia Mujer que operan en todo el país y en la Línea 100.

Sin embargo, otras instancias enfrentan sus propios problemas de presupuesto.


“No hay fondos importantes para el Poder Judicial y el Ministerio Público para que
afronten el problema de manera articulada. El Poder Judicial abrió un módulo de
justicia en Lima Sur (Módulo Judicial Integral en Violencia de Género), pero no van
a poder hacer otros para 2018 por falta de presupuesto”, apunta Miloslavich.

"La violencia es una realidad que nos afecta a todas de diferentes formas. Afecta tanto a la mujer de
pocos recursos como a aquellas que han tenido acceso a la educación", -Eva Machado, vocera de Ni Una
Menos.

Para Beatriz Ramírez, la Ley necesita un programa presupuestal multisectorial en


la que la asignación de recursos esté sujeta a indicadores de resultados. Este
fondo debería fortalecer los servicios (Fiscalía, Juzgados de Familia y Centros de
Emergencia Mujer), la protección (hogares de refugios temporales), la prevención
(campañas contra la violencia) y la capacitación (Policía Nacional).

Este último punto es clave. De acuerdo al Ministerio de la Mujer, el 70% de las


denuncias de violación contra la mujer se realizan en las comisarías. Sin embargo,
en muchos casos la Policía omite enviar la denuncia al Juez de Familia o muestra
desinterés en el trámite de la denuncia.

“La PNP en varios informes de supervisión muestra inconsistencias. La mayoría


del personal de la comisaría ni siquiera sabe que existe la Ley 30364, pese a que
trabajan con delitos e investigan feminicidios. Recién desde octubre los policías de
la Región Policial Lima están recibiendo una capacitación”, dice Ramírez.

Y mientras el Estado peruano busca resolver sus falencias, la sociedad civil se


prepara para la marcha de este sábado. “Lo importante es transmitir el mensaje de
que estamos hartas de tanta violencia”, dijo a RPP Noticias Eva Machado, vocera
del movimiento Ni Una Menos.
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“ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS


DE LA LEY Nº 30364 “LEY PARA
PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO
FAMILIAR”
Posted on 12 Julio, 2016 by leyenderecho

Abog. Jericka Eileen GARCIA OLIVERA

Con la entrada en vigencia de la LEY PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA


VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR –
LEY Nº 30364, (en adelante la Ley) publicada en el diario oficial El Peruano, con fecha 23 de
noviembre del 2015, se ha dado en nuestro país, un paso importante en la lucha por la
protección de aquellas víctimas de la violencia, que en su mayoría son mujeres quienes sufren
día a día estos actos que atentan contra su integridad, y en otros casos, el resultado es mucho
más despreciable, como es el feminicidio.

Es un avance que trata de desarrollar las normas de protección de los víctima de la violencia, en
el marco de los convenios internacionales adoptados por el Perú, como son la Convención
Belen do Pará, la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres,
entre otros.

En lo positivo, esta ley agiliza los trámites de las víctimas, quienes deben ser atendidas
inmediatamente para recibir sus denuncias, y ser evaluadas por los profesionales del Instituto
de Medicina Legal. Asimismo, dentro de las 24 horas serán remitidos los actuados policiales al
Juez de Familia (o Mixto de ser el caso) para que convoque a una Audiencia en la cual se dicten
las medidas de protección pertinentes. La adopción de las medidas se adecúa a las fases del
ciclo de la violencia y a las tipologías que presenta la violencia. Hasta aquí la protección a la
víctima es primordial. Y la vigencia de las medidas de protección se extenderá hasta que el
Juez Penal emita sentencia, o hasta el pronunciamiento Fiscal que disponga no iniciar acción
judicial.

Asimismo en caso de flagrante delito relacionado a actos de violencia familiar, es que el


personal policial procederá a detener al agresor, a allanar el domicilio o el lugar donde se
produzcan los hechos. Asimismo deberán comunicar de la detención al Fiscal para que realice
las investigaciones correspondientes, y al Juez de Familiar ((o Mixto de ser el caso) para que
dicte se pronuncie sobre las medidas de protección a favor de la víctima.
Una vez dictadas las medidas de protección por el Juez de Familia (o Mixto), es que remite el
caso al Fiscal Penal (o Mixto de ser el caso), para que inicie el proceso penal e investigue los
hechos originariamente denunciados, y finalmente decida si estos hechos constituyen o no, un
delito, o en realidad se traten de una Falta.

Si el Fiscal decide que se trata de un delito, continuará el trámite disponiendo la Formalización


de la Investigación Preparatoria por el plazo de ley, y realizará actos de investigación, hasta
finalmente formular su Acusación, y llevar el caso hasta la fase estelar del proceso penal, el
Juicio Oral.

En caso de decidir que no se configura como delito, optará por la No Formalización ni


Continuación de la Investigación Preparatoria, y archivará los actuados. Sin embargo, también
podrá advertir que si no es un delito pero existe daño físico con incapacidad no mayor a diez
días, los hechos constituirían Faltas.

En lo negativo, tenemos que algunos miembros de la Policía Nacional del Perú omiten remitir
dentro de las 24 horas de recepcionada la denuncia por violencia contra la mujer o los
integrantes del grupo familiar con su Informe, al Juez de Familia (o Mixto de ser el caso), para
que oportunamente dicte las medidas de protección a la víctima; otros miembros de la Policía
omiten recibir conjuntamente con la denuncia, la declaración de la víctima, propiciando a que
muestre desinterés para continuar con el trámite.

Que por su parte, algunos Fiscales pese a arribar a la conclusión de que los hechos denunciados
no constituyen Delito y que deben ser archivados en instancia fiscal, sin embargo pretenden que
la parte agraviada recabe copias de todo lo actuado hasta la la instancia fiscal, y que a título
personal accione en la vía judicial correspondiente un proceso por Faltas frente a los hechos
denunciados originariamente. Con decisiones como la aludida, se vulneraría el mínimo
formalismo que todo trámite por violencia debe conservar, dejando desprotegidas a las
víctimas, pues a decir de la Ley, la vigencia de las medidas de protección se da hasta que el
Juez Penal emita sentencia, o hasta el pronunciamiento Fiscal que disponga no iniciar acción
judicial.

Asimismo, el Fiscal al requerir a los profesionales psicólogos del Instituto de Medicina Legal
que determinen la lesión psicológica en las víctimas de la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar, reciben como respuesta de dichos profesionales no estar
capacitados para ello, y en mérito al déficit probatorio de cargo del Director de la Investigación,
es que deciden que No ha lugar a formalizar investigación preparatoria por delito de lesiones, al
no poder determinar el nivel del daño psíquico. Situación que conlleva a que estos casos sean
archivados. Dejando en desprotección a las víctimas de la violencia.

Y finalmente, según lo establece la Ley, el Juez de Familia (o Mixto de ser el caso) en el plazo
máximo de 72 horas deberá resolver el caso, dictando las medidas de protección que requiera la
víctima, y también puede pronunciarse respecto a las medidas cautelares relacionadas a las
pretensiones de alimentos, régimen de visitas, tenencia y custodia, patria potestad, liquidación
del régimen patrimonial, y demás conexos y relacionados que aseguren el bienestar de la
víctima. Sin embargo, dada la excesiva carga procesal con que cuentan los Juzgados de Familia
((o Mixto de ser el caso), es que en algunos juzgados es evidente el retardo para cumplir a
cabalidad la exigencia de la Ley Nº 30364 y dictar las medidas de protección oportunamente.
Esperemos que una vez que se reglamente la Ley, se superen los inconvenientes surgidos a raíz
de la entrada en vigencia de la LEY PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR –
LEY Nº 30364, pues con escasos meses de estar en vigencia, ya se advierten los primeros
problemas de su aplicación, y que con gran esfuerzo las instituciones involucradas para el
funcionamiento de la misma, tratan de resolver conforme se descubren situaciones inadvertidas
por los legisladores.

Sin embargo, todo cambio que tienda a mejorar la crítica situación de violencia vivido durante
años por las mujeres en nuestro país, sirva para concretizar el derecho a vivir una vida digna y
libre de violencia. Contribuyamos entonces, a que estos impases sean superados y finalmente se
beneficien todas las víctimas y se sancione a sus agresores.
Obstáculos en la implementación de la Ley
N° 30364
Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entre el 2013 y octubre de 2017,
se han atendido a 261 721 mujeres víctimas de violencia (física, psicológica y sexual),
mientras que en el mismo periodo, se registraron 545 feminicidios y 997 tentativas de
feminicidio.

La Ley N° 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y
los integrantes del grupo familiar, es la norma aprobada por el Estado peruano para enfrentar
toda forma de violencia contra las mujeres, producida en el ámbito público o privado.

Entre marzo y agosto del 2017, la Defensoría del Pueblo recogió información sobre los
avances y obstáculos en la implementación de la Ley N° 30364 y su Reglamento en las
regiones de Arequipa, Ayacucho, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Moquegua, Puno y San
Martín.

¿Cuál es la percepción de los y las operadores de justicia (Policía Nacional, Ministerio


Público y Poder Judicial) y cuáles son los obstáculos que encuentran las mujeres víctimas
de violencia que acuden al sistema de justicia? Esta información se expone en el Informe de
Adjuntía “La Ley N° 30364, la administración de justicia y la visión de las víctimas”. Aquí
los principales resultados.

En las mujeres que han acudido a los servicios de justicia de nuestro país por temas de
violencia:
El desconocimiento de esta normativa implica que el Estado peruano no ha cumplido con su
obligación de promover el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una vida
libre de violencia y a que se respeten y protejan sus derechos.

Asimismo, la mitad de las entrevistadas consideró que durante el proceso de investigación


de la denuncia se cuestionó su declaración o la forma como se comportó. Y un 63% de las
usuarias encuestadas considera que los acuerdos conciliatorios no son una opción válida para
resolver una denuncia por violencia en relación de pareja.

En la Policía Nacional del Perú:


Sobre las diligencias que se disponen al atender un caso de violencia familiar
Además, el 80,2% señaló que realizan un seguimiento constante del cumplimiento de las
medidas de protección. El 17.6% no lo realiza por los siguientes motivos:

• “Falta de personal”
• “En la localidad impera el machismo y el hombre es reacio a acatar órdenes”
• “Por la distancia de los pueblos”
• “Porque la mayoría de las denunciantes vuelven con su pareja”
• “Eso es competencia del juzgado”

En el Ministerio Público:
Según los encuestados las razones por las que no pueden cumplir con el plazo son:

 Existe una sobrecarga en las labores de los Juzgados de Familia o sus equivalentes,
lo cual genera una demora en la atención oportuna de los casos de violencia contra
las mujeres.
 Demora en la práctica y remisión de los resultados de los exámenes complementarios.

De otro lado, un alarmante 51% de los jueces y juezas considera que sí existen situaciones
de violencia en las relaciones de pareja que pueden ser resueltas mediante la conciliación de
las partes. La conciliación entre dos partes solo es válida cuando existe un equilibrio en las
relaciones de poder que permitan a ambas personas negociar y otorgar concesiones a cambio
de algún beneficio. En los casos de violencia, no existe un equilibrio en las relaciones de
poder y tampoco se pueden realizar concesiones, debido a que nos encontramos frente a la
vulneración de los derechos fundamentales de la víctima.Por esta razón, la conciliación no
es viable bajo ningún supuesto en estos casos.

RECOMENDACIONES

Al Ministerio Público

 Priorizar sus recursos económicos para ampliar y fortalecer los servicios del Instituto
de Medicina Legal.

Al Ministerio de Economía y Finanzas

 Dotar a la Policía Nacional del Perú, al Ministerio Público y al Poder Judicial de un


presupuesto adecuado para ampliar y mejorar la calidad de la atención a las mujeres
víctimas de violencia.

A la Policía Nacional del Perú

 Capacitar a la totalidad de su personal en el tratamiento e investigación de los casos


de violencia contra las mujeres.

Al Poder Judicial

 Ampliar y fortalecer la labor de los Juzgados de Familia que atienden los casos de
violencia, al amparo de la Ley N° 30364.
 Recordar a todos los operadores y operadoras del sistema de justicia que el
mecanismo de conciliación no es aplicable, bajo ninguna circunstancia, en los casos
de violencia contra las mujeres.

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