Precariedad Laboral Colombiana
Precariedad Laboral Colombiana
Precariedad Laboral Colombiana
colombiana en el siglo
veintiuno
Daniel Hawkins
Director del Área de Investigación,
Escuela Nacional Sindical
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6 Presentación
9. Standing, Guy, Jeemol Unni, Renana Jhabvala y Uma Rani. 2010. Social
Income & Insecurity: A Study in Gujarat. Routledge. Londres-Nueva York-
Nueva Delhi: 1-3.
10. Bonnet, Florence, José B. Figueiredo y Guy Standing. 2003. “A family of
decent work indexes”. ILO InFocus Programme on Socio-EcoSecurity: 214.
10 Presentación
11. Anner, Mark. 2012. “Social responsibility and global workers’ rights:
Corporations’ precarious quest for legitimacy with labor control”. Politics
& Society. 40: 609-644.
12. Kucera, David. 2002. “Core labour standards and foreign direct inves-
tment”. International Labour Review. 141 (1-2): 31-69.
13. Véase, Margalit, Avishai. 1997. La sociedad decente. Paidós. Barcelona;
Mundlak, Guy. 2007. “The right to work: Linking human rights and
employment policy”. International Labour Review. 146 (3-4): 193.
14. Standing, Guy. 2013. El precariado: una nueva clase social. Traducción al
español por Juan Marí Madariaga. Bloomsbury: 31.
Daniel H awkins 11
15. Standing, Guy. 2013. Op cit.; véase también: Breman, Jan. 2014. “A bo-
gus concept?”. New Left Review. 84, noviembre-diciembre: 130-138.
12 Presentación
20. Véase, Castel, Robert. 1996. “Work and usefulness to the world”. Interna-
tional Labour Review. 135 (6): 615-622.
21. Castel, Robert. 1996. Op cit.: 620.
22. Standing, Guy. 2013. Op cit.: 48.
14 Presentación
23. Durante 2013, Comcel-Claro tuvo ventas por más ocho mil millones de
pesos, un incremento de 8,14% frente a las de 2012, para dejarla como la
sexta empresa con presencia en Colombia que más ventas hizo. Fuente:
Supersociedades http://www.supersociedades.gov.co/Paginas/default.
aspx. Consultado el 24 de mayo de 2014.
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1. La historia
En el siglo xx, Colombia vivó varios momentos de reforma
política y económica fácilmente identificables y, en el siglo xxi,
por el contrario, en el país ha dominado la reacción. Esos perio-
dos breves estuvieron caracterizados por sus acotados límites y
186 Epílogo
2. La política
Aunque en Colombia se habla más de paz que de transición
a la democracia, sí es cierto que el carácter de los acuerdos al-
canzados hasta ahora y la agenda represada de cambios y refor-
mas de fondo que el movimiento sindical y otros movimientos
sociales colombianos proponen y necesitan, llevan a soñar con
que el posconflicto y la construcción de la paz serán momentos
de ampliación del sistema político y de fortalecimiento de las
organizaciones de la sociedad civil.
Igualmente, será un período de construcción de la memoria,
de reparación colectiva y de intentos de reconstrucción de los
movimientos sociales, muy golpeados por la guerra (campesi-
nos, y sindicalistas sobre todo).
Sin embargo, y aunque la paz hace soñar a muchos con el
consenso en las reformas, la ampliación democrática y la supe-
ración de la segregación social, el contexto actual, los discursos,
los proyectos de ley y las acciones del gobierno, la oposición
uribista y de los gremios empresariales a reformas fiscales, la-
borales o sobre la propiedad de la tierra, hacen pensar en que no
será un camino ni fácil, ni conversado.
En lo agrícola y lo laboral por ejemplo, el gobierno y el
empresariado siguen aplicando su visión de excluir la tierra y
el trabajo decente de la agenda pública y de las decisiones del
Estado. Miren por ejemplo las características del proyecto de ley
presentado al Congreso sobre tierras baldías (http://lasillavacia.
com/elblogueo/blog/ley-de-baldios-negocio-redondo-tras-la-
188 Epílogo
3. La economía
El profesor del Centro de Investigaciones del Desarrollo de
la Universidad de los Andes (CIDER), Mauricio Uribe López,
al presentar el documento “Propuesta de lineamientos de políti-
ca pública de desarrollo regional, paz y reconciliación”, propone
una agenda mínima de reformas y acciones concretas para al-
canzar la paz positiva en Colombia, entendiendo que la mera
paz negativa, representada en la dejación de armas y en el cum-
plimiento de los acuerdos de paz, sin cambios de fondo en pro-
blemas del desarrollo, conllevarán a una paz violenta, en donde
un actor sale del campo de batalla, pero permanecen otros.
Para lograr la paz duradera, el profesor Uribe propone re-
solver los cuatro nudos críticos existentes entre guerra y estilos
de desarrollo. Esto exige no solo la intervención del Estado y las
élites, sino también superar la segregación social para alcanzar
una sociedad cohesionada y ciudadanías de alta intensidad que
actúen desde la civilidad para construir horizontes de futuro
conjunto.
Los cuatro nudos críticos entre guerra y desarrollo que de-
ben ser resueltos con decisiones de fondo, son:
−− La incapacidad de construir un aparato productivo con alto
valor agregado que incluya a toda la sociedad, sobre todo a
través de generación masiva de trabajo decente.
Epílogo 189
1. En formalización laboral
Es necesario llevar a cabo una política pública de forma-
lización laboral, que sea el resultado de un acuerdo entre las
centrales sindicales, los empresarios y el gobierno. Esa política
permitiría articular los esfuerzos de los trabajadores y de las or-
ganizaciones sindicales, y contribuiría a fortalecer la capacidad
del Estado para hacer prevalecer la legalidad en el mundo del
trabajo.
Sus propósitos serían dos:
1.1 Articular y fortalecer las acciones institucionales y so-
ciales dirigidas a la formalización de las relaciones laborales en el
país, y con ello, avanzar en el logro del trabajo decente para cerca
de 14 millones de colombianos que trabajan en condiciones de
informalidad laboral.
En particular esta política centraría sus esfuerzos en:
1.1.1 Legalizar las relaciones laborales de cerca de seis millo-
nes de colombianos a los que se les defrauda sus derechos. Esa
legalización implicaría el desmonte de la intermediación ilegal
que se realiza a través de las cooperativas de trabajo asociado
(cta), las sociedades anónimas simples (sas), algunas empresas
de servicios temporales (est) y los falsos sindicatos que suscri-
ben contratos sindicales, entre otras; así como reducir el uso de
contratos de prestación de servicios en las entidades públicas
para realizar funciones permanentes y misionales.
1.1.2 Adoptar medidas que contribuyan a la generación de
oportunidades de trabajo productivo en condiciones de trabajo
decente para los más de ocho millones de colombianos que rea-
lizan su trabajo por cuenta-propia.
1.2 Generar mejores condiciones para el ejercicio de la li-
bertad sindical y, en particular, del derecho fundamental a fun-
dar y pertenecer a una organización sindical.
Para el desarrollo de esta política es necesario implementar
estrategias de formalización del empleo en Colombia, enfocadas
en aquellos colectivos de trabajadores que hoy presentan condi-
ciones de trabajo bastante distintas, tales como:
Epílogo 191
2.6 Jóvenes
Una situación que caracteriza y limita el mundo laboral ju-
venil tiene que ver con la normatividad. Las leyes 1429 de 2010
de primer empleo, y 789 de 2012 sobre contrato de aprendizaje,
más que generar un efecto positivo en esta población, lo que
produjeron fue la restricción al acceso de derechos laborales ta-
les como: la pertenencia a una organización sindical, a un salario
justo y a la estabilidad laboral, entre otras prohibiciones. Según
el dane desde la creación de la “Ley del primer empleo” en 2010,
solo el 2,7% de las 237.147 empresas que se crearon en el año
siguiente (2011) cumplieron con los parámetros propios de esta
nueva ley.
Para 2010, la tasa de desempleo juvenil fue de casi del 19%,
y para el 2013, esta se ubicó en el 15,5%. Esto es una reducción
de 3,2 puntos porcentuales. Según los datos, la meta se cumplió
y se superó pero, en términos absolutos, solo representó 194 mil
jóvenes desempleados menos en un periodo de cuatro años.
Las mujeres jóvenes siguen presentando la mayor precarie-
dad laboral, con una tasa de desempleo del 26,5%, superior en
11 puntos a la de los hombres jóvenes, que es del 15,2%. Todo
esto se traduce en menos posibilidades de superar inequidades
de género desde la generación de ingresos para la independencia
económica de las mujeres.
Algunas medidas que pueden ser implementadas son las
siguientes:
−− Promover la cátedra de ciudadanía laboral a través del sena,
como espacio para la formación en derechos laborales de
Epílogo 199