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Entrevista A Alberto Kalach

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Alberto Kalach: '¡Imagina que todos los techos de

nuestra ciudad fueran verdes!'


 13:01 - 11 Agosto, 2017

 por Vladimir Belogolovsky

 Traducido por Karina Zatarain

Reforma 27. Imagen © Yoshihiro Koitani


El mes pasado realicé un viaje a la Ciudad de México, donde tuve la oportunidad de
reunirme con media docena de los arquitectos y críticos mexicanos más importantes,
entre ellos Tatiana Bilbao, Victor Legarreta, Mauricio Rocha, Michel Rojkind, Miguel
Adrià y más (muchos de los cuales aparecerán en las próximas ediciones de City of
Ideas). Les hice diversas preguntas, pero dos fueron consistentes: "¿quién consideras
que es el mejor arquitecto en México en este momento?" y "¿cuál es tu edificio favorito
construido en la capital en la última década?" Todos mis entrevistados apuntaron
a Alberto Kalach(nacido en 1960) y su Biblioteca Vasconcelos (2007). Mi
Conversación con Kalach se llevó a cabo el día después de visitar la biblioteca, en el
techo de uno de sus edificios icónicos, Torre 41, con vista al Bosque de Chapultepec.
Hablamos de libros, bibliotecas y su idea de los edificios como inventos.

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Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani


Vladimir Belogolovsky: Alguna vez dijiste que las "construcciones verbales sobre
arquitectura son aburridas" y que "la arquitectura debe leerse en dibujos." ¿No crees
que la arquitectura deba conversarse o explicarse, si no a otros, entonces por lo menos
a ti mismo?
Alberto Kalach: ¿En verdad dije eso? Por supuesto que me gusta hablar sobre la
arquitectura. Amo como Victor Hugo habla sobre la arquitectura gótica de Notre-Dame
en París o las maravillosas historias de Scheherazade en Las Mil y Una Noches. Pero no
me gusta cómo hablan los arquitectos sobre la arquitectura. No me parece muy
emocionante. Sin embargo amo la arquitectura en la literatura de Jorge Luis Borges,
Umberto Eco, y muchos más.

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: Este edificio, Torre 41, donde se encuentra tu estudio, es muy inusual, ya que es el
más alto de la colonia. Pero una vez que entras, no sientes que estás dentro de un
edificio; es un jardín en la planta bajo, otro en el techo, y siete espacios amplios de
doble altura entre medio, cada uno con vista a la ciudad y al parque. Entiendo que tú
eres dueño de este terreno y propusiste a un desarrollador construir una torre
comercial aquí.
AK: Sí. Ocupamos un piso y varias otras empresas como un arquitecto, editor y una
aseguradora tienen un piso cada quien. La huella del edificio es muy pequeña. Tenía
todo el sentido tener un jardín en lugar de el típico lobby cerrado porque para cuando el
espacio había sido distribuido en elevador, escaleras, circulación, y estacionamiento
subterráneo, no quedaba mucho para renta. Hubiera sido muy codicioso intentar
encontrar unos cuantos metros para rentar. Entonces en la planta baja solo tenemos un
jardín y una pequeña área de recepción. El roof garden está abierto a todos. ¡Imagina
que todos los techos de nuestra ciudad fueran verdes!

Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: Tu Biblioteca Vasconcelos es un microcosmos fantástico. El edificio, que apenas
cumplió una década, tiene el poder de oscurecer el tiempo; te lleva simultáneamente al
pasado y al futuro – solo en el futuro pueden haber espacios tan generosos y llenos de
luz – y al pasado porque los elementos estructurales del edificio son evocan las
maravillas de la ingeniería tales como se ven en el Puente Brooklyn o la Torre Eiffel.
AK: Se podría decir que sí. Te refieres a las estructuras de tensión del techo del
edificio.
VB: Este edificio es el resultado de un concurso y dijiste que como concursante tienes
que hacer una declaración que atrape la atención del jurado. Mencionaste que la idea
era crear un espacio de galería donde uno pudiera ver todos los libros, todo el
conocimiento al mismo tiempo. ¿Podrías hablar sobre el concepto principal? ¿Qué
modelos tenías en mente?
AK: La arquitectura se compone de diversos tipos de edificios, como torres, museos o
casas. Una biblioteca es un tipo. Se han construido muchas bibliotecas icónicas a lo
largo de la historia. Desde que yo era estudiante, una biblioteca era un proyecto de
sueño para mí, y si analizas las bibliotecas construidas o imaginadas del pasado, verás
dos tipos básicos. Un tipo es el laberinto, como el laberinto complejo de cuartos
hexagonales descrito en La biblioteca de Babel de Jorge Luis Borges. Es una biblioteca
en la que te puedes perder por completo. Y el segundo tipo es el modelo del siglo XVIII
de la Ilustración propuesto por Boullée como un espacio vasto con un sinfín de libros
que contienen todo el conocimiento. Para ser honesto, el tipo de biblioteca de Borges
me es más atractiva, pero queríamos ganar el concurso, y por ese motivo, un edificio
público tiene que ser transparente y lleno de luz.
Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani
VB: En otras palabras, querías utilizar ambos modelos.
AK: Claro. Entonces, el edificio que propusimos tendría que tener un solo espacio.
Utilizamos la imagen de la nace abovedada de Boullée para crear un único espacio del
edificio y utilizamos los libreros mismo para crear diversas atmósferas alrededor del
camino del usuario dentro de ese espacio vasto.
VB: Hablemos de tus fuentes de inspiración y de dónde vienen – arte, arquitectura;
¿qué más?
AK: Bueno, al principio no hay inspiraciones. Inicialmente, hay una respuesta a un
problema específico. ¿Cómo acomodas un programa particular con todos los espacios
requerido? ¿Cómo unes a los espacios con el programa y con el sitio? ¿Cómo lo logras
dentro del presupuesto establecido?

Reforma 27. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: ¿Y esperas que yo crea eso? ¿Qué hay de una idea que viene de un arquitecto
antes de que todas esas cuestiones pragmáticas entren en juego? Regresemos a este
edificio. No comenzó con un programa o presupuesto, nada de eso. Vino de ti – tú
tenías la visión de una torre y, solo después de eso, comenzaste a buscar un
desarrollador o cliente potencial.
AK: Pero este edificio también comenzó con un programa.
VB: Acabas de decir que el programa puede ser cualquier cosa. Cada piso es un
espacio abierto.
AK: Sabes, la arquitectura se relaciona al mundo pragmático.
VB: ¡Pero no son cuestiones pragmáticas las que llevan a la arquitectura, y tú eres el
mejor arquitecto del país! Todos me dijeron eso. Sabes, he estado entrevistando a
arquitectos durante los últimos 15 años y nunca solíamos hablar de lo pragmático.
Desde la crisis económica de 2008 y la nueva agenda de los críticos de criticar
cualquier cosa que pudiera ser interpretada como individualista o artística, tengo
que invertir una hora en hablar sobre lo pragmático antes de que me cuenten lo que
realmente piensan.
AK: Pero es verdad, la arquitectura siempre viene de necesidades humanas
particulares... Bueno, si concibes una columna que simula una palmera, eso es otra
historia. Claro, la arquitectura puede tomar inspiración de una pintura, una historia, una
película, y más.
Torre
41. Imagen © Yoshihiro Koitani
VB: Entonces ¿cuáles son las fuentes de inspiración detrás de este edificio, la Torre
41?
AK: ¡De necesidades reales! Antes tenía mi estudio en este terreno, del cual soy dueño,
y en ese tiempo no tenía trabajo. Pensé – si rento este espacio, lo único que podría sacar
serían $2,000 USD al mes. Eso no es suficiente para vivir. Entonces investigué la altura
máxima que podía construirse ahí, que son ocho pisos, y decidí proponer un proyecto
que podría atraer a otros negocios. Obviamente quería trabajar sobre un buen proyecto,
pero en ese punto, no había ninguna inspiración aparte de introducir jardines en la
planta baja y alta, y abrir la vista al parque, que está directamente al norte, y abrir al sur,
para tener sol en el invierno. Cerrar los muros del este y oeste para volverlos parte de la
estructura, usar diagonales por los requerimientos sísmicos, y aquí tienes una torre, que
es una expresión de su sitio y estructura.

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: Dijiste que no hay una única manera de hacer arquitectura; hay muchas. ¿Cuál es
tu manera? ¿Cuál es la intención de tu trabajo?
AK: Bueno, no me gusta trabajar mucho, entonces trato de resolver el problema de una
manera fácil y directa [risas].
VB: Vamos hacia atrás un momento. ¿Honestamente crees que tu biblioteca es una
manera directa de resolver un problema? Para mí, tu espacio es increíblemente
complejo.
AK: Como resultado, sí. Pero conceptualmente y estructuralmente no es complejo. Si
haces unas secciones del edificio en prácticamente cualquier punto, son casi idénticas.
Hay mucha repetición ahí con ciertos elementos que han sido agregados o sustraídos. Es
una complejidad aparente. Pero no se acerca nada a las obras complejas de Carlo Scarpa
o Frank Gehry. Igual, me gustan las diversas aproximaciones a la arquitectura. Supongo
que debería de haber tantas arquitecturas como arquitectos diferentes. Así como cada
persona tiene una cara diferente, cada arquitecto debería de tener diferentes maneras de
hacer arquitectura. Es algo agradable tener muchas expresiones diferentes.
Plano
de la Biblioteca Vasconcelos. Imagen Cortesía de Alberto Kalach
VB: Creo que esa es la intención de todo arquitecto – encontrar su propia expresión o
voz. ¿Cuál es tu intención?
AK: La distinción no es mi intención, para nada. No creo que los arquitectos deberían
estar preocupados por tener diferentes estilos, así como las personas no se preocupan
por tener caras diferentes. Tienes la cara que tienes y haces las cosas de la manera que
las haces. La arquitectura debería tratarse de expresar estructura. Cuando visitas ruinas,
lo que queda es la estructura; el resto ya no está. Me atrae mucho esa parte de la
arquitectura. Y gracias a nuestro clima no tenemos que preocuparnos por la insulación,
y tampoco me preocupo por la decoración. Me gusta dejar mis edificios sin decoración.
Siempre me gusta mostrar cómo fueron construidos. Nada está escondido. Así puedes
aprender mucho acerca de los edificios.

Galería Kurimanzutto. Imagen © Pedro Rosenbleuth


VB: ¿Hay preocupaciones en particular que te gustaría compartir?
AK: Me preocupan los proyectos de vivienda. Carlos Zedillo (Director de Desarrollo
Sostenible del INFONAVIT) dijo algo fantástico. Dijo que el 80 por ciento de la
construcción es vivienda; si resolvemos solamente este tipo de edificios, cambiaremos
la apariencia de nuestras ciudades. La pregunta entonces es – ¿cómo hacemos que la
vivienda social sea atractiva?
Reforma 27. Imagen Cortesía de Alberto Kalach
VB: Luis Barragán dijo, "Deberías diseñar las casas como jardines y los jardines como
casas." Y leí que después de que construiste tu propia casa te diste cuenta que querías
ser jardinero. ¿Podrías contarme más?
AK: Fue una exageración... recuerdo haber pasado meses construyendo una casa y una
vez que llegaron las plantas todo cambió. Fue extraordinario. Los arquitectos deberían
darle la misma importancia al contexto que a los edificios. Un jardín debería pensarse
como la extensión de una casa. Los jardines mejoran la arquitectura; siguen creciendo y
extienden la vida de los edificios. Eso me gusta.
Jardín de la Biblioteca Vasconcelos. Imagen Cortesía de Alberto Kalach
VB: Escuché que visitas la última casa de Barragán, Casa Gilardi, seguido. ¿Qué tan
importante es esa casa para ti?
AK: Es verdad. Esa casa es importante y Barragán es muy importante para mí. Él estaba
muy consciente de las cosas que se habían olvidado en la arquitectura. Y es entendible
que fueran olvidadas porque la corriente del pensamiento arquitectónico en Europa se
trataba de cómo reconstruir Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Se preocupaban
por construir vivienda social. Le Corbusier dijo "Una casa es una máquina para vivir."
Y luego estaba este tipo, un aristócrata provincial de Guadalajara, que le interesaba la
obra del diseñador de jardines Ferdinand Bac. Él estaba escribiendo bellas historias; era
amigo de artistas. Estaba en otro mundo. Pero nos recordó de las cualidades misteriosas
de la arquitectura, y que la arquitectura puede tratarse de ciertos sentimientos como el
silencio, la serenidad, la intimidad...

Reforma 27. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: ¿Recuerdas cómo descubriste su trabajo?
AK: Vi su trabajo publicado en el catálogo de su exposición en MoMA curada por
Emilio Ambasz a mediados de los setentas. He comprado ese delgado libro por lo
menos diez veces; cada vez que alguien lo toma "prestado", tengo que comprar uno
nuevo [risas].
VB: MoMA montó The Architecture of Luis Barragán en 1976. Cuando le pregunté a
Ambasz cómo descubrió a Barragán, ya que su catálogo fue el primer libro sobre la
obra de Barragán, dijo que había publicaciones sobre su obra en revistas locales.
Entonces es curioso que tú hayas descubierto su obra a través de un libro publicado a
partir de su exposición en Nueva York. ¿Realmente era desconocido antes de esa
exposición?
AK: No era tan desconocido, pero no se tomaba en serio. Los arquitectos aquí en
México decían que le interesaba la escenografía, no la arquitectura. Esa exposición lo
dio a conocer. Ambasz lo descubrió. La opinión pública de su obra cambió
inmediatamente.

Torre 41. Imagen © Yoshihiro Koitani


VB: En una de tus entrevistas dices algo muy interesante: "Creo que una vez que los
edificios pasan una cierta escala y volumen, tienden a ser más autónomos, menos
integrados a su paisaje. El edificio se vuelve una invención absoluta. Las mejores ideas
en la arquitectura son aquellas que rompen su contexto." ¿Podrías contarme más
acerca de esta idea de la arquitectura como una invención?
AK: Sí dije eso. Supongo que una invención es un estado mental. Hay edificios y hay
invenciones. La Casa de la Cascada es una invención. El Guggenheim es una invención.
Ronchamp es una invención. Crown Hall de Mies es una invención.
VB: Tu biblioteca es una invención.
AK: Mi biblioteca es una invención. Sí, a veces puedes inventar cosas [risas].

Biblioteca Vasconcelos. Imagen © Yoshihiro Koitani


Vladimir Belogolovsky se graduó de la Cooper Union School of Architecture en 1996 y
trabajó como arquitecto hasta formar Curatorial Project en 2008 en la Ciudad de
Nueva York, enfocado en curar y diseñar exposiciones de arquitectura alrededor del
mundo. Desde 2002, ha entrevistado a más de 250 arquitectos reconocidos
internacionalmente para numerosas publicaciones y dos libros –Conversations with
Architects: In the Age of Celebrity (DOM Publishers, 2015) y Conversations with Peter
Eisenman: The Evolution of Architectural Style (DOM Publishers, 2016). Entre sus
demás libros se encuentran Harry Seidler: The Exhibition (Oscar Riera Ojeda
Publishers, 2017); Harry Seidler: Lifework (Rizzoli, 2014); y Soviet Modernism 1955-
1985 (Tatlin, 2010). Entre sus numerosas exposiciones están: Harry Seidler: Painting
Toward Architecture (Tour Mundial, desde 2012); Emilio Ambasz: Architecture
Toward Nature (Tour Mundial, since 2017); Colombia Transformed (Tour Americano,
2012-15); New York: Grid City (Bienal de Arquitectura de Moscú, 2014); GreenHouse
(Central Exhibition Hall Manezh, Moscú, 2009); y Chess Game (Pabellón Ruso en la
décimo primera Bienal de Arquitectura de Venecia, 2008). El curador ha impartido
conferencias en universidades y museos en más de 30 países.
La columna de Belogolovsky, City of Ideas, presenta a los lectores de ArchDaily sus
últimas conversaciones con los más innovadores arquitectos de alrededor del mundo.

Recuperado el 11 de Agosto del 2017 de:

http://www.archdaily.mx/mx/877579/alberto-kalach-imagina-que-todos-los-techos-de-
nuestra-ciudad-fueran-verdes?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter

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