BÁSICOS SOLO LOS AMANTES SOBREVIVEN

ONLY LOVERS LEFT ALIVE. Jim Jarmusch. 2013

FILMOTECA Sesión 5 / Jueves 18 de diciembre de 2014

Presentación y coloquio a cargo de Carlos Losilla,
crítico de Caimán Cuadernos de Cine.
CINE DE AUTOR

SOLO LOS AMANTES SOBREVIVEN Hiddleston) intercambiando pareceres con su dealer Ian (Anton
DEL VIAJE Y SUS AZARES Yelchin) y sigue con diálogos transoceánicos entre el propio Adam
y su amada Eve (Tilda Swinton), entre Detroit y Tánger. Es como
Los primeros largometrajes de Jim Jarmusch eran películas si Jarmusch quisiera poner en circulación de nuevo el mundo
habladas. Por supuesto, el estilo se mostraba poderosamente entero, o por lo menos su mundo, y crear conversaciones y vínculos
elíptico, de una elegancia destilada a partir de ciertos restos del en ese tráfico. Pero hay un límite. Cuando aparece Ava (Mia
naufragio de toda una época. Jarmusch, es bien sabido, procedía Wasikovska), la hermana menor de Eve, todo explota, el lenguaje
de un extraño maridaje entre Nicholas Ray y Wim Wenders, pasado se sobredimensiona. Y sobre todo el lenguaje de los vampiros,
por la tradición del cine independiente americano. Sin embargo, pues esa es la condición de los protagonistas. Ava deseca a Ian
eso tenía que decirse o visualizarse. Y el problema es que ni el violando las leyes de sus anfitriones, partidarios de un vampirismo
propio Jarmusch sabía cómo traducirlo al código oral, por lo que más ecológico que no dañe a los humanos, y todo se desborda.
sus personajes empezaron a hablar sin ton ni son. Ese es el tono Solo los amantes sobreviven es la crónica de cómo mantener el
de la posmodernidad: una charla insustancial cuyo discurso reside equilibrio entre la exuberancia de la expresividad y la sobriedad de
más en lo que no dice que en lo que dice. En Extraños en el la continencia, y de ahí surge su forma.
paraíso (1984), tres personajes descolocados no sabían si hablar
inglés o húngaro. En Bajo el peso de la ley (1986), un italiano En efecto, el vampiro Adam vive en Detroit, como celoso guardián
liofilizaba la lengua inglesa hasta descodificarla. En las distintas de un pasado que ahora no solo incluye a Shakespeare, sino
entregas de Coffee and Cigarettes (1986-2003), dos tipos, también a Jack White. Y a muchos otros: en la pared de una
masculinos o femeninos, hablaban hasta cansarse, pero el final de habitación aparecen fotos de sus artistas más queridos, como en el
su diálogo siempre era decepcionante… altar de La habitación verde (Truffaut, 1977). En cualquier caso,
se trata de un fin de época un tanto raro. Adam y Eve son como los
A partir de Dead Man (1995), las cosas cambian. El protagonista protagonistas de Extraños en el paraíso, pues hablan y hablan por
es un muerto, literalmente, alguien que ya no tiene nada que múltiples canales, pero también son no muertos como el Johnny
decir, y por lo tanto viaja en silencio. Casi quince años después, Depp de Dead Man, y la parte final de la película sugiere que se
en Los límites del control (2009), todo ha callado: las personas, ha acabado su tiempo, de la misma manera que se terminaba el
el género, la propia película, que se diluye lentamente hacia una del samurái lacónico de Ghost Dog (1999) y el del gánster solitario
inquietante no-existencia. Por eso es tan importante la aparición, de Los límites del control. Pero tampoco hay que olvidar que esa
en la filmografía de Jarmusch, de un trabajo como Solo los pareja es especialista en reseteados (Adán y Eva, nada menos), en
amantes sobreviven, pues, en el momento en que surge, actúa transformaciones y viajes, como siempre lo han sido las criaturas
como síntesis perfecta. La película empieza con Adam (Tom de Jarmusch. Hay en Solo los amantes sobreviven melancolía por
un tiempo ido, sí, pero también el goce de moverse, de cambiar, que es una verdadera improvisación jazzística, recíprocamente el
de ocupar otros espacios: el reencuentro entre Adam y Eve tras héroe de Vacaciones permanentes se encuentra en su deambular
el viaje de esta, el paseo de ambos por una Detroit nocturna y urbano con un saxofonista que toca una melodía lírica y desgarrada
espectral, las conversaciones con el viejo Marlowe (John Hurt), la que, sin motivación dramática aparente, hace moverse al personaje
huida a Tánger, la epifanía de la cantante árabe, son fragmentos –y a la historia– calle adelante.
puramente jarmuschianos que sitúan esta película conmovedora
siempre en la frontera, como si sus últimos protagonistas hubieran Es llamativa la reticencia del primer Jarmusch, heredada de la
llegado a un límite en el que el que se trataba de extinguirse o filosofía pospunk de sus inicios, a detallar el contexto social en
reconvertirse. Y han elegido esto último, a través de esa irónica que se mueven sus personajes: su alienación puede parecer fruto
metáfora del vampirismo. En cualquier caso, Jim Jarmusch es de una postura nihilista gratuita que delataría un deseo de evacuar
todavía un cineasta felizmente en tránsito. ese tipo de cuestiones por parte del cineasta. Estos personajes
se mueven en pisos de vacías paredes y muebles escasos, están
CARLOS LOSILLA. “Solo los amantes sobreviven. Del viaje y sus esencialmente disponibles, se desplazan sin cesar en ausencia
azares”, en Caimán Cuadernos de Cine, nº 33, diciembre 2014. de preocupaciones familiares o laborales; sus problemas de
supervivencia parecen más bien una cuestión filosófica que el fruto
de una predeterminación social. El protagonista de Vacaciones
JIM JARMUSCH: LEJOS DE HOLLYWOOD permanentes dice: “Creo que solo soy un turista en todas partes,
Dejando a un lado el debate sobre si la “nueva narrativa” diluyó un turista en Vacaciones permanentes”. Y el propio Jarmusch
la exigencia formal del cine experimental o si más bien permitió a define Extraños en el paraíso como “una película sobre el exilio,
este salir del impasse estructuralista, lo cierto es que las primeras de un país y de uno mismo”. Los colgados de Bajo el peso de
películas de Jim Jarmusch son un ejemplo de cómo utilizar esa la ley (1986) tienen una definición social más reconocible (y el
(recuperada) narración en vez de ser utilizados por ella. Un cine exiliado que hace Roberto Benigni es el primer personaje suyo
realizado con la total libertad que da la falta de dependencias que no parece salido de un manual del cool) y los sucesivos films
financieras no se distingue del cine dominante necesariamente irán despejando la incógnita del snobismo del cineasta: Jarmusch
para más (un compromiso que le obligaría a representar lo hace un cine observacional y behaviorista, poco preocupado por
Otro, lo prohibido, lo que todavía resulta agresivo, chocante o cuestiones sociales privilegia siempre personajes de los márgenes,
desagradable... toda esa idea tópica sobre los contenidos-tabú como el extraño westerner Johnny Depp de Dead Man (1995) o el
del cine alternativo) sino, en el caso de Jarmusch, para menos: mercenario yakuza de Ghost Dog: el camino del samurai (1999).
no hay obligación, por ejemplo, de mostrar las motivaciones
de los personajes, de cuidar la casualidad y otros criterios de Fuertemente individualista, Jim Jarmusch ha seguido haciendo
“coherencia”, de definir los espacios y llenar los tiempos muertos, films que son “objetos raros”, sin traicionar la austera belleza y
de acabar los planos antes de que el espectador habitual se agite la cuidada depuración de su primer cine. Trabaja despacio y a
inquieto en su asiento... menudo debe buscar fuentes de financiación fuera de su país
natal. Es, por utilizar un término que el crítico de rock Robert
He aquí el famoso minimalismo de Jarmusch. El relato no busca Christgau aplicó a Neil Young (con quien rodaría Year of the Horse,
los tiempos fuertes dramáticos y a veces se pierde en elipsis 1997), un artista semi-popular: ha sabido crearse un nicho propio
o toma un desvío lateral. Los personajes protagonistas están en el cine americano y mundial que le permite seguir rodando sin
“vaciados” psicológicamente y se caracterizan en gran parte (véase ceder a las expectativas de la industria. Y ésa es, ésa fue en un
Vacaciones permanentes) físicamente, por la forma de andar, de principio, la definición de un cineasta independiente americano.
bailar, de posar del (no)actor que los encarna. Y los personajes
secundarios no son a veces más que apéndices narrativos, motivos ANTONIO WEINRICHTER. “Lejos de Hollywood”, en CASAS,
visuales o líneas de fuga: si ese vagabundo con el que se cruza uno Quim. Jim Jarmusch: Itinerarios al vacío. Madrid: T&B Editores;
de los Subway Riders (1981) de Amos Poe le suelta una filípica Festival Internacional de Cine las Palmas de Gran Canaria, 2003.
JIM JARMUSCH
Jim Jarmusch podría entrar en esa categoría de cineastas […] para
quienes lo que otros entienden por forma para ellos es contenido.
Su extraordinario sentido compositivo desde Extraños en el paraíso
(1984) nos dio la sensación de que podía estar llegando a un
callejón sin salida cuando a una obra tan sorprendente como Bajo
el peso de la ley (1986) le siguieron Mystery Train (1989) y Noche
en la Tierra (1991), que parecían franquicias de un estilo firme,
cada vez más inmaduro y complaciente, de menor peso aunque
más fácil de digerir. Estos dos últimos proyectos sembraron de
dudas a muchos espectadores, nosotros entre ellos, y empujaron
a que su apariencia de divertimentos se extendiese como una
duda razonable al resto de su carrera previa, obligándonos a
cuestionarnos con quién estábamos tratando, si con un cineasta
cool, contrario a las modas imperantes y al mismo tiempo creador
él mismo de tendencias, o con alguien que estaba buscando algo
más. El poderoso efecto del estilo Jarmusch, a esas alturas de
su carrera, había acabado despojando al contenido de cualquier
importancia. Sin embargo, a una parte del público, sobre todo
la que aplaudía la noción de cine independiente propuesta por
Quentin Tarantino a partir de Reservoir Dogs (1992), el aparente
estancamiento de Jarmusch le iba resultando cada vez más cool,
más leve, menos grave, más divertido.

Ahora mismo, tras obras del calibre de Dead Man (1995), Ghost
Dog: El camino del samurái (1999), Los límites del control
(2009) o Solo los amantes sobreviven (2013), ya no podemos
seguir pensando de la misma manera porque Jarmusch nos ha
dejado muy claro que detrás de su formalismo hay una poética
poderosa que no siempre le resulta fácil de articular. Detrás de
sus tendencias minimalistas hemos acabado encontrando la
solución al acertijo que propuso el arquitecto alemán Mies van der
caben las apuestas sencillas, pues predecir dónde tiene su cabeza
Rohe al decir que “menos es más”. Al final hemos comprendido
o cuál podría ser su siguiente proyecto es sencillamente imposible.
que cuantos menos elementos se utilicen en una película (o en Como él mismo dice, “prefiero hacer una película acerca de un
una obra de arte de cualquier tipo), más importancia adquieren, tipo paseando a su perro que una acerca del emperador de China”.
siempre y cuando esos escasos elementos estén elegidos de
forma pertinente, claro. Y Jarmusch es de los que suelen hacer [...] En una cultura como la estadounidense, devota de la
elecciones pertinentes por mucho que a veces no resulte sencillo celebridad y el glamour, la actitud de Jarmusch, al menos la
entenderlas. que destila una obra como Coffee and Cigarettes, va en sentido
contrario. Casi todas sus películas, de hecho, cuestionan lo
Su celo por conservar en todo momento la propiedad de sus que suele entenderse por “ser estadounidense”, estableciendo
negativos, a excepción de Year of the Horse (1997), denota más contrastes dolorosos o provocando una sensación de fragilidad
la seriedad de sus planteamientos y la cuidadosa elección de muy poco o nada estadounidense. Buena parte del humor
cada uno de los elementos que integran un plano, una secuencia que destila su obra se produce al establecerse un contraste
o un film que el exceso de ego que a menudo mueve a otros entre la cultura estadounidense y la europea, con sus mutuas
cineastas […]. Jarmusch no aspira a conservar el trono en el que le incomprensiones, con su mutua sensación de perplejidad ante
colocaron en la década de los ochenta, cuando parecía el invitado “el otro”. Dead Man, a ese respecto, fue mucho más lejos al
más interesante de la fiesta del cine independiente, y todo lo poner de relieve las contradicciones existentes entre los propios
que ha hecho desde Dead Man en adelante, salvo posiblemente estadounidenses, dejando clara la dificultad de establecer qué
Coffee and Cigarettes (2003) y Flores rotas (2005), lo ha colocado es “ser estadounidense”. Los choques culturales son una de las
en una difícil situación, entre otras cosas por su negativa a fuentes en las que bebe constantemente para diseñar cada una de
ser absorbido por el cine comercial, como le ha sucedido a sus propuestas. Choques étnicos, raciales, lingüísticos, de género,
buena parte de los cineastas independientes norteamericanos de clase... Eso por no hablar de los choques con las nociones de
surgidos desde los ochenta en adelante. El caso de Jarmusch es lo que debería ser el cine independiente en este momento (cuando
paradigmático en ese sentido. No consiguió conectar con Harvey sus diferencias con el cine mainstream son más difusas que nunca
Weinstein cuando este último le quiso reclutar para Miramax (que antes), o cómo deberían reinterpretarse los géneros clásicos, como
ha acabado convirtiéndose en la productora estadounidense que el western, el thriller, la comedia o el cine de terror.
hace cine comercial por poco dinero y que apadrina a muchos
de los cineastas de mayor talento a escala mundial, a quienes Si la obra de Jarmusch comenzó marcando la facilidad con la que
siempre acaba imponiéndoles condiciones leoninas que casi uno se siente foráneo en una cultura como la estadounidense,
todos suelen aceptar sin apenas argüir una sílaba); nunca ha pese a cualquier posible esfuerzo, ha terminado marcando cómo
luchado por que sus películas se exhibiesen en Sundance como incluso dentro de la cultura estadounidense no todos sus miembros
plataforma para su lanzamiento comercial en Estados Unidos por encuentran cómodamente su lugar, cómo la noción de ser
todo lo grande; su utilización de estrellas como Bill Murray, Forest estadounidense consiste a menudo en buscar el sitio donde uno
Whitaker, Cate Blanchett, Gena Rowlands, Johnny Depp o Tilda encaja.
Swinton, contraviene la imagen que el público se ha hecho de
ellas previamente, y todavía hoy sigue recordándonos que con él no HILARIO J. RODRÍGUEZ. Jim Jarmusch. Madrid: Cátedra: 2014.
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EL CINE
CASAS, BÉLICO
Quim. Jim Jarmusch: Itinerarios al vacío. Madrid: T&B EL
BajoCINE
el pesoBÉLICO
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CASAS,
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los malditos: 1998.
Jarmusch Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini, 1945)
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nº 28, 2014. (y sus Objetivo Birmania (Raoul Walsh, 1945)
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octubre 2006.

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