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Trabajo de Infancia y Adolescencia

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TRABAJO DE INFANCIA, ADOLESCENCIA Y CONTEXTO:

Actividad 3 - Una lectura a El Principito

YORLEY SAMITH PINEDA NOVOA

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO INTEGRAL DE LA


INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA

PLANETA RICA - CÓRDOBA

2019
TRABAJO DE INFANCIA, ADOLESCENCIA Y CONTEXTO:

Actividad 3 - Una lectura a El Principito

PRESENTADO POR:

YORLEY SAMITH PINEDA NOVOA

CURSO:

INFANCIA, ADOLESCENCIA Y CONTEXTO

DOCENTE ASESORA:

IRMA HUERTAS

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO INTEGRAL DE LA


INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA

PLANETA RICA – CÓRDOBA

2019
La influencia del lenguaje simbólico en el desarrollo integral y la interacción
social del ser humano.

En este texto se propone una reflexión acerca de las dimensiones del desarrollo y
su relación con el lenguaje simbólico para el desarrollo integral del ser humano,
con sustento en una lectura crítica de la versión animada de El Principito (1990).
Esta obra es una adaptación del libro homónimo publicado por el escritor francés
Antoine de Saint-Exupéry, y ha sido considerado no solo como una de las mejores
obras literarias del siglo XX en su país de origen, sino también como la obra
francesa más traducida (250 idiomas), vendida y leída de todos los tiempos.

Dado que el enfoque adoptado para este análisis se sustenta en las dimensiones
del desarrollo y su relación con el lenguaje simbólico, en primer término se tiene
que, el desarrollo humano es un proceso altamente complejo y multidimensional, y
de acuerdo al Ministerio de Educación de Colombia (MEN, 2007) este tipo de
desarrollo alude a sus dimensiones corporal, cognitiva, comunicativa, ética,
espiritual, estética y socio-política.

En el mismo sentido, se ha hallado que el Programa de las Naciones Unidas para


el Desarrollo (PNUD, 2008), conceptúa este término como un proceso de
expansión de libertades reales que disfrutan los individuos para poder vivir como
les gustaría. De tal manera que el desarrollo humano se erige como un proceso de
búsqueda de oportunidades para los individuos, para acrecentar sus derechos y
capacidades.
Es así como la dimensión comunicativa, al decir de Ocampo, Pava y Bonilla (2011,
p. 58) se constituye como el eje articulador de las demás dimensiones del
desarrollo en la medida que establece las interacciones con el mismo individuo y
de éste con el entorno.

Dicha dimensión hace referencia al conjunto de potencialidades del ser humano


que le permiten encontrar sentido y significado de sí mismo, y representarlas a
través del lenguaje, para interactuar con los demás. Es decir que la dimensión
comunicativa es, siguiendo al documento de ACODEFI (2006, citado por Ocampo,
Pava y Bonilla, 2011, p. 60), el elemento esencial que nos confiere la capacidad
para interactuar significativamente e interpretar mensajes con sentido crítico.
En El Principito la dimensión comunicativa del ser humano se ve manifestada a
instancias del lenguaje, tanto verbal como no verbal. Así, el desarrollo del lenguaje
verbal se verifica mediante el empleo de diálogos y monólogos, además de
recursos analógicos y descripciones para desarrollar la historia y estructurar el
mensaje vital y moral que quiere comunicar.
Ilustrativamente podemos acotar que la comunicación verbal se manifiesta en El
Principito a través de la representación de determinados arquetipos humanos,
como por ejemplo el mostrarnos las virtudes y defectos de las personas a través
de los personajes que habitan en los planetas que el protagonista ha ido visitando.
En el siguiente fragmento de diálogo con el Aviador, El Principito critica los afanes
materiales y consumistas del hombre contemporáneo:

“Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada. Compran las cosas ya
hechas a los comerciantes; pero como no existen ningún comerciante de amigos,
los hombres, los hombres ya no tienen amigos”.

Explicativamente, podemos acotar que la visión del hombre de hoy se asocia a las
transformaciones culturales que han reemplazado a las ideologías y sistemas de
valores tradicionales, por nuevos valores, creencias y patrones frente a lo
económico, donde el consumo se halla estrechamente vinculado a ideas de
bienestar y posicionamiento social al recibir la influencia de los nuevos patrones
sociales. Y este cambio, según se nos da a entender, demuestra que estas
transformaciones de la sociedad menoscaban y desdibujan la comunicación y las
relaciones humanas.
También podemos señalar que mediante el lenguaje verbal se proyectan
críticamente las costumbres, tradiciones, creencias y taras humanas en esta
sociedad actual, como en el fragmento en el que se describe al Señor –Hongo:
“Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido
una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha
hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: "¡Soy un hombre
serio! ¡Soy un hombre serio!", lo que le hace hincharse de orgullo”.

Con respecto a la manifestación comunicativa del lenguaje verbal, desde una


perspectiva simbólica, tenemos que en El Principito, la manifestación de ideas o
percepciones se da a través su ilustración mediante el empleo de símbolos,
imágenes y alegorías para comunicar las experiencias de los personajes. Y dichas
experiencias tienen la caracterización de ser netamente humanas, dado que no
sólo se hallan ligadas a lo sensorial, sino que aluden a estados espirituales
exclusivos del hombre, como lo son los sentimientos de amistad, de soledad, de
amor y de moralidad. Es el caso de El Zorro, personaje a instancias del cual,
simbólicamente se nos ilustra a través de lenguaje verbal el sustento espiritual de
las relaciones interpersonales, y de valores como la amistad, el amor y la lealtad:

“A las rosas nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son
como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo”.

Analíticamente podemos señalar además, que la simbología en esta historia se


asocia en el caso ejemplificado, a la dimensión cognitiva del ser humano,
capacidad mental superior, de carácter simbólico, ligada al desarrollo del
pensamiento y netamente creativa, entre cuyas principales funciones se encuentra
la comunicativa.
Al respecto, se tiene que la dimensión cognitiva del ser humano, de acuerdo a
Delgado, Echavarría y Ocampo (2007, citados en Ocampo, Pava y Bonilla, 2011),
se halla relacionada con el problema del conocer en el ser humano y se relaciona
con la posibilidad que tiene el ser humano de aprehender conceptualmente la
realidad que le rodea, formulando hipótesis y teorías sobre la misma, de tal
manera que no sólo la puede comprender, sino que además interactúa con ella
para transformarla.
En la obra podemos precisar que la dimensión cognitiva se proyecta mediante la
presentación de las representaciones mentales del mundo circundante,
construidas a partir de las experiencias vitales de El Principito.
En este orden de ideas, Ocampo, Pava y Bonilla (2011, p. 61) aseveran que el
carácter simbólico del lenguaje hace referencia a la posibilidad única que tiene el
hombre para construir representaciones mentales de todos los fenómenos, objetos
o personas, las que le permiten formar nociones y conceptos, con los cuales se
desarrolla y enriquece el pensamiento.
Complementariamente, y dado que el personaje de El Principito nos es mostrado
como un ser solitario, reflexivo y muy sensible, aquí cabe relacionar este tipo de
personalidad con los postulados que se formulan en el portal Rincón de la
Filosofía (2011) acerca de la caracterización del lenguaje simbólico, donde se
expone que la vida en sociedad y las relaciones entre los individuos que la
constituyen, solo se posibilita a instancias de la comunicación, y más
expresamente a partir del lenguaje simbólico.

Entonces, la manifestación del lenguaje simbólico en la obra estudiada se


encarna, desde la dimensión cognitiva, en la comunicación de determinados
conceptos abstractos que necesitan ser razonados y entendidos, como por
ejemplo los sentimientos y estados espirituales complejos que solo los hombres,
pertenecientes a una sociedad estructurada, estamos en capacidad de relacionar.
Tal como se aprecia en este apartado extraído de los diálogos de la obra:

“Mi Rosa perfumaba mi planeta, pero yo no sabía disfrutarlo… No supe


comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus
palabras. Me perfumaba y me iluminaba. Jamás debí haber huido ¡Las flores son
tan contradictorias! Pero yo era muy joven para saber amarla”.

De otro lado, se formula que la dimensión ética también es otro de los elementos
esenciales que se resaltan en los mensajes de El Principito. Esta dimensión se
manifiesta en la vida del hombre cuando éste, inmerso en una red de relaciones
sociales y socializado dentro de unas prácticas educativas específicas, se
pregunta por la finalidad de sus actos (Ministerio de Educación Nacional, 2007,
citado en Ocampo, Pava y Bonilla (2011, p. 61). Y alude a la posibilidad que tiene
el ser humano de tomar decisiones autónomas a la luz de principios y valores, y
de llevarlos a la acción, teniendo en cuenta las consecuencias de dichas
decisiones, para asumirlas con responsabilidad.

En la obra citada, vemos cómo se refleja la dimensión ética, al figurar o


representar determinados valores y antivalores, a través de determinados
personajes, como es el caso de El Vanidoso, cuyo ego quiere siempre llamar la
atención sobre sí mismo:

- “Para los vanidosos, los demás seres humanos son sus admiradores…”
- “Los vanidosos solamente escuchan las alabanzas…”

Aquí claramente vemos ese orgullo excesivo de la persona que tiene en un alto
concepto sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado
por ellos.
O el caso del personaje El Rey, el cual representa a los gobernantes, a los jefes y
a las autoridades en general, pero en este caso una autoridad justa y democrática,
reflexiva sobre sí y sobre la persona y el rol de los demás. Recordemos cómo, El
Rey nombró su Ministro de Justicia a El Principito, para que se juzgara a sí mismo,
y le dijo:

“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues
juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio”.

A manera de síntesis, podemos señalar que respecto a las concepciones acerca


de las dimensiones del desarrollo humano, en relación al lenguaje simbólico, la
dimensión comunicativa se constituye como la más esencial para el individuo,
dado que es el eje articulador de las demás dimensiones del desarrollo en la
medida que fundamenta las interacciones con el mismo individuo, y de éste con el
entorno.
De este modo, el protagonista del libro se va desarrollando personalmente a
medida que va conociendo a otros personajes a lo largo de la historia. Es decir, un
ser humano se va desarrollando como persona, va experimentando el mundo
gracias a los adultos y a las situaciones que se va encontrando en su camino.
De otro lado también podemos señalar que, como se ha explicado, es sólo a
través de la función simbólica del lenguaje, como el hombre puede conocer, a
aprehender conceptualmente la realidad que nos circunda. De manera que es la
función simbólica de la comunicación la que nos da la capacidad de comprender,
interpretar y dar sentido a nuestro mundo y sus elementos, pero también nos
ayuda a establecer interrelaciones complejas con los demás, construyéndonos a
nosotros mismos y ayudando en la construcción integral de los que nos rodean.
Esto a través del desarrollo, interacción y mutuo enriquecimiento de nuestra
dimensión comunicativa, cognitiva y ética, entre otras.

Referencias bibliográficas

Ocampo, O. L., Pava, N. A., Bonilla, O. P. (2011) La dimensión lingüística


comunicativa: Eje para el desarrollo humano en las demás dimensiones. Revista
Cultura del Cuidado. Vol.8 (2), 58-66. Recuperado de:

http://aulavirtual.iberoamericana.edu.co/recursosel/documentos_para-descarga/
Dialnet-LaDimensionLinguisticaComunicativa-3926987.pdf

Siegfried Odracir (2014, jul. 6). El Principito 1990. Recuperado de:

https://www.youtube.com/watch?v=-EsH9BrKW0&spfreload=10

El rincón de la Filosofía. (2011). Lenguaje simbólico. Recuperado de:

https://irenecm.wordpress.com/2011/03/16/lenguaje-simbolico/

El Despotricador Cinéfilo (2010,12 de noviembre) El pequeño salvaje (1969)


de François Truffaut (El Despotricador Cinéfilo) [Archivo de video].

https://www.youtube.com/watch?v=QOvWXYZKSxU

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