Analisisetanol PDF
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su interpretación forense.
Cálculos retrospectivos, pérdida o generación en
tejidos humanos e indicadores biológicos de
ingesta. Breve revisión.
El presente artículo es una revisión del autor del trabajo publicado en la revista
Ciencia Forense Latinoamericana 2 (1-2) 20-35 (2008)
Resumen
La determinación de alcohol etílico en humores o tejidos humanos es una de las prácticas
analíticas más frecuente en un laboratorio forense.
Su determinación posee consecuencias legales importantísimas, tanto en individuos vivos
(conductores de vehículos bajos los efectos del alcohol, accidentes laborales y lesiones graves)
como en casos criminales: muertes violentas, suicidios, violaciones o abusos deshonestos.
En la presente revisión se abordan diversos aspectos relacionados a la toma de las muestras
biológicas para análisis, su correcta preservación y los métodos analíticos óptimos,
consensuados por la comunidad científica internacional, tal como la cromatografía de gases con
detector de ionización de llama (GC-FID). Asimismo, los factores internos y exteriores a las
muestras que pueden generar resultados conflictivos a la hora de interpretar los guarismos,
tales como pérdidas y generación de alcohol en el organismo humano como también en los
recipientes donde son resguardadas las muestras. Se acepta hoy que la presencia de bacterias,
ciertos hongos y levaduras pueden generar etanol en determinadas condiciones. Por otro lado,
la existencia de cámara de aire relevante o deficiente cierre de los recipientes determinan
pérdidas considerables de este compuesto. Se señalan modelos recientes de predicción de
pérdidas.
Se describen, también, los principios aplicados en la determinación de la alcoholemia
retrospectiva o retrógrada con algunos ejemplos y la aplicación práctica de los coeficientes β y
r de Widmark. Por último se discuten la aplicación de parámetros o indicadores de ingesta
aguda y/o crónica de alcohol tal como el etilglucurónido (EtG) o Etilsulfato (EtS) y otros más
que han sido recientemente estudiados.
Es bien conocido que el etanol puede producir en el hombre formas clínicas del estado de
inconciencia o disminución de reflejos, consignándose datos estadísticos que dan cuenta de su
relevancia criminógena (1-3). La casuística internacional avala la importante incidencia del
alcohol en accidentes de tránsito o en lugares de trabajo. Así Jönsson et al (4) informaron que
en Suecia el etanol constituía la primer sustancia encontrada en autopsias, quintuplicando, en
el mejor de los casos, el resto de compuestos listados por los investigadores. En los Estados
Unidos de América la mitad de los accidentes automovilísticos en la década de los noventa,
involucraba personas que conducían bajo los efectos del alcohol (3). En Argentina,
Goldaracena et al. ofrecieron una contribución en la que demostraron que el 16% de 926
conductores de distintos tipos de vehículos y sobre una ruta nacional de tránsito fluido, poseían
etanol en el aire espirado en tenores de 0,1-0,5 g/L (14,7% de conductores) y mayores a 0,5
g/L (1,6% de conductores) (5).
Cabe señalar que los efectos tóxicos no se limitan a consideraciones meramente forenses. A
los ya conocidos efectos clínicos adversos, agudos y crónicos, cabe consignar estudios
recientes en los que se sugiere que la bioactivación del etanol, promoviendo la formación de
especies químicas reactivas tales como el acetaldehido y los radicales 1 hidroxietilo, podrían
inducir al cáncer o bien una acción relevante en la toxicidad reproductiva en el hombre (6,7).
En cuanto a los productos menores de biotransformación, estos se encuentran bajo
investigación en la actualidad siendo promisorios, especialmente el etilgucurónido, etilsulfato,
metabolitos de serotonina y esteres de cadena corta formados por reacción entre el alcohol y
los ácidos grasos respectivos (8-10).
Las matrices biológicas usadas para el dosaje de etanol constituyen un tema relevante, tanto
en las prácticas efectuadas a individuos vivos como también en los casos post-mortem. En
estos últimos, la mayor diversidad de matrices analizadas ayuda a una mejor interpretación
respecto de la verdadera impregnación de alcohol en un individuo previo al óbito. Sin embargo,
en la práctica diaria debe elegirse la matriz más apropiada extraída de sitios o zonas
preestablecidas, como veremos luego, para el caso de sangre o algunos órganos. La
preservación de las mismas y su correcto envasado y envío al laboratorio facilitarán la
estabilidad de la muestra evitando ulteriores errores en la interpretación de los guarismos
obtenidos de la metodología analítica (11).
Los métodos analíticos utilizados en nuestro hemisferio dependen del grado de complejidad del
laboratorio que realizan la práctica, prevaleciendo los métodos enzimáticos, de microdifusión y
los de cromatografía gaseosa con detector de ionización de llama (GC-FID) previo aislamiento
por el método del espacio cabeza (head space), este último el más recomendado (12-14).
Asimismo, han sido publicadas investigaciones que dan cuenta de la posible interacción entre
el etanol y monóxido de carbono en incendios. Algunos autores han sostenido que no existe
correlación entre ambos analitos en estos episodios, aunque otros le han atribuido al etanol un
efecto protectivo contra los efectos tóxicos del monóxido de carbono (15,16)
Finalmente, el cálculo retrospectivo de alcohol en el hombre reviste una importancia forense
capital a la hora de evaluar grado de impregnación de alcohol “n” minutos u horas antes de la
toma de muestra. Los cálculos y limitaciones de la ecuación de Widmark son analizados con
cierta profundidad y en el contexto de un caso que se investiga.
A continuación desarrollaremos con un poco más de extensión los tópicos consignados.
a.- Sangre:
Generalmente, se remite al laboratorio sangre entera. Esta debería extraerse de venas
externas al tracto gastrointestinal, como la vena femoral. Algunos autores han preconizado la
extracción intracardíaca (18). Sin embargo varios expertos han advertido que el etanol puede
difundir desde el estómago a la sangre cardíaca por lo que concluyen que la sangre tomada de
la cavidad cardíaca o cavidad pleural no resulta adecuada para la estimación de la
concentración de alcohol (19,20).
La mayoría de los autores recomiendan no extraer sangre de venas próximas al tracto
gastrointestinal en personas fallecidas, debido a la posible difusión del alcohol desde el
estomago al medio circundante o bien la migración de bacterias desde el intestino al
mesenterio.
Takayasu et al (21) estudiaron la difusión postmortem del alcohol desde el estómago hacia
otros tejidos abdominales a dos temperaturas (5ºC y 30ºC), utilizando ratas a las que se instiló
por vía peroral etanol marcado con deuterio (etanol-d6). Los investigadores encontraron que el
etanol-d6 difundía gradualmente hacia los órganos vecinos al estomago, especialmente el
lóbulo izquierdo hepático, riñón izquierdo y vesícula biliar, alcanzando una concentración de 1-
2 g/L aproximadamente a las dos temperaturas ensayadas. En el experimento, notaron también
que luego de 24 hs a 30ºC existía generación de etanol en los órganos ensayados excepto en
la vesícula biliar y con valores de 0.33-0.85 g/L.
La cantidad de sangre necesaria para el análisis cuantitativo dependerá del método elegido.
Dado el uso extendido de la cromatografía gaseosa con detector de ionización de llama con el
procedimiento denominado espacio-cabeza (head space), puede disponerse de 1 ml de sangre
para el estudio por esta metodología. Sin embargo es deseable que sean tomados unos
cuantos mililitros más para ulteriores repeticiones y resguardo para posible repericias como
contraprueba solicitadas por la judicatura.
La muestra hemática debe depositarse en un frasco rigurosamente limpio y herméticamente
cerrado, evitando la existencia de cámara de aire. El preservante de elección es el fluoruro de
b. Orina
La muestra para casos postmortem se toma punzando la vejiga con una jeringa estéril. En
forma similar a la recolección sanguínea, es colocada en recipientes de capacidad adecuada
según el volumen del fluido existente. En caso de encontrarse la vejiga vacía intentar obtener
10 ml de orina por punción de la pelvis renal.
Enviar como mínimo 10 m1, pero es conveniente remitir toda la existente en vejiga en casos
post-mortem. Rotular y cerrar perfectamente. Colocar día, mes y hora de emisión ó recolección
y fecha y hora del presunto ilícito por el que se pide la determinación. (v. g. hora de accidente
vehicular). No agregar ninguna sustancia como conservante. Refrigerar a 4 ºC.
Inmediatamente después de la recolección en individuos vivos, debe medirse la temperatura
(que debe estar entre 32 y 38°C dentro de los cuatro minutos de su recolección) y el pH. Si se
sospecha cualquier adulteración se debe notificar al laboratorio. La orina debe chequearse para
constatar precipitados, color, si tiene espuma, etc. Se recomienda también la determinación de
creatinina (180±80 mg/dl: normal; 10-30mg/dl: probablemente esta diluida; 10mg/dl: diluida) y la
determinación de la densidad relativa (1.002-1.020: normal).
c. Humor vítreo:
La muestra se toma resecando completamente el globo ocular o bien a través de una punción
del mismo con aguja y jeringa, aunque cabe acotar que muchas veces se remite humor acuoso
y no humor vítreo, ya que la densidad de este último hace dificultosa la extracción. Colocar en
viales de capacidad adecuada, sellar, rotular y colocarlo en refrigeración hasta su ingreso al
laboratorio.
Esta matriz es apropiada en casos postmortem en los que diversos tejidos entran en etapa de
putrefacción relevante. Además, resulta aconsejable en casos de muertes traumáticas (vg:
accidentes de tránsito) en los que existe difusión abdominal de sangre procedente de otros
compartimentos u órganos o bien cuando la muestra hemática no se encuentra disponible. Por
otro lado la correlación con los guarismos en sangre ha sido ampliamente estudiada,
destacándose una alta correlación (r>0.95) entre la concentración de alcohol etílico en sangre y
en humor vítreo (24). El egregio profesor sueco AW Jones en su reciente revisión refiere la
opinión de ciertos autores que recomiendan el factor de 0.81 para computar la concentración
de alcohol en sangre total indirectamente, desde la determinación analítica de etanol en humor
vítreo.
Por último ha sido también aconsejado su uso como matriz preferencial en casos de cuerpos
embalsamados. (24-26)
e. Testículo:
Esta matriz puede considerarse no convencional o alternativa. Sin embargo, podría constituir
un espécimen valioso en casos de muertes traumáticas (Vg.: accidentes automovilísticos)
donde resulte imposible obtener la muestra sanguínea o bien la génesis del trauma provoque
la dilución de la sangre con líquidos corporales. Piette et al de la Universidad de Gent
mostraron que existe correlación entre el alcohol determinado en sangre y en testículo. Siendo
este último un tejido externo al abdomen es dable suponer que la difusión de alcohol desde el
estómago no existirá o no será relevante.
En un estudio muy reciente del argentino L. Quintans (7) se investigó los niveles de etanol in
vivo en ratas intoxicadas en forma aguda con etanol. Luego de la administración de una dosis
única de etanol por vía oral los niveles testiculares siguieron una curva con un máximo a una
hora de administración en cantidades comparables al hígado y descendiendo a niveles
mínimos hacia las 24 horas. En la Figura I puede observarse la curva de absorción eliminación
de etanol en tres tejidos incluido el testículo. Asimismo se observa que las concentraciones
alcanzadas en caso de intoxicación aguda en ratas son comparables a la obtenida en casos
similares en humanos.
Tabla1: Matrices biológicas susceptibles de análisis alcohólico postmortem, cantidades que se recomiendan remitir
al laboratorio y marcadores o indicadores de ingesta
Muestra cantidad Analitos investigados
Sangre 5 ml - 10 ml Etanol, etilglucurónido,
metabolitos de serotonina
Humor vítreo Aprox. 2 ml Etanol
orina Mín. 10 ml Etanol, metabolitos de
serotonina,etilglucuronido
etilsulfato
Cerebro, hígado 100g sector interno Etanol
Saliva 1-2 ml Etanol, etilglucurónido,
etilsulfato
pelos 1 - 2g Etilglucurónido
Investigaciones futuras, podrán aportar mayores datos sobre producción postmortal de etanol
en este tejido. Asimismo, su posible aplicación en casos forenses en los que estén
involucrados traumas, dada la concentración de alcohol alcanzada a distintos tiempos y el tipo
de cinética (similar a la de sangre) y su correlación con los guarismos en el tejido hemático.
Etanol in vivo
4000
3500
Plasma
µg etanol / g tejido o ml plasma
Testículo
3000
Hígado
2500
2000
1500
1000
500
0
0 3 6 9 12 15 18 21 24
Tiempo (hs)
e. vísceras
Los tejidos viscerales constituyen una opción de segunda instancia, especialmente en aquellos
casos en los que no se dispone de sangre, orina o humor vítreo.
Los más utilizados por investigadores forenses han sido el hígado, cerebro e inclusive vesícula
biliar o la misma bilis. El inconveniente en el uso de órganos dentro del tracto gastrointestinal
radica en la posible contaminación de alcohol por difusión desde el estómago a la cavidad
abdominal y por ende a los órganos periféricos; o bien la migración de bacterias, especialmente
Escherichia coli, responsable de la producción postmortem de etanol, en sustratos ricos en
azúcares, tal como se encuentran en el tejido hepático.
De hecho, algunos autores consignan que sería conveniente extraer muestras de hígado de
sectores profundos o interiores del lóbulo derecho, por estar este último menos expuesto a los
productos migrados desde el estómago (19-21).
Respecto del cerebro puede aplicarse el mismo criterio que para el hígado, tomando sectores
internos, inclusive el cerebelo. Es recomendable efectuar en forma urgente la autopsia y
extraer la muestra colocándola en recipiente perfectamente limpio y hermético e
inmediatamente congelado hasta su ulterior análisis.
Una vez recolectada la muestra debe colocarse en recipientes perfectamente limpios, sin el
agregado de ningún conservante, enfriándose inmediatamente a temperaturas debajo de los
4ºC y enviadas inmediatamente al laboratorio, evitando demoras que podrían atentar contra la
indemnidad del espécimen. Esto último no es un detalle menor en nuestro hemicontinente, ya
3 a. Procedimiento
Cada muestra de sangre u otro fluido disponible se preparan, previa agitación para
homogeneizar, colocándose en un frasco de vidrio de 10 ml de capacidad perfectamente
limpio, agregándose:
1 ml de sangre entera.
1 ml de n-propanol 1 g. %o, (o preferentemente Pert- butanol para muestras postmortem como
estándar interno
1 ml de solución saturada de K2 CO3, como agente liberante.
C patrón F1 A patrón
F2 = ------------------ - -------------------- (ecuación Ψ)
C stand int A stand int
A patrón 1 C patrón F1
--------------- = ----- ---------------- - ------
A stand int F1 C stand int F2
De modo que en una gráfica de A patrón/A stand int. Vs. C patrón/C stand int obtenemos:
En base a las áreas obtenidas en los cromatogramas utilizados en cada calibración, a través de
una computadora utilizando un programa (Vg. QuatroPro), se calculan y comparan diferentes
regresiones.
2,4
concentración de etanol en sangre
2,0
1,6
1,2
Ct Ψ
0,8
ΔC
0,4 Cm
0,0
0 2 4 6 8 10
Tiempo (horas)
La primer parte indica una alcoholemia ascendente, que se manifiesta en la etapa de absorción
de alcohol desde el tracto gastrointestinal a la sangre y dura entre 90 a 120 minutos
aproximadamente. Si la absorción es rápida (como sucede con las bebidas de alta graduación
alcohólica o libación en estado de ayunas) la curva de absorción semejará más una vertical
(línea trazos cortados a la izquierda). Caso contrario, por ejemplo cuando se encuentran
alimentos en el estómago al momento de la libación, poseerá menor pendiente (línea de trazos
a la derecha). La zona de meseta indica un equilibrio entre el ingreso por difusión y eliminación
oxidativa.
Lo antedicho ha sido confirmado con las experiencias del investigador sueco AW Jones (41)
quien refiere una experiencia publicada en el año 1984 en la que estudió 48 voluntarios sanos
a los que se administró 0,68 g/KG de etanol mediante libación de whisky. En esta contribución
el autor ilustra con 48 gráficos el comportamiento de la curva absorción-eliminación. En algunos
casos se observa la rápida absorción del etanol en pocos minutos y en otros en cambio se
observan una línea ascendente con meseta próxima a los 120 minutos.
Prolongando hacia atrás la línea correspondiente a la eliminación, hasta cortar el eje de
ordenadas, obtendremos el valor Co, correspondiente a la alcoholemia máxima teórica,
suponiendo absorción inmediata y total de todo el Alcohol. Este valor debería ser igual a la
dosis de alcohol tomada por Kg de peso del individuo. Pero, experimentalmente se comprobó
que esto no sucede, sino que la relación D/Co es aproximadamente 0.7 para hombres y 0.6
para mujer, debido a la desigual distribución del etanol en los diferentes tejidos corporales. Esta
relación D/Co suele definirse como Volumen de Distribución.
El coeficiente β (en el gráfico) puede obtenerse mediante la relación: ΔC/ Δt, es decir:
Ct - Cm
= tg ψ = β
t2 - t1
Despejando:
Ct = Cm + β · t
Siendo:
Ct: alcoholemia en el momento del hecho.
A= Ct · p · r
Siendo:
p: peso del individuo.
r: constante de Widmark, que relaciona la concentración de etanol en el cuerpo / concentración
en sangre.
Sustituyendo en la ecuación la expresión correspondiente a Ct, hallada más arriba:
A = (Cm + β · t) · p · r
A continuación, mediante un ejemplo, procederemos a calcular la alcoholemia retrospectiva y la
cantidad de alcohol en el cuerpo, que nos permitirá inferir cuanta bebida alcohólica de una
graduación determinada pudo haber tenido el imputado en el momento del hecho delictivo.
Supongamos que se trata de un homicidio culposo por accidente vehicular en el que el
conductor es detenido y la muestra sanguínea extraída seis horas después del hecho. El
informe de Laboratorio arroja el siguiente valor: 0.8 gramos de alcohol etílico por 1000 ml de
sangre. Aplicando la fórmula para obtener la alcoholemia en un tiempo t de seis horas:
Ct= Cm + β · t
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