Caso de La Terapia de La Gestall
Caso de La Terapia de La Gestall
Caso de La Terapia de La Gestall
Edad: 20 años.
Carlos es un joven de 20 años el cual en estos momentos sufre de una dependencia a las
drogas como cigarrillo, marihuana, tabaco y perico. Se tiene en cuenta el principio de esta
problemática. El paciente cuenta que cuando tenia 11 años, su padre les decía a el y a su
madre que eran personas que no valían nada en el mundo, además también los maltrataba
cada vez que llegaba borracho a l a casa. Dicho lo anterior, da cuenta que el padre es una
persona alcohólica que cuando se encuentra en estado de alicoramiento tiende a
comportarse de manera agresiva con su familia. Sin embargo, este cuando esta en sano
juicio es una persona totalmente diferente y a veces ni recuerda el daño que le hace a su
familia. Cuando Carlos tenía 18 años de edad se encontraba realizando un técnico en
sistemas, resaltando como buen estudiante, sin embargo, en esos momentos por influencia
de “amigos” de su barrio y los problemas familiares que seguía padeciendo en su hogar,
este decide probar un poco de marihuana, aunque antes cuando salía de fiesta con sus
amigos tenía el mal habito de fumar cigarrillo. Carlos comenta que este al probar la
marihuana lo hizo por el hecho de querer experimentar y al notar que esta droga servía
como medio de olvidarse de todo los gritos y golpes que recibía de su padre, siguió
utilizándola, primero era dos por semana, con el tiempo paso a fumarse uno todos los días y
ahora actualmente se fuma entre tres al día y a eso sumándole que también utiliza el perico
y el tabaco. En estos momentos Carlos se encuentra viviendo en la calle hace dos años, sin
embargo, su madre lo ayuda todos los días brindándole comida, ropa. Comenta que su
madre sufre mucho al verlo en la calle, pero este se desiste a seguir viviendo con su padre
que tanto daño le ha provocado. Pero su padre hace poco sufrió una recaída por culpa de su
alcoholismo, decretándole un cáncer fuertemente avanzado en su hígado. Este solo ha
contado con la ayuda de su esposa que a pesar de los malos tratos que este le brindaba,
nunca lo dejo y es algo que Carlos no le perdona a su madre ya que muchas veces le dijo
que se fueran de la casa para no aguantarse los golpes de este. Pero ahora su padre da
cuenta de todo el daño que le causo a su familia y se siente arrepentido, tratando de
demostrarlo con buenos actos. Por ejemplo, hace poco estuvo internado en una clínica de
rehabilitación por su alcoholismo, estuvo en todo el proceso de recuperarse de su cáncer,
pero este ha recibido la mala noticia de que ya no se puede hacer nada contra la
enfermedad, por lo tanto, este solo espera el día de su muerte. Carlos se niega a perdonar a
su padre e intenta evitar todo el dolor y sufrimiento por medio de las sustancias
psicoactivas que le dan la sensación de desconectarse de todo.
Mellody, (1990), citado por Tellez, (2005), sostiene que adicción es cualquier proceso que
se usa para evitar o eliminar cualquier realidad que sea para nosotros intolerable o dolorosa.
Al evadirnos, el dolor se convierte en nuestra prioridad. Se necesita algo fuera de nosotros
que aleje los sentimientos negativos que tenemos de nosotros mismos. Necesitamos de
algo o alguien que nos pueda quitar el vacío y la soledad que sentimos. Necesitamos alguna
experiencia que altere nuestro estado de ánimo y muchas veces nuestro estado de
conciencia. Por lo tanto, en este caso podemos afirmar que Carlo al utilizar las sustancias
alertaban todas sus emociones o siendo medio para olvidarse de los sentimientos negativos,
algo así como anestesiar su sufrimiento, las sensaciones corporales y del darse cuenta, por
el uso constante de drogas, renunciando así a vivir en el aquí y el ahora de actividades
significativas de su vida como con la familia, su carrera, la salud, u otras relaciones
convirtiéndose en secundarias o irrelevantes. En las dependencias la droga deja de ser un
medio y se convierte en un fin en sí mismo. El paciente dependiente tiene un estilo
particular de manejar la experiencia, convirtiéndose la droga en la figura principal de
consuelo donde el uso es la única respuesta posible para no darse cuenta de su
comportamiento y conciencia. Es decir que el uso de estas drogas o sustancias se convierte
en una introyección.
La recuperación del contacto con su experiencia y sus emociones, con la realidad y tomar
conciencia de la enfermedad. Asumir la responsabilidad del sufrimiento, buscar la
integración de la persona, sensibilizarse con su propio cuerpo, con sus emociones, sus
pensamientos, aprender a tolerar el sufrimiento. Desarrollar el centro de autoapoyo en sí
misma, Además, existe una acentuada disociación entre los actos y el discurso del adicto,
de modo que llevar al paciente a la referencia de sus acciones va a suponer una útil fuente
de realidad. Es por esto que es importante llevar al drogodependiente a un constante darse
cuenta, de lo que está aconteciendo en el ciclo de la experiencia en el aquí y en el ahora, así
mismo, llevarlo al darse cuenta de cómo se evade o es responsable de sus necesidades
esenciales para el momento.
La psicoterapia Gestalt con sus valores de honestidad, responsabilidad, respeto, facilita que
el adicto se muestre como realmente es consigo mismo y con los demás deshaciéndose del
temor a enfrentar, que acepte lo que le corresponde al identificar y fortalecer su yo y
diferenciarlo del yo de los demás, que logre tomar en cuenta sus necesidades y las de los
demás y que aprenda a valorarse a sí mismo y a los demás.
Probablemente sobrevendrá una crisis, pero no es algo “negativo” a resolver, sino algo a
contener, a guiar y a apoyar para que sea capaz de experimentarse en ella sin escaparse una
vez más. En lo referente a las crisis, la actitud del terapeuta debe ser, contener, apoyar y
guiar al drogodependiente, para que sea capaz de experimentarse en ellas, sin escaparse una
vez más. Por lo tanto, se habla o se presenta una resistencia es así considerada como el Inter
juego, la interrelación entre la fuerza para el cambio y la fuerza igual y contraria para el no
cambio, es decir, quiero cambiar, pero no a la vez no quiero o no puedo cambiar. El tema
no está en tomar una parte sino en tomar ambas y hacer que surjan como evidentes. En el
"no quiero" ya existe un compromiso activo, el que no necesariamente tiene que ser
consciente, es decir, que el hacer evidente el "no quiero" no implica hacer consciente las
causas por las cuales no quiero y es esto lo que conduce a que la persona se ponga en
contacto con su núcleo problemático, el cual será resuelto en el transcurso del proceso
terapéutico.
Téllez, subraya como requisito indispensable la firmeza o sea la voluntad y la fe. “firmes y
fieles para seguir los pasos que nos permiten recuperarnos completamente.
Los pasos que propone Téllez para la sanación de las dependencias son los siguientes.