1) La presunción "iuris et de iure" no admite prueba en contrario y se refiere a hechos cuya veracidad se considera indiscutible, como la duración del embarazo. 2) La presunción "iuris tantum" sí permite presentar pruebas en contra para refutar el hecho presumido, como la presunción de paternidad de los hijos nacidos durante el matrimonio. 3) Solo las presunciones establecidas por ley ("legales") pueden ser "iuris et de iure"; las presunc
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1) La presunción "iuris et de iure" no admite prueba en contrario y se refiere a hechos cuya veracidad se considera indiscutible, como la duración del embarazo. 2) La presunción "iuris tantum" sí permite presentar pruebas en contra para refutar el hecho presumido, como la presunción de paternidad de los hijos nacidos durante el matrimonio. 3) Solo las presunciones establecidas por ley ("legales") pueden ser "iuris et de iure"; las presunc
Descripción original:
Presunción en materia Penal
Título original
La Presunción “Iuris Et de Iure” y La Presunción “Iuris Tantum”
1) La presunción "iuris et de iure" no admite prueba en contrario y se refiere a hechos cuya veracidad se considera indiscutible, como la duración del embarazo. 2) La presunción "iuris tantum" sí permite presentar pruebas en contra para refutar el hecho presumido, como la presunción de paternidad de los hijos nacidos durante el matrimonio. 3) Solo las presunciones establecidas por ley ("legales") pueden ser "iuris et de iure"; las presunc
1) La presunción "iuris et de iure" no admite prueba en contrario y se refiere a hechos cuya veracidad se considera indiscutible, como la duración del embarazo. 2) La presunción "iuris tantum" sí permite presentar pruebas en contra para refutar el hecho presumido, como la presunción de paternidad de los hijos nacidos durante el matrimonio. 3) Solo las presunciones establecidas por ley ("legales") pueden ser "iuris et de iure"; las presunc
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LA PRESUNCIÓN “IURIS ET DE IURE” Y LA
PRESUNCIÓN “IURIS TANTUM”
La presunción “iuris et de iure” puede definirse como aquella
operación lógica por la que se tiene por acreditado un hecho desconocido a partir de otro sobre cuya existencia no existe duda, por su reconocimiento o prueba, que no admite prueba en contrario.
La presunción no constituye en sí medio de prueba, sino medio de
valoración de la prueba practicada que se funda en el enlace lógico entre el hecho demostrado e incontestable y aquel que se trata de probar, y que permite considerar probado un hecho relevante para la resolución del litigio (hecho presumido) carente de prueba directa a través de otro plenamente acreditado (hecho base) y respecto del cual aquél se presenta como lógica consecuencia. Esto supone que, a efectos procesales, el objeto de la prueba se desplaza del hecho presumido al hecho cierto que constituye la base de la presunción, caracterizándose la presunción “iuris et de iure” por no permitir al interesado en desvirtuar el hecho presunto efectuar prueba en contrario, la auténtica consagración de una situación jurídica incontestable por lo que se ha llegado a afirmar que la presunción “iuris et de iure” constituye verdadera ficción o creación jurídica. Frente a éstas, las presunciones “iuris tantum” permiten al interesado, para desvirtuar el hecho presunto, efectuar prueba en su contra, pudiendo dirigirse tanto a probar la propia inexistencia del hecho presunto como a demostrar que no existe, en el caso de que se trate, el enlace lógico que ha de haber entre el hecho que se presume y el hecho probado o admitido que fundamenta la presunción.
Ahora bien, en las presunciones “iuris tantum” el enlace o nexo
lógico que le sirve de base puede venir establecido por la propia Ley, dando lugar a las conocidas como “presunciones legales”, o bien ser fruto de una actividad intelectual ordenada a la resolución de la cuestión litigiosa por parte del Juzgador quien, a la luz del conjunto de la prueba practicada y de la sana crítica, alcanza plena convicción en cuanto a la existencia del hecho carente de prueba pero que se presenta como lógica consecuencia de otro u otros plenamente acreditados, en las denominadas “presunciones judiciales”.
Las únicas presunciones que pueden ser "iuris et de iure", es decir,
no admitir prueba en contrario, son las legales, por cuanto tiene que ser la propia Ley la que limite tal posibilidad dado que la regla general en nuestro Derecho es que las presunciones siempre admiten prueba en contrario, salvo que la Ley lo prohíba. Esto es así porque en las presunciones legales la certeza del hecho se desprende de la constatación de cierta situación de hecho a la que la Ley atribuye directa virtualidad para producir el efecto jurídico pretendido por la parte a la que favorece dicha situación. En puridad las presunciones legales no son medios de prueba sino que su finalidad prioritaria es la de alterar el sistema ordinario de carga de la prueba, liberando de ella al favorecido, al que bastará con acreditar el hecho base, desplazando sobre la contraparte la carga de destruir el enlace lógico existente entre éste y el hecho presumido.
Al estudiar los medios de pruebas y el conocimiento de ellas
observaremos que no existe un criterio unificado sobre lo que debe hacer prueba plena o no. Ante ello recurrimos a la doctrina que vinculada a la experiencia profesional del juez, quien deberá conocer los medios de prueba para la confrontación de los elementos otorgados por las partes, generará un criterio para la valoración de las pruebas en la sentencia.
Los hechos, siguiendo la postura de Hugo Alsina, pueden grabarse
en la conciencia sin el auxilio de ningún intermediario a ellos, en ellos el conocimiento es directo o inmediato. Mientras que los indirectos o mediatos son los que se investigan a través de otro hecho.
A falta de testimonio de las personas, se utiliza la inducción
fundada en rastros (transitorios o permanentes) llamados indicios y que sirven de punto de partida para la investigación. Las consecuencias de los indicios son llamadas presunciones, encontraremos presunciones de dos tipos: las legales cuando son establecidas por la ley; y las judiciales cuando son fruto del raciocinio del juez.
Dentro de las presunciones dos que suelen confundirse con mayor
frecuencia son la presunción Iuris et de iure con la presunción Iuris tantum a continuación les explicamos en qué consisten cada una de ellas.
Iuris et de iure (de pleno y absoluto derecho)
La constitución de la presunción Iuris et de iure significa que no se
admitirá prueba en contrario, ejemplo de ello es el conocimiento de la ley, la duración del embarazo de la mujer, domicilio legal, presunción de reconciliación conyugal cuando el marido cohabita con la mujer después de haber dejado la habitación común, entre otros.
Hugo Alsina refiriéndose a la forma en que serán apreciadas y
valoradas las pruebas expuso que la presunción Iuris et de iure es utilizada cuando se impone al juzgador un criterio determinado para la valoración de la prueba, que comprende además la solución impuesta por la ley. Sin embargo, la existencia de la prohibición de la prueba en contrario no impide que se aporte prueba para destruir el fundamento de la presunción. Ello para atacar el razonamiento o demostrar la existencia del hecho presumido, sea que no existe o no es el que específicamente se requiere por la ley.
Iuris tantum (tan sólo de derecho)
Hugo Alsina sostiene que la presunción iuris tantum consiste en dar
por existente o inexistente un hecho si concurre con otro antecedente. Se funda en las leyes de la naturaleza o en el modo normal de producirse los hechos, y su objeto es dar estabilidad a situaciones jurídicas que, de acuerdo con ellas, pueden considerarse normalmente existentes. El efecto de la presunción es librar de la carga de la prueba a quien ella beneficia, dando por existente el hecho presumido, pero siempre que se halle acreditado el hecho que le sirve de antecedente.
Un ejemplo de ello es la presunción iuris tantum de los hijos nacidos
dentro del matrimonio, se presume que son hijos producto del matrimonio aquellos que nazcan después de la celebración del matrimonio. De tal manera que si no se desconoce la paternidad en el plazo que concede la ley para hacerlo, se presume que es hijo o hija suyo.