Hematología Veterinaria
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ÍNDICE
TÉCNICAS HEMATOLÓGICAS
MÉTODO MANUAL
Valor hematocrito.
ésta, se forma una capa blanca que contiene los leucocitos y las plaquetas, llamada
"buffy-coat"; y en la parte superior, el plasma.
Concentración de hemoglobina.
Indices eritrocitarios.
El VCM nos indica el volumen medio de un eritrocito, y se calcula a partir del valor
hematocrito (%) dividido por el número de eritrocitos (x106/µl) y se multiplica por 10.
El resultado se expresa en fentolitros (fl).
Cuando observemos una discrepancia entre los resultados de CHCM y HCM, debemos
sospechar un error en la determinación de la concentración de hemoglobina causado
por una muestra lipémica o con abundantes cuerpos de Heinz.
Fórmula leucocitaria.
Frotis sanguíneo.
Las ventajas más importantes derivadas de la aplicación de éste son una mejor
evaluación de los cambios morfológicos eritrocitarios y la identificación de casos con
trombocitopenia moderada, enfermedad hepática, anemia por cuerpos de Heinz y
fragmentación eritrocitaria.
METODOS AUTOMATIZADOS
El principio de funcionamiento fue descrito por primera vez por Coulter en 1956 y es el
mismo para todos los tipos de contadores celulares de impedancia eléctrica. Las
partículas, como las células sanguíneas, son suspendidas en un medio eléctricamente
conductor y son forzadas a circular a través de una abertura, la cual tiene un electrodo
inmerso en cada lado. Cuando las partículas entran en la abertura, se produce un
cambio en la resistencia eléctrica entre los dos electrodos. Aplicando la ley de Ohm,
donde el voltaje (V) es igual a la intensidad (I) por la resistencia (R), como la intensidad
entre los dos electrodos es constante, un incremento de la resistencia entre ellos dar
lugar a un incremento del voltaje. Este cambio de voltaje que se origina, se manifiesta
en el sistema como la altura de un pulso eléctrico, cuya magnitud es proporcional al
volumen de la partícula.
Las alturas de los pulsos son amplificadas y procesadas por un circuito de límites que
analiza su distribución, contándose sólo aquellos que alcancen o sobrepasen los límites
marcados para el tamaño de las partículas. El recuento celular se realiza contando el
número de pulsos detectados en un volumen fijo.
Recuento de eritrocitos.
Uno de los parámetros nuevos que aportan estos analizadores son la determinación de
la anchura de distribución del eritrograma (RDW), parámetro que mide la anisocitosis
eritrocitaria.
M.V. Carlos A. Vergara Obando
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Concentración de hemoglobina.
Recuento de leucocitos.
Por todo ello es necesario estudiar para cada especie el comportamiento de los
eritrocitos con el hemolizante que vamos a utilizar. A tal fin, es muy útil disponer de un
analizador con representación gráfica del histograma de leucocitos. El coeficiente de
variación esperado en veterinaria es inferior al 5 %.
Recuento de plaquetas.
El gran problema del recuento de las plaquetas con analizadores hematológicos son las
interferencias de los eritrocitos por un aparte y de la morfología de las plaquetas por
otro.
Con este sistema se pueden determinar los par metros siguientes: valor hematocrito,
recuento de leucocitos con la diferenciación entre granulocitos y agranulocitos, tanto
en porcentajes como en valores absolutos y recuento de plaquetas. Hasta el momento
el QBC-V únicamente se puede utilizar en sangre de perro, gato y caballo.
El QBC-V sólo podia realizarse la lectura manualmente y ello implicaba cierto grado de
imprecisión. Este aparato fue retirado del mercado y sustituido por el QBC-V Autoread,
que realiza una lectura automática y dibuja una serie de gráficas teniendo en cuenta la
coloración del DNA y RNA, lo que facilita la identificación de las diferentes capas.
Mejorando enormemente el método, a su vez permite detectar la presencia de
reticulocitos. Este sistema es más preciso que el método manual, pero es ligeramente
más impreciso que los analizadores de impedancia eléctrica.
M.V. Carlos A. Vergara Obando
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 9
El principio de medida se basa en la dispersión de un haz de luz sobre una célula. Las
células, mediante un flujo hidrodinámico pasan a través de un capilar, el cual es
incidido por un lado por el rayo de luz, existiendo en el extremo opuesto un detector de
éste. Al pasar una célula por el sistema, se interrumpe la detección del rayo, y la suma
de las diferentes interrupciones nos dar el recuento total de células. El rayo láser al
chocar con la célula es dispersado en diferentes ángulos según las características de la
misma, permitiéndonos su clasificación. La dispersión depende del volumen, forma
geométrica e índice de refracción de la célula. Este sistema, a diferencia del de
impedancia, presenta muy pocos problemas con el error de coincidencia y nos permite
caracterizar la estructuras de varias células. El inconveniente es que es necesario
calibrarlo con sangre total y no es posible realizar la calibración con bolas de látex
como ocurre con los contadores de impedancia.
Para utilizar este sistema en veterinaria, se recomienda la calibración del equipo para
cada especie. Como el sistema de calibración es relativamente difícil, se debe utilizar un
paquete informático específico para cada especie animal. Este paquete es distribuido
por el fabricante.
RECUENTO DE RETICULOCITOS
Debe realizarse en todos los animales con anemia. Es un método muy útil de cuantificar
la respuesta de la médula ósea frente una anemia. Se determina visualizando la
presencia de reticulocitos en una extensión de sangre teñida con tinciones
supravitales como nuevo azul de metileno o azul de cresil brillante.
En la especie felina existen dos tipos de reticulocitos los que presentan, con las
tinciones específicas, estructura agregadas (indican una actividad reciente de la
médula ósea) y los que presentan estructuras individuales (reticulocitos que hace
tiempo (10-15 días) que han sido liberados por la médula ósea). Hay que indicar el
porcentaje de cada tipo de reticulocitos en esta especie, ya que un aumento moderado
de los agregata con pocos punctata indica una anemia reciente. Un aumento de los
punctata sin aumento de los agregata indica una anemia que tuvo lugar entre 1 a 3
semanas antes del análisis o anemia muy moderada que no ha estimulado la
producción de los agregata. Otros signos de regeneración son la policromasia y la
macrocitosis eritrocitaria.
Lecturas recomendadas
Jain, N. C. Schalm's veterinary hematology. 4th ed. Philadelphia, Lea and Febiger, 1986.
Papasouliotis, K.; Cue, S.; Graham, M.; Sparkes, A.H. y Gruffydd-Jones, T. (1999). Analysis of feline, canine and equine
hemograms using the QBC- Vetautoread. Vet. Clin. Pathol. 28(3), 109-115.
Pastor, J; Cuenca, R.; Velarde, R.; Viñas, L. y Lavín, S.Hematología animal: revisión de técnicas analíticas.
MedicinaVeterinaria 12(11): 658-672, 1995.
Tvedten, H. Advanced hematology analyzers. Interpretation of results. Vet. Clin. Pathol., 22: 72-80, 1993.
Weiser, M. G. Modification and evaluation of a multichannel blood cell counting system for blood analysis in
veterinary hematology. J. Am. Vet. Med. Assoc., 190: 411-416, 1987.
Weiss, D. J. Uniform evaluation and semiquantitative reporting of hematologic data in veterinary laboratories.
Vet. Clin. Pathol., 13: 27-31, 1984.
Willard, M. D,; Tvedten, H. y Turnwald, G. H. Small animal clinical diagnosis by laboratory methods. 2nd Ed. Saunders
Co, 1994.
LEUCOCITOS
Los leucocitos pueden informarnos de la existencia de inflamación (aguda, crónica o
que sobrepasa la capacidad del animal), estrés, necrosis tisular, reacción de
hipersensibilidad o toxemia sistémica. Nuestro estudio del leucograma debe ir
encaminado a clasificar la respuesta del animal en uno de estos grupos. Las claves para
ello son:
ERITROCITOS
Recuento reticulocitos
Enfermedad metabólica/endocrina:
hipotiroidismo, Addison, hiperestrogenismo,
Hemólisis hepatopatías. Nutricionales def B12, fólico.
PLAQUETAS
Para realizar un frotis sanguíneo sólo se necesita: unos portaobjetos, un poco de habilidad
para realizar la extensión de sangre, un método de tinción, un microscopio de buena
calidad y un observador interesado y con experiencia en la identificación de las células
sanguíneas.
Se puede realizar un frotis sanguíneo de sangre fresca o de sangre recogida con EDTA. Si
la sangre es recogida con anticoagulante es preferible realizar el frotis en las tres horas
siguientes a la extracción para evitar la presencia de artefactos en la morfología de las
células.
Una exposición prolongada con EDTA hace que se altere la morfología de las células. Lo
primero que se detecta es la vacuolización de los monocitos, seguido del hinchamiento de
los linfocitos que se pueden confundir con células inmaduras, aparición en los neutrófilos
de vacuolas en el citoplasma que pueden confundirse con cambios tóxicos, condensación
del núcleo de los polimorfonucleares que puede aparecer como redondeado y crenación
de los eritrocitos, de forma que pierden su morfología.
El método más utilizado para realizar la extensión de sangre es el del portaobjetos.
Consiste en depositar una pequeña gota (2 mm de diámetro) a 2 cm de un extremo del
portabjetos. El portaobjetos con el que realizamos la extensión debe tener las esquinas
cortadas con el fin de que su amplitud sea inferior a la del portaobjetos donde realizamos
la extensión. Debemos colocar este segundo portaobjetos sobre la superficie del primero
formando un ángulo de 20o- 40o (35o) y deslizarlo hacia atrás, contra la gota, hasta que
ambos entren en contacto. La gota se extiende por el borde del portaobjetos extensor, el
cual debe deslizarse hacia adelante con una velocidad moderada para realizar una
extensión uniforme y fina. El ángulo entre ambos portaobjetos determina el grosor de la
extensión, cuanto mayor es el ángulo, mayor será el grosor. Lo ideal es secar la
preparación rápidamente ya que un secado lento permite que el agua salga de los
eritrocitos produciendo la crenación de los mismos. Las extensiones de un grosor
importante dificulta enormemente la identificación de los diferentes tipos celulares.
Las tinciones más adecuadas son las de tipo Romanowsky (Wright-Giemsa o Diff-Quick).
La tinción de Diff-Quick si bien no siempre tiñe los gránulos de los eosinófilos, lo que es
un inconveniente, es muy rápida y cómoda de realizar.
Una vez elegida el área de la preparación donde las células están en monocapa, es decir,
los eritrocitos se tocan entre sí pero sin solaparse, se procede a la evaluación de las
distintas líneas celulares: serie leucocitaria, plaquetar y eritrocitaria. El orden depende
del observador pero siempre se estudiarán las tres líneas celulares.
SERIE LEUCOCITARIA
Existen varias fórmulas para obtener una aproximación al recuento de leucocitos total a
partir del frotis sanguíneo. No obstante, SOLO se pueden aplicar en aquellos frotis en los
que las células estén en monocapa y no se observen agregados leucocitarios.
Fórmulas:
- Con el objetivo de 10x se cuentan los leucocitos en 10 campos. La media de estos campos
es igual al número de leucocitos por 103/l.
2) Diferencial leucocitario.
Los neutrófilos inmaduros (banda) se cuentan dentro del diferencial leucocitario. Pueden
observarse precursores mas inmaduros (metamielocitos, mielocitos etc), aunque se
suelen incluir en el porcentaje de células en banda y posteriormente hacer mención a su
frecuencia de presentación en las observaciones.
Las células picnóticas o degeneradas son difíciles de clasificar, por lo que no se incluyen
en el diferencial, pero su presencia debe anotarse en el informe del frotis. Es frecuente
observar células degeneradas o rotas en leucemias.
Neutrófilos.
La alteración más frecuente observada en estas células son los cambios tóxicos causados
por septicemias, inflamaciones estériles importantes, o toxicidad a fármacos. Los cambios
tóxicos son debidos a: (1) una falta de sincronización entre el núcleo y citoplasma durante
la maduración celular (citoplasma basofílico, granulación tóxica, Cuerpos de Döhle y
células más grandes de lo normal y con aspecto extraño), o bien (2) a procesos
degenerativos de la célula (citoplasma vacuolado y con aspecto espumoso). Las células
tóxicas tienen disminuidas sus funciones. Con un tratamiento adecuado de la patología las
vacuolas citoplasmáticas pueden desaparecer en 12-24 horas pero la basofilia persistirá
más tiempo.
Monocitos.
El núcleo de los monocitos tiene aspecto oval, bilobulado o trilobulado con una cromatina
poco condensada. El citoplasma es abundante con gránulos lisosomales rosáceos,con
vacuolas y pseudopodos. Son los leucocitos más grandes de la extensión de sangre.
Linfocitos.
Pueden ser de tamaño pequeño o grande. El tamaño de los linfocitos está relacionado con
su actividad. Los linfocitos morfológicamente tienen el núcleo celular ligeramente
indentado, con cromatina agregada y condensada. El núcleo ocupa casi todo el citoplasma
que, a veces, presenta pequeños gránulos azurófilos, que se localizan muy cerca de la
indentación del núcleo.
Los linfocitos granulados, se corresponden con las "natural killer cells" y se identifican
por la presencia de unos gránulos azurófilos en el citoplasma. Se han descrito en número
aumentado en animales con ehrlichiosis crónica.
Los linfoblastos son más grandes que los linfocitos, la cromatina es fina y tienen poco
citoplasma de color azul oscuro. Normalmente no se observan en sangre periférica.
En los linfocitos pueden detectarse los mismos cuerpos de inclusión que los descritos
para los neutrófilos.
Eosinófilos.
Basófilos.
Son los menos numerosos. Los basófilos de los gatos se tiñen de color grisáceo y no
presentan la coloración metacromática de los basófilos caninos.
Se deben diferenciar de los mastocitos, que presentan mayor cantidad de gránulos que
oscurecen el núcleo celular.
El estudio del buffy-coat es muy útil para detectar alguna de las alteraciones
mencionadas e incluso la presencia de parásitos hemáticos tanto en los leucocitos como
en los eritrocitos. La técnica que nosotros utilizamos consiste en romper el microcapilar
de hematocrito justo por encima de la capa del buffy coat, y mediante una aguja de 23 G se
empuja la plastilina del extremo del tubo para hacer salir una pequeña gota de plasma y la
capa de buffy coat. A continuación, se realiza la extensión y se tiñe igual que la
preparación del frotis sanguíneo.
PLAQUETAS
Las plaquetas se deben estudiar con el objetivo de inmersión. Antes de realizar una
aproximación al recuento debemos descartar la presencia de agregados o de sateliosis
plaquetar, ya que en estas situaciones no se puede obtener un buen recuento.
- El número de plaquetas que se observan por cada leucocito, multiplicado por el recuento
total de leucocitos nos dará una aproximación del recuento de plaquetas por l.
Las plaquetas son fragmentos citoplasmáticos de los megacariocitos; tienen forma ovoide
y presentan unos pequeños gránulos de color púrpura. Cuando se activan adquieren
aspecto redondeado y con proyecciones filamentosas.
SERIE ERITROCITARIA.
Los eritrocitos normales de perro tienen un tamaño uniforme de 7m de diámetro con
una palidez central (disco bicóncavo). Los eritrocitos de gato tienen un tamaño de 5.8 m,
muestran muy poca palidez central y cierto grado de anisocitosis y de crenación. Los
cuerpos de Howell-Jolly (remanente del núcleo) están presentes en un 1 % de las células.
Las alteraciones morfológicas más útiles de detectar en la práctica son la presencia de:
policromasia, microcitosis-hipocromía, esferocitos, autoaglutinación, pilas de moneda
(roleaux), Cuerpos de Heinz, acantocitos, esquistocitos y parásitos hemáticos.
Células hipocrómicas. Son eritrocitos con una mayor palidez central, en general, el
volumen celular suele ser menor. Se asocia a deficiencias de hierro. En el gato es muy
difícil de observarlas.
estructuras. Los cuerpos de Heinz pueden ser eliminados por los macrófagos dando lugar
a esferocitos, por eso, en gatos sanos se pueden observar entre un 2 y 10 % de esferocitos.
Eccentrocitos. Son eritrocitos que han perdido la palidez central, porque tienen la
hemoglobina en un lado de la célula. Su presencia está muy ligada a la de corpúsculos de
Heinz, especialmente en perros, y debe alertar al clínico de problemas oxidativos de la
hemoglobina.
Esferocitos. Son eritrocitos más pequeños de lo normal y que han perdido su palidez
central. Son un indicador de anemias inmunomediadas, aunque en un cierto porcentaje
son normales. Se forman por la fagocitosis parcial de los eritrocitos y son eliminados de
forma prematura de la circulación por los macrófagos esplénicos al haber perdido su
flexibilidad, y por tanto, su habilidad de pasar a través de la microvasculatura esplénica.
Los eritrocitos de gato no tienen la palidez central característica por lo que es más difícil
identificar los esferocitos; por ello en esta especie, es más fiable realizar un test de
fragilidad osmótica para detectar la presencia de estas células.
- Queratocitos. Son eritrocitos con una o dos proyecciones que se forman de la rotura de
una vesícula. Esta anormalidad se produce por traumatismos de la membrana del
eritrocito y se asocia a procesos en los que se produce fibrina intravascularmente (CID).
Estomatocitos. Son eritrocitos con una área oval en la zona de la palidez central. Se
observan en la estomatosis hereditarias del Alaska Malamute y en Schnauzers. Puede ser
un artefacto en la zona más gruesa de la preparación.
Lectura recomendada
Jain, N.C. (1993). Essentials of veterinary hematology. Lea and Febiger, Philadelphia.
Duncan, Prasse y Mahaffey (1994). Veterinary laboratory medicine. Clinical pathology. 3rd Ed. Iowa State University
Press-Ames.
Willard, M.D.; Tvedten, H. y Turnwald, G.H. (1999). Small animal clinical diagnosis by laboratory methods. 3rd edition.
M.V. Carlos A. Vergara Obando
V Josep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 23
Butt, M.T. (1990). Diagnosing erythrocyte parasitic diseases in cats. Comp. Cont. Edu. Pract. Vet. 12(5):628-676.
Weiss, D.J. (1984). Uniform evaluation and semiquantitative reporting of hematologic data in veterinary laboratories.
Vet.Clin. Pathol. 13(2):27-1.
Especie: Raza:
Sexo: Edad:
Anticoagulante:
Historia clínica:
Anisocromia:
Eritroblastos:
Leucocitos Aglutinación:
Nº leucocitos/campo 40x
Plaquetas Agregación:
Morfología células
Eritrocitos Anisocitosis:
Hipocromia: Policromasia:
Forma: Poiquilocitos: Esferocitos
Dianocitos
Esquistocitos
Eritroblastos (%):
Parásitos:
Inclusiones: C.Howell-Jolly: C.inclusión
moquillo:
Leucocitos: PMN: Hiperlobulación: Hipolobulación:
Tóxicos (basofilia, C.Döhle,
vacuolización, granulación)
Bacterias:
Mielocitos: Metamielocitos:
Linfocitos: Reactivos: Cél. atípicas: Cél.plasmática
s:
Monocitos: Fagocitosis:
Parásitos:
C. inclusión moquillo:
Plaquetas: Anisocitosis:
NºPlaquetas/x100:
Parásitos:
Tinción supravital:
Reticulocitos: (%) Punctata (%) Agregata (%)
Tabla Regeneración Reticulocitos Reticulocitos Reticulocitos
caninos agregata punctata
No regenerativa 60.000/µl 50.000/µl 200.000/µl
Regenerativa >60.000/µl >50.000/µl >200.000/µl
Buffy-coat:
Observaciones:
Presentación:
Sexo. Las hembras de mediana edad están más afectadas. Estudios recientes no
confirman esta hipótesis siendo similar la incidencia entre machos y hembras.
Edad. Entre 1-11 años. La AHIM es menos frecuente en animales de edad inferior a 1
año.
Razas. Algunas razas están más predispuestas a padecer esta enfermedad, pero se
puede presentar en cualquiera. La razas predispuestas son: doberman, cocker, caniche
y old english sheep dog.
Algunos estudios sugieren una mayor incidencia en los meses de primavera y verano.
Etiología:
En los gatos entre un 50-75% de los casos son positivos al virus de la FeLV. Otras
enfermedades asociadas con una AHIM son la hemobartonelosis, linfoma, peritonitis
infecciosa felina y abscesos crónicos. La causa idiopática es poco frecuente.
Síntomas clínicos:
Palidez de mucosas, soplo sistólico I-II/VI auscultable en el la base del corazón en el
lado izquierdo, taquipnea (>30 resp. por min.), taquicardia, y fiebre.
Hallazgos laboratoriales
Diagnóstico
La observación en el frotis de abundantes esferocitos o de autoaglutinación en
muestras recogidas en EDTA en un animal con una anemia de presentación aguda
justifica el diagnóstico y tratamiento de una AHIM. Si no se observan estas alteraciones
es necesaria la realización de un Test de Coombs, que demuestra la presencia de Ig G, Ig
M o complemento contra la membrana de los eritrocitos. Un test de Coombs positivo
justifica el tratamiento de una AHIM, pero esta prueba puede dar falsos positivos y
falsos negativos (Tabla).
Pronóstico:
Factores de pronóstico grave: la autoaglutinación macroscópica se asocia con una
mayor mortalidad, así como animales con un hematocrito inferior a 15 % en el
momento de la presentación o con signos de hemolisis intravascular.
Tratamiento:
Inicial
Corticoides: Se inicia el tratamiento con prednisona 2 mg/kg/12h, algunos autores
recomiendan hasta 4 mg/Kg/12h en el perro y hasta 8 mg/kg/12-24h en el gato. En
nuestra opinión, en el perro generalmente no es necesario pasar de 2 mg/kg/12h , y si
con ello no se controla la hemolisis, debemos añadir al tratamiento algunos de los
fármacos mencionados a continuación. La dexametasona (1-2 mg/kg) puede utilizarse,
aunque la incidencia de efectos secundarios como úlcera gastrointestinal es superior,
no obstante nosotros la utilizamos en animales que no responden a la prednisona.
Heparina. Se aconseja administrar dosis bajas de heparina SC, entre 100-300 UI/kg/SC
cada 8 horas, durante todo el periodo de hospitalización que suele ser generalmente de
4-6 días en media. Muchos de estos animales pueden padecer un proceso
tromboembólico. Es importante disminuir a continuación la dosis de heparina de
forma gradual para evitar el efecto rebote de la misma. Nosotros recomendamos
Fragmin (R) heparina de bajo peso molecular a dosis de 50 UI/kg/ SC/día durante toda
la hospitalización y durante 1-2 semanas en dosis decrecientes después de la misma. A
estas dosis no se observan aumentos en los tiempos de coagulación, por lo que la
aparición de hemorragias no estaría justificado por el tratamiento. NO UTILIZAR
ASPIRINA. Debido al empleo de glucocorticoides se debe evitar utilizar aspirina, ya que
la incidencia de ulcera gástrica aumenta mucho.
Reposo. Para evitar el esfuerzo del animal este debe estar en reposo absoluto hasta que
se recupere el valor hematocrito.
M.V. Carlos A. Vergara Obando
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 29
Sangre entera. No suele recomendarse como tratamiento inicial, ya que estos animales
presentan anticuerpos contra los eritrocitos. En animales con AHIM una transfusión
suele ser eficaz sólo durante unas 18-24-72 horas, y si no se controla la hemólisis tiene
poca utilidad y es un inconveniente para sucesivas transfusiones. Por ello debe
realizarse dependiendo del estado del animal más que del valor hematocrito. Si un
animal con un 15-20% de v. hematocrito presenta una marcada disnea, debilidad o
síncopes debe de transfundirse, pero si un animal en reposo con un v. hematocrito del
12 % esta respirando correctamente, y no presenta otros síntomas es más correcto
esperar a realizar la transfusion y controlar el v. hematocrito. En conclusión no hay
un valor hematocrito a partir del cual hay que administrar sangre, sino que
debemos guiarnos por nuestro juicio clínico. Otros de los problemas de transfundir
inicialmente es el hecho que estos animales pueden requerir una segunda transfusión,
como presentan aglutinación de eritrocitos es difícil valorar una prueba de reacción
cruzada por lo que se debe determinar el grupo sanguíneo antes de la transfusión.
Complicaciones de la AHIM
Es difícil determinar la causa de la muerte en animales con AHIM, pero la causa más
frecuentes son: una anemia que no responde al tratamiento, hemorrágias, infecciones
bacterianas o fúngicas por la inmunosupresión, insuficiencia renal aguda y
tromboembolismos pulmonares. En un estudio de 25 necropsias en animales que
murieron de AHIM, dos presentaban una insuficiencia renal aguda inducida por
nefrosis por hemoglobinuria, 1 sepsis, y 22 tromboembolismos pulmonares.
Lectura recomendada
Miller, E. (1999). CVT update: diagnosis and treatment of immune-mediated hemolytic anemia. En Bongura (ed)
Kirk’s Current veterinary Therapy XII. W.B. Saunders Co, Philadelphia, 427-434.
Nelson, R.W. y Couto, C.G. (1998). Small animal internal medicine. 2nd edition. Mosby, st Louis, 1160-1174.
Birkenheur A, Ford RB. Immune-mediated hemolytic anemia (IMHA). Standards of Care in Emergency and Critical
Care Medicine. 1999;:1-6.
Cotter SM. Emergency management of autoimmune hemolytic anemia, in Proceedings. 14th ACVIM Forum1996;40-
41.
Kellerman DL, Bruyette DS. Intravenous human immunoglobulin for the treatment of immune-medicated hemolytic
anemia in 13 dogs. JVAIM 1997;11:327-332.
Klag AR, Giger U, Shofer FS. Idiopathic immune-mediated hemolytic anemia in dogs: 42 cases (1986-1990). J Am Vet
Med Assoc 1993;202:783-788.
instaurado de forma progresiva, por ello se debe siempre valorar la necesidad de una
transfusión individualmente, según la sintomatología del animal y el valor hematocrito
o recuento de eritrocitos .
- Factores de coagulación: para controlar una situación de CID, hemorragia o una
pérdida de sangre aguda..
- Hipoproteinemia. La administración de plasma o sangre completa puede ser una
fuente de albumina. Aunque las soluciones de dextrano o Hetastarch son más útiles.
Grupos sanguíneos
Caninos
Grupo % %
sanguíneo positivos negativos
DEA 1.1 35-45 55-67
DEA 1.2 7-20 35-60*
DEA 3 5-10 90-95
DEA 4 87-98 2-13
DEA 5 12-22 78-88
DEA 7 8-45 55-92
negativo negativo
DEA 1.1 y 1.2 DEA 1.1 o 1.2 Compatible la primera vez.
negativo positivo Reacción a la transfusión retardada
en 4-5 días o si el animal ha estado
previamente sensibilizado con un
grupo contrario reacción
hemolítica aguda
DEA 1.1 o 1.2 DEA 1.1 y 1.2. Compatible.
positivo negativo
Es preferible transfundir a perros que tengan el mismo DEA 1.1 según el Kit para evitar
reacciones adversas. La primera transfusión es segura y no es necesario realizar una
determinación del grupo, pero si que es importante en las sucesivas transfusiones. En
las cuales se debe determinar el DEA 1.1 y realizar una reacción cruzada para
determinar la presencia de anticuerpos.
El donante universal ideal sería un animal DEA 4 positivo (el 98% de los animales son
positivos a este antígeno) pero negativo a todos los demás grupos sanguíneos para
evitar que se produzcan anticuerpos contra estos. El problema radica en que este
animal es muy poco frecuente. Actualmente clínicamente esta aceptado evaluar
exclusivamente por DEA 1.1, aunque existe la posibilidad de evaluar los grupos DEA
1.2, 3, 4, 5 y 7.
Felinos
En el gato se describen tres grupos sanguíneos: A, B, AB. La transmisión hereditaria es
importante para los criadores para evitar la isoeritrolisis neonatal. El alelo A es
dominante sobre el B, así los animales del grupo B solo pueden ser homozigotos B/B. Y
los animales del grupo A pueden ser A/A o A/B. El grupo AB es muy poco frecuente, y
se transmite como un tercer alelo que es recesivo a A y codominante con B (Griot-
Wenk et al. 1996). La frecuencia de los diferentes grupos varía geográficamente y en
función de la raza. (Giger 1999). Existen razas con un grupo B casi inexistente como
los siameses o otras como el Devon rex en los cuales el grupo B esta presente en el 40
% de los animales.
Existe un sistema comercial para determinar los diferentes grupos sanguíneos felinos
(DMS laboratories, 2 Darts Mill Road, Flemington, NJ 08822). Los gatos poseen
alloanticuerpos (iso-anticuerpos) contra el antígeno sanguíneo que no poseen.
Especialmente animales del grupo B que presentan anticuerpos contra el grupo A
desde las pocas semanas de vida.
El estudiar los diferentes grupos sanguíneos nos informa de los antígenos de los
eritrocitos, la reacción cruzada nos informa de la incompatibilidad serológica y se debe
realizar antes de una transfusión.
Reacción cruzada mayor:
1.- Centrifugar la sangre del DONANTE recogida en EDTA a bajas revoluciones durante 10
minutos.
2.- Recoger 0.2 ml del paquete celular del donante y añadirlo a 4.8 ml de solución
salina 0.9%. Mezclar. Esta solución evita que tengamos que lavar los eritrocitos.
3.- Distribuir 0.1 ml. de esta suspensión en tres tubos.
4.- Añadir a cada tubo 0.1 ml de plasma o suero del RECEPTOR.
5.- Incubar durante 15-30 minutos a:
- Temperatura ambiente
- 4ºC
- 37ºC
6.- Centrifugar los tubos durante 1 minuto a rápidas revoluciones (3000 rpm)
M.V. Carlos A. Vergara Obando
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 34
*Control:
Se debe utilizar siempre un control donde añadimos eritrocitos y plasma del donante e
igual del receptor.
Los perros que no hayan recibido nunca una transfusión pueden recibir cualquier tipo de
sangre, aunque después de 4 días de esta ya pueden presentar incompatibilidad y la
producción de anticuerpos perdurarán muchos años. Es importante que un donante
nunca haya recibido una transfusión sanguínea.
En los gatos, tan solo 1 ml de sangre incompatible puede desencadenar una reacción
anafiláctica aguda, por ello se debe determinar siempre la reacción cruzada y si es posible
el tipo de grupo sanguíneo. La reacción cruzada puede informarnos orientativamente del
grupo sanguíneo del animal.
Obtención de la muestra
Siempre se obtendrán de la vena yugular con las bolsas comerciales que existen para
este fin. En el gato se obtendrá con una jeringa de 50 ml con anticoagulante.
El perro donante ideal debe pesar más de 25 kg y tener entre 1-8 años de edad, si es
una hembra debe estar castrada. Para evitar riesgos de transmisión de infecciones
deberían ser negativos serologicamente contra Ehrlichia, Leishmania, Lyme, dirofilaria
y brucelosis. No extraer más de un 5% del peso del animal (10-15 ml/Kg/peso). Se
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VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 35
debe evitar usar acepromatina como sedación ya que disminuye la presión sanguínea
e interfiere en la funcionalidad de las plaquetas.
Los gatos deben pesar mas de 4 kg, y que no sean de grasa, tener entre 1-8 años y ser
negativos a FeLV, FIP, PIF y hemobartonella. Suele ser necesari sedar a los animales
antes de la extracción y para ello es adecuado utilizar Ketamina (1-2 mg/kg) más
diacepan (0.1 mg/kg) vía IV. No se debe extraer más de 10 ml/kg por animal. El
anticoagulante ideal es el CPD-A o CPD con una proporción de 1ml de anticoagulante
por cada 9 ml de sangre. Si se debe utilizar heparina, esta suele agregar las plaquetas,
por lo que es una peor elección, pero se utiliza a razón de 625-750 UI/ 50 ml de sangre
(12-15 UI heparina/ml sangre).
Como norma por cada 2 ml de sangre transfundida con un valor hematorito de 40%,
aumenta un 1% el v. hematocrito del animal problema. El objetivo de la transfusión es
aumentar el valor hematocrito hasta valores adecuados para aliviar los síntomas del
animal, pero que no interfieran en la estimulación de el eritropoyesis. Se acepta que
elevar el valor hematocrito hasta un 18% es suficiente para satisfacer este criterio. Se
puede calcular la cantidad de sangre a administrar mediante la siguiente fórmula:
ml de sangre del donante= 2.2 x Peso (kg) x (30 en gatos o 40 en perros) x ((HCT
deseado- HCT receptor)/hct donante).
Reacciones adversas
Hemólisis aguda
Los síntomas clínicos dependen de la cantidad de sangre administrada y de la
presencia de sensibilizaciones previas. Puede producirse a los pocos minutos de
iniciarse la transfusión y un volumen de sólo 1 ml puede desencadenarla. Se
caracteriza por fiebre, taquicardia, excitación, salivación, temblores, debilidad, vómitos,
disnea y colapso agudo. Esta reacción conlleva una situación de shock, desencadena un
CID y puede causar una insuficiencia renal aguda. El tratamiento se basa en la
suspensión inmediata de la transfusión y la administración de fluidos para evitar la
hipotensión e hipoperfusión renal. Se debe tratar el shock y el CID.
Shock anafiláctico
Los signos clínicos se caracterizan por una aparición rápida tras iniciar la transfusión
de urticaria, eritemas, edema angioneurigénico, vómito, disnea, hipotensión,
broncoconstricción y shock severo. El tratamiento se basa en parar la transfusión y
administrar difenilamina IM en casos leves, o dexametasona (0.5-1mg/Kg/IV) en casos
más graves.
Hemólisis retardada
Se caracteriza por un descenso progresivo del valor hematocrito con hemoglobinemia,
hemoglobinuria e hiperbilirubinemia. Es frecuente observar ictericia en estos
animales a los pocos días (3-21 días) de la transfusión. Son síntomas clínicos muy
moderados y pocas veces es necesario establecer un tratamiento.
Sobrecarga circulatoria
Se suele observar con disnea, vomitos, tos. es un problema en animales con
insuficiencia cardíaca, por lo que no se puede sobrepasar un volumen de 3-5 ml/kg.
Aumentos de amonio
En sangres que han estado un periodo de tiempo muy prolongado conservadas
aumente el amonio, si un animal padece alguna enfermedad hepática se pueden
producir estupor y convulsiones. Se trata como una encefalopatía.
Lecturas recomendadas
Giger, U. (1999) Blood typing and crossmatching to ensure compatible transfusions. Bonagura (ed). Bonagura (ed).
Kirk’s Current Veterinary Therapy XIII. W.B. Saunder Co, pp 396-399.
Griot-Wenk, M.E.; Callan M.B. et al (1996). Blood type Ab in the feline AB group system. Am. J. Vet. Res 57:1438.
Harrell, K.A. y Kristensen, A.T. (1995). Canine transfusion reaction and their management. Vet. Clin. North Am: Small
An. Pract. 25:6, 1333-1364.
Norsworthy, G.D. (1992). Clinical aspects of feline blood transfusions. Compendium for Pract. Vet. 14(4), 486-475.
Rentko, V. (1999). Practical use of blood substitutes. Bonagura (ed). Kirk’s Current Veterinary Therapy XIII. W.B.
Saunder Co, pp 424-427.
En pacientes con sospecha de alteraciones hemostáticas, hay que recoger una historia
clínica detallada y realizar un examen físico muy meticuloso del animal. El historial del
animal nos puede orientar hacia un defecto hemostático generalizado o focal, un
problema congénito o adquirido y entre una alteración de la hemostasia primaria o
secundaria.
Tiempo de sangría. Es una prueba en vivo que mide la capacidad funcional de las
plaquetas para taponar una herida pequeña. No es necesario realizarla si previamente
hemos detectado una trombocitopenia, puesto que el tiempo nos saldrá prolongado.
Detección del factor von Willebrand. Esta prueba se utiliza para diferenciar la hemofilia
A (deficiencia del factor VIII con una concentración del antígeno vW normal, de la
enfermedad von Willebrand (deficiencia de factor VIII con deficiencia del antígeno
vW).
Prueba de retracción del coágulo. Es una prueba burda que permite comprobar la
función plaquetar. Una vez se ha formado el coágulo, las plaquetas se contraen,
eliminando el suero fuera del coágulo. La sangre se recoge en un tubo de vidrio y se
permite que coagule. El tubo se mantiene a 37º C y se inspecciona después de 2-4
horas, en las cuales el coágulo se debe haber contraído a aproximadamente el 50% de
su volumen original. Cuando no se produce la separación del coágulo del suero, se
puede sospechar bien de una trombocitopenia y/o de una alteración de la función
plaquetar. Otras pruebas que valoran la función plaquetar son las de adherencia y de
agregación.
Otros defectos congénitos funcionales de las plaquetas han sido descritos en algunas
razas de perros y gatos como la trombopatía del Basset Hound, donde las plaquetas no
se unen al fibrinógeno y la agregación plaquetar es anómala; trombopatía
trombasténica que aparece en el Foxhound y Scottish terrier, el fallo se produce en la
unión de las plaquetas, el factor vW y el fibrinógeno; síndrome de Chediak-Higashi, en
el gato Persa).
Lecturas recomendadas
Boudreaux, M.K. (1997). Platelet and Coagulation Disorders. In: Morgan, R. V. Handbook of Small Animal Practice.
3rd ed. Saunders, W. B. Co. Pp. 696-717.
Duncan, J.R.; Prasse, K. W. and Mahaffey, E. A. (1994). Veterinary Laboratory Medicine. Clinical Pathology. 3rd ed.
Iowa State University Press.
Catalfamo, J.L.; Dodds, W. J. (1988). Hereditary and acquired thrombopathies. Vet Clin North Am (Small Anim Pract)
18: 185.
Una vez activados, las enzimas son inhibidas por inhibidores naturales como la
antitrombina III y ciertas 2glicoproteínas y eliminados por el SMF. La antitrombina III
inhibe principalmente la trombina; aquella trombina que no es utilizada en la
coagulación y tampoco es inhibida por la antitrombina, se conjuga en las células
endoteliales a una proteina llamada trombomodulina. El complejo trombina-
trombomodulina convierte a la proteina C (proenzima vitamina K dependiente), a su
forma activa. La proteina C activada dismimunye el nivel de formación de trombina,
degradando proteolíticamente los factores V y VIII. La proteina C promueve también la
fibrinolisis, incrementando la generación de plasmina.
Tiempo de coagulación (TC). Evalúa las vías intrínseca y común de la coagulación, pero
es una prueba muy poco sensible. Este tiempo aparece prolongado sólo cuando la
deficiencia de un factor de la coagulación es muy alta, < del 5% de lo normal. También
puede estar prolongado en las trombocitopenias graves ( < 10.000 l) y prolongadas,
debidas a deficiencias del FP3.
Se realiza colocando una muestra de sangre en un tubo precalentado y manteniéndolo
a 37ºC. Cada 30 segundos, el tubo se inclina y se observa si se ha formado el coágulo. El
TC normal es < 6 minutos.
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Tiempo de Tromboplastina Parcial Activado (PTTa). Esta prueba evalúa las vías
intrínseca y común (factores XII, XI, IX, VIII, VII, X, V, II y I). Es mucho más sensible y
fiable que las anteriores. Este tiempo aparece prolongado cuando un factor individual
de la coagulación se reduce a menos del 50% de lo normal. El PTTa normal está entre
15-25 segundos, pero de forma general se puede decir que el tiempo está prolongado si
es superior en un 20-25% al del control.
Tiempo de Protrombina (PT). Evalúa las vías extrínseca y común (factores VII, X, V, II y
I). El PT normal es de 7-10 segundos. Es una prueba muy sensible para comprobar la
deficiencia de factor VII, puesto que éste tiene una vida media muy corta.
. Enfermedad hepática. Las alteraciones hepáticas que producen una disfunción difusa
bien secundaria a una inflamación, neoplasia o fibrosis, pueden dar lugar a una
deficiencia de factores de la coagulación; la mayoría de los factores tiene una vida
media de < de 2 días y por tanto, cualquier alteración hepática puede producir un
cambio rápido en la actividad de los factores. El hígado es el lugar donde se sintetizan
la mayoría de los factores de la coagulación, factores fibrinolíticos y proteínas
antitrombóticas. Así mismo es el lugar donde se eliminan los productos intermedios y
finales de la fibrinolisis.
. Inhibidores. Los animales con enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso
sistémico, pueden producir anticuerpos frente a uno o más factores de la coagulación,
que causan alteraciones cualitativas en la coagulación.
Los hemofílicos pueden producir también anticuerpos frente a los factores VIII y IX,
debido a las transfusiones reiteradas.
. Coagulación intravascular diseminada (CID). Una gran variedad de situaciones como
las septicemias, neoplasia, quemaduras, shock, etc. pueden provocar una
sobreactivación de los mecanismos de coagulación, fibrinolítico y antitrombótico.
Los animales con CID presentan generalmente diátesis hemorrágica, pero también
pueden aparecer trombosis en los vasos pequeños. Al final de este capítulo nos
extenderemos más ampliamente sobre este proceso.
. Enfermedad renal. En esta situación se pierde antitrombina III (de peso molecular
similar al de la albúmina), que es un potente inhibidor de las proteínas de la
coagulación, en particular de los factores II y X.
Los animales con deficiencia de vitamina K presentan prolongados tanto el PTT como
el PT, pero la mejor prueba laboratorial para confirmar la sospecha de la ingesta de un
rodenticida, cuando el animal no tiene signos clínicos de coagulopatía, es la
determinación del PT, puesto que el factor VII, dependiente de la vitamina K, es el de
vida media más corta (4-6 horas) y por tanto, el PT puede estar prolongado antes de
que el sangrado espontáneo sea evidente. También como ayuda a un diagnóstico
temprano de la toxicidad por rodenticidas se pueden determinar las proteínas
inducidas por ausencia de la vitamina K (PIVKA), aunque no es una prueba demasiado
extendida en los laboratorios de rutina.
Los parámetros de la hemostasia primaria están normales, aunque con las nuevas
generaciones de rodenticidas, se observa una trombocitopenia moderada (aún no se
sabe el porqué).
amenaza de la vida, conviene hacer una transfusión de inmediato con sangre total,
plasma o los factores en concreto.
La azotemia postrenal está causada por afecciones que impiden la eliminación de la orina,
tanto por obstrucción del tracto urinario como por rotura del mismo.
Una anamnesis completa y un buen examen físico nos puede orientar sobre la causa de la
azotemia. Una de las pruebas más sencillas y útiles para diferenciar una azotemia
prerenal de una renal es el análisis de orina obtenido previamente a cualquier
tratamiento. Animales con densidad urinaria superior a 1.030 (perro) ó 1.040 (gatos)
suelen tener azotemias prerenales, sin embargo, existen algunas excepciones a esta
norma, como son los animales con hipoadrenocorticismo, hipercalcemia, piometra o
tratados con glucocorticoides o diuréticos en los que la densidad urinaria será baja. Los
animales con hipoadrenocorticismo son los más difíciles de diferenciar de aquellos con
una insuficiencia renal aguda, no obstante, un cociente entre sodio/potasio plasmático
inferior a 27 es altamente indicativo de la Enfermedad de Addison.
En animales con azotemia renal, la orina suele ser isostenúrica, si bien, los gatos pueden
concentrar la orina hasta 1.050. La densidad de la orina no es útil en individuos con
obstrucción urinaria por que la obstrucción causa disfunción de los túbulos renales e
interfiere con la capacidad de los mismos para concentrar la orina.
El ratio urea/creatinina sérico sirve para diferenciar una azotemia renal de una
extrarenal (pre o postrenal). Cuando disminuye el flujo renal, la urea se puede reabsorber
de forma pasiva a nivel de los túbulos renales, y se pueden obtener valores de este ratio
superiores a 150 (unidades SI). Si el ratio tienen un resultado inferior a 110 (unidades SI)
indica afección renal. No obstante, este ratio sólo está descrita en el perro y es orientativo.
Sólo el 47% de la urea se detecta como nitrógeno ureico sanguíneo (NUS). Si
multiplicamos el NUS por 2,14 obtendremos una aproximación de la concentración de
urea.
Existen una serie de índices que pueden ayudar a la diferenciación entre una azotemia
prerenal y una insuficiencia renal aguda (Tabla 1). En la azotemia prerenal se mantiene la
capacidad renal normal de retención de sodio, con excepción de aquellos animales con
insuficiencia cardíaca o hepática, síndrome nefrótico, hipoadrenocorticismo o a los que se
les ha administrado diuréticos.
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Tabla 1. Indices para diferenciar azotemia prerenal de una insuficiencia renal aguda
(IRA).
Prerenal IRA
Densidad de orina aumentada Isostenuria
Sodio orina (mEq/L) < 10-20 > 25
Fracción de excreción de Na (%) = <1 >1
(Na orina x Creat. suero) / (Creat. orina x Na suero)
Creat. orina/Creat. plasma > 20:1 < 10:1
Indice fallo renal= Na orina / [Creat. orina / Creat. suero] <1 >2
Creat. = Creatinina
Una vez identificada una azotemia renal, es muy importante diferenciar una insuficiencia
renal aguda de una crónica. La insuficiencia renal aguda tiene mejor pronóstico, aunque
requiere un tratamiento médico agresivo y caro.
Los animales con una insuficiencia renal aguda (IRA) presentan de forma aguda
decaimiento, depresión y vómitos, mientras que, los animales con una insuficiencia renal
crónica (IRC) presentan inapetencia, pérdida de peso, poliuria/polidipsia desde hace
semanas o meses. Suele ser difícil diferenciar animales con una IRC que se agrava de
forma aguda de los animales con IRA. En general, los animales con IRA presentan signos
clínicos severos por el grado de disfunción renal, mientras que animales con IRC los
síntomas son moderados.
La Tabla 2 muestra un resumen de los hallazgos que nos pueden ayudar a diferenciar una
insuficiencia renal aguda de una crónica.
IRA IRC
Anamnesis - Isquemia - Alteración renal previa
- Nefrotóxico - Pu/Pd
- Animal normal previamente - Pérdida de peso
- Vómitos
- Diarrea
- Ostoedistrofia.
Biopatología
- Sanguínea:
- Valor hematocrito normal o - Anemia no regenerativa.
aumentado.
- GGT/creatinina aumentado.
- FA/creatinina superior a 15
UI/mol.
Pu/dp = poliuria/polidipsia
La enzimuria juega un papel importante en la diferenciación entre una IRA y una IRC. Se
pueden determinar ciertos enzimas que aumentan en lesiones agudas mientras que no se
ven alterados en lesiones renales crónicas.
Las pruebas cuantitativas de la función renal sirven para detectar el inicio de una afección
renal, determinar la extensión de la disfunción y evaluar la funcionalidad del riñon
contralateral antes de una nefrectomia. Estas pruebas cuantitativas de funcionalidad
renal son:
_ Estudio de la filtración glomerular: aclaramiento de inulina, de creatinina endógena o
exógena, de I125-iodohipurato o de ácido TC99-dietilen-triamino-pentaacético, y la vida
media sanguínea del sulfanilo sódico.
- Estudio de la función tubular: test de privación de agua con o sin vasopresina exógena,
test de Hickey-Hare, vida media de la fenosulfoftaleina (PSP), aclaramiento de electrolitos
y test de amonio.
-------------------------------------------------------------
Tabla 3: Factores no renales que afectan a los valores del Nitrógeno ureico sanguíneo
(NUS).
Aumentan de NUS:
Ingestión de comida
Hemorragias gastrointestinales
Situaciones que aumentan el catabolismo celular (fiebre, infecciones, quemaduras,
ayunos, Cushing).
Fármacos: glucocorticoides, azatioprina, tetraciclinas.
Disminuyen el NUS:
Dietas pobres en proteínas
Esteroides anabolizantes
Insuficiencia hepática severa
Shunts portosistémicos
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-----------------------------------------------------------------
Tabla 4. Factores no renales que aumentan la creatinina sérica.
Edad (adultos > jóvenes).
Sexo (machos > hembras).
Masa muscular.
Necrosis muscular
Ejercicio intenso
Fármacos: cimetidina, trimetroprim
Cetosis diabética.
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ANALISIS DE ORINA.
El análisis de orina nos aporta mucha información sobre los eventos que tienen lugar a
nivel renal.
Propiedades físicas:
Color
El color normal de la orina es amarillo o ámbar, variando la intensidad según esté más o
menos concentrada. Existen coloraciones anormales como:
- Rojiza-marronosa. Puede indicar la presencia de eritrocitos intactos, hemoglobina y/o
mioglobina. Para poder diferenciar esta coloración por presencia de eritrocitos o de
hemoglobina o mioglobina se centrifuga la muestra. Si existen eritrocitos, éstos
sedimentarán y el sobrenadante será claro. Si la muestra continua siendo de color rojiza y
en el sedimiento no se observan eritrocitos se puede añadir una solución saturada de
sulfato amonio que hará precipitar la hemoglobina, desapareciendo de esta forma la
coloración. En general, la mioglobina no se une a proteínas plasmáticas por lo que una
coloración en orina no se correlaciona con coloración en el plasma a diferencia de la
hemoglobina.
- Marrón oscuro o negro. Indica la conversión de hemoglobina a metahemoglobina en una
orina ácida.
- Verde. Color causado por la oxidación de la bilirrubina a biliverdina, por infecciones por
Proteus spp, o por la administración de azul de metileno.
- Existen otras coloraciones que son debidas a fármacos.
Aspecto
El aspecto normal de la orina es claro. Las muestras turbias indican el aumento de los
elementos celulares, cristales o mucosidad.
Olor
El olor característico de la orina es debido a los ácidos grasos volátiles contenidos en ella.
La alteración patológica más frecuente es el olor amoniacal que indica la presencia de
bacterias ureasa positivas que transforman la urea en amonio.
Densidad
Refleja la concentración de solutos en la orina. Los métodos utilizados en las tiras de
orina no son muy precisos en perros y gatos, por lo que se debe determinar mediante un
refractómetro. La dendidad es el único parámetro que en un análisis de orina puede
reflejar la función renal.
densidad 1.010, tiene una pérdida de proteínas más severa que un animal que pierde la
misma cantidad en una orina con densidad de 1.045.
Los animales que presentan una densidad urinaria baja se deben reevaluar y, si ésta
persiste, sospechar de: afección renal o hepática, diabetes insipida,
hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus, polidipsia psicogénica, piometra, hipercalcemia
o hipokalemia. La anamnesis, el examen físico y un perfil bioquímico completo permitirán
diferenciar estos procesos. La densidad del plasma puede ayudar a diferenciar el
problema entre polidipsia o poliuria. En animales con polidipsia la osmolaridad del
plasma tiene valores entre 275 y 285 mOsm/kg, mientras que animales que no pueden
concentrar la orina tienen una osmolaridad plasmática de 305 a 315 mOsm/kg. El valor
normal de osmolaridad de plasma en el perro y el gato es de 280 a 310 mOsm/kg.
Una vez hemos llegado a este punto, para diferenciar una diabetes insípida central de una
nefrogénica es necesaria la administración de la hormona antidiurética (ADH) exógena.
Animales con una diabetes insípida central responden a la ADH en 1-2 horas produciendo
orina hiperestenúrica. La falta de concentración de la orina en el test de privación de agua
y a la administración de ADH exógena indica una diabetes insípida renal. No obstante, se
debe descartar una hipotonicidad medular (medullary solute washout) que puede
presentarse en animales con diabetes insípida central o con poliurias prolongadas sea
cual sea la causa. Para descartar este proceso es necesario dar al animal una dieta
ligeramente salada durante 10 a 15 dias y repetir el test de privación de agua y respuesta
a ADH. Si pasado este tiempo el animal concentra la orina en la prueba de privación de
agua indica que tiene una causa primaria de polidipsia que se ha complicado con una
hipotonicidad de la médula renal. Si el animal no responde a la prueba de privación de
agua pero responde a la administración de ADH indica una diabetes insípida central
complicada con la hipotonicidad medular (medullary solute washout). Por último, si el
animal no responde a ninguno de los dos test (privación de agua o administración de
ADH) tiene una diabetes insípida renal.
Propiedades químicas:
pH
El pH normal en el perro y el gato es de 5.5 a 7. Está influido por la dieta y por la
regulación renal del bicarbonato e hidrogeniones en sangre (Tabla 5).
----------------------------------------------------------------
Tabla 5: Causas de orinas ácidas o básicas:
Orina ácida:
o Dietas cárnicas
o Acidificantes
o Acidosis metabólica o respiratoria
o Catabólimo proteíco elevado
Orina alcalina:
o Dieta rica en vegetales
o Orina que se deja a temperatura ambiente
o Postpandrial
o Infecciones de orina por microorganisos ureasa positivos
o Agentes alcalinizantes.
-----------------------------------------------------------------
Proteínas:
Otra técnica que se puede utilizar para determinar la cantidad de proteína en orina es la
prueba del ácido sulfosalicílico. Se realiza mezclando partes iguales de ácido
sulfosalicílico al 5% con orina, y se establece una escala de turbidez de la mezcla que va
desde 0 a 4 cruces positivas. Esta prueba es, también, más sensible a la presencia de
albumina que a globulinas, aunque detecta la proteína de Bences Jones. El gran
inconveniente es la falta de patrones para el cambio de turbidez, por lo que es una prueba
muy subjetiva. Las pruebas cuantitativas (ácido tricloracetico de Ponceau S o azul
brillante de Coomassie) son las más precisas.
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Tabla 6: Causas de proteinuria patológica:
Prerenal:
Neoplasia células plasmáticas (proteína Bences Jones)
Hemoglobinuria/mioglobinuria
Insuficiencia cardíaca congestiva
Renal:
Alteración del filtro glomerular:
Glomerulonefritis
Amiloidosis
Alteración en la reabsorción tubular (Síndrome Fanconi)
Aumento secreción tubular
Inflamación o hemorragia del parenquima renal
Neoplasias
Postrenal:
Cistitis (bacteriana, urolitiasis, etc)
Traumatismos/hemorragias/neoplasias en uréteres, vejiga, uretras, próstata,
prepucio, vagina, etc.
-----------------------------------------------------------------
Para interpretar la pérdida de proteína en animales sin una causa pre o postrenal se
puede recoger la orina en 24 horas o utilizar la relación proteína/creatinina en orina. En
perros y gatos el valor normal de este cociente es inferior a 1. Si el cociente es superior a 1
indica alteración glomerular y si es superior a 5 sugiere glomerulonefritis o amiloidosis.
Según la técnica que utilicemos para determinar la proteína renal se puede estimar la
pérdida en 24 horas (mg/kg/día) multiplicando el cociente por 20 si hemos determinado
las proteinas por el método azul brillante de Coomassie o por 30 si utilizamos el método
del ácido triclotacético de Ponceau S.
Glucosa
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Tabla 7: Causas de glucosuria:
Diabetes mellitus.
Estrés o excitación (especialmente en gatos).
Fluidoterapia con glucosa.
- Afecciones renales que cursan con disminución de la función tubular:
Glucosuria primaria.
Síndrome de Fanconi.
Fallo renal agudo.
Fallo renal crónico debido a enfermedades congénitas.
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Cuerpos cetónicos
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Urobilinógeno
Bilirrubina
La tira de orina puede dar falsos positivos en animales tratados con clorpromacina y
falsos negativos en animales a los que se les administra vitamina C o presentan nitritos en
la orina.
Sangre oculta
Leucocitos y Nitritos.
Sedimento urinario
El estudio del sedimento debe correlacionarse con la densidad de la orina, ya que influye
en el número relativo de los elementos.
--------------------------------------------------------------
Tabla 9: Método Recuento eritrocitos y leucocitos normales en un sedimento de orina:
Obtención Células (40x)
Micción: 0-8
Sondaje: 0-5
Cistocentesis 0-3
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-------------------------------------------------------------
Tabla 10: Causas de hematuria:
Método de obtención de la orina
Contaminación de la próstata, vagina o prepucio
Traumatismo (incluyendo biopsias renales)
Urolitiasis
Neoplasias
Inflamaciones/infecciones
Enfermedades del tracto urinario felino
Alteraciones de la coagulación
Infarto renal
Ejercicio violento
Fármacos: p. ej. ciclofosfamida
Parásitos (Dioctophyma renale)
------------------------------------------------------------
Células epiteliales.
----------------------------------------------------------------
Tabla 11. Presencia de células epiteliales en un sedimento de orina normal.
Células Cel/ 40x
Células de epitelio de transición 0-2
Células escamosas 0-1
Células caudadas 0
-----------------------------------------------------------------
La presencia de células escamosas no tiene valor diagnóstico. Las células del epitelio de
transición aumentan de tamaño de la pelvis a la uretra y su número aumenta en procesos
infecciosos, irritativos o neoplásicos. Aquellas que presentan un extremo en forma de
raqueta de tenis (células caudadas) tienen su origen en la pelvis renal.
Las células de los túbulos renales son pequeñas, redondas, con un núcleo central y
citoplasma granulado. Sólo se detectan cuando están presentes en cilíndros indicando un
proceso activo en los túbulos renales.
Cilindros.
Los análisis sucesivos de un mismo animal son de gran ayuda para predecir alteraciones
renales; por ejemplo, un animal tratado con gentamicina, una de las primeras
manifestaciones de lesión renal será el aumento de cilindros en orina.
Cristales
En orinas ácidas podemos encontrar cristales de ácido úrico, oxalato cálcico, cistina y
hipurato; y, en orinas alcalinas de estruvita, fosfato cálcico y carbonato cálcico. La
presencia de cristales en orina tiene poco significado clínico, aunque en algunos casos
puede ayudar al diagnóstico:
Cristales de oxalato cálcico pueden indicar una intoxicación con etilen-glicol.
Cristales de urato amónico se han observado en animales normales y con shunts
portosistémicos.
Cristales de estruvita, se asocian a orinas alcalinas con o sin urolitiasis de
estruvita.
Microorganismos.
a orina recogida de vejiga debe ser estéril, no así la obtenida por sondaje o micción, pues
la uretra distal está contaminada (Tabla 13). Para que se observen microorganismos al
microscopio es necesario valores superiores a 104 bacilos/ml o 105 cocos/ml. Así, si no se
observan microorganismos en el sedimento no podemos descartar la posibilidad de una
infección urinaria. La presencia en orina de un número elevado de bacterias con
leucocitos se asocia a infecciones de orina.
---------------------------------------------------------------
Tabla 13. Interpretación del cultivo de orina (número de bacterias/ml) en el perro.
Significativo dudoso Contaminación
Cistocentesis >1000 100-1000 <100
Sondaje >10000 1000-10000 <1000
Micción/ presión >100000 10000-90000 <10000
----------------------------------------------------------------
Miscelaneo
Lectura recomendada
Duncan, J.R. y Prasse, K.W. (1986). Veterinary Laboratory Medicine. Clinical Pathology. 2 ed. Iowa State University Press,
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BIOPATOLOGÍA HEPÁTICA
Ácidos biliares
A partir del metabolismo del colesterol se sintetizan los ácidos biliares, y son
secretados a la bilis después de la ingesta de comida. A nivel del ileon son activamente
absorbidos y entran en la circulación enterohepática y son recuperados por el hígado y
reexcretados a la bilis. Sólo una cantidad mínima es eliminada con las heces, aunque
representa la vía más importante de excreción de colesterol del organismo. Si bien, la
síntesis de ácidos biliares depende del hígado, la capacidad de reserva de síntesis casi
nunca se ve superada, por eso evaluar los ácidos biliares es incluso útil en animales con
fallo hepático terminal. El aumento de ácidos biliares en suero puede estar causado por
alteraciones en la función hepática, excreción biliar, o circulación enterohepática.
Varios artefactos (lipemia, hemólisis) se han descrito que pueden causar alteraciones
analíticas en la determinación de ácidos biliares. Si la bilirrubina sérica es superior a 5
mg/dl, la determinación de ácidos biliares puede verse afectada, y si la bilirrubinemia
es debida a un problema hepático la determinación de los ácidos biliares no aportan
mayor información. En perros, los ácidos biliares en ayudas suelen estar muy
aumentados en shunts portosistémicos congénitos, hepatopatías inducidas por
glucocorticoides, neoplasias hepáticas, hepatitis, colestasis, necrosis hepática y cirrosis.
Los animales con afecciones gastrointestinales y hepatopatías reactivas presentan
valores normales de ácidos biliares. La determinación de los ácidos biliares 2 horas
después de comer aumenta la sensibilidad de este test.
sepsis o colestasis. Por otro lado, animales con shunts portosistémicos, cirrosis o
metástasis pueden presentar valores normales de ALT. La ALT también puede
aumentar en pancreatitis y procesos inflamatorios intestinales, y en estos casos se
habla de hepatopatías reactivas.
La vida media de la FA en el gato es muy corta (6 horas) vs a las del perro (3 días). Por
ello, incrementos pequeños son significativos en el gato. En esta especie, la lipidosis
hepática suele causar aumentos de la FA superiores a los de la GGT.
1.- HIPERADRENOCORTICISMO
Los signos clínicos son muy diversos, se pueden manifestar en la mayoría de órganos y
sistemas presentándose, por lo tanto, numerosas alteraciones en la analítica. La
sintomatología y las posibles anormalidades laboratoriales se resumen en las Tablas I.a. y I.b.
TABLA I.a. Signos clínicos asociados con el hiperadrenocorticismo
Letargia, obesidad, jadeo.
Poliuria-polidipsia, polifagia.
Debilidad y atrofia muscular, abdomen péndulo, hepatomegalia.
Anestro, atrofia testicular.
Alopecia bilateral y simétrica, hiperpigmentación, calcinosis cutis, presencia de
comedones.
PRUEBA ALTERACIONES
Algunas razas caninas están predispuestas al HAC (caniche, terriers, beagle, boxer, entre
otras), con máxima incidencia en animales de edad media o alta. La especie felina sigue una
M.V. Carlos A. Vergara Obando
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 67
Existen dos pasos básicos en el diagnóstico del hiperadrenocorticismo (tabla IC), el primero es
la confirmación de la enfermedad, y el segundo la determinación de su origen. Para confirmar
la presencia de un HAC primario, se utilizan inicialmente las pruebas de los niveles basales de
cortisol, de estimulación con ACTH o la de supresión con dosis bajas de dexametasona; la
supresión a dosis altas de dexametasona, nos ayudará a diferenciar entre los casos que tengan
su origen en la hipófisis de los secundarios a una neoplasia adrenal.
- +
Prueba de supresión dosis altas
con dexametasona (tabla 1C)
Determinación de la ACTH
Reevaluar en 1 mes si el animal Identificación del Determinación de CRH
es sospechoso o replantear Ecografía abdominal
Otras pruebas complementarias
Pituitario Adrenal
No es útil por si sola como prueba diagnóstica. Se determina como punto de partida de otras
pruebas diagnósticas, dónde la cortisolemia basal es un valor de referencia sobre los
resultados finales.
Se recomienda realizarla sobre plasma a partir de una muestra recogida con EDTA ya que, en
suero, es una hormona poco estable y sensible a cambios de temperatura. Solamente se
obtienen valores incrementados en aproximadamente un 10% de perros con HAC primario.
Los valores de referencia son 0,5-4 g/dL (14-110 nmol/L) en perro y 0,3-5 g/dL (8,3-138
nmol/L) en gato.
Es importante tener presente que ciertos fármacos pueden interferir incrementando el valor
resultante como la espironolactona, los glucocorticoides (cuando se emplean determinaciones
por método fluorimétrico o RIA respectivamente), los anticonvulsivantes, los estrógenos y los
progestágenos. En las hembras, los niveles de cortisol aumentan entre 1 y 4 días previamente
al parto.
La prueba de estimulación con ACTH es la prueba más específica para detectar la existencia de
un HAC, ya que presenta un numero bajo de falsos positivos. Además, es la única prueba que
nos permite diferenciar entre un origen primario o yatrogénico y también resulta ser útil
como prueba diagnóstica en caso de hipoadrenocorticismo. Si la comparamos con la prueba
de supresión a dosis baja de dexametasona puede ser poco sensible y dar un mayor número
de falsos negativos.
La prueba de estimulación con ACTH consiste en una extracción de sangre y medición de las
concentraciones plasmáticas de cortisol, antes y una hora después de una inyección de 5 g
i.v. de ACTH sintética (Peterson et al., 1996). En gatos, tras la extracción de sangre inicial, se
aconseja estimular inicialmente con una dosis de 125 g de ACTH i.m. -o preferiblemente i.v.-
seguido por una doble medición postestímulación, ya que algunos gatos presentan el pico
máximo de cortisolemia sólo en una de las dos muestras (Rodón et al.,1999). En
administraciones vía i.v., las determinaciones postestimulación se realizan a los 30 y a los 60
minutos mientras que, si la administración ha sido i.m., sigue una determinación a los 60 y los
90 minutos. La muestra inicial no es imprescindible para el diagnóstico de HAC, pero permite
identificar si es de origen yatrogénico.
Una opción alternativa es la utilización de ACTH porcina en forma de gel, en este caso se
requieren 2,2 UI/Kg PV via i.m. y la medición postestímulación es a las 2 horas en la especie
canina y dos mediciones, 1 y 2 horas postestimulación, en la especie felina. (Zerbe,2000)
La cortisolemia basal en perros debería situarse entre 0,5-4 g/dL (14-110 nmol/L) y los
valores postestimulación entre 8-20 g/dL (220-552 nmol/L). Resultados entre 4 y 8 g/dL
se consideran dudosos, mientras que superiores a 8 indican HAC. Aproximadamente un 20%
de los perros con HAC muestran valores dentro de los límites normales; en estos casos se
deberá realizar una supresión con dosis bajas de dexametasona. En gatos el valor basal
M.V. Carlos A. Vergara Obando
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 69
debería ser entre 0,3-5 g/dL (8,3-138 nmol/L) y el postestimulación entre 5-15 g/dL (138-
414 nmol/L)
La prueba de estimulación con ACTH se recomienda como control de tratamiento del HAC en
los animales que reciben mitotane o ketoconazol. Los resultados pre y postestímulo deberían
situarse como máximo dentro de los valores de referencia.
Esta prueba permite una aproximación diagnóstica combinando dos pruebas diferentes y
superando así los errores obtenidos individualmente en cada una de ellas. Tras obtener
sangre para medir la cortisolemia basal, se debe inyectar la dosis baja de dexametasona
(según el protocolo de supresión con dosis bajas) y extraer sangre a las 4 horas; se administra
entonces ACTH sintética siguiendo el protocolo de estimulación y, finalmente, se extrae una
muestra post-ACTH (o dos en el gato).
Una respuesta normal al ACTH, sin supresión por la dexametasona, sugiere una HAC y no nos
informa de su origen. A la misma conclusión se llega cuando se obtiene una respuesta
exagerada a la ACTH sin supresión por la dexametasona; sin embargo, si la respuesta
exagerada esta acompañada de una supresión por dexametasona, nos sugiere un HAC-HD;
Para evitar fluctuaciones sería ideal realizarla sobre al menos dos muestras de orina
consecutivas, aunque en la práctica se lleva a cabo con una sola muestra. Es aconsejable que la
muestra sea recogida por los propietarios en el domicilio, con lo que se evitarían, en el
resultado, alteraciones debidas al estrés. El resultado normal debería oscilar (según el
laboratorio) entre 1,2-6,9 ×10-6. Es una prueba muy sensible pero muy poco específica. Un
resultado normal excluye la presencia de HAC, pero un resultado fuera de rango no confirma
HAC, ya que otras patologías que cursan con poliuria-polidipsia también pueden alterarlo. Por
esta razón, cuando el resultado da positivo y tenemos una sospecha baja de HAC es
importante confirmar el resultado con otras pruebas.
Es la prueba más útil para el diagnóstico de HAC en la especie felina. En la especie canina es la
más eficaz para diferenciar HAC-HD de HAC-AD (junto con la determinación de ACTH
endógena). Esta prueba consiste en evidenciar el feed-back negativo del cortisol sobre la
liberación de ACTH.
En perros con HAC-HD, los valores deben ser superiores a 40-45 pg/mL (8,8-9,9 pmol/L),
mientras que, en caso de HAC-AD, los valores son inferiores a 20pg/mL (4,4 pmol/L).
Los laboratorios -que la determinan- deben indicar al clínico la forma correcta de realizarla
para evitar la interferencia de factores como el estrés que afecta el resultado por incremento
en la liberación de glucocorticoides endógenos.
Las técnicas de diagnóstico por imagen se revelan útiles para descartarse la presencia de
neoplasias de las glándulas adrenales. Disponemos de la radiografía convencional, la
ultrasonografía, la tomografía axial computerizada (TAC) y la resonancia magnética (RM); las
dos últimas son poco empleadas por su escasa disponibilidad, necesidad de anestesia general
del paciente y alto coste económico. Por si solas no permiten un diagnóstico concreto, aunque,
en algunos casos, sean un complemento diagnóstico válido. Según Voorhout y col, (1990) la
imagen ultrasonográfica es sugestiva de neoplasia adrenal si el diámetro del eje corto de la
glándula adrenal excede los 2 cm, aunque no debe considerarse como un axioma imperativo.
En ciertos casos de neoplasia adrenal puede observarse calcificación de la glándula en
radiografías abdominales.
2.- HIPOADRENOCORTICISMO
El hipoadrenocorticismo tiene una baja incidencia en perros y aun menor en gatos; suele
afectar a animales jóvenes y de edad media, con mayor prevalencia en hembras. Si bien no
parece existir predisposición racial, se citan algunas razas caninas con mayor frecuencia
(caniche, west highland white terrier, gran danés y rottweiler). La sintomatología varía según
se trate de presentación crónica o aguda, predominando los signos clínicos cardiovasculares,
renales, neurológicos y gastrointestinales. Los signos clínicos y las alteraciones laboratoriales
son muy variadas y se recogen en las Tablas II.a. y II.b.
PRUEBA ALTERACIONES
Bioquímica Azotemia
Hiponatremia
Hiperkalemia
Relación Na:K <27:1
Hipercalcemia
Hipoglucemia
Hipocloremia
Incremento actividad enzimas hepáticas y
fosfatasa alcalina
Determinación de ACTH
3.- HIPOTIROIDISMO
PRUEBA ALTERACIONES
Bioquímica Hipercolesterolemia
Hipertriglicerinemia
Incremento de actividad creatinín kinasa
Incremento valor de enzimas hepáticas
ALT, AST, Fosfatasa alcalina (FA) y LDH
Análisis de Normal
orina
Hemograma, bioquímica,
análisis orina (tabla III.b)
Es la prueba más accesible y fácil de realizar, el resultado debe ser interpretado con mucha
cautela, ya que existe un amplio conjunto de factores que pueden alterarlo. Esta prueba
detecta conjuntamente la cantidad de hormona ligada a proteínas y la hormona libre
circulante (fT4). Sería mucho más específico la determinación exclusiva de fT4, ya que es la
única biológicamente activa, aunque solo represente el 0.01% del total. Además, los niveles de
fT4 deberían determinarse mediante diálisis de equilibrio (preferible al método de
radioinmunoensayo análogo) que es un método complejo y no disponible actualmente en
nuestro país. Los métodos usados en humana deben ser adaptados a veterinaria, ya que el
rango de T4 es inferior en animales y los reactivos de humana pueden, tal vez, presentar una
baja sensibilidad.
Se pueden presentar valores aumentados, tal y como sucede con los niveles de TT4: en estos
casos sería conveniente determinar si existen anticuerpos frente a T3. Los niveles basales de
T3 son de 45 a 149 ng/dL (0,7 a 2,3 nmol/L) en perro y 32 a 129 ng/dL (0,5 a 2 nmol/L) en
gato.
Animales con hipotiroidismo normalmente presentan una TSH aumentada, debido a una
disminución del feed-back negativo. Sin embargo, el valor de TSH no constituye un método
fiable en el diagnóstico laboratorial del hipotiroidismo. Su sensibilidad es de un 70-80% y su
especificidad de 83-87%, por lo que un resultado fiable debe acompañarse de sintomatología
clínica adecuada y de determinaciones laboratoriales adicionales, como la prueba de T4 o fT4
(Tabla III.c). Los niveles basales de TSH son de 0,017 a 0,7 ng/mL.
T4 TSH Interpretación
1.3-3.5 ug/dl 0.017-0.7ug/ml Animal normal
<1.3 ug/dl > 0.7 ug/ml Compatible con hipotiroidismo
<1.3 ug/dl 0.017- 0.7 ug/ml Compatible con eutiroideo, administración de fármacos
que disminuyen T4, fases iniciales hipotiroidismo
<1.3 ug/dl < 0.7 ug/ml Compatible con eutiroidismo, hipotiroidismo secundario
> 3.5 ug/dl 0.017-0.7ug/ml Compatible con administración de T4 exógeno, presencia
de anticuerpos anti-T4, hipertiroidismo (carcinoma
tiroideo)
La estimulación con bTSH es más fiable que la determinación de valores hormonales basales,
aunque existen ciertas limitaciones en su tal como sucede con la TT4. En algunos casos,
pueden observarse reacciones anafilácticas tras la inyección de bTSH.
eutiroideos, presentan solo un ligero aumento de la TSH post TRH, esto hace que, en el perro,
la respuesta a la TRH no sea una prueba útil para diferenciar un hipotiroidismo primario de
un secundario.
En general no comporta ninguna ventaja frente a la prueba con bTSH y sus resultados deben
interpretarse con cautela, ya que animales eutiroideos responden poco a la estimulación con
TRH.
Consiste en la administración i.v. de 0,1 mg de TRH por Kg PV en perro o gato seguido por la
medición de TT4 antes y 6 horas después; una alternativa es la administración de un total de
0,2 mg de TRH por perro y medición de TT4 antes y 4 horas después. Los perros con
hipotiroidismo (primario o secundario) presentan un incremento no significativo en los
niveles basales de TT4. Los perros normales incrementan la TT4 en un 50% o al menos en 1
g/dL (13 nmol/L), según se haya estimulado, respectivamente, con 0,1 mg TRH por Kg o con
0,2 mg de TRH totales. Los gatos eutiroideos deben doblar el valor de TT4 basal a las 6h
postestimulación.
Anticuerpos anti-tiroglobulina
Anticuerpos anti-t3 y t4
Estos anticuerpos son más prevalentes en animales jóvenes y en razas con una elevada
incidencia de hipotiroidismo. Se cree que en animales con tiroiditis, se producen
principalmente anticuerpos contra epitopos de la tiroglobulina, ya que las moléculas de T3 y
T4 son más pequeñas: por esto los anticuerpos anti T3 y T4 se identifican en un porcentaje
más bajo de animales que los anticuerpos anti-tiroglobulina.
4.- HIPERTIROIDISMO
Se trata de la endocrinopatía más frecuente en gatos viejos en Estados Unidos y Reino Unido,
pero con muy baja incidencia en el perro. Se debe a una hipersecreción de tiroxina y
triyodotironina, debido principalmente a neoplasias de la glándula tiroidea. Estas neoplasias
suelen ser benignas en el gato, y siempre malignas en el perro.
Los signos clínicos y las alteraciones laboratoriales se resumen en las Tablas IV.a y IV.b.
M.V. Carlos A. Vergara Obando
V Josep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 78
Como prueba diagnóstica suele ser suficiente una determinación de TT4 basal. En caso de
resultado dudoso -puede suceder en gatos con hipertiroidismo leve o inicial- la elección esta
entre: realizar la determinación de fT4 , repetir la medición de TT4 en 1 ó 2 semanas o meses,
llevar a cabo una prueba de supresión de T3 o realizar una estimulación con TRH (Peterson et
al., 1995). Aproximadamente entre un 2 y un 10% de los gatos hipertiroideos presentan
valores de T4 normales. Se han encontrados diferentes explicaciones a esto hecho como son
fluctuaciones de T4 o presencia concomitante de otras enfermedades como insuficiencia
renal, diabetes mellitus o neoplasias, que producen una disminución de T4 . La estimulación
con TSH no suele aportar ninguna ventaja diagnóstica.
Tras cuantificar los niveles plasmáticos basales de TT4 y TT3, debe administrarse liotironina a
razón de 25 g/animal/8h p.o. hasta un total de siete dosis y, por tanto, tres días. El tercer día
se determina T4 y T3 en las 2-4 horas post-administración de la ultima pastilla de liotironina.
En gatos hipertiroideos, el valor de TT4 obtenido después del tratamiento, no suele variar
respecto al inicial y suele ser mayor de 20 nmol/l (1.5 g/dL). En animales eutiroideos o con
enfermedades no tiroideas, la T4, después de la administración de liotironina, suele disminuir
un 50% y tener valores inferiores a 20 nmol/l (1.5 g/dL). Se recomienda determinar la T3
para asegurarnos que el propietario ha administrado correctamente la liotironina.
En esta prueba se administra 0.1 mg/kg IV de TRH y se recoge el suero para determinar T4
antes y 4 horas después de la administración de TRH. La administración de TRH suele dar
lugar a vómitos o salivación, por ello, se recomiendan 12 horas de ayuno antes de
administrarla.
Los signos clínicos del HPP no suelen aparecer hasta que se ha desencadenado una
insuficiencia renal secundaria que es causada por la hipercalcemia. Los signos clínicos son los
descritos en una azotemia o los derivados de la presencia de cálculos en las vías urinarias. Los
efectos directos del exceso de PTH aparecen a largo plazo y provocan desmineralización ósea.
PRUEBA ALTERACIONES
Suele ser una determinación útil en el diagnóstico, pero debe considerarse en relación a la
concentración de calcio ionizado (o el total en su defecto). Animales con hiperparatiroidismo
primario presentan unos valores relativos aumentados de calcio y PTH, mientras que
animales normales a medida que aumenta el calcio, disminuye la PTH. El valor normal debe
situarse entre 2 y 13 pmol/L en perro y entre 0 y 4 pmol/L en el gato (Tabla V.c).
Tabla V.C. Interpretación de los valores de PTH, calcio y fósforo en diferentes patologías.
En animales en crecimiento, alimentados con una dieta excesivamente rica en carne, pueden
detectarse anormalidades en las concentraciones plasmáticas de Ca y P. La relación ideal de
Ca : P es 1,1:1; mientras que la proporción en la carne es de 1:20. La hipocalcemia
subsiguiente a una dieta rica en carne, provoca un incremento de secreción de PTH que causa
una absorción de calcio del hueso y, en algunos caos, un aumento en la fosfatasa alcalina
(aunque en este aumento no es es significativo, ya que se encuentra fisiológicamente
incrementada en animales en crecimiento).
5.4.- HIPOPARATIROIDISMO
Se trata de una patología muy poco frecuente. Descrita en caso de daño tisular sobre la
glándula paratiorides, lo que conlleva a un déficit de secreción hormonal (p.ej. resección o
daño quirúrgico, toxicidad por fármacos, inmunomediada). En la analítica sanguínea
únicamente son detectables una hipocalcemia e hiperfosfatemia.
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Prueba Utilidad Protocolo Respuesta normal Interpretación respuesta anormal Sensibi- Especi- Comentarios
lidad ficidad
Test estimulación con Evalúar la reserva ACTH sintética: Cortisol basal: 80-95% HAC: respuesta exagerada 80-90% 82-91% Probables resultados alterados en
ACTH adrenocortical 5 ug/kg/IV 0.5-4 ug/dl (cortisol post > 25 ug/dl). animales con: insuficiencia renal o
hepatica, diabetes mellitus o estres.
Confirmar un HAC. Cortisol post: 5-10%, HAC: respuesta normal.
Control del tratamiento Muestras 0-1 hora post 8-20 ug/dl
del HAC administración ACTH.
Diferenciar entre HAC
primario del iatrogénico
Prueba de supresión Evalúar el mecanismo de dexametasona/IV: Cortisol basal: Cortisol 8 h post: 85- 44-73% Aunque es un test que puede sugerir
a dosis bajas con feed-back negativo 0.01-0.015 mg/kg 0.5-4 ug/dl - > 1-1.4ug/dl HAC 100% un origen hipofisario, no debe
dexametasona hipófisis-adrenal. - > 1-1.4 ug/dl pero < al 50% utilizarse para determinar el origen.
Recoger suero: Cortisol post ( 4 y 8 h) valor basal HAC-DH
0- 4-8 horas post < 1-1.4 ug/dl - Cortisol 4 h , 1-1.4ug/dl o ,
administración 50% valor basal HAC-DH
dexametasona.
5-10% HAC: respuesta normal.
Determinación de Evalúar la eliminación de 2 muestras de orina 1.2-6.9 106 Relación > 1.2-6.9 106 HAC 50- 22-100 Es muy importante eliminar cualquier
cortisol/creatinina en cortisol en orina. recogida en un ambiente 100% fuente de estrés que pueda aumentar
orina Solo recomendado en el relajado. 8-40 % HAC: respuesta normal. la producción de cortisol.
perro.
Prueba combinada de Diferenciar origen Dexametasona/IV: Cortisol basal: Respuesta normal ACTH sin supresión 93% 73%
supresión con (hipófisis o adrenal). 0.1 mg/dl y. 0.5-4 ug/dl con dexametasona HAC
dexametasona y Respuesta exagerada a la ACTH +
estimulación con a) 0 y 4 horas post- 4 h post-dex: supresión con dexametasona HAC-
ACTH administración recoger < 1-1.4 ug/dl HD
muestras. Respuesta exagerada ACTH sin
b) 4 h post- administrar 1 h post ACTH: supresión con dexametasona HAC
2.2UI/Kg ACTH sintética 8-20 ug/dl
c) Recoger una muestra
de suero 1 hora post
estimulación.
INTRODUCCIÓN A LA CITOLOGÍA
Las ventajas de la citología son numerosas: es una técnica simple de realizar que
requiere un equipo mínimo y de bajo coste, permite obtener resultados rápidos,
muchas veces puede obtenerse muestras sin necesidad de anestesia o sedación del
animal, es poco invasiva (aunque no se puede descartar el riesgo de diseminar una
neoplasia o infección en el tracto de aspiración). Las limitaciones de la citología
deriva de que muchas veces el resultado o diagnóstico se obtiene de un número
muy pequeño de células, no muestra la arquitectura del tejido, algunas masas
exfolian muy pocas células, si se trata de una neoplasia no informa de los
márgenes.
La aspiración con aguja fina (AAF) constituye la técnica más habitual para obtener
citologías, el objetivo es que el material que obtengamos no pase del cono de la
aguja. Con masas sólidas o ganglios linfáticos a veces es suficiente con solo
redirigir la aguja en varias direcciones sin aplicar presión negativa con la jeringa,
hay que recordarse de liberar la presión negativa antes de extraer la aguja de la
masa. A continuación se realiza la extensión y a su tinción. En la mayoría de los
casos las tinciones rápidas de Diff-Quick son suficientes, aunque, a veces, algunas
características celulares como los gránulos de los mastocitomas no se tiñen.
*Evaluación del potencial maligno. Normalmente, encontrar >3 criterios nucleares de malignidad
en muchas células indica malignidad; hallar de 1-3 criterios nucleares de malignidad en algunas,
indica malignidad o neoplasia benigna o hiperplasia con displasia; y encontrar < 1 criterio nuclear
de malignidad sugiere neoplasia benigna o hiperplasia pero no descarta malignidad.
Criterios de malignidad
Criterio Descripción
Criterios generales
Anisocitosis y macrocitosis Variación en el tamaño celular con algunas células 1.5 veces más
grandes de lo normal
Hipercelularidad Incremento en la exfoliación celular debido a un decremento en la
adherencia celular
Pleomorfismo(excepto en Tamaño y forma variables en células del mismo tipo
Tejido linfoide)
Criterios nucleares
Macrocitosis Tamaño nuclear incrementado. Las células con un núcleo superior
a 10 de diámetro sugieren malignidad
Incremento del ratio Las células normales no linfoides suelen tener un N:C de 1:3 a 1:8,
núcleo:citoplasma dependiendo del tejido. Los ratios incrementados (1:2, 1:1, etc.)
(N:C) sugieren malignidad.
Anisocariosis Variación en el tamaño nuclear. Esto es especialmente importante si
el núcleo de las células multinucleadas varía en tamaño.
Multinucleación Múltiples núcleos en una célula. Especialmente importante si los
núcleos varían en tamaño.
Incremento en imágenes Las mitosis son raras en tejidos normales
mitóticas
Mitosis anormales Alineamiento anormal de cromosomas
Patrón de cromatina El patrón de cromatina es más grueso de lo normal. Puede aparecer
grueso Tipo cuerda o cordón
Deformación nuclear Deformación del núcleo por otro núcleo dentro de la célula o de
M.V. Carlos A. Vergaracélulas
Obandoadyacentes.
VJosep Pastor, Lima-Arequipa, Abril 2003 86