El Caso de Lehman Brothers
El Caso de Lehman Brothers
El Caso de Lehman Brothers
Si lo debió permitir puesto que los bancos anteriores que había salvado podían
derrumbar el sistema financiero mundial, mientras que los acreedores de Lehman
Brothers pudieron ajustarse a las pérdidas previstas, no podían poner más dinero
público en riesgo debido a que había invertido miles de millones para evitar la caída
de Mae y Freddie Mac mismas que no podían dejar que quebraran puesto que
habían sido creadas por el congreso aunque fueran administradas de forma privada
y Lehman Brothers no tenía el mismo peso económico y de presentarse algún
inconveniente con otra entidad con mayor fuerza que necesitara alguna inversión
debía contarse con los fondos necesarios.
Si bien la mala conducción de las autoridades de la política monetaria es la causa
última de la crisis, también se puede afirmar que ésta es una crisis de complacencia
en la que muchos se dejaron arrastrar por la firme pero errónea creencia de que
todo iba a ir siempre a mejor. Así, nos olvidamos de que para que la economía
funcione es necesario que el Estado, tal y como defendían los liberales clásicos,
cumpla adecuadamente con sus funciones de asegurar las reglas del juego, definir
los derechos de propiedad y regular el sistema de una manera eficiente.
Esto nos lleva a indicar y asegurar que la responsabilidad de la crisis ha de recaer
sobre las empresas financieras, de modo que la restitución de los daños sea
soportada por éstas en lugar de por los contribuyentes. Para ello se precisaba
desechar la idea de instituciones “demasiado grandes para dejarlas caer” (too big
to fail) y permitir que los bancos quiebren; ello evitaría la asunción de excesivos
riesgos por los responsables de las mismas.