Resumen Lectura
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RESUMEN
Los niños aprenden desde muy pequeños a “leer” signos y símbolos que van adquiriendo cierta
significación, como: logos comerciales, señales de tránsito, símbolos convencionales y otros. Estas son
primeras experiencias de lectura, sin embargo, el aprendizaje sistemático requiere del desarrollo previo
de diversas habilidades que deben conjugarse.
El aprendizaje de la lecto-escritura es un proceso de carácter complejo ya que su dominio no se agota en la
tarea mecánica de codificación y decodificación, tal como ya se ha señalado. El proceso requiere que el
niño haya alcanzado determinados niveles de maduración con respecto a tres factores que intervienen,
estos son: desarrollo de la psicomotricidad, de la función simbólica y de la afectividad
¿Cómo podemos saber si los niños ya se encuentran listos para el nuevo proceso de la lecto
escritura? Pues, Si bien existen algunos cuestionarios o tests que evalúan los niveles de maduración o
disposición de los niños, lo más frecuente, en la práctica cotidiana, es que los educadores empleen
procedimientos basados en sus propias observaciones. Lo importante es construir instrumentos y llevar un
registro real y preciso sobre el desempeño de los niños en las áreas que comprende el programa de
aprestamiento. También La educación inicial potencia y desarrolla muchas habilidades de los niños
preparándolos para la escolaridad, entre ellas las relacionadas con la lecto-escritura, a este aspecto de
la formación se le denomina aprestamiento para la lecto-escritura.
Es necesario realizar el aprestamiento, este proceso largo, se desarrolla de manera integral en toda la
educación inicial, debe retomarse de manera específica y sintética en la primera etapa de primer grado,
antes de iniciar el proceso de aprendizaje de lecto-escritura.
El método más utilizado para el logro de a lecto-escritura es, el método es globalizado, lo que quiere
decir que no trabajamos con letras ni sílabas aisladas. Tal como lo venimos diciendo, el lenguaje es una
herramienta de comunicación y su aprendizaje se hace más fácil cuando se valora su necesidad. Los
niños quieren aprender a escribir porque quieren “comunicar” mensajes, quieren saber cómo se escribe
su nombre, el de sus amigos, quieren “decir” cosas por escrito. Aprender letras sueltas no satisface esta
necesidad, lo mismo pasa con las sílabas y las familias silábicas que se usan en el método tradicional.
Si queremos que aprendan a leer y escribir, para que puedan comunicarse a través del lenguaje
escrito, tenemos que enseñar a partir de mensajes con sentido.
Debemos tener en cuenta que, las condiciones relacionadas con el niño y su madurez han sido ya
tratadas, pero en el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura intervienen otras que pueden resultar tan
importantes como éstas: el docente, el clima educativo, los materiales y hasta la familia. El educador
debe mostrar mucha paciencia para lograr los objetivos que se propone, esto significa comprender que el
proceso toma su tiempo y que no debe sentirse presionado por los padres, los niños o el cumplimiento
del programa. Lo importante es estar atento a los progresos y dificultades de los niños, sin apurar
el proceso ni abandonar sus expectativas. Es necesario estar atento a las diferencias individuales
de los alumnos y dar una atención personalizada a todos. El docente debe hacer seguimiento uno
por uno, para resolver sus inquietudes y dificultades también para estimularlos y alentarlos a continuar.
Sabemos que, no todos los niños aprenden al mismo ritmo, esto dependerá de la maduración de
cada cual. El trabajo del profesor de primer grado es arduo porque tiene que ser diferenciado,
respetando las diferencias individuales de los niños. Si somos pacientes y prudentes con el aprendizaje de
las primeras letras las siguientes tomarán menor tiempo, no debemos apresurarnos en cumplir con todo el
alfabeto en poco tiempo. Las letras deben aprenderse una por una y, para cada una de ellas, debe tomarse
el tiempo que sea necesario. Debemos respetar las diferencias individuales del aprendizaje de la
lecto-escritura.
Una nota muy importante es saber que los niños zurdos no tienen ninguna limitación para aprender
con la misma rapidez y eficiencia la lecto-escritura. Ser zurdo no es un defecto y esto es algo que deben
internalizar profesores, padres y alumnos. Lo primero será respetar su lateralidad, es decir, que no se
le debe obligar a trabajar con la mano derecha; como también se debe buscar su comodidad. De igual
manera ocurre con los ambidextros.
Tenemos que saber que, el proceso de aprendizaje se habrá completado en el momento en que los
niños sean capaces de escribir ideas sin apoyo visual ni auditivo, cuando puedan producir textos
originales, expresando por escrito sus ideas, sentimientos, experiencias y conocimientos; usando
sus palabras, con espontaneidad y seguridad.
Al momento de evaluar, se debe considerar la propuesta Formativa, porque lo que le interesa al
maestro, en el proceso de evaluación, es registrar datos que le ayuden a acompañar el proceso de
aprendizaje. También la propuesta Interpretativa, porque lo más importante no son las calificaciones
sino lo que ellas significan, no es tan importante saber cuántos han aprobado o desaprobado una prueba,
qué «nota» tiene cada uno, sino lo que esa «nota» representa. Así como la propuesta Criterial, porque no
deja la interpretación a su albedrío, lo cual la haría una evaluación subjetiva. Se guía de criterios e
indicadores para juzgar los resultados. Los criterios, como se señala en nuestra Propuesta Pedagógica,
son las habilidades que se pretenden conseguir y los indicadores se construyen sobre la base de desempeños
más específicos de esa habilidad.
Se recomienda hacer saber a los niños que deben conocer la mayúscula simultáneamente con la minúscula para
aplicar este conocimiento en la lectura, también deben saber que se usa la mayúscula para indicar que se
trata del inicio de un mensaje o porque la palabra es el nombre de una persona (al principio estos dos
conceptos son los únicos necesarios, ya que son situaciones que de hecho se darán en la producción
de sus textos). En la escritura se empieza con el aprendizaje y práctica de la minúscula, para seguir
inmediatamente después con la mayúscula, antes de pasar a otras grafías. Así como también, El
niño debe aprender a escribir en letra ligada o cursiva pero, al iniciarse en cada grafía, debe conocer
diversos modos como se puede escribir, para que los pueda identificar en la lectura de textos impresos. Se les
da a conocer diversas formas, principalmente: mayúscula y minúscula, en letra ligada, en letra script y en
imprenta, ya que son las más usadas. Las debe identificar y reconocer al leer pero, al escribir, debe usar sólo
la letra ligada; la transición a otros modelos de letra puede darse mucho más adelante, cuando la ligada
ya está suficientemente consolidada. Es conveniente elegir un modelo de letra ligada para enseñar
los trazos que deben seguir. Este modelo debe ser simple y claro. El trazo de todas las grafías debe
permitir el enlace, es decir, que empiezan y terminan con la “colita” que ayuda a unirse unas con
otras. Es bueno copiar textos y hacer dictados. También se debe corregir la ortografía.
Es importante saber que se aprende a escribir con lápiz negro blando, ya que es más fácil controlar
su deslizamiento en el papel. La tinta se “corre” o “resbala” más suavemente, lo que no es bueno cuando
se está tratando de adquirir dominio sobre los trazos. Así también, La regla es una herramienta
indispensable para lograr escritos con buena presentación. Es necesario enseñar cómo se emplea en el
trazo de márgenes, subrayado, elaboración de cuadros y de figuras geométricas. Y es conveniente
usar el borrador, será una herramienta para lograr la calidad de sus productos, por lo tanto, debe aprender
a usarlo; sin embargo, debe evitarse su abuso y fomentar una calidad basada en la producción acertada,
que se consigue del hecho de pensar antes de escribir.