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LAS ESTADÍSTICAS APLICADAS A LA EDUCACIÓN

Introducción

En este primer capítulo del estudio de la Estadística, pretendemos realizar una primera
aproximación a lo que es la Estadística como ciencia y, sobre todo, al importante papel que
desempeña en el campo de la investigación en educación, pues nos sirve de apoyo y ayuda para
abordar el estudio de diferentes problemas que pueden contribuir a la mejora de la educación y
de la sociedad.
Son muchas las razones que justificarían la presencia de la Estadística en los estudios
pedagógicos, desde saber interpretar algunas publicaciones científicas hasta poder llegar a diseñar
y desarrollar propuestas de trabajo en el campo educativo. Siguiendo las directrices de algunos
autores, que se han ocupado del tema, como Welkowitz, Van Dalen y Meyer, Ferguson, Kerlinger,
Fox, etc.; estas razones se pueden agrupar en los siguientes campos:
— Comprender los trabajos que se publican en revistas científicas, libros, informes, etc.; tanto
si son recogidos en papel como a través de las nuevas tecnologías de la información y
comunicación. Sin tener unos conocimientos mínimos será difícil llegar a entender muchos
de los trabajos publicados en el campo educativo.
— Entender los procesos implicados en la investigación educativa que hacen posible la
inferencia desde la muestra a la población y conocer las garantías que nos ofrecen estas
decisiones, pues desde estos trabajos se recoge una gran información que ayudará en la
elaboración de conclusiones y permitirá realizar predicciones de cara al futuro.
— Facilitar el propio desarrollo de la investigación socio-educativa. Ello exige que los futuros
graduados han de llevar a cabo trabajos empíricos en su campo de trabajo profesional, algo
que será difícil de abordar si no se tiene un conocimiento básico de la Estadística. No se
trata por tanto de formar profesionales o expertos en este campo de estudio, sino de
capacitarles para entender y aplicar esos conocimientos en la propia actividad profesional.

En resumen, entendemos que es preciso poder leer y comprender las publicaciones cien- tíficas,
así como diseñar y desarrollar estudios empíricos en el campo pedagógico y entender las
directrices que guían el método científico como medio de formación intelectual. Estamos ante tres
argumentos sólidos que apoyan el estudio de una materia de estas características en la formación
de los futuros graduados en el campo pedagógico y social.

Concepto y funciones de la Estadística

Al término Estadística se le asignan diversas acepciones por parte de las personas vinculadas al
campo socioeducativo; así se puede entender como una serie de conjuntos de números, como
método de trabajo propio del campo empírico, como a la forma de resolver problemas educativos,
e incluso, a considerarla como una ciencia.
Entendida como conjunto de datos numéricos propia de los censos de personas que se ubican
en un determinado espacio físico, podemos reseñar las estadísticas sobre los niveles de
escolarización obligatoria, sobre el acceso a los estudios superiores de los inmigrantes, etc. Desde
el otro extremo, al considerarla como ciencia, dirige su atención al estudio de los fenómenos
aleatorios, con este enfoque se ha conseguido avanzar en el desarrollo de métodos, técnicas y
modelos que nos ayudan en la resolución de problemas pedagógicos y, sobre todo, a la toma de
decisiones. La Estadística actúa como una disciplina puente entre los modelos matemáticos y los
fenómenos reales, que, además, proporciona una metodología para evaluar las discrepancias
entre la realidad y la teoría.
Entre los autores que han definido la Estadística, quizá una de las más completas y comprensibles
nos la ofrece Kerlinger (1985) cuando la define como:

«La teoría y el método de analizar datos cuantitativos obtenidos de muestras de


observaciones, para estudiar y comparar fuentes de variancia de fenómenos, ayudar a
tomar decisiones sobre aceptar o rechazar relaciones hipotéticas entre los fenómenos y
ayudar a hacer inferencias fidedignas de observaciones empíricas» (p. 192).

Para Vélez y otros (2006):

«la Estadística es la ciencia que estudia, mediante métodos cuantitativos, las poblaciones
que se obtienen como síntesis de la observación de unidades estadísticas» (p. 8).

Por lo tanto, cumple un importante papel instrumental de apoyo a la investigación socioeducativa:


nos permite comprender las posibilidades y limitaciones de los trabajos empíricos y desarrollar un
pensamiento crítico y antidogmático en el estudio de la realidad.
McMillan y Schumacher (2005) señalan que las funciones que puede desempeñar la Estadística
para los pedagogos, educadores sociales o maestros, se pueden concretar en los siguientes puntos:
— Entender y criticar artículos profesionales.
— Mejorar la evaluación del aprendizaje de los estudiantes.
— Dirigir, incluso a modo de iniciación e informal, trabajos sencillos de investigación, para ir
profundizando a medida que se avanza en los estudios de los grados.
— Entender las propuestas de evaluación de programas socioeducativos, del profesora- do y
de las instituciones educativas y sociales.
— Ayudar en la preparación ciudadana y como consumidor de productos, tomando
decisiones bien fundamentadas en datos o argumentos cuantitativos.
— Mejorar la profesión socioeducativa, pues proporciona habilidades de comunicación,
debate, discusión de investigaciones que tengan implicaciones para la práctica social y
educativa.
Así pues, la Estadística puede aportar una primera aproximación al campo de estudio a partir
de los datos que facilita al investigador, con posterioridad se pueden aplicar los principios
derivados de la Estadística, entendida como ciencia, para la resolución de problemas o para la toma
de decisiones. Por ejemplo, puede realizarse una recopilación de datos sociodemográficos de una
determinada zona residencial, para prever la construcción de escuelas infantiles a corto plazo. Esta
información puede ser útil para las autoridades administrativas. También nos puede facilitar datos
sobre la puesta en marcha de un programa de intervención educativa frente a otro que se venía
utilizando con anterioridad en los mismos sujetos, es decir, nos permitirá detectar si las diferencias
en los resultados académicos son motivadas por el programa o se pueden explicar por efecto
del azar.
Downie y Heath (1983) señalan que los profesionales de la pedagogía, sociología, psicología,
en sus trabajos de estudio e investigación, suelen disponer de muchos y variados datos que
necesitan ser analizados e interpretados, algo que no sería posible sin un conocimiento de la
Estadística, así podemos señalar que nos ofrece las siguientes posibilidades:
— Permite calcular las medias aritméticas de los grupos, para comparar niveles de do- minio
de las variables.
— Establece el grado de dispersión o variabilidad de las observaciones y datos.
— Representa gráficamente, mediante tablas y figuras, los grupos o los sujetos individuales.
— Ayuda en la transformación de datos para compararlos (centiles, puntuaciones típicas).
— Establece relaciones entre variables y calcula el grado de relación entre las mismas.
— Facilita el cálculo de la fiabilidad y la validez de los instrumentos de recogida de datos y de
medida.
— Recurre a diversas mediciones o combinación de variables para predecir el
comportamiento futuro.
— Permite extrapolar los resultados de muestras representativas a grupos más amplios
(poblaciones).
— Compara las actuaciones de dos o más grupos y establece la existencia o no de diferencias
significativas, lo que permite comprobar qué procedimiento de trabajo ofrece mejores
resultados.

De forma sintética, las principales funciones de la Estadística se pueden agrupar en torno a tres
grandes apartados:
a) Facilitar el manejo de datos amplios y dispersos: se trata de una función eminente- mente
simplificadora y descriptiva, pues se pretenden reducir a índices o estadísticos (media,
mediana, desviación típica, correlación) las características que identifican a un conjunto
de datos. Así se procede a la ordenación, la categorización, posición, variabilidad, simetría
y asimetría, representaciones gráficas y estudios de relaciones entre variables.
b) Inferir desde la muestra a la población: este proceso consiste en el análisis que sigue el
investigador para extrapolar los resultados obtenidos en las muestras a las poblaciones
de las que se extrajeron. Estamos hablando de la generalización de los resultados de
muestras, cuando éstas cumplen los requisitos de suficiencia y representatividad. Es decir,
desde los estadísticos (proceden de muestras) se pueden estimar los parámetros
(medidas de población).
c) Ayudar en la toma de decisiones: tanto desde los meros análisis descriptivos de grupos
como el análisis de los valores críticos que ponen de relieve la existencia de diferencias
significativas entre los grupos de tratamiento. En ambos supuestos se trata de incorporar
cambios en las actuaciones educativas que redunden en mejoras de las formas de
actuación en el campo socioeducativo.
Tipos de Estadística

Teniendo en cuenta las funciones y cometidos de la Estadística parece desprenderse que nos
encontramos ante dos tipos diferenciados de la misma. Ahora bien, debemos ser conscientes que
su presencia no nos asegura la calidad de la investigación, pero sí se acepta como lenguaje
universal, aunque su significado se deriva del propio diseño de la investigación.
En el ámbito de la Estadística entendida como método de aplicación de los principios científicos
para la resolución de problemas socioeducativos y la toma de decisiones, podemos identificar dos
grandes tipos, según las tareas a las que debe enfrentarse, la descriptiva y la inferencial.

Estadística descriptiva

A esta modalidad de Estadística se le asocian los procesos de análisis que se llevan a cabo con los
datos empíricos recogidos en las muestras, en líneas generales este proceso concluye con la
obtención de unos valores numéricos que reciben la denominación de estadísticos, cada uno de
ellos pone de relieve una característica representativa del grupo de sujetos que se analiza. En
realidad, transforma un conjunto de números u observaciones en índices que sirven para describir
o caracterizar esos datos dentro de los grupos de sujetos.
La podemos considerar como una parte de la Estadística que se ocupa del estudio de los
métodos y técnicas necesarios para la descripción gráfica y numérica de los conjuntos de datos
numerosos. Ello nos ofrece una visión global del grupo de sujetos que es objeto de estudio.
Esta propuesta tiene limitaciones en la interpretación de los estadísticos, pues en muchas
ocasiones nos debemos centrar en una comparación entre el valor de la muestra y otros que
procedan de muestras similares, por lo que no aporta suficientes argumentos científicos al
investigador en la toma de decisiones sobre los grupos.

Por lo tanto, podemos afirmar que la Estadística descriptiva es aquella parte de la Esta- dística que
utiliza estadísticos procedentes de muestras o de poblaciones con una finalidad eminentemente
descriptiva o informativa de las mismas. Así pues, realiza una tarea de síntesis y descripción de las
características de uno o más conjuntos de datos, lo que refleja su propia naturaleza. El uso de la
misma es la forma más adecuada para resumir los datos y resulta indispensable para interpretar
los resultados de los trabajos empíricos.
En esta línea de análisis sobre la Estadística descriptiva, Fox (1981) señala cinco funciones
principales:
— Conocer los estadísticos o características esenciales de un conjunto de datos.
— Interpretar lo que nos dicen los estadísticos muestrales sobre los parámetros o medidas de
población de la que se extrajo la muestra.
— Conocer la existencia, el sentido y la magnitud de la relación entre dos variables.
— Explorar las relaciones, manifiestas o no, en la estructura que define la relación de más de
dos variables.
— Utilizar los estadísticos procedentes de muestras para conocer las tendencias en el
comportamiento de nuevos grupos de sujetos.
Según la naturaleza o características de las muestras y los datos se puede diferenciar entre: la
Estadística descriptiva univariada, que cubre la más simple de las funciones, pues intenta descubrir
y analizar una distribución de datos que provienen de la medición de una variable en una muestra
y la Estadística descriptiva bivariada, que recoge y analiza datos de dos variables, es el campo
propio de las correlaciones. Cuando intervienen más de dos variables se habla de la multivariada.

Estadística inferencial

Pretende avanzar más en el estudio de la realidad socioeducativa, pues le corresponde decidir


sobre aquellas cuestiones no resueltas por la descriptiva; así, trata de extrapolar los resultados que
se han obtenido en muestras a las poblaciones respectivas de las que proceden. En este sentido
podemos afirmar que se ocupa de los métodos estadísticos que nos sirven para realizar inferencias
objetivas sobre los datos disponibles y trasladarlos a grupos más amplios. Es decir, se emplea para
realizar predicciones sobre la similitud de una muestra con la población de la que fue extraída. Por
lo tanto, se ocupa de los métodos que son precisos para establecer conclusiones sobre una
población a partir de una muestra de la misma.

La Estadística inferencial tiene por finalidad la obtención de una serie de conclusiones sobre
algún aspecto o variable presente en una población a partir de las observaciones de
comportamientos en una o varias muestras. Es decir, los valores de la población (parámetros) nos
permiten conocer el fenómeno o hecho socioeducativo en muestras amplias, además de resolver
y fijar las hipótesis, plantear leyes y tomar decisiones con rigor científico, valorando en estos casos
los márgenes de error con los que realizamos nuestras afirmaciones (nivel de confianza).
Hablar de nivel de confianza nos permite abordar un tema crucial, pues hemos de tener en
cuenta que en el marco de la investigación socioeducativa, las decisiones que se toman no se
pueden realizar en términos de certeza, sino de probabilidad, por lo que en esas estimaciones
debemos fijar los márgenes de error en nuestras afirmaciones que suelen ser de 0,05 y 0,01
(en términos de porcentajes, del 5% y del 1% respectivamente); que llevan asociados los
correspondientes niveles de confianza, complementarios a los anteriores, generalmente
expresados en porcentajes: 95% y 99% respectivamente.
La inferencia nos ayuda en la toma de decisiones sobre la aceptación o el rechazo de las
relaciones previstas en la hipótesis (posible solución del problema), aunque estas decisiones suelen
matizarse con la fijación del margen de error. En cualquier caso, debemos ser prudentes en el
momento de llevar a la práctica los cambios o modificaciones que propugnaban las hipótesis, pues
en el campo educativo se presentan otros factores o condiciones no suficientemente planificadas
que pueden distorsionar los resultados finales.

Entendemos que son dos los grandes campos que forman la Estadística inferencial: la
estimación de parámetros y el contraste de hipótesis. La estimación se puede llevar a cabo
mediante la elección de un solo valor de la muestra que se transforma en parámetro (estimación
puntual) o a través de unos límites entre los cuales se espera se encuentre el verdadero valor del
parámetro (estimación por intervalos), en este caso debemos ser conscientes de que esos límites
vienen influenciados por los errores aleatorios y los sistemáticos.
El contraste de hipótesis consiste en probar mediante datos empíricos las hipótesis que se
plantean en el proceso de investigación, de tal forma que son los datos los que deben ofrecer una
respuesta a los planteamientos iniciales del investigador y no al revés, pues se violaría el sentido
de la ciencia. Como decía Kerlinger, demos oportunidad a los datos de mostrar que los cambios
en los comportamientos son achacables a las tesis iniciales.

El papel de la Estadística en el proceso de investigación

Después de analizar los aspectos conceptuales y funcionales de la Estadística, entendida como


ciencia instrumental de apoyo a la investigación, es el momento de abordar el papel que
desempeña en el proceso de investigación empírica y, de forma más detallada, en cada una de las
principales fases de ese proceso. Desde este punto de vista nos interesa destacar aquellas
funciones que se relacionan de forma más directa con este proceso, ello no quiere decir que
descartemos los demás usos. En este sentido, la Estadística descriptiva aporta información que
puede servir de base para trabajos posteriores y análisis más complejos que entran en el cometido
de la Estadística inferencial.
Así, los datos recogidos deben responder a unas hipótesis u objetivos previamente planteados,
pues las tablas y gráficos no significan nada en sí mismas, si no existen garantías de su
representatividad, del control de variables que es preciso tener en cuenta y la elección de los
instrumentos más adecuados. Por ello, en las páginas que siguen queremos poner de relieve el
papel de la Estadística en cada una de las fases del proceso (que se verá con más detalle en el
siguiente capítulo), pues así quedarán delimitadas las posibilidades y limitaciones de cada una de
las propuestas de estudio en el campo socioeducativo. Hemos de señalar que en alguna de las fases
va a estar presente de forma explícita, mientras en otras ofrecerá pautas para entender y
desarrollar esos apartados.

En el problema de investigación

El punto de arranque de toda propuesta de investigación se ubica en la identificación y selección


del problema, en estos momentos debe estar presente la Estadística, no como cálculo de
estadísticos, sino como garantía para poder establecer relaciones entre las características que se
analizan; ello se lleva a cabo mediante diversos modelos estadísticos, desde ellos buscamos si
existe alguno que permita la resolución del problema o bien, si se pudieran aplicar varios,
seleccionar aquél que es más adecuado en función de unos criterios fijados.
Así, cuando procedemos a analizar el problema y sus características identificativas se pondrán
de manifiesto las variables que intervienen en esos procesos, cómo actúan en el contexto de la
investigación, qué datos de la variable dependiente necesitan ser recogidos, qué calidad tiene la
información, qué pruebas estadísticas es preciso aplicar, en suma se trata de identificar si existe
un modelo estadístico capaz de ofrecer una respuesta adecuada a ese problema.
Si el investigador no contempla estas sugerencias se puede encontrar más adelante con un
camino sin salida, donde no puede avanzar más y, en ocasiones, se puede ver obligado a abandonar
el trabajo. A veces se sigue adelante, pero a riesgo de alcanzar unos resultados que no pueden
ser considerados válidos, por su incoherencia entre el problema y el modelo estadístico generado
para su resolución.
En síntesis podemos afirmar que es la Estadística la que nos permitirá afirmar que el problema
cumple una condición inexcusable en su formulación que sea resoluble, es decir, que con los datos
que se puedan recoger en un futuro sea posible alcanzar las respuestas esperadas.

En la formulación de hipótesis y objetivos

Cuando el investigador formula su hipótesis o enumera sus objetivos se le exige que las hipótesis
sean contrastables y los objetivos comprobables. Ello será posible si disponemos de una serie de
instrumentos de recogida de datos que nos ofrezcan una información nítida y detallada sobre ese
problema que nos ocupa y cuya solución se adelanta en la hipótesis.
Referido al tipo de hipótesis nos permite conocer qué estadísticos deben ser calculados, qué
análisis son necesarios en ese problema. También nos ayuda a determinar si la hipótesis que se
plantea ha de ser unilateral o bilateral, es decir, el sentido de la hipótesis de investigación. Además
nos ofrece argumentos para seleccionar la modalidad de análisis estadístico que es el más
adecuado para la validación o comprobación empírica de esa hipótesis.

En el supuesto de las hipótesis planteadas sobre la existencia o no de diferencias entre los


grupos, es preciso recurrir a las pruebas estadísticas de contraste que nos permitan decidir sobre
la significación estadística o no de esas diferencias; pueden referirse a las medias, las varianzas, los
porcentajes, las relaciones, etc. Esta elección viene condicionada por los conocimientos que sobre
el tema de estudio posee el investigador; así en la gran mayoría de los casos nos decantamos por
plantear hipótesis bilaterales (existirán diferencias entre los grupos); mientras que cuando
existen otros trabajos debidamente contrastados, o bien que responden a teorías previas se
pueden formular hipótesis unilaterales (se decantan por una de las opciones). Una elección u otra
de la hipótesis van a tener repercusiones en la búsqueda de los valores teóricos o críticos de
distribución del correspondiente estadístico. Con ello buscamos la existencia de diferencias
significativas y no meramente aleatorias.
Si la hipótesis se decanta por establecer el valor predictivo de una prueba sobre otra, nos
estamos refiriendo a los valores que alcanzará la correlación, medidos en tiempos diferentes
(validez predictiva). Desde esta formulación será preciso determinar la función predictiva del
coeficiente que se traslada a las correspondientes fórmulas derivadas de la regresión. Se trata de
ofrecer el peso relativo de las variables independientes sobre la dependiente median- te las
ecuaciones de regresión lineal.
En el control de variables extrañas

En la investigación de naturaleza cuantitativa, uno de los elementos clave consiste en alcanzar un


buen control como medio que nos permita asegurar la validez de los resultados alcanzados. Se
trata de llegar hasta donde sea posible, respetando al objeto de estudio (la persona), para evitar
la contaminación de los resultados. Debemos partir de la base que este control no será
equiparable al que se puede lograr en el ámbito de las ciencias físico-natura- les y, en general, en
las ciencias experimentales, pues las condiciones a que se someten pueden ser muy estrictas y
rígidas; en cambio, en el marco de la investigación socioeducativa el sujeto de estudio es la
persona, lo que lleva consigo connotaciones morales o éticas, ello limita el grado de control.
Entre las diversas formas de control que tenemos en la investigación en educación hay algunas
que apenas guardan relación con la Estadística (trabajar solamente con sujetos de un solo sexo,
elegir un diseño determinado); pero hay otras de naturaleza estadística como pueden ser el tomar
unos determinados valores en la variable independiente, formar parejas o bloques de sujetos que
puntúan de forma similar en una prueba previa. En estos supuestos la Estadística nos aporta los
análisis pertinentes para la selección de sujetos en función de esas características de control.

En síntesis garantizar el control en los procesos de investigación empírica supone que se aíslan
o minimizan los efectos de las covariaciones y la influencia de las variables extrañas que pudieran
llegar a ofrecer explicaciones alternativas a las buscadas por el investigador. El hecho de poder
cuantificar estos pesos relativos nos permitirá realizar afirmaciones con la suficiente validez y rigor
en el campo socioeducativo.

En la definición de las variables

En el caso de la investigación empírico-experimental, en el que la hipótesis establece una relación


de dependencia o de causalidad entre las variables, de tal forma que el investigador cuando
formula sus hipótesis u objetivos está indicando la relación entre aquellas variables sobre las que
interviene y modifica y aquella o aquellas que recogerán los efectos de esa intervención. Así
podemos establecer que la motivación que reciben los estudiantes influirá de forma positiva sobre
el rendimiento alcanzado en una determinada asignatura. En este caso, la variable independiente
(Vi) será la motivación y la variable dependiente (VD) el rendimiento obtenido después de la
intervención.

En la investigación socioeducativa la Estadística se manifiesta en la medición de las variables


que intervienen en el proceso. Esta tarea requiere la utilización de instrumentos que sean fiables
y válidos, de tal forma que nos proporcionen datos de calidad para tomar decisiones. Para
determinar la fiabilidad y la validez de los instrumentos de recogida de datos y de medida es
preciso recurrir a la Estadística, que mediante las oportunas fórmulas nos garantiza la medida
precisa de esas variables. Además, nos ayudará también a definir de forma operativa las variables
independientes, lo que quiere decir que nos indicará la forma en que se debe proceder a su
medida y valoración.

Recordemos que, en ocasiones, las variables son constructos que no admiten una medida
directa, por lo que es preciso definir conductas operativas y medibles que nos indiquen el valor
real de las mismas en el contexto de la investigación socioeducativa. Esta operación se conoce
como la definición operativa de las variables y en ella la Estadística desempeña un cometido
fundamental.

En el proceso de medida de las variables debemos ser conscientes que cuando estamos
obteniendo un determinado valor para la variable en cuestión, éste puede venir influenciado por
los errores asociados al acto de medir la variable y a la estimación indirecta que se realiza en no
pocas ocasiones. Dado que no podemos hablar en términos de certeza, es conveniente reflejar en
los trabajos empíricos que los datos obtenidos de la medida de la variable pueden estar sujetos a
variaciones provocadas por múltiples factores y que, en determinados supuestos, puede tener
unas repercusiones sobre la investigación y las aplicaciones de los resultados a la práctica real.

En el contraste de hipótesis o comprobación de objetivos

El contraste de hipótesis o la comprobación de objetivos es uno de los momentos importantes del


proceso de investigación, donde se pone de manifiesto de forma explícita la utilización de la
Estadística. Si en las fases anteriores actuaba de forma latente o de apoyo al proceso, en esta
fase nos ayuda a resolver y analizar los datos recogidos en la investigación.
Para realizar la operación de comprobación empírica de las hipótesis, debemos recurrir a las
pertinentes pruebas estadísticas cuya utilización dependerá de la calidad de los datos recogidos en
la investigación. Aunque en capítulos posteriores se analizará con más detalle estas cuestiones, sí
conviene tener en cuenta que los modelos estadísticos generados por los datos serán sometidos
a prueba mediante los estadísticos más adecuados a esas características.
Alcanzar una solución para el problema formulado inicialmente es una tarea inalcanzable en la
investigación socioeducativa sin recurrir a la Estadística, entendida como ciencia instrumental de
apoyo a los procesos de comprobación empírica, que nos ofrece una amplia gama de pruebas
estadísticas, cuya selección queda en manos del investigador, si bien, debe basarse en el rigor y la
veracidad de los datos, pues no todas las pruebas sirven para todos los cometidos, aunque el uso
de la informática y los paquetes estadísticos de análisis de datos nos puedan ofrecer salidas, que
no contemplan estas peculiaridades y cualidades de los datos.

En síntesis, nos encontramos ante una fase eminentemente estadística, pero ello no quiere
decir que las aportaciones en otras partes no sean tenidas en cuenta o sean de poca entidad, pues
los procesos lógicos y los estadísticos están íntimamente ligados y mutuamente condicionados en
el campo de la investigación socioeducativa. La utilización de una prueba u otra debe quedar en
manos del investigador, no del informático, éste nos puede ayudar y facilitar las herramientas de
cálculo, mientras que los investigadores debemos conocer estas pruebas y, sobre todo, ser
capaces de interpretar las salidas del ordenador.
En la decisión estadística

La fase anterior concluye con la obtención del denominado valor empírico del estadístico
correspondiente, que será diferente según la prueba estadística que se haya seleccionado («t»,
«z», «F», «U», «T», «H», etc.), y que ha de ser interpretado, de tal forma que el investigador pueda
concluir que las diferencias entre los grupos son diferencias reales y no mera- mente aleatorias, o
sea que esas diferencias no son explicables por efecto del azar.
Esa interpretación consiste en decidir si la hipótesis de nulidad (H0) se rechaza y, por
consiguiente, se acepta la hipótesis alternativa o hipótesis del investigador (H1); esta decisión se
hace fijando unos niveles de confianza o unos márgenes de error. Recordemos que la investigación
no puede realizar afirmaciones en términos de certeza. En esta última fase del proceso de
investigación la Estadística, se pone de manifiesto al ofrecernos los valores teóricos o críticos de
distribución de cada uno de los estadísticos y que vienen recogidos en tablas o bien se determinan
mediante el empleo de una serie de ecuaciones. La cuantía de los estadísticos depende de muchos
factores, como los tamaños de las muestras que se han utilizado, el número de grupos, los grados
de libertad, el nivel de confianza, el margen de error, etc. Estas condiciones particulares asociadas
a las pruebas estadísticas se recogen de forma más explícita en los capítulos finales de esta obra.

La regla general asociada al contraste de hipótesis y la decisión estadística nos dice que: cuando
el valor empírico del estadístico es mayor que el valor teórico o crítico se rechaza H 0, ello supone
aceptar que las diferencias encontradas son estadísticamente significativas. Naturalmente, esta
regla general tiene sus excepciones que se irán analizando en sucesivos capítulos. En este
momento debemos entender que esta fase es fundamental en el desarrollo de la investigación
pedagógica empírica en el campo socioeducativo, pues nos permite garantizar que los cambios
producidos por la intervención del investigador sobre la variable independiente (VI) ha producido
sus frutos y podrá ser recomendada en el futuro en contextos o situaciones similares a la estudiada.

La Estadística y su relación con las Ciencias Sociales


El desarrollo de las Ciencias Sociales en las últimas décadas no se puede entender sin el
importante papel que ha desempeñado la Estadística en esta tarea. Así su origen se encuentra
unido al interés de los investigadores y científicos por cuantificar los diferentes aspectos sociales
de los grupos o comunidades. En este punto queremos poner de relieve los diferentes ámbitos de
las Ciencias Sociales en que actúa y aporta sus conocimientos la Esta- dística.

a) Educación: en páginas anteriores hemos puesto de manifiesto las vinculaciones estrechas


que existen entre la Estadística y la investigación pedagógica empírica. Ello contribuye al
estudio de esta temática en materias como los métodos de investigación en educación,
los diseños de investigación, los problemas de la medida, la evaluación, el diagnóstico y la
orientación, etc.

b) Psicología: los estudios de naturaleza psicológica han contribuido al desarrollo de algunas


técnicas estadísticas como el análisis factorial. El estudio del comportamiento de los
sujetos, las aptitudes, los rasgos de personalidad, los factores de inteligencia, etc., se
basan en la utilización de la Estadística. El estudio se traslada a campos como la Psicología
Experimental, la Psicometría y la Psicología Diferencial.

c) Sociología: el estudio de los fenómenos y las relaciones sociales forman el cometido


principal de la Sociología. Para comprender y valorar el desarrollo de los comportamientos
colectivos, describir instituciones sociales, su organización e interrelaciones, el análisis y
la comparación de las estructuras sociales subyacentes a los grupos, etc., es preciso
recurrir a la Estadística.

d) Economía: su cometido consiste en el manejo de datos numéricos. Para su interpretación


y valoración es preciso emplear los métodos estadísticos. Entre otros se pue- den citar: el
índice de precios al consumo, el análisis de mercados, la estimación de la demanda y las
series temporales. Además muchas de las teorías económicas recurren a modelos
estadísticos para describir los fenómenos económicos. Un campo especial de estudio lo
constituye la Econometría y los Modelos Econométricos.

e) Demografía: se ocupa del estudio de la población, a través de diversos censos, la


distribución por edades o sexo, localización geográfica, profesiones, religión,
nacionalidades, tasas de nacimiento o defunción (crecimiento vegetativo) y movimientos
sociales migratorios. La simple enumeración pone de relieve el importante papel de la
Estadística para perfilar y desarrollar estas tareas.

f) Administración Pública: los estudios de la Administración sobre los censos de habitantes,


su distribución, las fuentes de riqueza, los temas laborales y sectoriales. Todos estos
conocimientos son precisos para abordar una planificación de las actuaciones que son
más necesarias en cada zona, de forma que puedan contribuir al bienestar social. Estas
tareas para que se puedan desarrollar de forma eficaz necesitan del apoyo de la
Estadística.

g) Humanidades: las nuevas metodologías de investigación en la historia, la geografía, la


antropología o la literatura, requieren el concurso de la Estadística, que aporta métodos
más rigurosos y contrastados en los campos de estudio propios de las humanidades.

h) Ciencias Jurídicas: quizá uno de los campos del derecho en que nos encontramos alguna
de las aplicaciones de la Estadística es el de la Criminología, en los estudios de prevención
de delitos. En muchos juicios civiles se precisa el concurso de peritos estadísticos para
testificar y valorar algunos datos de interés para la justicia.

Posibilidades y limitaciones de la Estadística

En las páginas anteriores hemos puesto de relieve el importante papel que ha de desempeñar la
Estadística, como ciencia instrumental de apoyo a la investigación, en el campo social y educativo.
Ello no lleva consigo que servirá para resolver todos los problemas que aquejan al campo de
estudio que nos ocupa. Recordemos que nos permite el manejo de datos y nos facilita su análisis
e interpretación, pero si la calidad de éstos no es la adecuada se puede cuestionar la validez de las
conclusiones. También debemos recordar que la tarea del diseño y elección de pruebas
estadísticas es tarea del educador, pues no todos los análisis son pertinentes en todas las
ocasiones, como pondremos de manifiesto en páginas posteriores.
Así, la Estadística nos ayudará en la decisión de rechazar las hipótesis de nulidad (H0), pero las
garantías que han conducido a este punto deben ser revisadas y controladas, es decir, no
podemos olvidar que sin un buen control sobre las variables extrañas, podemos estar
considerando que los cambios generados son achacables a una variable independiente (VI), cuando
en realidad han sido otros factores o variables no controladas las que han generado los cambios.
Debemos ser conscientes que la elección de las pruebas de contraste va asociada al
cumplimiento de una serie de requisitos por parte del modelo estadístico generado por los datos
de la investigación. Aunque la Estadística no permitiría usar diferentes pruebas esta- dísticas, la
decisión sobre la más adecuada y la que cumple mejor los cometidos del trabajo y respeta los
requisitos del modelo, es del responsable del trabajo. En suma que la Estadística a través de los
paquetes de análisis de datos es ciega y puede emplear diferente procedimientos de cálculo, pero
el investigador es el que debe tomar la decisión en elegir unas y descartar otras, para que los
resultados finales de los trabajos empíricos sean válidos en la toma de decisiones.

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