PSICOGENESIS
PSICOGENESIS
PSICOGENESIS
Va a tratar de explicar cómo las estructuras mentales de un niño recién nacido se van transformando hasta
llegar a las formas del pensamiento adolescente.
Para Piaget el conocimiento no es un estado sino un proceso activo, en el cual tanto el sujeto que conoce
como el objeto a conocer cambian en el proceso de interacción. En esto se diferencia con el empirismo, ya
que éste decía que el conocimiento es un estado pasivo, y que el sujeto incorpora el conocimiento a partir
de la experiencia sensible.
Esta psicología se ocupa del sujeto epistémico, que no se corresponde con el sujeto de la psicología del
niño. En vez de ocuparse de las diferencias individuales se va a ocupar de lo que hay en común en todos
los sujetos que están en el mismo nivel de desarrollo. Es decir, las variabilidades individuales, no interesan
cuando el objetivo es teorizar el desarrollo de ese sujeto epistémico.
El objeto a conocer
Frente a la dispersión de funciones que estudiaba la Psicología elementalista, las imágenes mentales,
percepción, memoria, inferencias, aprendizaje etc., Piaget propone una concepción unificada en un solo
campo: el de la construcción de la inteligencia a partir de las acciones del sujeto sobre el mundo. Su objeto
de estudio va a ser la construcción de las estructuras cognoscitivas.
Utiliza el análisis estructural (que quiere decir unificar lo diverso, sintetizar), que se realiza sobre los datos
que arroja el análisis clínico (que consiste en un interrogatorio que se realiza al niño con el fin de conocer
su sistema intelectual). Y el análisis psicogenético consiste en la reconstrucción del modo de formación de
esos sistemas cognoscitivos.
Esto le permite buscar las relaciones para comprender los sistemas cognoscitivos que utiliza el niño y la
naturaleza de esas relaciones, comprender las justificaciones que el niño da a su accionar, y explicar el
mecanismo por el cual los sistemas se producen unos a partir de otros.
La inteligencia no puede concebirse como una función aislada del conjunto de los procesos intelectuales,
no es una facultad de lo mental, sino que ella debe entenderse a partir de la continuidad de las formas
elementales de adaptación cognoscitivas y las organizaciones superiores del pensamiento.
Cada estructura expresa una forma de equilibrio, ordenándose de manera sucesiva de acuerdo a una ley
de evolución que asegure un equilibrio cada vez más estable en las anteriores. Se realizan intercambios
continuos con el medio. En ellos se producen desequilibrios y el individuo actúa para restablecer el
equilibrio con el medio que en los niveles fisiológicos corresponden a intercambios materiales y en el nivel
psicológico implica una serie de intercambios funcionales que operan a distancias cada vez más lejanas en
tiempo y espacio. En la acción del individuo, la inteligencia se constituye como el instrumento para regular
los intercambios entre el sujeto y el mundo.
Para “actuar sobre el medio”, los movimientos tienen que estar dirigidos hacia el objeto, deben poseer
intencionalidad. Se entiende a la inteligencia como un proceso de adaptación.
Adaptación: equilibrio entre las acciones del organismo sobre el medio y las acciones inversas. Por
lo tanto, este proceso implica dos momentos:
Asimilación: corresponde a las acciones del sujeto sobre el objeto que, al operar sobre él, lo
modifica imprimiéndole cierta forma propia y lo incorpora a sus esquemas de conducta.
El desarrollo cognoscitivo
Existe un orden secuencial según el cual la construcción de las estructuras intelectuales va atravesando
períodos sucesivos, a los que Piaget va a denominar estadios del desarrollo intelectual.
Cada estadio se caracteriza por ser una estructura de conjunto, estas estructuras son integrativas. Se
convierten en parte integrante de las estructuras siguientes y no se sustituyen unas a otras, sino que se
integran a modo de subestructuras conservando sus propiedades.
El conocimiento y los recursos de cada estadio se complejiza, tienen una duración estimada y una sucesión. Son
integradores, las estructuras son flexibles y dinámicas.
Estos 4 factores, son solitarios del desarrollo de la afectividad y motivación. Para Piaget, la afectividad es
la dimensión energética de todo comportamiento, ya que no existe ninguna conducta humana, que no
implique factores afectivos. Inversamente, no existe ningún comportamiento afectivo sin la intervención
de procesos cognoscitivos.
Psicosocial: todo lo que el niño recibe desde afuera, aprende por transmisión familiar, escolar o
educativa.
Espontáneo: psicológico, que es lo que el niño aprende o piensa, aquello que no se le ha enseñado
pero que debe descubrir por sí solo, y esto es lo que toma tiempo.
Conservación
La noción de conservación supone una lógica, un razonamiento que se refiere a las transformaciones. Se
puede aprender, por ejemplo, mostrándole al niño reiteradas veces a través de una balanza que el peso es
el mismo. De esta manera existiría un aprendizaje del resultado, pero este resultado se limita a este caso
en particular, es decir, una cosa es aprender un resultado y otra es formar el instrumento intelectual, una
lógica necesaria para la construcción del resultado.
El tiempo es necesario también en tanto orden de sucesión. Este orden jamás se revierte. Este orden se
debe a que para que el peso que conserve hace falta evidentemente la material. Este orden muestra que
para construir un nuevo instrumento lógico, son necesarios siempre instrumentos lógicos preexistentes, es
decir que la construcción de una nueva noción supondrá siempre subestructuras anteriores. Esto le dará
pie a los estadios.