Embarazo y Diabetes Gestacional
Embarazo y Diabetes Gestacional
Embarazo y Diabetes Gestacional
Cómo se diagnostica
Es necesario descartar diabetes gestacional en el primer trimestre de embarazo en mujeres
con factores de riesgo, como haber presentado diabetes gestacional en un embarazo
anterior, abortos de repeticion, tener antecedentes familiares de diabetes o situaciones que
se asocian con resistencia a la insulina (hipertensión, hiperlipemia, obesidad, ovarios
polimicroquísticos, acantosis nigricans). En los demás casos, la prueba para descartar
diabetes gestacional debe practicarse entre las semanas 24 y 28 de embarazo.
A día de hoy, existen controversias sobre cómo llevar a cabo el diagnóstico. Existen dos
procedimientos:
En dos pasos:
Se dan 50 gramos de glucosa (test de O´Sullivan), se mide la glucemia a la hora y,
si se está por encima de 139 mg/dl, se realiza una curva de 3 horas: se dan 100
gramos de glucosa y se mide la glucemia antes, a la hora, a las dos y a las tres horas
de la administración: si se tienen dos o más valores iguales o superiores a 95, 180,
155 y 140 mg/dl (a las 0, 1, 2 y 3 horas, respectivamente, criterios de Carpenter y
Coustan) se diagnostica de diabetes gestacional.
En un paso:
Se dan 75 gramos de glucosa directamente y se mide a las 0, 1 y 2 horas. Valores
iguales o superiores a 92, 180 y 153 mg/dl, respectivamente, en un solo punto ya
son diagnósticos de diabetes gestacional (criterios HAPO).
Los criterios HAPO son notablemente más rigurosos, se recomendaron por primera vez en
2011 y muchos centros todavía no los aplican. Al aplicarlos se incrementa el número de
mujeres afectadas de diabetes gestacional, de manera que el riesgo asciende desde el 5-6 %
al 15-20 % con los criterios HAPO. Algún centro de nuestro entorno ha dado porcentajes
incluso mayores, en torno a un tercio de las embarazadas.
Tras el parto
La madre
Tras dar a luz, casi siempre la diabetes desaparece, aunque los médicos se asegurarán de
ello antes de dar el alta. El post-parto y lactancia, por tanto, serán como los de cualquier
otra mujer. Sin embargo, entre 6 y 12 semanas después de dar a luz se debe confirmar que
ha desaparecido la diabetes mediante la curva de glucosa convencional (no con los criterios
del embarazo).
Las mujeres con diabetes gestacional deben recibir un seguimiento de por vida, evaluando
al menos cada 3 años.
El bebé
Como en la diabetes gestacional casi siempre se alcanzan los objetivos de control, es raro
que los bebés sean macrosómicos, lo que hubiera aumentado la posibilidad de cesáreas. De
todos modos, el día del parto los neonatólogos ya tienen presente que la madre tiene
diabetes gestacional y estarán precavidos ante cualquier contingencia, fundamentalmente
hipoglucemias. Si el bebé tiene hipoglucemias, producidas por el paso de insulina desde la
madre a través de la placenta, hasta que se elimine de su organismo dicha insulina se le
administrarán sueros glucosados (con azúcar) durante varias horas, tras las cuales el bebé
volverá con su madre sin tener que guardar ninguna precaución especial.
Podríamos resumir que siempre y cuando se respeten los protocolos para diagnosticar la diabetes
gestacional, la paciente cumpla con la determinación de sus niveles de glucosa capilar y se instaure
el tratamiento preciso para cumplir con los objetivos (estilo de vida y, si es necesario, tratamiento
farmacológico), la diabetes gestacional suele ser mucho más fácil de controlar que la diabetes pre-
existente antes del embarazo.