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Grupo7 CG

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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES

FACULTAD DE
INGENIERIA

CROMATOGRAFIA
DE GASES
ESTUDIANTES:
Univ. Espejo Limachi Jhudit

Univ. Linares LauraXimena

Univ. Nina Chura Ana


Belen

Univ. Alvarez paco daniela

DOCENTE:
Ing. Armenio Silva
Manzaneda

CARRERA:
Ingeniería Química

MATERIA:
Química Analítica
Cuantitativa

FECHA:
INSTRUMENTACION

 SISTEMA DE SUMINISTRO DE GAS


PORTADOR
A diferencia de otros métodos, la fase móvil en la cromatografía de gases es inerte y no
interactúa con la muestra, por lo que su función es la de transportar la muestra y se denomina gas
portador.

El gas portador debe cumplir una serie de características:

 Debe ser químicamente inerte y no interaccionar con las moléculas de analito ni con la
columna.

 Debe obtenerse en un grado de pureza alto (debe estar libre de contaminantes que
pueden interaccionar con la muestra, degradar la columna o dar señal en el detector) y a
un precio razonable.

 Debe ser compatible con el sistema de detección empleado.

El gas portador más comúnmente empleado es el helio, pero también se usan el argón, el
nitrógeno o el hidrógeno. Se suministran desde un recipiente o bombona a presión, por lo que es
necesario incorporar al sistema medidores y reguladores de presión, así como un sistema
regulador de flujo y un filtro o tamiz que elimine el agua y otras impurezas.

Aunque la naturaleza del gas portador no sea determinante, la velocidad de flujo de la fase móvil
es un factor que afecta a la duración del proceso cromatográfico y a su resolución.
SISTEMAS DE INTRODUCCION DE MUESTRAS

En esencia, los dispositivos de inyección de muestras para cromatografía de gases tienenla misión
de vaporizar la muestra a analizar e incorporarla a la corriente de gas portador que se dirige hacia
la columna. La vaporización e introducción de las muestras en el sistema, debe realizarse
cumpliendo una serie de requisitos:

1. La vaporización de la muestra debe ser lo más rápida posible.


2. La vaporización debe realizarse sin discriminar ningún componente de la muestra.
3. La muestra debe llegar a la columna como una banda lo más fina posible.

Inyectores para columnas empaquetadas.

La inyección de muestras en columnas empaquetadas no presenta problemas particulares; este tipo


de columnas admiten cantidades de muestra relativamente elevadas, y la inyección de unos cuantos
microlitros de muestra no conduce a una merma apreciable de la eficacia de la columna.

La mayoría de los cromatógrafos comerciales utilizan cámaras de inyección termostatizadas (figura


3).

Figura 3. Esquema de un inyector para columnas empaquetadas

Básicamente, un inyector está formado por un bloque metálico, buen conductor del calor, provisto
de un sistema de calentamiento, un termostato capaz de mantener su temperatura constante y un
aislamiento térmico adecuado; en el interior de este horno, se encuentra alojado el sistema de
inyección (figura 3). En éste, el gas portador, previamente calentado, pasa de forma continua por el
sistema; la muestra es inyectada en el interior de la cámara, por medio de una microjeringa de
precisión, a través de un diafragma perforable (septum) con capacidad de autosellado en el
momento en que se retira la aguja; una vez inyectada la muestra, ésta es vaporizada de forma
instantánea, mezclándose con el gas portador en una cámara de mezcla (“liner”) construida de un
material lo más inerte posible (acero inoxidable, níquel, vidrio o cuarzo). La muestra, una vez
vaporizada, es arrastrada rápidamente por la corriente de gas portador en dirección a la columna.

El diseño de la cámara de inyección debe ser estudiado minuciosamente. El volumen de la cámara


ha de estar proporcionado con el tipo de columna a utilizar para evitar mezclas incompletas o
bandas de muestra excesivamente anchas; en lo posible, es preciso evitar la formación de
turbulencias en el paso de la cámara de inyección a la columna; se ha de evitar cuidadosamente la
existencia de volúmenes muertos, no barridos por la corriente de gas portador, dentro de la cámara
para evitar deformaciones de la banda de muestra; el volumen existente entre la cámara de
inyección y la columna debe ser el menor posible para evitar ensanchamientos de banda; la
temperatura ha de ser homogénea en toda la cámara de inyección para evitar la discriminación de
alguno de los componentes de la muestra, etc. El sistema de inyección de un cromatógrafo es un
punto extremadamente crítico, y la utilización de una técnica de inyección inadecuada o una mala
elección del sistema de inyección pueden echar a perder completamente la capacidad de separación
de una columna.

Existen algunos tipos de inyectores que permiten utilizar uno de los extremos de la columna
cromatográfica como cámara de mezcla. La introducción de la muestra por medio de este tipo de
inyectores (inyección en columna), está libre de muchos de los problemas mencionados
anteriormente, además de ofrecer ventajas adicionales tales como permitir la utilización de
temperaturas más bajas para la vaporización.

Inyectores para columnas capilares

Los sistemas de introducción de muestras utilizados para trabajar con columnas capilares, están
basados sobre los mismos principios de los inyectores utilizados para columnas empaquetadas, por
lo que las consideraciones generales sobre ellos siguen siendo válidas.

La diferencia fundamental entre los sistemas que utilizan columnas empaquetadas y los que utilizan
columnas capilares, radica en que la cantidad de muestra que estas últimas pueden separar es
mucho menor que en el primer caso; por otra parte, las columnas capilares son muy afectadas por
los disolventes, de forma que los volúmenes que se pueden inyectar en ellas son extremadamente
bajos. Dado que no existen jeringas capaces de medir con precisión volúmenes inferiores a 0,1 μl,
los inyectores utilizados para trabajar con este tipo de columnas, además vaporizar la muestra y
mezclarla con el gas portador, deberán ser capaces de introducir en la columna sólo una alícuota de
la muestra total inyectada. Existen muchas más técnicas de inyección para columnas capilares que
para columnas empaquetadas, y de entre ellas, se comentarán a continuación algunas de las más
utilizadas.

1.- Inyección con división de muestra

Este tipo de inyección (más conocida como inyección “split”), es el más sencillo de los que se utilizan
en cromatografía capilar. El inyector de “split” (figura 4), consta básicamente de los mismos
elementos que un inyector normal, con la única adición de un sistema de división de flujo a la salida
de la cámara de mezcla. Por medio de este tipo de inyector, el flujo de gas portador que pasa a
través del inyector (y por lo tanto también la muestra vaporizada), se divide en dos; una parte es
introducida en la columna y la otra escapa fuera del sistema a través de una válvula de aguja que
permite regular la proporción de gas que es introducido en la columna.

Figura 4. Esquema de un inyector de “split”

Dado que en este tipo de inyectores la mayor parte del caudal del gas portador se dirige hacia la
atmósfera, la válvula de “split” dispone de un sistema de apertura y cierre automáticos para que
únicamente permita la salida de gas hacia la atmósfera durante el proceso de inyección.

El control del flujo de gas portador que pasa a través de la columna, se realiza en este tipo de
sistemas manteniendo constante la presión en la cámara de inyección, lo que permite que el caudal
de gas que pasa a través del inyector pueda variar en función de que la válvula de “split” esté abierta
o cerrada.

Los inyectores de este tipo presentan dos inconvenientes; en primer lugar la división de la muestra
da lugar a que las cantidades de analito que son separadas y llegan al detector sean muy pequeñas,
por lo que los límites de detección aumentan bastante, lo que es un gran inconveniente a la hora de
realizar análisis de trazas. Por otra parte, los inyectores de “split” pueden en algunos casos dar lugar
a discriminación entre los componentes de la muestra.

2.- Inyección “splitless”

En la técnica de inyección “splitless”, la totalidad de la muestra inyectada es dirigida hacia la


columna, que se mantiene durante la inyección a una temperatura inferior al punto de ebullición
del componente más volátil de la muestra. La totalidad de la muestra inyectada, lógicamente
condensa en la cabeza de la columna, actuando en este caso el disolvente condensado en la columna
a modo de trampa donde se concentran los componentes a analizar (efecto solvente). Transcurrido
un tiempo adecuado, se abre en el inyector una válvula de purga con el fin de barrer a la atmósfera
el disolvente vaporizado que pudiera quedar en el inyector; al mismo tiempo, se comienza un
programa de calentamiento de la columna para realizar el análisis.

La utilización de la técnica de “splitless” supone dos importantes ventajas. En primer lugar, dado
que no existe división de muestra, permite un aumento notable de la sensibilidad, por lo que es muy
adecuada para el análisis de trazas. Por otra parte, la reconcentración de la muestra en la cabeza de
la columna origina que las pérdidas de eficacia debidas a una inyección inadecuada sean de mucha
menor importancia que en otras técnicas de inyección.

El diseño de un inyector “splitless” es básicamente el mismo que el del inyector de “split” (figura 4),
pudiéndose realizar la purga del inyector bien a través de la válvula de split, bien a través de una
válvula de purga adicional situada cerca del septum. La mayoría de los inyectores de “split”
comerciales, están diseñados para poder trabajar también en modo “splitless”.

3.- Inyección en columna

Ya se ha comentado que uno de los principales problemas de los sistema de inyección utilizados con
columnas capilares, es la posibilidad de discriminación entre los componentes de la muestra durante
los procesos de vaporización de la muestra y paso de la muestra vaporizada a la columna.
Evidentemente, la única forma de asegurarse de que la muestra que alcanza la columna se
corresponde al 100 % con la muestra inyectada, es realizar la inyección directamente en la columna.

Los sistemas de inyección en columna (normalmente conocidos por su nombre inglés de “on-
column”), han sido diseñados para posibilitar la introducción de muestras directamente en el
interior de columnas capilares.

Es evidente que la introducción de una muestra por medio de una jeringa directamente en el interior
de una columna capilar (de 0,23 mm de diámetro interno), requiere la utilización de agujas
extremadamente finas (suelen utilizarse agujas de sílice fundida de 0,15 mm de diámetro) que, en
consecuencia, son incapaces de perforar un septum; la característica básica de un inyector “on-
column” (figura 5), es la utilización de un sistema de válvulas y tubos de guía que permitan la
introducción en el sistema de una aguja extremadamente fina.
Figura 5. Esquema de un inyector “on-column”

El método de trabajo utilizado en la inyección “on-column” recuerda en alguna forma al utilizado en


la inyección “splitless”; la muestra es introducida directamente en la columna, manteniéndose ésta
a una temperatura inferior al punto de ebullición del componente más volátil de la muestra. Una
vez introducida la muestra, se inicia el programa de calentamiento de la columna para proceder a
la separación.

La gran ventaja que ofrece el sistema de inyección “on-column”, es que reduce la discriminación
entre los componentes de la muestra prácticamente a cero, obviándose además todos los
problemas que presentan las restantes técnicas de inyección.

Otros sistemas de inyección

Hasta el momento, se han descrito los sistemas de inyección utilizados tradicionalmente en


cromatografía de gases, utilizado fundamentalmente para la introducción de muestras en
disolución. Existen además otras técnicas de introducción de muestras, algunas de las cuales son de
especial interés para el análisis de contaminantes ambientales; ejemplos de técnicas de inyección
no convencionales pueden ser:

1.- Válvulas de inyección de gases.

La inyección por medio de válvulas, es muy utilizada para el muestreo automático de gases en
sistemas dinámicos. Las válvulas muestreadoras utilizadas en cromatografía de gases son del tipo
de seis vías y pueden estar provistas de bucles de carga de capacidad variable. El esquema de
funcionamiento de este tipo de válvulas se muestra en la figura 6.

Figura 6. Esquema de válvula de gases

2.- Desorción térmica.

Básicamente, un equipo de desorción térmica (figura 7), consta de un horno donde la muestra es
desorbida de los tubos de muestreo a elevada temperatura bajo una corriente de gas portador; una
vez desorbidos los vapores de la muestra, estos son retenidos en una trampa criogénica hasta la
finalización del proceso de desorción, efectuándose la inyección en este momento por medio de un
calentamiento muy rápido de la trampa fría.
Figura 7. Esquema de un inyector de desorción térmica

Debe mencionarse que, al contrario de lo que sucede con la inyección de espacio de cabeza, la
técnica de desorción térmica si permite realizar buenas cuantificaciones, siempre que se fijen unas
condiciones adecuadas para asegurarse de que la desorción de la muestra es total.

3.- Inyectores de espacio de cabeza.

La técnica de análisis por espacio de cabeza es aplicable al análisis directo de contaminantes volátiles
en muestras sólidas o líquidas. El fundamento de esta técnica consiste en analizar una alícuota de la
atmósfera que se encuentra en contacto con la muestra con el fin de determinar en ella la fracción
vaporizada de los componentes que se encuentra en equilibrio con la muestra sólida o líquida.

Para realizar un análisis por medio de esta técnica, la muestra se introduce en un vial
herméticamente cerrado y se somete a una temperatura previamente fijada durante un tiempo
suficiente para que las distintas fases de los compuestos a analizar alcancen el equilibrio, es decir,
hasta que la presión parcial de cada componente en la atmósfera del vial sea igual a su presión de
vapor a la temperatura de trabajo.

En esencia, un analizador de espacio de cabeza consta de un horno, convenientemente


termostatizado, donde se mantienen las muestras a una temperatura generalmente muy elevada,
y de un sistema de muestreo capaz de inyectar en el cromatógrafo una alícuota del vapor de
generado por la muestra que contiene el vial. En la figura 8, se muestran dos tipos de sistemas de
muestreo: una jeringa automática termostatizada un sistema de desplazamiento por presurización.
Figura 8. Sistemas de inyección de espacio de cabeza

COLUMNA CROMATOGRAFICA

Al igual que sucede en todas las técnicas cromatográficas, la columna es el corazón del
cromatógrafo de gases. Es necesario tener siempre presente que la columna es el auténtico
elemento de separación de los componentes de la muestra; así, una mala elección de la
columna, una columna deteriorada o unas condiciones de trabajo inadecuadas, nunca
permitirán obtener buenos resultados aunque se disponga del mejor equipo en el resto del
cromatógrafo, siendo además las causas citadas las responsables de la inmensa mayor
parte de los problemas que se encuentran a la hora de realizar un análisis por cromatografía
de gases.

Una columna para cromatografía de gases, está formada por un tubo, que puede ser de
diversos materiales (preferiblemente inertes), dentro del cual se encuentra la fase
estacionaria.

Esta puede ser un sólido activo (cromatografía gas sólido), o con mayor frecuencia un
líquido depositado sobre las partículas de un sólido portador (columnas empaquetadas o
de relleno) o sobre las propias paredes del tubo (columnas tubulares abiertas).
Columnas empaquetadas

Las columnas empaquetadas consisten, como ya se


ha mencionado, en un tubo (normalmente de vidrio
o acero inoxidable) con un diámetro interno que varía
entre 2 y 5 mm y de una longitud que oscila entre 1
y 15 m, arrollado de una forma adecuada para
poderse introducir en el interior del horno del
cromatógrafo (figura 1).

Fig. 1 Columnas empaquetadas para cromatografía


gaseosa

En el interior del tubo, se dispone la fase estacionaria bajo la forma de un líquido soportado
sobre un material adecuado finamente pulverizado; el diámetro de las partículas del relleno
debe ser, al menos, 10 veces inferior al diámetro del tubo, con el fin de conseguir una buena
uniformidad en su distribución. El relleno, se encuentra confinado en el interior del tubo por
medio de tapones del algún material poroso (generalmente lana de vidrio o lana de cuarzo)
situados en los extremos.

La longitud, y consecuentemente la eficacia, de las columnas empaquetadas se encuentra


limitada fundamentalmente por la caída de presión del gas portador entre cabeza y salida
de columna.

Columnas tubulares abiertas

Las columnas tubulares abiertas (conocidas normalmente como columnas capilares) fueron
descritas inicialmente por Golay en 1957, y se encuentran entre las más ampliamente
utilizadas debido a la gran eficacia de separación que proporcionan.

Básicamente, una columna tubular está formada por un tubo (normalmente de vidrio o sílice
fundida) de un diámetro comprendido entre 0,2 y 0,8 mm, en cuya pared interna se dispone
la fase estacionaria. Según sea la forma en que se dispone la fase estacionaria sobre la
pared del tubo, se distinguen básicamente dos tipos de columnas (Figura 2):

a) Columnas WCOT (Wall Coated Open Tubular). En este tipo de columnas (que son las
de uso más frecuente), la fase estacionaria se encuentra depositada formando una película
líquida directamente sobre las paredes del tubo.
b) Columnas PLOT (Porous Layer Open Tubular. En estas columnas la pared interna del
tubo está recubierta por una capa de un soporte adsorbente; si a su vez el soporte está
impregnado con una fase estacionaria líquida, las columnas son denominadas SCOT
(SupportCoated Open Tubular.

Fig. 2 Tipos de columnas tubulares abiertas

Es evidente que la permeabilidad de las columnas tubulares hacia los gases es mucho
mayor que la de las columnas empaquetadas (del orden de 100 veces mayor), por lo que
este tipo de columnas pueden tener una longitud bastante grande (son muy frecuentes
columnas de 50 m) sin provocar presiones excesivamente elevadas en cabeza de columna.

El enorme uso que se hace de este tipo de columnas es debido fundamentalmente a que
la elevada eficacia que ofrecen (son frecuentes valores de 30.000 a 50.000 platos frente a
los 2.000 - 4.000 de una columna empaquetada) permite la separación de mezclas muy
complejas con relativa facilidad; por otra parte, la gran eficacia de este tipo de columnas
permite conseguir buenas resoluciones sin recurrir a fases estacionarias de gran
selectividad, lo que simplifica mucho el problema de la elección de la fase estacionaria
(prácticamente todas las separaciones se pueden realizar con tres o cuatro columnas
diferentes).

El principal inconveniente de este tipo de columnas es su pequeña capacidad de carga, lo


que obliga a utilizar sistemas de inyección especiales para introducir pequeñas cantidades
de muestra y detectores de muy alta sensibilidad. No obstante, tanto las columnas SCOT
como las WBOT de diámetros mayores de 0,5 mm (columnas “Wide Bore”) ofrecen una
capacidad de carga suficiente como para poder inyectar cantidades del orden de 1 μl sin
utilizar un “splitter” con una pérdida de eficacia relativamente pequeña. Las columnas de
este tipo tienen una utilización potencial muy alta en el campo del análisis de trazas.

Soporte sólido

La misión de los soportes sólidos utilizados en algunos tipos de columnas es la de


proporcionar una superficie sobre la que se deposita la fase estacionaria líquida en forma
de película uniforme.
Los soportes utilizados en cromatografía de gases deben reunir una serie de cualidades,
como son:

1.- Deben presentar una superficie específica relativamente elevada, con el fin de que la
fase estacionaria pueda distribuirse de manera uniforme y ofreciendo la máxima superficie
de contacto con la fase móvil para facilitar los procesos de intercambio.

2.- Deben ser porosos, con el fin de no provocar caídas excesivas de presión

3.- Deben ser relativamente duros para que sus partículas no se rompan durante los
procesos de impregnación y llenado de las columnas.

4.- Deben ser térmicamente estables.

5.- La superficie de los soportes debe ser químicamente inerte y no debe provocar
fenómenos de adsorción que puedan influir en la separación cromatográfica.

Ninguno de los materiales probados hasta este momento cumple todas las condiciones
expuestas por lo que, en la práctica, es necesario elegir de entre los soportes existentes el
que mejor se adapte a cada separación concreta aunque sea a costa de sacrificar alguna
de las propiedades deseables.

Como soportes, se han utilizado sólidos inertes de todo tipo, microbolas de vidrio, carbón
grafitizado, metales, sílices, fluoropolímeros, polímeros porosos, etc. aunque los más
utilizados son los soportes preparados a base de tierras de diatomeas sinterizadas
(Chromosorb, Gas Chrom, etc.); la superficie de estos materiales se somete a diversos
tratamientos químicos (lavados ácidos o básicos, silanización de grupos silanol libres,
ligado de pequeñas cantidades de fases estacionarias, etc), con el fin de eliminar, en la
mayor medida posible, los puntos activos de la superficie del soporte que pudiesen
interaccionar con los compuestos a separar.

DETECTORES

SISTEMA PARA EL TRATAMIENTO DE DATOS

Aunque ninguno de los métodos de detección utilizados en CG puede considerarse como


el detector universal, y tampoco parece probable que pueda llegar a diseñarse, el detector
ideal debe reunir las características siguientes:

* Sensibilidad adecuada. Puede considerarse que la sensibilidad es una medida de la


magnitud de la señal originada por el detector para una cantidad o concentración de analito
determinada. Podría expresarse, por ejemplo, en mV/concentración (mV.g–1.s). En
principio, la sensibilidad debería ser independiente de la concentración de analito, por lo
que la representación gráfica de la señal del detector frente a la concentración sería lineal.
Sin embargo, en la práctica, esta linealidad únicamente se observa en un margen de
concentración determinado. Por ello, el margen dinámico lineal de un detector se define
como el intervalo de concentración en el cual la respuesta es constante en un 5%.
Generalmente se expresa por un número que representa la relación entre la máxima y la
mínima concentración entre las que la respuesta del detector es lineal. La creciente
demanda de análisis de trazas en distintos campos ha estimulado el desarrollo de
detectores cada vez más sensibles. Así, el conocimiento que actualmente se tiene sobre el
impacto de trazas de contaminantes en los ecosistemas biológicos ha creado un mercado
de detectores muy sensibles paraestudios de contaminación de aguas, así como residuos
de pesticidas en productos alimenticios*.

* Buena estabilidad y reproducibilidad. La línea base de un cromatograma está sometida a


fluctuaciones fortuitas, conocidas como "ruido de fondo" (figura 11.7.a.), el cual se puede
originar en los distintos componentes del instrumento, como los amplificadores,
registradores, etc., así como en fluctuaciones del gas portador

Muchos de estos ruidos pueden eliminarse utilizando componentes de alta calidad y


operando adecuadamente con el cromatógrafo, si bien, siempre existirá un ruido inherente
al detector, el cual, junto con la sensibilidad, establece el límite de detección de un
determinado soluto. En cromatografía, el límite de detección suele considerarse como la
mínima cantidad de muestra para la cual el detector proporciona una señal, S, de, al menos,
el doble del nivel de ruido. En la práctica, esto corresponde a un pico cuya altura sea, al
menos, el doble del nivel de ruido,

S ≥ 2 RN y hmin≥ 2 RN

Por otra parte, la línea base puede desviarse, tal como se muestra en la figura 11.7.b., lo
que se conoce con el nombre de "deriva". En ocasiones, la deriva se observa cuando en
una operación a temperatura programada la columna alcanza una temperatura a la que se
volatiliza la fase estacionaria.

* Tiempo de respuesta. El detector debe responder con rapidez a los cambios de


concentración del analito, si bien en el tiempo total de respuesta del cromatógrafoinfluyen
también la inercia de otros componentes, como el registrador.

* Versatilidad. El detector deberá responder a una gran variedad de analitos y, a ser posible,
proporcionar una respuesta semejante para todos ellos. Los detectores más utilizados en
cromatografía de gases, y de los que se indicarán seguidamente sus principales
características, son el de conductividad térmica (TDC), el de ionización de llama (FID) y el
de captura electrónica (ECD), si bien, también se usan otros, como el de nitrógeno-fósforo
(NPD), el fotométrico de llama (FPD), el de ionización (PID) etc.

Tipos de detectores
Los detectores usados en cromatografía de gases, pueden dividirse de forma genérica en
detectores universales y detectores específicos

Detector de conductividad térmica

Este tipo de detector responde a la


diferencia de conductividad térmica
existente entre el gas portador puro
y el gas portador mezclado con
alguna otra substancia
El detector de conductividad térmica
es universal y no es destructivo; por
lo general se utiliza para el análisis
de gases permanentes,
hidrocarburos ligeros y otros tipos de
compuestos que ofrecen una
respuesta pobre en otros tipos . Su
sensibilidad oscila entre 10-6 y 10-8
g, con un rango dinámico lineal de
aproximadamente cuatro órdenes de
magnitud.

Detector de ionización de llama

es tal vez el más ampliamente utilizado


en cromatografía de gases. Este tipo de
detector es en la práctica de respuesta
universal, ya que es selectivo hacia los
compuestos que presenten enlaces C-
H, por lo que son muy pocos los
compuestos que no dan señal en él.
Los detectores de ionización de llama
ofrecen una elevada sensibilidad, gran
estabilidad y un rango dinámico lineal
excepcionalmente elevado; todo ello,
junto con una gran sencillez de
utilización ha hecho que este tipo de
detector es, como ya se ha mencionado,
sean con mucho los de
mayor utilización.
Detector de captura electrónica

El segundo lugar entre los


detectores de más alta
utilización, debiéndose este
hecho a su excepcional
sensibilidad (el detector de
captura electrónica es
probablemente el dispositivo
analítico más sensible que se
conoce). Este hecho junto a su
selectividad hacia compuestos de enorme interés (fundamentalmente en los campos de
medio ambiente y toxicología), hacen que sea enormemente utilizado para la detección y
cuantificación de trazas. Ofrece unas características muy buenas tanto por su sensibilidad
como por su especificidad, no obstante, hay que resaltar que el manejo de estos detectores
no es sencillo, ya que su respuesta puede ser muy variable en función de las condiciones
experimentales.

Detector de nitrógeno-fósforo.

También conocido como detector termoiónico o


detector de llama alcalina, está basado en el
hecho de que la adición de una sal de metales
alcalinos a la llama de un detector de ionización
aumente la respuesta de éste hacia
determinados elementos (fósforo, nitrógeno,
azufre, etc.). La selectividad de este tipo de
detectores es muy dependiente de parámetros
tales como la temperatura, la forma y el
tamaño de la llama, la composición de la sal
alcalina, geometría del detector, etc.

Detector fotométrico de llama

En este tipo de
detector, el gas
portador procedente de la columna es mezclado con aire y
quemado en una atmósfera de hidrógeno; la emisión de los
átomos de azufre o fósforo se da fundamentalmente en la zona
superior, rica en hi drógeno de la llama, por lo que en ocasiones
se utiliza un diseño de doble quemador con una segunda llama
para producir la excitación; este diseño, ayuda a además a
evitar el fenómeno de apagado de llama, que se da en este tipo
de detectores, cuando eluye de la columna un compuesto en
gran cantidad (básicamenteel disolvente de inyección).
Detector de fotoionización

Los detectores de fotoionización están basados


en la utilización de los fotones generados en una
lámpara de descarga para ionizar los compuestos
orgánicos que emergen, junto con el gas portador,
de una columna cromatográfica .Este tipo de
detectores, utilizan para generar la radiación un
tubo de descarga que contiene una mezcla de
gases a baja presión; éstos son excitados por
medio de una diferencia de potencial elevada que
se mantiene entre dos electrodos. La variación
en las proporciones de la mezcla de gases de la
lámpara, permite obtener radiación ultravioleta de
diferentes energías, aunque la más utilizada es la
lámpara de 10,2 Ev.

Detector de conductividad electrolítica


Está basada en la medida
de las variaciones de la
conductividad que presenta
una disolución de
electrolitos; estos
electrolitos se forman
pordisolución en agua de los
productos de las
substancias eluidas; por
supuesto, solo las
substancias que contengan
grupos capaces de
comportarse como
electrolitos serán
detectables por esté medio.

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