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La Prenda Como Derecho Real de Garantia

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LA PRENDA COMO DERECHO REAL DE GARANTÍA

Rama del Derecho: Derecho Civil. Descriptor: Derechos Reales.

Palabras Claves: Prenda, Derecho Reales, Derecho de Garantía, Garantía Colateral.

Fuentes de Información: Normativa, Doctrina y Jurisprudencia. Fecha: 16/03/2017.

Contenido

RESUMEN ...................................................................................................................................2

NORMATIVA .............................................................................................................................2
La Prenda como Garantía de Obligaciones ................................................................ 2

DOCTRINA .................................................................................................................................2
Concepto de Derecho Real de Garantía ......................................................................2
Concepto de Prenda ...........................................................................................................3
La Prenda como Contrato y Derecho Real de Garantía .........................................3

JURISPRUDENCIA ....................................................................................................................3
1. Consecuencias de la Prenda como Garantía .....................................................3
2. La Prenda como Derecho de Garantía Específico ............................................4
3. Prenda: Garantía Colateral .....................................................................................6

1
RESUMEN

El presente informe de investigación recopila doctrina y jurisprudencia sobre la Prenda


como Derecho Real de Garantía, considerando los supuestos normativos del artículo
530 del Código de Comercio, ya que esta norma determina a la prenda como un
derecho real de garantía, que se constituye sobre bienes muebles, siendo por ello que
la doctrina y la jurisprudencia se encargan de determinar estos alcances para en la
resolución de casos particulares.

NORMATIVA

La Prenda como Garantía de Obligaciones


[Código de Comercio]i

Artículo 530. El contrato de prenda servirá para la garantía de toda clase de


obligaciones que tengan por objeto bienes muebles inscribibles con sujeción a las
reglas de los artículos siguientes, excepción hecha de préstamos que hagan las casas
de empeño y montepíos, almacenes generales de depósito y garantías mobiliarias que
se rigen por disposiciones especiales.

(Así reformado por el artículo 82 de la Ley de Garantías Mobiliarias, N°


9246 del 7 de mayo de 2014)

DOCTRINA

Concepto de Derecho Real de Garantía


[Albaladejo, M.]ii

Son aquellos que aseguran el cumplimiento de una obligación, mediante la concesión


de un poder directo e inmediato sobre una cosa ajena y si se incumpliese, promover la
enajenación de ésta y hacerse pago con su precio de dicha obligación asegurada o de
la suma a que asciende la responsabilidad por el incumplimiento.

2
Concepto de Prenda
[Puig Peña, F.]iii

[P. 838] La prenda es un derecho real, sobre la cosa mueble, establecido en garantía
de una obligación, por cuya virtud se entrega aquélla al acreedor a un tercero de
común acuerdo, con el fin de que quede en su posesión hasta el completo pago del
crédito y pueda procederse en caso de incumplimiento a instar de la cosa empeñada,
satisfaciendo entonces, con su importe las responsabilidades pecuniarias que nazcan
de la obligación garantizada.

La Prenda como Contrato y Derecho Real de Garantía


[Cabanellas de Torres, G. y Cabanellas de las Cuevas, G.]iv

[P. 316] Contrato y derecho real por los cuales una cosa mueble se constituye en
garantía de una obligación, con entrega de la posesión al acreedor y derecho de éste
para enajenarla en caso de incumplimiento y hacerse pago con lo obtenido.

JURISPRUDENCIA

1. Consecuencias de la Prenda como Garantía

[Tribunal Primero Civil]v


Voto de mayoría:

"III. Lo resuelto se ajusta a derecho porque la prenda está inscrita y el cobro debe
hacerse en la vía ejecutiva prendaria con renuncia de trámites, como lo disponen los
artículos 674 y 690 del Código Procesal Civil. No esta por demás agregar que, si bien es
cierto, en el escrito inicial la parte actora renuncia al privilegio prendario esa situación
por si sola resulta improcedente. En efecto, la prenda debidamente inscrita concede el
privilegio previsto en el artículo 674 del Código Procesal Civil, el cual no es exclusivo de
la parte acreedora. Ese privilegio se traduce en la posibilidad de rematar por vía de la
ejecución pura el bien dado en garantía, lo cual tiene beneficios para las dos partes
contratantes: para la acreedora al asegurarse con un bien determinado e
individualizado la recuperación de su crédito, sin necesidad de promover un proceso
de conocimiento para subastar dicha garantía; y para el deudor porque tiene
conocimiento que ese único bien de su patrimonio responde por la obligación, de ahí
que en caso de incumplimiento tiene la certeza que la garantía otorgada previamente
responderá y no otros bienes. Permitirle a la acreedora que renuncie en forma
unilateral al privilegio, sería sorprender a la deudora en su posición frente al crédito.

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Esa tesis la recoge de manera implícita el artículo 690 del Código Procesal Civil, norma
que de manera imperativa establece que la prenda inscrita sólo dará derecho para
perseguir los bienes pignorados. La disposición de comentario prevé únicamente dos
excepciones a la regla; esto es, la posibilidad de la acreedora prendaría para perseguir
otros bienes del deudor: 1: cuando exista resolución firme que establezca un saldo en
descubierto, supuesto que no se ha acreditado ya que no consta en autos que el
vehículo dado en prenda se haya rematado con anterioridad; y 2: cuando se haya
probado, sumariamente, que la garantía se ha desmejorado, o se ha extinguido por
ejecución de una prenda de mejor grado, o por pérdida de la cosa o abandono del
dueño. Tampoco consta dentro del expediente ninguna de esas circunstancias. Lo
correcto es promover el proceso prendario, y dentro de él demostrar alguno de los
supuestos indicados, todo lo cual se echa de menos. La parte actora pretende tramitar
la prenda inscrita como ejecutivo simple, lo que implica perseguir otros bienes sin
cumplir con lo dispuesto en la citada norma legal. Para ello no es suficiente renunciar
unilateralmente al privilegio, como se dijo, ni la existencia de un proceso anterior
promovido por el acreedor de primer grado. Por todo lo expuesto, se confirma la
resolución recurrida."

2. La Prenda como Derecho de Garantía Específico

[Tribunal Agrario]vi
Voto de mayoría

"IV. El patrimonio del deudor es la garantía del acreedor, pero es solo una garantía
genérica. El acreedor no tiene la certeza de poder satisfacerse, en caso de
incumplimiento, sobre un determinado bien del deudor. Los bienes pueden ser
vendidos a un tercero y así substraídos a la garantía del acreedor, o bien puede
someterse a la ejecución forzosa de parte de otro acreedor entre otros. La prenda y la
hipoteca, constituyen garantías específicas: otorgan al acreedor la certeza de poderse
satisfacer sobre determinado bien. Tienen en común la función de vincular
determinado bien a un crédito; el objeto garante puede ser del mismo deudor o de un
tercero (considerado tercero dador de la prenda o la hipoteca), que consiente en
responder por una deuda ajena. Entre prenda e hipoteca existe, en cuanto al objeto
una diferencia: la prenda se hace recaer sobre cosas muebles, derechos de crédito, o
universalidad de muebles, mientras la hipoteca se constituye, en cambio, sobre bienes
inmuebles. En los dos casos, se trata de garantías reales. Se les define como derechos
reales de garantía sobre cosa ajena. El bien permanece en propiedad de quien, siendo
el deudor o un tercero, lo ha dado en prenda o hipoteca y que puede ser libremente
enajenado por el propietario.

V. El acreedor, llamado acreedor pignoraticio en el caso de la prenda y acreedor


hipotecario en el caso de la hipoteca, adquiere sobre el bien un doble derecho: el

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derecho de seguimiento y el derecho de prelación. El primero se refiere al derecho de
proceder a la ejecución forzosa del bien aunque se encuentre en manos de un tercero
adquirente; en otros términos, la prenda y la hipoteca siguen la cosa -por ello se habla
de derecho real- en todos los sucesivos traspasos de propiedad, siempre y cuando el
crédito no se haya extinguido. Se trata de derechos reales de garantía -contrapuestos a
otros derechos reales en cosa ajena que son derechos reales de goce- porque su
función no es atribuir a su titular formas de goce del bien sino ofrecerle la garantía de
su crédito. El derecho de prelación consiste en la facultad del acreedor de satisfacerse
sobre el precio, obtenido de la venta forzosa del bien, con preferencia respecto de
otros acreedores del mismo deudor. Si el crédito, por ejemplo, es un millón y la cosa
dada en prenda o hipoteca en la ejecución forzosa, alcanza dicha suma o un precio
inferior, la totalidad corresponderá al acreedor pignoraticio o hipotecario, con total
exclusión de otros acreedores; al contrario, si de la venta forzosa se obtienen dos
millones, el millón restante, luego de la satisfacción del acreedor pignoraticio o
hipotecario, será distribuido entre eventuales acreedores; el remanente, una vez
satisfechos todos los acreedores, corresponde al propietario de la cosa dada en
prenda, sea que se trate del propio deudor o de un tercero.

VI. Los derechos reales de garantía, presentan varias características importantes:


inmediatez, absolutez, accesoriedad, especialidad, indivisibilidad, determinabilidad. La
relación entre el acreedor y la cosa sometida a la garantía es inmediata: para su
ejercicio no requiere la cooperación de otro sujeto. Son derechos absolutos y por tanto
oponibles erga omnes. Son accesorios a la obligación que garantiza: si esta falta o se
extingue también se extingue la garantía. Tienen la especialidad de constituirse
solamente sobre bienes determinados. Se trata de derechos indivisibles: tanto la
prenda como la hipoteca se extienden sobre la totalidad del bien y sus partes, como
garantía del entero crédito y de todas sus partes. La garantía se constituye y
desenvuelve su función para responder en forma determinada al crédito específico por
el cual responde.

VII. La prenda, como se ha dicho, es un derecho real de garantía, accesoria e


indivisible, constituida sobre una cosa mueble, universalidad de muebles o derechos
de crédito. Se constituye por contrato escrito. La prenda comercial, para que produzca
efectos contra terceros, requiere su constitución por escrito, en las fórmulas oficiales
de contrato o en documento público o privado, y la presentación de tal documento al
Registro para su respectiva inscripción. Se requiere de dicha inscripción únicamente en
los casos en que la prenda se mantenga en poder del deudor. Las partes pueden
convenir, si se trata de prenda posesoria o con desplazamiento, que la cosa dada en
prenda se mantenga en manos del acreedor o de un tercero. En caso de
incumplimiento del deudor en el pago del crédito, las partes pueden estipular que, sin
necesidad de procedimientos judiciales, la cosa pignorada se venda por un tercero en
pública subasta, con las bases que de común acuerdo señalen. Si se trata de

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certificados de prenda, con renuncia de trámites del juicio ejecutivo, el acreedor puede
solicitar la ejecución forzosa del bien.

VIII. De las garantías reales (prenda, hipoteca) se distinguen las garantías personales.
En estas, una persona garantiza, con su propio patrimonio, el cumplimiento de una
obligación ajena. Figura típica de garantías personales es la fianza: el contrato en virtud
del cual una persona, el fiador, garantiza el cumplimiento de una obligación ajena,
obligándose personalmente con el acreedor. El efecto que produce es la
responsabilidad solidaria, del deudor y del fiador, a favor del acreedor. Este puede, a
su parecer, exigir el pago de uno o del otro, sin necesidad de dirigirse primero contra el
deudor principal. De este modo, el acreedor podrá hacer uso de la responsabilidad
patrimonial de una o de ambas personas, pues encuentra la garantía de su crédito
tanto en el patrimonio del deudor principal como del fiador. El fiador se convierte, al
mismo tiempo, en deudor. Su obligación es subsidiaría respecto a la obligación
garantizada, es decir, es válida solo si la obligación del deudor principal tiene validez.
En otros términos, la causa del contrato de fianza es la garantía de un débito ajeno: si
éste falta, la causa de la fianza desaparece tratándose del contrato de prenda. Por ello,
la fianza no puede exceder lo que es debido por el deudor. El fiador puede oponer al
acreedor las excepciones correspondientes al deudor principal, comprendida la
excepción de compensación. Si el acreedor se dirige contra el deudor principal, y éste
paga, se extingue la obligación principal, y, en consecuencia, la fianza. En sentido
contrario, si el acreedor se dirige contra el fiador, quien cancela la deuda, éste tiene la
acción de regreso sobre el deudor principal para el reembolso de lo que ha pagado."

3. Prenda: Garantía Colateral

[Tribunal Primero Civil]vii


Voto de mayoría

"II. La inconformidad del demandado radica en que, a su entender, el título aportado


por la parte actora carece de ejecutividad porque fue otorgado como garantía
colateral de una letra de cambio, la cual no ha sido presentada por la parte actora. En
realidad, no observa el Tribunal que se haya violado disposición legal alguna que
amerite la declaratoria de nulidad de las resoluciones impugnadas y tampoco existe
motivo para revocarlas. En efecto, es criterio reiterado de los tribunales nacionales que
cuando para garantizar una obligación se firman dos títulos, uno como garantía
colateral del otro, cuando el acreedor presente al cobro judicial uno de ellos, está
obligado a presentarlos todos, a efecto de evitar una duplicidad en el cobro. Tal
exigencia resulta aplicable en aquellos casos en los que tal circunstancia conste en los
títulos de garantía. En este caso, la sociedad accionada asegura que la prenda que aquí
se ejecuta fue suscrita como garantía de una letra de cambio, cuya copia adjunta al
escrito de apelación, pero tal circunstancia no consta en el certificado de prenda. En

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todo el clausulado del contrato de constitución prendaria no se hace referencia alguna
a la existencia de otro documento que garantice la misma obligación, no hay una sola
cláusula en la que se indique que ese documento constituye garantía colateral de una
letra de cambio. Por otra parte, en la copia de la letra de cambio, agregada a folio 72,
tampoco se mencionada la existencia de otro documento que constituya garantía
colateral de ésta. Por esa razón el recurso resulta improcedente."

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i
ASAMBLEA LEGISLATIVA. Ley 3284 del treinta de abril de 1964. Código de Comercio. Vigente
desde 27/05/1964. Versión de la Norma 15 de 15 del 24/08/2016. Publicada en: Gaceta No
119 del 27/05/1964. Alcance: 27.

ii
ALBALADEJO GARCÍA, Manuel. (1977). Derecho Civil. Barcelona, España. Editorial Bosh. Pp
128.

iii
PUIG PEÑA, Federico. (1976). Compendio de Derecho Civil Español.: Editorial Aranazandi.
Pamplona, España. Pp 838.

iv
CABANELLAS DE TORRES, Guillermo y GUILLERMO DE LAS CUEVAS, Guillermo. (2008).
Diccionario Jurídico Elemental. Editorial Heliasta. Buenos Aires, Argentina. Pp 316.

v
TRIBUNAL PRIMERO CIVIL. Sentencia 280 de las ocho horas con treinta y cinco minutos del
veintinueve de marzo de dos mil seis. Expediente: 05-001558-0169-CI.
vi
TRIBUNAL AGRARIO. Sentencia 655 de las quince horas con diez minutos del dieciséis de
septiembre de dos mi cuatro. Expediente: 97-000191-0298-AG.
vii
TRIBUNAL PRIMERO CIVIL. Sentencia 1541 de las siete horas con treinta minutos del
diecinueve de diciembre de dos mil tres. Expediente: 02-000165-0181-CI.

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