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7 Historia de La Policia Tomo I

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HISTORIA DE LA POLICÍA NACIONAL

(Documento Extractado de "Historia de la Policía Nacional” Tomos I y II


Comisión Redactora: Roberto Molina B., Juvenal Molina P., Jaime Céspedes B., Carlos Castañón B.,
Víctor Santa Cruz V.)

INTRODUCCIÓN
Los indicios de autoridad en función policial, aparecen en la Época Precolombina,
entre Aymaras y Quechuas. Han llegado hasta nosotros a través de las
tradiciones, crónicas y otras referencias de las instituciones aborígenes. Esos
datos dan cuenta de aquellas funciones de gobierno ejercidas por nuestros
antepasados, apoyados en la moral, las buenas costumbres, el respeto a la
ancianidad, la protección a la niñez y a la invalidez. Luego, durante la Colonia, se
advierte el transplante de la función policial de la Metrópoli a la América por los
conquistadores, su actividad durante la etapa colonial y las actividades policiales
durante la Guerra de la Independencia y los albores de la República, en que las
autoridades se guiaban por mandatos y disposiciones regionales y en algunas
circunstancias personales de quiénes estaban a cargo del Virreinato, Audiencia,
Gobernación, Corregimiento, etc., sin omitir, claro está, la fuente contenida en los
principios de la autoridad de las Ordenanzas Reales de la Monarquía española. La
primera Policía Boliviana aparece algunos meses después de haberse fundado la
República por el Mariscal Antonio José de Sucre, su funcionamiento se consolida
en la vida del país cuando salen del ámbito departamental para adquirir en 1910
carácter nacional.

LA ACTIVIDAD POLICIAL ENTRE LOS AYMARAS


Rastreando las primeras manifestaciones de la Institución Policial, recurrimos a los
antecedentes históricos más remotos, que permitan descorrer tanto como sea
posible, el brumoso velo de la época precolombina, ayudándonos con las luces
que nos proporcionan los estudiosos e historiadores que escudriñaron los ámbitos
en los que se desenvolvían los habitantes de las tierras en que hoy está asentada
la República de Bolivia. Enrique Finot, se refiere a los sucesos y acontecimientos
protagonizados por los hombres que habitaban la meseta andina. "Sobre el origen
de los primeros pobladores de la meseta andina hay dos teorías: la que les asigna
una procedencia oceánica y la que les supone procedencia amazónica o de otras
regiones del continente".

TIWANACU
"El descubrimiento de los vestigios TIWANACOTAS en las costas del Atlántico es
indicio de que en una época remota una raza antiquísima vino hacia el occidente,
buscando las tierras altas, a causa de un cataclismo ocurrido en las tierras bajas
de oriente. Posteriormente pudo producirse la inmigración de procedencia
oceánica, de donde resultó la raza colla, precursora de los aymaras y de la
civilización incaica. La permanencia en la región, de restos de razas y lenguas
diferentes (los URUS, los PUQUINAS, los ATACAMAS, etc.) que nada tienen de
común con los quichuas y los aymaras, demuestra que en la zona altiplánica
existieron varias culturas superpuestas, anteriores a la dominación incaica".
En su estudio sobre la Historia de Copacabana, al hablar de las raíces de la raza
que sentó sus reales en esa bahía del Lago Sagrado, don Víctor Santa Cruz dice:
" Hubo una vez, hace acaso algunos miles de años, que unos hombres lograron
robar a la naturaleza el secreto de convertir momentáneamente la piedra más dura
y tenaz en una blanda y suave masa, en la cual perfectamente podrían manipular,
para darle la forma que quisieron y para plasmar en el granito imágenes, dibujos y
símbolos de un lenguaje que se ha perdido, conjuntamente con aquel secreto". "Y
esto que tiene visos de leyenda, parece una realidad que por suerte ha quedado
cristalizada en los monumentos megalíticos que dejaron aquellos hombres y que
sobreviven hasta hoy, a pesar del tiempo transcurrido desde entonces y de la
acción devastadora de los elementos". "En Copacabana, las islas del Sol y de la
Luna el paso de aquellos hombres que parecen de leyenda por su habilidad para
labrar la piedra, ha quedado marcado por monumentos que causan y seguirán
causando la admiración de cuantos vean con la simpleza de visitantes o de
aquellos que los estudian con manuales de arqueología o con libros de
investigación histórica". "El investigador Arturo Posnansky dice en una monografía
titulada "Tiwanacu y la Civilización en el Altiplano Andino", que La época primitiva
de Tiwanacu fue el primer esfuerzo de una de las tribus autóctonas más
inteligentes para someter religiosa y políticamente las hordas que sin sujeción
alguna vivían diseminadas en las islas y orillas del gran lago, en una vida poco
sedentaria". "El testimonio de los cronistas de la Colonia no precisaría mayores
ratificaciones para evidenciar la antigüedad de la época en que vivieron los
hombres de Tiwanacu, anterior en muchos siglos a la dominación incaica, pero, no
es inoportuno anotar que hombres de ciencia que realizaron investigaciones al
respecto, como el Conde Francis de Castelnau entre otros, están acordes en
afirmar que "el esplendor de Tiwanacu" pertenece a una época muy anterior a la
aparición de los Incas". "Más categórico que los cronistas de la Colonia, que sólo
basaban sus afirmaciones en las referencias que hacían los indios de su época, es
el investigador boliviano José María Camacho, quien afirma, como resultado de
excavaciones efectuadas en el suelo de Tiwanacu, que el espesor de la capa
sedimentaria que ha venido acumulándose en siglos, es de más de un metro".
"Comparando este espesor dentro de las condiciones topográficas del lugar, con el
detritus depositado en otras antiguas ciudades cuya época de destrucción es
evidentemente conocida, resulta que, siglos más o siglos menos las ruinas de
Tiwanacu cuentan cerca de cuatro mil años, esto es, que se remontan a las
primeras edades postdiluvianas, y que son contemporáneas de Nínive y Babilonia,
los centros más antiguos de la civilización en el viejo mundo". "La civilización
alcanzada por los hombres de Tiwanacu y de Copacabana, no se circunscribió a la
orilla del Lago Titicaca, ni se detuvo sólo en la meseta altiplánica. Su superficie
llegó, por el Norte hasta el paralelo 8 al Sur de la línea ecuatorial, y por el
mediodía parece trazado su límite en las tierras de Santiago del Estero, República
Argentina, ya que las huellas que se conservan a través de los siglos, permiten
asegurar que en todos esos territorios, muy lejos hacia el Norte y lejos también
hacia el Sur, vivieron y dominaron los misteriosos seres de la era de Tiwanacu".
"Así por lo menos, lo afirman hombres de ciencia, como el arqueólogo alemán Máx
Uhle, que realizó investigaciones y estudios en el Continente, para encontrar los
eslabones perdidos de la civilización prehistórica de América" .

LA NACIÓN AIMARA
Remitiéndonos a los estudios de don Pedro Kramer tenemos que: "Los aymaras
se organizaron en nación en el altiplano alrededor del lago Titicaca
principalmente." "Los principales pueblos aymaras que formaban el núcleo de esta
extensa nación eran los pacajes, habitantes de Pacasa, (actual Pacajes); los
omasuyos que vivían a orillas del lago Titicaca, concentrándose después a los
límites de la actual provincia de Omasuyos; los laricasas que vivían en las
provincias actuales de Muñecas y Larecaja; los yungas que comenzaban desde el
valle de Chuquiapu, y se extendían en la vertiente oriental de 1a cordillera Real;
los unís; sicasicas, curahuaras, carangas, etc." Abundando en otras opiniones
Alcides D'Orbigny, en sus estudios sobre el indígena americano sostiene el
parentesco antropológico de aymaras y quechuas: "...por el carácter, las
facultades intelectuales, modales, costumbres, usos privados y sociales, por la
industria agrícola y la manufacturera, por los vestidos, los aymaras se asemejaron
y se asemejan todavía a los quechuas".

Los Mallcus.
Se dice que: "Los aymaras antes de ser conquistados por los incas, se
encontraban gobernados por los mallcus, que en unas tribus era el guerrero más
valiente y en otras el anciano más responsable; estos jefes gozaban de una
autoridad absoluta y vitalicia, siendo a veces hereditario en su familia el gobierno.
La mujer del Mallcu se llamaba Tahalla; los jefes subalternos eran los apus y en
grado inferior a estos se encontraban los ilacatas". Estos antecedentes, eximen de
dar más extensa información de las funciones que desempeñaban, como jefes y
gobernantes, los Mallcus, Apus e Ilacatas, en sus actividades administrativas y
políticas. Por eso, nos limitamos a citarlos con esos simples títulos y como tales,
suponiendo que dentro de sus obligaciones de mandar sobre sus pueblos y
súbditos, tenían que hacer cumplir las determinaciones de sus normas de carácter
moral y religioso con la autoridad que les permitía imponer la fuerza aún
valiéndose del castigo en los casos de transgresión de sus preceptos.

LA ACTIVIDAD POLICIAL ENTRE LOS QUECHUAS


Los quechuas inscribían los hechos más salientes de su gobierno y administración
en los QUIPUS, varios significados no se han podido descifrar. Los quipus estaban
encargados a unos funcionarios especializados, los QUIPUCAMAYUS; que a
través de esos cordeles podrían habernos transmitido quizá una historia completa
de los Incas; pero como tales cordeles no tenían el valor del oro ni de la plata,
fueron destruidos por la ignorancia del conquistador. Sin embargo esta acción
devastadora, no ha podido anular del todo el valor que tienen para la investigación
y estudio del incario. Kramer, señala: "Desde Pachachaca hasta el nudo del Cuzco
existían varias naciones sujetas a jefes, CURACAS, de autoridad permanente o
transitoria. Entre estas naciones la más importante era la quechua considerada
como la más numerosa. Su lengua llegó a ser el idioma oficial del imperio; antes
de la conquista fue hablado en la serranía del Norte y dejó huellas en regiones a
donde no llegaron los ejércitos incaicos; después de la conquista se extendió por
medio de los mitimaes a varias zonas alejadas del Cuzco".

TAHUANTINSUYU
Fundada la capital del Imperio en el Cuzco, su expansión impuso la necesidad de
ser dividido para gobernarlo mejor en cuatro SUYOS o TAHUANTINSUYU. Tal
división estaba orientada en el sentido de los cuatro puntos cardinales y se
denominaban ANTISUYU el que estaba al oriente, CUNTISUYU el del occidente,
CHINCHASUYU el del septentrional y COLLASUYU el meridional. "Dentro de cada
Suyu había otras demarcaciones que llevaban los nombres propios de los pueblos
conquistados, en cada una de estas existían comarcas cada una de las cuales
debía dar cabida a uno o más conjuntos de diez mil familias o JUNU y hallábanse
bajo el gobierno de un JUNUKURAKA. En provincias muy extensas y pobladas
había divisiones en parcialidades de a 40000 familias o WAMANIN, conducidas
cada una de ellas por un WAMANIN APU. El junu se dividía en diez WARANQA
(mil familias), cada una regida por un kuraca. La Waranqa se componía de dos
grupos de a 500 familias y cada uno de cinco PACHAJ (centuria), (PACHAKA era
el mayordomo principal del palacio del Inca); cada centuria era regida por un
PACHAJKAMAYUJ (gobernador de 100 familias) y se dividía a su vez en dos
Phisqachunka, cada una conducida por un PHISQACHUNKAKAMAYUJ.
Finalmente se tenía la CHUNKA (diez), grupo de diez familias dependiente de un
CHUNKAKAMAYUJ". "Al lado del soberano, aún por encima del consejo imperial
había un alto dignatario conocido con el nombre de INCAJ-RANTIN (representante
suplente del Inca), cuya función consistía en reemplazar en el gobierno a aquel,
cuando se ausentaba en campaña o en viaje por el interior del país. "Entre el
consejo imperial y los JUNU existía otra dignidad, la del TUKUYRIKUJ. De
acuerdo con el nombre, que quiere decir EL QUE LO VE TODO, el dignatario
realizaba una labor de vigilancia en el distrito de su jurisdicción que por lo general
era una provincia, haciéndose responsable del debido cumplimiento y observancia
de las leyes y mandatos del Cuzco, enmendando errores, reparando injusticias,
sancionando infracciones". "De jerarquía inferior al Tukuyrikuj era el
LLAJTAKAMAYUJ, especie de inspector que visitaba las viviendas para ver el
cuidado y diligencia, que el varón como la mujer tenían acerca de su casa y
familia..., escribe Blas Vareta, y al mismo tiempo se ocupaba de dirigir el trabajo
de las heredades de las viudas, huérfanos, soldados movilizados, inválidos, etc. y
también la construcción de viviendas".

Religión y Ley
Por lo que hemos visto era decisivo el papel de la religión, que marcó
profundamente las tradiciones y las costumbres de los pueblos, aparejada a éstas
la Ley y sus preceptos se mantenían en vigencia, transmitiéndose y evolucionando
junto al desarrollo cultural que se operaba en estos pueblos. "De ese fundamento
religioso sacaba la ley su poder... La ley era la voluntad del Inca; no tenía por
consiguiente, ningún elemento de estabilidad en sí misma, pero el notable espíritu
de continuidad que demostraron los soberanos suplía la ausencia de textos; cada
uno de los jefes seguía tan perfectamente la política de su predecesor, que un
mismo hombre, que hubiese vivido dos siglos, no habría obrado de otra forma. Por
esto, las decisiones de los soberanos estaban, por decirlo así, codificadas por los
guardianes de los quipos, que las conservaban mediante sus cordelillos y los
amautas o sabios estaban encargados de interpretarlos... ". De esta manera nos
encontramos frente a preceptos que sin estar codificados, se observaban
rigurosamente. Es lógico pensar que tenía que regir también una forma
procedimental tradicional, en la que la gracia del Inca o su negativa, era el
desiderátum de toda cuestión jurídica. "Cuando se trataba de una violación de la
ley del Inca, el juez debía aplicar la pena sin poder modificarla: gozaba, por el
contrario, de cierta libertad cuando tenía que inspirarse en reglas consuetudinarias
locales, que importaban poco a los poderes públicos...". "No poseemos más que
un pequeño número de informaciones relativas al procedimiento. Las sentencias
debían ser pronunciadas dentro de los cinco días y no tenían apelación. El Inca
tenía el derecho de gracia como lo prueba el desenlace del drama OLLANTAY".
"Los adivinos y exorcistas podían ser llamados a pronunciarse sobre la inocencia o
la culpabilidad del acusado, y se empleaba la tortura para arrancar confesiones...".

Delitos y penalidades
Los aspectos de moral, de autoridad y de antiguas costumbres importaban
también una serie de normas para castigar a los individuos que no acataban
ciertas determinaciones lo cual implicaba el castigo para los renuentes a la
observación y cumplimiento de las reglas existentes. Se castigaba estrictamente el
incesto, con penalidades que en algunos casos resultaban exageradas, como
reventar los ojos a los culpables. En otro caso, eran tan rigurosas las penas que
fallecido el culpable, su cuerpo no debía enterrarse sino arrojarse a los barrancos
para alimento de las alimañas. Los malhechores y ladrones debían purgar sus
penas en establecimientos carcelarios lúgubres y especiales. Asimismo, se daban
penalidades harto fuertes a las mujeres y a los varones adúlteros, tales como
amarrarlos por los cabellos y colgarlos en los riscos además de dárseles el
tormento de privarlos no sólo de la libertad, sino aún en determinadas
circunstancias de ocasionarles la muerte. En los casos en que una doncella se
entregaba a un hombre sin que su hubieran llenado las formalidades
matrimoniales, eran castigados en la misma forma. Y, en los casos de abuso
deshonesto o forzamiento ejecutados por varones en perjuicio de doncellas, los
violadores recibían la pena de muerte colgados en una horca donde permanecían
varias horas. También, dentro de sus principios morales, se castigaba duramente.
a los individuos que se embriagaban con exageración. Las sanciones eran
enérgicas, al extremo de que en algunas ocasiones los ebrios eran privados de
alimentación por lapsos considerables. Llegó este sentido de organización a
determinar que en la capital del Imperio haya un Consejo Real compuesto por dos
Incas de HANAHCUZCO y LURINCUZCO (Cuzco Alto y Cuzco Bajo, en que
estaba dividida la ciudad), cuatro de COLLASUYU, por lo que desde entonces se
les llamaron TAHUANTINSUYU CAMACHI-CONCHIC. Todo este aparato de
gobierno debía ocuparse de ordenar el Imperio, haciendo que se cumplan los
mandatos del Inca, que se respeten las leyes y se cumplan las sanciones
establecidas. Haciendo concurrir la vida del Incario con la llegada de los
conquistadores, Guamán Poma informa que estas ordenanzas generales dictadas
por el TOPA INCA YUPANQUE y su consejo, fueron transmitidas al Rey Católico
don Fernando Segundo por el Virrey don Francisco de Toledo, el cual, sacando de
ellas lo mejor, las conformó para que se observaran en esta parte de sus
dominios. Sin embargo, vale hacer notar que tales ordenanzas, leyes o
costumbres que regían a los Incas, fueron destruidas por los primeros
conquistadores españoles del Tahuantinsuyu, que iniciaron su desmantelamiento
con la prisión y muerte del Inca ATAHUALLPA.

LA POLICIA Y LOS CONQUISTADORES


Fue sin par acontecimiento el descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal
Colón el 12 de octubre de 1492, así como sus tres viajes consecutivos a las Indias
Occidentales como se dio en llamar a esta parte del mundo, descubriendo en el
último las costas de lo que hoy es Colombia (año 1948). En ninguna de estas
aventuras marítimas es de suponer que se hubiera pensado en la necesidad de
establecer un sistema de autoridad que realmente ejecute actividades específicas
de policía, ni aún cuando Colón anunciara la existencia de un Nuevo Mundo y
fuera galardonado con los títulos de Almirante del Océano y Virrey de las tierras
que descubriera y en cuyo honor debía formar un séquito de autoridades menores.
Tenía, indudablemente, gente armada encargada de hacer cumplir sus órdenes en
las naves en que surcaba los mares y, de proteger la seguridad de sus partidas
cuando arribaba a alguna de las tierras descubiertas. Tales actividades no pueden
calificarse estrictamente como de policía. Posteriormente, cuando se estableció
que el Nuevo Mundo, desde que Américo Vespucio dibujó sus primeros mapas,
era una tierra de ingentes riquezas, las expediciones de los conquistadores se
multiplicaron y es entonces cuando aparece la Institución del Orden en algunas de
sus formas más definidas.

LA POLICIA EN LA ETAPA DE LA COLONIA


Derrotado Almagro en 1538 y ejecutado en el Cuzco, Francisco Pizarro mandó a
Pedro Anzúrez de Campo Redondo al sur del Collasuyo, quien el 29 de
septiembre de 1538 fundó la ciudad de Charcas, denominada luego La Plata,
Chuquisaca y después Sucre. En 1778 el enorme Virreinato del Perú, al cual había
pertenecido Charcas desde un comienzo, fue dividido en dos Virreinatos con la
creación del Virreinato del Río de La Plata. A la cabeza de cada una se hallaba un
intendente, responsable de sus actos ante el Virrey. Mucho poder, principalmente
de naturaleza política y administrativa se fue así arrebatando a la Audiencia, que
limitó sus facultades casi sólo a lo que corresponde a una corte de apelación. La
erección de las Audiencias de Buenos Aires y Cuzco, más las reformas
administrativas y el cambio de Charcas a un nuevo Virreinato, fueron las causales
para el fin de la edad de oro de la Audiencia de Charcas. Sin embargo, fue aún así
un organismo de innegable poder y sus Ministros, los OIDORES, comenzaron a
sentirse más y más arrogantes. Por ejemplo, aplicaron con particular estrictez las
normas de etiqueta hasta llegar casi al absurdo. No saludaban a nadie, pero
demandaban que todos los saludasen respetuosamente. Cuando caminaban por
la calle los otros habitantes al cruzarse con un Oidor tenían que descender de la
acera. Apoyaron una vez, mediante decisión judicial, a quien rehusó dirigirse a un
intendente con el título aceptado de SEÑORÍA. El Gobierno comunal lo ejercían
los Cabildos que se componían de dos Alcaldes ordinarios, dos Regidores, un fiel
Ejecutor, un Alcalde de Aguas y un Alférez real.

FUNCIONES POLICIALES
Las funciones policiales propiamente dichas se manifestaron como una respuesta
a la necesidad de proteger la vida y la hacienda de los conquistadores, así como
asegurar una convivencia tranquila entre los habitantes de las poblaciones, sobre
la base de medidas que prevenían los delitos y sanciones a los contraventores,
emergentes del derecho consuetudinario que se fue modelando poco a poco con
el transplante de leyes y costumbres del Reino de España. En las capitales de las
provincias los Gobernadores representaban al Virrey y tenían bajo su mando a los
Corregidores y a los Intendentes, cuyas funciones policiales eran definidas, puesto
que encabezaban las actividades de conservación del orden público, el resguardo
de la seguridad personal y real con elementos que en los primeros tiempos
estaban compuestos por piquetes de soldados de las guarniciones españolas y
vecinos honorables voluntarios. El ejercicio de la autoridad estaba sujeto a las
leyes y ordenanzas que se dictaban en el Real Consejo de las Indias y a las que
se daban en las tierras colonizadas por sus propios Virreyes, constituyendo el
cuerpo de legislación más adecuado y sabiamente elaborado, el conjunto de leyes
y disposiciones dictadas por el Virrey don Francisco de Toledo en 1574 y en 1577
que por su importancia son conocidas por "Las Ordenanzas de Toledo". A medida
que las poblaciones aumentaban en importancia y habitantes, la necesidad de
vigilar las heredades y la seguridad de las personas se hacía más compleja.
Piquetes especiales de gente armada sobre la base de las fuerzas regulares con
el nombre de VIGILANTES, recorrían durante el día las poblaciones imponiendo el
cumplimiento de las ordenanzas y bandos de carácter policial y comunal. Junto a
estos también se organizaron grupos de funcionarios contratados exprofesamente
para que mediante rondas nocturnas velaran por la tranquilidad de los habitantes,
sirviendo de auxilio a las personas obligadas a transitar las calles en esas horas.
Manifestaban su presencia con anuncios de hora y tiempo, logrando de este modo
ahuyentar a los malhechores que pudieran haber actuado en acecho. Estos eran
los SERENOS, de quienes se han tejido un sinnúmero de anécdotas interesantes.
Para que las leyes del Monarca, las disposiciones de buen gobierno de las altas
autoridades o las ordenanzas de los cabildos y las órdenes reglamentarias de
policía fuesen conocidas por todos los habitantes y nadie alegara un
desconocimiento, se realizaba una ceremonia pública y solemne, en la que se leía
el mandato que adquiría vigencia desde ese momento. Este era el BANDO. La
fidelidad de los indios a las autoridades de sus antepasados, a sus tradiciones y
costumbres, no pudo ser borrada con el nuevo sistema de gobierno. De ahí que
junto a sus prácticas religiosas, continuaban acatando y respetando a sus jefes,
curacas e ilacatas y practicando una evidente mezcla de ritos paganos y católicos.
Con tales antecedentes y la discriminación que imponían los colonizadores en su
trato con los criollos, mestizos e indios, se impuso una serie de medidas legales
de tipo paternalista que estuvieron encomendadas especialmente a las
autoridades menores de policía para que protegieran sobre todo a los indios,
concordando las actividades de estas autoridades con las que representaban a los
aborígenes. Con estas características hasta entonces pacíficas, se van
desenvolviendo las actividades de la Colonia amparadas en sus leyes y en sus
autoridades; mas los trajines sediciosos se dejaban sentir, si no como un intento
emancipador, por lo menos aparentando adhesión a las corrientes políticas que se
estaban desarrollando en la madre patria, por lo que la actividad de Policía se
vuelca al control secreto de quienes se reúnen en las cantinas, billares y otros
lugares de diversión pública, con la misión de informar de los pormenores de esta
latente conspiración, dando paso a una nueva forma de vigilancia policial
destacada para desenmascarar a los que escudados en el anonimato debían ser
tratados como perturbadores del orden público.

LA POLICIA DURANTE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA


Sobre esta etapa de la vida de los pueblos sometidos a la dominación española,
los estudios se concretan por lo general a dar relieve a los acontecimientos que
significaron levantamientos, rebeliones, pronunciamientos, escaramuzas y
batallas, sin mencionar que en ellas intervinieron fuerzas en función de policía que
jugaron papeles importantes en cada ocasión. Así tenemos que los ajetreos
políticos que antecedieron a la sublevación de Chuquisaca, hicieron ver a Ramón
García Pizarro, Presidente de la Real Audiencia de Charcas, el inminente
rompimiento entre la Audiencia y su autoridad, y que aquella recibiría el apoyo del
Coronel Arellano y su milicia acantonada en Yamparáez. Por eso Pizarro, el 23 de
mayo de 1809, mandó pedir tropas al Intendente de Potosí.

SUCESOS EN CHUQUISACA
El escritor Gunnar Mendoza L. nos proporciona un caso de magníficos contornos
anecdóticos, relacionado con los acontecimientos del movimiento libertario
realizado en los dominios de la Audiencia de Charcas en su obra Causa Criminal
contra Francisco Ríos el "Quitacapas" años 1809-1811, publicada en Sucre en
1963. De ella tomaremos algunos fragmentos que transcribiremos inextenso por la
forma como narra estos hechos que están relacionados con las habilidades del
personaje y las consecuentes intervenciones que hubieron de tener las
autoridades para sancionarlo y frenarlo. "...4.-La pieza documental que se registra
en la presente publicación pertenece al archivo de la presidencia y gobernación de
La Plata y se conserva actualmente en el Archivo Nacional de Bolivia. Sus
designaciones originales rezan así:" "Año 1809-1811. Causa criminal seguida de
oficio por el alcalde ordinario de la Villa de Oruro contra Francisco Ríos, alias el
Quitacapas, por vago, mal entretenido y otros crímenes. 87 fojas. Original" "...6.-
Por ínfima que sea la talla individual y social del protagonista, por mediterráneo
que sea el sitio del escenario; por poco expresivo que sea el estilo curialesco del
expediente, la figura del Quitacapas trasciende en estas áridas páginas con
rasgos que perfilan netamente una individualidad propia..."
"...Vagabundo, borracho, mujeriego, trapacero, mal entretenido, tahur, guitarrero;
sobre todas las cosas ladronísimo, que ni en los momentos graves olvidaba el
oficio que le había dado renombre y sobrenombre: en lo más enconado del
alboroto popular del 25 de mayo recogió una capa de grana para que quedase el
dueño de ella con libertad para tirar piedras a la presidencia". Cualquiera puede
ver que el Quitacapas colma con creces los requisitos más exigentes para ser
exaltado al rango de supremo de la orden picaresca". "...Y este es el sujeto que en
un raudo giro de la rueda de la fortuna cruza su destino con el destino de
presidentes, regentes, oidores, arzobispos, alcaldes, oficiales reales, curas,
militares, secretarios de cámara, asesores, fiscales, y al mismo tiempo de
ladrones, rameras, celestinas, gariteros, chalanes, soldados, indios, en abigarrada
caterva. Esta estadística no agota ciertamente pero numera muchos
representantes inexcusables en la escena histórica de aquel tiempo". En Oruro
había sido capturado por orden verbal del alcalde ordinario el 21 de julio de 1809,
por vago y de notoria mala fama y por haber llegado en anterior oportunidad de La
Paz con famosos ladrones contra quiénes se seguían procesos criminales.
Asumiendo su defensa, presenta el 19 de febrero el siguiente memorial: "(f.22)
Este infeliz prisionero que abajo firma su nombre, abrumado de sus lastimosos e
infaustos padecimientos, mediante este memorial recurre a ese regio tribunal de
vuestra alteza sobre la injusticia que ha experimentado el señor alcalde ordinario
de 2° voto que lo fue el actual año pasado próximo don Juan Bautista Tedesqui,
quien sin haber más motivo que el de estar de transeúnte me atracó y puso preso
en un calabozo, el más fuerte, bajo seis puertas, cargado de una barra de platino,
con el que me mantengo el espacio de ocho meses, quitándome la manutención
natural que una piadosa mujer me daba; y en este dilatado transcurso de tiempo
que ha mediado, no he podido saber el motivo que ha dado mérito a tanto
padecimiento, ni defensor que se conmueva a pedirlo. La declaración donde fui
examinado por el referido alcalde no fue más que dónde pasaba, con qué destino
y el por qué acabé de gastar el bastimento natural que llevaba; aquí se concluyó la
causa del delito en que incurrí, sobre esta declaración se habrá seguido el
proceso; más no sé, soterrado en este calabozo, que sólo sé que vivo por que
siento...". Nuevamente preso en la ciudad de La Plata, el 17 de septiembre de
1810, depuso ante su tribunal una confesión de sus hechos, entre los cuales figura
este interrogatorio: "Cierto ...que manifestó su pasaporte al referido Aguayo
diciéndole que capitaneó a la plebe de esta ciudad en la noche del veinticinco de
mayo y por siete días siguientes; que consiguió la prisión del señor Pizarro; que su
retrato lo hizo ahorcar con un perro blanco muerto; que el señor arzobispo puso a
su disposición cuatro mil pesos fuertes de los que repartió dos mil dejando otros
dos mil depositados dijo: Que es cierto ...porque entonces y hasta ahora ha vivido
persuadido que hizo un gran servicio al rey en precaver muertes y robos y otros
insultos porque los cholos le miraban con respeto y miedo...; que no ha proferido
cosa alguna acerca de la prisión del señor Pizarro y menos de haber hecho
ahorcar su retrato, pues como tiene ya declarado no vio poner la horca sino
levantada ya en la plaza...; que sobre el dinero repartido en la puerta del señor
arzobispo, se expresó del modo que tiene ya confesado; y que es verdad que
contó con execración del hecho que habían ahorcado el retrato del señor Pizarro
con un perro muerto, desaprobando tan insolente operación...; que pasados estos
movimientos se retiró a La Paz, con pasaporte, donde paró poco tiempo por los
movimientos de aquella ciudad y regresó a Oruro donde lo apresaron a los quince
días de su estada y desde entonces ha estado en prisión sin formar libertad para
poder trabajar; que el pasaje con el señor ministro contador de estas cajas
principales, don Manuel Delgado, no fue de sorprender como se supone, sino una
petición honesta que le hizo el declarante de que le diera alguna limosna, como lo
solía hacer cuando estaba preso en la real cárcel de corte, y ni tampoco podía
hacerle dicha sorpresa (f.86) porque dicha petición le hizo en el lugar de su
zaguán de la real caja donde estaba su soldado que hacía guardia y otro guardia
en el cuartel inmediato...". Estos y muchos pasajes más se encuentran en el
expediente del proceso que siguieron las autoridades contra el Quitacapas por sus
correrías y aventuras matizadas de habilidad, picardía y valor inaudito, en el que
tuvieron parte activa las autoridades de esa época y que como dice Gunar
Mendoza debe considerarse dentro de nuestra historia porque ella es
esencialmente informativa. Con los realistas o con la rebelión, quienes
desempeñaron funciones policiales, debían extremar sus actividades para justificar
las razones de su proceder. Analizando los hechos con la frialdad del investigador
hay que decir que a los españoles les correspondía defender la bandera de la
Corona y a los criollos, mestizos e indios, colaborar con la emancipación.

SUCESOS EN LA PAZ
El disimulo con que se hizo el levantamiento de Chuquisaca ya no se manifiesta
en La Paz, donde reemplazadas las autoridades se crea una Junta Tuitiva y un
Cabildo saliendo abiertamente a declarar la independencia con una proclama cuya
parte saliente dice: "Ya es tiempo de sacudir el yugo español. Ya es tiempo de
organizar un nuevo sistema de gobierno, fundado en los intereses de nuestra
Patria. Ya es tiempo, en fin, de levantar el estandarte de la libertad en estas
desgraciadas colonias, adquiridas sin ningún título y conservadas con la mayor
injusticia...". Este abierto reto revolucionario hizo que el Virrey Abascal ordenara a
Goyeneche marchar sobre La Paz con 5000 hombres no obstante de que ella no
estaba dentro de su jurisdicción, porque el Alto Perú dependía del Virreinato de La
Plata. Goyeneche tomó violentas medidas, condenó a confinamiento y trabajos
forzados a unos y colgó a muchos otros, entre los que cuenta a Pedro Domingo
Murillo, que al subir al cadalso pronunció la profética frase de: "Compatriotas, yo
muero, pero la tea que dejo encendida nadie la apagará"

LA PRIMERA POLICÍA BOLIVIANA 1826


– 1886 SU ALCANCE DEPARTAMENTAL

EL MARISCAL SUCRE, FUNDADOR DE LA INSTITUCIÓN


El Mariscal de Ayacucho, don Antonio José de Sucre, nació en la ciudad de
Cumaná (Nueva Granada), el 3 de febrero de 1795. Fueron sus progenitores don
Vicente Sucre y doña María de Alcalá. Cuando nuestro héroe aún se encontraba
en el período de la niñez, fallecieron sus padres, uno después de otro, a causa de
una epidemia que se produjo en aquella región.
Anoticiados Bolívar y Sucre de las diferentes opiniones que se estaban debatiendo
en el Alto Perú, dispusieron que se organizara una Asamblea de hombres
notables, para determinar cuál sería la decisión de la opinión pública. Efectuada
dicha Asamblea, en la sesión del 6 de agosto de 1825, presidida por don José
Mariano Serrano, se determinó por mayoría absoluta crear un nuevo Estado
Americano, al que se le puso del nombre de República de Bolívar, denominación
que fue cambiada por la de REPUBLICA DE BOLIVIA. Cuando su Primer
Presidente, el Libertador Bolívar, se ausentó, transfirió sus poderes al vencedor de
Ayacucho Antonio José de Sucre. Durante su Gobierno, el Presidente Sucre
demostró entera generosidad, desinterés y nobleza. Acogía con gran bondad a
cuantos solían pedirle favores que no contraríen al derecho y al buen gobierno de
la República; prefería controvertir con algunos solicitantes de favores,
imponiéndose por la persuasión, el derecho, la justicia y el respeto que debía
tenerse para las autoridades. Por eso se dedicó con verdadero ahínco a la
organización y mejora del país y en este empeño nos toca hacer resaltar la
organización de la primera Policía de la República, constituyéndose en el creador
de esta Institución del orden y de la seguridad nacional. Las medidas que pensaba
ejecutar para hacer un buen gobierno, las meditaba mucho y en más de una
ocasión las consultaba con hombres de saber, prefiriendo escuchar los consejos
sanos que permitan el progreso de la república. Quiso declinar su mandato, pero
el Congreso Nacional le pidió por unanimidad que siguiera gobernando, a lo que
accedió sólo por un tiempo limitado, porque había advertido que había disparidad
de criterios y descontento que se materializó en el motín militar del 18 de abril de
1828, en el que estuvieron a punto de victimario hiriéndole un brazo con un
disparo. El 1° de agosto de 1828, abandonó el Gobierno para dirigirse al Ecuador
y entregó al Congreso Nacional su último mensaje a la Nación, que todos los
bolivianos debemos recordar siempre con unción patriótica porque constituye un
mandato histórico al manifestar: "AUN PEDIRE OTRO PREMIO A LA NACION: EL
DE NO DESTRUIR LA OBRA DE MI CREACION; DE CONSERVAR POR ENTRE
TODOS LOS PELIGROS LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA"

SUCRE EN LA ORGANIZACIÓN DE LA REPUBLICA


Sucre, con criterio sereno y de estadista, inicia la división política del territorio en
departamentos, provincias, cantones y parroquias; señalándoles a cada uno,
autoridades político-administrativas, a las que les estaba prohibido todo
conocimiento judicial. De esta manera, los departamentos estarían mandados por
un jefe civil con el nombre de Prefecto; las provincias, por el Gobernador; los
cantones, por el Corregidor y, si en un Cantón hubieran dos parroquias, en cada
una de ellas se nombrarían Alcaldes. Los Prefectos y Gobernadores, como
Agentes de Gobierno, eran sólo funcionarios del poder civil y político, y la sujeción
de su jerarquía era la de Prefecto a Gobierno, Gobernador a Prefecto, Corregidor
a Gobernador y Alcalde a Corregidor; los dos primeros nombrados por los
cantones mismos y los Alcaldes por su pueblo. Tales son la división política y las
autoridades que se asignaban a sus partes constitutivas en conformidad con el D.
S. de 23 de enero de 1826.
Complementa este decreto, la orden suprema por la cual los Gobernadores debían
velar por que las postas no experimenten retrasos; que las autoridades no falten a
sus pueblos, y que sus cortas ausencias sean suplidas por encargados que dejen
para resolver las cosas que pudieran ocurrir. Esta parte de la administración de
Sucre nos muestra sin lugar a dudas, que el Gran Mariscal de Ayacucho fue el
indiscutible fundador de la República, sin que esto signifique desconocer que el
Libertador fue el artífice de su independencia, el Padre de la Patria. La tarea de
organizar un nuevo Estado y darle una legislación que defina las características de
la República, fue ardua para Sucre, si se tiene presente que entre sus problemas
estaba el de velar por la conservación del orden público y de las garantías de la
ciudadanía, donde el peso de un ejército desproporcionado requería de un sistema
especial de tratamiento a la intervención de estas fuerzas en su relación con el
común de los pobladores a quiénes había que sustraer de su dominio y apartar de
la influencia de los políticos. Entre estas medidas, se cuenta la de establecer una
Policía que garantice la convivencia de esa sociedad.

LEY REGLAMENTARIA DE 24 DE JUNIO DE 1826


La partida de nacimiento de la Policía Nacional, con la que se la institucionaliza y
se le fijan atribuciones propias y específicas, es dictada por el Gran Mariscal de
Ayacucho.

LEY REGLAMENTARIA DE 24 DE JUNIO DE 1826


El Congreso General Constituyente de la República de
Bolivia ha sancionado y sanciona el siguiente

REGLAMENTO DE POLICIA
CAPÍTULO lo. DE LOS
INTENDENTES
Artículo.
1. 1. Habrá en cada Departamento un Intendente de Policía nombrado por el
Gobierno, para cuidar de la tranquilidad, buen orden y comodidad de los
habitantes; tendrá su residencia en la capital.
2. 2. El Intendente estará subordinado al Prefecto del Departamento y le
sucederá en el mandato en forma accidental, en el caso de vacante o
accidentalmente, mientras que el Gobierno le provea como interino o en
propiedad.
3. 3. Los Intendentes continuarán en el mando por un tiempo determinado y
podrán ser removidos a voluntad y juicio del Gobierno, según exija el mejor
servicio de la República.
4. 4. Como han de ser responsables del buen orden interior de las ciudades
tendrán a su inmediata disposición un piquete de tropa armada y pagada por el
Estado.
5. 5. El Intendente será respetado y puntualmente obedecido por todos,
asimismo él ha de ser responsable de los abusos de autoridad y deberá ejecutar
inmediatamente las penas impuestas por las leyes policiales y bandos de buen
gobierno.
6. 6. La dotación del Intendente de Policía, será por hora, un tanto por ciento
de la recaudación de la contribución directa de los capitales que correrá a su
cargo, observando las leyes e instrucciones que existieran o existan en adelante.
7. 7. Estará también a cargo del Intendente, velar sobre la conservación de las
obras públicas y establecimientos de beneficencia de común utilidad y promover,
haciendo presente al Gobierno, la construcción de obras nuevas.
8. 8. Cuidar que en el pueblo y término de su jurisdicción, no se consientan
vagos, ni gente alguna sin destino y aplicación de trabajo; haciendo que los de
esta clase pasen al servicio de la República donde se les dará ocupación.
9. 9. Si fuesen inútiles para estos destinos o mendigos de profesión, los hará
recoger a los hospicios, para que se les mantenga y ejercite según sus fuerzas,
sin consentir que anden pidiendo limosna.
10. 10. Perseguirán y prenderán a los inquietos, ladrones y escandalosos que
perviertan las costumbres y turben el orden; sin que se entienda que bajo este
pretexto haga caso de infundadas dilaciones, no se entrometa a examinar la vida,
genio y costumbres domésticas y probadas que no pueden influir en la tranquilidad
del bien público o perjuicio de los demás ciudadanos.
11. 11. Podrá arrestar a los que halle delinquiendo infraganti, pero si así en
este caso, como en el artículo anterior, entregará los reos al Juez competente en
el preciso término de cuarenta y ocho horas.
12. 12. No se permitirá el juego de dados, gallos ni de otros que invite a fraude;
tampoco consentirá que en las plazas ni calles, haya juegos que estorben, que
dañen a los transeúntes.
13. 13. Cuidará por intermedio de providencias económicas, conforme a las
leyes de franquicia y libertad, de que la ciudad esté surtida abundantemente de
comestibles de buena calidad, que estén bien conservadas las fuentes públicas.
14. 14. También extenderá su cuidado a que estén bien enlosetadas y
desembarazadas las aceras, las veredas empedradas limpias, y alambradas en
las calles.
15. 15. Dará cuenta al Prefecto (o al Gobierno por conducto de la Secretaría
respectiva) de los abusos que observe en los hospitales, cárceles, hospicios,
escuelas y demás establecimientos de beneficencia, sin meterse en ningún caso
en la dirección de las casas, ni estorbar a sus administradores.
16. 16. Velará por la conservación de las vacunas, y en caso de manifestarse
en la ciudad alguna enfermedad epidémica, dará inmediatamente cuenta al
Prefecto, para que tome las medidas correspondientes.
17. 17. Atenderá los bagajes, alojamiento y suministros para que las tropas se
repartan con igualdad y equitativamente entre los vecinos, conforme a la
ordenanza y reglamentos; asimismo a que se observe la misma exacta cuenta y
razón para los correspondientes abonos.
18. 18. Corregirá con las penas impuestas por las leyes, los robos injurias y
faltas livianas, y demás delitos públicos, por los que no se puede formas causa.
19. 19. A los contraventores a sus órdenes, impondrá sanciones, si no tuviera
recursos para las obras públicas, las multas son las siguientes: Dos pesos en la
primera y cuatro en la segunda vez, duplicando la cantidad en razón a la
reincidencias, si fuera persona que no pueda darlos se impondrá dos, cuatro y seis
días de arresto, o de servicio a obras públicas.
20. 20. Se expedirá los pasaportes para el interior y para fuera de la República,
a excepción de los militares que obtendrán por el Jefe de Armas.
21. 21. Los pasaportes de un Departamento a otro pagará un real y para fuera
de la República dos pesos, que son aplicables a los gastos de Policía, los que
rehusen pagar pasaporte serán multados en doble cantidad.
22. 22. El Intendente velará por la conducta y exacto cumplimiento de las
obligaciones de los Comisarios, a quienes podrá remover según el servicio y
utilidad pública que la demande y por último pertenece al Intendente cuidar por
todos los objetos que le estén encomendados, por las leyes y ordenanzas de
Policía, en todo lo que se oponga a la presente instrucción.

CAPÍTULO 2o. DE LOS COMISARIOS DE POLICÍA


1. 23. En las capitales de los departamentos habrá tres, ó cuatro comisarios
de policía según la necesidad, dotados cada uno con la cantidad de trescientos
pesos al año sobre el tesoro público si no hay fondos municipales, y además el
uno por ciento sobre la contribución directa de su cuartel que será encargado de
recaudar bajo la inspección del Intendente. Los Comisarios dependen del
Intendente y serán propuestos por éste al Prefecto del Departamento entre los
vecinos honrados y de su satisfacción.
2. 24. La Comisaría será un destino honroso y su buen desempeño
recomendará al que los sirva para optar los empleos de cualquiera rango, según la
capacidad que ha mostrado en aquel.
3. 25. Las capitales se dividirán en tres o cuatro cuarteles iguales, destinados
para cada comisario que ha de vivir precisamente dentro de su cuartel respectivo,
situándose en parte que con facilidad y comodidad pueda acudir a él.
4. 26. Para que estos comisarios sean conocidos y respetados de todos, sin
que se pueda alegar ignorancia de su persona, ni dudarse de sus facultades,
usarán la divisa de un bastón.
5. 27. Los comisarios tendrán una descripción expresiva y clara de las calles y
manzanos del cuartel de su demarcación, como distrito que les está asignado.
6. 28. Han de matricular a todos los vecinos que vivieren en su cuartel, con la
expresión individual de sus nombres, estados, empleos, u oficios; número de hijos
y sirvientes con sus clases y estados. Para ello especificará cada casa bajo la
numeración con que está demarcada.
7. 29. En las que hubiese más de una familia distinguirá estas por pisos y
habitaciones; previniéndoles que en caso de mudarse de casa, bien sea en el
mismo barrio u otro, deba el vecino darle aviso.
8. 30. Toda persona que llegue a la ciudad tiene la obligación de presentarse
al Intendente de policía; y los comisarios notificarán a los vecinos de su cuartel
que en viviendo a sus casas algún huésped nuevo, le den aviso para ponerlo en
noticia del Intendente, y para que de él se tome la razón prevenida en los artículos
anteriores.
9. 31. Como por la matrícula que deben formar los comisarios adquirirán
forzosamente un perfecto conocimiento de todos los habitantes de su respectivo
cuartel, sus empleos y oficios, descubrirán los vagos, mendigos y los niños
huérfanos, dando cuenta al Intendente para que los destine.
10. 32. Todo comisario está obligado a rondar por las noches en persona el
cuartel y por las calles convenientes.
11. 33. A prima noche acudirán los comisarios a lo del Intendente para tomar
órdenes de lo que han de hacer aquella noche: y a la mañana siguiente están
obligados a darle cuenta muy particular de todo lo ocurrido para que el Intendente
la pase al Prefecto.
12. 34. Si en el acto de recorrer su cuartel ó en otra cualquiera ocasión hallare
el comisario algunos delincuentes infraganti dentro de su distrito en otro cualquier
podrá prenderlos, dando cuenta al intendente Para que éste ponga al reo a
disposición de su Juez en el término de cuarenta y ocho horas.
13. 35. Será del cuidado de los Comisarios que las calles estén barridas en los
días que el Intendente designare, y de que las fuentes, mercados y plazas
públicas estén limpias, dando cuenta al Intendente de los que necesitare remedio.
14. 36. Los comisarios conocerán de los recursos caseros de amos y criados
de su cuartel; además de las demandas civiles que no pasen de cincuenta pesos,
y de los negocios criminales y de injurias y faltas leves que no merezcan otra pena
que alguna reprensión, o corrección ligera, determinando unas y otras en juicio
verbal.
15. 37. Serán los comisarios Jueces de paz ó conciliadores de los vecinos de
su cuartel entre cualesquiera personas, y sobre cualesquiera demandas en el
monto y forma que hasta aquí se ha ejecutado por los alcaldes, mientras la ley
resuelva otra cosa.
16. 38. Los comisarios han de ser responsables de todos los escándalos y
delitos que se cometieren dentro de sus cuarteles, si lo disimularen, abrigaren, ó
no dieran cuenta con oportunidad al Intendente.
17. 39. No tendrán los comisarios facultad para ingerirse caseramente en la
conducta privada de los vecinos, pues no dando éstos con su manejo ejemplo
exterior escandaloso ni ocasionando ruidos visibles a la vecindad, nadie puede
intervenir en el examen de juzgaciones.
18. 40. Los Comisarios serán despedidos por el Intendente de policía cuando
hicieran algún abuso de su empleo; y serán sometidos a las Leyes para su
castigo, si contraviniese en algo a ellas, ó a los mismos bandos de la policía.

Comuníquese al Poder Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.

Dado en la Sala de Sesiones en Chuquisaca a 23 de Junio de 1826.-

CASIMIRO OLAÑETA PRESIDENTE -JOSE IGNACIO SANJINES DIPUTADO


SECRETARIO - MANUEL MOLINA DIPUTADO SECRETARIO.

Chuquisaca a 24 de junio de 1826, Ejecútese ANTONIO JOSE DE SUCRE por


S.E. Presidente de la República - el Ministro del Interior FACUNDO INFANTES.
RATIFICACION CONSTITUCIONAL
La Constitución Política del Estado de 6 de noviembre de 1826, sancionada por el
Congreso Constituyente, ratificó las medidas administrativas y políticas que había
adoptado Sucre, determinando que en el régimen interior de la República, el
Gobierno Superior Político Departamental residía en un Prefecto, el provincial en
el Gobernador, el de los cantones en el Corregidor, y que en los pueblos cuyo
número de habitantes lo exija, por cada mil haya un Juez de Paz,
desempeñándose en función concejil. A todos ellos les estaba prohibido el
conocimiento judicial; pero, si la tranquilidad pública exigía la aprehensión de
algún individuo, éste debía ser puesto a disposición del juez respectivo en el
término de 48 horas.

REFORMAS DE SANTA CRUZ


Luego de haber asumido el Mariscal Santa Cruz la Presidencia de Bolivia puso al
servicio de la Nación todo su talento de gobernante, pues al llamado de la opinión
pública del país, se consagró por entero a las arduas labores de solucionar los
problemas de su administración. Entre las medidas adoptadas por el Presidente
Santa Cruz, corresponde en relieve, al escribirse la Historia de la Policía Nacional,
dicta el Reglamento de Policía de 3 de mayo de 1831. Este Reglamento agrupó
sus disposiciones con más orden que el de 24 de junio de 1826, en 9 capítulos,
uno adicional y 120 artículos, haciéndose conocer en el Capítulo Primero, que
trata de las autoridades de Policía, las siguientes disposiciones:

INTENDENTES DE POLICÍA. "Mantener la seguridad de las personas y bienes y


la conservación del orden público estará a cargo de los Intendentes en las
Capitales de Departamento. En las Provincias serán los Gobernadores los que
administren justicia en los casos arriba indicados, y lo propio harán los
corregidores en sus respectivos cantones". "Para que sean obedecidos y
respetados por su respectivo gremio, los Intendentes de Policía darán
prescripciones reglamentarias con facultades y obligaciones, evitando los abusos
y vicios que suelen enervar el progreso de las artes y las industrias". "Los
funcionarios de Policía deberán ser respetados y obedecidos por el público en
general, y en casos de abuso de autoridad sufrirán la correspondiente sanción".
"Dichos funcionarios estaban facultados para ejecutar las penas impuestas por el
Reglamento policiario y los bandos de buen gobierno y para imponer multas a los
que desobedezcan o falten al respeto a la autoridad. Así tenemos que, los
Intendentes y Agentes de Policía aplicaban la sanción de la pena prevista en los
artículos 45 y 51 del Código Penal, sin otra diligencia que el mero reconocimiento
y justificación de la identidad de la persona objeto de sanción". "Los Intendentes,
Gobernadores y Corregidores velarán la conservación de las obras públicas, de
los establecimientos de beneficencia y de común utilidad, debiendo elevar informe
al Supremo Gobierno sobre la construcción de nuevas obras de progreso o de sus
arreglos y mejoras". "Asimismo las mencionadas autoridades cuidarán los
recursos económicos de la administración pública, de acuerdo con las leyes
dispositivas referentes a la franquicia y libertad a efecto de que las ciudades y
poblaciones puedan estar surtidas abundantemente de comestibles de buena
calidad". "También deberán estar bien conservadas las fuentes públicas de agua
debiendo evitarse el estancamiento de aguas insalubres y mandar se echen los
desperdicios a basurales alejados de las poblaciones". "La vigilancia deberá ser
constante y permanente en lo que se relaciona con el comercio de las drogas, de
acuerdo con las disposiciones fijadas en los artículos 330, 331 y 332 del Código
Penal, con el fin de proteger la salud de los habitantes, principalmente cuando se
sepa que se produjeron enfermedades epidémicas, debiendo del Protomedicato
hacer conocer las correspondientes medidas de protección sanitaria".
"Las autoridades deberán asimismo controlar la exactitud de los pesos y medidas.
La alteración producida en perjuicio de los compradores, será castigada de
acuerdo con lo dispuesto por el artículo 373 del Código Penal". Los intendentes
debían encargarse de asuntos referidos al ornato y salud, división por zonas,
censos, domicilio y pasaportes, fondas y mesones, juegos y armas, holgazanes,
vagos y malentretenidos, ebriedad y hurtos rateros.

AÑO 1832
Por Orden Suprema de 29 de marzo de 1832 se determinó que la gendarmería
dejara de pertenecer a la lista militar por ser puramente de elementos de Policía,
pues los gastos ocasionados por aquella, pertenecían al Ministerio Interior, en
cuyo presupuesto debían incluirse.

AÑO 1838
A fin de evitar el espionaje y conservar el orden interior, poniendo a los pueblos a
cubierto de las investigaciones y seducciones con que contaban los enemigos de
Bolivia, se recomendó a los funcionarios encargados de la alta Policía, a los
Intendentes y Comisarios, a los Gobernadores, Corregidores y Alcaldes, que se
esmeren en el cumplimiento de sus deberes, y que no permitan que nadie transite
por su territorio sin pasaporte, y a los que no se presenten a las autoridades y no
manifiesten este documento, especialmente si fueran extranjeros, personas
desconocidas o sospechosas, los remitan presos a disposición del Prefecto del
Departamento (Circular de 18 de enero de 1838).

CINTA Y MEDALLAS PARA POLICÍAS


Velasco, proclamado por actas populares, es designado Presidente Provisorio el
22 de febrero de 1839, acto en que debía elegirse como Vice - Presidente a
Ballivián, por lo que éste se retira resentido lanzándose en rebelión contra el
nuevo estado de cosas, pero es vencido por las fuerzas del orden, debido a que
su actitud no recibió apoyo y huye para refugiarse en el Perú. El 12 de julio de
1839, el Presidente José María Velasco expidió un Decreto Supremo por el cual,
al haberse producido la revolución encabezada por él Gral. José Ballivián, se
determinó poner sobre las armas a todas las Guardias Nacionales de la República,
pues la primera obligación de ellas era conservar el orden interior en los diferentes
departamentos de Bolivia, defender la libertad y cooperar al Ejército permanente a
fin de conseguir la pacificación del país. Días más tarde, el 19 del mismo mes de
julio de 1839, el gobierno declaró Beneméritos de la Patria a todos los ciudadanos
que el día 11 del mencionado mes, defendieron el orden y la fortaleza de Oruro,
entre los que se encontraban gendarmes de la Policía, habiéndose hecho
reconocimientos honoríficos y económicos. También se dispuso que los
gendarmes de la Policía usaran en el brazo izquierdo un escudo de paño verde,
en forma elíptica, con veinticinco líneas de longitud y veinte de latitud, en cuya
circunferencia sería bordado para los Jefes, Oficiales y ciudadanos que hubiesen
defendido la Constitución, una leyenda de oro que decía: "Fiel a la Patria y a la
Ley"; "Fiel a la Ley", y al reverso decía "Contra el desorden".

REGLAMENTO DE 1845.
El 10 de junio de 1845, el Presidente José Ballivián mandó publicar el Reglamento
de
Policía que el Congreso le había autorizado por la Ley de 23 de octubre de 1844.
Este
contenía, entre sus 185 artículos, las siguientes disposiciones importantes:

Autoridades Policiales.
Domicilio de domésticos y esclavos.
Pasaportes.
Policía de cárceles.
Delitos contra la Propiedad.
Diversiones Públicas.
Salud Pública.
Comodidad, ornato, limpieza y aseo.
Servicio de seguridad.
Responsabilidad y penas.
Recursos policiarios y su administración.
Pagos.
Reglamento de teatro.

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1851


El General Manuel Isidoro Belzu, asumió la Presidencia de la República el 15 de
agosto de 1850, habiendo aprobado la Convención Nacional, el 20 de septiembre
de 1851, la nueva Constitución Política del Estado. En el capítulo correspondiente
de dicha Constitución se determina al tratar del Régimen Interior de la República
que en los Departamentos, Provincias y Cantones, habrían autoridades
encargadas de hacer cumplir las Leyes y los Reglamentos inherentes a las
funciones policiales así como que los nombramientos y duración de las mismas se
determinarían por el Supremo Gobierno. Esa Constitución del Estado suprimió los
Concejos y los Juntas Municipales, las cuales habían acaparado la mayor parte de
las funciones policiales. En consecuencia, el Gobierno expidió el Decreto Supremo
de 22 de noviembre de 1851, determinando que los Comisarios Mayores de
Policía ejerzan las funciones que los reglamentos pertinentes señalaban para los
Intendentes de Policía.
CREACIÓN DE LA POLICÍA MINERA
A solicitud de los empresarios mineros de Corocoro y para fomentar el trabajo en
esa industria se creó una Policía Minera Era obligación visitar por lo menos una
vez a la semana los lugares de trabajo, resolver las reclamaciones que se hacían
contra cualquier persona imponiendo las sanciones establecidas por los
reglamentos.

PRESIDENCIA DE JOSÉ MARÍA LINARES


El 24 de mayo de 1859 se dispuso que el personal de Policía sea adoctrinado en
el conocimiento uniforme en sus actividades. El Gobierno dispuso que los
Comisarios de Policía se reúnan por lo menos dos veces a la semana en
academias presididas por el Jefe Político, en las que se perfeccionarían en el
conocimiento del Reglamento de Policía y demás disposiciones que le eran
relativas, así como en el conocimiento de las obligaciones de sus cargos y de todo
lo concerniente al mejor servicio de la Policía.

DISTRITOS POLICIALES EN LA CIUDAD


El Dictador Linares cayó el 14 de enero de 1861 como consecuencia de un golpe
de estado fraguado por tres de sus Ministros, sus amigos íntimos y más cercanos
colaboradores. La Junta de Gobierno conformado por éstos, al tratar los asuntos
relacionados con la Policía, ordena el 27 de febrero de 1861 que el ciudadano que
estaba desempeñando las funciones de Intendente de Policía, sea reemplazado
por el Comandante graduado Cayetano Chirveches, en Corocoro. Para dar una
adecuada organización a la Policía de La Paz, se dispone en fecha 6 de mayo de
1861, que la ciudad sea dividida en dos distritos, uno a cargo del Intendente de
Policías y el otro del Primer Comisario; cada distrito de la ciudad atendido por seis
Comisarios y 30 hombres que se turnarán en el servicio cada 24 horas.

COLUMNAS CONSERVADORES DEL ORDEN


Por Orden General de 27 de mayo de 1873, del Ministerio de Guerra, y para
conocimiento del Ejército, se instruyó que las columnas de nueva creación con
nombre de "Conservadores del Orden" quedasen desde aquella fecha bajo las
órdenes del Ministerio de Gobierno, a fin de que consagren sus servicios
exclusivamente a objetos de Policía y Seguridad Interior de la ciudad de La Paz,
debiendo reconocerse en adelante a la expresada Columna, como cuerpo de
Policía dependiente en todo de la autoridad política. El Gobierno recomendó a las
autoridades políticas del Departamento que impartan disposiciones ejecutivas a
las Columnas del Orden poniendo en práctica el enunciado siguiente: "Es deber
elemental de las autoridades acudir a la protección de las propiedades y de las
personas con el auxilio de la fuerza pública, y que su autoridad deberá expedir
autorización al Jefe de la Columna del Orden y a los Agentes en quienes deposite
su confianza para que haga uso de las armas después de los requerimientos de
Ley, en los casos que sean necesarios y que se han recordado en este mismo
oficio". Finalmente se instruyó a los Jefes de la Columna del Orden que
recomienden a los Agentes cautela y circunspección en el empleo de este medio
extremo. En medio de grandes dificultades económicas Tomás Frías continuó la
política de su antecesor Adolfo Ballivián, respetuoso de las leyes y de las
instituciones. Para impedir la anarquía que había sufrido Bolivia hasta entonces,
presenta ante el Congreso la Ley Orgánica de Conscripción Militar, destinada a
organizar las Fuerzas Armadas de la Nación, no como convenía a los caudillos,
sino de acuerdo con los preceptos Constitucionales, para que sea una Institución
de garantía que se deba únicamente a la Patria.

CREACIÓN DEL CUERPO DE BOMBEROS DE ANTOFAGASTA


En esa época en que los servicios públicos no contaban con todos los medios de
defensa social, las agrupaciones cívicas eran las que se preocupaban de proveer
a la comunidad de los elementos necesarios para la defensa de los peligros que
pudieran amenazar a la integridad de las vidas y propiedades de los ciudadanos.
En el puerto de Antofagasta, a principios de 1871, se produjo un incendio en la
pulpería de la empresa salitrera. Gracias a la oportuna intervención de los obreros
y directores de esa industria el siniestro pudo ser sofocado. Posteriormente a las
11 de la mañana del día 2 de abril de 1875, se incendió un local de diversiones
situado en la calle La Mar, presumiblemente provocado por los fuegos artificiales
con que se divertían algunos mineros de Caracoles, en estado de ebriedad. El
incendio tomó las proporciones de una catástrofe ya que redujo a cenizas los
inmuebles de una manzana entera, donde habían viviendas, negocios grandes y
pequeños. En vista de ello, se estimó necesario precaverse de tamaño peligro
naciendo la idea de organizar un Cuerpo de Bomberos. Se realizó una reunión
pública, el 4 de abril de 1875 en el teatro, con la asistencia de autoridades,
vecinos notables, prestigiosos comerciantes y pueblo en general, que acordaron
fundar un Cuerpo de Bomberos. Su organización se verificó a horas 2:30
p.m. bajo la presidencia de don Francisco Errázuris y la colaboración de
connotados vecinos.

Ocupación de Antofagasta
El 13 de febrero de 1879 sale la escuadra chilena del puerto de Caldera y el 14 de
febrero fondean en la rada de Antofagasta los buques de guerra Cochrane y
O'Higgins sin previa declaratoria de guerra. El mismo día, el Capitán chileno
Borgoño es portador hasta la Prefectura, que se encontraba en la calle Santa
Cruz, de la intimación que el Jefe de la expedición chilena Coronel C. Emilio
Sotomayor hacía a las autoridades bolivianas, anunciándoles que su Gobierno le
había ordenado tomar posesión con las fuerzas de su mando del territorio
comprendido en el grado 23. El Coronel don Severino Zapata se apresuró a
responder en los siguientes honrosos términos. "Prefectura del Departamento de
Cobija, Antofagasta febrero 14 de 1879, Señor: Mandado por mi Gobierno a
ocupar la Prefectura de este Departamento, sólo podré salir a la fuerza. Puede
usted emplear ésta, que encontrará ciudadanos de Bolivia desarmados, pero
dispuestos al sacrificio y al martirio". "No hay fuerza con que poder contrarrestar a
tres vapores blindados de Chile, pero, no abandonamos este puerto, sino cuando
se consume la invasión armada". "Desde ahora y para cuando haya motivo,
protesto a nombre de Bolivia y de mi Gobierno, contra el incalificable atentado que
se realiza.-Dios guarde de Ud. (Fdo.) Severino Zapata". Antes de los
acontecimientos que siguieron a la ocupación de Antofagasta por las tropas
chilenas, el cuartel de la Policía que estaba ocupado en mancomún con las tropas
de la guarnición, fue trasladado al edificio que existía al lado de la Iglesia, en la
plaza, servido por ciento veinte rifleros y cuarenta gendarmes. Con esta
guarnición, los funcionarios públicos de la Aduana y Capitanía del Puerto y otros
muchos vecinos que hacían protestas de valor y civismo, no podían oponerse a la
invasión armada y a la cooperación y apoyo que ésta recibió de la mayoría del
pueblo que era chileno. El 23 de febrero Daza recibió la noticia en La Paz; pero
como el pueblo estaba en carnaval no la hizo pública, el 26 el Gobierno declara la
patria en peligro. Daza decreta el Estado de Sitio y se inviste de las facultades
extraordinarias que le concedía la Constitución y comienza a tomar medidas para
enfrentar la situación. Después de asistir a una misa con sus Ministros y el Ejército
sale con rumbo al Perú. Entre las medidas que adopta, como represalia, secuestra
los bienes de los chilenos residentes en Bolivia y les obliga a abandonar el
territorio. El Gobierno de Daza, exaltando el sentimiento de nacionalidad de los
bolivianos por Circular de 7 de marzo de 1879, enviada a los Prefectos de
Departamentos, elogia la actitud asumida por quienes profundamente heridos por
los actos hostiles y de salvajismo efectuados por el Gobierno chileno, al ser
convocadas las Guardias Nacionales activas, han concurrido con tal entusiasmo y
en tanto número, que han llenado superabundantemente los cuadros del Ejército
activo de operaciones; por lo que estimó conveniente organizar el Ejército de
reserva de un número muy superior al de los cuerpos declarados de línea.
Mediante aquella nota el Presidente de la República expresaba a todos los
ciudadanos del país su gratitud por haberse enrolado en la Guardia Nacional. Este
cuerpo está destinado a cumplir importantes servicios al país como la
conservación del orden público interno y llenar los claros del Ejército de
operaciones cuantas veces sean pedidos contingentes personales.

CELADORES Y RONDINES EN LA DEFENSA DE CALAMA


Las autoridades bolivianas de Antofagasta y las de Caracoles resolvieron retirarse
del puerto y de ese centro minero donde las condiciones de resistencia eran
completamente adversas, para dirigirse al interior en espera de recibir apoyo del
Gobierno. Eligieron el poblado de Calama para ofrecer resistencia al Ejército
invasor, que ya había ocupado Caracoles con una fuerte división de las tres
armas. En Calama la defensa se organizó con patriotismo bajo el mando del Dr.
Ladislao Cabrera, al que se subordinó el mismo Prefecto del Litoral Coronel
Severino Zapata, el Subprefecto de Caracoles Coronel Fidel Lara, el Tte. Coronel
Emilio Delgadillo, el Comisario de Antofagasta de apellido Ríos, los ciudadanos
Eduardo Abaroa, Jurado, Maldonado, Menacho Marquina, algunos soldados de la
guarnición del Puerto y otros celadores y gendarmes de Antofagasta y Caracoles,
que habían logrado llevar con ellos sus armas, formando en total ciento treinta
abnegados patriotas, mal armados pero fervientes defensores del Litoral. En la
madrugada del 23 de marzo de 1879 se inició el ataque a Calama con una división
de 1400 hombres agrupados en cuerpos de infantería, artillería, y caballería,
contra esos aguerridos bolivianos que no obstante su reducido número
presentaron tenaz resistencia hasta sellarla con su sangre; la página más sublime
de heroísmo la escribió en el puente del Topáter Don Eduardo Abaroa, cuyo
sacrificio lo preparó él mismo consciente y serenamente. Mediante Orden General
del Ejército, el 1° de abril de 1879 se dispuso que los Cuerpos de la Guardia
Nacional movilizados, quedaban reconocidos como Cuerpos de Línea sujetos a
las leyes militares y declarados en estricto servicio de campaña (Publicado en el
diario "Democracia" número 212). Mediante Resolución Suprema de 12 de agosto
de 1880 el gobierno de entonces, en conformidad a los dispuesto por el artículo 89
inciso 19 de la Constitución Política del Estado, declara que el nombramiento de
los Comisarios de Policía era atribución exclusiva del Gobierno. En consecuencia
las prescripciones del Decreto de 9 de abril último se aplicarían sólo en el caso de
nombramiento a los empleados judiciales y del Tesoro público. Sancionada por la
Convención Nacional, mediante Ley de 28 de octubre de 1880, se promulgó
solemnemente la Constitución Política del Estado. Esta carta, en su artículo 130,
declaraba que habría también Cuerpos de Guardia Nacional en cada
departamento y que su organización y deberes estaban determinados por la ley.
La sección Décima Séptima se refería a la Fuerza Pública del país.

PANÓPTICO NACIONAL
Al iniciarse el año de 1885 se determinó la construcción del Panóptico Nacional,
con los adelantos más modernos del sistema penitenciario de aquella época. Para
el efecto el Ministerio de Gobierno y Justicia contrató los servicios del Ingeniero
Eduardo Idiáquez para que dirigiera y ejecutara la construcción de la
Penitenciaría, cuyo edificio aún se encuentra en la Plaza Mariscal Sucre en la
zona de San Pedro, de la ciudad de La Paz.

LA POLICÍA NACIONAL SE CONSOLIDA EN LA VIDA NACIONAL 1886 -1910


TRASCENDENCIA DE LA LEY REGLAMENTARIA DE 11 DE NOVIEMBRE DE
1886
Durante el Gobierno de Gregorio Pacheco se promulgó el 11 de noviembre de
1886 la Ley Reglamentaria de la Policía de Seguridad en IX Capítulos con sesenta
y seis Artículos. Es digno de mencionar, por ejemplo, el Artículo 1° que dice: "La
Policía de Seguridad tiene por objeto la conservación del Orden Público, el
resguardo de las garantías personales y reales, la prevención de los delitos y
faltas, la persecución de los delincuentes y culpables para ponerlos a disposición
de las autoridades que deban juzgarlos". Superando las anteriores disposiciones,
la Ley de referencia hace en su Capítulo II una jerarquización del personal de
Policías, muy necesaria para el adecuado ejercicio policial, al determinar en su
artículo 4°: "La Policía de Seguridad se ejercerá respectivamente por los
Intendentes, Subprefectos, Comisarios, Corregidores, Celadores y Alcaldes
nombrados conforme a la Ley". La Circular No. 23 de 12 de diciembre de 1886,
expedida por el Ministerio de Gobierno a los Prefectos de los Departamentos,
manifestaba que la Ley Reglamentaria de Policías de Seguridad satisfizo una de
las necesidades más sentidas en nuestras instituciones patrias, por tanto,
recomendaba la necesidad de cumplir las siguientes instrucciones desprendidas
de ese documento que se pondría en vigencia ese 1º. de enero:
"1.- Es atribución de los Intendentes dictar el Reglamento fraterno de su Policía
que debe comprender los detalles de procedimientos para llevar a efecto
adecuada y convenientemente la. ejecución de sus funciones, según las
exigencias de las costumbres del lugar. 2.- Se establece la jerarquía y disciplina
interna de todos los agentes de policía señalando las penas por faltas que
incurrieran en el cumplimiento de sus deberes. 3.-Las penas disciplinarias
consistirán en el apercibimiento del culpable, su arresto dentro de los límites
reglamentarlos, descuento total o parcial de haber diario o mensual, por vía de
multa, y su separación temporal o definitiva del servicio, debiendo hacerse
conocer al superior en este último caso para su aprobación".

LA POLICÍA DE LAS CAPITALES


El Ministerio de Gobierno por medio de la Circular número 40, a los Prefectos de
los Departamentos, el 9 de noviembre de 1888, imparte instrucciones del Supremo
Gobierno sobre la necesidad de apresurar la organización de las Columnas de
Policía, por los importantes servicios que dicha institución ofrecería al país como
garantía de la propiedad y la seguridad de los intereses públicos,
transmitiéndoseles disposiciones complementarias de la Suprema Circular número
38.

LA POLICÍA EN LA FRONTERA NORTE


Para resguardar las fronteras bolivianas en la zona del Noroeste, en el Artículo 9°
del Decreto Supremo mencionado, se determinó que los Intendentes de Policía
designados en las Delegaciones estén bajo las órdenes inmediatas de la
Delegación del Territorio Nacional de Colonias (actual Departamento de Pando),
correspondiéndoles los siguientes deberes y atribuciones de Policía: "Establecer el
ejercicio de la Policía de orden y seguridad en los territorios de su jurisdicción,
aplicando las disposiciones de la Ley Reglamentaria de 11 de noviembre de 1886,
en cuanto sea compatible con la índole especial de las poblaciones de ese
territorio. Tomar a su cargo la vigilancia y el mando inmediato de las tripulaciones
exploradoras de las vías fluviales de nuestro territorio. En las expediciones
terrestres, organizar la fuerza expedicionaria, fijando los itinerarios de las marchas
y lugares de los campamentos que hubieran de establecerse, debiendo intervenir
en la provisión de transportes y víveres, vigilando la conservación y distribución de
armas y municiones, vestuario, equipo, herramientas y demás útiles de campaña".
Con el objeto de interesar a los empleados y tropa para que pudieran quedarse, si
fuera posible, en forma definitiva, dispone que las delegaciones incluso los
elementos de tropa tienen derecho a la adjudicación gratuita de los terrenos
fiscales o baldíos de la región, conforme al tiempo de sus servicios y con arreglo a
la escala que fijaría el Poder Ejecutivo.

HACIA UNA POLICÍA MARÍTIMA


Estando Don Aniceto Arce como Cónsul de Bolivia en Arica, propuso la creación
de una Policía Marítima para que se evite el robo de mercaderías y el
contrabando, un mal endémico universal, con el criterio de prevenir antes que
castigar tales delitos. Esta sugerencia fue aceptada por la Comisión Mixta
Económica Chileno-Boliviana reunida en La Paz y mereció además el siguiente
comentario publicado en el periódico "El Tarapacá" de Iquique. "El Gobierno
Chileno acepta el plan del Cónsul y Agente Aduanero de Bolivia en Arica, Don
Aniceto Arce, para mejorar las actividades comerciales de tránsito por ese puerto".
El proyecto fue cablegrafiado a la Cancillería de Santiago donde se hicieron los
estudios necesarios para ponerlo en práctica. El 25 de enero de 1893 el Ministerio
del Interior expidió una Circular en la cual reiteró que el ejercicio de las delicadas
funciones policiales establecidas por Ley le impulsan a recomendar la
inviolabilidad de las disposiciones de la Constitución Política del Estado. Tampoco
debería olvidarse -agrega- en los casos que era necesario allanar un domicilio el
policía tenía que sujetarse a los procedimientos y normas contemplados en la Ley
Reglamentaria de Policías de 11 de noviembre de 1886, los mismo que debían ser
estrictamente cumplidos.

LA PRIMERA REVISTA POLICIAL


Es importante destacar que en ese período, el 30 de junio de 1900 aparece la
primera "Revista de Policía" editada en el taller Tipolitográfico de la calle Ayacucho
Nº 21 de la ciudad de La Paz, que con carácter semestral deseaban publicar los
miembros de la Institución Policial. Se subtitula Retrospecto General del
Movimiento de la Policía de La Paz, durante el Primer Semestre del año 1900. En
las 22 páginas de que constaba, contenía los siguientes artículos: Introducción.-
La Policía.-Nuevas Ordenanzas, Presupuesto de la Policía de Seguridad.-
Adquisiciones para la Policía.-Valores recogidos por la Acción de la Policía.-
Movimientos.- Especies.- Ladrones capturados.-Ladrones rateros.- Detenidos por
robos.- Detenidos puestos en libertad por orden de las autoridades judiciales.-
Movimiento de pasajeros en el primer semestre de 1900.-Matrícula de Artesanos.
Esta publicación constituye en su conjunto un interesante órgano de información
por la relación estadística de las actividades institucionales.

SUCESOS EN EL ACRE
El 24 de diciembre de 1900, la Guarnición Militar y Policial de Puerto Acre en el
Territorio Nacional de Colonias (actual departamento Pando), cuyo Delegado
Nacional era Don Andrés S. Muñoz, fue sorpresivamente atacada por
cuatrocientos revolucionarios acreanos, quienes armados de cañones,
ametralladoras, bombas y otras armas intentaron rendir la Guarnición. El Delegado
Nacional Muñoz, dispuso inmediatamente la defensa no sólo del Puerto, sino de
todo el territorio invadido por esos revolucionarios, que atacaron por tres diferentes
sectores: el bosque, el río y la ciudad. El combate fue tenaz y constante por más
de dos horas. Los revolucionarios acreanos, procedentes del Estado Federal de
Manaos, cuando la sede del Gobierno Brasileño era Río de Janeiro, tenían el
proyecto de invadir gran parte del territorio boliviano fronterizo a sus límites. Desde
el Delegado señor Muñoz hasta el último soldado y gendarme de policía junto a
algunos vecinos, hacían prodigios de valor y de entereza, dispuestos todos ellos a
defender la patria hasta el sacrificio de sus vidas. La tenaz resistencia descontroló
a los atacantes, que al fin tuvieron que huir por el bosque, dejando en su
campamento un cañón, una ametralladora, ochenta bombas, una buena cantidad
de fusiles y elementos de guerra y de boca. Debido al patriotismo demostrado por
esa débil guarnición de Puerto Acre, cuyo Delegado Nacional dio ejemplo de valor
y civismo, se consolidó la defensa heroica de las posesiones bolivianas en aquel
alejado territorio.

REVISTA DIGNA DE RECORDARSE


Ponderando el interés cultural de los miembros de la Institución ya se hizo
referencia a la publicación de la primera Revista de la Policía publicada en La Paz
en 1900. Tal interés también animaba a los componentes de la Policía en otras
ciudades, y es así que bajo la Dirección del dinámico Intendente de Policía de
Sucre sale a la luz el 20 de octubre de 1909 la "Revista de la Policía de
Seguridad" N° 1, editada en la imprenta "Bolívar" de M. Pizarra, Calle Bustillo Nos.
15 y 17. El material de esta revista es ampliamente informativo en los seis
artículos que contiene, siendo digno de destacar un trozo del editorial titulado
"Policía", que se transcribe de su página 9: "Pero para el observador imparcial, el
que no juzga a través del anteojo que cabalga las narices, ve el reverso de la
medalla, sabe que a su sagaz vigilancia se debe la tranquilidad pública y privada,
que a su ojo ejercitado y experto obedece la represión de los crímenes. A llenar
este objeto se funda esta Revista, que consignará lo principal que ocurra. La
oposición y la crítica, cuando al propio tiempo no se presenta la solución, son
estériles y desautorizadas. Venga la censura razonada, pero sin acritud ni
reticencia; venga e1 reproche, pero sin la prosa incisiva y mordiente. La Ley
castiga los crímenes y los delitos, la culta prensa los previene, pero por grande
que sea el celo y la extensión de su vigilancia, hay abusos que se le escapan y
lugares apartados a donde no penetra; hay órganos suyos que se dejan corromper
o intimidar; hay quejas en fin que expiran en el silencio. Es menester por tanto que
se nos ayude y coopere, que se nos ilustre y se nos den consejos, que el Jefe de
Policía está dispuesto a acatarlos con agradecimiento". El anterior editorial, a más
de su galanura literaria, es el reflejo de la verdad. Al finalizar, muestra el espíritu
batallador que le anima, manifestando: "Estamos persuadidos de que el rol de la
Policía, no debe ser tan circunscrito como se cree y se supone. Su papel no debe
consistir en castigar los hurtos rateros y aplicar multas por los desórdenes; su fin,
su destino, no sólo es represivo, sino que su mandato social por excelencia es
preventivo. Por fortuna a nuestras acciones no falta la energía, a nuestras miras la
unidad, a nuestra modesta acción, la firmeza. Además contamos con el estímulo y
confianza de nuestros superiores". Las publicaciones de esta interesante Revista
se suceden con toda regularidad.

LA POLICÍA ADQUIERE CARÁCTER NACIONAL 1910 –1964


Hasta aquí las Policías de Seguridad habían funcionado con carácter
departamental, bajo el mando directo de los Intendentes de Policía y la supervisión
de los Prefectos y Comandantes Generales de los Departamentos respectivos. La
Ley Reglamentaria de Policías de 11 de noviembre de 1886 dio con sus preceptos
el concepto de una Institución que debía ejercer su potestad de conservar el orden
público, en resguardo de las garantías personales y reales, previniendo los delitos
y faltas con carácter de uniformidad para toda la República.

BRIGADAS DE POLICÍA
La Ley de 10 de febrero de 1910 promulgada por el Gobierno de don Eliodoro
Villazón, declara de carácter nacional el servicio de Policía de Seguridad,
disponiendo que el Poder Ejecutivo proceda a la reorganización de ella sobre un
plan uniforme en toda la República, creando Brigadas de Policía en cada
Departamento. La importancia de esta Ley radicaba en que su ejecución hizo
posible a la Institución alcanzar adelantos cada vez mayores en su organización y
actividades sin restringirse a los límites departamentales en que estaba
enclaustrada.

Fin de una publicación


En Junio de 1911 se editó el último número de la Revista de la Policía de Sucre.
Este ejemplar, el N° 20, contenía a manera de adiós, en su página 395, la
transcripción de un artículo publicado en el periódico N° 1487 de "La mañana" de
Sucre relata el trabajo realizado por el Dr. Ismael Muñoz.

PLAN PARA LA POLICÍA MONTADA


Con el objeto de resguardar las fronteras de la República, el Inspector General de
Policías había presentado un plan de organización de Policías Ambulantes
Montadas en las Provincias de los Lípez y Carangas sobre la base de los servicios
policiacos existentes.

POLICÍA FRONTERIZA
El 4 de enero de 1919 se elaboró el Convenio sobre Policía Fronteriza que fue
firmado en Buenos Aires por el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario
de Bolivia en aquella capital, Doctor Plácido Sánchez y el Ministro de Relaciones
Exteriores de la República Argentina. Bolivia concurrió al Convenio de Policía
Internacional celebrado en Buenos Aires el 29 de febrero de 1920, conjuntamente
con la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, estrechando aún mas
las vinculaciones entre las respectivas policías y en el que se acordaron
procedimientos para la defensa social. El representante de Bolivia fue el Doctor
Juan Z. Salinas Lozada, que participó en las discusiones realizadas en el
Departamento Central de la Policía entre los días 20 y 28 de febrero, acordándose
estipulaciones y conclusiones referentes a: Las informaciones mutuas.-
Clasificación de las personas.- De los datos personales.-Del archivo internacional.-
De la comunicación de salida o expulsión.- Cooperación funcionaria.-Cédula o
certificado de Identidad.- De la reserva de antecedentes personales.- Leyes y
Reglamentos de cada país.- Contenido importancia del convenio de 1905.- De los
Jefes de Policía.- Reglamentos de permisos de ingreso a Bolivia.- De los
permisos.-Procedimiento.- Requisito de Pasaporte al exterior.- Clasificación.-
Salvoconductos.-Pasaportes Diplomáticos.- De la visación.- Control de
inmigración.-Reglamento sobre el impuesto nominado ingreso a Bolivia.-
Nacionalidad y ciudadanía.- De los bolivianos de origen.- De los naturalizados.- De
la pérdida de la nacionalidad.-De la mujer boliviana y de la extranjera.-
Legalización de documentos.-Normas legales y atribuciones de la Dirección
General de Turismo.- De los Turistas.- De las agencias y empresas de viaje.- De
los hoteles, bares, etc.-Relación de documentos y requisitos que debían llevarse
en los distintos trámites ante el Ministerio de Inmigración.-Prohibición de ingreso al
país.- Ley de residencia.- El asilo.- Control de la emigración.-Sus fundamentos.-
Normas jurídicas.- Pasaportes.- Braceros.

CREACIÓN DE LA ESCUELA DE POLICÍAS


Durante el período Presidencial del Dr. Bautista Saavedra, mediante Decreto
Supremo de 20 de diciembre de 1923, se dispuso la creación de una Escuela de
Policías, de manera que pudiera funcionar en cada ciudad, con destino a la
instrucción y educación de alumnos, para el servicio de las Policías de la
República. Sostenía el Decreto que era de necesidad impostergable dar una base
técnica y profesional a los funcionarios de Policía, para que puedan desenvolverse
en su noble misión con eficacia, dentro del grado cultural que había alcanzado la
República. Decía que se creaba en la ciudad de La Paz una Escuela de Policías
que comenzaría a funcionar desde el año siguiente, teniendo por objeto instruir y
educar convenientemente a elementos destinados al servicio general de la
República. Dicho Decreto Supremo contenía principios para preparar alumnos, en
las siguientes carreras de Policía: a) Oficiales y Suboficiales de Gendarmería; b)
Agentes de Policía propiamente dichos; c) Agentes de Investigación y Pesquisa. d)
Comisarios de Policía. Venciendo las materias respectivas, debían ser declarados
profesionales con carácter nacional. Como requisitos se debían cumplir los
siguientes: a) Tener l9 años de edad y no exceder de 25 b) Saber leer y escribir
correctamente c) Poseer las cuatro operaciones de aritmética d) Hablar con
propiedad el idioma nacional e) No haber sido procesado criminalmente y tener
buenos antecedentes; que acrediten con su libreta de conscripción los que
hubiesen prestado el servicio militar y los demás con certificados de personas o
instituciones que merezcan crédito f) Ser declarados aptos para el servicio militar.
g) Medir por lo menos 1.70 m. de estatura.

TRÁNSITO
Por disposición del Supremo Gobierno de la Nación, la Dirección de Tránsito pasó
a depender del Ministerio de gobierno, efectuándose de esta manera nuevas
reglamentaciones, acordes con el crecimiento de la ciudad de La Paz, y a la vez,
con los estudios establecidos que regulaban el tránsito motorizado en las
diferentes ciudades del territorio boliviano. La reglamentación del tráfico vehicular
no se redujo al propio territorio nacional, sino que se dictaron disposiciones
especiales de carácter internacional, estrictamente policiaco, y a la vez de carácter
administrativo aduanero.

REGLAMENTO DE POLICÍAS DE 1926


Durante el período presidencial del Doctor Hernando Siles, por Resolución
Suprema de 7 de julio de 1926, fue aprobado el Plan de Organización de las
Policías del País, así como su Reglamento Interno. Redactados éstos por el señor
J. Dióscoro Arroyo, que había sido designado Subdirector de la Escuela Nacional
de Policías en creación, se dispuso su impresión por cuenta del Estado. Luego de
esto se procedió a la organización parcial de las Policías, comenzando por la
ciudad de La Paz, para seguir con las de todas las capitales departamentales, a
cuyo fin el personal de la Escuela debió trasladarse por el término que el Ministerio
fijó para cada Departamento.

REGLAMENTO INTERNO PARA LA POLICIA DE SEGURIDAD


CAPÍTULO PRIMERO TÍTULO I.- Disciplina y condiciones que hacen al Agente de
Policía. TÍTULO II.- Reglas sobre jurisdicción y competencia Policial. TÍTULO III.-
Conocimiento de los hechos. CAPÍTULO SEGUNDO TÍTULO I.-Organización del
Departamento Central de Policía -Jefatura. -Sección de Informaciones. -Inspección
de Policía. -Sección de Investigaciones. -Gabinete de Identificación. TÍTULO II.-De
los Jefes de Policía. TÍTULO III.- Atribuciones del Jefe de Policía. TÍTULO IV.-
Atribuciones del Sub Jefe Secretario de Policía. TÍTULO V.- Atribuciones del
Comisario de Ordenes. TÍTULO VI.- Atribuciones del Comisario Inspector General.
TÍTULO VII.-Sección de Investigaciones. TÍTULO VIII.-Servicio Interno de la
Comisaría de Investigaciones. TÍTULO IX.- Sección de Identificación. CAPÍTULO
TERCERO TÍTULO I.- Organización de las Comisarías Seccionales. TÍTULO II.-
Atribuciones de los Comisarios de Sección. TÍTULO III - Atribuciones de los
Subcomisarios. TÍTULO IV.-Atribuciones de los auxiliares. TÍTULO V.- Deberes de
los escribientes. TÍTULO VI.- Servicio Interno de las Comisarías de Sección.
TÍTULO VII.- Partes de Policía. TÍTULO VIII.- Parte preventivo. TÍTULO IX.-
Deberes de los Oficiales Inspectores. TÍTULO X.-Deberes de los Sub Oficiales
aspirantes a Inspectores. TÍTULO XI-Deberes de los aspirantes a SubOficiales.
TÍTULO XII.- Distribución de tercios para el servicio de calles. TÍTULO XIII.-Reglas
de conducta para el Agente de Parada. TÍTULO XIV.- Deberes de los Agentes en
General. CAPÍTULO CUARTO TÍTULO I.- De las Prohibiciones. TÍTULO II.-
Escala Jerárquica Policial. TÍTULO III.- De las Correcciones Disciplinarias. TÍTULO
IV.- De las Imposiciones de Castigos. TÍTULO V.- De las licencias. CAPÍTULO
QUINTO TÍTULO I.-Uniforme Policial. TÍTULO II.- Medallas. TÍTULO III.- Uso del
pito. -Párrafo 1 ° . Llamada al agente más próximo. -Párrafo 2° . Llamada del
Oficial. Inspector. de servicio a un punto de la calle. -Párrafo 3° . Llamada del
Oficial. Inspector. y Sub-Oficial. de servicio a la comisaría. -Párrafo 4° . Alerta o
ronda. -Párrafo 5°- . Auxilio. -Párrafo 6° . Incendio. -Párrafo 7° . Reunión. -Párrafo
8° . Prohibiciones. CAPÍTULO SEXTO TÍTULO I.- Faltas de Policía que se
castigan con arresto y multa. TÍTULO II.-Faltas contra el Orden Público. TÍTULO
III.- Faltas contra la Seguridad Personal. TÍTULO IV.-Faltas contra las Buenas
Costumbres. CAPÍTULO SEPTIMO TÍTULO I.-De los Carabineros de Policía.
CAPÍTULO OCTAVO TÍTULO I.-Del Cuerpo de Bomberos. CAPÍTULO NOVENO
TÍTULO I.- Disposiciones Transitorias.

POLICÍA Y COMPAÑÍA RECAUDADORA NACIONAL


Con este objeto el Congreso Nacional sancionó en fecha 3 de abril la Ley que el
Poder Ejecutivo promulgó a los 24 días, el 27 de abril de 1928 y que establecía
que la Compañía Recaudadora Nacional tendría todas las facultades y jurisdicción
que las leyes atribuían a las autoridades recaudadoras, Administradores de
Aduanas, otras rentas fiscales y otras de funcionarios reconocidos en ese
momento. Dicha Compañía estaba también facultada para organizar un cuerpo
ambulante de empleados para la vigilancia de las fronteras donde estaban
destinados los funcionarios de la Policía Nacional de aquella época, con la misión
específica de controlar el tránsito de personas y mercaderías que salían y
entraban del país, coordinando sus actividades con losfuncionarios de las
Aduanas. CÉDULAS DE IDENTIDAD. Mediante Decreto Supremo de 12 de abril
de 1929, el Gobierno del Dr. Hernando Siles reguló la aplicación legal y práctica
de la Cédula de Identidad personal creada el 31 de diciembre de 1927, derogando
el inciso a) del artículo 15 de su Decreto Reglamentario.

CREACIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL


Hasta entonces el mando de la Policía del país, si bien había sido declarada de
carácter nacional, estaba simplemente supervigilada por un funcionario
denominado Inspector General de Policías, que se desempeñaba como Jefe de la
Sección del Servicio de Policías del Ministerio de Gobierno. Mediante el Decreto
Supremo de 28 de julio de 1930 se creó la Dirección General de Policías de la
República dependiente del Ministerio de Gobierno, para que tome a su cargo la
instrucción y dirección técnica y administrativa de todas las reparticiones policiales
del país. Para ello se dispuso que pasen a depender de su autoridad y mando
directo la Inspección General de Policías y todas las Policías de la República, así
como la División Nacional de Carabineros.

GUERRA DEL CHACO - MOVILIZACIÓN DE FUERZAS DE CARABINEROS


El 16 de julio de 1932, el Gobierno presidido por don. Daniel Salamanca tuvo
conocimiento de que el resguardo fronterizo entre Bolivia y Paraguay, denominado
Mariscal Santa Cruz, a orillas de la laguna "Chuquisaca" fue atacado por una
fracción militar de la República del Paraguay. En represalia de dicha acción de
armas, fuerzas bolivianas atacaron el fortín paraguayo Boquerón, cuya posesión
constituyó el primer escenario heroico de la Guerra del Chaco, entre Bolivia y
Paraguay, durante tres años de contienda. Al conocerse en la sede de Gobierno
las acciones de armas producidas en aquellos primeros días de la guerra se inició
la movilización del Ejército de Bolivia y, al mismo tiempo, de algunos Cuerpos de
Carabineros (hoy Policía Nacional), como fue el caso de los Jefes, Oficiales y
tropa del Regimiento de Carabineros Calama, quienes se movilizaron hacia el
Chaco. Esa Unidad de Carabineros, al igual que otras análogas movilizadas
también en defensa de la Patria, concurrieron a los campos de batalla,
demostrando su valentía hasta el glorioso sacrificio de muchos de ellos. En las
páginas de la Historia de la Guerra del Chaco publicadas por el Coronel Aquiles
Vergara Vicuña, se citan numerosos nombres de las Unidades de Carabineros,
cumpliendo la misión que les asignó el Comando en Jefe del Ejército Nacional,
estando adiestradas para toda clase de contiendas inclusive las mismas acciones
de fuego. Producida la movilización hacia el Chaco de las Unidades de
Carabineros, el Tcnl. de Carabineros, José Daniel Soria Rodríguez, Benemérito de
la Patria, héroe de Boquerón y posteriormente, ya en tiempo de paz, Comandante
del Regimiento La Paz 2° de Carabineros, conocedor de estos hechos porque los
ha vivido, nos hizo saber en un comentario publicado en la Revista de la Policía
Boliviana Nº 181, página 6: "...que una fracción de Carabineros comandada por el
Mayor Tulio Aguirre, tenía en sus filas a los Oficiales Ascarrunz, Rivera, Ledezma,
Aguilar Miranda y muchos otros que hoy ostentan las insignias de Jefes del
Ejército Nacional, en razón de los lauros que obtuvieron en las acciones de armas
de la Guerra del Chaco". "El Teniente de tránsito Casto Montaño Méndez, que
había ingresado al Cuerpo de Carabineros en 1931, fue uno de los Oficiales de
dicha Unidad, conduciendo con valor, inteligencia y heroísmo a sus hombres fue
protagonista, conjuntamente con sus subalternos de acciones de armas valientes
producidas en los fortines Castillo, Yujra y Boquerón". "El Teniente Montaño y
algunos de sus soldados que salvaron sus vidas en la epopeya de Boquerón". "En
las voluminosas páginas de la Historia de la Guerra del Chaco, publicadas por el
Coronel de artillería de Chile, Aquiles Vergara Vicuña, se encuentran relatadas
varias de las acciones de armas protagonizadas por las Unidades formadas sobre
la base de los Regimientos de Carabineros de la Policía Boliviana".

RECLUTAMIENTO DE CARABINEROS
En esas circunstancias se produjo una extensa y alarmante sublevación indígena.
Consiguientemente resultó obstaculizada la movilización de los contingentes de
reservistas que debían ser trasladados al frente, para la defensa nacional del
Chaco. Como consecuencia, el Presidente de la República don Daniel Salamanca
y su Gabinete Ministerial, integrado por los señores Joaquín Espada, Zacarías
Benavides, Carlos Calvo, Rafael de Ugarte, José Salinas y José Manuel Sainz,
expidieron el 11 de enero de 1934 un Decreto Supremo por el cual se autorizó el
reclutamiento de los Carabineros voluntarios no comprendidos dentro los
llamamientos militares, hasta el número de ochocientas plazas, con el objeto de
reforzar la fuerza existente de Carabineros, para atender a las necesidades
impuestas por el movimiento indígena que abarcaba la provincia paceña de
Achacachi. Se dispuso que los reclutas fuesen divididos en dos fracciones una de
las cuales tenía que trasladarse al Chaco, y la otra a las provincias alzadas con un
contingente de sólo 80 reservistas, comandado por el Coronel José González
Portal. Los gastos debían cargarse al Presupuesto extraordinario de Guerra.

ORGANIZACIÓN DE SERVICIOS TÉCNICOS


El funcionario de la Policía de La Paz, don Víctor Manuel del Castillo había
presentado una propuesta al Ministro de Gobierno para ejercer las funciones de
asesor técnico de esa Policía, y para dirigir e instruir la organización de los
servicios de identificación de las demás brigadas policiales. Conocida por el
Gobierno la mencionada propuesta, fue aceptada por Resolución de 27 de marzo
de 1935, considerando que el indicado ciudadano estaba cumplimiento en forma
honoraria las funciones desde las que orientaba la realización de los deberes que
incumbían a la Policía Judicial, organizando a la vez, el servicio de identificación,
siendo necesario mantener dichas funciones hasta conseguir el arraigo de un
sistema permanente y la tecnificación de Policías especiales en investigaciones
bajo su dirección. Se le encomendó que desempeñe las funciones de Asesoría
Técnica en la Brigada Departamental de La Paz, efectuando a la vez la
organización de las Divisiones de Investigaciones de las demás capitales de
Departamento, con sujeción a las siguientes cláusulas: "...Dirigir técnicamente la
Policía Judicial, facilitando su Gabinete y Laboratorio Judicial, para conseguir que
el Departamento de Investigaciones de La Paz establezca un sistema definitivo de
identificación, en el cual se tenga elementos aptos para dichos servicios".
Gobierno del Cnl. David Toro Ruilova
Su preocupación por reorganizar la Institución Policial, lo sitúa entre los hombres
de Gobierno que más reconocimiento ha merecido de los policías bolivianos; al
unificar la función policial, logró que nuestro país cuente con una Policía integral.
Otro paso, no menos trascendental, fue el Decreto Supremo de 26 de febrero de
1937, que dispuso la fundación de la "Escuela Nacional de Policías"; destinada a
profesionalizar el servicio policial.

MISIÓN POLICIAL ITALIANA


La Junta Militar de Gobierno presidida por el Coronel David Toro Ruilova, estaba
convencida de que era necesario reorganizar la Institución Policial dentro de los
moldes más modernos de su actividad, para que se desenvolviera con mayor
amplitud y eficiencia en los servicios internos de la República y en sus relaciones
dentro del ámbito internacional. Para el efecto había contratado, con los auspicios
oficiales del Reino de Italia, una Misión de Policía de ese país, que contaba con un
organismo de elevado prestigio, los "Carabinieri", entidad a la que en principio, se
quería imitar para elevar el rendimiento del Cuerpo de Carabineros de Bolivia.

CAÍDO EN EL PUESTO DEL DEBER


Al finalizar el mes de febrero de 1937, la ciudad de Oruro fue conmovida y con
mayor razón la Brigada Departamental de Carabineros y Policías de esa localidad,
por la trágica muerte del Agente de Policía Carlos Montecinos, quien en
cumplimiento de su deber juntamente con sus compañeros de Sección, Navía y
Antezana, fueron comisionados para la captura de los avezados maleantes José
Miranda y Crispín Román, sobre los que pesaban evidencias irrefutables de varios
delitos recientemente perpetrados. Este es el primer caso documentado de la
muerte de un funcionario de Policía en el cumplimiento de su deber; antes que él,
hubieron muchos otros cuyos actos no están registrados, que merecen nuestra
admiración y respeto como a los mártires anónimos que se ofrendaron
íntegramente en resguardo del orden, de la garantía de los derechos humanos y
de la defensa de la patria.

Documento de identidad para extranjeros


Reglamentando el uso del carnet de identidad boliviano para los extranjeros, se
dictó el Decreto Supremo de 26 de abril de 1937, disponiendo que sólo los
extranjeros que ingresaban al país para radicarse indefinidamente, y en el término
de 30 días de la fecha de su ingreso, estaban en la obligación de obtener la
Cédula de Identidad boliviana, para dar cumplimiento a la Ley de 10 de diciembre
de 1927.

Labores de la Misión Italiana


Varios fueron los aportes que en cumplimiento de su convenio de 19 de mayo de
1937, hizo el personal de la Misión Italiana, que había trabajado intensamente en
sus labores de asesoramiento. Propuso sugerencias a la Dirección General de
Policías; impartió enseñanza técnica en la Escuela Nacional de Policías e instruyó
personalmente en equitación y servicios de patrullaje en los cuarteles de
Carabineros y en técnicas de Policía Científica de Investigaciones e Identificación.
También nos ha dejado dos trabajos importantes que quedaron inéditos, tal vez
porque sus exigencias eran excesivas para nuestro medio o porque los términos
que se empleaban no estaban de acuerdo con las modalidades castrenses
bolivianas a las que estamos acostumbrados. Sin embargo, hemos de poner en
manos del lector algunas consideraciones sobre esos trabajos, utilizando el léxico
en que están preparados, para que pueda por sí sólo interpretar la intención de los
autores. Estos trabajos son: a) Un "Proyecto de Máxima para constitución de la
Milicia Especial de la Policía Boliviana". (M.E.P.B.). Compiladores: Console de la
M.V.S.N. Italiana: Michele Pallota.-Centurione de la
M.V.S.N. Italiana: Guiseppe Togni. b) Un "Proyecto de Reglamento Orgánico para
los Carabineros Bolivianos", por el Tcnl. de Carabineros Reales Luigi Bertarelli.

LA POLICÍA SANITARIA VEGETAL


El Decreto Supremo de 28 de mayo de 1937, por el cual el Gobierno reconoce que
es su deber proteger la agricultura nacional, adoptando medidas para evitar la
internación y propagación de plagas que malogren la producción, por lo cual crea
el Servicio de Policía Sanitaria Vegetal, dependiente del Ministerio de Agricultura,
encargada de adoptar y prescribir medidas profilácticas, para combatir y erradicar
las plagas que atacan a la agricultura. Las disposiciones reglamentarias están
contenidas en 4 Capítulos y 23 Artículos.

El caso Medrano o "Los crímenes de Honduras"


El caso de Aurelio Medrano, condenado a la pena capital, su famoso proceso, su
espectacular huida de la cárcel de Totora y su posterior recaptura para epilogar
finalmente en el patético fusilamiento, constituye uno de los más famosos en los
anales de la historia judicial y policial del país. Por esa razón, por la importancia
que revistieron muchos de sus detalles, se lo saca hoy de los polvorientos
archivos donde había quedado desde hacía muchos años, para entregarlo,
aunque forma resumida y sucinta:
Totora, la bella localidad de Cochabamba, fue el escenario principal del caso
Medrano, ya que fue allí donde se practicó la mayor parte de las diligencias de
policía judicial relativas al caso y porque fue también en Totora donde una mañana
de enero de 1938, el piquete de guardias disparó sus armas contra el cuerpo del
conocido terrateniente totoreño, ante la asombrada y atónita mirada de más de
tres mil personas, que no atinaban a creer en lo que estaban viendo. Esta historia
que tuvo su epílogo en 1938, se originó varios años antes, cuando se presentaron
ante las autoridades policiales de la época, las primeras denuncias contra el
nombrado Aurelio Medrano. No se trataba de denuncias de delitos menores o
leves. Por el contrario, se trataba de una cadena sin fin de horrendos crímenes y
atroces delitos que, según los denunciantes, venían siendo cometidos por
Medrano desde mucho tiempo atrás, en sus vastas extensiones de tierra que tenía
en la provincia Carrasco del Departamento de Cochabamba, en las cercanías de
Totora. Las crónicas periodísticas de la época- años 1933 a 1938- se ocuparon
con lujo de detalles de aquella serie de inconcebibles denuncias, que fueron más
conocidas con el título genérico de "Los Crímenes de Honduras", por ser éste
lugar donde se habían cometido, o donde habrían sido cometidos. Las crónicas de
referencia, determinaron que en un momento dado el mundo relegase a un
segundo plano noticias nacionales o internaciones de verdadera importancia, ya
que la mayoría de los lectores estaban obsesionadas con los relatos de los
crímenes atribuidos a Aurelio Medrano, que asombraban y espantaban por su
sadismo y morbosidad. Se decía, por ejemplo, que el hombre había cometido todo
género de excesos con las mujeres que vivían en sus propiedades y que por esa
razón se encontraban a su servicio. A nadie asombraba
el hecho de que el gamonal obligase a sus siervas a compartir su lecho con él,
pero la gente se horrorizó cuando empezaron a circular versiones en sentido de
que muchas de esas mujeres, por el hecho de haber intentado rebelarse contra la
autoridad de su patrón, habían sido víctimas de espantosas torturas, sin que nadie
tuviese la valentía de denunciar lo ocurrido. Poco a poco, las denuncias contra
Aurelio Medrano, fueron agigantándose como una bola de nieve que va cayendo
desde lo alto de la montaña y que se acrecienta en tamaño a medida que
desciende. De buenas a primeras la imagen del presunto sádico y criminal, cobró
contornos insospechados y en todo el Departamento de Cochabamba la gente no
hizo ya otra cosa que hablar de su caso y de los famosos "Crímenes de
Honduras". Se contaban casos como éstos, sin ir lejos: fue a una mujer que
intentó escapar de la casa donde era obligada a servir al patrón y convivir con él,
Medrano, tras haberla hecho colgar boca abajo de un árbol, le aplicó innumerables
latigazos, para luego untar todo su cuerpo con miel y dejar que las voraces
hormigas del árbol la devorasen viva. Otro de los muchos actos de salvajismo que
se le atribuyeron fue el de haber castrado a un hombre que intentó oponérsele,
obligándole inmediatamente después de la bárbara acción, a seguir trabajando en
las tareas de campo, sin prestarle el menor cuidado. El infeliz, que murió
desangrado poco después, fue enterrado sin más trámites en la propiedad de
Medrano, donde ya anteriormente habían sido sepultados muchos otros pongos
de sus haciendas. Era poco menos que imposible creer que todo aquello, junto
con muchísimas otras denuncias sobre nuevos y horrorosos crímenes, fuese
verdad. Pero lo cierto es que Aurelio Medrano fue a parar entre rejas, abriéndose
en su contra uno de los más bullados y célebres procesos de los tribunales de
justicia de nuestro país. El proceso se inició formalmente el 6 de septiembre de
1933 y se prolongó por espacio de cinco años consecutivos, con alegatos,
escritos, diligencias y mil trámites más. Se llevaron a cabo más de 30 audiencias
públicas, que se realizaron en Totora, en Guarayos, el Tolar y otras propiedades
del acusado, que, a todo esto, hizo continuamente vehementes protestas de
inocencia, alegando que todas las denuncias presentadas en su contra eran
absolutamente falsas y habían sido urdidas por algunos de sus familiares o
vecinos de lindes, interesados en arrebatarle sus bienes para quedarse con ellos.
Eran más de setenta los crímenes que se atribuían al extraño y desconcertante
personaje que, justo es reconocerlo, jamás durante la primera parte de su
prolongado proceso, llegó siquiera a pensar que sería condenado. Medrano,
según afirman todos sus amigos, jamás intuyó el trágico epílogo que tendría su
caso y demostraba por lo general, indiferencia ante las acusaciones que se iban
acumulando en su contra, como un macabro cerco que poco a poco iba
cerniéndose a su alrededor. Cuando al cabo de cuatro años de papeleo en los
estrados judiciales llegó la temida sentencia, los abogados de Medrano hicieron
todo lo posible por impedir que ésta se consumase. El expediente iba y volvía de
Cochabamba a Sucre y viceversa, hasta que un mediodía de fines del año 1937,
la Radio Illimani de La Paz dio la noticia de que la sentencia sería cumplida, ya
que la Corte Suprema de Justicia de la Capital de la República había devuelto el
expediente, negando la solicitud del reo. Medrano estaba a la sazón recluido en la
Cárcel de Totora. En su celda tenía un aparato de radio, por medio del cual llegó a
enterarse de la noticia. Comprendió entonces que estaba irremediablemente
condenado a morir y que la única salida que se le presentaba era la de intentar
huir. Aurelio Medrano, pese al hecho de estar recluido en la Cárcel, gozaba de
algunos privilegios especialmente como los de salir escoltado cada vez que debía
presentarse
en los tribunales. Una mañana de fines de diciembre, acompañado por un guardia
policial, el preso salió a hacer trámites judiciales y antes de regresar al penal,
invitó a su custodia a almorzar en la casa de la mujer que acostumbraba a llevarle
la vianda a la cárcel. En un momento dado, fingiendo dirigirse al servicio higiénico,
saltó la pared trasera de la casa, donde le aguardaba un buen caballo. El hombre
picó espuela y huyo velozmente de Totora, dirigiéndose hacia Santa Cruz. Cuando
el guardia cayó en la cuenta de la jugarreta que le había hecho el preso, éste se
hallaba a muchos kilómetros de distancia. Se organizaron piquetes que partieron
en su busca, pero todas las comisiones retornaban después de horas o días de
búsqueda, con las manos vacías. Solamente varios días después, la partida que
comandaba el entonces Subteniente Julián Guzm án Gamboa, logró ubicar el
lugar donde el prófugo de hallaba oculto: la finca "El Verdecillo" situada a poco
más de veinte leguas de Totora. Lo curioso es que en vez de escapar hacia Santa
Cruz para desde ahí tratar de ganar la frontera con el Brasil, y ponerse a buen
recaudo, Medrano prefirió quedarse, por la sencilla razón de que en las
inmediaciones de aquel lugar, tenía una amiga con quien se veía todas las
noches. Y fue precisamente cuando retornaba de una de sus citas nocturnas,
cuando lo sorprendió el piquete que comandaba el Subteniente Guzmán Gamboa.
El Oficial picó espuelas y dio prontamente alcance al prófugo, que al verse
rodeado no opuso resistencia y se entregó preso. Llevaba consigo un rifle y un
revólver que no llegó a utilizar como se pensaba, sino que prefirió entregarse
dócilmente. Cuando tras una larga jornada de cabalgar sin descanso, el preso
llegó a Totora, todo pueblo estaba aguardándolo a ambos costados de la calle de
la cárcel. Lo que ocurrió luego fue rápido y preciso. Al preso se le leyó la sentencia
confirmada por la Corte pocos días antes. Se le dio tiempo a arreglar sus asuntos
personales y a despedirse de sus amigos y familiares, entre los que distribuyó sus
pertenencias. Pasó toda la noche rodeado de sus amigos más íntimos, en celda
de la cárcel, donde cantó y bebió alegremente, entonando coplas que él mismo
inventaba. A la mañana siguiente, luego de hacer una nueva protesta de inocencia
por los crímenes de que se le acusaba, Medrano recorrió a pie las pocas cuadras
que mediaban entre la cárcel y el lugar elegido de antemano para su ejecución. El
pueblo, silencioso, lo veía pasar, y muchas mujeres se adelantaban al paso del
piquete, para besar la mano del condenado a muerte. A las doce y cinco del día 17
de enero de 1938, luego de que se hubiera esperado inútilmente la llegada de una
última orden del Presidente Busch para suspender la ejecución, la condena fue
cumplida y Medrano cayó muerto, con varias balas incrustadas en su cuerpo. Fue
el propio Subteniente Julián Guzmán Gamboa quien le dio el tiro de gracia. Horas
después, en el velatorio que dispusieron sus amigos, el cadáver de Aurelio
Medrano continuaba sangrando. Su muerte cerró uno de los procesos más
bullados, de la historia judicial boliviana.

FUSIÓN DE POLICÍAS Y CARABINEROS


Con el deseo de elevar el nivel moral de los elementos que formaban parte de la
Institución Policial, vigorizando su sentimiento cívico y en vista de que el 18 de
enero de 1937 las policías de seguridad y los regimientos de Carabineros pasaron
a formar una sola entidad fusionada con la denominación de "Carabineros de
Bolivia", el Gobierno de la Nación, mediante Decreto Supremo de 20 de mayo de
1938, declaró "Día del Carabinero y del Policía" el 13 de julio, debiendo rendirse
con tal motivo en todas las Brigadas Departamentales, homenajes que tendían a
estimular en sus componentes el cumplimiento del deber, mediante actuaciones
públicas. Reglamento de Tránsito y Rodaje. En mayo de 1939 se había reunido en
Sucre el primer Congreso de Directores de Tránsito de la República, que entre
otras ponencias y acuerdos elaboró el "Reglamento General de Tránsito y Rodaje"
que aprobaron el 30 de mayo de 1939 para ser elevado a consideración del
Supremo Gobierno.

Disolución del Regimiento Calama


El 30 de septiembre de 1939, el Regimiento "Calama" 2º de Carabineros, que al
mando del Capitán Rogelio Benegas había sido reforzado con elementos cruceños
para servir de respaldo al Gobierno de Busch, en virtud del D.S. de 2 de mayo de
1939, fue disuelto en el centro minero de Corocoro, a donde fue trasladado con
engaños por disposición del Presidente General Carlos Quintanilla, algunos días
después del infausto deceso del Tcnl. Germán Busch. Los motivos que se
esgrimieron para adoptar esta medida, fueron inicialmente los de resguardar el
orden público, y luego razones de mejor servicio. Los descontentos se
apaciguaron con el pago de haberes y viáticos a todos los Oficiales y tropa de la
Unidad de Carabineros disuelta.

LOS PRIMEROS EGRESADOS DE LA ESCUELA DE POLICÍAS


El 9 de enero de 1940, en una sencilla ceremonia llevada a cabo en 1a Escuela
Nacional de Policías en la calle Loayza, por orden del Excelentísimo señor
Presidente de la República Gral. Enrique Peñaranda del Castillo y con
asentimiento del señor Ministro de Gobierno, Gral. Demetrio Ramos, el Director
General de Policías Cnl. Luis Gamarra, declara egresados a los Cadetes del
Primer Curso Técnico, quienes son ascendidos al grado de Subtenientes en virtud
de la Orden General de 20 de diciembre de 1939, recibiendo de manos de las
indicadas autoridades los títulos profesionales y las insignias de sus grados. Estos
pioneros de la Policía Profesionalizada fueron: Arturo Lema Valdez, José Santos
Zurita Lazarte, Andrés Elío Córdova, Eloy Aparicio Cardozo, Saúl Herbas
Casanova, Petronio Monje Monje, Roberto Molina Baeza, Joaquín Loayza Sanz,
José Durán Terrazas, Ramón Aguilera Caballero, Silvio Morales Egüez, José M.
Ibáñez Vaca, Waldo Arce Vargas, Max López Vargas, Hugo Urízar Gorena, Juan
C. Arrieta Salazar, Víctor Ramírez Bedregal, Carlos Piérola Monroy, Ricardo
Osinaga Olmos, Ernesto Roca Lladó, Abel Nava Ruiz, Roque Romero Barrientos,
Raúl Zubieta Zeraín, Carlos Valenzuela De La Oliva, Samuel Rivera Vargas,
Emilio Arce Zapata, Félix Arancibia Reynolds, Fernando Brun Irigoyen, Rogelio
Gutiérrez Chávez, Gilberto Iturralde Catacora, Mario Pradel Bedregal, José Parada
Suárez, Fidel Rojas García, Jaime Costa Antezana, Belisario Antelo Pacheco,
Napoleón Tirado Irahola, Vitaliano Crespo Soliz, Ramón Gutiérrez Balcázar,
Antonio Queirolo Bruño, Miguel Landívar Salvatierra, Juan Gómez Días, Eduardo
Sanz Rivas, Jaime Guerra Muñoz.

CUERPO DE BOMBEROS DE LA PAZ


El Cuerpo de Bomberos de La Paz, creado por don Daniel Núñez del Prado, había
desaparecido de su cuartel de la Plaza que lleva su nombre, pero como
consecuencia del incendio que se produjo en la calle del Recreo y en el que
tuvieron que intervenir las fuerzas de Carabineros y los Cadetes de la Escuela
Nacional de Policías junto con voluntarios civiles, se sintió nuevamente la
necesidad de ese organismo de defensa de la sociedad, de cuyo resultado se
formó una nueva agrupación de voluntarios organizada como el "Cuerpo de
Bomberos de La Paz" bajo la Dirección y Presidencia del señor Rodolfo Valle,
institución que llevó al Gobierno de la Nación sus estatutos. Por Resolución
Suprema de 4 de julio de 1940, el Gobierno considera que los indicados estatutos
no se encontraban en contradicción con las leyes y buenas costumbres del país,
por tanto los aprueba reconociendo la personería jurídica del "Cuerpo de
Bomberos de La Paz".

HIMNO DEL POLICÍA Y DEL CARABINERO


La lira de cultores del arte, amigos de la Institución junta en mayo de 1941 a don
Walter Fernández Calvimontes y a don Julio Rendón inspirándoles la letra y
música del "Himno del Policía y del Carabinero" que fue entonado en muchos
actos oficiales. Sus versos dicen: Como signos de fuerza y poder las Brigadas de
Carabineros han templado sus verdes aceros en el orden, la paz y el deber. Con
los brazos al viento tendidos, en la lucha del bien contra el mal hay instintos que
viven dormidos, con un sueño de nube y cristal. Aquí llegan los Carabineros ya
forjados en noble crisol, son los dioses, son los caballeros de los tercios heroicos
del sol. En la frente rumor de epopeyas, en la sangre cadencia de amor, en el
pecho tres blancas estrellas: Disciplina, Derecho y Honor.

REGLAMENTO DE LA ESCUELA DE CARABINEROS


El Gobierno expidió el 21 de agosto de 1942, la Resolución Suprema por la cual
fue aprobado el Reglamento de la Escuela de Carabineros de Bolivia, proyectado
por la Dirección General de Policías. Entre otras normas está la que señala como
residencia fija de la Escuela, la ciudad de La Paz.

ESCALAFÓN POLICIAL
A fin de garantizar la carrera profesional de los empleados y Oficiales de
Carabineros en sus distintas jerarquías, se considerable crear el Escalafón
Policial. Con este objeto el Decreto Supremo noviembre de 1943, crea el indicado
servicio a cargo de la Dirección Policías en las Ramas de Orden y Seguridad, para
establecer la antigüedad en los grados, el orden de los ascensos y carrera policial.
Para el efecto, todos los empleados Civiles y Oficial los clases de la Policía,
debían organizar sus expedientes de servicio que tendrían: nombramiento
constitucional en el cargo, certificado de trabajo y buen comportamiento, copias de
órdenes que acrediten a citaciones y condecoraciones y hoja de antecedentes
personales. La Dirección General de Policías, debía elaborar la reglamentación
para los ascensos, calificación de servicios, hojas de conceptos y condecoración
para que se apruebe por el Ministerio de Gobierno y Justicia.

INSTRUCCIÓN DE CONSCRIPTOS
Se impuso en los Regimientos de Carabineros la obligación de instruir conscriptos,
misión en la que Jefes y Oficiales de Carabineros se destacaron por su
preparación e interés de dar a la Patria reservistas con todos los atributos del
combatiente para la guerra y de buen servidor del orden y la seguridad de la
sociedad en las labores policiacas. En el Regimiento "Calama" 2º de Carabineros,
bajo el mando del Mayor de Ej. Angel Valencia Oblitas, se instruyeron los
contingentes más numerosos de conscriptos, habiendo merecido en repetidas
ocasiones felicitaciones del Estado Mayor General del Ejército, porque supo
encausar el entusiasmo de sus colaboradores, estimulando sus condiciones
militares adquiridas en el sistema castrense en que fueron formados, lo que dio
iguales resultados de instrucción que en las Unidades de Línea. Otro tanto
podemos afirmar de la forma en que respondieron a esta obligación las
Guarniciones de Carabineros de Oruro, Potosí y Cochabamba. Esta experiencia,
que en principio no tenía otra intención que la de cumplir en la mejor forma posible
con la misión que el Supremo Gobierno encomendara a los Carabineros de
Bolivia, fue creando un ambiente de susceptibilidad.

ISACC VINCENTI BARRIENTOS - DIRECTOR GENERAL


Como resultado de su actividad en la consolidación de la revolución de 21 de julio
de 1946, organizando una Policía Universitaria para aplacar la furia del populacho
revoltoso, el Capitán (r) Isaac Vincenti Barrientos es llamado por el Presidente
Monje Gutiérrez para ocupar la Dirección General de Policías, puesto en el que
despliega desde el primer momento sus cualidades intrínsecas de buen
administrador, con medidas de positivo beneficio para Policía sin distinción de
grados, ni funciones de ninguna naturaleza. El Coronel Isaac Vincenti, nacido en
Vallegrande del Departamento Santa Cruz, el 15 de diciembre de 1913, es hijo de
la distinguida familia de Benedicto Vincenti Navarro y de doña Nélida Barrientos
Egüez. Desde el alto cargo de Director General de Policías, se muestra inteligente
y sagaz, proporcionando a la Institución, con su dinamismo y personalidad,
prestigio, autoridad y respeto, una organización moderna que unida a la voluntad
de sus Jefes, Oficiales y tropa del Cuerpo de Carabineros, consigue poner muy
alto el nombre de la Institución dentro y fuera del país; alcanza más tarde el grado
máximo de Coronel de Carabineros, que se le confirió en reconocimiento muy
merecido de sus desvelos y patriotismo con que condujo a las Fuerzas de la
Policía.

El Regimiento 21 de Julio
El 1° de agosto de 1946, se creó el Regimiento de Carabineros "21 de julio" bajo el
mando del Capitán Eduardo Canedo Peláez en la planta baja de la Dirección
General de Policías. Luego se trasladó a la Brigada Departamental de Policías.
Más tarde, en forma eventual, ocupó el Cuartel "Calama", y finalmente se trasladó
al cuartel de la Calle Colombia donde había estado funcionando el Instituto
Geográfico Militar.

POLICÍA RURAL MÓVIL


El Poder Ejecutivo, expidió el 22 de julio de 1947, un Decreto Supremo por el cual
se crea la Policía Rural Móvil, constituida por 300 plazas, de acuerdo al proyecto
de la Dirección General de Policías aprobado por el Supremo Gobierno, con objeto
de mantener el orden y la tranquilidad en las diferentes poblaciones rurales de la
República, debiendo imputarse la erogación al Capítulo de Obligaciones del
Estado.
CIRCULAR VINCENTI
Un documento importante en la vida institucional es la "Circular para el Cuerpo de
Carabineros de Bolivia", que contiene las observaciones hechas por el Director
General de Policías Isaac Vincenti Barrientos, desde el 7 de agosto de 1946 al 27
de agosto de 1947. Está impreso en un folleto azul claro de 18 x 13,5 centímetros,
en 95 páginas. Con carácter "Confidencial reservado", fue distribuido
gratuitamente entre todos los Jefes, Oficiales, Suboficiales y Clases del Cuerpo de
Carabineros y entre todos los Jefes, Comisarios y Agentes de Primera de la rama
civil, juntamente con una hoja previa firmada por el Director General que hace
afirmaciones de este tipo: "Este documento, antes de constituir un ataque, es una
amonestación paternal y de amigo ...que obedece al deseo de mejorar la
Institución Policiaca en todos sus aspectos, sobre todo en el moral ya que estoy
convencido de que el adelanto material nada consigue si no encuentra un campo
fértil y debidamente preparado en el aspecto espiritual y moral". Otro capítulo dice:
"No ha de ser el suscrito Director General de Policías por sí solo, quien determine
la marcha esencial hacia un total resurgimiento de la Institución Policiaca, ello será
conseguido por voluntad y acción de todos los componentes que quieran verla
digna y enaltecida". Su estructura está formada por: ,, - Introducción -Historial
Policial.-La Policía en el siglo pasado; Etapa entre los años 1900 a 1937; de 1937
a 1943; Una etapa dramática 1943-1946. - Faltas de carácter profesional, moral,
intelectual y material; Intromisión de los Jefes y Oficiales en política: "Camarillas" y
"Roscas"; relaciones con las demás autoridades. -Culturización. -Capacitación. -
Informes, ideas y sugerencias. - Reflexiones. - Consideraciones finales. La circular
causó encontradas reacciones en el seno de los miembros de la Institución,
porque, con toda crudeza, señalaba entre las faltas de carácter profesional los
aspectos que lesionan la disciplina; los vicios y ardides que se esgrimen en cuanto
a destinos del personal; todas las imperfecciones de la labor administrativa; los
excesos que habían tomado carta de ciudadanía en el aspecto moral, honradez y
honorabilidad funcionaria; los matrimonios de los oficiales y el decoro personal;
condenaba la corrupción provocada por las "camarillas" y "roscas" porque no son
compatibles con el alto concepto de camaradería y del espíritu del cuerpo; y
después de hacer ver las desventajas de la falta de buenas relaciones, señalando
los factores que las originaban, recomendaba mantener relaciones armoniosas
con el resto de autoridades como una constante preocupación que garantizaría el
aprecio para los policías. En el aspecto de culturización y capacitación, después
de mostrar el cuadro real en que se debatía el personal de la Institución, ofrece los
medios de solucionar este estado de cosas, a través de seis orientaciones para
cada caso que de ser empleados elevarían estos niveles. Al hacer notar la
ausencia de informes, ideas y sugerencias también señala el desconocimiento que
existía dentro del personal, del proceso de orden regular que debía seguirse y de
la forma de realizarlos, dando a continuación los elementos constitutivos de los
informes que estaban obligados a elevar los funcionarios en sus actividades y de
manifestar inquietudes y colaboración que quieran prestar, para lo que se les abría
las puertas de la comunicación a toda sugerencia o idea que sea beneficiosa para
la buena marcha institucional. En las reflexiones, la Dirección General de Policías
hizo ver cómo ha luchado contra una serie de adversidades: poniéndose frente a
los desconocedores del ambiente policial, a los logreros acostumbrados a medrar,
a los amañados que quieren conquistar fácilmente puestos públicos, a los hábiles
acróbatas de todos los tiempos. Hace notar que "es incomprensible que
habiéndose levantado el prestigio de la Policía, piso por piso, día por día, peldaño
por peldaño, encontráramos elementos desaprensivos incapaces de velar la
conservación de aquel hermoso estandarte policiaco mil veces jurado para
honrarlo y defenderlo aún a costa del sacrificio...". Y sigue: "Es una desilusión para
la Dirección General de Policías comprobar que la entidad primogénita del Estado
venga paulatinamente, demostrando olvido consciente de sus deberes
primordiales, cual es de cumplir y hacer cumplir la Ley, por encima de toda
consideración y haciendo relucir otra vez, la podredumbre intestina de ciertos
individuos que supieron ocultar con maestría de prestidigitadores su escaso valor
moral, intelectual y material para vergüenza del conjunto, ajeno a tal
demostración". Sin ocultar la preocupación que supone la consigna civilista del
momento que tiende a hacer desaparecer todas las conquistas y progresos
institucionales alcanzados, las explica en ocho puntos bien marcados; pero
también, en doce buenos propósitos, propone la consigna que deben sustentar los
Carabineros de Bolivia para desvirtuar aquellos malignos designios. Las
consideraciones finales encierran cuatro conclusiones de todo lo analizado;
haciendo constar que "nada podemos ocultar cuando el superior se dirige a los
subalternos, nada puede atemorizar al inferior sí su conciencia está limpia y sin
manchas, nada puede detener al hombre que piensa y siente honradamente".
Como se puede ver, muchas de estas aseveraciones significaron poner el dedo en
la llaga creando el consiguiente estado de malestar entre los lesionados; pero el
grueso del personal que se ha mantenido en la ruta del bien contra el mal, le
prestó su apoyo, aliento y respeto; porque junto con su Director General de
Policías querían ser dignos de esta Patria y de su Institución.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE TRÁNSITO


El Gobierno de la Nación, considera que por razones de mejor servicio, se hacía
necesario incorporar a la Dirección General de Policías, la Dirección General de
Tránsito, para conseguir que se restituya a la función de la Policía Integral, el
control y vigilancia de las actividades del tránsito público, disminuyendo de esta
manera las plantas burocráticas que se iban estableciendo y haciendo resaltar que
esta reunificación era de una sentida necesidad y de positivo beneficio colectivo; y
que anteriormente no se había dado cumplimiento a esta unificación, pese a lo
dispuesto por el Decreto Supremo de 31 de Diciembre de 1941.

HIMNO OFICIAL
Por Decreto Supremo N° 1231, de 17 de junio de 1948, se adopta oficialmente
para la Institución Policiaca de la República el "Himno del Policía y del
Carabinero", para solemnizar sus actuaciones públicas, levantar el espíritu cívico
de sus componentes y enaltecer la elevada misión que cumple en la sociedad.
Para la creación de este Himno, la Dirección General de Policías ha encomendado
al ilustre poeta Adrián Pereira la composición de la letra, la música al reputado
maestro Adrián Patiño Este Himno, desde su solemne estreno, se ha consagrado
como el símbolo que inspira al Policía y al Carabinero: proteger el orden y la
seguridad personal y real sin ahorrar el sacrificio de su vida. Sus estrofas y el coro
hieren las fibras más sensibles del corazón; por eso se transcribe in extenso:
HIMNO DEL POLICIA Y DEL CARABINERO
CORO Del derecho en la antorcha encendida, te dio el cielo su inmenso poder;
Guardia fiel, qué te importa la vida si alumbrando te mata el deber Contra el
crimen tu pecho es muralla que defiende la paz y el honor; si la guerra tu predio
avasalla mata al monstruo que siembra el terror. Las palomas defienden su nido
de las garras del pérfido halcón; de tiranos protege al vencido, hiere al pueblo si el
pueblo es felón. CORO Del derecho... II En tus manos está la balanza; de la ley,
que al hombre igualó por dar vida a su muerta esperanza Temis justa, tus ojos
vendó. Sin amor y sin odio domina a los caídos, que aliente tu voz; hasta el sol
justiciero se inclina cuando ampara tu sombra de Dios. CORO. Del derecho... III
Que perdure tu grito profundo Libertad, Igualdad, Paz, Unión; a tu sombra los
pueblos del mundo que enarbolen un solo pendón Entonemos un himno sonoro
por el Guardia valiente y leal; eternicen los pueblos en coro las hazañas del gran
policía CORO. Del derecho...

DIA OFICIAL DEL POLICÍA Y DEL CARABINERO


El Presidente de la República Dr. Enrique Hertzog Garaizábal, el 17 de junio de
1948 expidió un Decreto Supremo por el que fue declarado "Día del Policía y del
Carabinero" el 24 de junio de cada año, fecha que deberá ser considerada en los
fastos nacionales, derogándose todas las disposiciones anteriores que señalaban
otras fechas para esta celebración. El origen de esta disposición se refiere al 24
de junio de 1826, fecha en la cual el Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre
dictó el primer Decreto Reglamentario de creación y organización policial de
nuestra República.

LEY ORGÁNICA DE 30 DE DICIEMBRE DE 1949


Los Jefes y Oficiales del Cuerpo de Carabineros, cada vez más compenetrados de
sus derechos y obligaciones, buscan perfeccionar su Institución, por lo que en
vista de que se logró enviar oportunamente al Congreso Nacional el Proyecto de
Ley de Organización Policial y de Carabineros que había redactado la Comisión
Codificadora Nacional de Legislación Policial, se obtuvo su vigencia con cargo de
aprobación legislativa, el 30 de diciembre de 1949, mediante un Decreto Supremo
dictado por el Presidente Constitucional de la República Dr. Mamerto Urriolagoitia.
Esta Ley de Organización Policial y de Carabineros, es la primera que fisonomiza
claramente a la Policía de nuestro país. En sus trece Títulos y 205 artículos, se
ocupa de la organización y objetivos de la Institución Policial, determinando que su
misión fundamental es garantizar y conservar el orden público, la seguridad de las
personas y de sus bienes de acuerdo con la Constitución y las Leyes; establece
que el Presidente de la República es su Jefe Supremo e imparte sus órdenes por
órgano del Ministerio de Gobierno y de la Dirección General de Policías y
Carabineros; le asigna carácter castrense con estructura similar a la del Ejército,
expresando que contará en sus filas con Infantería, Caballería y Unidades
Motorizadas, para que según los casos pueda ser empleada en el servicio de
guarnición. Como Institución Pública del Estado debía organizarse así: 1.-
Dirección General de Policías y Carabineros. 2.-subdirección de Policías y
Carabineros. 3.- Inspección General de Policías y Carabineros. 4.- Brigada
Departamental de Policías y Carabineros. 5.- Regimientos de Carabineros. 6.-
Intendencias Provinciales. 7.- Intendencias Cantonales. 8.- Intendencias
Regionales. 9.-Destacamentos Montados de Carabineros. Continúa con la
organización de sus dependencias superiores y subalternas y su composición
orgánica hasta el nivel de Secciones, dejando para el Reglamento Orgánico lo
tocante a las Subsecciones. Indica que la rama civil consta de las siguientes
reparticiones: a) Servicio de Investigaciones. b) Servicio de Identificación. c)
Gabinetes y Laboratorios Técnicos. Determina que la Policía, además de sus
atribuciones generales, cumple funciones específicas relativas a las Policías. 1)
Minera. 2) Rural de pesca y caza. 3) Fronteriza. 4) Fluvial y lacustre. 5)
Ferroviaria. 6) De Bancos. 7) De Comercio. 8) De Industria. 9) De
Comunicaciones. 10) De Caminos. 11) Escolar. 12) De Aeronavegación. 13) De
Turismo y otras que pudieran establecerse a medida que lo exijan las necesidades
del país. En las Brigadas Departamentales de Policías y Carabineros reconoce
Comandante de Brigada de Carabineros y Jefe de Policía de Seguridad, al
segundo Comandante de Brigada de Carabineros y Sub Jefe de Policía de Segur
dad y a los Comandantes de Destacamentos Montados de Carabineros, con una
Plana Mayor de carácter administrativo y de apoyo. Los Regimientos de
Carabineros que son la Unidad de la base debía dislocarse en: 1) Comisarías
Seccionales. 2) Unidades de Vigilancia. 3) Unidades de Bomberos. 4) Custodia de
Cárceles. 5) Unidades Provinciales 6) Unidades Cantonales. 7) Intendencias
Regionales. 8) Destacamentos Montados de Carabineros. La rama Civil en la
División de Investigaciones, en: 1) Jefatura. 2) Sub Jefatura. 3) Sección
Secretaría. 4) Sección Informaciones del Personal. 5) Sección de Delitos contra la
Propiedad y Bienes. 6) Sección de Vigilancia Preventiva. 7) Sección Identificación
y Extranjería. 8) Gabinete de Policía. 9) Orden Social y Político. El Título IV, trata
de la jerarquía policial que se define por el grado conferido mediante título
adquirido de por vida, y que puede perdérselo sólo por sentencia ejecutoriada
pronunciada por autoridad competente por delitos cometidos.

DECESO DEL TENIENTE ZEBALLOS Y DOS CARABINEROS


La situación política se torna convulsionada y la obligación de restaurar el orden
alterado, obliga a las tropas de Carabineros a repeler los actos vandálicos que los
revoltosos desataron en la ciudad de La Paz, haciéndoles replegarse hasta la
zona de Villa Victoria, desde donde mantienen a raya a las fuerzas del orden que
estaban ya apoyadas por el Ejército, rodeándoles por el Cementerio, Munaypata y
Pura Pura. El día 19 de mayo de 1950, las acciones cobran mayor fuerza y para
proveer de combustible a los vehículos de la Policía había que recoger gasolina de
los depósitos del Alto de La Paz. Se intenta cruzar por la carretera ocupada por los
fabriles y obreros en medio de escaramuzas violentas; en uno de los intentos se
escribe un glorioso pasaje para la Historia de la Policía. Luchando con valentía y
arrojo caen acribillados en el puesto del deber rindiendo heroicamente sus vidas el
Tte. Javier Zeballos Paredes y los Carabineros Luciano Ramírez y Martín Vargas,
acto de innegable valor que es premiado con el ascenso póstumo del ejemplar
Oficial al grado de Capitán y en su recuerdo a su Unidad el Regimiento
Constitucional de La Paz 1° de Carabineros se le denomina Regimiento "Cap.
Zeballos 1° de Carabineros".

NUEVA LEY ORGÁNICA, DE 14 DE NOVIEMBRE DE 1950


Como era, a fin de legalizar la anterior ley orgánica de policías y carabineros de
Bolivia, el 14 de noviembre de 1950, que había sido sancionada por el Honorable
Congreso Nacional el 8 del mismo mes y año. En esta Ley ahora sólo se declara,
que es una Institución de defensa social organizada militarmente con el principal
fin de defender el orden público, la Constitución y las Leyes del país. Reconoce
también al Presidente como el Jefe Supremo que dirige la Institución por
intermedio del Ministerio de Gobierno, prohibiendo que sus miembros, so pena de
destitución, pertenezcan a logias, partidos políticos y organizaciones secretas. Al
referirse a su organización y funciones, lo hace en la misma forma que en la
anterior Ley, con el aditamento en los títulos de: "Policías y Carabineros de
Bolivia", y agregando a sus organismos los Institutos de enseñanza, a las
Jefaturas de Fronteras de Policías y Carabineros de Bolivia y los Retenes,
Puestos y Patrullas.

MELOPEA DEL POLICÍA


El Círculo de Carabineros establecido en la ciudad de La Paz, a la sazón presidido
por el Cap. Saúl Herbas Casanovas, auspiciaba ciclos de conferencias, concursos
literarios,
científicos y actos diversos de homenajes, en uno de los cuales, bajo la dirección
del Mayor Adrián Patiño (h), el Orfeón Nacional de Carabineros en un acto
especial celebrado el 22 de febrero de 1951, presentó el fondo musical propio, a la
señorita Lidia Ruth García Bernal que declamó los versos del Doctor Nicolás
Fernández Naranjo especialmente escritos para la Melopea del Himno del Policía
y del Carabinero. Esta Melopea es como sigue: ¡Ponte de pie, Carabinero
hermano Y lanza al hondo azul la clarinada Del Himno másculo, que es alborada
De tu gozoso sacrificio sobrehumano. Es tu escudo, tu fe; y es tu calor, Impulso
vertical que a las estrellas Guía tus pasos a través de huellas Abiertas en los
surcos del Honor. En el rojo momento del combate, solo, con el deber tu
compañero, Eres fiel y caliente caballero ¡Y sólo por Ley tu pecho late Y si en la
lucha contra el crimen mueres, Dios mismo te coronará con laureles y besa tus
heridas, en claveles Purpúreos florecidas: ¡tan grande eres! Arriba la serena y
limpia frente, Intrépida cual roca poderosa fue el huracán y el rayo vence airosa
héroe de un ideal ardiente Carabinero, tú eres fiel soldado Del Bien, de la Virtud y
del Derecho Tu brazo ahuyenta al crimen en acecho tu eres, del Orden y la Paz,
cruzado Los versos que acabamos de transcribir, son el sentido vibrar del mentor
erudito Catedrático de la Escuela Nacional de Policías Doctor Nicolás Fernández
Naranjo, que desde su estrado fue maestro querido y admirado por varias
generaciones de Oficiales de Carabineros y Policías.

REGLAMENTO DE 14 DE FEBRERO DE 1951


En atención a que el Estatuto Orgánico de Policías y Carabineros de noviembre de
1950 requería una inmediata articulación, y a que el Ejecutivo había recogido de
las fuentes de experiencia, los cuerpos técnicos y funcionales de la Institución, la
información necesaria, el Presidente Urrolagoitia completa las disposiciones
normativas policiales mediante el Decreto Supremo N° 02398-3, Reglamentario de
la Ley Orgánica de Policías y Carabineros de 14 de febrero de 1951, constituido
por 331 artículos distribuidos en X Capítulos. 9 de abril de 1952. Los apetitos de
poder por parte de algunos ministros de esa Junta Militar de Gobierno eran
evidentes, tanto que el Ministro de Gobierno, General Antonio Seleme, aprovechó
de su mando sobre las tropas de Carabineros para montar paulatinamente una
maquinaria de Jefes y Oficiales que retornando a las filas de Carabineros podían
servirle para sus propósitos; abriendo de esta manera las compuertas de la
revolución del 9 de abril de 1952. En la madrugada de ese día las tropas de
Carabineros ocuparon lugares estratégicos de la ciudad de La Paz, aunque
ninguno de los Oficiales y tropa sabía cual era la verdadera intención de su
despliegue hasta que se trabaron en combate con las fuerzas leales que no se
dieron cuenta que eran fuerzas revolucionarias. El Gobierno expulsó a Seleme
delGabinete y se enfrentó con fuerzas del EjÉrcito a los carabineros que habían
sido reforzados por civiles y obreros combatiéndose en las calles de La Paz
encarnizadamente. Un estado de favorable reacción de los defensores del
Gobierno desanimó a Seleme, quien entregó el mando de la Revolución al Dr.
Hernán Siles Zuazo y a Juan Lechín Oquendo. El viernes 11 de abril cambió la
situación gracias a que en El Alto los mineros de Milluni tomaron por sorpresa a
las tropas parapetados en la Ceja y al internarse en la ciudad se apoderaron de un
vagón de ferrocarril cargado de munición y armamento. Por su parte los
revolucionarios que actuaban en la zona del Calvario y Caiconi, tomaron el
"Polvorín" (Arsenal del Ejército), con lo que se hicieron dueños de la ciudad,
colaborados por los Carabineros. Como consecuencia se firmó en Laja un acuerdo
entre el Dr. Siles Zuazo y el General Tórrez Ortiz dándose por terminada la lucha.
El costo de la cruenta contienda fue mas de 500 vidas, entre las que se contaban
las de muchos carabineros y particularmente la del Brigadier Mayor de la Escuela
Nacional de Policías, Remberto Tapia Cuellar. Después del triunfo de la revolución
a la que el resto del país se adhirió casi en forma unánime, el Dr. Hernán Siles
Zuazo se hizo cargo del Gobierno, designando el primer equipo Ministerial y
mandando llamar al Dr. Víctor Paz Estenssoro. Correspondió a Siles Zuazo,
entregar la Presidencia de la República al Dr. Víctor Paz Estenssoro en cuanto
retornó de Buenos Aires el 16 de abril de 1952, fecha en la que el primer Gabinete
renunció, pero el Presidente Paz Estenssoro lo ratificó y le reiteró su confianza. En
el Gabinete provisorio que había formado el Dr. Hernán Siles Zuazo una vez
consolidada la Revolución del 9 de abril, el Cnl. de Carabineros Cesar Aliaga
Carrasco fue llamado a ocupar la Cartera del Ministerio de Gobierno, Justicia a
Inmigración, alto cargo que le fue ratificado por el Presidente Dr. Víctor Paz
Estenssoro cuando asumió el mando de la Nación. Este Jefe de la Institución que
hasta entonces había estado desempeñando las funciones de Director General de
Policías y Carabineros, fue el primer miembro de Carabineros que llegó a ocupar
el Ministerio del ramo, correspondiéndole así aumentar un galardón más a su
brillante carrera profesional de Policía.

LA VIRGEN DE COPACABANA, PATRONA DE LA POLICÍA


El 5 de diciembre de 1954, mediante Orden General de Carabineros No. 2/54,
inspirada en la fé religiosa del Gobierno, con aprobación de las autoridades
eclesiásticas, el Director General de Policías y Carabineros, haciendo uso de sus
facultades legales, proclama "Patrona del Cuerpo Nacional de Policías y
Carabineros", a la Santísima Virgen de Copacabana, Reina Coronada de Bolivia
siendo reconocida con el grado honorífico de Generala. "Todos los años la
Institución, indica la mencionada disposición conmemorando esta fecha, le rendirá
los honores reglamentarios correspondientes a su alta jerarquía, debiendo además
entronizarse la sagrada imagen en todas las reparticiones y unidades de la Policía,
en un lugar de privilegio y dispensarle el saludo militar como un homenaje de
respeto a ella y al grado que ostenta, dentro y fuera del servicio"

ACADEMIA, EN LUGAR DE ESCUELA DE POLICÍAS


Por Decreto Supremo N° 4103, de 27 de junio de 1955, se reestructura la Escuela
Nacional de Policías y Carabineros, a fin de que permita la superación permanente
del personal, sobre la base no sólo de conocimientos indispensables para el
ejercicio de sus funciones específicas, sino de una orientación política
revolucionaria que inspire la confianza del pueblo, prohibiendo el sentido represivo
que tuvo en los regímenes oligárquicos; para lo que se determine previamente
darle una denominación adecuada. A partir de esa fecha debía denominarse
"Academia de Carabineros y Policías" con funciones de preparación, habilitación,
especialización y perfeccionamiento mediante los siguientes cursos: I. PARA
PREPARACION PROFESIONAL a. Curso de Aspirantes a Oficiales. b. Curso Civil
de Aspirantes a Funcionarios de Investigaciones. c. Curso Civil de Aspirantes a
Funcionarios de Identificación. d. Curso de Carabineros Alumnos.
II. PARA HABILITACION PROFESIONAL a. Curso para Capitanes, Tenientes, y
Subtenientes de Carabineros. b. Curso para funcionarios de Investigaciones a
Identificación. c. Curso para tropa de Carabineros. III. PARA
PERFECCIONAMIENTO PROFESIONAL: a. Curso para Jefes de Carabineros b.
Curso para Capitanes de Carabineros c. Curso para Subtenientes de Carabineros.
d. Curso para Funcionarios Superiores de Investigaciones e Identificación. IV.
PARA ESPECIALIZACIÓN PROFESIONAL: a. Curso para Peritos Identificadores.
b. Curso para Peritos Criminalísticos. c. Curso para Interpretes, d. Curso para
Conductores de Vehículos. e. Curso para Técnicos en Motores. f. Curso para
Oficiales de Administración g. Curso para Personal de Secretaría. h. Curso para
Topógrafos Agrarios. i. Curso para Bomberos. j. Curso para Tránsito Público. k.
Curso para Régimen Penitenciario. l. Curso para Policía Rural.
SERVICIO DE IDENTIFICACIÓN PERSONAL
Por la proximidad de los comicios populares para la constitución de los Poderes
Públicos y a fin de facilitar el ejercicio del Voto Universal, derecho hasta entonces
negado a las mayorías bolivianas, el Gobierno considera indispensable dar
carácter nacional a los servicios de Identificación Personal, por lo que poniendo en
práctica los artículos 317 y 318 del Decreto Reglamentario de la Ley Orgánica de
Policías y Carabineros de 14 de febrero de 1951, con el Decreto Supremo N9
4180 de 16 de septiembre de 1955, dispone la organización del Servicio Nacional
de Identificación Personal, sobre la base de los Gabinetes Departamentales,
Provinciales y Fronterizos dependientes de las Brigadas de Policías y
Carabineros; para el objeto se crea dentro del Servicio Nacional de Identificación
Personal, el Archivo Central de Antecedentes Personales. Además, se establece
que los gastos de organización y funcionamiento de este nuevo Servicio Nacional,
se cubrirían con el valor del Carnet en la suma que fijaba el Reglamento
respectivo y con el timbre de Bs. 500. que se adheriría en cada certificado de
antecedentes personales, que serían provistos por el Tesoro Nacional y expedidos
por las Oficinas de la Renta, constituyendo renta nacional ordinaria que se fijaría
anualmente en el Presupuesto General, con partidas indispensables, para
personal, equipo y gastos generales de la organización, debiendo reglamentarse
sus funciones, atribuciones y procedimientos legales. El Gabinete Departamental
de Identificación de La Paz dependería directamente de la Jefatura del Servicio
Nacional de Identificación Personal.

MUERTE DEL CARABINERO FLORES


"Alevosa muerte del Carabinero Victoriano Flores", dice la publicación que informa
del infausto hecho. El servicio a la sociedad cobra una vida más de entre las filas
de la Policía; esta vez, en el Carabinero Victoriano Flores Martínez, quien en
cumplimiento de su deber y estando auxiliando a una mujer que recibía una
extraordinaria paliza, cae víctima de la incomprensión y la violencia desatada por
José Mamani Malue, que aplicándole de improviso golpes con arma contundente
en la cabeza, lo deja exánime en una calle de Cobija, la Perla del Acre, un día de
noviembre de 1955, enlutando a los deudos de Flores Martínez y a la familia
policial.

OFICIAL MAYOR DE CARABINEROS


Con el objeto de establecer un nexo orgánico más efectivo entre el Ministerio de
Gobierno, Justicia a Inmigración y su dirección administrativa sobre los
organismos de la Policía Nacional, así como para prestar mejor atención a los
problemas que confrontaba la Institución y de conformidad con el artículo 9° de la
Ley de Organización Política y Administrativa a inciso 99 del artículo 13 de su
Reglamento; el Supremo Gobierno dispuso, mediante el Decreto Supremo N°
4749 de 3 de octubre de 1957, la creación de la Oficialía Mayor de Carabineros
dependiente del Ministerio de Gobierno, cuyas funciones deberían sujetarse a lo
dispuesto en el Capítulo VI, artículos 26 y 27 del Reglamento de Organización
Política y Administrativa de 10 de enero de 1903.
LIBRETA MILITAR PARA CADETES
Tomando en cuenta que los Oficiales y Cadetes de Carabineros llegaron a adquirir
la preparación y conocimientos militares suficientes; condiciones que los habilitaba
en forma eficiente, técnica e intelectualmente, para formar parte del Cuadro de
Oficiales y Clases de Reserva de las Fuerzas Armadas de la Nación, y que la Ley
del Servicio Militar establecía este servicio en el Ejército de Línea con carácter
obligatorio, sin contemplar prescripciones concretas sobre la situación de este
personal profesional de carácter militar, el Gobierno de la Nación, mediante
Decreto Supremo de 14 de junio de 1958, dispuso que los alumnos regulares de la
Academia Nacional de Carabineros y Policías tendrían derecho a obtener la
Libreta de Servicio Militar igual que los que hubieran servido en las filas del
Ejército, cumpliendo los siguientes requisitos: "Que el retiro de la Academia sea
voluntario y no obedezca a graves faltas contra la disciplina al honor militar,
calificados en las fojas de concepto. Acreditando haber cursado un año de
instrucción por lo menos, se le otorgará Libreta como soldado con instrucción
completa. Al que acredite haber cursado dos años de instrucción militar, se le
conferirá el grado de Cabo; tres años, el grado de Sargento Primero y de suboficial
Mayor si ha cursado en forma regular los cuatro años de instrucción en ese
Instituto." "Los alumnos dados de baja por enfermedad, tendrán derecho a Libreta,
siempre que hubieran pasado la Revista de Instrucción Básica." "Con excepción
de estos últimos, los que obtengan Libreta de Servicio Militar formarán parte de la
Reserva del Ejército y sólo podrán ser llamados a las filas en caso de
movilización."

DEPARTAMENTO DE PRODUCCIÓN
Con la finalidad de que la Policía, que contaba con algunas fincas y terrenos
apropiados para labores agropecuarias, aproveche su explotación promoviendo el
autoabastecimiento con la organización de algunas industrias convenientes y
beneficiosas, hasta conseguir una sólida solvencia económica dentro de un criterio
de centralización de utilidades, que hiciera posible emplearlas en las finalidades
apropiadas a los intereses institucionales, el Gobierno de Siles Zuazo expide el
Decreto Supremo N° 5298, de 10 de septiembre de 1959, por el cual crea dentro
del Cuerpo Nacional de Policías y Carabineros, el Departamento Nacional de
Producción, cuya jefatura funcionaria en la ciudad de La Paz, bajo la dependencia
de la Dirección General.

PRIMER EDECÁN OFICIAL DE CARABINEROS


El 19 de agosto de 1960, por disposición del Presidente de la República, se dicta
la Orden Especial de Carabineros N° 6/60, por la que se designa Edecán de la
Casa Militar al Capitán de Carabineros Ene Mendieta Arandia, siendo este el
primer Oficial de Carabineros que integra el Cuerpo de Edecanes del Presidente
de la República, acontecimiento este que no tiene antecedentes en los anales de
la Policía.
ESCUDO INSIGNIA POLICIAL
La Resolución Ministerial N° 48/60, de 8 de septiembre de 1960, considera que el
trámite con dictamen favorable del Fiscal de Gobierno, seguido por la Dirección
General de Policías y Carabineros, no contraria las disposiciones legales del
Reglamento de Uniformes N° 3 de 1951; en consecuencia aprueba el uso del
Escudo Insignia para Generales, Jefes, Oficiales, Clases y Carabineros, que estén
constituido por: El cóndor posado de frente, representa la "Libertad del Pueblo de
Bolivia". A la altura del pecho del cóndor el Escudo Nacional representa la enseña
patria. Dos carabinas cruzadas sobre las que posa el cóndor, representan el
orden. Las ramas de olivo y laurel simbolizan la gloria institucional.

PLACAS DE CIRCULACIÓN PARA VEHÍCULOS


Tratando de aclarar la profusa y a veces contradictoria legislación tributaria,
legalidad de internación, circulación, transferencia de propiedad y tráfico fronterizo
de vehículos, se expide el Decreto Supremo N° 5606, de 21 de octubre de 1960,
por el cual se determina que: "las Administraciones Nacional y Distrital de la
Renta, son las encargadas del registro de vehículos por el sistema kardex, en que
deben constar todos los documentos y características de cada vehículo quedando
exceptuados los que se hallen en trámite y los internados temporalmente por
turistas y deportistas".

VETO PRESIDENCIAL
El Dr. Víctor Paz Estenssoro Presidente Constitucional de la República, mediante
nota de 16 de enero de 1961, dirigida al Presidente del Honorable Congreso
Nacional, hizo uso del derecho o facultad de veto conferido por la Constitución
Política del Estado respecto a la Ley Orgánica de la Policía Nacional sancionada
per el Honorable Congreso Nacional. El Presidente de la República, al argumentar
su veto, estimó que era plausible el propósito de sujetar la organización de la
Policía a una codificación especial y que, en tal sentido, el proyecto sancionado
significa un verdadero avance; sin embargo era indispensable que su texto sea
inspirado no solamente en principios de jerarquía y atribuciones funcionales
universalmente reconocidos, sino que debía armonizar con las leyes
fundamentales y la estructura del país, abarcando las necesidades de su pueblo y
con las obligaciones y propósitos que animan al gobierno, máxime si se toma en
cuenta que el pueblo boliviano, se hallaba en un reordenamiento por las profundas
transformaciones que había impreso la Revolución Nacional. Entendía el
Presidente que la Ley establecía un sistema de excepción para la Policía
Boliviana, en la autoridad del Gobierno, porque desde los artículos 62, 70, 71, 104,
y demás que le eran correlativos, se pretendía excluir al Jefe del Poder Ejecutivo
de la facultad de selección y designaciones de Comandantes de Región, de
Distrito Policial, de Regimiento, Guarniciones, etc. que los debía hacer el
Comandante General o los Consejos Consultivos de Policía. Las disposiciones de
los Artículos referentes de la Constitución Política del Estado, conferían al Jefe del
Poder Ejecutivo, la responsabilidad de la conservación del orden publico y la
seguridad exterior, no concibiendo cómo, sólo la designación del Comandante
General, sino también de los altos funcionarios, Comandantes de Regimientos y
de Guarniciones, no le estaba igualmente confiada. El Dr. Paz Estenssoro
sostenía que no era que el Presidente pretendiera defender una situación
momentánea personal o de partido. Se trataba de asegurar el cumplimiento de
disposiciones constitucionales en cuanto a la suprema necesidad de la
conservación del orden público y la garantía de la tranquilidad interna. Agregaba
que si la Policía es el mecanismo de coacción del Estado para la conservación del
orden legalmente constituido, así como de resguardo de las garantías
fundamentales, estaba asimismo implícita la confianza en la designación del
Comandante General, Comandante de Región, de Distritos Policiales,
Regimientos y Unidades de Fronteras. Por ello no podía admitirse periodos fijos de
inamovilidad como los que establecían los artículos 25, 32, 62 y 105 y demás
pertinentes. De otra parte, no le parecía tampoco justificado que, con excepción
del Comandante General, los demás funcionarios de la jerarquía militar de policía,
deban ser necesariamente bolivianos de nacimiento. No debe olvidarse que
Bolivia como todos los de América Latina, es un país que requiere, con carácter de
urgencia, de inmigraciones masivas para compensar el desequilibrio entre
población y territorio que es uno de los factores de su actual atraso. Agrega el
veto, que reconocía el sentido de progreso que perseguía la Policía Nacional en
su aspecto organizativo, y que al adolecer de defectos el proyecto, era
improcedente su promulgación como Ley, mientras se subsanen fallas en
cuidadoso estudio posterior. Tomando en cuenta las observaciones, los
legisladores pidieron a los funcionarios responsables de la Policía Nacional
efectuar las enmiendas necesarias a fin de que pudiese ser sometida nuevamente
a consideración del Congreso Nacional.

LEY ORGÁNICA DE 1962


El Congreso Nacional sancionó la Ley Orgánica de la Policía Nacional en fecha 18
de diciembre de 1961, habiendo sido promulgada por el Poder Ejecutivo en fecha
9 de febrero de 1962.

REGIMEN CONSTITUCIONAL Y POLICÍA NACIONAL


El Presidente Paz Estenssoro, promulgó, mediante Ley de 4 de agosto de 1961,
la Constitución Política del Estado aprobada y sancionada por el Honorable
Congreso Nacional Extraordinario, de la que extractamos las siguientes partes: El
art. 208, la define como una Institución que cumple la totalidad de la función
policial, encargada esencialmente de la conservación del orden publico y defensa
de la sociedad mediante sus organismos técnicos conforme a sus atribuciones
legales. Luego, declara que la Policía depende del Presidente de la República,
quien imparte sus órdenes por medio del Ministerio de Gobierno y en lo técnico
por intermedio del Comandante General. El art. 210. Dispone que para ser
designado Comandante General, se requiere además de las condiciones
señaladas por Ley, ser boliviano de nacimiento; su nombramiento corresponde al
Presidente de la República y durara en sus funciones mientras cuente con su
confianza. Como ha debido observarse, la Constitución Política del Estado de
1961, consideró a la Policía como una Institución esencialmente defensora de la
sociedad y del orden público, la misma que dependía del Presidente de la
República. Este hecho tiene un trascendental significado ya que su status jurídico
estaba respaldado por la Carta Magna. Igualmente, en el Gobierno del Dr. Víctor
Paz Estenssoro, por Ley N°153, de 9 de enero de 1962, se promulga la Ley
Orgánica de la Policía Nacional, cuya estructura es la siguiente: ESTRUCTURA
DE LA LEY ORGANICA TÍTULO I. LA Policía Capítulo I Definición Capítulo II De la
Dependencia.TÍTULO II. FINES Y ATRIBUCIONES TÍTULO III. DERECHOS Y
OBLIGACIONES DEL PERSONAL. Capítulo I De los Derechos. Capítulo II De las
Asignaciones. TÍTULO IV. DE LA ORGANIZACIÓN Capítulo I Generalidades.
Capítulo II. Comando Superior.
Capítulo III. Comandos de Regiones Policiales. Capítulo IV Comandos de Distritos
Policiales. Capítulo V. Regimientos de Policías. Capítulo VI. Comandos Policiales
de Fronteras y Zonas Policiales. Capítulo VII. Sub?Comandos Policiales de
Fronteras y Zonas Policiales. Capítulo VIII. Patrullas y Puestos. TÍTULO V. DEL
PERSONAL Capítulo I De la Jerarquía. Capítulo II De las Incorporaciones y
retiros. Capítulo III. De los Ascensos. Capítulo IV. De la Comisión Calificadora de
Méritos y Antecedentes.Capítulo V. De los Destinos. Capítulo VI De las
Disponibilidades. TÍTULO VI. DE LOSINSTITUTOS PROFESIONALES. TÍTULO
VII. DE LOS JUECES DE POLICIA. TÍTULO
VIII. DE LOS CONSEJOS DISCIPLINARIOS. TÍTULO IX. DE LAS VACANCIAS
YLICENCIAS. TÍTULO X. DE LAS CONDECORACIONES. TÍTULO XI. DE LA
VINCULACION INTERNACIONAL TÍTULO XII. DEL REGIMEN ECONÓMICO. Se
hace necesario hacer hincapié, en que los Capítulos III y IV del TÍTULO IV,
referente a los Comandos de Región y Distritos Policiales, no se cumplieron por
considerárselos impracticables, ya que al haberse establecido tres Comandos de
Regiones Policiales, N° 1, con asiento en Oruro para dirigir los Departamentos de
La Paz y Potosí de la zona altiplánica; N°2 con asiento en la ciudad de Sucre para
atender los Departamentos de Cochabamba y Tarija de la zona de los valles, y N°
3 con asiento en Trinidad para atender los distritos de Santa Cruz y Pando, se
estimó que eran inconvenientes por las enormes distancias que separaban a la
capital del Departamento con la ciudad asiento de la Región; este hecho
disminuyó en sumo grado los alcances de la mencionada Ley Orgánica. En el
Capítulo I, del TÍTULO I se define a la Policía Boliviana como "Institución del
pueblo y para el pueblo, que cumple función de carácter público, esencialmente
preventiva y de auxilio, en forma regular y continua para garantizar el normal
desenvolvimiento de las actividades sociales. Que esta, asimismo, encargada de
la investigación de los delitos y de la sanción de las faltas, infracciones y
contravenciones en materia policial." Además, "es una Institución eminentemente
técnica, organizada según los principios de jerarquía y atribuciones funcionales
universalmente reconocidas para esta clase de actividades." "Como organización
técnica, esta encargada de toda la actividad policial, centralizando bajo una sola
dirección y escalafón único las Policías de Seguridad, de Aduanas, Rural,
Sanitaria y otras que se crearen, como base para conseguir la unidad y la
cohesión necesaria al cumplimiento de las funciones específicas que le asignen
las leyes y Reglamentos." El Capítulo II, declara que "el Presidente de la
República es el Jefe Supremo de la Institución, que imparte sus órdenes por
intermedio del Ministerio de Gobierno, Justicia a Inmigración." Establece además
que "la Policía Boliviana depende de su Comandante General, que la dirige por
intermedio de sus organismos especializados." En el Capítulo único del TÍTULO
11, se establece que los fines y atribuciones de la Policía son: "Conservar el orden
Público; cumplir y ejecutar las órdenes del Gobierno, y de las autoridades
competentes, con arreglo a la Constitución y las Leyes: hacer cumplir y ejecutar
las órdenes emanadas del Poder Judicial; resguardar las garantías sociales y la
vida, la seguridad, el honor y los bienes de los habitantes de la República; prevenir
los delitos y las manifestaciones antisociales de los individuos; investigar los
delitos, faltas a infracciones hasta su total esclarecimiento; levantar las primeras
diligencias de Policía Judicial y aprehender a los delincuentes y culpables para
ponerlos a disposición de las autoridades competentes; perseguir y detener a los
delincuentes infraganti, arrestar a los infractores de la Ley y de la moral, de las
buenas costumbres, recuperar los bienes robados y hurtados para su restitución a
los legítimos propietarios; intervenir en todos los casos en que sea necesario
restablecer el equilibrio en las relaciones humanas y prestar auxilio a quienes lo
requieran en casos de siniestros y otros desastres; hacer cumplir las órdenes y
leyes, reglamentos y disposiciones de Tránsito Público, cumplir y cooperar en la
ejecución de las leyes, reglamentos y disposiciones que se relacionen con casos
antisociales y antijurídicos sobre problemas de menores". Según el TÍTULO VI,
Capítulo I, la escala jerárquica del personal de la Policía Boliviana, estaba
constituida de la siguiente manera: I. Generales General II. Jefes: Coronel,
Teniente Coronel, Mayor III. Oficiales: Capitán, Teniente, Subteniente IV.
Aspirantes a Oficiales Brigadier Mayor, Brigadier, Subrigadier, Cadete V. Clases y
Agentes de policía Suboficial Mayor, Suboficial Primero, Suboficial Segundo,
Sargento Primero, Sargento Segundo, Cabo, Dragoneantes, Agentes de Policía.

RESERVA ACTIVA PARA EL ESCALAFÓN DE LA POLICÍA


Para comprender mejor este rubro de beneficio a los funcionarios de la Institución,
es necesario conocer los antecedentes que le dieron lugar. Resulta que los
cuadros activos de la Policía se hallaban totalmente cubiertos, dificultando el
proceso de ascensos a que tenía derecho el personal que iba cumpliendo los
requisitos establecidos para la promoción de grados. Por otra parte, numerosos
elementos que teniendo iniciados y activados sus trámites, no podían acogerse al
beneficio de la renta de vejez reconocido por el Código de Seguridad Social, por
diversas razones. Para normalizar los ascensos, y a la vez garantizar la situación
de quienes debían tramitar y acogerse al seguro de vejez, dándoles facilidades
para retirarse del servicio activo, así como para solventar su subsistencia, por
Decreto Supremo N° 06127 de 8 de junio de 1962 se dispuso la creación de la
"Reserva Activa de Jefes, Oficiales y Personal Civil de Escalafón" en los Cuadros
permanentes de la Policía Nacional: según el Decreto serian destinados a la
Reserva Activa los que no pudieran acogerse al beneficio de Renta de Vejez por
restricciones en la Caja Nacional de Seguridad Social, por falta de edad o de años
de servicio activo de la Institución, salvo que excepcionalmente el Supremo
Gobierno adoptare otra determinación. A partir de la vigencia de este Decreto, se
ha venido reconociendo el haber integro del grado, en igualdad con el del servicio
activo, no pudiendo permanecer en este destino por mas de tres años, plazo en el
cual debe activarse los trámites para incorporación a la lista de rentistas. El
personal mencionado pasa a esta situación, mediante Orden General y en base a
los informes personales y circunstanciados que para cada caso debe expedir la
Comandancia General de la Policía Nacional.

ESTATUTO DEL SERVICIO DE TRÁNSITO


El Decreto Supremo N° 06100, de 8 de junio de 1962, puso en vigencia el
"Estatuto Orgánico del Servicio Nacional de Transito", concebido en la siguiente
forma: Capítulo I: De los Fines, Atribuciones y Dependencias. Capítulo II: De su
Organización, Derechos y Obligaciones. Capítulo III: De la Clasificación y
Jerarquía del Personal. Capítulo IV: De las Incorporaciones, Retiros, Destinos y
Disponibilidades. Capítulo V: De los Ascensos y Escalafón. Capítulo VI: Del
Consejo Disciplinario. Capítulo VII: Las Vacaciones y Licencias. Capítulo VIII: Del
Régimen Económico. Capítulo IX: Del Régimen de Seguridad Social. Capítulo X:
Disposiciones Transitorias.

REGLAMENTO ORGÁNICO DEL PERSONAL


En este periodo de reordenamiento jurídico, fue promulgado el Decreto Supremo
No. 06147, de fecha 23 de junio de 1962, mediante el cual se ponía en vigencia el
Reglamento Orgánico del Departamento Nacional del Personal.

CASO CALAMARCA
El 30 de julio de 1961, la opinión pública del país y del exterior se sorprendió con
el descubrimiento de un espeluznante hecho de sangre que había ocurrido el día
viernes 28 en la región de Calamarca del Departamento de La Paz, en el que,
para apropiarse de Bs. 2.800.000. importe de la Remesa de la COMIBOL para la
Empresa Minera de Catavi, se atracó a los portadores victimándolos de la manera
mas despiadada. Las víctimas fueron el remesero, Juan Márquez, el chofer
Placido Jardín y el ayudante de chofer Pedro Condoretti, que no obstante estar
armados, no se habían defendido. La Policía desplegó todos sus elementos
especializados y al cabo de un año de intensa investigación, a mediados de julio
de 1962, dio con los autores, entre los que se encontraban involucrados dos
Oficiales de la Institución, Hugo Fuentes y su hermano Marcial, con la complicidad
de Telmo Aguirre, Oscar Rodríguez Caminoti y Hugo Téllez, los mismos que
fueron capturados y puestos a disposición de la Justicia Ordinaria. El infeliz caso
dio lugar a una verdadera manifestación de repudio y condena para esos malos
policías, por lo que como expresión unánime de solidaria defensa del prestigio
institucional, la Policía pidió para esos indeseables funcionarios a quienes marginó
de sus filas, las máximas sanciones de la Ley.

POLICÍA INTERNACIONAL (INTERPOL)


Dentro de las actividades policiales, no se había descuidado la vinculación
internacional, como pudimos ver a través de anteriores referencias sobre la
presencia de delegados en Buenos Aires, allá por 1920, y otras ocasiones
posteriores, organizándose en el Departamento de Investigaciones de La Paz, en
la calle Ballivián, una oficina encargada de velar por el cumplimiento de los
convenios de carácter internacional.

ASESINATO DE VILOMA
El 2 de noviembre de 1962, se cometió un feroz asesinato en la persona de Felipa
Guzmán de 45 años de edad, descuartizada en la localidad cochabambina de
Viloma, por un joven de 19 años llamado Epifanio Rodríguez Castellón, quien se
dio a la fuga luego del crimen. Reunida la vecindad en cabildo abierto, destacó
una comisión para que capturara al culpable, quien fue detenido en Colquiri,
portando objetos de propiedad de la víctima. Trasladado a Viloma y puesto en
manos de un Tribunal Popular, acordado en cabildo, confesó su delito, detallando
las circunstancias con el mayor cinismo; por lo que fue condenado a muerte,
encomendándose su fusilamiento a un pelotón de milicianos, quienes cumplieron
rápidamente su cometido.

REGLAMENTO DE LA ACADEMIA
Por Decreto Supremo N° 06338, de 4 de enero de 1963, de conformidad con la
Ley Orgánica de la Policía Nacional, de 9 de enero de 1962, se aprobó el
Reglamento Orgánico de la Academia Nacional de Policías, en sus cincuenta y
tres artículos. Este Reglamento fue publicado en un solo cuerpo con el de
Régimen Interno, que tiene 105 artículos en 15 capítulos; el Reglamento de
Disciplina concebido en 5 capítulos y 27 artículos y el Plan de Enseñanza que
consta de 2 partes; la primera con las Bases de la Instrucción, con 5 capítulos y 30
artículos, y una segunda que contiene los programas a desarrollarse, con el
detalle de las materias que abarcan la profesionalización de los Cadetes.

MANUAL DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL


El Comando Superior de la Policía Boliviana había elevado ante el Gobierno un
Manual de Investigación Criminal, que establecía la organización, objetivos,
funciones, procedimientos y operaciones de este Departamento, el mismo que fue
elaborado conforme a principios generales sustentados por la Ley Orgánica.
Constituye además un texto de estudio que debería ser empleado con carácter
oficial en los Institutos Profesionales de la Policía Boliviana, con miras a
sistematizar y unificar la enseñanza y las prácticas sobre Investigación Criminal,
por lo que el Gobierno, en Consejo de Ministros, aprobó el Decreto Supremo N°
6227 de 8 de febrero de 1963, poniendo en vigencia oficial y obligatoria, el
"Manual de Investigación Criminal" de la Policía Boliviana.

MILLONARIO ROBO EN BANCO DE SUCRE


Los habitantes de la ciudad de Sucre, acostumbrados a una vida apacible y
tranquila, fueron sorprendidos la mañana del 30 de agosto de 1964, con una
noticia inaudita que circuló por todos los medios de publicidad locales y
nacionales. En esa fecha, en las bóvedas de la Agencia del Banco del Estado de
la ciudad, se produjo el robo de Bs. 500.000.000. Naturalmente lo elevado de la
suma sustraída, provocó un impacto insospechado en la opinión pública, que
colocó a los altos mandos de la Policía Boliviana, en una situación por demás
delicada en lo concerniente a su misión de recuperar los fondos robados mediante
una pronta investigación. El Sr. Mayor Federico Kaune, que desempeñaba las
funciones de Jefe de Policías de la ciudad de La Paz, a denuncia de los ejecutivos
de la central bancaria organizó de inmediato una Comisión de investigadores a
cargo del Tcnl. Zenón Bascope, quien viajó al lugar de los hechos juntamente con
el Dtve. Fortino Baldivieso y un Técnico de Laboratorio de Criminalística. La
comisión realizó las primeras diligencias preliminares, que fueron de mucha
importancia para proseguir con las futuras investigaciones. A1 cabo de algunos
días y una vez que la anterior Comisión retornó a la ciudad de La Paz, fue
organizada una nueva Comisión conformada por los Tenientes Alberto Saavedra
Tórrez, Gastón Quevedo P. y el Dtve. Víctor Quiroga Cuenca, quienes constituidos
en la ciudad de Sucre y sobre la base de los datos acumulados por la anterior
comisión, resolvieron reducir el círculo de los posibles autores, entre el personal
relacionado con el movimiento de la agencia bancaria damnificada; aquí ya se
tuvieron las primeras luces para tener sospechas de culpabilidad sobre el Cajero y
el señor Jaime Soruco Carrasco, Agente en ejercicio de esa sucursal bancaria, en
la comisión del delito de robo por sistema de forado. La Jefatura Departamental de
Policía de Sucre, a cargo del Sr. Tcnl. Epifanio Castillo S. reuniendo todos los
elementos de juicio acumulados y cooperado por el personal, consiguió aclarar
con cierta facilidad las circunstancias del robo, recuperándose la casi totalidad de
los dineros sustraídos; para este resultado exitoso de la labor policial, fueron muy
útiles los datos proporcionados acerca de los viajes sospechosos efectuados a
diferentes lugares de la República, por parte de los presuntos autores señores
Oswaldo Soruco Guardia, menor de 14 años, que fue el autor intelectual, Nicolás
Poma Choque Vallejos, de 20 años y Carlos Hamel Hostater, de 16, autores
materiales, quienes en distintas ciudades realizaron compras de vehículos,
cancelando uno de ellos con un paquete de Bs. 100.000. en billetes de corte de
Bs. 10.000 aprensados con el cinto de seguridad de la Sucursal Bancaria.

LA POLICÍA INTERVENIDA Lapso 1964 - 1971: Desarticulación Policial


A los pocos meses de Gobierno, el tercer periodo de Paz Estenssoro no pudo
frenar a los campesinos que no habían logrado los beneficios de la Reforma
Agraria, ni a los maestros que extremaron sus demandas, señalándose con estos
antecedentes el ocaso de su estrella. El ambiente político estaba tan agitado, que
los mineros de Huanuni marcharon sobre Oruro el 29 de octubre de 1964, siendo
contenidos por las fuerzas regulares del gobierno en Sora Sora, una planicie
cercana de la ciudad del Pagador con varios heridos entre los trabajadores. El
gobierno ordena la toma de la mina San José para frenar la agitación de ese
sector y, casi en situación sincronizada, la conferencia Universitaria se puso en
emergencia, por lo que las fuerzas del orden atacaron la Universidad de San
Andrés, la misma noche del 29 de octubre produciéndose una lucha intensa entre
las fuerzas del Gobierno y los estudiantes. Quedó como recuerdo de ese trágico
encuentro, la celebre frase de "La noche triste de San Andrés". Para solucionar los
graves acontecimientos, el ultimo día de Gobierno de Paz Estenssoro, se
ofrecieron como mediadores Monseñor Kennedy y algunos Padres Salesianos,
pero el Gobierno quiso demostrar su autoridad y su poder, mandando que las
fuerzas del M.N.R. asaltaran la Universidad, acto en el que tomaron presos a más
de 1.500 estudiantes. EL 4 DE NOVIEMBRE DE 1964 El Vicepresidente de la
República Gral. René Barrientos Ortuño, que se encontraba en Cochabamba, se
pronunció con la guarnición militar de esa ciudad el 3 de noviembre de 1964,
notificando a Paz Estenssoro que hiciera entrega del Gobierno a una Junta Militar;
esta actitud fue apoyada y secundada por todas las guarniciones de la República
que se apoderaron de las plazas de su jurisdicción, por lo que, la mañana del 4 de
noviembre de 1964, acompañado por el Gral. Alfredo Ovando Candia, juntamente
con su Ministro de Gobierno Ciro Humboldt y el Jefe del Comité Político Eduardo
Rivas Ugalde, salió del país por vía aérea, hasta Lima. Este golpe de Estado,
sostenido por la Fuerza Aérea y el Ejército, tuvo funestas consecuencias para las
milicias armadas del M.N.R. y todos los que se beneficiaron con el gobierno de
ese partido, asumiendo el Mando de la Nación el binomio presidido por el Gral.
René Barrientos Ortuño y Alfredo Ovando Candia, Junta Militar que convocó a
elecciones para 1966. Debido a los excesos que habían cometido los organismos
de represión política, creados por el régimen depuesto bajo el mando del Cnl.
Claudio San Roman, que constituyeron una ignominia nacional y el avasallamiento
de los derechos y garantías consagrados por la Constitución Política del Estado y
la Declaración Universal de los Derechos Humanos; mediante Decreto Ley No.
06947, de 5 de noviembre de 1964, el Gobierno revolucionario canceló el
Departamento de Inteligencia y Seguridad del Estado (Control Político),
encomendando al Ministerio de Gobierno, de acuerdo con las normas legales, la
conservación del orden público. A mediados de noviembre de 1964, se había
notificado al Comando Superior de la Policía, por intermedio del Ministro de
Gobierno, que en acto público, el Cuerpo de Carabineros haga entrega simbólica
de sus armas a las Fuerzas Armadas de la Nación.
El Comando de la Policía convocó a los Comandantes de Unidades de la
Guarnición de La Paz y después de una corta deliberación en la que por mayoría
resolvieron la conveniencia de cumplir la orden, porque la Policía no necesitaba de
armas de guerra para su misión de conservar el orden, se redactó un acta de lo
acordado. Se realizó la ceremonia en un altar Patrio, erigido en la Plaza Murillo de
la ciudad de La Paz, frente al Palacio de Gobierno, en ella hubo discursos ante
delegaciones de la guarnición de Carabineros y representantes del Poder
Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas, los que recibieron fusiles, ametralladoras
livianas y pesadas y otras armas, de los miembros de la Policía así como de
algunos civiles que se presentaron voluntariamente con las que tenían para dar
relieve al acto.

SE ORDENA INTERVENCIÓN DE LA POLICÍA


El 2 de enero de 1965, estando el Presidente de la República en la ciudad de
Potosí, es informado personalmente por intermedio del servicio de radio-
comunicaciones de la Policía, que en la ciudad de La Paz, con la complicidad del
personal de servicio de la carceleta de San Pedro, se habían fugado varios presos
políticos, entre los que figuraban miembros de carabineros. La noticia irritó de tal
manera al Presidente que ordenó: "Si los carabineros no quieren colaborar,
póngase en ejecución de inmediato el Plan Ovando", y abandonó Potosí para
retornar a la sede de Gobierno. Esa misma noche, o sea al amanecer del día 3 de
enero de 1965, en todas las guarniciones del país donde había Unidades de la
Policía Boliviana, se produjo la intervención de sus cuarteles y dependencias con
gran despliegue de fuerzas, que capturaron y procedieron a desarmar a la
Institución. En La Paz, además de las reparticiones directrices y Regimientos de la
Policía Boliviana, se rodeó con un escuadrón la Academia de Següencoma y
luego de ocuparla, requisaron todo el armamento, procediéndose de igual modo
con las demás unidades. Como la operación tuvo carácter nacional, las fuerzas
interventoras procedieron en todas las ciudades con igual y aun mayor rigor,
comandadas por Jefes, Oficiales y Clases de las Fuerzas Armadas, que actuaron
como si se tratara de una verdadera operación bélica. Se apresó y desterró a
varios Jefes y Oficiales y no faltaron quienes en el mismo seno de la Institución,
sindicaron al Cnl. Morales de haber vendido la Policía. Después de normalizadas
las actividades institucionales del país, en su obra "Apuntes para la Historia de la
Policía Boliviana", pagina 134, asume su defensa el Cnl. Morales de esta manera:
"Se debe recordar que las Fuerzas Armadas, en ese entonces y quizá más que
nunca, detentaban la totalidad del poder y estaban decididas e identificadas con la
consigna de destruir, humillar y pisotear a los carabineros, a quienes se atribuía
toda la culpa de su caída en la revolución del 9 de abril de 1952, cuando en
realidad fue el pueblo quien las dominó y luego un partido político el que
minúsculamente afectaron, en suma se sentían fuertes, poderosas, soberbias".
"Ya antes habían dispuesto el desarme de las fuerzas policiales, así que su "Plan"
estaba facilitado, además sabían de antemano que los policías no les harían frente
porque somos gente de paz, como que no encontraron la resistencia que
esperaban. En estas circunstancias pudieron realizar todo cuanto habían planeado
y llegar mucho más, sin necesidad de contar con policías traidores que les
"vendan" su propia Institución como si fuera mercancía, no tenían necesidad de
ello. Entonces, como surgieron espíritus suspicaces del seno mismo de la
Institución, para decir que el Tcnl. Agustín Morales Duran "había vendido a la
Policía Boliviana" y la había traicionado?. Solo en mentes enfermizas podía
concebirse tal idea; sin embargo, tuvo que buscarse un "Chivo expiatorio" y lo
encontraron precisamente en la persona del que más había luchado y sufrido para
defender su Institución". "En su hora, estuvimos dispuestos a aclarar esta infamia,
con la que inclusive se envenena a la juventud, difundida por pocos Oficiales
politiqueros que se habían visto afectados por la pérdida de prebendas mal
habidas. No lo hicimos cuando teníamos nombres, datos y detalles, prefiriendo
sobrellevar la proterva en aras de la unidad policial por la que siempre habíamos
luchado. Pero no es tarde, en el momento preciso publicaremos todas las
circunstancias dolorosas de aquellos sucesos que felizmente ya fueron superados,
para que se conozca quiénes fueron los verdaderos traidores, porque son parte de
nuestra historia."
SE CREA LA DIRECCIÓN NACIONAL DE INVESTIGACIÓN CRIMINAL
Por Decreto Ley No. 07015, de 4 de enero de 1965, fue creada la Dirección
Nacional de Investigación Criminal, como organismo integrado por personal civil
profesional egresado de la Academia Nacional de Policías, los especializados en
el exterior y capacitados en los cursos de la División de Seguridad Pública de
USAID y USOM-Bolivia en cooperación con la Policía Boliviana; debiendo quedar
bajo su dependencia los departamentos de Investigación Criminal, Servicio
Nacional de Identificación Personal, Policía Internacional, Juzgados Policiales y
demás secciones establecidas en el Reglamento Orgánico. Se establecía que la
Dirección Nacional de Investigación Criminal, tenía como función específica la
investigación de los actos y hechos delictivos, la acumulación de la prueba y
elementos de juicio y la identificación de los delincuentes, así como cumplir con
todas las actuaciones relacionadas con el levantamiento de las Diligencias de
Policía Judicial que requiere la justicia para la aplicación de la Ley Penal. En el
corto tiempo de funcionamiento independiente de la Dirección Nacional de
Investigación Criminal en sus niveles nacionales, departamentales, provinciales,
etc., se produjeron desacuerdos con el personal uniformado, creando situaciones
delicadas, tanto para la Institución como para la ciudadanía que reclamaba
atención coordinada y completa de la Policía.

LA POLICÍA SE CONVIERTE EN "GUARDIA DE SEGURIDAD"


Completando la medida anterior la Junta Militar mediante Decreto Ley No. 07016,
de la misma fecha 4 de enero de 1965, dispuso el cambio de nombre de la "Policía
Boliviana" por el de "Guardia Nacional de Seguridad Pública'", organismo policial
que a partir de la fecha estaba solamente encargado de la conservación del orden
público y la protección de las garantías personales y reales consagradas en la
Constitución y Leyes secundarias. Este nombre ya estaba preparado de antemano
para el Cuerpo Nacional de Carabineros, por eso es que en 1962 se había
adelantado en la Ley Orgánica a salvaguardar la Institución denominándola
solamente "Policía Boliviana" y evitar que bajo el nombre de "Guardia Nacional" se
la quiera sujetar a las contingencias del similar organismo que funcionaba
ocasionalmente en los primeros años de la República; además venía a propósito
la cooperación internacional de los asesores norteamericanos pertenecientes a la
División de Seguridad Pública de USAID-Bolivia, TÍTULO que sirvió para
conformar el nombre completo de Guardia Nacional de Seguridad Pública. En este
mismo Decreto Ley, se encomienda al Ministerio de Gobierno la organización de
comisiones especiales para que investiguen los actos de la conducta funcionaria
de los Jefes, Oficiales y Personal de la exPolicia Boliviana con la obligación de
pronunciarse en el término de treinta días, sobre los casos de ratificación de los
que no resulten comprometidos en hechos pasibles de sanción, y que por lo tanto,
se encuentren habilitados para seguir prestando servicios en la Guardia Nacional
de Seguridad Pública. En estas circunstancias no faltaron desleales a la
Institución, que se prestaron como informantes y alentadores de tan bochornosa
investigación discriminatoria, que culminó con la baja de 20 Jefes y Oficiales.
PRIMER CONGRESO INTERAMERICANO DE POLICÍAS UNIFORMADOS
A mediados de agosto de 1966, se llevó a efecto el 1° Congreso Interamericano
de Policías uniformados en Lima, capital de la República del Perú, al que
asistieron delegaciones de la Argentina, Colombia, Chile, Honduras, Haití,
Nicaragua, Panamá, Venezuela, Paraguay y nuestro país, representado por el My.
Emilio Pelaez Ortiz y el My. Hugo Tapia Frontanilla, como delegados de la Guardia
Nacional de Seguridad Pública, que culminó el 31 de agosto, con importantes
acuerdos, entre los que esta el que califica la reunión como trascendental acto de
confraternidad, que tuvo como fundamental propósito, estrechar los vínculos de
amistad que unen a los pueblos del Hemisferio, constituyendo la "Asociación
Interamericana de Policías", como medio de adelantar en forma conjunta los
programas adecuados, para garantizar la tranquilidad, la seguridad y la paz de
América.

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