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ASMA

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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE

GROHMANN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE
ENFERMERIA
SEGUNDA ESPECIALIDAD

“CRISIS ASMÁTICA”

ELABORADO POR:

LIC. WENDY QUENAYA VELASCO


LIC. LINDA MARYORI CAHUAYA INOFUENTE

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RESUMEN

En los últimos años pocas entidades han

condicionado problemas de salud equiparable al del Asma Bronquial. Es un

síndrome que incluye diversos fenotipos que comparten manifestaciones clínicas

similares pero de etiologías diferentes. Tiene una elevada prevalencia, cronicidad en

su evolución y variabilidad, no solo entre diferentes pacientes, sino también en un

mismo individuo. Se define como una alteración inflamatoria crónica de las vías

aéreas y afecta del 3 al 7% de la población adulta, siendo más frecuente en edades

infantiles y está dada por estímulos del medio ambiente que proporcionan una hiper

respuesta de la vía aérea lo que conduce a una hiper actividad bronquial que provoca

exceso en la producción de moco en la tráquea y bronquios ocasionando obstrucción

y contracción exagerada del músculo liso bronquial que provoca bronco espasmo.

Se concluyó que los síntomas principales son disnea, tos y opresión torácica que se

complementan en período de crisis con distensión torácica, sonoridad aumentada y

estertores espiratorios sibilantes difusos pudiendo encontrarse otros signos como

cianosis, taquicardia, taquipnea y sudoración que son elementos de gravedad y

agudización. Entre sus Factores de riesgo se encuentran los dependientes del

huésped y los ambientales y el Diagnóstico se fundamenta en

la historia clínica, datos de exploración funcional respiratoria

e información de pruebas cutáneas alérgicas. El tratamiento básico se divide en dos

grandes grupos, aliviadores o broncodilatadores y los preventivos o controladores.

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INTRODUCCIÓN

En los últimos años pocas entidades han condicionado un problema de salud

pública equiparable al del Asma Bronquial.

El asma es un síndrome que incluye diversos fenotipos que comparten

manifestaciones clínicas similares pero de etiologías probablemente diferentes. Ello

condiciona la propuesta de una definición precisa; las habitualmente utilizadas

son meramente descriptivas de sus características clínicas y fisiopatológicas. Desde

un punto de vista pragmático se podría definir como una enfermedad inflamatoria

crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y

mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos y que

cursa con hiper respuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o

parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente.

Es una entidad que tiene una elevada prevalencia, cronicidad en su evolución y gran

variabilidad, no solo entre diferentes pacientes, sino también en un mismo individuo,

por cuanto es una patología que requiere asistencia médica continuada, para ofrecer

un tratamiento y seguimiento adecuado a los pacientes.

Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, se estima que a

nivel mundial el Asma Bronquial pudiera estar afectando entre 100 y 150 millones de

personas y ocasionando una mortalidad anual a 2 millones de ellas.

En Europa encontramos una prevalencia de asma de un 8%, un 5% en Irlanda, un

2% en Grecia, mientras que en Australia y Nueva Zelanda esta cifra alcanza el 11%.

En España existe un 3,5% en Barcelona mientras que en Cuba es de 8,2 %.

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CAPÍTULO I
CRISIS ASMÁTICA

I. DEFINICIÓN DE ASMA BRONQUIAL:

Se define como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en


cuya patogenia intervienen diversas células y mediadores de la inflamación,
condicionada en parte por factores genéticos y que cursa con hiper respuesta
bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible,
ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente

II. DEFINICIÓN DE CRISIS ASMÁTICA:

Las crisis asmáticas son episodios agudos o subagudos de aparición o


empeoramiento de los síntomas del asma que se acompañan de una disminución
del flujo espiratorio máximo.
Su gravedad es muy variable: desde agudizaciones muy leves que interfieren poco
en la actividad cotidiana hasta crisis que ponen en peligro la vida del paciente, de
desarrollo súbito.
Las exacerbaciones suelen instaurarse en horas o días, pero ocasionalmente
pueden desarrollarse con gran rapidez. Un cambio en el patrón de los síntomas
suele ser un indicador muy sensible de inicio de una exacerbación.

III. DIAGNOSTICO Y CLINICA

El facultativo realiza el diagnóstico médico ayudándose de la exploración física,


con una historia clínica donde se ven los síntomas y prestando atención a los
siguientes aspectos:
1. Época, frecuencia e intensidad de los ataques
2. Identificación de los factores de riesgo que hacen pensar en una evolución
desfavorable de la crisis. Estos son:
a) Problemas psicosociales e incumplimiento del tratamiento.
b) Antecedentes de agudizaciones graves previas.

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c) Alta hospitalaria reciente o ingreso en UCI a causa del asma.
d) Deterioro lento y gradual del paciente
e) Variaciones amplias diurnas de F.E.M.
f) Comienzo de las crisis en horas de la tarde o de la noche.
g) Mala respuesta a los β2 agonistas.
3. Posibles causas desencadenantes:
a) Infección respiratoria, sobre todo vírica.
b) Supresión brusca de corticoides.
c) Ingesta de AASo AINE.
d) Administración de extracto hiposensibilizante.
e) Alérgenos.
f) Ejercicio.
g) Factores laborales: determinados sustancias como sales metálicas, polvo de
madera y vegetales, productos industriales, etc.
h) Tensión emocional extrema.

Existen distintas pruebas diagnósticas, como ya hemos mencionado F.E.M. y


gasometría arterial, que está indicada cuando el F.E.M. sea inferior al 50% del
valor teórico o existan síntomas y signos de riesgo vital inminente, como son:
- Alteración del nivel de conciencia.
- Dificultad para hablar.
- Sudoración (Diaforesis).
- Cianosis.
- Hipotensión.
- Fr. Respiratoria> 30 r.p.m.
- Alteración de la fr. Cardíaca, ya sea taquicardia o bradicardia.
- Presencia de pulso paradójico.
- Utilización de la musculatura accesoria espiratoria
- Intensidad de las sibilancias (en crisis graves pueden estar ausentes)

A veces el paciente no llega a un servicio de urgencias tan grave como para que
peligre su vida y presenta también una exacerbación asmática. Los síntomas son
los siguientes:

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- Tos. A veces es el único síntoma y suele ser no productiva y “retumbona” que
le impide al paciente descansar durante la noche. Suele cursar con flujos
espiratorios normales.
- Disnea.
- Sibilancias. Guardan una buena relación con el grado de obstrucción si están
durante toda la fase espiratoria.
- Opresión torácica. Es la sensación de sentirse incapaz de realizar una
espiración completa. Se asocia con flujos normales.

Las pruebas funcionales, cuando la situación lo permite, son decisivas para


confirmar el diagnóstico, valorar el grado de severidad de la exacerbación y
predecir la respuesta al tratamiento.
La medición del flujo espiratorio máximo utilizando los dispositivos portátiles (peak
— flow-meters) tiene un papel primordial en la valoración de la exacerbación
asmática, tanto por la sencillez de la realización como por su bajo coste
económico. Básicamente miden el índice más alto al cual se mueve el aire a través
de las vías respiratorias, en una espiración forzada.
La precisión de la medida del F.E.M. depende del esfuerzo del paciente y de una
técnica correcta. Cuando no se disponga de este dispositivo y si de una
espirómetro, los niveles de gravedad se establecen en función del F.E.V1,
expresado como porcentaje del teórico.
Cuando no se puede contar con la colaboración del paciente para obtener estos
valores, sólo contaremos con la clínica y la historia.
Ni que decir tiene, que cuando el paciente presenta signos de riesgo vital, todos
estos pasos se saltan pasando directamente al tratamiento y recuperación de las
funciones vitales.
Exploraciones complementarias:
- Rx de tórax: se realiza cuando se sospecha de enfermedad añadida.
- Hemograma: debe realizarse en caso de fiebre o sospecha de infección
pulmonar añadida. En general va a delatar un mayor número de eosinófilos.
- Bioquímica: es recomendable una determinación de potasio (k) cuando hay
que administrar dosis altas de 132- adrenérgicos o de corticoides sistémicos.

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IV. CLASIFICACIÓN:

V. TRATAMIENTO

Una vez evaluada la gravedad de la exacerbación se comienza con el tratamiento.


El tratamiento de la crisis no grave podría iniciarse en el domicilio del enfermo siempre
que se haya realizado una correcta educación sanitaria y sepamos que el paciente
responde.
Las crisis leves y moderadas pueden tratarse, en principio, en los centros de Atención
Primaria (si se posee experiencia y formación).
La crisis grave y la de mala evolución deben remitirse a un hospital, si es posible, tras
haber iniciado el tratamiento.
Los criterios de derivación urgente al hospital son:
- Crisis grave.

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- Inicio o deterioro rápidos.
- Empeoramiento clínico o del F.E.M. a pesar del tratamiento.
- Sospecha de complicaciones (neumotórax)
- Antecedentes de crisis de asma de riesgo vital.
En Atención Primaria se siguen unas pautas de tratamiento según los síntomas y la
lectura del F.E.M. (Explicado en el gráfico adjunto). Tto en Atención Primaria.
La eficacia de los esteroides inhalados en el tratamiento del asma, está hoy fuera de
dudas. Cuando es necesario, pueden tomarse por vía oral y se dispone también de la
vía parenteral.
En las exacerbaciones moderadas, si se instaura el tratamiento pueden evitar la
progresión de la crisis y reducen la necesidad de trasladarse a Urgencias, previenen
también la recidiva temprana y disminuye la morbilidad de la enfermedad. Actúan
reduciendo el edema y las secreciones y potencian la acción de los 132 —
adrenérgicos.
Éstos últimos por vía inhalada (en cámara o nebulizados) son los fármacos de
elección por su eficacia y rapidez broncodilatadora.
La aminofilina no tiene ninguna ventaja sobre los 132 -adrenérgicos, pero si mayores
efectos secundarios.
La 1ª medida terapéutica en pacientes con F.E.M.< 70% del valor teórico o menor de
300 1/mm. Es la administración de Oxígeno, si es posible, con mascarilla facial tipo
VENTURI, a concentraciones superiores al 35%. Si se dispone de pulsioxímetro en el
lugar de la valoración de la crisis, se recomienda la administración de oxígeno siempre
que la saturación sea menor al 92%.
Cuando la exacerbación asmática es grave, además de administrar oxigeno, es
necesario realizar gasometría arterial. El tratamiento farmacológico se inicia
inmediatamente (s.p.f.) con TERBUTALINAo SALBUTAMOL, ya sean nebulizados
con flujos altos de oxígeno o bien mediante cartuchos presurizados unidos a una
cámara de inhalación. Seguiremos en todo momento las indicaciones del facultativo
con respecto a los fármacos y otros tratamientos.
Los corticoides sistémicos que se suelen administrar son: Metilprednisona o
Hidrocortisona (ambas por vía i.v.)
A veces también se indican los anticolinérgicos inhalados, (Bromuro de Ipratropio).
Ver esquema de tratamiento a nivel hospitalario (gráfico)

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VI. ATENCIÓN INMEDIATA:

Los objetivos de una actuación precoz ante una crisis asmática grave, son:
1. Evitar la muerte del paciente
2. Recuperar la función respiratoria y hacer desaparecer los síntomas
asmáticos de la forma más rápida posible.
3. Evitar la aparición de insuficiencia respiratoria
4. Disminuir al máximo los efectos secundarios de los fármacos.
5. Mantener la función respiratoria estable impidiendo nuevas recaídas.

VII. CUIDADOS DE ENFERMERÍA:

1. VALORACIÓN

Durante la crisis asmática aguda el personal de Enfermería controla la ventilación


y el esfuerzo requerido para respirar mediante la evaluación de los patrones
respiratorios.
Observaremos directamente la frecuencia y la profundidad de las respiraciones y
uso de músculos accesorios. Auscultaremos los sonidos respiratorios y
mediremos la frecuencia del pulso.
Los patrones de respiración serán ineficaces y el trabajo de la respiración alto.
Controlaremos estrechamente el intercambio gaseoso, mediante gasometría y
pulsioximetría.
Si la crisis es grave, se puede prever la necesidad de medir con frecuencia los
gases sanguíneos e insertar un catéter arterial permanente para evitar las
punciones repetidas.
Evaluaremos la intensidad de la disnea y el esfuerzo necesario para respirar.
Controlaremos también el equilibrio de líquidos durante una crisis prolongada, ya
que estos pacientes suelen experimentar excesiva disnea para poder ingerir
líquidos, que pierden en exceso a causa de la elevada ventilación por minuto.
Una vez estabilizado el paciente, el personal de Enfermería intentará identificar la
causa de la crisis, ya que esta información es necesaria para ayudar a controlar
sus crisis.

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Durante el cuidado de los pacientes en el contexto comunitario, la valoración de
Enfermería se centra en los patrones de síntomas, los métodos utilizados para
prevenir las crisis y las técnicas de autocuidado, dirigidas a controlar los episodios
agudos.

2. DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA

Entre los diagnósticos de Enfermería asociados con una crisis de asma se


incluyen:
2.1.- Patrón de respiración ineficaz, relacionado con aumento de resistencia de la
vía aérea.
2.2.- Trastorno de intercambio gaseoso, relacionado con desequilibrio ventilación-
perfusión y alteración de la difusión.
2.3.- Ansiedad y miedo relacionado con la sensación de muerte inminente.
2.4.- Fatiga y pérdida de energía relacionada con el aumento del esfuerzo
necesario para respirar.
2.5.- Déficit del volumen de líquidos relacionado con disminución de la ingesta y
aumento de la pérdida insensible.

3. PLANIFICACIÓN

Los criterios de evolución son los siguientes:


- El paciente recupera un patrón de respiración normal, incluyendo frecuencia y
profundidad de las respiraciones.
- El paciente mantiene una Pa Co2 en la línea basal normal (alrededor de 40 mm
Hg)
- Sonidos respiratorios claros en la auscultación, con evidencia escasa o nula de
sibilancias
- El paciente mantiene una Pa 02 alrededor de 100 mm Hg.
- El paciente comunica ausencia de disnea en reposo.

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4. EJECUCIÓN

Para establecer una ventilación y un intercambio gaseoso adecuados,


administraremos broncodilatadores, corticoides y 02 prescritos por el facultativo.
El síntoma principal del asma suele ser la disnea, por lo que nuestras
intervenciones irán encaminadas a reducir su intensidad. Además de la
medicación prescrita una buena medida es colocar al paciente en semi-fowler
(cabecero de la cama elevado).
Mantendremos un balance de líquidos, sin sobrecargar al paciente. Si no es
posible la vía oral, se administrará por vía intravenosa; las cantidades no serán
excesivas ya que ello puede aumentar el agua extravascular pulmonar y agravar
el desequilibrio entre ventilación y perfusión.
Facilitaremos el entorno físico siempre que se pueda para conservar la energía de
estos pacientes y evitar la excesiva fatiga. Por ejemplo, el cuidado matinal irá
seguido de un periodo de reposo antes de cualquier otra actividad.
Realizaremos las gasometrías pertinentes y resto de analítica necesaria.
Favoreceremos la expulsión de secreciones y si no es posible de una forma
espontánea, aspiraremos secreciones cada vez que sea necesario para evitar
tapones mucosos, e infección concomitante.
Aplicaremos fisioterapia respiratoria cuando esté indicada, que no suele ser
precisamente en plena crisis.
Si el paciente está ingresado en UCI, nuestra vigilancia será más estrecha, sobre
todo si está conectado a ventilación mecánica.
En este caso, Enfermería controlará las constantes vitales cada hora, vigilará
valores de pulsioximetría y realizará todas las actividades propias de esta unidad.
La administración de medicamentos prescritos, tiene distintas vías, la más
frecuente en el medio hospitalario es la intravenosa pero no debemos olvidar la
importancia en esta patología de la vía inhalatoria en la cual Enfermería tiene un
papel importante tanto en la ejecución como en la educación sanitaria.
También a veces se administran medicamentos mediante nebulización, sobre todo
broncodilatadores.
Controlaremos también la posible aparición de efectos secundarios de algunos
fármacos.

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Estos pacientes suelen mostrarse tensos y ansiosos durante las crisis.
Tranquilizaremos al paciente con una información adecuada en cada caso y no
perderemos la calma en nuestras intervenciones, mostrando siempre control
sobre la situación.
Reduciremos también la ansiedad, aconsejando también una respiración lenta y
profunda, siempre que las circunstancias lo permitan (en estado grave, no será
posible).

5. EVALUACIÓN

La ventilación adecuada se muestra por una PC 02 arterial de 4Omm Hg o inferior


y el intercambio gaseoso adecuado se confirma por una saturación de
oxihemoglobina arterial superior al 85%, una P02 arterial mayor de 60 mm Hg.
Además, la mejora del FEV1 y el flujo máximo evidencian que el paciente
responde adecuadamente al tratamiento.
Otros datos que nos indican mejora de la ventilación y la oxigenación son
normalidad en la frecuencia respiratoria y del volumen circulante, sonidos
respiratorios claros y respiración tranquila sin usar los músculos accesorios. Una
vez que los síntomas mejoran, el paciente comunicará disminución de la disnea y
del esfuerzo necesario para respirar y se mostrará alerta, relajado y menos
ansioso.
Además objetivaremos ausencia de cianosis y mejor coloración de la piel.

DOCUMENTACIÓN

Registraremos todo el plan de cuidados incluidos los procedimientos, el aspecto


del paciente, así como datos subjetivos que describan la intensidad de la disnea.
Documentaremos también la enseñanza al paciente, incluyendo conocimiento de
la medicación esencial, uso de inhaladores y evitación de factores
desencadenantes.

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MEDIDAS DE EDUCACIÓN SANITARIA

Antes de ser dado de alta un paciente que ha sufrido crisis asmática debemos
asegurarnos de que conoce y domina las técnicas de inhalación y empleo del
medidor del F.E.M. También averiguaremos si conoce las señales de
empeoramiento del asma y los factores que desencadenan estas crisis y le
daremos unos consejos:
- Medidas de control ambiental, evitando la exposición a alérgenos en pacientes
sensibilizados.
- Insistir, si el paciente es fumador, en el consejo antitabaco y también evitar la
exposición al humo.
- Evitar fármacos desencadenantes de las crisis.
- Explicar que el ejercicio físico no hay que evitarlo, en todo caso, tomar un
inhalador 132 — adrenérgico antes de realizarlo.

Con respecto al tratamiento farmacológico, que sepa que hay fármacos


“aliviadores” de los síntomas (broncodilatadores) y los que “disminuyen la
inflamación” y los posibles efectos secundarios y adversos además de cómo
evitarlos en caso de que sea posible.
Debemos explicarles la importancia del cumplimiento del tratamiento ya que se
trata de una enfermedad crónica que bien tratada puede proporcionar una buena
calidad de vida a la mayor parte de los pacientes que la padecen.
Revisaremos también si tiene algún plan de automanejo en su domicilio.
Nos aseguraremos de que lleva el tratamiento por escrito y de que lo entiende.
La norma cuando se da de alta al paciente es remitirle al médico de Atención
Primaria y/o neumólogo para su seguimiento en las próximas 24 horas, ya que la
atención del paciente asmático es responsabilidad compartida de los
profesionales (médicos y enfermería) de Atención Primaria y Neumología
(consultas externas y hospitalización).

VIII. FISIOPATOLOGÍA

Está dada por los estímulos del medio ambiente que proporcionan una hiper
respuesta de la vía aérea lo que conduce a una hiper reactividad bronquial, esto

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provoca un exceso en la producción de moco en la tráquea y los bronquios, lo que
conlleva a una obstrucción; a su vez, hay una contracción exagerada del músculo
liso bronquial que provoca un bronco espasmo. Cuando las moléculas de
alérgenos se ponen en contacto y activan a los mastocitos que tienen en la
superficie de su membrana la IgE específica sensibilizada por exposiciones
previas a este mismo alérgeno. Una vez activado, el mastocito libera una cierta
cantidad de sustancias químicas llamadas "mediadores" químicos, todos ellos con
potentes propiedades inflamatorias locales o incluso en órganos dístales. Estos
incluyen la histamina, leucotrienos y prostaglandinas, así como una gran variedad
de citosinas (moléculas proteicas que sirven como reguladores de las
interacciones celulares).
Toda esta cadena de sucesos trae como consecuencia inflamación, obstrucción y
bronca constricción, responsables de la sintomatología clínica presentada en la
enfermedad.

IX. FACTORES DE RIESGO

Factores dependientes del huésped (susceptibilidad): Son aquellos que


predisponen a los individuos a desarrollar el asma (Predisposición genética para
desarrollar asma o atopia, Género y Raza o etnia).
Factores ambientales (modifican la susceptibilidad y desencadenan las
exacerbaciones): Se encuentran la Exposición a alérgenos, Infecciones víricas y
bacterianas, Factores dietéticos, Humo del tabaco y el Nivel socioeconómico.
Formas clínicas:
 Intermitente
 Persistente (leve, moderada o grave)
 Atípica
 Refractaria
 De esfuerzo
 Ocupacional
 Causas etiológicas
 Extrínseca o alérgica
 Intrínseca o criptogenética.

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X. DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del Asma se fundamenta en la historia clínica, los datos de la


exploración funcional respiratoria y en la información que nos brinda
las pruebas cutáneas alérgicas.
Cuadro clínico de tos, disnea y opresión torácica en un paciente con obstrucción
variable del flujo aéreo, con una demostración objetiva de variabilidad, con prueba
broncodilatadora, registro de FEM o hiperreactividad bronquial por test de
provocación con metacolina o histamina es portador de Asma Bronquial.
Debe considerarse su diagnóstico en todos los casos con tos crónica sin causa
evidente.
Otras pruebas que pueden ayudar al diagnóstico de asma bronquial son: RX de
tórax (fundamentalmente para descartar otras causas), determinación de IgE y
recuento de eosinófilos en esputo.

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CONCLUSIONES

A través del desarrollo de este trabajo puedo concluir que el asma Bronquial es una

de las afecciones de mayor incidencia a escala mundial.

Afecta tanto a la población adulta como infantil, con mayor predominio del sexo

masculino relación que cambia en la pubertad.

Los síntomas principales son disnea, tos y la opresión torácica que se complementan

en período de crisis con distensión torácica con sonoridad generalmente aumentada

y estertores espiratorios sibilantes difusos y pueden encontrarse otros signos físicos

como son cianosis, taquicardia, taquipnea y sudoración que son elementos de

gravedad de una agudización.

Entre los Factores de riesgo se encuentran los dependientes del huésped y los

ambientales.

El Diagnóstico se fundamenta en la historia clínica, datos de la exploración funcional

respiratoria y la información que nos brinda las pruebas cutáneas alérgicas

El tratamiento básico del Asma Bronquial se divide en dos grandes grupos, los

aliviadores o broncodilatadores (ß2 adrenérgicos) y los preventivos o controladores

(corticoides).

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BIBLIOGRAFÍA

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