Antologia de Teoria Politica
Antologia de Teoria Politica
Antologia de Teoria Politica
MATERIAL DE APOYO
ANTOLOGIA
Universidad
Dra. Guadalupe Veracruzana
Madero Valencia Derecho SEA
2017 1
CAPITULO I
1.- El Mundo Grecorromano
Muchos siglos separan a griegos y a romanos de nuestro mundo. Aun así, su legado constituye la base
sobre la que Occidente desarrolló sus formas de pensar y de organizar la vida política y social. El
mundo grecorromano es el primer referente de la Antigüedad con el que Occidente se siente
identificado plenamente, ya que reconoce sus raíces como civilización en el desarrollo artístico,
intelectual, político y científico de los griegos y los romanos. Sin desconocer el legado de otras
civilizaciones, Occidente ha sentido la impronta del mundo grecorromano en los elementos más
variados: la lengua, el arte, el pensamiento político, el derecho, la filosofía, la ciencia, la religión y el
teatro.
El Mundo Clásico:
Los griegos y los romanos formaron dos culturas con un marco espacial y temporal distinto, que
convivieron en un momento de su desarrollo como sociedades. Cada una por su cuenta dio vida a una
compleja civilización que despertó la admiración de los pueblos de su época y que se expandió a
diferentes regiones y continentes. En muchos sentidos, el mundo griego construyó la base cultural que
los romanos tomaron y continuaron desarrollando, conformándose así la cultura grecorromana o
cultura clásica.1
A mediados del Siglo III milenio a.C. florecieron las primeras civilizaciones en el área del mar
Egeo, Creta, las Cícladas; Grecia continental y Asia menor. Fue la isla de Creta donde se consolidó
una nueva civilización que alcanzó su máximo esplendor hacia la primera mitad del II milenio a.C.2
La civilización Minoica
La cultura que se desarrolló en la Isla de Creta a partir de 2700 a.C. recibió el nombre de minoica en
honor del mitológico rey Minos. La evolución de ésta civilización se ha dividido en tres grandes
periodos:
- Minoico antiguo: (2700 a.C. – 2000 a.C.), En este periodo se produjo la llegada de población
anatolia que conocía la metalúrgica y la navegación. Se observaban influencias de Egipto y de las
Civilizaciones orientales. Se inició el desarrollo comercial, especialmente en los puertos
orientales.
- Minoico medio: (2000 a.C. – 1570) a.C.), Es la Edad de Oro de la cultura propia de la Creta
antigua. Se edificaron los grandes palacios, se desarrolló la metalúrgica del bronce, la cerámica y
la orfebrería alcanzaron un gran esplendor y se conocía la escritura.
- Minoico reciente: (1570 a.C. – 1400 a.C.) Se creó el primer imperio marítimo y se crearon nuevos
palacios. De economía agrícola evolucionó a artesana y mercantil, la metalúrgica y la cerámica
impulsó el comercio de importación y exportación, sus barcos dominaban el comercio del
mediterráneo apareciendo así la Grecia Continental, los del norte se mezclaron y apareció la
cultura micénica iba desde Argólida hasta las islas Egeo. Su economía estaba basada en la
agricultura alcanzando su apogeo hacia el 1400 a.C.
- La Época Arcaica.
A partir del siglo VIII a.C. hubo ciertos cambios que caracterizaron la época Arcaica, que se
extendió hasta el siglo VI a.C. Ya que Grecia se recuperó económica, política y culturalmente. En
1 Historia y Ciencias Sociales 3; 2009, Santillana del Pacífico S.A. Manuel José Rojas Leiva
2 Breve Historia Universal (Hasta el año 2000 y 2004) Ricardo Krebs Editorial Universitaria
2
el ámbito político merece destacarse el nacimiento de la Ciudad-Estado, la Polis, en el económico
la expansión colonial, y en el cultural la adopción de un sistema de escritura.3
El nacimiento de la Polis es fruto de un largo proceso. Durante la Edad Oscura, cuando las
localidades se reunieron en agrupaciones urbanas a las que fueron llegando artesanos y
comerciantes, fenómeno conocido como cine sismo. Poco a poco las Polis se convirtieron en
comunidades con vida política, con leyes e instituciones propias en las que sus habitantes ejercían
una intensa vida cívica.
Un núcleo Urbano amurallado donde se ubica la acrópolis, los templos, el ágora y los territorios que
pertenecían a la ciudad.
El gobierno de la Polis quedaba en manos de los Magistrados, quienes eran asesorados por un consejo
formado por Aristócratas.
La expansión colonial es el fenómeno más importante de la época Arcaica. En principio el factor que
impulsó este movimiento fue la necesidad de encontrar zonas aptas para el cultivo, zonas con
abundantes tierras fértiles y con salida al mar. Las colonias griegas eran creadas por grupos de personas
que provenían de la Polis, y eran denominadas Metrópolis.
La expansión colonial griega se inició hacia el siglo VIII a.C. y se detuvo en la segunda mitad
del siglo VI a.C. porque chocaron con los intereses de los cartaginenses y de los etruscos en el
Mediterráneo. Por otro lado, los cambios y conflictos que se venían sucediendo en la metrópolis,
desplazaron el interés por la colonización o el Declive de la Aristocracia.
Para llevar a cabo estas actividades tuvieron que mejorar sus embarcaciones y crear un nuevo
sistema de transacción que fuera diferente al trueque, para ello pusieron en circulación las primeras
monedas e intensificaron las actividades de préstamos e interés.
La reforma militar permitió que todos los sectores sociales pudiesen participar en la defensa
de la ciudad y rompió el monopolio militar de los grandes terratenientes. Los conflictos y las tensiones
sociales fueron en aumento y el gobierno oligárquico se mostró incapaz de resolver los problemas
plantados.
Con el fin de solucionar los conflictos surgieron las figuras de Legislador y tirano. Las
propuestas de los legisladores supusieron un avance en el derecho civil y en la administración de
3 Breve Historia Universal (Hasta el año 2000 y 2004) Ricardo Krebs Editorial Universitaria
3
justicia, sin embargo no resolvieron los problemas planteados por la difícil situación de los
campesinos, de igual manera no hubo solidez política.
Toda esta situación fue aprovechada por los tiranos; estos sin haber sido designados se
imponían en el gobierno con el apoyo del pueblo, lucharon con los grandes de la Aristocracia,
confiscaron sus tierras, fomentaron la industria y el comercio y realizaron obras públicas para acabar
con la desocupación.
Atenas estuvo dirigida por el tirano Psístrato, que inició con las primeras grandes obras en la
Acrópolis. A pesar de que sus leyes pretendían beneficiar a comerciantes, artesanos y campesinos, la
forma de gobernar de los tiranos era autoritaria y absoluta, el abuso del poder generaba oposición.
La Etapa Clásica.
Esta fase constituyó el momento de máximo esplendor de la cultura griega. Las formas políticas, el
arte, la literatura y la filosofía alcanzaron la madurez. No obstante, fue un período complejo, en el que
los griegos se enfrentaron a graves conflictos bélicos.
En el siglo VI a.C. el Imperio persa inició un proceso de expansión, consiguió anexionarse las
ciudades griegas de Asia menor y organizó una expedición contra la Grecia continental e islas. Las
ciudades griegas formaron un frente común ante el invasor, estallando así el conflicto conocido como
guerras médicas.
El conflicto bélico de las guerras médicas suele servir como división entre la Grecia arcaica y la
clásica. Las causas de este conflicto fueron los deseos de expansión del Imperio persa hacia el
Mediterráneo y el Egeo. En 525 a.C. toda Asia Menor estaba en poder de los persas; en el 520 a.C.
Darío reorganizó el Imperio imponiendo a las ciudades jonias el pago de los tributos y el sometimiento
a los regímenes tiránicos apoyados por los persas. En estas condiciones, las ciudades-estado griegas
se sentían seriamente amenazadas.
La revuelta jonia: En 499 a.C. las ciudades jonias se rebelaron contra las imposiciones persas,
solicitando la ayuda de las ciudades griegas. Después de unos éxitos iniciales, apoyados por Atenas y
Eritrea, fue sofocada por los persas, que consiguieron aniquilar la flota jonia, conquistaron Chipre y
destruyeron Mileto.
La primera guerra médica: En 492 a.C. Los persas volvieron a intentar la sumisión de las ciudades
de la península balcánica, a lo que Esparta y Atenas se negaron.
En 490 a.C. se produjo un choque, en la llanura de Maratón, donde se enfrentó la caballería persa
contra la infantería del ejército ateniense, que obligaron a la expedición persa a retirarse a Asia menor.
De esta manera Atenas se convirtió en una gran potencia.
La democracia ateniense era limitada. Sólo podían participar en el gobierno los ciudadanos, ni
mujeres ni esclavos podían intervenir en los organismos políticos ni tampoco votar. Eran considerados
ciudadanos los hijos de padre y madre ateniense, que representaban el 10% de la población. Quedaban
excluidos de la política los metecos, extranjeros que constituían el 25% de la población, eran libres y
se dedicaban principalmente al comercio y a la artesanía. Los esclavos no eran libres, pertenecían al
Estado o a los metecos; trabajaban en el campo, en los talleres, en las obras públicas o el servicio
doméstico; constituían más de la mitad de la población.
4
Durante este período, Atenas desarrolló un programa de reconstrucción de la ciudad y de
arquitectura naval para consolidarse como potencia marítima. Atenas pasó a controlar gran parte de
las ciudades del mar Egeo, incrementó su poder comercial y convirtió el puerto de El Pireo en el gran
centro de las actividades económicas. Atenas fue, también, el foco intelectual y artístico de Grecia.
Roma conquistó las tierras que rodean el mar Mediterráneo y creó un imperio que se extendía desde
los desiertos africanos hasta las islas Británicas y los ríos Rin y Danubio y desde la península de Arabia
y la cordillera del Cáucaso hasta la península Ibérica. La primera forma de organización política de
Roma fue la monarquía, la tradición habla de la sucesión de siete reyes: el fundador, Rómulo; tres de
origen sabino, Numa Pompillo, Tulio Hostilio y Anco Marcio, y tres de procedencia etrusca; Tarquino
el Antiguo, Serbio Tulio y Tarquino el Soberbio.
Las principales instituciones romanas anteriores a la reforma de Serbio Tulio, eran la monarquía,
la asamblea y el Senado. La monarquía en un principio era vitalicia pero no hereditaria. El rey era
elegido por un interés y ratificado por el Senado y la Asamblea. La Asamblea estaba integrada por los
curias.
Roma estaba dividida en tres tribus, rámneas, titios y lúceres, todas estas aportaban diez curias
de 100 hombres. La reunión de los curias constituían la Asamblea, cuyas funciones eran legislativas,
judiciales y civiles.
El Senado estaba formado por 300 personas, los patres. Este órgano ratificaba los actos de
comicios, asumía el poder a la muerte del rey y elegía al cuerpo de sacerdotes más importantes, el de
los flamines.
La sociedad romana era de base gentilicia, lo que quiere decir que estaba formada por gens
que integraban miembros de un mismo grupo familiar, descendientes de un antepasado común, quien
por cierto era el fundador de la gens. Con la incorporación de diversos pueblos del Lacio, Roma se
convirtió en un centro político de un extenso territorio.
El penúltimo rey etrusco, Serbio Tulio, dio a la ciudad una organización política de base
censataria. Los ciudadanos romanos fueron integrados en tribus rústicas y urbanas, en función de
si tenían o no tierras en propiedad. Esta división sirvió de base para elaborar un censo en el que la
población quedaba integrada en clases. Sobre la base de esta nueva escala social se formó una nueva
institución, los comicios centuriados, donde no se votaba individualmente, sino por centurias, con lo
que las primeras clases siempre tenían la mayoría.
A partir de esta reforma, la sociedad romana se articuló en función de las riquezas y no por
criterios de nacimiento. En 509 a.C. la aristocracia romana se rebeló contra la monarquía etrusca,
exhibida en ese momento por Tarquino el Soberbio.
El patriciado, a través del Senado, impuso la concentración del poder en dos magistrados, los
cónsules, iniciándose con ellos los fastos consulares (listas de los cónsules, que servían de base para
la cronología romana.
Tras la desaparición de la monarquía se instauró en Roma una república oligárquica que perduró
hasta el año 30 a.C. Durante este período, Roma extendió su dominio por toda la cuenca mediterránea,
lo que sobrellevó u conjunto de transformaciones políticas, económicas y sociales que terminarían
poniendo en crisis el sistema republicano.
Las asambleas o comicios reunían a todos los ciudadanos (patricios) para intervenir en asuntos
políticos. Ésta decidía sobre guerra y paz, elegían a los cónsules y demás magistrados y votaban leyes.
5
El enfrentamiento entre patricios y plebeyos: Al comienzo de la república el poder político,
religioso y judicial estaba en manos de los patricios. Los plebeyos aparecen definidos en las fuentes
antiguas como todos aquellos que no eran patricios y que formaban un grupo heterogéneo que incluía
los extranjeros, a hombres de negocios y a los estratos inferiores de la sociedad romana.
1.2 Sócrates
Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), filósofo griego, considerado el fundador de la filosofía moral o axiología,
que ha tenido gran peso en la posterior historia de la filosofía occidental por su influencia sobre Platón.
Nacido en Atenas, hijo de Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona, recibió una
educación tradicional en literatura, música y gimnasia. Más tarde se familiarizó con la retórica y la
dialéctica de los sofistas, las especulaciones de los filósofos jónicos y la cultura general de la Atenas
de Pericles. 4
En un principio continuó el trabajo de su padre, e incluso realizó un conjunto escultórico de
las tres Gracias que permaneció en la entrada de la Acrópolis ateniense hasta el siglo II a.C. Durante
la guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como soldado de infantería con gran valor en las
batallas de Potidea (432-430 a.C.), Delio (424 a.C.) y Anfípolis (422 a.C.).
Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, en virtud de esta convicción, pasó
la mayor parte de su vida en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones
con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Creó así un
método denominado mayéutica (o arte de alumbrar los espíritus) por el que lograba que sus
interlocutores descubrieran la verdad a partir de ellos mismos. Según los testimonios de su época, era
poco agraciado y de escasa estatura, lo que no le impedía actuar con gran audacia y dominio de sí
mismo. Apreciaba mucho la vida y alcanzó una gran popularidad en la sociedad ateniense por su viva
inteligencia y un sentido del humor agudo pero desprovisto de sátira o cinismo. Casado con Jantipa,
una mujer de reconocido mal genio, tuvo tres hijos.
Sócrates fue obediente con respecto a las leyes de Atenas, pero en general evitaba la política,
refrenado por lo que él llamaba una advertencia divina. Creía que había recibido una llamada para
ejercer la filosofía y que podría servir mejor a su país dedicándose a la enseñanza y persuadiendo a los
atenienses para que hicieran examen de conciencia y se ocuparan de su alma. No escribió ningún libro
ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su
personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más notables:
Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro, y el historiador Jenofonte, quien quizá no consiguió
comprender muchas de las doctrinas socráticas.
Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia,
conocida como ironía socrática, y como poseedor de una agudeza mental y un ingenio que le permitían
entrar en las discusiones con gran facilidad. La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un
marcado tono ético. La base de sus enseñanzas fue la creencia en una comprensión objetiva de los
conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo.
Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su
vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa. Su lógica
hizo hincapié en la discusión racional y en la búsqueda de definiciones generales, como queda reflejado
en los escritos de su joven discípulo, Platón, y en los del alumno de éste, Aristóteles. A través de las
obras de ambos, las teorías socráticas incidieron de forma determinante en el curso del pensamiento
especulativo occidental posterior.
En el 399 a.C. Sócrates fue acusado de despreciar a los dioses del Estado y de introducir nuevas
deidades, una referencia al daemonion, o voz interior mística a la que Sócrates aludía a menudo.
También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la
democracia y se le confundió con los sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que de él realizó
Para Sócrates la Psique o Alma no muere, al menos así lo interpretó Platón y los cristianos
tanto católicos como protestantes o evangélicos en todas sus denominaciones de la actualidad.
5
Pensamiento Político De la Antigüedad hasta la modernidad José A. Toledo Tomo I
7
El pensamiento Socrático se plasma de manera formal en la República de Platón, recalco que
Sócrates solamente dio sus opiniones respecto del sistema democrático, lo que le costó la vida. Platón
fue quien realmente desarrolló la ciencia política entre sus estudios filosóficos.
“No sé, atenienses, no sé”. Estas palabras que serán precisamente, el inicio del final de su vida,
constituyen el centro de su filosofía: “sólo sé que no se nada”. Aunque en estas primeras líneas se
refiere a que él no sabe cuál es la impresión que ha causado la acusación en las mentes de sus
juzgadores, luego de la lectura de la totalidad de la Apología, queda claro, que ya él lo suponía.
PRIMERA PARTE
a- La introducción:
Sócrates empieza por dejar en claro que es mentira lo que sus acusadores han dicho de él y
que en su defensa, él si se ajustará, como siempre, a la verdad. Lanza además, una daga con la punta
anestesiada a algunos de los atenienses que lo juzgarán, pues cuando les solicita que lo disculpen, por
no defenderse con el lenguaje de los tribunales, pues sólo conoce el lenguaje que acostumbra a usar en
las plazas públicas, donde “muchos de vosotros me habéis oído les está diciendo que de condenarlo,
deberían de condenarse ellos también, por haberlo seguido en sus discursos. Deja la impresión que
Sócrates ya intuye el desenlace de este juicio.
Hace esta diferencia, porque indica que sus detractores lo acusan desde hace mucho tiempo
atrás (él tiene 70 años para ese momento y que estas acusaciones han calado hondo en las mentes de
otros, de tal forma, que tiene en su contra, no solo a quienes lo calumnian desde siempre, sino además
a los que han sido persuadidos y a su vez han persuadido a otros de que Sócrates no cree que haya
dioses.
b- La acusación
Menciona a sus acusadores: Melito, Anito y Licón, que representan a los poetas, artífices y
políticos y a los oradores, respectivamente. Luego, lee su acusación: “Sócrates es culpable de tratar de
penetrar, con curiosidad impía, los secretos de la tierra y del cielo, de hacer de una mala una buena
causa y de enseñar a otros cosas semejantes.” Más adelante leerá: “Sócrates es culpable de corromper
a los jóvenes, de no reconocer a los dioses del Estado y de introducir nuevas divinidades”.
Sócrates, dialogando con sus juzgadores, en un franco monólogo, les dice, como hablando en
voz alta: ¿De dónde vienen esas calumnias que se han difundido contra ti? Y responde: viene de cierta
sabiduría que hay en mí, aunque más adelante dice que no la tiene. Explica que Cherefón, su amigo de
Sócrates intenta comprender el significado del oráculo y busca a hombres sabios: poetas,
políticos, oradores y artífices para corroborar que si existen hombres más sabios que él, sin embargo,
se percata que, a los ojos de casi todos, estos pasaban por sabios sin serlo. Intentó convencerlos de tal
error y esto le generó el odio de muchos. Es evidente que hace 2300 años, así como hoy, conducirse
de esta forma, es asegurarse el desprecio de los otros y una forma de suicidarse. Esto, que ha sido el
origen del odio que le tienen, y que, pienso, le valió una fama de arrogante, aunque él se perciba muy
humilde, será lo que a la postre, posiblemente, termine siendo la causa de su condena, pues está
confirmando con sus propias palabras, lo que de boca en boca se transmitido y entre los 500 que lo
juzgan, sin lugar a dudas, habrán habido: poetas, políticos y artífices. Termina reafirmando: “Por esto
es por lo que se me odia, por decir la verdad”
Termina entonces por decir lo que quiso decir el Oráculo: “Mortales, el más sabio de vosotros
es aquél que, a ejemplo de Sócrates, reconoce que nada es su sabiduría.” Sin embargo su humildad de
reconocer que nada sabe, pienso, es, precisamente, la leña que hace encienda la hoguera del odio hacia
él.
Ante las acusaciones, ya transcritas arriba, Sócrates se defiende atacando a sus difamadores.
Acusa a Melito de mentiroso de petulante y de insolente. Y lo confronta. Le refuta sus alegatos y los
aniquila con sus preguntas. Primeramente le cuestiona ¿quién es la persona capaz de hacer mejores a
los jóvenes? A lo que Melito contesta, las leyes. Le vuelve a plantear la pregunta y contesta Los Jueces
(Jueces y Leyes están en absoluta concordancia).
En mi criterio, la respuesta de Melito es muy efectiva para acorralar a Sócrates, pues si este
niega lo que dice Melito, estará diciendo que los 500 jueces (que lo están juzgando) y las leyes creadas
por los mismos atenienses, son incapaces de hacer más virtuosos a los jóvenes, ergo, serán sus
corruptores. Si por el contrario, acepta, como cierto, que esos 500 jueces son todos capaces de hacer
mejor a los jóvenes, estaría aceptando que, por su envestidura de jueces, son hombres sabios y
virtuosos, lo cual, a todas luces no es así. Sócrates sabía que Melito nunca contestaría la respuesta que
él quería: el filósofo. Al final, la pregunta de Sócrates termina interpretándose como: ¿Quién es la
única persona capaz de hacer peor a los jóvenes? Y para Melito sólo tiene una respuesta: Sócrates.
Así las cosas, Sócrates descalifica la respuesta de Melito, pero por supuesto, termina con ello
de echar unas gotas más de cicuta a la copa que tendrá que beber.
En vista que está siendo acusado de corromper a los jóvenes, pregunta: ¿Qué cosa es mejor
para ti, vivir entre gentes de bien o entre malvados? ¿No es verdad que los malos hacen siempre mal a
los que están cerca de ellos y los buenos hacen siempre algún bien a los que con ellos viven? ¿Habrá,
pues alguien que quiera recibir algún daño de aquellos con quienes trata, más bien que ser favorecido?
¿Cuándo me acusas de corromper a la juventud y de volverla peor, dices que la corrompo
intencionalmente o sin quererlo? Melito responde: intencionalmente.
Ahora Sócrates, descarga su furia contra Melito, haciendo ver que si él corrompiera a la
juventud, de manera intencional, se estaría exponiendo a que ellos mismos lo dañaran luego y por lo
tanto, se estaría dañando a sí mismo. Algo así como el refrán que dice: Cría cuervos y te sacarán los
ojos. En mi criterio, pareciera que Sócrates, sí crio cuervos. Los mismos cuervos que lo escuchaban
en sus disertaciones, fueron quienes le llenaron la copa de cicuta.
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Por último Sócrates demuestra que la acusación de que no cree en los dioses es falsa, pues
hace que Melito acepte que Sócrates sí cree en los Demones, como hijos de los dioses, y si cree en
estos, no puede ser que no crea en los dioses.
- El auto aniquilación
Siendo que Sócrates sabe las razones del odio que se le profesa y que intuye cuál será el
desenlace de ese juicio, le vuelve a abrir la llave al dispensador de cicuta, cuando luego de terminar el
interrogatorio, en su discurso le dice a los 500 jueces: “De todas maneras, hagáis caso de Anito o no
hagáis, me absolváis o me condenéis, nunca jamás obraré de otro modo, así tenga que sufrir mil
muertes.”
Para concluir, Sócrates recuerda al jurado que no va a recurrir a trucos de llantos, ni traerá a sus hijos
a provocar compasión.
Afirma no temer a la muerte y asegura que no actuará de manera contraria a su deber religioso,
por lo que confiará plenamente en su sólida argumentación y en la verdad para ganarse el veredicto.
SEGUNDA PARTE
La aceptación
Sin extrañarse, Sócrates acepta la condena, sin embargo, dice que esperaba ser condenado por
más votos en su contra y no por una diferencia de tan solo 30. En la época, nos dicen Meabe y Ascárate
(pág. 54, nota 26): “Cuando un acusado era declarado culpable y el acusador pedía contra él la pena
de muerte, la ley permitía al acusado condenarse a sí mismo a una de estas tres penas: prisión perpetua,
multa o destierro. La ley había establecido esta disposición para que los jueces no tuvieran ningún
escrúpulo de condenar a un hombre que, condenándose a sí mismo, se declarara culpable por confesión
propia. No cayó Sócrates en el lazo; no se condenó en manera ninguna, por lo que dice Jenofonte, ni
permitió a sus amigos que lo hiciera: que esto era reconocer la culpa.
De manera que Sócrates reclama su inocencia, y por obedecer a la ley, se señala a sí mismo una
recompensa en lugar de un castigo.”
El señalamiento de la pena
Sócrates, tenía derecho a formular una contrapropuesta a la pena que se le impuso (la pena de
muerte), por lo que propone lo siguiente:
Ofrece comida gratuita en el Pritaneo, lo que “era un honor reservado a atletas y otros ciudadanos
importantes.”
Descarta el destierro y considera una multa de 30 minas, que es lo que sus amigos pueden
pagar, pero el jurado no aceptará por considerarlo una suma muy pequeña comparada con el castigo
impuesto. La pena de muerte es impuesta.
TERCERA PARTE
a- La profecía
Profetiza a los que lo condenaron que serán castigados, que tendrán un gran número de
censores a quienes él (Sócrates) contenía, quienes serán tanto más severos cuanto que son más jóvenes.
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Les dice que matando gente para que no les censuren sus malas vidas, no es una forma honesta de
desembarazarse de los censores. Es mejor esforzarse en ser más virtuoso. Se dirige luego a los que lo
absolvieron y los llama: Jueces, y les dice que no deben temer a la muerte, que la muerte no es un mal,
sino un bien. Luego se despide para siempre de ellos.
1.3Platón
Platón nació hacia el año 427 a. C. en el seno de una prominente familia ateniense. El hecho más
importante del desarrollo intelectual de Platón fue el de que en su juventud fue discípulo de Sócrates,
de quien sacó el pensamiento que fue siempre lo fundamental de su filosofía política: la idea de que la
virtud es conocimiento. Dicho de otro modo, esto significa la creencia en que existe objetivamente una
vida buena, tanto para los individuos como para los estados, vida que puede ser objeto de estudio, a
la que se puede definir mediante procesos intelectuales metódicos y que, por consiguiente, es posible
practicar de modo inteligente. Esto explica por sí solo el hecho de que Platón hubiese de ser, en algún
sentido, aristócrata.
Su educación filosófica estuvo durante un cierto tiempo a cargo del filósofo heracliteano
Crátilo, aunque su verdadero maestro fue Sócrates.7
Desde los veinte años y hasta el último día de la vida de Sócrates, que murió ejecutado en el
año 399 a.C. por orden del gobierno democrático de Atenas, Platón fue discípulo y amigo suyo, y la
influencia de Sócrates sobre el pensamiento platónico fue muy importante, hasta el punto de que en
sus obras Platón siempre le rindió homenaje.
La República fue escrita en la madurez de platón, pero cuando éste era aun relativamente
joven, probablemente dentro de la primera década de la apertura de su escuela. La republica es un libro
que se refiere la vida de un estado bueno, y a los medios de conocer cuáles serán esas cosas y a los
modos de lograrlas. Para un problema tan general no es extraño ningún aspecto de la actividad
individual o social. De ahí que la República no sea un tratado, que pertenezca la política, a la ética o a
la economía o a la psicología, aunque incluya todas ellas y aún a otras ramas del saber humano, puesto
que no faltan en la obra el arte, la educación ni la filosofía.
De ese punto fue llevado directamente a su análisis del estado típico, y también aquí encontró
que podía seguir la regla de la especialización.
El análisis que Platón introduce de modo tan sencillo y discreto en su construcción del estado
ideal, es uno de los más profundos descubrimientos que contiene su filosofía social. Expuesto
brevemente, equivale a esto: debe concebirse la sociedad como un sistema de servicios en el que todo
hombre aporta algo y recibe algo.8
Lo que compete al estado es regular este cambio mutuo, y lo que trata de arreglar es la
satisfacción más adecuada de las necesidades y el intercambio más armónico de los servicios. Los
hombres figuran en tal sistema como realizadores de una tarea necesaria y su importancia social
7 Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
8 Idem.
11
depende del valor del trabajo que realizan. En consecuencia lo que el individuo posee es, en primer
término y de modo parcial, un estatus dentro del cual tiene el privilegio de actuar y la libertad que el
estado le asegura no es tanto para el ejercicio de su libre voluntad como para la práctica de su vocación.
El intento platónico de hacer un análisis que sirva al propio tiempo para el individuo y para el estado,
conduce a una teoría demasiado simplista a resolver el problema. El análisis del estado de muestra que
es necesario que se realicen tres funciones. Hay que satisfacer las necesidades físicas latentes y el
estado debe ser protegido y gobernado. El principio de esta especialización exige que se extingan los
servicios esenciales y de ellos sigue que hay tres clases: los trabajadores que producen y los
"guardianes" que a su vez se dividen, aunque no de modo tan tajante, en soldados y gobernante o -si
se trata de un solo gobernante- el filosofo-rey.
Pero, de división de funciones se basa en la diferencia de aptitudes, las tres clases se basan en
el hecho de que existen tres especies de hombres: los que son por naturaleza para el trabajo, pero no
para el gobierno, y los que son aptos para gobernar, pero sólo bajo el control y la dirección de otros y,
por último, los que son aptos para los más altos deberes del hombre de estado, tales como la elección
de medios y fines. Ésas tres aptitudes están en el aspecto psicológico de facultades o "alma. La justicia
es la interrelación propia de las tres funciones, tanto si se trata de las clases del estado modelo o de las
facultades del individuo. En otras palabras Platón pensaba que esta estructura tripartita del estado es
igual que la del alma, así que si las tres partes o clases sociales funcionan de forma perfecta se logrará
la virtud máxima: la justicia de la sociedad. Para Platón una sociedad debe ser justa por encima de
todas las cosas.
En otras palabras, la voluntad desempeña aquí un papel secundario; lo que el hombre quiere
depende de lo que ve del bien, pero nada es bueno por el mero hecho de que se desee, aquí es donde
el sabio o el hombre de ciencia debe tener un poder decisivo en el gobierno y que sólo su conocimiento
le da título a ese poder. En este principio vemos que la asociación del hombre con el hombre en
sociedad se basa en necesidades recíprocas y el intercambio de mercancías y servicios resultante de
ellas.
En consecuencia, el título que tiene el filósofo al ejercer el poder no es sino un caso particular
muy importante de algo que se encuentra dondequiera que los hombres viven juntos, a saber: que toda
empresa cooperativa se basa en el hecho de que cada uno realice la parte de trabajo que le corresponde.
Para darnos cuenta de lo que esto implica para la polis, es necesario saber qué clase de trabajo son
esenciales, lo que lleva descubrir las tres clases de que habla Platón, de las cuales el filósofo-
gobernante será, sin duda, el más importante. Esta división de tareas y esta consecución del mejor
resultado posible en cada una de ellas, la especialización de funciones que es la raíz de la sociedad,
están siendo factores, la aptitud natural y la educación. La primera es innata y la segunda cuestión de
experiencia y preparación.9
9 Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE, 1994
12
En cuanto a empresa práctica, la polis depende del control y la interrelación de esos dos
factores; en otras palabras, de conseguir la mejor capacidad humana y desarrollarla mediante la mejor
educación.
A juicio de Platón, las dificultades con que tropieza la ciudad-estado no son resultado
únicamente de una educación defectuosa y aún menos de deficiencias morales en sus estadistas o en
sus maestros. Son más bien resultados de una enfermedad de todo el cuerpo político y de la misma
naturaleza humana. El pueblo mismo, dijo Platón, es el gran sofista. El principal de los abusos atacados
por Platón era la ignorancia, hay incompetencia de los políticos, es la maldición especial de las
democracias. Los artesanos tienen que conocer sus oficios, pero los políticos no saben nada de nada,
como no sea el arte innoble de adular a la "gran bestia".
La incompetencia es un defecto especial de los estados democráticos, pero hay otro defecto
que Platón veía por igual en todas las formas de gobierno existentes. Es la extrema violencia y egoísmo
de las luchas de partido que podía ser en cualquier momento de una facción prefiriese su ventaja a las
del estado La lealtad a la polis era, en el mejor de los casos, una virtud de base precaria, en tanto que
era muy probable que la virtud política que se encontraba de ordinario fuese lealtad algún tipo de
gobierno de clase.
El aristócrata era leal a una forma oligárquica de gobierno, el plebeyo a una democrática, y
había muchas probabilidades de que ambos quisiesen causa común con los de la misma clase de otra
polis. Platón lo atribuía en gran parte a la discrepancia de intereses económicos entre quienes tienen
propiedad y quienes carecen de ella. El oligárquica tiene interés en la protección de su propiedad y en
la recaudación de lo que se le debe, por duro que ello pueda resultar para los pobres. El demócrata se
inclina a planes encaminados a mantener a ciudadanos ociosos e indigentes a costa del erario, es decir,
con dinero pagado de los ricos.
En efecto, sí, como supone Platón, el conocimiento científico es siempre superior a la opinión
popular, no hay base para ese respecto a la norma jurídica que la convierte en el poder soberano del
estado. El derecho pertenece a la categoría de las convenciones; surge mediante el uso y la costumbre;
es el producto de una experiencia que se desarrolla poco a poco de precedente en presente.10
10 Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994
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Una sabiduría que surge mediante una penetración racional de la naturaleza no puede declinar
de sus títulos ante el titular del derecho, a menos que el propio derecho tenga acceso a un tipo de
sabiduría diferente de la que posee la razón científica. Si Platón se equivoca a tratar de convertir al
estado en una institución educativa, si con ello coloca sobre la educación una carga que está no puede
soportar, hay que volver a examinar los principios filosóficos, y en especial el agudo contraste entre
naturaleza y convención y entre razón y experiencia. Fue la sospecha de que podría ocurrir así, o por
lo menos el sentido de que la teoría contenida en la República no había llegado hasta el fondo de todos
los problemas a los que se refería, lo que llevó platón, en los últimos años de su vida, a considerar el
lugar que ocupa el derecho en el estado y a formular en “Las leyes” otro tipo de estado en el que la
fuerza dirigente había de ser el derecho y no el conocimiento. Las leyes fue, sin duda, una obra en la
senectud del filósofo.
Las Leyes, se escribió en un intento por restaurar a la ley en el lugar que ocupaba en la
estimación moral de los griegos y que Platón había intentado desplazar. La diferencia fundamental
entre la teoría de la República y de Las Leyes consiste en el estado ideal de un gobierno ejercido por
hombres especialmente seleccionados y preparados, y el trato de ninguna norma general, en tanto que
el estado que se bosqueja en la última de estas obras es un gobierno en el que la ley suprema, tanto el
gobernante como él súbdito está sometidos a ella. Pero esa diferencia implicaba cambios drásticos en
todos los principios subyacentes de gobierno, cambios más drásticos de lo que Platón consigue llevar
a una conclusión lógica. Platón dice repetidas veces que su propósito al escribir Las Leyes es presentar
un estado segundo en orden de preferencia y a veces hace este aserto en relación con sus mas
categóricas afirmaciones de la importancia de la norma jurídica.
Sin leyes, los hombres "no difieren en absoluto de las bestias más salvajes", y, sin embargo,
pudiera surgir completamente gobernante, aquellos no tendrían necesidad de ser regidos por leyes,
"porque ninguna ley u ordenanza es más poderosa del conocimiento”. Así, pues, Platón estuvo
convencido hasta el fin de que en un estado verdaderamente ideal debía prevalecer el imperio de la
pura razón, encarnado en él filósofo-rey sin obstáculos de la ley o la costumbre.
11Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994
14
1.4 Aristóteles
Filósofo griego, el de mayor importancia junto con Platón, en toda la historia de la filosofía; nacido en
la ciudad jonia de Estagira en 350 a.C.,(la actual Stavro), en la península Calcídica, de donde le viene
el apelativo de «Estagirita», fue hijo de Nicómaco, médico de Amintas, rey de Macedonia.
Aristóteles funda su propia escuela, el Liceo, en el 335 a.C., que no destinará, como la
Academia, a la investigación de la matemática y la dialéctica, sino a unas investigaciones de carácter
más amplio relacionadas con la ciencia de la naturaleza.
La filosofía de Aristóteles se presenta, casi desde el primer momento, como una crítica
sistemática a la teoría de las ideas platónicas y un intento de sustituir la visión idealista platónica por
una especulación de signo realista basada en el sentido común y la experiencia.
En la psicología aristotélica, el hombre aparece como ser capaz de comprender todo el universo
y de tender a ello llevado por el ansia de saber. Esta comprensión del universo como un todo requiere
la consideración de las cosas en aquello que hay de más general: meramente en cuanto existentes;
atenerse a esta consideración es investigar la realidad sólo como tal realidad. A esta investigación
llama Aristóteles ciencia del ser, o filosofía primera.12
La relación del gobernante es ajustar las leyes con sus súbditos, es de diferente especie de
cualquier otra clase de sucesión, es compatible con el hecho de que las dos partes siguen siendo
hombres libres, y por esta razón requiere un grado de igualdad moral o semejanza especie entre ellos
, pese a las indudables diferencias que tienen de existir.
El gobierno con arreglo a derecho, tal como Aristóteles entiende la expresión, tiene tres
elementos principales: En primer término, el gobierno el interés público o general, a diferencia
del gobierno faccioso o tiránico, que actualmente es de una sola clase o individuo. En segundo lugar,
es un régimen jurídico en el sentido de que el gobierno se realiza mediante regulaciones generales y
no por decretos arbitrarios, y también en el sentido más vago de que el gobierno no se burla de las
costumbres y convenciones permanentes de la constitución política. Tercer lugar, el gobierno con
arreglo a derecho y cada gobierno de súbditos que obedece voluntariamente y se diferencia del
despotismo, que se apoya únicamente en la fuerza. Es posible sostener, dice Aristóteles, que en la
creación de la norma jurídica la sabiduría colectiva de un pueblo es superior incluso a la del legislador
más sabio. Aristóteles desarrolla más afondo este argumento al estudiar la capacidad política de las
asambleas populares. En la masa, hombres se complementan recíprocamente de modo singular, en tal
forma que, comprendiendo uno de ellos una parte de una cuestión y su vecino otra, todos juntos pueden
comprender por entero el problema. Aristóteles dice que la razón del estadista no puede apartarse en
un estado bueno de la razón encarnada en la ley y la costumbre de la comunidad a la que se gobierna.
La polis, dice, es una forma de comunidad. Una comunidad una unión de personas diversas que, a
causa de sus diferencias, pueden satisfacer sus necesidades mediante el cambio de bienes y servicios.
Esto es sustancialmente idéntico a la creencia platónica de que el estado se basa en la división del
12Pensamiento político desde la antigüedad hasta la modernidad /José Antonio Toledo, tomo l
13Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994
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trabajo, pero Aristóteles difiere de platón, de que distingue varias especies de comunidad y la polis no
es más que una de ellas.
Aristóteles infiere que la causa real de la diferencia se encuentra en las semillas; cada una de
las plantas contiene su propia "naturaleza", como va pareciendo a medida que aquella desarrollar
gradualmente y que llega a ser de modo explícito lo que estaba lícito en las semillas. La misma
explicación es aplicable al desarrollo de la comunidad. En su forma primitiva, como la familia,
muestra su naturaleza intrínseca, como división del trabajo, pero sus formas superiores, sin dejar de
16
satisfacer las necesidades primitivas, se muestra capaz de permitir el desarrollo de capacidades
superiores que si sólo existiera la familia quedarían latentes.14
La familia, dice Aristóteles, es anterior en el tiempo, pero la polis es anterior "por naturaleza";
es decir, es la comunidad de desarrollo más completo y, por consiguiente, es la que mejor muestra lo
que haya implícito en la comunidad. Por la misma razón la vida de la polis muestra lo que es
intrínsecamente la naturaleza humana. Nadie podría haber adivinado que eran posibles las artes de la
civilización, de no haber progresado la vida más allá de las clases de cambio para satisfacer las
necesidades primitivas. Así, pues, el uso que hace Aristóteles de la palabra naturaleza con referencia
a la sociedad tiene un significado doble. Es cierto que los hombres son instintivamente sociales porque
se necesitan recíprocamente. La comunidad primitiva se basa en impulsos existentes en toda vida, tales
como el sexo y el apetito de alimentos. Son indispensables, pero no características distintivas de la
vida humana, ya que no son muy diferentes en el hombre y en los animales inferiores. La naturaleza
humana se despliega de modo más característico el desarrollo de aquellos poderes que pertenecen
exclusivamente al hombre. Y como el estado es el único medio en el que pueden desarrollar esas
facultades, es "natural" en un sentido que en ciertos aspectos es lo contrario del instintivo.
Aristóteles cree en realidad que sólo en el caso muy limitado de la ciudad-estado se produce
el desarrollo superior, y atribuye esto al hecho de que, entre todos los hombres, sólo los griegos tienen
la facultad de desarrollar donde ocurre, ese desarrollo muestra que es capaz la naturaleza humana, así
como un roble bien regado y nutrido muestra lo que realmente tiene en sí una buena bellota. El estado
es natural porque contiene la posibilidad de una vida plenamente civilizada, presenta un campo de
acción para el arte del estadista. La aplicación del entendimiento y la voluntad no crea aquella pero
puede conducir a un despliegue más perfecto de sus posibilidades innatas. Una teoría de la naturaleza
tal como ésta, deriva tanto de los estudios biológicos como de los estudios sociales, da, según
Aristóteles, un fundamento lógico para su concepción más amplia de una ciencia y un arte de la
política.
Para hacer esto necesita comprender tanto lo posible como real. Tiene que conocer qué
posibilidades de desarrollo hay presentes en la situación que tiene ante sí y qué condiciones materiales
darán a esas fuerzas ideales los medios de abrirse camino de la mejor manera posible. Investigaciones
combinan siempre dos finalidades. Tiene que ser empíricas y descriptivas, porque sin el conocimiento
de lo real no puede decirse de qué medios dispone o cómo operan tales medios casos de ser utilizados.
Pero tiene que considerar también la dimensión ideal de los hechos, ya que, en otro caso, el estadista
14Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
17
no podría conocer la forma en que debía utilizar sus medios para conseguir el mejor resultado que le
permitiera lograr su material.
Aquel que viva sin ella tiene que ser una bestia o hundido; es decir, tiene que encontrarse por
debajo del plano medio en el que vive la humanidad.
La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombres a vivir unidos,
primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni
muy pocos, ni demasiados habitantes).
La conclusión de que ninguna clase tiene un título absoluto de poder refuerza el principio de
que la ley debe ser suprema, de que esa autoridad impersonal está menos sujeta a la pasión de lo que
puede pretender estarlo los hombres.
Pero Aristóteles reconoce que ni siquiera esto, que constituye una de sus convicciones más
profundas, puede afirmarse términos absolutos.
15
Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
16
18
A la vez, el ideal político aristotélico coincide enteramente con el de Platón en lo que se refiere
a señalar como finalidad principal del estado un propósito ético.17
La única diferencia entre la exposición platónica y aristotélica consiste, y ello no parece tener
importancia, en que la primera presenta las formas puras como estado sometidos a la ley, en tanto que
la última las presenta como estados gobernados para el bien general.
De su análisis de lo que significa el gobierno con arreglo a derecho, Aristóteles tiene que haber
pensado que las dos descripciones significan prácticamente la misma cosa. Sin embargo, en cuanto a
cabal de formular su clase es entre seis formas de gobierno, señala que presenta serias dificultades. La
primera de ellas consiste en que la clasificación popular basada en el número de gobernantes es
superficial y no dice, salvo por accidente, como interpretan quienes la usan. Lo que todo el mundo
entiende por oligarquía es el gobierno de los ricos, así como por democracia se entiende el gobierno
de los pobres.
Es cierto que hay muchos pobres y pocos ricos pero ello no hace que los números relativos a
ambos grupos describan las dos clases de estado. La esencia de ello consiste en que hay dos títulos
diferentes de poder, basados uno en los derechos de la propiedad y el otro en el bienestar del mayor
número posible de seres humanos. Aristóteles se inclina en admitir que la monarquía sería adecuada a
una sociedad en la que una familia fuese muy superior a todas las demás en virtud y en capacidad
política. La verdad es que la monarquía ideal es para Aristóteles algo perfectamente académico.
Es probable que, a no ser por la autoridad de Platón, nunca lo hubiese mencionado. Observa
que la monarquía sometida a la ley no es, en realidad, una forma de gobierno y, si esto se toma
literalmente, el hecho de que el gobierno bueno tenga que reconocer la supremacía de la monarquía
jurídica excluye en realidad a la monarquía de las formas puras de gobierno.
Aristóteles añade otro análisis de los estados basado en las clases sociales, o grupos unidos,
menor que el propio estado, tales como las familias o los ricos y los pobres o los grupos profesionales
tales como los de agricultores, artesanos y mercaderes. Nos hablaba de la estructura económica del
estado como una constitución, pero su influencia es decisiva en muchos casos para determinar qué
forma de constitución política (ordenación de magistraturas) es adecuada o posible.
Aristóteles compara las clases económicas a los órganos de un animal dice que hay tantas
clases de estado como formas de combinar las clases para conseguir una vida social. La forma en que
opera en realidad un gobierno depende en parte, de la combinación de los factores políticos, y en parte
de los económicos, así como del modo en que ambos grupos de factores se combinan entre sí. Algunos
de los factores económicos tienden a producir un estado sometido a las leyes y otros un tipo opuesto,
y lo mismo puede afirmarse de los factores políticos.
Es difícil incorporar esa conclusión a una clasificación formal, pero tiene el mérito de tomar
en cuenta una gran masa de complejidad política social.
17
Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
19
1.5 La Helenística
La época helenística surge del debilitamiento de Grecia por las conquistas de sus ciudades – estado
como Atenas, Esparta y Tebas (356 – 337 A.C), por parte del imperio macedonio regido por el Rey
Filipo II, que se acentuarían con la llegada al poder de su hijo Alejandro III, conocido históricamente
como Alejandro Magno ( 336 A.C).
Estas ciudades habían llegado al declive y habían sido sustituidas en importancia por las
ciudades modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían
nada que ver con las anteriores. La helenística suele ser considerado como un período de transición
entre el declive de la época clásica griega y el ascenso del poder romano.
Si quisiéramos definir la teoría política de manera tan amplia como todo pensamiento relativo
a la política o relevante para ella, estaríamos incluyendo casi todo el pensamiento humano en todos los
tiempos. Sin embargo se puede definir en la investigación disciplinada de los problemas políticos, la
cual fue inventada por los helenos.
En las ciudades estado se vería un síntoma inequívoco que fue fundamental para que años más
tarde del esplendor de la época helenística entrara en un proceso de decadencia que tanto Platón como
Aristóteles pudieron acuñar , sobre todo este último, al percibir lo que en realidad ocurría en esa época.
Cuanto más profundamente penetran Platón y Aristóteles en el sentido ético latente de las ciudades
estado, se ven obligados a aceptar la conclusión de que ese sentido solo existe para unos pocos y no
para toda la masa de artesanos, labradores y jornaleros, es decir que gentes con menos posibilidades
de expresarse o situadas en posición menos favorable, podían ver en la polis una forma de sociedad
que no solo necesitaba mejorarse, sino que debía ser superada. Tal crítica de protesta existía de modo
un tanto oscuro en la época de Platón y Aristóteles. La decadencia de la época helenística tiene mucho
que ver no solo con este hecho sino también en el supuesto práctico en la filosofía política reformista
de Platón y Aristóteles que tuvo por desgracia de no ser enteramente cierto en las circunstancias
existentes, el cual daba por sentado que sus gobernantes eran agentes libres, capaces de corregir sus
defectos internos mediante la elección de política sabias. La completa aceptación de ese estado como
institución moral, significaba en realidad que su horizonte político estaba limitado por él. En
consecuencia ninguno de ellos percibió con claridad debida el papel que los asuntos exteriores
desempeñaban incluso en la economía interna de la polis.
18Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
20
A mediados del siglo IV a. C., Grecia adquirió para ello un modelo de confederaciones que
admitían la alianza con ciudades supuestamente libres pero no consiguió crear estados permanentes y
estables.
Aun a fecha tan tardía como el año 338 a. C., en que Filipo formó en Corinto la liga
panhelénica, si las ciudades hubiesen sido capaces de colaborar habrían podido influir y aun dominar
la política de Macedonia, pero el particularismo inherente a la ciudad estado fue incapaz de elevarse a
la misma situación.
La incapacidad de las ciudades para estabilizar sus relaciones recíprocas fue un fracaso de la
administración, además nunca fue posible separar en las polis los asuntos exteriores y los interiores,
ya que los intereses de clase eran oligárquicos o democráticos en política interna, eran similares de
ciudad en ciudad y hacían continuamente causa común. Ningún aspecto importante del gobierno local
podía menos de resolverse sin atender de un modo u otro a los lazos políticos y económicos existentes
entre las ciudades. Las clases acomodadas estaban por lo general al lado de Macedonia, y esta es una
razón importante de porque los elementos más prósperos tendían a ver con complacencia al auge del
poder de Filipo.
La verdad es que los problemas sociales y políticos del mundo griego no podían ser resueltos
por las polis. El auge de Macedonia obligo a reconocer dos hechos que ya existían, pero que Platón y
Aristóteles habían pasado por alto en gran parte. Uno de ellos era de que la ciudad estado era demasiado
pequeña y belicosa para gobernar aun el mundo griego y que ningún perfeccionamiento posible la
hubiera hecho congruente con la economía del mundo en que vivía. El segundo hecho es que dada las
relaciones económicas y culturales que habían existido, la supuesta superioridad política de los griegos
sobre los barbaros no era viable en el Mediterráneo oriental. En el año 336 a.C., con la hegemonía de
Macedonia en Grecia, Alejandro, hijo de Filipo llega al poder.
Durante este periodo de transición, se establece como forma de gobierno, la monarquía, sin
embargo las ciudades estado continuaron existiendo y la mayor parte de ellas continuaron durante
largo periodo dirigiendo sus asuntos locales por intermedio de los antiguos órganos de gobierno.
Este sistema monárquico se apoyó en una aristocracia creada por el propio rey y desarrolló un
carácter especialmente cosmopolita, muy lejos de la anterior nobleza familiar. En adelante el rey no
sería elegido libremente por sus ciudadanos. A fin de mantener sus armadas y financiar la construcción
de las ciudades, fue indispensable que los soberanos desarrollaran una sólida administración y
fiscalidad. Los reinos helenísticos se convirtieron así en gigantescas estructuras de explotación fiscal.
Es, pues evidente que no había nada accidental en existencia y difusión de la filosofía política
mucho más negativa hacia los valores originarios de la ciudad-estado que la sostenida por platón y
Aristóteles. Como respuesta a ello y en lo que podría considerarse una forma de protesta surgen las
escuelas o corrientes filosóficas de las que se destacan las siguientes:
Cínicos
Estoicos
Epicureísmo
Escépticos
1.5.1 Cínicos.
21
Esta escuela fue fundada en la antigua Grecia, durante la segunda mitad del siglo IV a.C., por
Antístenes y Diógenes en un gimnasio llamado Cinosarges, que se puede traducir como el perro blanco
o el perro veloz. Se pueden distinguir dos fases en el movimiento cínico: la primera fase se desarrolló
básicamente en Grecia, durante los siglos IV y III a.C., la segunda fase se desarrolló en las grandes
ciudades del imperio romano: Roma, Alejandría y Constantinopla, y duró desde los siglos I a V d.C.
La escuela cínica, más que ninguna otra, formulo una protesta contra la polis y las
clasificaciones sociales en las que se basaba esta, su evasión consistió en renunciar a todo lo que por
lo común denominan los hombres, los bienes de la vida, en la nivelación de todas las distinciones
sociales y en el abandono de las ventajas y aun a veces en el decoro de las convenciones sociales. En
apariencia sus miembros se reclutaron entre las filas de los extranjeros y desterrados, esto es, entre
quienes se encontraban ya fuera de la ciudadanía del estado. Los cínicos formaban un grupo un tanto
vago y enteramente desorganizado de maestros errabundos y filósofos populares.
La base de su doctrina dice que el sabio debe bastarse enteramente a sí mismo. Para los
cínicos esto quiere decir que solo es necesario para una vida buena lo que está dentro de sus facultades,
su propio pensamiento y carácter. Entre las cosas indiferentes incluye el cínico la propiedad y el
matrimonio, la familia y la ciudadanía, el saber y la buena reputación, y en una palabra todas las
convenciones de la vida civilizada y todo lo que en ella se considera como digno de respeto. De este
modo todas las distinciones acostumbradas a la vida social, se vieron sometidas a una crítica
demoledora. Ricos y pobres, griegos y barbaros, ciudadanos y extranjeros, libres y esclavos, nobles y
villanos, son todos, iguales, ya que todos ellos se reducen a un nivel común de indiferencia.19
1.5.2. Estoicos.
Fue ésta la cuarta y última de las grandes escuelas atenienses, fundada en el año 301 a. C. por Zenón
de Cición (Citium). Adquirió gran difusión por todo el mundo greco-romano, gozando de especial
popularidad entre las élites romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a. C. hasta finales del
siglo II d. C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del
Alto Imperio romano y el auge del cristianismo. Estuvo menos íntimamente ligada a Atenas y Grecia
que ninguna de las otras escuelas. Su fundador era "fenicio”, Los sucesivos jefes de la escuela
procedían, por lo general, de las partes exteriores del mundo griego, especialmente del Asia Menor,
donde la mezcla de griegos y orientales se realizó con mayor rapidez, y sólo en el I a. C., cuando la
escuela de Atenas hubo cesado de ser el centro del estoicismo, tenía como jefe a un ateniense. Así
Crisipo, la segunda gran figura de la escuela, procedía de Sicilia y Panecio, que llevó el estoicismo a
Roma, por lo tanto, el estoicismo fue desde el principio una escuela helenística y no griega.20
En sus comienzos, el estoicismo fue una rama del cinismo, y es que Zenón que en principio
era cínico, rompió con esta doctrina por la crudeza e indecencia a las que llevaban su naturalismo.
19
Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon
Thorson. 3° ed. México: FCE, 1994.
20
Idem.
22
La relación personal de Zenón con Antígono II de Macedonia, que fue su discípulo, y el hecho
de que se escogiese aún miembros de la escuela maestro encargado educar al hijo de Antígono, sugiere
una inclinación al despotismo ilustrado, pero ésta no fue característica general del estoicismo.
La finalidad ética del estoicismo era semejante a la de las otras filosofías pos aristotélicas, es
decir, producir la autarquía y el bienestar individual. En realidad, la escuela estuvo siempre en una
cierta incertidumbre respecto a si su ideal era el santo, situado por encima de los intereses terrenales,
o el hombre de acción. Un estoico, lo mismo que un epicúreo, podía enseñar que la sabiduría consiste
en apartarse del mundo. Sin embargo, no fue ésta la tendencia predominante en la escuela, y ello por
dos razones. En primer lugar, tratar de enseñar la autarquía mediante una rigurosa educación de la
voluntad; sus virtudes eran la resolución, la fortaleza, la devoción al deber y la indiferencia ante las
solicitaciones del placer. En segundo término, el sentido del deber estaba forzado por una enseñanza
religiosa que no dejaba de tener puntos de contacto con el calvinismo.
Los estoicos tenían una rigurosa creencia en el poder abrumador de la divina Providencia;
consideraban sus vidas como vocación, deber designado por Dios, de la misma manera que un soldado
tiene un deber asignado por su jefe. Otra figura del lenguaje muy usada era la escena, en laque los
hombres no son sino actores. El deber de todo hombre es representar bien el papel que se le ha
enseñado, ya sea importante o trivial, feliz o desgraciado.
Así, pues, entre la naturaleza humana y la naturaleza en general hay una ecuación moral
fundamental. El estoico expresaba diciendo que el hombre es racional y que Dios es racional. El mismo
fuego divino que anima el mundo ha prendido una chispa en las almas de los hombres.
Y esto da a la humanidad una posición especial entre las creaciones del espíritu del mundo. A
los animales se les ha dado el instinto y los impulsos y facultades que necesitan para vivir según sus
diversas especies, pero los hombres tienen la razón; tienen el lenguaje y el sentido del justo y del
injusto; de ahí que de todos los seres vivos sean ellos los únicos aptos para llevar una vida social y qué
tal vida le sea necesaria. Los hombres son hijos de Dios y de su consecuencia todos son hermanos.
Para los estoicos la creencia en la providencia es esencialmente una creencia en el valor de las
finalidades sociales y que constituye parte de los deberes de un hombre bueno participar en ellos. Esta
convicción es la que hizo el estoico una fuerza moral y social. No había en ella nada intrínsecamente
utópico, aunque es cierto que los primeros estoicos tenían una tendencia a colocar a sus héroes
filosóficos en un pedestal. Por lo tanto, existe un estado universal. Tanto los dioses como los hombres
son ciudadanos de él, y tiene una constitución, la recta razón, enseñar a los hombres lo que se debe
hacer y lo que se debe evitar. Los primeros estoicos continuaron negando, como habían hecho los
cínicos, que una polis de sabios hubiera de necesitar instituciones de ninguna especie.
23
Si el estoico disminuyó la importancia de las distinciones sociales entre los individuos, envió
también a promover la armonía entre los estados. Hay siempre dos leyes para todo hombre, la ley de
su ciudad y la ley de la ciudad universal, la ley de la costumbre y la ley de la razón. Es la segunda la
que debe tener superior autoridad y la que debe aportar el canon al que deben conformarse las leyes y
costumbres de las ciudades. La ciudad universal de los estoicos estaba ya en camino de convertirse en
la ciudad de Dios del pensamiento cristiano posterior.
Los principios generales de la filosofía estoica perduraron en la misma forma en que los
habían sentado Crisipo a finales del siglo III. Pero estos principios sufrieron cambios importantes, que
tuvieron el efecto de adaptarlos a la comprensión y a la aceptación popular y especialmente a la
aceptación de los romanos. La dificultad que ofrecía el estoicismo primitivo deriva en gran parte de
los elementos del cristianismo que habían quedado implícitos en el, una tendencia a considerar al sabio
como totalmente distinto de los mortales comunes y corrientes y, en consecuencia, apartado de las
preocupaciones ordinarias, y una tendencia correspondiente a poner al derecho natural en relación con
la variedad real de usos y costumbres.
1.5.3. Epicureísmo.
El Epicureísmo es una doctrina filosófica cuyo fundamento principal es el pensamiento del filósofo
griego Epicuro. Nacido en Samos una colonia de Atenas en 341 a.C. En el año 306 a.C., establece esta
escuela en el jardín de su casa, conocida por esto como “el jardín”.
La finalidad del epicureísmo fue, en términos generales, la misma de toda la filosofía ética del
periodo posterior de Aristóteles, es decir, producir en sus alumnos, un estado de autarquía individual.
Con este propósito enseñaba que una vida buena consiste en el goce del placer, pero interpretaba tal
cosa en sentido negativo. La felicidad consiste realmente en la imitación de todo dolor, preocupación
y ansiedad. Lo que formaba el contenido positivo de su doctrina de la felicidad eran los placeres de la
amistad que Epicuro trataba de conseguir dentro del círculo de sus discípulos, y ello implicaba un
apartamiento de los ciudadanos inútiles de la vida pública. Por consiguiente, el sabio no debe tener
nada que ver con la política, a menos que las circunstancias lo obvien a ello.
"De los dioses podemos estar seguros que no se preocupan para nada de los hombres y, por
ende, no se mezclan ni para bien ni para mal en el curso de sus vidas". Esto era en realidad la parte
más viril de la doctrina epicúrea. La escuela hizo una crítica particular de toda clase de prácticas y
creencias supersticiosas, tales como la adivinación y la astrología, presenta en este aspecto un honroso
contraste con los estoicos, estaban siempre dispuestos a encontrar rastros de verdad en creencias
populares que eran a todas luces falsas. Por lo que se refiere al mundo en general, la naturaleza
significa, pues, algo físico, los átomos de los que están hechas todas las cosas.21
Por lo que se refiere a los seres humanos, la naturaleza significa egoísmo, el deseo de cada
hombre de alcanzar su propia felicidad individual. Todas las demás regulaciones de la conducta
humana perteneciente a la clase de convenciones en consecuencia carecen de sentido para el sabio,
salvo la medida en que una norma convencional pueda ser útil al producir una mayor felicidad que la
que pudieran alcanzar los hombres sin ella. Por tanto, no hay virtudes morales intrínsecas y valores
intrínsecos de ninguna especie, salvo la felicidad. El argumento contra los valores intrínsecos se basa
en la variedad de normas y prácticas morales que han prevalecido en diferentes tiempos y lugares,
argumento que habían explotado originalmente algunos de los sofistas y platón había notado (y creído
refutar) en la discusión acerca de la justicia que aparecen la República. Todos los hombres son
21Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
24
esencialmente egoístas y no buscan sino su propio bien. Pero con ello el bien de cada uno se ve
amenazado por la acción igualmente egoísta de todos los demás hombres. Entonces, los hombres llegan
a un acuerdo tácito de no infligir tales daños unos a otros y en consecuencia, los estados se forman
únicamente con el fin de conseguir seguridad. En especial contra las depredaciones de otros hombres.
Los hombres adoptan por vía del compromiso, respetar los derechos de los otros con objeto de
conseguir igual respeto. De ese modo el estado y el derecho nace y facilita las relaciones entre el
hombre, existe el contrato, no hay cosa semejante al derecho en el gobierno para la seguridad mutua y
sólo son eficaces en las penas establecidas que por la ley se hacen. La moral es equivalente a la utilidad.
Así que a partir de tal hecho los hombres consideran como conducta correcta y justa las circunstancias
variadas con el tiempo y el lugar. Todo lo que en el derecho convencional resulta útil para las
necesidades que surjan del trato entre los hombres, es por naturaleza justo, sea o no lo mismo para
todos. La filosofía social de los epicúreos estaba respaldada por una teoría realmente impresionante y
que desarrollo de las instituciones humanas basada en principios puramente materialistas.
1.5.4. Escépticos.
La diversidad y oposiciones de sistemas, como las de Demócrito, Empédocles, Platón, etc que crean
abstracciones y dudas. La influencia en la política exterior de hechos como la muerte de Alejandro
Magno y la diversidad en las costumbres, religiones e instituciones de las ciudades, dan origen a la
corriente filosófica del escepticismo, fundada por Pirrón de Elis. (Del griego skeptomai, investigar
atentamente, o simplemente de skeptesthai, investigar) Concepción en teoría del conocimiento que
sostiene, en principio, que la mente humana no es capaz de justificar afirmaciones verdaderas. Un
escepticismo extremo o absoluto sostendría que no existe ningún enunciado objetivamente verdadero
para la mente humana, o la imposibilidad total de justificar afirmaciones verdaderas; de este
escepticismo se suele decir que se refuta a sí mismo o que es imposible, puesto que se niega en su
propia afirmación.
El escepticismo moderado o relativo sostiene que son pocos los enunciados objetivamente
verdaderos, o bien establece dudas razonadas sobre la capacidad de la mente humana de poder conocer
las cosas y, por lo mismo, la somete a examen. Este relativismo propugna una actitud crítica ante el
dogmatismo. Históricamente, las afirmaciones de escepticismo moderado aparecen tanto en épocas
de decadencia cultural o cansancio intelectual, como de renovación e Ilustración, y la historia misma
de la filosofía occidental alterna épocas de escepticismo y dogmatismo. La duda metódica y el espíritu
crítico o el rigor científico son manifestaciones prácticas de un escepticismo moderado.
Históricamente, una corriente de la filosofía helenística, el pirronismo, o escuela escéptica que nace
con Pirrón de Elis (360 a 272 a.C.) y su discípulo Timón de Fliunte, para quienes ni los sentidos ni
la razón pueden suministrarnos un conocimiento verdadero, por lo que lo más sabio, si queremos llegar
a la ataraxia, es permanecer indiferentes a todo absteniéndonos de hacer juicios; los estoicos llamaron
a esta suspensión de juicios epokhé.22
22
Pensamiento político desde la antigüedad hasta la modernidad /José Antonio Toledo, tomo l
25
Hacia el s. II d.C. el escepticismo se funde con el empirismo médico. En esta corriente destaca
Sexto Empírico (Alejandría, hacia la segunda mitad del s. II d.C.), el autor más importante para el
conocimiento del escepticismo antiguo, que lo entiende (Supuestos del escepticismo pirrónico) como
el arte de enfrentar todas las contradicciones de las cosas y el pensamiento; el escéptico logra la
ataraxia, o tranquilidad interior, renunciando a decidir sobre opiniones contradictorias.
Era ya visible que el sucesor de Macedonia, así como Egipto y de los reinos asiáticos, sería
Roma, y que el mundo civilizado conocido se uniría bajo un solo dominio político, como ocurrió en el
curso del siglo siguiente.
La historia de Roma se inicia con la mítica fundación de la ciudad hacia 753 a.C. y termina
con la caída del Imperio en 476 d.C. Se ha dividido, según la tradición, en tres grandes períodos en
función de la forma política que adoptó el estado: monarquía, república e imperio.
La etapa monárquica abarca desde la fundación de la ciudad hasta el año 509 a.C., en que la
monarquía fue sustituida por un régimen republicano que duró hasta el año 30 a.C.
La península italiana estaba habitada durante la primera mitad del primer milenio por diversos
pueblos: en el sur, algunas polis griegas habían establecido colonias que alcanzaron un gran desarrollo
económico y cultural (la Magna Grecia); en el centro se asentaban diversos pueblos con los que Roma
tuvo sus primeros contactos, como los sabinos, los volscos y los ecuos, y al norte del Tíbet se desarrolló
la civilización etrusca. Durante los siglos V y IV a.C. se produjo la decadencia de las ciudades
helenísticas y etruscas, se abrió entonces un período de luchas entre diversos pueblos, cartagineses,
samnitas, galos, entre los que Roma empezó a destacar como potencia militar.24
Los orígenes míticos de Roma se remontan a su fundación por los gemelos Rómulo y Remo
en el año 753 a.C.
El último, Procas, deja dos hijos, Numítor y Amulio. Numítor, el mayor y heredero legítimo,
es derribado por Amulio, que relega a la hija de aquél, Rea Silvia, entre las Vestales. A pesar de esta
precaución, Rea Silvia, fecundada por Marte, tiene dos gemelos, Rómulo y Remo. Amulio manda
abandonarlos en las aguas del Tíbet. Amamantados por una loba, los gemelos sobreviven y, cuando
son mayores, matan a Amulio y devuelven el poder a Numítor, que les concede, para establecer allí
una ciudad, el lugar mismo en que habían sido recogidos del río, la colina del Palatino.
Rómulo levantó un muro defensivo en torno de la ciudad. Remo saltó por encima del muro
para reírse de su hermano. Rómulo le dio muerte. El área urbana era sagrada; nadie lo debía violar.
23
Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994
24 Breve Historia Universal (Hasta el año 2000 y 2004) Ricardo Krebs Editorial Universitaria
26
Rómulo quedó como dueño de la ciudad y le dio su nombre. La leyenda dice que la fundación tuvo
lugar el 21 de abril del 753 a. C.
Los romanos tomaron los hechos narrados por Virgilio por hechos históricos. La investigación
moderna califica las tradiciones en su mayor parte en leyendas. Los historiadores, en cambio, fijan la
fundación de Roma en un período comprendido entre 814 y 753 a.C., a partir de la federación de los
pueblos que habitaban las siete colinas de la orilla izquierda del río Tíbet.
- La expansión territorial.
En 264 a. C., comienza una de las luchas más grandes de las que enfrentó a Roma contra otros reinos,
la lucha contra Cartago.
Esta lucha decidió el destino de Roma por más de seiscientos años. Fue el enfrentamiento de
la propia Roma a trascender de potencia local en Italia a germen del gran imperio posterior o a su
desaparición en manos de la mayor potencia naval del mundo de aquellos días. Y jamás estuvo Roma
tan cerca de su desaparición. Esta lucha se centra en las Guerras Púnicas.
Se originó como una lucha por la posesión de Sicilia. Fue principalmente una guerra naval ya que por
entonces Roma había creado una poderosa escuadra, aunque aún lejos del poder de Cartago. Los
romanos vencieron en Milai (260 a. C.) pero al continuar la guerra por tierra fracasaron, con la captura
del general romano Marco Atilio Régulo.
Un capricho de la historia o del destino quiso que fuera un descendiente de Escipión el africano quien
destruyera Cartago. Entre 149 y 146 a. C., Publio Cornelio Escipión Emiliano tomó Cartago y se
convirtió en provincia romana de forma que ya no amenazara más a Roma.
Con Octavio se concluyó la expansión territorial y se inició un período de paz que duró tres siglos. La
pax romana comportó un alto grado de seguridad y estabilidad, lo cual facilitó la romanización. Todo
el territorio del Imperio se unificó político, económico, social y culturalmente.
27
En el curso del tercer siglo después de Cristo el imperio mostró crecientes signos de decadencia y
crisis. Hubo inflación, carencia y cesantía. Disminuyó la población. Se estancó el desarrollo social y
las clases se convirtieron en rígidas castas. Las instituciones políticas se tornaron ineficientes. Se
produjo una grave corrupción moral. El ejército se convirtió en factor decisivo, imponía y destituía a
los emperadores. Pero al mismo tiempo este poder militar decayó.
El imperio comenzó a ser invadido por los bárbaros que se establecieron como aliados y colonos en
las provincias fronterizas.
Mientras que el Imperio se estaba desintegrando, la Iglesia pudo aumentar cada vez más su influencia
sobre la sociedad, las costumbres y el pensamiento y pudo crear una poderosa organización. A la
cabeza de la jerarquía estaba el obispo de Roma, llamado luego Sumo Pontífice o Papa
1.6.1 la Monarquía.
La monarquía. Primera forma de gobierno de los romanos (-753 a –509) se extendió hasta los fines del
siglo – VI, es decir, durante más de dos siglos roma estuvo gobernada por reyes. Estos fueron 7 entre
ellos Rómulo y Tarquino el soberbio el último de ellos.
Como ya se dijo, la primera forma de gobierno que tuvo roma fue la monarquía. El rey era
elegido en los comicios por curias con carácter vitalicio. La asamblea popular integrada por los
curiones, estaba encargado de la elaboración de las leyes.25
El senado, consejo asesor constituido por los ancianos, jefes de las gentes, aprobaba o
rechazaba las leyes elaboradas por la asamblea El territorio romano estaba dividido en tres secciones:
la de los ramnes, la de los titíes y la de los luceres, con 10 curias cada una.
1.6.2 República.
La república que duro alrededor de cinco siglos desde fines del siglo –VI, con la caída de tarquino el
soberbio, hasta fines del siglo –I.
La república fue aristocrática, pues los patricios monopolizaban los cargos gubernativos y
disfrutaban de privilegios, más tarde el progreso creciente de la plebe dio al gobierno un carácter
democrático, que duro poco , pues las conquistas enriquecieron a un pequeño núcleo de familias, que
acapararon el gobierno y formaron una oligarquía. Esta situación engendro terribles luchas civiles en
cuya vorágine se hundió la república, surgiendo, en su lugar, el imperio.
Hacia 509 a.C., roma abolió la monarquía y se constituyó en república, gobernada por cónsules
que eran designados por los patricios, las familias romanas más antiguas, que tenían el privilegio
exclusivo de acceder al senado, donde se promulgaban las leyes. El resto de los ciudadanos, los
plebeyos, carecían de tales derechos, hasta que las revueltas sociales les permitieron elegir como
representantes a los tribunos de la plebe (494 a.C.) a mediados del siglo III a.C., cuando Roma, que ya
dominaba gran parte de Italia, quiso ampliar su área de influencia y se enfrento a Cartago, colonia
fundada por los fenicios de tiro. La victoria en las llamadas guerras púnicas (264-146 a.C.),
proporciono control del mediterráneo. Por el oeste, extendieron sus dominios hasta la península
ibérica, y por el este hasta Grecia, el próximo oriente y Egipto. Por el norte, Roma se extendió hasta
la Galia y Britania.
Los problemas creados por esta expansión, las luchas internas por el poder y el descontento de
la plebe pusieron en crisis el sistema constitucional vigente. A finales del siglo II a.C., los hermanos
tiberio y Cayo Graco, tribunos de la plebe, intentaron llevar a cabo sin éxito una reforma agraria.
1.6.2.1 Cicerón.
(Arpino, 3 de enero de 106 a. C. - Formia, 7 de diciembre de 43 a. C.). Fue
un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes
retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana. Durante la ausencia de Pompeyo el
antagonismo entre el partido senatorial y el popular había alcanzado su máxima tirantez. Las figuras
de más relieve eran marco tulio Cicerón en las filas senatoriales y cayo julio cesar en las populares.
Marco tulio cicerón era un famoso orador, escritor y abogado, que había cimentado su prestigio publico
con su valiente actitud en el proceso seguido de Verres, procónsul de Sicilia, que se había enriquecido
expoliando a los provinciales, quienes lo acusaron al cesar en su cargo, Verres decía, cínicamente, que
ya había entregado parte de sus mal habidas riquezas a quienes debían juzgarle. Cicerón asumió la
defensa de los sicilianos, y Verres, abrumado por terribles acusaciones, y temeroso de su suerte, huyo
de roma.26
Un año antes del regreso de Pompeyo, cicerón fue elegido cónsul, estaba dispuesto a defender
a toda costa el gobierno senatorial, único capaz, a su juicio, de refrenar la demagogia y asegurar la
tranquilidad política de Roma, amenazada en ese entonces, por los manejos subversivos de un jefe del
partido popular llamado catalina.
Carrera política
Acabado su mandato como cuestor, regresó a Roma, donde continuó ejerciendo de abogado y destacó
en diversos procesos, de los cuales quizá el que mayor fama le dio fue el sostenido contra Verres.
En el año 70 adC, los habitantes de Sicilia, probablemente recordando su etapa como cuestor en la isla,
rogaron a Cicerón que se hiciera cargo del proceso contra Verres, el corrupto gobernador de la
provincia que había saqueado la misma a placer en su propio beneficio, cometiendo numerosos abusos
de poder. Cicerón corrió un gran riesgo, ya que Verres pertenecía a los patricios y a los optimates y
tenía amigos poderosos. No obstante, llevó el caso con tal brillantez que Verres se vio obligado a
exiliarse en la ciudad de Marsella incluso antes de que el proceso hubiera concluido, a fin de evitar
una más que probable condena. Cicerón, que contaba entonces con treinta y seis años, se convirtió en
el abogado más reputado de Roma, paso esencial para ascender en la carrera política para un "homo
novus".
Elegido Pretor a los 39 años, en el sorteo que se celebraba entre los 8 pretores nombrados no obtuvo
el cargo de pretor urbano (el más codiciado), que fue a caer a manos de Antonio Hybrida, sino el menos
importante y lucido de presidente del tribunal de extorsiones, que tan bien conocía por haber defendido
en él numerosos casos, como el citado de Verres. Ese era el escalón necesario para que en el año 62
adC presentara oficialmente su candidatura a cónsul.
Durante su mandato denunció y reprimió la conjura del que había sido candidato a cónsul por los
optimates, Lucio Sergio Catilina, contra quien compuso sus famosas Catilinarias, discursos en que
denunciaba la conspiración que éste encabezaba, y que fueron pronunciados ante el Senado. Aunque
trató de que la responsabilidad de la pena de muerte dictada contra los conspiradores fuera compartida
por el Senado, desde ciertos sectores (cercanos a César) se le achacó demasiada dureza en la represión
de los sublevados, y hubo de exiliarse el 58 adC. Tras un año emigrado en Macedonia, Pompeyo le
perdonó y pudo regresar.
En el año 51 adC aceptó el cargo de procónsul de la provincia romana de Cilicia, regresando a Roma
en el 50 adC. Apoyó a Pompeyo contra César en la la guerra civil, al parecer porque le creía más
cercano a las ideas republicanas. Sin embargo, al vencer César finalmente en el 48 adC, Cicerón
comprendió que era inútil toda oposición, y César le perdonó, quizá debido a su gran prestigio como
escritor y pensador o quizá porque César gustaba de mostrar su magnificencia perdonando a sus
enemigos señalados.
Comprendiendo su delicada situación, Cicerón declinó toda actividad política y se dedicó a escribir.
Soportó a duras penas la política cesariana, ya que era un republicano convencido; sin embargo, al ser
asesinado César el 44 adC, volvió a la política y se opuso con todas sus fuerzas al discípulo del
dictador, Marco Antonio, escribiendo contra él sus famosas Filípicas e incluso estableciendo amistad
con el hijo adoptivo de César, Cayo Octaviano César (Octavio Augusto), pero fue asesinado por los
partidarios de Marco Antonio el año 43 adC, que le mutilaron cortándole las manos y atándoselas al
cuello.
Como jurista Cicerón fue el mayor y más influyente de los abogados romanos de su época, usando de
sus aptitudes en retórica y oratoria para sentar numerosos precedentes que fueron largamente usados.
Como escritor, aportó al latín un léxico abstracto del que carecía, transvasó y tradujo numerosos
términos del griego y contribuyó al idioma latín, transformándolo definitivamente en una lengua culta,
apta para la expresión del pensamiento más profundo. Escribió numerosos Discursos, a veces
agrupados por ciclos temáticos (las tres Catilinarias, las Verrinas, las catorce Filípicas contra Marco
Antonio...) y bastantes tratados sobre Retórica y Oratoria, como el De oratore.
En el siglo IV de nuestra era, la lectura del De Hortensius de Cicerón (obra actualmente perdida)
despertó en la mente de San Agustín el espíritu de especulación. Durante el Renacimiento Cicerón fue
uno de los modelos de la prosa y se leyeron ávidamente sus cuatro colecciones de cartas, conservadas
y editadas por su secretario personal Tirón (al que se atribuye el perfeccionamiento de la taquigrafía),
entre las cuales destacan las Epístolas Ad Familiaris (Cartas a los familiares), donde se perciben sus
veleidades políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida cotidiana de su casa y de la Roma de
su tiempo.
Casi toda su obra manifiesta una gran preocupación sobre cuál debe ser la formación del orador, que
estima que ha de ser integral y emprenderse desde la cuna, en lo que tuvo por mayor seguidor en fechas
muy posteriores a Marco Fabio Quintiliano.
30
Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias
étnicas (Humanismo) y la supremacía del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o "Sobre
las obligaciones" y se manifestó contra la crueldad y la tortura.
Como filósofo no le satisfizo ninguna escuela griega y prefirió adoptar el pensamiento del
Eclecticismo, tomando lo mejor de unos y de otros. Contrario al escepticismo radical, sostenía la
necesidad de conceptos innatos e inmutables necesarios para la cohesión social y los vínculos
relacionales de los individuos. Sus ideas sobre religión, expresadas en De natura deorum, (Sobre la
naturaleza de los dioses), revelan sus creencias y su apoyo al libre albedrío. Casi todos sus trabajos
filosóficos deben mucho a fuentes griegas, que trata con familiaridad y enriquece con su propio juicio;
fue, pues, un gran divulgador y preservador de la filosofía helénica.
1.6.2.2 Polibio
Polibio, fue un historiador griego nacido en 200 a. C. junto a Panecio, otro historiador griego, dieron
pauta a la revisión del pensamiento político de la época en la decadencia del periodo helenístico, en el
que Roma acentúa su dominio en Grecia, en el contexto de las corrientes filosóficas, en particular del
estoicismo que a finales del S. III a.C., sufrió importantes cambios, al efecto de adaptarlos a la
comprensión y a la aceptación popular y especialmente a la aceptación de los romanos. La dificultad
que ofrecía el estoicismo primitivo deriva en gran parte de los elementos del cinismo que habían
quedado implícitos en el, una tendencia a considerar al sabio como totalmente distinto de los mortales
comunes y corrientes y, en consecuencia, apartado de las preocupaciones ordinarias, y una tendencia
correspondiente a poner al derecho natural en relación con la variedad real de usos y costumbres.
Se debe a Polibio la más antigua de las historias de Roma que se conservan y el primer estudio
de las instituciones políticas romana. Su historia acepta el estado universal bajo el dominio de Roma
como un hecho. Trata de seguir el curso de los acontecimientos desde la Península Ibérica hasta el
Asia Menor y de demostrar "por qué medios y gracias a que tipo de constitución subyugaron los
romanos al mundo en menos de cincuenta y tres años".
Hay en la historia, cree Polibio, una ley inevitable del crecimiento y decadencia.27
Explica esto por la tendencia de todas las formas de gobierno no mixtas a degenerar en formas
características: de la monarquía a convertirse en tiránica, de la aristocracia a hacerse oligárquica, y así
sucesivamente. Emplea aquí la vieja clasificación desde seis términos expuesta en el Político de Platón
y la Política de Aristóteles, sin añadir nada más que el suplemento de una más definida teoría del ciclo
que hace que se pase de una forma otra. El motivo que explica la fortaleza de Roma consiste en que
esta había adoptado inconscientemente una forma mixta de gobierno en la cual los elementos se
encuentran "exactamente justificados y en perfecto equilibrio".
27Historia de la teoría política/ George H. Sabine; trad. de Vicente Herrero; Revisión de Thomas Landon Thorson. 3° ed. México: FCE,
1994.
31
lugar común. En primer lugar, convirtió en ley histórica la tendencia de los gobiernos no mixtos a
degenerar, pero su ciclo está formado en la experiencia griega y no encaja en absoluto en el desarrollo
de la constitución romana. En segundo término, su gobierno mixto no es, como el de Aristóteles, un
equilibrio de clases sociales, sino de poderes políticos.
1.6.3 El Imperio.
La opinión pública estaba preparada para aceptar una autoridad personal y fuerte que terminara con
los disturbios y las guerras civiles.
El senado apresuro por lo tanto, a devolverle parte de sus poderes, especialmente la dictadura
suprema del ejército y al gobierno todas las provincias fronterizas. Al mismo tiempo en señal de
gratitud por el gesto republicano del ex triunviro, le otorgo el nuevo título de augusto, que significa
majestuoso o venerable. Dueño absoluto de roma, Octavio añadió el titulo de augustos (27 a.C.) a los
princeps y pontifex maximus, y más tarde tuvo un imperium maius sobre las provincias, consolidando
su poder personal, la república se extinguía para dar paso al imperio romano Octavio augusto pacifico
el mundo mediterráneo reorganizando el estado y las sociedad, reformo las costumbres y realizo en
Roma grandes obras de interés público o de embellecimiento. Al morir dejo un imperio
económicamente prospero y con un poder militar hasta entonces desconocido le sucedieron 4
emperadores de su misma familia.: la dinastía Julia-Claudia : tiberio(14-37 d.C.),Calígula(37-
41),Claudio(41-54),nerón(54-68), este fue un déspota sanguinario que incendio Roma y se suicido
después de haber dado muerte a su madre, sucedieron entonces 4 emperadores proclamados por el
ejército, el último de los cuales Vespasiano(69-79), fundó la dinastía Flavia en la que le sucedieron:
tito(79-81),Domiciano(81-96), Nerva (96-98) así entre estos marco Aurelio (161-180)el emperador
filosofo de origen hispano.28
1.6.3.1 Seneca.
Llamado Séneca el Joven (4 a. C. – 65 d.C.). No puede comprenderse la actitud de Séneca
desconociendo las más destacadas características del pueblo romano: sentido práctico, espíritu de
grandeza y frenética actividad. No se movía en el mundo de los principios e ideologías, si no en el de
la eficacia inmediata. En esta sociedad no es de extrañar que surgieran gobernantes al estilo de Calígula
o un nerón y en sentido distinto de un Séneca. Joven ambicioso llega a Roma con ganas de conquistar
la capital del mundo en aquella época. Con tenacidad y astucia va consiguiendo su propósito, dejando
siempre bien sentados que una cosa eran sus principios intachables y otra la norma de conducta que
debía seguirse ante cada circunstancia y situación concreta.
Si era preciso cerrar los ojos ante un crimen o disimular ante una situación injusta, se
tranquilizaba pensando que de nada serviría un enfrentamiento decidido frente a quienes ostentaban el
CAPITULO II
2. La Edad Media Y El Renacimiento.
2.1 Contexto Histórico Y Social.
Estas 2 etapas inician con varios hechos importantes.
La Edad Media inicia con la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 cuando gobernaba
Rómulo Augústulo y, la supervivencia del Imperio Bizantino; hasta la caída de Constantinopla en el
año 1453 y de su rey Constantino XI. Algunos historiadores colocan el término de la Edad Media con
la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492. Y se dividió socialmente por clases: el clero, la
nobleza y el pueblo.
El Renacimiento comienza en Italia en el siglo XIV, luego del terrible oscurantismo que se vivió
durante la Edad Media. Fue una revolución de ideas en diferentes ámbitos socio-culturales.
29 idem.
33
Se caracterizaron estos períodos por estar muy relacionados y apegados a las ideas religiosas del
catolicismo.
Los nuevos asentamientos y los reinos surgidos con ellos traídos comenzaron a fijar los contornos
territoriales y humanos en los que se iban a desarrollar los sistemas económicos y sociales más propios
del medievo, sus principales rasgos: La expansión del cristianismo, desde su reconocimiento como
religión oficial del imperio y de los elementos germanos traídos con las invasiones.
Los nuevos reinos surgidos fueron la expresión del poder personal de jefes prestigiosos sobre las tribus
bárbaras y los romanos sometidos.
El reino se vincula a la posesión efectiva del poder y este se ejerce en beneficio de quien lo
detenta y de su círculo de allegados.
Desaparece también durante varios siglos la idea de un poder público centralizado, aparecerá
posteriormente.
Esta época tiene como rasgo importante la unidad de los saberes, donde se amalgama filosofía,
teología, moral y derecho, pero era difícil distinguirlos unos de otros.
Comprende un espacio de mil años que conoce mutaciones en todos los órdenes de la acción
y el pensamiento y aunque eran profundas, no son perceptibles tan fácilmente, ni han dejado
huella escrita sino en periodos de cierta amplitud.
El pensamiento medieval ha sido elaborado y permanece dentro un clima, en gran medida ajeno.
En esta época el clero es culto, detenta casi en exclusiva los medios del saber y dispone de los
conocimientos que permiten abordar las cuestiones de modo teórico y pensar por escrito. El interés
primordial de estos autores eclesiásticos es didáctico y catequético; las cuestiones políticas no han sido
tratadas de modo directo y menos a un sistemático, hasta bien entrada la edad media se desarrollan, a
partir de la reforma gregoriana, fomentada por el auge de la universidades, y reciben un impulso
decisivo con el descubrimiento del derecho romano y las obras de Aristóteles.
34
a las que se les han denominado descendente y ascendente; los cuales pervive la convicción de que
todo poder tiene un origen y un carácter divinos y que como tal debe ser ejercido por los príncipes y
acatado por los súbditos. Al mismo tiempo el pensamiento medieval oscila entre una concepción del
poder civil como fruto del pecado y remedio para el desorden introducido por el en la vida social, o
como exigencia de la propia naturaleza del hombre, independientemente de toda caída original.
La Edad Media nos ha transmitido sus ideas en fuentes de diversa índole y de valor desigual,
como edictos imperiales y diplomas regios, capitulares y actas conciliares, códigos y rituales, la propia
correspondencia de algunas personalidades y, sobre todo, algunos tratados y opúsculos. Casi todos
han sido escritos en un latín peculiar, alejado del clásico y de contornos poco precisos durante los
primeros siglos medievales o de un rigor árido y técnico a partir de la escolástica, por lo que su correcta
comprensión exige un amplio conocimiento del contexto histórico e ideológico en que aparecen los
escritos.
En cuanto al años en que termina el Medioevo hay 2 corrientes: Una, la más acertada, establece
que esta finaliza en el año 1453 d.C. ,argumentando como razón suficiente que es ese año cae
Constantinopla, cuando la ultima raza de Bárbaros (los turcos), acaban con este imperio.
En cambio la otra corriente nos dice que la Edad Media termina en 1492 con el descubrimiento
de América, pero jurídicamente esta fecha no tiene mayor relevancia.
Con la caída del imperio hay una disgregación de la estructura estatal mantenida durante este,
en la Edad Media se produce cierto relajamiento o desunión de los lazos políticos entre los pueblos
que lo formaban.
También hay una perdida leve del poder hegemónico que unía las naciones que formaban el
imperio.
Los elementos que influyeron en la disgregación del poder supremo imperial romano son:
Otra peculiaridad durante el Medioevo es que la autoridad religiosa pasaba la frontera espiritual y
tomaba también protagonismo político. El individuo se encontraba ante la interrogante de obedecer al
imperio o a la iglesia.
35
La política experimentó una privatización en la medida que la pluralidad de poderes sociales y
territoriales invadían el sistema de organización política del Imperio. De esta forma cada poder exigía
su posición de supremo dentro de su ámbito.
La mayoría de poderes particulares, corno los señores feudales, jerarquías eclesiásticas, villas,
Burgos y reinos, asumieron la hegemonía de la población sobre la cual tenían poder material. Como
producto de esto resulto una gran pluralidad de normas jurídicas y de instancias jurisdiccionales. La
relación obligatoria política entre gobernantes y gobernados se confundió con las relaciones
económicas privadas.
El poder político en el Medioevo es entendido como propiedad privada, de esta forma los que
manejaban el poder de un país lo hacían política y económicamente. Esto se ve representado en el
feudalismo donde los feudatarios estaban sobre el rey.
Las invasiones germánicas fueron de larga duración y de gran complejidad, a finales del siglo V la
implantación de los pueblos barbaros en occidente estaba prácticamente consumada.
Los germanos ofrecían un conjunto de grupos de tamaño variable, que asociados a veces en
confederaciones, en torno a un jefe militar de prestigio, pero no conocían la existencia de un estado o
grandes estados fuertes y ni siquiera entraba entre sus categorías la misma idea de estado. El mundo
Germánico estaba fundado económicamente sobre el régimen agrario, socialmente sobre la división
de clases y jurídicamente en la protección y la responsabilidad entre iguales; que existía un orden
superior que obligaba tanto a la fidelidad como a resistir a la injusticia.
El rey era el protector del conjunto del pueblo, al que debería asegurar defensa y victoria frente
a los enemigos interiores y exteriores. Su capacidad para la protección dependía de una adecuada
propiedad territorial y de un número suficiente de hombres sometidos y obligados a ofrecerle auxilio.
Era un jefe militar y un conductor de tropas y su prestigio se basaba en la capacidad personal para la
guerra y la victoria, que se consideraba don divino. La soberanía sin embargo, residía en la estirpe o
grupo, representada por la asamblea de sus miembros y de la que el monarca era mera personificación
que encarnaba sus valores.
36
Tras el asentamiento el rey sigue conservando su carácter militar, pero adquiere nuevos
poderes personales y cierta soberanía. Su doble dimensión, el vínculo de sangre y la capacidad para la
guerra y la victoria, hicieron que la monarquía pudiera ser hereditaria o electiva, con la designación de
un jefe de prestigio perteneciente a una familia generalmente considerada regia. La antigua nobleza
adquirió mayor poder, junto a otros jefes o guerreros prestigiosos y al círculo mas estrecho de
familiares del rey. 30
El poder papal.
Durante la Alta Edad Media la Iglesia católica, organizada en una estructurada jerarquía con el papa
como cúspide, constituyó la más sofisticada institución de gobierno en Europa occidental. El Papado
no sólo ejerció un control directo sobre el dominio de las tierras del centro y norte de Italia sino que
además lo tuvo sobre toda Europa gracias a la diplomacia y al extenso sistema de tribunales
eclesiásticos.
Así mismo las órdenes monásticas crecieron y prosperaron participando de lleno en la vida
secular. Los monasterios benedictinos se imbricaron en la red de alianzas feudales. Los miembros de
las nuevas órdenes monásticas, como los cistercienses, desecaron zonas pantanosas y limpiaron
bosques; otras, como los franciscanos, entregados a la pobreza, pronto empezaron a participar en la
vida urbana. La Iglesia ya no se veía más como una ciudad espiritual en el exilio terrenal, sino como
el centro de la existencia. La espiritualidad altomedieval adoptó un carácter individual, centrada
ritualmente en el sacramento de la eucaristía y en la identificación subjetiva y emocional del creyente
con el sufrimiento humano de Cristo. La creciente importancia del culto a la Virgen María, actitud
desconocida en la Iglesia hasta este momento, tenía el mismo carácter emotivo.
Aspectos intelectuales.
Innovaciones artísticas.
30 Sánchez Vázquez Sara, Sociología: apuntes y ejercicios .Grupo Cultural Argón. 1ra edición 2003.Pagina 40.
37
Se produjeron innovaciones en el campo de las artes creativas. La escritura dejó de ser una actividad
exclusiva del clero y el resultado fue el florecimiento de una nueva literatura, tanto en latín como, por
primera vez, en lenguas vernáculas. Estos nuevos textos estaban destinadas a un público letrado que
poseía educación y tiempo libre para leer. La lírica amorosa, el romance cortesano y la nueva
modalidad de textos históricos expresaban la nueva complejidad de la vida y el compromiso con el
mundo secular.
Durante el siglo XIII se sintetizaron los logros del siglo anterior. La Iglesia se convirtió en la gran
institución europea, las relaciones comerciales integraron a Europa debido especialmente a las
actividades de los banqueros y comerciantes italianos, que extendieron sus actividades por Francia,
Inglaterra, Países Bajos y el norte de África, así como por las tierras imperiales germanas. Los viajes,
bien por razones de estudio o por motivo de una peregrinación fueron más habituales y cómodos.
También fue el siglo de las Cruzadas; estas guerras, iniciadas a finales del siglo XI, fueron
predicadas por el Papado para liberar los Santos Lugares cristianos en el Oriente Próximo que estaban
en manos de los musulmanes. Concebidas según el Derecho canónico como peregrinaciones militares,
los llamamientos no establecían distinciones sociales ni profesionales. Estas expediciones
internacionales fueron un ejemplo más de la unidad europea centrada en la Iglesia, aunque también
influyó el interés de dominar las rutas comerciales de Oriente.
Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los vándalos de Genérico
sometieron la ciudad durante la invasión de la provincia romana de África. Su cuerpo, en fecha incierta,
fue trasladado a Cerdeña y, hacia el 725, a Pavía, a la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro, donde reposa
hoy.
Obispo de Hipona. No cultivo una ciencia política separada de la teología, pero si expuso pensamientos
de gran interés para la interpretación filosófica y teológica de los fenómenos políticos. Vivió en una
época muy agitada en la que agonizaba el mundo pagano y se iniciaba el nuevo orden cristiano.
Su doctrina política, adopta la idea Griega del Estado-Ciudad, pero complementada con las
doctrinas de Cicerón y de la teología Cristiana. Sigue la distinción estoica del Derecho Natural
Primario y Secundario. El derecho Natural primario es traspuesto al plano teológico y referido al estado
38
de justicia original. Allí los primeros principios de la moralidad y el Derecho son perfectamente claros.
31
En cambio el derecho natural secundario, con la fuerza coercitiva del Derecho, la Servidumbre
y la esclavitud, pertenecen al estado teológico de naturaleza caída.
El Estado, como tal, es de origen divino, pero la necesidad del poder coactivo si es en
consecuencia del pecado original. La justicia no es una creación del poder civil, sino un resultado de
la potestad eclesiástica. En esto difiere de Cicerón que considera al estado como realización de la
justicia. Un estado justo, para San Agustín, tiene que ser un estado en el que se enseñe la creencia de
la verdadera religión.
Para él la sociedad humana está entre dos mundos, el terrenal y que todo lo que se haga aquí,
solo es una preparación para llegar, por medio de una sociedad cristiana, al reino de los cielos; esta
idea prevaleció durante toda la edad Media.
San Agustín toma en cuenta la realidad de los hombres corrompidos por el pecado, y por ello
trata de hallar el tipo de instituciones que reduzcan al mínimo los efectos de tales tendencias y que
permitan realizar la justicia en una mayor medida. La sociedad es fundamental, porque permite que
los hombres puedan ayudarse unos a otros a soportar las penas de este mundo.
Estas dos ciudades celestes tienen su contrapunto en la Tierra, donde también pueden distinguirse
dos ciudades homónimas: la ciudad de Dios (integrada por quienes siguen los principios del
cristianismo y practican la caridad y el amor a Dios, siguiendo el ejemplo bíblico de Abel) y la ciudad
del mal (formada por quienes sólo viven para obtener placer y felicidad egoísta y siguen el ejemplo
violento de Caín). Las dos ciudades que se encuentran en la Tierra, a imagen de las ciudades celestiales,
deberán pasar una prueba decisiva: el Juicio Final que tendrá lugar al final de los tiempos, cuando se
establezca la verdad definitiva y triunfe el cristianismo. Es importante advertir que, más allá de la
estructura narrativa de la obra (escrita en un estilo llamativo por su sinceridad y su belleza), San
Agustín tuvo muy en cuenta las disputas teológicas de su tiempo y criticó las posturas de determinados
filósofos, en especial las mantenidas por seguidores del maniqueísmo. Todo el libro se encuentra lleno
de referencias a la Biblia y se inspira, especialmente, en el Evangelio según san Juan, en los distintos
escritos de san Pablo, así como en las aportaciones de los apologistas cristianos Orígenes y Tertuliano.
El hombre pertenece a dos ciudades: la ciudad de Dios y la ciudad terrenal. La distinción entre ellas es
la diferencia entre la virtud y el vicio. La ciudad de Dios es la comunidad de los seguidores de Cristo,
31 Toledo García, José A. Pensamiento Político. Desde la Antigüedad hasta la Modernidad. Tomo I. Primera edición. Editorial Félix
Valera. La Habana, Cuba. 2008. 1670 páginas. P. 345
39
de los adoradores del verdadero Dios. Ahí está la verdadera justicia. Una ciudad celestial no una ciudad
ideal como la platónica que, a juicio de San Agustín sólo existe en las palabras. En contraste con la
ciudad de Dios, la Ciudad terrena está guiada por el amor propio y vive según los impulsos de la
carne.32
Dos ciudades han sido formadas por dos amores: la terrena por el amor a uno mismo incluso
hasta el desprecio de Dios; la celestial por el amor a Dios, incluso hasta el desprecio de uno mismo.
La primera, en una palabra, se glorifica en sí misma, la segunda se glorifica en el Señor. Decíamos
hace un momento que la batalla entre las dos ciudades sólo quedará resuelta en el momento del juicio
final. Así, como advierte Sheldon Wolin, la idea unitaria y armónica del universo agustiniano apunta
hacia el fin del tiempo.
Con setenta y dos, cansado y deseoso de poner orden a toda su obra, como hizo Valerio, delega
en el sacerdote Heraclio y se dedica a escribir Retractaciones, un catálogo razonado y crítico de sus
obras anteriores, en el cual revisa y corrige algunos de sus textos y antiguas ideas. El obispo Agustín
tuvo mucha repercusión en Europa, la metrópolis de Cartago comerciaba con Europa y sus obras
recorrieron todo el Imperio. Su obra gustaba, como todavía lo hace ahora, no sólo por su contenido
espiritual, sino también por su rico lenguaje y su dominio de la retórica.
La primera es la communio sacramentorum, en la que bajo la guía de los obispos, de los concilios, y
de la Sedes Petri, están unidos los buenos y malos, sin que la santidad de los primeros se vea
contaminada por los segundos, aunque los sacramentos por su naturaleza cristológica son válidos (pero
no fructuosos) fuera de la verdadera Iglesia. La segunda es la communio iustorum, presente ya antes
de Cristo, pero no sin Cristo, en tensión a la escatología. La tercera es la communio praedestinatorum,
constituida por los que componen el reino de Dios glorioso, pero "ya en el presente la Iglesia es el
reino de Dios y el reino de los cielos".
En diferentes escritos muestra también, San Agustín dice que podemos hablar de Dios con
nuestro lenguaje humano porque Él es el que ha creado todas las cosas, pero sobre todo porque ha
creado al hombre a su imagen y semejanza. Nuestro lenguaje es apto, por tanto, para hablar de lo
divino (las ideas no tienen subsistencia en sí mismos sino en Dios), aunque no es posible hablar de
Dios de manera plenamente adecuada, porque es inefable.
32San Agustín, La Ciudad de Dios, XIX, 25; Obras de San Agustín, volumen XV (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1978), p.
675.
40
De la misma manera gracias a las enseñanzas de su maestro San Ambrosio de Milán, fue que
escribió todos estos escritos. Ya que San Ambrosio decía “que gobierno tirano se debe de obedecer al
tirano, ya que había la necesidad de obedecer, ya que los representantes de la Tierra son jefes gracias
a Dios.” Igualmente llegaba a pensar su maestro San Ambrosio que los representantes de la Tierra
pueden llegar a tener 3 orígenes: de nacimiento, elegidos por el pueblo, o elegidos por Dios.”
Tiene como lenguas transmisoras: latín, griego, árabe y hebreo. En este período las monarquías fueron
consolidándose frente al feudalismo decadente. La peste negra en Europa alcanzo su punto álgido en
1348 se había iniciado 10 años antes en el centro de Asia y a mediados del siglo XVI.
Esta etapa medieval comprende entre los siglos XII y XV. Es el periodo de la plenitud de la
Edad Media. Entra en crisis a partir de siglo XIV.
En 1259 se trasladó a Italia, donde permaneció hasta 1268, con el encargo de enseñar teología
en la Corte pontificia. Residió en varias comunidades Italianas.
Uno de los más importantes filósofos cristianos de todos los tiempos. Su obra más importante
es la suma teológica.33
La obra está dividida en tres partes, de las cuales la segunda se subdivide en dos secciones:
I: Primera parte (Prima): Dios uno; Dios trino; la creación; los ángeles; el hombre y el cosmos,
la providencia (119 cuestiones)
I-II Segunda parte, primera sección (Prima secundae): El acto humano. Pasión, hábito, virtud,
pecado. La ley antigua, la ley nueva, la gracia, el mérito. (114 cuestiones)
II-II Segunda parte, segunda sección (Secunda secundae): Virtudes teologales: fe, esperanza,
caridad. Virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza, templanza. Carismas. Estados.(189
cuestiones)
III. Tercera parte (Tertia): Cristo: Encarnación, vida y pasión. Sacramentos: Bautismo.
Confirmación. Eucaristía. Penitencia (90 cuestiones; inconclusa)
33 Toledo García, José A. Pensamiento Político. Desde la Antigüedad hasta la Modernidad. Tomo I. Primera edición. Editorial Félix
Valera. La Habana, Cuba. 2008. 1670 páginas. P.363.
41
Suplemento de la Tercera parte (Supplementum tertiae) (Completada por discípulos, sobre la
base de escritos juveniles): Sacramentos del orden, matrimonio y extremaunción. El juicio
final. Novísimos.
Su pensamiento era base en su fe, aunque el siempre tomaba punto de partida en los grandes
filósofos y teología de la historia anterior a él, hacia sus comparaciones entre su pensamiento propio y
el de Platón, Dionisio, Aristóteles, Hipona, Avicena y Alberto magno.
Es patrono católico de todos los centros de educación del mundo, declarado el 4 de agosto de 1880 por
el papa León XIII.
De las cruzadas de este período se puede destacar un gran acontecimiento el cual marco una
forma de vida a lo en aquel entonces aún desconocido.
Las cruzadas trajeron consigo muchas riquezas ya que estas expediciones militares llevarían a
cabo riquezas comerciales entre Europa, Asia y el norte de África por que más allá de evangelizar
nuevas tierras se abrió un camino a prosperar, abrió paso al comercio, manufactura a la industria
artesanal y a las sociedades urbanas.
Todo esto les resto fuerza a los señores feudales ya que la sociedad haría trato directamente
con los reyes y así estos lograrían recuperar poder restado.
42
Pero con todas estas riquezas en los barcos de los ejércitos llegaron ratas con pulgas que
resultaría de esto la peste negra.
Es de aquí que nace la burguesía, y ayudo a la iglesia a construir las grandes iglesias, catedrales
románicas y góticas.
Todo esto da refuerzo a las universidades conformadas por varios discípulos que son sabios
intelectuales de aquella época y forjan hombres que son instrumento de poder para la política,
dirigentes y funcionarios públicos.
Estos burgos forman sindicatos “gremios” cada calle tenía una especialidad.
Es así como los burgos “comerciantes de aquella época” por sus riquezas adquieren un poderío
independiente que hasta los monarcas se ven endeudados con estos y es así que nace la nueva época
“El Renacimiento” con la caída del ejercito bizantino o de Constantinopla. Caída del Reino de Oriente.
En el campo comercial se impusieron criterios muy severos pues la actividad de los mercaderes
se consideraba como una actividad vergonzosa e ilícita. La usura fue considerada como un robo. El
valor fundamental de este periodo radicaba en la salvación del alma, objetivo que se desprendía del
principio de que el hombre fue puesto en la Tierra durante un periodo en el que su primer afán debería
ser prepararse para la Eternidad.
En esta época se nota el mando que tenía la iglesia sobre las ciudades, es decir que la iglesia
era una polis que manejaba todo el poder como lo era en la parte política, económica; sobre ella giraba
lo que se debía o no hacer con respecto a una decisión ya sea política, económica, etc., según su
conveniencia o creencias (máxima autoridad).
Para la iglesia era muy importante que el hombre desconociera muchos conocimientos que
filósofos anteriormente escribieron, porque ello generaba que el hombre mismo descubriera formas
diferentes de pensar y con esto se enfrentaran a que su poder perdiera credibilidad.
La iglesia solo impartía el conocimiento a personas que compartieran sus ideales o que
estuvieran más cerca a ellos; la gente pobre eran tratados como deshechos que no pensaban ni
razonaban, para la iglesia solo eran seres vivientes los cuales se les tenía en cuenta para lavar o expiar
un poco sus culpas.
43
Durante esta época las mujeres eran signo de maldad, de impureza e iban en todo su aspecto
contra la moral e ideales de la Santa Iglesia, es por ello que no se tenían en cuenta para formar de sus
abadías o congregaciones.
Marsilio de Padua procedente de las Facultades de Artes de Padua y París vivió las luchas del
papado para recuperar su hegemonía frente al Imperio (Bonifacio VIII frente a Felipe el Hermoso y
Juan XII frente a Luis de Baviera). El emperador busco ayuda y Marsilio, por su estudio en teología.
Para eso compuso, el “Defensor Pacis” en París hacia 1326, para Luis de Baviera.
En esos momentos, pese a la firmeza de los sistemas que establecían la soberanía de los papas
frente a los príncipes, los cambios sociales: auge de las ciudades, intensificación de las relaciones
comerciales, complejidad de los procesos judiciales, amplían el ámbito de los asuntos temporales, en
los que se basan los poderes civiles para afirmar su autoridad.
Con ello los diferentes reyes reclaman una autoridad semejante a la del emperador. Así
comienza a reclamarse, apoyándose en la filosofía aristotélica, como es el caso de Juan de París, la
soberanía del poder de los reyes en lo temporal y la consideración de las sociedades políticas como
sociedades perfectas y autónomas que no necesitan de ninguna tutela superior.
Igualmente en el Defensor de la Paz, crea una nueva doctrina: el Conciliarismo. Esta doctrina
considera al concilio universal como la suprema autoridad de la Iglesia, elevándolo (condicionalmente
o por principio) por encima del papado.
Marsilio de Padua será quien lleve al extremo esta crítica a la autoridad espiritual como
inaceptable los asuntos temporales. Para Marsilio, teniendo presente como telón de fondo la disputa
entre Juan XII y Luis de Baviera, afirma que ésta carece de sentido, ya que cualquier poder que la
Iglesia quiera otorgarse no es más que una mera usurpación y el gobierno de las cuestiones seculares
es solo competencia de los soberanos temporales. Crítica clara de la plenitudo potestatis pontificia
como detentación de poder arrebatado a las autoridades civiles.
En el Defensor pacis (1324), atacó al papado como institución; negó en principio la estructura
jerárquica de la Iglesia, atribuyó todo el poder al pueblo cristiano y vio en el concilio universal, en
cuanto representación de toda la Iglesia, la instancia suprema; el papa era para él únicamente órgano
ejecutivo, que debía dar cuenta y prestar obediencia al concilio y podía ser depuesto en todo momento.
En el Defensor de la Paz dice: "Cristo mismo no vino al mundo a dominar a los hombres, ni a
juzgarlos con el juicio según la tercera significación, ni a gobernar temporalmente, sino más bien a
someterse dentro del estado del presente siglo; más aún, de tal juicio o gobierno en ese mismo sentido
44
se excluyó a sí mismo y a sus apóstoles y discípulos suyos; y consiguientemente a los sucesores de los
mismos, obispos o presbíteros, los excluyó con su ejemplo y con su palabra de consejo y de precepto
de todo principado o gobierno terreno semejante".
"Ni el obispo romano llamado Papa, ni ningún otro cualquier presbítero, obispo o ministro
espiritual, individual o colectivamente, en cuanto tales, ni tomados en grupo como colegio, tiene ni
debe tener jurisdicción alguna real o personal coactiva sobre cualquier presbítero, obispo o diácono o
sobre su colegio; y que mucho menos el mismo o alguno de ellos colegialmente o individualmente
tiene tal jurisdicción sobre cualquier príncipe o principado, comunidad, colegio o persona particular
seglar, de cualquier condición que fuere, a no ser que en último término esa tal jurisdicción le hubiere
sido concedida por el legislador humano en determinada provincia a un presbítero, o a algún obispo o
a su colegio".
Por tanto la finalidad de la Iglesia es puramente sacerdotal y debe estar alejada del poder. La
iglesia debe dedicarse a la enseñanza de lo que hay que creer y hacer para conseguir la salvación, según
el Evangelio.
Igualmente en el Defensor dice que el Estado es un ser vivo y, si un hombre no hace pacto
pierde salud.
Igualmente, comienza a hablar sobre el poder de Dios. Diciendo que el poder viene de Dios,
depende de la voluntad divina y fue Dios quién estableció una división de competencias por un lado
los gobernantes y por otro los sacerdotes.
"Pues este modo o acción y su causa inmediata, por la que fue ya creada la parte gobernante y
las otras partes de la ciudad, principalmente el sacerdocio, fue la voluntad divina mandándolo por el
oráculo determinado de alguna singular criatura, o acaso por sí misma inmediatamente; del cual modo
instituyó el gobierno del pueblo israelítico en la persona de Moisés y de algunos otros jueces después
de él y el sacerdocio en la persona de Aarón y de sus sucesores".
Pese a todo, esto no quiere decir que el poder civil esté sometido a lo religioso, si no que la
sociedad es algo que ha surgido naturalmente, el Estado ha sido creado por la utilidad que tiene para
sus miembros y la soberanía reside en el pueblo. Aunque no podemos identificar a Marsilio con las
tesis contractualistas modernas, si podemos decir que su pensamiento abrió el paso a tales ideas.
Marsilio de Padua concibe al pueblo como una corporatio. O sea, como una persona ficticia,
compuesta de partes. La división del pueblo en partes se entiende de dos modos. En general, son partes
de la corporación denominada “pueblo” todos los varones libres, habilitados como ciudadanos; o sea,
dotados de derechos políticos para participar en las decisiones e instituciones públicas. 34
34Se reproduce la definición de ciudadano que cita Jeannine Quillet, Introducción de Marsilio de Padua, Le Défenseur de la Paix
(París: VRIN, 1968), p. 112: qui participat principatu judicarivo et constitutivo secundum goberino autarkeiam, id est per se
sufficierntiam.
45
2.2.2.2.3 El concepto de Derecho.
Marsilio define a la ley, como la ciencia de lo justo y civilmente útil y su supuesto, acompañada de un
precepto coactivo que obliga a su cumplimiento. En la Edad Media se consideraba que el carácter
coactivo de la ley era un requisito fundamental, pese a que siempre se había asumido su carácter
auxiliar y se subrayara la importancia primordial de la ley concebida como ordenamiento pro-
pendiente a lo justo. Marsilio, en cambio, puso de relieve la particular importancia que revestía es
carácter de la ley, empero no negó la dificultad que suponía tener que establecer el peso de lo coactivo
en el marco de su concepción de la misma.
Para Marsilio de Padua, la ciudad o civitas se instituye a partir de la experiencia. Por medio
de la razón el hombre llegaría a comprender que, para evitar su propia destrucción y alcanzar la
autosuficiencia, resulta imprescindible una vida social ordenada y en paz. En definitiva, no es difícil
observar aquí las resonancias naturalistas de la argumentación aristotélica, claramente disociadas de
la herencia medieval, y expuestas en una síntesis original. En este orden de cosas, por ejemplo, aun
cuando Marsilio de Padua comparte inicialmente de la cuádruple clasificación tomista de la ley, su
discurso tiende a desarrollarse acentuando el contraste entre las leyes divina y humana por encima de
toda otra consideración. 35
La ley divina, de aplicación exclusiva tras la muerte, no se confunde, sin embargo, con la ley
humana, practicada en la vida terrenal. Polarizando la argumentación trascendente del pensamiento
político medieval, lo que, en rigor, termina haciendo Marsilio de Padua es abrir el discurso a la
posibilidad de la inversión laica, esto es, reorientar el argumento hacia la imposibilidad de la injerencia
de la Iglesia en los asuntos terrenales. De esta guisa, su argumento se cierra disociando la ley humana
de la ley divina y afirmando con ello la autonomía del legislador.
2.3 El Renacimiento.
2.3.1 Contexto Histórico y Social.
Es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental, en los siglos
XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo
una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y
desarrollo de este movimiento.
Empieza la individualidad del hombre porque él es el centro del universo. Deja de ser parte
del rebaño y se convierte en algo creador, en lo más importante.
Movimiento cultural que recupera el mundo clásico, el cual será patrón de los humanistas y
no tanto de los artistas. Los hombres de letras tenían la antigüedad clásica como punto de
referencia y apoyo moral para su modo de pensar y escribir. Los artistas añadieron además la
autoridad de la naturaleza y los apoyos de la ciencia.
35Marsilio de Padua, El Defensor de la Paz (Madrid: Editorial Tecnos S.A., 1989), I, XIX. De aquí en delante identificaremos esta obra
con las letras D.P.
46
El Renacimiento es pues una vuelta a la naturaleza, la cual significa en arte renovación, búsqueda
de nuevas técnicas para plasmar con mayor fidelidad la realidad, para crear la belleza en una obra de
arte divina por ser eterna y bella por ser natural. Y la negación de todo lo anterior es parte de la rebeldía
innata que lleva todo movimiento de vanguardia y que ayuda a sentirse distinto y original. Sólo que
ahora, su rápida propagación por Italia y por Europa entera demuestra que la situación general estaba
bastante madura para el cambio y las fórmulas de los florentinos interpretaban este cambio en lo
fundamental.
La obra de arte va a ser importante en sí misma y no como símbolo ni apoyatura física de ninguna
idea. La obra de arte persigue la belleza formal estética física, lo más veraz posible y lo más parecido
a la realidad.
En Italia, nace también la clientela gracias a que la economía se vuelve autónoma, los banqueros
y comerciantes logran impulsar el comercio a un nivel nacional e internacional. Este movimiento no
estaba controlado por el Estado, sino por bases familiares, lo que volvió a la iniciativa del linaje y de
las clases sociales, muchas veces se trataba de aristócratas que no pertenecían a la nobleza, pero tanto
lo buscaban, y aun así eran reconocidos como personajes prestigiados.
2.3.2 Maquiavelo.
Niccolò Machiavelli fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor italiano. En
1513 publicó su tratado de doctrina política titulado El Príncipe.
Su vida podría ser dividida en tres periodos; cada uno de ellos representa en sí mismo la
historia de Florencia. Su juventud coincidió con la grandeza de Florencia como potencia italiana, bajo
el mandato de Lorenzo de Médici, El Magnífico.
El secularismo de Maquiavelo va más allá del de Marsilio y está libre de todos los argumentos
sofísticos impuestos por la doble verdad.
Maquiavelo cree en el poder por encima de las formas que éste adopte, sea monárquico o
republicano; lo que importa es que mantenga sujetos los intereses individuales y que unifique la
convivencia, de la cual dependerán la grandeza, el desarrollo económico y el bienestar de los pueblos.
Su objetivo, según sus propias palabras, es poner a disposición de otros su experiencia política,
base sobre la cual deberá actuar un gobernante. Al hacer esto se apartaba del camino tradicional
escolástico que consideraba la vida política desde el punto de vista filosófico o teológico, como lo
había hecho Santo Tomás en su Tratado de los príncipes, cuyas reflexiones se dirigían a esclarecer
cuestiones tales como la esencia del gobierno, su justificación religiosa y moral, la relación del poder
civil con el eclesiástico y la ley divina.
Maquiavelo analiza los factores que intervienen en un hecho político y las variantes que
pueden tener; yendo de caso en caso va señalando cuales son las fuerzas a las que se enfrenta el
gobernante y la forma en que debe actuar para lograr sus propósitos. Lo importante en él es pasar de
los hechos a una auténtica reflexión del poder.
|A lo largo del Príncipe, se evidencia que la palabra Estado es utilizada en su antiguo sentido
latino statum que deviene del verbo estare y cuyo significado se reduce a situación o condición.
Y efectivamente el objeto de dicho libro es compilar toda una serie de normas políticas,
organizadas conforme a una lógica que permitiere al monarca mantener la situación que hasta entonces
había caracterizado al poder; para aumentarlo a efecto de reafirmar su soberanía y presencia en su
nación, sin necesidad de modificar las condiciones del régimen de gobierno.
37Maquiavelo, Nicolás. El Príncipe. Ediciones Leyenda. 2006. Nezahualcóyotl. México. Primera edición.112 páginas. P. 21. ISBN:
9685146160.
38 Burckhardt, Jacob. “La Cultura del Renacimiento en Italia”. Segunda edición. 174 páginas. P. 139.
48
Maquiavelo no se ocupa de definir lo que debe considerarse como Estado, sin embargo, es el
primero en usar el término para referirse a las organizaciones políticas de la Baja Edad Media, cuyo
poder era ejercido en parte por los reyes y príncipes y otra facción por los grandes terratenientes. Los
pensadores ilustrados se ocuparon posteriormente en precisar el fenómeno que ya Maquiavelo había
vislumbrado y que llamo Estado.
CAPITULO III
3. La Época Moderna
3.1 Contexto Histórico y Social
Históricamente se conoce como una de las etapas en la que se divide tradicionalmente la historia,
extendiéndose desde la toma de Constantinopla por los turcos en el año 1453 hasta el inicio de la
Revolución Francesa en el año 1789. Otros historiadores fijan como fecha de inicio el descubrimiento
de América en1492, o el inicio de la Reforma Protestante en 1517.
Conforme transcurrían los años, las ciudades fueron creciendo, y es así como durante el
período medieval, ya en el siglo XV, Europa presentaba un gran desarrollo urbano.
49
Obviamente el desarrollo comercial del Mediterráneo y el crecimiento de la actividad
industrial fueron aprovechados por la burguesía, la clase social que estaba creciendo junto con las
ciudades.
Leviatán
El Leviatán parte del estudio del origen de la sociedad cuyo comienzo está en la transferencia de los
derechos individuales a un poder absoluto. Un poder que elimina el peligro de una guerra de todos
contra todos que se deriva de la condición libre del hombre en el estado de la naturaleza. Hobbes piensa
que en el estado natural cada uno tiene derecho a todo lo que hay pero debido a la escasez se originan
conflictos. Esta necesidad humana para la supervivencia, “el hombre actúa para preservar su vida”, el
miedo a la muerte y la esperanza de la paz (XIII), llevan al hombre a pactar con los demás el
50
establecimiento de una autoridad que sea capaz de implantar una paz interna. Una autoridad soberana
que debe poseer un poder absoluto.
Locke fue uno de los grandes ideólogos de las elites protestantes inglesas que, agrupadas en
torno a los whigs, llegaron a controlar el Estado en virtud de aquella revolución; y, en consecuencia,
su pensamiento ha ejercido una influencia decisiva sobre la constitución política del Reino Unido hasta
la actualidad. Defendió la tolerancia religiosa hacia todas las sectas protestantes e incluso a las
religiones no cristianas; pero el carácter interesado y parcial de su liberalismo quedó de manifiesto al
excluir del derecho a la tolerancia tanto a los ateos como a los católicos (siendo el enfrentamiento de
estos últimos con los protestantes la clave de los conflictos religiosos que venían desangrando a las
islas Británicas y a Europa entera).
Derechos naturales
Locke acuerdo una importancia específicamente al derecho de la propiedad. En efecto Locke cree que
la tierra puede ser considerada la propiedad de las personas en común el uso para su supervivencia y
beneficio que sea ya por la razón natural o religiosa. Se plantea una pregunta clave: si la tierra y todo
en él es la propiedad común de la humanidad ¿Cómo puede uno llegar a la propiedad individual? Por
la propiedad individual de existir, debe ser un medio para que las personas adecuadas las cosas a su
alrededor. Para Locke, cada persona es dueña de su proprio cuerpo, y todo el trabajo que realizan con
el. Cuando un individuo añade su proprio trabajo, su propiedad, aun objeto de extraño o bueno, ese
objeto se convierte en su propio, ya que han sumado su trabajo. Esta apropiación de los bienes no exige
el consentimiento de la humanidad en general; que cada persona tiene licencia para cosas apropiadas
de esta manera por la iniciativa individual. Pero hay un límite a este, las adquisiciones deben ser
razonables. Define el trabajo como el factor determinante del valor, el instrumento mediante el cual
los seres humanos hacen su mundo un lugar más ventajoso y bien para vivir.
El estado de guerra
El estado de guerra se entiende con el uso de la fuerza sin derecho, sin justicia y sin autoridad, el uso
de cualquiera de estos aspectos coloca a un hombre en estado de guerra con otro. Pero este estado no
depende de la presencia o ausencia de un juez.
“…la clara diferencia que existe entre el estado de Naturaleza y el estado de guerra… ha habido
quien los ha confundido, a pesar de que se hallan tan distantes el uno del otro como el estado de paz,
benevolencia ayuda mutua y mutua defensa lo está del de odio, malevolencia, violencia y destrucción
mutua. Los hombres que viven juntos guiándose por la razón, pero sin tener sobre la tierra un jefe
común con autoridad para ser juez entre ellos, se encuentra propiamente dentro del estado de
Naturaleza
51
Para que tenga vigencia la ley natural en el estado natural alguien debe de ejecutarla; se indica
que la aplicación de la ley queda en mano de todos los hombres ya que sería vana la ley si no existiera
la forma de hacerla ejecutar.
Pero el estado natural implica el inconveniente de que como todos se encuentran facultados para aplicar
la ley, ser jueces de su propia causa. Se está expuesto a que el amor propio lleve a juzgar con
parcialidad, excediéndose en el castigo, lo que desencadena conflicto comenzando un estado de guerra.
Derecho de la propiedad
Puesto que el hombre tiene el derecho y el deber a la propia conservación, tendrá derecho a poseer las
cosas necesarias para ese fin. Por ello, para Locke, el derecho a la propiedad privada es un derecho
natural.
El título de propiedad es el trabajo. Es cierto que Dios no ha dividido la tierra ni distribuido sus
riquezas, sino que ésta pertenece por igual a todas las criaturas; pero la razón nos enseña que la
existencia de la propiedad privada está de acuerdo con la voluntad de Dios, ya que aquello que el
hombre obtiene mediante su trabajo (de ese dominio común natural: la tierra) le pertenece tanto como
su propio trabajo.
Según esta interpretación, el trabajo constituye tanto la fuente de apropiación de bienes como su límite,
ya que sólo aquellos bienes sobre los que el hombre ha invertido su propio trabajo le pertenecen. Por
otra parte, admite Locke también el derecho a heredar la propiedad, basándose en que la familia es una
"sociedad natural", naciendo ya sus miembros con el derecho a la herencia.
3.4. La Ilustración
3.4.1 Contexto Histórico y Social
La Ilustración fue una época histórica y un movimiento cultural e intelectual europeo –especialmente
en Francia e Inglaterra–que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución
francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue
denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces
de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.
Otro destacado movimiento filosófico del siglo XVIII, íntimamente relacionado con la
Ilustración, se caracterizaba por centrar su interés en la fe y la piedad. Sus partidarios trataban de usar
el racionalismo como vía para demostrar la existencia de un ser supremo. En este periodo, la fe y la
piedad eran parte integral en la exploración de la filosofía natural y la ética, además de las teorías
políticas del momento. Sin embargo, prominentes filósofos ilustrados como Voltaire y Juan Jacobo
Rousseau cuestionaron y criticaron la misma existencia de instituciones como la Iglesia y el Estado.
El siglo XVIII vio también el continuo auge de las ideas empíricas en la filosofía, ideas que
eran aplicadas a la política económica, al gobierno y a ciencias como la física, la química y la biología.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia,
la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en
aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este movimiento
intelectual se denominará Neoclasicismo.
3.4.2. Rousseau
Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) nació en Ginebra. Pertenecía a una familia económicamente
modesta y de religión protestante de la que recibió una deficiente educación. Fue conocido como un
“vagabundo sentimental”. Vanidoso y dotado de extraordinaria sensibilidad, de temperamento
independiente. Desde 1728 a 1742, llevo una vida errante y agitada en diversas ciudades de Francia e
52
Italia. Más tarde se convirtió al catolicismo y se introdujo en la sociedad parisina donde conoció y
contrajo amistades con Diderot y D’ Alembert, quienes le invitaron a colaborar en la gran enciclopedia.
El pensamiento de Rousseau se extendió por toda Europa. Sus libros fueron condenado y
quemados públicamente, viéndose obligado su autor a refugiarse, primero en Berna, y después en
Inglaterra. Llamado a esta última por sus amigos en los que se encontraba David Hume. Pudo al fin,
regresar nuevamente a Francia, donde alcanzo a vivir 11 años, dedicados a escribir sus “Confesiones”,
“Dialogo” y “Revieres”, su vida errante y turbulenta caracterizada por la rebelión contra el orden
social y menosprecio de la autoridad , que tanto influyo en sus ideas políticas, se extinguió en 1778,
en que murió con un ataque fulminante de apoplejía39
En 1754 publica una de sus grandes obras: “Discurso sobre el origen y el fundamento de la
desigualdad entre los hombres”, Rousseau llevo a cabo una exposición acerca de la vida del hombre
sosteniendo que en el estado de la naturaleza todos los hombres tenían el derecho a todo, existiendo
los derechos de la igualdad y libertad, pero que la felicidad que el hombre gozó en el estado de la
naturaleza se perdió cuando una persona cercó un pedazo de terreno y dijo: “esto es mío”: por lo tanto,
para él la propiedad privada motivo la perdida de la felicidad. Esta idea parece repetirse en el
39 Camacho, Galindo Miguel. Teoría del estado. Porrúa, México 2001. P195 y 196
53
pensamiento de Engels cuando sostiene que el fin para que fue creado el estado, es el defender la
propiedad privada40.
En esta obra y en las siguientes, Rousseau analiza el tránsito del hipotético estado de naturaleza
al estado social como una degeneración (no un progreso) producto de las desigualdades sociales que
surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese
derecho. Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso, al
rico y a su poder frente a los no poseedores de propiedad, a los pobres. La propiedad privada y el
derecho han creado un abismo entre dos "clases" jerárquicamente diferenciadas entre sí: la clase de los
propietarios, de los poderosos y de los amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres y esclavos.
Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a
la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del hombre.
3.4.2.3. El Contrato Social El contrato social, libro escrito por Rousseau y publicado en 1762.
Es una obra sobre filosofía política y trata principalmente sobre la libertad e igualdad de los hombres
bajo un Estado instituido por medio de un contrato social.
En el contrato social, Rousseau manifiesta otra manera de paliar la degeneración a la que nos
vemos abocados en el estado social, degeneración que resume en su célebre frase "el hombre nace
libre, pero en todas partes se encuentra encadenado". Las injusticias sociales y la fractura de "clase"
pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino transformando el orden social endógenamente,
es decir: desde el interior de la sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un
nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural. Este contrato no es un pacto o convenio
entre individuos (Hobbes) ni un contrato bilateral (Locke). El nuevo contrato social es un pacto de la
comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad, desde el que se genera una "voluntad
general" que es distinta a la suma de las voluntades individuales y que se constituye en fundamento de
todo poder político. La soberanía ha de emanar de la voluntad general, siendo indivisible e inalienable.
La libertad individual ha de constituirse, a través de la Voluntad General, en libertad civil y en
igualdad.
Se dice que este libro fue uno de los muchos incitadores de la Revolución francesa por sus
ideas políticas. Bajo la teoría del contrato social se fundamenta buena parte de la filosofía liberal, en
especial el liberalismo clásico por su visión filosófica del individuo como fundamental, que luego
decide vivir en sociedad por lo que necesita del Estado de Derecho que asegure las libertades para
poder convivir.
40 Idem.
54
institución en virtud de la cual los derechos naturales del hombre, convergen en derechos civiles y en
atención a que la entrega de los derechos fue simultánea, ningún hombre en superior o en inferior a los
demás, pues lo que supero a la voluntad del hombre es la “voluntad general”, concebida no como la
voluntad cuantitativa de todos, es decir, como suma de voluntades sino como la voluntad cualitativa,
que tenía como esencia el bienestar de la colectividad.
La ley es la expresión de la voluntad general, la única que esta sobre la de los hombres, y que
es la esencia de la soberanía, sosteniendo que esta es una, indivisible, imprescriptible, inalienable,
agregando que solo el pueblo es depositario del poder y que el mismo debe ejercerlo; no acepta el
principio de la presentación, pues creía que la soberanía podía ejercerse directamente.
Rousseau, siguiendo a Grocio, Hobbes, Puffendorf y Spinoza, recurre al contrato social para
justificar la existencia del Estado. Para el filósofo Ginebro, el Contrato Social no es un hecho
histórico, sino un procedimiento dialectico para la justificación del Estado.
Libertad negativa
La libertad negativa se refiere al campo dentro del cual el hombre puede actuar sin obstrucciones de
otros; a partir de esta concepción se deja de ser libre cuando un tercero nos impide realizar cualquier
actividad en aras de alcanzar una meta. Es decir, nos indica que la libertad negativa equivale a la no
interferencia, a la posibilidad de actuar como mejor nos lo parezca sin que nadie se interponga u
obstaculice nuestros actos.
Esta noción de libertad implica serios problemas a la hora de vivir en sociedad con otros
hombres. Ante la imposibilidad de que los propósitos y actividades de los hombres armonicen entre
sí, es necesario establecer una serie de normas comunes que limiten la libertad del hombre sin llegar
al grado de impedirle todo, ya que se corre el riesgo de inhibir su desarrollo.
La libertad negativa forma parte del mismo individuo (los derechos negativos de vida, libertad
y propiedad), y como derecho obliga a los demás individuos a no quitarla.
Libertad positiva
Se entiende por libertad positiva la capacidad de hacer algo, no tanto porque nadie lo impida, como
porque el individuo se encuentre posicionado de manera que pueda hacerlo. Se opone,
conceptualmente, a libertad negativa, en la cual se considera que un individuo es libre porque nada
restringe su acción.
Positividad del derecho es el medio que permite superar estos problemas de la constante
relatividad del derecho. Y no hay inconveniente en otorgarle al legislador atribuciones amplias y
despóticas, para poder así solucionar este difícil problema de la adaptación permanente de las leyes a
los fines continuamente expansibles de la justicia 41
41
Naucke. Wolfgang Regina Harzer. Filosofía del derecho , Astrea, Buenos Aires, p.95
55
Así, por ejemplo, en una democracia el mero derecho a votar libremente sin coacciones es una
forma de libertad negativa, basada en la no injerencia del Estado o de cualquier otra instancia en la
toma de decisión del votante. Sin embargo, si el votante no sabe leer ni escribir, o no puede desplazarse
hasta la urna, difícilmente podrá ejercer ese derecho, y por tanto, carecerá de esa libertad en sentido
positivo.
3.4.2.5 Autogobierno
Así como se entienden dos ideas de libertad, una compatible y otra incompatible con la igualdad, así
han cristalizado dos ideas muy distintas de democracia. Después de que durante todo el siglo XIX, en
nombre del liberalismo se persiguiera a la democracia como subversiva, en tanto que reclamo de poder
del pueblo por el pueblo y para el pueblo, es decir, como autogobierno. Ahora se considera como
estado perfectamente acabado, que cumple las dos condiciones fundamentales que había desarrollado
el liberalismo ilustrado: garantía de las libertades básicas de cada persona en el ámbito de sus creencias
y de la familia, con el respeto absoluto del derecho de propiedad; mecanismos de control del gobierno
establecido, que comportan que los que detentan el poder sean elegidos para un período limitado, con
la posibilidad de cambiarlos si no cumplen, y en segundo lugar la división de poderes, como medio
para que se limiten y controlen entre sí.
Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo. El sistema que
defendía se basaba en que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran concurrir a manifestar su
voluntad para llegar a un acuerdo común, a un contrato social. En El contrato social diría que “toda
ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley” y que “la soberanía no puede ser representada por la
misma razón que no puede ser enajenada”. Como la voluntad general no puede ser representada,
defendía un sistema de democracia directa que inspira, hasta cierto punto, la constitución federal suiza
de 1849.
La soberanía no puede ser representada por la misma razón de ser inalienable; consiste
esencialmente en la voluntad general y la voluntad no se representa: es una o es otra. Los diputados
del pueblo, pues, no son ni pueden ser sus representantes, son únicamente sus comisarios y no pueden
resolver nada definitivamente. Toda ley que el pueblo en persona no ratifica, es nula.
Parece ser que Rousseau concebía la democracia como un gobierno directo del pueblo, es
decir, un estado político en el que toda la población era la encargada de elaborar las leyes.
No teniendo la autoridad soberana otra fuerza que la del poder legislativo, no obra sino por
medio de las leyes, y siendo éstas actos auténticos de la voluntad general, el soberano sólo puede
proceder cuando el pueblo está reunido.
56
Este pacto, crea la voluntad general que ni es arbitraria ni se confunde con las con la suma de
las voluntades egoístas de las voluntades individuales de los particulares. Entonces aparece el concepto
de soberanía, el soberano es la voluntad general, la cual es inalienable (no se delega, el gobierno no es
sino un ejecutor de la ley que emana de la voluntad general, y puede ser siempre substituido), es
indivisible (no hay división de poderes, como postulan Locke y Montesquieu.
Es por eso que El contrato social se publicó en 1762. El plan de sus obras más amplia es
desconocido, pero daba la ordenación del tema del contrato, probablemente comenzó por exponer en
forma recta su teoría de la voluntad general y pasó después observaciones generales sobre la historia
y política42.
El contrato social, en su parte teórica, es exactamente; cuando Rousseau escribe acerca de los
problemas corrientes. La voluntad general y crítica del derecho natural comprendía todo el importe
que tenía que decir. Los usos prácticos a que podía prestarse la teoría eran diversos y Rousseau no
tenía conocimiento ni la paciencia necesarios para exponerlos. Su creencia en que una comunidad
pequeña como la Ciudad estado es el mejor ejemplo de voluntad general le impidió estudiar la política
contemporánea con mucha penetración43.
A través de la voluntad general, argumenta Rousseau, es que los hombres son soberanos y se
autogobiernan. Por lo tanto, ir contra este poder sería rebelarse contra sí mismo. El único caso en que
se eligen representantes es en el poder ejecutivo, pero éstos pueden ser removidos en cualquier
momento por la voluntad general.
Si el Estado se disuelve y se genera de esta manera la anarquía, el pacto social se rompe y los
ciudadanos, vueltos a la libertad natural, son forzados, pero no obligados, a obedecer.
Si uno cede la libertad, no es libre. El poder ejecutivo puede ser representativo porque es sólo
una función, un cuerpo intermedio que liga a los hombres con el Estado y funciona únicamente cuando
la voluntad general no está reunida.
La voluntad general es una sociedad política, se puede decir que es la orientación natural que
tiene los hombres al bien. Por tanto la tarea del legislador consistirá en hacer concordar las leyes de
acuerdo con esa voluntad general, mientras que la tarea del ciudadano será amortizar su voluntad
general con su voluntad particular.
La diferencia que encontramos entre las antiguas constituciones y el nuevo contrato social es
que en ambas el individuo se somete a la ley, en las viejas formas de gobierno las leyes solo sirve para
garantizar el poder de los privilegio de unos pocos, mientras que la ley que proviene del nuevo contrato
social se basa en una racionalidad que atiende al interés de la mayoría.44
El contrato social hace que todas las voluntades particulares de los ciudadanos otorguen a la
sociedad, ya sea democrática, aristocrática o monárquica, su soberanía. Pero si el soberano deja de
43
Sabine. H George, Historia de la teoría política, p. 447
44 Magaña. Cadena Antonio. Filosofía, Thomson, p 42 y 43
57
entender el interés común y solo atiende a ambiciones personales, entonces deja de representar al
pueblo.
Los derechos de los individuos tales como la libertad, la igualdad de la propiedad, que el
derecho natural de atribuía a los hombres en cuanto tales, son en realidad derechos de los ciudadanos.
Los hombres llegan a ser, como dice Rousseau, “por convicción o por derecho” y no, como había dicho
Hobbes, porque su fuerza física sea sustancialmente igual. 45
3.4.3. I. Kant
Immanuel Kant (1724-1804) fue un filósofo alemán que, a diferencia de la mayoría de los filósofos de
la Ilustración, que tuvieron un papel relevante como activistas sociales, se dedicó estrictamente a la
reflexión filosófica. No obstante, su aportación al progreso de la causa de los derechos humanos es
fundamental. Se caracterizó por la búsqueda de una ética basada en la razón y con el carácter de
universalidad que posee la ciencia. Definió la razón teórica como aquella que formula juicios (la razón
propia de los sistemas éticos anteriores a él), frente a la razón práctica, que formula imperativos. Su
visión ética universal la concretó en lo que llamó Imperativo Categórico: "Obra sólo según una máxima
tal que puedas querer al mismo tiempo que esta máxima se torne en ley universal". De hecho, el
Imperativo Categórico es una actualización, racionalizada filosóficamente, de la antigua Regla de Oro
presente en muchas culturas. "Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti".
I. Kant, prestaba una creciente atención a los escritos de Rousseau, a quien no duda en denominar el
“Newton de la moral”, le había abierto los ojos respecto de la cultura, la moral y la sociedad, a la vez
que le había revelado el sentimiento de la belleza y de la dignidad de la naturaleza humana. Y lo mismo
afirma respecto de la antropología y la educación. Y ello no sólo en el periodo precrítico, sino en plena
madurez.
Kant define a la filosofía como "la ciencia de la relación de todos los conocimientos a los fines
esenciales de la razón humana". Para Kant, a la filosofía corresponde proponerse: Establecer los
principios y límites que hacen posible un conocimiento científico de la naturaleza (¿qué puedo
conocer? - Razón pura). Establecer y justificar los principios de la acción y las condiciones de la
libertad (¿qué debo hacer? - Razón práctica). Delinear proyectivamente el destino último del hombre
(¿qué me cabe esperar? - Religión).
En su crítica de la razón pura se pregunta por cuáles son las posibilidades de conocimiento que
tienen nuestras facultades cognoscitivas. Se pregunta si se puede obtener un conocimiento científico y
riguroso de las realidades de las que no tenemos un conocimiento sensible. Para ello ha de preguntarse
primero si es posible la metafísica como ciencia, ya que esta es la que busca obtener conocimiento de
estas realidades.
Las condiciones que hacen posible la ciencia son: empíricas (toda ciencia ha de basarse en
datos que parten de la experiencia) y trascendentales-a priori (toda ciencia se apoya en unos contenidos
anteriores a la experiencia) La ciencia se compone de juicios y, sin juicios, no hay ciencia. Los juicios
pueden ser analíticos (cuando el predicado está comprendido en el sujeto. Son universales y necesarios
pero no extensivos) o sintéticos (el predicado no está comprendido en el sujeto), a priori
58
(independientes de la experiencia) o a posteriori. Para Kant, sólo los juicios sintéticos y a priori pueden
ser científicos.
Su crítica de la razón pura se divide en tres partes: En la estética trascendental estudia las
condiciones sensibles del conocimiento, en la analítica trascendental estudia el entendimiento y en la
dialéctica trascendental estudia la razón.
En su "Crítica de la razón práctica", Kant se propone crear una ética formal, es decir, a priori
(universal y necesaria para todos los hombres), categórica (no hipotética, que los juicios sean absolutos
sin condición alguna) y autónoma (no heterónoma, que sea el propio sujeto el que se dé a sí mismo su
ley). A esta ley que la voluntad se da a sí misma la llama Kant el imperativo categórico: “Obra de tal
manera que tus actos puedan ser tomados como normas universales de conducta.”
Kant igual que Montesquieu, es partidario de la división de poderes; para el, el mejor Estado
es el que está constituido de esta manera y en el cual la facultad legislativa reside en el pueblo, titular
de la soberanía. El fin del estado es única y exclusivamente, el del tutelar los derechos del hombre y
en especial, el de la libertad; de este modo, el estado deviene el estado de derecho.
59
Según el filósofo comentado, la humanidad habría de llegar en un futuro más o menos lejanos,
al establecimiento de un estado cosmopolita, ya que tal es su vocación, puesto que el hombre había
superado el estado de la naturaleza para llegar a la formación del estado, y de esta manera los estados
y los hombre superarían el estado actual, (de su tiempo, tutelado de la libertad) para llegar al estado
universal, concebido como un principio normativo o regulador, al igual que el contrato es de un
perfecto corte liberal, e individualista, pues apenas pretende regular la actividad privada.
Las relaciones entre los estados deben regirse de acuerdo con principios de derecho. Y en buen
parte es expositor del principio de no intervención, ya que manifestó que los estados no pueden
inmiscuirse por medio de la violencia en los asuntos internos de otro estado; principio que tiene plena
vigencia en la época actual y que cada día va constituyendo uno de los pilares del derecho
internacional.
La concepción histórica de Kant está inspirada por la idea aristotélica de la física, es decir, por
la concepción de una naturaleza de las cosas, una esencia que se despliega y que contiene en sí tanto
la necesidad como las leyes básicas del desarrollo. Se trata de la idea de una potencialidad (potentia)
que a través de su propio proceso natural de desarrollo (fisis) llega a hacerse realidad o actualidad
(actus). Kant transformará esta idea en la base de una visión progresiva de la historia totalmente ajena
al pensamiento griego clásico. Según Kant, una ley inmanente del progreso, dictada por la necesidad
de la naturaleza de alcanzar sus fines, rige la historia aparentemente absurda y antojadiza de la especie
humana.
Según Kant, el hombre comparte, como especie, el destino teleológico o determinado por su
fin que Aristóteles vio como la ley de desarrollo de todo lo natural.
Esta idea de una fuerza oculta que actúa como motor e “hilo conductor” de una historia cuyo
verdadero sentido no es comprendido por sus protagonistas directos no es sino una “naturalización
aristotélica” de la idea de la Providencia y será central tanto en la visión de la historia de Hegel como
en la de Marx. Hegel remplazará las leyes de la naturaleza de Kant por las de la lógica o razón y Marx
pondrá a las fuerzas productivas en su lugar, pero la estructura mental diseñada por Kant permanecerá,
en su esencia, intacta. Kant concibe también la historia como un proceso tríadico o dividido en tres
fases, que va desde el estado de animalidad, pasando por un largo desarrollo lleno de dolor, conflictos
y luchas hasta llegar al fin de la historia, que será un estado de perfección que el mismo Kant define
como quiliasmo, que no es sino el sinónimo de raíz griega de milenio.
60
De lo hasta aquí dicho sería, sin embargo, un serio error sacar la conclusión de que el gran
filósofo de Königsberg hubiese sido un pensador milenarista en el verdadero sentido militante y
revolucionario de la palabra. Para ello le faltan muchos de los elementos más esenciales y dinámicos
del pensamiento milenarista tal como se estructuraba en el pensamiento medioeval o se estructurará
en el marxismo venidero. El anuncio del milenio es algo distante en Kant, casi teórico.
El de Kant no es, por tanto, sino un “utopismo light”, suave y lejano, una premisa metodológica
más que otra cosa, y por ello incapaz de despertar las esperanzas y energías revolucionarias de sus
contemporáneos. Sin embargo, su herencia no tardaría en evolucionar hacia la actualización (con
Hegel) y el intento de realización revolucionaria (con Marx) del sueño de una realización plena de las
potencialidades humanas en una sociedad sin conflictos ni contradicciones.
En el mismo sentido faltan en Kant los componentes esenciales de los mitos movilizadores
centrales del milenarismo y las utopías revolucionarias en torno a una “Edad de Oro” perdida y a una
especie de paraíso venidero. A la famosa Edad de Oro le dedica todo un ensayo en 1786 titulado
Probable inicio de la historia humana calificándola allí de un “espectro” que sólo sirve para alentar el
“vano anhelo” de su restauración. El comienzo de la historia es para Kant algo tan alejado de toda
quimera como lo es la pura y bruta animalidad. La verdadera historia comienza con el primer paso
desde esta animalidad hacia la moralidad o, lo que es lo mismo, con la irrupción de la libertad, que
saca al hombre de la existencia meramente instintiva propia del estado puro de naturaleza. Pero con la
libertad llega no sólo el bien sino también el mal y, según la enumeración de Kant, “la discordia”, “la
propiedad del suelo”, “la desigualdad entre los hombres, el “constante peligro de guerra”, “la más
abyecta esclavitud” y “los vicios”. Tan desolador es este panorama que Kant, en el mismo ensayo,
debe hacer grandes esfuerzos para combatir aquel “descontento con la Providencia” y la desesperanza
a que toda esta evidencia puede llevar. Finalmente está, si bien “en un horizonte muy lejano”, el “fin
final” de la historia y de la naturaleza humana, el estado de perfección o el Reino de Dios sobre la
tierra, pero la descripción de Kant del mismo es un verdadero anticlímax: se trata de la moralidad y la
legalidad, del hombre que vive de acuerdo al imperativo categórico y ata definitivamente su animalidad
con las cadenas de una conducta moral voluntariamente asumida. Esto está, obviamente, a años luz de
los sueños mesiánicos de la mayoría de los partidarios más utópicos de la idea del progreso acerca del
advenimiento de una sociedad de total libertad, hermandad y comunidad. Nada hay en Kant que de
manera alguna se acerque al delirio de los “espíritus libres” del milenarismo medieval, al “hombre
nuevo” del comunismo venidero o al sueño nazi del Tercer Reich como una comunidad superior en
base a una “raza superior”.
61
romanos y varias memorias y ensayos económicos, científicos y médicos. Contrajo matrimonio con
Jeanne de Lartigue en 1715, una protestante que igualmente le aportó una importante dote.
Se dio a conocer como escritor con sus Cartas persas (1721). La fama que adquirió con ésta y otras
obras le abrió las puertas de la Academia Francesa en 1728. Consideraciones sobre las causas de la
grandeza y decadencia de los romanos (1734), fue su segunda obra importante, una de las primeras
obras de peso en la Filosofía de la historia. Su obra maestra es El espíritu de las leyes (1748), que
figura entre las tres principales de la Teoría Política. Aquí analiza las tres principales formas de
gobierno (república, monarquía y despotismo) donde sostiene que debe darse una separación y un
equilibrio entre los distintos poderes a fin de garantizar los derechos y las libertades individuales. La
mayoría de sus escritos fueron censurados por la Iglesia Católica e incluidos en el Index Librorum
Prohibitorum, que indica los escritos catalogados como perniciosos para la fe.
La doctrina de Montesquieu trata de mostrar que todo tipo de gobierno se concreta y se articula en un
conjunto de leyes específicas, que se refieren a los más diversos aspectos de la actividad humana y
constituyen la estructura del mismo gobierno. Estas leyes se refieren a la educación, a la administración
de la justicia, al lujo, al matrimonio y, en fin, a toda la vida civil. En Latinoamérica, sus textos se leían
ávidamente a principios del siglo XIX. En el Río de la Plata el periódico Semanario de Agricultura
(1802) y el Correo de Comercio (1810) sirvieron como medios de difusión de las ideas de Montesquieu
y de Rousseau, fermento de lo que luego sería la Revolución de Mayo de 1810, inicio a la
emancipación de América Latina.
Montesquieu fue uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes, en especial por la
articulación de la teoría de la separación de poderes, que se da por descontada en los debates modernos
sobre los gobiernos y ha sido introducida en muchas constituciones en todo el mundo.
Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración francesa, patente en
rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto de la felicidad en el sentido
cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su búsqueda de un conocimiento más
concreto y empírico en oposición a la abstracción y método deductivo dominantes. Podemos decir que
como difusor de la Constitución inglesa y teórico de la separación de poderes se encuentra muy cercano
al pensamiento de Locke, en tanto que como autor de las Cartas persas podría situarse próximo
a Saint-Simon. Sin embargo, el pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa
personalidad propia que le convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno de la historia
de las doctrinas políticas
Filosofía de la historia
La filosofía de la historia de Montesquieu minimiza el papel de los individuos y los eventos. Presenta
su punto de vista en Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur
décadence que cada evento histórico fue inspirado por un evento, movimiento, en especial. «Si una
causa en particular, tal como el resultado accidental de una batalla, ha arruinado a un estado, entonces
existió una causa general que fue la que determinó la caída de dicho estado como consecuencia de una
sola batalla».
Montesquieu ejemplificaba este principio con situaciones de la historia de Roma. Al analizar la
transición de la República al Imperio, Montesquieu sugería que si César y Pompeyo no hubieran
trabajado para usurpar el gobierno de la República, otros hombres lo habrían hecho. La causa no fue
la ambición de César o Pompeyo, sino la ambición del hombre.
Visión política y legado
Montesquieu desarrolló las ideas de John Locke acerca de la división de poder. En su obra El espíritu
de las leyes manifiesta admiración por las instituciones políticas inglesas y afirmó que la ley es lo más
importante del Estado.
Las Cartas Persas se publican en 1721, con 32 años, y su éxito es fulminante en la sociedad francesa
en la época de la regencia de Luis XV de Francia. Ingresa en la Academia Francesa en 1727 y se
traslada a Inglaterra en 1729 siendo elegido miembro de la Royal Society. Sus tres años en Inglaterra
resultan cruciales para su desarrollo intelectual.
En 1734 publicó las Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos.
Pero su obra magistral fue El espíritu de las leyes, que publicó en Ginebra en 1748, después de catorce
62
años de trabajo. Esta obra sufrió duras críticas, sobre todo por los jansenistas y los jesuitas. A estos
ataques Montesquieu replicó, en 1750, con una defensa de esta obra, lo que no evitó que, más tarde,
fuera censurada por Roma en 1751. Los últimos años de su vida, Montesquieu los dedicó a viajar de
París a Burdeos y a terminar alguna de sus obras empezadas.
Dos son fundamentalmente los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la aportación
original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas:
Montesquieu acomete la tarea científica de describir la realidad social según un método
analítico y «positivo» que no se detiene en la pura descripción empirista de hechos, sino que
intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido número de
tipos.
Dar una «respuesta sociológica» a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el
supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una interpretación
racional.
Se considera uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de la separación de
poderes.
En los últimos años de su vida, se dedicó a justificar sus tesis y a pulirlas; preparó una nueva edición
del Espíritu de las leyes (1757) y un ensayo, el Gusto, para la Enciclopedia, con la que afirmaba su
solidaridad con las nuevas corrientes. Comenzó a perder paulatinamente la vista, hasta quedar
completamente ciego.
Montesquieu falleció de unas fiebres en París el 10 de febrero de 1755.
Obras
Les causes de l'écho; Les glandes rénales, La cause de la pesanteur des corps, La damnation éternelle
des païens (1711): Système des Idées (1716); Cartas Persas (1721);Le Temple de Gnide (novela de
1724): Arsace et Isménie (novela de 1730); Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los
romanos y de su decadencia (1734); El espíritu de las leyes (1748); La defensa de «El espíritu de las
leyes» (1750); Pensées suivies de Spicilège
El más importante de todos los filósofos políticos de la lengua francesa del siglo XVIII (con excepción
de Rousseau) fue Montesquieu. Es acaso el que tenía la concepción más clara de las complejidades de
una filosofía política que quería que fuese aplicable a la mayor diversidad posible de circunstancias,
sin embargo casi todo lo que escribió está elaborado con un ojo puesto en el estado de las cosas de
Francia. En consecuencia, Montesquieu presenta a la vez las mejores
Aspiraciones científicas de su época y sus inevitables confusiones. Sin dar de lado el aparato
racionalista –por ejemplo, la ley natural inmutable de justicia y el contrato- abandonaron en la práctica
el pacto social y esbozó un relativismo sociológico totalmente incompatible con unas leyes morales
evidentes por sí mismas. Elaboró un plan para el estudio del gobierno relación con el milieu, tanto
físico como social, que exigía la comparación de instrucciones en gran escala, pero le faltaba la
exactitud de conocimiento y la imparcialidad requeridas para hacer efectivo el plan. Su amor la libertad
política –único entusiasmo de su temperamento por lo demás frío- concuerda con la mejor tradición
del siglo XVIII, pero unió su teoría un análisis demasiado apresurado y superficial de los principios
constitucionales de libertad.
3.4.4.1 El Espíritu de las Leyes
No puede decirse que El Espíritu de las Leyes de Montesquieu tenga ningún plan; se ha salvado
del destino sufrido por la república de Bodino sobre todo por su superior estilo. Se dirigió
especialmente a dos puntos principales que en sí no tiene en relación intrínseca. El primer lugar,
emprendió la tarea de desarrollar una teoría sociológica del gobierno y del derecho, mostrando que la
estructura y funcionamiento de ambos dependen de las circunstancias en que vive un pueblo. Las
circunstancias comprende las condiciones físicas, tales como el clima y el suelo, que se suponía
ejercían una influencia directa sobre la mentalidad nacional; el estado de las artes, el comercio y los
modos de producción; los temperamentos y disposiciones mentales y morales; la forma de la
constitución política, y las costumbres y hábitos que se han ido insertando en el carácter nacional. En
una palabra, una forma de gobierno, dando a esta expresión más amplio sentido, es un todo que necesite
el ajuste mutuo de todas las instituciones de un pueblo para que el gobierno pueda ser estable y
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ordenado. En segundo lugar, Montesquieu estaba obsesionado por el medio de que la monarquía
absoluta hubiera minado de tal modo la constitución de Francia que la libertad hubiera hecho imposible
para siempre. Lo aborrecimiento del despotismo se ve claramente en lo que pretende ser afirmaciones
objetivas acerca de gobiernos tales como los de Rusia y Turquía.
Su finalidad práctica –y lo que constituye la parte más influyente de su obra- era analizar las
condiciones constitucionales de que depende la libertad y descubrir con ello los medios de restaurar
las antiguas libertades de los franceses. Con respecto a este último punto no parece haber llegado
a una conclusión definitiva. Sus escritos dieron ayuda y consuelo en los reaccionarios esperaban la
restauración de los parlements, los estados generales y las asambleas provinciales y a los liberales que
pretendían imitar al gobierno inglés.
Estos dos aspectos del pensamiento de Montesquieu no aparecen separados de modo
definitivo en sus escritos, ni por lo que hace a lugar ni en lo relativo a la fecha. En las Cartas Persas
(1721), después de presentar sus respetos a la Iglesia y a Luis XIV, el autor hace una satírica social de
la situación de Francia, presenta la decadencia de los parlements y la decadencia de la nobleza. El
pensamiento que hay tras esta crítica es la misma concepción del despotismo desarrollada en el Espíritu
de las Leyes, un gobierno en el que han sido aplastados todos los poderes intermedios entre el rey y el
pueblo y el derecho ha venido a ser idéntico a la voluntad del soberano. Fue esta interpretación del
despotismo lo que dio importancia a la separación de poderes, que creía haber contratado con la
constitución inglesa. Sin embargo, ya en las Cartas Persas había afirmado que el mejor gobierno es el
que “conduce a los hombres de modo más adecuado a su disposición”, y su estudio de las causas de la
población muestra una tendencia a la especulación sociológica.
La composición del Espíritu de las Leyes (1748) duro por lo menos diecisiete años y todo el
mundo ha reconocido sus partes son dispares. Las observaciones ocasionales acerca de Inglaterra
contenidas en los libros I al X no sugieren en modo alguno la exposición de la constitución inglesa
hecha en el libro XI; y el estudio de la constitución romana contenido en la última parte de este libro,
después de haber descubierto la separación de poderes, no se parece a sus anteriores observaciones
sobre la antigua República. No parece haber duda de que los viajes hechos por Montesquieu en Europa
entre 1728 y 1731, y en especial el tiempo que residió en Inglaterra, contribuyeron experiencia crucial
de su historia intelectual. Su amor a la libertad era en su primera frase principalmente ético, hijo de
su estudio de los clásicos y refleja una admiración por la República antigua semejante a la que se
encuentra en Maquiavelo, Milton y Harrington. Este aspecto de su pensamiento perdura en el Espíritu
de las Leyes en la teoría de que la virtud o espíritu público es una condición previa de esta forma de
gobierno.
Pero las observaciones hechas por Montesquieu de las repúblicas existentes, tanto en Italia
como en Holanda, un apoyaban en modo alguno ese criterio formado de antemano por él y su
residencia en Inglaterra le sugirió una nueva idea –que la libertad puede ser resultado no de una
moralidad cívica superior sino de una organización adecuada del estado-. Su famoso libro XI, relativo
a la formulación de constituciones con arreglo al principio de separación de poderes, este resultado de
este descubrimiento.
Los principios generales de la filosofía social de Montesquieu comienzan abiertamente con la
ley de naturaleza. Una ley, dice en la frase inicial del Espíritu de las Leyes, significa “las relaciones
necesarias que surgen de la naturaleza de las cosa”. Esta vaga fórmula cubre como siempre una
ambigüedad que Montesquieu no hace nada por aclarar. En física una “relación necesaria” es
meramente una uniformidad en el comportamiento de los cuerpos. En la sociedad una ley es una regla
o norma de conducta humana que se presume ha de ser observada, pero que con frecuencia es violada.
Montesquieu tiene dos explicaciones de este hecho, ninguna de las cuales explicar nada: la libertad de
la voluntad y la defectuosa inteligencia de los hombres, que les impide vivir con la perfección
desplegada por el resto de la naturaleza. Pero subraya, contra Hobbes, de la naturaleza aporta un canon
de justicia absoluta anterior al derecho positivo; negarlo es tan absurdo como decir que “antes de trazar
un círculo no eran iguales todos los radio”. Evidentemente nunca había considerado de modo detenido
a la ley natural. Su enumeración incluía factores tan dispares como un conocimiento de Dios, los
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apetitos corporales y las condiciones fundamentales de la sociedad. Esto no era más que una forma
convencional de emprender el camino. Lo que interesaba era la idea de que esa ley natural fundamental
de la sociedad, que identifica- como era usual -con la razón, tienen que operar en diferentes medios y,
por ende, producir diferentes instituciones en los diferentes lugares. El clima, el suelo, la ocupación,
la forma de gobierno, el comercio, la religión, las costumbres, son todos ellos condiciones relevantes
en la determinación de lo que en cada caso particular haya de establecer la razón (o la ley). Esta aptitud
o relación de condiciones físicas, psíquicas e institucionales constituyen el “Espíritu de las Leyes”.
Evidentemente lo que sugería Montesquieu era un estudio sociológico, hecho mediante un método
comparativo, de las instituciones y de la influencia que sobre ellas tenían otras instituciones y
condiciones físicas no institucionales. El supuesto de que todas son variantes de una “naturaleza” era
apenas algo más que una ficción.
No es fácil estimar con certeza la originalidad ni la importancia del proyecto de Montesquieu.
Lo más definidamente suyo era la escala grandiosa en que se proponía llevarlo a la práctica.
Es probable que tomase la idea en término de Aristóteles y en especial de aquellos de de la
Política en que se analizaban los innumerables matices de la democracia y la oligarquía y las ciudades-
estado. Que las leyes deben adaptarse a una gran variedad de circunstancias, físicas e institucionales,
y que el gobierno bueno tiene que ser bueno en este sentido relativo, lo había expuesto ya
perfectamente Aristóteles, así como la especulación acerca de la relación entre el carácter de un pueblo
y el clima.
Entre los escritores modernos, Bodino había propugnado las mismas concepciones, pero ni
Aristóteles ni Bodino habían planeado la investigación en lo que podríamos denominar líneas
cósmicas. Montesquieu estaba intrigado por la gran cantidad de libros de viajes producidos en el siglo
XVII, que trataban de los aborígenes de las Américas y de África y de las civilizaciones exóticas de
Asia. En Journal de Chardin (1711) había subrayado los efectos del clima y fue de esta obra donde
Montesquieu que tomó la mayor parte de la información que utilizó en las Cartas Persas. Lo que trataba
de hacer era mostrar la variabilidad de los principales tipos de gobierno en toda la multitud de
circunstancias a las que tales tipos estaban obligados adaptarse.
3.4.4.2 Tipos de Gobierno
Para Montesquieu, como para Aristóteles, los tipos o especies de gobierno eran fijos; la influencia del
medio no hacía sino modificarlos. Como Aristóteles se limitó a las ciudades griegas, este supuesto era
sustancialmente exacto; en una investigación planeada en la escala en que pensaba Montesquieu, era
mucho más peligroso. Si consideramos la importancia que tenía la cuestión para su proyecto, es
sorprendente qué poco esfuerzo dedicó a determinar las formas de gobierno susceptibles de ser usadas
en una comparación tan amplia. No explica las razones que tuvo para adoptar en parte la tradicional
clasificación tripartita y para apartarse de ella en otros puntos. Se limitaba a afirmar que los gobiernos
son de tres clases:
1. republicano (fusión de la democracia y aristocracia)
2. monárquico, y
3. despótico
El despotismo difiere de la monarquía en que es arbitrario y caprichoso, en tanto que la
última es un gobierno con sujeción a leyes fijas y preestablecidas y rqueire la continuación la
continuación de “poderes intermediarios”, tales como la nobleza o los municipios, entre el monarca y
el pueblo. Atribuye a cada una de esas formas de gobierno un “principio” o fuerza motivadora del
carácter de los súbditos, del cual deriva su poder y que es necesario para su continuación y
funcionamiento.
Así, el gobierno popular se basa en la virtud cívica o espíritu público del pueblo, la monarquía
en el sentido del honor de una clase militar y el despotismo el temor o esclavitud de sus súbditos.
Es imposible ver si la clasificación a Montesquieu sigue algún principio. Por lo que hace al
número de gobernantes, la monarquía y el despotismo entran en el mismo apartado; por lo que respecta
a la sujeción a las leyes, una República puede ser tan ilegal como un despotismo. Además, la idea de
que en los gobiernos despóticos no hay ley era una ficción, como lo era también la que las tres clases
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de gobierno correspondieran respectivamente a los estados pequeños, medianos y grandes. No puede
suponerse esa clasificación de las formas de gobierno fuera en ningún sentido producto de la
observación o comparación. Como empresa de realismo político, no es comparable con la teoría de
Harrington de que los gobiernos pueden clasificarse con arreglo a ciertas formas de propiedad de tierra.
Montesquieu parece haber tenido como única guía un interés subjetivo motivado por su relación ética
ante los problemas políticos de Francia. Su República, impulsada por la firme virtud cívica de sus
ciudadanos, era la República romana (o la idealización que de ella hace Montesquieu) y no tenía
relación alguna con las repúblicas modernas. Su despotismo era lo que temía que Francia hubiera
llegado a ser con la política de Richeliu y Luis XIV, una vez privados de sus privilegios los gobiernos
locales, los parlements y la nobleza. Su monarquía era lo que deseaba que fuese Francia o lo que más
tarde llegó a creer que en Inglaterra. Así, pues, el esquema general de la teoría de Montesquieu no
estaba determinado por consideraciones empíricas, sino por sus prejuicios acerca de lo que era deseable
en Francia.
En la medida en que el Espíritu de las Leyes tiene algún plan, éste consiste en seguir las
modificaciones jurídicas e institucionales apropiadas a cada forma de gobierno y las variaciones
requeridas en una de ellas por las circunstancias tanto físicas como institucionales. Pero en verdad no
había mucha concatenación en la materia y la cantidad de cosas irrelevantes es extraordinaria. Los
libros IV a X tratan de las instituciones educativas, el derecho penal, las leyes suntuarias y la posición
de las mujeres, las corrupciones características de cada forma de gobierno y el tipo de organización
militar apropiada a cada una de ellas.
66
3.4.4.3 Reforma Política
En conjunto, la valoración a Montesquieu hecha por sus contemporáneos-que su importancia consistía en haber
extendido y robustecido la creencia en las instituciones británicas como medio de libertad política- no era
equivocado. El haber residido en Inglaterra el libró del perjuicio de que la libertad política depende de una virtud
superior que sólo habían conocido los romanos y que sólo se había dado en una ciudad-estado. Dio fundamento
a su arraigada repugnancia hacia el despotismo y le sugirió un procedimiento que acaso permitiera remediar los
malos efectos del absolutismo en Francia. Probablemente es cierto que Montesquieu creyera posible imitar en
Francia el gobierno inglés, pero ciertamente el famoso libro XI del Espíritu de las Leyes, en el que atribuía la
libertad de que gozaba Inglaterra a la separación de los poderes legislativo y ejecutivo y judicial y a la existencia
de frenos y contrapesos entre sus poderes, estableció esas doctrinas como dogmas del constitucionalismo liberal.
La amplitud de esta influencia ejercida por Montesquieu en este aspecto es indiscutible y puede verse en las
declaraciones de derechos de las constituciones norteamericanas y francesas. Esa idea, desde luego, una de las
más activas de la teoría política. La idea de la forma mixta de gobierno era también como Las Leyes de Platón
y había sido utilizada por Polibio para explicar la supuesta estabilidad del gobierno. La monarquía
templada o mixta fue una concepción familiar en toda la Edad Media y, a diferencia de la monarquía moderna
que había pretendido un poder soberano, el constitucionalismo medieval se había basado en realidad en una
división de poderes.
En Inglaterra las controversias entre la colonia y los tribunales del common law y entre la corona y el
parlamento habían dado importancia concreta la separación de poderes. Harrington había considerado ésta como
esencial en un gobierno libre y Locke le había dado un lugar secundario en su teoría de la primacía parlamentaria.
Pero en verdad, la idea de la forma mixta de gobierno no había tenido nunca un significado muy definido. Había
connotado en parte una participación en el poder y un equilibrio de intereses y clases sociales y económicas, en
parte una intervención en el poder de corporaciones tales como los municipios o consejos y sólo en grado muy
pequeño una organización constitucional de poderes jurídicos. Acaso su mayor uso había sido como contrapeso
y la centralización extremada y como recuerdo de que ninguna organización política puede funcionar a menos
que pueda dar por supuesta la colaboración y el tubo limpio esas diversas partes.
En la medida en que Montesquieu modificó la antigua doctrina, lo que hizo fue convertir la separación
de poderes en un sistema de frenos y contrapesos jurídicos entre las diferentes partes a una constitución. No fue
muy preciso. Gran parte de lo que contiene libro XI del Espíritu de las leyes, como por ejemplo las ventajas
generales de las instituciones representativas o las ventajas específicas de sistema de jurados o de una nobleza
hereditaria, no tiene nada que ver con la separación de poderes. La forma específica de su teoría se basa en la
proposición de que todas las funciones políticas tienen que ser por necesidad clasificables como legislativas,
ejecutivas o judiciales y, sin embargo, no dedica el menor estudio a este punto crucial. La posibilidad práctica
de hacer una separación radical entre la legislación y la función jurisdiccional, o entre la formación de una
política y el control de su ejecución es algo que en ninguna época habría podido encomiar un realista político.
Montesquieu, como todos los que han utilizado su historia, no contemplaba en realidad una separación absoluta
entre los tres poderes: el legislativo debía reunirse cuando lo convocasen el ejecutivo; ésta conserva un veto
sobre la legislación; y el poder legislativo debía ejercer poderes judiciales extraordinarios. La separación de
poderes tal como lo describió Montesquieu y como ha perdurado desde entonces, se entrecruzaban como un
principio contradictorio- el mayor poder legislativo -que en realidad hace de ella un dogma que tenía el
suplemento de un privilegio, no definido, de crear excepciones.
Es un rasgo notable de la versión que da Montesquieu de la separación de poderes, la afirmación de que
la había descubierto mediante el estudio de la constitución Iglesia. En realidad, las guerras civiles habían
destruido los vestigios del medievalismo que hacían apropiado clasificar de mixta a la forma de gobierno de
Inglaterra, y la Revolución de 1688 había establecido la supremacía del parlamento.
El pensamiento de Montesquieu puede, en consecuencia, ser resumido en los siguientes puntos:
a) Las Leyes. Montesquieu tuvo, al decir de Del Vecchio el mérito de haber usado ampliamente el método
histórico. Observa que las leyes que rigen la vida social son múltiples y quiere reducir esa multiplicidad
a unos principios concretos. Las leyes, dice “son las relaciones necesarias que derivan de la naturaleza
67
de las cosas”. Las leyes están, en consecuencia, sujetas a un sistema. El Espíritu de las Leyes es la
existencia de la independencia sistemática entre las normas particulares.
Montesquieu razona históricamente, estudiando las instituciones jurídicas de varios pueblos, induciendo
que éstas se hallan, en las diversas épocas de la historia, condicionadas por factores provenientes del medio
social. Partiendo de este supuesto, sostiene que el Derecho surge de la vida social, y que cambia al mutar las
condiciones de esta vida. Al cambiar los elementos materiales y espirituales de un pueblo cambia su espíritu,
que se exterioriza, a su vez, en un cambio del Derecho.
b) El Derecho. Montesquieu acepta una división tripartita del Derecho: derecho de gentes, derecho político
y derecho privado. El primero rige las relaciones entre los diversos Estados; el segundo, las relaciones
entre el Estado y los gobernados; y el tercero, las relaciones de los particulares entre sí. La libertad está
dentro del sistema del autor, vinculada estrechamente a la Ley Montesquieu puede ser considerado, en
este aspecto, como un precursor del liberalismo burgués y del Estado de Derecho.
c) Las formas de gobierno. Montesquieu, separándose de la división tripartita de las formas de gobierno,
propuesta por Aristóteles, las clasifica en: monarquía, república y despotismo. La monarquía es el
gobierno de uno; la república el gobierno de varios (aristocracia) o de todos (democracia) y el
despotismo, el del déspota. Montesquieu finca la distinción entre monarquía y despotismo, diciendo que
la primera, gobierna con la ley y en la segunda el déspota no reconoce más les que su voluntad.
d) La división de poderes. Esta teoría es la que dio mayor celebridad a la obra de Montesquieu, que durante
su estancia en Inglaterra, observó que en dicho país hay libertad porque el poder se halla repartido entre
diversos órganos. Distingue tres poderes: el legislativo, que hace reforma y abroga la leyes; el ejecutivo,
hace la guerra y la paz, envía delegados y, en general, vigila la seguridad del cuerpo social, y el judicial,
que sanciona los delitos y decide las controversias privadas. La división del poder es una garantía de los
particulares.
a) Los colonos tuvieron más confianza que los europeos en la doctrina del contrato social y en la base
contractual de las instituciones políticas: éstas son el producto de convenios que crean derechos y
deberes a todas partes contratantes.
b) Se sintió en América un respeto extraordinario por los documentos políticos escritos, considerados como
fuentes definidas y legales de toda autoridad. La soberanía no radica en una persona o grupo de personas,
sino en las leyes fundamentales del cuerpo político, que lo mismo obligan a los gobernantes que a los
gobernados.
c) Es común la idea de que las instituciones políticas están sujetas a un continuo cambio. El gobierno de
cada colonia ha de ser revisado constantemente, debiendo adaptarse a las condiciones del momento. La
sociedad no se basa en un contrato social prehistórico sino en actos específicos de consentimiento que
se suceden continuamente. Se rompe, pues, con el conservatismo inglés y se adopta una ideología
revolucionaria.
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d) Tienen una preponderancia enorme las doctrinas calvinistas, basadas en el principio de la libertad
absoluta de la conciencia individual. En las primitivas congregaciones calvinistas, más que en las ideas
políticas, debe centrarse el origen de la democracia americana.
e) Se plantea en América el problema de la legalidad de la sujeción absoluta al Derecho inglés y se empieza
a pensar que éste no puede aplicarse íntegramente a las colonias. Se entendía que toda sumisión a la
Metrópoli era voluntaria. Esta fue la doctrina común en los años que precedieron a la Revolución.
La ideología política de la Revolución Americana, fue vigorosamente defendida por varios pensadores,
si bien, salvo alguna excepción, se manifestó en forma asistemática, a través de panfletos, artículos y discursos.
James Otis expuso ya en 1764 las ideas fundamentales de la revolución: sostuvo que el gobierno se
funda en una necesidad de la naturaleza humana, que el poder supremo y absoluto pertenece originaria y
constantemente al pueblo, quela única base válida de las obligaciones políticas radica en el consentimiento
popular, que “la vida, la propiedad y la libertad están aseguradas tanto por la ley de la naturaleza como por el
common law” y que las leyes divinas son la base de los derechos inalienables.
Samuel Adams –el padre de la Revolución Americana-, gran estudioso de los clásicos (Grocio,
Pufendorf, Montesquieu, Hume y Locke), agitador y periodista infatigable, sostuvo con veinte años de
anticipación las ideas que informarían el espíritu revolucionario.
John Adams –el futuro segundo Presidente-, John Dickinson- gran abogado de la causa colonial- y James
Wilson- escocés emigrado a Filadelfia-, son otros tantos defensores de los derechos de las Colonias frente a la
intromisión del Parlamento británico.
En esta relación no pueden omitirse los nombres de Tomás Paine y Tomás Jefferson. Fue Jefferson
(1743-1826) uno de los redactores de la “Declaración de la Independencia” y el tercer Presidente de los Estados
Unidos. Jefferson introdujo una nota de humanitarismo en la filosofía política del siglo XVII al modificar la
trilogía de derechos innatos formulada por Locke -vida, libertad, y propiedad- en el sentido de sustituir la
propiedad por la búsqueda de la felicidad.
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3.5.2.1 Adams
Presidente de los Estados Unidos de América, a quién la historia ha colocado ya en el número de los primeros
estadistas de su país, nació el 19 de Septiembre de 1735 en Braintrée, pueblo del Masachuset-bey, de una de las
familias que en 1608 fundaron aquella colonia. Antes de la revolución que dio la Independencia a su país, era
Adams un abogado muy célebre, y cuando empezaron las turbulencias, no tardó en darse a conocer como
defensor de los derechos de su patria, publicando primero una hermosa disertación sobre las leyes canónicas y
feudales; sosteniendo fuertemente después del partido de las colonias, y dando a luz en fin una historia de la
contienda entre la América y la metrópoli, que se insertó en la gaceta de Boston y produjo un grandísimo efecto.
Aunque siempre fue Adams uno de los principales jefes de la oposición que se manifestó en el Masachuset
contra el gobierno inglés, impugnó constantemente las medidas violentas, y defendió con mucha elocuencia en
el tribunal criminal de Boston, e hizo absolver al capitán Preston y sus soldados, que en el momento de la
conmoción verificada en la expresada ciudad el 5 de marzo de 1770, tiraron sobre el pueblo y mataron mucha
gente. La absolución de Preston disminuyó el ascendiente de Adams para con los que no consideraban que la
infracción de las leyes criminales es el carácter más evidente y más espantoso de la anarquía y del despotismo
popular, pero a pesar de esta ocurrencia fue elegido miembro del congreso en 1774, y reelegido en 1775,y como
uno de los primeros que conocieron ser ya imposible una reconciliación franca y duradera con la metrópoli,
perduró fuertemente por la independencia, y fue uno de los promotores de la famosa resolución del 4 de julio de
1776, que declaró las colonias de América estados libres, soberanos e independientes. Cuando los Estados
Unidos estrechados por las armas de Inglaterra, tendieron la vista hacia Europa, esperando encontrar en ella
algunos socorros, John Adams, nombrado ministro plenipotenciario, pasó con el doctor Francklin a la corte de
Versalles a negociar un tratado de alianza y comercio entre las dos naciones, y de regreso a su patria, formó un
plan de gobierno a instancias de sus compatriotas del Masachuset, que debieron a él principalmente su
constitución actual.
Volvió Adams a Europa con poderes del Congreso para las negociaciones de la paz, y nombrado a poco
ministro plenipotenciario cerca de los Estados generales de las provincias unidas, contribuyó mucho a encender
la guerra de Holanda con la Gran Bretaña, ajustó un tratado de amistad y de comercio con los Estados generales,
obtuvo empréstitos, que sirvieron mucho a los americanos, y pasando en seguida a París, fue uno de los
negociadores del tratado de paz con la Inglaterra que reconoció la Independencia de los Estados Unidos, y
aseguró a los súbditos de esta nueva potencia el derecho de la pesca en los bancos de Terranova.
Después de este Tratado, aconsejó Adams a sus compatriotas tratar con dulzura a los antiguos partidarios
de la metrópoli; con cuyo motivo empezaron los republicanos a mirarle como adicto a la Inglaterra, a pesar de
lo cual, no pudo ajustar con esta nación un tratado de comercio, que se le había encargado negociar. Inspiraban
entre tanto grande inquietud a los hombres de las luces las circunstancias en que se hallaban los Estados Unidos,
y especialmente su forma de gobierno, que en efecto ninguna seguridad ni de esperanzas de duración podía
prometer, cuando autorizado para declarar la guerra, no tenia facultades para proporcionarse medios de hacerla
sino con el consentimiento de trece estados independientes, y dueño de contraer deudas, no lo era de crear fondos
para pagarlas, sino contando con la voluntad de trece soberanos distintos. Todos los hombres sensatos deseaban
pues una mutación que diese más fuerza al gobierno central, y reuniéndose en Washington, Hamilton y otros, a
quienes se dio después el nombre de federalistas, con John Adams que estaba aún en Europa, y que fue uno de
los primeros que propusieron la innovación, se verificó ésta por medio de la Constitución de 1787, siendo de
resultas elegido Washington presidente, y vice-presidente John Adams.
Esta nueva constitución tuvo sin embargo muchos enemigos, que se designaron con el nombre de
republicanos, de que era la cabeza Jefferson, y que imputaban a los federalistas el deseo de establecer la
aristocracia, y tal vez la monarquía; temor que excitaba particularmente John Adams, pues además de tener un
tren de casa semejante al de un monarca, había mostrado muchas veces su opinión sobre la necesidad de un
equilibrio entre las autoridades, y se suponía que la consecuencia de esta opinión, conduciría al establecimiento
de órdenes o jerarquías hereditarias. Contaminándose más los oídos entre los dos partidos, cuando empezó en
Francia la revolución, y se encendió la guerra entre esta potencia y la Gran Bretaña, en cuya ocurrencia querían
70
los federalistas mantenerse neutrales, y los republicanos estrecharse más con la Francia; y llegó al último punto
de la exasperación, cuando el gobierno de los Estado Unidos ajustó un tratado de amistad, comercio y navegación
con la Inglaterra, tratado que dando justos motivos de queja al gobierno francés, habría proporcionado un triunfo
al partido republicano en América, a no ser por los excesos que cometían los demócratas en Francia, y por la
conducta impolítica de los agentes del directorio ejecutivo en los Estados Unidos.
John Adams, adicto constantemente al gobierno en todas estas ocurrencias, fue reelegido vice-presidente
en la segunda presidencia de Washington; y habiendo éste anunciado a la tercera elección su intención formal
de retirarse de los negocios públicos, fue nombrado Adams presidente, quedando las esperanzas de los
republicanos, que se halagaban de elevar a Jefferson a la primera magistratura, burladas por el aturdimiento del
agente del gobierno francés, que en el momento de las elecciones, escribió el secretario del estado un papel, en
el cual reconviniendo al gobierno de su parcialidad en favor de la Inglaterra, y quejándose de su ingratitud con
la Francia, parecía querer apelar del gobierno al pueblo. Publicada al día siguiente dicha carta en una gaceta,
produjo un efecto contrario al que se propuso su autor, pues resueltos todos a no dejarse someter por la influencia
extranjera en circunstancia tan importante, votaron muchos republicanos por un federalista, de que resultó sacar
Adams más votos que Jefferson, y ser por consiguiente elevado a la magistratura suprema. En ella siguió Adams
el mismo plan de conducta, con tanto más desembarazo, cuanto que según lo había declarado mucha veces, creía
que el gobierno republicano seria de corta duración en Francia, y así durante su presidencia, tuvieron los Estados
Unidos con el directorio francés contestaciones que habrían terminado por un rompimiento, a no estorbarlo la
prudencia del gobierno que se estableció en Francia.
Concluida su magistratura, y elegido en su lugar Jefferson, Adams, viejo ya, se retiró de los negocio; y
murió en Nueva York en 1803, de edad de 82 años. John Adams no fue solo un estadista célebre, sino también
un literario distinguido, pues durante su mansión en Europa publicó su sabia obra titulada: Defensa de las
Constituciones, tres tomos en 8º y una Historia de las Repúblicas, llena de erudición, y destinada a probar que
la democracia pura es el peor de todos los gobiernos.
3.5.2.2 Jefferson
Thomas Jefferson nació en el año 1743, en Shadwell, en lo que era entonces la colonia británica de Virginia. Si
bien su madre provenía de una familia aristocrática de largo abolengo, el padre era aún agrimensor autodidacta
que se había hecho de tierras a base de su propio trabajo, y no por herencia. Al morir éste dejó a Thomas Jefferson
la mayor parte de su hacienda, que comprendía algunos de cientos de hectáreas junto con los esclavos necesarios
para trabajarlas, y la mejor educación que era posible obtener en el nuevo mundo. Después de unos años de
estudios a nivel primario el joven ingresó en el William and Mary College, de Williamsburg, única institución
de educación superior con que contaba Virginia. Posteriormente estudió leyes durante cinco años, recibiéndose
de abogado litigante en 1767, aunque su educación desbordaba ampliamente dicha especialización ya que, aparte
de su dominio de lenguas europeas y clásicas, tenía profundos conocimientos de historia y filosofía, era
aficionado de la ciencia, la arquitectura, la literatura y amante de la música.
Su vida política se inició en 1769, año en que fue elegido miembro de la asamblea de burgueses del
condado de Albemarle, puesto de importancia local que fue el primero de una larga carrera política. Más tarde
fue miembro de la primera convención revolucionaria de Virginia, del Segundo Congreso Continental (o sea de
las colonia británicas) en Filadelfia, encabezó el comité que redactó la Declaración de Independencia de las
colonias británicas, fue gobernados de Virginia, miembro del Congreso de la Unión, miembro del comité
encargado de negociar tratados comerciales con los países europeos, embajador de Estados Unidos en Francia,
y secretario de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Washington. Sugirió además, las primeras
enmiendas a la Constitución norteamericana, documento de corte conservador que fue aprobado durante su
ausencia en Francia; gracias a esta enmiendas se establecieron los derechos del ciudadano norteamericano,
integrándolos a la Constitución en forma permanente. Por último, después de encabezar al Partido Republicano
en la lucha por la democratización y descentralización del país contra los federalistas, que deseaban un gobierno
fuerte y favorecían los intereses del incipiente capitalismo con base en Nueva York, Jefferson llegó a la
71
presidencia gracias al triunfo electoral que se conoció como la Revolución de 1800, por reivindicarse con él los
ideales democráticos originales de la Revolución de independencia.
La obra escrita de Jefferson está dispersa y toma muchas formas, desde los documentos de importancia
histórica, como la Declaración de Independencia, hasta sus Notas sobre el estado de Virginia, libro en que
describe la biografía, población, historia, costumbres, flora y fauna de su estado natal, y que nació como
respuesta a las preguntas de un embajador francés.
Es en especial interesante su copiosa correspondencia personal en la que, libre en parte de las habituales
trabas del político para exteriorizar sus opiniones, analiza o comenta cuestiones de lo más diversas, que abarcan
desde la arquitectura, la amistad, las costumbres europeas y la educación de los jóvenes, hasta cuestiones de
teoría política o filosofía.
Al leer a Jefferson (como también a Paine, o Franklin) hay que tomar en cuenta que las ideas que
exponen no son originales, sino que tienen las más variadas raíces, remontándose a filósofos franceses e ingleses
de los siglos XVII y XVIII y a los autores de la antigüedad clásica. Estos autores podrían ser conocidos
directamente, pero, además, sus ideas circulaban de manera indirecta a través de la abundante literatura
panfletaria ala que se ha aludido al hablar de Paine. De hecho, la controversia pública realizada a través de la
literatura de panfletos había vuelto moneda corriente una gran cantidad de conceptos y posiciones filosóficas,
de manera que habían pasado a formar parte del vocabulario mental del ciudadano común. Jefferson, sin
embargo tenía una amplísima cultura filosófica adquirida mediante la lectura de los originales, incluso griegos
y latinos, y una sólida formación intelectual. Por cierto que él también escribió panfletos influyentes, como la
Visión sumaria de los derechos de la América británica, aparecido en 1774, en que declara que los
norteamericanos tienen el derecho natural de gobernarse a sí mismos.
Es importante observar que Jefferson, que era un político práctico, sometido a las peripecias de la lucha
partidista, y que siendo blanco de críticas excepcionalmente virulentas por parte de sus opositores, no siempre
decía todo lo que pensaba. A semejanza de Lincoln pero a diferencia de Paine, a quien no detenía ninguna
consideración humana para exteriorizar todo su pensamiento y seguir sus razonamientos hasta sus últimas
consecuencias, Jefferson, que ocupaba puestos de enorme responsabilidad, procuraba modelar al menos
parcialmente la expresión de sus ideas.
En lo que respecta a su posición ante la esclavitud y sus juicios sobre la raza negra también hay que
tomar en cuenta el momento histórico en que vivió. Jefferson abominaba la esclavitud e hizo todo lo posible de
encontrar alguna forma de ponerle fin, proponiendo que se prohibiera su expansión a los nuevos territorios y
formulando planes para la emancipación o liberación gradual de los negros. Sin embargo- y en esto los más
avanzados de sus contemporáneos no iban más allá que él- dudaba de que el negro fuera capaz de igualar al
blanco moral e intelectualmente y le horrorizaba la idea de que se mezclaran las razas por temer que el resultado
fuera de la degeneración de la blanca. Sin embargo, una carta suya, donde da respuesta a un liberto negro
científico que le había enviado un trabajo, revela que su incredulidad no era dogmática, ya que manifiesta una
gran alegría ante tal prueba de la capacidad intelectual inherente a la raza negra.
72
A pesar de estas cavilaciones Jefferson resulta la figura más plenamente identificada con los ideales
democráticos de la Revolución Norteamericana y lo cierto es que, si bien el nombre se puedo quedar corto, sus
palabras fijaron en forma permanente los ideales por los que siguieron luchando los norteamericanos progresistas
de generaciones posteriores, y por los que siguen luchando todavía, a pesar de los interminables tropiezos y
obstáculos de todo tipo y de las corrientes contrarias dentro de la misma opinión pública norteamericana.
3.5.2.3 Paine
Puede considerarse a Paine (1737-1809) como el más sistemático de los escritores políticos de la revolución
americana. Inglés de nacimiento, adquirió la ciudadanía de los Estados Unidos por residencia, y la de Francia
por decreto de la Convención Nacional, de la que era miembro. Residió en Francia, donde fue encarcelado por
Robespierre, y, una vez recobrada la libertad, regresó a América.
La teórica política de Paine (contenida fundamentalmente en su libro escrito contra Burke, “The Rights
of Man”) se basa esencialmente en la ideología de Locke y las tesis medievales de la supremacía de la ley.
Considera Paine que “los hombres son todos del mismo grado y que, por consiguiente, todos nacen
iguales y con los mismos derechos naturales”.
Las conclusiones que deduce, las resume el propio Paine en el siguiente párrafo: “Primera, que todo
derecho civil procede de un derecho natural, o, en otros términos, que es un derecho natural convertido en civil.
Segunda, que el poder civil, adecuadamente considerado como tal, se forma con el conjunto de aquella clase de
derechos naturales del hombre que resultan defectuosos en el individuo por lo que respecta a fuerza, y que no
responden a su finalidad sino cuando, reunidos en un foco, llegan a ser adecuados a la finalidad de todos. Tercera,
que el poder producido por el conjunto de derechos individuales, imperfectos por lo que hace a la fuerza de sus
titulares individuales, no puede ser aplicado para invadir los derechos naturales que retiene el individuo y en los
cuales el poder de ejecutar es tan perfecto como el derecho mismo”. Acepta íntegramente Paine la teoría
contractualista de Locke y formula una radical distinción entre la Sociedad y el Estado, afirmando que la primera
es producto de nuestras necesidades y promueve nuestra felicidad positivamente unificando los instintos
bondadosos del hombre, mientras que el Estado es una consecuencia de nuestra debilidad y contribuye
negativamente al bienestar restringiendo los vicios.
Tom Paine llegó a Inglaterra en el momento en que se estaban empezando a poner en práctica las ideas
políticas. Su primer gran libro El Sentido Común, fue en una defensa de la Revolución Norteamericana.
En 1789 en París publica su libro “Los Derechos del Hombre” en defensa de la Revolución Francesa, y
fue a comienzos de 1791 que salió a la luz la primera parte de este libro, que tuvo amplia difusión.
Puede ser que Paine no fuera el primer hombre que concibiese la idea del sufragio universal, pero hay
que reconocer que él fue el primero que propugnó tal sufragio en América, en Francia y también en Inglaterra.
Gracias a él se hicieron corrientes y populares en Norteamérica, en Gran Bretaña, y en América Latina todas las
ideas que hoy asociamos al vocablo democracia.
Lo que ganó tan amplia acogida a los escritos de Paine fue no tanto su tono controversial e irrespetuoso
cuando el hecho de estar redactados teniendo en cuenta al hombre corriente y con la persuasión de que el hombre
podía llegar a dominar la ciencia de la política. Esta ciencia, según Paine, era mera cuestión de sentido común.
Los sistemas hereditarios, tanto si se trata de monarquías como de aristocracias, son igualmente absurdos y
despreciables. El gobierno por elección, representativo del pueblo, era la única forma de gobierno a la que Paine
podía verle algún sentido. E gobierno a través de una democracia directa, cuando todos los ciudadanos participan
en el proceso legislativo, puede resultar muy bien en una comunidad muy pequeña, y en las comunidades
mayores es una necesidad.
73
Reconocía que los representantes escogidos por el pueblo podrían cometer errores, pero en tal caso,
insistía “aunque haya error, no hay injusticia”. Donde vio él la amenaza de la injusticia era en el procedimiento
de las decisiones mayoritarias, que fácilmente revierten en persecución contra las minorías. No dio con la manera
de obviar totalmente esto, como tampoco lo hemos solucionado hoy todavía; él hubo de limitarse a insistir en
que la mayoría no ha de imponer a una minoría otras condiciones distintas de las que se imponga ella a sí misma.
Como Paine lo entendió, el único origen legítimo del gobierno estaba en que los individuos mismos,
cada uno por su propio derecho personal y soberano, hicieran un pacto entre sí para nombrar un gobierno. Ellos
idearían una Constitución, asentando los principios a que debería atenerse el gobierno, el modo de organizar
éste, los poderes que tendría, y todo lo demás. Solamente así, sobre la base de una Constitución cabría establecer
un gobierno legítimo.
Lo mismo que a otros filósofos del siglo XVIII, preocupaban le a Paine los “derechos
naturales”. Esto lleva a la Declaración de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos. Esta declaración fue
obra de la Asamblea Nacional Francesa, en 1789. Paine fue sólo traductor y defensor de la misma en su libro.
Pero, de hecho, también es verdad que fue más que esto. Él había conversado con los franceses que redactaron
el documento, y sin duda había influido igualmente a los norteamericanos que redactaron la Declaración de la
Independencia, a la cual debía tantas cosas la Declaración de los Derechos francesa. Y a Paine es a quien el
mundo de habla inglesa debe su principal relación con este documento, que fue el más fecundo de todos los
documentos políticos.
Estos principios fueron proclamados hace 175 años, y nos ha ocupado hasta hoy entender sus
implicaciones y el implantarnos en unas cuantas zonas, relativamente pequeñas, del mundo.
Hacia 1780, la situación en Francia era muy grave. Por un lado, el estado francés se encontraba arruinado por
las continuas guerras. Por otro, el poder absoluto de los reyes y los privilegios de la nobleza y del clero no eran
aceptados por la burguesía, que influida por las ideas de la ilustración, quería hacerse del poder político.
A estos problemas se suma la falta de pan entre las masas urbanas debido a las malas cosechas y el
descontento de los campesinos, que querían acabar con los derechos feudales y los privilegios de la aristocracia.
Inicio de la revolución
74
El rey de Francia, Luis XVI, para solucionar la crisis económica solicito el pago de impuestos a la nobleza y al
clero, clases privilegiadas que estaban exentas de esta obligación. La negativa de la aristocracia obligo al rey a
convocar los Estados Generales, en mayo de 1789, para decidir sobre la cuestión de la reforma fiscal.
Los estados generales era una asamblea a la que acudían representantes de los tres estamentos: la nobleza, el
clero y el Tercer Estado (burguesía, artesanos, campesinos, etc.). Las votaciones se hacían por estamentos, con
lo cual siempre ganaban los privilegiados.
En junio de 1789, los privilegiados se negaron a hacer las votaciones individuales, como había solicitado
la burguesía. Esta decidió, entonces, constituirse en Asamblea Nacional, y en el juramento del Juego de la Pelota
acordó redactar una constitución.
La toma de la bastilla
El rey, asustado ante los hechos protagonizados por la burguesía, concentro sus tropas en las inmediaciones de
parís. El pueblo asalto la Bastilla para hacerse con las armas de esta prisión, símbolo del Antiguo Régimen.
Nuevas leyes
La Asamblea Constituyente abolió el régimen feudal, redacto la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano y elaboro la constitución de 1791, que proclamaba la soberanía popular, la división de poderes y el
sufragio censatario. Se hicieron elecciones y se escogió una asamblea con representantes de diversos partidos
(jacobinos, girondinos, etc.). Ante el apoyo que Austria y Prusia daban a los contrarrevolucionarios Francia les
declara la guerra.
Robespierre, del partido de los jacobinos, se hace con el poder y establece una verdadera dictadura, durante la
cual hace guillotinar a todos sus oponentes, tanto moderados como radicales. Es la llamada Época del Terror.
Para frenar los excesos de violencia de la última etapa, se produce el golpe de Estado de Termidor-----
denominación del mes de julio en el nuevo calendario revolucionario----- (1784), después del cual Robespierre
es guillotinado.
Empieza una nueva etapa en la que la que la alta burguesía accede al poder, suprime algunos derechos
reconocidos antes y establece una nueva estructura de poder. El gobierno estará en manos de un directorio de
cinco miembros y, el poder legislativo repartido en dos cámaras: el Consejo de los Quinientos, que redactaba
las leyes, y el consejo de los ancianos, que las aprobaba.
75
4-Se difundió la declaración de los Derechos del hombre y los Ciudadanos
5-La separación de la Iglesia y del Estado en 1794 fue un antecedente para separar la religión de la política en
otras partes del mundo
En su texto de 1789, en plena revolución francesa, sienta un importante precedente que será recogido
posteriormente a la hora de realizar el radical cambio desde un Estado liberal (basado en el individuo) hacia un
Estado social y de derecho (previo al actual Estado social y democrático de derecho).
Antes la ley era la cúspide de la del ordenamiento jurídico (el valor de las constituciones era relativo,
meramente orientativo), era la norma de referencia por esa identificación de nación = parlamento que se
destruye. Desaparece la legitimación del sistema jurídico ya que el parlamento no es homogéneo (desaparece el
gobierno de derecho con la extensión del sufragio y la aparición de los grandes partidos, se deja de ser un Estado
abstencionista).
La separación de poderes siendo el parlamento el centro del sistema como postulaba Montesquieu deja
de existir, ahora estos poderes van a tener unas fronteras difusas, colaborando unos con otros y compartiendo
facultades.
El legislativo ahora no va a aprobar leyes que contradigan la Constitución, van a estar por debajo de la
Constitución y deben de respetar los mínimos valores compartidos por todos expresados en la Constitución que
es la que da origen al legislativo.
Legado
Las dos últimas décadas del siglo XX han visto resurgir el interés por los escritos de Sieyès, que están siendo
objeto de numerosos estudios en Francia, España, Alemania, Italia, Rusia y Estados Unidos. Los análisis de su
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obra abarcan campos tan amplios como las ciencias políticas, la filosofía, el derecho, la historia, la metafísica y
la sociología, de cuyo nombre es considerado el inventor.
3.5.3.2. Jacobinos
Este término hace referencia al club francés de los Jacobinos
Los Jacobinos eran miembros de un grupo político d|e la Revolución francesa llamado Club de los Jacobinos,
cuya sede se encontraba en París.
3.5.3.3. Cordeleros
El Club de los Cordeliers o Sociedad de los derechos del hombre y del ciudadano es una sociedad política creada
en París el 27 de abril de 1790 que se estableció en la antigua capilla del Convento de los Cordeliers.
La creación del club tiene por objeto vigilar la asamblea y ser el espíritu crítico de la misma. Asimismo
se propone ayudar a los indigentes, lo que no hacen los jacobinos, la entrada es libre. Se entra en el club sin
pagar ninguna cuota, una bandera extendida en la puerta sirve para recoger los donativos que se quieran hacer.
Más radical que el club de los Jacobinos, sus miembros toman parte activa en los movimientos
revolucionarios que se sucedieron en la Asamblea constituyente, la Asamblea legislativa y la Convención
nacional. Es el que organiza, asimismo, la manifestación del Campo de Marte, el 17 de julio de 1791; rechaza
la Constitución de 1791 y pide la inhabilitación del rey y su arresto tras la huida del mismo a Varennes. El 10
de agosto de 1792 apoya la petición del derrocamiento del trono de Francia; y el 22 de mayo de 1793 fomenta
una insurrección pidiendo la desaparición de los girondinos de la Convención Nacional. Tras la caída de los
girondinos, el club se divide en Indulgentes (los Dantonistas) y Enragés (los Hébertistas), autores de la ley de
sospechosos y partidarios de una dictadura de la Comuna. El periódico Le VieuxCordelier, dirigido por Camille
Desmoulins, sirvió de órgano de expresión de los Dantonistas; mientras que los Hérbertistas tomaron como
tribuna Le PèreDuchesne, dirigido por Hébert. Las divergencias entre ambos grupos tuvieron su reflejo en agrias
polémicas a través de sus respectivos periódicos. Ambos grupos, sin embargo, fueron eliminados por los
Robespierristas: los Hébertistas fueron guillotinados el 24 de marzo, mientras que los Dantonistas (Danton,
Desmoulins, Fabre d'Énglantine) fueron ejecutados el 5 de abril de 1794; Marat había sido asesinado por
Charlotte Corday el 13 de julio de 1793. El Club de los Cordeliers vencido por el Club de los Jacobinos y
dependiente del mismo, subsistió más tiempo que éste último, desapareció en abril de 1795.
Cordeliers era el nombre de unos monjes franciscanos que, vestidos de manera sencilla llevaban, a modo de
cinturón, una simple cuerda. El club de los Jacobinos era el apodo usado por los que celebraban sus sesiones en
un convento de dominicos. De forma un tanto irónica, Dominicos y Franciscanos habían sido órdenes rivales
durante la Edad Media, rivalidad que renace entre los dos clubes, siendo ambos anticlericales.
77
Nacido el día 29 de julio de 1805 en una familia de ultras monárquicos que perdió a varios de sus
miembros durante el Terror revolucionario de la Revolución francesa, la caída de Robespierre en el año II (1794)
libró in extremis de la guillotina a sus padres. Probablemente por esta razón, desconfió toda su vida de los
revolucionarios, sin que ello lo llevara a planteamientos ultraconservadores.
Estudió Derecho y obtuvo una plaza de magistrado en Versalles en 1827. Sin embargo, su inquietud
intelectual le llevó a aceptar una misión gubernamental para viajar a los Estados Unidos a estudiar su sistema
penitenciario (1831). Su estancia allí duró dos años. Fruto de este viaje fue su primer obra: Del sistema
penitenciario en los Estados Unidos y de su aplicación en Francia (1833). Sin embargo, su estancia en Estados
Unidos le sirvió para profundizar en el análisis de los sistemas político y social estadounidenses, que describió
en su obra La democracia en América (1835–1840).
De regreso de sus viajes a Estados Unidos, Tocqueville abandonó definitivamente la magistratura para
dedicarse a la política y a la producción intelectual. En 1838 ingresó en la Academia de Ciencias Morales y
Políticas. En 1839 fue elegido diputado por el pueblo de Normandía que lleva su mismo nombre, Tocqueville
(del que habla en su obra Souvenirs), y en 1841 llegó a la Academia Francesa. Se opuso tanto a la Revolución
de 1848 (que acabó con la monarquía de Luis Felipe de Orleans) como al golpe de estado de Luis Napoleón en
1851–1852 (que acabó con la Segunda República Francesa y dio paso al Segundo Imperio, con Luis Napoleón
como Napoleón III); fue uno de los diputados arrestados durante el golpe. En el intervalo, fue brevemente
ministro de Asuntos Exteriores (1848) de la Segunda República, y vicepresidente de la Asamblea Nacional
(1849).2 Tras el advenimiento del Segundo Imperio, Tocqueville se retiró de la vida pública y se dedicó a la que
sería su obra cumbre (junto con De la democracia en América), inacabada: El Antiguo Régimen y la Revolución
(1856). En 1858, su salud se resintió y fue enviado al sur de Francia, donde murió (Cannes, 1859). Sus obras
completas fueron publicadas en nueve volúmenes por H. G. de Beaumont (1860–1865).
Sentido de su obra
La afirmación sin fisuras de lo que se considera un hecho fundamental y trascendente: la tendencia de las
sociedades modernas hacia la igualdad de condiciones entre las personas. Es una tendencia claramente anclada
en el pasado, que permite encontrar unidad en todo el complejo y plural devenir histórico. Esta idea central nos
permite seguir su obra según la oposición entre aristocrático y democrático (o entre aristocrático e igualitario).
Insistió en que esta tendencia se podía realizar de las más variadas formas y coexistir con muy diferentes
tipos de organización. Los progresistas estarán en contra en este punto ya que piensan que hay una vía única
(periodización de las edades del hombre que no se pueden saltar). Aquí introduce la idea sobre que la tendencia
a la igualdad se produce de forma inconsciente.
En estos dos puntos vemos que Tocqueville propone una filosofía de la historia, algo muy propio de los
siglos XVIII y XIX; una visión que otorga sentido general a toda la evolución histórica. La diferencia de
Tocqueville a otras filosofías de la historia es que considera que el despliegue de esa razón de ese proceso
histórico es del todo impredecible.
En la obra de Tocqueville también hay que destacar importantes aportaciones metodológicas; asume
una metodología que en muchos casos es novedosa. Tiene muchos puntos en común con Max Weber. La especial
habilidad para partiendo de fenómenos o datos empíricos muy precisos, pasaba a la construcción o modelos que
aspiran a hacer la realidad general comprensible. La novedad es que estos modelos no reflejaban al pie de la
letra la realidad sino que se dedicaban a privilegiar rasgos de esta realidad (más tarde lo hará Max Weber, y se
llamará categoría o «tipo ideal». No era una media: se trataba de exagerar unos rasgos para entender una realidad,
llegando a veces, a caricaturizarla. Con esto trabaja Tocqueville. Llama también la atención porque su tendencia
era buscar datos para hacer construcciones generales.
78
El cambio social según Tocqueville
Para él, si la humanidad debe elegir entre la libertad y la igualdad, siempre decidirá en favor de la
segunda, incluso a costa de alguna coacción, siempre y cuando el poder público proporcione el mínimo nivel
necesario de vida y seguridad.
Sin embargo, al examinar la obra de Tocqueville La democracia en América la libertad en las sociedades
democráticas es un bien superior que debe sobreponerse a la igualdad, ya que a pesar de que la igualdad sea un
rasgo común en la historia de la humanidad no significa que sea buena, pues la igualdad tiene connotaciones
morales que inciden en la relación entre los ciudadanos y el Estado.
Al situarse las personas en condiciones sociales iguales, los lazos de unión que tenían en otras épocas
desaparecen generando en el ciudadano una idea de desprendimiento de cualquier clase de relación con sus
semejantes. En cuanto a la relación con el Estado, se toman estas ideas para perpetuarse, al presentar como
moralmente bueno el ciudadano que vive aislado del otro y del Estado, es decir el tipo de estado déspota al cual
Toqueville referencia en su obra respecto a las debilidades en las que podría caer un Estado democrático.
La libertad política, en contraste, es un bien que se debe seguir a todo momento en las sociedades
democráticas, aunque sus efectos sean a largo plazo y no beneficien a toda la gente son necesarios para mostrarle
al ciudadano que vive con otras personas, que necesita de ellas para vivir y que requiere del Estado para
desarrollarse como ciudadano y como miembro de la sociedad. De este modo, la libertad política acaba con
alguna posibilidad de engendrar despotismo en la sociedad democrática.
La cuestión sigue siendo de actualidad, es la adecuación entre esta doble reivindicación de libertad e
igualdad: «las naciones hoy en día no saben hacer que en su seno las condiciones no sean iguales, pero depende
de ellos que la igualdad lleve a la servidumbre o a la libertad, a las luces o a la barbarie, a la prosperidad o a la
miseria».
Obras
De la democracia en América (volumen I, 1835 – volumen II, 1840). Trotta, 2010. ISBN 978-84-9879-122-8
En el capitalismo, los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes
o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario
para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación
mediatizada por el mercado. La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son
determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada en la civilización
occidental y basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción,
79
caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad está formada por clases en
vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de éste y otras
formas sociales por la movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica
expresada en un exponencial continuo de nivel de ingresos y por una distribución de la renta que depende casi
enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como relación
de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia sobre
las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithianose centra
en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una
amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los
mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista
considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada
imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el
intercambio de trabajo asalariado.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización
económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales
cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario.
Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de
los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de
la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al
capitalismo moderno.
Por último la expansión del capitalismo industrial también estuvo ligada a la aceleración del proceso
tecnológico; cada vez fue más estrecha la relación entre ciencia, tecnología e industria. Los inventos, antes
basados en técnicas simples al alcance de hombres prácticos con sentido común y experiencia, pasaban ahora
desde laboratorio científico a la fábrica. Ciencia y progreso se transformaron en dos conceptos fundamentales
dentro de la ideología burguesa.
80
3.6.2 Darwin: Evolución y Sociedad
Charles Robert Darwin (12 de febrero de 1809 – 19 de abril de 1882) fue un naturalista inglés que postuló que
todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un
proceso denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y
por buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural
no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930.
Darwinismo social es la creencia de que la evolución social puede ser explicada por medio de leyes de
la evolución biológica. Ha sido definido como la teoría que afirma que las leyes sociales forman parte de las
leyes naturales, y que pone en primer plano la lucha entre individuos o grupos humanos como fuente de progreso
social y biológico. Es un conjunto de propuestas políticas acerca del progreso, cambio social o evolución social
que dicen basarse en interpretaciones de Darwin.
El darwinismo social no implica, por sí mismo, una posición política. De hecho, algunos darwinistas
sociales proponen teorías del progreso social basadas en la competencia, mientras para otros lo principal es la
solidaridad.8 Así, el darwinismo social como tal puede ser visto como un conjunto ecléctico de propuestas -
basadas en percepciones políticas anteriores- que proclaman basarse en las leyes biológicas científicas
propuestas por Darwin. Se puede mostrar fácilmente que, desde la publicación de su obra, existió un gran interés
en aplicar sus percepciones a teorías y concepciones sociales.
Darwin
Tres conclusiones
1. Existe una lucha de los individuos entre sí. No tiene que ser una confrontación directa, aunque a veces lo sea.
Una competencia de organismos de la misma o de distintas especies por unos recursos limitados.
2. Se da una supervivencia diferencial. Los organismos deben competir por conseguir recurso limitadas y no
todos están en igualdad de condiciones para competir tendrán más posibilidades de sobrevivir aquellos que
presenten características individuales que les reporten una ventaja en esa lucha La supervivencia del mas apto
3. La mayoría de los individuos de 1 población presenten el rasgo diferencial que reporta ventaja en la lucha por
la existencia.
La evolución de la especie no consiste en la aparición de un nuevo carácter (rasgo morfológico) sino en el hecho
de que ese carácter se haga mayoritario en los organismos que constituyen una población de una especie, cuándo
se acumulan en los miembros de una población muchos caracteres distintos, hasta el punto de que se vuelva
imposible la hibridación con otros individuos de la especie, surge una nueva especie: la evolución.
3.6.3 Hegel
La filosofía de Hegel pretendía ser nada menos que una reconstrucción total del pensamiento moderno. Los
problemas y las ideas políticas constituían en ella un factor importante, pero solo secundario, en comparación
con la religión y la metafísica. En un sentido amplio, el problema de Hegel había sido persistente en el
pensamiento moderno desde sus inicios y se había ido agudizando cada vez más con el progreso de la ciencia
moderna: la oposición entre el orden de la naturaleza tal como debe ser concebido para los fines científicos y su
concepción implícita en la tradición ética y religiosa del cristianismo.
3.6.3.1. Dialéctica
Lo que la filosofía de Hegel quería ofrecer, pues, era una más amplia concepción de la razón que cubriera e
incluyera lo que había sido separado por el análisis de hume y Kant y el centro de su sistema fue una nueva
lógica tendiente a sistematizar un nuevo método intelectual. Eso es la dialéctica. Su virtud sostenía residía en su
capacidad para demostrar una relación lógica necesaria entre el campo de los hechos y el campo de los valores.
En consecuencia, aportaba un nuevo e indispensable instrumento para comprender los problemas de la sociedad,
81
de la moral y la religión. Debía aportar una norma de valores estrictamente racional, aunque racional de acuerdo
con una nueva definición y sustituir a la ley de la naturaleza, cuya debilidad filosófica había sido demostrada
por Hume y cuya debilidad practica había sido aún más evidente demostrada por la revolución francesa.
En la filosofía política de Hegel había dos elementos de primera importancia: la dialéctica, que exponía
un método capaz de producir conclusiones nuevas y de otra manera indemostrable en los estudios sociales y una
teoría del estado nacional como encarnación del poder político.
Al criticar las contraposiciones de la filosofía establece entre naturaleza y espíritu, finito e infinito, yo y
no-yo, saber y creer, Hegel también quiere responder a la crisis de representación y el desgarramiento de la vida.
De este modo Hegel propone su dialéctica como una construcción que procura superar las restricciones
tanto del dualismo de la filosofía moderna, como la de la lógica aristotélica tradicional.
En la teoría de Hegel no es posible sostener una separación entre pensamiento y el mundo objetivo.
Desde el monismo hegeliano surge así una afirmación central que marca la ruptura definitiva con el dualismo:”
La verdad de lo infinito es ideal”.
Para Hegel la realidad de las cosas se encuentra en lo ideal. Sus fundamentos son dos: El primero es que
la verdad no es real sino ficticia; y el segundo es que la verdad de lo finito está en la idea.
3.6.3.2. Estado
Siguiendo este diagnóstico de la debilidad de Alemania, Hegel definía al Estado como un grupo que protege
colectivamente su propiedad; sus únicas fuerzas esenciales son una institución civil y militar aptas para este fin.
En otras palabras un Estado es el poder de facto, la expresión –ciertamente- de la unidad nacional y una
aspiración social por el autogobierno, pero fundamentalmente el poder para hacer que la voluntad nacional sea
efectiva en el país y en el extranjero. La existencia de un estado es compatible con cualquier falta de uniformidad
que no impida el gobierno unificado efectivo
Creyendo como creía en el papel histórico de la monarquía, Hegel en 1802 ponía sus esperanzas acerca
de la unificación y modernización de Alemania en la aparición de un gran líder militar, aunque consideraba
esencialmente que ese líder aceptara voluntariamente las limitaciones constitucionales y se identificara con la
unidad nacional Alemana como causa moral.
Según Hegel, no es el individuo que se encuentra a sí mismo, es la razón que gradualmente hace
conciencia de sí misma. Primero en el individuo, a lo que Hegel llama razón subjetiva, luego en la familia y el
estado o razón objetiva. Y la forma más elevada de autoconocimiento o razón absoluta, que se da en el arte, la
religión y culmina en la filosofía. Hasta llegar a la filosofía la razón no se encuentra en si misma porque es en
la filosofía que la razón reflexiona sobre su propia actividad. Todo esto es llamado idealismo de Hegel.
82
método que deriva del orden de la evolución histórica normas de valoración científica o éticas, mediante las
cuales pudieran determinarse la importancia de determinadas etapas en la evolución. El método histórico
significaba una filosofía de la historia o el descubrimiento de una ley o dirección general del desarrollo cultural,
mediante la cual se esperaba poder trazar una línea científica defendible entre pueblos adelantados y atrasados,
civilizaciones desarrolladas y primitivas, naciones progresistas y retrasadas. La filosofía de Hegel afirmo por
vez primera los principios de los que dependía la confianza en un método histórico, así concebido.
En cuanto al individualismo, Hegel crea una antítesis, pues decía que el individuo era una parte orgánica
de la familia, la comunidad y el estado o poder objetivo y que la razón se hacía visible en la interacción del
hombre con su medio.
Según Hegel, no es el individuo que se encuentra a sí mismo, es la razón que gradualmente hace
conciencia de sí misma. Primero en el individuo, a lo que Hegel llama razón subjetiva, luego en la familia y el
estado o razón objetiva. Y la forma más elevada de autoconocimiento o razón absoluta, que se da en el arte, la
religión y culmina en la filosofía. Hasta llegar a la filosofía la razón no se encuentra en si misma porque es en
la filosofía que la razón reflexiona sobre su propia actividad. Todo esto es llamado idealismo de Hegel.
Ciertamente fallaron sus predicciones acerca del inevitable colapso del sistema capitalista, pero, frente
a los socialistas utópicos, apenas se interesó en cómo había de organizarse la sociedad. En lugar de ello, Marx
se propuso desarrollar un socialismo científico que partía de un detallado estudio del capitalismo desde una
perspectiva económica y revelaba las perversiones e injusticias intrínsecas del sistema capitalista; en tal análisis,
fecundo por los desarrollos posteriores y vigentes en muchos aspectos, reside el verdadero valor de su legado.
En cualquier caso, es innegable la altura de sus ideales; nunca ambicionó nada excepto "trabajar para la
humanidad", según sus propias palabras. Y, refiriéndose a su libro El capital, dijo: "Dudo que nadie haya escrito
tanto sobre el dinero teniendo tan poco".
Karl Marx procedía de una familia judía de clase media; su padre era un abogado convertido
recientemente al luteranismo. Estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena, doctorándose en filosofía por
esta última en 1841. Desde esa época el pensamiento de Marx quedaría asentado sobre la dialéctica de Hegel, si
bien sustituyó el idealismo hegeliano por una concepción materialista, según la cual las fuerzas económicas
constituyen la infraestructura subyacente que determina, en última instancia, fenómenos «superestructurales»
como el orden social, político y cultural.
En 1843 se casó con Jenny von Westphalen, cuyo padre inició a Marx en el interés por las doctrinas
racionalistas de la Revolución francesa y por los primeros pensadores socialistas. Convertido en un demócrata
radical, Marx trabajó algún tiempo como profesor y periodista; pero sus ideas políticas le obligaron a dejar
Alemania e instalarse en París (1843).
Por entonces estableció una duradera amistad con Friedrich Engels, que se plasmaría en la estrecha colaboración
intelectual y política de ambos. Fue expulsado de Francia en 1845 y se refugió en Bruselas; por fin, tras una
breve estancia en Colonia para apoyar las tendencias radicales presentes en la Revolución alemana de 1848,
pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló desde 1849 la mayor parte de su obra escrita.
83
Su dedicación a la causa del socialismo le hizo sufrir grandes dificultades materiales, superadas gracias a la
ayuda económica de Engels.
Marx partió de la crítica a los socialistas anteriores, a los que calificó de «utópicos», si bien tomó de
ellos muchos elementos de su pensamiento (particularmente, de autores como Saint-Simon, Robert
Owen o Charles Fourier). Tales pensadores se habían limitado a imaginar cómo podría ser la sociedad perfecta
del futuro y a esperar que su implantación resultara del convencimiento general y del ejemplo de unas pocas
comunidades modélicas.
Por el contrario, Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del
orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la
revolución (y no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) sería la forma de acabar con la
civilización burguesa. En 1848, a petición de una liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes
alemanes, Marx y Engels plasmaron tales ideas en el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria
situado en el contexto de las revoluciones europeas de 1848.
El capital
Posteriormente, durante su estancia en Inglaterra, Marx profundizó en el estudio de la economía política clásica
y, apoyándose fundamentalmente en el modelo de David Ricardo, construyó su propia doctrina económica, que
plasmó en El capital; de esa obra monumental sólo llegó a publicar el primer volumen (1867), mientras que los
dos restantes los editaría después de su muerte su amigo Engels, poniendo en orden los manuscritos preparados
por Marx.
Partiendo de la doctrina clásica, según la cual sólo el trabajo humano produce valor, Marx señaló la
explotación del trabajador, patente en la extracción de la plusvalía, es decir, la parte del trabajo no pagada al
obrero y apropiada por el capitalista, de donde surge la acumulación del capital. Denunciaba con ello la esencia
injusta, ilegítima y violenta del sistema económico capitalista, en el que veía la base de la dominación de clase
que ejercía la burguesía.
Sin embargo, su análisis aseguraba que el capitalismo tenía carácter histórico, como cualquier otro
sistema, y no respondía a un orden natural inmutable como habían pretendido los clásicos: igual que había
surgido de un proceso histórico por el que sustituyó al feudalismo, el capitalismo estaba abocado a hundirse por
sus propias contradicciones internas, dejando paso al socialismo. La tendencia inevitable al descenso de las tasas
de ganancia se iría reflejando en crisis periódicas de intensidad creciente hasta llegar al virtual derrumbamiento
de la sociedad burguesa; para entonces, la lógica del sistema habría polarizado a la sociedad en dos clases
contrapuestas por intereses irreconciliables, de tal modo que las masas proletarizadas, conscientes de su
explotación, acabarían protagonizando la revolución que daría paso al socialismo.
En otras obras suyas, Marx completó esta base económica de su razonamiento con otras reflexiones de
carácter histórico y político: precisó la lógica de lucha de clases que, en su opinión, subyace en toda la historia
de la humanidad y que hace que ésta avance a saltos dialécticos, resultado del choque revolucionario entre
explotadores y explotados, como trasunto de la contradicción inevitable entre el desarrollo de las fuerzas
productivas y el encorsetamiento al que las someten las relaciones sociales de producción.
También indicó Marx el objetivo último de la revolución socialista que esperaba: la emancipación
definitiva y global del hombre (al abolir la propiedad privada de los medios de producción, que era la causa de
la alienación de los trabajadores), completando así la emancipación meramente jurídica y política realizada por
la revolución burguesa (que identificaba con el modelo francés). Sobre esa base, Marx apuntaba hacia un futuro
socialista entendido como realización plena de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, como fruto de una
auténtica democracia; la «dictadura del proletariado» tendría un carácter meramente instrumental y transitorio,
pues el objetivo no era el reforzamiento del poder estatal con la nacionalización de los medios de producción,
sino el paso (tan pronto como fuera posible) a la fase comunista en la que, desaparecidas las contradicciones de
clase, ya no sería necesario el poder coercitivo del Estado.
La Primera Internacional
84
Marx fue, además, un incansable activista de la revolución obrera. Tras su militancia en la diminuta Liga de los
Comunistas (disuelta en 1852), se movió en los ambientes de los conspiradores revolucionarios exiliados hasta
que, en 1864, la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) le dio la oportunidad de
impregnar al movimiento obrero mundial de sus ideas socialistas.
En el seno de aquella Primera Internacional, gran parte de sus energías las absorbió la lucha contra el moderado
sindicalismo de los obreros británicos y contra las tendencias anarquistas continentales representadas por Pierre
Joseph Proudhon yMijaíl Bakunin. Marx triunfó e impuso su doctrina como línea oficial de la Internacional, si
bien ésta acabaría por hundirse como efecto combinado de las divisiones internas y de la represión desatada por
los gobiernos europeos a raíz de la revolución de la Comuna de París (1870).
Retirado desde entonces de la actividad política, Marx siguió ejerciendo su influencia a través de sus discípulos
alemanes, como August Bebel o Wilhelm Liebknecht; desde su creación en 1875, ambos fueron figuras de peso
en el Partido Socialdemócrata Alemán, grupo dominante de la Segunda Internacional que, bajo inspiración
decididamente marxista, se fundó en 1889. Muerto ya Marx, Engels asumió el liderazgo moral de aquel
movimiento y la influencia ideológica de ambos siguió siendo determinante durante un siglo.
Sin embargo, el empeño vital de Marx había sido el de criticar el orden burgués y preparar su destrucción
revolucionaria, evitando caer en las ensoñaciones idealistas de las que acusaba a los visionarios utópicos; por
ello no dijo apenas nada sobre el modo en que debían organizarse el Estado y la economía socialistas una vez
conquistado el poder, dando lugar a interpretaciones muy diversas entre sus adeptos. Dichos seguidores se
escindieron entre una rama socialdemócrata cada vez más orientada a la lucha parlamentaria y a la defensa de
mejoras graduales salvaguardando las libertades políticas individuales (Karl Kautsky, Eduard
Bernstein,Friedrich Ebert) y una rama comunista que dio lugar a la Revolución bolchevique en Rusia y al
establecimiento de Estados socialistas con economía planificada y dictadura de partido único (Lenin y Stalin en
la URSS y Mao Tse-tung en China
C. Marx
El pensamiento político liberal se desarrolló principalmente como elaboración de dos ideas sociales o morales
fundamentales: que la política es, esencialmente, el arte de llegar a acuerdos no coactivos entre intereses
antagónicos y que los procedimientos democráticos son el único camino efectivo para llegar a esos acuerdos.
En consecuencia, aunque su historia posterior decidió tomar en cuenta la válida crítica que hizo Hegel
al individualismo, nunca aceptó los dos supuestos principales de la filosofía social de Hegel. Éstos presupuestos
eran: que la sociedad es un equilibrio móvil de fuerzas antitéticas, que engendran el cambio social mediante su
tensión y lucha y que la historia social es una evolución interna o quasi-lógica de las fuerzas mismas. Estos
elementos del pensamiento de Hegel desempeñaron, sin embargo, un gran papel en la teoría política del siglo
XIX y posteriormente.
Esto se debió, principalmente, a la transformación de la filosofía de Hegel realizada por Karl Marx.
Marx suprimió de la teoría de Hegel el supuesto de que las naciones son las unidades efectivas de la historia
social –un supuesto que nunca tuvo una estrecha relación lógica con su sistema-, y sustituyó a la lucha de las
naciones por la lucha de las clases sociales .Así, eliminó del hegelianismo sus cualidades distintivas como teoría
política -su nacionalismo, su conservatismo y su carácter contrarrevolucionario- y lo transformó en un nuevo y
poderoso tipo de radicalismo revolucionario. El marxismo se convirtió en progenitor de las formas más
importantes de socialismo de partidos en el siglo XIX y después, con muy importantes modificaciones, del
comunismo actual.
En importantes aspectos, sin embargo, la filosofía de Marx continúo la de Hegel. En primer lugar, Marx
sigue creyendo que la dialéctica era un eficaz método lógico, el único capaz de demostrar una ley del desarrollo
social y, en consecuencia, su filosofía como la de Hegel fue una filosofía de la historia. Para ambos, la base de
todo cambio social es su “necesidad” o “inevitabilidad“ y este término era tan ambiguo en Marx como lo había
sido en Hegel, combinando como lo hacía los conceptos del explicación causal y de la justificación moral.
Aunque Marx elaboró su filosofía como una forma de materialismo, utilizó la dialéctica para apoyar una teoría
del progreso social en la que los más altos valores morales se realizan necesariamente. En segundo lugar, para
Marx como para Hegel la fuerza impulsora del cambio social es la lucha y el factor determinante, en última
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instancia, es el poder. La lucha tiene lugar entre clases sociales más bien que entre naciones y el poder económico
más que político, siendo el poder político en la teoría de Marx una consecuencia de la situación económica. Pero
ni para Marx ni para Hegel la lucha por el poder era susceptible de un arreglo pacífico para mutuo beneficio de
las partes contendientes. Marx compartía con Hegel un profundo escepticismo acerca de la capacidad de la
previsión humana o las buenas intenciones para modificar la acción de las fuerzas sociales y
temperamentalmente y debió su filosofía social, confiaba poco en la eficacia de la legislación para remediar los
abusos económicos. Es verdad que Marx confiaba y esperaba que su radicalismo revolucionario desembocará
en una forma de socialismo, en la igualdad social y una auténtica libertad, que completaría la igualdad y la
libertad de la democracia política. Pero, en realidad, no aportó ninguna razón convincente para pensar que la
política del poder del radicalismo resultará menos autoritaria en la práctica de la política del poder del
nacionalismo conservador. Su filosofía social, pues, encerraba una discrepancia entre sus aspiraciones
democráticas y la lógica interna del sistema. Durante la vida de Marx Este permaneció latente, porque la
revolución social que contemplaba nunca fue una cuestión política práctica. Se hizo explícito en la versión
comunista del marxismo revolucionario.
La Revolución Proletaria
La filosofía social de Marx se basaba y fue la primera en llamar la atención sobre un cambio social de
primerísima importancia se produjo en el siglo XIX: el seguimiento de la conciencia política y, finalmente, el
acceso hacia el poder político, de una clase trabajadora industrial. Esto, como dijimos en el capítulo anterior,
fue determinante para cambiar el curso del pensamiento liberal, pero Marx percibió su importancia mucho antes
que los liberales. Especialmente en los estudios históricos que formaban parte integrante de su filosofía,
presentaba al capitalismo por primera vez en lo que podría llamarse su aspecto humano, como institución que
había producido y aumentaba constantemente una clase de hombres que tiene que vivir absolutamente del salario
y que se relacionaba, pues, con los patronos sólo mediante un nexo monetario. Su fuerza de trabajo es
mercancía, la única mercancía económicamente valiosa que poseen, que debe ser vendida en un mercado
competitivo donde la única ubicación del comprador es pagar el precio establecido. La relación del patrón y
obrero en la industria tiende a quedar desprovista, así, de sentido humano y de obligación moral y se convierte
simplemente en una relación de poder. Marx vio justamente en esta situación el hecho potencialmente más
revolucionario de la historia moderna -por una parte, una clase definida por su propiedad de los medios de
producción y motivada esencialmente por la necesidad de crear ganancias y, por otra parte, un proletariado social
sin ningún poder salvo a través de la presión de las masas organizadas y obligado a fijarse como fin no la libertad
política sino el sostenimiento o el mejoramiento de su nivel de vida. Entendiendo esto como un hecho histórico,
Marx concebía al capitalismo como institución, no como resultado de leyes económicas intemporales sino como
fase en la evolución de la sociedad moderna. Partiendo, pues, del hecho de los intereses divergentes de clases,
ya bien aclarados por los economistas clásicos, se dedicó a interpretar el liberalismo político como ideología
característica de la clase media y a crear una filosofía social para el proletariado en ascenso, apropiada para
servirlo en su lucha por el poder.
Este proyecto, como la teoría del estado de Hegel, se difundió en una apreciación de la importancia
histórica de la Revolución Francesa. Como Hegel, Marx creía que la revolución había señalado el desplome de
la sociedad feudal pero, mientras que Hegel pensaba que la revolución se consumaría con el surgimiento de los
estados nacionales, Marx la consideraba como un paso previo a una revolución más drástica y completa. La
revolución, creía, había sido al mismo tiempo fundamentalmente importante y, en cierto sentido, superficial.
Había sido importante porque había realizado una etapa necesaria en el desarrollo de la civilización y, sin
embargo, era superficial en el sentido de que simplemente abría el camino a una etapa superior. La abolición del
feudalismo significaba para Marx la subida al poder de la clase media y la creación de un sistema político que
hiciera efectivo este poder. En su forma más desarrollada, todavía sólo parcialmente alcanzada, este sistema
sería la República democrática. La Revolución Francesa, pues, había sido esencialmente una revolución política.
Había transferido el dominio social de la nobleza y el Clero a la clase media industrial y comercial; había creado
el estado como un típico órganos de represión y explotación, de la clase media; y su filosofía -el sistema de
derechos naturales en la política y la economía- era la justificación y la racionalización ideal del derecho de la
clase media para explotar al trabajador.
El paso obvio más allá de la revolución política era una más profunda revolución social. Esta debe ser
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la obra del proletariado en ascenso, que debe desplazar a la clase media del poder como la clase media había
desplazado a la antigua clase feudal. La clase en ascenso también debe tener su filosofía y, como la filosofía de
la clase media era sustancialmente la afirmación de los derechos naturales de propiedad, una filosofía proletaria
debe ser la afirmación socialista de los derechos humanos de los hombres desposeídos. Pero precisamente porque
el proletariado se encontraba en la base de la estructura social, sin ninguna clase por debajo del que pudiera ser
explotada, una revolución proletaria no transferiría simplemente el poder de explotar sino que aboliría la
explotación. Sería el primer paso hacia una sociedad sin distinciones de clase social y el verdadero comienzo de
la historia como un proceso de realización plena del hombre. Esta era la grandiosa misión que la filosofía de
Marx se fijó a sí misma.
Por su intención, pues, la filosofía de Marx era profundamente práctica, como lo había sido la de Hegel.
Ambos creían que la acción política efectiva dependía de comprender la dirección general en la que marcha la
historia –lo que Marx llamaba “las fases naturales de la evolución- y de aceptar las tareas impuestas por la propia
situación dentro de ella. Mientras que Hegel había supuesto el historia europea culmina con el surgimiento de
las naciones germánicas y anticipó la elevación Alemania a una posición de dirección espiritual dentro de la
civilización europea, Marx creía que la historia social había culminado en el surgimiento del proletariado y
contemplaba el avance de esa clase hasta ocupar una posición dominante en la sociedad moderna. En la filosofía
de la historia de Hegel, la fuerza impulsora era un principio espiritual auto desarrollado que encarnaba
sucesivamente, en naciones históricas; para Marx era un sistema de fuerzas productivas encarnado en formas
básicas de distribución económica y en las clases sociales correspondientes a esas fuerzas. para Hegel, el
mecanismo del progreso era la guerra entre las naciones; para Marx era el antagonismo entre las clases sociales.
Ambos consideraban el curso de la historia como racionalmente necesario, una serie de etapas desenvolviéndose
según un plano lógico y avanzando hacia una meta determinada. Esta marcha majestuosa de la civilización
humana invita a los hombres a cooperar y a servir. Ambas filosofías fueron fuertes incitaciones a la acción y
formas muy efectivas de exhortación moral. Mientras que Hegel apelaba al patriotismo nacional, Marx apelaba
a la fidelidad de los trabajadores hacia sus compañeros. En ambos casos, la apelación era distinta del
individualismo de las filosofías políticas liberales. Se dirigía a la lealtad más que al interés personal, a los deberes
más que a los derechos y no ofrecía más recompensa que la esperanza de que la vida privada de cada cual cobrara
sentido mediante el servicio a una causa superior a uno mismo. La filosofía de Marx era concebida por él como
la aportación de un plan y un motivo para una revolución social que liberara a los trabajadores de la pobreza y
la explotación.
Esta unión en Marx de un programa de acción revolucionaria con una teoría filosófica del curso
necesario del desarrollo social es ininteligible si no se entiende el sentido peculiar que imparte la dialéctica a
palabras como “necesario” e “inevitable”. Si significarán simplemente la relación de causa y efecto, la
participación humana en el curso de la historia carecería de sentido; su consecuencia seria el quietismo político.
Pero, obviamente, ni los comunistas marxistas ni los nacionalistas hegelianos han sido quietitas; por el contrario,
han sido activistas decididos y hasta despiadados, algunas veces al precio de sus intereses privados. La distinción
que han hecho con frecuencia los comentadores entre Marx filósofo social y Marx, organizador del socialismo
de partidos, es una distinción que ningún Marxista –ni ningún hegeliano- haría jamás. La “necesidad” que ambos
atribuían a la historia exige la participación y la cooperación activa: es un aguijón para la acción y la dedicación
personal. Tiene menos afinidad con la causa y el efecto científico que con la predestinación que los calvinistas
atribuían a la voluntad de dios, de modo análogo, le historia le da al revolucionario marxista su vocación, la
seguridad del éxito final y, quizá la absolución de los crímenes que cometa en nombre de la historia. La necesidad
histórica pues no significa únicamente causa y efecto, ni una situación deseable, ni una obligación moral, sino
las tres al mismo tiempo.
3.6.4 EL UTILITARISMO
La ética utilitarista es una de las filosofías morales más importantes del siglo XIX. Antes de
explicarla, observamos que pasamos de la Edad Moderna (de los siglos XV al XVIII) a la Edad Contemporánea.
Al igual que las dos éticas anteriores se puede incluir el utilitarismo en las "éticas de la conciencia". El
utilitarismo es heredero directo de la ética de Hume y de los filósofos empiristas. Ya vimos cómo Hume ya usó
el término "utilidad". Los utilitaristas, como su propio nombre indica, hablan de la "utilidad" de aquello que da
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"placer". Todos los seres humanos buscan "placer" en sus actividades de un modo u otro. Los utilitaristas
consideran que una acción será tanto más benigna moralmente cuanto más placer genere a la mayor cantidad
posible de gente. Hay que tener en cuenta el contexto histórico en el que se da el utilitarismo y la pertinencia
social del mismo. Europa está cambiando del antiguo régimen de poderes absolutos y sociedades jerarquizadas
a regímenes más o menos democráticos en los que se defiende el liberalismo político y económico. El
utilitarismo es una corriente ética muy unida a este liberalismo. Las sociedades quieren más libertad, desean
romper las barreras sociales del antiguo régimen, contemplan mayor movilidad social y bienestar para toda la
población. Un tema interesante, que rebasa nuestra intención aquí, es el de ver cómo este liberalismo creará
nuevas barreras sociales ligadas a una economía ultracapitalista y precisará de la reacción de movimientos
reivindicativos de los trabajadores, como es el caso del socialismo.
En todo caso, el utilitarismo en su raíz está inspirado por un ideal debienestar social: a través de condiciones
de vida dignas para todos los ciudadanos y del fomento de las libertades. Lo vamos a ver en sus dos
representantes más señeros: Jeremy Bentham y John Stuart Mill.
David Hume (1711-1778)
En este personaje encontramos ya un concepto de justicia radicalmente diferente al iusnaturalismo racionalista,
si bien todavía proclama que la naturaleza humana es la única ciencia del hombre. La justicia es para Hume un
concepto que deriva en su totalidad de la utilidad, porque la justicia no es una virtud natural sino artificial,
inventada y establecida convencionalmente por los hombres. Toda vez que los seres humanos no poseemos un
instinto natural de justicia, por el contrario, solemos ser parciales incluso de nosotros mismos, fue menester
inventar un remedio contra tal parcialidad: el concepto de justicia. Para Hume la convención, que no solo hace
surgir el concepto de justicia , sino el de propiedad, derecho, etcétera, emerge de un sentimiento general de
interés común, el cual nace cuando, sin prometerse nada unos a otros, hay una especie de acuerdo entendido de
la utilidad que nos reporta actuar en la misma dirección. Hume recurre para ilustrar esta convención al caso de
dos hombres que impulsan, sin previo acuerdo, un bote de remos.
Sin embargo, si desaparece la utilidad que reporta la justicia, desaparece la convención que la hacía
posible y por consecuencia, desaparece la justicia. Hume piensa que en los casos de extrema necesidad o de
extrema abundancia, el sentido de justicia o de propiedad o de derecho desaparece, precisamente porque son
virtudes artificiales. Así, en el caso de un naufragio, cada uno trata de salvarse recurriendo a cualquier clase de
medios propios o ajenos, justos o injustos. A su vez, si se acabara con la escasez de bienes no tendría tampoco
sentido referirse a la justicia o a la propiedad, pues tales conceptos carecerían de cualquier utilidad. Con todo,
hume piensa que la justicia es una virtud distinta de otras, porque está referida no al bien particular de los
individuos sino al de la sociedad toda. La paz y el orden son consecuencia de la justicia.
Ingresó en la Universidad de Oxford con 12 años, cursó estudios de Derecho. Ejerció durante algún tiempo la
profesión de abogado, pero muy pronto la abandonó disgustado por aquel legalismo oscuro e irracional.
En 1789 consiguió reconocimiento y fama por su: Introducción a los principios de la moral y la legislación,
donde propone el utilitarismo como base para las reformas sociales.
En él, preconizaba que todo acto humano debía ser juzgado según la Utilidad que reporta: esto es, según "el
placer" o "el dolor" que produce a las personas. A partir de esa simplificación de un criterio tan antiguo,
proponía formalizar el análisis de las cuestiones políticas, sociales y económicas sobre la base de medir
la Utilidad de cada Acción o decisión.
Dado que el placer y el dolor, según él, eran posibles de medir en algún sentido objetivo, entonces cada política
pública que llevara a cabo la autoridad podría juzgarse sobre la base del Beneficio que generara.
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Bentham desarrolló un trabajo teórico que sentó las bases del utilitarismo social y económico y que plasmó en
sus obras The Rationale of Reward (La racionalidad de la recompensa) y The Rationale of Punishment (La
racionalidad del castigo). Para Bentham, el único principio capaz de explicar el nacimiento de la sociedad y
de las leyes es el de la utilidad común, que se resume en esta frase: "la máxima felicidad para el mayor número
posible de personas". Sobre esta base criticó la legislación inglesa, fundamentada en principios abstractos y
que se consideran inmutables. Si las leyes deben buscar la utilidad de los hombres, deben basarse en hechos y
motivos que guíen las acciones humanas. Por lo tanto, deben ser mutables para promover la utilidad individual
y colectiva. Aquello que el hombre no tiene interés en hacer tampoco lo asumirá como un deber.
Bentham más que filósofo es un crítico del derecho y de las instituciones políticas y judiciales. Sus escritos
políticos son, en mucho, el programa de su partido; son el programa de acción del radicalismo filosófico.
También fue precursor de la reforma penitenciaria. Ideo el panopticon, un modelo de prisión en el cual los
reclusos se encontrarían bajo vigilancia constante desde un punto central de un edificio circular.
Los trabajos de Jeremías Bentham tuvieron una enorme influencia en la legislación no sólo de Inglaterra sino
en otros lugares del mundo. Bentham intervino en la redacción de textos constitucionales de los estados de
Nueva York, Carolina del Sur y Luisiana. i
Es el fundador del utilitarismo, escribió, entre otras obras, las siguientes: “introducción a los principios de moral
y legislación”. “tratado de legislación civil y penal” y “deontología”. Fue sobre todo, penalista.
Expresa que es bueno todo aquello que procura placer, por lo tanto, la moral no es otra cosa que “el
cálculo de los placeres”, de cuyo concepto deriva “aritmética social”. Sostiene que el vicio es un error de cálculo
en la busca de la felicidad, por lo que hay que combatirlo, en cuanto que conduce a la infidelidad. La virtud la
concibe como un egoísmo bien entendido; pretende superar su utilitarismo individualista con la participación de
un mayor número de personas en la felicidad, formulando los famosos principios de “la felicidad máxima del
máximo número”, “en el reparto de los placeres ningún hombre deber ser excluido” y “cada uno debe contar o
valer por uno”, que tiene como contenido obtener “la mayor ventaja posible para el mayor número posible”.
Los principios de la doctrina utilitarista de Bentham, igual que la de todos los autores que la sostienen,
son fundamentalmente incorrectos y falsos: confunden lo útil con lo bueno; cuando tal confusión no pasa los
linderos de la gramática puede ser solamente incorrectos, pero cuan do pretende elevarse a concepciones
filosóficas llegan a lo absurdo, ya que es fácil advertir que lo útil no es un valor de la moralidad; puede ser
inclusive una cualidad de los bienes, como instrumentos, pero jamás una virtud. De esta manera los bienes
pueden ser los medios idóneos para llegar al fin propuesto, pero siempre serán instrumentos de utilidad, que
nada tienen que ver con la moral.
Influido profundamente por la obra de Hume, desarrolla la corriente hedonista del utilitarismo. Para
Bentham la naturaleza ha puesto a la humanidad bajo la autoridad de dos ambos soberanos: el dolor y el placer.
Éstos, continúa el autor, los que determinan lo que debemos de hacer y lo que haremos. Entonces, lo que persigue
la naturaleza humana es su propio placer, nuestra razón no es más que una orientación, un tanteo. Benthan trató
de encontrar lógica de la voluntad, del derecho constituía, precisamente, la rama más importante de esta lógica.
Dado que cada hombre persigue su propio placer, los intereses que haga posible una cooperación efectiva, sólo
de ese modo posible, decía Bethanm, lograr “La felicidad del mayor número”.
Mill sienta las bases de una teoría de la libertad individual en sociedad, que es donde ésta tiene sentido,
porque la libertad como principio sólo tiene aplicación en el ámbito social. No basta para Mill afirmar la
soberanía del individuo sobre sí mismo, su propio cuerpo y espíritu, sino cómo hacerla posible en relación con
la soberanía de los demás. La respuesta está en la determinación del único límite posible para que Mill puede
constreñir la libertad: el individuo sólo es responsable ante la sociedad por la conducta que se refiere a los demás,
aquellas que podría hacerle un daño a los otros. Dirá nuestro autor “la única libertad que se merece este hombre
es la de buscar nuestro propio bien por nuestro camino propio, en tanto no privemos a los demás del suyo o les
impidamos esforzarse para conseguirlo”
La doctrina de Mill previene no sólo contra los riesgos del despotismo sino, incluso del perfeccionismo,
no cabe limitar la libertad individual arguyendo el propio bien físico y moral de la persona, por más que sean
éstas buenas razones para persuadirle (por ejemplo, no fumar, no consumir estupefacientes o bebidas
alcohólicas, etc. ) El planteamiento de Mill, que hoy ha encontrado eco en la frases sintética “mi libertad termina
donde la tuya comienza” responsabiliza a los seres humanos de sus propios actos, reconociendo en ellos no solo
la autonomía sino la carga de su ejercicio.
Se dice que John Stuart Mill fue una noble figura de hombre y de ciudadano. Utilitarista como Bentham,
pretende perfeccionar la doctrina que profesa. Escribió entre otras, las siguientes obras: “lógica inductiva y
deductiva”, “sobre el gobierno representativo” y “sobre el utilitarismo”.
Reconoce que el principio del cálculo expuesto por Bentham es absurdo, pues se da cuenta que, en ese sentido,
el hombre obra por indicaciones de sus sentimientos y no en virtud de cálculos. Expresa que poseemos una
facultad moral, que nos indica que la ventaja propia es inseparable de la ventaja ajena, por lo que el hombre
asocia la idea del bien individual con la del bien colectivo.
En relación a lo expuesto y a las objeciones al utilitarismo dice: “ debo advertir una vez más que los
detractores del utilitarismo no le hacen la justicia de reconocer que la felicidad en que se cifra concepción
utilitarista de una conducta justa, no es la propia felicidad del que obra, sino la de todos”
Mill, superando el utilitarismo de Bentham, hace una distinción cualitativa de los placeres y considera como
superiores a los placeres intelectuales y morales. A pesar de ello y el propósito definido de conciliar la utilidad
individual con la general, el utilitarismo de Mill contiene los mismos errores y falsedades de toda tesis utilitarista.
3.7 El Anarquismo
Las reflexiones sobre el poder político han llevado a diversos pensadores a considerarlo como un mal no
necesario, sino que puede evitarse combatiéndolo hasta lograr su desaparición. Esta es la tesis fundamental de
todas las teorías anarquistas. Los medios para lograr esa desaparición varían según las escuelas. Las más
importantes y que han logrado mayor cantidad de adeptos y que desgraciadamente han ocasionado graves daños,
destrucciones y perturbaciones del orden social, son las que predican la violencia para obtener la anarquía.
Enemigos ideológicos de los comunistas, son sin embargo, sus compañeros de viaje, hemos visto como en
realidad, la meta de ambas doctrinas es la misma; la desaparición del estado. Pero el aparato ideológico, para
obtener un resultado idéntico, es diferente. El anarquista no admite etapas transitorias como es la dictadura del
proletariado en el marxismo, no quiere la desaparición del poder político en el futuro, sino inmediatamente. Aquí
y ahora para los más violentos, gradualmente para otros moderados, por ejemplo Proudhon (1809-1865) que
propone una federación anarquista que va descomponiendo al estado en una serie de grupos autónomos que se
administran a sí mismos “el estado no tiene que intervenir, no aparece por ninguna parte” en una sociedad bien
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organizada, debe reducirse poco a poco a no representar más que a sí mismo, a nada” (“el representante del
pueblo”, 5 de junio de 1848). También expresa que el gobierno del hombre por el hombre en cualquier forma,
es opresión. La sociedad más perfecta se encuentra en la unión del hombre con la anarquía.
Otros celebres anarquistas, son BAKUNIN Y KROPTKIN, ambos rusos, el primero del siglo XIX
(1814-1876) y el segundo murió en el siglo XX (1919). Sus construcciones utópicas les hacen llegar lo mismo
que todos los anarquistas y el mismo marxismo que pretende ser su enemigo, a la desaparición del poder político.
El anarquismo es un sistema ideológico de tendencias muy diversas (puede ser pacifista o terrorista) formado
por personalidades muy diferentes (príncipe Kropotkin, Bakunin...) pero todas tienen en común:
Rechazo total de toda autoridad, especialmente la del estado. Son partidarios de su destrucción inmediata
por vía revolucionaria. El poder político siempre corrompe al ser humano, el cual es bueno por
naturaleza.
Actividad dentro del sindicalismo puro. Se niegan a participar en la vida política.
Rechazo de la sociedad industrial. Proponen una vuelta al mundo agrario.
La corriente anarquista más importante fue la Bakuninista. Bakunin era un ruso exilado en Europa
occidental. Tuvo, junto con Marx, un gran protagonismo en la organización del movimiento obrero, teniendo
frecuentes altercados ideológicos y hasta personales con el fundador del socialismo. Básicamente, en sus ideas:
Exalta la libertad del individuo pero concebida socialmente (“sólo seré libre cuando todos los hombres
lo sean”).
Defiende la revolución, básicamente campesina, espontánea y hecha desde abajo. Ésta destruirá al
estado, al ejército y a cualquier elemento represivo.
En general hay un rechazo de toda autoridad. Se niegan a colaborar con cualquier estado.
La nueva sociedad que saldrá de la revolución será una sociedad de “hombres absolutamente libres que
no obedecerán más que a la razón”. Se basará en comunas autónomas. En estas comunas existiría el
Anarco colectivismo. Se colectivizarán los instrumentos de trabajo (la tierra, el capital...), pero no sus
frutos “a cada uno según su trabajo”.
El ateísmo radical y la preocupación por la educación del pueblo son también aspectos importantes de su
pensamiento.
CAPITULO IV
4.1.1. Contexto Histórico
Época Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución
francesa y la actualidad. Comprende un total de 223 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó
una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas que han llevado su crecimiento más
allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de
todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que han elevado para una gran parte de los seres humanos
su nivel de vida, pero que han agudizado las desigualdades sociales y dejan para el futuro próximo graves
incertidumbres medioambientales.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la
economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que se
destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía que
contempló el declive de sus antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo de uno
nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. Más
91
espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución liberal, nacionalismo,
totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores guerras conocidas por la
humanidad.
La crisis del antiguo régimen
En el siglo XIX, estos elementos confluyeron para conformar la formación social histórica del estado liberal
europeo clásico, surgido tras la crisis del Antiguo Régimen. El cual había sido socavado ideológicamente por el
ataque intelectual de la Ilustración, Pero, a pesar de lo espectacular de las revoluciones y de lo inspirador de sus
ideales de libertad, igualdad y fraternidad un observador perspicaz como Lampedusa pudo entenderlas como “la
necesidad de que algo cambie para que todo siga igual”46.
El Nuevo Régimen fue regido por una clase dirigente que, junto con la vieja aristocracia incluyó por
primera vez a la pujante burguesía responsable de la acumulación de capital. Esta, tras su acceso al poder, pasó
de revolucionaria a conservadora, consciente de la precariedad de su situación en la cúspide de una pirámide
cuya base era la gran masa de proletarios.
En el siglo XX este equilibrio inestable se fue descomponiendo, en ocasiones mediante violentos
cataclismos (comenzando por los terribles años de la Primera Guerra Mundial, 1914-1918).
Por una parte, en los países más desarrollados, el surgimiento de una poderosa clase media, en buena
parte gracias al desarrollo del estado del bienestar o estado social que tendió a llenar el abismo predicho por
Marx y que debería llevar al inevitable enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado.
La democracia liberal fue sometida durante el período de entreguerras al doble desafío de los
totalitarismos estalinista y fascista (sobre todo por el expansionismo de la Alemania nazi, que llevó a la Segunda
Guerra Mundial).
En cuanto a los estados nacionales, tras la primavera de los pueblos (denominación que se dio a la
revolución de 1848) y el periodo presidido por la unificación alemana e italiana (1848-1871), pasaron a ser el
actor predominante en las relaciones internacionales, en un proceso que se generalizó con la caída de los grandes
imperios multinacionales (español desde 1808 hasta 1898; ruso, austrohúngaro y turco en 1918, tras su
hundimiento en la Primera Guerra Mundial) y la de los imperios coloniales (británico, francés, holandés, belga
tras la Segunda).
Después de la Segunda Guerra Mundial, los estados nacionales devinieron en actores cada vez menos
relevantes en el mapa político, sustituidos por la política de bloques encabezados por los Estados Unidos y la
Unión Soviética. 47
La integración supranacional de Europa (Unión Europea) no se ha reproducido con éxito en otras zonas
del mundo, mientras que las organizaciones internacionales, especialmente la ONU, dependen para su
funcionamiento de la poco constante voluntad de sus componentes.
El Despotismo Ilustrado
Esta teoría política estuvo basada en el principio de que los reyes gobernaban para el pueblo, pero sin la
intervención del pueblo.
Los principales representantes fueron Luis XV de Francia, Catalina II de Rusia, José II de Austria y
Carlos III de España, así como los ministros Turgot y Malesherves en Francia, el conde de Aranda en España y
el marqués de Pombal en Portugal.
La economía pasó a una definitiva decadencia y la necesidad de una ideología hizo que arraigaran las
teorías de la Enciclopedia.
José II de Austria es el mejor representante del déspota ilustrado y defendió que la filosofía era la base
de su gobierno. Decretó la libertad de culto, suprimió monasterios y conventos e invadió a la autoridad
eclesiástica nombrando obispos y reglamentando las ceremonias de la liturgia. Abolió la pena de muerte, el
tormento y la censura de prensa.
4.1.1.2. La Revolución Francesa
Causas de la Revolución Francesa
46 página 60 del libro Historia Universal de Marialba Pastor cuarta edición de Santillana )
47 ídem. Pag.47
92
Los principales factores que ocasionaron la Revolución francesa fueron, en primer lugar, la conducta de los
gobernantes del absolutismo y del despotismo Ilustrado, en lo que se refiere a materia política, ocasionando que
el pueblo fuera Ignorado en todos los problemas nacionales; el segundo factor fue la influencia que los
Intelectuales racionalistas ejercieron, que hicieron resaltar esta injusticia; el tercero fue la desigual distribución
de la riqueza y la situación anómala de que los impuestos recaían sobre las clases más débiles y necesitadas, lo
cual causó una crisis financiera.48
Clases Sociales, Las clases sociales en Francia fueron tres:
La primera clase la constituía el clero, que se dividió en alto y bajo: el primero estaba formado por aristócratas
que figuraban en las camarillas de Versalles y tenían todos los privilegios de un señor feudal; y el segundo,
llamado bajo clero, extraído del pueblo y compartía la miseria de éste.
La segunda clase estaba integrada por la nobleza, la cual también se dividía en alta y baja: la primera
era la cortesana que sólo se preocupaba de conquistar el favor del monarca y cobrar las rentas de sus tierras o
disfrutar de sus privilegios; la segunda vivía en sus territorios feudales y compartía en parte los problemas del
campesino.
La tercera llamada Estado llano, la formaban burgueses, campesinos y artesanos sobre los cuales recaían
los impuestos, de tal manera que las cargas fiscales consumían la mitad de los productos de la tierra. La burguesía
era la mejor preparada intelectualmente y estaba ansiosa de poder conseguir los puestos oficiales, que eran
privilegios de la nobleza y el clero.
La Asamblea Constituyente
En 1788, ante la bancarrota nacional, Luis XVI recurrió a uno de sus antiguos ministros de Hacienda, Jacques
Necker. Éste convocó a la reunión de los Estados Generales, que no habían sido llamados desde 1614.
En esta reunión, realizada ya en el que después sería considerado el año glorioso de 1789, el tercer estado
consiguió que las votaciones no fueran por estados, porque siempre quedaba en desventaja frente a los dos votos
del alto clero y la nobleza, y logró que el voto fuera personal (nominal), con lo cual tendría la mayoría.
Los 600 delegados que componían el tercer estado se consideraron los representantes del pueblo francés y
decidieron convertirse en Asamblea Nacional con el fin de establecer un nuevo pacto o acuerdo social y dejarlo
plasmado en una Constitución. 49
Por esta razón, el rey los expulsó de la sala de actos del Palacio de Versalles. Inmediatamente, éstos
decidieron juntarse en la sala del Juego de Pelota y juraron no separarse hasta no haberle dado a Francia una
Constitución.
Pocos días después de instalarse la Asamblea Nacional, ésta se convirtió en Asamblea Constituyente. El
rey parecía estar conforme y una parte de la nobleza y el clero se unió al tercer estado.
Sin embargo, el rey insistió en su autoridad de derecho divino, mostró que era señor del ejército y
protector de su nobleza y concentró tropas en Versalles y París. Esta acción fue provocadora para el pueblo
parisino, el cual, enardecido, asaltó la Bastilla (la prisión del Estado), tomó las armas que estaban dentro y liberó
a los detenidos. El ejército fue disuelto y Lafayette asumió el mando de la Guardia Nacional, o sea, las milicias
que entrarían a servir a la Revolución.
Invasión De Francia
Entre tanto, el gobierno de Inglaterra, las monarquías absolutas (España, Austria, Prusia y Rusia), así como
Bélgica y Holanda, atendiendo las súplicas de ayuda de la nobleza francesa que se había fugado, formaron un
Concierto Europeo y prepararon acciones de guerra contra el gobierno revolucionario francés.
No esperando a que la agresión extranjera empezara, la Asamblea Legislativa se adelantó y le declaró
la guerra a Austria. Las masas francesas manifestaron exaltados sentimientos patrióticos contra la intervención
extranjera y el rey.
El 10 de agosto, el gobierno popular y revolucionario de la Comuna de París, instalado en la principal
ciudad francesa y bajo la dirección de los jacobinos, asaltó el palacio de las Tullerías, apresó al rey y convocó a
la elección, por sufragio universal, de una Convención Nacional.50
48 Ídem. Pág. 48
49 Ídem. Pág. 61
50 Ídem. Pág. 64
93
En 1792, el movimiento entró en una fase de radicalización “contra los enemigos del pueblo”. Las masas
asaltaron las prisiones y ejecutaron a aristócratas, clérigos refractarios (fanáticos) y otros sospechosos de atentar
contra la Revolución.
Además, formaron tropas que marcharon a la guerra para detener al enemigo. En ese momento se entonó,
por primera vez, el himno La Marsellesa. En Valmy este ejército improvisado pero entusiasta derrotó a Prusia.
En los primeros días de 1793, Luis XVI fue juzgado por un tribunal, declarado culpable de traición a la
patria y guillotinado. Pocos meses después le ocurría lo mismo a su esposa María Antonieta.
Época Del Terror
El gobierno quedó en manos de los jacobinos, este amenazado por distintos medios, cayó en la desesperación y
se convirtió en una dictadura. Un tribunal revolucionario impuso el terror (rojo) consistente en una estricta
vigilancia para defender la República
El Comité de Salvación Pública, encabezado por Robespierre (apodado “El Incorruptible”), mandó
guillotinar a miles de sospechosos contrarrevolucionarios (incluidos sus antiguos camaradas), prohibió la prensa
autónoma y las reuniones de los “aristócratas” y suspendió provisionalmente las libertades hasta alcanzar la paz.
El ejército revolucionario consiguió expulsar a las tropas extranjeras que habían invadido Francia. Pero
los problemas del gobierno se agravaron cuando algunos radicales o rabiosos, encabezados por Hébert,
emprendieron una campaña de ataque violento a la Iglesia católica (descristianización), consagraron Notre Dame
como el templo de la Razón y clausuraron numerosas iglesias.
Y se agravaron todavía más cuando otro grupo, el de los indulgentes (entre ellos Danton) se
pronunciaron contra el terror y en favor de la libertad de comercio. Ambos movimientos fueron reprimidos por
la dictadura jacobina y sus miembros guillotinados. Después de estos excesos, el gobierno quedó severamente
debilitado.51
La Convención detuvo los intentos de Robespierre por continuar la línea dura y lo llevó ante el tribunal
revolucionario. Éste lo juzgó y mandó ejecutar. Con ello terminó la época del terror.
4.1.2. Primera Guerra Mundial
La duración de esta contienda fue de cuatro años, de 1914 a 1918, los imperios europeos cada vez dominaban
más territorios, enfrentándose a los intereses expansionistas de las otras naciones imperialistas y despertando las
suspicacias de ellas mismas; y aun cuando aparentemente reinaba la paz, todas se fueron preparando para la
guerra.
En Alemania, el “Canciller de Hierro”, Otto Von Bismark, había logrado consolidar la unidad alemana
con la unión de diferentes ducados y reinos en una confederación, pero su interés siguió siendo expandir sus
fronteras.
Inglaterra continúa su desarrollo industrial y tecnológico, dominando las principales rutas comerciales,
destacando las del mar Mediterráneo.
Rusia es un imperio decadente a principios del siglo XX: Perdió la guerra contra Japón (en 1905),
marcando el comienzo de la hegemonía japonesa en el extremo oriente.
Francia incrementa su flota mercante, pero militarmente es más débil que Alemania, comprobado esto
en la guerra franco-prusiana (1870), donde fue vencida. Trató de apoderarse de Marruecos y se adueñó de Túnez
(1881), que aunada a su antigua colonia de Argelia le permitió el dominio del Mar Mediterráneo.52
Las naciones imperialistas cada vez destinaban una partida mayor para la preparación bélica, subiendo
impuestos y obligando a los ciudadanos a permanecer largos períodos en el reclutamiento de la milicia,
generando así una de las causas de la Guerra.
Causas
El dominio sobre las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias, que se resolvían a través de acuerdos
diplomáticos o bien de guerras que se mantenían a través de un marco estrictamente local. Además, las alianzas
que se formaban duraban poco y los países cambiaban de bando frecuentemente, según las circunstancias.
51 Ídem. Pág. 65
52 Ídem pág. 14
94
Sin embargo, las reglas de juego de la diplomacia internacional fueron variando poco a poco. A medida
que crecían las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron
haciendo incontrolables. Además, había nuevos competidores: Estados Unidos y Japón, que se disputaban el
Pacífico.
Las principales causas que van a llevar a las naciones europeas a enfrentarse militarmente se pueden
desglosar de la siguiente manera:
LAS RIVALIDADES ENTRE LAS NACIONES:
ALEMANIA E INGLATERRA.
Alemania aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber llegado tarde al reparto colonial. Sus
intereses expansionistas en China y África del Sur, y en general la competencia industrial, el rearme marino y
la política colonial de Alemania chocaban con los intereses de los ingleses. Los gobiernos británicos vieron con
recelo el auge militar alemán, que construyó una armada poderosa justificándola en la posibilidad de una
agresión británica. A su vez, los ingleses desarrollaron un programa de construcción naval que garantizara la
supremacía británica en el mundo.53
ALEMANIA Y FRANCIA
A) CRISIS MARROQUÍ: A principios del siglo XX, Alemania y Francia están a punto de irse a la
guerra por su rivalidad. Francia dominaba Argelia y Túnez, y se preparaba para adueñarse Marruecos (1906),
pero el káiser alemán visita esta región africana y le ofrece apoyo, lo que frustra las ansias imperialistas
francesas. En 1911 los conflictos se agudizan por la presencia de un cañonero alemán en un puerto de
administración francesa en África.
Los británicos, que temen los continuos progresos de Alemania, respaldan a Francia, llegándose a un
acuerdo colonial (1911) por el que Francia establece un protectorado en Marruecos a cambio de ceder a
Alemania territorios del Congo Francés.
B) POR ALSACIA Y LORENA existía una enemistad reactivada por la derrota francesa en la guerra
Franco-Prusiana (1870), en la que Francia perdió la región oriental de Alsacia y Lorena, rica en carbón mineral
y materias primas. Más adelante, Alemania establece allí la Industria de hierro más poderosa de su imperio.
AUSTRIA-HUNGRÍA Y RUSIA
CRISIS BALCÁNICA: A principios del siglo XX, la región más explosiva eran los Balcanes, dominada en su
mayor parte por los imperios turco (otomano) y el austro-húngaro, por lo cual chocaban distintos intereses.
Los serbios querían construir un Estado yugoslavo que reuniera a todos los eslavos de la región; para
ello, debían de apropiarse de territorios que estaban en poder de los imperios antes señalados.
La tensión en los Balcanes continúa en 1908 con la anexión de Bosnia- Herzegovina a Austria. Serbia
protesta y pide apoyo a Rusia pero ésta tiene un ejército débil; Francia también le da la espalda a los serbios,
quedando aislados, por lo que tuvieron que aceptar la pérdida de esa región, lo que aumentó la agitación
nacionalista entre los eslavos, logrando expulsar a los otomanos en 1913, con lo que Serbia consiguió una gran
expansión hacia el sur y el oeste, consiguiendo prestigio entre la minoría eslava oprimida.
ALEMANIA Y RUSIA
La expansión alemana hacia el oriente chocaba con el imperio ruso, ocasionando tensión entre estas dos naciones
imperialistas; asimismo, la rivalidad se da por el control de las rutas comerciales del oriente.
LAS ALIANZAS
Las posiciones irreconciliables entre Alemania y Gran Bretaña fueron las que generaron un sistema de alianzas
permanentes que puso en peligro la paz mundial.
Las dos alianzas que llevaron a los europeos a irse a la guerra son:
LA TRIPLE ALIANZA: Compuesta por Alemania, Italia y Austria-Hungría. Esta alianza en realidad le
convenía a Alemania y a Austria-Hungría. Italia se une por invitación alemana, pero tienen rivalidad con Austria
por territorios vecinos por lo que no los apoya durante la guerra y se une a los de la TRIPLE ENTENTE un año
después.
LA TRIPLE ENTENTE: Integrada por Inglaterra, Rusia y Francia.
Episodios De La Guerra
53 53 Ídem. Pág. 15
95
Las etapas de la Primera Guerra Mundial se pueden sintetizar en tres: Guerra de movimientos, guerra de
trincheras y de nuevo guerra de movimientos:
Guerra de Movimientos: En agosto de 1914, Alemania tenía como objetivo dominar rápidamente a
Francia para continuar con Rusia, a la que consideraba militarmente débil, pero es derrotada. Por su parte, Rusia
penetra a Alemania por Prusia oriental, siendo derrotada por los alemanes.54
Guerra de Trincheras. (1915-1917) La guerra en el frente occidental quedó reducida prontamente a una
guerra de trincheras que se extendieron como dos líneas paralelas desde Suiza hasta el Mar del Norte. Las
condiciones de las trincheras eran espantosas: Lodo, ratas, cadáveres; los soldados ensordecían por los cañoneos
y la tensión nerviosa era terrible.
En 1915 Italia se unió a los aliados, quienes bloquean por mar y tierra a las potencias centrales, le causan
graves dificultades en el abastecimiento de alimentos y de materias primas para sus industrias. Alemania
responde con el contrabloqueo; por medio de los submarinos trata de impedir la llegada de barcos a Inglaterra y
Francia, proclamando la guerra submarina y atacando también barcos neutrales.
En 1917 los Estados Unidos, pretextando la muerte de norteamericanos en el trasatlántico inglés
Lusitania, destruido por torpedos alemanes en 1915, y el establecimiento de zonas prohibidas para la navegación
en el Atlántico y en el Mediterráneo por parte de los alemanes, el cual violaba el principio de libertad de los
mares, se integra a la Gran Guerra.
Con ello, los Estados Unidos de Norteamérica aportaron más de 2 millones de soldados, gran cantidad
de dinero, así como equipo y alimento de toda especie al grupo aliado encabezado por Inglaterra, Francia y
Rusia.
Por otra parte, en Rusia triunfa la Revolución Socialista encabezada por Lenin.
Lenin está en desacuerdo con la guerra por considerarla imperialista, y en marzo de 1918 firma la paz con los
alemanes en el tratado Brest-Litovsk.
Segunda Guerra de Movimientos (1918).
Con la derrota de Austria por Rusia, el frente oriental queda débil y los aliados controlan el Mar Mediterráneo.
Alemania no tenía suficientes elementos para continuar la guerra y
Regreso a la guerra de movimientos: Utilizó gases tóxicos, niebla artificial y artillería de larga distancia
(bombardeó París desde 120 Km.), pero fue derrotada por los aliados, como sucedió con las otras potencias
centrales.
En la I Guerra Mundial se utilizó por primera vez el avión de bombardeo, se fabricaron aeronaves, se
construyeron dirigibles, tanques de guerra, acorazados, gases tóxicos y lanzallamas.55
El Armisticio
Los aliados vencieron a Bulgaria y, poco después, a Turquía y el imperio austrohúngaro, lo que obligó al káiser
Guillermo II a abdicar y refugiarse en Holanda, quedando la guerra oficialmente concluida el 11 de noviembre
de 1918. Gracias al nuevo gobierno alemán, la guerra había terminado.
Por este armisticio, el abandono de los territorios ocupados por Alemania fue inmediato; se exigió
desarticular al ejército y como indemnización, la entrega de implementos militares a los vencedores. Al mismo
tiempo, Alemania perdía la orilla izquierda del Rhin así como Alsacia y Lorena.
Repercusiones.
Las consecuencias más significativas provocadas por la Primera Guerra Mundial fueron:
La muerte de más de 12 millones de personas entre militares y civiles, y millones de heridos.
Alrededor de 200 millones de dólares en pérdidas.
La caída de tres grandes imperios: Alemán, Austria-Hungría, Otomano y Ruso, de los cuales surgieron nuevos
países: Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Estonia, Letonia y Lituania.
Se consagran como potencias Estados Unidos y Japón.
Tratado De Versalles
54
Ídem. Pág. 16
55 55
Ídem. Pág. 16-18
96
Se dictaron disposiciones de carácter político, económico y territorial, basadas en los puntos de Wilson, y se
creó la Liga de las Naciones para mantener la paz mundial y se pensó en el desarme mundial. Suiza ofreció a
Ginebra como sede de las operaciones.
El territorio de Alemania fue mutilado, favoreciendo a los vencedores, y dividido en dos al hacer su
aparición en el mapa de Europa la nación polaca, hecho que más tarde fue una de las causas de la Segunda
Guerra Mundial. 56
4.1.2.1. El Mundo entre Guerras
La Primera Guerra Mundial trajo cambios geográficos sustantivos:
El imperio austro-húngaro desaparece. dando paso a la formación de países como Austria, Hungría,
Checoslovaquia (hoy República Checa y República Eslovaca) y Yugoslavia (integrada por Eslovenia, Serbia,
Montenegro, Croacia, Bosnia- Herzegovina y Macedonia); el imperio alemán quedó desmembrado y la gran
Alemania de Otto Von Bismarck quedó sólo en sueños, los alemanes se separaron por el corredor polaco del
Puerto Libre de Danzing; los rusos perdieron los estados bálticos (Estonia, Letonia, Lituania) además de
Finlandia, y por el establecimiento de la República Socialista de Rusia (noviembre de 1917) pierde sus relaciones
con los países occidentales.
La dificultad de trazar fronteras que coincidan con los límites lingüísticos y los intereses económicos
hace que estas entidades, formadas sobre las bases de antiguas naciones, sean la base de conflictos constantes.
Recuperación Económica Europea.
La Primera Guerra Mundial no sólo transformó gran parte del mapa de Europa y desencadenó revoluciones
fatales para los tres imperios arriba señalados, sino que acarreó problemas económicos, sociales y políticos
considerables.
En lo económico, predominó la inseguridad: La guerra había hecho estallar y desvanecer la economía
europea.
Sólo mediante la inflación se pudieron costear los gastos del conflicto; el ahorro individual desapareció,
se redujo la producción de bienes que no estuvieran directamente relacionados con la guerra.
El continente europeo, rector de la economía mundial por espacio de siglos, quedó a merced de la
economía de Estados Unidos, convertido en primera potencia económica mundial junto con Japón, que tuvo un
amplio campo de mercado en el continente asiático.
En lo social y político aparece el descontento generalizado por no poder satisfacer las necesidades
primarias; surgieron nuevos partidos basados en la fuerza, por lo que los países vencidos cayeron en nuevas
dictaduras que creían tener la solución económica: Hitler en Alemania, Benito Mussolini en Italia, y los
gobiernos capitalistas cayeron en totalitarismo de Estado. Los socialistas adquirieron poder en Inglaterra a través
de partido laborista.
a) Alemania.
Alemania no podía pagar la fuerte indemnización por gastos de guerra impuestos en el Tratado de Versalles: El
valor total de la deuda quedó fijado en 132 millones de marcos de oro, semejantes pagos provocaron la
indignación del pueblo Alemán, que solicitaba un pago razonable. Ante este hecho, Francia invade la rica zona
del Rhin para obligar a los alemanes a pagar las deudas atrasadas.
El conflicto se soluciona con el Tratado de Locarno, con el cual Alemania tendría plazos ampliados para
el pago de indemnizaciones, comprometiéndose con Francia, Bélgica, Gran Bretaña e Italia a garantizar las
fronteras establecidas entre estas naciones. Después Alemania fue admitida en la Liga o Sociedad de Naciones
y la paz pareció asegurada.57
b) Francia
Posterior a la guerra, Francia enfrenta tres problemas principales: La crisis económica, con la pérdida de valor
del franco y el desequilibrio presupuestario permanente provocados por las deudas de la guerra y los costos de
la reconstrucción; la agitación social, con el incremento de la actividad huelguística y de la radicalización
57 Ídem. Pág. 43
97
sindical, y las exigencias de reparaciones a Alemania, que incrementan el nacionalismo revanchista y el
enfrentamiento entre ambas.
c) Inglaterra
La Primera Guerra acarreó también dificultades para Gran Bretaña: Su situación económica era crítica, se
desvanecieron las inmensas reservas del país y, en contrapartida, crecieron las deudas y los gastos estatales en
enormes proporciones, así como el número de desempleados, que llegaron a un millón en 1919, aunado a las
luchas por la independencia de Irlanda y la India.
d) Italia
Este país abandonó su alianza con Alemania y Austro-Hungría y se alió a la antigua Triple Entente con el
objetivo de incrementar sus posesiones, pero, aunque vencedora, salió del conflicto con gran desosiego y
decepción. Se sentía defraudado con los repartos coloniales que hicieron las naciones vencedoras
El advenimiento de la paz provocó en el país una profunda crisis económica, alarmantes dificultades y
alteraciones sociales; la influencia del Partido Comunista en el movimiento obrero italiano, que ocupaba las
fábricas en lugar de irse a la huelga, agravó la situación y la revolución parecía inminente, esto representó un
duro golpe para el movimiento obrero, que perdió cohesión y energía, constituyendo un terreno fértil para que
el fascismo creciera.58
La Depresión Económica Mundial.
Después de un período de crisis en la posguerra, donde los países europeos se encontraban destruidos en su
infraestructura y capacidad productiva además de endeudados con los Estados Unidos, se provoca el descenso
económico de Europa y el ascenso de los Estados Unidos.
Para 1925 se inicia la recuperación, y la economía mundial se halla bastante equilibrada, la producción
vuelve a niveles de antes de la guerra, la cotización de materias primas se estabiliza, se producen cambios
denominados “La Segunda Revolución Industrial”, utilizando cada vez más fuentes de energía como el petróleo,
la electricidad y el carbón, se desarrollaron las industrias química, automovilística, electromecánica, eléctrica,
cinematografía y radio.
En ese tiempo, los norteamericanos exigían a Europa el pago de la deuda con oro o mercancías, frenando
al mismo tiempo la importación de mercancías con elevados derechos de aduanas y utilizaban su superioridad
para imponer sus exportaciones en Europa.
La confianza en su economía provocó que los estadounidenses compraran acciones de las empresas
industriales, siendo la Bolsa de New York el centro de la economía mundial. A pesar de esto, no se pudo generar
una demanda suficiente que pudiera sustentar la expansión industrial.
Lo anterior dio lugar a la sobreproducción de diversos bienes, provocando la caída de los precios,
desempleo y, por lo tanto, pérdida de la capacidad adquisitiva de la población.
En 1928, los almacenes estaban llenos de mercancías que no podían ser vendidas y muchas fábricas
comenzaron a despedir a sus trabajadores; sin embargo, en la Bolsa no se tomaron medidas restrictivas, los
precios a que se vendían las acciones no reflejaban la situación real de la empresa debido a que la alta demanda
de las mismas provocaba alza en el valor.
CRACK FINANCIERO
Para el jueves 24 de octubre de 1929, la Bolsa de New York quebró, la crisis fue inevitable y se extendió al
sistema bancario, a la industria, el comercio y el agro estadounidense, y sus consecuencias afectaron a todo el
mundo.
El gobierno de Estados Unidos trató de hacer frente al descenso de la demanda con una expansión de
créditos a los ciudadanos comunes, que se agobiaron con deudas incobrables, esto provocó acumulación de
mercancías, la reducción de la inversión y la quiebra de las empresas, provocando desocupación generalizada:
En 1932 había 13 millones de desocupados.
A partir de ese momento se inició un período de contracción económica mundial conocido como “La
Gran Depresión”.
Por la relación directa de Estados Unidos con la economía europea la crisis se generalizó. La caída de
los precios afectó al mundo, la baja de la demanda de EUA hizo que disminuyera el comercio internacional.
58 Ídem. Pág. 44
98
Consecuencias:
La caída de la producción industrial mundial.
La caída del comercio internacional.
La caída de los precios.
La ruina de los países exportadores de materias primas.
El aumento del desempleo y la miseria.
La Carrera Armamentista.
La reactivación económica se produjo por el apoyo completo a los grandes monopolios y al lanzamiento de una
política de rearme: La industria de guerra y las obras públicas serían las que harían disminuir el desempleo.
Doctrinas Totalitarias.
Las doctrinas totalitarias se caracterizan por ser dirigidas por un movimiento de masas y un partido político que
se confunde con las instituciones del Estado.
El líder es carismático, tiene poder absoluto, acude a la violencia y al control de los medios de
comunicación para el dominio de la población; adoptan los uniformes y lenguaje militar, así como los grandes
símbolos; se oponen al comunismo, a los judíos y a los masones; apoyan el imperialismo. Ejemplo de estas
doctrinas son la Nacional Socialista de Adolfo Hitler, el fascismo italiano de Benito Mussolini, así como el
militarismo en Japón.
Fue en el mediterráneo donde adquirió forma la primera dictadura de tipo fascista, un absolutismo de
ideología y técnica nuevas, una forma de gobierno autoritaria que pretendía sustituir la democracia
parlamentaria.59
El Fascismo
Los italianos se sentían defraudados con los aliados al firmar el Tratado de Versalles, ya que les habían
prometido toda la Italia Irredenta y sólo recibieron dos pequeñas regiones: Trento y Trieste, y ninguna colonia.
Se encontraban decepcionados ante la crisis de 1929 y la incapacidad de los gobernantes para controlar
los descontentos, exigencias de los movimientos obreros, quienes realizan numerosas huelgas.
En este contexto surge el fascismo italiano de Benito Mussolini en oposición a la democracia liberal y
al movimiento obrero tradicional (anarquista o marxista), quien exalta la idea de un Estado superior frente a la
del individuo o clase social, y el centralismo a través de un partido único. Además, utiliza los medios de
comunicación para el control de las conciencias de los individuos y es expansionista y militarista.
Benito Mussolini fundó en 1919 el Partido Nacional Fascista (PNF) y con él llega al poder en 1922 e
intenta suprimir la lucha de clases. Establece el sindicato vertical único para empresarios y trabajadores, que
obedece los lineamientos del Estado.
Es un régimen autoritario y todos los poderes emanaban del Duce (Caudillo, Líder). El Estado gobernaba
todos los sectores y actividades de la sociedad, la vida corporativa y sindical, la educación, la cultura, etcétera,
y pretende revivir la grandeza del antiguo imperio romano.
El Nazismo.
Surgió en Alemania después de la I Guerra Mundial, y principalmente durante la crisis de 1929, en ese contexto
surgió el Partido Nacional Socialista (Partido Nazi), encabezado por Adolfo Hitler, quien tiene por objetivo
recuperar los territorios perdidos, la supremacía de la raza aria y la de culpar al pueblo judío, apoyan la eutanasia
y eugenesia, buscando con ello la higiene racial.
Durante el gobierno de Hitler fundan dos hospitales (en Alemania y Noruega) cuyo objetivo fue la
“creación” de la raza pura con agentes de la SS y mujeres alemanas y noruegas rubias, altas y esbeltas, con una
nariz recta y frente ancha; para ello creó los campos Lebensborn.
Sobre todo, Hitler mantiene el objetivo de imponer el orden y acabar con el Tratado de Versalles.
Hitler, “El Führer” (Caudillo, líder), gobernó Alemania de 1933 a 1945 (etapa llamada también El tercer
Reich). En este período prohibieron los otros partidos y la formación de sindicatos, el peso principal de la crisis
económica lo descargan en los obreros, anulan la Constitución y reprimen con la máxima violencia cualquier
oposición.
99
Pone en vigor una rápida política de remilitarización, la producción de armamentos, la constitución de
un ejército numeroso y la construcción de grandes obras de infraestructura que acaban con el desempleo y crean
una mejora relativa en todos los sectores sociales impulsada por una propaganda controlada por el Estado
centralista.60
El Militarismo Japonés.
El antecedente inmediato de las ansias imperialistas de Japón lo encontramos en anexión de Formosa (hoy
Taiwán) después de que China pierde la guerra en 1895; también en la guerra ruso-japonesa (1905), donde Japón
quedó victorioso dominando Corea, que representaba un mercado de materias primas, y más adelante, al triunfo
de la Primera Guerra Mundial (1918) obtuvo las islas Palau, Las Marianas, Las Carolinas y las Marshall, y más
aún cuando invade la región noreste de China (la Manchuria), lo que afianzo su posición en el oriente
perfilándose como una nación imperialista.
En materia política, existía monarquía absoluta hasta 1871, la que pasó a ser constitucional. Los poderes
existentes son: El emperador (mikado) y el shogunado, especie de primer ministro con carácter militar que
controlaba a los gobernadores de provincia; el ejército lo integraban los samurai, quienes daban la vida por su
emperador y por la población.
El triunfo militar otorgó al ejército el control de la política exterior. El totalitarismo se convierte en la
única opción: Se controla y se centraliza la economía, la política y los medios de comunicación, y se establecen
sistemas de adoctrinamiento masivo.
4.1.2.2. La Segunda Guerra Mundial
Si el mundo catalogó la Primera Guerra Mundial como la Gran Guerra, no se imaginaba que dentro de sus
consecuencias y la forma como se resolvían, y especialmente con el Tratado
Causas.
Se pueden englobar en lo siguiente:
a) La formación de un nuevo sistema de alianzas: El eje Roma-Berlín-Tokio:
Se unieron Alemania, Italia y Japón, que tenían en común ser afectados por el Tratado de Versalles, tener
gobiernos totalitarios y ser países con dificultad para salir de la crisis de 1929. Acordaron la siguiente repartición:
Alemania dominaría Europa Central, Oriental y parte de la occidental; Italia, el Mar Mediterráneo, y Japón, el
Pacífico, incluyendo China e Indochina francesa (Vietnam, Laos y Camboya).
Durante la guerra se integró el otro bloque, los Aliados: Francia, Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética.
Los Estados Unidos permanecen neutrales.
b) Los deseos Imperialistas disfrazados en la exaltación Nacionalista: En Alemania, el nacional socialismo
apoya los movimientos nacionalistas que pretenden incorporar a su nación a toda la población de habla alemana
residentes en Austria, Checoslovaquia, Polonia y Dánzig.
Alemania pretendía recuperar los territorios cedidos a los aliados después de la Primera Guerra Mundial, sobre
todo Dánzig, que dividió a los alemanes, y Ucrania. Italia fascista quería el control en Córcega, Niza y Saboya,
y del Mar Mediterráneo y el Mar Adriático, Etiopía y Túnez, mientras que Japón pretendía que el Pacífico
estuviera bajo su control: “Asia para los japoneses”.
c) El creciente armamentismo: Para salir de la gran depresión, los países iniciaron la inversión en industria de
guerra: Alemania incrementó su ejército, produjo barcos de guerra, aviones, tanques y municiones, lo que le
permitió generar cientos de empleos, incrementando el consumo y favoreciendo a los inversionistas,
comerciantes y al pueblo en general.
Fases de la Segunda Guerra Mundial:
Fase 1: El ataque alemán a Polonia y el dominio de casi toda Europa.
Fase 2: El ataque alemán a Rusia.
Fase 3: Ataque japonés a Pearl Harbor (EUA), convirtiéndose en mundial.
Fase 4: Derrota de Alemania en URSS (Stalingrado).
Fase 5: Derrota de Italia.
Fase 6: Derrota de Alemania por los aliados.
Fase 7: Derrota de Japón y fin de la guerra.
100
Fase 1: El ataque Alemán a Polonia (1 de septiembre de 1939).
Cuando toda la artillería alemana se dirige a Polonia y la domina, inmediatamente Francia e Inglaterra le declaran
la guerra.
Alemania, quien tiene como objetivo una guerra rápida, lanza la ofensiva conquistando terrenos con
materias primas de las que ella carece por la falta de flota naval. Francia e Inglaterra le apuestan a la derrota de
alemana con un bloqueo naval, a largo plazo, de materias primas para su industria de guerra. Para mayo de 1940,
Alemania invade Holanda, Bélgica, Francia y Luxemburgo. Domina casi toda Europa y firma el pacto con Japón.
Anteriormente, en agosto de 1939, había firmado un pacto de no Agresión con Rusia, asegurando el
abastecimiento de materias primas, trigo y petróleo, sin los cuales no podría vencer. Italia se declaró no-
beligerante, al igual que España, con el dictador Franco.
Italia le declaró la guerra a Francia reclamando la Italia Irredenta (Niza, Saboya y Córcega); creó un
frente en los Alpes e inició la campaña en Grecia, lo que significó una amenaza para los ingleses por el dominio
del Mar Mediterráneo.
Para 1939, Alemania era la primer potencia industrial europea, tenía un ejército poderoso, organizado y potente:
139 divisiones, 3,500 tanques y 5,200 aviones en operaciones, aunque su flota no podía competir con la francesa
ni con la inglesa.
EUA dispone del mayor mercado de materias primas para la industria de guerra.
La URSS tiene armamento, población, materias primas y ubicación geográfica estratégica. Italia cuenta con una
marina de guerra bien equipada.
Fase 2: El ataque alemán a Rusia (junio de 1941).
Alemania ataca por tres frentes: Norte, hacia Leningrado; Centro, hacia Moscú, y el sur por Ucrania, pero a
pesar de las cruentas batallas, los alemanes son derrotados en Moscú (1941) y, finalmente, en Stalingrado en
enero de 1943.
Fase 3: Ataque japonés a Pearl Harbor (diciembre de 1941).
Japón hunde gran parte de la flota norteamericana en Pearl Harbor sin declaración previa, quedando el Pacífico
bajo control nipón, por lo cual los Estados Unidos le declaran la guerra y, con ello, a los otros miembros del Eje.
Alemania e Italia. Japón invade Indochina francesa (Vietnam, Laos y Camboya) y gran parte de China, y además
domina para 1942 Birmania, Guam, Hong Kong y todo el sudeste asiático.
Fase 4: Derrota de Alemania en Stalingrado, URSS (1942).
Para los alemanes, la orientación de la guerra de victoriosa hacia una caída de su poderío se da en la URSS en
noviembre de 1942, cuando los soviéticos inician el cerco alemán de Stalingrado junto con los avances de los
ingleses en el medio oriente y los angloamericanos en el norte de África.
En Stalingrado, los bombardeos artilleros y aéreos alemanes, de espantoso volumen, destruyeron y
arrasaron casi por completo la ciudad, pero se enfrentaron a la resistencia encarnizada de la población civil, que
junto con los militares lograron cercar a 18 divisiones alemanas, tomar prisioneros a 24 generales y 91,000
soldados alemanes.
Fase 5: Derrota de Italia (septiembre de 1943) y el desembarco aliado en Normandía (junio de 1944).
Los aliados desembarcaron en Sicilia y, poco después, en la península itálica. Su avance determinó la destitución
y encarcelamiento de Mussolini.
Se constituyó un nuevo gobierno que firmó un armisticio con los aliados (septiembre de 1943), pero
Mussolini fue liberado y proclamó la República en el norte de Italia; sin embargo, los comunistas
reaprehendieron al Duce y fue ejecutado el 28 de abril de 1944 por la resistencia italiana. Su cadáver fue expuesto
al público en MIlán, en una estación de servicio colgado de los pies.
Los alemanes fueron rodeados por los aliados por el norte de Francia: Las playas de Normadía fueron
el escenario del desembarco del llamado Día D, el 6 de junio de 1944. El avance aliado se dirigió a París, liberada
en agosto de 1944, quedando al frente de su gobierno el líder de la resistencia, Charles de Gaulle.
En el sur, el movimiento fue dirigido por la resistencia; en el Este, eran atacados por los rusos, los cuales
ocuparon Finlandia, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Hungría, y para enero de 1945 combatían en territorio de
Alemania.
101
A fines de 1944, los rusos rompieron el frente oriental alemán, se apoderaron de Varsovia (capital de
Polonia), y en enero de 1945 liberaron Hungría. Los aliados anglonorteamericanos llegaron por el occidente de
Alemania.
En Polonia, los campos de concentración liberados pusieron al descubierto las atrocidades del nazismo:
Fase 6: Derrota de Alemania por los aliados (mayo 1945).
Los rusos tomaron Berlín, la cual fue incendiada. Hitler, Goebbels y Himmler se suicidaron. El 2 de mayo el
ejército ruso penetró a la ciudad devastada y el 8 se firmó el armisticio. Sólo quedaba Japón por vencer.
Fase 7: Derrota de Japón y fin de la guerra (agosto 1945).
Estados Unidos, en una durísima y cruenta guerra, recuperaba posiciones en el lejano oriente. Fueron avanzando
isla a isla en su camino hacia el archipiélago japonés. En febrero de 1945 conquistan Filipinas.
En la conferencia de Postdam, Alemania, en julio de 1945, los norteamericanos comunicaron su
descubrimiento de la bomba atómica y su propósito de usarla para vencer a Japón.
Así lo hicieron, el 6 de agosto de 1945, el avión “Enola Gay” lanza una bomba atómica sobre Hiroshima
causando la muerte de 100,000 personas y miles de heridos; tres días después el día 9, el avión “Bockscar” hace
lo mismo en Nagasaki con efectos devastadores para la población civil nipona (murieron de manera instantánea
cerca de 100 mil japoneses) y sobre la ecología, contaminando con radioactividad una extensa porción territorial.
El horror nuclear precipita la capitulación de Japón. Los representantes del emperador Hirohito firman
la rendición incondicional... LA SEGUNDA GUERRA HABÍA TERMINADO.
Consecuencias.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial se pueden sintetizar en las siguientes:
La muerte de aproximadamente 60 millones de personas entre civiles y militares; de ellos, 20 millones son rusos
y 6 millones de judíos de diferentes países.
La creación de un organismo que sustituya a la Liga de Naciones, llamado Organización de las Naciones Unidas
(ONU).
La Guerra fría: Un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión de República Socialista Soviética (URSS)
por la supremacía mundial.
La división del mundo en dos bloques: capitalista y socialista.
La división de Alemania: formando la República Federal y la República Democrática de Alemania.
Descolonización y formación de nuevos colonialismos.
Reafirmación de dos nuevas potencias: Estados Unidos y la URSS
Conferencias y Tratados.
Carta del Atlántico (1941)
Se reúnen el primer ministro británico y el presidente de los Estados Unidos a bordo de un navío en las costas
de Argentina y publicaron la Carta del Atlántico, que era un documento en contra de la política nazi.
Conferencia de Teherán (noviembre-diciembre de 1943)
Fue la primera reunión donde participaron los tres grandes imperios: Inglaterra, con Winston Churchill; Rusia,
con José Stalin, y los Estados Unidos, con Theodore Roosevelt, en la capital de Irán. Se habló de la creación de
una Organización de Naciones Unidas y de las condiciones de paz que estas naciones impondrían a los vencidos
al terminar la guerra
Conferencia de Yalta (febrero de 1945)
Se reunieron las tres grandes potencias: Inglaterra, con su primer ministro Winston Churchill; los Estados
Unidos, con su presidente Theodore D. Roosevelt, y Rusia, encabezada por José Stalin. Allí decidieron los
pormenores del ataque final sobre Alemania y su posterior reparto en zonas de ocupación. Aquí se acordó la
formación de un organismo internacional que sustituyera a la Liga de Naciones y su principio de unanimidad de
la mayoría por el de unanimidad de los cinco grandes: Estados Unidos, URSS, Inglaterra, Francia y China.
Conferencia de Potsdam (julio de 1945)
Una vez vencida Alemania, se reunieron los tres grandes: Harry S. Truman, que quedó como presidente de los
Estados Unidos a la muerte de Roosevelt; el primer ministro Inglés, Clement Attle, que sustituyó a Churchill, y
José Stalin, de la Unión Soviética. Se ratificó el reparto de Alemania en zonas de ocupación acordados en Yalta,
el reparto de las posesiones alemanas en Polonia (repartidas entre esta nación y Rusia), la desaparición del
régimen nazi y juzgar a los alemanes culpables de las atrocidades en las zonas dominadas, entre otros acuerdos.
102
Conferencia de San Francisco (abril-junio de1945)
En esta conferencia se aprobó la Carta de la Organización para las Naciones Unidas y fue firmada por 51 Estados.
Entre los propósitos de la ONU estaban:
Mantener la paz y la seguridad internacional.
Fomentar la amistad entre las naciones.
Realizar la cooperación en la solución de los problemas internacionales.
Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones para alcanzar estos propósitos comunes.61
4.1.2.3. Desarrollo de la Democracia
La democracia, tal y como la conocemos hoy, ha sido el resultado de un proceso histórico, de una lucha para la
democratización cada vez más amplia, de las sociedades en numerosos países.
Este proceso histórico no está cerrado en la actualidad, como tampoco lo estuvo en ninguna de sus etapas
anteriores.
Hoy podemos pensar que la democracia se encuentra al límite de su desarrollo, y muchos pueden pensar que es
muy difícil que la democracia avance aún más de lo que ha avanzado hasta el presente.
La democracia es, por lo tanto, un proceso histórico abierto, en evolución y desarrollo permanente.
Dicha evolución, sin embargo, no tuvo lugar mediante un progreso rectilíneo y un avance permanente, pues
hubo avances y retrocesos, conquistas de derechos y pérdidas de los mismos, y de nuevo conquistas más amplias.
En líneas generales, y a pesar de los retrocesos, si podemos convenir que históricamente hubo una evolución
hacia una mayor democratización de las sociedades hasta nuestros días.
Breve historia de la democracia
En la modernidad política, concretamente a partir del siglo XVIII, se inició un largo proceso en el que la
democracia iría adquiriendo carta de ciudadanía como sistema político de gobierno que, no sin ser objeto de
intensos debates, sería considerado como el que ofrecía más garantías y respeto de los derechos de la persona,
por los cuales se desencadenaron luchas sociales de gran intensidad.
Los antecedentes de la democracia moderna, aunque fueron formas incompletas de democracia, forman parte
de la evolución de la misma y, en una u otra medida, se encuentran entre los referentes a los que se recurrió para
sustentar las formas posteriores de democracia.
Es preciso señalar que las formas de democracia con un desarrollo aceptable en cuanto a la participación
de la ciudadanía en las elecciones y en cuanto a la protección y garantía de los derechos de la persona, no se
dieron hasta la segunda mitad del siglo XX, por lo que la democracia es en realidad un hecho bastante reciente.
Este breve recorrido histórico nos puede dar una idea de cómo a lo largo de la historia se ha entendido
de manera distinta lo que es la democracia.62
Etimología
La palabra democracia etimológicamente procede del vocablo griego demokratia, que deriva de los vocablos
demos, pueblo, y kratos, gobierno, y significa "gobierno del pueblo".
La democracia en la modernidad
El nacimiento del Estado fue el primer peldaño de la construcción política de la democracia, en su concepción
moderna. A principios del siglo XVI en Europa había unas quinientas unidades políticas independientes.
El proceso de surgimiento del estado absoluto se caracterizó por la preeminencia de un soberano que
disponiendo de fuerza militar lograba el sometimiento de otros reinos menores, haciendo uso de esa fuerza
militar, aunque en ocasiones fue el establecimiento de enlaces matrimoniales entre dinastías monárquicas las
que propiciaron el surgimiento del estado.
El soberano, y en definitiva la monarquía moderna, fue el actor que impulsó el surgimiento del estado
moderno. Los soberanos absolutistas proclamaron para sí la única autoridad del estado, asumiendo que sólo
ellos tenían el legítimo derecho a decidir sobre cualquiera asunto de la nación.
61
Ídem. Pág. 52-62
62 Historia Modelos y Perspectivas de Democracia de Pere Comín, Miembro del Grupo de Estudios de la Fundación Alfonso Comín. Pág. 14 y 15
103
La legitimidad del soberano además se fundamentaba en el derecho divino, que era el origen de su poder
absoluto. Sin embargo, para poder gobernar vastos territorios con una población numerosa, fue necesario el
desarrollo de una burocracia y un ejército de carácter permanente, lo cual supuso el nacimiento de las formas de
estatalización administrativa.
El estado moderno se extendió en Europa entre los siglos XV y XVII y dio lugar a las monarquías
absolutistas de Francia, España, Prusia, Austria y Rusia entre otras.
Los burgueses se constituirían en grupos de poder que cada vez con mayor capacidad lograrían participar
en el proceso de gobierno. El florecimiento de la burguesía trajo consigo una nueva filosofía política conocida
como el liberalismo
El liberalismo se enfrentó al poder de la iglesia y al poder de los soberanos despóticos y su principal
lucha se orientó hacia la necesidad de restringir ambos poderes y definir una esfera estrictamente privada, a la
que no tuvieran acceso ni la iglesia ni el estado.
El liberalismo además fue desarrollando una doctrina asociada a la libertad, entendida esta como la
autonomía de la voluntad según la cual los individuos debían ser libres para poder seguir sus preferencias en
todos los ámbitos de la vida, concibiendo a los individuos como libres e iguales y con derechos naturales desde
su nacimiento que eran inalienables. Pero dicha concepción era tremendamente restrictiva ya que la categoría
de individuo se refería solamente a los hombres, quedando las mujeres excluidas, y de manera más concreta, a
los varones propietarios quienes fueron en realidad los beneficiarios de las nuevas libertades.
El actor social que impulsaría el nacimiento del nuevo estado democrático sería la burguesía, que había
adquirido gran poder económico y reclamaba también un poder político.
La manera de llegar a ese poder político no podía ser otra que llevando a cabo una ruptura con el
absolutismo y eliminar del escenario político la figura de un poder que podía intervenir arbitrariamente en todos
los ámbitos de la vida.
Los dos hechos históricos que dieron paso al estado de derecho fueron la Guerra de la Independencia
americana (1775-1781) y la Revolución francesa (1789), aunque ambos casos presentan diferencias que cabe
mencionar. La Guerra de la Independencia dio lugar a la creación de una Confederación de Estados que supuso
la creación de un estado federal. Las trece colonias se separaron de la corona inglesa y persiguieron un doble
motivo en el desarrollo del nuevo estado: evitar la creación de un poder estatal fuerte, que asociaban al
antecedente del poder de los monarcas ingleses, y centrarse en el individuo y sus libertades, y la autonomía de
la voluntad.
En el caso americano se produjo el hecho único de creación del nuevo estado al mismo tiempo que se
constituía la sociedad, y se estableció un pacto fundacional que sería la Constitución de 1787, considerada la
primera constitución escrita de la historia. La constitución supuso una novedad muy relevante ya que sería la
norma jurídica suprema.
La Revolución francesa conllevó la abolición de la monarquía absolutista y produjo la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), esta recoge los derechos fundamentales e inalienables del
individuo.
El Estado de Derecho fue el primer tipo de estado constitucional y en líneas generales supuso el
establecimiento de la supremacía de la ley.
Otro rasgo característico del Estado de Derecho fue la separación de poderes cuyo fin era que las
distintas funciones estatales no correspondiesen al mismo órgano.
La separación de poderes:
El poder legislativo, cuya función era la elaboración de normas.
El poder ejecutivo, cuya función era aplicar las leyes.
El poder judicial ejercido por los magistrados, cuya función era controlar que el poder ejecutivo obrase conforme
a la legalidad vigente.
El tercer rasgo distintivo del Estado de Derecho fue el reconocimiento de los derechos y libertades
individuales y una cierta protección de los mismos. Éstos fueron los derechos cívicos, que pertenecen a la
primera generación de derechos, y en resumen son el derecho a la vida y la integridad física, el derecho a la
dignidad moral de la persona, la libertad de pensamiento y de expresión, la libertad religiosa y de culto, la
libertad de residencia y la inviolabilidad del domicilio y de la propiedad.
104
La clase obrera apenas tenía derechos políticos en el estado liberal clásico, pero adquirió un mayor nivel
de organización a lo largo del siglo y ejerció grandes presiones para exigir su derecho al voto. Las ideas que
sobre el socialismo y el comunismo habían surgido de la filosofía política de Karl Marx, entre otros muchos
pensadores, impulsaron una lucha social que tendría grandes consecuencias en el siglo XX, y que propiciaría la
creación de asociaciones obreras, sindicatos y partidos políticos.
De estas transformaciones sociales se derivaría el establecimiento del Estado Democrático.
La articulación del pluralismo político a través de los partidos políticos es también una clara evolución
respecto al Estado de Derecho. Los partidos, instrumento fundamental
Quizás uno de los hechos más trascendentes del Estado Democrático fue la extensión del sufragio a lo
largo de la segunda mitad del siglo XIX. Se pasó del sufragio censitario al sufragio universal masculino, para
pasar luego al sufragio universal que incluiría a las mujeres, siendo Nueva Zelanda el primer país del mundo en
el que las mujeres obtendrían el derecho al voto en 1893.
Los Estados Unidos no fueron propiamente una democracia hasta que en la década de los setenta se
aprobaron las enmiendas sobre los derechos civiles que eliminaron las restricciones del derecho a voto de los
negros e hispanos.
Las ideas de Karl Marx aportaron un fundamento político de gran calado en relación a las luchas obreras.
La consideración de la lucha de clases como el motor de la historia, y los ideales de igualdad y solidaridad,
configuraban a la clase obrera como la clase protagonista del futuro cambio social, en el que debía tomar el
poder e instaurar una sociedad igualitaria.
La percepción de la historia y del futuro cambió radicalmente y se abrió un horizonte en el que dicha
clase pasaría a tener el poder político y conseguía superar la situación de explotación propia del capitalismo.
Durante la primera mitad del siglo XX se fue consolidando el Estado Democrático, pero tras la Segunda
Guerra Mundial se produjo una situación en Europa que propició el nacimiento del Estado Social, que conllevó
el desarrollo del Estado del Bienestar. La clase obrera había participado masivamente en las dos guerras
mundiales y especialmente en la segunda, bajo ideales de libertad frente al nazismo y el fascismo.
Debido al sufragio universal, los partidos políticos con respaldo de la clase obrera podían ejercer mayor
presión para instaurar un sistema social más favorable a aquellos perjudicados por el sistema económico. Así,
las constituciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial de los países euro-occidentales reconocieron, los
derechos económicos y sociales, llamados de segunda generación, que básicamente fueron el derecho al trabajo,
los derechos económicos, los derechos de la salud, los derechos de asistencia (servicios sociales), el derecho de
educación, y los derechos culturales.
En la segunda mitad del siglo XX surgieron movimientos sociales como el pacifismo, el ecologismo, el
feminismo. Estos movimientos sociales fueron los actores que desde entonces y hasta el presente han impulsado
los derechos de tercera generación entre los que se cuentan los derechos globales o planetarios (el derecho a la
paz, el derecho a la sostenibilidad, el derecho a la calidad de vida), los derechos de reconocimiento de los pueblos
y las naciones (autodeterminación, autogobierno, libre ejercicio de la soberanía, derecho a la identidad cultural
y a la propia lengua, etc.), los derechos colectivos particularizados (los de los trabajadores, los niños, los
minusválidos, los consumidores).
Además de los movimientos sociales mencionados, desde los años noventa ha habido la aparición de los nuevos
movimientos sociales que han impulsado una conciencia global y han llamado la atención sobre el proceso de
globalización que está generando las mayores desigualdades que el mundo ha conocido hasta el momento.63
4.1.4.3.- John Rawls:
John Rawls fue un filósofo estadounidense, nacido en Baltimore, 1921, este filósofo rechaza el utilitarismo y
otras fundamentaciones contemporáneas de la ética. Su labor como teórico de la filosofía moral y política
alcanzó un notable prestigio tras publicar Teoría de la Justicia (1971), siendo a partir de entonces una de las
63 Historia Modelos y Perspectivas de Democracia de Pere Comín, Miembro del Grupo de Estudios de la Fundación Alfonso Comín. Pág. 16-18
105
personalidades más destacadas e influyentes en este campo a nivel mundial y uno de los filósofos más
importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Varias corrientes importantes actuales se originaron o adquirieron nuevas fuerzas al reaccionar frente a
las propuestas de Rawls, como lo son: el liberalismo conservador, el comunitarismo y el multiculturalismo
liberal. Nos ofrece una alternativa al utilitarismo, en su lugar ofrece una nueva versión del contractualismo.
Propone que los principios de justicia correctos para las instituciones básicas de una sociedad son
aquellos que serían el objeto de un acuerdo equitativo entre los ciudadanos. Rawls ofrece también una respuesta
a la crítica de Marx al liberalismo. Rawls sostiene que la desigualdad social sí puede justificarse moralmente y
que la economía de mercado no es incompatible con la justicia social. La concepción de la justicia como equidad
exige un mismo esquema de derechos y libertades básicos para los ciudadanos, igualdad sustantiva (no
meramente formal) de oportunidades para todos.
Podría decirse que Rawls tenía un pensamiento político centrado en la libertad y la igualdad. Para
empezar a hablar de este tema, es menester mencionar el pensamiento de tanto liberales como igualitarios, estos
últimos se sentían indignados ante las grandes diferencias existentes en las vidas de ricos y pobres, rechazaron
el liberalismo clásico de John Locke y Adam Smith, por considerar que concedían una importancia indebida a
los derechos jurídicos y las libertades, sin tomar en cuenta el destino de las personas comunes y corrientes,
alegaban que defendía la igualdad ante la ley, pero tolera las profundas desigualdades de vida de las personas.
Los liberales sostenían que defendían la libertad personal, y hacían crítica a los igualitarios por estar dispuestos
a sacrificar la libertad humana en nombre de alguna posible utopía futura. Aun así, entre el liberalismo clásico
de Friedrich von Hayek y el igualitarismo de Karl Marx todo eran concesiones políticas inestables.
Es en su obra “Teoría de la justicia”, una de las más destacables, es donde modifica este panorama que se vivía
durante gran parte del siglo XX, proponiendo un concepto de justicia .La justicia como equidad, decía, se
propone "reconciliar la libertad y la igualdad", su obra promovió un considerable renacimiento de la filosofía
política en ese país y en todas partes (Teoría de la justicia se ha traducido a más de veinte idiomas) y ha sentado
las bases de todo el debate posterior sobre las
La conciliación de libertad e igualdad propuesta por Rawls se expresa en sus dos principios de justicia.
“La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la vedad lo es de los sistemas de
pensamiento” Rawls.
Rawls desarrolla su propia idea de justicia (inspirada en Kant): En su posición original (estado de
naturaleza), los hombres están afectados por un “velo de la ignorancia”, lo que les impide ser conscientes de las
diferencias individuales. Esto es solo una hipótesis a partir de la cual se puede desarrollar y construir una
sociedad justa, con este principio se hacen a un lado las diferencias económicas, culturales, ideológicas, de
edades y de razas. A partir de esta idea clave se puede desarrollar la justicia en tres escalones sucesivos: Libertad,
igualdad y fraternidad.
Libertades básicas iguales. Afirma que todos los ciudadanos tienen derecho al más amplio sistema de
libertades individuales y políticas, básicas e iguales, compatibles con un sistema similar de libertades para los
demás. Los hombres son libres y autónomos, todos tienen la misma dignidad, y de ahí se derivan una serie de
derechos personales y políticos intocables. “Toda persona posee una inviolabilidad sobre la cual ni siquiera el
bienestar de la sociedad en su conjunto puede prevalecer. Por estas razones la pérdida de libertad no se justifica
en ningún caso por beneficios mayores de los demás”. Los humanos son los sujetos de un contrato, de donde
surge la idea de justicia. Al momento de construir una filosofía que sirva de fundamento a la política, la
legislación moral ha de registrar la importancia de la libertad, ésta debe ser intocable y permanecer igual para
todos los ciudadanos, cualesquiera que sean las normas con las que se regirán los momentos de convivencia.
106
Esta libertad fundamental se articula en las libertades políticas, como lo son: el derecho al voto activo y
pasivo, la palabra de reunión, etc. Por otra parte, las libertades personales consisten en la posesión de propiedades
y en la defensa frente al arresto y prisión arbitrarios. Los principios de donde se derivan estos derechos han de
ser generales, universales en su aplicación y públicos, pues según la teoría contractual se supone que su
aceptación es el resultado de un acuerdo.
Rawls establece una segunda norma de justicia, que se corresponde con la igualdad, el nuevo ideal de la
revolución francesa. Se trata de una igualdad de la libertad (es decir, de posibilidades y oportunidades) y en este
sentido depende del primer principio y es anterior al cálculo de los desequilibrios económicos y sociales: “La
libertad –dice Rawls– corresponde al primer principio, y la igualdad a ese mismo principio, en el sentido de una
igualdad de oportunidades.” Es aquí donde se desprende el “velo de la ignorancia”, los individuos saben ahora
la existencia de una serie de diferencias sociales, pero desconocen a quienes favorece esta distribución. Con esta
hipótesis se afirma que todos se esforzaran por eliminar estas diferencias, sin que esta eliminación afecte su
libertad.
Este segundo principio exige, en primer lugar, que los empleos y los puestos de responsabilidad estén
al alcance de cualquier persona, de conformidad con las condiciones de una igualdad razonable de
oportunidades. La exigencia de una igualdad justa consiste en que las personas de igual capacidad y motivación
deben tener las mismas oportunidades de alcanzar los puestos que deseen, sin importar su origen social. Pero,
aun en una sociedad que consigue una igualdad justa de oportunidades, puede seguir habiendo inquietantes
desigualdades económicas. Con esto se descorre totalmente el velo de la ignorancia y queda a la vista la
condición económica y social de cada uno de los miembros de la comunidad.
Pero, aun en una sociedad que consigue una igualdad justa de oportunidades, puede seguir habiendo inquietantes
desigualdades económicas. Un ejemplo seria que, algunas personas, cuentan con ciertas aptitudes que son muy
bien recompensadas en el ámbito laboral, mientras que, muchas personas, no cuentan con estas aptitudes no
obteniendo, por tanto, las mismas oportunidades. Supongamos que estas personas de ambos grupos, trabajan
mucho y dan cuanto pueden dar. Pero, a pesar de todo, obtendrán resultados considerablemente diferentes y esas
diferencias repercutirán profundamente en sus vidas. El problema es que estas desigualdades de retribución se
basan en parte en "circunstancias naturales fortuitas". ¿Por qué irles mejor a unas personas que a otras sólo en
virtud de los accidentes de las capacidades naturales? "Se justifica más permitir que los ingresos y la riqueza se
repartan de conformidad con la distribución de los bienes naturales que no por la suerte histórica y social."
Afirma Rawls.
Ante esta interrogante, Rawls propone lo que llamo: “Principio de la diferencia”, donde nos exige elevar a su
máximo las posibilidades económicos de los menos favorecidos de la sociedad. Este principio exige limitar la
medida en la que unas personas son más ricas que otras sólo porque sucede que han nacido dotadas de una
aptitud difícil de encontrar, como la coordinación entre la mano y la vista de los grandes deportistas o un don
matemático raro. La justicia y la equidad no exigen una simple igualdad: es legítimo que un cirujano gane más
que un maestro, porque los ingresos más elevados compensan la costosa formación escolar. Las desigualdades
de ingresos también pueden utilizarse como incentivos para alentar a los abogados o a los capitalistas a dedicarse
a actividades que rechazarían en otras condiciones. Pero la justicia impone que esas desigualdades beneficien
sobre todo a las personas que están en condiciones económicas menos favorables.
Lo que propone principalmente Rawls es rechazar la idea de que nuestro sistema económico es una carrera o
concurso de aptitudes, concebido para premiar a las personas de buena familia, a las personas ágiles y talentosas.
En cambio, nuestra vida económica debe formar parte de un sistema justo de cooperación social, concebida para
asegurar que todos lleven una vida razonable. "En la justicia como equidad los hombres aceptan compartir su
suerte. Las instituciones se crean para aprovechar los accidentes de la naturaleza y la circunstancia social sólo
cuando sea en beneficio de todos." Afirma Rawls.
107
Por último, en cuanto a los tres escalones de la justicia, tenemos la fraternidad, la cual, a primera vista tiene un
valor meramente sentimental. La fraternidad, a grandes rasgos, hace referencia a la vida en familia, donde un
solo miembro trata de aumentar sus ventajas económicas y sociales en la medida de favorecer a sus demás
hermanos, particularmente a los más necesitados.
Cuando esta idea se generaliza y se aplica a la sociedad en su conjunto el principio de diferencia determina el
límite de las ganancias de los miembros más aventajados.
Según su teoría, la injusticia solo se produce cuando la prosperidad de los más poderoso traspase el límite
determinado, perjudicando a los que se encuentren en una posición más débil.
Después de esto, Rawls aplica los dos principios de su filosofía (basados en la ética de Kant), a la construcción
de las instituciones de un estado justo. La libertad, que es igual para todos los individuos, que ahora son
ciudadanos, ocupa el primer lugar en la jerarquía, aun por encima de la distribución de los bienes desiguales
económicos y sociales. Esta libertad inviolable se verá reflejada en la labor de una asamblea constituyente, cuyas
normas permanecerán inmutables, no podrá ser de otra manera, pues sin la existencia de los individuos
autónomos y racionales que pactan un contrato de valor universal, el Estado ni siquiera podría existir.
La defensa de los principios libertad-igualdad, propuestos por Rawls nos hace recordar la idea del contrato social
de Hobbes, Locke, Rousseau y Kant. La tradición del contrato social propone que la forma más razonable de
organizar una sociedad sea aquella en que estuvieran de acuerdo por de manera unánime todos sus propios
integrantes. Rawls toma como base esta idea, y nos pide imaginar una situación hipotética en la que hay que
escoger los principios de justicia que se utilizarán en nuestra propia sociedad.
Los dos principios proporcionan precisamente esta garantía. Aseguran que sean aceptables los acuerdos sociales
para todos los integrantes de una sociedad en condiciones de igualdad, en particular porque les garantizan a
todos las libertades básicas y un nivel aceptable de recursos, incluso para los que están en la posición social más
baja.
En Teoría de la justicia se sostiene que la justicia como equidad es la versión más razonable de justicia para una
sociedad con el principio y misión de ser libres y estar dedicados al principio de la igualdad de todos los hombres.
ii
Teoría crítica, en filosofía, se denomina al cuerpo teórico principal de los filósofos y otros pensadores de
diferentes disciplinas adscritos a la Escuela de Frankfurt: Theodor Adorno, Walter Benjamín, Max
Horkheimer, Herbert Marcuse, Jürgen Habermas, Oskar Negt o Hermann Schweppenhäuser, Erich
Fromm, Albrecht Wellmer y Axel Honneth entre otros.
Tenían como principal interés la emancipación del hombre a través de la filosofía de la conciencia y de
la denuncia de los elemento de manipulación y dominación del sistema, que impiden el libre desarrollo de las
capacidades sociales y humanas. En su diagnóstico, los teóricos frankfurtianos expusieron la irracionalidad de
la racionalidad del sistema social, político, cultural y económico, que estaba basado en una racionalidad
instrumental y estratégica que limitaban la capacidad crítica y reflexiva, lo que propiciaba una cultura
manipulada y poco reflexiva que justificaba un sistema de dominación y explotación del hombre por el hombre.
1. La Teoría Crítica de la sociedad se propuso interpretar y actualizar la teoría marxista originaria según
su propio espíritu. Por ello, entiende que el conocimiento no es una simple reproducción conceptual de
los datos objetivos de la realidad, sino una auténtica formación y constitución de la misma.
2. se opone radicalmente a la idea de teoría pura que supone una separación entre el sujeto que contempla
y la verdad contemplada, e insiste en un conocimiento que está mediado por la experiencia, por las
praxis concretas de una época, como por los intereses teóricos y extra-teóricos que se mueven al interior
de las mismas.
3. Se preocuparon… por el método dialéctico instrumentado por Hegel y trataron, como sus predecesores,
de orientarlo en una dirección materialista.
4. Estaban particularmente interesados en explorar las posibilidades de transformar el orden social por
medio de una praxis humana tradicional.
5. Finalmente ésta teoría crítica transformadora del orden social que busca de un mayor grado de
humanización
4.1.5.2 Posmodernismo
La posmodernidad, también denominada postmodernidad, es un concepto muy amplio que se refiere a una
tendencia de la cultura, el arte y la filosofía que surgió a finales del siglo XX. A nivel general, puede decirse
que lo posmoderno se asocia al culto de la individualidad, la ausencia de interés por el bienestar común y el
rechazo del racionalismo, aunque la idea tiene muchas aristas.
El movimiento posmoderno, a grandes rasgos, sostiene que la modernidad falló al pretender renovar las formas
de pensamiento y expresión. Por eso se asocia el pensamiento posmoderno al desencanto y la apatía, ya que
parte de lo que entiende como un fracaso de la sociedad.
A diferencia de las generaciones precedentes, que creían en las utopías y en el desarrollo social, los pensadores
posmodernos defienden que la posibilidad de progreso sólo es individual. Los ideales, en la posmodernidad, son
reemplazados por el consumo, mientras que los grandes líderes ceden su lugar a figuras que gozan de una fama
breve.
Otra característica del mundo posmoderno es que privilegia las formas sobre el contenido. En otras palabras:
importa más cómo se transmite un mensaje y qué efectos provoca que el mensaje en sí mismo.
En la posmodernidad, por otra parte, también se minimiza la importancia del pasado e incluso del futuro, por lo
que sólo se le otorga relevancia al presente (que, por otra parte, es efímero).
Con respecto a la religión y lo espiritual, pierden importancia ante la valorización del cuerpo como instrumento
de libertad y fuente de placer.
El pensamiento posmoderno se caracteriza por ser antidualista, ya que sus seguidores se oponen al resultado
de los dualismos creados por la filosofía occidental, los cuales colaboraron con una menor apertura del
109
pensamiento. Además, la posmodernidad está a favor de la diversidad y el pluralismo, y busca satisfacer las
necesidades de aquellos individuos o grupos que han sufrido opresión y marginalidad a causa de las ideologías
del modernismo y las estructuras sociales y políticas que les sirvieron de apoyo.
Otro de los rasgos de la posmodernidad es el cuestionamiento de los textos (tanto los literarios como los
históricos, entre otras clases de fuentes escritas), actitud que justifica con su supuesta carencia de objetividad o
autoridad para comunicar con precisión los hechos que realmente tuvieron lugar. En otras palabras, el
pensamiento posmoderno denuncia dichos libros de tergiversar la verdad en con el propósito de reflejar las ideas
personales y los prejuicios de sus autores.
Para los pesadores de la posmodernidad, el lenguaje es la clave de la verdad: dado que el lenguaje cumple la
importante función de moldear el pensamiento de los seres humanos, no es posible concebir la existencia del
último sin el primero. Continuando con el concepto de verdad, los posmodernistas la consideran contextual o
variable según el punto de vista, en lugar de una cosa universal e incuestionable. Las personas no podemos
acceder a la realidad, sino a la percepción que de ella tenemos.
Desde un punto de vista historicosocial, la posmodernidad se caracteriza por:
* asegurar que las ciencias modernas están limitadas con respecto a su capacidad de
generar conocimiento válido universalmente;
* la economía de producción dio lugar a la del consumo;
* revalorizar la naturaleza y promover el cuidado del medio ambiente;
* el poder que adquirieron la industria del consumo y los medios de comunicación masivos;
* la importancia que cobró la imagen de los líderes por encima de sus ideologías.
Desde una perspectiva sociopsicológica, en cambio, puede decirse que la posmodernidad:
* busca lo inmediato;
* se contradice en la búsqueda de la individualidad, ya que la lleva a cabo siguiendo modas sociales;
* defiende la liberación personal;
* justifica los sucesos con el misticismo.
El término posmodernidad o postmodernidad fue utilizado para designar generalmente a un amplio número
de movimientos artísticos, culturales, literarios y filosóficos del siglo XX, que se extienden hasta hoy,
definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación de las tendencias de la Edad Moderna.
En sociología en cambio, los términos posmoderno y posmodernización se refieren al proceso cultural
observado en muchos países en las últimas dos décadas, identificado a principios de los años setenta. Esta otra
acepción de la palabra se explica bajo el término posmaterialismo.
Las diferentes corrientes del movimiento posmoderno aparecieron durante la segunda mitad del siglo XX.
Aunque se aplica a corrientes muy diversas, todas ellas comparten la idea de que el proyecto modernista fracasó
en su intento de renovación radical de las formas tradicionales del arte y la cultura, el pensamiento y la vida
social.
Uno de los mayores problemas a la hora de tratar este tema resulta justamente en llegar a un concepto o definición
precisa de lo que es la posmodernidad. La dificultad en esta tarea resulta de diversos factores, entre los cuales
los principales inconvenientes son la actualidad, y por lo tanto la escasez e imprecisión de los datos a analizar y
la falta de un marco teórico válido para poder hacerlo extensivo a todos los hechos que se van dando a lo largo
de este complejo proceso que se llama posmodernismo. Pero el principal obstáculo proviene justamente del
mismo proceso que se quiere definir, porque es eso precisamente lo que falta en esta era: un sistema, una
totalidad, un orden, una unidad, en definitiva, coherencia.
Se suele dividir a la posmodernidad en tres sectores, dependiendo de su área de influencia. Como un período
histórico, como una actitud filosófica, o como un movimiento artístico. Histórica, ideológica y
metodológicamente diversos, comparten sin embargo un parecido de familia centrado en la idea de que la
renovación radical de las formas tradicionales en el arte, la cultura, el pensamiento y la vida social impulsada
por el proyecto modernista, fracasó en su intento de lograr la emancipación de la humanidad, y de que un
proyecto semejante es imposible o inalcanzable en las condiciones actuales. Frente al compromiso riguroso con
la innovación, el progreso y la crítica de las vanguardias artísticas, intelectuales y sociales, al que considera una
110
forma refinada de teología autoritaria, el posmodernismo defiende la hibridación, la cultura popular, el
descentramiento de la autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos.
Las principales características del pensamiento posmoderno son:
Antidualista: Los posmodernos aseveran que la filosofía occidental creó dualismos y así excluyó del
pensamiento ciertas perspectivas. Por otro lado, el posmodernismo valora y promueve el pluralismo y la
diversidad (más que negro contra blanco, occidente contra oriente, hombre contra mujer). Asegura buscar
los intereses de "los otros" (los marginados y oprimidos por las ideologías modernas y las estructuras
políticas y sociales que las apoyaban).
Cuestiona los textos: Los posmodernos también afirman que los textos ―históricos, literarios o de otro
tipo― no tienen autoridad u objetividad inherente para revelar la intención del autor, ni pueden decirnos
"que sucedió en realidad". Más bien, estos textos reflejan los prejuicios y la cultura particular del escritor.
El giro lingüístico: El posmodernismo argumenta que el lenguaje moldea nuestro pensamiento y que no
puede haber ningún pensamiento sin lenguaje. Así que el lenguaje crea literalmente, realidad.
La verdad como perspectiva: Además, la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que algo
universal. No tenemos acceso a la realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a lo que nos
parece a nosotros
4.1.5.3. Jean-Francois Lyotard
“La palabra es mitad de quien la habla y mitad de quien la escucha”.
MONTAIGNE
“Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daría la vida por defender tu derecho a decirlo”
VOLTAIE.
Jean-François Lyotard es un filósofo y sociólogo francés reconocido a nivel mundial por ser uno de los
fundadores de lo que se ha denominado postmodernidad. Una definición de postmodernidad resulta muy
difícil, pues se trata de un concepto donde tienen cabida multitud de movimientos, ideologías, opiniones, etc.
pero si algo lo caracteriza todo es su crítica a la Modernidad que le precedía. Así que, a riesgo de caer en un
simplismo ofensivo para el lector experto, podemos afirmar que la postmodernidad es la crítica a los
postulados de la Modernidad del siglo XIX.
¿Qué es lo que se le critica? Pues que todas las promesas y sueños que los ideales modernos auguraban no se
cumplieron durante el siglo XX, pero lo que es más, las ideas centrales de verdad, conocimiento científico,
razón, universalismo, etc. no pueden seguir siendo usados como legitimadores del devenir social. Lyotard en
su libro “La condición postmoderna”, en un discurso con claras referencias a Emile Durkheim, nos dice que en
toda sociedad existe un centro legitimador, que se conoce como metarrelatos, que cohesionan y articulan el
todo social. Así, en las sociedades premodernas el metarrelato era de origen mítico y religioso, en la
modernidad ocupan su lugar los metarrelatos basados en la Razón Ilustrada. ¿Y cuáles son esos metarrelatos
de la Modernidad?, pues el principio de emancipación de la ignorancia y la servidumbre por medio del
conocimiento y la igualdad; el principio de emancipación de la pobreza por el desarrollo técnico y económico
del sistema capitalista; y por último, el principio de emancipación de la explotación gracias al discurso
marxista. En la postmodernidad estos metarrelatos se han mostrado falsos y ya no tienen capacidad
legitimadora. Esa es la principal característica de la postmodernidad.
Lyotard nos dice que todo se debe a que la verdad, el conocimiento, ha pasado por una transformación radical y
totalmente destructiva. La TEORÍA, es decir, el conocimiento meramente especulativo, metafísico, el pensar
por el pensar ha desaparecido por un tecnicismo radical que nos ha llevado del “sapera audare” al “¿para qué
sirve esto?”. Como muy bien indica Manuel Cruz: “Aquellas viejas narraciones, entre autocomplacientes y
consoladoras, que integraban la instancia gnoseológicas y la moral en una global historia de la evolución del
111
Espíritu (o de la Humanidad) han dejado paso a la cruda constatación del carácter de fuerza productiva central
que ha adquirido la ciencia en las sociedades industriales avanzadas, a la evidencia incontestable de que el
conocimiento tiende a ser traducido en cantidades de información, las cuales a su vez, circulan en el mercado
como una mercancía más que se compra y se vende. […] Ha roto su vinculación con determinados ideales para
abandonarse al sistema productivo: ha sumido de esta forma sus criterios de rentabilidad y eficacia.” En otras
palabras, Lyotard habla de una victoria de la tecnociencia capitalista: “No es la ausencia de progreso, sino, por
el contrario, el desarrollo tecnocientífico, artístico, económico y político lo que ha hecho posible el estallido de
las guerras totales, los totalitarismos, la brecha creciente entre la riqueza del norte y la pobreza del sur, la
desculturización general con la crisis de la Escuela, es decir, de la transmisión del saber…”.
Y como las bases centrales de la Modernidad se han mostrado falsas y han perdido capacidad legitimadora, el
discurso que sigue a la Postmodernidad es el relativismo extremo. La idea de Occidente de la Ilustración es falsa
y no sirve, entendiendo por esto que la ciencia, la política, la sociedad, el pensamiento, el sistema económico,
etc. occidental no es válido ni aceptable. Se impone el relativismo extremo. Y es así como se produce lo que yo
llamo “la gran confusión”. Explicaré a qué me refiero con esa expresión más adelante, ahora me centraré en
criticar la visión que ofrece Lyotard.
El pensador francés nos ofrece en resumidas cuentas la siguiente idea: la Ilustración se ha vendido a su propio
cáncer, que no es otro que el sistema de producción capitalista. Así, el conocimiento se ha transformado en
comunicación, más en concreto en información, y toda información debe ser útil por su aplicaciones no por su
valor intrínseco. Se trata, por lo tanto, de un discurso marxista escondido propio de un marxista defraudado por
el propio marxismo. Pero cuidado, las palabras de Lyotard no pierden valor por tener una esencia marxista, sino
por aplicar de manera estupenda los postulados de la postmodernidad que defiende.
Cuando Lyotard defiende la Teoría por encima de la praxis, el conocimiento como una metafísica superior de la
praxis, cae en el riesgo que supone la mera especulación. Cómo sino explicar la gran mentira que supone decir
lo expresado en la cita anterior, afirmando que los problemas del mundo actual son el resultado de la victoria de
la tecnociencia. Cómo puede uno afirmar lo afirmado y quedarse tan tranquilo, tan relajado sin aportar pruebas,
sin quedarse en la mera retórica. Fácil. El hacerlo supone para Lyotard su propio fin.
Las afirmaciones anteriores no se sustentan bajo la evidencia empírica, porque las guerras totales son algo del
presente y del pasado. Acaso, como definiríamos sino los enfrentamientos entre Alejandro Magno y el Imperio
Persa, o el Imperio Romano contra Cartago; todo el mundo “conocido” de aquel entonces se encontraba en
guerra, se trataban de guerras totales como lo han sido las dos guerras mundiales que asolaron el siglo XX. Algo
más difícil es lo referente a la brecha entre la riqueza del norte y la pobreza del sur. El problema que plantea
aquí Lyotard padece de simplismo, y así lo haré ver en un artículo que publicaré más adelante sobre un texto de
Xavier Sala i Martín al respecto sobre los mitos que existen en torno al tema de la manida brecha entre ricos y
pobres. También es un mito la desculturización de la Escuela. Este discurso se lleva oyendo desde que existe la
institución. Todas las generaciones anteriores afirman que los contenidos que se imparten en las instituciones
educativas son peores que los recibidos por ellos. Que las generaciones futuras no leen a los clásicos, no
aprenden latín ni griego, que desconocen la historia antigua y tienen mera idea superficial de la historia posterior,
etc. Es decir, las generaciones jóvenes no tienen conocimientos verdaderos ni válidos, desconocen el verdadero
conocimiento, que por supuesto, si poseen las generaciones mayores. Pero, entonces cómo es posible la física
cuántica, la genética, la bioquímica, la nanotecnología, la informática, etc.
El discurso de Lyotard es un discurso victimista por un lado y peligroso por otro. Victimista porque creo que se
trata del pensamiento de un hombre incapaz de comprender el mundo que le rodea, que se encuentra perdido y
confuso, que ha sido incapaz de adaptarse o que no ha querido hacerlo, a las exigencias que la actualidad y el
futuro nos exigen. Parece la pataleta de un niño que no entiende porque su mundo, el mundo imaginado o
deseado por él no se cumple o no se ha cumplido, y ante los problemas de observa, al no disponer de las
herramientas necesarias para su análisis, que le impiden una comprensión mejor de ellos, opta por el discurso
ideológico y meramente filosófico, que no carente de valor, si debe ser tratado como de lo que realmente se
trata: simple discurso metafísico, pero no científico. Peligroso, porque de ese discurso se desprenden ideas como
el multiculturalismo, el relativismo radical, el criticismo al quehacer científico, etc.
Aunque la idea central del multiculturalismo pueda ser válida, no debemos olvidar como bien defiende Giovanni
Sartori no todas las culturas son válidas, ni todas las prácticas culturales deben ser aceptadas. ¿Podemos permitir
112
la sharia en occidente, o la mutilación del clítoris, etc.? ¿Deben aprender los niños indiferentemente de su credo
la teoría de la evolución?. Esas preguntas nunca deben ser contestadas desde el multiculturalismo.
El relativismo pueden hacernos pensar que valores capitales como la libertad y la igualdad, por ejemplo, no son
aceptables, que pueden ser discutidos y rebatidos, que no son conceptos universales, pero incluso, podemos
llevar ese discurso sobre la vida y la muerte, etc.
El criticismo científico ya lo he tratado hace dos post en este mismo blog, pero diré que cuidado con los
demagogos, los charlatanes, los discursistas del mensaje vacío. La ciencia no es la verdad absoluta, desde luego,
pero es el camino que más se le acerca. Es por todo esto que el postmodernismo es una visión vacía y alejada de
la realidad. Se trata de un pensamiento que todo lo critica pero que es incapaz de demostrar y ofrecer nada,
porque su propia esencia es nada. Si no hay nada absoluto, si no hay posibilidad ya de ciencia, de conocimiento,
si la praxis ha acabado con nosotros y la teoría se queda en mera especulación, el postmodernismo sólo ofrece
lo que ofrece la religión: espíritu. Cómo vamos a pedir a un discurso meramente metafísico resultados, caminos,
soluciones prácticas, eso sería como pedir peras a un olmo.
Para lograr tener una mayor participación en este escenario, nuestro país inició a finales de la década de los
ochenta una serie de reformas estructurales y una estrategia de liberalización y diversificación de sus lazos de
cooperación, diálogo y entendimiento con el exterior. Es en este marco que se inscribe la importancia de la
relación de México con la Unión Europea como pieza clave para lograr un balance de nuestros vínculos
productivos, financieros y políticos con el mundo, así como un fortalecimiento de la posición de nuestro país en
el sistema internacional.
Las relaciones diplomáticas entre México y la Unión Europea se han caracterizado, desde su establecimiento en
1960, por sus fuertes vínculos históricos y culturales. De hecho, el primer Acuerdo Marco de Cooperación entre
México y la entonces Comunidad Económica Europea, data de 1975. Sin embargo, este instrumento que buscaba
promover el fortalecimiento de los lazos comerciales entre ambas partes, no supo aprovechar plenamente el
amplio potencial para nuestro intercambio.
Durante la década de los ochenta, con el objetivo de revisar el acuerdo de 1975, se incrementaron los contactos
bilaterales de México con los países miembros de la Unión Europea que culminaron el 26 de abril de 1991 con
la firma, en Luxemburgo, del Acuerdo Marco de Cooperación Comercial, Económica, Científico-Técnica y
Financiera. Este renovado interés por establecer una nueva relación sobre bases más firmes se concretó el 2 de
mayo de 1995, mediante la formalización de una Declaración Conjunta Solemne, en la que México y la Unión
Europea expresaron su voluntad por intensificar sus relaciones económico-políticas e impulsar la cooperación.
A partir de esa fecha, se iniciaron las negociaciones que permitieron que el 8 de diciembre de 1997 se firmaran
el Acuerdo Global, el Acuerdo Interino y el Acta Final, documentos que integran el Acuerdo de Asociación
Económica, Concertación Política y Cooperación entre México y la Unión Europea. El pasado 20 de marzo, fue
ratificado por el Senado de la República dicho instrumento, mientras que el 23 de ese mismo mes el Presidente
Ernesto Zedillo asistió a la ceremonia de la firma de la "Declaración de Lisboa" y del Acuerdo Comercial entre
113
México y la Unión Europea estableciendo así una nueva etapa en las relaciones de nuestro país con el bloque de
la Europa unificada.
En este marco, ¿cuáles son los elementos que detonaron el proceso de acercamiento entre ambas partes?
Estrategia de diversificación
En su estrategia de apertura hacia los mercados internacionales, nuestro país ha suscrito seis tratados de libre
comercio que le han permitido ubicarse hoy como la decimotercera nación comercial del mundo. Éstos han
fomentado un crecimiento importante del comercio exterior del país que sumó, en 1999, la cantidad de 279 mil
millones de dólares, provocando una diversificación de la base exportadora así como un aumento de los flujos
de inversión extranjera directa al país.
Sin embargo, este modelo refleja también una clara dependencia frente al mercado estadounidense, que se ha
incrementado a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en
1994. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el comercio México-
Estados Unidos representó en 1999 un 81.05 por ciento del comercio total mexicano. Asimismo, Estados Unidos
es nuestra principal fuente de inversión extranjera directa.
Así, México depende claramente de la estabilidad económica y financiera de los Estados Unidos por lo que la
estrategia de diversificación es clave para el desarrollo económico del país.
Durante muchos años y hasta 1995, México representó el principal mercado de la Unión Europea en América
Latina. Sin embargo, tras haber llegado a ser el segundo proveedor latinoamericano de la Unión Europea, en
1997 nuestro país descendió al cuarto lugar, después de Brasil, Argentina y Chile.
Por su parte, la Unión Europea es nuestro segundo socio comercial. Sin embargo, en la última década, la
evolución del comercio de nuestro país con ese bloque ha sido poco dinámica. La contribución de la Unión
Europea en el comercio total de México se redujo considerablemente, llegando a representar en 1999 sólo 6.6
por ciento. Asimismo, la balanza comercial de México ha registrado déficit crecientes que han pasado de 951
en 1989 a 7 mil 438 millones de dólares en 1999.
La causa principal de esta desaceleración se debe a la falta de un marco legal que promoviera de manera efectiva
los vínculos comerciales entre México y la Unión Europea, y a que ambas partes han negociado tratados de libre
comercio y acuerdos preferenciales con terceros países. De esta manera, la necesidad de instrumentar un acuerdo
que impulsara el acceso a los mercados de ambas partes se volvió evidente.
Importancia de la UE
La Unión Europea es un conglomerado de 380 millones de personas aproximadamente, con un Producto Interno
Bruto (PIB) superior a los 8.4 billones de dólares y un PIB per cápita de 22 mil dólares. Además, es la mayor
potencia comercial del mundo al contribuir con 41 por ciento del comercio internacional.
Por otra parte, la importancia de la Unión Europea no estriba únicamente en el potencial y tamaño de su
economía, sino también en el papel de liderazgo que ha desempeñado en el actual sistema internacional. Su
grado de integración es hoy inédito, sin embargo, para lograrlo los países europeos tuvieron que concentrarse en
procesos internos, por lo que no habían expresado su interés por intensificar su relación con México. Sin
114
embargo, esta consolidación le ha permitido a la Unión Europea dirigirse a regiones que antes no consideraba
como prioritarias.
Estos cambios internos coinciden, además, con la apertura de nuestra economía. El ingreso de México al
Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) en 1986 y en particular la firma del TLCAN crearon un
interés amplio y profundo en Europa por generar y construir una relación especial con México dada nuestra
posición comercial y geográfica privilegiada.
Diálogo político
El Acuerdo con la Unión Europea establece la institucionalización del diálogo político, de manera que incluya
todas las cuestiones bilaterales e internacionales de interés común, y dé lugar a consultas más estrechas dentro
del contexto de las organizaciones internacionales a las que ambas partes pertenecen. Es importante señalar que,
como parte formal del Acuerdo, se estableció el compromiso de promover y desarrollar valores compartidos
tales como la democracia y la defensa de los derechos humanos.
Cooperación
El nuevo marco prevé el apoyo y fomento de la cooperación en 29 áreas y establece una "cláusula evolutiva",
por la cual las partes podrán ampliar los temas y niveles de cooperación y complementarlos mediante acuerdos
relativos a sectores o actividades específicas. En este rubro, es de destacar la relevancia para México de las áreas
que se están proyectando desarrollar, tales como la consolidación del Estado de Derecho, la cooperación
económica, educativa y cultural y científica-técnica, la lucha contra la pobreza y el desarrollo social, entre otras.
Comercio e inversión
México y la Unión Europea acordaron crear una zona de libre comercio que le proporcionará a nuestro país el
acceso más amplio y ambicioso que haya negociado la Europa unificada en la materia. Dicho proceso tomará en
cuenta la asimetría que existe entre nuestras economías mediante un periodo de desgravación más lento para
México y a través del reconocimiento de las ventajas del Sistema Generalizado de Preferencias.
En cuanto a inversión extranjera directa se refiere, y dada la importancia que ésta representa para el desarrollo
del país vía la generación de empleo, el fortalecimiento de la planta productiva y el fomento de la transferencia
de tecnología de punta, es importante señalar que el Acuerdo prevé esquemas que la promuevan.
Si bien el Acuerdo establece un nuevo esquema que, sobre reglas claras, buscará promover y fortalecer las
relaciones de México con la Unión Europea, dicho marco presenta, también, varios retos sobre todo en el caso
115
de los sectores económicos más sensibles. En este contexto, es fundamental que en nuestro país se logre
desarrollar una política industrial dirigida a aprovechar el potencial y campos de conveniencia que ofrece la
diversificación de nuestro comercio, dirigida a impulsar la economía regional basada en nuestras oportunidades
de exportación y, muy especialmente, a generalizar los beneficios y oportunidades de este Acuerdo comercial
sobre todo en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
Conclusiones
El Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México y la Unión Europea
consolida una nueva etapa en las relaciones entre ambas partes, estableciendo nuevos vínculos políticos,
comerciales, financieros y de cooperación. Éstos le otorgan a nuestro país mayores elementos para consolidarse
en la escena internacional fortaleciendo su estrategia de diversificación. Es de destacar que dicho Acuerdo sitúa
a nuestro país en una posición estratégica privilegiada al lograr ser el único país junto con Israel en tener un
acuerdo con los dos bloques comerciales más importantes de la actualidad: América del Norte y la Unión
Europea.
Por otra parte, y si bien este esquema presenta una amplia gama de oportunidades para que el país promueva su
inserción en un sistema internacional cada vez más interdependiente y globalizado, es de fundamental
importancia que México logre combinar este instrumento con una política industrial y agropecuaria que, con un
gran sentido estratégico, impulse y sepa aprovechar en las diversas regiones del país y con la participación de
los diversos sectores productivos y sociales, los campos de oportunidad que ofrece la diversificación de nuestro
comercio y nuestros campos de exportación.
El Muro de Berlín fue mucho más que una frontera geográfica. A uno y otro lado se consolidaron dos modos de
entender la política, la cultura, las ideologías, la humanidad misma. El 9 de noviembre de 1989, cuando se
derrumbó de forma pacífica, el este europeo tuvo que reinventarse, y occidente descubrió que no todo era un
gulag al otro lado del telón de acero. Las ruinas del muro forman hoy una cicatriz que tiene algo de símbolo: es
la herida que han dejado en la historia los principales totalitarismos del siglo XX.
MUNDO
ANTES: Un orden internacional acartonado
La guerra fría, a pesar de su amenaza, tenía una nítida sencillez. Bipolaridad entre Washington y Moscú, Tercer
Mundo debatiéndose por un difícil no alineamiento, puesta en marcha de la integración europea, equilibrio del
terror en la escalada armamentista y en las alianzas poliédricas; OTAN, SEATO, Pacto de Varsovia,
proliferación de organizaciones internacionales bajo el paraguas onusiano, estabilidad y tensión en un escenario
de riesgos calculados. Conflictos periféricos como Corea, Cuba, Vietnam, África Subsahariana y las dialécticas
entre dictaduras y revoluciones en la América hispana dibujaban un tinglado no fácil de embridar que el temor
al estallido de una III Guerra Mundial siempre lograba desactivar, como se vio en la crisis de los misiles, en
Berlín, en Hungría, en Suez o en la Primavera de Praga. La descolonización fue el otro cambio histórico estelar
del periodo y el nacimiento de un centenar de estados que transformaron la estructura de los actores, medios y
factores del sistema. Oriente Medio y en su centro las guerras arabe-israelíes de 1948, 1956, 1967 y 1973
constituyó el espacio más peligroso, que ha transferido su problemática al periodo posterior a la Guerra Fría.
La coexistencia a partir de los años sesenta dio acartonamiento y resignación a un orden internacional que parecía
llamado a perdurar secularmente y que a la vez ofrecía un cierto respiro a unas sociedades occidentales cada vez
más desarrolladas, democráticas y pujantes. Es una época que vive asombrosos progresos en todos los campos
116
científicos y tecnológicos, del microcosmos al macrocosmos, como ilustra la carrera espacial, desde el primer
satélite ruso en 1957 a la llegada a la Luna de los americanos en 1969, símbolo emblemático de un mundo
partido en dos, ante la mirada inquieta de los demás actores que expresaban su deseo de policentrismo.
DESPUÉS: Multipolarismo y globalización
El primer dato incuestionable es la globalización del sistema internacional. Sin embargo, este mundo
interconectado por las redes de la telemática, ofrece injusticias, y contrastes no menos patentes. Es un sistema
asimétrico. El número de actores se modifica. Solamente de la exURSS y la exYugoslavia han surgido veinte
estados. Los miembros de la ONU pasan de 159 en 1985 a 192 en 2009. El fin de la Bipolaridad en la década
finisecular abrió un esperanzador horizonte optimista bajo el hegemonismo norteamericano que hizo a
Fukuyama plantear el Fin de la Historia.
Tras el espectacular atentado del 11-Septiembre en 2001 la seguridad saltó por los aires y Huntington sugiere
el choque de Civilizaciones. El tsunami conflictivo vuelve a sacudir el horizonte con el terrorismo internacional,
las guerras de Afganistan e Irak, la involución en el contencioso israelí-palestino, los etnonacionalismos
yugoslavos, los Estados fallidos, las mafias de delincuencia organizada. El complejo entramado de actores no
estatales contrasta con la afirmación de potencias emergentes como China, India o Brasil, el resurgir de Rusia o
el rediseño de la Europa de Lisboa con 27 miembros. La gestión multilateral de crisis, y la formación de los
grupos G como el G-8 o el G-20 ilustran la deriva hacia el multipolarismo e incluso se habla de un mundo
postamericano. La degradación del medio ambiente, las pandemias, las migraciones, el desgaste de las ideologías
y los desajustes Norte-Sur y Este-Oeste dibujan el perfil de un siglo xxi complejo y tal vez turbulento, que
necesita urgentemente encauzar su dinámica para lograr un mundo más libre, menos pobre y más seguro.64
EUROPA
ANTES: De la protesta al cambio
A fines de la década de los ochenta eran muy pocos los que presentían que las dictaduras comunistas del bloque
soviético y de los regímenes de Yugoslavia y Albania iban a derribarse con la rapidez que sucedió.
A partir de la II Guerra Mundial se habían registrado varios ciclos de crisis al otro lado del Telón de Acero. La
muerte de Stalin en 1953 y la tamizada condena del estalinismo en 1956 llevada a cabo por Kruschov
propiciaron las primeras reacciones de protesta en los países del bloque soviético, que adquirieron carácter
cíclico: en 1953 en Alemania oriental, la revolución popular de octubre-noviembre de 1956 en Budapest, la
primavera del comunismo reformista de 1968 en Praga, la revolución obrera en Polonia y el sindicato
Solidarnosc polaco en 1980. Pero, hasta 1981, la pasividad de los mudos testigos del Occidente hizo posible que
la Unión Soviética y sus aliados pudieran ahogar las protestas con ayuda de la policía y los militares.
Cada intervención implicaba una importante pérdida de prestigio político para la izquierda europea, en especial
para los partidos comunistas de Europa Occidental. En 1975 la URSS había ya renunciado a extender la
revolución en los países de Europa Occidental y estaba intensificando sus esfuerzos por convertir el Telón de
Acero (resultado del armisticio de 1945, al que no siguió ningún tratado de paz con Alemania) en una frontera
definitiva. Pero en octubre de 1978 el Cardenal de Cracovia fue elegido Papa y en 1980/81 una protesta laboral
condujo a la fundación de un sindicato no comunista en Polonia. Entonces la URSS no podía permitirse una
nueva intervención militar contra un sindicato de diez millones de personas. La solución de compromiso fue un
pseudo golpe de estado de un general comunista polaco en 1981. Cinco años mas tarde (en 1985) el nuevo
secretario general del Partido Comunista soviético Mijail Gorbachev ponía en boga la “política de la
perestroika” (reestructuración) y de la “glasnost” (transparencia): lo que al principio parecía sólo un eslogan
propagandístico se convirtió en un sinónimo de liberalización para todos los aliados. Los polacos fueron los
64
Pedro Lozano Bartolozzi Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Navarra
117
primeros en cambiar de régimen: las elecciones parlamentarias semilibres de junio de 1989 pusieron el Gobierno
polaco prácticamente en manos de Solidarnosc antes de que empezara la huida en masa de alemanes orientales
desde Hungría a Austria meses antes de que cayera el Muro de Berlín.
DESPUÉS: Transiciones a distinto ritmo
En 1989 nadie disponía de manuales que explicaran cómo tenía que hacerse el paso del comunismo a la
democracia. Los cambios políticos fueron posibles en el momento en que quedaron anulados los tratados de los
aliados de la II Guerra Mundial sobre la división de Europa en esferas de influencia, es decir, los acuerdos de
Teherán de noviembre-diciembre de 1943, de Moscú en octubre de 1944, de Yalta (febrero de 1945: sólo tres
meses antes de la capitulación alemana) y de Potsdam (agosto de 1945: dos meses y medio después de la
capitulación alemana). Esto fue posible cuando se derrumbó el bloque comunista soviético, primero con la
disolución del Pacto de Varsovia y del Comecón y después con la desintegración de la propia URSS en
numerosos estados independientes.
A pesar de que en todos estos países se produjo inicialmente un fenómeno de cohesión anticomunista semejante,
no todos los caminos hacia la democracia fueron iguales. El elemento común fue de poca duración (como lo fue
en la España del posfranquismo): los respectivos frentes, bloques y foros que se habían puesto inicialmente al
frente de la reforma duraron por lo general poco tiempo o se convirtieron en uno de tantos partidos dentro de la
lucha electoral.
Pero también hubo divergencias en cuanto al origen de la transición. Mientras que en Polonia fue evidentemente
la oposición no comunista la que se puso al frente del movimiento de democratización, no fue así en todos los
países. En la Unión Soviética fue el nacionalismo ruso la plataforma que ha permitido un traspaso del poder a
una oligarquía de ex policías y oligarcas de la privatización. Un caso muy especial fue el de Rumanía, donde
nada menos que la cúpula de la policía política (la omnipotente Securitate) puso la espoleta que condujo a una
revolución popular que muy pronto pasó a ser controlada por expertos en administrar el poder, como el ex
presidente Ion Iliescu. En Bulgaria fue el propio Partido el que inició las depuraciones primero dentro del
Partido Comunista y después dentro del Gobierno. En ambos países una buena parte de la antigua nomenclatura
reapareció con nuevos trajes. Las transiciones más civiles se registraron en Checoslovquia y en Hungría. El
campeón de la llamada “revolución de terciopelo” en Checoslovaquia fue el disidente y posterior presidente
Vaclav Havel. En Hungría hoy día todavía los ex comunistas o comunistas convertidos a la democracia intentan
atribuir los méritos de la transición magiar a la perspicacia de los comunistas reformistas.
La transición más sangrienta tuvo lugar en la ex Yugoslavia. Todavía es demasiado pronto para analizar todo
aquello, pero ya ahora la mayor parte de los que han observado la desintegración de Yugoslavia coinciden en
que la intervención de la Comunidad Europea (defendiendo la unidad estatal de un estado que había dejado de
existir de hecho) tuvo catastróficas consecuencias.65 .
BERLÍN
ANTES: Esquizofrenia cotidiana
La vida en el berlín comunista fue hasta la caída del Muro una permanente aproximación a la esquizofrenia
colectiva. Se vivía en las penurias constantes del sistema estalinista, comprando lo que fuera aunque no se
necesitase cuando se encontraba, porque en la penuria cualquier cosa podía ser canjeada oportunamente.
Y al mismo tiempo, se sabía que desde el punto de vista de suministros de todo tipo se vivía en la capital de la
RDA infinitamente mejor que en el resto de la República Democrática Alemana. Pero en cuanto llegaba gente
del otro Berlín o la RFA, se veía que al otro lado del Muro existía una opulencia casi insultante.
118
Se veía y se palpaba. Porque no sólo había un visiteo intenso y constante de alemanes occidentales, sino que
muchos trabajadores extranjeros del Berlín Occidental se habían montado un tinglado de dormir en la parte
oriental a precios orientales en casas particulares y traían así divisas alemanas occidentales que se cambiaban 4
a 1 en el mercado negro.
Este mercado secundario con una moneda superfuerte les evidenciaba a los berlineses orientales las deficiencias
económicas del sistema de una forma rayana en lo ofensivo.
Por lo demás, el Estado-policía era idéntico en todo el país y sumamente parecido al imperante en todo el bloque
comunista desde que se acabó la II Guerra Mundial.66
DESPUÉS: Un regalo de la historia
Fue sólo un segundo, pero marcó sin duda la vida de los ciudadanos de la antigua República Democrática
Alemana. Fue el que iba de las 23.59 horas del día 2 de octubre a las 0.00 horas del 3 de octubre de 1990, día de
la unificación. En ese momento, desaparecieron todas las referencias de un país, su país: la bandera, insignias,
himno, su identidad.
No hay que olvidar que fueron ellos los que pidieron una rápida unificación al grito de “Wir sind ein Volk”
(Somos un pueblo) que sustituyó al de “Wir sind das Volk” (Somos el pueblo) de la caída del Muro. Pero lo que
sobre el papel puede funcionar perfectamente puede tener también un elevado coste humano. La unificación
alemana no iba a ser menos. Los “paisajes florecientes” que prometiera el ex canciller Helmut Kohl sólo han
llegado a determinadas áreas. El paro es el doble en el Este, más de un millón de personas ha abandonado esa
parte del país. Pero también hay muchos, sobre todo jóvenes, que han sabido “triunfar profesionalmente”.
El Muro de Berlín desapareció físicamente con extraordinaria rapidez y con eficiencia alemana, pero fue
creciendo otro en la cabeza y el corazón de los alemanes. Cuarenta años de socialización distinta habían dado
como resultado mentalidades diferentes. Los del Este se sienten ciudadanos de segunda y consideran a los del
Oeste arrogantes, superficiales y peseteros. Estos describen a los orientales como desconfiados y holgazanes y
se muestran hartos por los costes de la unificación.
Será necesaria al menos todavía una generación para hablar realmente de la nueva Alemania que se viene
levantando “piedra a piedra”. La tarea de la unificación era ingente. El proceso está muy avanzado. Una de sus
múltiples pruebas es la naturalidad con la que se aceptó a Angela Merkel, una mujer del Este, como la primera
canciller de la historia de Alemania.
Pero, ante todo, los alemanes deberían tener siempre muy presente el regalo que la historia les hizo, a los de uno
y otro lado, aquella inolvidable noche del 9 de noviembre de 1989. 67
IDEOLOGÍA
ANTES: La agonía del comunismo
La caída del muro de Berlín, hace ahora veinte años, fue resultado de un largo proceso de agotamiento del
comunismo en la Unión Soviética y en los países de la Europa del Este. Estuvo precedido por la perestroika,
estrategia muy frecuentada históricamente en Rusia, con la cual se pretendía dar un giro que dejara descolocados
a los adversarios políticos. A Gorbachov se le fue la mano, porque no se percató de que una Unión Soviética
66 Valentín Popescu Corresponsal de la Vanguardia en Alemania durante los últimos 25 años del siglo XX
67
Pilar Requena Periodista de TVE que cubrió la caída del Muro de Berlín
119
económicamente agotada, y militarmente puesta contra las cuerdas por la “guerra de las galaxias”
estadounidense, no estaba para giros de ningún tipo.
Algo curioso de recordar es que los comunistas de las naciones occidentales no se habían hecho a la idea del
posible colapso de los países centralizadamente dirigidos por una ideología marxista. Y también es digno de
evocar el hecho de que –por ejemplo, en España– se ha abandonado el marxismo de manera masiva sin que
hubiera ningún tipo de autocrítica por parte de sus seguidores, que todavía seguían siendo bastante numerosos
en los años setenta y comienzos de los ochenta. Y, por supuesto, no se han oído apenas condenas de las matanzas
masivas de Stalin y del propio Lenin.
Aunque el marxismo político ha pasado a ser una ideología residual, el materialismo histórico está presente en
otros campos de la sociedad y de la cultura: teología de la liberación, ideología de género, feminismo radical,
freudomarxismo, movimientos de signo bolivariano en Latinoamérica, grupos antisistema y antiglobalización,
etcétera. El marxismo de inspiración soviética ha desaparecido, pero las sociedades occidentales han aceptado
en buena medida la revolución sexual y la revolución cultural que se produjeron a raíz de la rebelión estudiantil
en torno a 1968. A propósito de la presunta muerte del marxismo, habría que decir con don Juan Tenorio: “Los
muertos que vos matáis gozan de buena salud”.68
DESPUÉS: Decadencia cultural
Se podría decir que el Muro de Berlín cayó hacia ambos lados. Hacia el Este, puso en evidencia el vacío
ideológico de una situación artificial, mantenida por unos regímenes policiacos. Hacia el Oeste, descubrió la
falta de convicciones éticas en las sociedades de la abundancia, de las cuales pudo decir Vaclav Havel: “Vivimos
en una ficción, y esa ficción se ha tornado inhabitable”.
Occidente tuvo poco que ofrecer a los países del Este, que inicialmente se consideraron liberados, y que pronto
se darían cuenta de que el materialismo de los países llamados “libres” era más sofisticado y laxo, pero no menos
radical que el materialismo del Este. En los países de la Europa occidental se comenzó a decir: “Contra el
comunismo estábamos mejor”. Se empezó a hablar –conviene recordar a Fukuyama– del “fin de la historia” y
del triunfo definitivo del liberalismo económico. Pero, visto desde la actual crisis, ese éxito, como diría
Leonardo Polo, fue prematuro.
El aniversario de la caída del Muro es una buena ocasión para reflexionar acerca de las convicciones cívicas y
de los recursos culturales. Los occidentales –seguidos ahora por los habitantes del Este– creen cada vez en menos
cosas. El confort y el consumismo son casi los únicos fines que se persiguen de manera generalizada. Por eso,
también estamos asistiendo a un proceso de decadencia, que tiene una raíz más ética y cultural que económica.
La caída de la natalidad es un signo de que la vitalidad es escasa, y constituye un anuncio del declive económico
que se está comenzando a atisbar. Los países emergentes se encuentran fuera de Europa y de América del Norte.
Son asiáticos y latinoamericanos: China, India, Brasil y México. El primero de ellos es el único gran país del
mundo que todavía se declara marxista. Pero su comunismo es más nacionalista que revolucionario, y su rápido
enriquecimiento económico le está aproximando cada vez más a los usos y costumbres de las naciones
acaudaladas, aunque semejante cambio sólo afecte a los sectores privilegiados de su población. A. Ll.
CINE
ANTES: De la lucha de clases a Wim Wenders
El cine en alemania tiene una larga tradición de compromiso con la política. Los nazis lo pusieron al servicio de
su régimen, pero también entonces hubo dos mil personas relacionadas con el mundo del cine que optaron por
el exilio. A partir de 1946, las autoridades soviéticas de la República Democrática Alemana (RDA) reactivaron
120
la producción cinematográfica aprovechando el retorno de algunos exiliados. Como antes había sucedido con
Hitler, el cine se convirtió para ellos en un poderoso elemento de propaganda ideológica. El Estado, en
consecuencia, se reservó el monopolio de la producción a través de la Deutsche Film Akiengesellschaft (DEFA),
que desarrolló obras de corte antifascista, sobre todo hasta 1950. Se glorificaba el proletariado, se ilustraba la
lucha de clases o se profundizaba en los traumas de la II Guerra Mundial. Un ejemplo elocuente de esto último
lo constituyó el famoso Die Mörder sind unter uns (Los asesinos están entre nosotros), de Wolfgang Staute,
rodado en 1946 en las ruinas casi humeantes de Berlín. Todos estos temas terminaron por fatigar al público, y
el cine se vio obligado a buscar otras escapatorias. Desde la década de los cincuenta, se situó en la línea del
“realismo socialista” impuesto por la ideología del Partido Comunista.
En la República Federal alemana (RFA), las preocupaciones eran diferentes. Se difundieron
algunos documentales sobre los campos de concentración y la actualidad anglo-americana, pero al público de
un país en ruinas le interesaban mucho más las películas americanas. En 1962 sólo se produjeron en la RFA 63
películas.
En el Oeste, ya en los años setenta y ochenta, se abrieron paso nombres comos los de Wim Wenders, Werner
Herzog, Rainer Werner Fassbinder, Volker Schlöndorff o Reinhardt Hauff. Eran en cierto modo los
herederos del Manifiesto de Oberhaussen, firmado en 1962 por 26 cineastas que buscaban inspiración en la
“nueva ola francesa” y que anunciaron el nacimiento de un “Nuevo cine alemán”. Der Himmel liber Berlin
(1987), de Wim Wenders, triunfó fuera de las fronteras. Schlöndorff obtuvo la Palma de Oro en Cannes por
Die Blechtrommel (El tambor) en 1979. El propio Wenders se hizo con el mismo galardón en 1984 por Paris-
Texas, rodada en USA. Fue quizá Das Boot (El barco), de Wolfgang Petersen, la que en 1981 dio al cine
germano su primer éxito internacional. Contaba la odisea de un submarino alemán durante la II Guerra
Mundial.69
DESPUÉS: Una comprensión nostálgica del pasado
A caída del muro no produjo un cambio inmediato en el panorama cinematográfico alemán, si se exceptúa el
desmantelamiento del monopolio estatal del Este. El cine siguió enfrentado al problema de una culpabilización
difusa, pero desde una nueva perspectiva: la colaboración con el régimen comunista de la RDA. Hubo unos años
sombríos, pero hoy se puede hablar de una nueva generación de autores alemanes, de entre 30 y 45 años, que ha
irrumpido con fuerza en la primera década de este siglo. La producción ha pasado de 87 películas en 1995 a 174
en 2006.
El boom comenzó en 2003 con Good bye, Lenin! de Wolfgang Becker, que relata la historia de una mujer que
pierde la memoria el día de la caída del Muro y a la que su hijo, siguiendo el consejo de los médicos, hace creer
que sigue viviendo en la RDA. La crítica de la Alemania del Este es evidente pero no hay ningún matiz de
revancha, sino una comprensión nostálgica de un mundo desaparecido. Más duro es el juicio de Florian Henkel
von Donnersmarck en Das Leben der anderen (La vida de los otros) (2006), que comporta ya una crítica en
regla del sistema comunista: es la historia de un agente de la policía secreta que ha instalado micrófonos en la
casa de unos artistas, pero que traiciona a sus superiores para proteger a los espiados. Otras películas se abren
sobre la historia, como la obra capital sobre los últimos días de Hitler –Der Untergang (El hundimiento)–,
rodada en 2005 por Olivier Hirchbiegel con el impresionante trabajo de Bruno Ganz en el papel de Hitler, o
como la evocación de los años de plomo en The Bander Baader Meinhof Complex, de Edel Uli (2008), sin
olvidar la recuperación de la Rosa blanca, movimiento de jóvenes contra el nazismo, abordado con una sobriedad
ejemplar en Sophie Scholl, de Marc Rothemund (2006). La lista podría alargarse con las películas de Tom
Tykwer (Lola Rennt), Fatih Akin (Auf der anderen Seite, Head-On) o de Stefan Ruzowitzky, que ganó el
69
Jorge Collar Crítico de cine de Nuestro Tiempo
121
Oscar al mejor filme extranjero en 2008 por Die Fälscher. Todas ellas han sido éxitos notables en Alemania y
han triunfado además en el ámbito internacional. J. C.
ARQUITECTURA
ANTES: Dos modos de entender la ciudad
Los arquitectos que viven y trabajan en el nuevo estado occidental resurgido como República Federal Alemana
en 1948 intentan en su ingente labor de reconstrucción del país retomar los caminos de vanguardia y
experimentación de la fase “heroica” del movimiento moderno que tuvo su principal escenario en la Alemania
de la República de Weimar. Acabada por el ascenso del nacionalsocialismo en 1933, en ella las principales
figuras se alineaban en la tendencia Expresionista o en la Racionalista partidaria de la “Nueva Objetividad”
(Neue Sachlichkeit).
Aunque la mayoría de estos grandes maestros del periodo fundacional había ya desaparecido: Behrens, Poelzig,
Taut o emigrado: Mendelshonn, Breuer, Gropius y Mies, su influencia en la arquitectura de posguerra siguió
vigente sobre todo la de los dos últimos, que habiendo adquirido la posición de maestros indiscutibles pueden
ser considerados como fundadores del estilo internacional que será la tendencia dominante de la Alemania
occidental.
De los arquitectos notables que permanecieron en el país y sobrevivieron, primero al ostracismo nazi y luego a
la propia guerra destaca Hans Schaorun, expresionista como Mendelshonn y Taut, que creará uno de los
edificios más relevantes del periodo, la Filarmónica situada en el Kulturforum de Berlín, compartiendo
localización con el gran maestro racionalista Ludwig Mies Van der Rohe, que en una puntual vuelta proyectual
a su país de origen construye la Nueva Galería Nacional, otra pieza de referencia emblemática en la década de
los años sesenta.
Entre tanto al Este, los arquitectos de la República Democrática Alemana huyen ideológicamente de la búsqueda
de la autoría individual (no existe el arquitecto como profesión liberal privada) y trabajan en colectivos
vinculados con las organizaciones del régimen comunista, produciendo una arquitectura oficial de subsistencia,
de muy baja calidad formal y constructiva que recurre en sus aspectos representativos a los catálogos más rancios
del imaginario del realismo socialista.
Una intervención urbana de gran escala en Berlín que sintetiza el contraste con las tendencias imperantes en
Occidente será la Avenida Stalin (StalinAllee) comenzada en 1949, posteriormente Avenida Karl Marx (Karl
Marx Allee), que, con el objetivo de dignificar la vivienda urbana para las clases trabajadoras, recrea una
monumental avenida con alineación de ciudad tradicional enfáticamente flanqueada por altos edificios de
lenguaje neoclásico. Esta propuesta provoca una reacción crítica en Berlín Oeste que toma forma en la Interbau
Hansaviertel (1957): un conjunto de viviendas en torre diseminadas entre amplias zonas verdes diseñadas por
las principales figuras del panorama arquitectónico internacional. Es una exposición de edificios construidos en
la que se manifiesta claramente el contraste entre dos modos de entender la arquitectura y la ciudad.70
DESPUÉS: Una década de furor constructivo
La reunificación de alemania tras la caída del Muro supone en realidad la absorción de la antigua república
oriental que da origen a un verdadero “boom” de la construcción en los antiguos territorios del Este. Para la
arquitectura trae consigo la generalización del sistema liberal de la profesión y la adopción de los modos de
proyectar y construir vigentes en todo el continente con sus ventajas e inconvenientes. Entre las primeras la
mejora de las condiciones de habitabilidad y la solución de las carencias dotacionales, y como defecto la
banalización de la calidad cultural de la arquitectura.
70
Luis Tena Arquitecto, profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra
122
La renovada capitalidad de Berlín da comienzo a un programa de construcción de nuevos edificios públicos
dotados de una gran carga simbólica y política en la vieja ciudad herida por la división de su centro. El Reichstag
remodelado por Foster o el Museo Judío de Libeskind aparecen como ejemplos polémicos y extremos de una
nueva versión de la tradicional confrontación estilística de la arquitectura germana.
Además entran en escena como promotores de la rehabilitación y recosido de los grandes ámbitos centrales
vacantes las grandes corporaciones industriales, como la iniciativa de la Daimler en Potsdamer Platz,
convirtiendo a Berlín en el más extenso solar en edificación, en perpetuo debate sobre la idea de ciudad y en el
escaparate de las arquitecturas más cosmopolitas y ambiciosas.
Aunque la actual crisis económica ha ralentizado el “furor constructivo” de la pasada década, Alemania sigue
siendo la referencia europea en cuanto a calidad de la construcción, de la ingeniería y de la obra pública con una
arquitectura a veces desigual pero siempre objeto de interés y polémica. L. T.
LITERATURA
ANTES: Literatura y 'perestroika'
A mediados de los años ochenta en la Unión Soviética empezó un nuevo periodo político bautizado como
perestroika. En la vida literaria este proceso significó la dulcificación y la subsiguiente supresión de la censura.
El lector soviético tuvo de repente acceso a la cultura europea; a su propia literatura, que a partir de los años
cincuenta fue denominada samizdat y coexistía de un modo latente con el realismo socialista oficial; y también
a la literatura de la emigración rusa (tamizdat).
El periodo comprendido entre 1986 (la publicación de las obras de Nicolay Gumilev y Andrey Platónov) y
1990 es la época en la que en la URSS se produce una especie de explosión cultural, y una gran cantidad de
textos literarios hasta entonces desconocidos se pone al alcance del lector.
Esos textos, muy distintos desde el punto de vista cronológico y estilístico, pueden dividirse en los siguientes
grupos. Por una parte, están las obras de escritores de tres generaciones (oleadas) de la emigración, tales como
Vladimir Nabókov, Vladislav Jodasévich, Georguiy Ivánov, Nina Berbérova, Iósif Brodsky, Serguey
Dovlatov, Vladímir Voynovich, Vasiliy Aksénov. Un segundo grupo lo forman los textos de autores soviéticos
escritos hace tiempo y que no fueron publicados antes por motivos de censura. Entre los más conocidos están
La Casa Púshkin, de Andrey Bitov; Moscú-Petushki, de Venedikt Eroféev; Escuela de tontos, de Sasha
Sokolov; Hijos de Arbat, de Anatoliy Rybakov, es decir, los libros que son la base del posmodernismo ruso.
Al mismo tiempo vieron la luz los textos de los clásicos soviéticos prohibidos en la URSS o publicados con
muchos cortes, tales como Nosotros, de Evgueniy Zamiátin; El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov y la
prosa de Andrey Platónov. Y al tercer apartado pertenecen las obras de escritores contemporáneos de varias
generaciones que representan diferentes tendencias y corrientes, pero pertenecientes todos ellos a la literatura a
la que diferentes críticos denominaron como “artística”, “actual”, “otra”. Sus nombres son Andrey Bítov,
Vladímir Makanin, Tatiana Tolstaya, Dmitriy Prigov, Timur Kibírov, Lev Rubinstein y muchs otros.
Diferentes estilos, lenguajes y géneros de escritores de varias corrientes literarias fueron presentados al lector
en las páginas de las revistas literarias. Las famosas “revistas gruesas”: Novy mir, Neva, Junost, Avrora. Como
consecuencia de esta actividad editorial se desplazó el eje cronológico de la literatura. En un breve momento
histórico se concentró todo un siglo. 71
DESPUÉS: El escritor ya no es director de conciencias
la unión de repúblicas Socialistas Soviéticas dejó de existir en 1991. En el ámbito de la literatura, el proceso que
tenía lugar a principos de los años noventa suele denominarse “literatura postsoviética”, un término que
claramente tiene un sentido más ideológico que cronológico. Es decir, que surge o más bien cobra conciencia
71
Ana Kovrova Profesora de Literatura en la Universidad de San Petersburgo
123
una literatura que se considera en oposición a la ideología soviética y que se interesa por la forma de expresión.
Cambia el estatus del escritor: de director de conciencias pasa a ser persona particular.
Se desarolla una estética modernista y más tarde posmodernista: nuevos lenguajes y estilos, intertextualidad,
transformación de los géneros tradicionales, aparición de novelas-comentarios (El retro cercano de Andrey
Bítov, Las aventuras de los músicos verdes de Evgueniy Popov), percepción del mundo como texto y del texto
como mundo, fragmentación de la realidad, minimalismo, juego continuo y otros rasgos de la poética del
posmodernismo. Aparecen nuevos nombres: Victor Pelévin, Vladímir Sorókin, Olga Slávnikova y otros.
En este periodo desaparece la división entre literatura de Rusia y literatura de la emigración, pero se establece
una división diferente. La literatura postsoviética pasa a ser muy heterogénea. Los dos extremos opuestos hoy
día son la literatura de masas y la literatura elitista. Entre aquella destaca la novela policiaca de costumbres
(Alexandra Marínina), histórica (Borís Akúnin) o política (Eduard Tópol), thriller y literatura fantástica. En
el otro extremo se sitúa una literatura de neorrealismo, conceptualismo, “sots art” y neobarroco. Otro rasgo de
innovación es la aparición en los años noventa de los premios literarios. El Booker ruso es el más conocido de
todos.
Así pues, en la literatura postsoviética tiene lugar, en un primer momento, la unión de diferentes vertientes
literarias que conformaron la nueva lieratura rusa y su posterior descomposición en diferentes grupos y
corrientes literarias. No obstante, la estética dominante sigue siendo el posmodernismo. A. K.
ARTE
ANTES: El Este: más técnica y menos creatividad
Es muy conocida esa nota de prensa en clave jocosa que anunciaba que la Orquesta Filarmónica de Moscú,
después de una gira por Occidente, había decidido cambiar su nombre: se llamaría en adelante Cuarteto
Soviético. Aunque exagerado, expresa muy bien no sólo la dificultad que los artistas tenían al otro lado del Telón
de Acero, sino también las contradicciones de la historia del arte europeo antes y después de la caída del Muro.
Dos mundos aislados entre sí estaban produciendo un arte diferente, a pesar de la unidad cultural común que
había existido durante milenios en estas tierras artificialmente separadas. En el Este, predominaba un arte
académico, técnicamente muy competitivo pero creativamente limitado, como toda cultura que sobrevive en un
clima de imposición autoritaria. En Occidente, también por contraposición a lo que ocurría en Oriente durante
la Guerra Fría, un arte que ponía todo el peso en la libertad sin límites, con la consiguiente pérdida de otros
aspectos, como es la maestría (el oficio heredado de generación en generación) y la profundidad de los mensajes.
En el caso concreto de la música es sorprendente que la gran tradición de la música clásica haya dado frutos tan
fecundos como los cuatro grandes polacos (Lutoslawski, Penderecki, Goreski, Sikorsky) o todos los
innumerables genios musicales de la antigua URSS. La Europa occidental no ha estado a la altura en la
continuación de esta fecunda tradición, si bien ha sido pionera en el pop y el tecno, aunque tampoco en solitario,
sino a la sombra siempre del gran imperio cultural US. La exhibición “Antes de la Caída del Muro” (Vor dem
Fall der Mauer) recoge experiencias, escenas cotidianas y, a la vez, parte de la historia contemporánea, de la
división entre Este y Oeste. Se trata de un proyecto que recopila y presenta fotos inéditas tomadas por los
guardias que custodiaban la barrera. Un recuerdo de la división que evoca la inhumanidad del asunto. De hecho,
la exhibición tiene lugar en la Zwingli-Kirche –a pocos pasos del puente Oberbaumbrücke y la East Side
Gallery–, dos de los símbolos más intensos de la separación, y tiene lugar entre dos fechas simbólicas: el 13 de
agosto y el 9 de noviembre, alfa-omega de la historia del Muro, levantamiento y caída.
DESPUÉS: El Muro, un museo al aire libre
Lo más conocido hoy musicalmente de Berlín nació cuando cayó el Muro y fue la revolución del tecno.
Inmediatamente después del 9 de noviembre de 1989, la reunificación se consumó en sótanos abandonados. Allí
se encontraron jóvenes de Occidente y del Este en un éxtasis de luces estroboscópicas y ritmos electrónicos. Se
estima que más de 25.000 viviendas, un tercio de los edificios de Berlín Oriental, estaban deshabitadas. En un
lapso de pocos años fueron ocupadas muchas de estas casas y espacios desaprovechados en cuyos sótanos
124
surgieron clubes y bares provisionales. Unos años después, a través de grandes eventos como el Loveparade y
el festival Mayday, se pasó de la producción al consumo y del underground al mainstream. Y algo similar está
ocurriendo con las artes plásticas. Del mundo bohemio propiciado por los primeros años postmurales se ha
pasado a una nueva institucionalización que impide la frescura e intensidad del primer arte de la unificación. A
falta de espacio, se puede optar por el ejemplo actual del Muro de Berlín y sus graffiti. Como es conocido,
durante la separación alemana el Muro fue objeto preferido de artistas grafiteros del Berlín occidental y, al caer
del régimen soviético, la parte oriental también lo utilizó como soporte artístico. En 1990 un sector del Muro
fue transformado en la mayor galería al aire libre del mundo, la East Side Gallery (en el barrio Friedrichshain,
al lado de Mitte), declarada monumento nacional 1991. Aquí estaban algunos de los más famosos graffiti del
Muro como por ejemplo el “Bruderkuss” (beso de hermanos) entre Leónidas Breznev y Erich Honecker, jefe
todopoderoso y gobernante de la RDA. Su autor, el ruso Dimitrij Vrubel, agregó a su graffiti un poema escrito
en ruso que quiere decir “Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal”. Este artista ha sido uno de los
más reacios en colaborar a la labor de restauración propuesta por las instituciones para celebrar la
conmemoración de los veinte años de la caída del muro. Entre otras cosas, porque no se trata de una restauración
sino de una recreación original, sobre un nuevo Muro compactado y blanqueado. De nuevo, las contradicciones
del arte occidental hacen del Muro un símbolo de separación, esta vez entre los 118 artistas que pintaron en él,
o los que aún siguen vivos. Entre estos últimos, unos han tenido más éxito que otros, y piden ahora cobrar por
su trabajo. Esto es, cobrar como creador por un mero trabajo de copista (aunque sea de la propia obra, en el
mismo sitio en el que esta se encontraba), trabajo que hicieron entonces desinteresada y comprometidamente.
Por lo menos siempre nos quedará una fotografía, y en este caso todas las copias son originales.
Algunos expertos en la materia utilizan el termino terrorismo para calificar actos que aterran o atemorizan a una
sociedad o un subgrupo de ella, otros analistas dicen que el terrorismo es una actividad ilegal que utiliza o
amenaza con el uso premeditado de la violencia para infundir miedo crónico en la victima y la sociedad en
busca de metas estratégicas determinadas por el autor material.
También se han tenido por terrorismo aquellos actos de violencia indiscriminados que afectan o ponen
en peligro la vida, la seguridad o la libertad de las personas.
El concepto de terrorismo ha evolucionado a lo largo de los siglos. Sus primeras bases se encuentran en el
asesinato, el regicidio y el tiranicidio.
En relación con esto cabe mencionar tres organizaciones terroristas de especial importancia que
actuaban internacionalmente, los sicarios zelotes, los asesinos y los estranguladores, todos ellos inspirados en
convicciones religiosas. Aunque estas agrupaciones se valían de armas muy primitivas la espada, el puñal y el
lazo resultaban más devastadoras que cualquier grupo moderno.
Los zelotes: un grupo judío surgido en el siglo I de la era cristiana, si bien en un principio su actuar era
a través de asesinatos aislados usando como armas el puñal y la espada, después se entregaron a una franca
guerra contra los griegos y los romanos que tuvo lugar a consecuencias catastróficas que culminó con la
destrucción del templo judío y el virtual despoblamiento de Judea, acontecimientos que marcaron el destino del
pueblo judío en los 2000 años siguientes.
Los asesinos ismaelitas: estos actuaron en los años 1090 y 1275 su propósito era difundir una versión
purificada del islamismo, y su técnica consistía en apuñalar a la víctima en plena luz del día, era tal el fanatismo
125
que consideraban sus propias vidas como ofrendas de sacrificio y dirigían sus ataques contra político y líderes
religiosos.
Los estranguladores: actuaron en la india en un periodo de 600 años y fueron erradicados en definitivo
en el siglo XIX sus víctimas sus víctimas superan el medio millón, elegían a estas entre los extranjeros a quienes
estrangulaban y robaban para enterrar sus miembros mutilados con el fin de ofrendar vidas humanas a su diosa
kali
En Norteamérica tampoco estuvo exenta en la época anterior al siglo XX si bien el terrorismo llego allí
más tarde que en Europa, la guerra de secesión incitó al terrorismo pues llego a ambos bandos, los rebeldes
sureños formaron una organización denominada ku klux klan cuyo objeto era combatir el proceso de
reconstrucción.
El término terrorismo no tiene una definición jurídica universal formalmente acordada pero las más diversas
definiciones jurídicas o no tienen como puntos recurrentes la violencia con un propósito político social, así como
el intento de intimidar y dirigir el acto aciviles no combatientes.
En realidad el terrorismo es algo más que la simple violencia en la que podían quedarse algunos análisis
que consideran este tipo de actos delictivos como simples expresiones de la delincuencia en común donde se
requieren solo dos partes: un agresor y una víctima, en el caso del terrorismo se necesita una tercera parte: las
personas que pueden estar intimidadas por lo que le paso a la víctima. Por lo que puede decirse que el terrorismo
es un fenómeno social complejo por los factores que lo causan, así como la naturaleza, metas e identidad de los
terroristas varían en función de las diversas épocas o sociedades que se estudien una acción puede definirse
como terrorista cuando concurren tres elementos: un acto/amenaza de violencia, una reacción psicológica/o
psicosociología y unos efectos sociales.
Como ya se había comentado el terrorismo es un término que califica actos que aterran o atemorizan
una sociedad, pero que cuyo origen puede variar de lugar en lugar (rural o urbana) de tiempo en tiempo y de
materia en materia (aérea y marítima) y en consecuencia variar su motivación (religiosa, ideológica, en
estrategias de guerra y de guerrilla, liberación etc.) y su regulación (nacional o interna o internacional), por la
selección de sus objetivos (puestos de mando de la armada, puentes, telecomunicaciones) y por ello variar los
medios de acción (armas de fuego, contaminación de aguas con químicos o como se teme últimamente: el riesgo
de que se usen armas biológicas, químicas o el aparente posible uso de armas nucleares).
No obstante hay elementos para la determinación de justicia comunes a considerar son: la intimidación
del grupo social, la falta de evidencias (“no vi nada”), falta de inculpado formas de la ley que pueden ser dejadas
sin efecto como, por ejemplo, los juicios sin jurado por delitos terroristas (como ha sido el caso de la república
de Irlanda desde 1962 y en Irlanda del norte desde 1973), la evidencia aceptada de testigos sin identidad (“no
mostrar las caras”) pero que ha dado lugar a una regulación legal procesal especial que constituye a la de los
procedimientos comunes, con mayores riesgos de injusticia y menor confianza del público lo que multiplica los
fines alcanzados por los terroristas frente a la sociedad no obstante es de notarse la práctica de no identidad
apoyada desde las instituciones y que en origen es una práctica de los terroristas, con cambio de nombres, robo
y uso de documentos de identidad falsos, etc., lo que parece crear un efecto contaminante entre el delincuente y
su víctima secundaria y principal: el estado.
Sin duda su combate y erradicación efectiva significara un precio a pagar por parte de la sociedad civil,
posiblemente en el terreno de la jurisdicción universal versus soberanía, lo que significara la internalización del
delito, su prevención y castigo
126
a) convenios de ginebra (1949).- condenan a este tipo de actos y se prohibieron en el marco de la regulación
jurídica de los conflictos armados.
b) el código de Lieber: en este código en el artículo 148 de la sección IX se plasma la primera referencia en un
texto legal de ciertos actos que hoy en día se califican de terroristas, sin que se haga mención del vocablo.
c) en estados unidos: se promulgo el 26 de octubre de 2001 una ley antiterrorista en la que se establece un sin
número de disposiciones legales para ampliar las facultades del buró federal de inteligencia (FBI), como
intervenir conversaciones telefónicas privadas, intervención de los sistemas electrónicos e-mail e internet en el
secreto bancario. De igual manera el departamento de estado de los estados unidos de norte América en el titulo
22 del código de los estados unidos, sección 2656f divide al terrorismo en 3.
2.-terrorismo internacional: implica los actos de terrorismo contra los ciudadanos o el territorio de
más de un estado.
3.-terrorismo de grupo: significa cualquier grupo o que tenga subgrupos relevantes y que practican el
terrorismo internacional.
En México código penal federal: establece que no hay indulto para sentenciados por terrorismo y en
el artículo 123, fracción XV, se prevé una pena de 5 a 40 años de prisión y multa de 50 mil pesos para quien
cometa traición a la patria en circunstancias diversas, entre las que se considera que, una vez declarada una
guerra o rotas las hostilidades, cometa terrorismo. en el capítulo VI en su único artículo 139 se define al
terrorismo como los actos contra personas, cosas o servicios que produzcan alarma, temor, terror en la población
o en grupo o sector de ella, o tratar de menoscabar la autoridad del estado o presionar a la autoridad para que
tome una determinación.
Por su parte, el código de procedimientos penales, en su artículo 194, califica el terrorismo como un
delito grave.
Cabe resaltar que los actos terroristas no siempre son exclusivos de la jurisdicción interna de un estado.
El terrorismo ha sido un fenómeno que preocupa a todos los estados por lo que se han hecho diferentes
conferencias alrededor del mundo tales como:
127
información, y crea un comité del consejo de seguridad con 30 días para definir estrategias el cual vigilara el
cumplimiento e implementación de la resolución referida en el cual se dan 90 días para que los estados miembros
informen sobre las acciones adoptadas.
En el mismo orden de ideas el 12 de sept. De 2001 el consejo de la organización del atlántico norte acordó
activar lo dispuesto por el artículo 5 del tratado de Washington del 4 de abril de 1949, por virtud del cual, si uno
o más de los estados aliados en Europa o América del norte es víctima de un ataque armado este se considerara
contra todos ellos.
“CONCLUSIONES DEL TERRORISMO”
-Toda acción contra cualquier delito tiene que ser legitima, tiene que ser enmarcada en el respeto a los
derechos humanos y al derecho internacional.
-Que debe hacerse la reforma del código penal federal en la pena aplicable al delito de terrorismo, pues
de 2 a 40 años como mínimo son pocos debería aumentar mínimo de 20 a 40 años.
-Que los actos de terrorismo perpetrados el 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de nueva york y de
Washington recibieron a la condena de los 189 estados miembros de naciones unidas; y la política del mundo
dio un giro de 180 grados, cimbrando la seguridad y las finanzas del planeta; este acto de terrorismo ha sido el
más cruel que ha existido en la historia de la humanidad, por la cantidad de víctimas que cobro, y por la forma
de derribar los edificios que fueron símbolo de fortaleza e inmunidad; parte del pentágono y las torres gemelas
que eran la sede del comercio en el mundo y orgullo de la nación estadounidense.
-Que estos hechos de terror endurecieron la seguridad de los estados unidos y en todo el mundo, con la
finalidad de evitar su recurrencia; y se adoptaron medidas con los responsables de los actos de terrorismo y
contra los estados que los ayudan y protegen.
-Con el fin de prevenir, combatir y eliminar el terrorismo la organización de estados americanos, en los
veintitrés puntos debe revalidar su plan de cooperación hemisférica.
-Proponer una nueva instancia internacional para que sea competente de estos delitos y con ello evitar
que con el pretexto de este tipo de hechos se ataquen a naciones y se supriman vidas de inocentes; y se consumen
actos de venganza, como el ocurrido en Afganistán.
-No es conveniente que se supriman las libertades (garantías individuales) a cambio de seguridad, con
el pretexto de combate al terrorismo.
- Se deben combatir las causas del terrorismo para poder extinguirlo o eliminarlo
-Por último la guerra que emprendió estados unidos en contra del terrorismo, en Afganistán y en Irak,
no llevo a soluciones que sirvan para abatirlo, al contrario la violencia propicio más violencia con terrorismo,
como el caso de España que apoyo la guerra contra el terrorismo y le cobraron la factura con la operación “trenes
de la muerte” que fue el atentado de marzo de 2004 en Madrid y que cobro más de 200 víctimas.
4.1.6.4. Luigi Ferrajoli
Luigi Ferrajoli nació en Florencia en 1940. Ha ejercido como juez entre 1967 y 1975, vinculado al grupo
conocido como magistratura democrática. Desde 1970 es profesor de filosofía del derecho y teoría general del
derecho en la universidad de camerino.
Ferrajoli: es autor de la teoría del garantismo penal, considerada uno de los mejores manuales
contemporáneos de derecho penal y filosofía del derecho. Entre sus últimas producciones se encuentra la
soberanía del mundo moderno.
Es una ideología jurídica, es decir una forma de representar, comprender, interpretar y explicar el derecho. Su
difusión se debe sobre todo a la obra de Luigi Ferrajoli, quien a partir de 1989 ha construido una completa y
muy estructurada teoría del garantismo penal.
128
Garantismo nació en el derecho como una respuesta frente a la gran divergencia existente entre lo que establecen
las constituciones y demás normas superiores a los ordenamientos jurídicos, que consagran derechos y garantías
ideales para los ciudadanos y lo que acontece en la realidad, en donde tales derechos y garantías no se cumplen.
De igual forma el garantismo nace, en efecto, de la necesidad de defender al ciudadano contra los abusos
del poder; nace como respuesta a milenios de arbitrariedad de la justicia y corruptibilidad de los jueces; tan
proverbial que en el libro de proverbios y en otros libros sapienciales y proféticos de la biblia es éste un tema
recurrente.
No viene de la nada el garantismo judicial: viene de la proverbial corrupción de los jueces. Pero como
hecha la ley, hecha la trampa, han aprendido a alimentarse del veneno que les han puesto, hoy la peor corrupción
y adulteración judicial tiene como fundamento las garantías del reo.
La palabra garantismo es nueva en léxico jurídico. Fue introducida en Italia en los años 70 en el ámbito del
derecho penal, sin embargo, creo que puede extenderse a todo el sistema de garantías de los derechos
fundamentales. En este sentido, el garantismo es sinónimo de estado constitucional de derecho.
De ahí que en un sistema jurídico concebido como estado de derecho en sentido fuerte, en el cual la ley
no es solo condicionante sino que también está condicionada por el respeto de los derechos fundamentales, el
elemento distintivo respecto del paradigma paleopositivista es la mutación de las condiciones de validez.
En otras palabras, en el estado constitucional se incorpora no solo “el ser sino el deber ser” del derecho,
por lo que el derecho legislativo quedo sometido al propio derecho y por lo tanto es posible su ilegitimidad.
Quiere decir que en el estado constitucional es un estado de derecho perfeccionado en el que no existe
poder que no esté sujeto a las leyes. Aún el legislador está sujeto a las leyes.
129
Superando la tradición de la primacía de lo político sobre lo jurídico, el estado de derecho garantista se
propone invertir los papeles: el derecho ya no es más un instrumento de política; al contrario, ahora la política
deberá ser el instrumento del derecho, sometida, en todos los casos a los vínculos normativos constitucionales.
Diversas teorías han tratado de explicar el concepto y el fundamento de la evolución de los derechos
fundamentales. Las posturas clásicas son el iusnaturalismo y el iuspositivismo, que tienen como fundamento la
misma naturaleza humana y su peculiar visión del mundo, de esta manera, tenemos que todas las tesis
explicativas de los derechos tienen una verdad relativa que va conduciendo a una sincronía de los derechos
fundamentales. la definición propuesta por Ferrajoli para los derechos fundamentales ha sido la siguiente: “todos
aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados del
status de personas o ciudadanos, con capacidad de obrar; entendiendo por derecho subjetivo cualquier
expectativa positiva (de prestación) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurídica;
y por status la condición de un sujeto, prevista asimismo por una norma jurídica positiva como presupuesto de
su idoneidad para ser titular de situaciones y/o autor de los actos que son ejercicio de éstas”
Ferrajoli manifiesta en base a los derechos fundamentales que hay cuatro valores que son precisos para
las personas: la vida, la dignidad, la libertad y supervivencia. Estos valores tienen que servirse de cuatro fines o
criterios axiológicos:
Nexo entre derechos fundamentales e igualdad: este criterio, está relacionado con el principio clásico
de igualdad, que han incorporado las distintas revoluciones burguesas, de ahí la característica de universalidad,
que le atribuye el maestro italiana al concepto de derechos fundamentales, y que pretende dar explicación
desde la filosofía política y sociológica del derecho. También propone el establecimiento de una sociedad civil
global mediante la creación del “constitucionalismo global”, el cual estableciera niveles mínimos de subsistencia
a las personas habitantes de países menos privilegiados.
Nexo entre derechos fundamentales y democracia: pasada la segunda guerra mundial surge el
paradigma de la “democracia constitucional”, que tiene relación con la democracia sustancial, ya que los
derechos fundamentales y sociales serán establecidos en las constituciones, y de esta manera, se garantizará su
cumplimiento frente al poder.
Nexo entre derechos fundamentales y paz: el cual quedó establecido en la declaración universal de
1948, este valor surge y se fundamenta en la filosofía contractualista de tomas hobbes, de quien ferrajoli ha
tomado diversos criterios para sus tesis. Según hobbes, el paso del status naturalis al status civilis, se consiguió
a través del pacto social, mediante el cual se transfieren todos los derechos naturales al leviatán. El objetivo
prioritario de éste pacto social es, alcanzar a toda costa los bienes jurídicos de seguridad y paz.
Conclusiones:
En conclusión el garantimos puede ser usado de dos maneras para bien o para mal
Ya que en el poder judicial se parte del prejuicio de que la ley, la fiscalía y la víctima tienden a abusar del reo.
Por eso el sistema le ofrece a éste un blindaje tan potente, que si el acusado tiene recursos es capaz de paralizar
la acción de la justicia. y para mal ya que se benefician exclusivamente los políticos y los grandes delincuentes
(¡menudos compañeros de viaje! es el sucedáneo con apariencia democrática de la antigua figura jurídica
denominada “garantía de los funcionarios públicos” en virtud de la cual a los funcionarios públicos y a los
políticos asimilables a esta denominación, no se les pude perseguir judicialmente sin autorización superior. hoy
se les llama aforados; pero no termina ahí también puede poner todo tipo de trabas para impedir el avance del
juicio.
Pero además están las garantías individuales que concede la constitución a todos los ciudadanos, y así con todos
estos recursos eludir la acción de la justicia.
130
¿QUIÉN ES LUIGI FERRAJOLI?
Luigi Ferrajoli nació en Florencia, Italia, el 6 de agosto de 1940. Es un jurista italiano y uno de los principales
teóricos del garantismo jurídico, teoría que desarrolló inicialmente en el ámbito del Derecho penal, pero que
considera, en general, un paradigma aplicable a la garantía de todos los derechos fundamentales. Ferrajoli se
define como un iuspositivista crítico.
Magistrado entre 1967 y 1975, con una firme postura en la defensa de los derechos humanos, se destaca también
por sus fundamentales contribuciones a la teoría del constitucionalismo democrático, de los derechos
fundamentales y del garantismo. Sus ideas trascendieron por el mundo y son estudiadas y debatidas en la cultura
jurídica y política europea y latinoamericana.
Ferrajoli fue decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Camerino, profesor de Filosofía del
Derecho y de Teoría General del Derecho en la Universidad de Camerino y en la Universita degli Studi Roma.
Autor de trescientas publicaciones, entre ellas veinte libros, de su amplia bibliografía destacan, entre otros
títulos: “Democracia autoritaria y capitalismo maduro” y “Derechos y garantías. La ley del más débil”.
Desempeñó como juez y filósofo entre 1990 y 1995; durante este tiempo estuvo vinculado al grupo Magistratura
democrática,3 una asociación judicial de orientación progresista. Desde 1970 fue profesor de Filosofía del
derecho y de Teoría general del derecho en la Universidad de Camerino, donde además fue decano de la Facoltà
di Giurisprudenza (Facultad de Jurisprudencia) y, desde 2003, en la Universidad de Roma III.
Una de sus primeras obras, escrita junto con Danilo Zolo, fue Democracia autoritaria y capitalismo duro,
publicada en 1978. Otros libros suyos son Derechos y garantías, la ley del más débil; Los fundamentos de los
derechos fundamentales; Razones jurídicas del pacifismo y Garantismo, una discusión sobre derechos y
democracia. Su obra más famosa, no obstante, es Derecho y razón, teoría del garantismo penal, editado en
español en 1995.
A finales de 2007 publicó lo que él mismo denomina la obra de una vida, esta obra lleva por título Principia
iuris: teoría del diritto e della democrazia, Editori Laterza. En esta obra de casi tres mil páginas el filósofo del
derecho realiza una teoría axiomatizada del derecho y la divide en tres ámbitos: la teoría del derecho, libro
modernista sobra la reencarnación argumentando los derechos naturales
SUS MOMENTOS ESTELARES
Hay dos momentos que podríamos calificar como estelares, culminantes, en la carrera científica de Luigi
Ferrajoli.
El primero se produce en 1989, cuando aparece la primera edición italiana de su celebrado libro Derecho y
razón. Teoría del garantismo penal; el segundo momento se ubica a finales del 2007, cuando aparece también
en Italia su monumental trabajo Principia Iuris. Teoría del diritto e della democrazia. En los casi veinte años que
median entre uno y otro esfuerzo intelectual, Ferrajoli ha participado en un sinnúmero de debates y ha ofrecido
conferencias en docenas de países, afinando sus tesis, refutando a los críticos, ampliando ciertas explicaciones
y matizando algunos puntos de vista. Gracias a su reconocida diligencia, cada intervención ha sido
cuidadosamente redactada, revisada y, en ocasiones, publicada.
El itinerario intelectual de Ferrajoli se nutre de una sólida formación teórica, pero a la vez está animado por un
activismo cívico que es ejemplar y probablemente único, dados sus alcances dentro del mundo universitario.
Perfecto Andrés Ibáñez lo ha descrito con las siguientes palabras: “Luigi Ferrajoli ocupa hoy un lugar central en
la reflexión teórica sobre el derecho; y lo hace de manera muy singular, de un modo del que –diría- no existen
precedentes en tal ámbito disciplinar. Porque en este autor se da la más afortunada combinación de rigor lógico-
131
formal y riqueza de contenidos, de formación filosófica y conocimiento jurídico (experiencia práctica incluida),
de empeño cultural y compromiso civil”.
OBRAS DESTACADAS
En 1998, en la revista italiana Teoría política, Luigi Ferrajoli publica un artículo titulado “Derechos
Fundamentales”. Dicho trabajo, debido a las cuestiones que trató, generó una discusión importante entre los
principales juristas italianos. Destaca en esta exposición la elaboración de un concepto de democracia con dos
vertientes: una formal y otra sustancial.
La segunda de ellas se constituye en una propuesta de solución a la conflictiva relación entre democracia y
derechos fundamentales. A decir de Danilo Zolo, La propuesta ferrajoliana es un proyecto interesante y cuyo
objetivo es lograr “una verdadera y particular visión del mundo”. Sin lugar a dudas, la propuesta de Ferrajoli
(que aún sigue en proceso de elaboración definitiva y cuya presentación acabada lo constituirá su obra tan
anunciada y esperada Principia iuris. Teoria del diritto e della democrazia) es una visión singular y provocadora.
Es singular pues pareciera ser, que desde el momento en que someta la democracia al derecho, ha invertido los
términos de la relación derecho-política y su resultado es el sometimiento de lo político a lo jurídico. Es
provocadora puesto que la reformulación de lo democrático deja muchos sinsabores a los defensores de la
democracia.
La prolífera obra de Ferrajoli tiene un hilo conductor bastante claro: la limitación del poder. Para ello busca
elaborar una teoría específica que aborde el tema desde el ámbito jurídico pero con una puerta a la integridad
multidisciplinaria. Su obra, en constate elaboración, ha decidido denominarla teoría general del garantismo. Esta
teoría general, para el autor, abre la posibilidad de resolver los principales y complicados problemas de la
legitimación, legalidad, existencia, vigencia, validez y efectividad del derecho. Para lograr su objetivo crea sus
propias herramientas metodológicas y se fundamenta en principios filosóficos consistentes.
DERECHO Y RAZON
El libro de Luigi Ferrajoli, Derecho y Razón, es a no dudarlo la obra mayor del autor, quien a lo largo de los
años de experiencia e investigación ha logrado un trabajo que Roberto Bergalli considera un acontecimiento de
las mismas proporciones intelectuales de Dei delitti e del pene, de C. Beccaria que en 1764 se constituyese en
la obra emblemática del proyecto del derecho penal de la modernidad y consecuentemente, verdadero parteaguas
entre la conciencia autoritaria y la conciencia ilustrada.
Este libro analiza la crisis de los fundamentos del derecho penal expresada en la profunda falta de
correspondencia que existe entre el sistema normativo de las garantías y el funcionamiento efectivo de las
instituciones punitivas. Hace un recorrido teórico por las raíces del modelo garantista recogido por la tradición
ilustrada, así como por la oposición que contra dicho modelo han ejercido desde finales del siglo xxi la continua
emergencia de arquetipos penales pre modernos y la interminable tentación de autoritarismo.
Ilustra las múltiples formas de ilegitimidad e injusticia provocadas por la inadecuación del modelo o por las
lesiones contra las garantías individuales. Frente a la crisis del modelo, propone una reformulación y política en
el marco de una teoría general del garantismo.
132
Comenzó su actividad docente en parís, en la Sorbona. Profesor de diversas universidades europeas y
americanas, entre ellas Berkeley, autónoma de Madrid, Nanterre, Montreal, católica de chile, Wisconsin, etc.
miembro de la academia europea y del alto comité de expertos sobre la sociedad de la información nombrado
por la comisión europea.
Publicó su primer libro en 1972, la cuestión urbana, traducido a diez idiomas, que le acreditó como
uno de los fundadores de la nueva sociología urbana. Sus principales obras en este campo son the city and the
grassroots (university of california press), un estudio comparativo de movimientos sociales urbanos y las
organizaciones comunitarias en Francia, España, Latinoamérica y california, y the informational city
(blackwell, 1989), un análisis de los cambios urbanos y regionales derivados de la tecnología de la información
en los estados unidos.
Entre sus libros más destacados, crisis urbana y cambio social, siglo XXI, Madrid, 1981; la ciudad y
las masas. Sociología de los movimientos sociales urbanos, alianza, Madrid, 1986; movimientos sociales
urbanos, siglo xxi, México DF, 1991; la ciudad informacional, alianza, Madrid, 1995; tecnópolis del mundo:
la formación de los complejos industriales del siglo XXI (con Peter hall), alianza, Madrid, 1997; local y global:
la gestión de las ciudades en la era de la información (con Jordi Borja), Taurus, Madrid, 1997; la era de la
información. Economía, cultura y sociedad, 3 vols.(1. sociedad red, 2. el poder de la identidad, 3. el fin del
milenio), alianza, Madrid, 1997-1998.
En el movimiento feminista es posible distinguir dos momentos diferentes. El movimiento se remonta a las
luchas de las sufragistas a finales del siglo XIX, constituyendo el comienzo del movimiento feminista de
primera generación. Esta fase del feminismo se prolongó a lo largo del siglo XX, hasta que a fines de la década
de los sesenta, conectado con las profundas mutaciones que se produjeron en el pensamiento occidental y
formando parte de ellas, surgió el feminismo radical, con el cual se inició la segunda generación del
movimiento feminista. La radicalidad de este segundo feminismo, además de las estrategias propuestas para
una praxis feminista, recaía en su visión holística del mundo social, político económico y psicológico
masculino. En todas las esferas y ámbitos de la realidad se encontraba presente la opresión masculina sobre el
género femenino. La tarea del movimiento de liberación de la mujer, por lo tanto, tenía que desplegarse en
todos los frentes donde la opresión de género se manifestaba: política, económica, social, cultural, sexual,
psicológica, etc. ya se señaló que el feminismo es un movimiento corriente de pensamiento y enfoque, que
trasciende los límites de la política precisamente por esta pretensión holística.
Para orientarse y clasificar esa reciente producción de la teoría política feminista, Castells propone un
mapa construido sobre la base de dos criterios: los núcleos temáticos principales y el enfoque filosofico-
politico con el que se abordan dichos temas, es decir, la orientación ideológica. El primero de los criterios
permite distinguir las siguientes aéreas fundamentales del interés de la teoría política feminista:
En cuanto a la orientación ideológica, esto es, los supuestos subyacentes en los análisis de la teoría política
feminista, es posible encontrarlos siguientes enfoques o corrientes:
133
a) feminismo liberal
b) feminismo socialista
c) feminismo radical.
Durante de los inicios de la teoría política feminista este ha sido, sin duda, el ámbito de trabajo más
frecuentado. En este sentido, la teoría política feminista no difiere de otros campos (como se vio por ejemplo,
en el caso de la epistemología feminista) en los que la aplicación del enfoque de género comienza por una
crítica o una especie de ajuste de cuentas intelectual (Castells 1996:13) que consiste de poner de manifiesto el
sesgo sexista presente en la obra de autores clásicos. Este tipo de trabajos produce dos grandes aportaciones:
Cuestionan la supuesta neutralidad frente a la cuestión de género en la obra de los clásicos mediante la
revelación del sesgo machista. Castells elaboro un cuadro de enfoque de la teoría política feminista
feminismo liberal feminismo marxista socialista feminismo radical
naturaleza yo liberal: agentes racionales yo socialista: agentes productos de las el factor clave es la
humana independientes estructuras históricas biología
reproductiva
humana
La teoría feminista liberal: defiende el mismo concepto de naturaleza humana que el liberalismo. La
principal diferencia con el liberalismo consiste en la crítica a los rasgos pretendidamente universales con los
que el liberalismo caracteriza a la naturaleza humana, pero que en realidad se basan en la experiencia
masculina. La causa de subordinación de las mujeres es la injusta indiscriminación (legal y de otros tipos).
Las feministas liberales se mantienen en el plano político y se basan en los conceptos de libertad e igualdad.
Sus propuestas políticas van encaminadas a lograr la igualdad con los hombres. Las Autoras más destacadas
son: Betty Friedan, Karen, Gregen, Genevieve, etc.
La teoría feminista radical: el punto de partida de la teoría política feminista está en la afirmación de
que los roles y valores de género no son más que creaciones culturales y como tales, susceptibles de ser
sustituidas por otras elaboraciones simbólicas con un contenido no sexista e igualitario. Esta tesis que podemos
etiquetar como teoría del género, fue elevada por el feminismo radical afínales de los años sesenta del siglo
XX a la categoría de una teoría política, al contemplar la posición desigual de la mujer en términos políticos
como la subordinación, impotencia y opresión. Es decir, el feminismo radical la teoría del género en una teoría
política. La teoría feminista radical es un fenómeno contemporáneo con dos raíces inmediatas: el movimiento
134
de liberación de las mujeres de finales de la década de 1960 y la new left estadounidense, de inspiración total
mente marxista. Respecto a la naturaleza humana tiene tres principios:
En síntesis, la biología entendida bien como problema, bien como solución, desempeña un papel clave. El
feminismo radical considera causa básica de las mujeres es la lucha contra el patriarcado: un conjunto sexual
transhistorico que los hombres han resuelto hasta su momento a su favor.
4.1.6.6. WILLIAM THOMPSON
Thompson nació en el año de 1775 en Rosscarbery, Condado de Cork; fue un político, economista, filósofo y
reformador social Irlandés, promotor y socio del movimiento cooperativo inglés, cuyas concepciones influyeron
en los organizadores de los sindicatos de trabajadores y en Karl Marx.
Era hijo de uno de los comerciantes más ricos de Cork (Alderman John Thompson), quien fue alcalde de la
ciudad en 1794. William heredó de su padre en 1814 una finca cerca de Glandore, al occidente de Cork y en vez
de aceptar el papel de rentista ausentista, compartió su tiempo con los arrendatarios e invirtió en innovaciones
agrícolas, servicios y educación para los niños, tratando de buscar el mejoramiento de la calidad de vida de las
familias.
Afectado por problemas de salud desde temprana edad, Thompson se convirtió desde la adolescencia en
abstemio y vegetariano. Su muerte fue causada por una afección pulmonar el 28 de marzo de 1833.
Dentro de sus idea principales podemos decir que el estudio a diferentes escritores del Siglo de las Luces, siglo
con un movimiento cultural e intelectual europeo que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de
la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. En ese
siglo él se enfocó especialmente a Condorcet y se inspiró en las ideas de igualdad y democracia de la Revolución
Francesa, movimiento que inicio en la edad Contemporánea al sentar las bases de la democracia moderna,
algunas de las causas que influyeron fue el auge de una clase burguesa nacida siglos atrás, que había alcanzado
un gran poder en el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político. Su riqueza y su cultura la
había elevado al primer puesto en la sociedad, posición que estaba en contradicción con la existencia de los
estamentos privilegiados, nobleza y clero, la expansión de las nuevas ideas ilustradas, la regresión económica
y las crisis agrícolas cíclicas, estas son algunas de las causas que surgieron para este movimiento.
Thompson simpatizaba con el utilitarismo de Jeremy Bentham, ya que sostiene que es un acto moral, si
incrementa el bienestar total de las personas. Propuso el concepto de Ciencia Social para sintetizar la
combinación de los conocimientos de la Economía Política con el materialismo científico y las concepciones
del utilitarismo con una moral racional ya que él lo que todo lo relacionaba con la sociedad y ver el entorno de
cada individuo ya que como en Concepto de Ciencia Social se dice que es para analizar y tratar los diferentes
aspectos de los grupos sociales y seres humanos en la sociedad.
Thompson defendió la teoría de valor-trabajo propuesta por Adam Smith porque para él, el trabajo es la fuente
real del valor que uno podía recibir a cambio de su mercancía. Rechazó la tesis de Malthus y Ricardo según la
135
cual cualquier aumento de los salarios de los trabajadores sólo puede resultar en su miseria posterior, y enfatizó
en la naturaleza interesada de esta teoría en favor de los empresarios que reclamaban una legislación que
proscribiera los esfuerzos de los trabajadores para elevar sus salarios. Aplicando el principio utilitarista de "el
mayor bien para el mayor número" a los esquemas alternativos existentes y posibles de distribución, Thompson
abogó por una distribución igualitaria del producto.
Thompson fue el primero en acuñar el término “competitivo” para descubrir el sistema económico existente.
En general se puede decir que Thompson fue una persona la cual se dedicó a proteger los derechos de los
trabajadores ya que para él era injusto el hecho de como los trataban el buscaba que fueran tratados de forma
diferente les fueran dando una plusvalía por su trabajo extra que tuvieran al igual que si eran competitivos fueran
subiendo de rango.
Nació en 1928 en filadelfia, Pensilvania, estados unidos, hijo de un emigrante ruso. Estudió filosofía y lingüística
en la universidad de Pensilvania, donde se doctoró en 1955, año de su ingreso en el Massachusetts institute of
technology (mit). En 1961 obtuvo una cátedra en el departamento de lingüística y filosofía del mit, al tiempo
que desarrolló otras actividades académicas en las universidades de Princeton, Oxford, Cambridge, etc.
militante de la izquierda intelectual norteamericana, que algunos han calificado de socialismo libertario, se
destacó en la oposición a la guerra de Vietnam, dentro de una actitud contra el sistema que ha mantenido a lo
largo de su trayectoria profesional y política.
Su cónyuge fue Carol Schatz, quien murió el 20 de diciembre de 2008. Tiene dos hijas y un hijo. El 23
de septiembre recibió el doctorado honoris causa por parte de la universidad nacional autónoma de México
Es doctor “honoris causa” de una treintena de universidades, entre ellas las de Londres, chicago,
Georgetown, buenos aires, Columbia, pisa, y Harvard
El trabajo académico e intelectual a lo largo de medio siglo abarca los campos de la lingüística, la comunicación,
la política y la sociología. Su obra es muy extensa, comprende más de treinta libros y centenares de artículos,
que en gran medida están traducidos a la lengua española.
Pensador norteamericano cuyo trabajo central se sitúa en el ámbito de la lingüística, con proyecciones
a los campos de la política, la economía, la sociología, la comunicación, etcétera. Su posición crítica y
comprometida frente a la política exterior de los estados unidos desde los años de la guerra de Vietnam a nuestros
días, convierte sus análisis en una de las reflexiones internas más significativas para la interpretación de la
política mundial de Washington y, al tiempo, de los mecanismos de creación del imaginario colectivo y de
opinión pública a partir de los medios y de las industrias culturales.
El control social: es el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en
las sociedades. Aunque a veces el control social se realiza por medios coactivos o violentos, el control social
también incluye formas no específicamente coactivas, como los prejuicios, los valores y las creencias.
Entre los medios de control social están las normas sociales, las instituciones, la religión, las leyes, las
jerarquías, los medios de represión, la indoctrinación (los medios de comunicación y la propaganda),los
comportamientos generalmente aceptados, y los usos y costumbres (sistema informal, que puede incluir
prejuicios) y leyes (sistema formal, que incluye sanciones).
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El control social aparece en todas las sociedades como un medio de fortalecimiento y supervivencia del
grupo y sus normas. Las normas menores y las leyes son las que conforman los grupos. La implantación de una
moral social (por las influencias sociales que genera) y la crítica liberal como autodefensa y como interpretación
de sucesos e intereses, es el camino hacia el cambio social. Actúa sobre la desviación social (leyes) y anomia
(normas).
La cognición social o perspectiva del comportamiento desviado de forma correcta cierta, tiene un
esquema de estereotipos y juicios de valor en su versión no científica, y es posible y habitual como conocimiento
científico profesional; es de hecho imposible una sociedad sin normas (estado de derecho) y la cuestión es su
precisa naturaleza y los mecanismos para el caso, sin cargar con más problemas adicionales, solamente el bien
común con una normativa funcional para el orden social. Como el control es importante, a su vez tiene que haber
control sobre los controladores con un consenso en la normativa para un equilibro de poderes y controles, que
no sea represivo en su actitud.
El control social persuasivo para el logro de la conformidad funciona principalmente con ideas y valores,
que se traducen en actitudes respetuosas de las normas. Se tiende a una moral libre, opcional, personalizada,
menos reglas y con menos control.
Medios informales
Las medidas informales, son aquellas que no están institucionalizadas, como los medios de comunicación, la
educación, las normas morales, etc., las cuales no tiene una formalización a través de normas o leyes escritas.
Son más importantes que los formales porque transmiten hábitos, normas y valores determinados. La instancia
policial es un ejemplo: es un mecanismo de control social informal que se deriva del estado. Se inició tras la
revolución francesa controlando a nivel legislativo. Sus competencias garantizan el poder desmesurado del
estado, pero es una instancia estatal con capacidad de castigo y represión contra el ciudadano puesto que los que
controlan o tienen poder someten al resto. Su función principal es el mantenimiento de leyes y del orden público.
a partir de los años 80 (siglo XX), aparece la seguridad ciudadana. Como hecho político, se añade una función
de vigilancia (represor contra las incidencias) que desemboca en el estado intervencionista. Se vincula a la
transformación urbana de las ciudades (las grandes avenidas permiten el paso del ejército con los caballos). a
esta función de represión se le añade la salvaguarda: prevención en primer lugar y función asistencial de la
población. La paradoja fundamental de la policía es que simultáneamente es preventiva y represora, ya que "el
policía que está para ayudar también te puede detener".
Medios formales
Las medidas formales de control social son las que se implementan a través de estatutos, leyes y regulaciones
contra las conductas no deseadas. Dichas medidas son respaldadas por el gobierno y otras instituciones por
medios explícitamente coactivos, que van desde las sanciones hasta el encarcelamiento o el confinamiento. En
los estados de derecho los objetivos y mecanismos de control social están recogidos en la legislación explícita.
La propaganda es una forma de comunicación que desde la antigüedad está dirigida a influir en la actitud de una
comunidad hacia algo.
Al contrario que el suministro de información imparcial, la propaganda, presenta información sobre todo
para influir en una audiencia. La propaganda presenta a menudo hechos de forma selectiva, por lo tanto, puede
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llegar a mentir para fomentar un particular, o utiliza los mensajes para producir una respuesta más emocional
que racional a la información presentada. El objetivo deseado es promover como resultado un cambio de la
percepción del tema, incluyendo la percepción de la importancia, en el público. La propaganda puede ser
utilizada como un arma de guerra.
La propaganda abarca a muchos términos relacionados, en su sentido original podía referirse a usos en
general, como vender un producto desconocido, recomendaciones de salud pública, participar en un censo o
elecciones, o alentar a las personas para comunicar crímenes a la policía, entre otros. La propaganda en
publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o
servicio. Mientras que los términos "propaganda subliminal" o "propaganda política" por ejemplo, han adquirido
connotaciones negativas por la asociación con sus ejemplos más manipuladores.
Se articula a partir de un discurso persuasivo que busca la adhesión del otro a sus intereses. Es de carácter
mono lógico y requiere el recurso del anuncio. La propaganda generalmente se repite y se dispersa sobre una
amplia variedad de medios con el fin de crear el resultado deseado en las actitudes de la audiencia.
La propaganda es definida como una forma intencional y sistemática de persuasión con fines
ideológicos, políticos o comerciales, con el intento de influir en las emociones, actitudes, opiniones y acciones
de los grupos de destinatarios específicos mediante la transmisión controlada de información parcial (que puede
o no basarse en hechos) a través de los medios de comunicación masiva y directa."
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