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0. INTRODUCCIÓN
1. ORIGEN, CONCEPTO, PROBLEMAS.
3. ESTRUCTURAS BÁSICAS.
0. INTRODUCCIÓN
El género lírico, al igual que los demás géneros, posee unas características peculiares que lo
diferencian de los demás dentro del fenómeno literario en general.
Se entiende normalmente por “lírico” aquello que responde a las emociones del autor, a sus
pasiones y sus inquietudes, es decir, a sus sentimientos íntimos. Pero también podemos asimilar a
la lírica otros temas como la naturaleza, la melancolía, la soledad, la mitología e incluso la muerte.
A lo largo de la historia de la literatura, lírica ha ido conformando sus estructuras básicas y sus
formas de expresión, al igual que sus subgéneros, que, no obstante, han ido evolucionando a lo
largo del tiempo en función de la historia y de los gustos sociales de cada época.
La lírica, pues, goza de todo un conjunto de técnicas y recursos que parten de todos los planos del
lenguaje: fónico, morfosintáctico y léxico-semántico.
Aunque se ha relacionado siempre a la lírica con la poesía, podemos afirmar no obstante que el
fenómeno lírico se extiende también por otros géneros como la novela o el teatro, donde es
complemento indispensable.
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Lapesa (Introducción a los estudios literarios), establecía una primera distinción entre
• Lírica culta: hecha por un autor individual, creación propia que permanece inalterada a lo
largo del tiempo.
• Lírica de tradición popular: transmitida oralmente y de forma fluctuante de generación en
generación, añadiendo a la forma que le dio el primer autor anónimo diversos añadidos.
Formas Anacreóntica.
clásicas
Oda. Obras líricas de diversa índole:sencillas e intensas (Safo).Arrebatadoras y
grandilocuentes (Píndaro). Severas e insinuantes (Horacio).Actualmente,
poema de cierta extensión y tono elevado. Fray Luis de León, Herrera,
Elegía. no presupone ningún esquema métrico: se habla de tono elegíaco.
Herrera, Canto a Teresa de Espronceda, Coplas de Manrique, Elegía a Ramón
Sijé de Hernández. En la literatura medieval equivale al Planto. La Endecha es
‘una elegía popular en versos cortos’.
Epístola. Poema lírico en forma epistolar. Se establece una comunicación yo –
tú (vosotros). Se transmite, de forma íntima, uno o varios pensamientos sobre
algún tema, frecuentemente didáctico o doctrinal. Epístola moral a Fabio, de
Andrés Fernández de Andrada.
Égloga. Subgénero lírico – dramático. Consiste en un diálogo entre pastores
generalmente sobre temas amorosos. Bucólicas de Virgilio, muy cultivada en el
s. XVI: Garcilaso, Francisco de la Torre. Para Spang, es un reducido cuadro de
costumbres que evoca la compenetración del hombre con la naturaleza en una
felicidad casi paradisíaca.
Formas Canción, villancico y jarcha. Poemas caracterizados por estar enunciados desde
populares. el punto de vista femenino. Esto se advierte en las chansons de femme, las
jarchas, cantigas de amigo y villancicos castellanos primitivos. Poesía
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3. ESTRUCTURAS BÁSICAS.
Se ha intentado definir la creación poética como emoción convertida en ritmo, esto es, una
experiencia emotiva o intelectual trascendida a belleza por el poder sugestivo y rítmicos de
las palabras adecuadamente combinadas. De todo ello trataremos brevemente en el punto 4. Pero
antes, unas breves consideraciones sobre el proceso de creación poética y sobre las estructuras
básicas en que este proceso se apoya.
Bousoño, en su Teoría de la expresión poética, afirmaba que el lenguaje general debe ser
transformado por el poeta para hacerlo capaz de expresar los sentimientos, para convertir en
análisis de una emoción lo que el lenguaje expresa siempre como síntesis. Esas transformaciones, a
las que él llama sustituciones, y que otros han llamado retórica, lenguaje poético, estilo, o lo que
sea, son el conjunto de procesos de construcción de un texto se quiera poético.
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C. Estructura pregunta – respuesta, que puede afectar a una parte o a todo el poema. Una de las
dos – gralmente la pregunta – puede no estar explicitada.
D. Estructura basada en perspectivas o puntos de vista. Cambios de narrador o de focalización.
E. Distribucional: el contenido del poema se organiza según un conjunto culturalmente establecido.
Los poemas en TERCERA PERSONA no tiene emisor ni destinatario explícitos. J. Maestro los
definió como “ausencia de diálogo y dialogismo en el discurso lírico”. Arcadio López distinguió, en
este caso, cuatro variantes: retrato, cuadro, estampa, episodio. O sea, narración y descripción.
4.2.2. La estrofa.
Una estrofa es un sistema estructura de vv que posee una estructura sintáctica determinada
y que aparece agrupada en torno al axis rítmico que condiciona su organización métrica. Son
poemas estróficos los que repiten una misma estructura de versos y pueden ser monoestróficos o
poliestróficos. Son no estróficos los poemas constituidos por una serie indeterminada de versos.
La elección de estrofa estaba codificada en la época clásica dependiendo del género poético
del poema: los tercetos encadenados para epístolas, elegías, sátiras, las octavas para el poema
épico y narrativo, las estancias para la canción amorosa, las liras para las odas al estilo clásico, las
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silvas para los bucólicos, el soneto para el conceptualismo amoroso o existencial,.... Cada estrofa
arrastra con ella, pues, un significado histórico antiquísimo, aunque hoy día exista una enorme
flexibilidad – cuando no simple ignorancia o burla – hacia ellas. Pero más allá de la tradición, hay
que analizar las posibilidades estructurales de cada una. Por ejemplo, la estrofa isopolar tendrá que
evitar la posible monotonía rítmica con pausas, acentos,... La heteropolar en cambio cuenta con
una mayor variedad rítmica.
No podemos citar aquí todas las estrofas, pero al menos algunas serían: el pareado, el
terceto (encadenado), el cuarteto (ABBA), el serventesio (ABAB), la cuarteta (abab) y la redondilla
(abba), la seguidilla, la cuaderna vía, quintilla (cinco vv de arte menor, no puede haber tres seguidos
con rima = y los dos últimos no pueden ser pareados), quinteto, lira (aBabB) , sextilla, copla de arte
mayor, octava real, decima o espinela, soneto.
4.2.3. Otros.
En el siglo XX una revolución artística alcanzó a todas las artes y, cómo no, a la poesía. Las
formas clásicas fueron renovadas, superadas, reinventadas o simplemente ignoradas. Por ello, es
necesario hablar de una poesía que busca el ritmo no con la rima, ni la métrica, ni la estrofa, sino de
otra manera. Muchos poemas que parecen en verso libre, sólo hacen que romper la unidad gráfica
de los versos, pero no dejan de marcar rítmicamente una métrica muy medida. Isabel Paraíso
distinguía dos tipos de verso libre:
A. modalidad fónica apoyada en la métrica tradicional, pero renovándola:
+ versificación libre de cláusulas, que consiste en repetir una cláusula en todo el poema.
+ verso libre métrico: se repiten períodos rítmicos.
+ verso libre rimado.
+ verso libre de base tradicional (formas estilizadas de estrofas tradicionales).
B. modalidad semántica: base rítmica de pensamiento.
+ verso libre paralelístico (menor o mayor, según la longitud de lo que se repite).
+ verso libre de imágenes acumuladas o yuxtapuestas (aspecto inconexo).
Habrá que tener en cuenta, también, el material rítmico con que trabaja un poema en prosa: su
carácter poético no se basa sólo en el tema, la semántica o la riqueza de figuras, imágenes y
metáforas, sino también en recursos fónicos y rítmicos: paralelismos, repetición de cláusulas o
estructuras sintácticas, de períodos rítmicos, armonías vocálicas,...
Los adjetivos. Antepuestos suelen llamarse epítetos o explicativos y no aportan info nueva,
sólo muestran una cualidad del objeto. El epíteto puro es el que es redundante. Para J. Cohen, la
predilección de la poesía por el epíteto se debe a su carácter totalizante: para Cohen la poesía es
ausencia de oposición lingüística, totalización, y el epíteto cumple esa función al envolver sin
posibilidad de oposición la totalidad del sujeto al que se aplica. Los pospuestos a especificativos
delimitan la extensión del sustantivo al que acompañan y lo clasifican (los relacionales sólo admiten
esa posición). Los usos retóricos del adjetivo son variados, los hay casi puramente ornamentales,
los hay que pierden casi todo su contenido semántica, los hay metafóricos, sinestésicos, simbólicos.
Su abundancia marca, en todo caso, un poesía reposada que permite hallar el matiz exacto para el
objeto del que se habla y permite así aprehenderlo a cierta distancia.
La información de un verbo es enorme: tiempo, modo, persona, aspecto, matices modales,
aspectuales, perspectiva,.... Suele identificarse con el dinamismo, pero pensemos que el infinitivo,
por ejemplo, es la ausencia de tiempo, algo en la pura detención del ser fuera del tiempo, de ahí
que muchos poemas de definición acudan a él. El participio es la acción acabada, detenida,
perfecta, el estatismo del final.
Relacionadas con la sintaxis tenemos figuras que afectan tanto al ritmo como a la significación
del poema: reduplicación, paralelismos, hipérbaton, etc... (v tema 33).
CONCLUSIÓN
Como hemos visto a lo largo del tema, la lírica es uno de los componentes fundamentales
del fenómeno literario desde sus comienzos pues el arte literario comenzó siendo lírica tanto
popular como culta pues el hombre comenzó expresando sus sentimientos y emociones más
íntimas.
A lo largo del tiempo, el fenómeno lírico ha ido evolucionando y forjando sus características
peculiares que lo hacen diferente de los demás. Así, nos encontramos con toda una serie de
recursos y estructuras líricas provenientes de todos los planos de la lengua (fónico, morfosintáctico
y léxico-semántico) que han ido cambiando a lo largo de los tiempos en función de la propia historia
y de los gustos sociales de cada época, aunque siempre se ha mantenido la esencia de lo lírico.
Pero el fenómeno lírico no se circunscribe solo al ámbito de la poesía sino que, además, está
presente también en otros géneros literarios como la novela o el teatro como complemento
fundamental y necesario para alcanzar la belleza artística.
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