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PODER JUDICIAL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO ARAGUA
CORTE DE APELACIONES
Sala Especial Accidental de Adolescentes
Sala Accidental N° 04
201º y 152º
CAUSA: 1As-221-11
JUEZ PONENTE: ALEJANDRO JOSÉ PERILLO SILVA
ACUSADO: ciudadano (Identidad omitida) (adulto joven)
DEFENSA: abogado MIGUEL ÁNGEL FLOREZ
VÍCTIMA: ciudadano (Identidad omitida) (niño)
FISCALA: Décima Séptima (17ª) del Ministerio Público del Estado Aragua, abogada VERÓNICA
BELEN GONZÁLEZ
DELITO: Violación
MOTIVO: Apelación de sentencia
PROCEDENTE: Juzgado Primero (1º) de Juicio de la Sección de Adolescentes del Tribunal de
Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Estado Aragua.
SENTENCIA: Con lugar apelación. Anula sentencia. Ordena nuevo juicio oral y privado.
N° 004
PRIMERO
I.3.- Fiscala: Décima Séptima (17ª) del Ministerio Público del Estado Aragua, abogada VERÓNICA
BELEN GONZÁLEZ.
SEGUNDO
El abogado MIGUEL ÁNGEL FLOREZ, defensor privado del adolescente iuris, ciudadano (Identidad
omitida), del folio 179 al folio 187 (pieza IV), interpone recurso de apelación en los siguientes
términos:
Consta desde el folio 198 al folio 202 (pieza IV), escrito presentado por la Fiscala Décima Séptima
(17ª) del Ministerio Público del Estado Aragua, abogada VERÓNICA BELEN GONZÁLEZ, donde da
contestación al recurso de apelación, así:
TERCERO
Del folio 124 al folio 165 (pieza IV), aparece inserta sentencia dictada por el Juzgado Primero (1º)
de Juicio de la Sección de Adolescentes del Tribunal de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal
del Estado Aragua, de fecha 10 de febrero de 2011, en la cual decretó lo siguiente:
Esta Instancia Superior Especializada Accidental se pronuncia con respecto a la denuncia que hace
el recurrente, en los términos que siguen:
‘…Es por lo que ante la ausencia de un análisis detallado del acervo probatorio, y en virtud de una
falta de razonamiento intelectual, que al momento de la comparación de las pruebas objeto del
debate produzcan un total convencimiento que conlleve una conclusión ante los hechos probados
en el juicio, con todo el respeto que merece su digna autoridad QUE EXISTE EN EL FALLO QUE SE
RECURRE “UNA FALTA, CONTRADICCION O ILOGICIDAD MANIFIESTA EN LA MOTIVACIÓN DE LA
SENTENCIA CONDENATORIA DICTADA”, incurriendo esta, en la causal establecida en el Ordinal 2°
del Artículo 452 del Código Orgánico Procesal Penal…’
Queda fuera de dudas, en efecto, que, le asiste la razón al recurrente cuando hace la anterior
aseveración en la que incurre la sentenciadora. Es de notar que, del texto de la decisión recurrida
se desprende una narración y motivación insuficiente y omisiva, puesto que, en primer lugar,
utiliza una generalidad de testigos declarantes en el contradictorio para no arribar a ninguna
conclusión, pues se limita en transcribir cerradamente lo que expusieron los mismos órganos de
prueba en el debate, no estableciendo lo que realmente debió verificar por sí misma.
Es decir, no hay valoración o motivación propia del tribunal especializado a quo, que articulara las
pruebas debatidas, tratando de forma precaria modular algunas de ellas, como fueron las de los
testigos (Identidad omitida), (Identidad omitida) y la de la misma víctima, el niño (Identidad
omitida), que de forma marginal se valoraron sin que haya habido una coherente conclusión
fáctica, utilizando una fórmula valorativa similar al momento de valorar a los órganos de pruebas
(Identidad omitida) y (Identidad omitida), a saber:
‘…Este Tribunal teniendo en cuenta las reglas establecidas en el artículo 22 de la Ley Adjetiva
Penal, así como también el hecho de que las partes tuvieron acceso al control de las pruebas, le
concede pleno valor probatorio a ésta testimonial ya que al ser adminicula con las dos
declaraciones anteriores corrobora una vez mas las circunstancias de modo, tiempo y lugar de
comisión de los hechos, y aunque el testigo a varias preguntas que le fueron formuladas, afirma:
No saber. No recordar. Quien aquí sentencia considera que coadyuva a determinar la
responsabilidad penal del adolescente en los hechos que nos ocupan…’
Indudablemente, una grotesca falta de motivación valorativa, ya que no hace referencia a cuáles
‘declaraciones anteriores’, por una parte, y por la otra, no especifica la ‘corroboración’ del modo
tiempo y lugar de la situación fáctica sub iudice. Y, como colofón, agregando mayor incertidumbre
a la decantación de la prueba in comento, establece que éste testigo (Identidad omitida), a pesar
que manifestó no saber ni recordar, la a quo precisó, que, no obstante ello, coadyuvaba en la
determinación de la responsabilidad penal del encartado, sin que haya dado una mínima
explicación o conclusión para arribar a dicho sustento.
‘…En cuanto a la Psicólogo Jennifer Janet Manama, quien además afirmó tener una maestría en
orientación de sexología, quien en su deposición confirmó el contenido de su informe en el cual se
indicó todos los daños emocionales sufridos por el niño y su madre, tras la perpetración del hecho.
Tal informe suscritos por ésta profesional de trayectoria, con comprobada experiencia en el área
igualmente adminiculada a otros medios probatorios, dejándose fehacientemente detallado en su
informes las consecuencias psíquicas emocionales sufridas por la víctima. Informe que coadyuvó a
concluir la sentencia condenatoria aquí dictada…’
Dimana de la casi ininteligible valoración una crasa inmotivación, pues, en primer lugar, en la
exigua valoración hizo especial énfasis en los atributos profesionales de la mencionada órgano de
prueba, lo cual, no duda esta Sala que así sea, empero, no constituye el objeto del juicio. Y, en
segundo lugar, se refiere a una adminiculación con ‘otros’ medios de pruebas sin mencionarlos. Se
observa pues, una arbitraria valoración por parte de la a quo.
En cuanto a lo declarado por el experto DANIEL ENRIQUE FERNÁNDEZ DURAN (médico forense), la
sentenciadora lo valoró así: ‘…Prueba que ‘per se’ tiene pleno valor probatorio que lleva a
demostrar la naturaleza y grado de las lesiones sufridas por la víctima antes mencionada y que las
mismas fueron causadas por objeto extraño…’. Aquí, una vez más, existe ausencia plena de
motivación, se trata de una gaseosa valoración individual, sin ninguna referencia con relación al
acervo probatorio incorporado y adversado en el juicio.
Es necesario destacar que, se aprecia de la recurrida un capítulo nominado como ‘ANALISIS EN
CONJUNTO Y CONCATENADO DE LAS PRUEBAS RECIBIDAS EN EL DEBATE. HECHOS QUE EL
TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADOS, RAZONES DE HECHO Y DE DERECHO’, donde el tribunal a quo
procuró adminicular todos los elementos probatorios, empero lo hace de forma menuda, sin
explicar cabalmente cómo arribó a su conclusión de responsabilidad. Corolario de lo anterior, el
tribunal a quo, omitió valorar las documentales debidamente incorporadas al debate oral y
reservado.
En suma, observa esta Superior Instancia que la a quo en la recurrida establece conclusiones,
empero, sin comparar a todos los testigos uno por uno, de la inexorable comparación con los que
sí valoró para fundar su decisión, el porqué unos testigos tuvieron mas peso valorativo que otros.
La sana crítica o ‘Critica Racional’, es cuando la jueza imbuida en la inmediación del debate, y
sobre la base de su cultura jurídica y hasta personal (exigencia para las máximas de experiencia),
va a decidir por medio de un razonado juicio de valor, soportado y motivado, lo cual no ocurrió en
el fallo sub examine. Esta regla de valoración le exige a la sentenciadora dar razones basadas en la
lógica, las máximas de experiencias y los conocimientos científicos, del porqué arribó a una
determinada resolución, mostrando de forma tangible ese convencimiento al analizar prueba por
prueba, confrontarlas una a una, lo cual no hizo correctamente la a quo especializada. Implica, en
suma, que la juzgadora deberá, no sólo satisfacer su convencimiento, sino, establecer con la
valoración efectuada que el resultado del fallo es congruente con la realidad del debate y que
permita demostrar con suficiente claridad que lo decidido se encuentra en estricta sujeción a la
verdad procesal, la cual, asimismo, debe acercarse a la verdad de los hechos como lo dispone el
artículo 13 del texto penal adjetivo.
‘…no es más que la exposición que el juzgador debe ofrecer a las partes como solución a la
controversia, eso si, una solución racional, clara y entendible que no deje lugar a dudas en la
mente de los justiciables, y que la inmotivación del fallo existe cuando las razones de hecho y de
derecho, en las que se han basado, conforme a lo probado por las partes, para establecer una
decisión, no han sido expresadas…’ (Sentencia Nº 571, de fecha 18 de diciembre de 2006, en
ponencia del Magistrado Eladio Ramón Aponte Aponte)
En otro orden, el artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal impone a la iudex señale las
razones o motivos que lo llevan a condenar o a absolver, con base a los elementos probatorios que
se obtengan en el proceso, y como referencia de la sana crítica, además de la amplísima
jurisprudencia de nuestro Máximo Tribunal, ha sido planetariamente reconocida en el Proyecto de
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Procedimiento Penal de 1992, llamada igualmente
como ‘Reglas de Mallorca’, que, específicamente, dispone en la regla 33, que ‘…los jueces
valorarán libremente la prueba con arreglo a la lógica y a la experiencia…’.
En fin, la jueza tiene libertad para apreciar las pruebas pero debe explicar las razones que la llevan
a tomar su decisión. Significa pues, la motivación de la sentencia, una garantía de seguridad
jurídica para todas las partes, que permite fundar con escrupulosidad e iluminación los soportes
de hecho y de derecho, que han cargado al sentenciador, quien, de acuerdo con las reglas de la
lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia, declara el derecho por medio
de pronunciamientos apropiadamente fundamentados, de forma congruente y articulados sobre
la base de los medios de pruebas adversados y que se eslabonaran, que, al ser valorados, se
aproximan a una decantación tangible, circunspecta e innegable.
A la luz de estas consideraciones, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ha
sentado:
‘…El proceso de motivación de las sentencias encierra: 1) La expresión de las razones de hecho y
de derecho 2) la subordinación de las razones de hecho a las previsiones de Ley Adjetiva Penal; 3)
que la motivación del fallo no sea una enumeración material e incongruente de pruebas, y 4) que
el proceso de decantación, que se transforme por medio de razonamiento y juicios, la diversidad
de hecho, detalles o circunstancias a veces inverosímiles y contradictorias, en la unidad o
conformidad de la verdad procesal…’ (Sentencia N° 186, de fecha 04 de mayo de 2006, en
ponencia del Magistrado Héctor Manuel Coronado Flores)
Al hilo de lo anterior, basta con lo precedente para que esta Instancia Superior Especializada
Accidental considere que, de conformidad con lo previsto en el artículo 452.2 del Código Orgánico
Procesal Penal, en concordancia con el artículo 457 eiusdem, aplicables por mandato del artículo
613 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, deba anular, como en
efecto anula, la sentencia recurrida proferida por el Juzgado Primero (1º) de Juicio de la Sección de
Adolescentes del Tribunal de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, en
fecha 10 de febrero de 2011, mediante la cual declaró penalmente responsable al adulto joven,
ciudadano (Identidad omitida), sancionándolo con la medida socio-educativa de Privación de
Libertad, por el lapso de Dos (2) años, conforme a los artículos 620, literal ‘f’, 624(sic), 626(sic) y
628 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, por la comisión del
delito de Violación, previsto y sancionado en el artículo 374.1 del Código Pernal. En consecuencia,
se ordena la celebración de un nuevo juicio oral y privado ante un tribunal de juicio en el cual no
se desempeñe como jueza, la abogada LONET GAINZA. Se mantiene en los mismos términos la
medida cautelar vigente para la época de dictarse la decisión recurrida, a tal efecto, líbrese la
correspondiente boleta de excarcelación. Se declara con lugar el recurso de apelación presentado
por el abogado MIGUEL ÁNGEL FLOREZ, defensor privado del adolescente iuris, ciudadano
(Identidad omitida), contra la sentencia referida ut supra. Así se decide.
DISPOSITIVA
En mérito de las razones que fueron expuestas, la Sala Accidental Nº 04 de la Sala Especial
Accidental de la Sección de Adolescentes de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Aragua, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la ley, hace los siguientes pronunciamientos: PRIMERO: De conformidad con lo
previsto en el artículo 452.2 del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el artículo
457 eiusdem, aplicables por mandato del artículo 613 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, se anula la sentencia recurrida, proferida por el Juzgado Primero (1º)
de Juicio de la Sección de Adolescentes del Tribunal de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal
del Estado Aragua, en fecha 10 de febrero de 2011, mediante la cual declaró penalmente
responsable al adulto joven, ciudadano (Identidad omitida), sancionándolo con la medida socio-
educativa de Privación de Libertad, por el lapso de Dos (2) años, conforme a los artículos 620,
literal ‘f’, 624(sic), 626(sic) y 628 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, por la comisión del delito de Violación, previsto y sancionado en el artículo 374.1
del Código Pernal. SEGUNDO: Se ordena la celebración de un nuevo juicio oral y reservado ante un
tribunal de juicio en el cual no se desempeñe como jueza, la abogada LONET GAINZA. Se mantiene
en los mismos términos la medida cautelar vigente para la época de dictarse la decisión recurrida,
a tal efecto, líbrese la correspondiente boleta de excarcelación. TERCERO: Se declara con lugar el
recurso de apelación presentado por el abogado MIGUEL ÁNGEL FLOREZ, defensor privado del
adolescente iuris, ciudadano (Identidad omitida), contra la sentencia referida ut supra.
Dada, firmada y sellada en la sala de audiencias de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, a los diez (10) días del mes de agosto de dos
mil once (2011). Años: 201° de la independencia y 152° de la federación.
LA MAGISTRADA DE LA SALA
MARJORIE CALDERÓN GUERRERO
EL SECRETARIO
VÍCTOR MIERES
Seguidamente se dio fiel y riguroso cumplimiento con lo ordenado en la sentencia que precede.
EL SECRETARIO
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
Corte de Apelación Sección Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de
Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia
Maracaibo, 12 de Septiembre de 2014
204º y 155º
ASUNTO PRINCIPAL : VP02-D-2006-000704
ASUNTO : VP02-R-2014-000887
DECISIÓN: Nº 204-14.
PONENCIA DE LA JUEZA PROFESIONAL: DRA. V.M.V.
Han subido a esta Corte Superior las presentes actuaciones, contentivas del Recurso de
Apelación de Sentencia Definitiva interpuesto por el Abogado O.L.C.Z., F.P., las Abogadas
DIGLENYS MARRUFO DE RINCÓN, R.C.Z., F.A. y el Abogado F.A.O.P., F.A., adscritos y
adscritas a la Fiscalía Trigésima Primera del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del estado Zulia, en contra de la decisión Nº 439-2014, dictada por el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en Funciones de Control de la Sección de Adolescentes del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, en fecha 21 de julio de 2014, mediante la cual entre otras cosas
decretó el Sobreseimiento Definitivo de la Causa, seguida al adolescente (SE OMITE SU
NOMBRE POR DISPOSICIÓN DEL PARÁGRAFO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 65 DE LA LEY
ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE), al considerar que
la acción penal se encuentra prescrita conforme lo establecido el artículo 615 de la Ley
Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con el artículo
300 ordinal 3° del Código Orgánico Procesal Penal.
Recibida la causa en fecha 03 de septiembre de 2014, encontrándose constituida la Sala en
esa oportunidad por la Jueza Presidenta Dra. L.B.S., por la Jueza Profesional Dra. Dra.
V.J.M.V. y por la Jueza Profesional Dra. Y.I.M.F., dejando expresa constancia que desde el 09
de septiembre del 2014 la Sala se encuentra constituida por la Jueza Presidenta DRA. L.B.S.,
por la Jueza Profesional DRA. V.M.V. y por el Juez Profesional DR. J.A.D.V., quien se
encontraba disfrutando de sus vacaciones legales, siendo designada como ponenta, según el
Sistema de Distribución Iuris 2000, la Jueza Profesional DRA. V.J.M.V., quien con tal carácter
suscribe la presente admisibilidad.
Ahora bien, visto el criterio sostenido por la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, en Sentencia Nº 205-03, dictada en fecha 27 de Mayo de 2003, referida a la doble
instancia, donde se precisó:
…En reciente jurisprudencia, esta S. ha sentado que cuando se interpone el recurso de apelación está
en la obligación de hacer la revisión previa del escrito formal y sin ir al fondo del asunto planteado,
declarar si el mismo es admisible o no de conformidad con el artículo 437 del Código Orgánico
Procesal Penal. En caso de que lo admita, debe proceder al análisis de lo planteado y dictar una
decisión mediante la cual se declare (según el criterio de los sentenciadores) con lugar o sin lugar las
denuncias interpuestas por los recurrentes...
…El principio de la doble instancia, consagrado en el artículo 49°, ultimo aparte del inciso 1. de la
Constitución de la República, según el cual toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir de
todo fallo condenatorio, establece el derecho de sustentar el recurso de apelación, lo que le impone al
recurrente, en aplicación de los requerimientos procesales, delimitar el problema jurídico para que el
juez de segunda instancia conozca con exactitud sobre cual aspecto de la providencia recae la
inconformidad del impugnante.
Dicho artículo, aunado con el artículo 257 ejusdem, delimita claramente una de las diferencias mas
importantes entre el anterior sistema inquisitivo y el actual sistema acusatorio, por cuanto si bien el
primero se caracterizaba por ser riguroso y de aplicación formal, el vigente se vislumbra a favor de los
afectados con la providencia judicial en general y del condenado en particular. La oportunidad de
escuchar al procesado, de cuya garantía se apoya, no puede ser soslayada por meras formalidades,
sobretodo, cuando el apelante es el procesado no versado en disciplinas jurídicas.
c) Cuando la decisión que se recurre sea inimpugnable o irrecurrible por expresa disposición de este
Código o de la ley.
Fuera de las anteriores causas, la corte de apelaciones, deberá entrar a conocer el fondo del recurso
planteado y dictará la decisión que corresponda
.
Ahora bien, al realizar una subsunción del caso sub judice en el contenido de la norma
transcrita ut supra, las Juezas y el Juez que integran esta Alzada, evidencian lo siguiente:
2. En relación al lapso de interposición del Recurso, se observa que el fallo recurrido fue
dictado en fecha 21 de julio de 2014, siendo en fecha 30 de julio de 2014, cuando el
Ministerio Público interpone el presente recurso de apelación de sentencia, por ante el
Departamento de Alguacilazgo de este Circuito Judicial Penal, según consta en los folios
sesenta y seis (66) al folio setenta y seis (76) de la causa, y tal como también se evidencia
de la certificación de los días de despacho suscritos por el Secretario del Juzgado de
Primera Instancia, cursante al folio noventa (96) y siguiente. En virtud de ello, quienes
integran este Tribunal Colegiado, determinan que el presente medio de impugnación fue
interpuesto de manera anticipada, toda vez que de actas se desprende que el lapso de
interposición del recurso no había comenzado a transcurrir al momento de la presentación
de dicho escrito, por cuanto se evidencia que la constancia en actas de la notificación de
la víctima fue el 11 de agosto de 2014; y por cuanto tal situación no puede ser
considerada como una actitud negligente de los y las partes accionantes, sino que debe
interpretarse, como la expresión de la disconformidad con la decisión adversa, con lo cual
no se produce lesión alguna en el derecho de la contraparte (Vid. Sala Constitucional,
Exp. Nº 1465, Sentencia de fecha 22 de marzo de 2004, Magistrado Ponente: J.E.C.R.);
de allí que esta Alzada verifique el cumplimiento de lo establecido en el artículo 156 del
Código Orgánico Procesal Penal, y se determine que no se esta en presencia de la causal
de inadmisibilidad establecida en el literal “b” del artículo 428 del texto adjetivo penal, al
cual también se concurre por remisión expresa del artículo 613 de la Ley Orgánica Para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
3. En lo que respecta a la decisión impugnada, se evidencia que los recurrentes y las
recurrentes fundamentaron su recurso de apelación en el artículo 444 numeral 5 del
Código Orgánico Procesal Penal, aplicable por disposición expresa del articulo 613 de la
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, lo cual indica
textualmente: “El recurso sólo podrá fundarse en: Omisis… 5.- Violación de la ley por
inobservancia o errónea aplicación de una norma jurídica…”, no cumpliéndose así con el
extremo del literal “c” del artículo 428 del Código Orgánico Procesal Penal como causal de
inadmisibilidad de los recursos, el cual se aplica por disposición expresa del articulo 613
de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, aunado a lo
dispuesto en el artículo 447 del Código Orgánico Procesal Penal, por tratarse de una
Decisión en la que entre otras cosas se Decretó el Sobreseimiento Definitivo de la Causa
por prescripción, conforme a lo establecido en el artículo 615 de la Ley Especial, en
concordancia con el ordinal 3° del artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal.
PRIMERO
ADMISIBLE el Recurso de Apelación de Sentencia interpuesto por el Abogado O.L.C.Z.,
F.P., las Abogadas DIGLENYS MARRUFO DE RINCÓN, R.C.Z., F.A. y el Abogado
F.A.O.P., F.A., adscritos y adscritas a la Fiscalía Trigésimo Primera del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, en contra de la decisión Nº 439-2014,
dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control de la Sección
de Adolescentes del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en fecha 21 de julio de 2014.
SEGUNDO
ADMISIBLE el escrito de contestación presentado de manera tempestiva por el Defensor
Público Primero para el Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente, adscrito a la
Unidad de Defensa Pública, A.J.H.G.M., actuando con el carácter de Defensor del
Ciudadano (IDENTIDAD OMITIDA), en fecha 15 de Agosto de 2014.
Se deja expresa constancia que ni el Ministerio Público en su escrito de apelación, ni la
Defensa Pública en su escrito de contestación ofrecieron pruebas.
TERCERO
De conformidad con lo previsto en el artículo 448 del Código Orgánico Procesal Penal,
aplicable por remisión expresa del artículo 613 de la Ley Orgánica Para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, y con el objeto de que las partes hagan valer los argumentos
de sus pretensiones jurídico-procesales, se fija la audiencia oral, para el día 23 de
septiembre de 2014, a las diez horas de la mañana (10:00 a.m.), razón por la que se ordena
librar boleta de notificación a las partes.
P., regístrese, notifíquese, diarícese y déjese copia certificada en archivo.
LA JUEZA PRESIDENTA,
DRA. L.B.S..
LA JUEZA, EL JUEZ,
DRA. V.J.M.V.. DR. J.A.D.V..
Ponenta
LA SECRETARIA,
ABOG. P.U. NAVA.
En esta misma fecha, se registró y publicó la anterior decisión bajo el Nº 204-14, en el libro
de sentencias interlocutorias llevado por esta Corte Superior.
LA SECRETARIA,
ABOG. P.U. NAVA.
ASUNTO PENAL Nº VP02-R-2014-000887
VJMV/ng.-
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
Corte de Apelación Sección Adolescentes del Circuito Judicial Penal con Competencia en
Delitos de Violencia Contra Las Mujeres de la Circunscripción Judicial del estado Zulia
Maracaibo, 07 de julio de 2016
205º y 156º
ASUNTO PRINCIPAL : VP11-R-2016-000076
CASO INDEPEDENCIA : VP03-R-2016-000744
DECISION No. 193-16
PONENCIA DEL JUEZ PROFESIONAL: DR. J.A.D.V..
Han subido a esta Corte Superior las presentes actuaciones, contentivas del Recurso de
Apelación de Auto, interpuesto por la Abogada M.R.S., Defensora Pública Cuarta adscrita al
Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente del Circuito Judicial Penal Cabimas;
actuando en este acto con el carácter de Defensora del Adolescente (SE OMITE NOMBRE DE
CONFORMIDAD CON LOS ARTÍCULOS 65 Y 545 DE LA LEY ORGÁNICA PARA LA
PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES), venezolano, natural de Cabimas,
nacido en fecha 15-03-2016, de 16 años de edad, titular de la cedula de identidad No. V-
30.359.309, de estado civil: soltero, de profesión u oficio: estudiante, (SE OMITE DE
CONFORMIDAD CON LA SENTENCIA DE LA SALA CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA DE FECHA 08/05/2012, EXPEDIENTE Nº 11-0855 CON
PONENCIA DE LA DRA. C.Z.D.M., en contra de la decisión dictada en fecha 02-06-2016 y
publicada in extenso en fecha 07-06-2016, bajo el No. 173-16, por el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en Funciones de Control de la Sección Adolescentes del Circuito Judicial
Penal del estado Zulia, extensión Cabimas, relativa al acto de presentación de detenido,
mediante la cual decretó entre otras particularidades: La Detención en Flagrancia del
mencionado adolescente, por su presunta participación en el delito de EXTORSION, previsto
en el articulo 16 de la Ley Contra el Secuestro y Extorsión, cometido en perjuicio del
ciudadano D.M., en consecuencia, se decretó la Medida Cautelar de Detención Preventiva,
conforme al artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, ordenándose la prosecución de la causa por el Procedimiento Ordinario, así
como el ingreso provisional del adolescente a la Unidad de Atención Precursor Generalísimo
Francisco de M..
Una vez recibido el presente Cuaderno de Apelación de Autos, por ante el Departamento de
Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, es distribuido en fecha 01-07-2016,
siendo designado como ponente, según el Sistema de Distribución Independencia, El
J.S.D.J.A.D.V.; ahora bien, en fecha 06-07-2016, el presente asunto es recibido por la Alzada,
la cual se encuentra constituida por el J.P.D.J.A.D.V. (Ponente), y por las Juezas integrantes
de la Corte de Apelaciones DRA. L.B.S. y la DRA. R.R.R.F. (en su condición de Jueza
Suplente en sustitución de la DRA. V.J.M.V., quien se encuentra de Reposo Medico);
procediendo esta Corte Superior, a resolver el fondo del escrito recursivo, y por tal razón, pasa
a hacer las siguientes consideraciones jurídicas procesales:
En sintonía con ello afirmo la Defensa, que para tipificar un delito debe estar
necesariamente presente la aplicación de la teoría del delito -vale decir- la acción,
tipicidad, antijuricidad, imputabilidad y culpabilidad, al igual que la aplicación del principio
“nullum crimen, nullum poena sine lege”, asimismo cito el contenido del articulo 49.2.6
constitucional, y del articulo 9 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos.
El presente escrito es suscrito por los A.A.R.C., C.E.G.C. y ADRIANY CAROLINA M.N., en
su carácter de F.P. y Fiscalas Auxiliares Trigésimo Octavo del Ministerio Publico con
Competencia en el Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente de la
Circunscripción Judicial Penal del estado Zulia, realizando las siguientes consideraciones:
Resalto el Ministerio Publico que vista la gravedad del tipo penal imputado, solicito al
Tribunal de Control, someter al imputado de autos a la detención preventiva, consagrada
en el articulo 559 de la Ley Especial que rige la materia, asimismo se verifico que para el
momento de la audiencia de presentación de detenido, la Vindicta Publica contaba con
suficientes elementos de convicción para estimar que el adolescente (SE OMITE
NOMBRE DE CONFORMIDAD CON LOS ARTÍCULOS 65 Y 545 DE LA LEY ORGÁNICA
PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES), es el presunto autor o
participe en la comisión del tipo penal –vale decir- extorsión, dado que el mencionado
adolescente fue aprehendido en el sitio del suceso conduciendo una moto en compañía
de un ciudadano adulto.
Finalmente solicitaron a esta Corte de Apelaciones, declare sin lugar el presente recurso
de apelación, pues la decisión tomado por la Jueza a quo se encuentra ajustada a
derecho. Citaron un extracto de la Sentencia No. 3454, Expediente No. 03-1051, de fecha
10-12-2003, de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del
Magistrado J.E.C.R..
PETITORIO: Solicito la Vindicta Publica que se declare sin lugar la presente incidencia
recursiva y en consecuencia se ratifique la decisión dictada por el Juzgado Segundo de
Primera Instancia en Funciones de Control de la Sección Adolescentes del Circuito
Judicial Penal del estado Zulia, extensión Cabimas, en la cual se decreto la detención
preventiva al adolescente.
La decisión apelada fue dictada en fecha 02-06-2016 y publicada in extenso en fecha 07-
06-2016, bajo el No. 173-16, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones
de Control de la Sección Adolescentes del Circuito Judicial Penal del estado Zulia,
extensión Cabimas, relativa al acto de presentación de detenido, mediante la cual decretó
entre otras particularidades: La Detención en Flagrancia del adolescente (SE OMITE
NOMBRE DE CONFORMIDAD CON LOS ARTÍCULOS 65 Y 545 DE LA LEY ORGÁNICA
PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES), por su presunta
participación en el delito de EXTORSION, previsto en el articulo 16 de la Ley Contra el
Secuestro y Extorsión, cometido en perjuicio del ciudadano D.M., en consecuencia, se
decretó la Medida Cautelar de Detención Preventiva, conforme al artículo 559 de la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, ordenándose la prosecución
de la causa por el Procedimiento Ordinario, así como el ingreso provisional del
adolescente a la Unidad de Atención Precursor Generalísimo Francisco de M..
Al respecto, quienes aquí deciden, observan de las actas, que la presente causa deviene
del acto de presentación de detenido, donde se decretó al adolescente, la Detención
Preventiva, conforme al artículo 559 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes; en tal sentido, al analizar las actas que conforman el presente
asunto, se pudo percibir una serie de Derechos conculcados como los ut supra referidos,
haciendo de vital importancia analizarlos a continuación.
…omissis…
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como
delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
…Omissis…
El principio de Legalidad, como se refirió ut supra, está consagrado dentro del Debido
Proceso, tipificado en el artículo 49 Constitucional, y refiere que ninguna persona podrá
ser sancionada, ya sea por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas
o infracciones en leyes preexistentes; tal principio, igualmente se encuentra previsto en el
artículo 1 del Código Penal venezolano, y este reza:
…Artículo 1. Nadie podrá ser castigado por un hecho que no estuviere expresamente previsto como
punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere establecido previamente.
El citado artículo del Código Penal, igualmente señala, que nadie podrá ser castigado por
un hecho que no esté previsto como delito en la ley; asimismo que nadie será castigado
con penas que no se hubieren establecido en leyes preexistentes.
Ahora bien, en el caso sub judice, nos encontramos en una materia especial, por lo que se
hace necesario referir lo contemplado en el artículo 529 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, relacionado al principio de Legalidad, el cual
prevé:
…Artículo 529. Legalidad y lesividad.
Ningún adolescente puede ser procesado o procesada ni sancionado o sancionada por acto u
omisión que, al tiempo de su ocurrencia, no esté previamente definido en la Ley penal, de manera
expresa e inequívoca, como delito o falta. Tampoco puede ser objeto de sanción sí su conducta está
justificada o no lesiona o pone en peligro un bien jurídico tutelado.
Las medidas se deben cumplir conforme las reglas establecidas en esta Ley…
(Resaltado Nuestro)
De este modo, es oportuno traer a colación lo que ha asentado sobre este principio la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante Sentencia No. 1676,
Expediente No. 07-0800, de fecha 03-08-2007; con ponencia del Magistrado F.C.L.,
señalando que:
Una segunda garantía genérica del principio de legalidad, ahora de carácter material,
impone que la ley que desarrolle las anteriores exigencias deba ser: a) previa a la
realización de los hechos que se pretenden castigar (lex praevia), con lo cual queda
proscrita la posibilidad de aplicar de forma retroactiva la ley penal; b) escrita (lex scripta),
de modo tal que no se pueda recurrir a la analogía como fuente del Derecho Penal; y c)
que describa un supuesto de hecho estrictamente determinado, es decir, debe describir
claramente las características del hecho punible (lex stricta o lex certa), cobrando vida en
este último aspecto el principio de taxatividad o mandato de certeza, con lo cual se evitan
descripciones típicas indeterminadas o vagas.
Luego, el contenido del principio de legalidad se concreta en la creación del tipo penal –
descripción precisa e inequívoca de la conducta en la norma-, cuyo contenido, dentro del
edificio conceptual de la teoría del delito, cobra vida al configurarse la categoría de la
tipicidad –correspondencia o adecuación de la conducta con la descripción del tipo-,
materializándose de esta forma la garantía criminal y la garantía penal, ambas derivadas
del principio de legalidad. En otras palabras, el legislador nacional es el único llamado a
afirmar, desarrollar, completar, reforzar y concretar la garantía criminal y la garantía penal
del principio de legalidad…”
En sintonía con ello, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
mediante Sentencia No. 554, Expediente No. 09-097, de fecha 29-10-2009, con ponencia
del Magistrado H.M.C.F.; refiere sobre el Principio de Legalidad que:
“…Es así como observa que el punto central del cual se pretende sea resuelto por esta
instancia, estriba si en el presente caso existe violación al Principio de Legalidad previsto
en nuestra Constitución Nacional en su artículo 49, numeral 6, toda vez que el acusado de
autos se le condenó a cumplir la pena de doce (12) años de presidio por la comisión del
delito de homicidio intencional a titulo de dolo eventual, sin que el referido tipo penal
estuviese descrito como delito en nuestro ordenamiento jurídico. Tal argumentación
resulta ser cierta a todas luces, pues claramente nuestra Carta Magna recoge, como
debido proceso, el Principio de Legalidad conforme al cual, ninguna persona podrá ser
sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o
infracciones en leyes preexistentes.
…Omissis….
Así, en aras de la seguridad jurídica que debe existir en todo Estado de Derecho, le corresponde a
la ley definir todas aquellas conductas que pudieran calificarse como delitos y que por tanto,
acarrearían penas y sanciones, tal exigencia se encuentra consagrada en la norma prevista en el
artículo 49, numeral 6 de la Constitución vigente cuando dispone que el debido proceso se aplicará
a todas las actuaciones judiciales y administrativas, y en consecuencia, “(...) 6. [n]inguna persona
podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o
infracciones en leyes preexistentes…”. (Sic).
El Código Penal, en su artículo 1 ratifica este principio así: “nadie podrá ser castigado por un
hecho que no estuviere expresamente previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no
hubiere establecido previamente”.
Bajo este contexto normativo, podemos afirmar que el máximo principio que consagra la
legitimidad y legalidad dentro del Derecho Penal es el principio: “nulla crime, nulla poena sine
lege”, recogido en la mayoría de los ordenamientos jurídicos penales de índole romanista y
germánico, el cual apunta a una garantía de libertad y seguridad para los ciudadanos, sin dejar de
lado el poder punitivo del Estado el cual es ejercido a través de sus legisladores y jueces.
…omissis….
Visto así las cosas, resulta imperioso afirmar que, el Principio de legalidad en materia penal,
consagrado en su doble vertiente de legalidad de los delitos y de las penas, constituye la máxima
garantía frente a la aplicación de la ley penal; toda vez que, por una parte, constituye un límite ante
cualquier arbitrariedad o imposición caprichosa por parte del Juez contra el presunto autor de
unos hechos y, por la otra, las conductas descritas formalmente y recogidas en un texto legal,
permiten a la ciudadanía conocer tanto la conducta delictual como las sanciones que acarrea, lo
cual se traduce en garantía para los mismos ciudadanos.
Cabe resaltar que el Principio de Legalidad cobra también importancia desde un punto de vista
más amplio, llegando a la propia funcionalidad del Estado en su ejercicio del ius puniendi, pues
garantiza la propia división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. En este sentido, entra en
juego el principio de reserva legal, lo cual indica que solo el legislador, no los jueces, pueden
asumir la tarea de redactar y recoger en un instrumento legal las normas de carácter penal, la cual
es labor consagrada, única y exclusivamente, a la Asamblea Nacional, mientras que el juzgador
penal es el que subsume el caso concreto en la descripción del tipo penal, el que determina la pena
correspondiente a cada supuesto, el que la individualiza, pero siempre dentro de los márgenes de
tipicidad y penalidad.
Bajo estos señalamientos queda claro que, en base al Principio de Legalidad, en Derecho Penal no
es posible admitir la analogía, vale decir que, si el hecho no está contemplado en la ley, no podrá
aplicarse a él, una norma que castigue un hecho similar. En este sentido, el autor R.A.R.M., en su
obra “Aspectos Constitucionales del Proceso”: Tribunal Supremo de Justicia: Libro Homenaje A
J.A.F.. Tomos II, señala: …“Si no hay norma legal aplicable al caso concreto, hay un vacío legal
(non liquet), sin que el juez pueda llenarlo analógicamente…la situación fáctica debe estar descrita
en ley preexistente. Es contrario a la Constitución y a la normativa internacional sobre derechos
humanos los tipos penales inciertos, abiertos y en blanco, éstos deben ser exactos y rígidos…”.
(Resaltado Nuestro).
Ante tales consideraciones, estiman quienes aquí deciden, que el Principio de Legalidad, es aquél
que le permite al justiciable, ser sancionado únicamente por el cometimiento de delitos que se
encuentren tipificados como tales dentro de nuestro ordenamiento jurídico, asimismo, deberán ser
sancionados con las penas impuestas por las leyes venezolanas y cumplirán con las medidas
restrictivas o privativas de libertad que nuestras leyes contemplen.
…omissis…
Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones
establecidas en esta Constitución y en la ley.
…Omissis…
De este modo, constata esta S., que tanto el Principio de Legalidad como el Derecho a la
Defensa, se encuentran inmersos dentro del Debido Proceso, resguardados como se
refirió ut supra, en el citado artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, y al ser conculcado cualquiera de los principios o garantías por él amparados,
se viola del mismo modo al Debido Proceso que acoge a los ciudadanos y ciudadanas
venezolanas. Es pertinente recordar, que éste principio a tenor de lo expresado por la
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia No. 046,
Expediente No. 02-0227, de fecha 29-03-2005, con ponencia del Magistrado A.A.F., debe
entenderse como:
… garantías inherentes a la persona humana y en consecuencia, aplicables a cualquier clase de
procedimientos. El derecho al debido proceso ha sido entendido como el trámite que permite oír a
las partes, de la manera prevista en la Ley, y que ajustado a derecho otorga a las partes el tiempo y
los medios adecuados para imponer sus defensas...
Y esta consideración tiene como asidero, el principio de seguridad jurídica que debe reinar
dentro de un proceso judicial, pero no cualquier proceso, sino aquél que respeta las
normas establecidas y el Derecho a la Defensa e Igualdad entre las Partes, en beneficio
no sólo de las partes sino del Debido Proceso.
Por su parte, en atención a la tutela judicial efectiva, la Sala Constitucional del Máximo
Tribunal de la República, ha referido que la misma comprende:
…En efecto, el derecho a la tutela judicial efectiva, no se agota en un simple contenido o núcleo
esencial, sino que por el contrario, abarca un complejo número de derechos dentro del proceso, a
saber: i) el derecho de acción de los particulares de acudir a los órganos jurisdiccionales para
obtener la satisfacción de su pretensión, ii) el derecho a la defensa y al debido proceso en el marco
del procedimiento judicial, iii) el derecho a obtener una sentencia fundada en derecho, iv) el
derecho al ejercicio de los medios impugnativos que establezca el ordenamiento jurídico, v) el
derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales y, vi) el derecho a una tutela cautelar.
Asimismo, dentro de éstos debe destacarse que el derecho a la defensa, el cual tiene una
vinculación inmediata y directa con el derecho a la tutela judicial efectiva, y dentro del cual suele
incluirse el derecho a la presentación de las pruebas que se estimen pertinentes y que éstas sean
apreciadas en el marco del procedimiento correspondiente, debe garantizarse so pena de generar
indefensión y desigualdad procesal entre las partes…
. (Sentencia No. 423, Expediente No. 08-1547, dictada en fecha 28-04-09, con ponencia
del Magistrado F.A.C.L.)(Subrayado y N. nuestras).
Igualmente dicha S. precisó, que la garantía relativa a la tutela judicial efectiva, se cercena
cuando:
...En criterio de esta Sala, negar el acceso a los órganos de administración de justicia, sobre la
base de interpretaciones restrictivas o de aplicaciones impropias de las normas que regulan el
ejercicio de tal derecho, constituye la forma más extrema de lesionar el derecho a la tutela judicial
efectiva garantizado por el artículo 26 de la Norma Fundamental…
En tal sentido, al analizar las citas ut supra transcritas encontramos, que el Debido
Proceso constituye un principio constitucional, aplicable a todas las actuaciones judiciales
y administrativas, comprendiendo a su vez una serie de presupuestos, que avalan el
derecho de toda persona a ser oída durante todo el proceso, otorgándole además el
tiempo y los medios adecuados para ejercer la defensa de sus intereses; mientras que la
tutela judicial efectiva, es un derecho fundamental, que tienen todos los ciudadanos, entre
otros aspectos, de obtener dentro de un proceso, por parte de los Jueces, Juezas y
Tribunales de la República, una decisión judicial que sea motivada, congruente, ajustada a
derecho, y que se pronuncie sobre el fondo de las pretensiones de las partes, de manera
favorable o no a alguno de ellos.
Para reforzar los argumentos de esta Alzada, es menester citar lo señalado por la Sala de
Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia No. 1, Expediente No. 06-
0359, de fecha 18-01-2007, con ponencia del Ex M.E.A.A., que señala:
…Nuestro sistema penal acusatorio, implica la realización de una serie de actos tendientes a
garantizar la tutela judicial efectiva, el debido proceso y el derecho a la defensa, y éstos no pueden
ser relajados bajo ninguna circunstancia…
.(Subrayado de la Sala).
C. quienes regentan esta Alzada, que el Debido Proceso constituye derechos y garantías
inherentes a los actores o actoras en el proceso y que le son aplicables en cualquier
estado y grado del mismo, pues comporta el trámite que permite oír a las partes, de la
manera prevista en la Ley, y que ajustado a derecho les otorga el tiempo y los medios
adecuados para imponer sus alegatos de defensa y que sean evaluadas sus pruebas.
Como sustento de ello, es necesario traer a colación la Sentencia No. 569, de fecha 18-
12-2006, emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, refiere lo
siguiente:
…Serán consideradas nulidades absolutas aquellas concernientes a la intervención, asistencia y
representación del imputado, en los casos y formas que este Código establezca, o las que impliquen
inobservancia o violaciones de los derechos y garantías fundamentales previstos en el C.O.P,P. y la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las Leyes y los Tratados, Convenios y
Acuerdos Internacionales suscritos por la República…
De allí que, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
Sentencia No. 3, Expediente No. 01-0578, de fecha 11-01-2002, con ponencia del
M.J.E.M., sostuvo:
…El proceso se presenta en consecuencia, como una garantía para todos los sujetos procesales y
no tan sólo para el imputado, sino también para todos aquellos que intervienen en el conflicto penal
planteado como consecuencia del hecho punible, en el cual pueden intervenir el imputado, la
víctima, la sociedad y el mismo estado representado a través de cualquiera de sus órganos
procesales…
En plena armonía con ello, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
decisión No. 1654, de fecha 25-07-2005, señaló en relación al Debido Proceso, que:
...la garantía del debido proceso debe ser entendida en el sentido de que en todo proceso, sea
judicial o administrativo, deben cumplirse las garantías indispensables para que se escuchen a las
partes, se les permita el tiempo necesario para presentar pruebas y ejercer plenamente la defensa
de sus derechos e intereses, siempre de la manera prevista en la ley; de forma tal, que la
controversia sea resuelta conforme a derecho, en aras de una tutela judicial efectiva...
De manera que, evidencian este y estas J. que las garantías procesales contempladas en
las normas y jurisprudencias antes transcritas, deben ser debidamente atendidas por el
Juez o Jueza competente, lo que vislumbra el carácter vinculante de la Ley Especial, la
búsqueda del fin último de la misma, y con ello el resguardó de los Derechos de las
partes; toda vez que al violentarse los principios constitucionales del Debido Proceso y la
Tutela Judicial Efectiva, del mismo modo se vulnera la Seguridad Jurídica.
Estos otros dos contenidos generales de la seguridad jurídica (a los cuales como contenido
particular se añade el de la cosa juzgada), se encuentran garantizados constitucionalmente así: el
primero, por la irretroactividad de la ley sustantiva, lo que incluye aspectos de las leyes procesales
que generan derechos a las partes dentro del proceso (artículo 24 constitucional); y el segundo, en
la garantía de que la justicia se administrará en forma imparcial, idónea, transparente y
responsable (artículo 26 constitucional), lo que conduce a que la interpretación jurídica que hagan
los Tribunales, en especial el Tribunal Supremo de Justicia, sea considerada idónea y responsable y
no caprichosa, sujeta a los vaivenes de las diversas causas, lo que de ocurrir conduciría a un caos
interpretativo, que afecta la transparencia y la imparcialidad.
Por tanto, todas las decisiones dictadas por los órganos jurisdiccionales, están llamadas a
generar confianza por parte de la población del país en el ordenamiento jurídico y en su
aplicación, por lo que el principio abarca el que los derechos adquiridos por las personas
no se vulneren arbitrariamente cuando se cambian o modifican las leyes; y porque la
interpretación de la ley se hace en forma estable y reiterativa, creando en las personas
confianza legítima de cuál es la interpretación de las normas jurídicas a la cual se
acogerán.
En consecuencia, una vez valorado por este Tribunal Colegiado, las actas que conforman
el caso sub judice, así cómo los principios ut supra analizados, constatan quienes aquí
deciden que tales principios les fueron conculcados al adolescente imputado, con el
Decreto de la Detención Preventiva de Libertad, consagrada en el artículo 559 de la
vigente Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes; toda vez que la
recurrida, desatiende el respeto al derecho del imputado, y el deber del estado y la
sociedad que resguarden los intereses sociales, mediante el establecimiento de medios
procesales que garanticen las futuras y eventuales resultas del proceso.
De este modo es oportuno referir, el deber inminente que tienen los Jueces y J. de la
República de resguardar los derechos y garantías de los justiciables, al respecto, la Sala
de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, mediante Sentencia No. 714,
Expediente No. 08-129, de fecha 16-12-2008, con ponencia del Magistrado H.M.C.F., dejó
por sentado:
…Por tanto, en esta fase preparatoria, el Ministerio Público debe ponderar si considera verosímil y
fundada la atribución de un hecho punible a determinada persona y de ser así, debe poner en
conocimiento del investigado, tanto los hechos que se le atribuyen como la necesidad de que sea
asistido por un defensor debidamente juramentado, de manera oportuna, “realizando una función
motivadora mediante la cual se establezcan de manera razonada todas las circunstancias de
tiempo, modo y lugar de la comisión del delito que se imputa, las disposiciones legales aplicables al
caso en cuestión y además, se le imponga de los elementos de convicción que lo relacionan con la
investigación, para que de esa manera, se permita el ejercicio efectivo del derecho a la defensa y se
tutelen los demás derechos y garantías fundamentales que constituyen el debido proceso”.(Sala
Penal. Sentencia Nº 186 del 8/04/08. Ponente: Dra. D.N.B., a través de lo que en doctrina se ha
denominado acto formal de imputación
Sin embargo, esta condición de extrema necesidad y urgencia que legitima, en principio, la
aprehensión (flagrancia) o detención (sin imputación previa artículo 250, in fine) de un individuo
no implica que éstas no estén sujetas a control judicial, toda vez que corresponde al juzgador,
conforme al Estado de Derecho, resolver acerca de la regularidad y legalidad de la aprehensión o
detención, ponderando la legalidad, necesidad y racionalidad de la medida y garantizando los
derechos del aprehendido o detenido a ser informado de sus derechos así como del hecho atribuído
fundamento de la restricción a la libertad, de acuerdo al principio de presunción de inocencia.
(Resaltado Nuestro).
Así las cosas, es necesario señalar, que la Ley Especial Adolescencial, tiene por objeto
resguardar el disfrute pleno de los derechos y garantías de los niños, niñas y
adolescentes, así lo contempla en su artículo 1, el cual reza:
… Artículo 1. Objeto.
Esta Ley tiene por objeto garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes, que se encuentren en el
territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías, a través de
la protección integral que el Estado, la sociedad y las familias deben brindarles desde el momento
de su concepción…
Al interpretar el citado artículo, se concibe que la Ley Adolescencial, tiene como fin,
garantizar a los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio venezolano,
el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías, a través de la protección
obligatoria que debe brindarles el Estado, la Sociedad y las Familias, desde el momento
de su concepción; de este modo, y ante esa garantía que debe prestar el estado a los
niños, niñas y adolescentes, es imperioso realizar un análisis sobre las medidas de
coerción personal que establece la referida ley adolescencial –medidas cautelares
privativa y restrictivas de libertad-, siendo éstas las previstas en los artículos 581 y 582 de
la Ley Especial; así como un análisis comparativo entre el contenido del artículo 559 de la
derogada Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y la vigente
Ley Especial Adolescencial, publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria, No. 6.185, de
fecha 08-06-2015, referentes a la Detención Preventiva.
El Juez o Jueza de Control podrá decretar la prisión preventiva del imputado o imputada, cuando
exista:
b) Fundados elementos de convicción para estimar que el o la adolescente ha sido autor o autora o
partícipe en la comisión de un hecho punible;
Parágrafo Primero: Esta medida no procederá sino en los casos en que, conforme a la calificación
dada por el juez o jueza, sería admisible la privación de libertad como sanción, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 628 de la presente ley. Se ejecutará en entidades de atención, donde los
adolescentes procesados y adolescentes procesadas deben estar separados o separadas de los ya
sentenciados o sentenciadas.
Parágrafo Segundo: La prisión preventiva no podrá exceder de tres meses. Si cumplido este término
el juicio no ha concluido por sentencia condenatoria, el juez o la jueza de control que conozca del
mismo la hará cesar, sustituyéndola por otra medida cautelar que no genere privación de
libertad…
Así pues tenemos, que en el caso de la prisión preventiva, la misma es concebida como
una medida cautelar privativa de libertad, cuya autorización la realiza el Juez o la Jueza
en Funciones de Control, al finalizar la audiencia de presentación de imputado, teniendo
como finalidad garantizar su presencia en el acto de Audiencia Preliminar, o al finalizar
esta, para ordenar el enjuiciamiento del imputado o imputada, así como las resultas del
proceso, debiendo cumplirse la misma en centros de internamientos especializados; lo
que conlleva a la separación del adolescente de su grupo familiar.
Así mismo, es de acotar, que esta medida cautelar, también procede en su aplicación, al
inicio del proceso, esto es, al finalizar la audiencia de presentación de imputado, cuando
se ordena proseguir la causa por el procedimiento abreviado, al ser decretada la
flagrancia, ya que se suprime la fase intermedia del proceso, ordenándose el pase directo
de las actuaciones al Tribunal en Funciones de Juicio.
Ahora bien, en cuanto a las otras medidas cautelares contenidas en el artículo 582 de la
ley Adolescencial, las mismas, son impuestas en el caso que el J. o J. considere que las
circunstancias que rodean al asunto en particular, admiten que el imputado o imputada
adolescente, se apegue al proceso sin que se encuentre privado de su libertad, no
apartándolo de su núcleo familiar; y siempre y cuando no estén presentes los requisitos
del artículo 581 de la referida ley especial. E. reseñado en el mencionado artículo lo
siguiente:
…Artículo 582. Otras medidas cautelares.
Siempre que las condiciones que autorizan la detención preventiva puedan ser evitadas
razonablemente con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado o la imputada,
el tribunal competente, de oficio o a solicitud del interesado, deberá imponer en su lugar, algunas
de las medidas siguientes:
En el caso de la medida contenida en el literal “g”, una vez presentada la caución personal el juez
o la jueza de control deberá verificar la idoneidad de los garantes en un plazo no mayor de tres
días, contados a partir de la consignación de la documentación correspondiente, debiendo
ejecutarse de manera inmediata la medida. La idoneidad de los garantes debe ser entendida como
aquellas personas que incidan de manera positiva en el o la adolescente, todo ello sobre la base de
su mejor interés, así mismo, los Consejos Comunales podrán orientar al juez o jueza de control
sobre la idoneidad de los mismos.
Las medidas cautelares serán revisables en cualquier momento de la causa a solicitud del o la
adolescente, de su padre, madre, o responsable, o por su defensa privada defensa pública
especializada...
Al analizar el contenido del citado artículo, evidencian quienes aquí deciden, que el mismo
contempla las medidas cautelares restrictivas de libertad, las cuales son aplicables,
siempre que las condiciones que autorizan la detención provisional preventiva de libertad
del o la adolescente, puedan ser evitadas con la aplicación de otra medida menos
gravosa, el tribunal competente, impondrá en su lugar, la detención en su propio domicilio
o en custodia de otra persona, o con la vigilancia que el Tribunal disponga; la obligación
de incorporarse, bajo los cuidados o vigilancia de una persona o al Consejo Comunal u
organización social, a programas de prevención e inclusión social ejecutados por los entes
responsables; la obligación de presentarse periódicamente ante el Tribunal o la autoridad
que éste designe; la prohibición de salir, sin autorización, del país, de la localidad en la
cual reside o del ámbito territorial que fije el Tribunal; la prohibición de concurrir a
determinadas reuniones o lugares; la prohibición de comunicarse con personas
determinadas, siempre que ello no afecte el derecho a la defensa; la prestación de una
caución personal, no pecuniaria; e/o incorporarse al sistema educativo o al sistema de
trabajo lícito.
Finalmente refiere el citado artículo, que estas medidas cautelares, serán revisables en
cualquier momento de la causa a solicitud del o la adolescente, de su padre, madre, o
responsable, o por su defensa privada ó defensa pública especializada.
Ahora bien, al analizar dichas citas normativas, encontramos que la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, sólo contempla como medidas privativas de
libertad, la Prisión Preventiva contenida en el artículo 581 antes citado, y como medidas
cautelares restrictivas de libertad, las tipificadas en el referido artículo 582 eiusdem,
desvirtuando en tal sentido la imposición de la Detención Preventiva como Medida
Cautelar para asegurar las resultas del proceso.
Sin embargo, como se refirió ut supra, dicha norma legal se encuentra derogada, siendo
modificada por la nueva Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes,
que entró en vigencia mediante Gaceta Oficial No. 6185 Extraordinario, de fecha 08-06-
2015.
Encontrándose dentro de estas modificaciones, el contenido del artículo 559 de la vigente
ley en mención; siendo oportuno referir, que para el decreto de la Detención Preventiva,
deben cumplirse ciertos parámetros que avalen su legitimidad; por tanto el legislador y la
legisladora preceptuaron en el artículo 559 los requisitos necesarios para su procedencia:
…Artículo 559. Detención Preventiva
El o la Fiscal del Ministerio Público podrá, excepcionalmente, solicitar la detención preventiva del
o la adolescente, sólo en los supuestos a que se refiere el artículo 581 de la presente Ley. En caso
de ser acordada la solicitud, el juez o jueza de control librará la correspondiente orden de
aprehensión. Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la aprehensión del o la adolescente, el
juez o jueza de control oirá a las partes y resolverá inmediatamente sobre mantener la medida
impuesta, o sustituirla por otra menos gravosa…
Así pues, reafirma esta Alzada la importante modificación sufrida por esta ley especial en
el contenido del artículo 559; pues en el pasado la misma era empleada como una medida
cautelar para asegurar la comparecencia del imputado o imputada adolescente, al acto de
audiencia preliminar, la cual además no era recurrible, y por ende no se encontraba dentro
del catalogo que preveía el 608 de la anterior Ley.
Sin embargo, actualmente, nuestro legislador patrio, tomó dicha figura como un modo de
hacer comparecer al adolescente al proceso –en cualquier grado o fase del mismo,
siempre y cuando no pese sobre éste alguna medida cautelar- y una vez traído al decurso
del asunto en estudio, el Juez o Jueza de Control, tendrá el deber de entrar a analizar las
circunstancias particulares del caso, para de este modo desechar esa detención
preventiva; y entrar a dictaminar alguna medida cautelar, ya sea privativa de libertad –
prisión preventiva-, o, alguna otra medida cautelar restrictiva de libertad, de las contenidas
en el artículo 582 de la norma especial en la materia; ello en virtud, que la Detención
Preventiva actualmente no se concibe como una medida cautelar, sino como una Medida
para traer al o a la adolescente al proceso y una vez puesto o puesta a la orden del
órgano jurisdiccional, el Juez o Jueza, deberá decidir la medida cautelar a imponer, ya sea
privativa o restrictiva de libertad, previa valoración del asunto en concreto.
Culminada la audiencia oral y oidos Ios intervinientes del proceso, se hace necesario realizar
algunas consideraciones en relacion al motivo del acto, y en tal sentido:
Para esta juzgadora es relevante la disposicion contenida en la Ley Organica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, en la que se he tornado en consideracion, que para el decreto de la
medida de detencion preventiva, prevista en la fase de investigación, solamente se requiere
sospecha fundada de la participación del adolescente en cualquier hecho punible, y la exigencia de
la identificación o la necesidad de su aseguramiento para que comparezca a la audiencia
preliminar; teniendo la detención preventiva el carácter momentaneo, de breve tiempo, por cuanto
cesa de pleno derecho si en el término de díez (10) días no se formula acusación, posee un
mecanismo legal que hace posible su revisión por el Juez de Control en todo momento, de oficio o a
solicitud de parte, a tenor de lo previsto en el articulo 264 del Código Orgánico Procesal Penal,
aplicable por remisión expresa del articulo 537 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes, el cual contempla la revisión de la medida privativa de libertad.
Es preciso traer a colación sentencias con relación al sentido y proposito de las medidas cautelares
considerando la importancia del alcance en esta fase del proceso para lo cual cita las siguientes
sentencias:
'. "...las medidas de coercion personal, restrictivas u privativas de libertad, dada su naturaleza
cautelar y no sancionadora, tienen el exclusivo proposito de asegurar Ios fines del proceso penal
(articulo 13 del Código Orgánico Procesal Penal). De ahi que, se torna ilegal cualquier privacion
de libertad fuera de este proposito o que resulte de un proceso transgresor de las garantias del
juicio previo, de presunción de inocencia y del derecho a ser juzgado en libertad...."
De igual manera este Tribunal cita Sentencia No. 443, dictada por el Tribunal Supremo de Justicia
en fecha 11-8-2009. Referente a las Medidas Cautelares y su finalidad.
"...las medidas cautelares son un medio para asegurar Ios fines del proceso penal: lograr
establecer la verdad de Ios hechos por las vias juridicas y la Justicia en la aplicacion de la Ley. Asi
mismo, estas medidas han sido consideradas por la Sala Constitutional de este Maximo Tribunal de
la Republica como '...un mecanismo para neutralizar Ios peliqros que puedan obstaculizar la
consecucion de tales fines...'. (Sentencia 1212 del 14 de junio de 2005). Doctrina que la Sala Penal
confirma en esta oportunidad"...".(N. y cursiva de la Sala).
"Las medidas de coercion personal, tienen como objeto principal, servir de instrumentos procesales
que garanticen la permanencia y sujecion de Ios procesados penalmente, al desarrollo y resultas
del proceso criminal que se les sigue; ello, en atencion a que el resultado de un juicio, puede
potencialmente conllevar a la aplicacion de penas corporales que de no estar debidamente
garantizado mediante medidas instrumentales, como son las medidas coercitivas, pudieran hacer
ilusoria la ejecucion de la sentencia. Sin embargo, a esta finalidad instrumental de las medidas de
coercion personal, deben acoplarse los principios de proporcicnalidad, y afirmacion de libertad;
segun I. cuales en el primero de Ios casos -proporcionalidad-, la medida de coercion personal
impuesta, debe ser equitativamente igual a la magnitud del daño que causa el delito, la probable
sancion a imponer y que no perdure por un periodo superior a dos años, o al termino menor de la
pena que preve el respective delito, todo ello a Ios fines de no cenvertir una medida cautelar
preventiva en una pena anticipada; y en el segundo de Ios referidos principles -afirmacion de
libertad-, la Privacion Judicial Preventive de Libertad, constituye una medida de caracter
excepcional, solo aplicable en Ios cases expresamente autorizados por la ley''.
Observa este Tribunal, que nos encontramos en presencia de la precalificacion del delito de
EXTORSION, previsto y sancionado en el articulo 16 de la LEY CONTRA EL SECUESTRO Y LA
EXTORSION, en perjuicio del ciudadano D.M., y que existe un hecho concreto con importancia
penal, que es atribuible al imputado de autos porque probablemente sea el autor del mismo.
Asimismo en virtud del peligro que el proceso se retarde a Ios efectos de lograr su fin ultimo como
lo es la verdad de Ios hechos, presumiendo que el imputado pueda interferir en la investigacion,
neutralizando de aiguna manera la actuacion de la justicia y el riesgo de que este pueda evadir el
proceso, de manera que ha criterio de esta juzgadora, se encuentra satisfechos todos Ios supuestos
esenciales sin se pueda considerarse tal privacion como presuncion de culpabilidad, siendo el
estado jundico de Ios investigados en el proceso penal acusatorio venezolano en el cual se
considera inocente hasta que se demuestre lo contrario mediante sentencia definitivamente firme,
pero con la limitante de su libertad como custodia necesaria del Estado para garantizar, dada las
circunstancias del caso de autos, la comparecencia del aprehendido a Ios actas procesales.
Asi las cosas y entendiendo el proposito de las medidas cautelares en esta fase en la que se
encuentra este proceso y dado que no existen elementos que permitan a esta juzgadora garantizar
la comparecencia del mismo, o que pueda hacer presumir a esta Operadora de Justicia, que no
continuara en esta Circunscripcion Judicial y se sometera a la persecucion penal, pudiendo en el
caso particular ocultarse y evadir el ius puniendi del Estado, existiendo en este caso la presencia de
una excepcion al principio de ser juzgado en libertad, y estando llenos Ios extremes establecidos en
el articulo 559 de la Ley Organica para la Proteccion de Ninos, Ninas y Adolescentes, y
considerando el ilicito penal que se le imputa ya que en primer lugar de conformidad con el
articulo 628 de la Ley Especial que rige esta materia, en su paragrafo segundo literal "a", la
EXTORSION merece como sancion la Privacion de Libertad, por lo que el Despacho Fiscal dentro
del lapso conteniclo en el articulo 560 de la Ley Organica para la Proteccion de Ninos, Ninas y
Adolescentes debera presenter escrito conclusive de las actuaciones. ASI SE DECLARA…
Por lo que ante tal decreto por parte de la Instancia, quienes aquí deciden observan, que
evidentemente la Jueza de mérito yerra al dictar como medida cautelar la Detención
Preventiva, desvirtuando con su decreto el propósito y espíritu del legislador y la
legisladora patria; pues, como ha venido explicando esta Corte Superior, con la
modificación de la ley especial, cambió totalmente el contenido íntegro del tan citado
artículo 559, por lo que si bien, el mismo con la derogada norma especial, era concebido
como una medida cautelar empleada para asegurar la comparecencia del o la adolescente
a la Audiencia Preliminar; no es menos cierto que actualmente, tal figura sólo puede ser
acordada por el órgano jurisdiccional, previa solicitud F., mediante una Orden de
Aprehensión, con el fin único de traer al adolescente al proceso, pero no sólo al acto de
audiencia preliminar, sino desde el inicio del mismo y en cualquier grado o fase de dicho
proceso penal (siempre y cuando no pese sobre el adolescente una medida cautelar) y
una vez aprehendido, él o la adolescente es puesto a la orden del Juzgado, y de manera
inmediata deberá cesar la Detención Preventiva, y ser acordada alguna medida cautelar
contemplada en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, ya
sea en su artículo 581 o en el 582 eiusdem.
De allí, que esta Alzada perciba el doble error en el que incurrió la Jueza de mérito, al
decretar la Detención Preventiva como una medida cautelar en el proceso penal del
adolescente venezolano y adicionalmente a ello el haberla dictado en un procedimiento
por flagrancia, totalmente contrario a lo tipificado por el legislador y la legisladora
venezolana en esta ley especial; toda vez que era el deber de la Jueza de Control, dictar
una real medida cautelar ya sea la prisión preventiva u otra menos rigurosa de las
contenidas en el artículo 582 de la citada Ley, obviando con ello lo previsto en el articulo
581 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Ante tales circunstancias, es que evidencia este Tribunal Superior, que a todas luces, el
decreto de la Instancia, violentó Principios y Derechos Constitucionales y Procesales al
Adolescente imputado; pues impuso la Detención Preventiva como una medida que
nuestro ordenamiento jurídico no acepta como medida cautelar, violentando de este
modo, el principio de legalidad, así como el Derecho a la Defensa y consecuencialmente
el Debido Proceso, la Tutela Judicial Efectiva, y el Principio de Seguridad Jurídica que
igualmente debe reinar en todo proceso penal; de ese modo al observarse esta serie de
violaciones de rango constitucional, que a simple vista perjudican al adolescente
imputado, es por lo que del mismo modo se quebranta el principio del Interés Superior del
Niño, previsto en el artículo 8 de la Ley Orgánica Especial en la Materia; toda vez que
como se ha venido refiriendo, es primordial para esta Ley especial, brindarle protección a
los niños, niñas y adolescentes, en consecuencia debe imperar dicho principio.
Así tenemos que si bien, el referido principio, forma parte de la Doctrina de la Protección
Integral, sobre la cual descansa el actual derecho de los niños, niñas y adolescentes,
debe ser observado en todas las decisiones concernientes a ellos, para asegurarse su
desarrollo integral, prevaleciendo sus derechos e intereses, en caso de existir conflicto
entre éstos y otros derechos e intereses igualmente legítimos, en virtud de ser personas
humanas en desarrollo, deben necesariamente apreciarse ciertos aspectos para su
procedencia, tales como, la opinión de los mismos; la necesidad de equilibrio entre sus
derechos y garantías y sus deberes; la necesidad de equilibrio entre las exigencias del
bien común y los derechos y garantías de ellos y; la necesidad de equilibrio entre los
derechos de las demás personas y los suyos; por ello, en el caso concreto, al versar la
causa sobre un ilícito penal cometido por un adolescente, al cual le fueron violentados sus
derechos y garantías constitucionales y procesales, conlleva a que, precisamente, sobre
la base de tal principio, se resguarden los derechos que le asisten a los niños, niñas y
adolescentes, garantizándole así el Estado sus derechos.
Sobre el Principio del Interés Superior del Niño, la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en Sentencia No. 410, Expediente No. 10-0557, de fecha 04-04-
2011, con ponencia de la Magistrada C.Z. de M., dejó establecido:
…El Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes es un principio de interpretación y aplicación
de esta Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de todas las decisiones concernientes
a los niños, niñas y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo integral de
los niños, niñas y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
P.P.. Para determinar el interés superior de niños, niñas y adolescentes en una situación concreta
se debe apreciar:
b) La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes y sus
deberes.
c) La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y garantías del
niño, niña o adolescente.
d) La necesidad de equilibrio entre los derechos de las demás personas y los derechos y garantías
del niño, niña o adolescente.
P.S.. En aplicación del Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes, cuando exista conflicto
entre los derechos e intereses de los niños, niñas y adolescentes frente a otros derechos e intereses
igualmente legítimos, prevalecerán los primeros
En virtud de dicha norma, la jueza debió advertir que se trataba de una actuación judicial
que crearía eventualmente una situación beneficiosa y afortunada para la niña. En este
sentido es necesario recordar que esta Sala Constitucional ha dejado sentado que “en la
aplicación e interpretación de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes el interés superior del niño es de obligatorio cumplimiento” (No. 2371/2002).
Asimismo, ha dejado sentado esta misma Sala (vid. Sentencia No. 1.917/2003) que:
…El ‘interés superior del niño’, en tanto concepto jurídico indeterminado, tiene por objetivo
principal el que se proteja de forma integral al niño por su falta de madurez física y mental, pues
requiere protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como
después de su nacimiento. A título ejemplificativo, el niño debe ser protegido contra toda forma de
discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las
creencias de sus padres, tutores o familiares.
El concepto jurídico indeterminado ‘interés superior’ del niño se conecta con uno de los principios
de carácter excepcional, junto al de cooperación de la colectividad hacia metas de integración, que
tipifica el Derecho de Menores y le diferencian de las restantes ramas de la Ciencia del Derecho,
cual es el principio eminentemente tuitivo, en el que reside la esencia misma de su existir (M.O., L.
Derecho de menores. Teoría general. Madrid. Ed. P.. 1977. p. 49)
Por ello, el ‘interés superior del niño’ previsto en el artículo 8 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente viene a excluir y no a limitar la libertad individual de
establecer y perseguir fines individuales, pues cuando se trata de la protección y cuidado de los
niños se persiguen fines que van más allá de los personales. Así, el interés individual es sustituido
por un interés superior, que es el del niño, porque a las necesidades de éste subviene la tutela
jurídica con la cual se obtiene el fin superior de la comunidad social.
Si la Constitución, en su artículo 78, habla de que ‘El Estado, las familias y la sociedad
asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su
interés superior en las decisiones y acciones que les conciernan’ y el parágrafo segundo del
artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente dicen que ‘En
aplicación del Interés Superior del Niño, cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de
los niños y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los
primero’ ¿Implica lo anterior que el concepto jurídico indeterminado ‘Interés superior’ del niño se
antepone a cualquier otro derecho subjetivo o interés legítimo de los ciudadanos? No, sólo significa
que, bajo ningún concepto, ha de prevalecer, en el Derecho de Menores, otro interés que el que la
propia Ley tutela: El del niño y el del adolescente, sin obviar que dicho interés debe aplicarse en
forma adecuada y razonable respetando el resto del sistema constitucional y legal, ya que no puede
llevar a subvertir o derogar implícitamente las demás normas del ordenamiento jurídico
Por otra parte, es de advertir que en la actividad jurisdiccional llevada a cabo por el
juzgador, es aplicable el artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, según el cual “Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho
y estarán protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales
respetarán, garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la
Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta
materia haya suscrito y ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad
asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta
su interés superior en las decisiones y acciones que les conciernan…” (Negrillas de esta
Corte Superior).
Debe entenderse entonces, que la nulidad ha de manifestarse como efecto de una lesión
esencial al acto procesal, ello en atención a lo expuesto en el artículo 174 del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, donde se establece
que no podrá fundarse una decisión judicial, ni utilizar como presupuesto para ella, los
actos cumplidos “…en contravención a las normas que prevé el Código, la Constitución
Venezolana, las leyes tratados y convenios suscritos por la República”, esto es, que
estaríamos en presencia de una evidente declaratoria de nulidad absoluta. Asimismo, el
artículo 175 del referido Código Penal Adjetivo, prevé que serán consideradas nulidades
absolutas las que impliquen inobservancia o violación de derechos y garantías
fundamentales previstas en dicho código y en la Constitución.
En el caso concreto, el decreto de nulidad absoluta dictado por esta Sala de la Corte de
Apelaciones, está referido a: 1) La decisión dictada en fecha 02-06-2016 y publicada in
extenso en fecha 07-06-2016, bajo el No. 173-16, por el Juzgado Segundo de Primera
Instancia en Funciones de Control de la Sección Adolescentes del Circuito Judicial Penal
del estado Zulia, extensión Cabimas y; 2) Todos los actos subsiguientes a dicha audiencia
de presentación de imputado.
DECISION
Por los fundamentos expuestos, esta Corte Superior del Sistema Penal de
Responsabilidad de Adolescentes del Circuito Judicial Penal con Competencia en Delitos
de Violencia Contra Las Mujeres de la Circunscripción Judicial del estado Zulia,
Administrando Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
Autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO
NULIDAD DE OFICIO, de la decisión dictada en fecha 02-06-2016 publicada in extenso
en fecha 07-06-2016, bajo el No. 173-16, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en
Funciones de Control de la Sección Adolescentes del Circuito Judicial Penal del estado
Zulia, extensión Cabimas; así como de todos los actos subsiguientes a la audiencia de
presentación de imputado; por existir violación de los Principios de Legalidad y el Derecho
a la Defensa inmersos en el Debido Proceso, constatando igualmente la vulneración del
Principio de la Tutela Judicial Efectiva y consecuencialmente la Seguridad Jurídica,
previstos en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, todo ello, en atención a lo establecido en el artículo 257 Constitucional, en
concordancia con los artículos 13, 174, 175, 179 y 180 del Código Orgánico Procesal
Penal, así como al criterio jurisprudencial establecido por nuestro Máximo Tribunal de la
República, en reiteradas Sentencias emanadas de la Sala Constitucional bajo los Nros.
2541/02, dictada en fecha 15 de octubre del 2002, Exp. No. 01-2007, con ponencia del
Magistrado P.R.R.H.; 3242/02, dictada en fecha 12 de diciembre de 2002, Exp. No. 02-
0468, con ponencia del Magistrado P.R.R.H.; 1737/03, dictada en fecha 25 de junio de
2003, Exp. No. 03-0817, con ponencia del Magistrado J.E.C.R. y; 1814/04, dictada en
fecha 24 de agosto de 2004, Exp. No. 03-3271, con ponencia del Magistrado A.G.G.;
referidas todas a las nulidades de oficio dictadas por las Cortes de Apelaciones, al proceder
a una revisión minuciosa de la decisión impugnada, constatan la presencia de vicios que
conllevan a una nulidad de oficio en interés de la ley, que deja sin eficacia jurídica el fallo
apelado, el cual deviene del acto de audiencia de presentación de imputado, en la causa
seguida al adolescente (SE OMITE NOMBRE DE CONFORMIDAD CON LOS
ARTÍCULOS 65 Y 545 DE LA LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS,
NIÑAS Y ADOLESCENTES).
SEGUNDO
REPONE la presente causa, al estado de ser tramitada, por ante un Órgano Jurisdiccional
distinto al que profirió el fallo aquí anulado; para brindar seguridad jurídica a las partes
intervinientes en el proceso, y preservar los derechos, garantías y principios
constitucionales que les asisten, ello en atención al artículo 425 del Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal.
En tal virtud, se repone la presente causa, al estado de celebrar la Audiencia de
Presentación de Imputado, por ante un Órgano jurisdiccional, distinto al que profirió la
decisión aquí anulada; para brindar seguridad jurídica a las partes intervinientes en el
proceso, y preservar los derechos, garantías y principios constitucionales que les asisten,
ello en atención al artículo 425 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal. Así se decide.
R. en el libro respectivo, publíquese, déjese copia certificada en archivo y remítase la
presente causa en la oportunidad legal correspondiente, al Tribunal de origen, a los fines
legales consiguientes.
EL JUEZ PRESIDENTE,
DR. J.A.D.V.
(Ponente)
LAS JUEZAS,
DRA. R.R.F. DRA. L.B.S.
LA SECRETARIA,
ABOG. YEISLY MONTIEL ROA
En esta misma fecha, se registró y publicó la anterior decisión bajo el No. 193-16, en el
libro de Sentencias Interlocutorias llevado por esta Corte.
LA SECRETARIA,
ABOG. YEISLY MONTIEL ROA
EN SALA CONSTITUCIONAL
Exp. N° 12-0140
I
FUNDAMENTOS DEL AMPARO
La abogada Gwondeline González Chirinos, en su condición de Fiscala
Cuadragésima Tercera del Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección
del Niño, Niña y Adolescente Penal Ordinario de la Circunscripción Judicial del Estado
Zulia, fundamentó la acción de amparo constitucional bajo los alegatos que, a continuación,
la Sala resume:
Que la acción de amparo constitucional “…va dirigida en contra de la decisión…de
fecha 12 de Julio de 2011…, por la Corte de Apelación (sic) Sección Adolescentes con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia mediante la cual se anuló la decisión
Nro. 2J-72-2010, emanada del Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones de
Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia Extensión Cabimas, que a su vez había
dictado sentencia condenatoria, en contra del
acusado IVAN (sic) JOSE (sic)FERNANDEZ (sic) PIÑA a cumplir la pena de veintiún
(21) años, diez (10) meses y quince (15) días de prisión…, por consideralo culpable y
responsable penalmente de la comisión del delito de ABUSO SEXUAL A
ADOLESCENTES, previsto y sancionado en el artículo 260 y 217 (sic) de la Ley
Orgánica para (sic) la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, cometido en perjuicio
de la adolescente…”.
Que “…durante los días 04, 17, 27 mayo, 10, 28 junio de 2011, se llevó a cabo por
ante (sic) el Tribunal de Juicio N° 2, ubicado en el primer piso del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, Extensión Cabimas y bajo la dirección del Dr.
ROMULO (sic) GARCIA (sic), Juez Segundo de Primera Instancia con funciones de Juicio,
el juicio que por la comisión del delito de Abuxo Sexual a Adolescente cometido en
perjuicio de la adolescente…quien para el momento de los hechos contaba con solo trece
(13) años de edad”.
Que “…con ocasión a la interposición de un recurso de apelación ejercido por la
defensa del acusado IVAN (sic) JOSE (sic) FERNANDEZ (sic) PIÑA, en el cual fue
denunciado los motivos contenidos en los artículos 451, 452 numeral 3, 453 del Código
Orgánico Procesal Penal, la Corte de Apelación (sic) Sección Adolescentes con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, omitiendo pronunciamiento alguno
sobre los motivos alegados por los (sic) defensa y rechazados por el Ministerio
Publico (sic), consideró declarar de Oficio la Nulidad Absoluta de la sentencia N° 2J-72-
2.010 de fecha 20 de Diciembre en Interés de la Ley”.
Que “…la decisión accionada en amparo, lesionó el Derecho a la Tutela Judicial
Efectiva de la víctima, consagrado en el artículo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela”.
Que “…la Corte de Apelación (sic) Sección Adolescentes con Competencia en
Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, al señalar como fundamento de la nulidad
decretada, que se violento (sic) principio de legalidad procesal y del principio del Juez o
Jueza Natural, sin tomar en consideración que siendo estos casos de naturaleza especial el
procedimiento que establece la Ley orgánica (sic) Sobre el Derecho de Las Mujeres a Una
Vida Libre de Violencia, atiende a las necesidades de celeridad y no impunidad limitando
los lapsos garantizando la debida diligencia y celeridad, no obstante Las Magistradas de
la referida Sala Única Sección Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de
Violencia contra la Mujer, establece como solución la nulidad del Juicio en interés de la
Ley cuando a pesar de lo señalado por la sala (sic), el Juicio realizado al
ciudadano IVAN (sic) JOSE (sic) FERNANDEZ (sic) PIÑA fue realizado con todas las
garantías, y que su nulidad por los motivos señalados por la Sala van en detrimento de la
víctima y del Acusado, aunado al hecho de que la Corte de Apelación Sección Adolescentes
con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer, indudablemente
conculcó el derecho a la Tutela Judicial Efectiva, pues no solo omitió lo alegado y
afirmado por el Ministerio Público en la Audiencia oral que prevé el procedimiento de
apelación de sentencia…sino que hubo una omisión total de pronunciamiento por lo
alegado por la defensa”.
Que el “…vicio alegado por la referida Sala, no constituía motivo suficiente para
proceder a anular un juicio debidamente constituido y llevado a feliz termino (sic), por
encima de las instituciones y principios básicos que inspiran el texto constitucional entre
los cuales destaca fundamentalmente la garantía por parte del Estado de proporcionar una
justicia idónea, equitativa e imparcial, y el no sacrificio de la misma por la omisión de
formalidades no esenciales”.
Que “…el Estado Democrático, Social de derecho y Justicia, en el que vivimos,
propugna como uno de sus valores superiores, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad,
la solidaridad, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, los cuales son sólo posibles de alcanzar mediante el respeto a los derechos que
garantiza nuestra carta fundamental, como lo son la Tutela Judicial Efectiva y el Derecho
al Debido Proceso entendido este como un instrumento para la realización de la justicia
que entre otras cosas no puede, ni debe ser sacrificado por la omisión de formalidades no
esenciales; es evidente que los mismos tienen primacía como principios constitucionales
que orientan la actividad de nuestro orden jurídico”.
Que “…en casos como el presente se admita la nulidad de una decisión judicial, en
la cual se estableció la participación –incluso científica conforme se evidenció de las
pruebas técnicas practicadas durante el juicio- y subsiguiente responsabilidad penal de un
ciudadano que sin motivo alguno abuso (sic) sexualmente a una adolescente de trece años
de edad; en contravención de la esencia misma de nuestro Estado Democrático social de
derecho y justicia, anteponiendo un defecto de actividad producto de la omisión de una
formalidad cuando la misma comporta un sacrificio de los valores inspiradores de nuestra
forma de Estado, como lo son: la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
responsabilidad social y en general, y la preeminencia de los derechos
humanos contemplados en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, máxime cuando la referida nulidad, se sostienen sólo con violación de los
derechos que permiten la realización de los mismos, tales valores como lo son la Tutela
Judicial Efectiva; el Derecho de la sociedad y de las víctimas, a la protección por parte del
Estado frente a la comisión de delitos comunes; mediante la reparación del daño que se
obtiene con la efectiva imposición y cumplimiento de la pena respecto de aquellas personas
que han transgredido la norma penal; el Derecho a la Defensa que asiste a la sociedad y al
Ministerio Público como legítimo representante de ésta, frente a la posible impunidad que
genera el delito el Abuso Sexual; y finalmente el Derecho al Debido Proceso, entendido
este como un instrumento para la realización de la justicia que entre otras cosas no puede,
ni debe ser sacrificado por la omisión de formalidades no esenciales, contemplados en los
artículos 2, 26, 30, 49 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Que “…disiente esta Representante del Ministerio público (sic) de los alegado por
la Corte de Apelación (sic) Sección Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos
de Violencia contra la Mujer, al considerar que se trata de la trasgresión de una norma de
procedimiento que no puede ser relajada por las partes, considerando además que tal
omisión comporta una violación de los principios de legalidad y Juez o Jueza Natural,
desconociendo la existencia de principios y derecho (sic) superiores contenidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Que “…considera esta Representación Fiscal, que no se puede pretender una
decisión como la accionada; en el hecho de que, la celebración del debate oral y privado
de Manera Mixta no responde a las necesidades que se establece en el Procedimiento
Especial”.
Que “…se considera errada la fundamentación en la recurrida de violación del
principio de Legalidad y Juez Jueza (sic) Natural, puesto que específicamente la base
fundamental del Procedimiento especial es la celeridad y no Impunidad y la preservación
los principios y estructura del Procedimiento ordinario. El presente Juicio cumplió con
todas las formalidades legales”.
Que “…al haber cumplido el acto su fin, resulta evidente que la decisión accionada
al haber anulado la sentencia de instancia ordenando la celebración de un nuevo juicio
oral y público, además de lesionar los derechos constitucionales UT supra mencionados, y
poner en inminencia la realización de la justicia que exige este caso pues el acusado ya
tienen (sic) más de dos años privados (sic) y eventualmente pueden otorgársele una medida
cautelar sustitutiva a la privación judicial preventiva de libertad que pudiera poner en
riesgo la celebración del nuevo juicio y dejar cubierto bajo el manto de la impunidad el
presente caso, igualmente ordena una reposición inútil y violatoria de la garantía
establecida en el artículo 257 de nuestra Carta Magna”.
Que “…habida consideración de que la formalidad omitida igualmente, tampoco
puede tomarse de esencial ya que el acto cumplió su finalidad. Situación esta que pone de
manifiesto, que la decisión accionada lesionó el derecho a la Tutela Judicial Efectiva, que
comprende el derecho a ser oído por los órganos de administración de justicia establecidos
en el Estado, es decir, no solo el derecho de acceso, sino también el derecho a que
cumplidos como fueron en este caso, los requisitos establecidos en Código Orgánico
Procesal Penal, el órgano judicial específicamente el Juzgado Segundo de Primera
Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, conociera
del fondo de las pretensiones, y mediante la decisión dictada en derecho,
determinará (sic) el contenido y la extensión del derecho deducido, lo cual hizo al
sentenciar al acusado. Es por ello, que nuestra vigente Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela señala que no se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales, por lo que la interpretación de las instituciones procesales
debe ser amplia, tratando de que si bien el proceso sea una garantía para que las partes
puedan ejercer su derecho a la defensa, no por ello se convierta en una traba que impida
lograr las garantías que el artículo 26 Constitucional instaura”.
Que “…en el caso sub examine, al no haber afectado la celebración del Juicio en
forma Mixta la celeridad, que es la esencia del procedimiento Especial, pues este
procedimiento conserva la estructura del procedimiento Ordinario y la finalidad
perseguida en cada una de las audiencias, como lo es, la efectiva recepción de las pruebas,
la oralidad, el contradictorio, la inmediación, concentración y continuidad del juicio,
indudablemente pudiéramos encontrarnos frente a la omisión de una formalidad no
esencial”.
En virtud del anterior fundamento, la representante del Ministerio Público solicitó
que se proceda “…a ANULAR la decisión Nro. 011-11 dictada por la Corte de Apelación
Sección Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer
del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en fecha 12 de
Julio de 2011 y en consecuencia habida cuenta de que los diferentes motivos de apelación
denunciados por el mencionado profesional del derecho en el recurso de apelación, -los
cuales no son objeto del presente amparo- sin embargo existe una omisión total de
pronunciamiento, anule la decisión accionada en amparo y mantenga la firmeza de la
decisión Nor. (sic) sentencia N° 2J-72-2010. de fecha 20 de Diciembre de 2.010, emanada
del Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, que a su vez, había dictado sentencia condenatoria, en contra del
acusado IVAN (sic) JOSE (sic) FERNANDEZ (sic) PIÑA, a cumplir la pena de veintiún
(21) años, diez (10) meses y quince (15) días de prisión, más las accesorias de ley,
establecidas en el artículo 16 del Código Penal, por considerarlo culpable y responsable
penalmente de la comisión del delito de ABUSO SEXUAL A ADOLESCENTE”.
II
DE LA DECISIÓN ACCIONADA
III
COMPETENCIA
Corresponde a esta Sala previamente determinar su competencia para conocer de la
presente acción de amparo constitucional y, a tal efecto, observa:
La Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, establece en el numeral 20 del
artículo 25, que a esta Sala le corresponde conocer las demandas de amparo constitucional
autónomo contra las decisiones que dicten, en última instancia, los Juzgados Superiores de
la República, salvo las incoadas contra la de los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Administrativo.
Siendo así, visto que la acción de amparo constitucional interpuesta tiene por objeto
una decisión dictada por la Corte de Apelaciones de la Sección de Adolescentes con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal
de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, se declara competente para conocer y decidir el presente amparo
constitucional; todo ello en concordancia con el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, que establece el amparo contra sentencia. Así
se declara.
IV
ADMISIBILIDAD DE LA PRETENSIÓN
Determinada la competencia, esta Sala observa que la acción de amparo
constitucional fue interpuesta por la representante del Ministerio Público contra la decisión
dictada, el 12 de julio de 2011, por la Corte de Apelaciones de la Sección de Adolescentes
con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, mediante la cual anuló de oficio la
decisión dictada, el 20 de diciembre de 2010, por el Juzgado Segundo de Juicio del mismo
Circuito Judicial Penal, extensión Cabimas, que condenó al ciudadano Iván José Fernández
Piña a cumplir la pena de veintiún años, diez meses y quince días de prisión, por la
comisión del delito de abuso sexual a adolescentes, en perjuicio de una adolescente, cuya
identidad se omite conforme con lo señalado por el artículo 65 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Ahora bien, esta Sala precisa que, el 11 de enero de 2012, la parte accionante
interpuso la presente acción de amparo constitucional y, el 20 de diciembre de 2012,
solicitó a esta máxima instancia constitucional que emitiera el respectivo pronunciamiento
sobre la admisión de la tutela constitucional que intentó. En ese sentido, la Sala acota que,
entre el 11 de enero de 2012 y el 20 de diciembre de 2012, ha transcurrido más del lapso de
seis (6) meses establecido por esta Sala Constitucional para que opere la declaratoria de la
terminación del procedimiento de amparo constitucional, por abandono del trámite,
conforme con lo señalado en la decisión Nº 982, del 6 de junio de 2001 (caso: José Vicente
Arenas Cáceres). Sin embargo, la referida terminación del procedimiento por abandono del
trámite no es posible decretarla en el presente caso, toda vez que de acuerdo a los alegatos
esgrimidos por la parte actora el caso bajo estudio interesa al orden público, el cual,
conforme a la doctrina asentada por la Sala, constituye una excepción para castigar tal
inactividad, por el lapso de seis meses, de las partes en el procedimiento de amparo.
En efecto, el caso bajo estudio se refiere a una acción de amparo constitucional que
deviene de un proceso penal en el cual existe una víctima adolescente, sujeto pasivo de la
comisión del delito de abuso sexual a adolescentes previsto en el artículo 260 en
concordancia con el artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes.
En tal sentido, el artículo 12 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes establece expresamente que los derechos fundamentales de los niños, niñas
y adolescentes interesan al orden público, en los siguientes términos:
Así entonces, la Sala precisa que, en atención a que el presente caso está
relacionado con el principio del interés superior de los niños, niñas y adolescentes, por ser
el sujeto pasivo del presunto hecho punible una adolescente, el orden público se encuentra
inmiscuido, por lo que no puede declararse terminado el presente procedimiento por
abandono del trámite. Así se declara.
Precisado lo anterior, esta Sala observa que la demanda de amparo cumple con los
requisitos que exige el artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales. Además, en cuanto a las causales de inadmisibilidad que
preestableció el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, la Sala concluye que, por cuanto no se halla incursa prima facie en las
mismas, aquella es admisible. Asimismo, la Sala precisa que la solicitud de amparo no se
encuentra incursa en las causales de inadmisibilidad previstas en el artículo 133 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. En consecuencia, esta Sala admite la presente
acción de amparo constitucional. Así se decide.
Por otro lado, observa la Sala que en el presente caso la parte accionante no solicitó
medida cautelar alguna. Sin embargo, esta Sala Constitucional con fundamento en el
criterio expuesto en la jurisprudencia de este Supremo Tribunal (vid. sentencia N° 156, del
24 de marzo de 2000, caso: Corporación L’Hotels, C.A.) que ha dejado sentada la amplitud
del juez de amparo para decretar medidas cautelares, permitiéndole valorar los recaudos
que se acompañen con la mayor flexibilidad, de acuerdo a las circunstancias urgentes de
cada caso, estima procedente acordar una medida cautelar innominada consistente en la
suspensión de los efectos de la decisión dictada, el 12 de julio de 2011, por la Corte de
Apelaciones de la Sección de Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de
Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, mediante la cual
anuló de oficio la decisión dictada, el 20 de diciembre de 2010, por el Juzgado Segundo de
Juicio del mismo Circuito Judicial Penal, extensión Cabimas, que condenó al ciudadano
Iván José Fernández Piña a cumplir la pena de veintiún años, diez meses y quince días de
prisión, por la comisión del delito de abuso sexual a adolescentes; asimismo, se suspende el
proceso penal que motivó el amparo. Igualmente, la Sala, con base en la doctrina asentada
en la referida decisión N° 156/ 2000, declara la suspensión del lapso de la prescripción de
la acción penal en el proceso penal primigenio, hasta tanto se resuelva el fondo del amparo
interpuesto. Así también se decide.
V
DECISIÓN
Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley,
declara:
PRIMERO.- Se ADMITE la acción de amparo constitucional interpuesta por la
abogada Gwondeline González Chirinos, en su condición de Fiscala Cuadragésima Tercera
del Ministerio Público con Competencia en el Sistema de Protección del Niño, Niña y
Adolescente Penal Ordinario de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, contra la
decisión dictada, el 12 de julio de 2011, por la Corte de Apelaciones de la Sección de
Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia
SEGUNDO.- Se ORDENA la notificación del Presidente de la Corte de
Apelaciones de la Sección de Adolescentes con Competencia en Materia de Delitos de
Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, o quien haga sus
veces, para que comparezca ante la Secretaría de esta Sala, a fin de conocer el día y la hora
en que se celebrará la audiencia oral y pública. Igualmente se ordena remitir copias
certificadas de la presente decisión y del escrito contentivo de la acción adjunto a la
notificación ordenada. Se deja constancia que la ausencia en el acto del referido Juez, no se
presumirá como aceptación de las presuntas lesiones denunciadas.
TERCERO.- Se SUSPENDEN, cautelarmente, los efectos de la sentencia
dictada, el 12 de julio de 2011, por la Corte de Apelaciones de la Sección de Adolescentes
con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia, adversada con el amparo; el proceso penal que motivó el amparo y
el lapso de la prescripción de la acción penal del referido proceso penal, hasta tanto se
resuelva el fondo del amparo interpuesto.
CUARTO.- Se ORDENA a la Corte de Apelaciones de la Sección de Adolescentes
con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia que notifique de esta decisión a los defensores del imputado Iván
José Fernández Piña; así como a los representantes de la adolescente víctima, cuya
identidad se omite de conformidad con lo señalado en el artículo 65 de la de la Ley
Orgánica para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 20 días del mes de junio de dos mil trece
(2013). Años 203º de la Independencia y 154º de la Federación.
La Presidenta,
El Secretario,