Paradigmas - OGI PDF
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– 3 A
La gestión de los centros escolares, la dirección, al administración y el gobierno de las
instituciones educativas contienen siempre en su raíz una forma concreta de pensar y de estructurar
los establecimientos que responde siempre a ideologías, a ideas.
Como tal, un centro educativo, es una realidad poliédrica que puede ser analizada desde diversas
instancias y perspectivas. Dentro de las ciencias de la educación, la organización escolar ocupa un
espacio importantísimo, que actualmente tiene planteado un reto importantísimo:
Se decide estudiar la realidad de las instituciones educativas desde dos miradas, la analítica,
que permite considerar el conjunto con carácter sectorizado, es decir, descomponiendo la totalidad y
estudiando sus componentes y sus relaciones; y luego desde un estudio sintético que nos permite
tener una visión de conjunto, de la totalidad.
Reconocemos entonces dos grandes ejes de la organización, uno que funciona como soporte donde
se apoya el centro y otro que le imprime vida. Éstos se denominan:}
Además, entendemos que los Centros Educativos, pueden ser estudiados no sólo desde la
agregación de distintos componentes, sino también desde una perspectiva global, dentro de un
marco ambiental, delimitados por variables sociales y culturales, de tal concepción surgen distintas
formas de concebir a las instituciones educativas
Dentro de la pluralidad de formas que adquieren las distintas instituciones, se puede ver
como se mantiene a nivel general, un denominador común, a saber, que son organizaciones sociales
con una clara finalidad instructivo/formativa.
Sin embargo, existen diversas maneras de entender cada uno de los caracteres que engloba, los
elementos que la componen, cada una de las dimensiones que la integran, por ejemplo, las
relaciones que se dan entre los distintos elementos, el rol de cada uno de los miembros, el valor e
incidencia del contexto, el grado de autonomía de la escuela. Son planteamientos que pueden ser
concebidos con ópticas, ideologías, mentalidades distintas e incluso contrapuestas, lo que da lugar a
interpretaciones peculiares de las organizaciones educativas, que aparecen a continuación.
Cuando se habla de este paradigma se hace referencia al movimiento que tuvo como
resultado las escuelas empresas, escuelas eficientes, y que relacionaba los buenos resultados
escolares con el adecuado funcionamiento escolar.
La filosofía que sustenta este visión es la racionalista - positivista, es decir, aquella que entiende que
la realidad es una, única, observable, mensurable y abierta a la organización y estructuración. Todo
lo que no responda a los requisitos constituyentes de la realidad, es decir, el ser observable y
mensurable, queda fuera de consideración.
Se piensa a los establecimientos escolares como estrictamente ordenados y organizados, con metas
claras y definidas, claros mecanismos de control, con fuerte liderazgo de los directivos. Las
actividades deben desarrollarse de manera sistemática y coordinada, y los problemas organizativos
se entienden como disfunciones, desviaciones de la correcta ordenación de los componentes.
Lo principal dentro de este esquema, la meta fundamental es la eficiencia funcional que permita
alcanzar los objetivos pensados.
Este esquema también comete el error, a mí juicio, de olvidar a la persona, artífice central de toda
organización. Éstas son en tanto cumplen un rol y una función determinada dentro del espacio que
se le asigna, como un elemento más del sistema.
Ésta perspectiva, entiende que la realidad no es algo permanente, estable y observable, sino
que es una construcción que se realiza a partir de símbolos, aceptados, recreados y compartidos por
todos. No ocupa un lugar fundamental lo que ocurre en sí, sino más bien la interpretación que se
tiene del hecho.
Bolman y Deal plantean los presupuestos básicos del enfoque, a los que podríamos resumir en 3:
Éste esquema viene a reformular alguna de las ideas fundamentales, como por ejemplo, el papel de
los directivos. Éstos aparecen como configuradores de una cultura escolar, como constructores de
una realidad institucional determinada.
Presupuestos básicos:
a. Las organizaciones son asociaciones integradas por diversos individuos y diferentes grupos
de intereses.
b. No hay uniformidad en el planteamiento y postura de estos individuos. Asume el problema
que deja del enfoque interpretativo simbólico con su multiplicidad de lecturas del hecho.
c. Entiende que la fuerza imperante, la que imprime el movimiento a la institución es de
carácter político. Las resoluciones que puede alcanzar una organización no es otra cosa sino
el fruto de una permanente dinámica, de estudio, debate, negociación y consenso final.
Esta visión ubica al conflicto interno como inherente a toda organización y como situación que
posibilita la reflexión, el diálogo y el cambio.
Una de las connotaciones negativas, que tiene a mí entender tiene este enfoque, es el hecho de que
lo resultante, no necesariamente termina siendo lo más adecuado para el ámbito, sino más bien, el
fruto de los esfuerzos que realizan las distintas partes por imponer una idea determinada. Algunos
autores hablan de la posibilidad de entender las estructuras organizacionales como una puja por el
poder, por el control. Otra limitación es el deseo que tiene de presentarse como enfoque superador.
Otro inconveniente es la dificultad a la hora de tomar decisiones en un marco de búsqueda de
asambleísmo constante. La organización corre el riesgo de diluirse.
La autora habla de entender a los centros como realidades poliédricas, vale decir, se presentan como
entes multiformes y pluridimensionales, y que solo pueden ser analizados parcialmente, desde
perspectivas incompletas, que necesariamente dejan de lado elementos que constituyen un elemento
fundamental dentro del estudio y que otro enfoque quizás toma en consideración, de allí que sean
todos necesarios. Ninguna postura puede por sí misma hacer una lectura completa que satisfaga la
realidad poliédrica del ámbito escolar.
Es por ello que plantea un modelo integrado, comprensivo, como síntesis superadora, que permita,
teniendo en mano el abanico de perspectivas, detenerse frente a un hecho determinado en distintos
elementos que permitan su análisis, pero sin truncar el hecho en sí ni dejando de lado
consideraciones puntuales que puedan hacerse desde cada óptica y que favorezca una visión
panorámica, global del asunto sin que se caiga en distorsiones y fragmentaciones. Esto implica
entender a las concepciones paradigmáticas como complementarias entre sí, y no como antagónicas.
PARADIGMAS
Para comprender mejor quizás, los modelos desde los que se piensa la escuela, recurriremos
al concepto de paradigma el epistemólogo Kuhn.
“Son ejemplos aceptados por la práctica científica real, ejemplos que incluyen las leyes, la
teoría, la aplicación y todo aquello que provee modelos de donde extraer tradiciones particulares
coherentes de investigación científica”
Es decir, Kuhn nos habla de una mentalidad, un modelo de percepción y valoración de la realidad.
Entendemos que cuando un paradigma está claro, no se explicita ya que subyace en todas las
conductas y valoraciones de una sociedad, se transmite a través de la cultura. Son los paradigmas
los que proporcionan un marco de pensamiento, un esquema interpretativo de la realidad.
Es un tiempo en el que nos encontramos sin un esquema claro con el que afrontar desafíos, que
demarquen líneas de acción claras.