Decreto Numero 51-92
Decreto Numero 51-92
Decreto Numero 51-92
LIBRO PRIMERO
Disposiciones generales
TITULO I
Principios b�sicos
CAPITULO I
Garant�as procesales
Art�culo 3. Imperatividad.
Los tribunales y los sujetos procesales no podr�n variar las formas del proceso, ni
la de sus diligencias o incidencias.
Por ning�n motivo las restantes autoridades del Estado podr�n arrogarse el
juzgamiento de causas pendientes o la reapertura de las ya terminadas por decisi�n
firme.
Nadie puede ser juzgado, condenado, penado o sometido a medida de seguridad y
correcci�n sino por los tribunales designados por la ley antes del hecho de la
causa.
Ninguna autoridad podr�n dar instituciones al jefe del Ministerio P�blico sus
subordinados respecto a la forma de llevar adelante la investigaci�n penal o
limitar el ejercicio de la acci�n, salvo las facultades que esta ley concede a los
tribunales de justicia.
Art�culo 9. Obediencia.
Los funcionarios y empleados p�blicos guardar�n a los Jueces y tribunales el
respeto y consideraci�n que por su alta jerarqu�a merecen.
Las �rdenes, resoluciones e mandatos que los mismos dictaren en ejercicio de sus
funciones ser�n acatadas inmediatamente.
Las disposiciones de esta ley que restringen la libertad del imputado o que limitan
al ejercicio de sus facultades ser�n interpretadas restrictivamente; en esta
materia, la interpretaci�n extensiva y la analog�a quedan prohibidas, mientras no
favorezcan la libertad o el ejercicio de sus facultades.
Las �nicas medidas de coerci�n posibles contra el Imputado son las que �ste C�digo
autoriza, tendr�n car�cter de excepcionales y ser�n proporcionales a la pena o
medida de seguridad y correcci�n que se espera del procedimiento, con estricta
sujeci�n a las disposiciones pertinentes.