Positivismo
Positivismo
Positivismo
El término positivismo fue utilizado como concepto por primera vez para designar el
cientifismo en cuanto método, por el francés Claude-Henri de Rouvroy.
Esta corriente filosófica afirma ser la última y más elevada fase del
conocimiento, que enfatiza la aplicación del método científico en los eventos del
día a día.
A partir de este saber, se pueden explicar cosas prácticas, como las leyes de la física,
de las relaciones sociales y de la ética. Es también una clasificación totalmente
científica del conocimiento y de la ética humana, donde se desconfía del conocimiento
propio de la conciencia y los estados mentales como medio de alcanzar el
conocimiento.
Regresando a Comte, en su obra ya mencionada, aseguraba que, de la progresión de
la Ciencia, como cualquier rama del saber, surgía una ley que se descomponía en tres
fases y que esta ley rige el desarrollo de la humanidad.
Las tres estados, estadios o fases son:
Estado teológico, ficticio: El estado teológico corresponde a la Edad Antigua. En
este estado los hechos naturales se explican mediante causas extrínsecas a la
naturaleza; las causas son invisibles y son entendidas como divinidades.
Estado metafísico, abstracto: en este estadio se utilizan categorías filosóficas
abstractas para explicar los sucesos. Como en el estado teológico, da explicaciones
absolutas, pero a diferencia de éste, en el que dominaba la imaginación, en esta fase
domina el razonamiento. Explicaciones no son científicamente acabadas.
búsqueda de la verdad con respecto a la existencia de Dios, de donde surgen las
ideas, y de los números.
Estado positivo, real: en esta fase se aclaran materialmente las causas de los
hechos, con el objetivo de llegar a generalizaciones comprobables. Es la última etapa
del desarrollo del espíritu humano.
Para Comte el estado teológico y metafísico son obra de la imaginación y de la
fantasía, inadecuados para explicar el más mínimo detalle de la realidad y de los
hechos que en ella se desarrollan.
Por ello, el estado positivo propone sustituir el uso de la imaginación por la
observación como única base posible de los conocimientos verdaderamente
accesibles, razonablemente adaptados a nuestras necesidades reales.
La corriente positivista ha sido adoptada para entender el proceso de enseñanza-
aprendizaje, y aunque sus raíces provienen de un enfoque más bien científico, ha
permanecido en el área educativa por muchos años.
Conductismo.
Es una corriente de la psicología que estudia la conducta o comportamiento
observable de personas y animales a través de procedimientos objetivos y
experimentales.
Conceptos básicos:
Condicionamiento y extinción.
Control de estímulos.
Motivación y emoción.
Control aversivo.
La audiencia y el total del episodio verbal.
La definición de la conducta verbal está dirigida al hablante, pero no deja de lado al
oyente para su total comprensión.
Positivismo y conductismo.
Al conjuntar estas dos corrientes, el positivismo y conductismo, tenemos que ambos
implementan la observación y la aplicación de una metodología para obtener
resultados verdaderos que conduzcan a un conocimiento real.
Implantándolos en el ámbito escolar tenemos que la corriente positivista ha sido desde
el punto de vista de la alfabetización inicial, caracterizada por ser objetiva,
reduccionista, mecanicista y reproduccionista, esto se evidencia principalmente en la
existencia de técnicas y métodos. Además, aquí se habla de un proceso de
lectoescritura, el cual divide el aprendizaje de la alfabetización en dos fases, por un
lado, la lectura y por otro la escritura, estableciéndolos como procesos independientes.
Por su parte, el conductismo sostiene que el lenguaje es una conducta adquirida en un
proceso de adaptación a estímulos externos de corrección, y repetición del ambiente
social, los niños imitan los sonidos y asocian palabras con objetos, por lo tanto, se
apropian de hábitos o respuestas aprendidas.
De manera general, para Skinner, el aprendizaje del lenguaje se produciría por
simples mecanismos de condicionamiento. En un principio los niños sólo imitarían,
para después asociar determinadas palabras a situaciones, objetos o acciones. El
aprendizaje del vocabulario y de la gramática se haría por condicionamiento operante,
es decir, la gente que se encuentra alrededor del niño recompensará la vocalización
de enunciados correctos gramaticalmente, la presencia de nuevas palabras en el
vocabulario, la formulación de preguntas y respuestas, etc. y castigará con la
desaprobación todas las formas del lenguaje incorrecto, como enunciados
agramaticales, palabras obscenas.
Skinner adopta una posición empirista, es decir, considera que el desarrollo del
lenguaje depende exclusivamente de los estímulos externos.