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presentes, además,
de conformidad con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (en adelante “la Convención” o “la Convención Americana”) y con los artículos
29, 31, 37, 56, 57 y 58 del Reglamento de la Corte (en adelante “el Reglamento”), dicta
la presente Sentencia.
2
I
INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA
1
La Comisión solicitó una prórroga de 15 días para presentar el original y los anexos de la demanda, la
cual fue concedida por la Corte.
2
Durante la tramitación de los procesos a nivel interno y a nivel internacional, María Salvador Chiriboga
ha ejercido los derechos que le correspondían personalmente y ha actuado en representación de su hermano
hasta su fallecimiento. En razón de ello, en la presente Sentencia se nombrará en los distintos actos e
incidencias procesales a los hermanos Salvador Chiriboga o a María Salvador Chiriboga, dependiendo de la
fecha de la actuación especificada en el texto.
3
Cfr. acta notarial de posesión efectiva de los bienes dejados por el señor Julio Guillermo Salvador
Chiriboga a favor de su heredera María Salvador Chiriboga (expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Anexos 27 a 51, fs. 3036 a 3045).
4
En el Informe de Admisibilidad No. 76/03 la Comisión decidió declarar admisible la petición No. 12.054
en relación con los derechos reconocidos en los artículos 1, 2, 21.2, 8.1 y 25 de la Convención Americana.
5
En el Informe de Fondo No. 78/05 la Comisión concluyó que el Estado violó los derechos consagrados
en los artículos 8 (Garantías Judiciales), 21 (Derecho a la Propiedad Privada) y 25 (Protección Judicial) de la
Convención Americana, en conjunto con los artículos 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) y
1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de ese mismo instrumento
6
La Comisión designó como delegados al Comisionado Evelio Fernández Arévalos y al Secretario
Ejecutivo Santiago A. Canton; y a Ariel E. Dulitzky, Elizabeth Abi-Mershed, Mario López Garelli y Lilly Ching
como asesores legales.
3
4. De conformidad con los hechos señalados por la Comisión se han iniciado diversos
procesos judiciales. Tres de ellos se encuentran pendientes, a saber: a) el recurso
subjetivo No. 1016 iniciado el 11 de mayo de 1994 ante la Primera Sala del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo de Quito (en adelante “Primera Sala”), mediante el cual los
hermanos Salvador Chiriboga apelaron la declaratoria de utilidad pública (infra párr. 80);
b) el recurso subjetivo No. 4431 iniciado el 17 de diciembre de 1997 ante la Sala
Segunda del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Quito (en adelante “Sala
Segunda”), el cual fue presentado por los hermanos Salvador Chiriboga con el propósito
de que se declarara la ilegalidad del Acuerdo Ministerial No. 417 (infra párr. 81); y c) el
juicio de expropiación No.1300-96 iniciado 16 de julio de 19969 ante el Juzgado Noveno
de lo Civil de Pichincha (en adelante “Juzgado Noveno de lo Civil” o “Juzgado Noveno”),
mediante el cual el Municipio de Quito (en adelante “el Municipio de Quito” o “el
Municipio”) presentó una demanda de expropiación del predio de los hermanos Salvador
Chiriboga. El Juez Noveno de lo Civil de Pichincha (en adelante “Juez Noveno de lo Civil”
o “Juez Noveno”), mediante auto emitido el 24 de septiembre de 1996, calificó la
demanda y autorizó la ocupación inmediata del inmueble, lo cual fue notificado a la
señora Salvador Chiriboga el 6 de junio de 199710.
7
Cfr. acuerdo Ministerial No. 408 (expediente de anexos a la demanda, Apéndices 1 y 2, fs. 83 y 85).
8
Cfr. acuerdo Ministerial No. 417 (expediente de anexos a la demanda, Apéndices 1 y 2, f. 87).
9
Cfr. demanda de expropiación presentada por el Municipio contra María y Julio Guillermo Salvador
Chiriboga de 16 de julio de 1996 (proceso No. 1300-96, expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Anexos 6 a 8, fs. 1802 a 1804).
10
Cfr. acta de notificación a la señora Salvador Chiriboga (proceso No. 1300-96, expediente de anexos al
escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 6 a 8, f. 1815).
11
Cfr. recurso Subjetivo o de Plena Jurisdicción No. 1498-95 (expediente de anexos al escrito de
solicitudes y argumentos, Anexo 9, fs. 2061 a 2070).
4
12
Cfr. recurso Subjetivo o de Plena Jurisdicción No. 2540-96 (expediente de anexos al escrito de
solicitudes y argumentos, Anexos 10 y 11, fs. 2116 a 2121).
13
Cfr. providencia del 13 de febrero de 2001 de la Corte Suprema de Justicia (expediente de anexos al
escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 10 y 11, fs. 2139 a 2142).
14
Cfr. demanda del recurso de amparo constitucional de 10 de julio de 1997 (expediente de anexos a la
demanda, Apéndices 1 y 2, fs. 92 a 103).
15
Cuando se notificó la demanda al Estado se le informó su derecho a designar un Juez ad hoc para que
participara en la consideración del caso. El 13 de febrero de 2007 el Estado designó al señor Diego Rodríguez
Pinzón como Juez ad hoc.
5
II
PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE
13. Durante el proceso ante este Tribunal, el entonces Presidente de la Corte (en
adelante “el Presidente”) el 17 de septiembre de 2007 ordenó recibir a través de
declaraciones rendidas ante fedatario público (affidávit) seis testimonios17 y cuatro
peritajes ofrecidos por la Comisión, los representantes y el Estado18, respecto de los
cuales las partes tuvieron oportunidad de presentar observaciones. Además,
considerando las circunstancias particulares del caso, el Presidente convocó a la Comisión
Interamericana, a los representantes y al Estado a una audiencia pública para escuchar
la declaración de la presunta víctima, la declaración de un perito propuesto por la
Comisión y los representantes, y la declaración de un perito propuesto por el Estado. El
16
El Estado designó a Erick Roberts, Subdirector de Derechos Humanos de la Procuraduría General del
Estado, Agente Principal y Salim Zaidán, Funcionario de la Subdirección de Derechos Humanos de la
Procuraduría General del Estado, Agente Alterno.
17
El 8 de octubre de 2007 el Estado informó que desistía de la presentación de una de las declaraciones
rendidas ante fedatario público.
18
Cfr. resoluciones dictadas por el Presidente de la Corte el 17 de septiembre de 2007 y el 2 de octubre
de 2007.
6
III
PRUEBA
18. Con base en lo establecido en los artículos 44 y 45 del Reglamento, así como en la
jurisprudencia del Tribunal respecto de la prueba y su apreciación, la Corte procederá a
examinar y valorar los elementos probatorios documentales remitidos por la Comisión,
los representantes y el Estado en diversas oportunidades procesales o como prueba para
mejor resolver solicitada por la Presidenta, así como las declaraciones testimoniales y
periciales rendidas mediante affidávit y ante la Corte durante la audiencia pública
19
Cfr. resolución dictada por la Corte el 18 de octubre de 2008.
20
A esta audiencia pública comparecieron: a) por la Comisión Interamericana: Lilly Ching Soto y
Alejandra Gonza; b) por los representantes: Alejandro Ponce Martínez y Alejandro Ponce Villacís; y c) por el
Estado: Xavier Garaicoa Ortiz, Procurador General del Estado, agente principal y Salim Zaidán, como asistente
de abogacía de la Procuraduría General del Estado, agente alterno.
7
celebrada en el presente caso. Para ello el Tribunal se atendrá a las reglas de la sana
crítica, dentro del marco legal correspondiente21.
21
Cfr. Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 8 de
marzo de 1998. Serie C No. 37, párr. 76; Caso Albán Cornejo y otro Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 171, párr. 26; y Caso del Pueblo Saramaka Vs.
Suriname. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de 2007. Serie C
No. 172, párr. 63.
8
B) VALORACIÓN DE LA PRUEBA
21. En este caso, como en otros22, el Tribunal admite el valor probatorio de aquellos
documentos presentados por las partes en la oportunidad procesal correspondiente que
no fueron controvertidos ni objetados, ni cuya autenticidad fue puesta en duda.
22
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4,
párr. 140; Caso Albán Cornejo y otro, supra nota 21, párr. 29; y Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21,
párr.66.
23
A saber: fotocopias del registro oficial No. 80 de 9 de mayo de 2007, en el que constan distintas
resoluciones de la Corte Suprema de Justicia (expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas, Tomo II, fs. 276 a 282).
24
A saber: fotocopias de algunos artículos de la siguiente normativa: a) Constitución Política de la
República del Ecuador; b) ley del Régimen Municipal (vigente al año 1991); y c) código de Procedimiento Civil
(expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo IV, fs.557 a 564).
25
A saber: a) resolución No. 704 expedida por el Concejo Metropolitano de Quito de 27 de septiembre de
2007; b) proyecto de Ley Orgánica para la ejecución de Sentencias expedidas por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos e implementación de acuerdos amistosos y de cumplimiento ante la Comisión
Interamericana; c) ordenanza metropolitana No. 181 expedida por el Concejo Metropolitano de Quito de 23 de
mayo de 2006; y d) legajo de documentos del proceso de expropiación tramitado por el Municipio de Quito en
11
documentos remitidos como prueba para mejor resolver por el Estado, la Comisión y los
representantes, así como los documentos adicionales presentados por el Estado27 y los
representantes28 junto con la prueba para mejor resolver.
23. En relación con las declaraciones rendidas ante fedatario público (affidávit) por
Guadalupe Jessica Salvador Chiriboga (supra párr. 19.a) y Susana Salvador Chiriboga
(supra párr. 19.b), las cuales el Estado objetó por considerar que “hace[n] mención a
cuestiones afectivas que merecen respeto, pero que no son relevantes para los efectos
del juicio […]”, la Corte estima que dichas declaraciones pueden contribuir a la
determinación por parte del Tribunal de los hechos en el presente caso, en cuanto
concuerden con el objeto que fue definido en la Resolución del Presidente de 17 de
septiembre de 2007 (supra nota 18). Por ello, la Corte las valora aplicando las reglas de
la sana crítica y tomando en cuenta las observaciones presentadas por el Estado.
Asimismo, este Tribunal recuerda que por tratarse de víctimas o de sus familiares y tener
un interés directo en este caso, sus declaraciones no pueden ser valoradas aisladamente,
sino dentro del conjunto de las pruebas del proceso29. Las declaraciones de las víctimas o
sus familiares son útiles en la medida en que proporcionen mayor información sobre las
consecuencias de las presuntas violaciones perpetradas.
24. En relación con la declaración rendida ante fedatario público (affidávit) por el
señor José Luis Paredes Sánchez (supra párr. 19.c), el Estado en sus observaciones
expresó que el testigo en su declaración hizo “[…] una interpretación subjetiva [y]
desinformada […]” y que “no puede testimoniar por terceras personas ni puede
generalizar de manera tan ligera la situación de las personas expropiadas”. Al respecto,
la Corte toma en cuenta las observaciones presentadas por el Estado, y estima que dicha
declaración puede contribuir a la determinación por parte del Tribunal de los hechos en el
presente caso, en cuanto concuerde con el objeto que fue determinado en la Resolución
contra de María Salvador Chiriboga (expediente de documentos presentados por el Estado durante la
celebración de la audiencia pública, fs. 4190 a 4348).
26
A saber: a) documento denominado “informe de juicios terminados a partir del acuerdo de 14 de
marzo de 2002” (expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, f. 816 a 818); b)
planos y fotografías del Municipio de Quito y del Parque Metropolitano (expediente de excepción preliminar,
fondo, reparaciones y costas, Tomo V, f. 819 a 826); c) documento denominado “registro de los planes
reguladores para Quito y su distrito metropolitano” (expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas, Tomo V, fs. 828 y 829); d) documento denominado “tablas de valores de la tierra rural del D.M.Q”
(expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, fs. 830 y 831); e) documento
denominado “características de las ocho clases agrológicas de tierras” (expediente de excepción preliminar,
fondo, reparaciones y costas, Tomo V, fs. 832 y 833); f) documento denominado “valoración de terrenos
urbanos parroquia Iñaquito” (expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, fs.
834 a 836); g) distintas publicaciones periodísticas respecto al caso, que el Estado denominó “Prueba
Indiciaria” (expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, fs. 838 a 842); y h)
informe de juicios terminados a partir del acuerdo de 14 de marzo de 2002 (expediente de excepción
preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, f. 816 a 818).
27
A saber: a) Reglamento General de la Ley de Contratación Pública, Registro Oficial Suplemento 622 de
19 de julio de 2002; b) Reglamento General de la Ley de Contratación Pública No. 2392 de 29 de abril de 1991;
c) certificación de la Secretaría General del Concejo Metropolitano de Quito; d) copia certificada de la ordenanza
municipal Nº 2157 de 10 de diciembre de 1981; e) copia certificada de la ordenanza municipal Nº 2776 de 28
de mayo de 1990; f) copia certificada de la ordenanza municipal Nº 2816 de 15 de octubre de 1990; y g)
información de actividades desarrolladas por el Juzgado Noveno de lo Civil de Pichincha (expediente de prueba
para mejor resolver presentada por el Estado, Tomo II, fs. 4780 a 4842 y Tomo III, fs. 7514 a 7571).
28
A saber: un comprobante de cobro del año 2008 por pago de impuestos prediales y por solar no
edificado y documentos referentes al “Plan Quito 1980” relacionados con la Ordenanza Nº 2092 de 26 de enero
de 1981 (expediente de prueba para mejor resolver presentada por los representantes, Tomo II, fs. 7166).
29
Cfr. Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C No. 33,
párr. 33; Caso Albán Cornejo y otros, supra nota 21, párr. 33; y Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21,
párr. 68.
12
25. Este Tribunal admite la declaración rendida ante fedatario público (affidávit) por la
señora Margarita Beatriz Rafiha El Fil Guerra (supra párr. 19.d), en cuanto concuerde con
el objeto señalado en la Resolución del Presidente de 17 de septiembre de 2007 (supra
nota 18) y la aprecia en el conjunto del acervo probatorio.
26. Respecto del peritaje rendido ante fedatario público (affidávit) por el señor
Edmundo Gutiérrez (supra párr. 19.e), el Estado en sus observaciones manifestó que en
dicho dictamen el perito “[f]ormula criterios demasiado generales sobre la valoración de
los terrenos [y desconoce] que un terreno cuando es expropiado sale del comercio por lo
que no resulta aplicable tomar como referente la demanda del mercado”. En cuanto al
dictamen rendido ante fedatario público por el señor Raúl Moscoso Álvarez (supra párr.
19.f), el Estado en sus observaciones expresó que su dictamen “[…] no se circunscribe al
objeto específico del peritaje […] especialmente a la ejecutoria de las providencias
judiciales en relación con las normas del debido proceso […]”. Al respecto, este Tribunal
admite los referidos dictámenes tomando en cuenta el objeto de los peritajes fijados en
la Resolución del Presidente de 17 de septiembre de 2007 (supra nota 18), así como las
observaciones presentadas por el Estado, y los valora de acuerdo al acervo probatorio del
presente caso y las reglas de la sana crítica.
30
Cfr. Caso de la “Panel Blanca“(Paniagua Morales y otros), supra nota 21, párr. 70; Caso Albán Cornejo
y otro, supra nota 21, párr. 34; y Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21, párr. 63.
13
30. El Tribunal admite el testimonio rendido ante la Corte por la señora María
Salvador Chiriboga (supra párr. 20.a), en cuanto concuerde con el objeto de la
declaración determinado en la Resolución del Presidente de 17 de septiembre de 2007
(supra nota 18), y lo valora en el conjunto del acervo probatorio. Asimismo, la Corte
reitera lo señalado anteriormente respecto al valor de su declaración por tratarse de una
presunta víctima en el presente caso (supra párr. 23).
31. En lo que se refiere al dictamen rendido ante la Corte por el señor Edgar Neira
Orellana (supra párr. 20.b), este Tribunal lo admite y lo valora conforme a la sana crítica
y en cuanto concuerde con el objeto del peritaje fijado en la Resolución de 17 de
septiembre de 2007 (supra nota 18).
32. Respecto de la declaración del señor Gonzalo Estupiñán Narváez (supra párr.
20.c), este Tribunal lo admite tomando en cuenta lo estipulado en el punto considerativo
noveno de la Resolución de la Corte de 18 de octubre de 2007 y el objeto del peritaje
fijado en la referida Resolución (supra nota 19), y lo valora de acuerdo al acervo
probatorio del presente caso y las reglas de la sana crítica.
IV
EXCEPCIÓN PRELIMINAR
“Falta de Agotamiento de Recursos Internos”
31
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez, supra nota 22, párr. 146; Caso Albán Cornejo y otro, supra nota 21,
párr. 35; y Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21, párr. 67.
14
35. La Comisión presentó sus alegatos sobre la referida excepción preliminar, en las
cuales indicó que en la etapa de admisibilidad el Estado había alegado la falta de
agotamiento de los recursos internos, bajo el argumento que los representantes debían
acudir a la vía administrativa para impugnar los actos de las entidades estatales, y que,
no obstante, que los hermanos Salvador Chiriboga hicieron uso de los recursos
administrativos que consideraron oportunos, los mismos no habían concluido debido a los
“[…] serios problemas que afligen a la administración de justicia del Ecuador.”
38. En sus alegatos sobre esta excepción preliminar, los representantes indicaron que
cuando presentaron la petición inicial ante la Comisión se había cumplido con el requisito
de agotamiento de los recursos internos “[…] en virtud de la resolución del Tribunal
Constitucional que denegó [un] recurso de amparo en última instancia […]” interpuesto
por la presunta víctima, en el que se invocó la violación de varias normas de la
Convención. Añadieron que la primera ocasión que el Estado había hecho alusión a la
falta de agotamiento de los recursos internos, fue en la audiencia celebrada ante la
Comisión el 2 de marzo de 2000, sin haber señalado cuáles deberían ser los recursos
sujetos a agotar.
32
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C No. 1, párr. 88; Caso Boyce et al. Vs. Barbados. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2007. Serie C No. 169, párr. 25; y Caso del Pueblo Saramaka, supra
nota 21, párr. 43.
33
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez, supra nota 32, párr. 88; Caso García Prieto y otros Vs. El Salvador.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2007. Serie C No. 168,
párr. 49; Caso Boyce et al., supra nota 32, párr. 25; y Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21, párr. 43.
34
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez, supra nota 32, párr. 88; Caso Boyce et al., supra nota 32, párr. 25; y
Caso del Pueblo Saramaka, supra nota 21, párr. 43.
35
Cfr. observaciones presentadas por el Estado ante la Comisión (expediente de anexos a la demanda,
Apéndice 3, Tomo I, f. 298).
36
Cfr. oficio No. 2894 remitido al Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana el 8 de diciembre
de 1998 por Julio Pardo Vallejo, representante Permanente del Estado ante la Organización de Estados
Americanos (expediente de anexos a la demanda, Tomo I, fs. 298 a 306).
37
Cfr. oficio No. 4-2-285/99 remitido al Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana el 19 de
septiembre de 1999 por Patricio Vivanco Riofrío, representante Permanente del Estado ante la Organización de
Estados Americanos (expediente de anexos a la demanda, Tomo I, fs. 356 a 358).
38
Cfr. oficio No. 4-2-17/00 remitido al Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana el 17 de enero
de 2000 por Blasco Peñaherrera P., representante Permanente del Estado ante la Organización de Estados
Americanos (expediente de anexos a la demanda, Apéndice 3, Tomo I, fs. 528 a 532).
16
Municipio de Quito dentro del proceso de expropiación, del cual informó que en ese
momento se hallaban pendientes de resolver un recurso de apelación, un recurso de
hecho y una recusación, interpuestos por el Municipio ante el Juez Noveno39.
44. De acuerdo con lo señalado anteriormente, los argumentos de las partes y los
documentos allegados a la Corte en relación con la excepción de falta de agotamiento de
los recursos internos, este Tribunal no encuentra motivo para reexaminar el
razonamiento de la Comisión Interamericana al decidir sobre la admisibilidad del
presente caso, ya que dicho razonamiento es compatible con las disposiciones relevantes
de la Convención41.
39
Cfr. oficio No. 4-2-213/01 remitido al Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana el 6 de
septiembre de 2001 por Rafael Veintimilla Chiriboga, representante Interino del Estado ante la Organización de
Estados Americanos (expediente de anexos a la demanda, Apéndice 3, Tomo I, fs. 564 a 569).
40
Cfr. informe de admisibilidad No. 76/03 de 22 de octubre de 2003 (expediente de anexos a la
demanda, Apéndice 3, Tomo I, f. 642).
41
Cfr. Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. Excepciones Preliminares. Sentencia de 23 de
noviembre de 2004. Serie C No. 118, párr. 141.
17
V
COMPETENCIA
47. La Corte es competente para conocer del presente caso, en los términos del
artículo 62.3 y 63.1 de la Convención Americana, ya que Ecuador es Estado Parte en la
Convención desde el 28 de diciembre de 1977 y reconoció la jurisdicción contenciosa de
la Corte el 24 de julio de 1984. Por lo tanto, el Tribunal pasará a decidir sobre el fondo en
el presente caso, en consideración de lo decidido en la excepción preliminar (supra párrs.
40 a 46).
VI
ARTÍCULOS 21 (DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA)42,
8.1 (GARANTÍAS JUDICIALES )43 Y 25.1 (PROTECCIÓN JUDICIAL)44
45
EN RELACIÓN CON LOS ARTÍCULOS 1.1 (OBLIGACIÓN DE RESPETAR LOS DERECHOS)
46
Y 2 (DEBER DE ADOPTAR DISPOSICIONES DE DERECHOS INTERNO)
DE LA CONVENCIÓN AMERICANA
48. La Corte debe determinar, a la luz de los hechos del presente caso, si la limitación
al derecho de propiedad de la señora Salvador Chiriboga se llevó a cabo de acuerdo a los
requisitos establecidos en el artículo 21 de la Convención Americana, así como si el
Estado brindó las garantías y protección judiciales consagradas en los artículos 8 y 25 de
la Convención Americana.
49. Debido a que los hechos relacionados con los derechos tutelados en los artículos
previamente señalados se interrelacionan entre sí, la Corte analizará estos en su
conjunto. De esta manera, las supuestas violaciones a los artículos 8 y 25 de la
42
El artículo 21.1 y 21.2 (Derecho de la Propiedad Privada) de la Convención estipula que:
Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal uso y goce al
interés social.
[…] Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización
justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas
por la ley.
[…]
43
El artículo 8.1 (Garantías Judiciales) de la Convención establece que:
Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. […]
44
El artículo 25.1 (Protección Judicial) de la Convención señala que:
Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea
cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. […]
45
El artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de la Convención dispone:
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social. […]
46
El artículo 2 (Obligación de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de la Convención establece
que:
Si en el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado
por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.
18
51. La Comisión en la demanda señaló que para que la privación de los bienes de una
persona sea compatible con el derecho a la propiedad privada consagrado en el artículo
21 de la Convención Americana, debe practicarse según las formas establecidas por la
ley. En lo referente al artículo 8 de la Convención, la Comisión alegó que en los procesos
interpuestos por María Salvador Chiriboga se han evidenciado dilaciones de las
autoridades estatales que han impedido que se llegue a una decisión de fondo respecto a
su propiedad, por lo que se ha excedido en el plazo razonable y el Estado no ha probado
lo contrario. En cuanto a la alegada violación del artículo 25 de la Convención, la
Comisión manifestó que no pueden considerarse efectivos los recursos que resulten
ilusorios, cuando se configure un cuadro de denegación de justicia, como lo es un retardo
injustificado en la decisión.
52. Los representantes coincidieron con la mayoría de los alegatos presentados por la
Comisión acerca de la presunta violación de los artículos 8 y 25 de la Convención. A su
vez, los representantes alegaron que la ausencia de indemnización previa, así como los
defectos procesales viciaron la legitimidad de la declaratoria de utilidad pública y
transformaron la expropiación en una confiscación, lo cual impuso una carga excesiva en
la señora Salvador Chiriboga.
53. Para el Estado, el Municipio de Quito cumplió con las normas legales y
constitucionales al tramitar la expropiación. Específicamente señaló que la declaratoria de
utilidad pública y la ocupación del bien se realizaron sin violar ninguna garantía
contemplada en la normativa, en la Constitución Política, ni menos en la Convención
Americana. A su vez, el Estado manifestó que no ha incumplido con el plazo razonable,
ya que “el factor que obstruyó un acuerdo o la fijación de un avalúo razonable del bien
expropiado en el caso de la señora Salvador Chiriboga fue la ambiciosa y
desproporcionada exigencia de sus abogados”. Finalmente, el Estado afirmó que su
ordenamiento jurídico interno sí cuenta con recursos rápidos y sencillos para proteger los
derechos alegados como violados por la señora Salvador Chiriboga.
54. En relación con los argumentos expuestos, este Tribunal deberá resolver si la
limitación al derecho de propiedad del predio de la señora María Salvador Chiriboga para
la construcción del Parque Metropolitano de la Ciudad de Quito se llevó a cabo de
conformidad con los requisitos establecidos en el artículo 21 de la Convención. Para
este fin, la Corte se referirá al contenido del derecho a la propiedad privada y analizará
los hechos del presente caso de conformidad con las posibles restricciones al mencionado
derecho y valorará si el Estado al aplicar dichas limitaciones cumplió con los requisitos
exigidos por la Convención.
19
56. De otra parte, el artículo 8.1 de la Convención consagra los lineamientos del
llamado “debido proceso legal”, que consiste en el derecho de toda persona a ser oída
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley para la
determinación de sus derechos50. El plazo razonable al que se refiere el artículo 8.1 de la
Convención se debe apreciar en relación con la duración total del procedimiento que se
desarrolla hasta que se dicta sentencia definitiva51.
58. Asimismo, este Tribunal recuerda que en virtud de la protección otorgada por los
artículos 8 y 25 de la Convención, los Estados están obligados a suministrar recursos
judiciales efectivos a las víctimas de violaciones de los derechos humanos, que deben ser
sustanciados de conformidad con las garantías judiciales, todo ello dentro de la obligación
general, a cargo de los mismos Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los
47
Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, párr. 174.
48
Cfr. Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2001. Serie C No. 79, párr. 144; Caso Palamara Iribarne Vs. Chile.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr.102; Caso
Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia 17 de junio de 2005.
Serie C No. 125, párr. 137; y Caso de la Comunidad Moiwana Vs. Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia 15 de junio de 2005. Serie C No. 124, párr. 129.
49
Cfr. Caso "Cinco Pensionistas" Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de febrero de
2003. Serie C No. 98, párr. 102.
50
Cfr. Caso Genie Lacayo. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 29 de enero de 1997. Serie C
No. 30, párr. 74.
51
Cfr. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35,
párr. 70; Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006.
Serie C No. 141, párr. 129; y Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
24 de junio de 2005. Serie C No. 129, párr. 104.
52
Cfr. Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre de 1987. Serie A No. 9, párr. 23; Caso del
Tribunal Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C No.
71, párr. 89; Caso Yatama Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127, párr. 167; y Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C No. 151, párr.128.
20
59. Por último, la Corte ha señalado que el derecho de acceso a la justicia implica que
la solución de la controversia se produzca en tiempo razonable54; una demora prolongada
puede llegar a constituir, por sí misma, una violación de las garantías judiciales55.
60. El derecho a la propiedad privada debe ser entendido dentro del contexto de una
sociedad democrática donde para la prevalencia del bien común y los derechos colectivos
deben existir medidas proporcionales que garanticen los derechos individuales. La
función social de la propiedad es un elemento fundamental para el funcionamiento de la
misma, y es por ello que el Estado, a fin de garantizar otros derechos fundamentales de
vital relevancia para una sociedad específica, puede limitar o restringir el derecho a la
propiedad privada, respetando siempre los supuestos contenidos en la norma del artículo
21 de la Convención, y los principios generales del derecho internacional.
62. A su vez, este Tribunal ha señalado que “la restricción de los derechos
consagrados en la Convención debe ser proporcional al interés de la justicia y ajustarse
estrechamente al logro de ese objetivo, interfiriendo en la menor medida posible en el
efectivo ejercicio de [un] derecho […]”57.
63. La Corte considera que a fin de que el Estado pueda satisfacer legítimamente un
interés social y encontrar un justo equilibrio con el interés del particular, debe utilizar los
medios proporcionales a fin de vulnerar en la menor medida el derecho a la propiedad de
la persona objeto de la restricción. En este sentido, el Tribunal considera que en el
marco de una privación al derecho a la propiedad privada, en específico en el caso de
una expropiación, dicha restricción demanda el cumplimiento y fiel ejercicio de
requerimientos o exigencias que ya se encuentran consagradas en el artículo 21.2 de la
Convención.
53
Cfr. Caso Velásquez Rodríguez, supra 32, párr. 91; Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2006. Serie C No. 160, párr. 381; y Caso
Zambrano Vélez. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No. 166, párr. 114.
54
Cfr. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs. Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de junio de 2002. Serie C No. 94, párrs. 142 a 145; Caso Myrna Mack Chang Vs.
Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de septiembre de 2003. Serie C No. 101, párr. 209;
y Caso López Álvarez, supra nota 51, párr. 128.
55
Cfr. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros, supra nota 54, párrs. 142 a 145; Caso de la
Comunidad Moiwana, supra nota 48, párr. 160; y Caso López Álvarez, supra nota 51, párr. 128.
56
Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo Iñiguez, supra nota 47, párr. 174.
57
Cfr. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,
Sentencia de 2 de julio de 2004, párr. 123.
21
64. De otra parte, este Tribunal observa que en la normativa interna del Ecuador se
encontraban consagrados en el entonces artículo 6258 de la Constitución Política,
actualmente artículo 3359 de la Constitución, los requisitos para ejercer la función
expropiatoria del Estado. Entre dichos requisitos se destaca la necesidad de seguir el
procedimiento establecido por ella, dentro de los plazos señalados en las normas
procesales, previa valoración, pago e indemnización. En este sentido, la Corte Europea de
Derechos Humanos (en adelante “Corte Europea”) ha señalado en casos de expropiación
que el principio de legalidad es una condición determinante para efectos de verificar la
concurrencia de una vulneración al derecho a la propiedad y ha insistido en que este
principio supone que la legislación que regule la privación del derecho a la propiedad
deba ser clara, específica y previsible60.
65. A este respecto, la Corte ha considerado que no es necesario que toda causa de
privación o restricción al derecho a la propiedad esté señalada en la ley, sino que es
preciso que esa ley y su aplicación respeten el contenido esencial del derecho a la
propiedad privada. Este derecho supone que toda limitación a éste deba ser excepcional.
De la excepcionalidad se deriva que toda medida de restricción debe ser necesaria para
la consecución de un objetivo legítimo en una sociedad democrática61, de conformidad
con el propósito y fin de la Convención Americana. Por lo tanto, es necesario analizar la
legitimidad de la utilidad pública y el trámite o proceso que se empleó para perseguir
dicho fin.
58
La Constitución Política de 1978 en su artículo 62 disponía que “[p]ara fines de orden social
determinados en la ley, el sector público, mediante el procedimiento y en los plazos que señalen las normas
procesales, podrán expropiar, previa justa valoración, pago e indemnización, los bienes que pertenezcan a los
otros sectores. Está prohibida la confiscación.”
59
El artículo 33 señala que “[p]ara fines de orden social determinados en la ley, las instituciones del
Estado, mediante el procedimiento y en los plazos que señalen las normas procesales, podrán expropiar, previa
justa valoración, pago e indemnización, los bien es que pertenezcan al sector privado. Se prohibe toda
confiscación”.
60
Cfr. ECHR, Case Beyeler v. Italy, Judgment of 5 January 2000, Application no. 33202/96, párrs. 108 y
109; ECHR, Case Carbonara and Ventura v. Italy, Judgment of 30 May 2000, Application no. 24638/94, párr.
65; ECHR, Case Belvedere Alberghiera Sr.l. v. Italy, Judgment of 30 May 2000, Application no. 31524/96, párr.
58; y ECHR, Case Velikovi and Others v. Bulgaria, Judgment of 15 March 2007, Applications nos. 43278/98,
45437/99, 48014/99, 48380/99, 51362/99, 53367/99, 60036/00, 73465/01, and 194/02, párr. 166.
61
Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo, supra nota 47, párr. 93. Ver también, La Expresión "Leyes" en el
Artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-6/86 del 9 de mayo
de 1986. Serie A No. 6. párr. 28.
22
69. La Corte observa que en el caso sub judice los hermanos María y Julio Guillermo
Salvador Chiriboga adquirieron por sucesión de su padre, Guillermo Salvador Tobar, un
predio de 60 hectáreas designado con el número 108, de la parcelación conocida como
“Batán de Merizalde”, o simplemente “El Batán”, ubicado en la zona nororiente del actual
Distrito Metropolitano de Quito62. La señora María Salvador Chiriboga es su propietaria63.
62
Cfr. registro de la Propiedad del Cantón Quito No. C4020204.001, que concede la posesión efectiva de
los bienes dejados por el señor Guillermo Salvador Tobar (expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Anexo 6, fs. 1787 a 1791).
63
Cfr. acta notarial de posesión efectiva de los bienes dejados por el señor Julio Guillermo Salvador
Chiriboga a favor de su heredera María Salvador Chiriboga, supra nota 3.
64
En el informe del perito Vicente Domínguez Zambrano de 21 de febrero de 2007, designado por el Juez
Noveno de lo Civil en el juicio de expropiación, estipula que el área total de la propiedad es de 645.687,50
metros cuadrados. Informe pericial presentado por Vicente Domínguez Zambrano dentro del juicio de
expropiación que se tramita ante el Juez Noveno (proceso No. 1300-96, expediente de anexos al escrito de
solicitudes y argumentos, Anexo 6, fs. 2032 a 2042).
65
Cfr. declaratoria de utilidad pública de 13 de mayo de 1991 y notificaciones de la misma (expediente
de anexos a la demanda, Apéndices 1 y 2, fs. 46 a 55).
66
Cfr. declaratoria de utilidad pública de 13 de mayo de 1991 y notificaciones de la misma, supra nota
65.
67
Cfr. modificatoria de la resolución del Concejo del Distrito Metropolitano de Quito de 25 de septiembre
de 1995 (expediente de anexos a la demanda, Apéndices 1 y 2, fs. 61 y 62).
68
Instancia en la cual argumentaron que: i) el acto de declaratoria de utilidad pública no fue
debidamente notificado a las partes, puesto que se citó al padre de los hermanos Salvador Chiriboga, quien ya
había fallecido para ese momento, y por tanto “se debía citar a sus herederos de conformidad con lo establecido
en el Art. 86 del Código de Procedimiento Civil”; ii) de conformidad con el artículo 252 de la Ley de Régimen
Municipal es necesario que el Concejo Municipal tenga certeza sobre la utilización que se va a otorgar al bien
expropiado y el Concejo hasta el momento no tenía claro si el terreno se iba a utilizar como una zona de
reserva ecológica o como un parque metropolitano; iii) en caso de que el terreno se utilice como reserva
ecológica, el competente para administrarlo no sería el Alcalde de la ciudad de Quito, sino la subsecretaria
forestal y de recursos naturales renovables; y iv) “el Concejo Municipal de Quito no dispone de los fondos ni
para pagar el precio justo de […] [los] terrenos en una extensión tan grande y peor para realizar las obras en la
magnitud que requiere un parque metropolitano” Cfr. apelación presentada por la señora Salvador Chiriboga
ante el Ministerio de Gobierno de 17 julio de 1991 (expediente de documentos presentados por el Estado
durante la celebración de la audiencia pública, fs. 4248 a 4254); y escrito del subsecretario de gobierno al
Alcalde de Quito de 24 de junio de 1991 en el que le notifica la apelación de los hermanos Salvador Chiriboga a
la declaratoria de utilidad pública (expediente de documentos presentados por el Estado durante la celebración
de la audiencia pública, f. 4247).
69
Cfr. acuerdo ministerial No. 408 de 16 de septiembre de 1997, supra nota 7.
70
Cfr. acuerdo ministerial No. 417 del 18 de septiembre de 1997, supra nota 8.
23
71. La Corte constató que la declaratoria de utilidad pública tenía como objeto
destinar dicho predio al denominado “Parque Metropolitano”71. Inclusive, anteriormente
a ésta, el terreno se encontraba afectado por la ordenanza Nº 2092 de 26 de enero de
1981, denominada “Plan Quito”, y la ordenanza Nº 2818 de 19 de octubre de 1990 que
determinó los límites del Parque Metropolitano de la ciudad de Quito. Ambas ordenanzas
establecen los límites y el uso de toda la superficie del Parque Metropolitano como área
de recreación y protección ecológica de la ciudad de Quito72.
72. Este Tribunal observa que no existe coincidencia entre las partes sobre la fecha
exacta en que ocurrió la ocupación del terreno de la señora Salvador Chiriboga por parte
del Municipio de Quito. La Comisión Interamericana señaló en la demanda que la
ocupación se llevó a cabo el 10 de julio de 1997. Mientras que en su alegato final los
representantes indicaron que el Estado se encontraba ocupando el terreno objeto de la
expropiación desde 1991. Sin embargo, los mismos representantes, en los fundamentos
de hecho del recurso de amparo constitucional que interpusieron en la jurisdicción
interna, expresaron que “el día 7 de julio de 1997 el Municipio del Distrito Metropolitano
de Quito ingresó abruptamente a la parte occidental [del] inmueble”. De otra parte, cabe
mencionar que María Salvador Chiriboga, en su declaración rendida ante la Corte,
expresó que perdió la posesión de su propiedad alrededor de 1991. Por otra parte, las
hijas de la señora Salvador Chiriboga declararon que la ocupación del bien se había
realizado en el año 1994, cuando se inauguró formalmente el parque (supra párrs. 19.a y
19.b). Al respecto, dentro de la prueba para mejor resolver solicitada por la Corte, el
Estado allegó una certificación del Secretario General del Concejo Metropolitano de Quito,
en la cual declara que el terreno fue ocupado después de que el Juez Noveno diera la
autorización por medio de la providencia dictada el 24 de septiembre de 1996. De todo
lo expuesto, en consideración de lo alegado por las partes y de la providencia dictada por
el Juzgado Noveno el 24 de septiembre de 1996, este Tribunal estima que la ocupación
del inmueble por el Municipio de Quito ocurrió entre el 7 y 10 de julio de 1997.
73. Las razones de utilidad pública e interés social a que se refiere la Convención
comprenden todos aquellos bienes que por el uso a que serán destinados, permitan el
mejor desarrollo de una sociedad democrática. Para tal efecto, los Estados deberán
emplear todos los medios a su alcance para afectar en menor medida otros derechos, y
por tanto asumir las obligaciones que esto conlleve de acuerdo a la Convención.
74. De manera análoga al interés social, esta Corte ha interpretado el alcance de las
razones de interés general comprendido en el artículo 30 de la Convención Americana
(alcance de las restricciones), al señalar que “[e]l requisito según la cual las leyes han de
ser dictadas por razones de interés general significa que deben haber sido adoptadas en
función del ‘bien común’ (art[ículo] 32.2 [de la Convención]), concepto que ha de
interpretarse como elemento integrante del orden público del Estado democrático, cuyo
fin principal es ‘la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de
71
Cfr. documento “Parque Metropolitano, Plan Maestro: estrategias de ejecución” (expediente de anexos
al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 4 y 5, fs. 1647 a 1703).
72
Cfr. ordenanza No. 2092 del Concejo Municipal de Quito, por medio de la cual se aprobó el “Plan Quito”
(expediente de prueba para mejor resolver, Tomo III, fs. 7536 y 7537). Esta ordenanza fue posteriormente
derogada por la ordenanza No. 2816 del Concejo Municipal de Quito, por medio de la cual se aprobó el
“Proyecto de Estructura Urbana para Quito”. Sin embargo, la derogación de la primera ordenanza no afecta la
vigencia de la creación del Parque Metropolitano, puesto que éste ha seguido contemplado dentro de la
normatividad reciente. Al respecto, comunicación del Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito, que hace
observaciones a la Comisión Interamericana sobre el presente caso (expediente de anexos a la demanda,
Apéndice 3, Tomo II, fs. 816 a 820).
24
75. Asimismo, este Tribunal ha señalado que los conceptos de “orden público” o el
“bien común”, derivados del interés general, en cuanto se invoquen como fundamento de
limitaciones a los derechos humanos, deben ser objeto de una interpretación
estrictamente ceñida a las “justas exigencias” de “una sociedad democrática” que tenga
en cuenta el equilibrio entre los distintos intereses en juego y la necesidad de preservar
el objeto y fin de la Convención74.
76. En el presente caso no existe controversia entre las partes respecto al motivo y fin
de la expropiación del inmueble de la señora Salvador Chiriboga. Asimismo, el Tribunal
destaca, en relación con la privación del derecho a la propiedad privada, que un interés
legítimo o general basado en la protección del medio ambiente como se observa en este
caso, representa una causa de utilidad pública legítima. El Parque Metropolitano de Quito
es un área de recreación y protección ecológica para dicha ciudad.
*
* *
77. Por otra parte, este Tribunal constata que si bien dentro del proceso ante el
sistema interamericano no existe controversia acerca de la declaratoria de utilidad
pública respecto al destino del terreno, en la jurisdicción interna la señora Salvador
Chiriboga sí interpuso dos recursos subjetivos o de plena jurisdicción, con el fin de
impugnar la legalidad de dicha declaratoria. Debido a que estos recursos aún se
encuentran pendientes, la Corte examinará sí el Estado ha cumplido con el plazo
razonable y si los recursos fueron efectivos para proteger los derechos de la presunta
víctima.
73
Cfr. La Expresión "Leyes" en el Artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
supra nota 61, párr. 29.
74
Cfr. La colegiación obligatoria de periodistas (arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos
Humanos), Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párrs. 66 y 67; y La
Expresión "Leyes" en el Artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Opinión Consultiva
OC-6/86, supra nota 61, párr. 31.
75
Cfr. Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C No. 137, párr. 166; Caso Acosta Calderón, supra nota 51, párr.
105; Caso de las Hermanas Serrano Cruz. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 01 de marzo de 2005.
Serie C No. 120, párr. 67; y Caso López Álvarez, supra nota 51, párr. 132.
25
pública76, con fundamento en supuestos errores del proceso, tales como la falta de
notificación de la declaración de utilidad pública y un trato discriminatorio. El 4 de
diciembre de 1995 la Primera Sala calificó la demanda77. A partir del 5 de julio de 2002
María Salvador Chiriboga ha solicitado por medio de varios escritos que se dicte
sentencia78, lo que no ha sucedido hasta la actualidad.
76
Cfr. recurso subjetivo No. 1016 (proceso No. 1016, expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Anexos 4 y 5, fs. 1468 a 1477).
77
Cfr. auto de calificación de la demanda de 4 de diciembre de 1995 (proceso No. 1016, expediente de
anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 4 y 5, f. 1502).
78
Cfr. escrito de 5 de julio de 2002, escrito de 13 de octubre de 2003, escrito de 11 de enero de 2005,
escrito de 4 de febrero de 2005 y escrito de 5 de mayo de 2006 (proceso No. 1016, expediente de anexos al
escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 4 y 5, fs. 1769 y 1778 a 1784).
79
Cfr. recurso subjetivo presentado ante la Sala Segunda del Tribunal de lo Contencioso Administrativo
de Quito de 17 de diciembre de 1997 (proceso No. 4431, expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Anexos 1 a 3, fs. 1314 a 1319).
80
Cfr. contestación de la demanda presentada por el Ministerio de Gobierno de 26 de febrero de 1998
(proceso No. 4431, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 1 a 3, fs. 1338 a
1339).
81
Cfr. providencia de la Sala Segunda del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Quito de 14 de
enero de 1999 (proceso No. 4431, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 1 a 3,
f. 1364).
82
Cfr. escrito de 13 de mayo de 1999 de los representes de la señora Salvador Chiriboga (proceso No.
4431, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 1 a 3, f. 1431).
83
Cfr. auto de 1 junio de 1999 de la Sala Segunda del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Quito
(proceso No. 4431, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 1 a 3, fs. 1431 y
1432).
84
Cfr. escritos presentados por la señora Salvador Chiriboga solicitando que se dicte sentencia de fechas:
20 de julio de 2001, 5 de julio de 2002, 13 de octubre de 2003 y 11 de enero de 2005 (proceso No. 4431,
expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexos 1 al 3, fs. 1447 a 1450).
85
El artículo 3 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa señala que: “[…e]l recurso de plena
jurisdicción o subjetivo ampara un derecho subjetivo del recurrente, presuntamente negado, desconocido o no
reconocido total o parcialmente por el acto administrativo de que se trata. […]”.
86
El artículo 34 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa determina que “[e]l demandado
tendrá el término de quince días para contestar la demanda […]”. En el mismo sentido, el artículo 38 de la
citada Ley consagra que “[c]on la contestación de la demanda se mandará notificar al actor, y en la misma
providencia, caso de haber hechos que deban justificarse, se abrirá la causa a prueba por el término de diez
días […]. Cuando la controversia versare exclusivamente sobre cuestiones de derecho […] el Tribunal
pronunciará sentencia en el término de doce días”. Y el artículo 41 determina que “[c]oncluído el término de
prueba, el Tribunal dictará sentencia, dentro de doce días”. Al respecto, la Corte observa que al plazo de 27 y
26
84. De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la Corte estima que el Estado excedió
el plazo razonable en los procesos de los recursos subjetivos o de plena jurisdicción No.
1016 y No. 4431 interpuestos por María Salvador Chiriboga, ya que hasta el momento
han transcurrido catorce y once años, respectivamente, desde la presentación de las
demandas, las cuales fueron interpuestas el 11 de mayo de 1994 y el 17 de diciembre de
1997, sin que a la fecha de la presente Sentencia se haya emitido un fallo defintivo sobre
los asuntos planteados.
85. Por otra parte, la Comisión y los representantes argumentaron que en el presente
caso se ha configurado una violación del artículo 25 de la Convención, ya que hasta la
fecha no han sido resueltos con carácter definitivo los diferentes recursos intentados, por
lo que la señora Salvador Chiriboga no ha tenido acceso a un recurso sencillo, rápido y
efectivo. Por su parte, el Estado manifestó que el ordenamiento jurídico interno del
Ecuador sí cuenta con recursos rápidos y sencillos para proteger los derechos alegados
como violados por la señora Salvador Chiriboga.
37 días habría que agregarle los términos que en general concede el Código de Procedimiento Civil para todos
los juicios civiles.
87
El artículo 42 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa establece que “en general, todos
los incidentes que se suscitaren durante el juicio, no serán de previo o especial pronunciamiento y se resolverán
en sentencia […]”.
88
Al respecto, el recurso subjetivo o de plena jurisdicción está consagrado en la Ley de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa.
27
justicia, ya que después de haber transcurrido más de una década desde la interposición
de los recursos, no se ha resuelto en definitiva la legalidad del acto de declaratoria
pública del bien objeto de expropiación.
88. La denegación al acceso a la justicia tiene una relación con la efectividad de los
recursos, ya que no es posible afirmar que un recurso existente dentro del ordenamiento
jurídico de un Estado, mediante el cual no se resuelve el litigio planteado por una demora
injustificada en el procedimiento, pueda ser considerado como un recurso efectivo.
89. La Corte considera que con motivo de la falta de una resolución definitiva de los
recursos subjetivos presentados por la presunta víctima, el interés social alegado por el
Estado para justificar la privación del bien queda en estado de incertidumbre, lo cual
pone en riesgo no sólo el interés público que recae sobre la existencia del Parque
Metropolitano, sino además el real beneficio del cual está siendo objeto la comunidad en
su conjunto, ante la posibilidad de una resolución desfavorable en este sentido.
90. Este Tribunal estima que en el presente caso las razones de utilidad pública o
interés social para la restricción del derecho de la propiedad privada de María Salvador
Chiriboga fueron legítimas y comprendieron la justificación necesaria para determinar
dicha restricción. En consecuencia, las razones de utilidad pública o interés social son
válidas a la luz del la Convención Americana. Sin embargo, esta Corte no puede dejar de
observar que los recursos subjetivos o de plena jurisdicción interpuestos por los
hermanos Salvador Chiriboga no han sido resueltos en un plazo razonable ni han sido
efectivos.
91. Una vez determinada la legitimidad en las razones de utilidad pública o interés
social de la privación del derecho a la propiedad privada, la Corte procede a determinar si
ésta privación se vio acompañada del pago de una justa indemnización como lo dispone
la Convención Americana.
94. Por su parte, el Estado manifestó que la verdadera razón por la cual la presunta
víctima no ha recibido una justa indemnización es por los innumerables recursos iniciados
por sus representantes, los cuales han tenido como principal objetivo obstruir la facultad
expropiatoria ejercida por el Municipio de Quito, lo que ha impedido que se dicte
sentencia. Además, el Estado señaló que la presunta víctima pudiendo retirar los
225.990.625 sucres que fueron depositados en el Banco Central del Ecuador, no ha
querido hacerlo, y ante diversos acercamientos no se ha podido alcanzar un acuerdo
debido a la excesiva ambición de sus representantes.
28
98. La Corte estima que, en casos de expropiación, para que la justa indemnización
sea adecuada se debe tomar como referencia el valor comercial del bien objeto de la
expropiación anterior a la declaratoria de utilidad pública de éste, y atendiendo el justo
equilibrio entre el interés general y el interés particular a que se ha hecho referencia en
la presente Sentencia (supra párr. 63).
*
* *
89
Cfr. Artículo 1 del Protocolo No. 1 de la Corte Europea; y P.C.I.J The Factory At Chorzów (Claim for
Indemnity) (The Merits) Judgment No. 13, p. 40 y 41.
90
Cfr. INA Corporation v. The Islamic Republic of Iran, 8 Iran US CTR, p.373; 75 ILR, p. 595; y Principios
15 y 18 de los “Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a
interponer recursos y obtener reparaciones”, Resolución G.A. Res. 60/147, Preámbulo, UN.Doc. A/RES/60/147
(Dec. 16, 2006). Cfr. también: the WB, Guidelines of the Treatment of Foreing Direct Investment; 1962.
Texaco case 17 ILM, 1978, pp. 3, 29; 53 ILR, pp. 389, 489; Aminoil case 21 ILM, 1982, p. 1032; 66 ILR, p.
601; y Permanent Sovereignty Resolution; 1974 Charter of Economic Rights Direct and Duties of States.
91
Cfr. ECHR, James v UK, Judgment of February 1985, Application no. 8793/79, para. 54; y ECHR,
Lithgow and Others v. the United Kingdom, Judgment of July 1986, Application no. 9006/80; 9262/81;
9263/81; 9265/81; 9266/81; 9313/81; 9405/8, paras. 114 and 120.
92
Cfr. Resolución 1803 (XVII) de la Asamblea General, de 14 de diciembre de 1962, titulada "Soberanía
Permanente sobre los Recursos Naturales " (1962).
93
Cfr. International Centre for Settlement of Investment Disputes, Arbitration between Compañía del
Desarrollo de Santa Elena, S.A. and The Republic Of Costa Rica Case No. ARB/96/1; Asunto BP (British
Petroleum Exploration Co. v. Libyan Arab Republic, octubre 10 de 1973 y agosto 1 de 1974; Asunto Liamco; y
P.C.I.J The Factory At Chorzów, Judgment No. 7 (May 25th, 1926).
94
El artículo 793 indica que “[l]a tramitación del juicio de expropiación solo tiene por objeto determinar
la cantidad que debe pagarse por concepto de precio de la cosa expropiada, siempre que conste que se trata de
expropiación por causa de utilidad pública”.
29
100. La Corte, al igual que lo hizo al analizar los recursos subjetivos (supra párrs. 77 a
90), entrará a examinar si en el juicio de expropiación presentado por el Estado se
cumplió con el plazo razonable y si éste fue un recurso efectivo.
103. La Corte observa, de acuerdo a los hechos del presente caso, que el 16 de julio de
1996 el Municipio de Quito presentó una demanda de expropiación en contra de la
propiedad de los hermanos Salvador Chiriboga95, cinco años después de haberse emitido
la declaratoria de utilidad pública del inmueble. El 24 de septiembre de 1996 el Juez
Noveno emitió el auto de calificación de la demanda, en el que aceptó ésta y autorizó la
ocupación inmediata del terreno, toda vez que el Municipio había consignado una
cantidad de 225.990.625,00 sucres por el inmueble96, monto que había sido establecido
por el mismo Municipio97. Dicha cantidad fue depositada en la cuenta corriente No.
00100508-1 del Banco del Pichincha C.A., mediante el cheque No. CY79457298. En
dicho auto de calificación el Juez Noveno también designó al perito Vicente Domínguez
Zambrano para que rindiera un informe pericial sobre el predio objeto de la expropiación.
Posteriormente, la demanda de expropiación fue impugnada el 4 de julio de 1997 por los
hermanos Salvador Chiriboga, y el 4 de septiembre de 1997 el Juzgado Noveno resolvió
dejar sin efecto el auto de calificación de la referida demanda, por cuanto consideró que
el Municipio no había cumplido con todos los requisitos determinados en la Constitución,
la Ley de Contratación Pública y su Reglamento. Posteriormente a ello, se produjeron
diversas actuaciones procesales en el juicio99, entre ellas sobresalen las impugnaciones y
95
Cfr. demanda de expropiación presentada por el Municipio contra María y Julio Guillermo Salvador
Chiriboga, supra nota 9.
96
Cfr. demanda de expropiación presentada por el Municipio contra María y Julio Guillermo Salvador
Chiriboga, supra nota 9; y auto de calificación de la demanda (proceso No. 1300-96, expediente de anexos a la
demanda, Apéndice 1 y 2, f. 68).
97
En los escritos principales, tanto de los representantes como el mismo Estado, se pronunciaron
respecto a la cuantía del pago consignado junto a la demanda de expropiación en el proceso No. 1300-96. Los
representantes señalaron que la cuantía de sucres consignada con el escrito de la demanda de expropiación
correspondía a la fecha de presentación de ese escrito, a la suma de US $9.032.00 (nueve mil treinta y dos
dólares de los Estados Unidos de América) (escrito de solicitudes y argumentos, expediente de excepción
preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo II, f.145). Por su parte, el Estado señaló que el valor de la
cantidad consignada al momento de realizar el pago, cuando se presentó la demanda de expropiación,
representaba casi US $300.000,00 (trescientos mil dólares de los Estados Unidos de América) (contestación a la
demanda, expediente de excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo II, f. 219).
98
Cfr. demanda de expropiación presentada por el Municipio contra María y Julio Guillermo Salvador
Chiriboga, supra nota 9.
99
Entre ellas: a) el 22 de diciembre de 2006 se confirmó como único perito al arquitecto Vicente
Domínguez Zambrano. El 21 de febrero de 2007 el perito Domínguez Zambrano puso en conocimiento su
informe, en que después de realizar un análisis del terreno y de la normativa aplicable para su valoración,
concluyó que el precio por metro cuadrado es de $78.09 (setenta y ocho dólares de los Estados Unidos de
30
105. Las normas procesales vigentes en el Ecuador al momento de los hechos señalan
claramente que ante la falta de acuerdo en el avalúo fijado, se procederá al juicio de
expropiación103, el cual “solo tiene por objeto determinar la cantidad que debe pagarse
por concepto del precio de la cosa expropiada […]”104, en el que “el juez dictará
[sentencia] dentro de ocho días de presentado el informe pericial […]” 105 y no se
América), por lo que la totalidad del terreno tiene un valor de $50.421.736 (cincuenta millones cuatrocientos
veinte y un mil setecientos treinta y seis dólares de los Estados Unidos de América), supra nota 64.
Posteriormente, el 23 de febrero de 2007 la señora Salvador Chiriboga solicitó una ampliación y el Municipio
impugnó el informe pericial el 13 de marzo de 2007. El 14 de junio de 2007 el perito Vicente Domínguez
Zambrano presentó la ampliación a su informe pericial presentado acerca del valor del terreno objeto de
expropiación. El 19 de junio de 2007 el Municipio alegó error esencial del informe pericial y la respectiva
ampliación, por considerar que el perito había incurrido en errores técnicos y vicios legales, tales como
excederse en la apreciación del valor del bosque de eucalipto o valorar el precio del terreno a partir de los
precios actuales y no a la fecha en que se inició el expediente de ocupación. El 20 de septiembre de 2007 el
Juez Noveno abrió la etapa probatoria por cuatro días, con el fin de que se pruebe el error esencial alegado; y
b) el 11 de enero de 2008 el Juez Noveno emitió una providencia en la que decidió: i) que el Municipio no
habría probado de manera suficiente el error esencial que había alegado, por lo que desestimó la pretensión; y
ii) debido a que a las dos partes habían presentado observaciones al peritaje, se podía concluir que el informe
no había sido claro, por lo que de oficio decidió nombrar un nuevo perito, el Ing. Manuel Silva Vásconez, para
que realice una nueva operación pericial.
100
En dicha decisión el Juez Noveno se fundamentó en el artículo 15 de la Ley Orgánica de la Función
Judicial del Ecuador y en la resolución de la Corte Suprema del Ecuador de 5 de diciembre de 1997, según las
cuales “toda causa civil o administrativa derivadas de actos, contratos y hechos administrativos debe ser
reconocida por el respectivo Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo”, de tal forma, que consideró
que no era competente y decidió remitir el expediente al Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo
(proceso No. 1300-96, expediente de anexos de la demanda, Apéndice 1 y 2, f. 82). Sin embargo, en la prueba
remitida por las parte a la Corte no hay constancia de que el caso haya sido conocido en algún momento por el
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo.
101
Cfr. informe del perito Vicente Domínguez Zambrano, supra nota 64, y ampliación al informe del perito
Vicente Domínguez Zambrano (proceso No. 1300-96, expediente de anexos presentados por el Estado, fs. 3960
a 4000).
102
Cfr. providencia del Juez Noveno de 11 de enero de 2008 (proceso No. 1300-96, expediente de prueba
para mejor resolver presentada por el Estado, Tomo I, f. 4438).
103
Cfr. ley de Contratación Pública, codificación No. 501 del 16 de agosto de 1990, artículo 36, párr.
cuarto.
104
Cfr. código de Procedimiento Civil, codificación No. 000. R.O. sup. 687 de 18 de Mayo de 1987, artículo
793.
105
Cfr. código de Procedimiento Civil, codificación No. 000. R.O. sup. 687 de 18 de Mayo de 1987,
artículo 799.
31
107. Por otro lado, este Tribunal hace notar que en el presente caso el Estado es
parte109 dentro del proceso, por ser el que interpuso la demanda de expropiación y, a su
vez, ostenta la función judicial, lo que se ve reflejada en la actividad procesal a cargo del
sistema judicial ecuatoriano. En lo que se refiere a la actuación de las autoridades
judiciales encargadas de dirigir el proceso, la Corte considera que no han actuado con la
debida diligencia, cuestión que se observa por ejemplo a partir de la inhibición del Juez
Noveno el 17 de febrero de 1997, ya que en este punto supuestamente el expediente se
remitiría a un Tribunal Contencioso Administrativo. Sin embargo, en el expediente del
juicio de expropiación aparecen sólo algunas actuaciones realizadas por el juez entre el
17 de febrero de 1997 y el 25 de enero de 2006, pero ninguna es tendiente a concluir
con el proceso, por lo que éste estuvo casi paralizado durante ese período. El juicio se
reanudó cuando el Juez Noveno resolvió declarar la nulidad de todo lo actuado a partir
del auto de 4 de septiembre de 1997. No obstante lo anterior, a la fecha de la presente
Sentencia no se ha emitido un fallo definitivo.
108. Además del examen del referido expediente se nota cómo, contrario a lo que
argumentó el Estado ante este Tribunal, el Municipio de Quito fue el que presentó
106
El artículo 800 del Código de Procedimiento Civil establece que: “[e]n el juicio no se admitirá incidente
alguno y todas las observaciones de los interesados se atenderán y resolverán en la sentencia”.
107
El artículo 799 del Código de Procedimiento Civil establece que “[p]resentada la demanda […] el juez
nombrará perito […] para el avalúo del fundo. Al mismo tiempo, mandará que se cite a todas las personas […]
para que concurran a hacer uso de sus derechos dentro del término de quince días, que correrá
simultáneamente para todos. En el mismo auto se fijará el término dentro del cual el perito o peritos deben
presentar su informe, término que no excederá de quince días, contados desde el vencimiento del anterior”.
Además, el artículo 802 del Código de Procedimiento Civil determina que “[e]l juez dictará sentencia dentro de
ocho días de presentado el informe pericial”. Al respecto, la Corte observa que al plazo de 38 días habría que
agregarle los términos que en general concede el Código de Procedimiento Civil para todos los juicios civiles.
108
El artículo 312 señala que: “[c]uando el juez conceda término extraordinario, en el mismo decreto
señalará prudencialmente el número de días que ha de durar aquél, según el tiempo que pueda emplearse en la
ida y vuelta del despacho y en la práctica de la diligencia, término que nunca será mayor del triple del
ordinario, y que se contará a partir de la fecha de remisión del deprecatorio, exhorto o comisión. De la fecha de
remisión sentará razón el actuario del proceso”.
109
El Código de Procedimiento Civil en su artículo 796 establece que “[p]ara las expropiaciones
determinadas por las demás instituciones del Sector Público [diferentes del sector nacional], la demanda será
presentada por sus respectivos personeros”.
32
110. La Corte observa que el Estado alegó, para justificar el pago de la indemnización,
que realizó un “pago provisional” del valor del predio objeto de la expropiación. Sin
embargo, este Tribunal considera que dicho pago no cumple con los estándares exigidos
por la Convención Americana ni con los estándares y principios internacionales, por lo
cual por más de 15 años el Estado no ha fijado el valor definitivo del bien ni ha otorgado
el pago de una justa indemnización a la señora Salvador Chiriboga.
112. Por otra parte, de acuerdo a lo que la Corte ya expuso referente a la efectividad
de los procesos subjetivos (supra párrs. 86 a 88), se observa que los mismos criterios
pueden ser aplicables al juicio de expropiación. Lo anterior, debido a que la denegación
de justicia generada al no haberse emitido un fallo definitivo que determine cuál es el
monto de la justa indemnización del inmueble de la señora Salvador Chiriboga, ha hecho
que el recurso no sea efectivo.
110
Cfr. por ejemplo, en contra de la providencia del 4 de septiembre de 1997, el Estado presentó los
siguientes recursos: a) el 23 de septiembre de 1997 el Municipio apeló dicha providencia, la cual fue rechazada
el mismo día de su presentación por el Juez, quien consideró la apelación improcedente (proceso No. 1300-96,
expediente de anexos de la demanda, Apéndice 1 y 2, f. 77 y proceso No. 1300-96, expediente de anexos al
escrito de solicitudes y argumentos, Anexo 6 a 8, fs. 1846); b) el 26 de septiembre de 1997 el Municipio
presentó un recurso de hecho, arguyendo que la apelación interpuesta anteriormente sí era procedente
(proceso No. 1300-96, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexo 6 a 8, fs. 1850 y
1851); y c) el 28 de noviembre de 1997 se interpuso un recurso pidiendo que se aclarara la providencia en la
que se niega el recurso de hecho y que se exponga cual es la disposición legal en la que se basa el juez para no
concederlo (proceso No. 1300-96, expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, Anexo 6 al 8,
fs. 1857 y 1858).
111
Cfr. ECHR, Case Broniowski v. Poland, Judgment of 22 June 2004, Application no. 31443/96, paras.
134 and 151.
33
114. La Corte constata que la falta pago de una justa indemnización, de acuerdo con
los estándares previamente establecidos (supra párrs. 95 a 110), es evidente en el
presente caso, y por lo tanto considera que la privación de la propiedad sin el pago de
una justa indemnización constituye una violación al derecho a la propiedad privada
consagrado en el artículo 21.2 de la Convención.
*
* *
115. La Corte hace notar que María Salvador Chiriboga ha tenido que incurrir en el
pago indebido de tributos y sanciones en el período comprendido entre los años 1991 y
2007112. Al respecto, el Estado reconoció el error en que incurrió respecto del cobro de
impuestos y multas a la señora Salvador Chiriboga, por lo que mediante una resolución
del concejo municipal decretó la devolución de lo indebidamente pagado. Sin embargo,
la presunta víctima afirmó que no se había llevado a cabo la devolución total de los
montos indebidamente pagados. A juicio de este Tribunal, en el presente caso el pago
de tributos y multas revelan la imposición de cargas adicionales, que se consideran como
cargas excesivas y desproporcionadas para la señora Salvador Chiriboga, lo cual
representa un agravante en la vulneración del derecho a la propiedad privada113.
*
* *
116. En conclusión, la Corte sostiene que el Estado privó del derecho a la propiedad
privada a la señora María Salvador Chiriboga por razones de utilidad pública legítimas y
debidamente fundamentadas, las cuales consistieron en la protección del medio ambiente
a través del establecimiento del Parque Metropolitano. Sin embargo, el Estado no
respetó los requerimientos necesarios para restringir el derecho a la propiedad acogidos
en los principios generales del derecho internacional y explícitamente señalados en la
Convención Americana.
117. En específico, el Estado incumplió con las formas establecidas en la ley al vulnerar
la protección y garantías judiciales, ya que los recursos interpuestos han excedido para
su resolución el plazo razonable y han carecido de efectividad. Lo anterior ha privado
indefinidamente a la víctima de su bien, así como del pago de una justa indemnización, lo
que ha ocasionado una incertidumbre tanto jurídica como fáctica, la cual ha derivado en
cargas excesivas impuestas a la misma, convirtiendo a dicha expropiación en arbitraria.
112
En la audiencia pública la señora Salvador Chiriboga manifestó que ella ha pagado los impuestos hasta
la fecha de su declaración y lo ha hecho “por el miedo de que de no hacerlo la embarguen“. A pesar de pagar
los impuestos no ha podido utilizar la propiedad. Otros testigos, como José Luís Paredes Sánchez que rindieron
un affidávit ante la Corte, refirieron que pese a que su terreno ha sido expropiado por el Estado le obliga a
pagar impuestos. Aún más, el perito Edgar Neira Orellana manifestó que el recargo de solar no edificado no
tiene sentido sobre predios que se encuentran en zonas rurales destinados a la explotación agrícola; tiene
sentido cuando el inmueble está ubicado dentro de los perímetros urbanos y castiga la falta de edificación o
estimula la edificación dentro de un determinado Municipio.
113
Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo, supra nota 47, párr. 200 a 218.
34
*
* *
120. Los representantes coincidieron con los alegatos de la Comisión. Agregaron, que
en el presente caso se aplicaron normas que no se adecuan a la Convención. Por último,
señalaron que el Estado debería introducir una reforma legislativa que permita la
discusión de todos los derechos que la actual legislación no permite a las personas
sujetas a un trámite de expropiación114.
121. Por su parte, el Estado alegó que nunca obstruyó a los hermanos Salvador
Chiriboga el acceso a los recursos previstos en la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa para impugnar los actos administrativos que la presunta víctima consideró
necesario. Señaló que la Constitución prevé garantías para tutelar los derechos
establecidos en los instrumentos internacionales, los cuales fueron empleados por los
representantes.
114
Los representantes dentro de las reformas legales sugieren las siguientes: a) la declaratoria de utilidad
pública y la expropiación en un solo juicio, y que conceda la posibilidad de apelar la decisión del juez; b) que
otorgue el derecho a la persona que se pretende expropiar a ser oído antes que la decisión de ocupación
inmediata; y c) que se deposite el precio del bien de acuerdo a su valor real en el mercado (expediente de
excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, Tomo V, f. 757).
115
Cfr. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de
1999. Serie C No. 52, párr. 207; Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr. 118; y Caso Zambrano
Vélez, supra nota 53, párr. 57.
116
Cfr. Caso Raxcacó Reyes. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C No. 133, párrs. 87 y 125;
Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros, supra nota 54, párrs. 113 y 212; Caso Fermín Ramírez. Sentencia
de 20 de junio de 2005. Serie C No. 126, párrs. 97 y 130; y Caso Zambrano Vélez, supra nota 53, párr. 57.
117
Cfr. Caso Caesar Vs. Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de marzo de
2005. Serie C No. 123, párrs. 94 y 132; Caso Yatama, supra nota 52, párr. 254; y Caso Zambrano Vélez, supra
nota 53, párr. 57.
118
Cfr. Caso La Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2006.
Serie C No. 162, párr. 172; y Caso Zambrano Vélez y otros, supra nota 53, párr. 57.
119
Cfr. Caso Zambrano Vélez y otros, supra nota 53, párr. 153.
35
123. Respecto a la normativa interna, tanto constitucional como procesal civil, procesal
contencioso administrativo y procedimental administrativo aplicada al presente caso, la
Corte considera, una vez realizado el análisis de la misma, que dicha legislación se ajusta
a lo establecido en la Convención Americana. De otra lado, este Tribunal observa que
como se estableció en la presente Sentencia, la demora en los procesos y la falta de
efectividad no son el resultado directo de la existencia de normas contrarias a la
Convención o de la falta de normativa que prevenga esta situación. Tampoco se
demostró que las violaciones y circunstancias evidenciadas en el caso sub judice
configuren una problemática generalizada en la sustanciación de este tipo de juicios en el
Ecuador.
VII
ARTÍCULO 24 (IGUALDAD ANTE LA LEY)120 EN RELACIÓN CON EL
ARTÍCULO 1.1 (OBLIGACIÓN DE RESPETAR LOS DERECHOS) 121
DE LA CONVENCIÓN AMERICANA
127. Por su parte, el Estado rechazó los alegatos de los representantes e indicó que en
un proceso de expropiación resulta inevitable incluir o excluir terrenos del área
seleccionada, por razones técnicas. Añadió que el Parque Metropolitano había sido
consolidado y delimitado con “anterioridad al presunto acto discriminatorio que […]
alega[n los representantes…]”, por lo que no existen razones fundadas “[…] para pensar
que existió un perjuicio o trato distinto a la señora Salvador Chiriboga”.
120
En lo pertinente, el artículo 24 (Igualdad ante la Ley) dispone que: [t]odas las personas son iguales
ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.
121
Cfr. supra nota 45.
36
la Comisión, sobre la base de los hechos presentados por ésta122. En relación con este
último punto, la Corte ha señalado que no es admisible alegar nuevos hechos distintos de
los planteados en la demanda, sin perjuicio de exponer aquellos que permitan explicar,
aclarar o desestimar los que fueron mencionados en ésta, o bien, responder a las
pretensiones del demandante123. Asimismo, ha indicado que la excepción a esta regla
opera en el caso de hechos supervinientes, es decir, de hechos que aparecen después de
que se han presentado los escritos del proceso (demanda; escrito de solicitudes y
argumentos, y contestación de la demanda)124.
VIII
ARTÍCULO 29 (NORMAS DE INTERPRETACIÓN)125 , EN RELACIÓN
126
CON EL ARTÍCULO 1.1 (OBLIGACIÓN DE RESPETAR LOS DERECHOS)
DE LA CONVENCIÓN AMERICANA
122
Cfr. Caso Acevedo Jaramillo y otros. Sentencia de 7 de febrero de 2006. Serie C No. 144, párr. 280;
Caso López Álvarez, supra nota 51, párr. 145; y Caso Gómez Palomino Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 136, párr. 59.
123
Cfr. Caso “Cinco Pensionistas”, supra nota 49, párr. 153; Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 164, párr. 121; y Caso del Pueblo
Saramaka, supra nota 21, párr. 13.
124
Cfr. Caso del Penal Miguel Castro Castro, supra nota 53, párr. 162; Caso de las Masacres de Ituango
Vs. Colombia. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio de 2006 Serie C No.
148, párr. 89, y Caso Comunidad indígena Sawhoyamaxa. Sentencia de 29 de marzo de 2006. Serie C No. 146,
párr. 68.
125
En lo pertinente, el artículo 29 (Normas de Interpretación) dispone que:
Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de:
a) permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio de los
derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en
ella;
b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo
con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención en que sea parte
uno de dichos Estados;
c) excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la forma
democrática representativa de gobierno, y
d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza.
126
Cfr. supra nota 45.
37
133. Al respecto, la Corte no encuentra que se haya acreditado violación alguna a estas
normas que sirven para interpretar lo dispuesto en la Convención Americana.
IX
ARTÍCULO 63.1 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA128
134. Esta Corte considera apropiado que la determinación del monto y el pago de la
indemnización justa por la expropiación de los bienes, así como cualquier otra medida
tendiente a reparar las violaciones declaradas en la presente Sentencia, se hagan de
común acuerdo entre el Estado y los representantes, dentro de un plazo de seis meses
contado a partir de la notificación de esta Sentencia. Si se llega a un acuerdo, el Estado
y los representantes deberán informarlo a este Tribunal para verificar si dicho acuerdo es
conforme con la Convención Americana y disponer lo conducente. En el caso que no se
llegue a un acuerdo, la Corte determinará las reparaciones correspondientes, así como
las costas y gastos.
X
PUNTOS RESOLUTIVOS
LA CORTE
DECIDE:
Por unanimidad,
127
Los representantes alegaron la violación de este artículo en su escrito de argumentos y solicitudes.
Consecuentemente, la Comisión en sus informes de admisibilidad y de fondo no hizo una mención expresa a la
alegada violación del artículo 29 de la Convención.
128
El artículo 63.1 de la Convención dispone que:
[c]uando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en [la] Convención, la Corte
dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá
asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha
configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa indemnización a la parte
lesionada.
38
Y DECLARA:
Y DECIDE:
La Jueza Medina Quiroga hizo conocer a la Corte su Voto Parcialmente Disidente, el Juez
Ventura Robles hizo conocer a la Corte su Voto Concurrente y el Juez ad hoc Rodríguez
Pinzón hizo conocer a la Corte su Voto Parcialmente Disidente, los cuales acompañan
esta Sentencia.
39
Comuníquese y ejecútese,
1. Estoy de acuerdo con el voto disidente del juez Diego Rodríguez-Pinzón. No es ésta la
primera vez que disiento de la Corte en relación con la posible violación conjunta de los
artículos 8 y 25129 y he dado en esas ocasiones razones similares a las expresadas en el
voto del juez Rodríguez.
2. En esta ocasión, sin embargo, quisiera aclarar mi posición respecto del artículo 25. Al
hacer un voto disidente en un caso particular, he procurado referirme sólo al problema
que se plantea en el caso y no hacer un examen exhaustivo de cada disposición. Hasta
ahora, en mis votos he partido de la base - en un intento por no alterar la jurisprudencia
constante de la Corte - de que el artículo 25 establecía el derecho de tener un recurso
simple, rápido y efectivo para proteger los derechos humanos de los individuos. Este
entendimiento provenía del hecho de que la Corte ha permanentemente unido estos tres
calificativos dando a entender que los tres se aplican a un derecho al recurso y mis
argumentos iban destinados a bregar porque no fuera olvidada por la Corte la existencia
en el artículo 25 de un recurso de amparo.
129
Voto disidente de la Jueza Cecilia Medina Quiroga, Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141; Voto Concurrente de la Jueza Cecilia Medina
Quiroga, Caso Gómez Palomino Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de
2005. Serie C No. 136; Voto Parcialmente Disidente de la Jueza Cecilia Medina Quiroga, Caso de los Hermanos
Gómez Paquiyauri. Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie C No. 110; y Voto Parcialmente Disidente de la Jueza
Cecilia Medina Quiroga, Caso 19 Comerciantes. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109.
130
Ver Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos. Actas y Documentos, San José,
Costa Rica, 7-22 de noviembre de 1969, (OEA/Ser.K/XVI/1.2), p. 22
131
Ibidem, p. 66.
2
efectivo, es decir, debe ser “capaz de producir el resultado para el que ha sido
concebido”132.
5. Aun leída así la disposición, surgen válidas mis peticiones de que no puede dejarse de
lado en el desarrollo jurisprudencial de la Convención la elaboración del recurso sencillo y
rápido, que es sin lugar a dudas una descripción del recurso de amparo latinoamericano
clásico, extremadamente útil para un sinnúmero de situaciones. Repito aquí lo que he
dicho ya en varias ocasiones: la Corte ha utilizado la idea de un recurso simple y rápido
para examinar el desarrollo de un proceso criminal, que no es nunca ni simple ni rápido y
ha usado para evaluar la rapidez del recurso la noción de plazo razonable del artículo 8.
No puedo estar de acuerdo con esta posición. Tampoco estoy de acuerdo en que,
unificando derechos, se fortalece el sistema. El desarrollo de cada derecho confiere una
gama mayor de posibilidades a las personas.
6. Con respecto a este caso en particular, creo que hubo recursos, no de amparo, que
eran efectivos en los términos en que la Corte ha definido la efectividad. Por el contrario,
el proceso que surgió a raíz de alguno de estos recursos, tuvo una demora que de
ninguna manera puede caracterizarse como razonable y por ello concuerdo con que ha
habido una violación del artículo 8.
132
Caso Velásquez Rodríguez, párr. 66
CASO SALVADOR CHIRIBOGA VS. ECUADOR
SENTENCIA DE EXCEPCIÓN PRELIMINAR Y FONDO
VOTO CONCURRENTE
DEL JUEZ MANUEL E. VENTURA ROBLES
Motivo que a juicio del Estado puede ser considerado como una justificación aún
mayor a la limitación del derecho a la propiedad. Por otro lado, reconoció el error
en el cobro indebido de los impuestos y las sanciones a la señora Salvador
Chiriboga.
Este Tribunal reitera que cuando un Estado invoque razones de interés general
o bien común para limitar derechos humanos, las mencionadas razones deberán
ser objeto de una interpretación estrictamente ceñida a las “justas exigencias” de
una “sociedad democrática”, en donde se tenga en cuenta el equilibrio entre los
distintos intereses en juego y las necesidades de preservar el objeto y fin de la
Convención. Específicamente, la Corte considera que la facultad del Estado para
limitar el derecho a la propiedad requiere de un equilibrio entre el interés general
y el del propietario. Por lo tanto, el Estado debe utilizar los medios menos
gravosos a fin de reducir la vulneración de los derechos del afectado.
La Corte Europea también ha señalado que el principio del justo equilibrio (fair
balance) supone que no toda privación se encuentra en principio legitimada por la
concurrencia del interés público o social133. Toda limitación, necesariamente debe
suponer una razonable proporcionalidad entre los medios empleados y los
objetivos perseguidos por el Estado en su aplicación, incluyendo las medidas
destinadas al control del ejercicio de la propiedad individual134. Dicho principio
consiste en el balance entre las demandas del interés general de la comunidad y
los requisitos para la protección de los derechos fundamentales de carácter
individual135.
133 Cfr. ECHR, James v UK, Judgment of February 1985, Application no. 8793/79, para. 46.
134 Cfr. ECHR, Case Hutten-Czapska v. Poland, Judgment of 22 February 2005, Application no. 35014/97,
para. 93.
135 Cfr. ECHR, Case Hutten-Czapska, supra nota **, para. 93; ECHR, Case Matos e Silva, Ltda.,and others
v. Portugal, Judgment of 27 August 1996, Application no. 15777/89, para. 86; y ECHR, Case Sporrong and
Lönnroth V. Sweden, Judgment of 22 September 1982, Applications nos. 7151/75; 7152/75, para. 69.
136 Cfr. Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, párr. 124. Ver
también: ECHR, Case Belvedere Alberghiera S.R.L., supra nota **, para. 53. ECHR, Case Papamichalopoulos
and others V. Greece, Judgment of 24 January 1993, Application no. 14556/89, para. 42; y ECHR, Case
Sporrong and Lönnroth, supra nota **, para. 63.
3
Asimismo, la Corte Europea en aplicación del principio del justo equilibrio (“fair
balance”), ha reconocido que largos períodos de incertidumbre a que han sido
sometidos los afectados de una expropiación agrava los efectos de las medidas
adoptadas, por lo que imponen una carga excesiva que rompe el justo equilibrio138.
137 Cfr. ECHR, Case Sporrong and Lönnroth, supra nota **, para. 63; ECHR, Caso Papamichalopoulos and
others, supra nota **, para. 42.
138 Cfr. ECHR, Case Matos e Silva, Ltda., and others, supra nota **, para. 92; ECHR, Caso Beyeler,
(aplicación no. 33202/96), 5 de enero de 2000. Párr.122, Caso Sporrong and Lönnroth Vs. Suecia, supra nota
**, paras. 72 y 73; y ECHR, Case Jahn and Others v. Germany, Judgment of 30 June 2005, Applications nos.
46720/99, 72203/01 and 72552/01, para. 93. Por ejemplo, en el caso Jahn y otros v. Alemania, la Corte
Europea determinó que la falta total de compensación cuando el Estado toma la propiedad, vulnera el justo
equilibrio e impone una carga injusta.
139 En la audiencia pública la señora Salvador Chiriboga manifestó que ella ha pagado los impuestos hasta
la fecha de su declaración y lo ha hecho “por el miedo de que de no hacerlo la embarguen”. A pesar de pagar
los impuestos no ha podido utilizar la propiedad. El perito Edgar Neira Orellana manifestó que el recargo de
solar no edificado no tiene sentido sobre predios que se encuentran en zonas rurales destinados a la
explotación agrícola; tiene sentido cuando el inmueble está ubicado dentro de los perímetros urbanos y castiga
la falta de edificación o estimula la edificación dentro de un determinado Municipio.
140 Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo, supra nota **, párr. 200 a 218.
4
De esta forma, la Corte concluye que el Estado no utilizó los medios necesarios
para alcanzar un justo equilibrio entre los derechos en cuestión.
2. Considero que los hechos probados en el presente caso no indican que se haya
vulnerado el derecho a la protección judicial reconocido en dicha disposición. En este
sentido debo indicar que la víctima de las violaciones al Artículo 8 y 21 en relación al
Artículo 1.1 tuvo acceso a recursos judiciales extensos que considero cumplen con lo
requerido por Artículo 25.1, en los términos que expongo brevemente a continuación.
6. De otra parte, debo mencionar que la Corte estableció que las normas relevantes
en el presente caso son compatibles con la Convención Americana y por lo tanto no hay
violación del Artículo 2 de este instrumento. Esto incluye las normas procesales
atinentes a los recursos judiciales ejercidos por la víctima y por el Estado.
141
Ver párr. 82.
142
Ver párr. 105.
2
11. Pero más allá del ejercicio semántico está la necesidad de leer la Convención en
forma sistemática, atendiendo a su propósito y fin, lo cual nos lleva a adoptar aquella
interpretación que le da un mayor alcance a las normas que promuevan la mejor
protección de los derechos establecidos en la Convención. Esta mejor protección se
logra, a mi juicio, enfocando la atención de los Estados en los diferentes momentos de la
acción estatal encaminada a estructurar una adecuada protección judicial nacional. Es
así como el Artículo 2 se refiere al deber de adoptar disposiciones de derechos interno, ya
sean legislativas o de otro carácter, para hacer efectivos los derechos y libertades
3
13. Por último, debo indicar que esto no quiere decir que bajo ciertas circunstancias
no se puedan vulnerar ambas disposiciones simultáneamente. Pero no es este el caso.